El origen de las profesiones se vincula a la existencia de problemas y
necesidades que aparecían en la sociedad, y que, para atenderlos o cubrirlas, se fueron identificando personas que contaban con ciertas idoneidades o capacidades a esos fines. De ese modo, frente a los problemas de salud, se recurrió a aquellos que la experiencia demostraba contar con los conocimientos y aptitudes suficientes como para solventarlos exitosamente, de esa manera aparecieron los primeros médicos. Las necesidades en materia de construcciones no cualquiera podía cubrirlas, sino solo algunos eran capaces de lograr levantarlas como para habitarlas satisfactoriamente, y así la humanidad fue teniendo los primeros arquitectos. También la humanidad tuvo que enfrentar, desde sus orígenes, problemas jurídicos, o sea, discusiones y enfrentamientos sobre lo que le correspondía a cada uno y a la sociedad, hasta que aparecieron los primeros juristas capaces de dialogar aduciendo argumentos como para que algún tercero imparcial pusiera término a los debates, decidiendo a favor de uno de los contendientes. La primera oleada de contribuciones y reflexiones académicas pertinente a ética profesional surgió a partir de la agitación social y política de las décadas de los 1960 y 1970. Este era el tiempo de Martin Luther King, de Malcolm X, y de la lucha por la igualdad racial. También marcaba el inicio del movimiento feminista moderno. También, y muy importantemente, era el tiempo de la guerra de Vietnam y del movimiento pacifista. Para muchas personas, de mayor edad y jóvenes, pero principalmente para los jóvenes, la guerra puso en evidencia, de forma definitiva, la carencia moral del liberalismo americano de guerra fría, que mostraba un lento progreso en la igualdad en casa, pero justificaba agresivas intervenciones en el exterior. Esto llevó a una severa pérdida de confianza política en las instituciones. Este era también el tiempo de la contracultura. Notoriamente, esa contracultura se rebeló contra el conformismo y el arribismo, que veía como vaciados de contenido espiritual. Las instituciones cayeron en sospecha, incluyendo las instituciones jurídicas. Por otra parte, el estudio de la ética profesional y los valores que de ella emanan es un campo relativamente reciente en México. Los primeros trabajos sobre esta temática datan de finales de los años ochenta y principios de los noventa del siglo XX (Barba, 2005) y sus intereses giraron en torno a cuestiones como: los valores que sustentan la educación universitaria, los referentes éticos de algunos campos profesionales, los valores de los profesores y estudiantes universitarios y los factores que favorecen el desarrollo de comportamientos ético-profesionales, entre otros. En el presente trabajo de investigación nos adentramos en el concepto de la ética profesional, de tal forma que el lector logre distinguir las diferencias entre conceptos que están muy relacionados al tema. Además, presentamos las características que debe poseer un buen profesional, así como las herramientas teóricas que le permitirán aplicar de manera correcta la ética en el ejercicio de su profesión. Profesión Antes de ahondar más en el tema de la relación entre ética y profesión, se tiene que dejar en claro lo que es una profesión, ya que suele confundirse con el concepto de oficio u ocupación. Hortal (1996) plantea que en cierto modo "todo trabajo remunerado es una profesión" pero en el sentido pleno "no todo trabajo remunerado es una profesión". Según este autor, pionero y referente en el terreno de la ética profesional, para que un trabajo o conjunto de actividades pueda llamarse plenamente profesión tienen que cumplirse cinco condiciones básicas: Que las personas tengan una dedicación estable a ese conjunto de actividades con una función social específica. Esas actividades deben constituir el medio de vida de las personas que las ejercen Que exista un cuerpo específico de conocimientos de esa actividad, del que carecen los que no son profesionales de la materia. Estos conocimientos tuvieron que ser transmitidos de manera institucionalizada a los nuevos profesionales y que haya una forma de acreditación socialmente legitimada para ejercer esta actividad. Existe un control de los profesionales sobre el ejercicio de la actividad, para lo cual se constituyen los colegios, los cuales establecen las normas y procedimientos que van a regir este ejercicio. Con lo anterior se puede concluir que, en la profesión, a diferencia del oficio, los conocimientos se adquieren necesariamente dentro de un instituto, una entidad académica, en un determinado tiempo, incluyendo conocimientos más teóricos y complejos. Una de las principales características de la profesión es que, según varios autores, cuenta con “bienes internos”, es decir, los bienes para los cuales fue creada socialmente. Lo anterior nos da cuenta acerca de la responsabilidad social que adquieren los profesionistas desde el momento de recibir su grado, ya que aquellos conocimientos que aplique en su labor de profesional, fungen un papel importante dentro de la sociedad. El profesional también está sujeto a reglas profesionales especializadas. Cualquier persona puede ofrecer un producto o un servicio al público, pero el profesional normalmente está asociado con un grupo de personas que brindan el mismo bien o servicio y que se organizan para lograr un bien social, de una forma moralmente aceptable que establezca normas de desempeño (Weil, 2008). Es en este momento donde la ética aparece como una guía, que, siendo aplicada, ayudara al profesionista a desenvolverse sagazmente dentro de su trabajo y en la sociedad. De esta manera, la profesión se puede definir como: Una actividad social cooperativa, cuya meta interna consiste en proporcionar a la sociedad un bien específico e indispensable para su supervivencia como sociedad humana, para lo cual se precisa el concurso de la comunidad de profesionales que como tales se identifican ante la sociedad (Cortina, 2000: 11). Ética y profesión DOCTRINAS ÉTICAS Para entender realmente la ética profesional, es recomendable reconocer la diferencia entre los tres tipos de ética que, en general, son: la El utilitarismo es la teoría ética personal, la ética teórica y la ética profesional. ética que establece que las decisiones éticas deben La ética es "el intento de comprender la naturaleza de los valores humanos, de cómo basarse en una evaluación debemos vivir y qué constituye una conducta de las posibles correcta" (Norman, 1998, pág. 1). Esta definición de consecuencias de una la ética es útil para comprender el concepto de ética acción, y que se deben personal, que trata de los valores y normas con las procurar las acciones que cuales la gente determina cómo actuar en su vida creen el bien mayor. cotidiana. La ética personal suele involucrar La deontología es la teoría principios profundamente arraigados sobre el bien y ética que basa las decisiones el mal, y estos ayudan a definir quiénes somos como en los principios y los individuos. Nuestra ética personal se aplica a una deberes, por lo tanto, bajo amplia variedad de situaciones, entre ellos lo que este enfoque se deben hacemos en nuestras vidas privadas cuando asumir ciertas posiciones interactuamos con nuestros familiares y amigos, y porque son las correctas, cómo tratamos a las personas con las que aunque tengan interactuamos en público. consecuencias negativas. Nuestra ética personal puede tener Defensores de la ética de la muchas fuentes. Algunas de ellas están relacionadas virtud establecen que la con lo que podríamos considerar como nuestras ética es fundamentalmente experiencias personales, como nuestra educación el estudio del buen carácter, familiar, nuestra religión, cultura, las normas sociales del carácter de la persona y nuestros semejantes. Sin embargo, es probable loable y no tanto de las que nuestra ética personal también incluya aspectos consecuencias de nuestras de ética teórica. La ética teórica es el conjunto de acciones o de los principios doctrinas desarrolladas por los filósofos para orientar subyacentes que en pensar y el hacer ético, como el utilitarismo, la idealmente informan el deontología y la ética de la virtud. devenir del ser humano. En contraste, la ética profesional se preocupa de establecer principalmente a los valores, principios y normas subyacentes a las responsabilidades y el ejercicio de una profesión (Davis, 2003). Esta es la relación estructural entre ética y profesión que nos permite ver con claridad que toda profesión tiene un fundamento ético, y que toda acción profesional tiene que cumplir un deber ético. También cabe destacarse que algunas profesiones se rigen por normas éticas que abarcan múltiples profesiones. Por ejemplo, los profesionales que participan en investigaciones médicas o biológicas (u otras áreas de investigación que involucren a sujetos humanos y animales) están sujetos tanto a sus normas éticas profesionales específicas como a un conjunto de lineamientos éticos relacionados con la conducción de la investigación en general. Este último campo se conoce como ética de la investigación, y en ella se enfocan los comités de revisión institucional (IRB, por sus siglas en inglés) o los comités de ética de la investigación (REC) que analizan y aprueban los proyectos de investigación si se apegan a normas establecidas. La ética profesional encarna los valores y los objetivos de una profesión, como la transparencia y la rendición de cuentas, la prestación de servicios eficaces y de alta calidad y la responsabilidad ante el cliente o consumidor. El cumplimiento de la ética profesional protege tanto al profesional individual como al honor de la profesión. La ética profesional puede incluir normas para realizar un servicio profesional que también sean exigidas en fuentes con carácter legal, como leyes y reglamentos administrativos. Los profesionales suelen tener experiencia que va más allá de la comprensión de un no profesional. Esto significa que el cliente no puede evaluar plenamente la calidad del trabajo del profesional, y deposita su confianza en él como miembro de un grupo profesional que se apega a ciertas normas. Cuando los profesionales se enfrenten a problemas éticos, deben guiarse por su ética profesional. Sin embargo, dado que no sería posible eliminar la ética personal de la profesional, cualquier toma de decisiones de carácter ético en un contexto profesional debe tomar en cuenta la ética personal.