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B, PERSITS B.
VORONKOV
ERRORES TÍPICOS
El aforismo de Tartakover «En ajedrez sólo se
aprende de los errores» es Indiscutible, pero
¿es forzoso aprender de nuestros propios
errores? También podemos aprender de los
demás. Y éste es el propósito del presente libro
en el que dos experimentados entrenadores
soviéticos ponen al lector en guardia contra los
errores que más asiduamente se presentan en la
práctica ajedrecística. Esta obra se propone
también mostrar qué errores del adversarlo
pueden ayudarnos a llevar a cabo ciertos golpes
tácticos, pequeñas combinaciones o ideas
posicionales, e informarnos de cuáles son los
errores de orden psicológico que se repiten con
más frecuencia.
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3
B. VORONKOV
B. PERSITS
ERRORES TÍPICOS
4
Título original: Tipychnye Oshibki
5
ÍNDICE
Introducción 7
1 LA TÁCTICA 10
La red de mate 10
El mate en la última fila 14
«Mate a la dama» 19
La clavada 25
El ataque a la descubierta 28
El ataque doble 34
Peones que avanzan con ganancia de tiempo 39
La jugada intermedia 41
El jaque inesperado 43
2 ERRORES POSICIONALES 45
Debilitamiento de la posición del rey 45
Las casillas débiles 48
El peón débil 50
La columna abierta 51
La séptima fila 54
3 ERRORES EN EL FINAL 56
El peón pasado lejano 57
La ruptura de peones 60
¿Alfil o caballo? 62
Alfiles «buenos» y «malos» 66
6
Finales de torres 69
4 ERRORES PSICOLÓGICOS 75
La pieza olvidada 75
El excesivo apetito 77
El peligro del éxito 80
La jugada natural 82
El afán de belleza 85
El arma de la astucia 87
La prematura capitulación psicológica 90
7
INTRODUCCIÓN
Todo el mundo comete errores. Los principiantes, La posición está aproximadamente igualada, pero
los jugadores expertos, los maestros y aun los aquí empiezan las maravillas.
ajedrecistas de categoría superior. Pero hay muchas
clases de errores. En el caso de un maestro se trata 1...Cc4?
las más de las veces de inexactitudes que, Sólo puede entenderse este sacrificio de peón a la
consideradas en sí mismas, no llegan a acarrear luz de la siguiente jugada de las negras.
consecuencias catastróficas. En cambio, en las
partidas jugadas por principiantes suelen cometerse 2.Axc4 Ae8??
errores de un calibre tal que cada uno de ellos
bastaría para decidir inmediatamente el resultado de ¡Ahora vemos de qué se trata!
la contienda, pero el adversario no los aprovecha y la
Las negras no se imaginan que pierden un peón,
partida continúa.
puesto que, según creen, capturan el alfil enemigo.
Por supuesto, tales casos desafortunados se dan a Piensan que dicho alfil ha quedado clavado en c4 (no
veces también en partidas de jugadores fuertes. Son sabemos por qué se han podido olvidar de que la
casos sorprendentes de «ceguera ajedrecística», que torre blanca está defendida) e intentan capturarlo
empero en estas altas categorías obedecen a motivos con toda tranquilidad...
totalmente distintos.
3. Af1
Veamos, por ejemplo, lo que sucedió en una partida
Filip cayó aquí en la cuenta de su terrible error y
de la XVª Olimpíada entre dos grandes maestros.
abandonó la partida.
Nº1
¿Cómo es que un jugador de primera clase no
Gligoric-Filip, 1962 acertó a ver que la torre enemiga en c1 se hallaba
defendida por un alfil situado junto a ella?
8
Pero para aprender no es forzoso cometerlos uno atención del lector no se distraiga con motivos
mismo. Podemos reducir considerablemente el secundarios.
número de los nuestros si sustituimos dicho
«material de estudio» por un examen atento de los Naturalmente, los ejemplos aducidos son de
errores más típicos (¡cometidos por otros!). complejidad diversa. Es posible que algunos de ellos
no parezcan fáciles al lector. Así, por citar algunos, los
Los ejemplos que aparecen en este libro se han números 57, 72, 94, 96, 105, 114, 115. Al estudiarlos,
tomado de partidas jugadas en diferentes épocas y lo mejor de todo sería aprovechar la ayuda que
por ajedrecistas de diversas categorías (¡desde pudiera prestarnos algún amigo más experimentado,
jugadores de tercera clase hasta grandes maestros!). o también, al acabar el libro, repasar de nuevo estos
En los diagramas indicamos solamente los nombres ejemplos.
de jugadores de cierta fama. Las restantes posiciones
han tenido por fuente la práctica pedagógica de los Los entrenadores de ajedrez y pedagogos podrán
autores. Algunas de las posiciones tratadas aparecen asimismo utilizar en su trabajo todos los ejemplos de
ligeramente modificadas respecto a lo que este libro, repartiéndolos convenientemente según el
literalmente sucedió en sus respectivas partidas de grado de preparación, nivel y conocimientos de sus
procedencia. Esto se ha hecho para que el error alumnos.
estudiado resalte con mayor relieve y para que la
9
1
LA TÁCTICA
Nº2
¡Recibir mate! ¿Qué puede haber de más terrible
para el jugador de ajedrez? De donde se desprende
que nunca ha de apartar de su mente este peligro. La
posibilidad de organizar la llamada «red de mate», es
decir, una posición en que se amenaza mate al rey
enemigo restringido en su libertad de movimientos,
surge con bastante frecuencia en las partidas. No deja
de ser asombroso que posiciones de este tipo, con el
rey tan inseguro, sean tratadas con descuido por
algunos jugadores, a veces no precisamente
principiantes. Se dan casos en que la amenaza más
fuerte, la de mate, pasa inadvertida en circunstancias
normalísimas de juego: sin apuros de tiempos y sin
que la lucha sea especialmente aguda. Desarrollar,
pues, en sí mismo este tipo de atención hacia el
«estado de amenaza», la capacidad de sentir el
peligro, es asunto de primera importancia en ajedrez.
El ajedrecista ha de estar en guardia ante una Las blancas tienen la calidad y dos peones de
posición ya de por sí restringida de su rey. Un rey ventaja. Es verdad que, después de 1. Rh4 gxf5, el
limitado en sus movimientos puede ser objeto de negro recupera un peón, pero tras 2.a4 seguido de la
ataque. penetración de la torre por la columna b la victoria se
consigue sin mayores dificultades.
Nada parece augurar un trágico desenlace en la
siguiente posición de una partida jugada en el Palacio Las blancas, naturalmente, vieron esta posibilidad,
pero, deseando conservar el peón f, jugaron:
10
1.Rf4
y recibieron mate:
1..., g5 mate
Nº 3
11
1.Re4?? Por supuesto, no ha de pensarse que el principal
peligro acecha siempre al rey en la parte central del
Lo correcto era 1. Rg2, y probablemente la partida tablero. Con los ejemplos anteriores hemos querido
hubiera acabado en tablas. simplemente mostrar la facilidad con que un rey que
1..., Tc4+ se encuentra en el centro puede caer víctima de las
piezas enemigas. Más a menudo las posiciones de
2. Re5 Td3! mate surgen en uno de los flancos, en donde el rey
tiene menos movilidad.
Ahora no puede evitarse el mate en d5, por lo que
las blancas abandonaron. (Diagrama núm. 6)
Nº 6
Nº 5
1..., Rf5?
Las blancas jugaron 41. Dh4?, permitiendo una
Después de 1...Rh6 las negras, aunque con un peón desagradable irrupción de la dama enemiga. Había
de menos, todavía podían ofrecer alguna resistencia. que jugar 41. De4 o 41. Dg5, o incluso 41. g4 (para si
Por ejemplo: 2.Cxf6 Ted8 3.Tg5 Af3. Ahora en cambio 41... Dd2+ continuar 42. Df2).
caen en una red de mate.
41...Dd2+
2. Cxf6 Ted8
42.Rh3 Dd1
3. Td4!
Todo está ahora en contra de las blancas, que a
Las negras abandonan, pues no hay defensa causa de a amenaza de mate 43. ..., Dh1 ; 44. Rg4, Dh5
satisfactoria contra 4. Tg5 mate. mate y se ven incapaces de defender el peón f.
12
La dama blanca no puede ir lejos a causa del mate
en f3. Además, las negras atacan el peón f.
43.Rg2 De2+
2.Dg3 Df1+
44.Rh3 Dxf3
3.Rg4 e5!
45.Dd6
Este peón no puede capturarse debido al mate en
Podía prolongarse la resistencia mediante 5. Rh2 una jugada.
45...Dh1+ 4.h5 De2+
5.Rh3 Dxh5+
Las blancas abandonaron en vista de mate a la 6.Rg2 De2+
siguiente jugada.
7.Rh3
7...Df1+
8.Rg4 f5+
9.Rg5 Dd1!
10.fxe5
10...Dd2+
Nº 8
1.Rh3?
Réti Colle
¡Negligente jugada! Después de 1.Rf3 la partida
1926
derivaba rápidamente hacia las tablas. Si 1...Dxh2
podía resultar desagradable para las negras la
penetración de la dama enemiga en sus filas: 2.Dc7+
Rh6 (de otro modo, jaque continuo) 3.Dd8
amenazando a su vez mate. Ahora, en cambio, las
blancas quedan en posición precaria.
1...Df2!
13
No es probable que las blancas anduvieran 1...Db5?
apuradas de tiempo, ya que en la partida se habían
efectuado en total veinte movimientos. Con su última En su intento de ataque, las negras pasan por alto
jugada 1..., De6 las negras defienden el alfil atacado, y la posibilidad de una irrupción enemiga en su campo.
Réti, a lo que parece, consideró esta jugada de dama Lo correcto era 1...b5!, con ulterior avance de los
como meramente defensiva. No se le ocurrió pensar peones del flanco de dama. La dama ocupaba en d5
también en la incómoda posición de su rey. una posición ideal de ataque al flanco de rey,
manteniendo la presión sobre el peón d blanco y al
Sea lo que fuere, hemos de comprobar que el mismo tiempo, apoyando el avance de sus propios
famoso ajedrecista jugó esta vez con peones. No debió ser retirada de allí.
despreocupación:
2.Cg4!
1.Tc7??
Aprovechando inmediatamente el error de su
Y tras 1...Da6+ tuvo que abandonar adversario. Amenaza 3. Db8+ ganando una pieza, y
inmediatamente, pues no se puede evitar el mate en también 3. Cf6. Las negras no pueden volverse atrás
f1. con la dama 2...Dd5 a causa de 3.Db8+ Re7 4.Cf6, y si
ahora 4…, Dxf3 sigue 5.De8+ Rd6 6.Dd7 mate. A
Muy bueno hubiera sido 1.Dc7, atacando la torre y 2...De8 puede seguir 3.Tc2 con ataque decisivo.
tratando de cambiar las damas mediante 2. Dc4.
2…, Db1+
Nº 9
3.Rf2 Ad5
4.Db8+ Rg7
5.Cf6!
14
El mate en la última fila
Nº 10
1...Cf4??
2.T6xf4 exf4
3.Axf4+
Nº 11
Botvinnik Pomar
1926
15
1...Dg4? 1. Txf6??
Lo correcto era 1. ..., Df5 con probable resultado de Ahora en caso de 1...Te1+ 2.Af1 Txf1+ 3.Rxf1 Tc1+
tablas. 4.Re2 Te1+ 5.Rd3 el rey blanco se cubre de los jaques
y ganan la partida. Pero las negras dieron jaque con la
2.Td8! otra torre...
Las negras abandonan. En efecto: 2…, Txd8 3.Txd8+ 1…, Tc1+!
Rh7 4.Df6 seguido de mate; o 3...Rg7 4.Dxe5+ f6
5.De7+ Rh6 6.Th8 mate. 2. Af1 Txf1+!
Las blancas tienen ventaja de material. Además Los motivos de combinación, basados en la
amenazan 1. Txf6 seguido de 2. Dxh7+ y 3. Dxf7 mate. debilidad de la última fila, se repiten a menudo. En
Y a pesar de todo han de proceder con cuidado: Las general, los principales protagonistas son la dama y
torres negras pueden irrumpir en la octava fila. En las torres. El cuadro lo completa la posición de los
este momento la jugada correcta era 1. Td1, peones que protegen al rey después de efectuado el
protegiendo dicha horizontal. En lugar de ello, las enroque.
blancas se apresuraron a llevar a efecto su amenaza y
tomaron el caballo.
Nº 13
Nº 14
16
Las negras poseen un fuerte peón pasado. A su
disposición existen algunas buenas y sólidas
Las negras capturaron despreocupadamente un
continuaciones, que les permiten reforzar su
peón.
iniciativa (por ejemplo 1…, De5).
1...Dxf5??
Pero les pareció que podían emprender
inmediatamente una «acción decisiva», y no
examinaron muy de cerca las posibles amenazas en
Parece que la octava fila estuviera sólidamente su primera fila.
defendida. La casilla de penetración d8 se halla
controlada por la torre y el alfil negros. Y, sin 2...d3?
embargo, mediante un golpe táctico:
3.Axd3!
2.Ce7+!
No sabemos cómo interpretaron las negras esta
las blancas logran desviar la torre jugada. Tal vez la consideraron sencillamente como
un error del adversario, al suponer que todo estaba
2…, Txe7 en orden en su primera fila.
Nº 15 5…,Txe8
17
6.Txe8 mate.
Nº 16
1...Dd8?
¡He aquí la posición de mate! (basándose en la variante 2.Txe8+ Dxe8 3.Df6 Df8
seguido de 4..., Cd7 o 4...,Cd4) a causa de
Con razón se preguntará el lector:
2.Df6
¿Por qué el bando que acaba de sufrir tal desastre
debido a la debilidad de su primera fila no jugó a con mate inmediato.
tiempo ..., h6 o ..., g6? A esta pregunta debe
responderse a partir de las características concretas No sería mejor la jugada 1...Dc6?, pues en este caso
de la posición. A menudo tales avances de peones las blancas asestarían el mismo golpe decisivo: 2.Df6!.
llevan consigo un debilitamiento sustancial de la Cuando el rey está en una esquina, además de los
posición del rey y, en consecuencia, pueden dar lugar acostumbrados peligros en la primera fila, pueden
a otros tipos de combinación. Trataremos más también surgir nuevas amenazas de mate,
detalladamente de esta cuestión en el capítulo 2 bajo características en tales posiciones.
el epígrafe «Debilitamiento de la posición del rey»,
contentándonos por el momento con un ejemplo de
este tipo.
Nº 17
18
1.Cxd5! 1.Te1?
Era preciso 1.Tf3 no abandonando el control de la
Excelente jugada. Las blancas eliminan un peón casilla f2; y si entonces 1...Ag4 2.Te3 obstruyendo la
central. Si ahora el negro intenta ganar la pieza: diagonal g1–a7
cae víctima de una típica combinación de mate. Lo Ahora las blancas no pueden defenderse de ...,
correcto es 1...Cxe5 2.Cxf6+ (es peor 2.Cxc7 en vista Db6+ , mediante d4.
de 2…, Cxg4 3.Cxe8 Txe8) 2...Txf6 3.fxe5 Dxe5.
2.Dxd2
4.Dh3+ 5.Cc3
Nº 19 «Mate a la dama»
19
Así suele decirse a veces en broma, cuando la dama Las blancas ganan la dama a cambio de dos piezas
no dispone de ninguna casilla para ponerse a salvo menores. ya que no es posible 2...Dg4 a causa de
del ataque de las piezas enemigas. Pero ¿puede 3.Cxf6+ ,etc.
verdaderamente compararse el rey a la dama? El rey
dispone para sus movimientos de un espacio que
puede variar de 3 a 8 casillas (a condición, claro está, N.° 21
que éstas se hallen disponibles), mientras que la
dama puede alcanzar ¡de 21 a 27! Parece, pues, tarea Nimzovich Leonhardt
casi imposible llegar a atrapar una pieza de tal
movilidad, o al menos sumamente difícil. Y en efecto, San Sebastián, 1911
al estudiar los numerosos casos que se dan de hecho
con este tema, llegamos a la convicción de que la
causa del desastre no es simplemente un juego débil
e inexacto, sino un error muy directo y espontáneo.
Los jugadores experimentados se dan cuenta,
naturalmente, del peligro que les acecha, cuando su
dama se encuentra en una situación crítica. Y si llegan
a tales posiciones, lo hacen después de haber
calculado con exactitud las variantes concretas que
les permitan conservar la dama (o recibir a cambio
otras ventajas que compensen su pérdida). Otra cosa
son las partidas de los principiantes. En ellas los
casos a que nos referimos surgen con frecuencia y se
deben en general a que el jugador no siente el peligro
a que se halla expuesta su dama.
Nº 20
1. ... Dd4?
3. Cd5!
2. ... Txd5
3. c3 Dxd3
1...Dxd4?? 4. exd5
(Esto es una variante. En la partida se jugó Las blancas quedarán con una torre de ventaja.
realmente 1...cxd4.)
4. ...Dxc4
2.Cd5!
5. dxe6
20
y las blancas ganaron.
Nº 22
1…Tc8??
4. Ab4 Dxc4
2. ... Cf5
5. Tac1, abandonan.
Es claro que este caballo podía también jugarse a
cualquier otra casilla (excepto c6) con el mismo
resultado.
3.Da5
21
1...Df4?? 1.Dc2?
La dama se mete en una trampa. Mala jugada. Las blancas disponían de algunas
continuaciones mejores, por ejemplo: 1. 0–0 o 1. d3.
2.f3!
1 . Cb6 2.De4?
He aquí un caso en que nada puede hacerse para
salvar la dama. Y, para colmo, hay que entregarla a Sin percatarse del peligro. Naturalmente, había que
cambio solamente de una pieza menor. Si, por regresar con la dama a d1.
ejemplo, 2...Cb6 3.Ae2 Cd5 4.g3; y si 2.. .Te8 3.Ae2 Te6
4.Dc7! . 2. f5 3.Dh4?
6...Af8
7.De3 Cc4
8.Df4 g5
y las negras ganaron.
N.º 26
N.º 25
22
Nos hallamos ante una posición teórica de la 1…., Dd4?.
Defensa Francesa. Las negras han de proseguir; 1. ...,
c4. Empero en la partida que nos ocupa consideraron Las negras debieron sencillamente capturar el peón
que podían ganar un peón. b enemigo con el alfil, pero esto les pareció poco.
Resolvieron, pues, ganar la torre, sin tener en cuenta
1…., cxd4 que tras esta «conquista» su dama quedaría
encerrada.
Comienzo de una maniobra errónea.
2.bxc5 Dxa1
2.cxd4 Cxd4?
3.Cc3
3. Cxd4 Dc3+
Amenaza simplemente 4. Aa3
Era mejor 3 Dxe5+, obteniendo dos peones por la
pieza. Pero esto no entraba en los planes del negro, 3…, e4
que creía ser él quien lograra ventajas materiales.
Desesperado intento de «enturbiar las aguas».
4. Dd2! Dxa1?
4.Df4 Aa6
A 4… Dxd4 sigue 5. Ab5 + y las negras pierden la
dama. 5.Aa3 Dxf1+
Nº 27
N.° 28
23
Nimzovich Alekhine 6 Axb6 Cxb6
Nº 29
1.Db7?
4 ... Cc7
5. Aa5 Cxa8
Nº 30
24
Como vemos, aquí no ha habido precisamente
«mate» a la dama, sino «jaque continuo». Las negras
no se atrevieron a rechazar las tablas para intentar
ganar una pieza. En efecto, después de 8...Txa3 9.bxa3
Cc2+, seguido de 10. ..., Cxa1, son las blancas quienes
podrían lograr ventaja.
La clavada
5...Cb4
6.Ca3 Tb8
7.Dxa7 Ta8
25
Era necesario 1.Cd5 aunque después de 1...Cxd5 Pero este movimiento es erróneo, porque después
2.exd5 Ad7 la posición de las negras es mejor debido de
a la posibilidad de efectuar la jugada ..., f5 1...Ah6
N.° 32
2.Cd1 Txd4
1...Cxd3
2.Dxd3 e5
26
Ragozin Boleslavsky
Moscú, 1945
1. ... a5?
N.° 36
N.° 35
27
Si como resultado de la retirada de una pieza se
abre una línea, por la cual otra pieza del mismo color
(dama, torre o al fil) ataca una del adversario, dicha
acción se llama «ataque a la descubierta».
He aquí un ejemplo sencillísimo.
Nº 37
1.Ce5?? Txd4!
2.Axd4
1.dxc5?? Axh2?
Tampoco servían otras jugadas. Si 2.Cg4 la
respuesta sería 2...Txg4! 2.Rxh2 Dxd3
2...Dxe5 Las blancas abrieron descuidadamente la columna
en que se encontraba su dama y la perdieron. Con la
Las blancas pierden el alfil que ha sido clavado en
jugada l....,Axh2+, las negras llevaron a cabo un
dos direcciones.
ataque a la descubierta.
3.Rf1 Axd4
Hemos de proceder siempre con cautela en
4.Db1 De3 posiciones en que una pieza propia y otra enemiga se
y el blanco abandonó pocas jugadas después. encuentran situadas en la misma columna (o
diagonal), no existiendo entre ambas sino una o dos
piezas. En tales casos conviene preguntarse: ¿No
habrá posibilidad de un ataque a la descubierta?
28
1…Ce5?? 1.Cxd6?
En la columna de dama se encuentra esta También es malo para las blancas 1.Dxd6 Axd4+; o
importante pieza por parte de ambos bandos. Entre 1.Dxf5 Dxf5 2.Txf5 a6 3.Cxd6 Te1+ 4.Tf1 Axd4+
las dos damas hay un caballo y un peón. seguido de mate. Pero es posible 1.h3
Precisamente este último parece inamovible. A ello
1...Dxd6!
quizá se debió que las negras no sintieran
suficientemente el peligro de un ataque a la 2.Dxd6 Axd4+
descubierta. ¡Pero la columna fue abierta 3.Rh1 Cf2+
rapidísimamente!
4.Rg1
2. Txe5! dxe5 No se puede 4.Txf2 a causa de 4...Te1+
3. Cxf6 + 4...Ce4+
De nuevo una pieza se aparta dando jaque. ¡Ahí tenemos el jaque a la descubierta! El caballo se
retira de la diagonal atacando simultáneamente la
3…, Axf6 4.Dxd7 dama enemiga, y es el alfil el que da jaque sin
moverse de su puesto.
y las blancas ganan.
5.Rh1 Cxd6
En los dos ejemplos que acabamos de examinar
(números 37 y 38), una pieza se retira atacando al y las negras ganan. Naturalmente, para efectuar un
rey, con resultado decisivo. Puede también suceder ataque a la descubierta no es siempre forzoso dar
que el jaque no lo dé directamente la pieza que se jaque.
aleja, sino la que queda detrás. Esto se llama «jaque a
la descubierta» y no es sino un aspecto o caso
particular del mismo ataque.
Nº 39
Nº 40
29
acabaría con toda probabilidad en tablas. En vez de
esto, las negras decidieron cambiar primero las
piezas ligeras.
1...Axf3
2.Dxf3 Tde8??
3.Txe8! Txe8
Ahora las blancas llevan a efecto un ataque a la
descubierta asestando a su adversario un golpe
terrible.
4.Te7!!
La dama negra está atacada y se amenaza también
5. Dxf7+, seguido de mate. Las negras no pueden
capturar la dama enemiga a causa de 5. Txe8+,
quedando el blanco con una torre de ventaja.
Las blancas tienen mejor posición y no parece que La parte del león de los errores que permiten un
ningún peligro se cierna sobre ellas. Pero si ahora con ataque a la descubierta se la llevan los casos en que
imperdonable negligencia jugaran se despeja una diagonal para atacar un caballo
enemigo alejado de su campo. A menudo son los
1. Txh4?? ...perderían una pieza tras principiantes quienes cometen esta clase de faltas.
1…, d4! Nº 42
N.° 41
1. Ch4? Cxe4!
30
1. ... Ch5? 1. Cxe5?
31
halla dispuesta a dar un salto, a pesar de la clavada, y
propinar un golpe donde menos se piensa.
Nº 45
1...Ah5
2.Cxe5 Cxe5
Nº 46 3.Dxh5 Cxc4
32
pues se han quedado con una pieza de menos. Pero
aún tienen una jugada en reserva.
4.Db5+
N.º 47
1...f5? 2.Cxe5
Un golpe característico.
2...Axe2
3.Dxe2
Nº 49
1.Cd5??
1...Cxd5
2.Axe7 Cxe7
Nº 48 1.0–0? Cxe4!
33
Siguió:
Esta clase de combinación está al alcance incluso
de los principiantes. 2.Cd5!
N.° 51
O también 3.Axd8 Cxd1 4.Ag5 Cxb2 .
3...Rxe7
4.bxc3 Rf8
Nº 50
Bonch-Osmolovsky Ragozin
1951
1...b5?
2.Cd5!
2...Da6
3.Cxe7+
Las blancas acaban de jugar el alfil a h6. Deseando
conservar su importante alfil de casillas negras, su Esta jugada hubiera seguido también a 2. ..., Dxd2.
adversario responde:
3...Rh8 4.Cd5
1...Ah8??
con ventaja de las blancas.
34
El ataque doble Nº 53
Nº 52
1...e5?
2.Axf7+! Txf7
1...h6?
En caso de 2...Rxf7 sigue el típico ataque doble
A los principiantes les gusta hacer este tipo de 3.Db3+ y las blancas recuperan la pieza.
jugada, para protegerse contra los eventuales ataques
adversarios Cg5 y Ag5.Pero, en general, esto aquí es 3.dxe5 Cg4 4.e6
un error sin paliativos.
¡La pinza! El blanco recupera su pieza y queda con
2.Axf7+ Rxf7 un peón de más.
3.Dd5+
Ataque doble.
3...Re8 4.Dxc5
35
Nº 54 1.Cg5?
1...d3!
2.Axd3
1...axb5
Tampoco salvaba la situación 2.Ag4 De5 3.Axe6+
El deseo comprensible de mantener compacta la
Rf8 4.Cxh7+ Re7.
cadena de peones lleva aquí a las negras a la derrota.
Lo correcto era 1...Axb5 (o previamente 1...d2+ ) .
2...De5
Las negras no han visto el ataque doble subsiguiente.
2.Dh5! 3.Tf1 Dxg5
Ahora a 2...g6 Ahora a 3.Dd5 ganando la torre por la
4.f4 Da5
amenaza simultánea de mate. Ya no hay defensa
satisfactoria. y tras algunas jugadas más las blancas capitularon.
2...d2+
3.Axd2
Las negras abandonan. Nº 56
Nº 55
36
1...Rf8? 2.Cxd4 Txd4
3.Ae2 Txd1
Las blancas amenazaban 2.Dxf6 y 2. Dxh6. El negro
se defiende de estas amenazas, pero cae en otra 4.Dxd1 Dg5
trampa. Era necesario jugar 1. ..., Rh7.
5.h4!
2.Df4! Las blancas acosan a la dama enemiga para privar
de defensa al alfil en e7.
Ataque doble. Amenaza tanto 3. Dxd2como 3. Cg6+
(ataque a la descubierta) ganando la dama. Las 5...Df6 6.e5!
negras no pueden evitar pérdidas materiales.
Con el mismo objeto.
2...De7
6...Dg6
3.Dxd2 Axb3
4.De2
y las negras abandonaron pocas jugadas más tarde. Nº 58
N.° 57
Kan Löwenfisch
1937
7.Dd7 Axg2
8.Rxg2 Axh4
37
La práctica demuestra que no pocas veces surge la 4.Rg1 Cxd2
posibilidad de un ataque doble como resultado de un
Lo correcto en la posición del diagrama era jugar
cambio. Al parecer, la causa de esto reside en que,
previamente 1.De2.
después de un cambio, se ve repentinamente
modificada la relación de las fuerzas existentes y aun
el carácter mismo de la posición. La posición inicial de las piezas pesadas: Re1. Th1,
Así pues, es preciso examinar a tiempo con Ta1 y Dd1 es terreno abonado para las «pinzas» de un
atención la posición resultante tras una operación de caballo enemigo. En este caso los puntos críticos son
cambio, tanto desde el punto de vista de las c2 y f2, que en numerosas partidas sirven de soporte
posibilidades tácticas en general como del ataque a ataques dobles de caballo.
doble en particular.
Lo que acabamos de decir quedará también Nº 60
reflejado en el ejemplo que vemos a continuación.
Son frecuentes en la práctica los ataques dobles
inesperados, cuyo protagonista es el caballo, la más
pérfida de las piezas.
Nº 59
1.d4?
38
Veamos ahora un ejemplo más complicado de Peones que avanzan con ganancia de tiempo.
ataque doble con un caballo.
Tal vez se extrañe el lector de que este tema
merezca ser tratado en una sección especial. A fin de
Nº 61 cuentas solo se trata de peones. Y, sin embargo, dicho
tema es común a toda una serie de errores de cierto
tipo que se cometen a menudo: la víctima no se
percata de que el peón, el lento y silencioso peón,
puede repentinamente acelerar su marcha atacando
una pieza del adversario y ganando así tiempo para el
siguiente paso, que puede ya crear amenazas
decisivas.
Muchos de estos errores suelen tener lugar en la
apertura o al pasar de ésta al medio juego.
N.° 62
1...dxe4?!
5.Cxf6
¡Una pinza! El cambio previo 2. dxe5, dxe5 no
cambia las cosas. Las negras ganan una pieza.
y las blancas quedan con una piezas de más.
39
N.° 63 Nº 64
1.Ab3?? c5
2.Cf3
2...c4
40
1...f5 La jugada intermedia
También era posible empezar por 1. ..., h6. Lo Antes de efectuar una jugada obligada o necesaria
importante es que el peón avance con ganancia de (por ejemplo, en un cambio, tomar la pieza que acaba
tiempo, y que las blancas no lo tengan para jugar, por de capturar una nuestra), puede surgir a veces la
ejemplo, f3. posibilidad de intercalar alguna amenaza, tal como
dar jaque, atacar la dama enemiga o aplicar alguna
2.Ac2 h6
otra enérgica medida. Pero ¿para qué se hace dicha
3.Ah4 g5 jugada intermedia?
4.Ag3 f4
Nº 67
Y las blancas solo pueden elegir el modo en que
entregaran la pieza.
N.° 66
1...Axd5?
41
y las blancas tienen una pieza de mas.
Las jugadas intermedias pueden no ir solas, y ¡He aquí como las negras acabaron por capturar el
sucederse unas a otras. infortunado caballo!
Nº 69
Nº 68
Ilin-Zhenevsky Riumin
Leningrado, 1934
42
En el Gambito de dama (Defensa Tarrasch), ¡Cuántas partidas se han perdido por causa de un
después de las jugadas 1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cc3 c5 4.Cf3 jaque! Cuántas veces esta jugada imprevista destruye
cxd4 5.Cxd4 e5 6.Cdb5 d4 7.Cd5 Ca6 8.Da4 Ad7 surge una interesante idea combinativa, echa a perder una
la siguiente posición: delicada maniobra posicional, modificando
bruscamente el desarrollo normal de la partida.
Nº 70 ¡Jaque! Y nos vemos obligados a renunciar a nuestras
propias amenazas, por tener que acudir
inmediatamente en auxilio del rey. Este jaque puede
ser una jugada intermedia (como en el ejemplo 70) u
ordinaria, pero siempre es un peligro que puede
resultar mortal. En cada posibilidad de jaque hemos
de calcular con toda atención las variantes; de otro
modo...
Nº 71
9.Dxa6
9...Ab4+!
43
ataque interesantemente concebido. Nº 73
Nº 72
Estrin Gusev
1959
3.Rh1 Cg3+
4.hxg3 Dh6
5.Dxf4! g5
44
2
ERRORES POSICIONALES
45
Esta posición se produce en una variante de la 1...g6?
Apertura Española. El caballo blanco en g5 amenaza
tomar parte activa en un ataque a la posición del rey Este movimiento no hace sino ayudar a las blancas
de las negras, y por ello lo mejor que estas últimas a crear amenazas decisivas. Tampoco sería bueno
pueden hacer es jugar 1. ..., Ae7 para cambiarlo mover otro de los peones que cubren al rey, por
eventualmente. En cambio, el debilitamiento del ejemplo 1. .... h6, debido al sacrificio de pieza
flanco de rey mediante 2. Axh6!, gxh6; 3. Dxh6 con mate inevitable.
2.Ag5!
1...h6?
Después de esta evidente jugada la situación de las
puede provocar una catástrofe inmediata. negras se torna desesperada: si 2...Dc8 o 2... De8 o
incluso 2... Ce7, sigue 3. Af6 y no hay defensa
2.Cxf7! Rxf7 satisfactoria contra la amenaza 4. Dh6 seguido de
3.Ac4+ Re7 mate. Asimismo si 2...gxh5 las blancas contestan
3.Axd8 Taxd8 4.Dg5+ Rh8 5.Df6+ Rg8 6.Te1 Tc8
Es mejor 3...Re8 aunque el blanco prosigue seguido de 7.Te3 con peligroso ataque además de la
igualmente su ataque mediante 4.Dh5 Df6 5.f4! . ventaja material. Muchas veces el debilitamiento del
flanco de rey no es por sí mismo un error decisivo,
4.Dh5 Ae8 pero, al quedar ya la posición comprometida, no es
extraño que cualquier otro error o inexactitud llegue
A 4...De8 puede seguir 5.Ag5+ hxg5 6.Dxg5 mate. a resultar fatal y aumente la probabilidad de que esto
suceda. Así ocurrió precisamente en el ejemplo que
5.Ag5+ hxg5 vemos a continuación.
6.Dxg5+ Rd7
Nº 76
7.Df5+ Re7
8.De6 mate.
Nº 75
1...g6 (?)
46
He aquí el error que en definitiva hace perder la Las blancas acaban de jugar Cg5 preparando el
partida. Cuando la posición del rey está debilitada, avance f4.Sus piezas se hallan concentradas en el
tales inexactitudes, a primera vista insignificantes, no flanco de rey, y de hecho se preparan para emprender
suelen ser en general decisivas; pero aquí es otro el un ataque contra la posición del monarca enemigo. A
caso. Era correcto 2...Ag4 , pero aun así las blancas las negras se les imponía reforzar dicha posición
quedaban mejor: 3.Ah6 Te8 4.dxe5 Cxe5 5.Cbd2 Db8 mediante 1...Ag7 y 2 ..., Ae8 y tratar de iniciar lo antes
seguido de 6.h3. posible su propio contra juego en el ala de dama. En
lugar de ello jugaron:
3.Ah6 Te8
4.Cg5 1...h6?
Amenazando tomar el 'f'. Las negras debían
contestar ahora 4..., Ae6. Ahora el caballo de las blancas ha de marcharse,
4...Cd5? pero, una vez retirado, le será muy difícil al negro
impedir el avance g5, que abrirá una peligrosa
5.Cxf7 columna de ataque.
También era bueno 5.exd5 Axg5 6.Axg5 Dxg5
7.dxc6 con una pieza de ventaja. 2.Cf3 Rh7
3.g5! Cg8
5...Rxf7
4.gxh6 Axh6
6.Axd5+ Ae6
5.Axh6 Cxh6
7.Axe6+ Rxe6
6.Cg5+
8.d5+ Rf7
9.dxc6 El caballo blanco vuelve nuevamente a g5.
Y las negras abandonan.
En el ejemplo siguiente la posición del rey negro se 6...Rg8 7.Cf5!
encuentra ya algo debilitada por el avance .... g6. Por
ello era necesario a las negras tener mucho más Este sencillo golpe táctico pone punto final a la
cuidado de no mover el peón de torre. lucha. Las negras no pueden jugar 7...gxf5 a causa de
8.Ce6+ y el blanco gana la dama. A 7...Axf5 sigue
Nº 77 8.exf5 y luego 9.fxg6 y 10.Axg6. En la partida las
negras continuaron 7...Cxf5 8.exf5 Rg7 9.fxg6 fxg6 y
después de 10.Cf7 no tardaron mucho en sufrir la
derrota.
Si la posición del propio rey está debilitada, hay
que abstenerse en lo posible de cambiar las piezas
defensoras de casillas por las que el enemigo puede
eventualmente invadirnos. Por ejemplo, si las negras
han jugado ..., g6, no les convendrá generalmente
cambiar el alfil que discurre por las casillas de este
color, ya que en tal caso los puntos f6 y h6 se hacen
accesibles a las piezas blancas.
47
Y ahora, en vez de jugar 8. Axf8?, Rxf8, las blancas
Nº 78 podían haber ganado inmediatamente con 8. Ah6!, ya
Szabó Reshevsky que a 8. ..., f6 seguiría el decisivo golpe 9.Dg3!
1953 amenazando al mismo tiempo mate y capturar la
torre negra en b8.
Nº 79
1...Axf6??
2.Axf6
2...Axd5
3.cxd5 Dd6
4.Dc3 Dxd5
Las negras han llevado a «feliz» término su plan... Las blancas jugaron mal la apertura. Como
para quedar en una posición perdida. La dama y el resultado, algunas casillas blancas en su campo son
alfil blancos dominan la diagonal a1–h8 con débiles, el alfil se halla cohibido por sus propios
peligrosas amenazas contra el rey negro. peones, y las negras pueden presionar por la columna
'a' sobre el peón blanco situado en ella. En estas
5.Tfd1 Df5 circunstancias, las blancas debieron cambiar el
6.e4 De6 caballo negro en c4 y jugar a continuación f3, a fin de
movilizar en el centro una masa compacta de peones
7.Ag7 b6
48
y preparar el avance e4 para dar juego al propio alfil. Nº 80
1...Ce4!
2.Cxc4?
Aquí esta jugada carece de justificación, puesto que
permite que la dama enemiga pase a ocupar el punto
d5.
2...dxc4
3.g4?
Ahora se ve por qué las blancas hicieron la jugada
2. Cxc4. Sin embargo, la apertura de la columna 'g'
sólo puede ser de utilidad al negro, cuyas piezas están
mejor desarrolladas.
3...Dd5
4.gxf5?
Las blancas comenzaron a mover los peones del
Había que abstenerse de efectuar este cambio, pues flanco de rey. De resultas de este avance surgieron en
ahora las negras tienen la posibilidad de irrumpir con su posición casillas débiles, por las que penetraron
su torre de dama en el flanco de rey. las piezas negras.
1.g4?
4...exf5
Esta jugada «de ataque» sólo sirve para debilitar
5.Ad2 b5!
casillas en el propio campo de las blancas.
49
21.h3 Df7 Por otra parte, si las negras hubieran jugado 1..., Rd8
podrían aún ofrecer una larga resistencia.
22.Te3 Ac6! 2.Cac5 Cb6
La ventaja de las negras es palmaria. La batería de
Tampoco sirve 2...Cxc5 3.Txc5 Ab7 4.Cb4 Rd7 5.Ta3
piezas pesadas a lo largo de la columna 'f' constituye
Ta8 6.Ta5 seguido de la maniobra Tc5-c3-a3.
una fuerza formidable. Las casillas oscuras del blanco
son débiles. A éste le es difícil defender el peón 'f'.
3.Cb4 Ab7
4.Cxb7 Tbxb7
El peón débil 5.Txc6
Nº 81 Nº 82
Capablanca Mieses
Kiessingen, 1928
1...cxd4?
50
3.b4! comienza por ejercer presión contra el peón. A
continuación, cuando las piezas del adversario han
¡Aquí está el asunto! El alfil atacado ha de retirarse,
pasado a ocupar malas posiciones por defenderlo, se
tras lo cual las blancas capturarán el peón negro 'c'
inicia un ataque contra otros objetivos.
con la dama.
7.Tfd1! De7
8.Cg5! Tfe8
9.Axh7+ Rh8
10.Td7!! Dxd7
11.Dxf6! e5!
Las blancas acaban de jugar 1. Th1 con vistas a 2.
Aún puede el negro considerarse afortunado de Dh4, atacando al rey enemigo por la columna h. En tal
disponer de este recurso. La defensa mediante situación salta a la vista la respuesta 1. ..., Rg8 para
11...Tg8 12.Cxf7+ Rxh7 13.Cg5+ Rh8 14.Dh6 mate. hacer frente a la amenaza 2. Dh4 mediante 2...Dg7. En
lugar de ello las negras jugaron:
12.Axe5 Txe5
1...b5?
13.Dxe5.
Siguió:
Como a 13...f6 seguiría 14.Af5 las negras jugaron
13...Td8, pero después de 14. Ac2 quedaron con dos 2.Dh4 Tc8
peones de menos y perdieron rápidamente.
Este ejemplo ilustra bien los procedimientos que Las negras renuncian ya al peón 'e'. Pero el blanco
han de seguirse en la lucha contra un peón débil. Se con razón hace caso omiso de esta oferta para
51
proseguir su ataque. 3.Ce4 Ae7
A 3...De6 podía seguir 4.Dg4 con la amenaza de
3.Dh7+ Rf6
ganar la dama mediante 4...De7 5.Taf1 las piezas
negras se encontrarían irremediablemente atadas
Retirarse a la primera fila significaría perder la
unas a otras.
torre.
4.Txf8 Axf8
4.Th4!
5.Df3!
Tras esta evidente jugada el rey negro se encuentra
en posición crítica, ya que no hay suficiente defensa
contra la amenaza 5. Tf4+. Las negras continuaron Nº 85
4...e5 5.dxe6 fxe6 6.Tf4+ Re5 7.Dxg6 d5 8.Tf6! Tc6
9.f4+ Rd4 10.f5 Rd3 11.fxe6+ no tuvieron más
remedio que firmar la rendición. Este ejemplo es
buena prueba de que no debe abandonarse al
enemigo una columna abierta, especialmente cuando
al cedérsela nos exponemos a un ataque al rey.
Nº 84
52
Nº 86
3...Ae7
4.f4 Tf8
5.Ce2 c5
6.Td3
53
Nº 88
El dominio absoluto de la séptima fila (segunda del
adversario) garantiza generalmente una superioridad Verlinsky Löwenfisch
decisiva. 1925
Nº 87
1...Dc7?
1.Ce5??
Continuando 1...Te7 ; o 1...Te6 seguido de 2....Cb6,
Esta “activa jugada” constituye en realidad un craso las negras hubieran podido impedir que las piezas
error. Las torres negras penetran en la posición pesadas del blanco invadiesen su territorio. 2.g3 Cb6.
enemiga, concluyéndose la lucha en pocos
movimientos. Era necesario, por supuesto, jugar 2.Td7 Da5
1. Tf2, expulsando a la torre negra de la segunda fila.
3.Tbb7!
La aparición de dos piezas pesadas de las blancas
1...Tdd2!
en la séptima fila es clara señal de que algo no
2.Tfe1 marcha bien en la posición del negro.
No es posible 2.Cxg6 a causa de 2...Txg2+ 3.Rh1
3...Cxe5
Txh2+ 4.Rg1 4...Tcg2 mate. Siempre hay que tener en
cuenta esta posibilidad en posiciones semejantes.
A 3...Tf8 podría seguir 4.Dd5 Cb6 5.Txf7 Cxd5
6.Txg7+ seguido del mate que ya hemos visto en el
2...Txg2+
ejemplo anterior: 6...Rh8 7.Th7+ Rg8 8.Tbg7 mate.
3.Rh1 Txh2+
4.Cxe5 Txe5
4.Rg1 Thg2+
5.Txf7 Tg5
5.Rh1 Txb2
6.Dd7
con superioridad aplastante.
En la siguiente posición son las negras quienes La dama blanca acude a reforzar el ataque de las
permiten que el enemigo irrumpa con sus piezas en torres. No hay defensa contra la amenaza 7. Txg7+.
la séptima fila, y por ello pierden rápidamente. Las negras abandonaron.
El dominio de la penúltima fila es asimismo de
54
enorme importancia en posiciones con poco número
de piezas. En el ejemplo siguiente las blancas no 1.g4?
advierten a tiempo las intenciones de su adversario,
que trata de ocupar la séptima fila. El blanco deja indefenso al peón en h3. Las negras
lo atacan, obligando así a la torre enemiga a apartarse
de la segunda fila.
Nº 89
Sarkesi Kmoch 1...Th1!
1927
2.Tf3 hxg4
3.hxg4 Th2
4.f5
4...Txb2
5.fxg6 fxg6
6.Tf6 Tg2
7.Txe6+ Rb5
55
3
ERRORES EN EL FINAL
Al entrar la partida en su fase final, la correlación Nº 90.
de fuerzas entre las piezas se modifica, y surgen
posiciones con características distintas a las de otras
etapas del juego. Así, por ejemplo, es natural que el
rey sea en el medio juego una pieza pasiva, que hay
que proteger con todo cuidado, mientras que en el
final se convierte en uno de los principales
protagonistas de la acción.
56
Ha surgido un final teórico muy conocido, en que el Nº 92
rey, alfil y peón de torre de un bando no son capaces
de expulsar al rey enemigo del rincón, al discurrir el
alfil por casillas de color distinto al de la casilla de
transformación del peón y no poder, por tanto,
controlar esta última. El resultado es tablas.
Nº 91.
1...Dxh4??
57
Rh6 8.b3 Rg7 9.Rg5 Rh7 10.Rf6 Rg8 11.h6. Las negras Las fuerzas materiales son iguales, pero en pocas
abandonaron. jugadas se pondrá de manifiesto que la posición de
las negras está perdida. El peón blanco pasado y
Un error análogo cometieron igualmente las negras alejado restringe al rey adversario en su libertad de
en la partida que sigue. movimientos.
Nº 93 5...g6
Kan Gorlidze
6.b4 Rd6
Moscú, 1931
7.h4 Rc6
Si las negras se comportan pasivamente, las
blancas ganan avanzando con su peón b, y a
continuación, en el momento oportuno, dirigiéndose
con el rey hacia los peones enemigos. He aquí una
variante como ejemplo: 7...Re6 8.b5 Rd6 9.b6 Rc6
10.Rxe5 Rxb6 11.Rf6 Rb5 12.Rg7 Rb4 13.Rxh7 Rc3
14.h5! , etc.
8.Rxe5 Rb5
9.Rd5!
El método más exacto. Sería erróneo jugar
precipitadamente: 9.Rf6 Rxb4 10.Rg7 Rc3 11.Rxh7
Rb2 12.h5 Rxa2 13.hxg6 Rb1! 14.g7 a2 15.g8=D a1=D
y el peón de más de las blancas todavía no les
garantiza la victoria en el final de damas resultante.
9...Rxb4
10.Rd4!
1...Te5?
2.Txe5 dxe5
3.Rf2 Rf7
4.Re3 Re6
5.Re4
58
Veamos ahora otro ejemplo sumamente interesante ganando las negras) 4...f5 5.g4!! y ganan las blancas.
en que los dos bandos cometen errores, pero pierden
a fin de cuentas las negras, al permitir que su 4.f3?
enemigo logre un peón pasado y alejado.
Un error. Lo único correcto era 4.Re2! a lo que las
Nº94 negras no podían responder 4...Rxb4? a causa de
Flohr Sergeant 5.f3! Por ejemplo: 5...Rc5 6.g4 fxg4 7.fxg4 Rd6 8.gxh5
Margate, 1936 Re6 9.Rd3, etc.; o bien 5...Rc3 6.g4! f4 (6...hxg4 7.f4!
ganando) 7.gxh5 fxe3 8.h6 d4 9.h7 d3+ 10.Rxe3 d2
11.h8=D d1=D 12.Dxf6+ con un final de damas
ganado. En este caso, las negras habrían de contestar
4...Rc2! y si 5.f3 , entonces 5...f4!! 6.g4 hxg4 7.fxg4
fxe3 8.Rxe3 Rc3 9.Re2! Rc2! con tablas. Si 5.Rf3 las
negras disponen también de una réplica suficiente:
5...Rd2 6.Rf4 Re2 7.f3 Rf2!
4...Rxb4??
5.g4!
Las negras abandonan.
En el ejemplo siguiente las negras dejan que su
adversario consiga un peón lejano en un final de
partida .
Las negras, por lo menos, no están peor. Su activo Nº 95
rey amenaza irrumpir en la posición de los peones Averbach Gizdavu
blancos. Siguiendo con 1. ..., Ag4; 2, Rd2!, g5, las 1971
negras podrían lograr una peligrosa iniciativa.
1...Rd3
2.Cxf5 gxf5
3.Rd1
Se ha producido un final de peones que no resulta
fácil enjuiciar. El rey negro ocupa una posición
peligrosa para las blancas, pero la estructura de sus
peones se halla irremediablemente deteriorada. Al
blanco se le presenta, por consiguiente, la posibilidad
de conseguir un peón pasado y alejado mediante el
avance f3 seguido de g4.
3...Rc3
Es interesante la variante 3...f4 4.exf4! (4.gxf4? f5!
seguido del avance del rey hacia el peón b blanco,
59
A pesar de la igualdad de material, las blancas La ruptura de peones.
están netamente mejor: su torre ocupa una posición
activa en el centro. Los peones negros son débiles, y Uno de los procedimientos tácticos más peligrosos
la torre blanca amenaza llegar eventualmente a b7. de que dispone el jugador de ajedrez lo constituye la
Intentando aliviar su posición mediante cambios, el ruptura por medio de peones. Sacrificando uno o
maestro rumano jugó: varios peones, el bando atacante fuerza el avance de
uno de los peones restantes hasta coronarlo. Las
1...b5? posibilidades de dicha ruptura dependen de la
estructura de los propios peones. Una superioridad
¡Jugada de gran responsabilidad! Las negras numérica en la zona de choque es, en general,
piensan contestar a 2.cxb5 Tc2+ 3.Rf3 Txb2 4.Txd6 condición favorable para llevar a cabo la ruptura con
Txb5 Las blancas entonces pueden ganar un peón éxito.
mediante 5.Td7+ Rf6 6.Txa7 , pero en tal caso surge
una posición de tablas bien conocida en la teoría de Nº 96
los finales. Después de la jugada del texto, el blanco
dispone, sin embargo, de una interesante maniobra
que le permite obtener una gran ventaja posicional.
2.Tf4+! Re6
3.cxb5 Tc2+
4.Tf2 Tc4
5.b6!
¡De esto se trataba! Las blancas ahora logran un
peligroso peón pasado.
5...axb6
6.b4!
Nueva sorpresa desagradable. Las blancas
amenazan 7. b5 y no es posible jugar 6...Txb4? a
causa de 7.Ta2! seguido de a7 y a8 = D. El negro se ve
obligado a debilitar aún más su posición.
60
3.c4! Rh3 les aseguraba, al parecer, mejores posibilidades. Pero
no se percataron del peligro latente de una ruptura
4.Rg1 Rg4
de los peones blancos en el flanco de rey.
5.b5!
1...b5?
Las negras abandonan.
2.Txb5 Txb5
¿Es posible que este final fuera desesperado para
3.axb5+ Rxb5
las negras? Ni mucho menos. Éstas se percataron del
peligro principal, pero escogieron un método erróneo
para obviarlo. Jugando 1...c6! 2.a6 (de otro modo las Es difícil imaginarse que en esta posición no hay
negras juegan 2. ..., a6 y a continuación se dirigen con defensa satisfactoria contra... ¡el avance y promoción
el rey hacia los peones blancos: 2.Rg2 a6! 3.c4 Rf4 forzosa del peón h blanco!
4.b5 Re4 5.Rxg3 Rd4 6.Rf4 Rxc5! 7.b6! Rb4! 8.Re5
Rxa5 9.Rd6 9...Rxb6 ; o 9.c5 Rb5 10.Rd6 a5 11.Rc7 4.e4! Rc6
Ra6!; 2...bxa6 3.c4 Rf5! y el rey negro llega a tiempo
5.e5!
de atajar el peligro. Por ejemplo: 4.b5 axb5 5.cxb5
cxb5 6.c6 Re6 etc. Las negras ganan también con la
jugada 1..., Rf4. después de lo cual el rey llega El negro se ve obligado a capturar en e5, y la
igualmente a tiempo de anular la amenaza de falange de peones blancos se lanza hacia adelante.
ruptura.
El ejemplo que precede es buena ilustración de las 5...fxe5
posibilidades de que disponen ambos bandos en
6.g5 hxg5
semejantes finales. Queda claro que, antes de pasar a
un final de peones, han de calcularse con toda
precisión las posibilidades de esta clase de ruptura. Las negras escogen el camino de la menor
resistencia. Era más fuerte 6...Rd7 , contra lo que el
blanco había preparado 7.f6! Re6 8.fxg7 Rf7 9.gxh6
Nº 97 b5 10.Re4 b4 11.Rd3 y ambos peones negros perecen.
Averbach Bebchuk, Ahora, en cambio, la lucha concluye inmediatamente.
Moscú, 1964
7.f6!
61
fuerte que el caballo. Por el contrario, en posiciones
cerradas, especialmente si la lucha se desarrolla en
un solo flanco, el caballo suele resultar superior al
alfil. Estas consideraciones son también del todo
válidas para los finales. En el ejemplo que ofrecemos
a continuación, las blancas, gracias a un error de su
adversario, consiguen limitar la movilidad del caballo
enemigo, lo que no tarda en colocar al negro en una
situación de zugzwang.
Nº 99
Bykova Wolpert
1951
1.Axb5 cxb5?
2.c6! bxc6
3.Cc5 Ac8
4.e6! Axe6
Las blancas están algo mejor, ya que tienen la
5.Cb7! posibilidad de conseguir un peón pasado en la
columna h. Pero el número de piezas es tan reducido
que, con un juego preciso, las negras pueden lograr
Después de 5.Cxe6? Axa5 las negras tendrían
tablas. Tras el cambio de uno o dos peones (y de otro
notables posibilidades de contrajuego. Con la jugada
modo las blancas no pueden crear un peón pasado)
del texto, en cambio, el blanco deja a su adversario en
les bastará con entregar el caballo a cambio del peón
posesión del alfil «malo», restringido por sus propios
blanco restante.
peones. Siguió: 5...Axa5 6.Cxa5 Rg7 7.Rf3 Rf7 8.Re3
Re8 9.Rd3 Rd7 10.Ae5 y las negras no están en
1.Rg5 Rf7
condiciones de poder defender todas sus debilidades.
2.h4 Cd6
¿Alfil o caballo?
Primera inexactitud. Las negras han de procurar
una disposición armónica de sus piezas. Era correcto
¿Cuál de estas dos piezas es más fuerte: el alfil o el
inmediatamente 2...e6 para responder a 3.f3 con
caballo? En el medio juego, unos ajedrecistas
3...Ca5 4.g4 fxg4 5.fxg4 Cc6 trasladando luego el
prefieren el alfil, y otros el caballo. Evidentemente, la
caballo a d5 o f5 (si las blancas llevan a efecto el
fuerza de estas piezas depende de las características
avance h5).; En cambio, sería erróneo 2...e5? a causa
concretas de cada posición, pero si el juego tiene
de 3.Ac3 , y las negras se ven forzadas a jugar antes o
carácter abierto, entonces el alfil es en general más
62
después 3...e4 a lo que seguiría 4.h5! con tiempo, frenar el de los peones enemigos que se
desagradables consecuencias. hallan en la otra ala.
4...Cc4
5.g4 fxg4
6.fxg4 Cd6
7.Ae5!
Nº 100
1...Tf7?
2.Txf7+ Rxf7
3.a5! Cc7
7...Ce8??
4.Re4 Rf6
Error gravísimo. Ahora a las blancas se les ofrece la
5.Ae2! Re6
posibilidad de arrinconar el caballo enemigo en un
extremo del tablero. La retirada correcta era,
naturalmente, 7. ..., Cc4. Si ahora 5...Rg5 , seguiría 6.Re5!
63
caballo a la batalla justo a tiempo, obteniendo así
contrajuego.
7.Rf5 Cd5
8.Rg6 Ce3!
9.Ae2! c4
10.Rxh6 c3
11.Ad3 c2
Nº 102
Nº 103
Tarrasch Bartmanii
64
Nuremberg, 1883 9.Rd2 Ab5
Las blancas han conseguido ya mucho. Pero para
obtener la victoria han de llevar a cabo un .nuevo
reagrupamiento de piezas. Con su siguiente jugada se
aprestan a trasladar el caballo a f4. desde donde
defenderá el propio peón 'h' y, al mismo tiempo,
amenazará constantemente capturar el peón 'e'
negro.
10.Ce3! Rg8
11.Cg2 Rf8
12.Rc3 Ae2
13.Cf4 Ad1
14.Rb4 Re8
15.Rc5 Rd7
16.Rb6 Rc8
El rey de las negras ha llegado a tiempo de
defender el peón 'b'. Pero ahora decide la partida un
1...Cc4+? sacrificio en e6.
Un error que pronto pondrá a las negras en 17.Cxe6 Axh5
situación desesperada.
18.Cf4
2.Axc4! Axc4 y después de 18...Af3 gana 19.e6! Las negras
3.a5! abandonaron.
Nº 104
Es necesario fijar el peón 'b' de las negras en una Sarkesi Kmoch
casilla blanca. A continuación, el rey blanco penetrará 1927
en el campo enemigo a través de las casillas negras.
3...Rf8
4.h4 Re8
5.h5 h6
Se amenazaba el molesto avance 6. h6 seguido de la
maniobra Cf3-Cg5 y de la marcha del rey blanco hacia
el flanco de dama. Pero también ahora las blancas
pueden atacar el peón 'h' desde la casilla g4, y por
ello el rey negro no puede alejarse mucho de dicho
peón.
6.Ch3! Rf8
7.Cf2 Rg8
No se saca nada con 7...Ab3 8.Rd2 , y el alfil negro
se ve incapaz de participar activamente en la lucha.
8.Cg4 Rh7
1.Ce5?
65
Esta jugada es un error de principio. Una vez Los alfiles «buenos» y «malos» son un importante
cambiado el caballo, a las blancas les queda una sola factor cuando se trata de evaluar la posición. El bando
pieza menor: el alfil de casillas negras. En la presente con un alfil «malo» deberá evitar en lo posible toda
estructura de peones (los peones blancos en b2, c3 y
simplificación del juego, ya que en el final la
d4 ocupan casillas del mismo color que el propio
alfil), dicho alfil será notablemente más débil que el superioridad del «buen» alfil enemigo puede llegar a
caballo de las negras. En el final que sigue, el blanco ser decisiva.
tendrá dificultad para controlar las casillas de su
color (cosa que hubiera sido fácil para el caballo). La ventaja de las blancas es indiscutible. Los
Además, las negras tienen la posibilidad de organizar peones que protegen al rey negro están aislados;
un ataque de peones en el flanco de dama. además, su alfil, limitado en su radio de acción por el
peón en e4, es mucho más débil que el de su
1…., Axe5! oponente. Pero si las negras jugaran su dama a e7
para intentar eventualmente ..., c5, su posición aún
Evaluación correcta de la posición. La captura ha de sería defendible. Sin embargo, decidieron cambiar las
efectuarse precisamente con el alfil. damas.
3.Ag5 Rf8
4.Tad1 Tc4
5.f3 Tac8
6.Te2 b5
7.Ad2 a5!
3.c5!
66
De esta manera las blancas aseguran a su rey la
ocupación de la casilla clave d4.
3...b5
4.Rd2 Rg7
5.Rc3 Rf6
6.Rd4 Re6
7.Ad1!
La ventaja de las blancas ha adoptada formas
concretas. Casi todos los peones negros son débiles y
pueden ser objeto de ataque.
7...Ad5
9...Ac4
10.a4 Ad5
11.h4 Ac4
12.h5 Ad5
13.h6
67
del color de su propio alfil, lo que restringe 12.Af3
considerablemente la libertad de movimientos del
A 12.c4 seguiría 12...bxc4 13.Axc4 Ac2 y a
bando blanco. Además de esto, quedan débiles las
continuación 14..., Ae5 creando dos peones pasados y
casillas de color negro en el flanco de rey. Pero si las
ligados en el centro.
blancas se apresuraran a jugar g5, en caso de
permitírselo su adversario, parece que la partida
12...Ab3
habría de ser tablas, ya que no se ve posibilidad de
ruptura por parte de las negras. Por eso estas últimas 13.Ae2 Ac4!
jugaron:
De este modo las negras fuerzan el paso a un final
1...g5!
favorable de peones. La última fase de la partida tiene
carácter de final artístico: 14.Axc4 bxc4 15.a4 Rxd5
De esta suerte las negras no solo abren a su rey un
16.a5 Rc6 17.Re4 d5+! (todo lo que sigue fue
camino hacia el centro, sino que fijan en sus malas
calculado cuidadosamente por las negras cuando
casillas los peones enemigos.
hicieron la jugada 13..., Ac4!) 18.Re5 d4 19.cxd4 c3
20.d5+ Rd7! A lo que parece, las negras se habían
2.Rf2 Rf6
conformado con hacer tablas, pues ambos bandos
3.Re3 Re5 coronan un peón al mismo tiempo. Pero esto no es
sino una impresión superficial: 21.a6 c2 22.a7 c1=D
4.Ae2! Ac2
23.a8=D Df4 mate. Un mate elegante.
El intento por parte de las negras de ganar el peón Veamos ahora un ejemplo de cómo no debe jugarse
h blanco no conduciría a nada bueno, ya que después un final de alfiles.
de 4...Ag2 5.Rf2 Axh3?? 6.Rg3 las negras perderían el
alfil. Por eso el negro adopta otro plan, que consiste Nº 108
en preparar el avance .... b5.
5.Rd2 Ab1
6.Re3
6...h6
7.Af3 Ac2
8.Ae2
8...a6!
9.Rd2 Aa4 Las negras tienen un peón de ventaja y buenas
posibilidades de ganar la partida. Pero lo echan todo
10.Re3 b5!
a perder al adoptar un erróneo plan de juego.
Amenazando 11...bxc4 12.Axc4 Ab5! y el alfil blanco
no puede retirarse debido a 13...Af1. 1...c5?
11.cxb5 axb5 Esta jugada «natural» es ya un error. Las negras
debían situar sus peones en casillas de color opuesto
68
al del propio alfil. Esto se conseguía mediante 1...b5 N.° 109
que al mismo tiempo impedía 2. Ta4. En tal caso no
era bueno para las blancas continuar 2.Axc7 en vista
de 2...Tc8 3.Af4 Txc2.
2.Ta4! a5
3.Te4 g5?
4.Ac7! Ad8
5.Ad6 Th8
6.Re2!
69
El avance de los peones negros queda detenido. La peón hasta g7. Lo correcto para ganar era 1...Rc3!
torre blanca ocupa una excelente posición en la 2.Tc7+ Rxd4 (ahora esta captura se efectúa con
séptima fila, impidiendo que el rey de las negras tome ganancia de tiempo, ya que las blancas han de volver
parte activa en el juego. Después de 7...c3 8.Re3 c4 a defender su peón g. No es posible 3.Tb7 a causa de
9.f5 la partida fue declarada tablas. 3...Txg5 4.Txb4+ Rc3) 3.Tg7 Rc3 4.Tc7+ Rd3! 5.Tg7 d4
6.g6 Tc2+ 7.Rb1 (a 7.Rd1 sigue 7...Tc6! 8.Tg8 Rc3 9.g7
Tc7 y gana) 7...Tc6! 8.Tg8 (tampoco hay salvación
El gran conocedor de los finales de torre y gran después de 8.Tb7 Txg6 9.Txb4 Rc3 10.Tb8 Tg1+
maestro A. Rubinstein solía diferir en lo posible la 11.Ra2 d3 12.Tc8+ Rd2 13.Rb2 Tg5 , etc.), 8...Rc3 9.g7
captura de los peones débiles de su adversario, a fin Tc7! y las blancas pueden deponer las armas.
de no permitirle contrajuego alguno.
2.g6!
N.° 110
El peón blanco ha avanzado un paso, y todavía las
Leonhardt Spielmann negras no han creado ninguna amenaza.
San Sebastián, 1912
2...Rd3
3.Td7 d4
4.g7! Tg6
5.Rb2 Tg1
6.Rb3
1...Rxd4?
N.º 111
Continuando de esta manera las negras permiten
Tarrasch Chigorin
que su adversario gane dos tiempos y avance con su
70
Match. 1893 . 5.g4 Re7
6.Ta7+
Nº 112
1...Ta2?
1...Ta1+!
El rey blanco toma parte activa en los
acontecimientos, pero la torre negra no es capaz de 2.Rg2 Tb1
acudir en ayuda de su propio rey. Ahora las blancas tienen que defender su peón
mediante 3.Tc6 . Después de 3...Tb3 4.Rf1 Tb2! , se
4...a2 llegó a un final en el que la torre negra ocupa una
71
posición excelente, atacando el peón blanco y al rápidamente hacia las tablas.
mismo tiempo impidiendo que el rey enemigo entre
en juego. La partida acabó en tablas. 2.Rf4! Ta4+!
Para bloquear los peones pasados del enemigo es
3.Rg3 f5
generalmente ventajoso servirse del rey.
.
Una defensa pasiva permite generalmente al
adversario provocar debilidades en la estructura de
nuestros peones y preparar una invasión de nuestro
territorio con sus piezas.
N º 114
Alekhine Stoltz
Salzburgo, 1942
1.Re5?
1...f6+?
¿Es posible que las blancas puedan ganar en esta
Ahora son las negras las que se equivocan. La posición? Aunque lograran capturar el peón 'a' negro,
partida se ganaba mediante 1...Ta4! privando al rey el resultado normal debería ser tablas. Ahora Stoltz
blanco de la casilla f4. Posiblemente Euwe temió la podría persuadir a Alekhine de la inutilidad de
continuación 2.Tc4 pero en este caso las negras proseguir el juego, si continuara 1... Tf5, y en caso de
ganaban obligando al rey blanco a alejarse de la zona 2.Te4, entonces 2...h5!. Pero las negras adoptan una
crítica: 2...f6+! 3.Re6 Ta6+ seguido de 4...Rg5. táctica de espera, permitiendo así que el enemigo
Después de la jugada del texto, el rey blanco se active sus piezas.
posesionó del punto f4, y la partida derivó
72
1...Tb6 13.Td7+ Rf8
2.Ta5 Te6 14.Ta7!
También aquí había que jugar 2...h5! Por otra parte, Después de 14...Tb6 15.Th7 Rg8 16.Te7! Rf8
aun después de la jugada del texto las negras no 17.Te6! las blancas forzaron el cambio de torres y
tienen por qué perder. obtuvieron un final de damas con un peón de ventaja,
que bastó para darles la victoria.
3.g4! El resultado de la batalla en los finales de torres
depende en gran manera de la acción conjunta de la
Primer logro positivo del blanco. torre y el rey. A pesar de lo reducido del material en
muchos casos es posible crear peligrosas amenazas
3...Rf6 contra el rey enemigo. No pocas veces la actividad de
ambas piezas compensa una pérdida considerable de
4.Rf2 h6
material.
5.Rg3! Rg6
Nº 115
6.f4 Tb6?
Budo Mazel
VII Campeonato de la URSS,
A pesar de la apreciable mejora en la posición del 1931
blanco, las negras podían todavía forzar las tablas
renunciando a su defensa pasiva. Era preciso jugar
6...Te3+ 7.Rf2 entonces la torre negra se mueve a lo
largo de la sexta fila y no permite que el rey blanco
siga avanzando hacia adelante. La torre blanca con
los peones no pueden ganar sin la cooperación de su
rey. En caso de 7.Rh4 las negras continúan 7...Tf3 , y
después de 8.f5+ Rg7 9.Txa6 Tf1 se logran las tablas
dando jaque al rey blanco desde atrás. La jugada
hecha en la partida permite a Alekhine pasar a la
ofensiva.
7.Rh4 Rg7
8.f5! Tc6
9.Ta4 Tb6
10.Ta5 Tc6
11.Td5 Tb6?
El negro sigue con su táctica pasiva y expectante. Las blancas tienen dos peones de ventaja.
Entretanto, negros nubarrones se ciernen sobre su Prosiguiendo 1.Re3! Tb2 2.Ta5 Txh2 3.Txc5 Txa2
posición. Era indispensable jugar 11...Tc1 tratando 4.Tc8! hubieran ganado fácilmente la partida.
de activar la torre. 12.Td7+ Rf6 13.Td6+ 13...Rg7
14.Txa6 las negras podían contestar 14...Th1+ y si 1.Tc6? Rf4!
13.Th7 sigue 13...Th1+ 14.Rg3 h5! 15.Th6+ Rf7 16.g5
Tg1+! etcétera. El rey blanco es ahora objeto de ataque.
Ahora ya es tarde para 12...Tb1 13.Td7+ Rf6 Otro error, tras el cual ya no es posible ganar el
14.Td6+ Rg7 15.Tg6+ y las blancas ganan. juego. Era preciso continuar 2.Te6! Tb4 3.Te2! (¡La
torre ha de apoyar el peón desde atrás!), 3...Txc4
73
4.Td2 Tb4 5.d6 Tb8 6.d7 Td8 7.Re2 Re5 8.Rd1 Re6 Tg2+ y jaque perpetuo.; Las blancas pueden jugar
9.Rc2 y si las negras capturan el peón 'd' blanco 16.Te6 pero entonces sigue 16...g4! 17.Te1 Rg3
quedan con un final de peones perdido. 18.Te3+ Rf2 19.Ta3 g3! 20.Ta1 Td4! 21.Ta2+ Rf1 y
tablas.
2...Tb2+!
Nº 116
3.Re1 Re3
4.Rd1 Rd3
5.Rc1 Tc2+
6.Rb1 Rc3
7.a4
7...Txh2
8.a5!
8...Rb3! 17.Tb1
Había que prevenir la amenaza 17...Td1+ 18.Rh2
Ahora el rey de las blancas tiene que ir hacia el g3+ 19.Rh3 Th1 mate.
flanco opuesto, ya que el intento de hacer volver al
juego la torre mediante 9.Tb5+ Rxc4 da tablas 17...Rf2!
inmediatas. En caso de 9.Rc1 Rc3 10.Rd1 Rd3 11.Re1
Re3 12.Rf1 Rf3 13.Rg1 Tg2+ 14.Rh1 los jaques se 18.a6
acaban, pero las negras disponen ahora de una La variante 18.Tg1 Td3! 19.Tg2+ Rf1 conduce a
instructiva maniobra salvadora, que el lector hará tablas, e incluso pueden perder las blancas si
bien en recordar. continúan 20.a6? Th3+ 21.Th2 g3!! 22.Txh3 g2+
23.Rh2 g1=D! mate.
(Diagrama núm. 116)
18...g3
74
4
ERRORES PSICOLÓGICOS
Los errores psicológicos constituyen un grupo experiencia y conocimientos adquiridos. Al
aparte. En su mayoría se deben al carácter y hábitos sobreestimar el papel que desempeña el cálculo de
del hombre. Entre ellos pueden también contarse los posibilidades concretas, se cometen con frecuencia
descuidos graves, provocados, en general, por una errores ligados al concepto general de la posición. Por
insuficiente disciplina interna en el ajedrecista. otro lado, un exagerado respeto a las leyes generales
A menudo las decisiones tomadas apresuradamente o un juego basado únicamente en éstas últimas a
son debidas a un excesivo optimismo o a una menudo dan origen a errores tácticos. La habilidad
sobreestimación de las propias posibilidades. Pero, para encontrar el justo medio entre estos dos
por otra parte, la falta de seguridad en las propias elementos constitutivos del ajedrez y para recordar el
fuerzas suele ser también muchas veces causa de una papel exacto de cada uno de ellos en un determinado
prematura capitulación psicológica. A muchos momento de la lucha es el patrón por el que se mide
peligros se expone quien cede a ciertas debilidades la fuerza del jugador.
tales como jugar a tender celadas o buscar a toda
costa la belleza. Gran parte de los errores La pieza olvidada
psicológicos tiene su origen en el carácter mismo del «¡Otra vez me he dejado una pieza!» ¡Cuántas veces
pensamiento ajedrecístico, donde se entremezclan hemos oído esta frase y cuántas también ha salido de
consideraciones generales de orden posicional con labios de ajedrecistas de todas las categorías!
elementos de cálculo concreto. Los principiantes y Aparentemente el recuerdo mismo de una partida
jugadores de escasa fuerza llevan la lucha de acuerdo perdida por un grave descuido provoca la repetición
con principios y cálculos concretos. Cuanto mayor es de un error semejante en la siguiente. Pero no hay tal.
la experiencia del ajedrecista, tanta más importancia En la mayoría de los casos la pieza olvidada es una
tienen para él las leyes generales que presiden el situada lejos del sector en que se desarrolla el fuego
juego del ajedrez. Poco a poco el cálculo concreto más vivo de la batalla. El jugador que ataca en el
viene a convertirse en mero complemento de flanco de rey concentra naturalmente su atención en
apreciaciones generales, basadas éstas en la
75
las piezas que toman parte directa en tas amenazas y en a5! ¡Horrible final! El tranquilo alfil, que tanto
en las repercusiones de éstas. En cambio, parece tiempo llevaba ya inactivo en el extremo del tablero,
como si se esfumaran de la mente esas otras piezas es quien asesta ahora el golpe definitivo. Las negras
que contemplan pasivas los acontecimientos desde el abandonaron.
otro lado del tablero, y a veces llegan a olvidarse por
completo. Entonces es cuando puede perderse la Uno se imagina que el jugador fuerte, el maestro,
no se olvida nunca de sus piezas. Para persuadirnos
partida por causa de «la pieza olvidada».
de lo contrario, veamos un ejemplo tomado de la
práctica entre dos maestros.
N.° 117
Nº 118
Zagoriansky Kopylov
1949
76
El excesivo apetito
La intervención de esta olvidada torre hizo que las
blancas depusieran inmediatamente sus armas. Las partidas entre principiantes a menudo se
Sobre este tema de «la pieza olvidada» nos ofrece caracterizan por la gran ventaja de material de uno
un curioso ejemplo en uno de sus artículos el de los dos bandos. El método más sencillo para hacer
malogrado gran maestro de Vladivostok (maestro valer dicha ventaja consiste, como es natural, en
solamente cuando publicó el artículo) A. Zaitzev.
simplificar la posición. Al provocar y efectuar
cambios, nosotros mismos reducimos el número de
Nº 119 piezas que participan en la lucha. Otro método,
igualmente posible, de realizar la mencionada ventaja
de material es emprender un ataque directo contra el
rey enemigo. Pero si disponemos de una gran
superioridad de fuerzas, hemos de poner especial
atención en las posibilidades tácticas de nuestro
adversario y en sus aparentes «distracciones» o
jugadas hechas «sin interés». Muchos jugadores, al
quedar en mala posición, comienzan a hacer
verdaderos alardes de ingenio, explotando todas sus
posibilidades. La captura de un peón o pieza
«abandonados a su suerte » puede dar al resultado de
la batalla un sesgo totalmente imprevisto.
Nº 120
1.dxc7
77
fijado en que al rey negro no le quedan ahora casillas
de escape y que, por otra parte, todos los peones Las negras tienen ahora un caballo y tres peones de
negros se hallan bloqueados. El hecho mismo de que más, perola siguiente respuesta del blanco pone de
el alfil enemigo se pusiera a tiro del peón blanco, manifiesto que su posición es desesperada.
debió hacer sospechar a las blancas que aquí había
«gato encerrado». Y en efecto, la partida acaba en 4.e6! Rc8
tablas.
5.e7! Cf6
1...Df3+! 6.Rxf6
2.Rg1 Df1+
Las negras abandonan. Cuando se tiene ventaja de
3.Rh2 Dxh3+
material o de posición es muy importante no dar al
adversario posibilidades de agudizar la lucha.
El rey blanco no puede ponerse a cubierto de la
persecución de la dama enemiga, y en caso de
capturarla el rey de las negras queda ahogado. Cuando se tiene ventaja de material o de posición
En el ejemplo siguiente las negras, que tienen es muy importante no dar al adversario posibilidades
considerable ventaja de material, emprenden una de agudizar la lucha.
maniobra destinada a ganar todavía más... y pierden
la partida. Nº 122
1959
78
He aquí la posibilidad con que contaba el negro. El Con esta jugada las negras ganan la calidad. Pero
peón enemigo en g2 será ahora objeto de ataque. para ello ha tenido que alejarse de su excelente
puesto el caballo de e5,cosa que permite a las piezas
2.Txc7+ Rf6 blancas reanudar sus activas operaciones en el flanco
de rey.
3.Rc1 Af1!
4.Txc6+?
2.Txd3 Txd3
3.Cg4!
Las negras pierden la cabeza y cometen un segundo
error. Jugando 4.Txa7 Axg2 5.Rd2 Ae4 6.Re1 aún
Primera sorpresa desagradable para las negras.
podían aspirar a la victoria. En cambio ahora el rey
Éstas no pueden ahora retirar el alfil a causa de 4.
negro se vuelve muy activo. Después de 4...Rf5 5.Rd2
Dxf7+, etc. Por otra parte, el blanco amenaza 4. Cxf6+,
Axg2 la partida acabó en tablas.
exf6; 5. Dxf6 seguido de mate en g7. Las negras, en
consecuencia, se ven forzadas a cambiar su alfil, que
tan importante papel desempeña en la defensa de las
Nº 123
casillas debilitadas por la jugada .., g6.
3...Axg5 4.Axg5
4...f6
5.Axf6! h5
6.Ch6+ Rh7
7.Cf5!
Golovko Averbach
79
Moscú, 1950 apreciaron la posición después de la jugada 1. Dg4
resultó más exacta y sagaz que la de su oponente. Por
su parte el blanco, al capturar la pieza, quedó en
situación difícil. Tratando ahora de explotar su última
posibilidad, las blancas fuerzan el paso a un final en
que sus dos alfiles habrán de luchar contra una torre
y el alfil del adversario. Al encontrarse todos los
peones en un solo flanco, sus posibilidades de
defensa son considerables.
6.Axb4 Txd1
7.Txd1 Txd1
8.Axc5 Ad4!
80
N.° 126
Voronkov Vasiliev
Sverdlovsk. 1953
2.Cf6+!! 2...exf3
3.Txg3 f2??
Inesperadamente las blancas ganan: 2...gxf6 3.Te8
mate; o bien 2...Rf8 ( o 2...Rh8 ); 3.Te8 mate. ¿Por
qué perdió el negro la partida? Después de todo, ¡He aquí a lo que nos referíamos al hablar del
peligro del éxito! Seguras de su triunfo, las negras
tenían a su disposición más de un camino para
quieren forzar rápidamente los acontecimientos y no
obtener la victoria. Ganaban sencillamente con se toman la molestia de calcular debidamente las
1...Axe4 2.fxe4 Tc2 o con; 1...Tc1. A lo que parece, la variantes. La sencilla captura 3...Dxe6 les aseguraba
circunstancia misma de que la posición enemiga se la victoria, al quedar con una pieza de ventaja,
hallaba destruida por completo y la abundancia de aunque en este caso se veían obligadas a jugar un
métodos para ganar hizo que las negras relajaran su «engorroso» final después de 4.De5+.
4.De5+!
vigilancia.
Claro está que las negras ya vieron este jaque.
81
blanco. Pero este último, respirando ya los aires de la
4...Ag7 5.Txg7! gloria, la capturó tranquilamente.
5...Dxe6 2...g5+!!
Las negras se conforman ya con tablas después de Es difícil imaginarse una posición semejante. En
6.Dxe6 f1=D+ 7.Tg1 Df3+ 8.Tg2 Df1+ Pero la fuerte caso de 3....Rxg5 o 3... Axg5 o 3... hxg6 a . p. o
jugada que sigue destruye sus últimas ilusiones. finalmente 3. Rg4 se producen inmediatamente
tablas por ahogado. Y si 3.Rh3 sigue 3...g4+ con el
6.Txf7+! mismo resultado, cualquiera que sea la respuesta del
blanco.
Las negras abandonaron. Después de 6...Dxe5 Moraleja: ¡No apresurarse! Aun en la posición «más
7.fxe5 se pierde el peón f. ganada» o ante la jugada «más evidente» es menester
¡Terrible fin! Sólo tres jugadas antes, las negras examinar nuevamente con tranquilidad las
cantaban victoria. Al estudiar este tipo de ejemplos, el posibilidades del adversario. Nada va a sucederle por
gran maestro Kotov observa en su libro «Piense como ganar la partida unos minutos más tarde.
un gran maestro» que tales descuidos son
sumamente raros en los casos en que un jugador
busca la manera de salvarse en una posición difícil. La jugada natural
El siguiente final es muy instructivo.
«Jamás hemos de ceder al encanto aparente de las
Nº 127 jugadas naturales », escribió en su tiempo el campeón
del mundo A. Alekhine. Todos los manuales de
ajedrez destinados a principiantes hablan del peligro
de las jugadas llamadas naturales, es decir, que saltan
a la vista. Y, sin embargo, miles y miles de aficionados
de diversa fuerza capturan o defienden
instintivamente piezas atacadas, olvidando que tales
respuestas «evidentes» distan a veces mucho de ser
ventajosas.
1...Ac8??
82
1...g4!
N.° 130
Bykhovsky Vasilchuk
1959
Nº 129
Cherepkov Bakulin
1951
1...Cxe4
2.Axe7
83
Son también muy peligrosos los descuidos Odessa, 1952
relacionados con jugadas naturales de desarrollo en
la apertura.
Nº131
1.The1?
Y, sin embargo, esta jugada natural constituye un Inesperadamente las blancas se encuentran en
grave error. dificultades. El negro amenaza 3..., c4 ganando una
pieza, y también 3...cxd4.
2.dxc5! Cxc5
3.Da5 c4
¿Qué más puede pasar? Ahora las negras pierden
un peón y, lo que es peor, su rey se convierte en 4.Aa4 Td5
blanco de ataque de las piezas enemigas. 5.Db4 Dd6
3.Dxd8+ Rxd8
Después del cambio de damas, el alfil blanco sigue
4.Axg7 Tg8 amenazado y sin retirada satisfactoria.
5.Af6+
6.Dxd6+ Txd6
y las blancas ganaron. 7.b3
Una excesiva confianza en las jugadas naturales de
desarrollo, que permiten movilizar las piezas, La respuesta natural 7.Ab5 no salva la pieza a
contribuye no pocas veces a que el adversario se causa 7...a6.
apodere de la iniciativa. El siguiente ejemplo es 7...Cd5!
buena ilustración de lo dicho. También era posible, por supuesto, 7...Cxa4 8.bxa4
N.° 132 Ta6 pero la jugada del texto es mucho más fuerte.
Krutikhin Voronkov
84
Después de 8.Td2 c3 9.Tde2 a6 10.b4 b5 11.Ab3 Cxb4 3.Rg4 Td8
12.Te3 Tc8 las negras no tardaron en conseguir el
triunfo.
Así es como una «buena» jugada de desarrollo llevó En esto residía la clave de la combinación. Se
a las blancas a una mala posición. amenaza 4...Tg8+ 5.Rh5 Th8+ 6.Rg4 Th4 mate. Y en
caso de 4.exf6 Tg8+ 5.Rh5 Dxg3 las blancas también
reciben mate.
El afán de belleza
4.Dh7!
No pocas veces el ajedrecista que se ve en una
posición ganada, en lugar de escoger el camino más Esta respuesta no fue prevista por las negras. La
sencillo y claro hacia la victoria, se empeña en dama blanca ha conseguido defender la casilla g8, y
coronar la lucha con una bella combinación. ahora el alfil negro está amenazado. A 4...De2+
5.Rxh3 Th8 6.Dxh8+ Axh8 7.T1b2 Dh5+ 8.Rg2 y no se
Nº 133 ve para el negro defensa satisfactoria contra la
amenaza 9.Txb7. En 1a partida se hizo 4...Th8
Romanovsky Lówenfisch 5.Dxh8+ Axh8 6.Txb7 De2+ 7.Rh4! (desde luego no
7.Rxh3? Dh5+ 8.Rg2 De2+ y las blancas han de
1920 contentarse con tablas). 7...Da6 8.Tb8+ Rc7 9.Ad2! y
las negras abandonaron.
Nº 134
85
Las negras empiezan a jugar con vistas a una
posición artística, pero al final van a encontrarse con
una inesperada refutación. Ganaban de inmediato
continuando sencillamente 4...Rd3 5.Tg6 Txg4+
6.Txg4 Cxg4 7.Rxg4 Re4.
5.Tf6+ Rg2
6.Tg6 d4?
7.Txg5 hxg5+
8.Rxg5 Cxg4
1.Af3!
86
4.Dxe5 Una posición curiosa. 3.Txf4 seguiría 3...Te1+ con
mate.; También llevaría al desastre 3.Ae4 Txe4
permitió a las blancas hacer valer rápidamente su
4.Td8+ Te8+! Pero la sencilla retirada
ventaja. Durante la partida, a menudo el jugador se ve
confrontado ante una difícil decisión: ¿Qué
3.Dg1!
continuación escoger de las varias que
aparentemente tienen igual valor? Si estas
para inesperadamente todas las amenazas del
continuaciones implican un sacrificio de material,
adversarlo. Las negras no encontraron nada mejor
entonces será mejor adoptar la que ofrezca menos
que cambiar las damas: 3...Dxg1+ 4.Rxg1 Cxd5 5.Aa2!
riesgo de error, y no la más bonita.
Te5(se ve claramente que no es posible 5...Cxc3 a
causa de 6.Axf7+ y entonces ganarían las blancas);]
Nº 136
6.h4 Rf8 7.Axd5 Axd5 desembocó en un final
Spassky Flohr igualado.
1...Dxc3??
Esta captura con la torre es forzada, pues si 2.Cxd5 Las negras piensan que dicha entrega de peón es
decide 2...Cg3+! 3.hxg3 Dh3+ 4.Rg1 Dxg3+ 5.Rh1 Te2. forzada para su adversario, y lo capturan
tranquilamente.
2...Cf4
Nº 137
87
1.d7! Db6+??
2.c5! Dxc5+
3.Rh1
Nº 138
88
mirar tanto al cielo! Pero, en cuanto me veo en el 4.Te8
universo de la combinación ajedrecística, me olvido
de todo. ¡Qué placer, en cambio, cuando uno descubre
de repente una serie afortunada de jugadas, una idea! Con la amenaza 5. Th8+ y luego más jaques con la
»Esto sucedió una vez más en mi partida contra dama. Pero el rey negro puede marchar hacia
Korchnoi. El reloj no era motivo de preocupación; me adelante sin peligro, por lo que Korchnoi captura el
puse a pensar y... ¡mi corazón dio un brinco! Veo nada peón.
menos que un delicioso final artístico. ¿Qué haré para
adormecer la vigilancia de mi adversario?» 4...Dxf3?
Entonces Bronstein tiende a su rival una brillante
celada psicológica: le permite llegar con la torre a la ¡Con esta jugada natural contaban las blancas!
séptima fila (segunda de las blancas) y crear
amenazas contra el rey blanco. 5.Th8+ Rg6
Sigue comentando Bronstein:«La torre negra no
6.Txh6+!!
pierde de vista la séptima fila, y su bando, como es
natural, arde en deseos de activarla. Hay que
ayudarle. Si el blanco descuida el control de la casilla
Nº 140.
d2, ¿qué torre será capaz de resistir a la tentación de
ocuparla?»
Pero en tal caso también las piezas blancas tendrán
la oportunidad de atacar al rey negro; por ello las
negras no jugarán su torre a d2 a menos de estar
convencidas de que no existen amenazas reales y
concretas contra su propio rey. He aquí como des-
cribe Bronstein su actitud interna en este momento:
«Comencé a mirar el tablero como quien está
satisfecho de ver que todo va bien, tratando de dar la
impresión de que no examinaba de cerca ninguna
variante en particular. Tenía la esperanza de que mi
adversario pensara que no estaba calculando
variantes, sino simplemente apreciando las
características generales de la posición: el rey está
bien situado y... ¡ya veremos lo demás! Con todo, tuve
un momento de vacilación. ¿Y si lo ve? Se me ocurrió
de repente la idea: ¡Dios mío! ¡Qué fantástica
simulación de un descuido! Si yo allí, él aquí, y yo
allí... ¡Sí! Desde luego, tengo que aparentar que me
descuido en esta jugada, pero de momento el peón
está doblemente defendido.»
En el ardor de la lucha no es difícil pasar por alto
una jugada semejante. En efecto: «Se ha sacrificado la
1.g4 última torre. Pero ¿a quién se le pasa por la cabeza
defenderse contra el sacrificio de la última pieza
Con esto el rey blanco queda protegido contra los disponible? ¡No se puede dar mate con la dama sola!»
jaques eventuales. Las negras abandonaron, ya que tanto después de
6...gxh6 7.Dg8+ Rf6 8.Df8+ como tras 6...Rxh6 7.Dh8+
1...Rh8 Rg6 8.Dh5+ Rf6 9.g5+ pierden la dama.
2.Db6 Td2 Así pues, la celada es un arma astuta y efectiva.
Pero sólo conviene utilizarla cuando no se pone en
«Ahora lo principal —sigue escribiendo Bronstein peligro la propia posición. Excepcionalmente puede
— es que el adversario crea que no he visto la justificarse su uso indiscriminado, como es natural,
jugada ..., Dxf3.» en una posición perdida. En este caso no queda ya
nada que perder, y muchas veces una trampa bien
3.Db8+ Rh7 disimulada puede ofrecernos la única posibilidad de
89
salvación.
90
N.º 142 verse fácilmente, tal decisión no está justificada, pues
las negras no tenían la partida perdida. Por ejemplo:
3...Re3 4.Dd8 Te5+ 5.Rd6 e1=D 6.Rxe5 Rf3+ 7.Rf5
De4+ o bien 4.Da1 Rd2 Surge entonces la pregunta:
¿Por qué se rindieron las negras? . Podría ofrecerse la
siguiente explicación. En la posición que representa
el diagrama, las negras pueden con toda facilidad
hacer tablas mediante 1... Rf3 o 1. ..., Re3.
Probablemente lo vieron, pero decidieron jugar a
ganar. La inesperada respuesta de su adversario (2.
Te7+!) les produjo sin duda una conmoción
psicológica: ¡tenia tablas y las he dejado escapar! En
este estado de trauma las negras firmaron la
capitulación. La impresión del error recién cometido
puso a las negras tan nerviosas que ni siquiera se les
ocurrió ponerse a buscar una posibilidad de
salvación.
N.° 144
Capablanca Thomas
1930
Nº 143
91
las negras llegan antes que su adversario a la casilla
Considerando que su posición era insostenible (las de promoción. ¡No era tan difícil calcular esta
blancas amenazan 2. Txe8) , el campeón inglés variante!
abandonó. Su persuasión intima de la infalibilidad de
Capablanca era tal que ni se le paso por la
imaginación que pudiera existir un contragolpe como En la posición siguiente son interesantes los
errores cometidos por ambas partes.
1...Txa2!!
N.º 146
Después de esta jugada, las negras quedaban con
dos peones de ventaja y no pocas posibilidades de
obtener la victoria.
La aceptación u ofrecimiento injustificados de
tablas en posiciones superiores, e incluso ganadas,
también se encuentra frecuentemente en la práctica.
Nº 145
1.Txd5+?
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característicos, que se cometen en la partida de
3...g4 ajedrez, ha llegado a su fin. Es posible que el lector
conociera ya muchas cosas de las aquí expuestas. Es
4.Rd3
posible también que algunos de nuestros ejemplos
hayan parecido excesivamente difíciles al
Ambos contendientes acordaron aquí las tablas, principiante. Pero, sin duda, tanto un jugador como el
considerando que después de 4...Rd6 5.Rd4 f6 6.Rd3 otro habrán aprendido algo nuevo, es decir, algo que
no se ve manera en que las negras puedan hacer valer habrá contribuido a su perfeccionamiento.
su peón de ventaja. Y, sin embargo, tal decisión fue Si esta pequeña obra llega a conseguir que el
prematura por parte del negro. Continuando 4...d4! amable lector reflexione un poco sobre sus fracasos
5.Rxd4 Rd6 6.Re3 Rd5 7.Rd3 f6 (¡el tiempo de ajedrecísticos, alegrías y desilusiones, que mire con
reserva!), las negras ponen a su adversario en ojos algo diferentes su manera de jugar, no habrá sido
zugzwang y ganan fácilmente la partida. escrita en vano.
Nuestro estudio panorámico de los errores
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Versión en notación algebraica y corregida por:
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