PAUTAS PARA LA INTRODUCCIÓN DE NUEVOS ALIMENTOS

Objetivo: evitar generar fobias (fagofobia, neofobia), miedos o rechazos a probar nuevos alimentos
o a atragantarse. Los niños pueden llegar a presentar cuadros de angustia y ansiedad ante la
presencia de un determinado alimento y la insistencia a que lo pruebe.

Primero: Paciencia

Toda la generación de rutinas nuevas va siempre de la mano de la tenacidad y la constancia. Pueden pasar
más de 20 intentos frustrados hasta alcanzar el objetivo. Si desistimos, nunca sabremos si el intento 21 era
el definitivo.

Segundo: podemos utilizar el sistema de “alimentación encadenada”.

Presentaremos al bebé un alimento conocido y deseado junto con otro nuevo sin invitarle a que lo pruebe.
La constante presencia física de los alimentos ante el peque conseguirá que, visualmente, se acostumbre a
ellos, reduzca significativamente la ansiedad por la novedad y se lance a probarlos.

Tercero: no nos volvamos cómodos.

Vamos a intentar evitar ofrecer al bebé sólo los alimentos que sabemos que le gustan porque es una
manera de predisponer al niño para que desarrolle neofobia. Lo conveniente es invitarle desde pequeño a
probar la mayor variedad de alimentos y platos.

Cuarto: abajo los chantajes

Vamos a evitar utilizar los alimentos que le gustan como premio si consume otros que no desea. Con ello,
lo único que vamos a conseguir es reforzar el rechazo. Probad a consumir ese alimento en familia, con
toda naturalidad, delante del niño, pero sin ofrecerle que lo coma.

Quinto: nos lo curramos un poquito.

Es muy recomendable cuidar el emplatado, diseñar recetas variadas que contengan el alimento rechazado
y mostrarlo en diferentes variantes. La presentación debe ser cuidada. El aspecto de la comida, el olor y el
gusto, influyen de manera significativa en la apetencia por los alimentos.

Sexto: todos a una

Sería muy positivo lograr que el peque participe en todo el proceso relativo a la preparación de la comida
desde hacer la compra hasta presentarla o servirla.