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SABIDURIA para la NUEVA ERA | 3 i, CAMINO POR RECORRER Ima le espiritual en el envejecimiento RICHARD PETERSON Char ayee RICHARD PETERSON EL CAMINO POR RECORRER La busqueda espiritual en el envejecimiento Prélogo de Charles Thomas Cayce EDAF/NUEVA ERA Titulo del original inglés MILES TOGO Traduccién de: ALEJANDRO PAREJA. © 1989, Richard Peterson © 1993. De la traduccién, Editorial Edat, S.A © 1993. Editorial EDAF, 8. A. Jorge Juan, 30. Madrid Para la edicién en espaiiol por acuerdo con HARPER SAN FRANCISCO a Division of HarperCollins Publisher Inc., San Francisco. Califomia,USA. No esté permitida la reproduccién total o parcial de este libro, ni su tratamiento informatico, ni la transmisién de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrénico, mecénico, por foto- copia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. Depésito legal: M. 34.637-1993 ISBN: 84-7640-762-9 PRINTED IN SPAIN IMPRESO EN ESPANA Graficas Rogar, S. A. - Pol. Ind. Cobo Calleja - Fuenlabrada (Madrid) INDICE Padgs. Lista de tablas...... 9 Prélogo, por Charles Thomas Cayce. i Prefaci 15 Agradecimiento. 17 PRIMERA PARTE ANTES DE DORMIRME 1. «Casi demasiado tarde?» Una visién con los «ojos con- vencionales» HH 7: 2. «jNunca es demasiado tarde!» Una visién con «ojos nue- VOS» esse 41 SEGUNDA PARTE EL CAMINO POR RECORRER Ideales y misiOn en la vida: El propésito de todo 63 Meditaci6n y oracién: Comunicarse donde importa 719 Los suefios: unos mensajes que no debemos pasar por alto 105 Actitudes y emociones: Usted elige... El conocimiento y las habilidades: «El perro viejo y las gracias nuevas» ... oe AAA Pye 12. 13. Bibliografia escogida EL CAMINO POR RECORRER Pags. La memoria: jUsela o la perdera! La salud y el régimen alimenticio: mantenerse sanos “de 173 una manera natural 189 Condiciones de vida y situacién econémica: cudndo hay que saber decir «es bastante» 223 Participacién y servicio: dirigirse a los demas. 235 TERCERA PARTE PROMESAS QUE MANTENER Elija su camino hacia el desarrollo espiritual....... Mantenga el equilibrio....... Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla 10. Tabla 11. 9. SPABDAARYWN DS LISTA DE TABLAS Cémo es hacerse viejo?..... Test: El camino de los «ojos nuevos». Tabla de ideales de la vida :Al ir envejeciendo... Los rasgos de los demas. ‘Test: {Cémo es mi régimen alimenticio? Los grupos de alimentos de Cayce... Ejemplo de plan de desarrollo de un mes para la persona totalmente comprometida.... Ejemplo de plan de desarrollo de un mes para Ta persona medianamente comprometida . Ejemplo de plan de desarrollo de un mes para la 261 persona experimentadora..... 262 Ejemplo de plan de desarrollo de un mes para la persona especializada ... . 264 PROLOGO «Ha llegado un momento en la historia de la Tierra en que las gen- tes de todas partes aspiran a conocer mejor los misterios de la mente y el alma», dijo mi abuelo, Edgar Cayce, en uno de sus trances incons- cientes en los que manifest6 unas notables dotes de clarividencia. Sus palabras son proféticas incluso hoy, pues cada vez son mas las personas que buscan explicaciones parapsicolégicas de los suce- sos diarios. Por ejemplo, segtin una encuesta realizada a nivel nacio- nal por el Consejo Nacional de Investigacién de la Opinién Publica, casi la mitad de los estadounidenses creen que han entrado en con- tacto con alguna persona fallecida, cifra que duplica la de hace diez afios. Dos terceras partes de todas las personas adultas dicen que han tenido una experiencia extrasensorial; hace diez afios s6lo afirmaban tal cosa la mitad de las personas. Todas las culturas de la historia han advertido las dotes de algunos de sus miembros que iban més all de los cinco sentidos. Estos indivi- duos poco comunes tenfan un interés especial, porque parecfa que podian aportar soluciones a los problemas acuciantes de la vida. La cultura de los Estados Unidos en el siglo Xx no es ninguna excepcién. Edgar Cayce fue quizds el vidente m4s famoso y mejor documen- tado de nuestra época. Empezé a hacer uso de sus dotes poco comu- nes cuando era joven, y desde entonces, y durante mds de cuarenta afios, se acostaba en un divdn, normalmente dos veces al dia, entraba €n un trance semejante al suefio y respond{a a preguntas. Mas de catorce mil de estas disertaciones suyas, a las que se llam6é «lectu- 12 EL CAMINO POR RECORRER ras», fueron transcritas cuidadosamente por su secretaria, y fueron conservadas por la Fundacién Edgar Cayce, con sede en Virginia Beach, estado de Virginia (EE.UU.). Estas lecturas parapsicolégicas siguen ofreciendo inspiraci6n, ideas y ayuda terapéutica a decenas de miles de personas. Edgar Cayce, que slo habia recibido educacién primaria, vivid una vida sencilla y corriente. Pero ya de nifio, en Hopkinsville, esta- do de Kentucky, advirtié que tenia dotes parapsicolégicas. Estando solo un dfa, tuvo una visién de una mujer que le decfa que tendria poderes poco comunes para ayudar a la gente. También hablaba de haber tenido experiencias de «ver» a parientes suyos ya fallecidos. Una vez, estudiando las lecciones de la escuela, se qued6 dormido sobre su libro de texto y, cuando se desperté, conocia perfectamente todo el contenido del libro. Siendo joven se sometié a una sesién de hipnotismo para tratar una afeccién de garganta que le habfa hecho perder el habla. Descu- brié que, hipnotizado, era capaz de hacer diagnésticos y de prescribir tratamientos para las dolencias de los dem4s, muchas veces sin cono- cerlos y sin ver siquiera a la persona enferma. La gente empezé a for- mularle preguntas de otros tipos, y descubrié que también era capaz de responder a éstas. En 1910, el diario New York Times publicé un articulo de dos paginas, ilustrado con fotografias, sobre las dotes parapsicolégicas de Edgar Cayce, descritas por un joven médico llamado Wesley Ket- chum en un informe presentado ante una sociedad de investigacién médica de Boston. A partir de entonces, personas de todo el pais solicitaron su ayuda, formulandole preguntas de todos los tipos ima- ginables. Ademas de sus dotes poco comunes, Cayce fue un hombre pro- fundamente religioso que impartié clases de catequesis todos los domingos de su vida adulta, y que se ley6é la Biblia entera una vez por cada afio de su vida. Siempre intenté sintonizarse con la voluntad de Dios estudiando las Sagradas Escrituras y manteniendo una rica vida de oracién, y procurando, ademas, ser iitil a aquellos que le pedian ayuda. Solo utilizaba su capacidad con fines ttiles. La senci- llez y la humildad de Cayce y su dedicacién a hacer el bien en el PROLOGO 13 mundo siguen haciendo que el ptblico se interese por la historia de su vida, por su labor, y por la profunda informacién que dejé. Con esta serie de libros confiamos en ofrecer al lector nuevas ideas sobre la busqueda de la comprensién y del significado de la vida. Cada libro de la serie estudia su tema concreto desde el punto de vista de las lecturas de Edgar Cayce, comparandolo con los pun- tos de vista de otras fuentes metaffsicas y con el pensamiento cienti- fico moderno. E] lector interesado no necesita un mayor conocimien- to de los textos de Cayce. Cuando se cita una de las lecturas de Cayce, se facilita el nimero que identifica a dicha lectura, para mayor facilidad de los lectores que quieran leer el texto completo. En cada volumen se incluye una bibliografia recomendada para ampliar el estudio del tema. Este libro, el Camino por recorrer: La busqueda espiritual en el envejecimiento, por el doctor Richard Peterson, se inspira en las muchas indicaciones que se encuentran en las lecturas de Cayce para tratar de una manera positiva el proceso natural de la madurez, y para vivir una vida Ilena de significado a cualquier edad. El autor también se apoya en los resultados de las tiltimas investigaciones cientfficas sobre el misterio de la longevidad y sobre cémo vivir una vida sana. Como antiguo jefe de recursos humanos de la Asociacién para la Investigacion y la Huminacién, el doctor Peterson ha dedicado muchos afios a estudiar los textos de Cayce y con personas de todas las edades. Esté magnificamente capacitado para escribir un libro como éste, que resultar4 util a cualquier persona interesada en enve- jecer con vitalidad y con un propésito. Doctor CHARLES THOMAS CAYCE Presidente Asociacién para la Investigacién y la Iluminacién PREFACIO Este libro esta dirigido a los lectores de cualquier edad que quieran aprovechar al m4ximo el camino que les queda por andar en su edad avanzada: en sus sesenta afios, en sus setenta, en sus ochenta, y mas alla. Entre ellos se pueden encontrar los lectores de edad madura que quieran prepararse para los afios venideros, asi como los que ya tienen una edad avanzada y que estén deseosos de recibir de la vida algo mds de lo que estan recibiendo. La persona de cualquier edad que aplique las ideas y las sugerencias de este libro a su vida diaria alcanzar4 un sentimiento de propésito en la vida y una satisfaccién consigo mismo mayores de lo que podria haber llegado a imaginar. Experimentar4 cambios positivos en su bienestar fisico, en su enriquecimiento mental y en su satisfaccién espiri- tual. Y no estoy haciendo esta promesa a la ligera. Uno de los indicios del interés creciente por la vida en la edad avanzada es el numero cada vez mayor de libros y articulos que apa- recen sobre el tema de la vejez y el envejecimiento: sobre el proceso del envejecimiento, sobre c6mo soportar la edad o disfrutar de la edad (sea cual sea ésta), sobre c6mo cuidar de las personas mayores, etcétera. Entonces, {por qué escribir un libro mds? Una aportacién tinica de este libro es el texto que le sirve de base: las lecturas parap- sicolégicas realizadas por Edgar Cayce con intencién de ayudar a centenares de personas a resolver sus dudas fisicas, mentales y espi- rituales. Algunas de estas dudas est4n relacionadas directamente con el proceso del envejecimiento, pero muchas més estin relacionadas con el propésito mds amplio de vivir una vida significativa y util, con 16 EL CAMINO POR RECORRER independencia de la edad. Me he basado en una amplia seleccin de las lecturas de Cayce para presentar sugerencias sobre cémo enveje- cer con confianza y con elegancia. Por expresarlo de una manera muy sencilla, mi propésito es mostrar el modo en que la vida de la edad avanzada se puede vitalizar aplicando las ideas expresadas en la filosoffa que se desprende de las lecturas de Cayce. Segtin Malcolm Cowley, poeta, ensayista y critico, en su libro The View from 80 («La vista desde Ios 80»), yo soy uno de los muchos auto- Tes que tratamos el tema de la vejez pero que no somos més que «unos mozalbetes y unas muchachas (...) de algo menos 0 poco mis de sesenta afios». Da a entender que quizds conozcamos la bibliografia, «pero no la vida. (...) Lo que no saben y no pueden saber es qué se siente al ser vie- jos». Yo he intentado compensar un poco mi visién «juvenil» desde los sesenta hablando con personas que tienen la ventaja de ser sexagenarias, septuagenarias y octogenarias. Mis diez compafieros de tertulia no son una muestra extraida al azar entre toda la poblaci6n estadounidense de edad avanzada, pero son personas que intentan basar su vida en una filo- sofia de la vida representada por las lecturas de Edgar Cayce. La presentacién del libro esta dirigida a animar al lector a aplicar las ideas del mismo. Muchas lecturas de Edgar Cayce recuerdan a los consultantes que deben aplicar la informaci6n que reciben en las lectu- ras para poder experimentar los cambios beneficiosos. La experimenta- ci6n con ideas nuevas es una manera de empezar a convertir el conoci- miento en sabiduria, y de empezar a vivir el cumplimiento de mi pro- mesa anterior. A lo largo de todo el libro se encuentran apartados con el titulo de «Actividades personales», que contienen tests y otras activida- des pensadas para hacer que las ideas salgan del libro y se incorporen en su vida. Le recomiendo que abra un cuaderno, una especie de diario personal, para realizar en él los ejercicios y hacer otras anotaciones que Je parezcan relevantes. Utilicelo para registrar y celebrar su desarrollo, para anotar y resolver sus problemas, y para trazar sus planes de accién para el futuro. Si comparte su vida con un cényuge 0 con un amigo inti- mo, le sugiero que le ofrezca la oportunidad de participar con usted en los ejercicios y en las actividades. Mi promesa es valida para ambos. jOjala encuentre vitalidad, sabidurfa y gracia en el camino que le queda por andar! AGRADECIMIENTOS Edgar Cayce solia decir en sus lecturas que el servicio que una persona prestaba a otra era «el m4ximo servicio que se puede prestar a Dios». En una lectura para cierta persona, dijo que el servicio a otra persona era la dinica manera de aportar satisfaccién a la vida y de tener alegria de vivir. Son muchas las personas que me han prestado servicios en la preparaci6n de este libro, y que deben compartir conmigo la satisfac- cién de verlo terminado. Expreso aqui especialmente mi agradeci- miento y mi amor a las siguientes personas: Mi compafiera del alma, esposa, primera editora y mejor amiga, Anita, que enriquece mi vida con el Espiritu, y sin la cual yo quizas no hubiera ofdo hablar jamas de Edgar Cayce. Mis diez «compaifieros de tertulia» y amigos queridos, que me han ayudado a ampliar mi visién de la vida en la madurez con el Espiritu: Ada, Belva, Don, Dora Lou, Everett, Mae, Mike, Nell, Richard y Shane. Mis padres, Lea y Oscar, que han sido modelos del arte de enveje- cer con elegancia, y que ahora, a sus ochenta y siete y noventa y dos afios afios, son unos destacados modelos de amor y de compajfifa en la edad avanzada. Mi suegra, Alice, cuya sola presencia, a sus ochenta y cinco, es un tecordatorio de la fuerza callada de la amabilidad y de la deli- cadeza. 18 EL CAMINO POR RECORRER Mis hijos y nietos, Scott, Fran, Lyn, Kelsey y Holly, simbolos del flujo constante del amor y del apoyo a través.de las nuevas generaciones. También quiero expresar mi agradecimiento profundo a las siguientes personas: Mark Thurston, cuyos libros, conferencias y orientacién han influido significativamente en,mi trabajo con las lec- turas de Edgar Cayce; Charles Thomas Cayce, que me ha ofrecido su apoyo y su 4nimo constante y me ha brindado oportunidades para desarrollar mi trabajo; Bob Smith, cuya orientacién como editor y cuyo apoyo moral me mantuvieron en marcha; y, sobre todo, el pro- pio Edgar Cayce, cuyo extraordinario legado de las lecturas y cuya organizacion han transformado mi vida. A todas estas personas les dedico mi libro con amor. Pero tengo promesas que mantener Y un camino por andar antes de dormirme. ROBERT FROST De «Pararse junto al bosque una tarde de nieve» PRIMERA PARTE ANTES DE DORMIRME INTRODUCCION A LA PRIMERA PARTE ANTES DE DORMIRME Algunas veces es mucho mds alegre y esperanzador tener setenta afios que tener cuarenta. OLIVER WENDELL HOLMES, a los ochenta ajios, en carta a Julia Ward Howe, que cumplia setenta, el 27 de mayo de 1889. Lo que importa no es lo viejo que eres, sino cémo eres viejo. MARIE DRESSLER, a los sesenta y cinco afios. Citada en la revista Reader’s Digest, marzo de 1934. La mayoria de la gente dice que al hacernos viejos debe- mos renunciar a ciertas cosas. Yo creo que nos hacemos viejos porque renunciamos a ciertas cosas. SENADOR THEODORE FRANCIS GREEN, a los ochenta y siete afios. Citado en el diario Washington Post, 28 de junio de 1954. El envejecimiento es al mismo tiempo una realidad y una sensa- cién. Aunque no arranquemos todos los dias una hoja del calendario, no podemos menos de darnos cuenta del paso del tiempo. Por cada dia que pasa somos un dia mds viejos. Pero zno ha advertido usted que no todos los minutos u horas parecen iguales? {No le parece que algunos dias o algunas semanas son més largas que otras? 24 EL CAMINO POR RECORRER Sus ideas sobre su vida y sobre el punto de ella donde se encuen- tra son consecuencia de muchas influencias: de sus padres, maestros, orientadores religiosos y amigos; de los libros, los periddicos, las peliculas y la televisién. Sea cual sea su edad, si considera sus impre- siones sobre la vida y el mundo que le rodea, probablemente descu- briré que su visién personal de la realidad (su «paradigma personal») no es demasiado diferente de la de los que le rodean, Este paradigma es la base de que parte para plantearse preguntas como éstas: ,Cudl es el significado de la vida en este planeta? ,Es verdadero el mundo que me rodea? {O no es mas que una ilusién creada por mi mente? {Tiene un fin el hecho de que yo esté en este planeta, con mi mente y con mis sentimientos? ;O es el ser humano un fruto casual de la evo- luci6n biolégica? ;Tiene mi propia vida un objetivo concreto? Mientras nos cefiimos a un solo paradigma sencillo, sobre todo si se trata de aquel en que nos educaron, podremos dar respuesta a estas preguntas (0 despreocuparnos de ellas) con relativa facilidad y con- sistencia. Pero el precio que pagamos por esa sencillez es el de tener que aceptar también las consecuencias que tiene aparejadas ese para- digma, esa visién de la realidad. Si nuestro paradigma nos permite creer, por ejemplo, que la vida sirve principalmente para conseguir un maximo de ganancias 0 de felicidad personal para nosotros mis- mos, y que carece de un objetivo tltimo, entonces deberemos estar preparados para aceptar los sentimientos de desesperacién y de falta de sentido que pueden asediarnos con los afios. En el capitulo | resumimos algunas de las condiciones y de las limitaciones de un paradigma convencional propio del mundo occi- dental. Permite al lector poner a prueba los limites de sus propias opiniones en relacién con el proceso del envejecimiento, tal como lo ve a su alrededor y lo experimenta en si mismo. El capitulo 2 presenta conceptos propios de un paradigma menos admitido entre las personas que se han formado en las civilizaciones occidentales: el de las ideas y los principios que se desprenden de las lecturas de Edgar Cayce. Estos conceptos ya no resultan tan extrafios para la mentalidad occidental como resultaban hace algunos aiios. Cada vez es mds comtin la manifestacién de estas ideas, aunque a veces se hable de ellas con escepticismo, con burlas 0 incluso con ANTES DE DORMIRME 25 desprecio, como tantas ideas nuevas que han amenazado a los anti- guos paradigmas y que han sido objeto de criticas o de burlas. El lector desconfiado puede optar por dejar en suspenso de momento su juicio sobre los conceptos ajenos a sus cémodos para- digmas actuales. Pero, después de poner a prueba algunas de las ideas presentadas en el libro, hasta los lectores escépticos pueden advertir que sus opiniones empiezan a acercarse a los conceptos nue- vos. O quizds descubran que, al convencerse de las ventajas de apli- car estas ideas, pueden aceptar y aplicar muchos de los principios y técnicas de dichas ideas sin abandonar sus paradigmas actuales en lo esencial. 1 «,CASI DEMASIADO TARDE?» UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES» Todos quieren vivir mucho tiempo, pero nadie quiere ser viejo. BENJAMIN FRANKLIN, Almanaque del Pobre Richard del afio 1749, {Ha pensado usted alguna vez: «No me puedo creer que voy a cumplir los cuarenta el mes que viene», o los cincuenta, 0 los sesen- ta? Son pocos los acontecimientos de nuestra vida de adultos que ins- piran tantas bromas y chistes como los cumpleafios en los que entra- mos en una nueva década. Estos cumpleajios especiales provocan en algunos de nosotros nerviosismo cuando se acercan y rencor cuando ya han pasado. Son ocasiones que suelen incitamos a que examine- mos nuestra calidad de vida, a que nos comparemos a nosotros mis- mos con un patrén, mal definido pero exigente, de lo que es «vivir la buena vida». Evaluamos el trabajo diario que hemos elegido, nuestro modo de vida, nuestras relaciones personales, nuestros recursos. Presentaré un ejemplo. Hace poco asisti a una fiesta sorpresa que se ofrecié en honor de una mujer que cumplia «los estupendos cin- cuenta» (eso es lo que estaba escrito en uno de los globos que flota- ban cerca del techo). Al volver la vista atrds, ella se sentfa agradecida por haber salido adelante tras varios afios dificiles con problemas de salud y familiares. Mirando al futuro, sentfa cierta necesidad de ace- 28 EL CAMINO POR RECORRER lerar el ritmo de su carrera profesional como pintora, ahora que habia caido en la cincuentena. Cuando los adultos jévenes Ilegan a su primer cumpleafios «de los grandes», cuando cumplen treinta afios, se plantean preguntas como éstas: ,Cémo he Ilegado hasta aqui en tan poco tiempo? ; Voy por el buen camino? {Qué he estado haciendo de mi vida? ,Qué estoy pasando por alto? El psic6logo Daniel Levinson escribe en su libro The Seasons of a Man’s Life («Las estaciones de la vida del hombre»): A una persona de veintitantos afios le parece que llegar a los treinta es «superar la cumbre». Durante la treintena, el cuadragésimo cumpleafios es una amenaza temible. En cualquier momento de la vida, la superacién del préximo hito de la edad se asocia a una pérdi- da total de juventud, de vitalidad e incluso de vida. Qué puede repre- sentar, entonces, aproximarse a los sesenta y sentir que todas las manifestaciones de la juventud estan a punto de desaparecer, y que s6lo queda la «vejez»? Segtin Levinson, una posible solucién es la de encontrar en cada edad de Ia vida un equilibrio entre los valores de la juventud y los de la vejez. En los tiltimos afios de la madurez sugiere, por ejemplo, que podemos perseguir la imagen del «anciano sabio y creador» sin per- der «el contacto con la vitalidad juvenil, con las fuerzas de desarrollo en el yo y en el mundo». Al ir envejeciendo podemos reducir al minimo la angustia producida por la pérdida de la juventud si vivi- mos de una manera dindmica, sin dejar de desarrollar nuestros recur- sos interiores y de aplicar estos recursos en nuestras vidas externas. Las lecturas de Edgar Cayce aportan una amplia variedad de orienta- ciones sobre el modo de Ilevar a nuestras vidas esta vitalidad. Levinson y sus colegas de la universidad de Yale, en sus investi- gaciones decisivas sobre los ciclos de desarrollo de la vida adulta, identificaron cuatro edades en las que se dividen las vidas con nota- ble consistencia. Hacia el final de cada edad y el principio de la siguiente se encuentran tres periodos principales de transici6n. El ter- cero y Ultimo de estos periodos es el de Ja Transicién Adulta ultima, «¢CASI DEMASIADO TARDE? » UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES» 29 que suele producirse entre los sesenta y los sesenta y cinco afios de edad. Levinson considera que esta transicién es un «periodo de desa- rrollo significativo» que «representa un cambio de primer orden en el ciclo vital». Advirtamos que habla de desarrollo, y no de decadencia ni de deterioro. En cada periodo de transicién es esencial realizar una evaluaci6n, preguntandonos: «Qué he hecho hasta ahora? Y jad6nde me dirijo? Los individuos que no se plantean estas preguntas en el periodo de transicién tendrén mas diffcil su adaptacién efectiva en la edad siguiente. De hecho, puede que sigan funcionando al nivel de la edad anterior: esto explica los casos de las personas de treinta y cinco afios que todavia no saben lo que quieren ser «cuando sean mayores», y los de los septuagenarios que siguen intentando aferrarse a una serie de ambiciones y de expectativas propias de la edad madura. El perio- do de transicién es un medio que permite a las personas distanciarse del pasado mientras se preparan para el futuro. Otro estudio clasico del desarrollo humano son las investigacio- nes realizadas por el psicoanalista Erik Erikson, que observ6 las vidas de varias familias a lo largo de muchos ajfios. En su libro Childhood and Society («Infancia y sociedad»), publicado en 1950, Erikson identifica ocho edades en el desarrollo humano, desde la infancia hasta la vejez; todas ellas son fundamentales para el desarro- Ilo psicosocial normal, y cada una de ellas se caracteriza por un con- junto propio de decisiones que tomar y de cuestiones que resolver. En un libro que publicé recientemente, Vital Involvement in Old Age («Participacién vital en la vejez»), Erikson estudia especialmente a las personas que se encuentran en la octava edad (la vejez), y descri- be lo necesario para conseguir una integracién satisfactoria de todo lo que se ha vivido antes, «para consolidar un sentimiento de sabidu- ria con el que vivir el futuro». En resumen: tanto los estudios de Erikson como los de Levinson dan a entender que no hay momento mejor que los aiios de madurez para emprender el tipo de autoandlisis que nosotros solfamos dejar para nuestros primeros cumpleafios que abrian década: las reflexio- Nes sobre donde hemos estado, sobre cémo encaja todo, y sobre adénde vamos ahora. Una serie de ideas inspiradas en las lecturas de 30 EL CAMINO POR RECORRER Edgar Cayce pueden ayudamos a superar con elegancia el periodo de transicion de los sesenta a los sesenta y cinco. Y las lecturas ofrecen mucho més para enriquecer los ajios siguientes de la vida, los afios de la edad avanzada. LOS ANOS QUE DEJA ATRAS Este libro se dedica sobre todo a los aiios que tiene por delante, a los afios de su edad avanzada. Pero para dar al futuro algo de perspecti- va (teniendo en cuenta sobre todo el punto de vista del capitulo siguien- te) voy a echar una breve ojeada al pasado visto desde el presente. Es posible que cuando se aproxime a uno de los cambios de década avanzados piense: «Si todavia no lo he hecho, seguramente ya no lo haré nunca.» A algunos les puede suceder ya en los cincuen- ta; a otros puede venirles mds bien en los setenta o incluso en los ochenta; otros mas pueden no llegar nunca a esta renuncia. No tiene nada de raro que usted se desanime por los afios que deja atrés: esto suele deberse a que advierte las diferencias entre lo que habia esperado y planeado y lo que sucedié en realidad. Las expectativas no satisfechas son probablemente la causa mds impor- tante de frustracién, de decepcién e incluso de desesperacién. Tiende a comparar sus logros mentales y fisicos con los de los demas y con valores absolutos, en vez de buscar dentro de sf mismo sus propios logros y avances. Tiende a pensar en las cosas materiales que tiene 0 que no ha conseguido, en vez de en las vidas a las que ha afectado favorablemente o los servicios que ha prestado a los demas. Quizds sea usted como el personaje George Bailey, representado por James Stewart en la pelicula ;Qué bello es vivir! George llega a un punto bajo de desesperacion y est4 a punto de tirarse de un puente para acabar con todo. Pero un amable aprendiz de angel Ilamado Cla- rence se lo impide y le ensefia lo mucho que ha hecho por su pueblo, Bedford Falls, por su familia y por las vidas de los que le rodean: personas a las que ha prestado apoyo econémico, a las que ha dado una segunda oportunidad 0 un medio para ganarse honradamente la vida. Segtin las lecturas de Cayce, es posible que los logros mas «{CASI DEMASIADO TARDE? » UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES» 31 importantes de nuestra vida sean las experiencias en las que ayuda- mos a otras personas a recuperarse tras una cafda o a dar un nuevo paso adelante en sus vidas. En este libro se proponen diversos ejercicios y actividades bajo el titulo de «Actividades Personales», pensados para ayudarle a aplicar directamente en su vida las ideas del libro. La fuente de Edgar Cayce solfa recordar a las personas que recibian sus lecturas que la com- prensién viene con la aplicacién. Como se sefialé en el prefacio, qui- zas le interese llevar un cuaderno para realizar en él los ejercicios del libro y para registrar sus ideas y sus planes. ACTIVIDADES PERSONALES Dedique algunos minutos a recordar su vida, concentréndose en los tltimos veinte afios, aproximadamente. Prepare una lista de sus logros en cuanto a: Servicios prestados. Oportunidades aprovechadas, Producciones realizadas Metas alcanzadas. Conocimientos 0 habilidades aprendidas. Experiencia acumulada. Ayuda prestada a personas. Creatividad aplicada. Imaginese que tiene a su lado a su Angel custodio, que le va indi- cando los modos en que usted ha hecho del mundo un lugar diferen- te, a su manera personal. ,Qué cosas no se habrfan hecho si no hubiera sido por usted? ;Quién ha vivido una vida mejor por haber intervenido usted en ella? Qué lecciones ha aprendido usted que puede trasmitir a los demas? No intente medir 0 pesar sus logros. No se detenga en lo que ha dejado incompleto o retrasado ni en las metas no alcanzadas. Las lec- turas de Cayce nos advierten que sélo fracasamos cuando dejamos de intentarlo. ;jLimitese a anotar sus logros y a disfrutarlos! 32 EL CAMINO POR RECORRER Ha llegado el momento de dejar de leer y de ponerse a escribir la lista. Cuando termine, conserve sus notas. Volveré a ellas mas adelante. DONDE ESTA EL AHORA Ha dirigido la mirada atr4s; ahora, vuelva a centrarse en el pre- sente. Observe, concretamente, un aspecto de su visién personal del mundo: sus ideas y sus actitudes sobre la vida en la edad avanzada. Sus impresiones sobre la vida después de los sesenta 0 de los setenta se han forjado a partir de fuentes puiblicas (como son los articu- los de prensa, los programas de televisidn y los libros) y de fuentes personales (sus amigos y parientes de edad). Por una parte, quizds admire usted el logro de haber alcanzado una edad avanzada («gTiene usted ochenta y cinco afios? ;Qué maravilla!») Por otra parte, puede sentirse maravillado por el hecho de que sea posible la vitalidad a tales edades («¢Cémo es que sigue dirigiendo orquestas a los ochenta y cinco?»). Dicho de otro modo, su paradigma le hace creer que llegar a alcanzar una edad avanzada es algo notable, y que funcionar bien a tal edad es casi increfble. EI poeta Henry Wadsworth Longfellow advirtié esta duplicidad, y present6 como respuesta un breve catélogo de logros en edades avanzadas, en su poema «Morituri Salutamus»: Es demasiado tarde! Oh, nunca es demasiado tarde Hasta que el coraz6n cansado deja de palpitar. Catén aprendioé griego a los ochenta; Séfocles Escribié su gran Edipo, y Siménides Arrebaté el premio de poesta a sus compaieros, Cuando ambos habtan cumplido mds de ochenta. Chaucer, en Woodstock con los ruisefores, Escribi6é los Cuentos de Canterbury a los sesenta; «¢CASI DEMASIADO TARDE?» UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES» 33 Goethe, en Weimar, trabajando hasta el fin, Terminé el Fausto después de los ochenta. Son, en verdad, excepciones; pero muestran cudnto puede adentrarse la corriente del Golfo de nuestra juventud en las regiones drticas de nuestras vidas... Muchas de sus actitudes sobre el envejecimiento se pueden resu- mir en la paradoja de Benjamin Franklin con la que abrimos este capitulo: quiere vivir mucho tiempo, pero no quiere hacerse viejo. De hecho, rehtiye a los que ya se han hecho viejos. ;Existe alguna otra situacion en la vida en la que conffe en llegar a integrarse algtin dfa en un grupo a cuyos miembros desprecia hoy? Vamos a seguir con las actividades personales: veamos sus ideas sobre Jo que representa ser una persona mayor dentro de la sociedad. ACTIVIDADES PERSONALES La tabla 1, que aparece a continuaci6n, es un test que le permite evaluar sus propias ideas sobre lo que representa el envejecimiento. (Las palabras personas mayores que aparecen en el test denotan prin- cipalmente a las personas por encima de los setenta afios). A la derecha de cada afirmacién aparece una escala de puntuacién que va desde el ntimero de la izquierda, que quiere decir «Completa- mente de acuerdo», hasta el mimero de la derecha, que quiere decir «Completamente en desacuerdo». Rodee con un circulo el nimero que represente su respuesta, sin preocuparse de momento por el valor del ntimero. Califique cada afirmacién con sinceridad, en funcién de sus ideas, y no pensando en cuil cree que es la respuesta «correcta». Después de completar el test, calcule la puntuacién sumando los miimeros que ha rodeado con un circulo. Busque el texto que le corresponde en funcién del total: 41-50: Al parecer, usted tiene una visi6n muy saludable y opti- mista de la vida en la edad avanzada. Ha evitado la mayorfa de los 34 EL CAMINO POR RECORRER estereotipos que tienden a presentar a las personas mayores como personas con limitaciones en su capacidad y en sus intereses, infle- xibles en sus actitudes y en sus habitos, incapaces de desarrollarse y de cambiar. En vez de ello, parece que advierte las posibilidades de llevar una vida dindmica a esas edades, aunque ello exija cierto grado de ajuste y de compromiso. Reconoce que la persona mayor es muy capaz de ser flexible y de cambiar para adaptarse a las cir- cunstancias. Este libro le servird para confirmar su visién positiva de la edad avanzada. Tiene grandes dotes para aprovechar las oportunidades y para crear estrategias que le permitan dar forma a su propio futuro de una manera positiva. 31-40: Al parecer, usted tiene una visi6n positiva, en lineas generales, de la vida en la edad avanzada, aunque no est4 completa- mente preparado para renunciar a todos los estereotipos que presen- tan a las personas mayores como seres de capacidad limitada, de intereses estrechos, de actitudes y habitos inflexibles, e incapaces de desarrollarse y de cambiar. Seguramente espera que los estereo- tipos sean falsos, y que usted pueda aprovechar las posibilidades de una vida mds dinémica, aunque deba realizar algunos ajustes y bus- car algunas soluciones de compromiso en funci6n de sus circuns- tancias. Este libro puede servirle para liberarse de sus inquietudes sobre la edad avanzada. Esto le permitird aprovechar las oportunidades y crear estrategias para dar forma a su propio futuro de una manera positiva, 21-30: Al parecer, usted tiene una visidn algo negativa de la vida en la edad avanzada y acepta como verdaderos muchos de los estereo- tipos que presentan a las personas mayores como seres de capacidad limitada, de intereses estrechos, de actitudes y habitos inflexibles, e incapaces de desarrollarse y de cambiar. No tiene grandes esperanzas de vivir una vida significativa y dindmica a esas edades; parece, por el contrario, que espera vivir un periodo de decadencia, de limitacio- nes y de aislamiento. Este libro puede ayudarle a replantearse sus opiniones sobre la edad avanzada y sobre las limitaciones que usted le atribuye. Si usted «¢CASI DEMASIADO TARDE?» UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES » 35 esté dispuesto a aprender algunas de sus técnicas y a aplicarlas, el libro puede sugerirle oportunidades y estrategias que le ayudarén a evitar los tropiezos causados por los estereotipos y a dar forma a su propio futuro de una manera mas positiva. 10-20: A\ parecer, usted tiene una visi6n muy negativa de la vida en la edad avanzada, y acepta como verdaderos la mayorfa de los estereotipos que presentan a las personas mayores como seres de capacidad e intereses limitados, de actitudes y habitos inflexibles, ¢ incapaces de desarrollarse y de cambiar. Al parecer, no espera vivir una vida dindmica y significativa en esos afios; espera mds bien un periodo de decadencia, de limitaciones y de aislamiento. Este libro le ayudaré a replantearse sus opiniones sobre la edad avanzada y sus limitaciones. Si es capaz de dejar en suspenso una parte de sus opiniones mientras trabaja con el libro, y si est dispues- to a poner a prueba algunas de las ideas y de las técnicas del libro, no s6lo descubriré que sus opiniones han cambiado, sino también que empieza a dar forma a su futuro de una manera més positiva. Las personas adoptan puntos de vista estrechos sobre el envejeci- miento cuando no han tratado a muchas personas de edad avanzada. Y esta falta de trato puede conducir a la gente a manifestar prejuicios como los que encontré Sarah-Patton Boyle, que dice en su libro The Desert Blooms («E| desierto florece») que habia pasado a formar parte de «una entidad homogénea, la de los viejos; escrito asi, como una sola palabra». Dice que la consecuencia de esta imposicién de etiquetas es la atribucién de «imagenes fijas, o estereotipos, que se adhieren a ellos como el alquitran y las plumas». Estos puntos de vista cambiaran cuando la gente en general tenga mas trato con las personas mayores, como sucederé sin duda con el tiempo. Los cambios demogr4ficos ya apuntan en este sentido, como veremos, 36 Tasia 1 Test: ;C6mo es hacerse viejo? EL CAMINO POR RECORRER mas precisién su nivel de acuerdo o de desacuerdo con ella. 10. Después de cada afirmacién, rodee con un circulo el ntimero que indique con ‘Completamente en desacuerdo En desacuerdo Indeciso De acuerdo ‘Completamente de acuerdo | Cuando las personas se hacen viejas, los rasgos menos agradables de su personalidad empiezan a destacar ms que los mas agradables. . La mente y la memoria pueden funcionar con més eficacia si se ejercitan con regularidad. Cuando las personas mayores intentan adquirir nue- vas habilidades 0 conocimientos, deben estar prepa- radas para llevarse una desilusin, Recordar en la edad avanzada los afios pasados no tiene nada de dtil ni de bueno para la salud mental. El régimen alimenticio es menos importante en la edad avanzada, pues el cuerpo y su salud dependen en gran medida de la alimentacién anterior. Un empresario que tenga en plantilla a oficinistas de més de 70 afios de edad vera cémo va decayendo su productividad. Las personas mayores que no se han interesado nunca por su desarrollo personal o espiritual toda- via pueden conseguir mucho en la edad avanzada. Las personas mayores deben buscar nuevos amigos sobre todo entre otras personas de edad avanzada. . Es més probable que las personas vivan més tiempo si reducen su participacién en actividades externas en la edad avanzada. La actitud mental de las personas sobre el envejeci- miento tiene sus repercusiones sobre su bienestar fisico con la edad. 12 3,4 5 «CASI DEMASIADO TARDE?» UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES» 37 LOS ANOS VENIDEROS Tener mas de sesenta y cinco afios viene acompafiado de una cir- cunstancia tranquilizadora: sea cuando sea cuando los cumpla, tendr mucha mds compaiifa en su grupo de edad que la que tenfan las per- sonas de mas de sesenta y cinco afios en el pasado. En el afio 1900, por ejemplo, s6lo una de cada veinticinco personas habia cumplido los sesenta y cinco; en 1987 ya eran una de cada nueve las personas mayores de sesenta y cinco afios; en el afio 2000 serdn una de cada cinco. Evidentemente, cuanto mds tarde usted en cumplir los sesenta y cinco, mas compafiia tendra. Otra circunstancia tranquilizadora es la de que quizés tenga mds afios por delante de los que cree. En 1980 vivian en los Estados Uni- dos 14.200 personas que habian cumplido los 100 afios. En 1985, esta cifra habia aumentado espectacularmente, en un 80 por cien, hasta situarse en 25.400, y quizés haya mds de 100.000 centenarios en el afio 2000. La ciencia médica dice que, al parecer, el cuerpo humano estd construido para durar entre 110 y 120 afios, si no media una enfermedad no relacionada con la edad. La informacién que se desprende de las lecturas de Edgar Cayce da a entender que el cuer- po humano podria durar mucho més de lo que dura, y que esta al alcance de cada uno de nosotros prolongar nuestra vida. No tenemos por qué dejar de considerarnos miembros de la raza humana cuando superamos la esperanza de vida que se nos atribuy6 cuando naci- mos. Hace poco tiempo probé una chispa de inmortalidad cuando descubri que habia superado la esperanza de vida vigente cuando naci, los 59 afios. Por supuesto, los demégrafos saben lo que hacen: mientras nosotros seguimos viviendo, ellos siguen subiendo la espe- ranza de vida. Pero antes de ponerse a celebrar sus posibilidades de vivir una larga vida, debe estudiar cébmo emplear esa vida. ;Para qué vivir més de cien afios? ;Simplemente por amor a la supervivencia? Por el gusto de durar mds tiempo que la mayoria de los demas seres humanos? ,0 tiene pensada alguna cosa mds productiva y mds ima- ginativa? 38 EL CAMINO POR RECORRER Sus posibilidades para su tiltimos afios pueden ser infinitamente variadas, pero cuando llegue a ellos quizds estén limitadas por su capacidad, por sus recursos y por su imaginacién. Voy a pedirle que piense en esos tltimos afios, en la época en que empezaran (0 empezaron) para usted. Pero, antes de ello, repase esta lista de oportunidades: Cursar estudios universitarios 0 seguir cursos de educacién para adultos. ~Dedicarse mds en serio a una aficién o a una artesania. Emprender una nueva carrera profesional como auténomo. Encontrar un nuevo empleo por cuenta ajena. Hacer més ejercicio. Dormir més y mejor. ~Colaborar en el cuidado de los nietos. ~Aceptar nuevas responsabilidades en labores altruistas. ~Leer los cien libros mas importantes de la historia. Ver mas la televisién (0 ver menos la televisién). ~Trabajar en su desarrollo espiritual. Dedicarse més en serio a la jardineria 0 a la decoracién. Viajar mas (o pasar més tiempo en casa). ~Aprender un nuevo idioma. Hacer nuevos amigos. Tener mas vida social (o menos vida social). Usted debe de tener ideas propias a docenas: ha Ilegado el momento de volver a las actividades personales. ACTIVIDADES PERSONALES Dedique ahora algunos minutos a imaginarse su futuro, teniendo en cuenta sus propias circunstancias, capacidades y limitaciones. Anote Jas décadas que va a cumplir y el afio en que cumplira cada «CASI DEMASIADO TARDE?» UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES» 39 una de ellas en los préximos tiempos. Por ejemplo, yo cumpliré asi las décadas: 70 en 1998. 80 en el 2008. (j{Qué emocionante es la idea de superar el afio 2000!) 90 enel 2018. 100 en el 2028. ({Por qué no? Mi padre ya es nonagenario.) Para cada uno de sus cumpleaiios venideros que abran década, anote brevemente lo que le gustarfa estar haciendo en ese momento, si sus Circunstancias y sus recursos lo permiten. {Dénde estard? ,A qué dedicara su tiempo? {Quién estar4 a su lado? {De dénde le ven- drdn las mayores satisfacciones en su vida? Si usted mantiene una relacién personal estrecha, plantéese la posibilidad de incluir a la otra persona en sus reflexiones sobre el futuro. Quizds prefieran responder a las preguntas en pareja, o respon- derlas por separado para comparar después sus respuestas. {Liegé a sentir que intentar analizar su futuro era «una tonterfa» © «una pérdida de tiempo». Quizds ni siquiera se haya molestado en hacerlo, Piense una cosa: si usted no es capaz de expresar unas cir- cunstancias futuras razonables para si mismo, {quiere eso decir que no le importa lo que suceda? Por otra parte, {es posible hacer que suceda algo que se desea con sinceridad? Para responder a estas preguntas, deberd formularse una més: {Qué tal le ha ido hasta ahora en cuanto a conseguir hacer realidad sus planes? El proceso del envejecimiento est Ileno de sorpresas, ya desde la infancia: esperamos completar nuestra educacién, y descu- brimos que nunca dejamos de aprender. Luchamos por alcanzar obje- tivos profesionales, seguridad econémica, un trabajo que nos satisfa- 40 EL CAMINO POR RECORRER ga, y quizds el reconocimiento por parte de los demés, para descubrir que debemos dedicar una gran parte de nuestro tiempo y de nuestras energias a conseguir progresos minimos en estas cuestiones. Espera- mos una época de relaciones personales estables, confiamos en que Ilegue el dia en que podamos vivir de la «renta» de las «inversiones» interpersonales que hemos realizado, pero descubrimos que estas relaciones exigen una «reinversién» constante. De modo que usted puede llegar a la conclusién de que no es posible hacer que suceda lo que se desea; que la casualidad o el azar o las circunstancias externas intervendran y determinaran lo que suceda. En el capitulo siguiente presentaremos algunas ideas basadas en las lecturas de Cayce y que pueden chocar frontalmente con las opiniones de usted acerca de quién controla nuestro futuro y con otras opiniones basadas en la «visién actual» de usted. No rechace las ideas nuevas antes de estudiarlas a fondo, antes de poner a prueba quizds algunas de ellas. Por ejemplo, no Ilegue a la conclusién de que desear algo no sirve de nada. Piense, por el contrario, que tal vez deba tener cuidado con lo que desea, jpues quizds lo reciba! ZEsté preparado para jugar a «las opiniones musicales»? Si lo esta, ha llegado el momento de pasar a la silla siguiente mientras siga sonando la mtisica de su vida. 2 «jNUNCA ES DEMASIADO TARDE!» UNA VISION CON «OJOS NUEVOS» iCrece conmigo! Lo mejor estd por venir. Lo iltimo de la vida, para lo que se‘hizo lo primero: Nuestro tiempo estd en manos del que dice: «Hice planes para un todo; La juventud sélo muestra la mitad; confia en Dios: jvelo todo y no temas!» ROBERT BROWNING: El rabino Ben Ezra Como telén de fondo de una visién alternativa de lo que es el envejecimiento, abra su mente a la siguiente descripcién de por qué estamos aqui y de qué hacemos aqui, basada en las lecturas de Cayce: Antes del tiempo y de la memoria, el infinito del universo existia en la perfeccién. Consistfa en una Energia Unica de vibraciones ele- vadas e inmutables: la Fuerza Creadora ltima. La Energia Unica cred una forma !lamada «alma» para que compartiera con ella el uni- verso. El alma también eta perfecta; sus vibraciones eran casi tan ele- vadas como las de la Energia de la que procedfa. La creacién del alma se repitié millones de véces en un solo instante; cada alma era tan perfecta como su Fuente; cada una ‘habia recibido el don de la libertad, la posibilidad de ser individual. Cada alma habia sido crea- 42 EL CAMINO POR RECORRER da para ser compafiera y cocreadora con Ja Fuerza Creadora Ultima, que es Dios. Dios dividié el universo infinito en muchos planos; todos perte- necfan a la misma Energia Universal, pero diferfan entre sf en sus respectivas velocidades de vibracién. Al moverse libremente las almas a través del universo, experimentaban cambios vibratorios al entrar en cada plano. En algunos de ellos también experimentaban las limitaciones del tiempo y de la memoria. Ya no sentfan su perfec- cién; empezaron a sentir emociones, deseos, ansias y privaciones. También sentfan un principio de separacién de Dios. En planos como el de la Tierra, muchas almas se encontraron atrapadas en la explora- cién de las posibilidades de la forma fisica y de la materialidad. Estas experiencias empezaron a tener consecuencias diversas sobre las almas; algunas eran arrastradas una y otra vez a la Tierra y a su su ley de la causalidad. Toda alma tiene dos tipos de memoria: la memoria del alma y la memoria de las experiencias. Al abandonar un plano y antes de entrar en otro, la memoria del alma se remonta hasta su creacién. Dentro de un plano como el de la Tierra, la memoria de las experiencias sdlo persiste mientras el alma permanezca en ese plano. La memoria del alma permite a cada alma recordar su existencia primera, cuando for- maba parte de la Energia Ultima; asi, las almas reconocen que ya no son perfectas. Cada alma comprende que puede volver a formar parte integral de Ja Energia Unica, de la Fuerza Creadora. Como las experiencias en los planos han alejado a las almas de la perfeccién, las almas deben recurrir a experiencias del mismo tipo para volver a Dios. EI medio principal por el que se realiza la progresién hacia la Uni- dad 0 la distanciacidn de la Unidad es por las decisiones que toma el alma con respecto a las experiencias y a los actos dentro de esas expe- riencias. Estas decisiones se dificultan por el hecho de que el alma est4 dotada de libertad individual y libre albedrio. No obstante, cuan- do se adelanta algo por un camino espiritual en una experiencia, ese adelanto puede conservarse en las experiencias siguientes, de modo que el desarrollo puede proseguir de una experiencia a la siguiente. Una experiencia también puede terminar con una pérdida de progreso. «jNUNCA ES DEMASIADO TARDE!» UNA VISION CON «OJOS NUEVOS» 43 Después de cada estancia, el alma elige una nueva experiencia, que le plantearé un nuevo reto de desarrollo y de avance hacia la Unidad. Los atributos que desarrolla en otros planos suelen ponerse a prueba cuando el alma regresa al plano de la Tierra. Y, asf, cada alma empieza a superar paulatinamente su separaci6n, a someter el deseo a la voluntad, y a comprender de nuevo su perfeccién. Por tiltimo, el alma ya no tendré necesidad de proseguir su viaje de un plano a otro. Habr4 conseguido la Unidad, volviendo a convertirse en cocreadora con la Fuerza Creadora, que es Dios. Bien puede preguntarse usted en qué proporcién es esta narracién una mera ficcién, en qué proporcién es una alegorfa, y cuanto de ella es una verdad més alld del recuerdo y de la memoria terrenales. Estos conceptos metafisicos, comparados con los detalles mundanos y coti- dianos de su vida, pueden parecerle muy distanciados de la realidad. Pero esto puede deberse simplemente a que usted esta completamente absorto (como se supone que debe estarlo) en su experiencia actual, en la que le parece ser su Gnica vida en el tinico mundo habitable. MIRANDO ATRAS CON OJOS NUEVOS Para que esta visién tedrica de lo que es el alma nos parezca mas tangible, vamos a seguir una parte del camino de un alma determina- da. Si bien las almas no necesitan que se les asignen nombres como los terrenales, y son andréginas (es decir, masculinas y femeninas a la vez), a mi me resultar4 més facil relatar la historia si hablo de un alma con nombre concreto: Nam-Ow, Nam-Ow habja emprendido su viaje espiritual de vuelta hacia la Unidad, para convertirse en cocreadora con la Fuerza Unica a la que a veces se llama Dios. Una parte de ese viaje exigfa que se sometiera a unas lecciones que le ensefiaran paciencia y tolerancia. De modo que Nam-Ow eligié una experiencia terrenal bajo la forma fisica masculina de una entidad que se llamaria Porum, que nacié en una familia judia durante la estancia de este pueblo en Egipto. Al realizarse la transicién de Nam-Ow a Porum, su memoria del alma qued6 reservada aparte, y empez6 una memoria terrenal nueva, 44 EL CAMINO POR RECORRER muy primitiva. Cuando Porum tenfa cinco afios, estuvo a punto de perecer en una matanza de nifios judios a manos de los egipcios. Porum conocié el terror ciego y el miedo paralizador, y se propuso no volver a dejarse dominar por dichas emociones. Con su familia, siguié a Moisés y a Aaron al desierto. Porum llegé a la edad adulta. Solfa expresar su ira al ver que el pueblo judfo tardaba en llegar a la Tierra Prometida, y su impacien- cia bajo el mando del viejo Moisés. Asf, la memoria terrenal y la per- sonalidad terrenal de Porum no estaban armonizadas con aquella parte del propésito de su alma que pretendia aprender a tener pacien- cia durante aquella experiencia terrenal. Si bien la participacién en. las oraciones y en las meditaciones tradicionales podia haberle ayu- dado a entrar en contacto con el propésito de su existencia, él se negaba a participar en los largos rituales que retrasaban constante- mente el viaje. Por tiltimo, cuando seguia a Josué durante los prepa- Tativos para el asedio de Jeric6, otro judio lo maté en una discusién sobre las armas. De modo que en esta estancia sobre la Tierra el alma Nam-Ow perdié mas terreno del que gané6 en su viaje espiritual. Nam-Ow regresa a la Tierra muchas veces; no sélo para desarrollar la pacien- cia, sino para recibir otras lecciones que le ensefiarén colaboracién, fe, virtud, comprensién, amor, y (lo mds fundamental de todo) la Unidad de toda la energia, de toda la vida, de todo el espfritu. EI relato de la estancia en la Tierra de Nam-Ow como Porum es semejante a la informacién que aparece en muchas de las lecturas vitales de Cayce. En estas lecturas, Cayce describié con detalle algu- nas de las apariciones sobre la Tierra de un alma determinada, sobre todo cuando en estas experiencias se apreciaba el aprendizaje de una serie de lecciones. Si Edgar Cayce hubiera referido en una de sus lec- turas vitales el caso de Nam-Ow, bien podia haber terminado con sus palabras habituales en las lecturas vitales: «En esta experiencia, la entidad perdi... y perdi6.» Las lecturas vitales de Cayce, en su conjunto, junto con otras lec- turas suyas de tema filoséfico, aportan una visi6n general, coherente y consistente del propésito de la vida y del viaje del alma por el camino espiritual. Muchas personas aceptan esta vision, en todo o en «NUNCA ES DEMASIADO TARDE!» UNA VISION CON «OJOS NUEVOS» 45 parte, como base de su filosoffa personal. Naturalmente, si creemos que esta vida no es mds que una entre muchas, veremos el envejeci- miento con otra perspectiva. Antes de seguir adelante con una visién con ojos nuevos, debera realizar otra actividad personal que le permitir4 expresar su posicién sobre algunas de estas ideas. ACTIVIDADES PERSONALES Este ejercicio le resultara muy ttil si medita con cuidado sus res- puestas, reflejando en ellas sus sentimientos verdaderos sobre cada afirmacién. No intente dar con la respuesta correcta (no hay una res- puesta que sea la correcta), sino con la que refleje verdaderamente su sistema actual de creencias. Anote su grado actual de acuerdo o de desacuerdo con cada una de las quince afirmaciones de la tabla 2, tal como lo hizo con la tabla 1. Después de completar el test, calcule la puntuacién sumando los ndmeros que ha rodeado con un circulo. Busque el texto correspon- diente a su puntuacién: 56-75: Parece que la mayor parte de las ideas del punto de vista de los «ojos nuevos» son compatibles con la manera de pensar actual de usted. Podrd aplicar la mayor parte de las indicaciones de los pré- ximos capftulos sin tener que cambiar significativamente para ello su visién de la realidad. Aunque alguna idea concreta le resulte dificil de aceptar, su orientacién general ya coincide con el camino que yo le propondré. Las afirmaciones del test se estudiarén con detalle en los préximos capitulos. 35-55: Parece que est4 indeciso o confuso sobre las ideas expre- sadas desde el punto de vista de los «ojos nuevos». Si esto se debe a que esté abierto a nuevas ideas, siga est4ndolo mientras aplica las indicaciones de los préximos capitulos. Las afirmaciones del test se estudiaran con detalle en dichos capitulos, con lo que sus dudas y preocupaciones se iran clarificando paulatinamente. 46 EL CAMINO POR RECORRER TABLA 2 Test: El camino de los «ojos nuevos» Después de cada afirmacién, rodee con un cfrculo el nimero que indique con més precisién su nivel de acuerdo o de desacuerdo con ella, Completamente en desacuerdo En desacuerdo Indeciso De acuerdo Completamente de acuerdo ————y Las personas no tienen libre albedrfo. 2. Los suefios son sobre todo reflejos de los deseos y de los pensamientos ocultos de las personas. 3. La meditacién es principalmente una técnica de relajacién. 4, Las personas pueden hacer que las células de sus cuerpos se regeneren. 5. Laelectricidad, la energia nuclear y la Fuerza Crease §} 4 3 2 1 dora a la que Hamamos Dios son manifestaciones de la misma energya. 6. Para la mayoria de las personas que viven actual- & 4321 © mente, ésta no es su primera vida en Ja Tierra ni serd la tltima, 7. Los pensamientos no manifestados de las personas afectan al mundo que las rodea. : Un recuerdo nunca se pierde del todo. G4 3 ). Todo ser humano tiene un propésito concreto para 3\ 4 3 2 1 vivir en la Tierra en este momento. 10. Las personas no son muy responsable personal- 1 2 3) 4 5 mente de las circunstancias en que se encuentran. 11. La curacién fisica puede acelerarse con un podero- “5 so deseo de curarse por parte del enfermo. ee ~ 12. Las personas han elegido previamente, consciente 0 30921 inconscientemente, todas sus actitudes mentales, 13, Las personas tienen dentro de si la energia creadora 3021 de Dios. 14. Las personas pueden influir significativamente en 5 4 21 la duracign de su vida. 15, Sélo algunos individuos especialmente dotados 3°45 pueden desarrollar capacidades parapsicol6gicas. «jNUNCA ES DEMASIADO TARDE!» UNA VISION CON «OJOS NUEVOS» 47 15-34: Al parecer, la mayor parte de las ideas del punto de vista de los «ojos nuevos» son opuestas a su manera de pensar actual. Para que usted pueda aceptar algunas de las ideas que se presentan en este libro y trabajar con ellas, quizds deba dejar en suspenso su juicio sobre la validez de tales ideas hasta que las vea en accién, hasta que vea el modo en que pueden aportar satisfaccién y significado a sus Ultimos afios. No es preciso que las suscriba todas para que algunas le sirvan y le beneficien. Las afirmaciones del test se estudiardn con detalle en los préximos capitulos. Su visién actual de la realidad (su paradigma) tiene una historia que es imposible conocer en su mayor parte. Nadie se sent6 y dijo: «Vamos a desarrollar un plan que determine cémo verd esta persona la vida y su significado», y usted tampoco se dijo en ningéin momen- to: «Me pregunto qué visién del mundo debo adoptar.» Sus ideas sobre la naturaleza de la vida y del universo pueden haber sido mol- deadas por su abuela, que sabia mucho de animales, de drboles y de las estaciones; por un maestro que le transmitié su pasién por la astronomia; por una serie de televisién sobre la ciencia y la tecnolo- gia moderna, y por una serie de orientadores religiosos que, al pare- cer, sabfan distinguir lo correcto de lo incorrecto, el bien del mal y la vida de la muerte. Eda LeShan nos lo recuerda en su libro Oh, To Be Fifty Again! («jOh, volver a tener cincuenta afios!»): Nos definimos a nosotros mismos a través de las expectativas de nuestros padres y de las reacciones de los demds; nos definimos a nosotros mismos con nuevas percepciones repentinas propias. Y nos definimos a nosotros mismos por lo que la cultura nos dice, més que por lo que sentimos internamente. Un elemento destacado en la mayor parte de las visiones perso- nales de la vida es el alto valor que se atribuye a la juventud y al sen- 48 EL CAMINO POR RECORRER tirse joven. Esto estd muy relacionado con algunas impresiones tradi- cionales sobre la inevitabilidad de la decadencia de la capacidad en la vida avanzada y sobre la muerte como hecho definitivo. En el pre- facio de su libro The Seasons of a Man's Life («Las estaciones de la vida del hombre»), Daniel Levinson dice: Nuestras imagenes generalmente negativas de la vejez hacen mucho més pesada la carga de la madurez. Es terrible atravesar la madurez bajo la sombra de la muerte, como si ya fuéramos viejos. Nuestra civilizacién de modelo occidental presenta pocas imdge- hes positivas del envejecimiento. Pero existen otros puntos de vista, que de hecho son habituales en otras civilizaciones, entre ellas, en muchas culturas orientales. Las lecturas de Edgar Cayce nos presen- tan estas posibilidades para someterlas a nuestra consideracién. Y, tal como aparece reflejado en las obras de Levinson, de Erikson y de otros autores, no existe ningtin momento mejor para investigar perso- nalmente el significado Ultimo de la vida que cuando nos aproxima- mos a nuestros tiltimos afios. Y mientras usted est4 llevando a cabo estas investigaciones, ,por qué no sienta las bases para algunas «nue- vas percepciones repentinas» abriéndose a nuevas posibilidades para su visin de la realidad? MODOS ALTERNATIVOS DE VER LA VIDA La mayoria de las personas no meditan con demasiada frecuencia ni muy a fondo sobre el significado de la vida: ;Por qué estoy aqui? {Cul es el propésito de mi vida? ;Cambia algo en el plan general de las cosas el hecho de que yo realice algo durante mi vida? ;Existe Dios? Si existe, ,qué tiene que ver Dios con mi vida? El paradigma de un individuo criado en el seno de nuestra cultura judeocristiana occidental podria ser parecido a éste: En mi vida hay un poder divino al que llamo Dios. Como un padre amoroso, juzga mis actos como justos 0 injustos, como buenos o malos, y recuerda el saldo de mis actos. Me gusta rezarle regular- «jNUNCA ES DEMASIADO TARDE!» UNA VISION CON «OJOS NUEVOS» 49 mente, pero no puedo decir que mantenga con El unas relaciones ver- daderamente personales. Creo que a Dios le gustarfa que alcanz4semos la paz, la colabora- cién interpersonal y el amor a nivel mundial, y la felicidad a nivel individual. Espera que alcancemos todo ello a través de nuestras pro- pias capacidades y libre albedrio, aplicado dentro de un marco de valores morales que distinguen el bien del mal. Si me mantengo prin- cipalmente dentro de los limites de la moralidad (cuya definicién varia con el tiempo), mi vida habra valido la pena. La muerte es en gran medida una incégnita, pero es definitiva. Puede ser que una parte de mf sobreviva después de la muerte, pero serd bajo una forma que no soy capaz de imaginarme, bajo una forma sin relacién con mi conciencia ni con mi personalidad actual. Si éste es mi paradigma, y si yo me planteo a mi mismo las pre- guntas formuladas al principio de este apartado al aproximarme a mis Ultimos afios, puedo desanimarme bastante. He hecho algo.a favor de la paz mundial? De hecho, {qué he hecho con mi vida, al fin y al cabo? jTiene alguna importancia, a la larga, todo aquel tiempo que dediqué al trabajo? ;Hice algo a favor de la colaboracién y del amor en mis relaciones con mi familia 0 con mis amigos? {Me cefif a los limites de la moral que yo conozco? Bueno, ahora ya es demasiado tarde para cambiar lo que hice, y también es demasiado tarde para hacer nada al respecto. No es de extrafiar que considere que en los afios que me quedan me habré de dedicar sobre todo a «aguantar». Pero las preguntas que se plantea a si mismo tendran respuestas diferentes si usted desarrolla otro punto de vista sobre la vida y su significado. Considere este paradigma alternativo: Lo que llamo Dios es la Fuerza Creativa del universo, la fuente de energia para todo y para todos en todas partes. Como ser humano, formo parte de esa misma energia, y, por lo tanto, Dios est4 dentro de mi, y también dentro de todos los demas. Por lo tanto, todos somos uno por definicién, No podemos separarnos realmente unos de otros, aunque percibamos tal separacién. El propésito de mi vida es progresar en la bisqueda del camino por el que mi alma puede volver a la Unidad con Dios. En esta vida, tengo el propésito concreto de descubrir y de realizar. Mientras persi- 50 EL CAMINO POR RECORRER go este propésito, tengo que aprender unas lecciones que he elegido antes de emprender esta vida. Los progresos que realice en la perse- cuci6n de este objetivo y en el estudio de las lecciones se suman a la individualidad de mi alma, que es aquello que distingue mi alma de los otros millones de almas que recorren caminos similares de vuelta hacia la Unidad. Tengo libre albedrfo, y, por lo tanto, puedo decidir no realizar mi propésito en esta vida. De hecho, es posible que ni siquiera intente determinar cul es mi verdadero propésito. Quiz4s no aprenda las lecciones que he elegido para esta vida, e incluso puedo retroceder en vez de avanzar. El principio rector mds importante es el siguiente: Yo creo mis propias circunstancias en la vida a través de la actividad de mi mente, que trabaja en conjuncién con mis motivaciones e intenciones més profundas y con la Fuerza Creadora de Dios. Los actos que rea- lizo en mi vida provocaran reacciones basadas en leyes universales, aunque es posible que yo no conozca esas reacciones en esta vida actual. Esta vida no es mas que una entre las muchas oportunidades que tengo para orientarme hacia Dios, utilizando sus leyes universales y los principios para la vida que ha presentado al mundo a través de muchas fuentes. Jestis de Nazaret era uno de los individuos a los que envié Dios al mundo para que nos presentaran un modelo. Para que nos resulte més facil el avance hacia el aprendizaje de este modelo, a todos nos conviene desarrollar una relaci6n espiritual personal con Jestis, que llegé a ser el Cristo. A partir de este paradigma, considere sus respuestas a preguntas como las siguientes: ,Estoy cumpliendo el propésito de mi alma para esta vida? {He aprendido alguna leccién actuando en conformidad con las leyes de Dios? {He llevado a la practica lo que he aprendido? {Cémo puedo seguir aprendiendo y aplicando lo que he aprendido en los afios venideros? Por otra parte, {qué pasos puedo dar para prepa- rarme para la préxima experiencia de mi alma? Sélo usted puede res- ponder a estas preguntas, porque sdlo usted puede definir cudles son los aspectos de su vida en los que ha decidido trabajar, o en los que decide ahora trabajar. Aunque la responsabilidad es grande, también son grandes las posibilidades de movimiento y de avance. «jNUNCA ES DEMASIADO TARDE!» UNA VISION CON «OJOS NUEVOS» 51 Uno de los propésitos de este libro es ayudarle a contemplar su propio futuro como si esta ultima visién fuera su paradigma; a consi- derar, en los afios otofiales de esta vida, las repercusiones de estos principios y las consecuencias que se desprenden de ellos. Quizas deba reflexionar sobre su vida y sobre el mundo que le rodea con més filosofia que nunca. Quizds tenga que reconciliarse con una serie de ideas y de experiencias que le quiebren el caparaz6n que rodea su vida actual, para que pueda desarrollarse. Este ajuste de sus puntos de vista puede ser tan dificil como cualquiera de las transiciones 0 pasos de un estado a otro que se encuentran las personas en sus vidas, tal como los describieron Erikson y Levinson. Gail Sheehy dice de estos ajustes en su célebre libro Passages: Predictable Crises of Adult Life («Los pasos: las crisis previsibles de la vida adulta»): Si no cambiamos, no nos desarrollamos. Si no nos desarrollamos, no estamos viviendo verdaderamente. E! desarrollo exige una renun- cia temporal a la seguridad. Puede consistir en renunciar a una serie de esquemas familiares pero restrictivos, a un trabajo seguro pero poco gratificante, a unos valores en los que ya no se cree, a unas rela- ciones personales que han perdido su significado. En estas palabras se describe con acierto la experiencia del cam- bio de paradigma al abordar las ambigiiedades de la edad avanzada. LAS ANTIGUAS IDEAS «NUEVAS» Algunas de las ideas presentadas en Jas lecturas de Cayce, como la de la reencarnacién, parecen oponerse a las ideas mas generales dentro de la filosofia occidental, y sobre todo a la tradicién judeocris- tiana. Esta diferencia no ha existido siempre. Algunos Padres de la Iglesia de la primera época del cristianismo, entre ellos Justino Mar- tir, Clemente de Alejandria y Origenes, crefan en la doctrina de la «preexistencia de las almas». Por otra parte, el gnosticismo cristiano (que crefa en la doctrina de la reencarnacién) fue una tendencia importante dentro de la Iglesia cristiana en sus primeros cinco siglos. 52 EL CAMINO POR RECORRER Después, en el afio 553, el emperador romano Justiniano, que habia tenido preso durante ocho afios al papa Vigilio, convocé un concilio extraordinario de la Iglesia para que éste ratificase sus «ana- temas» contra Origenes y contra la doctrina de la preexistencia del alma. Aunque no existen datos histéricos claros sobre el resultado de este concilio y de otro posterior, ambos marcaron el comienzo de una tendencia a la represi6n sistematica de estas doctrinas, tendencia que proseguiria bajo la Inquisici6n, establecida en el siglo xl. La mani- festacién de la creencia en la reencarnacién se convirtié en un acto de herejia que se podia castigar con la excomunién, o incluso con la muerte. Algunos estudiosos afirman que ciertos pasajes de los textos sagrados que pudieron contener alusiones més directas a la reencar- naci6n en las ensefianzas de Jestis fueron suprimidos u ocultados al profano. En su amplio estudio histérico titulado Reincarnation: The Phoenix Fire Mystery («La reencarnacién: el misterio del fuego del fénix»), Joseph Head y S. L. Cranston se preguntan: (Por qué incomodaba tanto a los Defensores de la Fe la creencia en la reencamacién? (...) Probablemente porque el que cree en esta doctrina tiende a considerarse a sf mismo responsable de su propio avance y de su salvaci6n (...) El creyente en la evolucién por el rena- cer vefa con toda claridad el fraude o la falsedad de los medios de una redencién otorgada por Ja autoridad institucional (tales como el con- fesonario). De aqui la persecucién que sufrieron durante los muchos siglos en que ostenté el poder la religién dogmiatica. Pero siempre se han alzado voces valientes que han expresado estas ideas, individuos cuyas vidas reflejaban su compromiso de reconocerse responsables de sus propias circunstancias. Las citas que presentamos a continuacién no han sido elegidas para demostrar la idea de la reencarnaci6n, sino para dar una idea de la gran diversidad de las personas que han manifestado su creencia en ella. Benjamin Franklin, a los setenta y nueve afios de edad, en una carta escrita en 1785 (citada en el libro Reincarnation: The Phoenix Fire Mistery): «;NUNCA ES DEMASIADO TARDE!» UNA VISION CON «OJOS NUEVOS» 53 Como descubro que existo en el mundo, creo que existiré siem- pre, bajo una forma u otra; y, con todos los inconvenientes a que est4 sujeta la vida humana, no me opondré a que aparezca una nueva edi- cidn de la mfa; aunque espero que se corrijan sus erratas. Ralph Waldo Emerson, a los veintisiete afios, en sus Diarios, afio 1830: El alma es una emanacion de la Divinidad, una parte del alma del mundo, un rayo de la fuente de la luz. Viene de fuera, y entra en el cuerpo humano como en una morada temporal; vuelve a salir de él; vaga por regiones etéreas; vuelve a bajar... pasa a otras moradas, pues el alma es inmortal. Gustav Mahler, a los treinta y cinco afios, en 1895 (citado por Richard Specht en su libro Gustav Mahler): Todos regresamos; es esta certeza la que da significado a la vida, y no tiene la menor importancia que recordemos la vida anterior 0 no en una encarnacién posterior. Lo que cuenta no es el individuo ni su tranquilidad, sino la gran aspiracién a lo perfecto y a lo puro que tiene lugar en cada encarnacién. Thomas Alva Edison, a los ochenta afios, en 1927, citado por R. F. Goudey en Reincarnation: A Universal Truth («La reencarna- cién: una verdad universal»): Preguntaron a Edison el dia que cumplié ochenta afios: «;Cree usted que el hombre tiene alma?» Respondié que el hombre, como unidad vital, «esté compuesto de enjambres de miles de millones de entidades con una carga muy poderosa, que residen en las células. Creo que, cuando el hombre muere, este enjambre abandona el cuer- po y sale al espacio, pero sigue existiendo, entra en otro ciclo vital y es inmortal». Henry Ford, a los sesenta y cinco afios (citado en el periédico San Francisco Examiner, el 28 de agosto de 1928): 54 EL CAMINO POR RECORRER El trabajo es intti] si no somos capaces de aprovechar en una vida posterior las experiencias que recogemos en la anterior. (...) El genio es la experiencia. Parece que algunos creen que es un don o un talento especial, pero es el fruto de una larga experiencia a lo largo de muchas vidas (...) Si va a publicar esta conversacién, reddctela de tal modo que tranquilice las mentes de los hombres. Me gustaria transmitir a los demas la calma que nos produce la visién a largo plazo de la vida. Carl Jung, a los ochenta y tres afios, en 1959, en su libro Recuer- dos, Suefios, Reflexiones: Mi vida, tal como la he vivido, me solfa parecer un relato sin principio y sin fin. Tenia la sensacién de que era un retazo histérico, un pasaje cuyo texto anterior y posterior se hubiera perdido (...) Me imaginaba que bien podfa haber vivido en siglos anteriores y haberme encontrado allf con cuestiones que todavia no habfa sido capaz de resolver; que tenia que volver a nacer porque no habia reali- zado la tarea que se me habfa marcado. Cuando muera, mis obras me seguirdn: asi es como me Io imagino. Llevaré conmigo lo que haya hecho. Mientras tanto, es importante para mf asegurarme de que no llego al final con las manos vacias. Otras opiniones que me parecen significativas proceden de perso- nas que ya estan en sus tltimos afios y que han estudiado y trabajado con la filosofia que se desprende de los textos de Edgar Cayce o de otras fuentes paralelas, como el libro Un curso de milagros, la Escuela Unitaria de Cristianismo, y las obras de Rudolf Steiner. He hablado con varias de estas personas mientras preparaba este libro, y citaré a lo largo del mismo algunas de las conversaciones. A continuaci6n pre- sentaré algunas de sus ideas sobre lo que hay después de la muerte fisi- ca, y sobre cémo afectan estas ideas a su visién de la edad avanzada: Una mujer de ochenta afios: ‘A consecuencia de haber comprendido Io que son nuestras vidas sobre la Tierra, no tengo miedo a la muerte. Es la segunda puerta de Dios. ;Va a ser una gran aventura!

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