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De, Olesto A Caballero
De, Olesto A Caballero
Por L. M.
La Sra. de Warren, quien para decirlo en lindas palabras, era una mujer de generosa apariencia, ya
había decidido sentarse y fue inevitable que se dejara caer con todo su peso en el sillón.
Y mientras mamá y Anita miraban son poder remediar la situación, el hecho ocurrió. Se oyó un grito
capaz de hacer helar la sangre a cualquiera, y la Sra. Warren se puso de pie en seguida con el rostro
rojo de ira y moviendo los brazos en ademán amenazador mientras gritaba: “¡Linda manera de tratar
a una visita, colocando perros en su sillón! No pienso volver a poner los pies en esta casa”. Dando
una vuelta completa recogió su abrigo y su manguito, y salió con paso majestuoso hacia la puerta
de calle.
—Silencio –exclamó la madre–. Que no vuelva a oírte hablan en toda la tarde. Y en cuanto a ese
molesto perro, llévatelo al fondo y mételo en su casita. La Sra. Warren es una señora muy
respetable.
Anita se dirigió de cresta caída hacia el sillón, donde la causa de todo el alboroto estaba alegremente
sentado, con las orejas paradas y los ojos chispeantes en busca de una nueva aventura.
EL AMIGO DE LOS NIÑOS (The Children’s Friend). Publicaciones Interamericanas de la Pacific Press Publishing Assn.
1350 Villa Street, Mountain View, California 94041, U.S.A. 1er. Trimestre de 1963
Pero un día, de repente ocurrió un cambio inexplicable con el perrito. Ello sucedió cuando la tía de
Anita vino a visitar a la familia. Desde entonces Chispa fue todo un caballero, si así se puede llamar
a un perro.
Cuando la tía bajaba la escalera, Chispa permanecía tranquilamente sentado arriba hasta que ella
había llegado al último escalón. Cuando la tía caminaba por la casa, Chispa se apartaba del camino.
Y si se encontraba acostado en el suelo y ella venía hacia él, se levantaba tranquilamente y se ponía
a un lado.
Pero lo más increíble fue el cambio en su actitud con respecto a aquel sillón favorito. Aunque el
perrito había obrado siempre como si le perteneciera, ahora, cada vez que oía los pasos de la tía en
la sala, saltaba del sillón y lo dejaba para que ella se sentara.
Pero lo que la mamá y Anita habían estado tratando de suponer era quien le había dicho a Chispa
que la tía era completamente ciega. Quizás éste pudiera ser un ejemplo más de ese maravilloso
instinto que acompaña a ciertos animales y los constituye en los mejores amigos del hombre tanto
en sus alegrías como en sus penas.—
EL AMIGO DE LOS NIÑOS (The Children’s Friend). Publicaciones Interamericanas de la Pacific Press Publishing Assn.
1350 Villa Street, Mountain View, California 94041, U.S.A. 1er. Trimestre de 1963