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CENTRO UNIVERSITARIO DE ESTUDIOS DE LA SALUD DE

AGUASCALIENTES.
Licenciatura en Médico Cirujano.
Nombre: Sergio Ulises Aguayo Beltran.
Grupo: 3°B.
Propedéutica Médica.

Titulo original del artículo: ¡Cuidado con el lenguaje!, Malos usos y neologismos
en Comunicación Clínica.
Nombre del autor: A. M. Luks, Z.D Goldberger.
Lugar de trabajo del autor: División de Pulmonar Cuidados Críticos y Sueño
Medicina, Departamento de Medicina, Universidad de Washington, Seattle.
Abreviatura Internacional de la revista: JAMA Internal Medicine.
Año, volumen, página inicial y final: Publicado en línea el 2 de noviembre de
2020
Tipo de publicación: artículo de revisión, investigación, reporte de caso,
revisión sistemática y metaanálisis: Artículo de opinión.
Introducción: El presente artículo nos habla de lo importante que es explicarle
todo al paciente de forma y lenguaje que el entienda ya que de lo contrario este
puede darle un contexto erróneo a su padecimiento, haciéndose creer así mismo
que su estado físico se encuentra en peligro. El uso de una jerga entendible para
el paciente facilita que este siga al pie de la letra las indicaciones que el
profesional de salud le da para seguir su tratamiento.
Justificación: Siempre debemos estar al tanto de que nuestras palabras sean de
total comprensión para el paciente, ya que de esto dependerá que el siga las
indicaciones de cuidado correctas para su padecimiento.
Resultados: Quizás los mayores desafíos surgen cuando consideramos cómo
suenan nuestras palabras para los pacientes y sus familias. Muchas de nuestras
elecciones de palabras corren el riesgo de confundir en lugar de aclarar la
condición, el diagnóstico o el tratamiento del paciente.
Discusión: Los pacientes y familiares pueden estar familiarizados con los
términos que usamos en las presentaciones pero no con su uso fuera del contexto
tradicional ellos podrían preguntarse por qué queremos "explotarlos" con
medicamentos, "mover tirarlos al suelo” cuando una cama les sienta bien, o
referirse a ellos como un “vasculópata” en lugar de una persona con una
enfermedad en particular.
Comentarios y conclusiones: La solución probablemente radica en una
combinación de modelado y retroalimentación. Dado que es probable que aquellos
que buscan unirse a la comunidad médica adopten el lenguaje que ven y
escuchan todos los días durante el entrenamiento, nos corresponde a nosotros
elegir nuestras palabras deliberadamente y con propósito. Necesitamos recalibrar
nuestro lenguaje.
Comentario personal a la publicación: a comunicación afectica va entre el
paciente y el medico debe de ser asertiva, educada y con respeto, basarse en los
principios éticos que nos describe este documento el cual nos hace adquirir una
jerga y poder apoyarnos en esta, para poder tener una mejora en la comunicación
con el paciente o la relación médico – paciente se dé mejor calidez y calidad.
Nombre de quien lo elabora: José de Jesús Rivas Rodríguez
M202100014@cuesa.com.mx

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