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Docente Responsable:

TRABAJO SOCIAL Y
Dra. Nilda Mabel Flores Chávez
DERECHOS HUMANOS Semestre: II
GRUPO A Año Académico: 2022 - I
SEMANA 14
LOS DERECHOS HUMANOS COMO FUNDAMENTO ÉTICO DEL
TRABAJADOR SOCIAL
DERECHOS HUMANOS Y TRABAJO SOCIAL UN ESPACIO EN COMÚN DE INTERVE NCIÓN

OBJETIVO DE APRENDIZAJE:

Al finalizar la sesión de aprendizaje las y los estudiantes estarán en


condiciones de:
- Reconocer los Derechos Humanos como fundamento ético del Trabajo
Social
- Interiorizar la significancia de los Derechos Humanos en nuestra
intervención profesión
ENTRE LOS PRINCIPIOS ÉTICOS DE LOS TRABAJADORES SOCIALES
PODEMOS MENCIONAR:

El trabajo social se basa en el respeto al valor


y dignidad inherentes a toda persona, y a los
derechos que de ello se desprenden. Los
trabajadores sociales deben apoyar y defender LOS DERECHOS
HUMANO Desafiar la discriminación negativa- Los
la integridad y bienestar físico, psicológico,
trabajadores sociales tienen la responsabilidad
emocional y espiritual y el bienestar de todas
de oponerse a la discriminación negativa por
las personas
razones de capacidad, edad, cultura, género o
JUSTICIA SOCIAL sexo, estado civil, estatus socioeconómico,
opiniones políticas, color de la piel u otras
Los trabajadores sociales deben reconocer y características físicas, orientación sexual o ideas
respetar la diversidad étnica y cultural de las religiosas.
RECONOCER LA
sociedades con las que trabajan, teniendo en
DIVERSIDAD
cuenta las diferencias individuales, familiares,
grupales y comunitarias.
Respetar el derecho a la autodeterminación - Los trabajadores sociales deben
respetar y promover el derecho de las personas a elegir por sí mismos y a tomar
sus propias decisiones, sea cuales sean sus valores y opciones de vida, siempre
que no amenacen los derechos e intereses legítimos de otros.2. Promover el
derecho a la participación- los trabajadores sociales deben promover el
compromiso pleno y la implicación de los usuarios para reforzarles en la toma de
decisiones y acciones que afectan a sus vidas.
LOS
DERECHOS Tratar a cada persona como un todo. Los trabajadores sociales deben intervenir
con la persona en su totalidad, con la familia, la comunidad, y el entorno social y
HUMANO natural, y tener en cuenta todos los aspectos que influyen en la vida de una
persona.

Identificar y desarrollar sus fortalezas. Los trabajadores sociales deben


concentrarse en el potencial de las personas, grupos y comunidades y promover
su empoderamiento.
Desafiar la discriminación negativa - Los trabajadores sociales tienen la responsabilidad
de oponerse a la discriminación negativa por razones de capacidad, edad, cultura,
género o sexo, estado civil, estatus socioeconómico, opiniones políticas, color de la piel u
otras características físicas, orientación sexual o ideas religiosas.

Reconocer la diversidad- los trabajadores sociales deben reconocer y respetar la


diversidad étnica y cultural de las sociedades con las que trabajan, teniendo en cuenta
las diferencias individuales, familiares, grupales y comunitarias.

JUSTICIA Distribuir los recursos equitativamente. Los trabajadores sociales deben asegurarse de
que los recursos a su disposición se distribuyen de forma justa de acuerdo a la
SOCIAL necesidad.

Oponerse a las políticas y acciones injustas- Los trabajadores sociales tienen el


deber de llamar la atención de sus empleadores, legisladores, políticos y de la
sociedad en general sobre aquellas situaciones en las que los recursos son
inadecuados o cuando la distribución de recursos, políticas y prácticas son opresivas,
injustas o perjudiciales.

Trabajar en solidaridad. Los trabajadores sociales tiene la obligación de oponerse a


las situaciones sociales que contribuyen a la exclusión social, estigmatización o
subyugación, y trabajar hacia una sociedad inclusiva.
El trabajo social como disciplina adopta
como marco de referencia la Declaración
Universal de los Derechos Humanos (civiles,
políticos y sociales), incluido el derecho al
desarrollo.

El trabajo social adopta la propuesta de


Naciones Unidas de considerar el desarrollo
humano y los derechos humanos de manera
integrada, que destaca que la promoción del
desarrollo humano y la realización efectiva de
los derechos humanos que reflejan el
compromiso fundamental de promover la
libertad, el bienestar y la dignidad de los
individuos en todas las sociedades.
El Siglo XX fue el escenario en el que El Siglo XX fue el siglo que cobijó una forma de
Derechos Humanos y Trabajo Social se Estado - el Estado de Bienestar - que promovió y
desarrollaron. concretó los derechos humanos, especialmente los
de segunda generación: derechos sociales y
económicos. Fue ese Estado el que permitió la
apertura de nuevos espacios profesionales para el
Trabajo social, a partir de la institucionalización de
El Siglo XX ha sido el siglo de la las Políticas Sociales.
declamación y consagración de los Derechos
Humanos; pero también el de su violación.
El Siglo XX fue el escenario de la crisis del Estado
de Bienestar y su posterior reemplazo por el Estado
Neoliberal Conservador, que desconoce las
reivindicaciones alcanzadas gracias a enormes
luchas de los sectores populares.
El Siglo XX ha sido en el que Trabajo Social
se institucionalizó.

La conciencia acerca de que los hombres poseemos dignidad y derechos propios


comenzó a desarrollarse desde los orígenes de la humanidad, pero fue necesario
que la dignidad del hombre se violara de modo inimaginable para que los
derechos fueran reconocidos en formulaciones doctrinarias y legales.
Este nuevo Estado le plantea serios desafíos al Trabajo Social, pues la violación de los Derechos
Humanos es moneda común y el trabajador social interviene en esas violaciones que se producen
al nivel de vida cotidiana.

La violación de los Derechos Humanos Concierne especialmente a los derechos de


asume distintas formas: primera generación (civiles y políticos).

La violación por omisión sucede cuando los


La violación por acción es la
poderes públicos se muestran indiferentes
predominante cuando se interrumpe el
frente a situaciones que requiere de su
orden constitucional y se atenta no sólo
intervención. Concierne a los derechos
contra el derecho a elección, sino -
económicos y sociales. Hay violación de
como ocurrió en la última dictadura -
derechos toda vez que no se garantiza un nivel
contra el derecho a la vida (la
de vida digna, el derecho al trabajo, a la
detención arbitraria, la ejecución sin
juicio, la desaparición forzada). educación, a la salud, etc.
La violación por exclusión se produce cuando
sectores de la población son apartados
explícitamente del goce de derechos, en virtud
de caracteres que tienen que ver con el sexo, la
religión, la raza, la edad, la clase social, la
nacionalidad, etc.
DERECHOS HUMANOS Y TRABAJO SOCIAL UN
ESPACIO EN COMÚN DE INTERVENCIÓN
La profesión de Trabajo Apoyándose en las teorías de
Social promueve el cambio las ciencias humanas y de los
social y la solución de los sistemas sociales, interviene
problemas en las relaciones en el campo de las
humanas; así como la interacciones entre la
capacitación y persona y su medio. Los
“autoderminación” de derechos de la persona y la
todas las personas con el justicia social son los
fin de lograr un mayor principios fundamentales de
bienestar social. la acción en Trabajo Social”.

El surgimiento y evolución del Trabajo Social, muestra en sus diferentes estadios, una estrecha relación con la
atención de las necesidades que las personas no podían satisfacer
Sus objetivos son:

2 3 4
1

Dar a conocer las oportunidades que


Contribuir a disminuir la Contribuir a que las personas, Apoyar y movilizar a las los grupos sociales tienen a su
desigualdad e injusticia los grupos, las organizaciones personas, grupos y disposición, motivarles para tener
social, facilitando la y las comunidades desarrollen comunidades con el fin de acceso a esas oportunidades y ayudar
participación social de las destrezas personales e mejorar su bienestar y su a las personas, familias y grupos
personas excluidas interpersonales que aumenten capacidad para resolver sociales a desarrollar las respuestas
socialmente, económicamente su poder para enfrentarse a sus problemas de carácter emocionales, intelectuales y sociales
desfavorecidas, en situación las fuerzas sociales que psicosocial. necesarias para permitirles
de vulnerabilidad y/o de inciden en su marginación. aprovechar esas oportunidades sin
riesgo. que tengan que renunciar a sus rasgos
personales culturales y de origen.
Boris Lima (1976), deja claro que los esfuerzos realizados en las diferentes
etapas por las que transcurre el Trabajo Social, más que atender de una
forma integral la satisfacción de las necesidades sociales, se enfilaba a
mantener o crear un relativo nivel de satisfacción y orden social, que
permitiera la reproducción del capital y el poder de los grupos hegemónicos
Sin lugar a dudas, la intervención
profesional, estuvo marcada desde
su inicio y hasta la fecha, por el
estrecho trabajo con los sectores
Una en que se han privilegiado acciones poblacionales más pobres,
En tal sentido, una de carácter paliativo que no estimulan actuándose en muchos casos bajo
aseveración las potencialidades de las personas, una concepción marcada por el
compartida por grupos y comunidades receptoras de asistencialismo y en otras, por la
varios autores servicios dimensión asistencial (Alayón;
(Alayón; 1992- 1992) que concibe a la asistencia
Calvo; 1993), bajo un concepto más renovador y
sugiere que la Una práctica profesional que se ha al amparo de la lógica que concibe
práctica profesional preocupado paulatinamente de concebir el dar como un derecho y no como
del Trabajo Social y facilitar condiciones para que la ayuda un regalo del Estado.
ha tenido diversas social se convierta en un mecanismo de
facetas desarrollo personal, grupal y comunal.
Los principios filosóficos de los
derechos humanos y del
Trabajo Social, comparten una Por su parte, Velázquez y
Molina y Romero (1994) serie de preocupaciones que Reyes, al intentar definir el
plantean que es a partir de nos permiten afirmar que más amplio concepto de los
la Declaración Universal de que diferencias, existen derechos humanos, mencionan
los Derechos Humanos, que se grandes puntos de encuentro que todas las personas tienen
logra plantear "una y enriquecimiento. Así, por derecho a la vida y a la
comprensión que supera la ejemplo, Cela (1972) cuando libertad, pero no a cualquier
noción de asistencialismo y se refiere a los principios tipo de vida, sino a "una vida
plantea la asistencia como un filosóficos de servicio social, digna que le permita
derecho" de las personas. A plantea que entre estos desplegar sus capacidades,
La atención, alcance y nuestro juicio, la Declaración destacan: la dignidad y el su inteligencia, su
disfrute pleno de los de los Derechos Humanos, valor intrínseco del ser individualidad como ser único
derechos humanos es el junto a ese efecto renovador e irrepetible" en un marco en
humano; la libertad como
motor fundamental que en la concepción de la que se respeten "sus
condición inherente al ser
le da vida a nuestra asistencia, a venido a dar un creencias y opiniones (...)
humano, la posesión de
profesión. encuadre que le da al para que pueda hacer uso
derechos, el respeto de las de todas sus capacidades y
Trabajo Social la
diferencias y la satisfacción tomar decisiones de acuerdo
fundamentación de su
del bienestar humano. con su conciencia" (...), para
práctica sin negar los
principios que dieron pie a su ello, "le son necesarias unas
aparición. condiciones materiales
dignas" (1992: p.12)
Por tal razón, concebir una disociación entre los objetivos del
Trabajo Social y, el alcance y disfrute de los derechos humanos
por parte de todas aquellas personas que integramos nuestra
profesión, implica una pérdida de perspectiva y de orientación
profesional, y por que no, limitaciones en cuanto a la claridad y
objetivos de nuestra intervención profesional.

los principios filosóficos de los derechos humanos han venido a


plantear que la atención de la pobreza y de otros fenómenos
derivados de una sociedad que no redistribuye su riqueza a
todos/as por igual, es un derecho inherente de las personas, no
sólo en este siglo, sino a lo largo de la historia de la humanidad.

El Trabajo Social ha venido desplegando un


esfuerzo de más larga data, en el plano de
atención de las necesidades sociales y, la
organización y administración de los recursos,
programas y políticas que atienden éstas
EJEMPLO - LOS DERECHOS HUMANOS: MAS
QUE ENUNCIADOS FILOSÓFICOS

Inmersos en una actividad de


capacitación patrocinada por el
Esta situación nos es propicia para
Instituto Interamericano de plantear varios aspectos sobre los
Derechos Humanos, una colega que queríamos llamar la atención,
quedó asombrada cuando puesto que su comprensión y manejo
conoció que por mala praxis es básico en la construcción de una
médica, varios médicos habían cultura de los derechos humanos.
sido acusados penalmente en un
país centroamericano. La mala SER PERSONAS SUJETAS
praxis, que también se había DE DERECHOS
presentado en su país en varias
ocasiones, nunca se había
concebido como un elemento
EL DILEMA ESTADO-
violatorio de los derechos de las SOCIEDAD CIVIL
personas.
SER PERSONAS SUJETAS DE DERECHOS

El hecho de nacer como seres humanos, nos da desde ese momento la condición de ser sujetos y
sujetas de derechos humanos, sin importar el sexo, religión, nacionalidad, creencias, valores,
diferencias, gustos, edad, etnia, orientación sexual o cualquier otro tipo de condición.

El concepto sujeto o sujeta de un derecho, implica la pertenencia o posesión implícita de una


condición que define nuestra naturaleza y, que a la vez, nos caracteriza e impregna de una
identidad, responsabilidad y posición en la sociedad. Ser sujeto y sujeta de derechos humanos, es
concebirnos como poseedores y poseedoras de derechos que garantizan nuestra participación y
desarrollo en cualquier nivel de la sociedad. Y si bien esta cualidad la poseemos por condición
natural, su mantenimiento y defensa es un aspecto que corresponde velar a cada persona, a la
colectividad y al mismo Estado.

En otras palabras, toda la humanidad sin distinción alguna, esta cubierta por estos derechos que
llamaremos inherentes al ser humano.
Afirman Velázquez y Reyes (1992: p.12) que tener a alguien por humano, es reconocer en ella
o él, a un ser sujeto de derechos, los que garantizan (al menos en teoría) su vida, libertad,
bienestar y desarrollo a escala humana.

No obstante, la experiencia muestra en este punto, que las personas desconocen sus derechos
básicos como seres humanos, y que existen grandes limitaciones en los sistemas educativos para
sensibilizar a las personas en torno a sus derechos y deberes sociales.

Esta situación no sólo se presenta en sectores que tradicionalmente tienen limitaciones de acceso
a la educación básica y universitaria, los mismos patrones se reproducen en grupos
profesionales y por que no, entre las y los trabajadoras y trabajadores sociales, tanto en
ejercicio como en proceso de formación; con el gran agravante, de que su desconocimiento tiene
un peso importante en el alcance de los objetivos profesionales.

Desconocer que somos personas sujetas de derechos, implica que el irrespeto y violación de
éstos, será un denominador común a lo largo de nuestro desarrollo personal y en nuestra misma
práctica profesional. Por esta razón, los derechos humanos no pueden percibirse sólo como una
materia de competencia legal, o reducirla a la lectura estricta y parcializada de treinta
derechos promulgados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Concebir los derechos humanos en una dimensión más amplia, permitirá que en lugar de un
estudio y conocimiento formal de estos postulados, pasemos a integrarlos como una práctica y
cultura de su vivencia

El reconocer que somos personas sujetas de derechos, implica no sólo conocer éstos, sino el que
somos actores y actoras conscientes de cuáles son esos derechos y, que al mismo tiempo
debemos involucrarnos de diversas formas en su mantenimiento y ampliación (2 ).

Ser personas sujetas de derechos, implica reconocer que las diferencias que surgen a partir de
nuestra individualidad, de nuestra condición de ser irrepetible y único, no pueden dar pie a
tratar diferente lo que es igual o tratar igual lo que es diferente; o sea, discriminar (Guzmán y
Ritchie; 1992).

El ser sujetos y sujetas de derechos, también tiene sus implicaciones en nuestra práctica
profesional. Por un lado en el reconocimiento de nuestros derechos como personas y, en el
amplio espacio de intervención con personas, grupos y comunidades, en los que además de
concebirles como personas sujetas de derechos, propiciamos actividades en las que ellos y ellas
se conciban como poseedores de estos derechos.
EL DILEMA ESTADO-SOCIEDAD CIVIL
Otro problema que consideramos serio y que tiene un enorme arraigo en la mayor parte de las sociedades
latinoamericanas, es concebir que la violación de los derechos humanos es un espacio en que sólo el Estado es
responsable. Nada más alejado de la realidad que ello, por cuanto ni el Estado ni la misma sociedad civil
pueden considerarse como exclusivos protectores o detractores de los derechos humanos.

Esta concepción no podemos considerarla como espontánea o gratuita, sus orígenes se remontan a la
revolución francesa y a las primeras conquistas alcanzadas en el campo de los llamados derechos de primera
generación.

En ese período, las luchas sociales tenían una clara orientación hacia evitar el poder que tenían los señores
feudales y otras estructuras de poder sobre la sociedad.

Por otra parte, los derechos tipificados como de primera generación, o sea los Civiles y Políticos, propiciaban
poner freno al poder de los gobernantes y estimular la participación democrática en el acceso del poder
(Velázquez y Reyes; 1992). Hoy en día estos derechos "imponen un deber de abstención a los Estados"
(Thompson; 1988; p. 22), los que se ven obligados a no impedir la libertad de expresión u otros derechos. En
este sentido, el Estado no esta obligado a asumir una posición activa, sino garantizarle a las personas esos
derechos.
Esta posición percibe al Estado como el principal responsable de la violación de derechos
humanos, o por otra parte, de su mantenimiento; dejando de lado que la misma sociedad civil
es artícife de una serie de prácticas que, por un lado violentan los derechos de las personas,
mientras que otro tipo de esfuerzos procuran tanto prevenir como trabajar la defensa y
disfrute de éstos.

No obstante, pensar que los derechos humanos se reproducen y agotan en el marco del Estado,
es una seria limitación que hay que superar, puesto que todos los espacios sociales en que se
desarrollan las personas están vinculados con el desarrollo humano.

Así, cuando pensamos en los procesos educativos, en las relaciones familiares, en la


coexistencia en las comunidades, en el acceso a la salud o a la recreación, todos encierran
implícitamente el disfrute y mantenimiento de los derechos humanos.

Problemas como los que experimentan las mujeres agredidas, si bien pueden ser explicados
a la luz de fenómenos de carácter estructural, también encierran la violación de derechos
desde el mismo seno de la familia o la comunidad.
Si analizamos con detenimiento muchos comportamientos sociales que tienden a discriminar a
grupos minoritarios, identificaremos que la violación de derechos no es exclusividad del Estado,
sino que es una práctica común en muchas personas.

Insistimos nuevamente y a la luz de lo que hemos venido exponiendo, que pensar en derechos
humanos, no es delegar en el Estado la administración de éstos; es trabajar en un esfuerzo
cotidiano por aumentar nuestra capacidad de respeto hacia las ideas diferentes, es
comprometerse con la formación de una sociedad que dé a todos y todas la posibilidad de un
desarrollo equitativo y democrático, respetando la diversidad de diferencias que nos
caracterizan; o sea, es propiciar un desarrollo a escala humana (Max; 1986).

Lo anterior no significa bajo ninguna circunstancia, que la responsabilidad del Estado se diluye o
desdibuja detrás de la acción de la sociedad civil. Lo que sostenemos es que junto al papel que
juega y debe jugar el Estado en el mantenimiento y disfrute de los derechos humanos, la
sociedad civil tiene que optar por un papel protagónico que responda a su condición de
organismo social que es sujeto de derechos.

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