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KANT Y LA CONSISTENCIA COMO ESFUERZO ETICO w97
KANT Y LA CONSISTENCIA COMO ESFUERZO ETICO w97
Ética Formal
Según Immanuel Kant, la ética afirma que es posible decidir la bondad o maldad de una
máxima a partir de una consideración de la forma: acaso tiene posibilidad de ser
universalizada. La ética formal defiende que un criterio formal nos permite decir si una
conducta es buena o mala, nos permite separar o delimitar las conductas buenas (firmes)
de las malas (débiles); este criterio consiste en fijarse en la posibilidad de universalización
de la máxima (una máxima expresa esquemáticamente cuál es mi comportamiento en
determinada situación).
-El deber por sí mismo: debemos intentar realizar la conducta que manda el imperativo
categórico o no-condicional, pero no porque con esa conducta podamos conseguir algún
bien relacionado con nuestra felicidad (un efecto de recompensa), sino exclusivamente por
respeto a la ley (por deber, o sea, una ley que nos dimos a nosotros mismos). Para el
comportamiento ético, el cumplimiento del deber es tan importante que incluso lo he de
elegir aunque su realización vaya en contra de mi comodidad y de la comodidad de las
personas a las que quiero;
-El carácter universal de la bondad o maldad de una acción: si una acción es mala, lo es
bajo cualquier circunstancia; aceptar una excepción implicaría aceptar las condiciones del
mundo en la determinación de la propia voluntad, y, por lo tanto, dar lugar a la
heteronomía (aun cuando si está mal mentir, no vale ninguna mentira, ni la mentira
piadosa ni la mentira como algo necesario para evitar un mal mayor).
Autonomía De La Voluntad
La voluntad humana puede ser determinada, además de por la razón, por la inclinación.
Dado que la inclinación puede movernos a realizar una acción contraria al deber, en
nuestro caso la ley moral tiene la forma de imperativo (“debes hacer X”). Los humanos,
para actuar éticamente, tenemos necesidad de imponernos una forma.
Buena Voluntad
Aquello que sirve de motor o impulso a la voluntad y que hace que el sujeto realice una u
otra acción.
1. La inclinación: los deseos (por ejemplo, los relacionados con el cuerpo) pueden influir
en nuestra voluntad y determinarla para la realización de lo conveniente para su
cumplimiento.
Capacidad de los seres racionales para determinarse a obrar según leyes de otra índole que
las naturales, esto es, según leyes que son dadas por su propia razón; libertad equivale a
autonomía de la voluntad.
Imperativo Categórico
Mandato con carácter universal y necesario: prescribe una acción como buena de forma
incondicionada, manda algo por la propia bondad de la acción, independientemente de lo
que con ella se pueda conseguir. Declara la acción objetivamente necesaria en sí, sin
referencia a ningún propósito extrínseco. Para Kant sólo este tipo de imperativo es
propiamente un imperativo ético. De todas formas es preciso tener cuidado porque la
mera expresión lingüística no es suficiente para determinar si el imperativo que ha guiado
nuestra conducta es hipotético o categórico: para averiguar si es uno u otro el caso es
preciso referirse a lo que ha movido nuestra voluntad: si no hemos robado, nuestra
conducta es conforme al deber (conforme al imperativo “no debes robar”), pero si no
hemos robado por miedo a la policía, el imperativo que hemos seguido es hipotético (“no
debes robar si no quieres tener problemas con la policía”); sin embargo, si no hemos
robado porque la acción de robar es mala en sí misma, independientemente de si nos
pueda detener o no la policía, entonces nuestro imperativo es categórico, no-condicional.
Kant consideró que nunca se puede estar absolutamente seguro de que nuestra conducta
no haya estado motivada por un interés o por algún temor, y por ello concluyó que
cuando nos parece seguir un imperativo categórico siempre es posible que el imperativo
por el que nos regimos sea hipotético.
"Actúa según una máxima que puedas querer al mismo tiempo que se convierta en ley
universal"
"Actúa como si la máxima de tu acción debiera tornarse, por tu voluntad, ley universal de
la naturaleza"
"Actúa de tal modo que reconozcas la humanidad, tanto en tu persona como en la persona
de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un
medio o una herramienta (manipulable y dominable)"
Fórmula de la autonomía:
"Actúa como si por medio de tus máximas de conducta fueras siempre un legislador para
un reino universal de fines en sí"