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APUNTES
suimn;

['1 MONASTERIO DEL ESCORIAL


sacados do la H i s t o r i a que tíacribió el B i b l i o t e c a r i o

D. J O S É D E QUE VE DO,

por

6 . AINTONIO F E R N A N D t r *v m \ m .

MADKCL):
jjAPRENTA DE jJ. / N T O N I O pARCÍA.
Galle de Campomanes, nüm. 6.
1873.
APUNTES
SOBRE

EL MONASTERIO DEL ESCORIAL,


sacados de la Historia que e s c r i b i ó el Bibliotecario

D. JOSÉ DE QUE VE DO,

por

D. ANTONIO FERiNANDEZ Y CEREZO.

M A D R I D :
JMPRENTA DE jl. / N T O N I O pARCiA.
Calle de Campomanes, num. 6,
1873.
Hoy que el Real sitio del Escorial puede con-
siderarse situado á las puertas de Madrid, como
vulgarmente se dice, merced á l a vía férrea que
los une, por cuya razón serán pocas las personas
que dejen de ir á contemplar y admirar la g r a n -
diosa obra del Monasterio de San Lorenzo, que
Felipe II legó á la posteridad en testimonio del
antiguo poderío y gloria de nuestra N a c i ó n , no
parecerá i n ú t i l haber compendiado, reduciéndola
á un pequeño librito, la historia y descripción de
•este magnífico edificio, escrita desde su fundación
hasta fines del ano de 1848 por el bibliotecario
D. José Quevedo, para que puesto a l alcance de
l a m á s humilde fortuna, sepa lo que va á ver
quien visite tan completa obra. E n la parte h i s -
tórica se anotan los acontecimientos y vicisitudes
por que ha pasado el Monasterio y en l a descrip-
tiva se hace l a explicación de los objetos que en
él se encierran y de las pinturas que m á s se d i s -
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ling-uen, tanto en los frescos como en lienzos, de-
jando a l j u i c i o de los inteligentes el apreciar l a
belleza y m é r i t o de las m u c h í s i m a s que se ven
por todas partes y adornan los diferentes depar-
tamentos, con especialidad en las habitaciones de
l a casa denominada de Abajo. Se ha omitido en
l a parte del convento l a relación de los locales
destinados á los usos de l a vida exclusiva de los
monges, porque nada de particular presentan á
l a vista del observador.
N o serán muchas las variaciones que se h a -
y a n hecho en el Monasterio desde que escribió su
historia el S r . Quevedo; pero a ú n con ellas, el
que examine l a bella obra de Felipe II con el l i -
brito en l a mano, poco t e n d r á que preguntar de
cuanto a l Escorial se refiera.
PARTE HISTÓRICA.
F E L I P E II.

C om enzó el reinado de Felipe II el 16 de Enero


de 1556 por renuncia que en él hizo de l a Corona
de E s p a ñ a su padre D . Carlos I, Emperador V de
A l e m a n i a . A l a ñ o sig-uiente, mientras un cuerpo de
e j é r c i t o á c u y o frente iba el memorable Duque de
A l b a , estrechaba á R o m a , otro, al mando de F i l i b e r -
to. Duque de Saboya, sitiaba la plaza de S a n Q u i n -
t í n de F r a n c i a , en cuyas inmediaciones fué destro-
zado el ejército francés que mandaba el Condestable
Montmorency el dia 10 de Ag-osto de 1 5 5 7 . Felipe II
se t r a s l a d ó desde C a m b r a y al campamento y p e r m a -
neció en él hasta que fué tomada por asalto l a plaza
el dia 27 del mismo mes y a ñ o .
Para perpetuar l a memoria d e tan g r a n hecho
de armas, se propuso levantar u n monumento que
revelase su poder y su grandeza á los siglos reñi-
deros.
A consecuencia de l a muerte do su padre el E m -
perador Cárlos V . acaecida el 21 de Setiembre de
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1558 en el Monasterio de San J e r ó n i m o de Y u s t e , k
donde se habla retirado, se yolvió á Eapaua á fines
de A g o s t o de 1 5 5 9 , trasladando la c ó r t e desde V a -
lladolid á M a d r i d . P a r a realizar su pensamiento,
n o m b r ó u n a comisión , compuesta de a r q u i t e c t o s ,
m é d i c o s y filósofos, con el encargo de buscar el s i -
tio m á s á p r o p ó s i t o , habiendo elegido el que h o y
ocupa el Monasterio como el m á s conveniente á los
fines del Monarca. Resolvió que el monumento que
se levantara fuese u n templo dedicado al m á r t i r es-
p a ñ o l San L o r e n z o , c u y a fiesta celebra l a Iglesia el
mismo d i a que tuvo l u g a r la derrota del ejército
f r a n c é s , y se a ñ a d e que uno de los motivos que t u -
v o para ello, fué l a precisión en que se v i ó , por la
necesidad de l a g u e r r a , de destruir u n Monasterio
de San Lorenzo que estaba junto á l a plaza.
R l famoso y entendido arquitecto J u a n B a u t i s t a
de Toledo, hizo el plano del edificio y dieron p r i n -
cipio las obras de desmonte en A b r i l de 1 5 6 2 , las
cuales duraron u n a ñ o .
L a s lincas s e ñ a l a d a s para abrir los cimientos
m e d i a n l a e x t e n s i ó n de 580 piés castellanos de
Oriente á Poniente, y de 7 3 5 de-Norte á Mediodía.
Todo el terreno que ocupa el Monasterio era un j a -
r a l donde los pastores g u a r e c í a n sus ganados del frió
en el i n v i e r n o , y servía de abrevadero en el verano.

E l edificio e s t á colocado á l a m i t a d de l a falda


de la sierra denominada Carpetana, y rodeado por l a
parte de Poniente de altos picos, conocidos en el
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pais con los nombres de Machota, que e s t á hacia el
lado de Mediodía; a i lado de E s t e , hacia el N o r t e ,
E l Malagon que se une con las sierras de G u a d a r -
rama, y por l a parte de Oriente y Mediodía se des-
cubre u n largo horizonte que en los dias despejados
permite ver á M a d r i d , del cual dista unas ocho l e -
guas de calzada. A l a r g a distancia se descubre u n a
cerca que tiene sobre diez leguas de c i r c u n f e r e n c i a ,
formada de p i e d r a seca, l a c u a l c i é r r a l o s amenos
bosques con que Felipe II dotó ai Monasterio, c o m -
p r á n d o l o s á los particulares que los p o s e í a n . L a de-
hesa de l a H e r r e r í a que empieza en las paredes del
Monasterio y se extiende por l a parte del Mediodía,
fué antiguamente t é r m i n o de u n a población l l a m a -
da l a H e r r e r í a de las Lámparas, situada en lo m á s
alto de l a sierra que hoy se l l a m a del Castañar, don-
de se ven a ú n las ruinas de una ermita de l a "Vir-
gen de la H e r r e r í a al p í e del cerro llamado de los
E r m i t a ñ o s , de los cuales hubo alguno t o d a v í a c u a n -
do se fundó el Monasterio.
Cerca del C a s t a ñ a r , un poco m á s h á c í a el O r i e n -
te, e s t á la silla llamada de Felipe I I , que son cinco
asientos abiertos á pico en lo alto de u n g r a n pe-
ñ a s c o , donde tradicionalmente se asegura que se
sentaba el R e y para observar los adelantos de la obra.
E n lo m á s hondo del valle comienza el parque
de l a Fres7ieda, que t a m b i é n fué l u g a r poblado, pero
de m u y pocos vecinos, y pobres. T o d a v í a se conser-
v a la que fué i g l e s i a parroquial bajo l a a d v o c a c i ó n
de San J u a n Bautista. H a y un retablo, estimable por
la a n t i g ü e d a d , con pinturas sobre tabla. E n este s i -
tio m a n d ó d e s p u é s Felipe II construir u n palacio
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p e q u e ñ o y u n a casa de recreo, á modo de convento,
llamada ahora L a Oranjilla. U n poco á l a i z q u i e r d a
de é s t a se encuentra el llamado Mirador de l a Reina >
que es u n a torrecilla con tres grandes ventanas
para que la R e i n a pudiese ver pasar la caza s i n p e l i -
gro y a u n t i r a r l a ; es toda de piedra b e r r o q u e ñ a , l a -
brada y construida sobre u n g r a n p e ñ a s c o , a i que
se sube por u n a ancha escalera t a m b i é n de p i e d r a .
A-lli se encuentra t a m b i é n el llamado Canto de Castejon^
con u n a i n s c r i p c i ó n antes de llegar á lo alto en que se
lee que el P r í n c i p e F e l i p e , ' tercero de este nombre,
t i r ó á esta piedra el primer arcabuzazo el 20 de
A b r i l de 1 5 8 8 , á la edad do diez años y seis d í a s ,
en presencia de s u padre el R e y D . F e l i p e 11. K n el
reinado de Carlos I V se r e n o v ó esta i n s c r i p c i ó n á 17
de Mayo de 1 8 0 3 .
S i g u e n las dehesas de Campillo y Monasterio,
que fueron t a m b i é n dos lugares, con otro que h a b í a
cerca llamado L a Colación de las Pozas, comprados por
el R e y á los Condes de T e n d i l l a y Duque de Waque-
d a , con c u y o motivo e x i m i ó á los colonos del pago de
alcabalas por su v i d a , h a c i é n d o l e s otras mercedes.
C a m p i l l o , que contaba unos 120 vecinos, y Monas-
terio, con 6 0 , todos generalmente pobres, son los dos
pueblos que d e s t r u y ó el R e y para poblar u n c o n v e n -
to. E n Campillo se conserva a ú n u n castillo antiguo
todo de piedra con una escalera que d á subida á una
sala cuadrada del piso p r i u c i p í d . Por el piso segundo
l a rodea u n balconnje volado con antepechos de m a -
dera, y unos arcos que dan á u n a g a l e r í a ancha que
forma el piso tercero. E n el p r i n c i p a l y segundo tie-
ne ocho puertas que dan eutrada á otras tantas h a -
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bitaciones. E n la parte que m i r a al Norte tiene este
«'astillo un cubo todo de piedra, que, aunque a r r i m a -
do á las paredes del mismo, e s t á fabricado con e n -
tera independencia de ellas, con tres entradas j u n t o
al suelo, sin m á s c o m u n i c a c i ó n con él qu^ u n a aber-
tura junto al tejado. So i g n o r a el uso á que estaba
destinado. Felipe I V lo trasformó y se edificaron e n -
tonces las casas que hay al lado para alojamiento de
los criados que le a c o m p a ñ a b a n en la caza.
E n el mismo terreno de Campillo se ven alg-unos
trozos de pared á que se d á el nombre de Molino de
las A r m a s , que fueron en tiempo de ios Condes de
Maqueda u n a fábrica de armas de todas clases; y en
el de Monasterio se disting-uen las ruinas de un p a -
lacio que se c o n s e r v ó en buen estado hasta el a ñ o
de 1 8 3 9 , en c u y o tiempo el administrador patrimo-
nial lo m a n d ó desmantelar c o n el protesto de apro-
vechar las maderas.

D i r i g í a la obra del Monasterio el arquitecto m a -


y o r J u a n Bautista de Herrera, ayudado del obrero
mayor F r . A n t o n i o de V i l l a c a s t i n , monge J e r ó n i m o
de l a clase de coristas legos, que habia dado p r u e -
bas de g r a n inteligencia en el arte de edificar, d i r i -
giendo l a obra de la h a b i t a c i ó n que en el Wonaste-
pio de Yuste se hizo para morada del Emperador
Cárlos V .
E n todo el a ñ o 1562 y principios del siguiente
no se hizo otra cosa que preparar el terreno, a b r i r
'as zanjas principales parn lo? cimientos y allegar
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materiales de todo g é n e r o . E n este estado se suspen-
dieron los trabajos por escasez de recursos.
E n A b r i l de 1563 continuaron las obras, c o l o -
c á n d o s e l a primera piedra en el centro de l a fachada
del Mediodía, debajo de donde e s t á el asiento del
P r i o r en el refectorio, y en 20 del mismo mes F e l i -
pe II s e n t ó l a primera de l a i g i e s i a , que bendijo el
Obispo de C u e n c a , F r , Bernardo de la Fresneda, y
corresponde debajo de la reja que d á entrada á la
sacristía.
Para dar m á s impulso á la o b r a , puso el R e y a l
lado de J u a n de Toledo a l célebre J u a n de H e r r e r a ,
prez y lustre de la arquitectura e s p a ñ o l a , á quien
s e ñ a l ó 100*ducados anuales de salario.
E n l a plaza de l a p e q u e ñ a v i l l a del E s c o r i a l se
von las ruinas de l a reducida casa que habitaban los
monges que entonces h a b í a : el palacio del R e y era
l a p e q u e ñ a casa del c u r a : su trono u n a banquela de
tres pies formada del tronco de u n árbol en que se
sentaba al lado de l a lumbre en el i n v i e r n o ,
L a c a p i l l a improvisada por los mongos era un
p e q u e ñ o aposento que tenia por cielo una mantilla
de p a ñ o blanco para i m p e d i r que se vieson las p i e -
dras por entre las tejas. E l adorno del altar m a y o r
c o n s i s t í a en un Crucifijo pintado con c a r b ó n en la
misma pared por u n monge; el frontaltar y l a c a s u -
l l a eran de u n a c o t o n í a vieja y r a í d a y á propor-
ción los d e m á s ornamentos; la silla donde se senta-
ba Felipe II durante l a Misa era m u y vieja; y para
m a y o r decencia la rodeaban con u n p a ñ u e l o d e s h i -
lado y lleno de agujeros. A u n q u e luego se c o n s t r u -
y ó en el mismo local otra casa d i v i d i d a cu celdillas
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p a r a los doce monges que y a formaban la c o m u n i -
d a d , todo era tan esírcclio que a l g u n a voz s u c e d i ó
que el Monarca de ambos mundos y su bufón M i g u e l
de A n t o n a se sentaron en los oficios divinos en u n
pedazo de banco donde h a b í a un hombre del pueblo.
E l plano del edificio, trazado con arreglo á la idea
de Felipe II, lo fué para contener 50 mongos,-pero
viendo éste que no bastaban para licuar los fines que se
p r o p o n í a , c o n s u l t ó á J u a n de Toledo y otros a r q u i -
tectos sobre el medio de hacer habitaciones para do-
ble n ú m e r o a l meno^. Isluguno de los propuestos
a g r a d ó al R e y m á s que el indicado p o r £ l i n t e l i g e n -
te obrero F r . A n t o n i o de V i l l a c a s t i n , oue c o n s i s t í a
en levantar el edificio á l a altura que hoy se vé sin
v a r i a r e n nada la planta p r i m i t i v a .
Puede decirse que Felipe II no descansaba un mo-
mento; y eran tantos los esfuerzos que se h a c í a n que,
á pesar de la lentitud con que marchaban las obras,
en el a ñ o de 1571 y a estaban concluidos algunos
claustros y la llamada Iglesia Vieja con su coro y
í-illcría correspondientes, y debajo de él se a r r e g l ó
un aposento para el R e y cou una t r i b u n i l l a desde
donde pudiese oir las Misas y oficios divinos.
E n el coro de esta iglesia, estando rezando con
los monges las v í s p e r a s de Todos los Santos, a n u n -
ció á Felipe II, D . Pedro M a n u e l , caballero de su
C á m a r a , que u n correo de su hermano D . J u a n de
A u s t r i a traia la nueva de l a g r a n victoria de la b a -
talla de Lepanto alcanzada por éste contra los t u r -
cos. E l R e y c o n t i n u ó las v í s p e r a s sin que se notara
la menor a l t e r a c i ó n en su semblante, y concluidas
m a n d ó que se c a n t a r á un Te Deum. A l siguiente d í a
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se c e l e b r ó una función religiosa en a c c i ó n de g r a -
cias, y a l otro u n aniversario por los que h a b l a n
muerto en l a e s p c d i c i o n . Como prenda de tan s e ñ a -
lada v i c t o r i a , trajo el correo el estandarte real del
T u r c o , de figura c u a d r a n g u l a r ; su materia a l g o d ó n
y lino finísimo, lleno de signos siriacos y turcos con
el nombre de Dios repetido 2 8 . 9 0 0 veces. L u i s de
Mármol hizo l a e x p l i c a c i ó n de dicho estandarte, que
se depositó en l a Biblioteca. Trajo t a m b i é n un A l c o -
r á n m a g u í f l c a m c n t e escrito y adornado, y cuatro
faroles de l a Capitana, todo lo c u a l , con el estandar-
te, quiso el R e y se guardase en l a Biblioteca, excepto
dos de los faroles, que se llevaron a l Monasterio de
Nuestra S e ñ o r a de Guadalupe.
E l 7 de Marzo de 1575 se colocaron, bajo l a d i -
r e c c i ó n del maestro obrero F r . A n t o n i o de V i l l a c a s -
t i n , las piedras primeras de las cuatro pilastras del
templo, c u y o d i s e ñ o se debe á un italiano llamado
Pachote. E n este mismo a ñ o presentaron a l R e y , se-
g ú n cuenta del Padre S i g ü e u z a , monge J e r ó n i m o ,
en sus Memorias, las quijadas de una enorme b a -
llena que en las playas de V a l e n c i a , j u n t o á l a A l -
bufera, se e n c o n t r ó muerta el d i a del Corpus del ano
1 5 7 4 , las cuales se conservan colgadas de unas a r -
gollas de hierro en el z a g u á n de la entrada de las
cocinas.
Y a por este tiempo d i r i g í a las obras el a r q u i t e c -
to J u a n de H e r r e r a , sin que on los manuscritos de
F r . J u a n de San J e r ó n i m o , F r . A n t o n i o el Obrero,
n i en l a H i s t o r i a del Padre S i g ü e n z a , aparezca la c a u -
sa de haberla dejado J u a n Bautista do Toledo. P r o -
puso Herrera que la piedra se labrase en las m i s -
n
mas canteras, m é t o d o no usado hasta entonces en
E s p a ñ a , que fué aceptado á pesar de l a resistencia
que opusieron los maestros canteros, incluso el obre-
ro F r . V i l l a c a s t i n , porque esta o p e r a c i ó n se h a c í a al
pié de la fábrica, y fué tal el impulso que tomaron
las obras, á c u y o frente estaban los maestros Tolosa
y Escalante, G a r c í a de Brizuela y Mateo de Mijares,
que en el a ñ o 1576 s u b i ó l a fábrica del templo has-
ta el nivel de la planta segunda, ó sea á 30 piés de
a l t u r a , y en l a pilastra que e s t á junto á l a Sacristía
h a y una piedra donde el destajista Gregorio de l a
Puente puso: 30 piés.
E n Marzo de 1575 estuvo en el Escorial viendo
l a fábrica e l vencedor de Lepante D . Jiiftn de A u s -
t r i a , que m a r c h ó d e s p u é s á los p a í s e s de Flandes.
Desde el Pardo avisó el R e y que fuesen á buscar
un Crucifijo de m á r m o l , regalado por el Duque de
Toscana, y el dia 11 de Noviembre de 157G r e g r e -
só B a u t i s t a de Cabrera con 50 peones, trayendo en
hombros y en p r o c e s i ó n , como habia venido desde
Barcelona, dicho Crucifijo, obra de Benvenuto C e l i -
no. Se colocó entonces en l a sala capitular, en el
lienzo de l a puerta, y ahora e s t á en el trascoro.
E l p r i m e r dia de Pascua de P e n t e c o s t é s del a ñ o
1 5 7 7 , el P r í n c i p e Alberto de A u s t r i a r e c i b i ó en el
Monasterio el Capelo, signo de l a d i g n i d a d carde-
n a l i c i a , asistiendo á l a ceremonia Felipe II, vestido
de g r a n g a l a , a c o m p a ñ a d o del insigne Duque de A l -
ba y otros caballeros de su c ó r t e . Celebró de P o n t i -
fical el N u n c i o de S u Santidad y en l a Misa e n -
t r e g ó á l a R e i n a Doña A n a una rosa de pro que el
Pontífice bendice en l a D o m i n i c a cuarta de C u a r e s -
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n í a . Se g u a r d a entre las reliquias del Monasterio c o -
mo regalo hecho por d i c h a s e ñ o r a .
No todo habia de ser satisfacciones para el R e y ,
que veia con placer los grandes adelantos de las
obras. E n l a noche del 21 de J u l i o de 1577 o c u r r i ó
u n a horrorosa tempestad, cayendo una p o r c i ó n de
rayos, que destruyeron, entre otras cosas, l a torre
de Poniente (ahora llamada de l a Botica], donde h a -
b í a doce campanas que quedaron completamente
derretidas, y lo mismo todos los plomos.
Enfrente de l a v i l l a del E s c o r i a l , y no lejos de l a
calzada, h a y una cruz de piedra colocada sobre u n
p e ñ a s c o , en donde s e g ú n las s e ñ a s que d á F r . J u a n
de San J e r ó n i m o en sus Memorias, fué quemado v i -
vo en l a m a ñ a n a del dia 7 de N o v i e m b r e del mismo
a ñ o de 1577 u n joven de 24 a ñ o s , hijo del p a n a -
dero de l a R e i n a Doña A n a , al c u a l sorprendieron
cometiendo el c r i m e n nefando con dos n i ñ o s de diez
años.
E n todas las f á b r i c a s y talleres del Reino se t r a -
bajaban objetos con destino a l E s c o r i a l . E n M a d r i d
se construyo el t a b e r n á c u l o del altar m a y o r bajo l a
d i r e c c i ó n de Jacobo de Trezzo, milanos, de q u i e n
t o m ó el nombre l a calle l l a m a d a de Jacometrezo.
E l 15 de Mayo de 1 5 7 8 , dia del c u m p l e a ñ o s del
R e y , que entraba entonces en los 52 a ñ o s de edad,
lo c e l e b r ó en el E s c o r i a l , y e n t r e g ó otras tantas
monedas de oro de las llamadas coronas, al ofer-
torio de l a M i s a . Esta costumbre do entregar los
Reyes el dia de su c u m p l e a ñ o s tantas monedas de
oro, m á s u r a , como a ñ o s c u m p l í a n , d u r ó por lo m e -
nos hasta Fernando V I I . A q u í recibió Felipe II l a
15
noticia de la muerte del l l e y de P o r t u g a l , D . Sebas •
t i a n , y I?} pór ' i d a de su ejército en las i n m e d i a c i o -
nes de A f r i c a ,
E l 26 de Octubre de 1580 a c a e c i ó la muerte de
la R e i n a Doña A n a , que está enterrada en el p a n t e ó n
con un n i ñ o que al abrir el c a d á v e r hallaron en su
seno, t a m b i é n muerto.
E l dia 23 de J u n i o de 1582 quedaron c o l o c a -
das la ú l t i m a piedra del templo y la cruz y veleta
sobre l a ag-uja del cimborrio.
E l lego F r , Antonio de V i l l a c a s t i n se e n c a r g ó
de quitar las cimbras y andamies del interior del
templo, porque los d e m á s maestros lo c r e í a n de m u -
cho peligro y p e d í a n a d e m á s una suma m u y c o n s i -
derable por hacerlo, y él lo ejecutó f á c i l m e n t e y s i n
desgracia a l g u n a con solo 400 ducados de coste.
E l mismo obrero F r . Antonio de V i l l a c a s t i n s e n -
tó el 13 de Setiembre de 1 5 8 4 , á los 22 a ñ o s de
'•'tnpezada l a f á b r i c a , l a ú l t i m a piedra del Monaste-
rio, que fué u n a cornisa en l a parte izquierda del
patio de los Reyes, ejecutada en piedra b e r r o q u e ñ a
por J u a n Bautista Monegro, natural de Toledo.
E n 1587 se e s t r e n ó el monumento de Semana
^'anta, que es u n hermoso templete todo dorado, cor-
respondiente á l a grandeza del templo, dibujado por
Herrera, y ejecutado en madera por el italiano J u -
sepe F l e c h a .
Los frescos de las salas capitulares fueron p i n -
tados por los hermanos Fabricio y Granelio, y los
del c l á u s t r o p r i n c i p a l bajo por cuatro pintores, dos
italianos, Tibaldi y C i n c i n a t o , y dos e s p a ñ o l e s , C a r -
vajal y Barroso.
10
K a !a iglesia a n t i g u a se q u i t ó el coro y la habi-
t a c i ó n que debajo tenia Felipe II, y la sillería e s t á
colocada al rededor de la sala de la T r i n i d a d .
Enfrente de la fachada del Norte se c o n s t r u y e -
ron dos casas, llamadas hoy de Oficios. T a m b i é n h a -
c i a la parte de Poniente se c o n s t r u y ó , bajo la d i r e c -
c i ó n del arquitecto J u a n de Mora, el edificio l l a m a -
do L a Campana, donde e s t á n los almacenes y d e m á s
oficinas necesarias para el servicio de la comunidad.
E l 22 de Marzo de 1588 se c o n c l u y ó y colocó
en el coro el m a g n í f i c o facistol, que descansa y g i r a
sobre uu anillo formado en una gruesa barra de h i e r -
ro, y no sobre u n diamante como dice el v u l g o . Se
e s t r e n ó en la c e l e b r a c i ó n de las honras f ú n e b r e s que
se hicieron por la R e i n a de F r a n c i a Doña Catalina
de Wédicis, á que asistió el R e y .
Terminado enteramente el Monasterio en todo el
a ñ o de 1 5 9 3 , dispuso Felipe II que en recompensa
de los servicios prestados por la v i l l a del Escorial
en el p r i n c i p i o de l a f u n d a c i ó n , se edificase á sus
espensas la iglesia que hoy tiene, c u y a obra e m p o -
zó el dia 1.° de Enero de 1594 y q u e d ó concluida á
los quince meses.
E l dia 30 de Agosto de 1595 fué el s e ñ a l a d o p a -
r a la c o n s a g r a c i ó n del templo, c u y a ceremonia prac-
ticó D . Camilo Cayetano, P a t r i a r c a de A l e j a n d r í a y
N u n c i o apostólico en los Reinos de E s p a ñ a . So i l u -
m i n ó por la noche el Monasterio con miles de l á m -
paras de barro, cubiertas con papeles de colores y
distribuidas por todas las ventanas, cornisas y m o l -
duras del edificio, c u y a s torcidas hiló la Infanta coa
sus damas.
11
D e s p u é s de crueles padecimientos, m u r i ó el R e y
D . Felipe II en el Escorial á las cinco de l a m a ñ a n a
del dia 13 de Setiembre do 1598, á los 71 a ñ o s , 3
meses y 2 2 dias de su edad. Previno que su a t a ú d
se hiciese de la madera que sobró de l a c r u z del
Crucifijo grande del altar m a y o r , que se habla s a -
cado d é l a q u i l l a de un g a l e ó n p o r t u g u é s llamado C i n -
co chayas'{Cinco llagas) que hacia m á s de veinte a ñ o s
que estaba desechado en el puerto de L i s b o a , c u a n -
do fué á tomar posesión de aquel Reino. L a madera
de d i c h a quilla es de unos enormes á r b o l e s que se
c r i a n en la l u d i a Oriental, llamados ángeli por los
naturales. E l a t a ú d e s t á forrado por dentro con raso
blanco y por fuera con u n a tela de oro n e g r a , u n a
cruz de raso c a r m e s í encima y c l a v a z ó n dorada. So
lo llevaron junto al lecho para que lo v i e r a , y c o m -
prendiendo él mismo el estado de p u t r e f a c c i ó n en
que se hallaba y el hedor insoportable que d e s p e d í a ,
fiuiso que para e l interior de aquella caja se h i c i e -
se otra de plomo y le metiesen en ella sin embalsa-
marle.
L o s u c e d i ó en el trono su hijo D . Felipe III.
E l ilustrado historiador F r . José de S i g ü e n z a
asegura en sus Memorias que todo el dinero que so
i n v i r t i ó en la fabricación del E s c o r i a l desde el 4 de
Enero de 1 5 6 2 , en que se r e c i b i ó l a primera c a n t i -
d a d , hasta fin de 1 5 9 8 , en que m u r i ó el fundador,
a s c e n d i ó á 5 . 2 6 3 . 5 7 0 durados, c u y o valor entonces,
como ahora, es de 11 reales, por lo que, el coste del
E s c o r i a l resulta ser de 5 7 . 8 9 9 . 2 7 0 reales, ó cuando
m á s 66 millones. L a parte de c a n t e r í a costó 3 m i -
r o n e s de ducados, ó sean 33 millones de reales.
2
18
Nota de los j o r i l l e s que entoiioes se pagahati según, la
, instrucción de Felipe I I ,

Aparejadores, 2 5 . 0 0 0 mararedises cada a ü o de


los que asistiesen.
Sobrestantes, á r a z ó n de 3 reales diarios, lo m i s -
mo en dias festivos que de labor.
Tenedor de materiales, 4 reales diarlos de j o r n a l .
E s c r i b a n o , 6 reales diarios, pero s i n derecho
por las escrituras que hiciese.
O ñ c i a l e s de c a n t e r í a , 4 reales d i a r i o s .
Peones, 2 reales i d e m .
A l b a ñ i l e s , 3 reales i d e m .

F E L I P E III.

Durante su reinado se concluyeron y d o r á r o n l a s


e s t á t u a s de bronce del altar m a y o r y p r e s e n c i ó l a
colocación de ellas á fines del a ñ o de 1 5 9 9 . Se h i -
zo entrega al Monasterio de las fincas con que le
h a b í a dotado el fundador.
D o n ó , e n t r e o i r á s alhajas de g r a n v a l o r , l a e s t á -
tua de una matrona vestida de traje oriental, c o n o -
cida con el nombre de L a M o r a , representando l a c i u -
dad de Mesina, cuyos habitantes la regalaron á F e -
lipe III. E r a de vara y media de alta, toda de plata
y su peso de 220 libras: en l a mano derecha, que
descansaba sobre u n a c o l u m n a del mismo metal,
s o s t e n í a u n a custodia de oro del peso de 26 libras
en l a que se encerraban las reliquias de S a n P l á c i -
do, patrono do aquella c i u d a d . L a adornaban c o r o -
n a , collar y c e ñ i d o r de oro, llenos do perlas, d i a -
19
m a n t é s y r u b í e s , de modo que h a c í a n incalculable
su valor. Esta j o y a fué robada y destruida por los
franceses en la g-uerra de l a indepeudencia.
R e c a l ó l a biblioteca del R e y de Marruecos, M u -
l e y Z i d a n , compuesta de manuscritos á r a b e s , turcos
y persas, de todas materias, cogida j u n t o á Zale en
el m a r de B e r b e r í a por Pedro de L a r a , c a p i t á n de
las g-aleras de E s p a ñ a .
E n este tiempo m u r i ó el sencillo ó intelig-ente
obrero maestro que tanto se d i s t i n g u i ó en l a fabrica-
ción del E s c o r i a l , el dia 4 de Marzo de 1 6 0 3 , á los
^0 anos de edad, y fué enterrado á l a puerta de l a
celda doude vivió d e s p u é s de la c o n c l u s i ó n de l a
obra: en la losa se puso u n a i n s c r i p c i ó n que así lo
indicaba.
E n 1617 dieron principio por mandato del R e y
las obras del p a n t e ó n , las cuales quedaron ejecuta-
das y cubiertas de m á r m o l hasta el arranque de la c ú -
p u l a , estando al frente de ellas J u a n Bautista C r e s -
c e n d o , hermano del Cardenal del mismo nombre,
m u y conocedor d é l a s antig-üedades de R o m a , de d o u -
de era natural; y el v i z c a í n o Pedro L i z a r g a r a t e , ar-
tista d i s t i n g u i d o , y se suspendieron por algunos
a ñ o s con motivo de la muerte del Monarca, acaecida
el 31 de Mayo de 1 6 2 1 .

FJEIjIjPE I V .

A.1 paso que se alejaba l a memoria de F e l i -


pe II se entibiaba el i n t e r é s con que los Reyes
miraban al Escorial. Los magnates que rodeaban
á Felipe I V , envidiosos de las rentas que poseían
20
los mouges, p a r e c i é u d o l e s exorbitantes, trataban
de quitarles algunas: entre ellos el Conde-Duque de
Olivares, favorito y privado del R e y , i n t e n t ó hacerlo,
valido del favor, respecto de las dehesas del C a m p i -
llo y Monasterio, lo que no c o n s i g u i ó á pesar del p l e i -
to que e n t a b l ó y del e m p e ñ o que tenia en que el
l l e y diese sentencia contra los mongos, á lo c u a l el
R e y no accedió y dio l u g a r á que le d i g e r a c o g i c n »
do el capote con l a mano: « D e s e n g á ñ a t e , esas h a -
ciendas son de los religiosos como este capote es m í o . »
E n 164SÍ, l a esposa segunda dol R o y , Dona M a -
ría A n a de A u s t r i a , hija dol Emperador Fernando III,
fué á ver por primera vez el E s c o r i a l . Los raonges
se esmeraron en el recibimiento, i l u m i n a n d o el M o -
nasterio con una profusión de luces tal como no se
habia hecho hasta entonces. U n Embajador de l a
Sublime Puerta que se hallaba en l a c ó r t e , e s c l a m ó ,
admirado de la vista que presentaba el edificio: «No
sé por q u é el R e y de E s p a ñ a no pone entre sus t í t u -
los el de R e y del E s c o r i a l : porque indudablemente
esta es l a m á s r i c a j o y a de su C o r o n a . »
E n 1.* de Noviembre de 1645 c o m e n z ó de n u e -
vo la obra del P a n t e ó n de los Reyes, bajo l a d i r e c -
ción y v i g i l a n c i a de F r . Nicolás de Madrid, V i c a r i o
entonces del Monasterio, que fué en esta obra lo que
F r . A n t o n i o de V i l l a c a s t i n habia sido en l a fabrica-
ción de! edificio. F o r m ó los planos y d i s e ñ o s A l o n -
so Carbonell, arquitecto m a y o r de 8. M , , y los eje-
c u t ó el acreditado marmolista B a r t o l o m é Z u m b i g o ,
vecino de Toledo. L o g r ó á fuerza de vencer m u c h í -
simas dificultades el que desapareciera u n m a n a n -
tial que habia destruido todos los trabajos hechos
21
anteriormente, y á los nueve años q u e d ó c o n c l u i -
do como hoy se v é , g a s t á n d o s e en todo s e g ú n las
cuentas originales, 1.099.058 reales 27 marave-
(Usop,^. .Í:. 70ív¿f-! ; .f , ^oi.^lrAit'n-i-ua-i 'htii'v
Se a r r e g l ó t a m b i é n una b ó v e d a para deposito do
aquellos cuerpos que no d e b í a n colocarse en el P a n -
teón p r i n c i p a l , á que se d á el nombre de P a n t e ó n
de los Infantes. E l local era m u y poco á propósito y
sin duda e s c a s e a r í a n mucho los fondos, porque se h i -
zo de madera de pino pintada. Costó esta reducida
bóveda 1 9 . 5 4 3 reales 23 maravedises, siendo el
encargado el mismo F r . Nicolás de M a d r i d .
Con los artistas que concurrieron á la obra, que
fueron 5 0 , entro plateros, doradores, broncistas y
marmolistas, hubo dos b r u ñ i d o r a s , María de la Cruz
y María de Velasco, y dos mongas legos, F r . E u g e -
nio de la Cruz y F r . J u a n de la Concepción, que t r a -
hajaban en bronce con p r i m o r .
H a y u n a c é d u l a R e a l , fechada en Madrid á 12 de
Marzo de 1654, sobre la forma de hacer los enterra-
mientos de las Personas Reales, y en que se dispone
^ue solo se depositen en el P a n t e ó n principal loa
cuerpos de los Reyes propietarios de la Corona de
E s p a ñ a y las Reinas de quienes hubiesen quedado
los sucesores.
Entonces, 17 de Marzo de 1654, se colocaron e l
cuerpo del Emperador C á r l o s V , primero de E s p a ñ a e l
cual d e s p u é s de noventa a ñ o s que estaba sepultado,
se conservaba perfectamente entero, excepto l a p u n t a
do l a nariz que la tenia un poco rozada y destruida;
los de Felipe II y Felipe III; el de Doña Isabel, E m -
peratriz, y los de las Reinas Doña A n a , Doña M a r g a -
22
r i t a y Doña Isabel da Borbon, p r i m e r a espoga de F e -
Upe I V .
Este Monarca, como sus antecesores, a t e n d i ó c o a
solicitud al engrandecimiento del E s c o r i a l , a u m e n -
tando las reutas y haciendo d o n a c i ó n de objetos de
arte de mucho coste y mag-nificencia Yerdadera-
raente R e a l ; entre ellos una Custodia en forma de s o l ,
de plata sobredorada, llena de diamantes y perlas,
que tenia el t a m a ñ o de vara y media de d i á m e t r o .
Esta alhaja y otras muchas m á s se llevaron los fran-
ceses en 1 8 1 0 . Costeó l a reedificación de dos c h a p i -
teles de las torres, destruidos por los rayos, el uno
en 1 6 4 2 y el otro en 1650; m a n d ó poner las v e n t a -
nas y vidrieras como ahora e s t á n en los c l á u s t r o s
principales, alto y bajo, que hasta eutonces hablan
estado abiertos, y en su reinado se compuso l a m e -
dia naranja del c i m b o r r i o , que se recalaba con las
aguas y nieves. Murió Felipe I V el d i a 17 de S e -
tiembre de 1 6 6 5 , y su c a d á v e r fué conducido al E s -
c o r i a l á ocupar en el P a n t e ó n el l u g a r que él mismo
habia designado.

C A F I L O S II.

L e s u c e d i ó en el R c i a o cuando solo tenia siete


a ñ o s . G o b e r n ó durante la menor edad su madre D o -
ñ a María A n a de A u s t r i a , que á ejemplo de los
R e y e s sus antecesores, m i r ó por l a c o n s e r v a c i ó n del
E s c o r i a l , y fué necesario todo su eficaz deseo para
que el Real sitio h a y a llegado hasta nuestros dias.
U n terrible y voraz incendio, que duro desde la
tarde del dia 7 hasta el 22 de J u n i o de 1 6 7 1 , c o n -
23
virtió aquel monumeuto erigido á tanta costa por
Felipe II en u n m o n t ó n de escombros y ceniza. I n -
útiles fueron los esfuerzos de los obreros y de la m u l -
titud de g-ente que a c u d i ó de los pueblos i n m e d i a -
tos, y los medios empleados para e x t i n g u i r l o . L a
violencia del viento, que cada vez soplaba con m á s
fuerza, arrancaba las maderas encendidas, a r r o j á n -
dolas del uno al otro extremo del ediflcio, de m a n e '
ra que en poco m á s de tres horas h a b í a n desapare-
cido las cubiertas de toda l a m i t a d que m i r a a l Nor-
te. Treinta y ocho de las cuarenta que contenia el
ó r g a n o de campanas colocado en l a torre de l a i z -
quierda de la fachada, quedaron completamente d i -
sueltas. Se quemaron el estandarte turco tomado en
la batalla de Lepanto, m á s los 4 . 0 0 0 manuscritos,
la m a y o r parte á r a b e s y l a e s t a n t e r í a de l a B i b l i o -
teca, que era toda de n o g a l . Se l o g r ó preservar del
fuego, a d e m á s del templo, que q u e d ó intacto con to-
da l a planta baja, algo de los pisos principales, t a n -
to en el Monasterio como en el Palacio; las dos t o r -
res llamadas de la Botica y de Damas, que e s t á n
opuestas, l a primera en el á n g u l o entre Poniente y
Mediodía y l a segunda entre Oriente y Norte; todas
las alhajas destinadas al culto; l a m a y o r parte de
las preciosidades a r t í s t i c a s y literarias, y los frescos
de las salas capitulares, celda prioral y s a c r i s t í a . Se
c a l c u l ó la p é r d i d a en 8 0 0 . 0 0 0 ducados.
L a Reina Gobernadora e x p i d i ó u n a E e a l ó r d e n
con fecha 3 de J u l i o de 1671 mandando á las j u s -
ticias de los pueblos de seis leguas en contorno que
acudiesen con gente al Real sitio para trabajar en
!o que se ofreciese y sacar las ruinas causadas por
24
el incendio, Uevaudo cada persona, espuerta, a z a d ó n
ó pala. Se entre3aGaron de los escombros 1.50 0
quintales do plomo solo; 200 quintales de metal
c a m p a n i l y u u g r a n d í s i m o m o n t ó n de c l a v a z ó n y
hierro de todas clases. E n este mismo ano se q u e m ó
la Plaza Mayor de M a d r i d .
E n principios de Octubre de 1672 empezaron las
obras de r e p a r a c i ó n del Escorial por el lienzo de M e -
d i o d í a , siendo Prior del Convento el Padre F r . M a r -
cos de H e r r e r a , digno sucesor de F r . A n t o n i o de
V i l l a c a s t i u y F r . Nicolás de M a d r i d , por su celo y
actividad en los negocios que se le encomendaban,
d e s p u é s de vencer las dificultades de todo g é n e r o
que o p o n í a n algunos ambiciosos cortesanos, merced
á la e n e r g í a del c a r á c t e r y fuerza de voluntad que
le d i s t i n g u í a n .
L l a m ó a l entendido arquitecto B a r t o l o m é Z u m -
b i g o , c u y o plan c o n s i g u i ó que se aprobase, y al a p a -
rejador Cristóbal R o d r í g u e z , natural de V a l d e m o r o ;
n o m b r ó u n veedor, contador y sobrestante, y por
obrero y pagador m a y o r puso á F r . Diego de V a l -
demoro, hombre m u y versado en asuntos de obras
y de cuentas.

Nota de los ajustes que en aquella época se hicieron.

L a s puertas y ventana? se ajustaron á 5 reales


p i é , poniendo los maestros la madera y d á n d o l e s e l
herraje. ijrírOJ ..• o i l u l ¡b v. y.A ap
L a s ventanas que c u b r é n los arcos del c l á u s t r o
p r i n c i p a l , alto y bajo, á 3 reales pié do solas he-
churas. .
p
E l pie lineal de tiraute de pié y cuarto, á u n real
y cuartillo.
E l de tiraute de tercia, á 3 2 maravedises.
Cada pié superflchd de armadura de los e m p i z a r -
rados, comprendiendo todo lo necesario, á un real tres
cuartillos.
Los ladrillos de todos t a m a ñ o s , á 80 reales el
millar.
Los que se fabricaron en Q u i j o r n a , por ser m u -
cho m á s finos, á 125 reales m i l l a r .
E n Noviembre de 1673 se colocú en la torre de
la derecha, juuto á l a entrada del templo, la m á q u i -
na del reloj, construida por el artista italiano Don
Francisco J e l i p i n i , Caballero de la Orden de San
J u a n de L e t r a n , y la campana llamada Jabardon, que
pesa m á s de 500 arrobas y fué fundida de los m e -
tales derretidos en ei incendio.
Se colocó t a m b i é n en la torre de l a i z q u i e r d a del
patio de los Reyes un ó r g a n o de campanas, c o m -
puesto de 3 0 , que el artífice Melchor de Hace f u n -
dió en Flandes por mandato de D . J u a n Domingo de
Haro y G u z m a n , Conde de MOnteroy, Gobernador
entonces de los P a í s e s Bajos. E l coste de la conduc-
ción desde el puerto de San S e b a s t i a n , pasó de
¿ 0 . 0 0 0 reales.
E n el ano 1676 q u e d ó enteramente concluida la
obra de reedificación en toda la parte exterior.
F r a y Marcos de Herrera, en medio de l a g u e r r a
que le hacian , primero el Ministro de Cárlos 11 con
Fernando Valenzuela, M a r q u é s de V i l l a a i e r r a , y
d e s p u é s el Infante de E s p a ñ a D . J u a n de A u s t r i a , á
que hizo fronte con la grandeza de alma que lo era
propia, vió c o n c l u i d a l a reedificación del Escorial
en 1 6 7 8 . Costó la obra toda, 8 0 2 , 1 0 0 d u c a d o s , de
los cuales p a g ó el R e y 2 6 8 . 2 7 3 , y e l convento
5 3 3 , 8 2 7 . Dejó de ser Prior el 2 2 de Mayo del c i t A -
do a ñ o de 1 6 7 8 .
A c u m u l ó Cárlos II, ú l t i m o v á s t a g o de la casa
de A u s t r i a , muchas riquezas en el Escorial, Dió uua
j o y a verdaderamente r i c a , en satisfacción de la pena
impuesta á los que h a b í a n profanado el templo c u a n -
do l a prisión de Valenzuela. E r a la caja de u n reloj
regalada al R e y por su tio el Emperador Leopoldo,
toda de plata sobredorada, g u a r n e c i d a de d e l i c a d í -
s i m a filigrana, sembrada toda de turquesas, c r i s ó l i -
tos, amatistas, granates y esmeraldas y construida
con m u c h í s i m o primor. S u altura era de m á s de diez
p i é s , y a l lado del pedestal, que era de u n a labor
esquisita, estaban J ú p i t e r y J u n o . A l rededor del se-
gundo cuerpo estaban representadas las ciencias y
artes liberales en bien acabadas figuras, y el todo
terminaba en u n Atlante en actitud de sustentar el
globo celeste. De i g u a l gusto y p r i m o r eran t a m -
b i é n los colgantes, festones y genios que estaban
esparcidos por todo lo d e m á s del templete. C o n v e r -
t i d a en t a b e r n á c u l o d e s p u é s de arreglar para l a c u s -
todia e l hueco donde estuvo el reloj, se puso en ella
l a Santa Forma y se colocó en u n altar que habla eu
el testero de la s a c r i s t í a . E r a éste de madera, per-
fectamente tallado y dorado, y en l u g a r del fronteal-
tar de bronce que aun se conserva, m a n d ó el R e y
hacer uno todo de plata c o n ' l c s adornos filigranados
de oro, plata y p e d r e r í a , cubierto todo con una red
t a m b i é n de plata. ( E l t a b e r n á c u l o y lo d e m á s de
. 27
metal precioso fué robado por los franceses en 1810.)
Para que todo correspondiese á l a grandeza y
majestad del edificio y á la r i q u e z a y hermosura del
templete, se hizo el bellísimo altar que ahora ocupa
todo el frente de l a s a c r i s t í a . E l d i s e ñ o y ejecución
se encargaron á D . José del O l m o , maestro mayor
de las obras Reales; y D . Francisco J e l i p i n i , i t a l i a -
no, fué el encargado de los adornos de bronce. E l
cuadro del altar que sirve de cortina para reservar
tan ricos objetos, es obra del c é l e b r e pintor de
C á m a r a , Claudio Coello, y representa la función re-
g i a celebrada para la t r a s l a c i ó n de la Santa Forma.
Duró la c o n s t r u c c i ó n desde 1684 á 1 6 9 0 , esto es,
seis a ñ o s . E l mismo tiempo t a r d ó Coello en pintar el
cuadro, y se cuenta que el R e y , al ver lo poco que
adelantaba, le dijo un dia: «Si y o hubiera encargado
el cuadro á J o r d á n , y a hubiera pintado una doce-
n a . » A lo que c o n t e s t ó Coello: «No lo dudo. S e ñ o r ,
pero el mió v a l d r á por todos los de J o r d á n . » — ( L o s
inteligentes j u z g a r á n si se equivocaba.)
L a Santa F o r m a es una reliquia que r e g a l ó R o -
dolfo II siendo Emperador de Romanos y R e y de
H u n g r í a y de Bohemia, á Felipe l i e n el a ñ o de 1593,
L a r e c o g i ó el Dean de l a catedral de Gorcamia, c i u -
dad de H o l a n d a , cuando entraron en ella los secta-
rios de Z u i n g l i o en tiempo de las guerras de r e l i g i ó n
de los P a í s e s Bajos; y para robar el Copón, arrojaron
al suelo las Formas Sagradns y las pisotearon. F u é
depositada en u n convento de frailes franciscos de la
ciudad de Malinas, país bajo a u s t r í a c o ; de allí se
llevó & V i e n a y luego á P r a g a , donde p e r m a n e c i ó
por espacio do once a ñ o s . D e s p u é s , por los esfuerzos
28 .
ile la e s p a ñ o l a Doña Margarita Cardona, desceiulien-
te de la familia de los Duques de este nombre, se
c o n s i g u i ó que fuose regalada á E s p a ñ a . De los d o -
cumentos y escrituras de su autenticidad, se infiere
que hace m á s de cuatrocientos a ñ o s que e s t á c o n s a -
g r a d a . Se ve aun blanca y en estado de i n c o r r u p -
tibilidad. '
Dejó otros varios objetos de g r a n valor y b e l l e -
Ueza a r t í s t i c a , que a ñ o s d e s p u é s a r r e b a t ó el v a n d a -
lismo de los franceses.
Kn sus dias el i n m o r t a l L ú e a s J o r d á n p i n t ó al
fresco las b ó v e d a s de la iglesia, escalera p r i n c i p a l
y a n t e - s a c r i s t í a , que hasta entonces habian estado
estucadas de blanco con fajas y estrellas azules. C o -
m e n z ó por la escalera p r i n c i p a l y c o n c l u y ó el t r a -
bajo en siete meses, y en veintisiete las b ó v e d a s del
templo. Mientras d u r ó l a obra, le dió el R e y 200 es-
cudos de oro mensuales. '!
P a r a adorno de las habitaciones m á s notables
r e g a l ó muchos cuadros del D o m i n i q u i n o , b a r r e ñ o ,
A l b a n o , Velazquez y J o r d á n ; y para comodidad de
las tropas que le a c o m p a ñ a b a n en las jornadas, m a n -
d ó edificar un magnifico cuartel de c a b a l l e r í a , c u -
yas ruinas se ven j u n t o á la primera casa de O í l -
C Í 4 É m « o I rílí» fw aoi.rtiivyvbr.mso .CÍIÍIHÍ-J? ob hfif)
Carlos II, que no era pobre para dar al E s c o r i a l ,
lo sacó de entre las llamas del incendio m á s g r a n -
dioso y m á s enriquecido que antes. S u augusta m a -
dre D o ñ a María A n a de A u s t r i a , que con tanto e m -
p e ñ o y valor habia emprendido la r e e d i f i c a c i ó n , m u -
rió en Toledo el 16 de Mayo de 1696: tres a ñ o s des-
pués se a b r i ó á presencia del R e y la u r n a del P a n t e ó n
29
deJ E s c o r i a l , y la eacontrarou natural y sin señal a i -
g a n a de c o r r u p c i ó n .
Entretenido por los e s c r ú p u l o s do conciencia y
aterrado con los hechizos que su confesor F r . F r o i -
lan Diaz le habia hecho creer- como ciertos, l u c h ó
con l a incertidumbre de la persona á quien habia de
nombrar sucesor y heredero de l a Corona de E s p a -
ñ a , y por dictamen del Pontífice Inocencio X I I fué
nombrado el D u q u e de A n j o u á pesar de las protes-
tas del Embajador de A u s t r i a , y por Gobernador del
K e i n o , el Cardenal Portocarrero.
Falleció este débil Monarca el d i a 1 d e O c t u -
bre de 1 7 0 0 , á los 39 a ñ o s de edad.

Desde la muerte del ú l t i m o Monarca de la casa


de A u s t r i a , su sucesor D . Felipe V , ocupado con l a
g u e r r a contra el A r c h i d u q u e Carlos, que se creia
t a m b i é n con derecho á la Corona, apenas tuvo t i e m -
po de ver el E s c o r i a l , E n este tiempo tuvo el Monar-
ca el sentimiento de perder á su esposa la R e i n a D o -
ñ a Maria L u i s a , hija segunda del Duque de Saboya,
en Febrero de 1 7 1 4 , habiendo dejado tres hijos,
I). L u i s , D , Felipe y otro que r e i n ó d e s p u é s en E s -
p a ñ a con el nombre de Fernando V I . S u cuerpo fué
sepultado en el P a n t e ó n del E s c o r i a l , como madre
del P r í n c i p e heredero. S i n t i ó t a m b i é n mucho l a
muerte de D . L u i s J o s é , Duque de V a n d o m a , gene-
ral de sus tropas, acaecida en V a l e n c i a en el mes de
Mayo de 1712. Mandó que se le hiciesen los hono-
res de Infante de E s p a ñ a , y por un privilegio espe-
'SO
c i a l se lo euterraae en el Pauteoa de Infantes, en
donde se ve su caja.
Casado el R e y de seg-undas nupcias, á fines dol
a ñ o 1 7 1 4 , con l a P r i n c e s a D o ñ a L u i s a de F a r n e s i o
j»- completamente tranquilo el R e i u o , p a s ó á v i s i t a r
cou l a F a m i l i a R e a l el Monasterio, y aun cuando a d -
mirado de la grandeza solía decir que tenia en t . m -
to el ser patrono .de aquella casa como de su C o r o -
n a , puso toda su a t e n c i ó n y gastos en l a f u n d a c i ó n
del sitio de San Ildefonso, llamado así por l a e r m i -
ta de este Santo que habla en el terreno. S i n ein -
hargo, con las r é n t a s del Monasterio h i c i e r o n ios
monges alguna? mejoras notables.
E n 10 de Enero de 1 1 2 i hizo Felipe V r e n u n -
c i a formal de sus Estados en su hijo D . L u i s I de
este nombre, que m u r i ó en el Palacio del B u e n - R e -
tiro el ú l t i m o d í a de Agosto del mismo a ñ o ú los IT
de edíid, volviendo su padre á encargarse del g o -
bierno de l a Isacion el d i a 6 de Setiembre^
i E n 1726 se pusieron antepechos de piedra en
los claustros menores del convento y colegio, y se
cerraron con ventanas y vidrieras en los medios
puntos, porque antes estaban enteramente abiertos,
como ahora los del seminario. Apenas se habia aca-
bado esta obra, cuando u n rayo despedido per u n a
tempestad i n c e n d i ó e l edificio j u n t o á la torre del se-
m i n a r i o , llegando hasta la l u c e r n a , donde q u e d ó apa-
gado. L o s monges dieron aviso a l R e y de este acon-
tecimiento, y al momento c o n c e d i ó dos t í t u l o s de C a -
balleratos para que se beneficiasen, y cincuenta pinos
do B a l s a i n , y con este a u x i l i o y las reutas del Monas-
terio, volvió la fábrica k su uniformidad y belleza»
ú
Nada do notable o c u r r i ó en los a ñ o s siguieates.
hasta el de 1740 en ^ue á 16 de Julio falleció l a
Reina Doña María A n a de Nembarg', segunda m u g e r
de Carlos II (la primera fué Doña María L u i s a de
Orleans, sobrina del R e y L u i s X I V de Francia) en
G u a d a l a j a r a , á los 72 anos de edad. H a b i é n d o s e
declarado partidaria de los a u s t r í a c o s , m a n d ó F e l i -
pe V al Duque de Oouna, que desde Toledo, donde
r e s i d í a , la condujese á F r a n c i a , volviendo d e s p u é s
á E s p a ñ a por influjo de su sobrina l a R e i n a D o ñ a
Isabel Farnesio. S u c a d á v e r fué colocado en el P a n -
teón de Infantes. Como prueba de la predilección con
que siempre h a b í a mirado al Escorial, r e g a l ó en su
testamento, para que se colocase en la Biblioteca,
su g e n e a l o g í a , alhaja verdaderamente r é g i a , de e x -
traordinario m é r i t o y belleza, tasada en 5 0 , 0 0 0 d u -
ros, (A.quí hace el autor del libro la d e s c r i p c i ó n de-
tallada.) Consistía en u n hermoso templete de 4 l|4
piés de altura, tenia 43 onzas de oro; 848 do plata;
20 libras de l a p i z - l á z u l i y una m u l t i t u d de á g a t a s ,
diamantes, r u b í e s y esmeraldas. Se i g n o r a el a r t í -
fice que la construyo; solo se sabe que se hizo en
Ñápeles á fines del siglo X V I I por órden del Conde
de S a n t i - E s t é b a n , V i r e y entonces, quien la r e g a l ó
á Doña A n a d e s p u é s de casada con D . Carlos. F u é
robada por los franceses en 1 8 0 9 .
U n r e l á m p a g o y trueno s i m u l t á n e o s y espanto-
sos, anunciaron a los monges, que estaban ocupados
en los piadosos ejercicios en la tarde del día 1." de
Setiembre de 1744, l a caida de a l g ú n r a y o , y al
salir precipitadamente del coro, vieron que estaba
ardiendo la casa de l a C o m p a ñ a . E l fuego se p r o p a g ó
33
con tal rapidez, que en un momento redujo a cenizas'
los cuatro lienzos del patio. L a perdida fué de g r a n
c o n s i d e r a c i ó n , pues estaba destinada para a l m a c e -
nes de madera, hilaza, sebo, cera, j a r a seca para los
hornos, los telares de l a fábrica de p a ñ o s y otra i n -
finidad de enseres y muebles, s a l v á n d o s e el monu -
mento, cuyas maderas sacaron;los frailes por sí m i s -
naos con grande riesgo de su vida.

I^EEIIVAISDO V I .

fíl d a ñ o se r e p a r ó pronto, merced á las economía^


y a l favor de este Monarca, que por fallecimiento de
su augusto padre F e l i p e V , acaecido en l a Granja el
i) de J u l i o de 1 7 4 6 , habia entrado á ocupar el t r o -
no, el c u a í dió al convento u n titulo en Indias, que
beneficiado produjo 3 0 0 . 0 0 0 reales.
C o n c l u i d a apenas la r e p a r a c i ó n d é l a C o m p a ñ a ,
B8 t e m i ó otro accidente m á s funesto. E l terremoto
que en 1.* do Noviembre do 1755 c o n v i r t i ó á L i s -
boa en u n m o n t ó n de escombros y cenizas, se sintió
t a m b i é n en el E s c o r i a l , produciendo una oscilación
tal en el edificio, que la a r a ñ a que e s t á pendiente
en medio del coro, se habia movido mucho duranto
algunos minutos.
Desde entonces todos los a ñ o s en tal d i a , d e s p u é s
de l a p r o c e s i ó n de Todos Santos, canta l a c o m u n i -
dad u n Te Deum en a c c i ó n de gracias.
A los cinco a ñ o s , el 26 de J u n i o , se colocó l a
p r i m e r a piedra del templo de las Salesas de M a d r i d ,
c u y o convento fundó la R e i n a D o ñ a María B á r b a r a
de P o r t u g a l , esposa de Fernando V I . Esta s e ñ o r a
33
que swlia decir, al anunciarle l a jornada del E s c o -
rial: « V a m o s á l a c o m p a ñ í a de R e y es difuntos y frai-
les a m o r t a j a d o s , » no quiso h a c é r s e l a en el sepulcro,
y dispuso que sus restos mortales se depositaran e n
el p a n t e ó n mandado c o n s t r u i r en dicho templo. M u -
rió llena de gusanos que la comian en v i d a , en e l
Real sitio de Aranjuez en 1758, a5o en que t e r m i -
n ó t a m b i é n la obra dol convento. D e b i ó , no obstan-
te, el Escorial á su m u n i f i c e n c i a un clavel do oro c i n -
celado y esmaltado, lleno todo de diamantes a b r i -
llantados y hecho con tan buen gusto y m a e s t r í a
que p a r e c í a n a t u r a l .
E l R e y Fernando V I , afectado por la horrible
enfermedad de su esposa, m u r i ó v í c t i m a de u n a pro-
funda m e l a n c o l í a el 10 de Agosto del siguiente a ñ o
de 1 7 5 9 , en su retiro de V i l l a v i c i o s a , y su c a d á v e r
fué sepultado en las Salesas en el mismo p a n t e ó n .

o Articos m.
A la muerte de Fernando V I h e r e d ó la Corona
su hermano Cárlos III, R e y de M p o l e s , que luego se
vino á E s p a ñ a y fué proclamado en Madrid el 11
de Setiembre del citado a ñ o de 1 7 5 9 . E n su r e i n a -
do crecieron e l comercio, las ciencias y las artes.
Dejó monumentos de utilidad y belleza y a ñ a d i ó
al E s c o r i a l amenidad y hrrmosura: se concedieron
terrenos á particulares para edificar casas con l a
o b l i g a c i ó n de pagar un m a r a v e d í por cada vara c u a -
drada de los que ocupasen: se hizo u n camino s u b -
t e r r á n e o desde el Real Palacio á las casas de Oficioa
y los arcos que sirven de c o m u n i c a c i ó n , de é s t a s
8
34
entre s í , bajo l a d i r e c c i ó n del Padre F r . A n t o n i o de
Pontones, monge J e r ó n i m o y arquitecto. A los q u i n -
ce p i é s de profundidad se e n c o n t r ó una m i n a de
amianto; y el R e y , á quien se dió aviso, m a n d ó por
medio de su M i n i s t r o , el M a r q u é s de G r i m a l d i , q u e
se cerrase y se pusiera una piedra para m e m o r i a .
T e r m i n ó l a obra el 19 de Setiembre de 1 7 7 1 . L o s
Infantes D . Antonio y D . Gabriel edificaron á s u
costa l a casa llamada de Infantes y los monges lo
que faltaba para u n i r este edificio con Ja C o m p a ñ a ,
y l a conocida con el nombre de Casa de los F r a i l e s .
T a m b i é n el P r í n c i p e D . Carlos quiso c o n t r i b u i r
á l a hermosura de aquel Real sitio, y m a n d ó c o n s -
t r u i r á su costa l a que hoy se llama Casa de Abajo,
por estar en el hondo del V a l l e , ó Casila del P r í n c i -
pe, y c o m e n z ó á depositar en ella objetos a r t í s t i c o s
de g r a n valor y m é r i t o ; sobre todo u n ramillete t a -
sado en diez m i l l o n e s , que se colocó en l a sala de
aparador. E r a todo de esquisita piedra b l a n c a m u y
fina, guarnecido de oro y piedras preciosas de g r a n
t a m a ñ o . E l general Murat se a p r o p i ó esta alhaja y
d e s a p a r e c i ó d e s p u é s lo d e m á s que c o n t e n i a .
Se dice que su primer pensamiento fué hacer u n
palomar y á este fin se abrieron los cimientos. Des-
p u é s le p a r e c i ó mejor u n a plaza de toros en el l u -
g a r que h o y ocupa el j a r d í n frente á la entrada de
l a casa; pero que el R e y su padre, al saberlo, se
enojó tanto, que el P r í n c i p e dió ó r d e n para que se
q u i t a r a todo lo hecho con este objeto y en su l u g a r
se formase u n j a r d í n , lo c u a l se e j e c u t ó c o n tal
p r o n t i t u d que el R e y q u e d ó agradablemente sor-
prendido cuando á los pocos d í a s bajó á ver l a obra.
35
E n aquella jornada, al anochecer del d i a 8 de
Octubre de 1 7 6 3 , por descuido de una p l a n c h a -
dora de Palacio, se quemaron los empizarrados que
m i r a n al Norte, y el R e y m a n d ó por Real ó r d e n fir-
mada del M a r q u é s de Esquilache que so abonasen
4 5 0 . 0 0 0 reales presupuestados por el arquitecto p a -
ra l a r e p a r a c i ó n del d a ñ o .
A l mismo tiempo que D. Carlos, su hermano el
Infante D , G a b r i e l e m p r e n d i ó la obra del camino
llamado Casita de A r r i b a , situada sobro un alto de vis •
tas deliciosas, que nunca ha tenido n i reunido t a n -
ta riqueza como la del P r í n c i q e .
F u n d ó Cárlos III un hospital con la d e n o m i n a -
ción de San Cárlos; m a n d ó construir el teatro, que
a ú n se c o n s e r v a , y cuarteles para los Guardias de
Corps y l a tropa. Estos, y otros dos m á s , edificados
por F e l i p e V , fueron destruidos por los franceses:
sus ruinas se ven yendo de Madrid y G u a d a r r a m a ;
y por ú l t i m o , se edificó l a tercera casa de Oficios,
llamada de las Ministerios. Murió este Monarca el 14
de Diciembre de 1 7 8 8 .

oAULOS i v .

E n el ano de 1 7 9 9 . d é c i m o del reinado de este


M o n a r c a , e n t r e g ó el convento del Escorial para los
gastos y apuros del Tesoro p ú b l i c o m á s de doce ar-
robas de plata de las alhajas de menor necesidad é
importancia.
E l dia 10 de Octubre del mismo a ñ o d e s a p a r e c i ó
de la s a c r i s t í a el famoso pectoral que usaba el P r i o r
36
en las grandes solemnidades, s i n que hasta h o y so
h a y a sahido su paradero.
E r a todo de oro esmaltado y de u n palmo de l a r -
go; contenia ocho esmeraldas, cuatro de ellas m u y
grandes; cinco diamantes finísimos, el del medio t a -
h l a ; cuatro r u b í e s y cinco perlas, una de ellas c o l -
gando en el extremo inferior, l a c u a l tenia l a figura
de u n a c a s t a ñ a y l a m a g n i t u d como de u n huevo de
paloma.
Durante la i n v a s i ó n francesa fué despojado e l
Monasterio de cuantos objetos preciosos de todo g é -
nero se encerraban en él. E l altar m a y o r , obra do
Jacobo de Trezzo, fué conducido en cajones á M a -
d r i d d e s p u é s de desarmado, y el t a b e r n á c u l o i n t e -
r i o r , que era de mucho valor, se colocó en la iglesia
de San Isidro de M a d r i d , de donde d e s a p a r e c i ó , i g n o -
r á n d o s e a ú n su paradero. Todos los manuscritos ó
impresos de l a Biblioteca se trasladaron t a m b i é n á
M a d r i d , d e p o s i t á n d o l o s en u n a c a p i l l a del convento
de l a T r i n i d a d . Debajo de l a piedra que sirve de b a -
se a l t a b e r n á c u l o se encontraron algunas medallas,
de las cuales, una de bronce, se conserva en l a B i -
blioteca y otra en el P a l a c i o . De las alhajas solo se
salvaron l a custodia donde hoy se conserva la Santu
F o r m a y algunas otras p e q u e ñ a s , que u n monge, do
los pocos que permanecieron en el convento, escon-
d i ó en el agujero de una pared. Se valieron los c o -
misionados del Gobierno intruso de las listas que un
t a l Federico Quillet, francés de n a c i ó n y conocedor
de las bellas artes, habia formado durante su estancia
en el Escorial el a ñ o de 1 8 0 7 , quien con h i p o c r e s í a
- y e n g a ñ o s l o g r ó que los monges le e n s e ñ a r a n todo.
37
Dejaron tirado en l a p o r t e r í a elGracifljo de B ^ a -
venuto, que no pudieron Uevarse á causa del mucho
peso. Desde entonces quedaron convertidos en cuar-
tel el Monasterio y las casas de Abajo y de A r r i b a ,
hasta el 23 de J u l i o do 1813 en que paso por el E s -
corial, l a d i v i s i ó n del Mariscal Soult y con ella s a l i e -
ron los franceses para no volver.

i i: AIVOO v n .
Este Monarca tomó bajo su p r o t e c c i ó n el R e a l
sitio de S a n Lorenzo y e n t r e g ó cuantiosas sumas
para reparar los desperfectos ocasionados por el
abandono de seis a ñ o s ; m a n d ó al P r i o r que p r o c e -
diese á la averig-uacion del paradero de las alhajas
robadas por los particulares durante l a d o m i n a c i ó n
francesa, y él por su parte r e c l a m ó de la F r a n c i a
las pinturas y alhajas: las primeras volvieron en su
m a y o r parte, pero se perdieron m á s do doscientos
originales, y de las segundas nada se pudo r e c o -
brar. L a comisión del Prior no dió resultado; a l g u -
nas ropas y libros fué todo lo que pudo recogerse.
Se r e c o b r ó la Biblioteca, aunque con a l g u n a p é r -
d i d a , y t a m b i é n el t a b e r n á c u l o , que fué colocado por
D . Manuel U r q u i z a . Para celebrar la fiesta de l a res-
t a u r a c i ó n del templo, que fué el 10 de Agosto de 1 8 2 8 ,
r e g a l ó el R e y , en l u g a r del antiguo templete i n t e -
rior, uno de bronco y plata, veinticuatro ciriales,
dos incensarios con sus navetas y cucharillas del
mismo metal, y una cruz y seis candeleros de b r o n -
ce dorados á fuego. L a R e i n a Doña María A m a l i a do
Sajonia r e g a l ó t a m b i é n una custodia de o r o , b r i -
38
liantes y r u b í e s , c u y o valor, s e g ú n los inteligentes,
pasaba do u n m i l l ó n de reales. L o s frontaltares se
pusieron todos de estuco por mano de D . José M a r z a l .
Mandó el R e y construir á su costa los dos p u l -
pitos, que armonizan poco con l a gravedad del t e m -
plo, los cuales se hicieron de uno m u y antiguo de
preciosos alabastros que habia en el Monasterio de
Parraces. L o s bronces se bicieron sobre dibujos de
G a l v e z , bajo l a d i r e c c i ó n de U r q u i z a , y por muerte
de é s t e , de D . Manuel L a c a b a . E l coste de ellos, s i n
contar el valor de los m á r m o l e s , a s c e n d i ó á 7 5 . 0 0 0
duros- Se estrenaron en las honras celebradas por
los mongos á l a muerte del R e y , acaecida el d i a 2 0
de Setiembre de 1 8 3 3 .

I S A B E L II.

A l a muerte de Fernando V I I c a m b i ó completa-


mente el estado político de l a N a c i ó n , y con motivo
de la g u e r r a c i v i l en que se disputaban el trono D p -
Ba Isabel II, habida en el matrimonio con D o ñ a M a -
r í a C r i s t i n a de Borbon, Princesa de Ñ á p e l e s , y D o n
C á r l o s , hermano del difunto Monarca, se sacaron de
aquel Real sitio para trasladarlos á Madrid los c u a -
dros m á s notables, las alhajas mejores, algunos efec-
tos del Palacio y la mayor parte de los cuadros de
la casa del P r í n c i p e ; de manera que del E s c o r i a l ,
que p a r e c í a volver a l esplendor que antes habia te-
n i d o , no q u e d ó á l a salida de los monges m á s q u «
su nombre y su grandeza.
Desde entonces se e s t a b l e c i ó u n a a d m i n i s t r a c i ó n
dependiente de l a Real Casa. Los deterioros en u n
39
edificio tan vasto y m a l atendido, comenzaron á ser
de a l g u n a c o n s i d e r a c i ó n : así es que en tiempo de
D . Martin de los Heros se hizo enteramente nuevo
el capitel de l a torre de l a B o t i c a ; se compusieron
las b ó v e d a s del templo, las del c l á u s t r o p r i n c i p a l
alto y las de la sala de Batallas, y se repararon otros
m u c h o s desperfectos. E l Marqués de Miraflores aten-
dió t a m b i é n con solicitud durante su a d m i n i s t r a -
c i ó n á la c o n s e r v a c i ó n del editício: c o n s i g u i ó que
una c o r p o r a c i ó n de capellanes habitase el Monaste-
r i o ; m a n d ó establecer c á t e d r a s p ú b l i c a s , y á sus i n s -
tancias fué reincorporada al Patrimonio de l a Corona
l a B i b l i o t e c a , que se habla declarado de l a N a c i ó n ,
a s i g n á n d o l a 1.000 rs. mensuales para hacer una
e s t a n t e r í a , donde se conservan los manuscritos con
m á s esmero.

Hasta a q u í llega el historiador Quevedo. E l E s -


c o r i a l c o n t i n u ó bajo el cuidado inmediato de l a C a -
sa Real hasta l a r e n u n c i a á l a Corona de E s p a ñ a de
D. Amadeo de S a b o y a , que habia entrado á reinar á
consecuencia de la r e v o l u c i ó n de Setiembre de 1868,
PARTE DESCRIPTIVA..
Antes de llegar a l Monasterio h a y una g r a n p í a -
za, llamada la Lonja, qae rodea al edificio en la e x -
t e n s i ó n de Norte y P o ñ i e n t e . Está cercada de un an -
tepecho de piedra con nueve entradas cerradas c o n
cadenas de hierro, y dista de l a pared 130 piés p o r
el Norte y 196 por el Poniente. Por debajo corre u n
conducto que da salida á las aguas que vierten d e l
edificio. A l rededor de l a plaza e s t á n las casas de
Oflcios, Zafantes y parte de la C o m p a ñ a , enlazadas
entre sí por arcos de c o m u n i c a c i ó n , excepto l a do
Infantes; y con el Monasterio por el camino subter-
r á n e o hecho en tiempo do Cárlos I I I , y la casa de
Infantes y la C o m p a ñ a por un t r á n s i t o en la parte
de Mediodía. Entre estos edificios y el pretil do la
Louja queda un camino ancho para carruajes.
E l Monasterio abraza una superficie de 50 0 . 0 0 0
piés p r ó x i m a m e n t e . E s todo de piedra b e r r o q u e -
ñ a , ó de g r a n i t o ; de orden dórico en su m a y o r p a r -
te, y cubierto con p i z a r r a azul y planchas de p l o m o ,
y su forma es la de u n p a r a l e l ó g r a m o r e c t á n g u l o .
L a fachada y puerta p r i n c i p a l m i r a n a l O c c i d e n -
te: tiene 7-14 p i é s de l a r g a , con dos torres á sus e x -
42
i r e m o s , de l a a l t u r a de m á s de 200 p i é s , y terminan
en u n a bola de bronce, de m á s de dos varas de d i á -
metro y u n a cruz de hierro. E n el centro está l a
portada, que se compone de dos cuerpos: e l primero
de ó r d e n d ó r i c o , y lleg-a hasta la cornisa que da v u e l -
ta á todo e l e d i ñ c i o : en el claro está l a p u e r t a , que
es de 12 piés de ancha por doble de alta, con j a m -
bas, dinteles y sobredinteles de piezas enteras c o r -
tadas en u n a m i s m a cantera y t r a í d a s en u n c a r r e -
tón por 48 pares de bueyes. Sobre el capirote de l a
p u e r t a h a y unas p a r r i l l a s .
E n el segundo cuerpo, que es de ó r d e n j ó n i c o , es-
t á l a estatua de San L o r e n z o , de 15 piés de alta, eje-
cutada en piedra b e r r o q u e ñ a (excepto l a cabeza,
pies y manos que son de m a r m o l blanco) por J u a n
Monegro, que llevó por las hechuras 1.900 ducados,
y debajo las armas Reales esculpidas en piedra por
el mismo artífice, que costaron 700 ducados: á c a -
da lado h a y dos puertas iguales, de 10 piés de a n -
chas por doble de a l t u r a , con portadas: l a de l a d e -
recha da entrada á los c l á u s t r o s y cocinas del c o n -
vento, y l a de l a izquierda al seminario. Tiene esta
fachada 2 6 6 ventanas (inclusas las de los e m p i z a r -
rados y torres) y tres puertas.
L a fachada de Mediodía, que se extiende á lo l a r -
go de 580 p i é s , empieza desde u n estribo de 18, l e -
vantado sobre el t e r r a p l é n de los jardines, hasta e l
n i v e l de l a L o n j a , y tiene cuatro ó r d e n e s de v e n t a -
nas en n ú m e r o de 2 9 6 , con cinco puertas, tres pe-
q u e ñ a s en lo bajo, una en cada torre y otra en el
centro.
L a de Oriente tiene, como la anterior, log 18 piéa
43
m á s de altura, y su e x t e n s i ó n en línea recta, de t o r -
re á torre, es de 744 p i é s , y tiene 386 ventanas y
cinco puertas; es la m á s desagradable, por los cinco
cuerpos salientes y desiguales que h a y .
Y la que m i r a al Norte tiene de l o n g i t u d , como
la del Mediodía, 580 p i é s , con 180 ventanas y c u a -
tro puertas; tres grandes de 10 p i é s do anchas por
doble de alto, que dan entrada, l a del medio á las
cocinas y oficinas del P a l a c i o , l a de la derecha a l
Colegio y l a de la i z q u i e r d a á las habitaciones R e a -
les: l a cuarta e s t á en la Torre de Damas, y fué la que
siempre usó Felipe II, por estar junto á la a n t i g u a
escalera de Palacio.

Patio de los Reyes.

Pasado el z a g u á n de la entrada p r i n c i p a l , que


tiene 30 piés de ancho y 84 de l a r g o , se encuentra
el patio llamado de los R e y e s , por las e s t á t u a s de
seis Monarcas del A n t i g u o Testamento, que e s t á n c o -
locadas en la fachada del templo. Mide 230 p i é s ds
l o n g i t u d y 136 de l a t i t u d , con cinco ó r d e n e s de v e n -
tanas, que son 2 6 7 con las de los empizarrados y
torres. Cada u n a de las e s t á t u a s tiene 18 p i é s de a l -
tura: fueron labradas en piedra b e r r o q u e ñ a , con las
cabezas, piés y manos de m á r m o l blanco, por el es-
cultor J u a n Monegro. Sacó é s t a s y la de San L o r e n -
zo, que está sobre el p ó r t i c o , de una m i s m a piedra,
cuyos restos permanecen en u n prado de l a j u r i s -
d i c c i ó n del pueblo de Peralejo, llamado por esta c i r -
44
cunstancia el Prado de los Reyes, c o a u n rótulo
que d i c e :
Seis Reyes y u a Santo
Salieron de este canto
Y q u e d ó para otro t a n t o .
L a p r i m e r a , contando de derecha á i z q u i e r d a , es
Josafat; tiene en l a mano derecha una segur de c o r -
tar l e ñ a , que pesa dos arrobas, y junto a s í dos panes
y u n macho c a b r í o , en s e ñ a l de haber destruido los
bosques profanos y restablecido los sacrificios l e g a -
les, que es lo que i n d i c a l a i n s c r i p c i ó n .
L a segunda, E z e q u í a s , tiene en l a mano u n a
naveta de bronce que pesa ocho arrobas, y á los p i é s
u n c a b r ó n . Representa la r e s t a u r a c i ó n del altar y
la c e l e b r a c i ó n de los sacrificios.
L a tercera, D a v i d , entre el manto se descubre
la e m p u ñ a d u r a de u n alfange de bronce que pesa
cinco arrobas; apoya l a otra mano en el arpa, del
mismo metal y de 14 arrobas de peso. L a i n s c r i p -
c i ó n del pedestal i n d i c a que recibió del mismo Dios
el d i s e ñ o del templo de Jerusalen.
L a c u a r t a , S a l o m ó n , hijo do D a v i d , que edificó
el templo y tiene u n libro en L-eñal de su s a b i d u r í a ,
superior á la de los d e m á s hombres.
L a q u i n t a , J o s í a s , e n c o n t r ó el volumen ó libro
de l a j e y , que deja desarrollar u n poco. Es de b r o n -
ce, y pesa dos arrobas.
Y la sexta, M a n a s é s , tiene u n c o m p á s y u n a es-
cuadra en s e ñ a l de haber restaurado el templo des-
p u é s de su c a u t i v i d a d , y á los piés una cadena y el
raffe de c a u t i v o .
45
Todas tienen a d e m á s cetros y coronas de bronce
doradas á fuego, lo mismo que las d e m á s insig-nias.
Cada corona costó 400 ducados y pesan unas con
otras cuatro arrobas; cada cetro 2 0 0 ducados y c a -
da estatua 2 . 2 0 0 ; su importe total, a ñ a d i e n d o 1.000
ducados que v e n d r í a n á costar las i n s i g n i a s , es de
1 9 5 . 8 0 0 rs.
A los lados de la fachada se Tevantan dos torres
á la altura de 270 piés: en la de l a derecha e s t á el
reloj y campanas, y en l a do l a i z q u i e r d a no h a y
nada, por haberse quemado dos veces el reloj de c a m -
panas que en ella estaba colocado.

BSnjo coro ó á i v i o d e l í e m p l o .

Es u n espacio de 60 piés en cuadro, formando


como u n diseño del templo. Cuatro postes c u a d r a -
dos trazan u n crucero, en cuyos extremos se hacen
cuatro arcos, que son otras tantas puertas: l a d o en-
trada, dos laterales y la de frente, que da paso á l a
iglesia: sobre los cuatro postes se sustenta l a famo-
sa b ó v e d a , tan llana como el pavimento y aun con
a l g u n a convexidad.

Templo.

E l cuerpo de la iglesia es un cuadrado perfecto,


de 1 8 0 ' p i é s , construido de piedra b e r r o q u e ñ a , por el
ó r d e n dórico. E n medio hay cuatro pilares de 30 piés
de grueso, colocados á l a distancia de 53 pies entre
s i , á los que corresponden otros ocho resaltados en
las paredes y distantes de los primeros 30 pies. S o -
46
bre ellos dau vuelta 24 arcos, quedando dos anchas
naves que forman la c r u z g r i e g a ó de brazos i g u a -
les. A los extremos de la nave m a y o r se ven dos ó r -
ganos iguales, c u y a s cajas son de pino de Cuenca
perfectamente dorado, y hechas por Jusepe F l e c h a ,
italiano, y los instrumentos por el constructor M a s i -
giles y sus hijos. E n aquel tiempo eran de primer
ó r d e u , tenian treinta y dos registros y dos teclados;
ahora e s t á n inservibles y no tieneu m á s que las f a -
chadas. Costaron con los del coro 2 6 , 8 9 9 ducados.
A los 80 piés de elevación sale u u a cornisa de m á s
de cinco piés de vuelo, que rodea todo el templo, y al
mismo n i v e l , dentro del macizo de las paredes, que
son de 17 piés de espesor, h a y u n t r á n s i t o en arco
de cuatro pies de ancho por doble de alto, por el que
se da vuelta á t o d á la i g l e s i a , pasando por d e t r á s del
ú l t i m o cuerpo del altar m a y o r y por un balconaje
de hierro que atraviesa el coro. Sobre ocho grandes
ventanas en arco, anchas de 13 p i é s por 2 7 de a l -
tas, corre otra c o r n i s a , en que apoya l a media n a -
ranja, que y a á terminar en el claro de u n fanal
p e q u e ñ o , en el cual h a y otras ocho ventanas do
18 p i é s de a l t u r a , y en la c ú p u l a termina el c i m b o r -
rio por l a parte interior del templo, al que dan m u -
cha claridad 38 ventanas, cerradas todas con v i d r i e -
ras. E l costo del templo en la parte de c a n t e r í a fué
de 5 . 5 1 2 . 1 4 4 r s . v n . Sus b ó v e d a s e s t á n todas cons-
truidas de rosca de ladrillo y cubiertas de froga y
planchas de plomo. A n t i g u a m e n t e estaban e s t u c a -
das de blanco, con estrellas azules, y en tiempo de
Cárlos II fueron pintadas a l fresco por L ú e a s J o r d á n ,
trazando en ellas los asuntos siguientes:
41

F r é s e o s de las b ó v e d a s del templo.

E n l a que h a y sobre el relicario del lado del


E v a n g e l i o se representa el misterio de la E n c a r n a -
ción. A l lado de Oriente se ve u n mujer vestida del
sol, con l a l u n a bajo sus pies y coronada de doce
estrellas, á quien el A n g e l a n u n c i a la c o n c e p c i ó n
misteriosa; las tres P.ersonas de l a S a n t í s i m a T r i n i -
dad y San J o s é con l a vara floreciente: a l Mediodía
está la a d o r a c i ó n de los Reyes: a l Norte, el A r c á n g e l
Sun M i g u e l y la c a í d a de los á n g e l e s malos; y a l
Poniente, los á n g e l e s buenos glorificando al C r i a d o r .
E n los á n g u l o s e s t á n las cuatro sibilas, l a C u m a n a ,
que predijo l a E n c a r n a c i ó n , y s e ñ a l a la p i n t u r a que
l i representa; la E r i t r e a , vertiendo la cornicopia; l a
P é r s i c a levanta la mano para verter el agua do u n a
concha y l a L í b i c a , d i s t i n g u i d a por el pan y el pez,
a c o m p a ñ a d a s todas de n i ñ o s que manosean los libros
de sus vaticinios.
E n la del grande arco del crucero p r i n c i p a l es-
t á representado el viage de los hijos de Israel por el
desierto y el t r á n s i t o del mar Rojo; Moisés desde una
altura les s e ñ a l a el paso en medio de las aguas, c o -
menzando y a á sumergirse en ellas F a r a ó n con todo
su e j é r c i t o ; la hermana de A a r o n , desde otra a l t u r a ,
a c o m p a ñ a d a de varias mujeres, canta este suceso,
y el Señor desdo un claro que se ve en el cielo, m a n -
da á los á n g e l e s que destruyan á los enemigos de
su pueblo. Sobre las ventanas e s t á n los que f a b r i c a -
ron el T a b e r n á c u l o y el A r c a , y al otro lado E l i e z e r
y Gersou, sobrinos de Moisés, que salieron á r e c i b i r -
48
le y celebrar su triunfo. E n el testero, á los lados de
l a ventana, e s t á figurada la l l u v i a del m a n á , que r e -
cogen los israelitas, y S a n s ó n mirando el enjambre
de abejas que salen de l a boca del león que babia des-
quijarado.
E n el á n g u l o entre Poniente y Norte e s t á p i n t a -
do el triunfo de la Iglesia m i l i t a n t e , sentada c o n el
trage pontificio en un carro triunfal y a c o m p a ñ a d a
de las virtudes teologales. E n su mareba v a d e r r i -
bando á los hereges A r r i o , Nicolao, C a l v i n o , L u t e r o
y otros; mueven el c a r r o l e s Doctores, á c u y o frente
se ve á Santo T o m á s de A q u i n o recogiendo los t i -
rantes en señal de baber reunido en su t e o l o g í a las
doctrinas de todos los otros. L a s ciencias, en figura
de doncellas, celebran la v i c t o r i a , y l a G r a c i a , desde
lo alto, vierte dones, figurados en flores, que recogen
los á n g e l e s para teger coronas.
E n l a yuelta del arco toral se ve l a r e s u r r e c -
c i ó n , promovida por el sonido de las trompetas que
cuatro á n g e l e s d i r i g e n á las cuatro partes del m u n -
do. E n el centro está el trono de Dios rodeado de los
A p ó s t o l e s , sentados en un grupo de nubes, y sobre
las ventanas b a y muchos grupos que van á c u m p l i r
la sentencia de premio ó pena que les ba cabido en
el j u i c i o final. A los lados de las ventanas se c o r -
responden el A s i a y E u r o p a , el A f r i c a y A m é r i c a .
E n l a b ó v e d a que corresponde sobre l a capilla
del Patrocinio e s t á representada l a V i r g e n , vestida
de b l a n c o , con manto a z u l , cabello suelto, con c e -
tro en la mano y u n a corona que sostiene un á n g e l
sobre su cabeza. Descansa en u n carro, en c u y a proa
el Cordero, que figura el Esposo d i v i n o , abraza l a c r u z
40
y vuelve la cara para m i r a r á su madre. E m p u j a u
las ruedas m u l t i t u d de vírg-eues y m á r t i r e s y figu-
ran darlas movimiento por medio de tirantes que se
r e ú n e n en el amor divino que las g u i a .
E n c i m a del ó r g a n o de l a derecha se ve pintada
l a victoria del pueblo de Dios contra los amalecitas.
J o s u é , á caballo, arrolla en el campo de batalla m u l -
t i t u d de enemigos y manda al sol que detenga su
carrera hasta completar l a derrota. Moisés, a c o m p a -
ñ a d o de A a r o n y de H u s , tiene los brazos l e v a n t a -
dos a l cielo para asegurar el triunfo. Sobre las v e n -
tanas de los lados están los jueces del pueblo h e -
breo. E n la ventana del plano del arco e s t á , á u n l a -
do Elias recibiendo de mano del á n g e l el pan y
a g u a hasta subir al monte, y al otro D a v i d r e c i -
biendo los panes sagrados de mano del sacerdote
Achimelee.
E n la b ó v e d a del á n g u l o frente á l a s a c r i s t í a se
ve á San J e r ó n i m o presentado ante el t r i b u n a l de
Dios, donde se le manda azotar por haberse aficio-
nado á la lectura de los buenos autores latinos. Tres
de los principales autores de l a Iglesia l a t i n a ocupan
las pechinas y en la cuarta el león g u a r d a el manto
y capelo de San J e r ó n i m o .
E n l a inmediata á l a capilla m a y o r figura á l a
^parte del Mediodía la muerte de l a V i r g e n , colocada
sobre u n lecho de flores que rodean los Apóstoles, y
los que de estos no estaban presentes son conducidos
por el aire en manos de á n g e l e s , y de lo alto des-
cienden entre nubes San J o a q u í n , Santa A n a y S a n
J o s é . A los lados de la ventana de l a derecha, e s t á n
José y Josafat y m á s arriba A b r a h a m é Isaac en el
4
50
acto del sacrificio. EQ los de enfrento los Reyes J o -
sías y E z e q u í a s , y lae^o Jacob viendo en s u e ñ o s l a
escala misteriosa, figura de l a V i r g e n .

Altares del templo.

E l n ú m e r o de los que hay en l a planta baja es


de cuarenta y dos, en donde e s t á n colocados otros
tantos cuadros s i n m á s adorno que un marco d o r a -
do. L a s mesas de altar son todas de piedra b e r r o -
quena y los frontales de escayola, ejecutados por
D . J o s é Marzal en 1 8 2 0 .

Pulpitos.

Se dijo antes que se hicieron con las piedras de


otro pulpito que habia en Parraces por mandato del
R e y D . Fernando V I I . Son de alabastro y m á r m o l e s
m u y finos, y las columnas, pasamanos, adornos y
tornavoces de bronce dorado á fuego: el de l a dere-
cha tiene en medallones de medio relieve los cuatro
Doctores y las armas del Monasterio, y el de la i z -
quierda los cuatro Evangelistas y las armas Reales,
y sobre las c ú p u l a s e s t á n la F é y la R e l i g i ó n , t a m -
b i é n de bronce. Costaron 1.500.000 reales p r ó x i -
mamente.

Altttr mayor.

Se -íube á él por doce gradas de m á r m o l s a n g u í -


neo que atraviesan de u n lado á otro de l a c a p i l l a ,
exceptuando las primeras, que dejan libres las e s c a -
51
leras de los pulpitos. A l n i v e l do l a ú l t i m a so e x -
tiende u n plano, c u y o pavimento está cubierto do
jaspes de colores formando bonitas labores, á cuyos
lados están los oratorios y entierros Reales. Se suben
luego cinco gradas que conducen á otro plano has-
ta encontrar con el retablo, y en medio de él se h a -
l l a colocada l a mesa de altar, que es de m á r m o l e s y
jaspes embutidos, cubierta con una piedra jaspe de
u n a pieza, toda consagrada en ara. Tiene 12 pies de
l a r g a por cinco de ancha y dista una vara do la pared.
•A. los lados de la mesa y sobre u n zócalo de 10 piés
de altura con su friso y cornisa, h a y dos puertas
con jambas y dinteles de jaspe verde, que son las
del Sagrario.
E l retablo se compone de cuatro cuerpos: el p r i -
mero es de orden dórico y lo forman seis columnas
de m á r m o l s a n g u í n e o de dos piés y medio de d i á m e t r o
por 10 de alto, con las basas y capiteles de bronco
dorado á fuego; en primer t é r m i n o y d e t r á s corres-
ponden pilastras cuadradas con extremos del mismo
metal. E n los claros de los lados h a y colocadas las
o s t á t u a s de los cuatro Doctores do la I g l e s i a ; dos
cuadros pintados al óleo por P e r e g r i n T i b a l d i , que
representan el nacimiento del S e ñ o r y la a d o r a c i ó n
de los R e y e s ; y en el del centro, formando u n g r a n -
de arco vestido de jaspes de colores, e s t á situado el
tabernáculo.
E l segundo cuerpo es de orden j ó n i c o é i g u a l al
anterior en su d i s t r i b u c i ó n . Tiene t a m b i é n seis c o -
lumnas, entre las cuales e s t á n los cuatro E v a n g e l i s -
tas: el cuadro de Jesucristo con la cruz á cuestas y
el do la flagelación, ambos pintados por Federico
52
Zucljaro, de q u i e n dijo Felipe II que era m á s la fa-
m a que su m é r i t o , y en el centro el m a r t i r i o de San
Lorenzo por T i b a l d i .
E l tercero es c o r i n t i o , y consta de cuatro c o l u m -
nas, entre cuyos claros hay tres cuadros al óleo to-
dos de Zucharo: el del medio es la A s u n c i ó n de la
V i r g e n y los laterales la r e s u r r e c c i ó n del S e ñ o r y l a
venida del E s p í r i t u Santo. E n los extremos de este
cuerpo y debajo de l a cornisa de l a i g l e s i a h a y dos
p i r á m i d e s de jaspe verde á plomo de las columnas
extremas del segundo cuerpo, y entre ellas e s t á n co-
locadas las estatuas de San A n d r é s y Santiago el
M a y o r , altas de siete pies y medio.
E l ú l t i m o es de orden compuesto, y tiene solo dos
columnas, entre las que se hace u n a capilla cuadra-
d a , c u y o fondo e s t á vestido de m á r m o l verde, en la
que se ve un grande Crucifijo con l a V i r g e n y San
J u a n á los lados. L a cruz se saco del palo mayor del
navio p o r t u g u é s Cinco llagas. Sobre los capiteles de
las columnas descansa u n frontispicio de figura t r i a n -
g u l a r , en que remata todo el retablo con las e s t á -
tuas de m á s de nueve pies de a l t u r a de los A p ó s t o -
les San Pedro y San Pablo. A l pie de é s t a se lee;
Pompejus Leonius f . 1 5 8 8 . De éste y de su padre
L e ó n L e o n i son las 15 e s t á t u a s de bronce d o r a -
do que h a y en todo el retablo, c u y a altura total es
de 93 piés por 49 de ancho.
Costó todo el altar 3 4 5 . 8 0 2 ducados 114 m a -
ravedises.
Sagrario.

Consiste en u n arco de c i n c o p i é s de fondo, for-


58
mado en el macizo de l a pared, con dos escaleras.
Enfrente hay una ventana que recibe l u z por el p a -
tio de l a h a b i t a c i ó n R e a l , en l a que se corren velos
de seda del color correspondiente á la festividad que
se celebre. Hasta l a altura de la seg-unda de las dos
mesetas que forman la escalera, las paredes e s t á n
vestidas de m á r m o l s a n g u í n e o con embutidos b l a n -
cos; y desde allí hasta l a vuelta del arco se ven las
primeras pinturas a l fresco que en aquella casa h i -
zo Pereg-rin T i b a l d i , en l a s q u e e s t á n representados:
A b r a h a n ofreciendo á Melchisedech las d é c i m a s de
l a v i c t o r i a ; los israelitas cogienda el m a n á ; l a cena
l e g a l , y Elias recibiendo de mano del á n g e l el pan
subcinericio.

Talieriiácuio.

Es una de las mejores joyas y la obra m á s p e r -


fecta en su g é n e r o . E l ó r d e n a r q u i t e c t ó n i c o es c o -
rintio; su forma redonda, y su materia piedras f i n í -
simas y bronces dorados á fuego. Sobre un zócalo
de jaspes e s t á n colocadas ocho columnas de diaspro
s a n g u í n e o con vetas blancas y tan duras que el a r -
tífice tuvo que tornearlas á fuerza de diamantes, con
las bases y capiteles de bronce dorado, de c u y o m e -
tal son t a m b i é n los adornos de la cornisa que sienta
sobre ellas. A los cuatro puntos cardinales corres-
ponden cuatro puertas: las de Oriente y Ponienta
abiertas y defendidas con cristales, y las otras c e r -
radas con u n a plancha de alabastro. E n los i n t e r c o -
lumnios se forman cuatro nichos cerrados, en que
están colocadas cuatro e s t á t u a s de los Apóstoles, per-
54
fectamente acabadas. Sobre l a cornisa corren ocho
pedestales resaltados que sirven de peanas á otras
tantas figuras de los Apóstoles, de bronce dorado c o -
mo las anteriores, y de un pié de altas: completando el
apostolado. S i g u e l a c ú p u l a compartida por franjas
do bronce, en correspondencia con los pedestales, y
entre ellas se ven piedras preciosas, de colores m u y
e x t r a ñ o s , terminando con u n a figura del Salvador,
del mismo t a m a ñ o y materia que las de los A p ó s t o -
les, colocada en la c ú p u l a de la p e q u e ñ a l i n t e r n a de
la media naranja.
E n lo a n t i g u o , el interior estuvo vestido de u n a
piedra oscura m u y fina; y tenia, como cerrando l a
b ó v e d a , u n florón de oro esmaltado con .un topacio
del t a m a ñ o del p u ñ o de u n hombre, que d e s a p a r e c i ó
cuando le desarmaron.
Tiene de altura 16 pies por siete y medio de d i á -
metro. J u a n de Herrera lo i n v e n t ó y d e l i n e ó , y J a -
cobo de Trczzo la l a b r ó , invirtiendo en l a obra siete
años.

O r n t c r i o » BSCAICS.

A l nivel del primer plano de l a capilla h a y en


cada lado tres puertas labradas en á c a n a : las p r i -
meras junto á las gradas, dan paso á la s a c r i s t í a y
relicarios y las otras dos á los oratorios, que son en
cada lado dos piezas en forma de capillitas, cuyos
suelos, paredes y b ó v e d a s e s t á n cubiertos.de m á r -
moles de diferentes colores, donde oiau Misa las per-
sonaá Reales. E l del lado de la Epístola corresponde á
l a alcoba donde m u r i ó Felipe II.
55

Entierros Reales.

Sobre los oratorios y á los 12 p i é s corre una cor-


n i s a , en l a que apoyan dos columnas extriadas de 17
piés de alto, con dos pilastras cuadradas, que les
corresponden á los extremos del arco. D e t r á s de ellas
se forma como una capilla de 12 piés de fondo hasta
la pared, cubierta de una finísima piedra negra s a -
cada de las canteras de A n d a , l u g a r distante cinco
leguas de Miranda de Ebro. Entre dichas columnas
quedan tres claros; los dos extremos e s t á n vacíos, y
en el del medio, en la parte del E v a n g e l i o , se ven
c i n c o estatuas: l a primera, el Emperador Cárlos V ,
armado y con manto i m p e r i a l , tiene descubierta l a
cabeza, las manos juntas y puesto de rodillas en u n
a l m o h a d ó n delante de u n sitial cubierto con u n rico
p a ñ o de brocado, todo ejecutado en bronce dorado á
fuego. A su derecha e s t á l a Emperatriz D o ñ a Isabel;
d e t r á s su hija D o ñ a María, ambas con manto y á g u -
ila i m p e r i a l , y d e s p u é s las dos hermanas del E m p e -
rador, l a una R e i n a de F r a n c i a y l a otra de H u n g r í a .
E l enterramiento del lado de l a Epístola es ente-
ramente i g u a l al anterior, y tiene como aquel, en el
lado del medio, otras cinco e s t á t u a s de bronce con
las cabezas descubiertas, y puestas de rodillas en a c t i -
tud de orar, las cuales representan á Felipe II con
armadura y manto Real; l a Reina D o ñ a A n a , su cuar-
ta mujer, á l a derecha; d e t r á s , Doña Isabel de V a -
l é i s , que fué l a tercera; á su lado D o ñ a María de P o r -
t u g a l , y d e t r á s de todas el P r í n c i p e C á r l o s , hijo de
ésta.
56
Los d i s e ñ o s , pintados a l oleo en cuatro cuadros
por Pantoja de la C r u z , se conservan en l a i g l e s i a
vieja, y la b ó v e d a de toda la capilla lo e s t á al fresco
por L u q u e t e .

K e l icarios.

K n loá testeros de las naves menores, en su parte


do Oriente, e s t á n los i o s p r i n c i p a l e s , antes llenos de
u n a riqueza material i n c a l c u l a b l e , de que los despo-
jaron los franceses. Sobre el balconaje que hay en l a
cornisa, se forman otros retablos de madera coa
puertas entre las pilastras, terminando en un f r o n -
tispicio t r i a n g u l a r . E n el interior y exterior de d i -
chas puertas o t á n pintadas algunas i m á g e n e s do
Santos, ejecutadas por B a r t o l o m é Carducho. Por l a es-
palda, lo mismo los de abajo que los altos, tienen
grandes puertas por donde se colocan y l i m p i a n las
reliquias. L o s vasos en que é s t a s se encierran, que
en lo general son de bronce dorado, cristales y algo
de l á p i z - l á z u l i , tienen la forma de templetes, cajas,
p i r á m i d e s , brazos, cabezas y fanates. E l n ú m e r o de
los que contienen ambos relicarios es do unas 2 1 2 y
de 7 . 4 2 2 el total que se conserva en la Basílica. Entre
ellos h a y 10 cuerpos enteros, 144 cabezas y 306
huesos enteros del brazo y de las piernas.

Atrio de la s a c r i s t í a .

Es una sala de 2 5 p i é s en cuadro, solada de' m á r -


moles y las paredes lucidas de blanco hasta l a c o r -
n i s a , en que arranca la b ó v e d a , que e s t á pintada a l
57
fresco por F a b r i c i o y Granelio. E n el ceatro do ella
se representa u n trozo de cielo abierto, por donde b a -
j a u n á n g e l con un jarro y toalla en las manos; lo
d e m á s es de g é n e r o grotesco. H a y u n a fuente l a b r a -
da en m á r m o l e s con una pila de m á r m o l pardo, toda
de una pieza, de 16 piés de l a r g a por cuatro de a n -
cha, y las paredes e s t á n adornadas con m u y b u e -
nos cuadros de J o r d á n , R i v e r a , C o r t e ñ a , Durero y
Mutey.

.Sacristía.

Es otra sala de 108 p i é s de l a r g a , 33 de ancha


y 38 de elevación hasta la clave de la b ó v e d a . R e -
cibe l a l u z de 14 ventanas que tiene en l a parte do
Oriento; cinco rasgadas sobre el pavimento, que a l -
ternan con cuatro alhacenas ricamente labradas en
maderas finas, y nueve en lo alto sobre l a cornisa,
á las cuales corresponden otras tantas figuras en l a
pared de enfrente, en donde se extiende una cajone-
ría de dos cuerpos, hecha de á c a n a , caoba, é b a n o ,
cedro, terebinto, boj y n o g a l . E l primero e s t á for-
mado por unas pilastras que dividen todo el l a r g o
en siete partes iguales, y en cada una de ellas h a y
cuatro cajones con los fondos de cedro, tan grandes
que cabe en ellos una capa de coro perfectamente
extendida; el exterior e s t á adornado de molduras,
embutidos y ensamblajes primorosamente e j e c u t a -
dos. Cubre toda la cajonería una g r a n mesa de n o -
g a l , adornada con una r i c a alfombra, sobre la c u a l
se colocan los ornamentos que sirven para el c u l t o .
E l segundo cuerpo es de orden corintio, labrado t o -
58
do él en dichas maderas c o n e x t r a o r d i n a r i a d e l i c a -
deza. L o s tableros de los intercoloumios son puertas
de otras tantas alhacenas para g u a r d a r los vasos y
ornamentos sagrados. E n el centro e s t á colocado el
lindo espejo guarnecido de cristal de roca, que re-
g a l ó l a madre de Carlos II, y á sus lados otros seis
menores. E l piso es de m á r m o l e s pardos y blancos
como los del templo, y l a b ó v e d a e s t á pintada á lo
grotesco por F a b r i c i o y Granelio. A d o r n a esta pieza
una excelente colección de cuadros.

Btordados en los ornamentos.

E n t r e otras muchas cosas notables, se conserva


u n terno de un valor inapreciable. E l campo es de te-
la de plata frisada de oro, con cenefas de este metal
matizado, en las que e s t á n admirablemente bordadas
por los mismos mongos bordadores muchas historias
de l a vida del Salvador, sobre dibujos de P e r e g r i n ,
el Mudo y otros pintores, los cuales se conservan en
l a B i b l i o t e c a , y los picados á aguja manchados a u n
del c a r b ó n con que se pasaron á l a tela. S e g ú n el
P . S i g ü e n z a , el bordar sobre los hiles de oro es i n -
v e n c i ó n de los e s p a ñ o l e s , nacida en C i u d a d - R o d r i g o .
E n las i n v a s i ó n francesa se d e s t r u y ó y p e r d i ó
m u c h í s i m o de las ropas y ornamentos de l a s a c r i s -
t í a , donde habla algunos que l a vara de tela costó
en aquel tiempo á 550 rs.

Capifulario.

Tiene t a m b i é n mucho m é r i t o y estima uno en f ó -


50
lio quo se g u a r d a en esta s a c r i s t í a ; sus cubiertas son
de terciopelo c a r m e s í , con adornos, cantoneras y m a -
necillas de plata. E s t á escrito por el pendolista F r a y
M a r t i n de P a l e n c i a , monge benedictino. Contiene 18
v i ñ e t a s ó historias con lucidas cenefas y adornos p i n -
tados á competencia por F r . A n d r é s de L e ó n , F r a y
J u l i á n de Fuente el Saz y A m b r o s i o de Salazar.

Altor <!e la Snnfa Forma.

Sobre el pavimento del testero de Mediodía se


levantan seis pilastras de jaspe con embutidos de
m á r m o l y adornos de bronce dorado. E n los cuatro
extremos descansan otras tantas columnas enteras
de 10 piés de altas con bases y capiteles de b r o n -
ce. E n el claro de dos pilastras se forma una c a p i l l a
trasparente de nueve p i é s de ancha por unos 20 de
alta, que r o m p i é n d o l a cornisa del primer cuerpo, lle-
g a á lo alto del segundo.
A cada lado del altar hay una puerta labrada en
maderas finas, con adornos de concha y bronce, y r e -
partidos en sus tableros castillos y leones del m i s -
mo metal. Sobre el dintel u n león sosteniendo con
u n a de sus garras un globo y en la otra u n cetro,
todo de b r o n c e . Desde el dintel á l a cornisa se
forma en cada lado u n n i c h o , en medio punto, c u -
biertos con bajos relieves y ejecutados en m á r m o l
blanco. E n el de la derecha del altar está represen-
tado el Emperador Rodolfo II en el acto de entre-
g a r l a Santa F o r m a á los comisionados de Felipe 11,
y en el de l a izquierda á este Monarca en el acto do
recibirla. Sobre la clave de los dos nichos hay dos
60
á g u i l a s c o n las alas abiertas, y pendientes de sus
picos collares de la ó r d e n del Toisón de O r o , t a m b i é n
• de bronce dorado.
E n el segundo cuerpo se ven dos serafines de
m á r m o l blanco de Genova, y sobre la voluta que for-
m a todo el alto de l a capilla trasparente, sentados dos
á n g e l e s de bronce, cerrando la clave otro serafín del
mismo m á r m o l b l a n c o , coronado de l a u r e l , que figu-
ra sostener u n tarjeton de bronce con u n a i n s c r i p -
ción.
Sobre l»s columnas extremas, en cuatro pedes-
tales, h a y colocados otros tantos n i ñ o s t a m b i é n de
m á r m o l blanco, puestos de pió y sosteniendo unos fla-
meros de bronce. E n t r e estos h a y en cada lado u n
c í r c u l o con u n bajo relieve que representan, el de
la derecha, á los Zuinglianos pisando las F o r m a s » y
el de l a i z q u i e r d a el acto de tomar el h á b i t o de S a n
F r a n c i s c o el herege que se a r r e p i n t i ó á vista del m i -
lagro.
Todo el trasparente e s t á cubierto con el m a g n í -
fico cuadro pintado al óleo por C l á u d i o Coello, en
que se representan l a s a c r i s t í a y la procesión que se
hizo al trasladar la Santa F o r m a á esta c a p i l l a .
E n los dias de juldleo so manifiesta la Santa
F o r m a , y para ello se baja el cuadro á torno hasta e s -
conderse debajo del pavimento, dejando ver entonces
colocado sobre gradas u n templete de bronce d o r a -
do á fuego, de dos varas de alto y de buen gusto, eje-
cutado por F r . E u g e n i o de la C r u z , monje lego de
este monasterio, de quien es t a m b i é n el frontaltar de
dicho retablo.
De l a clave de l a capilla e s t á pendiente u n
«i
Crucifijo de bronco, casi del n a t u r a l , que parece
sostenido en el aire por dos á n g e l e s , t a m b i é n de
bronce.

P a n t e ó n de los Reyes.

A l a derecha de l a primera meseta, d e s p u é s de


bajar doce gradas, se "ve el retrato de F r . Nicolás
de M a d r i d , que tanto se d i s t i n g u i ó p e r l a c o n c l u s i ó n
de esta obra, y volviendo b á c i a l a i z q u i e r d a se e n -
cuentran otras 13 gradas de piedra b e r r o q u e ñ a
como las anteriores, á c u y o final e s t á colocada l a
portada.
Esta es de orden compuesto, ejecutada en m á r -
mol y bronce por el arquitecto B a r t o l o m é Z u m b i -
go. Tiene dos cuerpos que ocupan todo el claro de
u n arco de 10 piés y medio de alto por m á s de
seis de ancho: el primero lo forman dos zócalos, en
que descansan dos medias c a ñ a s que parecen e m -
bebidas en las jambas, pilastras y traspilastras, con
basas y capiletes do bronce. E l claro del medio se
cierra con u n roja de dos hojas, formada de b a -
laustres que apoyan en u n zócalo de dos pies de a l -
to, todo de bronce dorado á fuego.
Sobre la cornisa h a y una l á p i d a de m á r m o l n e -
gro de I t a l i a , con u n a i n s c r i p c i ó n l a t i n a en letras de
bronce dorado.
A los dos lados de esta lápida se ven dos bichas
de bronce, arrimadas á dos machoncillos de m á r m o l
con varios adornos, y sobre l a parte exterior del
frontispicio que se levanta e n c i m a de l a cornisa
e s t á n recostadas dos figuras t a m b i é n de b r o n c e , eje-
62
catadas en I t a l i a : la do la derocha representa á la
Naturaleza h u m a n a , desfallecida, cayeadolo la c o r o -
na de l a cabeza y su mano i z q u i e r d a abandonando
el cetro para sostener una tarjeta en que se l e e :
Katura occidit. A l otro lado e s t á la Esperanza, soste-
niendo en su izquierda u n flamero, y en la derecha
u n tarjeta que dice: Spcs exaltat.
L a escalera del p a n t e ó n comienza desde esta
portada, formando en la distancia de 64 p i é s 3 4
gradas con tres descansos; su ancho es de seis piés
y toda de jaspes de Tortosa y m á r m o l e s de Toledo,
tan bien ensamblados y unidos, que parecen una
sola pieza. E n el segundo descanso h a y dos puertas,
que conducen, l a de l a derecha á l a s a c r i s t í a del
P a n t e ó n y uno de los pudrideros, y la de la i z q u i e r -
da á otros dos pudrideros y P a n t e ó n de Infantes.
E l P a n t e ó n de los Reyes es u n a pieza ochavada
de 36 piés de d i á m e t r o por 38 de alto: el orden de
arquitectura es compuesto, y su materia de j a s -
pes de Tortosa y m á r m o l e s de Toledo, adornados
con bronces dorados, que le dan m u c h a magostad.
E l pavimento tiene en medio u n g r a n florón de
m á r m o l e s y jaspes de diferentes colores, del que
salen fajas, formando como una estrella.
E n el centro de l a clave, que es u n anillo de
jaspe de 18 pies de c i r c u n f e r e n c i a , h a y u n g r a n
florón de bronce, de donde pende una arana del
mismo metal, de figr.ra o c h a v a d a , de siete piés
de alta por tres y medio de d i á m e t r o , hecha en G é -
nova por V i r g i l i o F a n e l i . Tiene 2 i brazos c o m p a r -
tidos en tres ó r d e n e s : los superiores e s t á n soste-
nidos sobre las cabezas de unas bichas que tienen
63
d e t r á s u n a á g u i l a ; los ocho del medio por otros
tantos áng-eles puestos de rodillas sobre las v o l u -
tas de unas cartelas que sirven de cadenas; y los
inferiores, por unos n i ñ o s alados, sentados en el
borde de l a v a c í a . Debajo de éstos e s t á n en otras
cartelas los cuatro Evang-elistas, y el árbol e s t á
Heno de adornos y trofeos militares: forman el asa
por l a parte superior dos bichas colocadas sobre u n a
corona R e a l , y en la inferior cuatro culebras e n r o s -
cadas.
E l Crucifijo de bronce, de cinco p i é s de alto,
clavado en una cruz de m á r m o l negro de V i z c a y a ,
es obra de Pedro T a c a , de Carrara, y colocado en e l
^Itar del P a n t e ó n por el famoso pintor D . Diego de
Velazquez; y el bajo relieve del frontaltar, que r e -
presenta el entierro del Salvador, fué labrado por
F r , E u g e n i o de la Cruz y F r . J u a n de la C o n c e p -
c i ó n , legos del Monasterio.
L a s urnas son todas iguales: su materia es
m á r m o l pardo; el largo es de siete p i é s ; la a l t u r a de
tres y el ancho poco menos, sostenidas por cuatro
garras de l e ó n , y en oA centro tiene una tarjeta do
bronce, donde con letras negras de relieve se e s c r i -
be el nombre del R e y ó Reina c u y a s cenizas g u a r d a .
Comenzaron á ocuparse por la m á s p r ó x i m a al
altar y de alto á bajo; los Reyes al lado del E v a n g e -
l i o : las Reinas, madres del P r í n c i p e heredero en e l
de la E p í s t o l a , siguiendo el ó r d e n c r o n o l ó g i c o .

Pudrideros.

Son tres cuartos á manera de alcobas, sin l u z


64
n i v e n t i l a c i ó n a l g u n a , donde se depositan los c a d á -
veres de las Personas Reales hasta que son traslada-
dos a l P a n t e ó n respectivo, y conducen á, ellos las
puertas que e s t á n en el segundo descanso de l a es-
calera.
L u e g o que se c o n c l u y e n los oficios y formalida -
des de la entrega del c a d á v e r , el encargado de su
c o n d u c c i ó n baja al p a n t e ó n a c o m p a ñ a d o de a l b a u i -
les y criados. Estos sacan la caja de plomo de l a de
t i s ú ó terciopelo que la cubre, y l a llevan junto a l
pudridero. Mientras los unos derriban el tabique, los
otros abren cuatro ó m á s agujeros en la caja de p l o -
mo, c o l o c á n d o l a luego dentro del cuarto sobre c u a -
tro c u ñ a s de madera á la altura de dos ó tres p u l g a -
das del suelo, y enseguida los a l b a ñ i l e s vuelven á
formar e l tabique. Allí permanecen los c a d á v e r e s
veinte, treinta ó m á s a ñ o s , hasta que se ha c o n s u -
mido toda la humedad y no despiden m a l olor.
L a s cajas exteriores de las Personas Reales que
han de pasar al P a n t e ó n de Infantes quedan en la
s a c r i s t í a del mismo hasta que vuelve á colocarse en
ellas la de plomo con el c a d á v e r , s e g ú n v i n i e r o n ; y
las de los Reyes se deshacen y aprovechan las telas
para ornamentos, porque sus restos se colocan en
las urnas de m á r m o l .

P a n t e ó n de Infantes.

L o primero que se encuentra es una sala de 36


piés de largo por 16 de ancho, en l a que h a y
dos pudrideros. A l extremo de é s t a se halla una es-
calera de c a r a c o l , estrecha, por l a que se sube á otra
65
pieza semejanto á i a de abajo, en c u y a s paredes
hay como uuos estantes de pino pintado, imitando
m á r m o l , con tres ó r d e n e s de nichos divididos por
machoncillos de l a misma madera, que apoyan en u n
zócalo de dos piés y terminan en una imposta, t e -
niendo por adorno la m á s alta bolas doradas. E s -
te P a n t e ó n es la ú n i c a cosa que en el Escorial no
corresponde á la grandeza de lo d e m á s .

Coro.

Se entra en él por los arcos en que t e r m i n a n los


antecoros, y e s t á situado sobre la entrada del t e m -
plo. Mide una e x t e n s i ó n de 96 piés de l a r g o , 56 de
ancho y 84 de altura hasta la clave de l a b ó v e d a : el
pavimento e s t á solado de m á r m o l e s . Tiene dos ó r d e -
nes de sillas colocadas á la altura de tres piés las unas
de las otras, c u y a arquitectura es de orden corintio,
f u e r o n trazadas por J u a n de Herrera y ejecutadas
en á c a n a , caoba, é b a n o , terebinto, cedro, boj y n o -
g a l por el ebanista Jusepe F l e c h a y bajo i a d i r e c c i ó n
de é s t e , por los maestros españoles Gamboa, Quesada,
Serrano y A g u i r r e . E n t r e las dos sillerías queda u n
andel de 10 p i é s , que d á vuelta a l coro, L a s sillas
bajas son sencillas, y las segundas son enteramente
iguales á aquellas hasta el alto del respaldar, que sir-
ve de pedestal á u n bellísimo ó r d e n de columnas e n -
teras, extriadas de alto á bajo con basas y capiteles
de boj, labrados con toda p e r ñ c c i o n y delicadeza,
d e t r á s corresponden pilastras cuadradas con i g u a -
les basas y capiteles, y en sus claros, tableros de
cedro con molduras de á c a n a y é b a n o , sobro las
5
cuales corre u n a cornisa. E n c i m a de é s t a sienta u n
podio saliente que apoya en unos canes puestos en
frente de las columnas, cubiertos con una hoja de
cardo bien imitada en el terebinto, y en el recuadro
inferior que se forma en cada dos de é s t o s , h a y u n
florón de la m i s m a madera. Tocio el podio sirve como
de dosel á las sillas altas, terminando á la altura de
16 p i é s .
E n el testero que d á frente a l a l i a r m a y o r e s t á
l a silla p r i o r a l , colocada en medio de un lindo trozo
de a r q u i t e c t u r a , t a m b i é n c o r i n t i a , formado por 16
columnas: ocho de ellas apoyan en el extremo ex^
t c r i o r de los brazos y las otras ocho m á s a d e n -
tro, con sus pilastras d e t r á s . E n las ocho del medio
se forma u n arco, c u y a vuelta e s t á adornada con
molduras y flores de boj, y encima sienta u n f r o n -
tispicio cuadrado, compuesto de cuatro columnas
pareadas con sus pilastras d e t r á s y dos cartelas que
sirven de estribo. E n el i n t e r c o l u m n i o h a y un c u a -
dro que representa á Jesucristo con la cruz á cues-
tas, terminando todo en otro frontispicio p e q u e ñ o ,
c u y a s volutas dejan en medio u n claro donde h a y una
e s t á t u a de S a n L o r e n z o . L a s ocho columnas de a t r á s
forman á cada lado otra silla que termina en cuadro.
E l n ú m e r o de é s t a s es 124: la que e s t á en el á n g u -
lo derecho, u n poco m á s ancha que las d e m á s , es l a
que siempre o c u p ó F e l i p e II y tiene al lado u n a
puerta excusada por donde r e c i b í a a l g ú n pliego ó
recado s i n l l a m a r l a a t e n c i ó n de los que oraban ó
cantaban.
Costó d i c h a sillería, de solas hechuras, 2 Í . 2 0 0
ducados.
67

Organos del Coro.

Desde la coaclusion de la sillería ímsta la c o m i -


sa que da vuelta al templo e s t á n las paredes p i n -
tadas al fresco, y en medio de cada uno de los lados
h a y u n órg-ano colocado encima de la sillería alta,
sobre l a que apoya u n balcón de bronce para los
m ú s i c o s de voz, y d e t r á s se forma la caja de ó r g a n o ,
que es de pino do C u e n c a , bien dorado y de a r q u i -
tectura c o r i n t i a . E l de l a derecha comprende tres
ó r d e n e s de teclado y dos el de la i z q u i e r d a , y á es-
paldas del que toca, tienen arabos sus caderetas que.
forman otra fachada i g u a l á la do los ó r g a n o s . F u e -
ron construidos por Masígiles y sus hijos, como t o -
dos los d e m á s que h a y en el templo; y el de l a d e -
recha fué modernamente aumentado y reformado por
D. José Berdalonga.

W*pyiS9» «Jal C o r o .

A los lados de los ó r g a n o s h a y cuatro cuadros que


tienen los marcos figurados, pintados al fresco por
R ó m u l o C i n c i n a t o . Los de l a parte del Mediodía re-
presentan, el uno á San Lorenzo siguiendo al Santo
Pontífice Sixto cuando te c o n d u c í a n al m a r t i r i o , y el
otro en el acto de presentar al tirano u n a m u l t i t u d do
Pobre's como tesoro de la Iglesia cristiana. Enfrente
e s t á San G r e g o r i o , escribiendo los comentarios de l a
B i b l i a , y un á n g e l que toca á s u oido una trompeta, y
en lontananza se le ve haciendo penitencia. E n el otro
08
e s t á explicando l a B i b l i a á sus monges y en l o n t a -
nanza su entierro.
J u n t o al testero h a y u n b a l c ó n en cada parte, de
los cuales el de la derecha sirve solo para que se o i -
g a bien una campana reloj que e s t á j u n t o á é l , y el
de la izquierda para t r i b u n a de las Personas Reales.
L a s figuras que h a y en los nichos figurados en fon-
do de oro sobre estos balcones, los arcos por donde
se entra a l coro y entre las ventanas del testero, son
obra de L u q u e t o , y t a m b i é n l a b ó v e d a , en que se r e -
presenta l a g l o r i a , que no es de g r a n efecto ó p t i c o ;
pero el dibujo, en o p i n i ó n de los inteligentes, es
rnagníflco y b i e n entendido. T a r d ó ocho meses en
pintarla.

Facistol.

E s t á colocado sobre u n zoco do jaspe s a n g u í n e o


c o n compartimientos de m á r m o l blanco. E n él apo-
y a n cuatro pilastras de bronce dorado, y unos b a r -
renes que se u n e n a l árbol del centro, t a m b i é n de
h i e r r o , y en él se forma u n a a i l l o , sobre el cual g i r a .
L a materia es á c a n a con fajas de bronce dorado. S u
periferia por l a cornisa, en donde apocan los libros,
es de 40 p i é s (que v á d i s m i n u y e n d o hasta perder
10 de l a circunferencia), y su peso de m á s de 500
arrobas. L a s esquinas e s t á n cortadas, y en cada
u n a h a y abierta u n a visera para ver el altar m a y o r :
sobre l a cornisa en que termina h a y cuatro bolas
de bronce, teniendo por remate u n hermoso templete
de doce columnas que sientan sobre un pedestal en
forma de c r u z , formando en los cuatro extremos
69
otras tantas fuchaditas con frontiscipioa t r i a n g u l a -
res, entre los que solevanta l a c u p u l i t a , todo labrado
en ricas maderas.
Debajo del templete ha}'" u n a estatua de l a V i r -
gen y termina el facistol con un Crucifijo do bronce
sobre su c ú p u l a . Tiene de alto 16 pies y 10 en su
m a y o r ancho.
Costó de solas hechuras, sio contar el valor d e l
zócalo, bronces y hierros, 2 . 0 7 6 ducados.
D e t r á s de l a silla prioral queda u n hueco en el
macizo de l a pared, con tres balcones al patio de los
ü e y e s , y se entra á él por dos puertas, entre las s i -
llas del testero, que confrontan con los andeles del
coro alto. Enfrente del b a l c ó n del medio h a y u n a l -
tar, en que e s t á colocado el famoso Crucifijo de m á r -
mol blanco,[ejecutado por Beubonuto Celino, en F l o -
rencia, el ano 1562. E s t á clavado en una c r u z de
m á r m o l negro de Carrara, asegurada en otra de m a -
dera. S u t a m a ñ o se cree que es el que tenia el S a l -
vador, s e g ú n la medida de la s á b a n a santa que se
conserva en S a b o y a . S u escultura es un verdadero
portento del arte, y l a cabeza i n i m i t a b l e . A Jos l a -
dos h a y dos cuadros, pintados por el M u d o , que r e -
presentan á la V i r g e n y San J u a n .

L i b r o s del COPO.

E l d í a 8 de Agosto de 1586 comenzaron á c o l o -


carse en las e s t a n t e r í a s de los antecoros. Son en
todos 216 de f u n d a c i ó n , y tres que se h i c i e r o n
d e s p u é s . E s t á n d i s t r i b u i d o s : 116 en los trascoros;
33 on el antecoro del convento, y 69 en el del C o -
70
legio. Cada uno tiene de alto cinco palmos por c u a -
tro de ancho; las hojas son de piel de macho, per-
fectamente trabajadas, y blancas por ambos lados.
Estas pieles, que aproximadamente componen un
total de 1 7 . 0 0 0 , se trajeron: 14.000 de V a l e n c i a , que
costaron unas con otras á 14 reales, y 20 Jas que v i -
nieron de Flandes. E n cada p á g i n a de las que t i e -
nen canto llano hay solo cuatro renglones y 10 en
las que no le tienen. E s t á n , con s i n g u l a r hermosura,
i g u a l d a d y l i m p i e z a , escritos por C r i t ó b a l R a m í r e z ,
n a t u r a l de V a l e n c i a ; F r . Martin de F a l e n c i a , mongo
benedictino de V a l l a d o l i d ; F r a n c i s c o H e r n á n d e z , ve-
cino de Segovia; Pedro Saloverte, de Burgos, y P e -
dro Gornez, de C u e n c a . Se les pagaba desde 28 á 34
reales por cada ocho hojas de lectura y 20 por las de
canto, s i n contar las letras quebradas, que se p a g a -
t a n á l 1 / ^ reales cada una: a d e m á s les daban casa y
asistencia de m é d i c o y botica. L a s v í r g u l a s , las l e -
tras iniciales y las v i ñ e t a s , vistosamente i l u m i n a d a s ,
gon trabajo de los legos del Monasterio F r . A n d r é s
de L e e n y su d i s c í p u l o F r . J u l i á n de Fuente el Saz
y de Ambrosio Salazar. L l a m a n la a t e n c i ó n tres p a -
sionarios y el O ñ c i o de Santiago Apóstol, que son de
mano de F r . J u l i á n , y el principio de la Misa de San
S i m ó n y Judas, que es de Salazar, á quien se le dabau
por el tiempo que t r a b a j ó en los libros, a d e m á s de 7
reales diarios con casa y asistencia de m é d i c o y bo-
t i c a , 2 5 . 0 0 0 m r s . cada a ñ o .
L a e n c u a d e m a c i ó n es t a m b i é n m a g n í f i c a : las
cubiertas son dos tablas de e n c i n a , de media p u l g a -
d a g d e r u e s o , forradas de baqueta, con ocho cantone-
ras de bronce, bullones y listas del mismo metal, que
11
cubren los cortes. E n el centro de la cubierta tie-
nen dos medallones calados, y en el claro que d e -
j a n en medio, á u n lado e s t á n las parrillas y a l otro
una t a r j e t a de pergamino indicando l a parte del
oficio divino contenido en aquel v o l u m e n . Se c i e r -
ran con dos broches del mismo metal, y en l a parte
inferior tienen tres ruedas para manejarlos con f a -
cilidad.

Cimborrio.

Por cuatro escaleras diferentes, que parten des-


de el t r á n s i t o que d á vuelta al templo, se sube á l a
g r a n torre de este nombre. A l salir se encuentra
una plataforma cuadrada de 110 pies por lado, r o -
deada de una ancha cornisa, con una hermosa b a -
laustrada de piedra, y en medio de e l l a , dejando tre-
cho bastante para dar vuelta alrededor, se levanta
la enorme mole del c i m b o r r i o , al c u a l .se sube por
otras cuatro escaleras de caracol, abiertas en el m a -
cizo de los pilares. Desde su cornisa ó b a l c ó n , en el
que corre otra balaustrada, se ve toda l a traza y d i -
visión del edificio y u n horizonte delicioso. Tres
p l é s m á s adentro de l a balaustrada se levanta u n
zócalo c i r c u l a r con su cornisa, sobre l a que descan-
sa l a media naranja, en la que h a y cuatro escaleras
exteriores que suben piramidalmente hasta una l i n -
terna elevada en medio de l a c ú p u l a . L a l i n t e r n a
tiene ocho ventanas de 18 piés de altas, con su c o r -
n i s a , donde c a r g a otra c u p u l i t a que sirve de base á
una p i r á m i d e estriada, toda de piedra, terminando
en una bola de metal c a m p a n i l fundida en dos m i -
1%
tades y de figura algo e l í p t i c a , que tiene siete piés
ea su m a y o r d i á m e t r o y pesa 136 arrobas.
E n c i m a de la bola h a y u n a c r u z de hierro que
tiene 15 piés metidos en la p i r á m i d e , para m a y o r se-
g u r i d a d , y descubre 16. Sus brazos son de ocho p i é s
de largo y de m á s de 10 el a r p ó n ó veleta, y pesa
todo 73 arrobas.
L a altura del cimborrio desde el pavimento del
templo hasta el extremo de la cruz es de 3 3 0 p i é s , y
de 360 considerada desde lo m á s bajo del terreno
por l a parte del Mediodía.
H á c i a el medio de la p i r á m i d e en que t e r m i n a
el c i m b o r r i o so nota u n punto b r i l l a n t e , que es
u n a plancha de cobre dorado á fuego, del t a m a '
no de u n pliego de papel m a r q u i l l a , e i ; que e s t á n
grabadas una cruz y algunas oraciones, y sirve p a -
ra i n d i c a r el punto donde F e l i p e II m a n d ó colocar,
metidas en una caja do madera forrada de plomo, las
reliquias de San Pedro y San Pablo y de Santa B á r -
bara. E n las dos agujas de las torres que e s t á n al
extremo del patio de los Reyes, h a y otras dos cajas
de reliquias, cubiertas con una p l a n c h a mas p e q u e ñ a .

P a r t e del Convento.

Por l a puerta que h a y en el testero derecho del


v e s t í b u l o formado entre l a entrada del templo y e l
patio de los R e y e s , se entra á l a Portería principal
del convento.
L o primero que se encuentra es u n r e c i b i m i e n t o
con su b ó v e d a de piedra, que tiene á l a derecha una
puerta p e q u e ñ a que c o m u n i c a á los claustros m e n o -
73
re.s, y otra grando con reja de hierro, por l a que se
ontra á u n a sala de 60 piés de l a r g a por 3 5 de a n -
cha, toda rodeada de asientos con respaldares. A l
lado derecho tiene dos puertas p e q u e ñ a s y a l i z -
quierdo una ig-ual á la de entrada que d á a l c l a u s -
tro p r i n c i p a l bajo.
Este es una raag-nífica g a l e r í a de .210 piés de N o r -
te á Mediodía y 207 de Oriente á Poniente, con 2 i de
ancho y 28 de alto, labrado todo en piedra b e r r o -
q u e ñ a , excepto el pavimento que es de m á r m o l e s p a r -
dos y blancos. E n cada lienzo se corresponden de
frente veinticuatro pedestales de cinco y medio de
alto, en que descansan otras tantas pilastras r e s a l -
tadas con basas y capiteles de orden d ó r i c o , sobro
las que dan vuelta los arcos, dejando á cada lado
once nichos con antepechos de piedra de l a m i s m a
altura que los pedestales. E n cada uno de los nichos
hay un pasage de la vida de Jesucristo, pintados a l
fresco, los del lienzo de Oriente por P e r e g r i n T i b a l -
d i , y los d e m á s por sus oficiales. Comienzan a l lado
de una puerta que h a y en el lienzo del Norte, l l a -
mada de las Procesiones, con l a p i n t u r a que repre^
senta l a C o n c e p c i ó n de la V i r g e n , anunciada por el
A n g e l á San J o a q u í n y Santa A n a , y c o n c l u y e n al
otro lado de la m i s m a puerta, donde e s t á represen-
tado el j u i c i o final.
E n cada uno de los cuatro á n g u l o s de esta g a l e -
ría se forman dos capilletas ó altares y en ellos es-
t á n colocadas unas grandes tablas al óleo con p u e r -
tas pintadas t a m b i é n por ambas caras. E n cada u n o
h a y representados tres pasages del Nuevo T e s t a m e n -
to, s e g ú n corresponden al orden que van siguiendo
74
en los d e m á s arcos, repetido el mismo asunto d e n -
tro y fuera, para que abiertas ó cerradas las puertas,
no se interrumpa la historia. E l primer á n g u l o , c o a
los frescos de los medios puntos, lo p i n t ó L u i s de
Carvajal; el segundo H o m u l o C i n c i n a t o ; el tercero
P e r e g r i n T i b a l d i , y el cuarto el e s p a ñ o l M i g u e l B a r -
roso. Todas las pinturas del claustro costaron 3 8 . 1 7 1
ducados.

P a t i o de los Evangelfclas.

Se d á este nombre á u n espacio de 166 piés por


banda que queda en el centro de la g a l e r í a anterior,
en el que h a y u n j a r d i n , y en medio u n cenador ó
templete de forma ochavada, labrado en lo exterior
eu piedra b e r r o q u e ñ a y en lo interior forrado de
m á r m o l e s y jaspes de diferentes colores. E n los cua-
tro ochavos mayores h a y cuatro portadas que se
c r u z a n en correspondencia con las calles del j a r d i n ,
formadas por dos columnas d ó r i c a s enteras, por las
que corre una balaustrada, siguiendo las vueltas de
l a f á b r i c a . Dentro de ella se levanta u n zócalo c i r -
c u l a r y en él sienta l a media naranja, que t e r m i n a
en u n a l i n t e r n a cerrada y adornada de nichos, so-
bre c u y a c ú p u l a e s t á colocada u n a cruz de l a m i s m a
piedra.
E n los cuatro ochavos menores hay cuatro n i -
chos, en que e s t á n colocadas las estatuas que repre-
sentan los cuatro Evangelistas, de donde t o m ó el
nombre e l patio; son de siete piés de altura y e s t á n
ejecutadas en m á r m o l blanco de Genova por J u a n
B a u t i s t a Monegro. Tiene cada uno en sus manos u n
^5
libro abierto y escrito en él un texto del E v a n g e l i o
en el idioma o r i g i n a l que los escribieron y t r a d u c i -
do al l a í i n , y á los piés las figuras simbólicas que los
d i s t i n g u e n , labradas tanibien en m á r m o l de GÓÍIO-
Ta. Delante tieueu unos t é r m i a o s de m á r m o l pardo
con coberteras de jaspe s a n g u í n e o y un cano que
vierte el agua á cuatro estanques í b n n a d o s enfrente.
D e t r á s de cada porlada, debajo mismo del arco,
que tiene 10 piés de ancho por 23 de alto, h a y dos
nichos labrados en una sola pieza con una sierra
inventada al efecto, con sus asientos; en el centro de
toda la obra se forma u n a capilleta que remata en
una media naranja cerrada y adornada en correspon-
dencia con las labores del pavimento, que es de m á r -
moles y jaspes.
Los estanques que h a y delante de cada una do
las e s t á t u a s son de m á r m o l pardo , solados do lo
mismo; tienen por fuera dos gradas y á su rededor
hay cuadros de boj oou bonitas labores recortadas
en él y llenos de olorosas flores.

Salns de C a p í t u l o s .

Son tres, que ocupan una e x t e n s i ó n de' 200 piéa


en la d i r e c c i ó n de Oriente á Poniente, u n a e n -
medio que sirve de a n t e c á m a r a y dos grandes á los
lados, soladas todas de m á r m o l e s pardos y blancos.
L a del medio tiene 30 piés de ancho por 3 i de l a r g o ,
con cuatro ventanas frente á la puerta, tres al n i v e l
del pavimento y una e n c i m a de la cornisa. E n cada
uno de los otros testeros hay tres puertas que se c o r -
responden de fronte, u n a grande en medio, con jambap,
76
dinteles y pilastras enteras, y dos menores á los lados.
L a s paredes e s t á n Incidas de blanco y la b ó v e d a p i n -
tada al fresco, 4 lo grotesco; en medio de ella se fin je
u n cielo abierto por donde bajan algunos áng-eles
con guirnaldas en las manos, y en doce niebos que
se hacen sobre las puertas y ventanas, Job y los
Profetas; los d e m á s son adornos y follajes de bueu
gusto.
L a s otras piezas tienen cada u n a 80 piés de l a r -
go por 30 de ancho, con 14 ventanas; siete sobre
el piso y otras tantas sobre l a cornisa, á las que
corresponden en la pared de enfrente siete nichos
figurados.
A l rededor de ambas h a y asientos con respalda-
res, labrados en n o g a l y pino de C u e n c a , y en los
testeros opuestos á las puertas de entrada corres-
ponden tres huecos, que son puertas los de los lados,
y los del medio unos altares de m á r m o l pardo con
embutidos de jaspe y adornos de bronce. E n el de la
sala de l a derecha, llamada V i c a r i a l , e s t á colocado
u n lienzo representando á San J e r ó n i m o en el desier-
to; y en el de la otra, denominada P r i o r a l , l a O r a -
c i ó n del huerto, ambos pintados p o r . T i c i a n o y m o -
dernamente restaurados. Se ven t a m b i é n en marcos
dorados cuatro bajos relieves de pórfido sobre fondo
de m á r m o l blanco, que representan, dos de ellos, l a
cabeza del Salvador, y otros dos la V i r g e n con el n i -
ñ o en brazos.
Los techos e s t á n lindamente pintados á lo g r o -
tesco por F a b r i c i o y G r a n e l i o , y lo restante desde
l a cornisa á los asientos, l u c i d o de blanco. E n la s a -
la del medio se conservan dos ganchos de hierro
71
unidos eu forma de tigera, que serviau p a r a s u b i r
las piedras en tiempo de l a c o n s t r u c c i ó n .

Escalera principal.

Por su grandeza, majestad y adorno puede c o n -


siderarse como una de las cosas m á s notables del
Monasterio. L a t r a z ó J u a n Bautista de Gástelo (1) y
la e j e c u t ó J u a n Bautista de Toledo; el bueco, desde
el c l á u s t r o al testero de enfrente, es de 59 piés por
41 de ancho, y sube recta por 26 gradas de m á s do
16 p i é s , todas de piedra b e r r o q u e ñ a y de una pieza.
A l a m i t a d forma un descanso de ocho p i é s , y c o n t i -
n ú a por otras 13 gradas hasta una g r a n mesa de 12
piés de ancha y l a r g a , todo el hueco de la caja. E n
ésta hay tres grandes nichos que confrontan con los
ramales de l a escalera, y en los testeros dos arcos que
dan entrada a l piso segundo de los c l á u s t r o s menores.
Desde a q u í so divide la escalera en dos ramales, que
suben paralelos por 26 gradas, divididas por u n des-
canso hasta el c l á u s t r o principal alto; los costados
y pasamanos son t a m b i é n de piedra y de piezas de
enorme g r a n d o r , adornadas de buenas molduras.
A l n i v e l del pavimento del c l á u s t r o alto corre por
el contorno de l a caja una imposta de u n pié do
a n c h a , sobre la que sientan 14 machones con sus
pilastras, basas y capiteles, formándose otros tantos

(1) Llamado el Uergamasco,- natural de Bergamo, en Italia,


de donde tomó este nombre; fué pintor y arquitecto, discípulo
de Miguel Angel: murió en Madrid el año 1570, estando al ser-
vicio do Felipe II. Eran hijos suyos Fabricioy Graneho.
78
arcos de 10 pies de ancho por doble de alto, d i s t r i -
buidos en correspondencia en las cuatro fachadas, y
cinco capilletas como las del c l á u s t r o bajo. Sobre es-
tos arcos apoya el arquitrave, friso y cornisa, que
corre á la altura de 50 piés; y á los 60 hay o t r a ,
desde l a que arranca la b ó v e d a , e l e v á n d o s e á l a a l -
t u r a de 8 2 piós.
Sobre l a ú l t i m a cornisa h a y abiertas 14 ventanas
en correspondencia con los arcos de abajo, que dan
m u c h a claridad y hermosura.
Desde los 30 piés hasta lo alto de l a b ó v e d a e s t á
esta escalera adornada do valientes pinturas al fres-
co, en la forma siguiente:
E n los cinco arcos cerrados se c o n t i n ú a n las his-
torias del Nuevo Testamento, que c o r r e s p o n d í a n á los
abiertos en el claustro bajo; los p i n t ó L u q u e t e , e x -
cepto los tres del testero de Poniente, que lo fueron
por P e r e g r i n Tibaldi imitando la manera de a q u e l .
L o d e m á s e s t á todo pintado por L ú e a s J o r d á n , en
c u y o trabajo e m p l e ó solo siete meses.
E n el ancho friso que media entre las dos c o r n i -
sas está representada, en el lado de Mediodía, l a
batalla de San Q u i n t í n ' en que fué preso el Condes-
tablo Montraorency, que mandaba el ejército f r a n c é s .
E n el de Poniente, se figuran las disposiciones d e l
sitio, s i t u a c i ó n de las b a t e r í a s y asalto de la plaza;
y en el del Norte, el acto de presentar á F i l i b e r t o ,
D u q u e de S a b o y a , las banderas tomadas en el a s a l -
to de l a plaza y preso al A l m i r a n t e de F r a n c i a que
la d e f e n d í a , á quien se ve á caballo, descubierta la
cabeza y desarmado.
E n l a parte de Oriente se ve á Felipe II de p i é ,
79
y delante á los arquitectos J u a u Bautista Toledo y
J u a n de Herrera, a c o m p a ñ a d o s del insigne lego F r a y
A n t o n i o d e V i l l a c a s t i n , m o s t r á n d o l o el plano del Ksco-
r i a l ; en el otro extremo de este mismo lienzo se figura
parte de la obra y varios operarios, abriendo zanjas
unos, conduciendo piedras y c o l o c á n d o l a s otros.
L a cornisa que corre sobre este friso e s t á p e r -
fectamente dorada, y lo mismo los marcos de las
ventanas. A l lado e s t á n los blasones de armas de E s -
p a ñ a en escudos sostenidos por á n g e l e s , y en los
lunetus unos medallones imitando pórfido, en que se
r' presentan algunas de las victorias del Emperador
Cárlos "V, y se fingen grabados en bronce; el r e t r a -
to de Felipe I V en el del medio de la parte de O r l e n -
te, y en l a de Poniente el de Cárlos 11, sobre el c u a l
se vó supuesta en la b ó v e d a una g a l e r í a desde d o n -
de este Monarca muestra á su madre D o ñ a María
A n a de A u s t r i a y s u segunda esposa Doña María
A n a de N e u b u r g aquella obra labrada á sus espen-
sas. L o restante de l a bóveda representa la g l o r i a .

Celda priora! baja.

Es una sala de 34 pies en cuadro, con tres puer-


Uiíj, la de entrada, y otras dos que dan á las h a b i t a -
ciones de su dependencia, i g u a l á la alta, solo que e l
pavimento e s t á cubierto de m á r m o l e s como las salas
capitulares, con las que c o m u n i c a , y l a b ó v e d a , que
en aquella es lucida de blanco, está pintada al fresco
Por U r b i n o , ú u i c a obra quo de él hay en este edifi-
cio, donde m u r i ó al acabar de p i n t a r l a .
E n las pechinas e s t á n representados los cuatro
80
E v a n g e l i s t a s ; sobre l a cornisa, las V i r t u d e s y a l g u -
nos Profetas, y en el centro el primer j u i c i o de S a -
l o m ó n . E n las paredes habia antes algunos retratos
de R e y e s , que ahora no h a y . Parte de los cartones
de esta b ó v e d a se conservan en la Biblioteca.

Snla de Capas.

Se l l a m a así porque en ella se g u a r d a n las que


los cantores usan en el coro en las festividades. T i e -
ne 60 p i é s de l a r g a por 34 de ancha, con buena b ó -
veda l u c i d a de blanco, como las paredes. Por todo
el rededor y enmedio hay u n a c a j o n e r í a de n o g a l ,
donde se g u a r d a n las capas de coro. H a y en un h u e -
co de uno de los testeros u n a mesa de altar y 'sobro
ella u n S a n M i g u e l con B l diablo á los p i é s , ejecu-
tado en madera por D o ñ a L u i s a R o l d a n , escultora
de c á m a r a de Carlos II. T a m b i é n se guardan en esta
pieza u n á g u i l a y u n á n g e l de bronce que sirven de
atriles; su autor J u a n S i m ó n , de A m b e r c s , donde se
hicieron el a ñ o 1 5 7 1 . L a s paredes e s t á n adornadas
c o n buenos cuadros.

Camarín.

E s una pieza p e q u e ñ a en forma de canon, que se


c o m u n i c a con el a u l a de moral por l a puerta del l a -
do derecho de la c á t e d r a . E n ella se g u a r d a n varios
objetos curiosos, entre los cuales h a y seis libros: uno
es u n tratado de San A g u s t í n sobre l a a d m i n i s t r a -
c i ó n del bautismo á los p á r v u l o s , escrito en la m i -
tad del siglo V I I ; otro contiene los Evangelios que
81
so cantaban en la Iglesia g r i e g a en tiempo de San
Jaan^Críííósfcorao, á quien se cree haber pertenecido,,
y los otros cuatro son a u t ó g r a f o s de.Santa Teresa do
J e s ú s : el uno, en folio, contieno su v i d a ; otro, de
i g u a l t a m a ñ o , es el de sus fundaciones, y los otros
dos en cuarto, quo contienen el modo de visitar los
conventos de su órden y el camino de p e r f e c c i ó n .
T a m b i é n se conserva el tintero con que los e s c r i b i ó .
Es notable por su a n t i g ü e d a d una de las hidrias
en que Jesucristo hizo su primer m i l a g r o , c o n v i r -
tiendo el agua en vino. Se veneraba en u n castillo
á dos leguas de V i e n a , de donde la sacó el E m p e r a -
dor Maximiliano para mandarla á Felipe I I .
La b ó v e d a e s t á pintada al fresco por un monge
del Monasterio, y enfrente del b a l c ó n que d á a l j a r -
d i n h a y u n altar que ocupa todo el ancho de l a p i e -
za; en lo m á s alto de é l , y dentro del retablo d o r a -
do, h a y u n altarcito de é b a n o , que s e g ú n t r a d i c i ó n
del Monasterio es parte del p o r t á t i l que usaba el
Emperador Cárlos V en sus expediciones militares.
Sobre l a mesa del altar e s t á colocado en una
u r n a el esqueletito que se dice ser de uno de los n i -
ños inocentes mandados degollar por Heredes.

Biblioteca principal.

E s t á situada sobre el z a g u á n del p ó r t i c o p r i n c i -


p a l , y tiene l a entrada por el á n g u l o que los c l á u s -
tros menores del tercer piso forman entre Poniente y
Norte. ly';;••*'••*' 3 v- •
E s u n salón de 184 piós de largo por 34 de a n -
cho y 3t) hasta lo alto de la bóveda. E l pavimento
6
es de m á r m o l e s blancos y purdos y por las paredes
se extiende una lujosa e s t a n t e r í a do urden ^dórico ,
d i s e ñ a d a por J u a n de Herrera y primorosamente eje-
cutada por Jusepe F l e c h a , en caoba, é b a n o , cedro,
naranjo, boj, terebinto y n o g a l . Todo lo d e m á s es-
t á pintado a l fresco. E n medio de l a sala h a y cinco
mesas de m á r m o l pardo con cercos de bronces, c o -
locadas sobre u n zócalo, y pilastras t a m b i é n de m á r -
mol y jaspe, formando entre ellas dos senos llenos de
libros. E n t r e las mesas h a y dos veladores de p o r ñ d o
sobre pies de madera imitando á bronce, con dos g l o -
bos encima que fueron regalo de F e l i p e I V , y una
esfera armilar de madera s e g ú n el sistema de P t o l o -
meo, sostenida por cuatro sirenas.
Kecibe l a l u z por cinco balcones de siete piós de
ancho y 12 de alto, rasgados al n i v e l del piso, con
antepechos de hierro, correspondiendo e n c i m a cinco
ventanas, que m i r a n a l patio de los R e y e s , y aLotro
lado otras siete con antepechos de piedra embebidos
en l a pared.
Entre las columnas de la e s t a n t e r í a se ven cuatro
retratos originales de t a m a ñ o natural: el primero á
l a derecha es el Emperador Cárlos V , á l a edad de
49 a ñ o s , tomado por Pantoja de l a Cruz de los o r i -
ginales de T i c i a n o ; enfrente F e l i p e II, de edad de
7 1 , por el mismo Pantoja, de quien es t a m b i é n F e -
lipe III, de 23 a ñ o s , que está colocado á l a derecha
del segundo arco., y enfrente Carlos II, á los 14
a ñ o s de edad, por J u a n C a r r e ñ o Miranda. |
E l espacio que hay entre l a cornisa y los estan-
tes lo pintó: B a r t o l o m é C a r d u c h o , y l a b ó v e d a P e r e -
g r i n T i b a l d í , con u n a fuerza de colorido t a l , que so
83
consorva puro degpaos Jo tres siglos. L a idoa do los
frescos, ía elección y d i s t r i b u c i ó n de los asuntos
fueron del P. S i g u c n z a .
Dividió la b ó v e d a en siete partes, disponiendo
que c u c a l a una so representase una ciencia ó arto
liberal; e l i g i ó para c a l a una dos historiaa, sagradas
ó profanas, y d e s i g n ó las hombros eminentes en c a -
da facultad para que ocupasen los medios puntos y
capilletas.
De estos, en los que sobre l a cornisa se forman
en los dos testeros, e s t á n representadas en grandes
figuras la Teología y Fisolofía; la primera en el de
la parte del Mediodía, á la que a c o m p a ñ a n los c u a -
tro Doctores de l a I g l e s i a , y debajo de l a cornisa e l
concilio de N i c e a , presidido por el Emperador C o n s -
tantino, donde se c o n d e n ó l a d o c t r i n a de A r r i o ; y
la segunda, en el del Norte, a c o m p a ñ a d a de los filó-
sofos de la a n t i g ü e d a d , A r i s t ó t e l e s , P l a t ó n , S é n e c a ,
y S ó c r a t e s , á quienes s e ñ a l a un globo que tiene d e -
lante, y por debajo de la cornisa e s t á n Cenon y S ó -
crates explicando á sus d i s c í p u l o s las doctrinas r e s -
pectivas. Desde a q u í comienza en los frescos el ó r -
den ascendente en el saber humano.
Primera división. E n el recuadro de la b ó v e d a se
finge u n trozo de arquitectura y enmedio u n claro
en que e s t á l a G r a m á t i c a , sentada sobre n u b e s , r o -
deada de n i ñ o s con libros y cartillas, á quienes p r e -
senta u n a corona, dejando entrever un l á t i g o . E n el
capialzado se forma u n círculo abierto, por donde b a -
j a u n genio llevando en las manos a l g u n a i n s i g n i a
ó instrumento propio de l a ciencia ó arte á que a l u -
de, y á los lados de las ventanas h a y dos de los filó-
84
sofos que m á s se distinguieron en enda u n a de las
ciencias.
Debajo de la cornisa corresponden dos historias:
en la de ia derecha do esta primera d i v i s i ó n se ve
representada la confusión de las lenguas en la torre
de Babel, de donde salió la necesidad de las g r a m á -
ticas para aprender las lenguas que allí tuvieron o r i -
g e n ; y enfrente l a primera escuela de g r a m á t i c a de
que h a y n o t i c i a , establecida en Babilonia por m a n -
dado de Nabucodonosor, para e n s e ñ a r á l o s n i ñ o s he-
breos la l e n g u a caldea. E n los arranques de los dos
arcos se fingen unas capilletas en que se v e n los
hombres eminentes en la ciencia y arte que i n m e -
diatamente les corresponde.
Segunda división. E n la bóveda está la Retórica
con el caduceo en u n a mano y u n león al lado. Las
historias que corresponden debajo de la cornisa re-
presentan, en l a derecha á Marco Tulio Cicerón defen-
diendo ante el Senado Romano á Cayo R a b i r i o , a c u -
sado del crimen de lesa n a c i ó n , á quien los soldados
cortan los cordeles con que estaba atado en s e ñ a l
de haber sido absuelto. A l a izquierda se finge que
de l a boca de H é r c u l e s F r a n c é s salen cadenas de oro
y plata, que prendidas en los oidos de u n grupo de
filósofos, los lleva en pos de s i , indicando con esto
el poder y fuerza de l a elocuencia.
Tercera división. A q u í se ve á l a D i a l é c t i c a , en
figura de Matrona, coronada por l a l u n a en m e n -
g u a n t e , y las dos historias que le corresponden: á
l a derecha Zenon Elcates, estableciendo el criterio de
los sentidos, para lo c u a l se acerca á dos puertas en
las que se lee: Ventas, falsiias, y e s t á en actitud do
tocarlas para mauiiestar que el tacto desvanece l a
duda que pueda dejar la vista. A l otro lado Sau
A.g-ustin disputando con Sau A m b r o s i o , y Santa M ó -
n i c a puesta de rodillas entre los dos, rogando por
la conversión de s u . h i j o ; y debajo ostá escrito en
latin: Libradnos, SeTwr, de la lógica de Agusíin, para
mostrar 1^ sutileza de sus arg-umentos.
Cuarta división. E n esta se halla l a A r i t m é t i c a ,
rodeada de v a r i o í j ó v e n e s que sostienen tablas cqn
n ú m e r o s . Debajo de la cornisa de l a derecha l a R e i -
n a de S a b á proponiendo euig-mas á S a l o m ó n , quien
le declara aquellas palabras del Salvador: Todo lo hizo
el SeTwr con número, peso y medida, que es lo que s i g n i -
fican los objetos que h a y sobre la mesa á que e s t á n
sentados los dos- y al lado opuesto algunos g r u p o s ,
de gimnosofistas antiguos, echando sobro la arena
c á l c u l o s m a t e m á t i c o s , mientras otros observan los
n ú m e r o s pares 6 impares do un t r i á n g u l o , con c u y a
figura comparaban el alma racional, creyendo poder
comprender por el cálculo su uaturaleza y potencias.
Quinía división. Se distingue en medio á la. M ú -
sica, con una lira en l a mano, y las historias ^ u o
corresponden s o n : á la derecha D a v i d j n i t i g á n d o
con los sonidos del arpa el enojo de S a ú l , y enfren-
te l a fábula de Orfeo, que con solo los acordes de su
l i r a p e n e t r ó en el infierno y sacó á su esposa E u r i -
dice que le habla robado P l u t o n . A un extremo so
vé la entrada del infierno, y al otro la salida á u n
campo delicioso.
Scxía dioision. Sigue en el claro de la b ó v e d a l a
G e o m e t r í a , midiendo con el c o m p á s una porción do
liioos desiguales. A. la derecha, debajo d é l a cornisa,
86
e s t á n los sacerdotes egipcios restableciendo los l i r a l - '
tes de las posesiones, despaos de las inundaciones
del N i l o , para devolver á c a d a colono ra parto de ter-
reno que le c o r r e s p o n d í a . A l a i z q u i e r d a , A r q u í m e -
des, tan eiubcLido en l a s o l u c i ó n dé u n problema,
g e o m é t r i c o que tiene trazado en el sucio, que no v é
la toma por asalto de Siracusa, n i oye las amenazas
de los soldados de Marco Marcelo, quienes le matan
sin dejárselo c o n c l u i r ,
Séliriia dioision. E n ella se representa la A s t r o -
logia recostada sobre el globo celeste. E n l a historia
de la derecha se vé á San Dionisio A r e o p a g i t a y á
Apolofanes,'que e s t á n observando el eclipse del sol, y
varios grupos de filósofos que hacen lo mismo en dis-
tintas direcciones. E n la del frente, ai R e y Exequias,
enfermo en l a cama, á quien a n u n c i a el profeta que
Dios le h á b í a concedido quince a ñ o s m á s de v i d a ,
d á n d o l e por s e ñ a l el retroceso del cuadrante.
A d e m á s de las pinturas al fresco, hay en los hue-
cos de Ins ventanas varios retratos: en la p r i m e r a ,
dos en lienzo, el uno de Arias Montano y el otro del
P . F r . F e r n a n d o Ceballos, monge J e r ó n i m o ; en l a
s e g u n d a otros (Jos en tabla, que se i g n o r a que per-
sonajes representan, a u n q u e ñ I g u n o s í inteligentes
los h a n c r e í d o retratos del Emperador Cárlos V y la
E m p e r a t r i z , cuando eran m u y j ó v e n e s ; en la tercera
dos bajos relieves circulares de estuco, con marcos
dorados, que son los anversos d é la medalla que
F e l i p e II c o n c e d i ó á J u a n de Herrera y g r a b ó J a -
cobo de Trezzo; en la cuarta u n busto de Cicerón en
m á r m o l blanco, que se dice fué encontrado en las
escavaciones de H c r c u l a n o , y otro en yeso del c é l e -
bre marino es pañol D. Jorge J u a n ; en l a q u i n t a el
retrato de J u a n de H e r r e r a , de medio cuerpo, y e n -
frente varios juguetes de OIbens, pintados al temple
en vitela ó papel pegado á una t a b l a .
S ó b r e l a Biblioteca p r i n c i p a l está la alta ó de )na^
nuscriios, que es u n a sala i g u a l en e x t e n s i ó n á l a p r i -
mera, pero mas baja de techo y mucho menos ador-
nada. E s t á cortada por u n a reja de madera, dotráw
de l a c u a l se g u a r d a n la m a y o r parte de los m a n u s -
critos. L a p r i n c i p a l e s t á destinada á los libros i n i -
presos, y son de g r a n riqueza literaria y a r t í s t i c a Iob
que hoy se encierran en estas dos salas ,á pesar de
los muchos que se han perdido en las diversas v i c i -
situdes por que ha pasado el Monasterio hasta nues-
tros dias. Son de mucho m é r i t o por susadornos, orlos
y v i ñ e t a s , y de grande estima 14 devocionarios
que pertenecieron á la R e i n a Doña Isabel la.Católica,
al Emperador Cárlos V f á su hijo Felipe II y otros
Monarcas, y la colección de códices florentinos del
siglo X V , que comprenden los clásicos latinos. Se
conservan de lápiz y de claro oscuro los originales
que P e r e g r i n , L u q u e t o , el Mudo y otros arquitectos
hicieron para los bordados de la s a c r i s t í a , y parte do
los cartones del fresco de la celda prioral baja, de U r -
bino. T a m b i é n se guardan con esmero trece grandes
v o l ú m e n e s de plantas naturales pegadas al papel.
NOTA. E l historiador consigna a q u í que el A l -
coran que se dice ser el tomado en la batalla de L e -
pante, no lo es, n i existe en esta Biblioteca, porque
e s t á escrito en el a ñ o 1574, m á s de dos años d e s p u é s
de aquella jornada. E n prueba de ello c i t a u n a Real
orden de 4 de Octubre de 1760, c o m u n i c a d a por el
80
M a r q u é s de G r i m a l d i al Prior del M.juasfceriQ, ea qav
se le a n u n c i a b a que el R o y , en vista de solicitud del
Embajador de Marruecos, pidiendo se enviasen á su
soberano los AJcomnes de lujo que se guardaban en
la Biblioteca, habia resuelto regalar a l : J í m p e r a d o r
de a q u e l reino a l g ú n ejemplar; pero en l a m i s m a
Real orden se mandaba retirar los de lujo que habia,
dejando uno solo, que era el que comunmente se e n -
s e ñ a b a por ser el m á s rnoderno y de menor aprecio;
y ee p r e v e n í a que si el Embajador preguntaba por
los otros se le dijese que hablan perecido en el i n -
cendio de 1 7 6 3 . A pesar de estas precauciones^ el
Embajador recibió u n A l c o r á n , y desde entonces y a
no se encuentra rastro n i noticia a l g u n a del cogido
en Lepante» A ñ a d e a d e m á s que el P.' Santos, al r e -
ferir en el libro II de su historia que ee salvó del
incendio, marca algunas señales de las que caracte-
rizaban aquel libro magnífico^ y n i n g u n o de los A l -
coranes que h a y las tiene,

l*agco del Colegio.

Es notable por su hermosura, porque parece h e -


cho á p r o p ó s i t o para actos públicos. E s t á situado en
lo que corresponde á l a r o p e r í a del convento, on l a
parte del Mediodía. Es de largo 112 piós y 26 de
ancho, solado de piedra b e r r o q u e ñ a y con .un d o l o
raso pintado al óleo por F r a n c i s c o L l a m a s . Por el
contorno de esta g r a n pieza h a y 19 arcos abiertos
en correspondencia de los que forman los o l á u s t r o s
menores de sus lados, dejando enire u n o s y otros u n a
g a l e r í a de 13 de ancha. E n el espacio desde la p a -
red á loe arcos forma el cielo raso uu g r a n lienzo, a l
que sirve de marco la cornisa dorada que le rodea,
donde está representada l a Filosofía, en el c e n t r o , , ^
por el contorno, l a A r i t m é t i c a , G e o m e t r í a , A s t r o n o -
m í a , Optica y d e m á s artes y ciencias. Eutr3 los dos
arcos se ve;4 la D i a l é c t i c a , sentada.en un carro t r i u n -
fal, tirado por cuatro caballos, y á sus lados Zenon,
Eleates, Homero, S é n e c a , Arqujmedes y otros filó-
sofos. ; . ; . ' . ?• ; n ; Bal . - 0 ; ;
Desde los arcos hasta el fin es un g r a n cuadro,
en c u y o centro se representa á la* .Trinidad en a c -
ción de croar el Dulvorso. Mas abajo A d a u y E v a
sentados al, p i é del árbol de la . ciencia comiendo del
fruto prohibido. E n uno de los extremos e s t á la I g l e -
sia, representada en una matrona vestida de pontifi-
cal y a c o m p a ñ a d a de San Pedro y San Pablo > de
los cuatro Evangelistas; y en el otro la S i n a g o g a , en
figura de una mujer anciana y descarnada, sentada
sobre u n altar de tierra destruido, á quien a c o m p a -
ñ a n Noé, Moisés, Aaroí) y flavid. Por el lado de P o -
niente e s t á n la.s V i r t u d e s teologiilcs y en el opuesto
los Doctores de l a I g l e s i a .

B*alacio.

Ocupa é s t e u n a cuarta parte del edificio (no c o n -


tando la iglesia y patio de los Reyes) y a d e m á s t o -
do el cuerpo saliente q^e rodea l a , capilla m a y o r ;
abraza media fachada del Norte y otra mitad de l a
de Oriente hasta encontrar con la iglesia. L a planta
baja os casi i g u a l á la del claustro p r i n c i p a l del c o n -
vento, solo que en é s t a el patio grande e s t á d i v i d í -
90
do dn dos mitadeg por u n trozo de f á b r i c a con dos
ó r d e n e s de habitaciones; las bajas son oficinas del
r a m i l l e t e , y las altas aposentos para la servidumbre
Real. • • • ' •
E n l a g a l e n a del N o r t e , j u n t o á una de las p u e r -
tas de 3a fachada e x t e r i o r , e s t á la escalera p r i n c i p a l ,
hecha en tiempo de Carlos I V bajo la d i r e c c i ó n del
arquitecto J u a n de V i l l a n u e v a .
Todas las paredes de las habitaciones Reales e s -
t á n cubiertas de r i q u í s i m o s tapices, hechos l a m a -
y o r parte f n l a fábrica de Madrid sobre dibujos de
Go3ra, bajo l a d i r e c c i ó n de D , Gabino S t u i c h . A u n
quedan algunos flamencos de mucho m é r i t o y valor
dibujados por D a v i d Teniers y ejecutados con a d -
mirable p e r f e c c i ó n .

INczas de m a d é r a s finaii.

Son notables p ó r su r i q u e z a , primor a r t í s t i c o y


coste, calculado en 2 8 . 0 0 0 . 0 0 0 de reales, cuatro pe-
q u e ñ a s habitaciones formadas en el cuadro de l a tor-
re en que se unen los lien/ios de Oriente y Norte,
que son: el despacho, antereclinatorio, reclinatorio
y retrete de S. M . T o m a n este nombre porque sus
pavimentos, frisos, ventanas, puertas y molduras
son todas de obra de taracea ó e b a n i s t e r í a , forman-
do paise?, lazos, jarrones con flores y adornos de t o -
das clases, ejecutados con un primor que compito
con el p i n c e l .
Se c o m e n z ó esta obra, verdaderamente r e g i a , en
tiempo de Carlos I V , que solía pasar algunos ratos
trabajaudo en las maderas y en el torno, y se c o n t i -
91
n a ó luego bajo la d i r e c c i ó n do D . A n g e l Maeso, e b a -
nista de C á m a r a , quien las a c a b ó de sentar en 183 1.
E l herraje de las puertas y ventanas es do hierro
abrillantado con embutidos de oro, trabajado en lós1
talleres Reales por el artista español D . Ignacio M i -
l i a n con tan prolija y esmerada p e r f e c c i ó n , que a d -
m i r a . L a mesa de despacho es t a m b i é n una obra m u y
acabada de e b a n i s t e r í a , y lo mismo los taburetes.
Estos y los claros de las paredes e s t á n forrados de
ricas telas de seda y oro , de diferente color en
cada u n a de las habitaciones. Los techos del d e s p a -
cho, reclinatorio y retrete fu(ron pintados por M a e -
11a; el antereclinatorio por Galvez, y en los huecos
de las ventanas del despacho h a y algunos paisitóá
pintados en cobre por B a r t o l o m é Moutalvo.

S a í n de batallas.

Es otra de l a preciosidades a r t í s t i c a s que encier-


ra este palacio. M i d e 198 p i é s de l a r g a por 20 de
ancha y 26 hasta lo alto de la b ó v e d a , que e s t á p i n -
tada á lo grotesco por los hermanos P a b r i c i o y G r a -
nelio. Se le d á este nombre por las batallas que es-
tos artistas pintaron en sus paredes con el motivo
Siguiente:
E n unos arcenes viejos arrumbados en el a l c á -
zar de Sogovia se encontraron unos lienzos en que
estaba representada a l claro escuro la famosa b a t a -
lla que D . J u a n II de Castilla d i é contra los moros
de Granada en el a ñ o de 1 4 3 1 , llamada de l a H i -
g u e r n e l a , por el terreno en que se c o m e n z ó . So los
presentaron á Felipe Í I , quien e n c a r g ó á los citados
Fsjibi'/cio y G r a a e ü o , . h i j o s del Bcr^aii^asco , que en
la pared de esta g a l e r í a que linda con l a iglesia c o -
piasen aquellos lienzos con toda e x a c t i t u d , s i n m á s
que corregir el dibujo, pero s i a alterar en nada l a
forma do las armas u i l^i d i s t r i b u c i ó n y orden m i l i -
t;ir de los escuadrones. Así lo b i c i e r o a , figurando tres
lienzos pendientes de unas escarpias. E n el primero
se ve el campamento del R e y de Castilla con sus
tiendas, trincheras y d e m á s . D e s p u é s sigue el e j é r -
cito de alabas partes puesto ^ n orden de batalla ; el
castellano lleva de general a l condestable D . A l v a -
ro de L u n a ; el R e y , armado de todas armas, va en
medio del e j é r c i t o , y m á s adelanto, en lo m á s encar-
nizado del combate, se le encuentra peleandq como
u n soldado, y lo mismo a l condestable. E n el ú l t i m o
lienzo se representa al e j é r c i t o de los moros en c o m -
pleta derrota y a l castellano en los arrabales de
Granada.
E n los testeros hay representadas las dos espe-
diciones que la armada de F e l i p e II hizo á las islas
Terceras; y entre los macizos de las nuevo ventanas,
algunas victorias alcanzadas por el mismo. E n el
primero e s t á n los preparativos del sitio puesto á la
plaza do San Q u i n t í n ; en el segundo la batalla que
se dio el dia 10 de Agosto de 1 5 5 7 , en que fué pre--
so el condestable Moutmorency; en el tercero el a s a l -
to y toma de la plaza; en el cuarto l a r e n d i c i ó n del
fuerte de Chatolete, verificada el 6 de Setiembre del
mismo a ñ o 1 5 5 7 ; en el quinto el movimiento de las
tropas d e s p u é s de salir de San Q u i n t í n ; en el sexto
el incendio de la p o b l a c i ó n do l i a n y la toma de su
castillo el 11 del mismo Setiembre {eu primer t é r -
93
m i n o se ve la ermitn donde estuvo Felipe I I m i e n -
tras atacaban el castillo); sétimo la toma de Noyon ,
octavo la batalla que dio junto á L i s b o a el Duque de
A l b a , en que fué derrotado el P r i o r de Ocrato, y n o -
veno l a revista que Felipe 11 pasó á sus tropas en l a
dehesa de C a u t i l l a n a en Junio de 1 5 8 0 , siendo c a -
p i t á n g-erícral el Duque de A l b a .

Aposento de Felipe II.

Se íialla éste en la h a b i t a c i ó n R e a l , situada á es-


palda del altar mayor del templo, q u é corresponde
k l a parte del Mediodía. Consistía en una sala de 33
p i é s en cuadro, d i v i d i d a en tres departamentos por
un tabique á lo largo y otro cruzado. A la parte del
j a r d i n queda u n a sala do 17 piés de ancho con tres
ventanas rasgadas al nivel del suelo. S u pavimento
es de ladrillo; la b ó v e d a y paredes lucidas de blanco,
y sin otro adorno que un friso de azulejos. L a otra
m i t a d e s t á t a m b i é n d i v i d i d a en dos aposentos. E l de
la derecha em el despacho de esto poderoso Monarca,
en que no habia m á s que u n a mesa y estante de n o -
g a l , s e g ú n hoy se conserva, donde tenia colocados
sus libros. E l otro departamento era la alcoba en que
dormia y donde m u r i ó . Se conservan a d e m á s l a silla
en que se sentaba y descansaba la pierna enferma de
la gota, y dos banquillos, el uno bordado en c a ñ a -
mazo, y el otro de tafilete encarnado.
Estas dos ú l t i m a s habitaciones comunican con los
oratorios Reales, y desde ellos, abiertas sus puertas,
se ve l a capilla m a y o r del templo. E n el lado opues-
94
to se furma otra sala i g u a l , qua en el p r i n c i p i o de l a
f u ^ a c i o a sirvió para aposento do la K e i u a .

Coin|)niiia.

Se llama así un edificio separado del Monasterio,


pero que c o m u n i c a con él p o r i a g a l e r í a qup hay sobre
los jardines a l extremo de la fachada de Mediodía en
d i r e c c i ó n á Poniente: en l a parte baja tiene u n a e s -
calera a l aire, labrada en piedra b e r r o q u e ñ a , de 2 0
pies de e x t e n s i ó n , s i n m á s apoyo que los dos puntos
extremos. E n u n a d ? las .-piezas ^ue h a y alrededor
del patio p e q u e ñ o que se encuentra al salir de, la g-a-r
lería, se ve u n b a ñ o de m á r m o l p a r d o , de m u c h a
comodidad; desde este patio al nivel del piso s e g u n -
do se extiende u n pasillo de 100 pié^ de l o n g i t u d
con siete ventanas á cada lado, que termina sobre
siete arcos abiertos por los que pasa el camino de las
Navas d e l M a r q u é s , y va á desembocar en otro patio
de 200 piés cuadrados, rodeado todo él de postes de
piezas enteras, formando entre ellos quince arcos por
banda, y por dentro deestos u n a s g a l e r í a s de 11 pies
de anchas, por las que se c o m u n i c a á los talleres,
almacenes y otras oficinas.
Mas allá de este patio se encuentran otros, d o n -
de e s t á n dispuestas con i n t e l i g e n c i a la p a n a d e r í a ,
horno, fábrica de curtidos, fraguas, l e ñ e r a s , etc. Se
e n c a r g ó de esta obra el arquitecto J u a n de Mora.
No son menos admirables por su c o n s t r u c c i ó n
a r q u i t e c t ó n i c a las grandes g a l e r í a s s u b t e r r á n e a s ,
cantinas y sótanos que tiene el Monasterio; n i de
menor m é r i t o los conductos que reparten las aguas
8|
á 70 fuentes y algibes distribuidos en toda la f á -
brica, «i^- • -
Nada h a y p e q u e ñ o en este monumeato de E s p a -
ñ a ; ' y , e l que c o u ojüá iutelig-cutes lo contemple,
c o m p r e n d e r á toda su grandeza y toda l a g l o r i a que
adquirieron, Felipe II c u coucebirlo; J u a n B a u t i s -
ta de Toledo en trabarlo; J u a n de Herrera en l l e -
varlo á cabo, y el lego F r . V i l l a c a s t i n en haber
ayudado á todos con su laboriosidad é i n t e l i g e n c i a .

O e s c r i p c i ó n «Id Casino de! P r í n c i p e ó sea Cnsa


t!e Abají»,

Comenzó á e d i ü c a r s c esta linda casita el a ñ o 1 7 7 2


cuando Carlos I V era P r í n c i p e de A s t u r i a s , como se
dice en la parte h i s t ó r i c a .
Se halla situada; al Oriente del Monasterio, casi
en lo m á s hondo del valle. Se compone de una t o r -
r e c i l l a ; en medio de l a que salen tres brazos iguales
en los lados de Oriente, Poniente y Mediodía, y por la
parte que m i r a al Norte, se extiende una fachada
de 100 piós.
Cuatro columnas d ó r i c a s , estriadas de alto á b a -
j o , cuyas bases son tres gradas que corren por todo
el ancho y su t é r m i n o un balconaje de hierro c o n
adornos dorados, forman la portada. Entre las c o l u m -
nas y la pared queda u n z a g u á n de cinco p:és de
ancho por 20 de largo, y en el centro e s t á l a p u e r -
ta de entrada. Sobre el b a l c ó n se levanta u n se-
gundo cuerpo con una puerta en medio y dos v e n -
muas 4 los lados.
m

IKecihlmicnlo.

Es una salita cuadrada, c u y a b ó v e d a e s t á p i n -


tada por G ó m e z : tiene las paredes tapizadas de raso
l)lanco con Üoros moi'adas, y de la misma tela son
las colg-aduras y sillas. EQ medio h a y un velador,
¿ u y o tablero es u n medio relieve de c h i n a que r e -
presenta u i i ' pa^age del T e l é m a c o . F u é hecho en l a
fábrica de c h i n a qus hubo en el B u e n Retiro por
Tho M i r el a ñ o 1 7 8 8 , s e g ú n se lee en el p i é . A d o r -
nan a d e m á s esta pieza once pinturas al óleo, que son:
seis Horeros, cuatro de parra y dos de espinos; dos
fruteros de Melendez; dos cuadros de J o r d á n , y el que
representa a San J u a n en el desierto, fig-ura d e l ' n a -
t u r a l , pintado por A n i b a l C a r a c c i .

Sala encarnaihi.

L a b ó v e d a e s t á pintada por Groméz,-y las pare-


des cubiertas de raso c a r m e s í con flores blancas como
el cortinaje y taburetes. L a adornan nueve vistas
del Real sitio de A r a n j u e z , pintadas a l óleo, la pers-
pectiva por B r a r n b í l l a , y las ñ g u r a s por Miranda.

Gabinete de la R e i n a .

Tiene l a b ó v e d a pintada por G ó m e z y las p a r e -


des, colgaduras y asientos son de raso blanco con
cenefas de color de rosa. H a y en ella 2 5 cuadros:
entre ellos el que representa l a V i r g e n , e l N i ñ o , ; S a u
J u a n y varios á n g e l e s cogiendo flores y j u g a n d o con
97
*in corderilio, pintado en cobre por Rubens, y el r e -
trato de u n enano por D . Diego Velazquez,

S a l a del Barquillo.

L a b ó v e d a pintada por G ó m e z ; las paredes y c o l -


e a d u r a s de raso a z u l . Contiene 24 cuadros: entre
« l í o s - e s t á n el sacrificio de Isaac, de Rubens; u n a f á -
b r i c a de balas y otra de p ó l v o r a , de G o y a ; S a n s ó n
derribando el templo, y la muerte de H é r c u l e s , de
Jordán,

Sala jimio al pasillo.

L a b ó v e d a , pintada por u n d i s c í p u l o de G ó m e z ;
e l adorno de las paredes, colgaduras y sillas son de
raso encarnado. A d o r n a n esta pieza 21 cuadros. T e -
niers p i n t ó el de los monos que e s t á n j u g a n d o á los
naipes y el de las dos figuras leyendo u n papel, y
Alberto Durero los 16 cuadritos en tabla que h a y
e n el testero de frente á l a ventana, que representan
otras tantas historias de l a v i d a de Jesucristo.

Sala de eomedor.

L a b ó v e d a e s t á estucada con adornos dorados por


F e r r o n i y las paredes tapizadas de raso verde, de lo
que son t a m b i é n las colgaduras, sillones y s i l l a s .
E n t r e los 36 cuadros que adornan las paredes e s -
t á n : Santa Cecilia con u n volumen en l a mano, p i n -
tada por Dominico Z a m p i e r i , llamado el D o m i u i -
q u i n o , y u n g r a n lienzo representando l a muerte do
7
98
J u l i a n o A p ó s t a t a derribado del c y b a ü o , cogiendo u n
puuado de Ta sangro que brota de su herida, por J o r -
d á n , do quien es t a m b i é n otro g r a n lienzo en q u e
e s t á figurada la caida de San Pablo.

Sala «le! esíe.

Es de forma ovalada, con dos puertas y do¿f


ventanas, y en los intermedies h a y cuatro nichos
donde e s t á n colocados bustos d é m á r m o l blanco con
pedestales de jaspe. L a b ó v e d a y paredes son de e s -
tuco con adornos de oro, y los taburetes de raso c o -
lor de fuego.

Ifcealci'a.

E s t á construida con primor y arte, y cubierta de


jaspes con el pasamanos de hierro y bronce dorado.
Tiene 21 gradas hasta el piso p r i n c i p a l , y en una de
las cuatro mesetas que forma., se encuentra la e n t r a -
da a l piso intermedio.

IMczas ilc maderas finas.

Se l l a m a n ÍISÍ tres s ó l i t a s , porque todas tienen


los pisos de maderas preciosas, embutidas con p r i -
mor, formando ílorcs,. grecas, follajes y otros ador-
nos. De la m i s m a materia son t a m b i é n las puertas
y ventanas cuyas cerraduras, fallebas, tiradores y
visagras son de hierro abrillantado, algunas de ellas
con esmalte de oro. trabnjado en los talleres del R e y ,
bajo la d i r e c c i ó n de D . Ignacio M i l l a n .
L a primera tiene el techo de estuco blanco con
adornos de oro, ejecutado p o r F e r r o n i ; las paredes y
taburetes tapizados de seda fondo v e r d é Con flores,
y h a y colocados 23 retratosde l a F a r a i l i a Real de B o r -
t ó n , desde Cárlos I V hasta el ú l t i m o de los hijos
varones del lofante D . F r a n c i s c o , la m a y o r parte
pintados por L a Coma. Sobre la mesa h a y u n bus-
to en bronce de L u i s X V Í , R e y de F r a n c i a .
L a segunda es i g u a l á l a anterior.
L a tercera se diferencia de las otras dos en que
el estuco del techo deja en medio u n c í r c u l o en que
e s t á representado G a n i m c d e s , pintado a l óleo por
Maella; tiene las paredes y taburetes forrados de se-
da azul l i s t a d a . A d o r n a n sus paredes una colección
de 37 cuadros de marfil con marcos de é b a n o , traba-
jados en lo general con perfección. H a y entre ellos
cuatro algo mayores, ejecutados en pasta con esme-
rada p r o l i g i d a d y delicadeza, que son: l a hija de
F a r a ó n sacando á Moisés de las aguas del N i l o ; S u -
sana solicitada por los viejos al salir del b a ñ o ; el s a -
crificio de Isaac, y los s u e ñ o s de F a r a ó n .
E n u n escaparate que h a y sobre l a mesa e s t á
representado en marfil, el p r i m e r j u i c i o de S a l o m ó n ;
se v e n t a m b i é n dos ñ g u r a s de g r a n m é r i t o a r t í s t i c o :
la u n a es u n hombre desnudo, casi envuelto en u n a
red, y á su lado u n genio con alas y corona, hecho
todo de una pieza sola de marfil; y la otra una m u -
ger desnuda t a m b i é n , c e ñ i d a con una g u i r n a l d a de
flores y cubierta toda con u n velo que deja t r a s l u c i r
el rostro y las formas del cuerpo.
Volviendo á l a escalera, se suben siete gradas
hasta el ú l t i m o descanso, terminando en u n a c u p u -
100
l i t a , en que se ve representada la F a m a y la E s p a ñ a
con el p e n d ó n Real en las manos. E n las paredes que
forman l a caja de la escalera e s t á n pintadas en l i e n -
zo, á, l a derecha, l a batalla de Clavijo; en medio, l a
defensa de Tarifa por G u z m a n el B u e n o , y á la i z -
quierda, la v i c t o r i a conseguida por los cristianos c o n -
tra los moros en las Navas de Tolosa.

Pasillo.

Desde este descanso se entra en un pasillo, c u -


bierto de jaspes con embutidos de varios colores, y
el techo pintado por D u q u e . E n medio del pasillo es-
t á á la izquierda l a sala de este nombre. E l techo fué
pintado por D u q u e , y las paredes, lo mismo que las
colgaduras y sillas e s t á n cubiertas de tela de seda
matizada de v e r d e , y en ella h a y 15 cuadros
de B a c c a r i , Montalbo, R e n n i y J o r d á n , de q u i e n
son la C o n c e p c i ó n y l a A s u n c i ó n de l a V i r g e n . E s t á
t a m b i é n dentro de un escaparate de cristales y b r o a -
ce dorado á fuego, colocado sobre u n a mesa, l a e s t á -
tua de C á r l o s I V , con a r m a d u r a , cetro y manto
R e a l , trabajada en m á r m o l de Carrara por el e s c u l -
tor A.dan. A l ñ u del pasillo so encuentran otras sie-
te gradas de m á r m o l , y en las paredes e s t á n pintado
en lienzo, por Maella, el desembarco de las tropas
e s p a ñ o l a s en l a isla de Mahon; el sitio del C a s t i l l o
de San F e l i p e en d i c h a i s l a , y su entrega a l Duque
de C r i l l o n . Por estas gradas se baja á otras tres s a -
l a s , t a m b i é n de maderas ñ n a s .
L a primera e s t á s i n pavimento y molduras; que-
dan solo las cubiertas de las paredes, que son de raso
101
blanco con bordados de sedas de colores y el techo
de estuco blanco.
L a s e g u n d a tiene su pavimento demaderas finas,
con las paredes tapizadas de raso blanco, y sobre-
puestos en él 33 paisages bordados en sedas de c o l o -
res y guarniciones de hilo de oro por D . J u a n de
Robledo López el ano 1 7 9 7 . Los taburetes son t a m -
b i é n de raso blanco con ceuefa de oro, y uno de ellos
fué bordado para l a R e i n a A m a l i a , tercera mujer de
Fernando V I I , para que sirviera de modelo; el techo
es de estuco.
L a tercera tiene las paredes, como los asientos,
de raso a z u l , y en ellas e s t á n colocados s i m é t r i c a -
mente 2 2 0 cuadros de figuras caprichosas, trabaja-
dos con primer y gusto en porcelana en l a fábrica
del Retiro de Madrid.

Sala del antc-rclrefe.

Se encuentra á l a derecha de l a escalera v o l v i e n -


do al piso bajo. Tiene el techo pintado por P é r e z ;
las colgaduras, sillas y cubiertas de las paredes son
de raso amarillo, y la adornan 18 cuadros; el de las
aves, í"rut:.s, y u n vaso de agua, pintado por E n g u í -
danes, y el retrato de g r a n m é r i t o de una persona
desconocida, por Teniers.

Nula de Toi*tilIonc«.

B u q u e p i n t ó el techo, y las paredes, colgaduras


y taburetes son de raso azul celeste con flores b l a n -
cas. H a y en ella cuatro vistas del Real sitio de A r a n -
102
j u e z hechas por B r a m b i l l a , é i g u a l n ú m e r o de c u a -
dros en porcelana.

Sala de Japeli.

L l e v á o s t e nombre por haber sido ól quien p i n t ó


ül techo, y tiene colocadas en,las paredes, que son de
raso blanco, como las colgaduras y banquetas, tres
vistas d e A r a n j u e z ; dos de Solan deCabras (nombre de
u n valle de l a provincia de C u e n c a , m u y cerca de B e -
teta, donde h a y unos b a ñ o s minerales y fué sitio
R e a l ) , y una de los b a ñ o s de la Isabela.
Por un pasillo abierto, formado por cuatro c o l u m -
nas d ó r i c a s de piedra b e r r o q u e ñ a sosteniendo el c o -
bertizo de p i z a r r a , se c o m u n i c a el cuerpo p r i n c i p a l
con otro departamento que contiene las habitacioues
siguientes:

Sala de las logias.

E l techo es p i n t u r a de P é r e z , y de raso verde las


paredes, colgaduras y taburetes. E n marcos con
cristales h a y colocadas 3 5 estampas perfectamente
grabadas é Iluminadas, que reproducen las famosas
logias de Rafael de U r b i n o .

Sala azul.

Se l l a m a así por ser del mismo color el rafio de


las paredes, colgaduras y banquetas. E l techo e s t á
pintado por P é r e z , y contiene 35 cuadritos p e q u e ñ o s
103
ú l a aguada, que representaa historias del Nuevo
Testamento, ejecutados sobre vitela por W i v f m v e l .

S a l í i lereera.

E l techo, como la anterior; el raso de las paredes


es de color de c a ñ a ; h a y 14 l á m i n a s con sus marcos
de l a colección de logias de liafuel, y otros grabados.

Sala aparador.

E l techo e s t á pintado por D . Felipe López; el p a -


vimento es de m á r m o l e s , y en medio h a y una mesa
sostenida por 16 columnas de madera ñ u a , de ó r d e n
corintio. E l tablero por la parte superior es de m á r -
moles y jaspes embutidos, y por la inferior de u n
minucioso trabajo hecho en madera de doradillo y
bronce, que se reproduce en unos espejos que hay
debajo. A l rededor de las paredes corre uua estan-
t e r í a de caoba, de orden corintio, formando grandes
escaparates, cerrados con cristales de una pieza, y
en olios hay colocada una vajilla de cristal de r o c a ,
regalada á Fernando V I I por A g u a d o ; un templete
de alabastro con el busto de Fernando V I I , y seis
jetrrones c o m p a ñ e r o s con otros objetos propios del
uso á que e s t á destinada esta sala.
Todas las habitaciones anteriores tieuen mesas,
espejos, a r a ñ a s (de estas las h a y de mucho m é r i t o )
y otros muebles que no se describen por la brevedad,
y por ser cosas m u y conocidas. .
104

Casino del Infante ó Casa de A r r i b a .

E s t á situada en un alto á l a parte de Pouiente1


del Monasterio, y es de u n solo cuerpo cuadrado l a -
brado en piedra b e í r o q u e ñ a . Se c o n s t r u y ó al m i s n ^
tiempo que la de Abajo, á expensas del Infante Don
G a b r i e l , y e s t á adornada con sencillez. Solo tiene de-
notable u n barquichuelo trabajado con admirable d e -
licadeza y finura en madera de boj por D . F . I s e r n ,
n a t u r a l de M a t a r ó . L a sala del centro de l a casa es
de m u c h o gusto, y en medio tiene sobre un velador,
y bajo un templete de bronce u n reloj de esfera de
buena c o n s t r u c c i ó n y m é r i t o . P o r la parte e x t e r i o r
e s t á rodeado de p e q u e ñ o s jardines y bosque.
NOTA. A l hacer la d e s c r i p c i ó n del P a n t e ó n de
Infantes se dijo que era l a ú n i c a cosa del Monaste-
rio y P a l a c i o del Escorial que no c o r r e s p o n d í a á l a
grandeza de lo d e m á s . E n u n edificio donde nada OÍ!
p e q u e ñ o ; donde todo es suntuosidad y m a g n i f i c e n -
c i a , era u n a necesidad reconocida por todos los que
han visitado la grande obra de Felipe II el cons-
t r u i r otro, si no tan rico como el P a n t e ó n de los R e -
y e s , d i g n o al menos del rango de las personas que
h a n de ocuparlo. A este fin, el 7 de M a y o de 1 8 6 2
comenzaron las obras para levantar u n nuevo y l u -
joso P a n t e ó n de Infantes, d i r i g i d a s por el entendido
arquitecto S r . L e m a y ejecutadas en preciosos m á r -
moles por el inteligente escultor D . Ponciano P o n -
zano; pero se suspendieron aquellas el 6 de Octubre
de 1 8 6 8 , cuando la i i e i u a D o ñ a Isabel 11 de B o r -
bon habia dejado á E s p a ñ a á consecuencia de l o »
105
acoDíecimientos políticos que tuvieron l u g a r á fines
tie Setiembre del mismo a ñ o .
L á s t i m a seria que d e s p u é s del mucho dinero que
m h a inyertido durante los seis años de trabajos con-
secutivos, y del rico material que h a y preparado,
n o se l l e v a r a á cabo tan preciosa obra.

Mucho ha padecido el Monasterio del E s c o r i a l con


l o s i n c e n d i o s . E l l . 0 d e Octubre de 1 8 7 2 , entre once y
doce de l a noche, ha vuelto por la s é t i m a vez á ser presa
de las l l a m a s , producidas por una chispa e l é c t r i c a
que c a y ó sobre l a fachada del Colegio en la parte oc-
d i d e n t a l del edificio per el patio de los Reyes, p r o -
p a g á n d o s e hacia la Biblioteca y parte alta del C o l e -
g i o , hasta Palacio. L a torre esquina del Seminario y
l a grande lucerna del Colegio se desplomaron c o n -
vertidas en un v o l c a n , y a l hundirse c a y ó con tal
fuerza que l a bola y l a cruz de hierro q u e d ó enter-
rada algunos metros dentro del suelo. A q u e l l a torre
tenia mas de 200 piés de e l e v a c i ó n . Merced á u n a
pared con corta fuegos, que h a y por l a -parte de las
a n t i g u a s cocinas de Palacio y á expensas de grandes
esfuerzos, se l o g r ó aislar aquella parte del edificio.
L a s llamas amenazaban destruir la Biblioteca, en
donde se encerraban 1 4 . 8 0 0 v o l ú m e n e s y r a r í s i m o s
manuscritos de un valor inestimable; y todos comen-
zaron á s a c a r l o s preciosos objetos que contenia, d i -
r i g i d o s por los bibliotecarios Sres. Fuentes y C o r -
dero y el restaurador del Monasterio D . F r a n c i s c o
V i c e n t e P e ñ a r a n d a ; y fué tal la actividad y abnega-
c i ó n con que trabajaron, que en solo dos horas h a -
b l a n salvado aquel rico tesoro.
m
VA pueblo entero del E s c o r i a l , hombres, mujeres
y n i ñ o s trabajaban con a f á n , cada c u a l s e g ú n sus
fuerzas, para combatir el voraz incendio; pero todos
sus esfuerzos eran infructuosos porque no contaban
con otros ú t i l e s que una bomba que habia en el s i t i o ,
y las herramientas de la escuela de montes. S u a n -
g u s t i a se aumentaba cada vez m á s al ver que se r e -
tardaban los auxilios pedidos con u r g e n c i a y p r e -
m u r a á Madrid por el t e l é g r a f o , los cuales con e x t r a -
ñ e z a de todos no llegaron hasta las siete de l a m a -
ñ a n a . Tampoco se concibe c ó m o en u n monumento
tan castigado por los incendios y donde tanto se h a
gastado para enriquecerlo y conservarlo»1 no h a y a
m á s que una. simple bomba y no se h a y a dotado de
para-rayos.
A las cinco do la tarde del siguiente d i a HegtS
por fifi á dominarse el incendio con los socorros l l e -
gados de Madrid y l a presencia de algunas a u t o r i -
danos y tropas de Ingenieros.
No solo en E s p a ñ a sino t a m b i é n en el extranjera
h» prcocupndo tanto este siniestro del E s c o r i a l , que
los amantes do las bellas artes y de las ciencias se
han apresurado á poner en juego el t e l é g r a f o para
enterarse do la suerte que habia cabido á los i n e s t i -
mables tesoros acumulados allí en el trascurso de
cerca de cuatro siglos.
Se trabaja con actividad en las obras de r e p a r a -
ción de los desperfectos, y es de esperar que desapa-
r e c e r á n pronto las huellas de este desastre.
A h o r a es la o c a s i ó n t a m b i é n do realizar l a obra
del P a n t e ó n do Infantes suspendida hace cuatro
a ñ o s con m e n g u a de los encardados de conservar t a n
107
grandioso monamento, grloria de E s p a ñ a , y darle
mas realce.

Incendios del Escorial.

Felipe I I . — E l 21 de J u l i o de 1 5 7 7 . C o m e n z ó
« n t r e once y doce de l a noche. Por c h i s p a o l é c t r i c n .
Cárlos I I . — E l 7 de J u n i o de 1 6 7 1 , á las tres de
la tarde. Por el incendio de una chimenea. D u r ó
q u i n c e dias.
' Felipe V. — E n l a noche del 5 de Setiembre de
1 7 3 2 . Por chispa e l é c t r i c a . Hasta el dia siguiente no
se declaro el fuego.
Felipe V. — A fines de Agosto de 1 7 4 4 . P o r e l e c -
tricidad,
Cárlos I I I . — E l d i a 8 de Octubre de 1 7 6 5 . P o r
descuido de u n a planchadora.
Fernando V I I , — E n el ano de 1826.
Amadeo I . — E l diñ 1 . ' d e Octubre de 1 8 7 2 . Por
electricidad.

E n tiempo de F e l i p e I V los rayos destruyeron


dos chapiteles de las torres: el uno en 1 6 4 2 , y el
otro en 1 6 5 0 , pero s i n consecuencias. Este Monarca
costeó l a r e e d i f i c a c i ó n .
E l d i a 1.° de Noviembre de 1 7 5 5 , reinando P'er-
nando V I , o c u r r i ó el terrible terremoto que d e s t r u -
y ó l a c i u d a d de L i s b o a , el c u a l se dejó sentir t a m -
b i é n en el E s c o r i a l .

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