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Anexo. Lenguaje Inclusivo
Anexo. Lenguaje Inclusivo
Objetivo
El tercer tema del curso tiene la finalidad de
ayudar a construir una opinión y un
posicionamiento personal crítico ante el sexismo
lingüístico y sus alternativas inclusivas,
partiendo de las reflexiones iniciadas en los
temas anteriores y de los distintos argumentos
a favor y en contra que se han puesto sobre la
mesa en relación con esta cuestión.
Sumario
1. Lo que se dice del lenguaje sexista
1.1. Desmontando y rebatiendo los principales argumentos que cuestionan el sexismo en el
lenguaje y las alternativas inclusivas
2. Marco normativo para el uso de un lenguaje no sexista
3. Consideraciones finales
4. Para saber más
5. Bibliografía
Aunque en la actualidad el lenguaje no sexista ya es algo más común que hace algunas décadas, es
un tema candente, controvérsico y sujeto a continuo debate, dando lugar a opiniones negativas al
respecto que muestran actitudes que van desde la irritación por el tema hasta el más absoluto
rechazo, muchas veces con tonos irónicos, sarcásticos e, incluso, ofensivos.
Mercedes Bengoechea resume así las principales reacciones negativas de periodistas y lingüísticas
sobre la recomendación de no usar el genérico masculino:
1. Rechazo, más o menos benévolo, culpando a las (y los) autoras de ignorancia, incluso de engaño: es “una
estupidez guiada por la ignorancia”.
2. Ridiculización mediante la confusión intencionada de género epiceno, género sexuado y representación de las
mujeres: se asegura que ningún hombre se siente molesto por usar con él el término “persona ”, que es justamente
una de las sugerencias que se hacen en todos los opúsculos de Recomendaciones para evitar el androcentrismo
lingüístico.
3. Acusación de caer en la repetición, apelando, en la mayoría de los casos, a la economía lingüística: es un “abuso”,
es “una tonta duplicación” o algo “cursi”.
4. Denuncia como intento excesivamente feminista: es “un intento de captar votos del feminismo radical”.
5. Imputación de intolerancia, frecuentemente asociada a la "corrección política": “políticamente correcto pero
literariamente imposible”.
6. Acusación de no abordar los auténticos problemas: es algo “engañoso”, “una mera fachada” para solucionar la
discriminación femenina.
7. Inculpación de atentado contra la gramática o de destrucción del lenguaje: “destroza el lenguaje con frases
imposibles”, no se debe destrozar “la estructura de la lengua” o es “una perversión de la lengua”. 2
Tomando las palabras de Elena Simón (2008) la única explicación para no cambiar del Lenguaje
Obsoleto, Machista, Androcéntrico y Sexista (LOMAS) al Lenguaje para la Igualdad en la
Comunicación (LIC) está basada en prejuicios tales como:
Para ampliar
Ocho resistencias al lenguaje igualitario.
Doce miradas. Noemí Pastor.
Riqueza
Las lenguas se caracterizan por su riqueza y disponen de múltiples recursos lingüísticos que nos
permiten hacer diferentes usos y escoger entre varias alternativas y posibilidades.
Las propuestas del lenguaje inclusivo pretenden seleccionar, en cada caso, de todas las opciones
disponibles aquellas que sean más adecuadas para visibilizar y representar de una manera
igualitaria a hombres y mujeres en la sociedad.
Con el lenguaje inclusivo es posible que se dejen atrás usos de vocablos y estructuras arcaicas, lo
que no significa que se pierda riqueza lingüística porque también se incorporan nuevos términos y
posibilidades. El lenguaje es cíclico, está en continuo movimiento.
Los múltiples recursos de que dispone la lengua nos permiten elaborar discursos variados, no repetitivos, precisos y
no sesgados, sin que por ello tengamos que renunciar a la estética y a la economía del lenguaje. En cualquier caso,
recordemos que la función principal del lenguaje es la comunicación y esta será mejor cuanto mejor reflejada quede
la realidad de lo que queremos explicar.
Teresa Meana Suárez (2002) 3
Las soluciones, al igual que las palabras, no son ni neutras ni anodinas en ningún sentido. Aparte de que hay unas
más prácticas y flexibles que otras, las hay que gustan más y las hay que gustan menos, normalmente por una
cuestión de familiarización con ellas.
Es sabido que frecuentemente la primera vez que se oye una palabra nueva es difícil que suene bien; es posible que
chirríe un poco, es algo parecido a lo que puede pasar cuando se oye una música por primera vez. Así, por ejemplo,
cuando para no dejar a las mujeres fuera del discurso se introduce una palabra inusual o una derivación inhabitual,
hay quien las rechaza, y no necesariamente porque esté en contra de un lenguaje que recoja la presencia de las
mujeres. Hay que recordar, pues, que las cuestiones estéticas, siempre subjetivas y discutibles, así como la
familiarización, cercanía y el mayor gusto por unas soluciones u otras, pueden influir en el momento de visibilizar a
las mujeres.
Esto comporta que haya personas que prefieran decir o escribir, por ejemplo, usuarias y usuarios antes que
personas usuarias. Esto también muestra que hay más de un modo de denominar la realidad o de incluir a las
mujeres en el discurso, en este caso una forma doble o una palabra genérica. Lo primordial es sentirse a gusto con
la solución adoptada para visibilizarlas.
El único criterio que hay que recordar para abordar los cambios que en este cuaderno se proponen —teniendo muy
en cuenta el contexto— es el de visibilizar siempre en la redacción a todas las personas, sean del sexo que sean, de
una manera u otra (la lengua siempre lo permite). Esta es la única frontera que no nos podemos saltar”
1
Eulalia Lledó Cunill [2009]
1
Guía del Lenguaje para el ámbito de la salud. EMAKUNDE. Instituto Vasco de la Mujer
Corrección
El lenguaje no sexista no es incorrecto. Las propuestas lingüísticas no sexistas son alternativas que
nos ofrece el lenguaje y que son gramaticalmente correctas.
El lenguaje inclusivo no quiere cambiar la gramática, busca modificar los hábitos y usos
discriminatorios desde las posibilidades que ofrece la gramática, sin alterar el significado y
atendiendo al contexto comunicativo en que se utilizan.
Aunque la gramática tiene una serie de normas y reglas que no hay que vulnerar si no es
estrictamente necesario, en caso de producirse una contradicción entre la corrección lingüística
“normalizada” y los derechos de las personas, tal vez lo conveniente y menos arriesgado sea
contradecir la gramática.
Por ello no intentamos "cargarnos la gramática", en el sentido de "destruir el lenguaje", como se nos ha achacado.
Para empezar, porque es imposible: a menos que se refieran a acabar con la raza humana, nadie puede destruir el
lenguaje. La gramática son una serie de convenciones y normas elaboradas por el ser humano, y que, como tales,
pueden variar y transformarse a lo largo de la historia de la humanidad. Nuestro vocabulario y nuestra gramática se
4
construyeron en unas condiciones socio-históricas que han empezado a cambiar y deben seguir haciéndolo. Si
deseamos que ese cambio se realice en profundidad, necesitamos el auxilio de la palabra. Es imprescindible realzar
la presencia de la mujer en el mundo tras siglos de ignorancia y exclusión.
Mercedes Bengoechea
En palabras de Maria Josep Cuenca (2012) será necesario, por una parte, encontrar un equilibrio
entre el respeto a la normativa y la precisión y claridad necesarias en los ámbitos formales, y por
otra parte, una formulación de la realidad en la que las mujeres se presenten en igualdad de
condiciones con los hombres, como personas activas y visibles.
Conocimiento y formación
La correcta utilización de un lenguaje igualitario requiere de una formación previa, no se puede, de
un día para otro, empezar a utilizar un lenguaje inclusivo sin más. El lenguaje no sexista es mucho
más que poner la a, que duplicar o separar con la barra (/). Es necesario informarse para conocer y
formarse para entender este fenómeno lingüístico en su complejidad y poder hacer,
posteriormente, un uso correcto en los diferentes contextos y teniendo en cuenta todas las
posibilidades que ofrece el lenguaje para evitar usos sexistas y androcéntricos.
El punto de partida es una sociedad que es lingüísticamente sexista, así se enseña y así se
reproduce en casi todos los ámbitos. Por tanto, los usos no inclusivos del lenguaje están
establecidos y se dan, en numerosas ocasiones, de manera inconsciente. El primer paso es estudiar
este fenómeno lingüístico tan naturalizado y cuestionar las bases sobre las que se sostiene para 5
después empezar a familiarizarse con algunas recomendaciones que permitan realizar usos más
inclusivos de una manera consciente.
Progreso
El lenguaje no es algo estático y muerto. Las lenguas son estructuras vivas y no pueden quedarse
obsoletas ante los avances y los hitos políticos y sociales conseguidos en nuestra sociedad. Si las
lenguas se adaptan a la evolución tecnológica (hacker, USB, wifi, pantallazo, tableta…) con más
motivo se debería mostrar una voluntad firme para modificar usos y prácticas que no son
igualitarias y democráticas para las mujeres y que no se corresponden con la realidad y con el
progreso social.
Las reticencias a los cambios lingüísticos se dan porque no hablamos sólo de cambios en las
palabras o en los usos, sino de cambios de posicionamiento y de valores sociales.
Ante la reticencia a los cambios en el ámbito lingüístico, como señala Mercedes Bengoechea,
faltaría preguntarse:
¿Por qué la defensa a ultranza de unas normas gramaticales frente a otras normas posibles que existen en el
sistema? Y precisamente por parte de muchos y muchas que se enorgullecen de su capacidad crítica ante otras
costumbres y prácticas sociales. ¿Por qué se cierran mentalmente a cuestionarse las reglas existentes, a preguntarse
cómo y por qué esas normas se han impuesto, negándose a liberar su imaginación para aceptar (o añadir) nuevas
costumbres, o a plantearse la razón de ser de tales normas? ¿La costumbre y la práctica las han hecho inviolables?
¿Cuál es el valor simbólico de esas normas para que se rasguen las vestiduras analistas sociales de talante
progresista ante la frase niños y niñas, pese a reconocer que son meras convenciones de la lengua? Una de las
respuestas posibles es que las normas de uso gramatical se han internalizado de tal modo que resulta casi imposible
caer en la cuenta de su arbitrariedad. Todo cambio lingüístico tiene su origen en transformaciones sociales, y éstas,
a su vez, se ven reforzadas y alentadas por los cambios en nuestra lengua.
Como sucede con tantas otras cosas que siempre se han hecho de una manera determinada y que
ahora se reconoce que no son justas, el lenguaje también puede y debe cambiarse.
A pesar de que resulten familiares y naturales, hay que evitar los usos sexistas. Con el tiempo nos
habituaremos al lenguaje inclusivo y nos sonará mucho mejor.
Voluntad
A pesar de que, muy posiblemente, los usos del lenguaje que hayamos aprendido a lo largo de
nuestra vida sean sexistas y a pesar de que estos usos no sean deliberados, conscientes ni 6
malintencionados, es importante cambiarlos y hacerlos más igualitarios.
El primer paso para lograrlo es aprender a detectarlos para después familiarizarse con las
recomendaciones inclusivas y empezar a ponerlas en práctica en el día a día, gradualmente, para
después habituarse a ellas con el tiempo. Hay que tener predisposición para hacerlo.
Por suerte, son muchas las guías, informes y artículos académicos publicados sobre esta temática
que podemos tomar de referencia.
En ocasiones esto es percibido como una molestia. Muchas resistencias se basan en el hecho de
que hay que alterar lo existente y realizar pequeños cambios y que requiere de un esfuerzo, pero
como bien dice F. Xavier Agulló i Garcia (2006):
Con el tiempo te empiezas a dar cuenta como en los medios de comunicación todavía son sexistas en su lenguaje
(aun cuando sean mujeres quienes hablan o escriben), como la publicidad, los comercios, las propias mujeres en
general,... Y es que empiezas a disfrutar de la belleza de un lenguaje sensible a las diferencias (e igualdades).
Empiezas a disfrutar del aprender a hablar de nuevo.
Y que me disculpen, si se me ha colado algún sexismo, todos los usuarios del blog... digo el usuariado... ¡Ay! que no
existe el término... Bueno, estoy seguro que la sensibilidad social bien merece una nueva entrada en nuestro
diccionario social, ¿no?
Las nuevas alternativas pueden resultar en principio un poco extrañas, raras, nos suenan mal,
simplemente porque no las hemos utilizado con anterioridad. La única manera de que suenen
mejor es usarlas.
Prioridad
Aunque muchas veces se trivializa sobre la necesidad de
utilizar un lenguaje no sexista y se comenta que hay cosas
más importantes de las que ocuparse (desigualdades en
otro ámbitos como el empleo, la violencia de género, etc.),
se nos dice que lo importante no es el lenguaje sino las
políticas de igualdad o se insiste en que es una cuestión de
“las feministas”, es necesario tener en cuenta que el
lenguaje es uno de los instrumentos más ampliamente
utilizados y que puede intervenir en la realidad y contribuir
a cambios que sean más justos e igualitarios en el orden social establecido con el fin último de
respetar los derechos de toda la ciudadanía. Estos objetivos no son excluyentes y, es más, van de la
mano.
Para conseguir alcanzar un lenguaje inclusivo uno de los primeros pasos es considerarlo una
necesidad, una prioridad y no un trabajo adicional costoso, innecesario o irrelevante.
Economía lingüística
Una de las principales críticas al lenguaje igualitario es que retarda, recarga, alarga y fuerza el
discurso. El uso correcto del lenguaje no sexista, como ya se ha dicho, va más allá de duplicar, de
desdoblar, etc. y dispone de muchas alternativas como, por ejemplo, omisiones de sujetos,
7
determinantes, perífrasis, genéricos, colectivos, abstractos... que responden a criterios de
economía lingüística que permiten comunicarse sin tener que utilizar un mayor número de
palabras, incluso puede reducirlo y simplificarlo.
Los usos no sexistas del lenguaje no son siempre menos económicos. Sin embargo, la economía
lingüística nunca se puede anteponer a la ambigüedad, a la corrección gramatical o a la
representación fidedigna de la situación comunicativa, criterios
capitales para cualquier acto comunicativo. Una vez cubiertas las
necesidades comunicativas, podemos hablar de economía lingüística.
Incluir a las mujeres en el discurso va más allá de repetir dos veces lo
mismo, es una práctica democrática.
Coherencia
Los diferentes recursos y soluciones al sexismo lingüístico que utilizamos a lo largo de un
documento tienen que estar cohesionadas y equilibradas, deben utilizarse de manera coordinada y
mantenerse en todas las partes del mismo.
La coherencia implica tener presente no sólo la forma sino también el fondo del mensaje, para no
transmitir estereotipos sexistas, invisibilizar o denigrar a las mujeres.
Del mismo modo, hay que tener en cuenta también qué imágenes acompañan al documento, para
que se correspondan con la transmisión de la igualdad que pretendemos.
Por tanto hay que considerar el texto en su conjunto y elegir entre las distintas estrategias, sin que
se perjudique la legibilidad y comprensibilidad del mismo. Se recomienda recurrir siempre que sea
posible a estrategias tales como el uso de expresiones neutrales de género o cambios en la
estructura de las frases antes de desdoblamientos y el uso de las barras, por ejemplo.
Impacto
Hacer un uso inclusivo en los procesos lingüísticos puede tener un impacto muy positivo en el
público al que nos dirigimos en el sentido de favorecer el sentimiento de integración, el
reconocimiento y la participación de mujeres y hombres en todos los campos en los que se
desarrolla su vida. Simplemente hay que tener en mente que la comunicación es una práctica que 8
se da a diario en todos los ámbitos de nuestras vidas y, como vimos en el primer tema, el lenguaje
tiene un gran impacto en la construcción de la realidad y las relaciones que en ella se dan entre las
personas.
Legalidad
Como veremos en el apartado correspondiente a la normativa, el
uso de un lenguaje no sexista, sobre todo en las
administraciones, está perfectamente regulado y se trata, por
tanto, en última instancia, de una cuestión de cumplimiento con
la legalidad, especialmente, en la función pública.
discriminatorio y potenciando tratos que violentan los derechos humanos y de las mujeres.
Aunque siempre es preferible que la decisión de hacer un uso inclusivo del lenguaje se deba a un
posicionamiento crítico y a un convencimiento ideológico y de justicia social, siempre puede
aludirse a la legalidad puesto que es un tema que, como se verá en el próximo apartado, está
perfectamente legislado.
Para ampliar
Rebatiendo lo que otros dicen del lenguaje sexista.
Olga Castro Vázquez. 25/04/2010
¿Por qué seguimos usando el masculino para denominar a mujeres? ¿Por qué si hemos
normalizado concejala, jueza o presidenta no vamos a hacer lo mismo con miembra o
adolescenta? 9
Huffingtonpost –22/02/2018. La «portavoza», el «modisto», el señorito Roger y los velos en
la picota. Eulalia Lledó Cunill
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2
Guía para el uso no sexista de la lengua castellana y de imágenes en la UPV/EHU
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2. Marco normativo para el uso de un lenguaje no sexista
Todo lo que se ha comentado hasta el momento debería ser suficiente para incorporar el lenguaje
no sexista a nuestras prácticas habituales, tanto personales como profesionales. No obstante,
aunque no es lo deseable, siempre nos queda una “última carta” que se puede añadir a esta larga
lista de consideraciones: la legalidad.
Desde la Administración Pública hay que evitar el lenguaje sexista, así lo determinan lasreglas
gramaticales, la imposición legal y la aplicación del principio constitucional de igualdad y no
discriminación por razón de sexo.
A nivel internacional…
Resolución 109 aprobada por la Conferencia General de la UNESCO, en su 25ª reunión, párrafo
3. 1989.
A nivel europeo…
En la Unión Europea se han desarrollado numerosas resoluciones y recomendaciones relacionadas
con la promoción de un lenguaje no sexista que han quedado reflejadas en los últimos tratados y en
la Constitución Europea. 12
Recomendación de 21 de febrero de 1990 del Consejo de Ministros de la Unión Europea.
Eliminación del lenguaje sexista.
Recomendación CM/Rec (2019)1 del Comité de Ministros a los Estados miembros para
prevenir y combatir el sexismo. Con referencia específica al lenguaje:
II.A.1. Reforzar y aplicar las recomendaciones existentes del Comité de Ministros del Consejo
de Europa a los Estados miembros, incluidas la Recomendación nº R (90) 4 sobre la
eliminación del 6 El artículo 10.c de la CEDAW exige la eliminación “de todo concepto
estereotipado de los papeles masculino y femenino en todos los niveles y en todas las formas
de enseñanza, mediante el estímulo de la educación mixta y de otros tipos de educación que
contribuyan a lograr este objetivo y, en particular, mediante la modificación de los libros y
programas escolares y la adaptación de los métodos de enseñanza". 7 Memorándum
Explicativo de la Recomendación del Comité de Ministros Rec (2003)3 sobre la participación
equilibrada de mujeres y hombres en los procesos de toma de decisiones en los ámbitos
político y público. 9 sexismo en el lenguaje, y la Recomendación CM/Rec(2007)17 sobre las
normas y los mecanismos de igualdad entre hombres y mujeres, que subraya que “las 13
acciones de los Estados miembros deben tener como objetivo el fomento de un lenguaje no
sexista en todos los sectores, en particular, en el sector público ".
II.A.2. Realizar una revisión sistemática de todas sus leyes, reglamentos, políticas, etc., para
detectar el lenguaje sexista y el recurso a asunciones y estereotipos basados en el género, con
el fin de sustituirlos por terminología con perspectiva de género. Las buenas prácticas en este
sentido incluyen la elaboración de manuales prácticos de lenguaje y comunicación no sexista y
sin estereotipos de género para su uso en documentos de la administración pública.
A nivel estatal…
Orden del Ministerio de Educación y Ciencia para adecuar la denominación de los títulos
oficiales. 1995. Los títulos académicos oficiales deben adecuarse a la condición femenina o
masculina de quienes los obtengan.
A los fines de esta Ley, serán criterios generales de actuación de los Poderes Públicos:
11. La implantación de un lenguaje no sexista en el ámbito administrativo y su fomento en la
totalidad de las relaciones sociales, culturales y artísticas.
3
“El lenguaje, más que palabras. Propuestas para un uso no sexista del lenguaje”.
En la Comunidad Valenciana
Ley 9/2003, de 2 de abril, de la Generalitat, para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, artículo 48:
El lenguaje no-sexista en los escritos administrativos. Las administraciones públicas valencianas
pondrán en marcha los medios necesarios para que toda norma o escrito administrativo respeten
en su redacción las normas relativas a la utilización de un lenguaje no-sexista.
Plan de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres 2011-2014 (el último que hay)
Por otra parte, también el Pacto Valenciano contra la violencia de género y machista.
15
A nivel local, además de reglamentos municipales (como por ejemplo Reglamento Municipal para el uso
no sexista del lenguaje - Ajuntament de València) recogida la cuestión del lenguaje no sexista en los
Planes de Igualdad.
3. Consideraciones finales
Es posible (y necesario) incidir en la realidad y en el
lenguaje. Las sociedades cambian con el tiempo y, por
ende, los lenguajes también. Es fundamental reflejar y
nombrar las nuevas realidades sociales, los lenguajes
están vivos y jamás pueden quedarse obsoletos.
evitarlo. Hay usos y normas del lenguaje que muestran los residuos sociales de una época
concreta injusta que ya no tienen sentido en la actualidad (masculino genérico, concordancia en
masculino, palabras despectivas, ausencia de femeninos, etc.).
Las normas y las reglas de la gramática se establecen con el uso. Primero el habla se convierte
en un uso aceptado y después se normativiza. La RAE es una institución encargada de compilar,
revisar y poner por escrito las normas ortográficas y gramaticales, pero es la comunidad
hablante la que determina los usos admitidos de una lengua, que no son estáticos e
inamovibles. Hay otros diccionarios y gramáticas.
Es necesario posicionarse ante esta cuestión y argumentar a favor o en contra de una manera
fundamentada, después de haber reflexionado tanto sobre la igualdad entre mujeres y hombres
como sobre el lenguaje, la construcción de sus normas y sus posibilidades.
Los cambios lingüísticos son progresivos y lentos, pero cada paso para conseguir una
comunicación más igualitaria es un ejercicio de responsabilidad social, democracia y justicia
social. El uso consciente del lenguaje inclusivo implica el compromiso con una sociedad más
justa, democrática e igualitaria para mujeres y hombres. Se trata de usar el lenguaje con mayor
sensibilidad, transparencia, consciencia y sentido común.
Existe todo un marco normativo que establece el uso obligatorio de un lenguaje inclusivo,
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especialmente en la administración, ya que el lenguaje administrativo es el lenguaje público por
excelencia.
El lenguaje se utiliza en todos los ámbitos de nuestra vida y con él se generan infinidad de
situaciones comunicativas a través de discursos, documentos, mensajes… de entidades,
instituciones y organizaciones. Por tanto, un uso inclusivo del lenguaje en estos ámbitos es
estratégico para generalizarlo en el conjunto de la sociedad.
Lenguaje inclusivo…
Para favorecer una visión fiel de la realidad, una percepción de la realidad de mujeres y
hombres más igualitaria e integradora, en igualdad de oportunidades y sin sesgos de género
(un modelo que sea más identificativo tanto para mujeres como para hombres).
17
Para incidir en la comunicación social y en su incremento mediático de los últimos
tiempos (redes sociales, internet, etc.) ya que hay que intentar que no influya
negativamente en las múltiples partes receptoras que tienen acceso a los mensajes (¡hay
que utilizarlo en positivo!).
Para no excluir posibles partes destinatarias (las mujeres, que constituyen la mitad de la
población).
También es una invitación abierta para quienes quieran aportar nuevas sugerencias, teniendo en cuenta que la
lengua materna no es propiedad exclusiva de nadie: ni de la academia, ni de la universidad, ya que pertenece a
cada hablante.
NOMBRA
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El opúsculo Nombra en femenino y en masculino, escrito por el grupo NOMBRA termina: «Un uso del lenguaje que
representa a las mujeres y a los hombres y que nombra sus experiencias es un lengua je sensato: no oculta. No
subordina. No infravalora. No excluye. No quita la palabra a nadie». Ni "acabará con cuanto se ponga por delante",
ni "va contra la gramática del español", como se ha afirmado. Si a alguien le parece "una cursilería lingüística" está
en su derecho de no seguir las recomendaciones, que están dirigidas a aquellas personas que deseen nombrar con
justicia y precisión en femenino y masculino, y a quienes busquen una representación femenina y masculina
ecuánime, rigurosa y veraz.
Mercedes Bengoechea
Guías para el uso no sexista del lenguaje. Compilación. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad. Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades
Hablamos de salud
Este documento es fruto del trabajo conjunto del Observatorio de la Salud de la Mujer y del
Instituto de la Mujer que buscaba identificar cómo se fija en el discurso sanitario la discriminación
de las mujeres. Su intención es ofrecer un material de reflexión sobre los propios usos del lenguaje
sanitario, así como proponer una serie de alternativas para evitar el uso de un lenguaje sexista
y/o androcéntrico. 19
Guía breve para un uso no sexista del lenguaje en el ámbito sanitario. Generalitat Valenciana
En esta guía se cree necesario realizar algunos cambios en el uso del lenguaje que utilizamos de
forma habitual para que se pueda nombrar a las mujeres que son atendidas en los servicios
sanitarios o en el entorno laboral, para que se hagan visibles y contribuya a definirlas como
personas con identidad propia y no supeditada al genérico masculino, evitando así, adjudicarles
estereotipos de género.
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Guía del lenguaje inclusivo del CEPPIE
Esta guía pretende desde una perspectiva interseccional ser una herramienta para las personas que
integran el CEP-PIE, de manera que siempre que hablen en nombre del Colectivo de profesionales
de la Psicología, ya sea mediante redes sociales, charlas, documentos o cualquier otra posibilidad,
lo hagan de la forma menos discriminatoria posible. El contenido de esta guía es bastante flexible,
pero siempre debe respetarse el valor de fondo de inclusión en su uso.
Otros recursos
(castellano) (valencià)
Recomendaciones para evitar los usos sexistas y estereotipados del lenguaje. Unidad de Igualdad.
Universitat Jaume I. Fundación Isonomia.
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Serie Lenguaje – Comisión NOMBRA
Comisión Asesora sobre Lenguaje del Instituto de la Mujer. Asesora al Instituto de la Mujer en
materia de lenguaje no sexista. NOMBRA ha elaborado y publicado distintos materiales y guías para
facilitar la revisión de los usos sexistas y la utilización de un lenguaje inclusivo: revisiones del DRAE,
nomenclatura de profesiones, recomendaciones para el uso del lenguaje en la red, etc.
La segunda razón de nuestra elección del registro administrativo es que las Administraciones del Estado pueden
comenzar a dar ejemplo y a cumplir las recomendaciones que vienen emanando desde hace años de organismos
internacionales, como el Consejo de Europa o el Parlamento Europeo, y nacionales, como, los Institutos de la Mujer,
nacional y autonómicos, y diversos Ayuntamientos. De las Administraciones surgen constantemente textos, leyes,
reglamentos, carteles publicitarios que están abiertos a la ciudadanía por igual y que afectan a mujeres y
hombres... pero que se redactan como si esa ciudadanía sólo estuviese compuesta por varones: el elector, los
admitidos, los afectados, los vocales, el solicitante, etc.
http://www.inmujer.gob.es/servRecursos/formacion/materiales/nombraEnRed.htm
Elaborado por el Instituto español de la Mujer. Es también un recurso informático para facilitar los
usos no sexistas del lenguaje realizado a partir de distintos textos en los que se ha buscado las
expresiones sexistas o que ignoran la presencia femenina, y ofrece alternativas: sustituir el
masculino por un sustantivo genérico (personal, equipo, colectivo, público, gente); uso de
sustantivos abstractos (profesorado, alumnado, clientela); cambios en la redacción o uso de
perífrasis para evitar reducir al masculino una referencia…, etc…
Puede obtenerse en un CD para instalar en el ordenador y también se puede descargar
directamente desde la página web indicada.
T-incluye.org
Una compilación de recursos para lograr un lenguaje inclusivo en los entornos web que incluye
herramientas de búsqueda, documentos de sensibilización, documentos de aprendizaje y
materiales didácticos.
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CaDI
https://lenguaje-incluyente.ibero.mx/
4
https://e-mujeres.net/nombra-en-red/
Themis
http://www.themis.es/
Guías para el uso no sexista del lenguaje. Compilación. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad. Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades.
NOTA: En la última década se han tratado de desarrollar herramientas y software para facilitar el
uso de un lenguaje incluso y no sexista, sobre todo en el ámbito de las administraciones públicas.
Su uso ha despertado tanto críticas favorables como contrarias. En el marco de este curso, se
remarca que, aunque pueden ser un soporte interesante, todas ellas requieren de manera
complementaria de la competencia y la formación de las personas que las usan.
5. Bibliografía
Agulló i Garcia, F. Xavier (2006): Guía rápida para un lenguaje no sexista. Blog Responsable.
Alario, Carmen y otras autoras (2003): Nombra en femenino y en masculino: la representación del
femenino y el masculino en el lenguaje. Instituto de la Mujer y Fondo Social Europeo.
Antón Sierra, M. Ángeles: No da igual. Uso no sexista del lenguaje. Otro lenguaje para una sociedad de
iguales. Universidad Popular de Palencia. Consorcio Palencia Social.
Cuenca, M. J. (2012). Guía de uso para un lenguaje igualitario. Universidad de Valencia. Unidad de
igualdad.
Enred Consultores S.L. (2008): Guía sobre estrategias de comunicación incluyente: el género como
prioridad. Instituto Navarro para la Igualdad. Gobierno de Navarra.
Escrig Gil, G., Sales Boix, A. y OrtíPorcar, M. José (2016): Guía de tratamiento no sexista dl Lenguaje
admisnitrativo. Fundación Isonomia y Diputación de Castellón. Castelló.
Giner Arbiol, Cristina (2009): Igualdad, lenguaje y Administración. Propuestas para un uso no sexista
del lenguaje. Conselleria de Bienestar Social. Dirección General de la Mujer y por la Igualdad.
Generalitat Valenciana.
Guía para el uso no sexista de la lengua castellana y de imágenes en la UPV/EHU. Universidad del
País Vasco.
Lledó Cunill, Eulàlia: Nombrar a las mujeres, describir la plenitud del discurso. Claves para tratarse
bien en la lengua, claves también para caer en la cuenta cuando esto no ocurre y entender por qué y
cómo. Emakunde. Fondo Social Europeo.
Lledó Cunill, Eulàlia: Nombrar a las mujeres, describir la plenitud del discurso. Claves para tratarse
bien en la lengua, claves también para caer en la cuenta cuando esto no ocurre y entender por qué y
cómo. Emakunde. Fondo Social Europeo.
Lledó Cunill, Eulàlia (2011): Manual de llengua per a visibilitzar lapresència femenina. Beat. Unió de
FederacionsEsportives de Catalunya.
Meana Suárez, Teresa (2002): Porque las palabras no se las lleva en viento… Ayuntamiento de Quart de
Poblet
Méndez Miras, Ana (coord.) y VVAA (2006): Nombra.en.red. Instituto de la Mujer. Ministerio de
Trabajo y Asuntos sociales.
Simón Rodríguez, Elena (2008): Lenguaje para la igualdad y la comunicación (LIC). Centro de
Estudios sobre la Mujer- CEM. Universidad de Alicante.
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