You are on page 1of 12

SALA CONSTITUCIONAL 

MAGISTRADO PONENTE: FRANCISCO A. CARRASQUERO LÓPEZ

El 30 de marzo de 2015, la abogada Raiza Vallera León, inscrita en el Inpreabogado bajo el


N° 38.140, actuando como apoderada judicial de la ciudadana LUISA MARGARITA
SUÁREZ, titular de la cédula de identidad N° 8.132.742, presentó ante esta Sala, acción de
amparo constitucional contra la decisión dictada, el 13 de octubre de 2014, por el Juzgado
Superior Noveno en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, que declaró extemporánea la solicitud de
corrección de la sentencia dictada el 28 de mayo de 2014 por el mismo juzgado actuando
con jueces asociados, en el marco del juicio que, por cumplimiento de contrato de opción
de compra venta, incoó la accionante contra el ciudadano Oswaldo Tahán Ramírez.

El 13 de abril de 2015, se dio cuenta en Sala y se designó ponente al Magistrado


FRANCISCO A. CARRASQUERO LÓPEZ.

El 4 de mayo de 2015, la apoderada judicial de la parte actora solicitó se admita la acción


de amparo y se tramite de mero derecho.

Siendo la oportunidad para el pronunciamiento de esta Sala Constitucional, se observa:

DE LA PRETENSIÓN DEL SOLICITANTE 

Como fundamento de su pretensión de amparo alegó la accionante lo siguiente:

Que con ocasión del juicio que, por cumplimiento de contrato de opción de compra,
incoó la ciudadana Luisa Margarita Suárez contra el ciudadano Oswaldo Tahán Ramírez, el
Juzgado Superior Noveno en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, constituido con asociados
dictó, el 28 de mayo de 2014, sentencia definitiva declarando con lugar la demanda y sin
lugar la reconvención.  

Que en la indicada sentencia se incurrió en una “error material” al momento de


identificar a su representada con el número de cédula de su hija, quien no fue parte en el
juicio, motivo por el cual, al percatarse del error, se hizo del conocimiento del juzgado
superior solicitando la corrección a los fines de los efectos “erga omnes” y cumplir con la
ejecución de la sentencia y el respectivo registro inmobiliario.  

Que el 13 de octubre de 2014, el Juzgado Superior Noveno en lo Civil, Mercantil,


Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas
negó la solicitud de corrección por extemporánea, expresando que tal negativa formaba
parte integrante de la sentencia definitiva y ese mismo día remitió el expediente al tribunal
de la causa, Juzgado Undécimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la
misma Circunscripción Judicial, para su ejecución. 

Que la negativa de corrección del error material solicitada hace nugatorio e


inejecutable el derecho declarado a su representada, lo cual impide se materialice la tutela
judicial efectiva.

Que como quiera que desde el 13 de octubre de 2014 hasta el 20 del mismo mes y
año (día en que el tribunal de la causa recibió el expediente) su representada no tuvo acceso
al expediente, por lo que era desconocido el contenido del auto que negó la solicitud
formulada, fue el 24 de octubre de 2014, que anunció recurso de casación ante el tribunal
de la primera instancia. En este sentido, sostuvo que siendo que el auto dictado el 13 de
octubre de 2014, fue declarado como parte integrante de la sentencia definitiva, por vía de
consecuencia, su representada tenía contra la decisión los mismos recursos que contra la
sentencia definitiva, por lo cual, la remisión del expediente al tribunal de la causa el mismo
día en que se desechó la solicitud de corrección, le impidió ejercer el recurso de casación.

Que, el 29 de octubre de 2014, el Juzgado Undécimo de Primera Instancia en lo


Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, con motivo del anuncio de casación anunciado, remitió la
solicitud al juzgado superior con el N° AH1B-V-2002-000094.  

Que el contenido de la decisión por la cual se resolvió la solicitud “no se pudo


conocer sino hasta el 11 de noviembre de 2014, porque NO se tuvo acceso al físico del
expediente, se mantuvo en transición del prenombrado Juzgado Superior al Tribunal de la
causa y seguidamente devuelto mediante Oficio elaborado con fecha 31 de octubre de
2014, al indicado Juzgado Superior, por faltar una firma de un auto, según información
que se obtuvo por el sistema jurídico 2000, por la OAP (Oficina de Atención al Público),
por el alguacilazgo, y por el personal del archivo de los Tribunales de primera instancia
civil”.

 
Que el pronunciamiento del Juzgado Superior Noveno en lo Civil, Mercantil,
Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas
fue injusto al negar la corrección del “error material” cometido al identificar a su
representada con un número de cédula que no le pertenece y, además, declarar esa negativa
como parte integrante de la sentencia, lo que hace nugatoria el derecho declarado a favor de
su mandante en sentencia dictada el 28 de mayo de 2014 y por vía de consecuencia,
inejecutable la sentencia. En este sentido, denunció que el Juzgado denunciado como
agraviante actuó con extralimitación de funciones y abuso de autoridad al no hacer la
aclaratoria o ampliación de la sentencia, motivo por el cual solicitó se declare la violación
de sus derechos constitucionales y se declare con lugar la presente acción de amparo.  

II

DEL ACTO DENUNCIADO COMO LESIVO

El acto denunciado como lesivo lo constituye la decisión dictada, el 13 de octubre de 2014,


por el Juzgado Superior Noveno en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas en los siguientes términos:

 
 “…Al respecto, esta Superioridad observa: 
 
El artículo 252 del Código de Procedimiento Civil establece la procedencia
de la citada figura, cuyo contenido es del tenor siguiente: 
 
‘Artículo 252. Después de pronunciada la sentencia definitiva o la
interlocutoria sujeta a apelación, no podrá revocarla ni reformarla el
Tribunal que la haya pronunciado. 
Sin embargo, el tribunal podrá, a solicitud de parte, aclarar los puntos
dudosos, salvar las omisiones y rectificar los errores de copia, de
referencias o de cálculos numéricos, que aparecieren de manifiesto en la
misma sentencia, o dictar ampliaciones, dentro de los tres días, después de
dictada la sentencia, con tal que dichas aclaraciones y ampliaciones las
solicite alguna de las partes en el día de la publicación o en el siguiente’.
(Resaltado del Tribunal)
 
En esta norma se encuentra contenida la oportunidad en que debe solicitarse
la aclaratoria, estableciendo que la misma es procedente siempre que sea
solicitada por alguna de las partes en el día de la publicación del fallo o en el
día siguiente. 
 
En el caso bajo estudio, se observa que la decisión del 28-05-2014 fue
dictada fuera del lapso de ley, ordenándose la notificación de las partes,
resultando en consecuencia, que el lapso para solicitar aclaratoria debe
computarse a partir de la constancia en autos de la última notificación. 
 
Siendo así, se desprende que en fecha 03-06-2014, la apoderada actora se da
por notificada de la decisión. Luego de diversas actuaciones, el 17-07-2014,
fue consignado en el expediente el cartel de notificación librado a la parte
demandada, por lo que a partir de esta fecha, exclusive, comenzaban a
transcurrir los diez (10) días de despacho para que el accionado se diera por
notificado, lapso que precluyó el 01-08-2014; por lo que es a partir de la
citada fecha, exclusive, cuando comenzó a transcurrir el lapso a que alude el
artículo 252 del Código de Procedimiento Civil, ya que al momento de darse
por notificada la representación accionante, no formuló solicitud alguna.
 
En tal sentido, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en
sentencia N° 1270 del 25-06-2007, señaló lo siguiente: 
 
‘…Sobre el alcance de la norma transcrita, ya esta Sala se ha pronunciado en
sentencia N° 1.599 del 20 de diciembre de 2000 (caso: ‘Asociación
Cooperativa Mixta La Salvación, R.L.’), donde se señaló ‘(...) que el
transcrito artículo 252, fundamento legal de la solicitud de aclaratoria,
regula todo lo concerniente a las posibles modificaciones que el juez puede
hacer a su sentencia, quedando comprendidas dentro de éstas, no sólo la
aclaratoria de puntos dudosos, sino también las omisiones, rectificaciones
de errores de copia, de referencias o de cálculos numéricos que aparecieren
de manifiesto en la sentencia, así como dictar las ampliaciones a que haya
lugar (…)’, señalando en lo que respecta a la oportunidad para realizar dicha
solicitud que ‘(...) la disposición comentada establece que la misma es
procedente siempre que sea solicitada por alguna de las partes en el día de la
publicación del fallo o en el día siguiente’. 
Sin embargo, es de señalar que la condición a la cual alude el artículo en
referencia debe entenderse cuando la sentencia haya sido dictada dentro del
lapso establecido, y que no amerite, por tanto, que la misma sea notificada.
De manera que, lo anterior conlleva a afirmar que en el caso de que la
sentencia haya sido dictada fuera del lapso establecido para ello, las
oportunidades indicadas en el artículo 252 del Código de Procedimiento
Civil, deben entenderse que son el día de la notificación de la sentencia o el
día siguiente al que ésta se haya verificado…’ (Resaltado y subrayado de
esta Alzada) 
 
Así tenemos que desde el 01-08-2014 exclusive, fecha en que precluyó el
lapso para tener por notificado al accionado hasta el 07-10-2014 inclusive,
fecha en que la representación de la accionante solicita la corrección,
transcurrieron CATORCE (14) días de despacho; tal como se desprende de
cómputo practicado en esta misma fecha, por lo que resulta extemporánea la
solicitud de corrección formulada por la Abogado RAYZA VALLERA. ASI
SE DECIDE. 

En otro orden de ideas, tenemos que la decisión dictada el 28-05-2014,


declaró con lugar la apelación ejercida por la parte accionante, quedando
revocado el fallo apelado, haciéndose necesaria la remisión del expediente
en su forma original al Tribunal de la causa por encontrarse vencido el lapso
para la interposición de los recursos pertinentes, a tenor de lo contemplado
en el artículo 522 del Código de Procedimiento Civil, que dispone lo
siguiente:
‘Artículo 522. Si no se anunciare oportunamente el recurso de casación, el
tribunal remitirá los autos inmediatamente al que corresponda la ejecución
de la sentencia. (…) 
 
Tal disposición es clara al disponer que una vez dictado el fallo definitivo o
interlocutorio de la segunda instancia, el expediente debe remitirse al juez a
quo para el cumplimiento de esa sentencia, si no se ha anunciado recurso o si
se ha declarado inadmisible, o en fin, si se ha declarado improcedente el
recurso de hecho contra la negativa del de casación. En consecuencia, si
practicado el cómputo pertinente, se verifica que ha transcurrido el lapso
para el ejercicio de los recursos pertinentes, sin que estos hubieren sido
ejercidos, la sentencia quedará firme y deberá remitirse los autos al juzgado
de primera instancia para su respectiva ejecución. 
 
En el presente caso, del cómputo practicado por esta Alzada, mediante auto
de esta misma fecha, se observa que el lapso para que la parte perdidosa
ejerciera los recursos correspondientes, precluyó el 01-10-2014- sin que
hubiere hecho uso de tal derecho; motivo por el cual, la sentencia dictada el
28-05-2014 ha quedado definitivamente firme, por lo que se ordena la
remisión del expediente al tribunal de la causa. Así se declara. 
 
Por lo antes señalado, este JUZGADO SUPERIOR NOVENO EN LO
CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN
JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS,
ACTUANDO COMO TRIBUNAL DE ALZADA, ADMINISTRANDO
JUSTICIA EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE
VENEZUELA Y POR AUTORIDAD DE LA LEY, declara: PRIMERO:
EXTEMPORANEA POR TARDIA LA SOLICITUD DE CORRECCION
formulada por la Abogada RAYZA VALLERA, en su carácter de apoderada
de la parte actora. SEGUNDO: DEFINITIVAMENTE FIRME la decisión
dictada en fecha 28-05-2014, en virtud que la parte perdidosa no ejerció los
recursos pertinentes. En consecuencia, se ordena la remisión inmediata del
expediente al Juzgado Undécimo de Primera Instancia Civil, Mercantil y del
Tránsito de esta Circunscripción Judicial a los fines legales pertinentes…”.
 
III

DE LA COMPETENCIA DE LA SALA 

Encontrándose en la oportunidad de pronunciarse respecto a la competencia para conocer


del presente asunto, esta Sala pasa a hacerlo y, a tal efecto, observa:

 
Corresponde a esta Sala Constitucional determinar su competencia para conocer de la
presente acción de amparo constitucional y, al respecto, observa que de conformidad con el
criterio de competencia establecido en esta materia, en la sentencia N° 1/2000, a esta Sala
le corresponde conocer de las acciones de amparo que se intenten contra decisiones de
última instancia emanadas de los Tribunales o Juzgados Superiores de la República -salvo
los Juzgados Superiores de lo Contencioso Administrativo-, las Cortes de lo Contencioso
Administrativo y las Cortes de Apelaciones en lo Penal, en tanto su conocimiento no
estuviere atribuido a otro Tribunal, de acuerdo con lo establecido en el citado fallo.

Por su parte, el artículo 25, numeral 20 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia, publicada en Gaceta Oficial Extraordinario de la República Bolivariana de
Venezuela N° 5.991 del 29 de julio de 2010, reimpresa el 1 de octubre de 2010, en la
Gaceta Oficial N° 39.522, establece la competencia de la Sala Constitucional para
“conocer las demandas de Amparo constitucional autónomo contra las decisiones que
dicten, en última instancia, los juzgados superiores de la República, salvo de las que se
incoen contra la de los Juzgados Superiores en lo Contencioso Administrativo”.

Ahora bien, dado que la presente acción de amparo se ejerce contra la decisión dictada, el
13 de octubre de 2014, por el Juzgado Superior Noveno en lo Civil, Mercantil, Bancario y
del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, esta Sala
Constitucional considera que es competente para conocer de la misma. Así se decide.

IV

DE LA ADMISIBILIDAD

Determinada la competencia, esta Sala observa que la acción de amparo constitucional


dirigida contra el fallo dictado, el 13 de octubre de 2014, por el Juzgado Superior Noveno
en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, cumple con los requisitos de forma exigidos en el artículo 18 de
la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.

Además, la demanda de amparo sub examine no se encuentra incursa prima facie en las
causales de inadmisibilidad previstas en el artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales, ni tampoco en las previstas en el artículo 133 de la
Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, en razón de lo cual, la Sala admite la
presente acción de amparo constitucional junto a la cual se consignó la respectiva copia
certificada de la sentencia señalada como lesiva. Así se decide. 

DE LA DECLARATORIA DE MERO DERECHO 

Admitida como ha sido la presente demanda de amparo la Sala procede a realizar las
siguientes consideraciones:
Esta Sala Constitucional en sentencia N° 993 del 16 de julio de 2013 (caso: Daniel Guédez
Hernández y otros), dejó establecida la posibilidad de no tramitar el amparo cuando el
aspecto controvertido fuere de mero derecho. A tal efecto dicho fallo precisó, lo siguiente:

“De modo que, condicionar la resolución del fondo del amparo a la


celebración de la audiencia oral sería inútil en aquellos casos en los cuales se
intenta el amparo contra una decisión judicial por un asunto de mero derecho
o de obvia violación constitucional, toda vez que ello ocasionaría la
violación del derecho a la tutela judicial efectiva prevista en el artículo 26
eiusdem, que se concreta en materia de amparo constitucional en el artículo
27 ibidem, debido a que el Estado no garantizaría, en estos casos, una
justicia “expedita”.

Por lo tanto, a pesar de que en anterior oportunidad la Sala, con base en la


necesidad de celebrar la audiencia oral contradictoria, negó una solicitud de
declaratoria de en un procedimiento de amparo (vid. sentencia N° 988 del 15
de octubre de 2010, caso: Clarense Daniel Rusian Pérez), se impone en el
presente caso un complemento de la sentencia N° 7/2000 y se establece, con
carácter vinculante, que, en las demandas de amparos en las cuales se ventile
la resolución de un punto de mero derecho, el Juez constitucional podrá, en
la oportunidad de la admisión de la solicitud de amparo, decretar el caso
como de mero derecho y pasar a dictar, sin necesidad de convocar y celebrar
la audiencia oral, la decisión de fondo que permita restablecer
inmediatamente y en forma definitiva la situación jurídica infringida o la
situación que más se asemeje a ella. Así se establece” (Subrayado de esta
Sala).

Atendiendo al criterio jurisprudencial expuesto, esta Sala procede a verificar si, en el


caso bajo estudio, lo alegado la accionante se refiere a la resolución de un punto de mero
derecho y, al respecto, observa, lo siguiente:

La parte actora alegó como motivo de la interposición del amparo que el Juzgado Superior
Noveno en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas, actuó fuera de su competencia al declarar extemporánea la
solicitud de corrección del error material en que incurrió la sentencia dictada al identificar a
su representada con un número de cédula que no le pertenece y además declarar esa
negativa como parte integrante de la sentencia, lo que hace nugatoria el derecho declarado a
favor de su mandante en sentencia dictada el 28 de mayo de 2014 y, por vía de
consecuencia, inejecutable la sentencia.

Ahora bien, la Sala considera que el presente caso versa exclusivamente sobre un punto de
mero derecho, como lo es la procedencia de la solicitud de corrección efectuada por la
accionante de la sentencia dictada, el 28 de mayo de 2014, por el Juzgado Superior Noveno
en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, no siendo necesario entonces, a los fines de la resolución de
fondo de la controversia, la convocatoria y sucedánea celebración de la audiencia oral, toda
vez que lo señalado en la solicitud de amparo y el contenido del expediente, constituyen
elementos suficientes para que la Sala se pronuncie sobre el fondo de la presente
controversia, y de efectuarse la audiencia oral no se aportarían datos nuevos que
modifiquen el objeto controvertido. Así se declara.

VI

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR 

Declarado el presente caso como un asunto de mero derecho, la Sala procede a resolver el
mérito del amparo y, a tal efecto, observa:

En el caso que nos ocupa, como antes quedó apuntado, el acto denunciado como lesivo lo
constituye la sentencia dictada, el 13 de octubre de 2014, por el Juzgado Superior Noveno
en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas que resolvió la solicitud de corrección efectuada por la ciudadana
Luisa Margarita Suárez de la sentencia dictada, el 28 de mayo de 2014, por ese mismo
juzgado constituido con jueces asociados, en virtud de que -a decir de accionante- incurrió
en un error material al identificarla con un número de cédula que no le pertenece.

Tal decisión, a tenor de lo dispuesto en el artículo 252 del Código de Procedimiento Civil;
negó la petición de corrección formulada en virtud de que la misma resultaba extemporánea
toda vez que, desde la oportunidad en que la solicitante se dio por notificada hasta el
momento en que pidió la corrección trascurrieron catorce (14) días de despacho.

Ahora bien, efectivamente el artículo 252 del Código de Procedimiento Civil dispone que
“después de pronunciada la sentencia definitiva o la interlocutoria sujeta a apelación, no
podrá revocarla o reformarla el tribunal que la haya pronunciado. Sin embargo, el
Tribunal podrá a solicitud de parte, aclarar los puntos dudosos, salvar omisiones y
rectificar los errores de copia, de referencias o de cálculos, que aparecieron de manifiesto
en la misma sentencia, o dictar ampliaciones, dentro de los tres días, después de dictada la
sentencia, con tal de que dichas aclaraciones y ampliaciones las solicite alguna de las
partes en el día de la publicación o en el siguiente”. 

En este sentido, considera la Sala preciso recordar lo expresado al respecto por la


doctrina y jurisprudencia nacionales, de que la posibilidad de aclarar o ampliar la sentencia,
tiene como propósito la de rectificar los errores materiales dudas u omisiones, que se hayan
podido cometer en el fallo. Pero, con la advertencia, de que la facultad no se extiende hasta
la revocatoria o reforma de éste, sino a corregir las imperfecciones, que le resten claridad a
sus declaraciones.

 
En consecuencia, la posibilidad de hacer aclaratorias o ampliaciones de las
decisiones judiciales está limitada a exponer con mayor precisión algún aspecto del fallo
que haya quedado ambiguo u oscuro, bien porque no esté claro su alcance en un punto
determinado de la sentencia (aclaratoria); o bien, porque se haya dejado de resolver un
pedimento (ampliación). Además, la aclaratoria permite corregir los errores materiales en
que haya podido incurrir la sentencia (errores de copia, de referencias o de cálculos
numéricos). (Vid. sentencia N° 3243/02; caso: María Concepción Aponte y otros).

De allí que, las solicitudes de aclaratoria, ampliación o corrección de sentencias no pueden


contener, en ningún caso, la pretensión de que ésta se revoque o reforme.

De lo anterior se concluye, en primer lugar, la imposibilidad de que el tribunal revoque o


reforme su propia decisión -sea definitiva o interlocutoria sujeta a apelación- lo cual
responde a los principios de seguridad jurídica y de estabilidad e inmutabilidad de las
decisiones judiciales. Sin embargo, ciertas correcciones, en relación con el fallo que haya
sido dictado, sí le son permitidas al tribunal, por cuanto no vulneran los principios antes
mencionados, sino, por el contrario, permiten una eficaz ejecución de lo decidido, tal y
como lo efectuó esta Sala Constitucional en oportunidades anteriores (vid. sentencia N°
566/00 caso: Spirydon Makrynioti). Ello responde al mandato contenido en el artículo 14
del Código de Procedimiento Civil, según el cual: “El Juez es el director del proceso y debe
impulsarlo de oficio hasta su conclusión…”. 
Ahora bien, en el caso de autos se observa que habiendo comenzado el lapso para que las
partes ejercieran los recursos de ley el 1° de agosto de 2014 y siendo que la solicitud de
corrección del error material ocurrió el 7 de octubre de 2014, resulta evidente que tal
solicitud fue efectuada de manera extemporánea. No obstante lo anterior, no puede dejar de
observar esta Sala y así considera que debió ser advertido por el Juzgado Superior Noveno
en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, que la no corrección del fallo en lo que se refiere al error de la
cédula de identidad de una de las partes, podría devenir en la inejecutabilidad de la
sentencia dictada, lo cual obviamente es una violación a la garantía de la tutela judicial
efectiva de aquel que, pese a que obtuvo una sentencia favorable a sus pretensiones no
puede hacerla efectiva.

En este aspecto es necesario tener en consideración que esta Sala Constitucional ha


mantenido un criterio reiterado en cuanto a la defensa del principio de continuidad de la
ejecución y la garantía a una tutela judicial efectiva, pues el estado cognoscitivo y el
ejecutivo guardan unidad procesal para actualizar la garantía antes referida, por lo que es
importante citar lo expuesto en su sentencia n° 940 del 2008 (Caso: Celium C.A.), en la que
se sostuvo lo siguiente:

“…Ahora bien, a los efectos prácticos y desde el punto de vista del


justiciable, la ejecución de la sentencia es una función del Estado; la
jurisdicción no se agota con el conocimiento y decisión de la causa, es
necesario que esa tutela judicial sea efectiva, y ello implica que una vez
declarado el derecho se provea lo necesario para satisfacerlo; principios
estos recogidos novedosamente en los artículos 26 y 257 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Como consecuencia de lo anterior, se observa que el juez de la causa, como
juez de conocimiento, debe dar cumplimiento a ese mandato constitucional
de otorgar una justicia efectiva, pero debe hacerlo además de manera
expedita y sin dilaciones…” (negrillas de la Sala”

A mayor abundamiento invoca esta Sala Constitucional la sentencia N° 1620/14, en la que


dejó sentado el deber del juez de corregir errores materiales, incluso una vez transcurrido el
lapso para la aclaratoria. A tal efecto, indicó la Sala:
 

“…Con lo anterior quiere destacar esta Sala, que habiéndose percibido la


señalada incongruencia de fechas, mucho tiempo después del ‘día de la
publicación [del fallo] o en el siguiente’, como se indica en la parte in
fine del artículo 252 del Código de Procedimiento Civil, así como
transcurrido el lapso para apelar, no le era dable al ejecutante hacer uso de
tales mecanismos, como los exigió erradamente, el Juzgado Superior en lo
Civil, Mercantil, Tránsito y de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de
la Circunscripción Judicial del Estado Miranda en su sentencia del 15 de
noviembre de 2010.

Cabe destacar, que la falta de ejercicio del recurso de apelación por parte de
la ciudadana Carmen Fidelia Reinoza, no obedeció a negligencia alguna de
su defensa, sino que a pesar de haber obtenido una sentencia parcialmente
con lugar, optó porque se procediera a la ejecución del fallo, tal como se
desprende de diligencia presentada el 31 de julio de 2006, cursante al folio
74 de la pieza principal del expediente.
En consecuencia, era al juez de la causa a quien le correspondía como
director del proceso y garante del derecho a una tutela judicial efectiva y
eficaz, efectuar la inmediata corrección del error material, puesto que en
autos constaban los datos exactos del documento que de forma errada se
indicó en la sentencia que había de protocolizarse; incluso, no resultó
suficiente que  dicho juzgador, con la intención de subsanar el error
cometido, dirigiera un nuevo oficio al registrador inmobiliario, identificado
con el n° 0855-1776 del 7 de diciembre de 2006, en donde le participaba al
referido funcionario que ‘en vista de la imposibilidad de protocolizar la
sentencia en cuestión por las razones expuestas en el referido oficio, ha
ordenado oficiarle nuevamente, con el objeto de que ese Despacho a su
cargo se sirva estampar en el documento de venta con pacto de retracto
convencional, protocolizado en fecha 16 de abril de 1999, bajo el número
36, tomo 05, Protocolo Primero, la nota marginal referida a que dicho
negocio jurídico quedó inexistente tal y como quedó establecido en el
particular segundo de la sentencia, cuya copia certificada fue remitida junto
con el oficio librado en fecha 05 de octubre de 2006, signado con el número
0855-1382’”.
 
Dicho esto y teniendo en consideración que la solicitud de la ciudadana Luisa Margarita
Suárez no comportaba una modificación o revocatoria de lo decidido, sino una corrección
de un error material que le impedía ejecutar la sentencia, la negativa del Juzgado Superior
Noveno en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas a efectuarla, produjo la violación de la tutela judicial
efectiva que está garantizada en el artículo 26 del Texto Constitucional, motivo por el cual
esta Sala Constitucional declara CON LUGAR IN LIMINE LITIS la presente acción de
amparo constitucional y, en tal sentido, ANULA la sentencia dictada por el Juzgado
Superior Noveno en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas el 13 de octubre de 2014, y repone la causa al
estado en que se pronuncie respecto a la sola corrección del error material denunciado por
la ciudadana Luisa Margarita Suárez. Así se decide.
 
VII

DECISIÓN 

Por las razones anteriormente expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, administrando justicia en nombre de la República por autoridad de la ley, declara:

1) ADMITE la acción de amparo constitucional ejercida por la abogada Raiza Vallera


León, actuando como apoderada judicial de la ciudadana LUISA MARGARITA
SUÁREZ, contra la decisión dictada, el 13 de octubre de 2014, por el Juzgado Superior
Noveno en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas.

 
2) DE MERO DERECHO la resolución del presente amparo.

3) DECLARA PROCEDENTE IN LIMINE LITIS la presente acción de amparo


constitucional.

4) ANULA la sentencia dictada, el 13 de octubre de 2014, por el Juzgado Superior Noveno


en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas y REPONE la causa al estado de que el mencionado Juzgado
Superior, se pronuncie respecto a la corrección del error material denunciado por la
ciudadana Luisa Margarita Suárez contenido en la sentencia dictada por ese juzgado el 28
de mayo de 2014.

Publíquese, regístrese y archívese el expediente. Remítase copia certificada del


presente fallo al Juzgado Superior Noveno en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito
de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas a los fines legales
consiguientes.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Constitucional del


Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 01 días del mes de junio  dos mil quince.
Años: 205º de la Independencia y 156º de la Federación.

You might also like