Oseas 11:1-11 La imagen del amor conyugal (Os 1--3) se
complementa aquí con la de un amor paterno que presenta, al
mismo tiempo, rasgos maternales. Dios es padre y, también, madre que cuida con ternura a su hijo, Israel (cf. Is 1.2; Jer 3.4,19; 31.9,20). Aunque este amor no es correspondido, la misericordia y la compasión de Dios prevalecen sobre su ira y sobre la rebeldía del pueblo de Egipto llamé a mi hijo. A veces una profecía tiene más de un cumplimiento. Esta declaración es usada aquí para describir que Dios sacó a Israel de la esclavitud de Egipto, y en Mt 2:15 se aplican estas palabras al regreso de Egipto de la familia de Jesús. 3 El yo del v. 3 es enfático(insistente). Dios sigue mostrando que es un buen padre. En realidad, en Israel era más una tarea de la madre el enseñar al hijo a caminar y curar sus heridas. Dios siempre había suplido las necesidades de su pueblo, pero no querían reconocerlo, y no mostraban ningún interés en darle las gracias. La ingratitud es una falla humana común. 4 "Con cuerdas humanas los atraje[...] y puse delante de ellos la comida".La disciplina de Dios a veces implica orientación y a veces alimentación. Algunas veces la cuerda está tensa, otras veces está floja. Siempre es amorosa, y su objetivo es siempre el bienestar de los que ama. De todas maneras, Oseas enfatiza que no es por negligencia o descuido paternal que el hijo es rebelde. Israel tiene la culpa. Resiste toda autoridad, se va y no reconoce la soberanía del Padre. 5-7 Oseas retorna al tema de las inevitables consecuencias del pecado de Israel, si éste persiste en alejarse de Dios. 8 Todas las señales son de que Israel debe ser completamente destruido, pero Dios clama con angustia. ¿Cómo podré hacerte como a Adma o ponerte como a Zeboim?, ciudades que perecieron junto con Sodoma y Gomorra (Deut. 29:23; cf. Gén. 14:2, 8). A la razón humana le parece que no hay alternativa, pero Dios es Dios, no hombre 9 "Porque Dios soy, y no hombre". Es fácil para nosotros definir a Dios en términos de nuestras expectativas y comportamiento. Al hacerlo, lo hacemos solo un poco mayor que nosotros. En realidad, es infinitamente mayor que nosotros. Debemos buscar parecernos a El en vez de intentar volverlo a hacer a nuestra imagen. Soy el Santo: Nótese la consecuencia que resulta de esta afirmación: por ser radicalmente distinto de los hombres, Dios no participa de los deseos humanos de venganza; el Señor perdona y salva. 10-12 El fin de esta sección es una promesa de salvación que toma algunas metáforas anteriores y revierte su sentido. Jehovah será como un león, no para destruir (cf. 5:14) sino para dar una señal a sus hijos para que regresen de dondequiera que hayan estado esparcidos. Anteriormente han sido descritos como una paloma necia, revoloteando para conseguir ayuda de Egipto o de Asiria (7:11), y a pun to de ser atrapada en la red de Dios. Aquí están temerosas, pero no son necias, y vuelan ansiosamente de regreso a Jehovah y a sus hogares Oseas revisa la historia de Israel para mostrar su continua propensión a apartarse de la verdad de Dios para seguir sus propios caminos de engaño.