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Entre 1813 y 1850, representantes del gobierno de España, crearon las

primeras escuelas públicas. Esto no fue fácil; hubo muchos intentos de consolidar
las escuelas públicas, la Asamblea Constituyente, u hombres como Manuel
Belgrano lo intentaron pero no lo lograron. Hasta que se consolidó la paz y se
generó un proyecto de país que comprendiera la necesidad de las escuelas, los
intentos fueron fallidos.
En 1850 se creó un Estado Capitalista que participó del mercado internacional a
través de la exportación. Para crear y desarrollar ese estado, se necesitaba una
institución que cumpliera la función de dar a conocer ese estado en la mayor parte
de lugares posibles y que formara personas con cierta cultura en relación a ese
Estado, es decir, para introducirse en el mercado. Esa institución fue la escuela.
En 1882, se promulgaron una serie de leyes provinciales de educación claves
para formar el modelo de escuela pública aceptado por la ciudadanía. Una de
ellas, fue la ley 1420 de 1884, que declaró a la escuela obligatoria, gratuita, laica,
común a todos y graduada.
Los propósitos de esta escuela eran enseñar el saber necesario para la
participación ciudadana, y diferenciar lo que era el saber y lo que era creer, sin
atacar a la enseñanza religiosa. Esto se lograría poniendo a cargo a maestros
profesionales formados en escuelas normales, utilizando el método, la explicación
y la lección reemplazando al castigo.
En 1884 queda constituida la escuela que luego recibiría el adjetivo de
tradicional. Esta tenía fines vinculados a la práctica política, social y económica,
con contenidos que eran la entrada al saber del siglo XIX y comienzos del XX,
como geometría, historia, lengua, entre otras.
La promulgación y diseminación de estas escuelas, se dio gracias a que se
destinaron porcentajes relativamente altos del presupuesto nacional a la
educación.
Según la Constitución Nacional de 1853 los encargados de esta difusión de la
enseñanza eran los gobiernos provinciales, pero ya que la motivación de estos era
la creación y consolidación de un Estado Nacional, la Ley Láinez de 1905 aprobó
que este Estado fundara escuelas allí donde los gobiernos provinciales no
pudieran hacerlo.
Hacia fines de la década de 1920, la escuela pública tuvo muchas críticas y
ataques. Estas críticas tuvieron dos vertientes diferentes:
 la primera estaba de acuerdo con el modelo de escuela que se acercara
más a la comunidad, hiciera caso de las características psicológicas de
los chicos pero sin dejar de lado los contenidos específicos.
 la segunda vertiente propuso que la escuela se diversificara de acuerdo
a las vocaciones de los alumnos e hiciera hincapié en la formación
práctica de la formación intelectual.
La primera podría ser enriquecedora, ya que pretendía una escuela que sin
dejar de lado el intelecto pensara en otras áreas de la personalidad de los chicos,
es decir, lo humano. La segunda, en cambio, era empobrecedora, ya que quería
constituir individuos intelectuales, pero incapaces de pensar por sí mismo.
Aun así, esta última, se transformó en la propuesta oficial de la educación
pública.
Entre 1950 y 1955 la diseminación de la escuela atravesó un segundo pico,
gracias al modelo de industrialización para la sustitución de importaciones que
atrajo a la población hacia los centros urbanos. Los obreros que llegaron para
trabajar en estas industrias, buscaron escuelas para que fueran sus hijos, así el
Estado creó las escuelas que faltaban. La escuela tuvo prioridad en los valores de
la moral cristiana que ya estaban introducidos, y le agregó el respeto al trabajo y al
trabajador, a la independencia nacional y a la justicia social. Esto no duró
demasiado, entre 1955 y 1966, algunos de estos valores como el respeto al
trabajo y al trabajador desaparecieron. En esta última ola expansiva de la escuela,
la iniciativa privada también tuvo un rol importante. Convocó a sectores medios
altos que antes iban a la escuela pública. Si bien la matrícula de las escuelas
privadas creció, no lo hizo la proporción de establecimientos.
Entre 1966 y 1983 se pusieron en práctica dos importantes políticas educativas
para la escuela pública: el pasaje de la formación docente del nivel secundario al
nivel superior, y la transferencia de todas las escuelas a los gobiernos
provinciales. La primera tuvo el propósito de evitar que se ampliara la lista de
maestras sin trabajo y de mejorar su formación. Esto tuvo como consecuencia qué
la cantidad de docentes titulados fue poca y en ocasiones tuvieron que cubrir los
cargos con jóvenes sin formación específica. La transferencia de escuelas se llevó
a cabo en 1978, creando una serie de inconvenientes ya que las provincias están
en peores condiciones económicas que el estado para sustentar la educación.
No es fácil definir que es una escuela pública. Este concepto puede ser
confundido con escuela estatal o popular; esto es así ya que están estrechamente
vinculadas. Una escuela estatal tiene que ser publica y estar abierta a todos los
ciudadanos sin distinción de raza, religión o estatus social. La escuela será
popular en tanto también sea pública y ofrezca a los chicos condiciones
igualitarias para aprender. Entonces se puede decir que la escuela tiene que ser
publica, estatal y popular.

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