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DERECHO
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Principio de proporcionalidad
I. CONSTITUCIÓN Y PROPORCIONALIDAD
La Constitución, como norma fundamental de un Estado democrático
tiene particular importancia en el proceso penal, específicamente en la prisión
preventiva que es la expresión más violenta de intervención del Estado(1) en la
libertad de un ciudadano a quien se presume inocente. Al respecto, la prisión
preventiva expresa una crítica tensión entre el Estado y el individuo, en la que
se pueden encontrar vinculaciones de carácter político-constitucional. Siendo
así, comprender el problema constitucional de la prisión preventiva es asumir
el dato real de que la prisión preventiva es una forma violenta de afectación
del derecho fundamental a la libertad, pues la imposición de prisión preven-
tiva constituye una privación radical de este derecho fundamental(2).
La prisión preventiva no puede ser resuelta con solo lógica subsuntiva,
sino aplicando necesariamente el correctivo constitucional del principio de
(*) Juez superior de la Corte Superior Especializada en Delitos de Criminalidad Organizada y de Corrup-
ción de Funcionarios. Docente de la Universidad Nacional de San Agustín.
(1) Se entiende como una de las medidas más violentas, aparentemente legitimadas por su previsión
normativa. No hay que soslayar las otras formas de intervención violenta del Estado, más allá de los
márgenes de la ley, que son las más y respecto de las cuales no es posible su control.
(2) “En la medida en que los derechos fundamentales se han convertido en un límite tanto de la ley como
del ejercicio ilegítimo de otro derecho fundamental, la jurisprudencia constitucional comparada ha
identificado tres elementos”. Landa Arroyo, César. Anuario de Derecho Penal 2005. Interpretación
Constitucional y Derecho Penal. Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 2006, p. 91.
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(3) Es interesante el punto de vista de Mendoza Escalante, en cuanto refiere que “todo razonamiento
presenta una estructura de ‘deducción’ y, desde esa perspectiva, representa una forma de ‘subsunción’.
El establecimiento o la formación de las correspondientes premisas puede haberse efectuado solo a
través de operaciones de ‘subsunción’ o solo por medio de ‘ponderación’ o, combinando ambas; sin
embargo, el ‘encasillamiento’ de un hecho −el caso− en las premisas así establecidas representan una
estructura de subsunción”. Mendoza Escalante, Mijaíl. Conflictos entre derechos fundamentales,
expresión, información y honor. Palestra, Lima, 2007, p. 94.
(4) En esta línea, el Tribunal Constitucional ha señalado en el Expediente N° 0003-2005-AI, del 9 de
agosto de 2006, fundamento jurídico 225, que: “La intervención en el ámbito prima facie protegido
por un derecho fundamental, no obstante, no se constituye como una violación. Los derechos pueden
ser limitados; sin embargo, para que una limitación no devenga en una violación constitucionalmente
prohibida, es preciso que la intervención se encuentre justificada. La justificación constitucionalmente
necesaria de una intervención en el ámbito de un derecho fundamental, depende del régimen jurídico al
que el derecho limitado se encuentre sujeto. En el caso de la libertad física, intervenido con la eventual
aplicación de la pena contemplada en la disposición impugnada, esa justificación debe absolverse desde
una doble perspectiva”.
(5) En esa línea, el Código Procesal Penal regula en su artículo 253, inciso 2, expresamente que: “[L]a
restricción de un derecho fundamental requiere expresa autorización legal, y se impondrá con respeto
al principio de proporcionalidad y siempre que, en la medida y exigencia necesaria, existan suficientes
elementos de convicción”.
(6) Cáceres Julca señala, refiriéndose al principio de proporcionalidad, que “la finalidad apunta a consagrar
principios, derechos o valores fundamentales consagrados en la Constitución, por lo que es necesario
examinar si existe una correspondencia entre los medios utilizados y el fin que se persigue”. Cáceres
Julca, Roberto. Las medidas de coerción procesal. Idemsa, Lima, 2006, p. 39.
(7) En efecto, es frecuente que encontremos este principio implícitamente consustanciado en otros prin-
cipios.
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(16) No obstante, el predominante paleopositivismo obtura sus sentidos y niega lo que está puesto en el
Código Procesal Penal.
(17) El artículo I contiene el principio de la justicia penal, el artículo II la presunción de inocencia, el artículo
III la interdicción de la persecución múltiple, el artículo IV el titular de la acción penal, el artículo V
la competencia judicial, el artículo VI la legalidad de las medidas limitativas de derechos, el artículo
VII la vigencia e interpretación de la ley procesal penal, el artículo VIII la legitimidad de la prueba,
el artículo IX el derecho de defensa, y el artículo X la prevalencia de las normas de este título.
La referencia a los principios es expresa: principio de igualdad procesal, artículo I del Título Prelimi-
nar; principio de interdicción de la persecución múltiple, artículo III del Título Preliminar; principio
de oportunidad, artículo 2 del Código Procesal Penal; principio de proporcionalidad, artículo 252 del
Código Procesal Penal; principios del juicio oral: oralidad, publicidad, inmediación y contradicción
de la actuación probatoria, artículo 356 del Código Procesal Penal, etc.
(18) Artículo X del Título Preliminar del Código Procesal Penal: Prevalencia de las normas de este título
“Las normas que integran el presente Título prevalecen sobre cualquier otra disposición de este Código.
Serán utilizadas como fundamento de interpretación”.
(19) Artículo VIII del Título Preliminar del Código Procesal Penal: Legitimidad de la prueba
“(…) 2. Carecen de efecto legal las pruebas obtenidas, directa o indirectamente, con violación del
contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona”.
(20) Artículo 150 del Código Procesal Penal: Nulidad absoluta
“No será necesaria la solicitud de nulidad de algún sujeto procesal y podrá ser declarados aun de oficio,
los defectos concernientes:
(…) d) A la inobservancia del contenido esencial de los derechos y garantías previstos por la Consti-
tución”.
(21) Artículo 253 del Código Procesal Penal
“(…) 3. La restricción de un derecho fundamental requiere expresa autorización legal, y se impondrá
con respeto al principio de proporcionalidad y siempre que, en la medida y exigencia necesaria, existan
suficientes elementos de convicción”.
(22) Artículo 139, inciso 9 de la Constitución Política del Estado.
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cargan de contenido a las reglas. Por lo que, sin los estándares configurados
por estos principios, el texto interpretativo es susceptible de manipulación y
de ser cargado de contenido autoritario.
1. Proporcionalidad positivada
El sedicente paleopositivismo pretende negar la operatividad de los prin-
cipios, y su centro de ataque y fuego es la operatividad del principio constitu-
cional de proporcionalidad en las decisiones judiciales que restringen el dere-
cho a la libertad (detención preliminar, prisión preventiva, etc.). Sin embargo,
este principio central está “puesto”(25), regulado de manera expresa en el último
párrafo del artículo 200, inciso 6 de la Constitución, por tanto, como norma
jurídica su eficacia es directa e imperativa. Este dispositivo constitucional pre-
cisa que:
“Cuando se interponen acciones de esta naturaleza en relación con dere-
chos restringidos o suspendidos, el órgano jurisdiccional competente exa-
mina la razonabilidad y la proporcionalidad del acto restrictivo. No
corresponde al juez cuestionar la declaración del estado de emergencia
ni de sitio”.
Su desarrollo legal para el proceso penal, parte del artículo 253 del Código
Procesal Penal y como norma jurídica es imperativa. La estructura de esta regla
conforma un supuesto de hecho, un efecto jurídico y el nexo lógico entre ambos.
Así, los primarios positivistas, consecuentes con su posición, no pueden negar
su existencia puesta como Derecho(26). Al respecto, este dispositivo precisa que:
1. “Los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución y los
Tratados relativos a Derechos Humanos ratificados por el Perú, solo
podrán ser restringidos, en el marco del proceso penal, si la ley lo
permite y con las garantías previstas en ella.
(25) “El principio de proporcionalidad es un principio general del derecho expresamente positivizado, cuya
satisfacción ha de analizarse en cualquier ámbito del derecho. En efecto, en nuestro ordenamiento jurí-
dico, este se halla constitucionalizado en el último párrafo del artículo o 200 de la Constitución. En su
condición de principio, su ámbito de proyección no se circunscribe sólo al análisis del acto restrictivo
de un derecho bajo un estado de excepción, pues como lo dispone dicha disposición constitucional,
ella sirve para analizar cualquier acto restrictivo de un atributo subjetivo de la persona, independien-
temente de que aquel se haya declarado o no. Y las penas, desde luego, constituyen actos que limitan
y restringen esos derechos de la persona” (Justificación de la existencia normativa del principio de
proporcionalidad, STC No 0010-2002-AI, fundamento jurídico 195).
(26) Si el Derecho es la ley o los Códigos, entonces, no pueden negar que la proporcionalidad está regulada.
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(27) Pese a que la restricción de un derecho fundamental requiere expresa autorización legal se crearon
extrañas figuras como la “ampliación del plazo de prisión preventiva”, “prórroga de prisión preventiva”,
por la comodidad que supone encerrar a “delincuentes” marginales de quienes nadie reclamaría.
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(28) Las características definidoras del supuesto de hecho procesal están previstas en la ley.
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(31) “(…) así como el debido proceso es distorsionado formalmente cuando se contravienen los derechos
y principios de quien es procesado judicial, administrativa o corporativamente, (hipótesis que por
cierto, también ha ocurrido en el caso de autos) dicho atributo es igualmente distorsionado, empero,
en términos materiales o sustantivos, cuando como en el presente caso, no hay coherencia entre la
infracción cometida y la sanción adoptada”. Esta es la invocación del principio de proporcionalidad
como prohibición de exceso en la imposición de una sanción en el ámbito administrativo y como
expresión sustantiva del debido proceso, hecha en la STC N° 0408-1997-AA, fundamento jurídico 4.
(32) Los extravíos llevan a pretender subsumir un hecho en un dispositivo y no en el tipo.
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(33) Se trata de un argumento con apariencia de verdadero con el que se quiere convencer a alguien de algo
que es falso. Normalmente no se realiza con intención de engañar, sino de convencer.
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otros derechos como la extinción de la vida del imputado. Pero, ¿cómo se deter-
mina esa intensidad negativa?, la respuesta es que solo a través de la aplicación
del principio de proporcionalidad, considerando los dos aspectos a ponderar.
La estructural selectividad del poder punitivo, por lo general, afecta a las
personas más vulnerables, donde la irracionalidad selectiva del poder puni-
tivo operará fenoménicamente seleccionando personas por su estereotipo;
ello lleva a una selección −en automático− de hombres jóvenes de barrios
marginales y con determinadas características raciales, etc. Esa cuota de
abierta discriminación resta contenido a la prisionización preventiva de las
personas que reúnen las características del estereotipo. La espiral de desper-
sonalización, como consecuencia concomitante de la prisionización, estig-
matiza al seleccionado y refuerza simplonamente el estereotipo, imponiendo
sin proporcionalidad la prisión preventiva, solo por tener esas características
del estereotipo normalizado como peligroso. Así, con la concreción de estos
dos aspectos definidos, se opera con el test de proporcionalidad. Es así que
esta tensión entre la libertad del imputado y la eficacia de la pretensión puni-
tiva da lugar a un conflicto iusfundamental.
(34) “El test de razonabilidad es un análisis de proporcionalidad que está directamente vinculado con el
valor superior justicia; constituye, por lo tanto, un parámetro indispensable de constitucionalidad para
determinar la actuación de los poderes públicos, sobre todo cuando esta afecta el ejercicio de los dere-
chos fundamentales”. (Vinculación estrecha entre el valor justicia y el principio de proporcionalidad,
STC N° 0050-2004-AI, fundamento jurídico 109).
(35) “(…) la gravedad del control penal, es decir, el modo tan directo y personal del ejercicio de la violencia
estatal que él significa, impone que solo se le considere en última instancia”. Bustos Ramírez, Juan.
Manual de Derecho Penal español. Parte general. PPU, Barcelona, 1984, p. 49.
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(36) La doctrina alemana, con relación al principio de proporcionalidad (Grundsatz der Verhältnismässi-
gkeit), dispone que debe existir una adecuación entre la utilización de un determinado medio y el fin
con el que aquel pretende alcanzarse.
(37) En esa línea, Gonzáles Cuéllar citado por Cáceres Julca, señala que consiste en “(…) determinar cuál es
el fin perseguido por la injerencia, pues si dicho fin es ilegítimo o irrelevante, cualquier otra finalidad
habrá de reputarse de antemano inadmisible por ser absolutamente arbitraria”. Cáceres Julca, Roberto.
Las medidas de coerción procesal. Idemsa, Lima, 2006, p. 45.
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(38) “[E]l principio de idoneidad constituye un criterio de carácter empírico, inserto en la prohibición
constitucional de exceso, que hace referencia, tanto desde una perspectiva objetiva, como subjetiva a
la causalidad de las medidas en relación con sus fines y exige que las injerencias faciliten la obtención
del éxito perseguido en virtud de su adecuación cualitativa, cuantitativa y de su ámbito subjetivo de
aplicación”. Cáceres Julca, Roberto. Las medidas de coerción procesal. Idemsa, Lima, 2006, p. 44.
(39) Cianciardo, Juan. El principio de razonabilidad. Ábaco, Buenos Aires, 2004, p. 62.
(40) De manera recurrente se pervierte un fin constitucional en el de la prisión preventiva. En efecto, esta
se dicta como un adelanto de punición, sin embargo, el Tribunal Constitucional ha señalado que “(…)
toda detención provisional tiene como última finalidad asegurar el éxito del proceso. No se trata de una
medida punitiva (…) por cuanto ello implicaría quebrantar el principio constitucional de presunción
de inocencia (…)”. (Expediente N° 0020-2004-HC/TC).
(41) Sin embargo, procesalmente pueden presentarse otros supuestos de restricción o limitación de derechos
fundamentales, como la prisión preventiva, en los que la evaluación tiene que realizarse permanente-
mente, dado que se encuentra sometida a la regla del rebus sic stantibus (variabilidad).
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2. Necesidad
Para que la injerencia en la libertad del imputado −con la prisión pre-
ventiva− sea necesaria, no debe existir otro medio alternativo más benigno
con igual idoneidad para alcanzar el objetivo cautelar(42). Para tal fin, se rea-
liza una comparación de la prisión preventiva con otros medios coercitivos
previstos en el Código Procesal Penal, y si hay un medio coercitivo alter-
nativo, con menor grado de injerencia en la libertad del imputado, y este
también es idóneo para el fin de evitar el riesgo de fuga u obstrucción de
la justicia, entonces, no es necesaria la imposición de la prisión preventiva.
Siendo así, la imposición de la prisión preventiva debe ser excepcionalmente
necesaria porque no existen otras medidas alternativas igualmente idóneas.
Al respecto, el Código Procesal Penal regula otras medidas coerciti-
vas alternativas a la prisión preventiva que pueden cumplir la misma fun-
ción cautelar. Estas medidas alternativas son la comparecencia con restric-
ciones prevista en el artículo 287 del Código Procesal Penal(43). La variedad
de restricciones(44) que regula este dispositivo, puede ser idónea para conju-
rar los riesgos de fuga u obstaculización. En ese sentido, la inteligente apli-
cación de una comparecencia con una o más restricciones puede obtener
mejores resultados que acudir de manera torpe a la medida de prisión pre-
ventiva. De este modo, cada regla de conducta restrictiva de derechos debe
ser adecuada al caso concreto, considerando el hecho atribuido y al impu-
tado(45). Otra medida eficaz para mitigar el riesgo de fuga o de obstaculiza-
ción es la comparecencia con caución(46), la cual resulta eficaz en tanto su
(42) La doctrina alemana suele hacer una distinción entre el principio de necesidad y el de proporcionalidad
(Grundsatz der Erforderlichkeit). El primero, exige que al haber varios medios posibles adecuados para
alcanzar el fin perseguido, sea utilizado aquel que conlleve las menores consecuencias desfavorables
para el particular.
(43) “Artículo 287.- La comparecencia restrictiva
1. Se impondrán las restricciones previstas en el artículo 167, siempre que el peligro de fuga o de
obstaculización de la averiguación de la verdad pueda razonablemente evitarse.
(44) 2. El juez podrá imponer una de las restricciones o combinar varias de ellas, según resulte adecuada al
caso, y ordenará las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de las restricciones impuestas
al imputado (…)”.
(45) Pero, los jueces incurren con frecuencia en la imposición de las reglas generales como la prevista en
el artículo 287, inciso 2 del Código Procesal Penal (“La obligación de no ausentarse de la localidad en
que reside, de no concurrir a determinados lugares, o de presentarse a la autoridad en los días que se
le fijen”) sin precisar a qué localidad se refiere o no se determinan los lugares a los que no concurrirá
el imputado. Con ese tipo de restricciones generales y abstractas, en realidad no se restringe nada y el
peligro de fuga u obstaculización siguen inminentes.
(46) “Artículo 289 La caución
1. La caución consistirá en una suma de dinero que se fijará en cantidad suficiente para asegurar que
el imputado cumpla las obligaciones impuestas y las órdenes de la autoridad (…)”.
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(47) “Consiste en una comparación entre el grado de realización u optimización del fin constitucional y la
intensidad de la intervención en el derecho. La comparación de estas dos variables ha de efectuarse
según la denominada ley de ponderación: ‘cuanto mayor es el grado de la no satisfacción o de la afec-
tación de un principio, tanto mayor tiene que ser la importancia de la satisfacción del otro’. Como se
aprecia, en la ley están presentes los dos elementos: la afectación –o no realización– de un principio
y la satisfacción –o realización– del otro del otro.
Se establece así una relación directamente proporcional según la cual: cuanto mayor es la intensidad
de la intervención o afectación del derecho, tanto mayor ha de ser el grado de realización u optimiza-
ción del fin constitucional. Si esta relación se cumple, entonces, la intervención en el derecho habrá
superado el examen de la ponderación y no será inconstitucional; por el contrario, en el supuesto de
que la intensidad de la afectación en el derecho sea mayor al grado de realización del fin constitucional,
entonces, la intervención en el derecho no estará justificada y será inconstitucional” (STC N° 0045-
2004-AI).
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1. Aproximaciones
El grado de configuración de un Estado de Derecho tiene como epicentro
la prisión preventiva, pues en esta se pone en tensión al Estado y al individuo,
concretamente, a la capacidad que tiene el primero para controlar los desbor-
des inquisitivos y autoritarios de funcionarios judiciales que aplican la prisión
preventiva según sus pareceres. De hecho ese conflicto iusfundamental solo
podrá ser resuelto aplicando el principio de proporcionalidad como método de
producción de razones que, exteriorizadas en la justificación de la resolución,
fundan una prisión preventiva.
El Acuerdo Plenario N° 01-2019/CIJ-116, en general, es un compendio
actualizado de los conceptos vinculados a la prisión preventiva y, de modo par-
ticular, de los relacionados al principio de proporcionalidad que encontramos
recogidos en los fundamentos jurídicos 15 al 23, que son una suerte de apro-
ximación clasificatoria pero que no oriente alguna operatividad.
El referido acuerdo plenario precisa cuatro notas características de la pri-
sión preventiva, las cuales son: i) la excepcionalidad; ii) la legalidad procesal;
iii) el principio de intervención indiciaria; y, iv) el principio de proporcionali-
dad. Sobre este último, sus implicancias conceptuales son desarrolladas a par-
tir del fundamento jurídico 15.
Estas notas características de la prisión preventiva se encuentran interco-
nectadas. Así, por ejemplo, el principio de proporcionalidad que comprende
a la motivación especial como requisito extrínseco está directamente vincu-
lado a la nota característica de la intervención indiciaria. Siendo así, cuando
el acuerdo plenario hace referencia al principio de intervención indiciaria, es
decir, al fumus delicti comissi, usa términos superlativos para connotar la inten-
sidad, como: “sospechas vehementes o fuertes”. Pero, la operatividad de los
indicios también está vinculada al peligrosismo procesal.
Se cita a nueve autores y sus obras(51), lo cual muestra el rigor bibliográ-
fico y descriptivo del acuerdo plenario. Así también, se reproducen conceptos
(51) Ramos Méndez, Francisco. Enjuiciamiento criminal, duodécima lectura constitucional. Ediciones
Atelier, 2016, p. 340; Neyra Flores, José. Tratado de Derecho Procesal Penal. Tomo II. Idemsa, Lima,
2015, p. 163; Rubio Correa, Marcial. La interpretación de la Constitución según el Tribunal Constitu-
cional. Pontificia Universidad Católica del Perú - Fondo Editorial, Lima, 2005, p. 251; Barona Vilar,
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Silvia y Cubas Villanueva, Víctor. El nuevo proceso penal. 2ª edición. Palestra, Lima, 2015, p. 438;
Pujadas Tortosa, Virginia. Teoría general de las medidas cautelares penal. Marcial Pons, Madrid,
2008, pp. 140-142; González-Cuéllar Serrano, Nicolás. Proporcionalidad y derechos fundamentales
en el proceso penal. Colex, Madrid, 1990, p. 69; Miranda Estrampes, Manuel. La prueba en el proceso
penal acusatorio. Juristas Editores, Caro & Asociados y CEDPE, Lima, 2012, pp. 163-169; y, Serrano
Maillo, Isabel. “El derecho a la libertad y la prisión provisional”. En: UNED, Anuario de la Escuela
de Práctica Jurídica. N° 1, 20016, Madrid, pp. 2 y 11.
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jurídico considera como componente del Derecho además de a las reglas a los
principios(52).
Los principios pueden ser conceptualizados como “mandatos de optimi-
zación”, esto es, como imperativos a cumplir, en cuya práctica puede presen-
tarse una situación de conflicto iusfundamental que solo podrá ser resuelta a
través del principio de proporcionalidad.
2. Presupuestos y requisitos del principio de proporcionalidad
El acuerdo plenario cita a Gonzáles-Cuéllar Serrano (1990), exigiendo
así la observancia y cumplimiento de los presupuestos y requisitos de la pri-
sión preventiva. En efecto, el acuerdo plenario presenta cuatro notas caracte-
rísticas centrales: i) legalidad, –fundamento jurídico 13–; ii) proporcionalidad
–fundamento jurídico 15–; iii) intervención indiciaria –fundamento jurídico
14–; y, iv) excepcionalidad –fundamento jurídico 8–.
a. Presupuestos
Estos son: i) legalidad procesal y ii) justificación teleológica; no obstante,
su clara exigencia y los desbordes han sido frecuentes; así, se llegó a crear judi-
cialmente la figura de la “ampliación” del plazo de prisión preventiva, con vul-
neración al presupuesto de legalidad procesal por ausencia de base legal. Lo
mismo sucedió con la tipicidad de la imputación como objeto del debate en la
audiencia de prisión preventiva, a pesar de que el artículo 268 del CPP esta-
blece con claridad el presupuesto de “fundados y graves elementos de convic-
ción de la comisión de un delito”, lo que presupone una imputación típica. Pero,
el aspecto más crítico es el referido al presupuesto de la justificación teleoló-
gica, pues no obstante que la prisión preventiva tiene como finalidad solo con-
jurar el peligro procesal; sin embargo, desde un contexto de explicación, este
presupuesto de justificación teleológica opera solo como cobertura para otros
fines espurios como la pena anticipada, temor a la presión mediática, etc.
b. Requisitos
Se exige cumplir con los requisitos: i) extrínsecos, e ii) intrínsecos. Con
relación a los requisitos extrínsecos, la jurisdiccionalidad es central, empero
en algunos casos la práctica del “copiado y pegado” de los fundamentos del
requerimiento fiscal es una forma de negarla.
(52) Es suficiente con dar lectura al catálogo de principios previstos en los artículos 2 y 139 de la Consti-
tución Política.
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(53) Por conocimiento experto abarcamos el científico, tecnológico, técnico, artístico, pero con la condición
de competencia y destreza en su aplicación.
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(54) Empero, si concurren eventualmente se presenta o postula otra hipótesis alternativa que también tenga
la capacidad de explicar con plausibilidad los elementos de juicio, por lo que, entonces, no es posible
afirmar gravedad de los elementos de “convicción”.
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IX. BIBLIOGRAFÍA
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