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Teoremas de incompletitud de Gödel

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Kurt Gödel a los 19 años de edad, cinco años antes de la demostración de los teoremas.

Los teoremas de incompletitud de Gödel son dos célebres teoremas


de lógica matemática demostrados por Kurt Gödel en 1931. Ambos están
relacionados con la existencia de proposiciones indecidibles en ciertas
teorías aritméticas.

Índice

 1Síntesis
 2Contexto
 3Primer teorema
o 3.1Consecuencias
 4Segundo teorema
o 4.1Consecuencias
 5Enunciados indecidibles
 6Discusión e implicaciones
 7Demostración de los teoremas
o 7.1Numeración de Gödel
o 7.2Expresabilidad y recursividad
o 7.3Diagonalización
o 7.4Demostración del primer teorema
o 7.5Demostración del segundo teorema
 8Véase también
 9Referencias
 10Bibliografía
 11Enlaces externos

Síntesis[editar]
El primer teorema de incompletitud afirma que, bajo ciertas condiciones,
ninguna teoría matemática formal capaz de describir los números naturales y la
aritmética con suficiente expresividad, es a la vez consistente y completa. Es
decir, si los axiomas de dicha teoría no se contradicen entre sí, entonces
existen enunciados que no se pueden probar ni refutar a partir de ellos. En
particular, la conclusión del teorema se aplica siempre que la teoría aritmética
en cuestión sea recursiva, esto es, una teoría en la que el proceso de
deducción se pueda llevar a cabo mediante un algoritmo.
La prueba del teorema es totalmente explícita y en ella se construye una
fórmula, denotada habitualmente G en honor a Gödel, para la que dada una
demostración de la misma, se puede construir una refutación, y viceversa. Sin
embargo, la interpretación natural de dicha sentencia en términos de números
naturales es verdadera.1

Segundo teorema de incompletitud de Gödel

El segundo teorema de incompletitud es un caso particular del primero: afirma


que una de las sentencias indecidibles de dicha teoría es aquella que «afirma»
la consistencia de la misma. Es decir, que si el sistema de axiomas en cuestión
es consistente, no es posible demostrarlo mediante dichos axiomas.
Los teoremas de incompletitud de Gödel son uno de los grandes avances de la
lógica matemática, y supusieron —según la mayoría de la comunidad
matemática— una respuesta negativa al segundo problema de Hilbert.1 Los
teoremas implican que los sistemas axiomáticos de primer orden tienen
severas limitaciones para fundamentar las matemáticas, y supusieron un duro
golpe para el llamado programa de Hilbert para la fundamentación de las
matemáticas. Por otra parte, durante algún tiempo ni Hilbert ni otros de sus
colaboradores fueron conscientes de la importancia del trabajo de Gödel para
su programa.

Contexto[editar]
Los teoremas de incompletitud de Gödel establecen ciertas limitaciones sobre
lo que es posible demostrar mediante un razonamiento matemático. Para
hablar con precisión sobre qué «puede demostrarse» o no, se estudia un
modelo matemático denominado teoría formal. Una teoría formal consta de una
serie de signos y un conjunto de reglas para manipularlos y combinarlos.
Mediante estas reglas se pueden distinguir ciertas colecciones de signos
como fórmulas, y ciertas sucesiones de fórmulas como demostraciones. Los
teoremas de una cierta teoría son entonces todas las fórmulas que puedan
demostrarse a partir de una cierta colección inicial de fórmulas que se asuman
como axiomas.
A una teoría formal se le pueden adjudicar ciertas propiedades en función de lo
que sea capaz de demostrar.

 Una teoría consistente no contiene contradicciones, es decir, no es


posible demostrar a la vez una fórmula y su contraria. Una teoría que
no sea consistente no tiene utilidad: debido al principio de explosión,
a partir de una contradicción pueden demostrarse todas sus
fórmulas, y no sirve para modelizar razonamientos matemáticos.
 Una teoría completa «responde cualquier pregunta», en el sentido de
que para cada una de sus fórmulas o bien es demostrable, o bien
existe una demostración de su contraria (es refutable). Una teoría
completa es óptima, y se corresponde con la intuición sobre
la verdad lógica: al igual que toda sentencia debe ser verdadera o
falsa, en una teoría completa toda fórmula es demostrable o
refutable.
Sin embargo, el primer teorema de incompletitud establece que, bajo ciertas
hipótesis, una teoría formal no puede tener ambas propiedades a la vez. La
primera de ellas es que sea una teoría aritmética, es decir, que sus símbolos
sirvan para describir los números naturales y sus operaciones y relaciones; y
que sea capaz de demostrar algunas propiedades básicas sobre ellos. La
segunda hipótesis es que sea una teoría recursiva, lo cual significa que las
reglas para manipular sus signos y fórmulas en las demostraciones han de
poder ejecutarse mediante un algoritmo: una serie precisa de pasos sin
ambigüedad que pueda llevarse a cabo en un tiempo finito, e incluso
implementarse mediante un programa informático.

Primer teorema[editar]
El enunciado del primer teorema reza:
Primer teorema de incompletitud de Gödel
Cualquier teoría aritmética recursiva que sea consistente es incompleta.

La demostración de este teorema pasa por construir una cierta fórmula, la


«sentencia de Gödel» G, que no puede ser probada ni refutada en la teoría
aritmética recursiva T: ni G ni ¬G (la negación de G) son teoremas de T. Se
dice entonces que G y ¬G son indecidibles o independientes en T.
Para llegar a esta, Gödel desarrolló un método para codificar signos y fórmulas
mediante números, llamado numeración de Gödel. Usando esta numeración,
es posible traducir las propiedades de una teoría formal T, tales como «estos
signos constituyen una fórmula» o «estas fórmulas no son una demostración
en T», a propiedades aritméticas de dichos números. En particular, la sentencia
de Gödel G es una fórmula aritmética cuyo significado es «no existe una
demostración de G en la teoría T», o en otras palabras, «no soy demostrable
en la teoría T».
Consecuencias[editar]
La sentencia de Gödel G no es demostrable pero es cierta, pues afirma
precisamente su propia indemostrabilidad. 2 Esto significa que ninguna teoría
aritmética en las condiciones del teorema es capaz de demostrar todos los
enunciados verdaderos de la aritmética.1
Además, aunque ¬G sea falsa (por afirmar lo contrario que G) no es refutable
(puesto G es indemostrable). Esta sentencia puede tomarse como axioma si se
desea y esto no produce una contradicción. La teoría resultante contiene
muchos de los enunciados verdaderos sobre los números naturales y algunos
falsos, empezando por ¬G. Los objetos descritos por una teoría así forman
un modelo no estándar de la aritmética.3
Tomando G (o su contraria) como axioma se obtiene una nueva teoría T' en la
que G (o su contraria) es demostrable automáticamente. Sin embargo esto no
invalida el teorema, puesto que G afirma su indemostrabilidad relativa a la
teoría T. La nueva teoría T' es también incompleta: puede encontrarse una
nueva sentencia independiente G', que afirma «no soy demostrable en T'».
En definitiva, en una teoría formal que sea consistente y completa debe fallar
alguna de las hipótesis: o bien no es recursiva y no hay un algoritmo para
distinguir los axiomas del resto de fórmulas; o bien no son aritméticas, y no
incluyen las propiedades básicas necesarias de los números naturales. Por
ejemplo, en la demostración del teorema de completitud semántica se utilizan
teorías consistentes y completas que no son recursivas. 4 Por otro lado,
la aritmética de Presburger es una colección de axiomas sobre los números
naturales que omite varias de sus propiedades, a tal punto que una teoría
basada en ellos puede ser consistente y completa. 5

Segundo teorema[editar]
El segundo teorema de incompletitud muestra otro ejemplo explícito de una
fórmula que ninguna teoría aritmética puede demostrar, además de G. De
nuevo, usando la numeración de Gödel, puede encontrarse una fórmula,
denotada Consis T, cuyo significado es «no puede encontrarse una
contradicción en T», o en otras palabras, «T es consistente».
Segundo teorema de incompletitud de Gödel
En toda teoría aritmética recursiva consistente T, la fórmula Consistente T no es un
teorema.

La demostración del segundo teorema requiere traducir el primero a una


fórmula. El primer teorema afirma, entre otras cosas, que si T es consistente,
entonces G no es demostrable. La fórmula que afirma la consistencia
de T es Consis T, mientras que la fórmula que afirma la indemostrabilidad
de G es la propia G. La fórmula que traduce el primer teorema (una parte de él)
es Consis T ⇒ G, donde «⇒» significa implicación. Gödel demostró que esta
fórmula es un teorema,6 y que por lo tanto Consis T no es un teorema: si lo
fuera, de las reglas básicas de T como teoría formal se deduciría que G es
demostrable, en contradicción con el enunciado del primer teorema de
incompletitud.
Consecuencias[editar]
El segundo teorema de incompletitud limita las posibilidades de demostrar la
consistencia de una teoría formal T, puesto que no puede hacerse utilizando
únicamente la propia T. Además, si se encuentra una teoría más fuerte T' en la
que Consis T pueda demostrarse, la propia consistencia de T' no podrá
demostrarse en T' ni tampoco en T. Por ello, el segundo teorema se considera
una respuesta negativa al llamado programa de Hilbert, que proponía
demostrar la corrección de los razonamientos matemáticos basados en
objetos infinitos usando tan solo razonamientos basados en objetos finitos,
menos potentes que los primeros.

Enunciados indecidibles[editar]
Artículo principal: Independencia lógica
El primer teorema de inconmpletitud de Gödel demuestra la existencia de
enunciados indecidibles o independientes en la aritmética de Peano, y tanto el
primero como el segundo muestran ejemplos concretos de enunciados
indecidibles. Desde entonces se han encontrado otros ejemplos de enunciados
independientes de los axiomas de Peano, como por ejemplo el teorema de
Ramsey «fuerte». Existen además numerosos ejemplos de enunciados
independientes en otras teorías formales más fuertes que la aritmética, como
la hipótesis del continuo o el axioma de elección en teoría de conjuntos; o
incluso en teorías no directamente relacionadas con la aritmética, como en el
caso de la geometría euclídea y el postulado de las paralelas.

Discusión e implicaciones[editar]
Los resultados de incompletitud afectan a la filosofía de las matemáticas,
particularmente a los puntos de vista tales como el formalismo, que usa la
lógica formal para definir sus principios.
Se puede parafrasear el primer teorema diciendo que «nunca se podrá
encontrar un sistema axiomático que sea capaz de demostrar todas las
verdades matemáticas y ninguna falsedad».
Por otra parte, desde una perspectiva estrictamente formalista esta paráfrasis
se consideraría sin significado porque presupone que la «verdad» y «falsedad»
matemáticas están bien definidas en un sentido absoluto, en lugar de ser
relativas a cada sistema formal.
La siguiente reformulación del segundo teorema es todavía más inquietante
para los fundamentos de las matemáticas:
Si se puede demostrar que un sistema axiomático es consistente a partir
de sí mismo, entonces es inconsistente.
Por tanto, para establecer la consistencia de un sistema  se necesita utilizar
otro sistema , pero una prueba en  no es totalmente convincente a menos
que la consistencia de  ya se haya probado sin emplear . La consistencia de
los axiomas de Peano para los números naturales por ejemplo se puede
demostrar en la teoría de conjuntos, pero no en la teoría de los números
naturales por sí sola. Esto proporciona una respuesta negativa al problema
número dos de la famosa lista de cuestiones abiertas importantes en
matemáticas de David Hilbert (llamada problemas de Hilbert).
En principio, los teoremas de Gödel todavía dejan alguna esperanza: podría
ser posible producir un algoritmo general que para una afirmación dada
determine si es indecidible o no, permitiendo a los matemáticos evitar
completamente los problemas indecidibles. Sin embargo, la respuesta
negativa al Entscheidungsproblem demuestra que no existe tal algoritmo.
Es de notar que los teoremas de Gödel solo son aplicables a sistemas
axiomáticos suficientemente fuertes. Este término significa que la teoría
contiene la suficiente aritmética para llevar a cabo las instrucciones de
codificación requeridas por la prueba del primer teorema de incompletud.
Esencialmente, todo lo que se exige son algunos hechos básicos sobre la
adición y la multiplicación tal y como por ejemplo se formalizan en
la aritmética Q de Robinson.
Hay sistemas axiomáticos incluso más débiles que son consistentes y
completos, por ejemplo la aritmética de Presburger que demuestra todas
las afirmaciones de primer orden ciertas aplicando solo la suma.
El sistema axiomático puede consistir en un número infinito de axiomas (tal
y como hace la aritmética de primer orden de Peano), pero para poder
aplicarse el teorema de Gödel debe haber un algoritmo efectivo que sea
capaz a verificar la corrección de las pruebas. Por ejemplo, el conjunto de
todas las declaraciones de primer orden que son ciertas en el modelo
estándar de los números naturales es completo. El teorema de Gödel no se
puede aplicar porque no hay ningún procedimiento efectivo que decide si
una cierta declaración es un axioma. De hecho, que esto sea así es una
consecuencia del primer teorema de incompletud de Gödel.
Otro ejemplo de una especificación de una teoría en la que el primer
teorema de Gödel no es aplicable se puede construir de la siguiente
manera: ordenemos todas las posibles declaraciones sobre los números
naturales primero por su longitud y luego en orden lexicográfico;
comencemos con un sistema axiomático inicialmente igual a los axiomas de
Peano, repasemos la lista de declaraciones una a una, y, si la declaración
actual no se puede demostrar ni refutar a partir del actual sistema de
axiomas, entonces añadámosla a la lista. Esto crea un sistema que es
completo, consistente y suficientemente potente, pero no recursivamente
enumerable.
El propio Gödel solo demostró una versión de los teoremas arriba
expuestos que es técnicamente un poco más débil; la primera demostración
de las versiones descritas arriba fue dada por J. Barkley Rosser en 1936.
En esencia, la prueba del primer teorema consiste en construir una
declaración  dentro de un sistema formal axiomático al que se le puede dar
la siguiente interpretación meta matemática:
 «Esta declaración no se puede probar.»
Como tal, puede verse como una versión moderna de la paradoja del
mentiroso. Al contrario de la declaración del mentiroso,  no se refiere
directamente a sí mismo; la interpretación de arriba solo se puede "ver"
desde fuera del sistema formal.
En un trabajo publicado en 1957 en Journal of Symbolic
Logic, Raymond Smullyan mostró que los resultados de incompletitud
de Gödel pueden obtenerse para sistemas mucho más elementales que
los considerados por Gödel. Smullyan también ha reivindicado las
pruebas más simples con el mismo alcance, basadas en los trabajos
de Alfred Tarski sobre el concepto de verdad en los sistemas formales.
Más simples, pero no menos perturbadoras filosóficamente. Smullyan
no ha plasmado sus reflexiones sobre incompletitud solo en obras
técnicas; también han inspirado célebres libros de divulgación
como ¿Cómo se llama este libro?
Si el sistema axiomático es consistente, la prueba de Gödel muestra
que  (y su negación) no se pueden demostrar en el sistema. Por
tanto  es cierto ( afirma no ser demostrable y no lo es) y, sin embargo,
no se puede probar formalmente en el sistema. Fíjese que añadir  a los
axiomas del sistema no resolvería el problema: habría otra sentencia de
Gödel para la teoría ampliada.
Roger Penrose afirma que esta (presunta) diferencia entre lo que se
puede probar mecánicamente y lo que los humanos pueden ver como
cierto muestra que la inteligencia humana no es mecánica en su
naturaleza. También John R. Lucas se ha ocupado de esta cuestión
en Mentes, Máquinas y Gödel.7
Esta perspectiva no está ampliamente aceptada, porque tal y como lo
plantea Marvin Minsky, la inteligencia humana es capaz de errar y
de comprender declaraciones que son en realidad inconsistentes o
falsas. Sin embargo, Minsky ha informado de que Kurt Gödel le dijo a él
en persona que él creía que los seres humanos tienen una forma
intuitiva, no solamente computacional, de llegar a la verdad y por tanto
su teorema no limita lo que puede llegar a ser sabido como cierto por
los humanos.
Véanse Refutaciones a la interpretación de Penrose en los Enlaces
en Inglés de la sección Enlaces externos y referencias
La posición de que el teorema muestra que los humanos tienen una
habilidad que transciende la lógica formal también se puede criticar de
la siguiente manera: No sabemos si la sentencia  es cierta o no, porque
no sabemos (ni podemos saber) si el sistema es consistente. De modo
que en realidad no sabemos ninguna verdad que esté fuera del sistema.
Todo lo que sabemos es lo siguiente:
O  es indemostrable dentro del sistema, o el sistema es inconsistente.
Esta declaración es fácilmente demostrable dentro del sistema.
Otra implicación es que el trabajo de Gödel motivó a Alan
Turing (1912-1954) a estudiar qué funciones eran susceptibles de
poder ser calculadas y cuáles no. Para ello se sirvió de su Máquina
de Turing, una máquina de propósito general mediante la que
formalizó las funciones y procedimientos de cálculo, demostrando
que existían funciones que no son posibles de calcular mediante la
Máquina de Turing. El paradigma de este conjunto de funciones lo
representa la función que establece: «si dada una Máquina de
Turing, esta produce un resultado o, por el contrario, se queda
calculando indefinidamente». Esta función, conocida con el nombre
de Problema de parada (Halting Problem), será pieza fundamental
para demostrar la incomputabilidad de ciertas funciones.

Demostración de los teoremas[editar]


La demostración de los teoremas de incompletitud se basa en tres
conceptos:
1. La numeración de Gödel, que permite traducir las
teorías formales a operaciones de aritmética pura.
2. La potencia expresiva de las teorías formales
aritméticas, cuyas expresiones recogen dichas
operaciones.
3. El lema diagonal, que permite que las fórmulas sean
autorreferentes.
El enunciado original debido a Gödel, cuya demostración se esboza
en esta sección, es más débil que el presentado arriba, ya que en
lugar de la consistencia de la teoría T se exige una propiedad más
fuerte, la ω-consistencia.
Una teoría aritmética es ω-inconsistente si, para alguno de sus teoremas
formales de la forma ∃x, φ(x), puede refutarse cualquier caso particular, esto
es, puede probarse ¬φ([n]), para cada numeral [n]. Una teoría que no es ω-
inconsistente se dice ω-consistente.

(Los numerales [n] son los símbolos que utilice el lenguaje de la


teoría para especificar los números naturales concretos. En el
ejemplo de la aritmética de Peano en la sección siguiente, los
numerales son los símbolos dados por: [0] ≡ 0, [1] ≡ S0, [2] ≡ SS0,
etc.). La ω-consistencia implica la consistencia (pero no al revés). El
enunciado «fuerte», en el que solo se requiere la consistencia de la
teoría fue probado por J. B. Rosser mediante un método muy similar.
Numeración de Gödel[editar]
Artículo principal: Numeración de Gödel
La numeración de Gödel es una herramienta que permite relacionar
las teorías formales con la aritmética. El lenguaje de una teoría
formal de primer orden está compuesto por una cantidad —a lo
sumo— numerable de signos, como por ejemplo:
∃ , ⇒ , ¬ , |, =, x , y , z , ... , 0 , + , × , S
en el caso del lenguaje de la aritmética de Peano, donde además
de los símbolos lógicos y las variables, aparecen algunos
símbolos adicionales para la arimética (donde S es el símbolo
para denotar «el número siguiente a»). También el conjunto de
todas las cadenas (sucesiones finitas de signos) es numerable,
así como el conjunto de las sucesiones finitas de cadenas.
Una numeración de Gödel es una asignación de un
único número natural para cada elemento de cada uno de estos
tres conjuntos: signos, cadenas de signos y sucesiones de
cadenas.

ocultarEjemplo

Una posible codificación para los signos, cadenas y sucesiones de cadenas es


la siguiente. Para los signos se adopta:
«∃» → 10 , «⇒» → 11 , «¬» → 12 , «|» → 13 , «=» → 14 , «0» →
15 ,
«S» → 16 , «+» → 17 , «×» → 18 , «x» → 20 , «y» → 2000 , «z»
→ 200000 , …
Dada una cadena de signos, se adopta el criterio de «apilar» los
números de Gödel de sus signos, con un 77 inicial para indicar que
se trata de una cadena:
«x + [5] = 0» se torna en: 77-20-17-16-16-16-16-16-15-14-15, es
decir, en 7720171616161616151415
Para una sucesión de cadenas de signos, puede adoptarse un
convenio similar, con un 88 inicial, para indicar que se trata de
una sucesión:
La sucesión «0 = 1, y + 1 = 0» se convierte en: 88-77-15-14-16-15-
77-2000-17-16-15-14-15, es decir en:
8877151416157720001716151415

Puesto que la manipulación de estos signos, cadenas y


sucesiones puede traducirse en manipulación de unos ciertos
números, tanto la sintaxis que distingue las cadenas de signos
«con sentido» —las fórmulas− como el cálculo deductivo que
distingue las sucesiones de cadenas «que demuestran algo» —
las demostraciones— se ven traducidas a
operaciones aritméticas. Es decir, existen una serie
de relaciones y funciones aritméticas que se corresponden con
las reglas sintácticas y del cálculo deductivo, como por ejemplo:
Sig x : x es (el número de Gödel de) un signo
Cad x : x es (el número de Gödel de) una cadena (de signos)
(Se omite «el número de Gödel de» en adelante)
Suc x : x es una sucesión (de cadenas)
Form x : la cadena x es una fórmula
Ax x : la fórmula x es un axioma
Cons(x, y, z): «x es una fórmula consecuencia inmediata de las
fórmulas y y z»
Dem(x, y): «la sucesión x es una demostración de la fórmula y»
La forma precisa de estas funciones
y relaciones es laboriosa y depende
del criterio que se haya escogido
para efectuar la numeración de
Gödel. En particular la
relación Ax x ha de construirse
teniendo en cuenta un cierto
conjunto de axiomas concreto,
luego la relación Dem hace
referencia a una teoría concreta que
no se ha especificado.

ocultarEjemplo

Es sencillo entender ahora cómo deben definirse algunas de estas rela


según la numeración de Gödel mostrada antes:
Sig x ≡ x está entre 10 y 18 (ambos inclusive), o es de la form
20·100i (con i > 1)
Cad x ≡ En base 10, x es de la forma 77n(s1)...n(sk), donde
cada n(si) representa las cifras de un número tal que Sig n(si
cierto
Suc x ≡ En base 10, x es de la forma 88n(π1)...π(sk) donde
cada n(πi) representa las cifras de un número tal que Cad n(π
cierto

Expresabilidad y
recursividad[editar]
Artículo principal: Función recursiva
Mediante la numeración de Gödel,
es posible «traducir» los signos y
reglas de una teoría formal T en
números y operaciones aritméticas.
Es posible ir más allá, ya que T es
una teoría aritmética y se pueden
«recodificar» las mencionadas
operaciones mediante el lenguaje
formal de T, al igual que se puede
hacer con otras funciones y
relaciones aritméticas como por
ejemplo:
La función «multiplicar por 2» está representada por la fórmula: y = [2]
× x
La relación de orden x ≤ y, puede expresarse mediante: ∃z, z + x = y
La relación «x e y son primos entre sí» puede expresarse como: ∀z, z ≠
[1] ∧ ∃w, x = z × w ⇒ ¬∃u, y = z × u.
Cada una de estas
relaciones
es expresada por su
fórmula correspondiente,
en el sentido de que si
dos números están
relacionados, puede
demostrarse la expresión
formal correspondiente; y
cuando no lo están,
puede refutarse.8 Por
ejemplo:
Para cada entero n, se tiene que si n es par puede probarse la expresión
formal ∃x, [n] = [2] × x; y si es impar, puede refutarse dicha fórmula.
Para cada par de enteros m y n, si se tiene m ≤ n puede demostrarse la
fórmula ∃z, z + [m] = [n]; cuando m > n, puede refutarse dicha expresión.
Que las
relaciones
presentadas en la
sección anterior
—como Dem—
sean expresables,
implica que una
teoría formal
aritmética es lo
suficientemente
potente como
para «hablar» de
las características
de una teoría
formal arbitraria y,
en particular, de sí
misma.
Probar que todas
estas relaciones y
funciones son
expresables es
sencillo si
son recursivas, es
decir, si pueden
calcularse o
verificarse
mediante
un algoritmo, ya
que puede
demostrarse que
toda relación
recursiva es
expresable en una
teoría aritmética.
Las teorías
formales para las
que esto es
posible —asignar
los números de
Gödel de manera
que distinguir los
signos, cadenas,
sucesiones,
fórmulas,
consecuencias y
axiomas, puede
llevarse a cabo
con un algoritmo
— son las
llamadas
teorías recursiva
s, y por ello esta
característica se
asume como
hipótesis en los
teoremas de
incompletitud.
Diagonalizaci
ón[editar]
Para construir la
sentencia
autorreferente G h
a de idearse una
manera para que
una fórmula hable
de las
propiedades de su
número de Gödel
correspondiente.
Esto ha de
hacerse de
manera indirecta,
ya que dada una
fórmula φ con
número de
Gödel n, otra
fórmula que
«hable»
de φ mediante el
numeral [n] en
general tendrá un
número de Gödel
mayor que n, y
por tanto no
puede ser la
propia φ. Esto se
consigue
mediante el
llamado lema
diagonal.
En una teoría
aritmética recursiva,
dada una
fórmula φ(x) existe
una sentencia ψ con
número de
Gödel n tal que
puede
demostrarse ψ ⇔ φ(
[n]).
En definitiva, dada
una propiedad
cualquiera φ(x) ex
iste una
sentencia ψ que
afirma «mi
número de Gödel
cumple la
propiedad φ».
Demostración
del primer
teorema[editar]
Sea una teoría
formal aritmética y
recursiva T ω-
consistente. Sea
la fórmula ¬∃z,
DEM(z, x),
donde DEM es la
fórmula que
expresa la
relación
numérica Dem —
relativa a la teoría
formal T—. Por el
lema de
diagonalización
existe una
sentencia G con
número de
Gödel g, para la
que se
demuestra G ⇔ ¬
∃z, DEM(z, [g]),
es decir, que
afirma «ningún
número codifica
una demostración
(en T) de la
fórmula
representada
por g», o de otro
modo, «no soy
demostrable
(en T)». La
negación de esta
sentencia, ¬G, es
equivalente a ∃z,
DEM(z, [g]), o «mi
negación es
demostrable
(en T)».
Supóngase
entonces
que G puede
demostrarse.
Entonces existe
un número n que
cumple Dem(n, g)
, y en T puede
probarse
entonces DEM([n]
, [g]), lo cual
implica
formalmente ¬G;
y esto es
imposible si T es
consistente. Por
tanto no existe
una demostración
de G, y se
cumple ¬Dem(n, 
g) para todos los
números n, lo cual
resulta en un
número infinito de
teoremas
formales ¬DEM([n
], [g]) para cada
numeral [n].
Como T es ω-
consistente, no
puede ocurrir
entonces que ∃x,
DEM(x, [g]) sea
un teorema, por lo
que ¬G es
indemostrable,
y T es indecidible.
Demostración
del segundo
teorema[editar]
La demostración
del segundo
teorema de
incompletitud
requiere de un
hecho técnico que
Gödel
originalmente no
probó. Sea una
teoría T en las
condiciones
anteriores y sea la
fórmula Consis T 
≡ ¬∃z, DEM(z,
[k]), donde k es el
número de Gödel
de la sentencia 0
= 1. Consis 
T afirma que la
teoría T es
consistente (pues
deja algo sin
demostrar). La
versión formal (de
la primera parte)
del primer
teorema de
incompletitud
puede expresarse
como Consis T ⇒ 
¬∃y, DEM(y, [g]) y
esto es
equivalente
precisamente
a Consis T ⇒ G.
De modo que, de
poder probar
formalmente esta
sentencia, Consis 
T sería
indemostrable
puesto que se
tendría entonces
una demostración
de G, en
contradicción con
el primer teorema.
El hecho técnico
que se necesita
es precisamente
una prueba de
que la
demostración del
primer teorema de
incompletitud
puede
«traducirse» en
una demostración
formal de la
sentencia Consis 
T ⇒ ¬∃y, DEM(y,
[g]). Esto es
posible en toda
teoría aritmética
recursiva, ya que
verifican unas
ciertas condicione
s de
demostrabilidad.

Véase
también[edita
r]

 Consist
encia
lógica
 Autorref
erencia
 Logicis
mo
 Teorem
a de
Löb
 Teorem
a de
complet
itud de
Gödel
 Sobre
proposi
ciones
formalm
ente
indecidi
bles de
Principi
a
Mathem
atica y
sistema
s
relacion
ados
 Filosofí
a de las
matemá
ticas

Referencias[
editar]

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ar
a:a b c 
Véas
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parte
dedic
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n la
introd
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dter,
1989.
2. ↑ Est
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solo
es
cierto
en
la int
erpre
tació
n
natur
al en
que
las
varia
bles
de la
teoría
se
interp
retan
como
los n
úmer
os
natur
ales.
3. ↑ Véa
se H
ofsta
dter,
1989,
§XIV
para
una
expo
sición
de
nivel
inter
medi
o
sobre
la
aritm
ética
no
están
dar.
4. ↑ Véa
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2007,
§17.2
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5. ↑ Véa
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6. ↑ En
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[cita  req
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dice
que
una
relaci
ón R(
n1, ...
, nk) 
es ex
pres
able 
en
una
teoría
forma
l
aritm
ética
si
exist
e una
fórmu
la φ(
x1,..., 
xk) de
forma
que
si la
relaci
ón R(
n1, ...
, nk) s
e
cump
le
para
unos
cierto
s
núme
ros n1
, ..., 
nk ent
once
s
pued
e
demo
strars
e la
fórmu
la φ([
n1],...,
[nk]);
y si la
relaci
ón no
se
cump
le,
enton
ces
dicha
fórmu
la
pued
e
refuta
rse.
Véas
e Ivor
ra,,
§6.3
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Burg
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Enlaces
externos[e
ditar]

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