06 Lebovici, S. & Weil-Halpern, F. 1995 - La Madre

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7. LA MADRE l)ESCRIPCIÓN PSICOANALÍTICA DEL PAPEL MATERNO

SERGE LEBOVICI Freud ha reconstituido, por medio de la cura, a pacientes de madres capaces
de conformar con sus recién nacidos una unión indisoluble . Más tarde
Winnicott ha propuesto la tesis según la cual esta unión, simbolizada por el
hecho de haber llevado al bebé en su seno, testimonia "la solicitud maternal
primaria" y la inquietud depresiva. En estas versiones, respaldadas por los
trabajos de Spitz [7] sobre el hospitalismo, la madre está alú para intervenir
Este libro aborda en muchos capítulos las relaciones entre el bebé y su con su manera de ser, para contribuir a establecer puntos de organización
madre, y la importancia esencial de esto para su desarrollo, pero también 11sí como vínculos en los que su manera de interpretar la evolución de refle-
sus eventuales dificultades tan importantes de señalar para explicar la psi- jos arcaicos infantiles ayuda a seleccionar eso que hoy llamamos las capaci-
copatología del niño pequeño, prevenirla y tratarla. Por lo tanto ha parecido dades precoces.
útil evocar aquí, de manera muy general, la génesis y el desarrollo de los
vínculos que unen específicamente al bebé y a su madre. • El holding podría traducirse como "mantenimiento"; también por el verbo tener
precedido de varios prefijos: sostener, evidentemente; pero también contener, retener,
nt.cétera.
• El concern o preocupación expresa bien la inquietud de la madre al salir del parto.
¿TIENE LA MADRE UN PAPEL ESPECÍFICO EN RELACIÓN CON SU BEBÉ?
Para Freud la madre es también calmante "para-excitación", y contribuye
Esta idea sería poco reconfortante y cuestionaría todos los casos de adopción 11 preservar a su bebé contra excitaciones difusas: lo hace dormir. Brazelton
o ayuda aportada por los asistentes maternos, cuando estas medidas apare- 11Hcribirá más tarde que la madre le permite acopiar sus recursos y encon-
cen como adecuadas para el bebé. Los métodos de ayuda en la procreación y 11·11rse en el sueño paradójico y en el sueño.
el éxito obtenido por las adopciones muestran que los "vínculos de sangre" Según esta teoría clásica del psicoanálisis, habiendo inscrito el bebé las
no son indispensables para el desarrollo feliz del niño(a). Además, como lo l111 cllas mnémicas de experiencias de satisfacción de necesidades, en una
muestra en este libro el artículo consagrado al estudio del futuro de los 11H pccie de placer, puede, gracias a la reactivación de sus zonas autoeróticas,
bebés nacidos de madres psicóticas (cap. 38), a veces es deseable que se 11 1ucinar la satisfacción de sus deseos, puesta en juego por las primeras
acuerden con estas jóvenes mujeres, y lo más tempranamente posible, medi- 11x pcriencias de separación relativa, y luego recrear el objeto de su placer y
das de donación con miras a una adopción. por tanto de su deseo. Freud propone la siguiente metáfora: "El seno nace
Las enseñanzas trasmitidas a lo largo de siglos por nuestra cultura y los por la ausencia del seno" [4] y nosotros podemos ofrecer el aforismo según el
mitos que ella trasmite, nos ponen en presencia de madres que ejercen sobre 1 1111 1 el bebé inviste a su madre antes de percibirla [5]. Todas estas versiones
sus niños violencias homicidas, como Medea, quien no duda en matar a sus p11 nwnalizan la relación de la madre con su bebé y consideran la separación
niños y en dárselos de comer a ese marido que la ha traicionado. 111mo una experiencia central:
De todos modos, lo que esto muestra es que el amor maternal no está 11 Cuando el niño(a) ha alcanzado el sentimiento de constancia de objeto,
desprovisto de ambivalencia. Winnicott lo ha mostrado claramente [10] 111 desaparición de la madre es equivalente a la llegada de un extraño; se
cuando nos recuerda que tras sufrir durante el embarazo y el parto, con fre- l 1 11l,n aquí de una primera proyección de un peligro interno de destrucción
cuencia decepcionada por la apariencia de su bebé con relación a lo que ella 11 11 ol exterior, el miedo a la cara del extraño que surge generalmente en los
había imaginado, decepcionada también por su relativa incapacidad por 111 lineros meses del primer año de vida [7];
ejercer sus funciones maternales, nerviosa por los gritos de su bebé y as- '' I La separación de la madre, su pérdida, es una situación devastadora
queada por su suciedad, la madre sueña con frecuencia en eliminarlo, cosa 1111 11 ha sido estudiada por Anna Freud en los bebés separados de sus madres
que confirman las observaciones más triviales. Rabain-Jamin ha mostrado d111·nntc los bombardeos de Londres en la segunda guerra mundial [3], y por
cómo los insultos proferidos por la madre son corregidos por el oído de los lplL'.1. bajo el nombre de depresión anaclítica u hospitalismo.
bebés, por el tono especial con el que los vocalizan [6]. ( )Lros psicoanalistas, seguidores de Melanie Klein, afirman que la vida
11111 11 u icn del bebé nace con él y que la experiencia de la alimentación se
11 11111 p nña con el fantasma de devoración: los bebés asimilan los conflictos
(64]
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instintivos y los fantasmas que los representan, y la madre es a la vez vivida LAS INTERACCIONES ENTRE LA MADRE Y EL BEBÉ
como buena y mala, portadora de un seno bueno y otro malo, y sobre ella se
proyectan todas las energías violentas debidas al deseo y las ganas de devo- Se trata de dos seres humanos que disponen de pensamiento y afectividad:
rarla. Esta versión, que encontramos en los fantasmas arcaicos de los niños la madre se embaraza, al menos en los países industrializados, cuando ella
psicóticos, no toma en cuenta los acontecimientos que han marcado la histo- quiere. Su deseo de embarazo le permite imaginar un niño(a) cuya vida ella
ria natural del bebé y de su madre. siente desarrollarse dentro de ella. Las manifestaciones de apego que se
organizan ahora en ella, lo que ve en la ecografía, y el eventual conocimiento
del sexo del bebé futuro, le permiten darle este bebé a su progenitor. Ella lo
imagina, le prepara el futuro y emplea sus pensamientos latentes para ele-
EL APEGO gir un nombre representativo del "mandato" de este bebé, un padre muerto o
el personaje de un secreto familiar. Se sabe que Van Gogh nació justamente
Bowlby hace una revisión devastadora de la teoría freudiana sobre el un año después de la muerte de un bebé cuyo nombre le hicieron llevar, lo
nacimiento del objeto de investimiento de los deseos psíquicos, cuando pro- que pagó caro hasta su muerte, sobrevenida cuando su hermano Theo, que
pone aplicarle al bebé y a su madre la teoría etológica de la impronta, y desempeñaba para él el papel de protector, tiene un bebé.
describir los vínculos sociales de apego en el bebé humano, como se ha hecho El bebé es también el producto de fantasmas inconscientes ligados al muy
con los primates [1]. Según Bowlby, la ruptura de estos vínculos es respon- viejo deseo de maternidad, darle también un hijo a su padre, como hizo la
sable de la pérdida y del duelo que marca las consecuencias de la separación. madre. El bebé por nacer es entonces el niño fantasmático de su abuelo
Los vínculos del bebé se establecen con sus compañeros de crianza y se materno. Por esto, su futura madre tendrá una deuda con respecto a la
ponen en marcha si los sucesos previstos toman lugar en el ambiente del nbuela materna que sólo se resolverá gracias al amor de ésta por su hija y el
bebé. Así, los vínculos sociales están ligados a una doble impronta, la que la bebé. El desarrollo de las interacciones dependerá del niño imaginario y del
madre le organiza a su bebé, y aquella que éste constituye en tanto sus niño fantasmático y de la manera en la que la madre sepa o pueda integrar-
capacidades son también bastante ricas y pueden conformar una impronta los con el niño de la realidad que carga en sus brazos. Los hechos de la vida
frente a la aparición de comportamientos llamados maternales. El bebé van a tomar lugar en esta serie interactiva para imponer, en parte al menos,
humano no sigue a su madre para aferrarse a ella, ésta interpreta los llama- In "epigénesis interaccional'' [2] que en apres coup* dibujan el destino del
dos, los gestos heredados de las especies llamadas inferiores, como el aga- 11iño(a) (cf. cap. 13).
rrarse al cuerpo de la madre, ya descrito como la base del "instinto filial" por
Imre Hermann. ( :on frecuencia se ha afirmado que los cuadros de la Edad Media y el Renacimiento
En esta versión, la madre no interviene específicamente, lo hace porque qu e muestran la presentación de Cristo que hace la Virgen testimonian un mal
está sometida a un programa de apego que es la base del equilibrio del sis- ¡¡ostenimiento en brazos, lo que por cierto no puede considerarse como la consecuen-
tema familiar y de comunicación que ahí se organiza. 1·in de una incapacidad técnica de esos grandes artistas.
Inútil subrayar que esta tesis es un argumento importante para las femi- La madre que con frecuencia tiene al bebé lejos de su cuerpo, ve hacia lo lejos, o
111mbién dirige de buen grado su mirada hacia el sexo del niño, sexo que a veces tiene
nistas, que le niegan toda especificidad a las conductas maternales y que
HllLre sus manos. Se piensa actualmente que la Virgen afirma así que su hijo es un
piensan que los hombres se las han impuesto a sus mujeres para mantener- hombre, aun si su maternidad no es natural, un hombre divino, pero también el her-
las en la esclavitud. Se verá que los padres han aprendido, ahora, a ocuparse 1111tno de aquéllos por los que va a sufrir la muerte. [8]
más de sus bebés y a encontrar grandes satisfacciones al prodigar cuidados
de crianza. También veremos que este tipo de capacidad no les da aptitudes Por su parte, el bebé va a adquirir la capacidad de representarse a su
análogas a las de sus compañeras: tienen su propia manera de cargar a los 111ndre también a través de los intercambios afectivos que comparte con ella.
bebés y de arrullarlos. Sin embargo, este progreso en el equilibrio de la pare- 11:1 diálogo sincronizado y armonizado que marca el baño de afectos en el que
ja, y en el reparto de las tareas relacionadas con el bebé, justifica el término vive n los dos participantes, se traduce en numerosos diálogos de mímica, de
de "parentaje", que define los modos de hacer del padre y de la madre en las 11011idos y verbales (cf. cap. 16) Así, el bebé anticipa las conductas mater-
tareas de educación y en la organización de la parentalidad (parentalité). 11 1d o:.; . Como escribe Winnicott [10], cuando ve a su madre ve dos cosas, las

Un pensamiento, una acción, etc., que gana un significado a posteriori, por eso apri!s coup,
11•

' '~ dnd r, des pués. [T.]


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68 SERGE LEBOVICI
IJlBLIOGRAFÍA
pupilas de su madre y a su madre mirándolo.
Y la madre también deviene madre, pues también ve a su bebé mirán- lll Bowlby, J., El vínculo afectivo (1969), E. Galenson y R. Tyson (comps.), Nueva
dola. Dicho de otro modo, el bebé está haciendo de su madre una madre, al Buenos Aires, Paidós. York, Basic Books, 1985.
mismo tiempo que la inviste, todo esto antes de percibirla, como hemos dicho 121Cosnier, J., "L'éthologie, l'enfant et la com- [7] Spitz, R., El primer mio de vida del nirio,
más arriba. Por su parte, la madre introduce su pensamiento y sus afectos munication", en Psychiatrie de l'Enfant, (1965), Buenos Aires, Aguilar, 1987.
en los cuidados maternales. Tales son los principios que gobiernan el desa-
r
1980, 83, 309-318. [8] Steinberg, L., La sexualidad de Cristo,
131 Freud, A. y D. Burlingham, Enfants sans Barcelona, Blume, 1989.
rrollo interactivo del bebé, como se verá con frecuencia en este libro. famille (1944), París, PUF, 1947. (9] Winnicott, D., "El odio en la contratrans-
141 Freud, S. Tres ensayos de teoría sexual ferencia (1947)", en Escritos de pediatría y
(1905), Obras completas, vol. VII, Buenos psicoanálisis, Buenos Aires, Hormé.
Aires, Amorrortu, 1976. (10] Winnicott, D., "El rol de espejo de la
15J Lebovici, S., "La relation objectal chez madre y de la familia en el desarrollo del
CONCLUSIÓN
l'enfant", en Psychiatrie de l'Enfant, 1960, niño", en Realidad y juego (1971), Barce-
3, r: 147-226. lona, Gedisa, 1972.
Los aspectos conmovedores de estos intercambios se pondrán en evidencia, 161 Rabain-Jamin, J., "Survey. Sounds enve- (11] Wright, B., "An approach to infant-parent
pero también sus vicisitudes serán evocadas más de una vez en esta obra. lope and communication infants-parents", psychotherapy", en Infant Mental Health
En todo caso, el estudio de las interacciones y de su calidad es una buena en Frontiers in infant psychiatry, J . Cal!, J., 1986, 7: 247-263.
manera de evaluar las posibilidades de desarrollo del niño.
Cuando la madre se deprime, el bebé reacciona con problemas funcionales
que con frecuencia revelan el malestar materno. Cuando el bebé presenta
alguna irregularidad de desarrollo o una enfermedad sensorial o motriz, oca-
siona en su madre una reacción depresiva; por eso en ocasiones se organizan
círculos viciosos igualmente interactivos.
Algunas madres maltratan a su bebé o son negligentes con él; B. Wright
describe las malformaciones del apego de estas madres según tres formas: la
evitación, la simbiosis y el rechazo [11].
El estudio de las interacciones se ha vuelto un momento esencial del exa-
men del bebé para evaluar su salud y su porvenir, evaluación que regula la
acción preventiva y permite las consultas terapéuticas (S. Lebovici, 1986).

La maternidad, como hemos visto, es aceptada de manera muy variable y no siempre


es vivida como el cumplimiento de la felicidad y la femineidad. Sin embargo, la este-
rilidad conyugal o, mejor dicho, la hipofecundidad de las parejas despierta, a veces de
modo cruel, el deseo de tener un hijo y lleva a las madres a buscar el beneficio de tec-
nologías modernas de procreación asistida.
Veremos también cómo se incrementa la ambivalencia materna cuando la
situación económica es desfavorable, cuando lajoven mujer es abandonada por su
pareja, cuando tiene demasiados años y ha tenido múltiples embarazos, y cuando es
muy joven.
Los embarazos de adolescentes son generalmente poco afortunados y con frecuen-
cia disimulados por un largo tiempo. Cuando las jovencitas deben asumir ellas solas
sus funciones maternales, de algún modo pasan del estado de niña al- de madre sin
haber tenido tiempo de jugar a las muñecas. Frecuentemente se trata de hijas de
madres solteras y se irritan fácilmente con sus bebés y sus manifestaciones intem-
pestivas. En estas condiciones es como pueden maltratarlos o ser negligentes con
ellos.

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