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B, PERSITS B.
VORONKOV

ERRORES TÍPICOS
El aforismo de Tartakover «En ajedrez sólo se
aprende de los errores» es Indiscutible, pero
¿es forzoso aprender de nuestros propios
errores? También podemos aprender de los
demás. Y éste es el propósito del presente libro
en el que dos experimentados entrenadores
soviéticos ponen al lector en guardia contra los
errores que más asiduamente se presentan en la
práctica ajedrecística. Esta obra se propone
también mostrar qué errores del adversarlo
pueden ayudarnos a llevar a cabo ciertos golpes
tácticos, pequeñas combinaciones o ideas
posicionales, e informarnos de cuáles son los
errores de orden psicológico que se repiten con
más frecuencia.

Los autores han estudiado y sistematizado un


gran número de posiciones, tomándolas de
partidas de jugadores conocidos y de su pro-
pia práctica pedagógica. Los ejemplos aducidos
son de complejidad diversa, e Incluso es posible
que algunos de ellos no parezcan fáciles al
lector, pero no cabe duda de que su estudio
a fondo habrá de reducir considerablemente el
número de nuestros errores.

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2
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Ediciones Martínez Roca, S.A.


Dep. Información Bibliográfica
Gran Vía, 774 08013 Barcelona

3
B. VORONKOV
B. PERSITS

ERRORES TÍPICOS

EDICIONES MARTÍNEZ ROCA, S. A.


BARCELONA

4
Título original: Tipychnye Oshibki

Traducción del ruso por José M. López de Castro


Revisión técnica de José Luis Brasero

© 1974, VAAP, Moscú © 1976,


Ediciones Martínez Roca, S. A.
Gran Vía, 774, 7.»-08013 Barcelona
ISBN 84-270-0330-7
Depósito legal: B. 46379-1987
Impreso en Diagráfic, S. A. - Constitución, 19 - 08014 Barcelona
Impreso en España — Printed in Spain

5
ÍNDICE

Introducción 7
1 LA TÁCTICA 10
La red de mate 10
El mate en la última fila 14
«Mate a la dama» 19
La clavada 25
El ataque a la descubierta 28
El ataque doble 34
Peones que avanzan con ganancia de tiempo 39
La jugada intermedia 41
El jaque inesperado 43

2 ERRORES POSICIONALES 45
Debilitamiento de la posición del rey 45
Las casillas débiles 48
El peón débil 50
La columna abierta 51
La séptima fila 54

3 ERRORES EN EL FINAL 56
El peón pasado lejano 57
La ruptura de peones 60
¿Alfil o caballo? 62
Alfiles «buenos» y «malos» 66

6
Finales de torres 69
4 ERRORES PSICOLÓGICOS 75
La pieza olvidada 75
El excesivo apetito 77
El peligro del éxito 80
La jugada natural 82
El afán de belleza 85
El arma de la astucia 87
La prematura capitulación psicológica 90

7
INTRODUCCIÓN

Todo el mundo comete errores. Los principiantes, La posición está aproximadamente igualada, pero
los jugadores expertos, los maestros y aun los aquí empiezan las maravillas.
ajedrecistas de categoría superior. Pero hay muchas
clases de errores. En el caso de un maestro se trata 1...Cc4?
las más de las veces de inexactitudes que, Sólo puede entenderse este sacrificio de peón a la
consideradas en sí mismas, no llegan a acarrear luz de la siguiente jugada de las negras.
consecuencias catastróficas. En cambio, en las
partidas jugadas por principiantes suelen cometerse 2.Axc4 Ae8??
errores de un calibre tal que cada uno de ellos
bastaría para decidir inmediatamente el resultado de ¡Ahora vemos de qué se trata!
la contienda, pero el adversario no los aprovecha y la
Las negras no se imaginan que pierden un peón,
partida continúa.
puesto que, según creen, capturan el alfil enemigo.
Por supuesto, tales casos desafortunados se dan a Piensan que dicho alfil ha quedado clavado en c4 (no
veces también en partidas de jugadores fuertes. Son sabemos por qué se han podido olvidar de que la
casos sorprendentes de «ceguera ajedrecística», que torre blanca está defendida) e intentan capturarlo
empero en estas altas categorías obedecen a motivos con toda tranquilidad...
totalmente distintos.
3. Af1
Veamos, por ejemplo, lo que sucedió en una partida
Filip cayó aquí en la cuenta de su terrible error y
de la XVª Olimpíada entre dos grandes maestros.
abandonó la partida.
Nº1
¿Cómo es que un jugador de primera clase no
Gligoric-Filip, 1962 acertó a ver que la torre enemiga en c1 se hallaba
defendida por un alfil situado junto a ella?

Apresurémonos a decir que los errores de este tipo


no constituyen el objeto de nuestro estudio en esta
obra, aun cuando el error que hemos visto pueda
también explicarse por razones psicológicas. El
presente trabajo se propone mostrar qué errores del
adversario pueden ayudarnos (¡o qué errores
nuestros pueden ayudarle a él!) a llevar a cabo ciertos
golpes tácticos, pequeñas combinaciones o ideas
posicionales, y también cuáles son los errores de
orden psicológico que con más frecuencia se repiten
en la práctica.

Uno de los aforismos del gran maestro S.


Tartakover reza así: «En ajedrez sólo se aprende de
los errores». ¡Qué bien dicho está!

8
Pero para aprender no es forzoso cometerlos uno atención del lector no se distraiga con motivos
mismo. Podemos reducir considerablemente el secundarios.
número de los nuestros si sustituimos dicho
«material de estudio» por un examen atento de los Naturalmente, los ejemplos aducidos son de
errores más típicos (¡cometidos por otros!). complejidad diversa. Es posible que algunos de ellos
no parezcan fáciles al lector. Así, por citar algunos, los
Los ejemplos que aparecen en este libro se han números 57, 72, 94, 96, 105, 114, 115. Al estudiarlos,
tomado de partidas jugadas en diferentes épocas y lo mejor de todo sería aprovechar la ayuda que
por ajedrecistas de diversas categorías (¡desde pudiera prestarnos algún amigo más experimentado,
jugadores de tercera clase hasta grandes maestros!). o también, al acabar el libro, repasar de nuevo estos
En los diagramas indicamos solamente los nombres ejemplos.
de jugadores de cierta fama. Las restantes posiciones
han tenido por fuente la práctica pedagógica de los Los entrenadores de ajedrez y pedagogos podrán
autores. Algunas de las posiciones tratadas aparecen asimismo utilizar en su trabajo todos los ejemplos de
ligeramente modificadas respecto a lo que este libro, repartiéndolos convenientemente según el
literalmente sucedió en sus respectivas partidas de grado de preparación, nivel y conocimientos de sus
procedencia. Esto se ha hecho para que el error alumnos.
estudiado resalte con mayor relieve y para que la

9
1

LA TÁCTICA

La red de mate de Pioneros de Moscú entre ajedrecistas de segunda


categoría.

Nº2
¡Recibir mate! ¿Qué puede haber de más terrible
para el jugador de ajedrez? De donde se desprende
que nunca ha de apartar de su mente este peligro. La
posibilidad de organizar la llamada «red de mate», es
decir, una posición en que se amenaza mate al rey
enemigo restringido en su libertad de movimientos,
surge con bastante frecuencia en las partidas. No deja
de ser asombroso que posiciones de este tipo, con el
rey tan inseguro, sean tratadas con descuido por
algunos jugadores, a veces no precisamente
principiantes. Se dan casos en que la amenaza más
fuerte, la de mate, pasa inadvertida en circunstancias
normalísimas de juego: sin apuros de tiempos y sin
que la lucha sea especialmente aguda. Desarrollar,
pues, en sí mismo este tipo de atención hacia el
«estado de amenaza», la capacidad de sentir el
peligro, es asunto de primera importancia en ajedrez.

El ajedrecista ha de estar en guardia ante una Las blancas tienen la calidad y dos peones de
posición ya de por sí restringida de su rey. Un rey ventaja. Es verdad que, después de 1. Rh4 gxf5, el
limitado en sus movimientos puede ser objeto de negro recupera un peón, pero tras 2.a4 seguido de la
ataque. penetración de la torre por la columna b la victoria se
consigue sin mayores dificultades.
Nada parece augurar un trágico desenlace en la
siguiente posición de una partida jugada en el Palacio Las blancas, naturalmente, vieron esta posibilidad,
pero, deseando conservar el peón f, jugaron:

10
1.Rf4

y recibieron mate:

1..., g5 mate

Recibir semejante mate en el centro del tablero, y


más aún en una posición completamente ganada no
puede menos de ser muy desagradable. Pero si
reflexionamos sobre el motivo por el que las blancas
llegaron a pasar por alto una amenaza tan manifiesta,
aparecerá claro que no se trata de una simple
distracción ordinaria. Imaginemos por un momento
que tanto las blancas como las negras disponen
todavía de varias piezas: dama, alfiles, caballos.
Tocándole jugar al blanco examinaría éste con mucha
más atención la posibilidad de que su rey fuera objeto
de un ataque enemigo y consideraría en primer lugar
la jugada 1. Rh3, con el fin de replegarse rápidamente 1.Rd6?? Dd5 mate
a la segunda línea horizontal.
Las blancas, claro está, debieron jugar 1. Re4 o 1.
Pero la posición del diagrama es tan sencilla y el Rd4 (a 1.Rd6 seguiría el mismo mate que en la
número de piezas existentes tan reducido que la partida). Cuando el rey está en el centro, hay que
posibilidad misma de una amenaza de mate no pasó mantenerse atento incluso en el final, como lo ponen
por la mente del derrotado. Esto supuesto, la jugada de manifiesto algunos de los ejemplos que siguen.
1. Rf4 no sólo defiende el peón amenazado, sino que
incluso parece acomodarse al conocido principio de
que en los finales debe llevarse el rey al centro.

Tenida en cuenta la regla, tampoco han de olvidarse Nº 4


las posibles excepciones a ella. El rey es la pieza más
fuerte en el final, pero conserva su «capacidad» de
recibir mate.

Nº 3

11
1.Re4?? Por supuesto, no ha de pensarse que el principal
peligro acecha siempre al rey en la parte central del
Lo correcto era 1. Rg2, y probablemente la partida tablero. Con los ejemplos anteriores hemos querido
hubiera acabado en tablas. simplemente mostrar la facilidad con que un rey que
1..., Tc4+ se encuentra en el centro puede caer víctima de las
piezas enemigas. Más a menudo las posiciones de
2. Re5 Td3! mate surgen en uno de los flancos, en donde el rey
tiene menos movilidad.
Ahora no puede evitarse el mate en d5, por lo que
las blancas abandonaron. (Diagrama núm. 6)

Nº 6
Nº 5

1..., Rf5?
Las blancas jugaron 41. Dh4?, permitiendo una
Después de 1...Rh6 las negras, aunque con un peón desagradable irrupción de la dama enemiga. Había
de menos, todavía podían ofrecer alguna resistencia. que jugar 41. De4 o 41. Dg5, o incluso 41. g4 (para si
Por ejemplo: 2.Cxf6 Ted8 3.Tg5 Af3. Ahora en cambio 41... Dd2+ continuar 42. Df2).
caen en una red de mate.
41...Dd2+
2. Cxf6 Ted8
42.Rh3 Dd1
3. Td4!
Todo está ahora en contra de las blancas, que a
Las negras abandonan, pues no hay defensa causa de a amenaza de mate 43. ..., Dh1 ; 44. Rg4, Dh5
satisfactoria contra 4. Tg5 mate. mate y se ven incapaces de defender el peón f.

12
La dama blanca no puede ir lejos a causa del mate
en f3. Además, las negras atacan el peón f.
43.Rg2 De2+
2.Dg3 Df1+
44.Rh3 Dxf3
3.Rg4 e5!
45.Dd6
Este peón no puede capturarse debido al mate en
Podía prolongarse la resistencia mediante 5. Rh2 una jugada.
45...Dh1+ 4.h5 De2+

5.Rh3 Dxh5+
Las blancas abandonaron en vista de mate a la 6.Rg2 De2+
siguiente jugada.
7.Rh3

Si 7.Rg1 entonces 7...Dd1+ 8.Rg2 Dd2+ seguido de


Nº 7 9…, Dxf4.

7...Df1+

8.Rg4 f5+

9.Rg5 Dd1!

Han surgido dos amenazas de mate: 10. ..., Dh5 y


10..., Dd8. No hay defensa.

10.fxe5

Dejando libre para el rey la casilla f4 y salvándose,


al parecer, de los dos mates amenazados. Pero...

10...Dd2+

Hay que obligar a las blancas a tapar este agujero.

11.Df4 Dd8 mate.

Nº 8
1.Rh3?
Réti Colle
¡Negligente jugada! Después de 1.Rf3 la partida
1926
derivaba rápidamente hacia las tablas. Si 1...Dxh2
podía resultar desagradable para las negras la
penetración de la dama enemiga en sus filas: 2.Dc7+
Rh6 (de otro modo, jaque continuo) 3.Dd8
amenazando a su vez mate. Ahora, en cambio, las
blancas quedan en posición precaria.

1...Df2!

13
No es probable que las blancas anduvieran 1...Db5?
apuradas de tiempo, ya que en la partida se habían
efectuado en total veinte movimientos. Con su última En su intento de ataque, las negras pasan por alto
jugada 1..., De6 las negras defienden el alfil atacado, y la posibilidad de una irrupción enemiga en su campo.
Réti, a lo que parece, consideró esta jugada de dama Lo correcto era 1...b5!, con ulterior avance de los
como meramente defensiva. No se le ocurrió pensar peones del flanco de dama. La dama ocupaba en d5
también en la incómoda posición de su rey. una posición ideal de ataque al flanco de rey,
manteniendo la presión sobre el peón d blanco y al
Sea lo que fuere, hemos de comprobar que el mismo tiempo, apoyando el avance de sus propios
famoso ajedrecista jugó esta vez con peones. No debió ser retirada de allí.
despreocupación:
2.Cg4!
1.Tc7??
Aprovechando inmediatamente el error de su
Y tras 1...Da6+ tuvo que abandonar adversario. Amenaza 3. Db8+ ganando una pieza, y
inmediatamente, pues no se puede evitar el mate en también 3. Cf6. Las negras no pueden volverse atrás
f1. con la dama 2...Dd5 a causa de 3.Db8+ Re7 4.Cf6, y si
ahora 4…, Dxf3 sigue 5.De8+ Rd6 6.Dd7 mate. A
Muy bueno hubiera sido 1.Dc7, atacando la torre y 2...De8 puede seguir 3.Tc2 con ataque decisivo.
tratando de cambiar las damas mediante 2. Dc4.
2…, Db1+
Nº 9
3.Rf2 Ad5

4.Db8+ Rg7

5.Cf6!

Las negras sólo pueden defenderse del mate a costa


de grandes pérdidas materiales. En la partida se jugó
5…, Ce7 6.De5 Df5 7.Ch5+ Rf8 8.Db8+ Cc8 9.Dxc8+
Re7 10.Dc7+ Rf8 11.Dd8 mate.

14
El mate en la última fila

Los jugadores inexpertos a menudo reciben mate


en su primera fila. Estas posiciones de mate en que
casi siempre, en la práctica de las partidas, el rey se
halla restringido en sus movimientos por sus propios
peones, no son difíciles de recordar. En general,
consciente de tal peligro, el jugador suele tomar a
tiempo las oportunas medidas para conjurarlo. Pero,
a pesar de todo, ocurren desgracias, y no con poca
frecuencia.

Nº 10

1...Cf4??

Las negras hubieron debido examinar esta jugada


minuciosamente. Quizá no fuese malo 1…Dg7
haciendo real la amenaza 2…, Cf4 (3. T6xf4, Dxg2+) o
2. Df5 Ch4.

2.T6xf4 exf4

3.Axf4+

Las negras abandonaron, pues a 3. ...,Ra8 sigue


4.Dc8 mate.

La subestimación de las amenazas del adversario


1.Dxe3?? en la última línea puede llevar a una inesperada
Era necesario jugar 1.fxe3 y no se ve cómo puedan catástrofe.
ganar las negras. Por ejemplo: 1…, Ae4 2.Dd2. Nº 12
1...Dd1+ Vidmar Bernstein
2.Rg2 Af1+ 1911
3.Rg1 Ah3+

mate a la siguiente jugada.

Nº 11

Botvinnik Pomar

1926

15
1...Dg4? 1. Txf6??

Lo correcto era 1. ..., Df5 con probable resultado de Ahora en caso de 1...Te1+ 2.Af1 Txf1+ 3.Rxf1 Tc1+
tablas. 4.Re2 Te1+ 5.Rd3 el rey blanco se cubre de los jaques
y ganan la partida. Pero las negras dieron jaque con la
2.Td8! otra torre...
Las negras abandonan. En efecto: 2…, Txd8 3.Txd8+ 1…, Tc1+!
Rh7 4.Df6 seguido de mate; o 3...Rg7 4.Dxe5+ f6
5.De7+ Rh6 6.Th8 mate. 2. Af1 Txf1+!

(Diagrama núm. 13) 3. Rxf1 Te1 mate.

Las blancas tienen ventaja de material. Además Los motivos de combinación, basados en la
amenazan 1. Txf6 seguido de 2. Dxh7+ y 3. Dxf7 mate. debilidad de la última fila, se repiten a menudo. En
Y a pesar de todo han de proceder con cuidado: Las general, los principales protagonistas son la dama y
torres negras pueden irrumpir en la octava fila. En las torres. El cuadro lo completa la posición de los
este momento la jugada correcta era 1. Td1, peones que protegen al rey después de efectuado el
protegiendo dicha horizontal. En lugar de ello, las enroque.
blancas se apresuraron a llevar a efecto su amenaza y
tomaron el caballo.

Nº 13

Nº 14

16
Las negras poseen un fuerte peón pasado. A su
disposición existen algunas buenas y sólidas
Las negras capturaron despreocupadamente un
continuaciones, que les permiten reforzar su
peón.
iniciativa (por ejemplo 1…, De5).
1...Dxf5??
Pero les pareció que podían emprender
inmediatamente una «acción decisiva», y no
examinaron muy de cerca las posibles amenazas en
Parece que la octava fila estuviera sólidamente su primera fila.
defendida. La casilla de penetración d8 se halla
controlada por la torre y el alfil negros. Y, sin 2...d3?
embargo, mediante un golpe táctico:
3.Axd3!
2.Ce7+!
No sabemos cómo interpretaron las negras esta
las blancas logran desviar la torre jugada. Tal vez la consideraron sencillamente como
un error del adversario, al suponer que todo estaba
2…, Txe7 en orden en su primera fila.

y forzar el mate. 3….,Txd3??

3.Dd8+! Axd8 ¡Típico error de bulto! Era preciso resignarse a la


pérdida del peón y, por supuesto, no tomar el alfil.
4.Txd8 y mate.
4.Tc8+ Td8
La misma ilusión de seguridad motivó el desastre
de las negras en el siguiente ejemplo (tomado de una 5.De8+!
partida jugada en un torneo de segunda categoría).
Esto es lo que no vieron las negras. La misma
jugada hubiera seguido a otras defensas de las negras
contra el jaque de la torre.

Nº 15 5…,Txe8

17
6.Txe8 mate.

Nº 16

1...Dd8?

¡He aquí la posición de mate! (basándose en la variante 2.Txe8+ Dxe8 3.Df6 Df8
seguido de 4..., Cd7 o 4...,Cd4) a causa de
Con razón se preguntará el lector:
2.Df6
¿Por qué el bando que acaba de sufrir tal desastre
debido a la debilidad de su primera fila no jugó a con mate inmediato.
tiempo ..., h6 o ..., g6? A esta pregunta debe
responderse a partir de las características concretas No sería mejor la jugada 1...Dc6?, pues en este caso
de la posición. A menudo tales avances de peones las blancas asestarían el mismo golpe decisivo: 2.Df6!.
llevan consigo un debilitamiento sustancial de la Cuando el rey está en una esquina, además de los
posición del rey y, en consecuencia, pueden dar lugar acostumbrados peligros en la primera fila, pueden
a otros tipos de combinación. Trataremos más también surgir nuevas amenazas de mate,
detalladamente de esta cuestión en el capítulo 2 bajo características en tales posiciones.
el epígrafe «Debilitamiento de la posición del rey»,
contentándonos por el momento con un ejemplo de
este tipo.

(Diagrama núm. 17)

Las blancas amenazan el mate con la jugada Df6. Al


negro no le resulta difícil hacer frente a este peligro
mediante 1..., Txe3 (2.Df6 Dd1+ 3.Rh2 Dd6+) o
1…,Te6.

Pero sería erróneo jugar:


Nº 18

Nº 17

18
1.Cxd5! 1.Te1?
Era preciso 1.Tf3 no abandonando el control de la
Excelente jugada. Las blancas eliminan un peón casilla f2; y si entonces 1...Ag4 2.Te3 obstruyendo la
central. Si ahora el negro intenta ganar la pieza: diagonal g1–a7

1…, exd5?? 1...Cxd2!

cae víctima de una típica combinación de mate. Lo Ahora las blancas no pueden defenderse de ...,
correcto es 1...Cxe5 2.Cxf6+ (es peor 2.Cxc7 en vista Db6+ , mediante d4.
de 2…, Cxg4 3.Cxe8 Txe8) 2...Txf6 3.fxe5 Dxe5.
2.Dxd2

Si las blancas no capturan el caballo, podría seguir


2.Axd5+ Rh8 2.c4 Db6+ 3.Rh1 Ce4 (el blanco pierde como mínimo
la calidad), o bien 2.Af3 Db6+ 3.Rh1 Cxf3 4.Dxf3 Ad7
3.Cg6+ y la amenaza 5. ..., Ac6 decide la partida.

Naturalmente sería un error 3.Cf7+? a causa de 2...Db6+


3…, Txf7 4.Axf7 Ce5.
3.Rh1 Df2
3…, hxg6 4.Tg1 Af5

4.Dh3+ 5.Cc3

y mate a la siguiente jugada. Impidiendo 5 Ae4+, seguido de mate en dos


jugadas. Pero después de la evidente
No siempre un descuido lleva necesariamente al
mate. A veces, a pesar del error inicial, es posible 5...Txc3
«redimirse» de dicha amenaza, pero en la mayoría de
los casos sólo a costa de un elevado rescate. las negras ganan con toda facilidad.

Nº 19 «Mate a la dama»

19
Así suele decirse a veces en broma, cuando la dama Las blancas ganan la dama a cambio de dos piezas
no dispone de ninguna casilla para ponerse a salvo menores. ya que no es posible 2...Dg4 a causa de
del ataque de las piezas enemigas. Pero ¿puede 3.Cxf6+ ,etc.
verdaderamente compararse el rey a la dama? El rey
dispone para sus movimientos de un espacio que
puede variar de 3 a 8 casillas (a condición, claro está, N.° 21
que éstas se hallen disponibles), mientras que la
dama puede alcanzar ¡de 21 a 27! Parece, pues, tarea Nimzovich Leonhardt
casi imposible llegar a atrapar una pieza de tal
movilidad, o al menos sumamente difícil. Y en efecto, San Sebastián, 1911
al estudiar los numerosos casos que se dan de hecho
con este tema, llegamos a la convicción de que la
causa del desastre no es simplemente un juego débil
e inexacto, sino un error muy directo y espontáneo.
Los jugadores experimentados se dan cuenta,
naturalmente, del peligro que les acecha, cuando su
dama se encuentra en una situación crítica. Y si llegan
a tales posiciones, lo hacen después de haber
calculado con exactitud las variantes concretas que
les permitan conservar la dama (o recibir a cambio
otras ventajas que compensen su pérdida). Otra cosa
son las partidas de los principiantes. En ellas los
casos a que nos referimos surgen con frecuencia y se
deben en general a que el jugador no siente el peligro
a que se halla expuesta su dama.

Nº 20

1. ... Dd4?

La dama negra se mete voluntariamente en las


fauces de los peones enemigos.

3. Cd5!

¡Se cerró la trampa! No hay defensa satisfactoria


contra la amenaza c3.

2. ... Txd5

3. c3 Dxd3

Tratando de vender su dama lo más cara posible,


pero...

1...Dxd4?? 4. exd5

(Esto es una variante. En la partida se jugó Las blancas quedarán con una torre de ventaja.
realmente 1...cxd4.)
4. ...Dxc4
2.Cd5!
5. dxe6

20
y las blancas ganaron.

Nº 22

1…Tc8??

Error irremediable. Fiadas en una amenaza


ilusoria, las negras privan a la dama de su única
casilla de retirada.
En esta posición, en que aún o se ha completado la 2.b4! Dc6
apertura, las blancas juegan a ganar un peón sin caer
en la cuenta del peligro en que se mete su dama. El negro ahora se dio cuenta de que después de
2. ..., Dxc4 ha de renunciar a la dama: 3.Tac1 y no es
1.Db5+ Dd7 posible abandonar la columna ‘c’ a causa de 4.Txc8
2.Dxc5?? mate. Pero también con la jugada del texto suceden
cosas...
Ahora todo se acabo, pues la dama no tiene
salvación. 3. b5 Dc5

4. Ab4 Dxc4
2. ... Cf5
5. Tac1, abandonan.
Es claro que este caballo podía también jugarse a
cualquier otra casilla (excepto c6) con el mismo
resultado.

3.Da5

Es posible que las blancas, cuando tomaron el peón,


vieran que su dama disponía de esta casilla de
escape, pero era preciso mirar un poco más lejos...
3. ... b6
La dama está perdida.
Nº 23 N.° 24

21
1...Df4?? 1.Dc2?

La dama se mete en una trampa. Mala jugada. Las blancas disponían de algunas
continuaciones mejores, por ejemplo: 1. 0–0 o 1. d3.
2.f3!
1 . Cb6 2.De4?
He aquí un caso en que nada puede hacerse para
salvar la dama. Y, para colmo, hay que entregarla a Sin percatarse del peligro. Naturalmente, había que
cambio solamente de una pieza menor. Si, por regresar con la dama a d1.
ejemplo, 2...Cb6 3.Ae2 Cd5 4.g3; y si 2.. .Te8 3.Ae2 Te6
4.Dc7! . 2. f5 3.Dh4?

2. g6 Después de esto ya no hay salvación. Aun no era


tarde para retroceder. Es verdad que, de todos modos,
Desesperado intento de salvación. la posición de las blancas hubiera sido ya difícil.

3.Rf2! gxf5 3. …, Ae7


4.g3 4. Dh5+ g6
5.Dh6 e4 6.Ch4
La dama ha quedado atrapada.
Era posible salvar la dama entregando una pieza
(por ejemplo, 6. d3), pero se comprende que esto no
sirva de mucho consuelo.

6...Af8
7.De3 Cc4
8.Df4 g5
y las negras ganaron.

N.º 26
N.º 25

22
Nos hallamos ante una posición teórica de la 1…., Dd4?.
Defensa Francesa. Las negras han de proseguir; 1. ...,
c4. Empero en la partida que nos ocupa consideraron Las negras debieron sencillamente capturar el peón
que podían ganar un peón. b enemigo con el alfil, pero esto les pareció poco.
Resolvieron, pues, ganar la torre, sin tener en cuenta
1…., cxd4 que tras esta «conquista» su dama quedaría
encerrada.
Comienzo de una maniobra errónea.
2.bxc5 Dxa1
2.cxd4 Cxd4?
3.Cc3
3. Cxd4 Dc3+
Amenaza simplemente 4. Aa3
Era mejor 3 Dxe5+, obteniendo dos peones por la
pieza. Pero esto no entraba en los planes del negro, 3…, e4
que creía ser él quien lograra ventajas materiales.
Desesperado intento de «enturbiar las aguas».
4. Dd2! Dxa1?
4.Df4 Aa6
A 4… Dxd4 sigue 5. Ab5 + y las negras pierden la
dama. 5.Aa3 Dxf1+

5. c3! 6.Cxf1 Axd3

Ahora no hay defensa satisfactoria contra 6. Cb3 7.Ce3

Las blancas tienen una ventaja decisiva de material.

Nº 27
N.° 28

23
Nimzovich Alekhine 6 Axb6 Cxb6

Bled, 1931 Las negras tienen ventaja suficiente para ganar.

Nº 29

1.Db7?

Nimzovich no se dio cuenta de que su dama va a


verse privada de casillas de escape. El conocido
ajedrecista y escritor H. Kmoch describe así este 1. ..., Da2?
instante de la partida: «...un murmullo se extendió Había que abstenerse de capturar este peón. Era
por la sala: "¡Nimzovich ha iniciado una más sólido 1. ..., Tad8.
combinación!" Yo me apresuré a acercarme a la mesa
de los jugadores, pero se me adelantó Bogoljubov 2.Axh6 gxh6
que, tras haber echado una rápida ojeada al tablero,
inmediatamente observó: "¡Ya lo creo! ¡Pierde la Las negras, evidentemente, temían un fuerte ataque
dama!" Y eso es lo que sucedió». Lo correcto era 1. enemigo después de 2. ..., Da5; 3. Dg3.
bxc3.
3. Ta1 Dxa1
1. ...Cd5+
Si 3. ..., Db2 o 3 Db3, las blancas atrapaban la dama
2. Ad2 Db6 mediante 4. Teb1.

También es posible 2. ..., Dc7 seguido de ..., Cb6. 4. Txa1

3. Dxa8+ Rd7 4. 0-0 con superioridad de las blancas.

Sería ventajosa para las negras la continuación 4.a4


Cc7; 5. a5. Dxb2; 6. Dxa7, Dxa1+; 7. Re2, Dxh1.

4 ... Cc7

5. Aa5 Cxa8
Nº 30

24
Como vemos, aquí no ha habido precisamente
«mate» a la dama, sino «jaque continuo». Las negras
no se atrevieron a rechazar las tablas para intentar
ganar una pieza. En efecto, después de 8...Txa3 9.bxa3
Cc2+, seguido de 10. ..., Cxa1, son las blancas quienes
podrían lograr ventaja.

La clavada

Se dice que una pieza está clavada (lo mismo puede


aplicarse a un peón) cuando se halla atacada y, al
mismo tiempo, se interpone en la línea de ataque
cubriendo a otra pieza de más valor.

La clavada es un elemento esencial en muchas


combinaciones y amenazas veladas. La pieza o peón
clavados se encuentran sumamente limitados en sus
movimientos, cuando no de manera absoluta. Si nos
Esta posición de apertura se produce después de olvidamos de esto, no podremos menos de cometer
las cuatro primeras jugadas, que pueden efectuarse errores. Para prevenirlos (aquí no hablamos de esos
en diverso orden. casos desgraciados, debidos a los apuros de tiempo)
bastará un poco de entrenamiento y el estudio de una
En una partida Tarrasch-Fritz (1889) se jugó la serie de ejemplos. De especial utilidad puede ser aquí
siguiente continuación: tratar de resolver problemas y finales artísticos, ya
5. Dxb7 (?) ... que en tales composiciones se hace abundante uso de
este tema. Resulta muy eficaz el ataque de un peón a
Objetivamente considerado, este movimiento es una pieza clavada.
censurable. Las negras ahora tienen unas fáciles
tablas, mientras que continuando 5.c5 (por ejemplo Nº 31
5…, Af4 Cf6 3.e3) o 5. Ad2 el blanco lograba una
posición de más perspectivas. En una partida
Botvinnik - Smyslov, del match para el campeonato
del mundo en 1954, tuvo lugar la siguiente
continuación: 5.Ad2 dxc4 6.Dxb7 (aquí esta jugada es
buena),6…, Cge7 7.Db5 Tb8 8.Da4 Txb2 9.Ca3 Dd7
10.Cxc4 y la posición de las blancas es preferible.

En general la captura con la dama del Peón b7


enemigo en la apertura suele ser peligrosa y a
menudo constituye un error, aunque no siempre, ni
mucho menos.

5...Cb4

6.Ca3 Tb8

7.Dxa7 Ta8

8.Db7 Tb8 Tablas. 1.Cd1?

25
Era necesario 1.Cd5 aunque después de 1...Cxd5 Pero este movimiento es erróneo, porque después
2.exd5 Ad7 la posición de las negras es mejor debido de
a la posibilidad de efectuar la jugada ..., f5 1...Ah6

1...Cxe4 se hizo evidente que el peón en e3 quedaba clavado


de nuevo (antes por la columna, ahora por la
2.Txe4 f5
diagonal).
La torre ha quedado clavada y se pierde, dejando a
las negras con gran superioridad de material. Nº 33

He aquí otro ejemplo característico.

N.° 32

2.Cd1 Txd4

y las blancas perdieron un peón. Lo correcto era 1.


Rf2, y el blanco hubiera conservado el peón de
1.b4?? ventaja.

Después de todo, era posible 1.Ac2

1...Cxd3
2.Dxd3 e5

ganando una pieza.

(Diagrama núm. 33)

Las blancas tienen un peón de más, pero en este


momento la defensa del peón en d4 no es sólida, por
hallarse clavado el peón defensor. Para desclavarlo,
las blancas jugaron:
Nº34
1.Rd2

26
Ragozin Boleslavsky

Moscú, 1945

1. ... a5?

Era bueno 1…, Ae6, no permitiendo la clavada


siguiente en la columna ‘c’. Tratando de detener el avance del peón enemigo,
las negras jugaron:
2.cxb5, cxb5
1...Rf7??
3.Tc1
Era preciso jugar 1...Tb8! 2.Aa4 Rf7 Después de
Ahora las negras no pueden evitar pérdidas 3.e8=D+ Txe8 4.Cg5+ las blancas ganaban a pesar de
materiales. Uno de sus alfiles está clavado y, por todo un peón, pero la partida, por supuesto, hubiera
consiguiente, no puede moverse. Tampoco es posible sido tablas. Por ejemplo: 4...Rf6 5.Cxh7+ Rg7 6.Axe8
defenderlo. Rxh7 Todas las variantes son muy fáciles.

Elegantemente explotó Ragozin el tema de la 2.e8=D+! Rxe8


clavada en la partida que vemos a continuación.
3.Aa4!

La torre negra ha caído víctima de una clavada


mortal, y su pérdida es inevitable. Hemos de recordar
también que una pieza clavada no puede ofrecer
defensa adecuada a otra pieza.

N.° 36

N.° 35

27
Si como resultado de la retirada de una pieza se
abre una línea, por la cual otra pieza del mismo color
(dama, torre o al fil) ataca una del adversario, dicha
acción se llama «ataque a la descubierta».
He aquí un ejemplo sencillísimo.

Nº 37

Las blancas tienen ventaja de material, pero la


posición del negro es más activa. Con todo, después
de 1.Af2 las blancas podrían contemplar el futuro
con optimismo. Por ejemplo: 1...Df6 2.Rf1 Axd4
3.Cc5+! (ahora está clavado el alfil negro), 3...Rc8
4.Cxd7! En lugar de esto, las blancas cometen un
error típico, a consecuencia del cual son objeto de
una doble clavada.

1.Ce5?? Txd4!
2.Axd4
1.dxc5?? Axh2?
Tampoco servían otras jugadas. Si 2.Cg4 la
respuesta sería 2...Txg4! 2.Rxh2 Dxd3
2...Dxe5 Las blancas abrieron descuidadamente la columna
en que se encontraba su dama y la perdieron. Con la
Las blancas pierden el alfil que ha sido clavado en
jugada l....,Axh2+, las negras llevaron a cabo un
dos direcciones.
ataque a la descubierta.
3.Rf1 Axd4
Hemos de proceder siempre con cautela en
4.Db1 De3 posiciones en que una pieza propia y otra enemiga se
y el blanco abandonó pocas jugadas después. encuentran situadas en la misma columna (o
diagonal), no existiendo entre ambas sino una o dos
piezas. En tales casos conviene preguntarse: ¿No
habrá posibilidad de un ataque a la descubierta?

El ataque a la descubierta N.° 38

28
1…Ce5?? 1.Cxd6?

En la columna de dama se encuentra esta También es malo para las blancas 1.Dxd6 Axd4+; o
importante pieza por parte de ambos bandos. Entre 1.Dxf5 Dxf5 2.Txf5 a6 3.Cxd6 Te1+ 4.Tf1 Axd4+
las dos damas hay un caballo y un peón. seguido de mate. Pero es posible 1.h3
Precisamente este último parece inamovible. A ello
1...Dxd6!
quizá se debió que las negras no sintieran
suficientemente el peligro de un ataque a la 2.Dxd6 Axd4+
descubierta. ¡Pero la columna fue abierta 3.Rh1 Cf2+
rapidísimamente!
4.Rg1
2. Txe5! dxe5 No se puede 4.Txf2 a causa de 4...Te1+

3. Cxf6 + 4...Ce4+

De nuevo una pieza se aparta dando jaque. ¡Ahí tenemos el jaque a la descubierta! El caballo se
retira de la diagonal atacando simultáneamente la
3…, Axf6 4.Dxd7 dama enemiga, y es el alfil el que da jaque sin
moverse de su puesto.
y las blancas ganan.
5.Rh1 Cxd6
En los dos ejemplos que acabamos de examinar
(números 37 y 38), una pieza se retira atacando al y las negras ganan. Naturalmente, para efectuar un
rey, con resultado decisivo. Puede también suceder ataque a la descubierta no es siempre forzoso dar
que el jaque no lo dé directamente la pieza que se jaque.
aleja, sino la que queda detrás. Esto se llama «jaque a
la descubierta» y no es sino un aspecto o caso
particular del mismo ataque.

Nº 39

Nº 40

29
acabaría con toda probabilidad en tablas. En vez de
esto, las negras decidieron cambiar primero las
piezas ligeras.

1...Axf3
2.Dxf3 Tde8??
3.Txe8! Txe8
Ahora las blancas llevan a efecto un ataque a la
descubierta asestando a su adversario un golpe
terrible.

4.Te7!!
La dama negra está atacada y se amenaza también
5. Dxf7+, seguido de mate. Las negras no pueden
capturar la dama enemiga a causa de 5. Txe8+,
quedando el blanco con una torre de ventaja.

Las blancas tienen mejor posición y no parece que La parte del león de los errores que permiten un
ningún peligro se cierna sobre ellas. Pero si ahora con ataque a la descubierta se la llevan los casos en que
imperdonable negligencia jugaran se despeja una diagonal para atacar un caballo
enemigo alejado de su campo. A menudo son los
1. Txh4?? ...perderían una pieza tras principiantes quienes cometen esta clase de faltas.

1…, d4! Nº 42

El pasivo peón en d5 y el no menos pasivo alfil en


e6 se reaniman de pronto.

N.° 41

1. Ch4? Cxe4!

Al atacar al mismo tiempo el caballo en h4, las


negras ganan un peón.

La posición está aproximadamente igualada y, tras Nº 43


la retirada natural 1...Ag6 2.Te1 Tde8 la partida

30
1. ... Ch5? 1. Cxe5?

2. Cxe5! En apariencia se trata del mismo caso que hemos


visto en los números 42 y 43. Aunque el caballo
Ahora es el blanco quien gana un peón. blanco en e5 queda amenazado, también lo está el de
su adversario en h5, y, por si fuera poco, se amenaza
también la dama negra. Sigue, sin embargo, una
Evidentemente, a muchos les resultarán familiares sorpresa desagradable.
los dos ejemplos que preceden. Pero el tipismo de la
combinación no ha de ir en detrimento de nuestra 1. ….Chf4!
vigilancia. A veces las cosas no son tan sencillas. En El cuadro ha cambiado. El caballo negro se va y, a su
los dos casos examinados (números 42 y 43) el bando vez, ataca la dama blanca amenazando capturarla con
activo, al llevar a cabo su ataque a la descubierta, jaque. ¡Y el caballo de las blancas sigue «en prise»!
dejaba una de sus piezas «en prise» al mismo tiempo
que atacaba la del adversario. Este es el momento 2. Dg4
crítico. Hemos de observar que dicha pieza del
adversario no podía salvarse, en los ejemplos vistos, Con una débil esperanza: Tal vez el negro cambie
mediante ningún fuerte contraataque. las damas, y entonces, tras 2 Dxg4; 3.Cxg4, todo está
en orden y las blancas se quedan con un peón de más.
Pero podría suceder lo contrario, como lo ilustra el Pero la respuesta del negro es a la vez sencilla y
siguiente ejemplo, procedente de una partida jugada fulminante.
en un torneo de primera categoría.
2. …, dxe5

Las negras han ganado una pieza. Tampoco le


hubiera servido al blanco el cambio previo 2. Axf4
Cxf4. Después de 3.Dg4, dxe5; 4.Dxg7, Cg6, el
resultado es el mismo.
N.° 44 Especialmente prudentes hemos de ser al clavar un
caballo enemigo. Esta picaresca pieza siempre se

31
halla dispuesta a dar un salto, a pesar de la clavada, y
propinar un golpe donde menos se piensa.

Nº 45

Esta posición se produce tras unas pocas jugadas a


partir de la posición inicial. ¿No disponen ahora las
blancas de una combinación? Fácilmente puede
1...Ag4? observarse que no sirve 1.Axf7+ , ya que después de
1...Rxf7 2.Cxe5+ el negro captura el caballo enemigo
Esta clavada resulta ilusoria. Un ataque a la con el suyo propio (esto es aún más fuerte que 2...,
descubierta decidirá inmediatamente la situación. dxe5) , defendiendo al mismo tiempo el alfil en g4; y
Las blancas realizan una combinación característica si 2.Cg5+ Dxg5 entonces las negras toman el caballo
sacrificando un alfil. con la dama.
Pero ¿cómo han de jugar las negras después de
2.Axf7+ Rxf7 1.Cxe5? Si capturasen automáticamente la dama
enemiga, recibirían mate tras 1...Axd1 2.Axf7+ Re7
3.Cg5+ Re8
3.Cd5 mate (mate de Legal). Sin embargo, después de
Todo se basa en que no es posible el contragolpe la sencilla jugada 1. ..., Cxe5 las blancas quedan con
3...Dxg5 al ser la dama de las negras capturada con una pieza de menos y han de perder la partida. De
jaque (4. fxg5+) . Así pues, si el peón blanco, por todo lo dicho se deduce que aquí es errónea tanto la
ejemplo, no estuviera en f4, sino en f2, la jugada 1. Cxe5 como 1. Axf7+. Las blancas juegan,
combinación de las blancas no serviría a causa de pues, modestamente:
3...Dxg5 y consiguientemente la jugada 1. ..., Ag4 sería
realizable. 1.h3

4.Dxg4 ¿No será ahora un error retirar el alfil a h5? En esta


casilla, en efecto, no puede ser defendido por el
con ventaja material y posicional de las blancas. caballo. Pero, por otra parte, el caballo desde e5
atacará a su vez el alfil blanco. Podemos probar...

1...Ah5
2.Cxe5 Cxe5

Nº 46 3.Dxh5 Cxc4

Al parecer son las blancas quienes se equivocaron,

32
pues se han quedado con una pieza de menos. Pero
aún tienen una jugada en reserva.

4.Db5+

Ahora se ve claro que las blancas recuperan la


pieza y quedan, a fin de cuentas, con un peón de
ventaja. Esto significa que la jugada 1. ..., Ah5 fue un
error después de todo. Se imponía, pues, o cambiarlo
por el caballo blanco en f3, o retirarlo a una casilla
distinta de h5.

N.º 47

1...f5? 2.Cxe5

Un golpe característico.

2...Axe2

A 2...Axe5 sigue, naturalmente, 3.Axh5.

3.Dxe2

Las blancas han ganado un peón.

Nº 49

1.Cd5??

Un error que se repite con frecuencia.

1...Cxd5
2.Axe7 Cxe7

No se sabe por qué nos olvidamos tantas veces de


esta cualidad que tiene el caballo de saltar hacia
atrás. Ahora las negras tienen una pieza de ventaja. Si
el blanco hubiese jugado 2. Axd5 o 2. exd5, el
resultado seguiría siendo el mismo tras 2. ..., Axg5.

Nº 48 1.0–0? Cxe4!

33
Siguió:
Esta clase de combinación está al alcance incluso
de los principiantes. 2.Cd5!

2.Axe7 Cxc3 y las negras perdieron la dama, ya que después de


2…, Dxd2 el blanco gana mediante 3.Ce7 mate.
3.Dg4

N.° 51
O también 3.Axd8 Cxd1 4.Ag5 Cxb2 .

3...Rxe7

Sería un error 3...Dxe7 debido a 4.Dxg7.

4.bxc3 Rf8

A pesar de la pérdida del enroque, el peón de más


asegura ventaja a las negras.

Será también provechoso conocer el siguiente


error, que aparece en muchas variantes de la Defensa
Siciliana.

Nº 50
Bonch-Osmolovsky Ragozin
1951

1...b5?

Las negras suponían con razón que no era posible


al blanco capturar este peón sin caer en desventaja.
Por ejemplo, 2.Axb5 Axa2+ 3.Cxa2 Dxb5 ; o bien
2...Tfc8, con fuertes amenazas. Pero pasaron por alto
la siguiente respuesta, tras la cual pierden un peón en
una situación ya inferior para ellas.

2.Cd5!

Ataque característico en esta posiciones.

2...Da6

Si 2...Dd8 las blancas podrían continuar


ventajosamente 3.A o Cxf6 exf6 4.Axb5

3.Cxe7+
Las blancas acaban de jugar el alfil a h6. Deseando
conservar su importante alfil de casillas negras, su Esta jugada hubiera seguido también a 2. ..., Dxd2.
adversario responde:
3...Rh8 4.Cd5
1...Ah8??
con ventaja de las blancas.

34
El ataque doble Nº 53

Se conoce con este nombre el ataque simultáneo de


una pieza o peón a dos piezas o peones del
adversario. (Cuando dicho ataque se efectúa con un
caballo o un peón, a menudo suele llamarse «pinza».)
Gran número de errores y descuidos suelen
provocar ataques dobles llevados a cabo por la dama.

Nº 52

Esta posición de apertura puede producirse en la


Defensa Nimzovích.

1...e5?

Hace perder un peón, pérdida que no se compensa


con la ligera actividad que adquieren las piezas
negras.

2.Axf7+! Txf7
1...h6?
En caso de 2...Rxf7 sigue el típico ataque doble
A los principiantes les gusta hacer este tipo de 3.Db3+ y las blancas recuperan la pieza.
jugada, para protegerse contra los eventuales ataques
adversarios Cg5 y Ag5.Pero, en general, esto aquí es 3.dxe5 Cg4 4.e6
un error sin paliativos.
¡La pinza! El blanco recupera su pieza y queda con
2.Axf7+ Rxf7 un peón de más.
3.Dd5+

Ataque doble.

3...Re8 4.Dxc5

y las blancas han ganado un peón.

35
Nº 54 1.Cg5?

La jugada evidente 1.Ac4 ganaba el peón 'e' negro


sin problemas. (por ejemplo, 1...Dd6 2.Cg5 ). Como lo
explicaron las blancas al acabar la partida (los
contendientes eran de primera categoría), no se les
pasó por alto dicha posibilidad, pero pensaron que la
jugada 1. Cg5 no era peor, ya que 1...De5 no da nada a
las negras a causa de 2.f4, y si 1...e5, era muy bueno
2.Ac4+.
Todo esto sería cierto si no existiera la posibilidad
de un ataque doble...

1...d3!

El alfil blanco es atacado y se amenaza 2. ..., De5


con ataque simultáneo al caballo y a la torre blancas.
La pérdida de una pieza es inevitable. La partida
siguió:

2.Axd3
1...axb5
Tampoco salvaba la situación 2.Ag4 De5 3.Axe6+
El deseo comprensible de mantener compacta la
Rf8 4.Cxh7+ Re7.
cadena de peones lleva aquí a las negras a la derrota.
Lo correcto era 1...Axb5 (o previamente 1...d2+ ) .
2...De5
Las negras no han visto el ataque doble subsiguiente.
2.Dh5! 3.Tf1 Dxg5
Ahora a 2...g6 Ahora a 3.Dd5 ganando la torre por la
4.f4 Da5
amenaza simultánea de mate. Ya no hay defensa
satisfactoria. y tras algunas jugadas más las blancas capitularon.
2...d2+
3.Axd2
Las negras abandonan. Nº 56
Nº 55

36
1...Rf8? 2.Cxd4 Txd4
3.Ae2 Txd1
Las blancas amenazaban 2.Dxf6 y 2. Dxh6. El negro
se defiende de estas amenazas, pero cae en otra 4.Dxd1 Dg5
trampa. Era necesario jugar 1. ..., Rh7.
5.h4!
2.Df4! Las blancas acosan a la dama enemiga para privar
de defensa al alfil en e7.
Ataque doble. Amenaza tanto 3. Dxd2como 3. Cg6+
(ataque a la descubierta) ganando la dama. Las 5...Df6 6.e5!
negras no pueden evitar pérdidas materiales.
Con el mismo objeto.
2...De7
6...Dg6
3.Dxd2 Axb3
4.De2
y las negras abandonaron pocas jugadas más tarde. Nº 58

Veamos ahora un ejemplo más complicado, en que


el ataque doble, aunque latente, no se aprecia todavía
en la posición inicial.

N.° 57

Kan Löwenfisch

1937

Con su jugada siguiente las blancas llevan a efecto


un ataque doble. La posición de los dos alfiles negros,
en b7 y e7, con frecuencia es motivo de ataques
dobles. Se conocen muchas partidas de maestros en
que este tipo de ataque doble pone punto final a una
combinación.

7.Dd7 Axg2
8.Rxg2 Axh4

1...Ae7 9.Dd3 Dxd3


10.Axd3
Las negras no se percatan de una velada amenaza
de ataque doble. Y las blancas, al tener ventaja decisiva de material,
ganaron la partida.

37
La práctica demuestra que no pocas veces surge la 4.Rg1 Cxd2
posibilidad de un ataque doble como resultado de un
Lo correcto en la posición del diagrama era jugar
cambio. Al parecer, la causa de esto reside en que,
previamente 1.De2.
después de un cambio, se ve repentinamente
modificada la relación de las fuerzas existentes y aun
el carácter mismo de la posición. La posición inicial de las piezas pesadas: Re1. Th1,
Así pues, es preciso examinar a tiempo con Ta1 y Dd1 es terreno abonado para las «pinzas» de un
atención la posición resultante tras una operación de caballo enemigo. En este caso los puntos críticos son
cambio, tanto desde el punto de vista de las c2 y f2, que en numerosas partidas sirven de soporte
posibilidades tácticas en general como del ataque a ataques dobles de caballo.
doble en particular.
Lo que acabamos de decir quedará también Nº 60
reflejado en el ejemplo que vemos a continuación.
Son frecuentes en la práctica los ataques dobles
inesperados, cuyo protagonista es el caballo, la más
pérfida de las piezas.

Nº 59

1.d4?

Las negras amenazaban mate en una jugada (1...,


Cd3 mate), y al blanco le era indispensable mover
1.Cg3 . Si a pesar de todo 1...Cd3+ podía seguir
2.Axd3 Dxd3 3.De2 y a continuación 0–0.
1.0–0? 1...exd4
Atacando al mismo tiempo la dama y torre 2.exd4
enemigas, las negras realizan el más sencillo de los
ataques dobles. En caso de 2.Cxd4 las negras seguirían 2...Cxd4
3.exd4 Dxd4 (¡golpe típico!) ganando un peón
1...Ce3 (4.Dxd4 Cc2+ seguido de Cxd4). También es posible
3...Af5 4.Ab5+ c6 5.Aa4 Cd3+ 6.Rf1 Dxd4.
Si ahora las blancas intentan salvar la calidad,
sufrirán otro ataque doble algo más complicado. 2...Af5
2.Dd2?? Dxh2+! Y las blancas no tienen suficiente defensa contra la
3.Rxh2 Cxf1+ amenaza 3. ..., Cc2+, con ataque doble.

38
Veamos ahora un ejemplo más complicado de Peones que avanzan con ganancia de tiempo.
ataque doble con un caballo.
Tal vez se extrañe el lector de que este tema
merezca ser tratado en una sección especial. A fin de
Nº 61 cuentas solo se trata de peones. Y, sin embargo, dicho
tema es común a toda una serie de errores de cierto
tipo que se cometen a menudo: la víctima no se
percata de que el peón, el lento y silencioso peón,
puede repentinamente acelerar su marcha atacando
una pieza del adversario y ganando así tiempo para el
siguiente paso, que puede ya crear amenazas
decisivas.
Muchos de estos errores suelen tener lugar en la
apertura o al pasar de ésta al medio juego.

N.° 62

Parece como si no hubiera diferencia sustancial


entre capturar una u otra de las dos piezas blancas
atacadas. Las negras decidieron tomar el alfil.

1...dxe4?!

Lo correcto era 1..., dxc4, y si 2. Axc6, bxc6, la


calidad de ventaja por parte del negro se iría
imponiendo poco a poco hasta lograr la victoria. En
cambio, después de la jugada del texto, surge en la
partida la posibilidad de realizar una brillante
combinación, a base de aprovechar las cualidades del
caballo.
1.0–0? e5
2.Dxa7+!! Cxa7
3.Cb6+! Rb8 Atacando una pieza. El alfil blanco tiene que
retirarse, y el peón continua su marcha.

¡Hay que retirarse precisamente a esta casilla! 2.Ag3 Axc3

4.Cxd7+ Rc7 3.bxc3 e4

5.Cxf6
¡Una pinza! El cambio previo 2. dxe5, dxe5 no
cambia las cosas. Las negras ganan una pieza.
y las blancas quedan con una piezas de más.

39
N.° 63 Nº 64

Cuando las casillas situadas a ambos lados de la 1.0–0?? Cxd4


línea de avance de un peón enemigo se hallan
2.Axd4 e5
ocupadas no por peones nuestros, sino por piezas,
debemos poner especial atención. 3.Af2 d4
Así, en la posición del diagrama, vemos que el alfil
y las negras ganan una pieza.
blanco tiene que moverse. Es perfectamente solida la
jugada 1. Ad5. Algunas otras retiradas, en cambio,
N.° 65
pueden dar lugar a sorpresas desagradables.

1.Ab3?? c5
2.Cf3

El caballo ha de huir del importuno peón... Con


otras jugadas las blancas pierden igualmente una
pieza.

2...c4

Y el alfil blanco perece. ¡Caso característico!


Obsérvese que también después de 1. Ad3, c5 las
blancas han de estar atentas. Si el caballo se retira a
b3 o e2, el consabido avance 2. ..., c4 haría perder
asimismo una pieza.
A veces no tenemos en cuenta la cualidad de los
peones de apoyarse mutuamente en su avance y
acosar juntos a una pieza enemiga. En los tres
ejemplos siguientes, tomados de partidas jugadas en
torneos de segunda categoría, los peones actúan del 1.b3?
modo que acabamos de exponer.
Era necesario 1. Ad3.

40
1...f5 La jugada intermedia

También era posible empezar por 1. ..., h6. Lo Antes de efectuar una jugada obligada o necesaria
importante es que el peón avance con ganancia de (por ejemplo, en un cambio, tomar la pieza que acaba
tiempo, y que las blancas no lo tengan para jugar, por de capturar una nuestra), puede surgir a veces la
ejemplo, f3. posibilidad de intercalar alguna amenaza, tal como
dar jaque, atacar la dama enemiga o aplicar alguna
2.Ac2 h6
otra enérgica medida. Pero ¿para qué se hace dicha
3.Ah4 g5 jugada intermedia?
4.Ag3 f4
Nº 67
Y las blancas solo pueden elegir el modo en que
entregaran la pieza.

N.° 66

1...Axd5?

Las negras creían ganar así un peón. En efecto,


puede observarse que tras 2. exd5 el negro captura el
alfil del adversario con jaque; y si 2. Txc7, sigue
1.Cg5?
2. ...,Dxe4. Pero todos estos cálculos se quedan en
humo...
Hace perder un peón. Era necesario jugar 1. Cd2
seguido de 2. e4.
2.Cf5!
1...h6
2.Ce4 He aquí la jugada intermedia. Gracias a ella se gana
un tiempo para defender el alfil en e3. Ahora la dama
Tampoco servía 2. Ch3 debido a 2. ..., e4 y, tras la
negra ha de retirarse, y las blancas capturan
retirada de la dama blanca, 3. ..., Cxc4.
tranquilamente el alfil enemigo.
Con frecuencia suelen pasarse por alto las
2...Cxe4
posibilidades que tiene nuestro adversario de
3.Axe4 f5 efectuar este tipo de jugadas intermedias.
2...De6
4.Ag2 e4
3.exd5 Dxd5
5.Dc2 Cxc4
4.Txc7
y las negras tienen un peón de ventaja.

41
y las blancas tienen una pieza de mas.
Las jugadas intermedias pueden no ir solas, y ¡He aquí como las negras acabaron por capturar el
sucederse unas a otras. infortunado caballo!

Nº 69
Nº 68

Ilin-Zhenevsky Riumin
Leningrado, 1934

Las blancas, que tienen un peón de menos, deben


jugar aquí 1. exf5 ganando la calidad. Pero si se les
ocurriera la idea de cambiar primero su alfil de dama
1.Cxh6+? por el caballo enemigo y solo después de hacer la
jugada proyectada, he aquí lo que podría sucederles.
Todo parece sencillo: a 1.gxh6 sigue 2..Dxf6 y las
blancas quedan con un peón de ventaja. Pero el negro 1.Axe7?
decide no capturar el caballo inmediatamente, y
retira primero el rey. Esta jugada "intermedia" se estrella contra la
autentica respuesta intermedia de las negras, que
1...Rf8! modifica por completo la situación.

Ahora la dama de las blancas está “colgada” . 1...f4!

2.Dg3 Ahora la dama blanca tiene que marcharse, ya que


no es posible 2.gxf4 exf4 3.Txf4 a causa de 3...Ad4. Las
Parece como si todavía las blancas no pierden negras han cerrado con ganancia de tiempo la
nada: si 2...., Dxg3, sigue 3. fxg3 y el caballo negro en diagonal a8-h1, y después de
f6 sigue amenazado. Y si la dama negra se aleja o
defiende, entonces el caballo blanco se va de h6. Pero 2.De2(d2) Dxe7
una sorpresa les aguarda a las blancas: ¡Otra jugada
intermedia! quedan con un peón de ventaja.
En los ejemplos examinados la jugada intermedia
2...Cf4! consistió en atacar la dama enemiga, pero puede
también tratarse, claro está, de cualquier otra
El blanco pierde una pieza irremisiblemente. amenaza, por ejemplo jaque.
3.Ad1 gxh6

42
En el Gambito de dama (Defensa Tarrasch), ¡Cuántas partidas se han perdido por causa de un
después de las jugadas 1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cc3 c5 4.Cf3 jaque! Cuántas veces esta jugada imprevista destruye
cxd4 5.Cxd4 e5 6.Cdb5 d4 7.Cd5 Ca6 8.Da4 Ad7 surge una interesante idea combinativa, echa a perder una
la siguiente posición: delicada maniobra posicional, modificando
bruscamente el desarrollo normal de la partida.
Nº 70 ¡Jaque! Y nos vemos obligados a renunciar a nuestras
propias amenazas, por tener que acudir
inmediatamente en auxilio del rey. Este jaque puede
ser una jugada intermedia (como en el ejemplo 70) u
ordinaria, pero siempre es un peligro que puede
resultar mortal. En cada posibilidad de jaque hemos
de calcular con toda atención las variantes; de otro
modo...

Nº 71

Si ahora las blancas prueban a jugar:

9.Dxa6

calculando que a 9...bxa6 contestaran 10.Cbc7+ Dxc7


11.Cxc7+ se encuentran con que después de la jugada
intermedia de las negras.

9...Ab4+!

reciben por la dama entregada, como es fácil de ver, 1...Cc6


una compensación claramente insuficiente (dos
piezas menores). La fuerza de dicha jugada Las negras atacan el alfil blanco, firmemente
intermedia consiste en que con ella las negras ganan clavado. Pero un inesperado golpe
un tiempo para dejar libre a su rey la casilla de
escape f8. 2.Tf8+

las obliga a capitular inmediatamente, ya que


después de 2...Rxf8 3.Axg7+ (ataque a la descubierta)
3...Rxg7 4.Dxd5 pierden la dama.

El jaque inesperado Veamos ahora un ejemplo más complejo, en que un


jaque inesperado constituye la refutación de un

43
ataque interesantemente concebido. Nº 73

Nº 72

Estrin Gusev
1959

En esta última jugada estaba la clave de la


combinación de las negras. A primera vista parece
que el blanco tenga que desprenderse de su dama,
pues a 6. Df6 sigue 6 Ag6 mate, y si 6. Df5, decide 6. ...,
Ag4 mate. Pero el siguiente jaque inesperado con el
alfil cambia radicalmente la situación.
Las blancas acaban de jugar 1. f3 para evitar el
6.Axh7+!!
peligroso avance 1. ..., f3. Tras la retirada del caballo
negro se proponían capturar un peón enemigo
Las negras inmediatamente se dieron cuenta de lo
mediante 2. Cxc6. Aprovechando sin embargo el
precario de su posición. En caso de 6...Dxh7 el blanco
hecho de que la mayoría de las piezas de su
responde 7.Dxg5+ Ag6+ 8.Dh4; También es malo
adversario se encuentra principalmente en el flanco
mover el rey: 6...Rg7 o 6..., Rh8, a causa de 7.Df6+
de dama, el maestro Gusev se lanza a un ataque, que a
fin de cuentas resulta erróneo, debido a un falso
6… Rxh7
cálculo.
7.Df5+ Ag6+
1...Txe5 2.dxe5
8.Dh3
A 2.fxe4 sigue 2...Txe4 3.Axe4 con juego activo de
las negras, que compensa a éstas ampliamente por la Las blancas han defendido su rey y rechazan ahora
calidad sacrificada. fácilmente los intentos de su adversario para
complicar la lucha: 8...Th8 9.e6 d4 10.Tfd1 Rg8
2...Ac5+ 11.Txd4! Df8 12.Dxh8+! Rxh8 13.Th4+ Las negras
abandonaron, en vista de que reciben mate a la
Las tres jugadas siguientes son forzadas para siguiente jugada.
ambos bandos.

3.Rh1 Cg3+
4.hxg3 Dh6
5.Dxf4! g5

44
2
ERRORES POSICIONALES

Tanto más experimentado podrá decirse un o avanzado, valorar falsamente la fuerza de un


jugador cuanto en mayor grado realice en sus caballo o de un alfil en finales de piezas ligeras,
partidas no amenazas ordinarias en una jugada o equivocar el plan en los finales de torres.
golpes tácticos sencillos, sino ideas y operaciones
más profundas, destinadas a mejorar su propia Debilitamiento de la posición del rey
posición o a debilitar la del adversario.
Los errores de carácter posicional y estratégico no Como ya es sabido, el ataque directo a la posición
son en general tan inmediatamente decisivos como del rey enemigo es a menudo un procedimiento eficaz
las faltas y descuidos de orden táctico, en los que, por de conducir la lucha. Resulta especialmente efectivo
ejemplo, se pierde de repente una pieza o se cae en en los casos en que los peones que protegen al rey
una red de mate. Esto sucede no sólo porque, tras han sido debilitados. Al principio del juego, los
haber cometido un error de este tipo, a menudo surge peones se hallan dispuestos horizontalmente uno
en el curso de la partida la posibilidad de enderezar junto a otro, y así protegen al rey de manera sólida. Al
de alguna manera la posición, sino también debido a moverse uno o varios de ellos, cesa el control sobre
que la explotación de esta clase de errores requiere algunas casillas, que se convierten en puntos
del adversario una buena dosis de práctica y accesibles a las piezas enemigas.
experiencia. ¡No es lo mismo que ganar una pieza con
Con razón los manuales de ajedrez advierten a los
un ataque doble y hacer valer en seguida esta
principiantes del peligro que entrañan jugadas como
«tangible» ventaja!
f3 (f6), g3 (g6) o h3 (h6). Tales movimientos poco
Al darse durante la partida una gran diversidad de
contribuyen generalmente al desarrollo de las piezas
factores, que influyen en la valoración de las
y, al mismo tiempo, debilitan sensiblemente la
posiciones, no es de extrañar que haya también gran
posición del enroque corto.
variedad de errores posibles. Pero hay errores y
errores. Un determinado error posicional puede no Nº 74
ser más que un descuido insignificante, que apenas
influya en el desarrollo de la batalla, mientras que
otro echa irremediablemente a perder la posición y,
por ende, la partida. Eliminar del propio juego los
errores posicionales significa, de hecho, subir de
categoría, perfeccionarse en el arte del ajedrez. El
camino para conseguirlo no es fácil, ni puede
presentarse aquí en bandeja. Es preciso analizar
minuciosamente tanto las propias partidas como las
partidas de jugadores fuertes, acumular experiencia
en el juego práctico, estudiar la literatura
ajedrecística. Entre los errores posicionales
característicos más frecuentes se cuentan: la cesión
inmotivada del centro, el debilitamiento de la
posición del rey y de casillas en general, los ataques
arbitrarios, ceder al adversario sin necesidad
columnas abiertas o la séptima (segunda) línea
horizontal. A los errores de carácter posicional
hemos de añadir algunos típicos de los finales:
subestimar la importancia de 'un peón libre apoyado

45
Esta posición se produce en una variante de la 1...g6?
Apertura Española. El caballo blanco en g5 amenaza
tomar parte activa en un ataque a la posición del rey Este movimiento no hace sino ayudar a las blancas
de las negras, y por ello lo mejor que estas últimas a crear amenazas decisivas. Tampoco sería bueno
pueden hacer es jugar 1. ..., Ae7 para cambiarlo mover otro de los peones que cubren al rey, por
eventualmente. En cambio, el debilitamiento del ejemplo 1. .... h6, debido al sacrificio de pieza
flanco de rey mediante 2. Axh6!, gxh6; 3. Dxh6 con mate inevitable.

2.Ag5!
1...h6?
Después de esta evidente jugada la situación de las
puede provocar una catástrofe inmediata. negras se torna desesperada: si 2...Dc8 o 2... De8 o
incluso 2... Ce7, sigue 3. Af6 y no hay defensa
2.Cxf7! Rxf7 satisfactoria contra la amenaza 4. Dh6 seguido de
3.Ac4+ Re7 mate. Asimismo si 2...gxh5 las blancas contestan
3.Axd8 Taxd8 4.Dg5+ Rh8 5.Df6+ Rg8 6.Te1 Tc8
Es mejor 3...Re8 aunque el blanco prosigue seguido de 7.Te3 con peligroso ataque además de la
igualmente su ataque mediante 4.Dh5 Df6 5.f4! . ventaja material. Muchas veces el debilitamiento del
flanco de rey no es por sí mismo un error decisivo,
4.Dh5 Ae8 pero, al quedar ya la posición comprometida, no es
extraño que cualquier otro error o inexactitud llegue
A 4...De8 puede seguir 5.Ag5+ hxg5 6.Dxg5 mate. a resultar fatal y aumente la probabilidad de que esto
suceda. Así ocurrió precisamente en el ejemplo que
5.Ag5+ hxg5 vemos a continuación.
6.Dxg5+ Rd7
Nº 76
7.Df5+ Re7
8.De6 mate.
Nº 75

1...g6 (?)

Avance injustificado de peón. Había que continuar


1...Ca5 seguido de 2...c5; o bien 1...Cd7 seguido de 2...,
En esta otra posición las negras han de Af6 y 3..., Cb6.; Finalmente, también era posible
preocuparse ante todo de reforzar la defensa de su 1...Ab7 2.d4 Cd7.
rey. A tal fin respondería la jugada 1...Df6, o bien
1...Ag4 2.Tg5 Ae6! 2.d4 Ad7?

46
He aquí el error que en definitiva hace perder la Las blancas acaban de jugar Cg5 preparando el
partida. Cuando la posición del rey está debilitada, avance f4.Sus piezas se hallan concentradas en el
tales inexactitudes, a primera vista insignificantes, no flanco de rey, y de hecho se preparan para emprender
suelen ser en general decisivas; pero aquí es otro el un ataque contra la posición del monarca enemigo. A
caso. Era correcto 2...Ag4 , pero aun así las blancas las negras se les imponía reforzar dicha posición
quedaban mejor: 3.Ah6 Te8 4.dxe5 Cxe5 5.Cbd2 Db8 mediante 1...Ag7 y 2 ..., Ae8 y tratar de iniciar lo antes
seguido de 6.h3. posible su propio contra juego en el ala de dama. En
lugar de ello jugaron:
3.Ah6 Te8
4.Cg5 1...h6?
Amenazando tomar el 'f'. Las negras debían
contestar ahora 4..., Ae6. Ahora el caballo de las blancas ha de marcharse,
4...Cd5? pero, una vez retirado, le será muy difícil al negro
impedir el avance g5, que abrirá una peligrosa
5.Cxf7 columna de ataque.
También era bueno 5.exd5 Axg5 6.Axg5 Dxg5
7.dxc6 con una pieza de ventaja. 2.Cf3 Rh7
3.g5! Cg8
5...Rxf7
4.gxh6 Axh6
6.Axd5+ Ae6
5.Axh6 Cxh6
7.Axe6+ Rxe6
6.Cg5+
8.d5+ Rf7
9.dxc6 El caballo blanco vuelve nuevamente a g5.
Y las negras abandonan.
En el ejemplo siguiente la posición del rey negro se 6...Rg8 7.Cf5!
encuentra ya algo debilitada por el avance .... g6. Por
ello era necesario a las negras tener mucho más Este sencillo golpe táctico pone punto final a la
cuidado de no mover el peón de torre. lucha. Las negras no pueden jugar 7...gxf5 a causa de
8.Ce6+ y el blanco gana la dama. A 7...Axf5 sigue
Nº 77 8.exf5 y luego 9.fxg6 y 10.Axg6. En la partida las
negras continuaron 7...Cxf5 8.exf5 Rg7 9.fxg6 fxg6 y
después de 10.Cf7 no tardaron mucho en sufrir la
derrota.
Si la posición del propio rey está debilitada, hay
que abstenerse en lo posible de cambiar las piezas
defensoras de casillas por las que el enemigo puede
eventualmente invadirnos. Por ejemplo, si las negras
han jugado ..., g6, no les convendrá generalmente
cambiar el alfil que discurre por las casillas de este
color, ya que en tal caso los puntos f6 y h6 se hacen
accesibles a las piezas blancas.

47
Y ahora, en vez de jugar 8. Axf8?, Rxf8, las blancas
Nº 78 podían haber ganado inmediatamente con 8. Ah6!, ya
Szabó Reshevsky que a 8. ..., f6 seguiría el decisivo golpe 9.Dg3!
1953 amenazando al mismo tiempo mate y capturar la
torre negra en b8.

Las casillas débiles

A consecuencia de un imprudente o forzado avance


de peones o de un cambio de los mismos, surgen en la
posición ciertos puntos que no pueden ser
defendidos por ningún peón. Cuanto más cerca estén
dichos puntos del centro o del lugar en que se
desarrollan los principales acontecimientos, tanto
más perceptible se hace su debilidad. A menudo es
débil no sólo una casilla, sino varias de un
determinado color. En tal caso, el bando afectado por
semejante debilidad, experimenta en general grandes
dificultades, al dominar las piezas del adversario
dichas casillas sin reserva alguna.

Nº 79

En la posición del diagrama las negras debían


haber retirado su rey a h8. En lugar de esto, cambian
el único defensor efectivo de su rey por el afán de
ganar un peón.

1...Axf6??
2.Axf6

Jugada horrible. Las blancas ahora podían


sencillamente dar mate mediante 2.Dxg6+! Ag7
3.Dxg7 mate. Pero se les pasó por alto esta
posibilidad.

2...Axd5
3.cxd5 Dd6
4.Dc3 Dxd5

Las negras han llevado a «feliz» término su plan... Las blancas jugaron mal la apertura. Como
para quedar en una posición perdida. La dama y el resultado, algunas casillas blancas en su campo son
alfil blancos dominan la diagonal a1–h8 con débiles, el alfil se halla cohibido por sus propios
peligrosas amenazas contra el rey negro. peones, y las negras pueden presionar por la columna
'a' sobre el peón blanco situado en ella. En estas
5.Tfd1 Df5 circunstancias, las blancas debieron cambiar el
6.e4 De6 caballo negro en c4 y jugar a continuación f3, a fin de
movilizar en el centro una masa compacta de peones
7.Ag7 b6

48
y preparar el avance e4 para dar juego al propio alfil. Nº 80

1.f4? Rosselli Marshall


Baden-Baden, 1925
Ahora el centro ha quedado definitivamente fijo, y
el segundo caballo de las negras logra un excelente
punto de apoyo para futuras operaciones.

1...Ce4!
2.Cxc4?
Aquí esta jugada carece de justificación, puesto que
permite que la dama enemiga pase a ocupar el punto
d5.

2...dxc4
3.g4?
Ahora se ve por qué las blancas hicieron la jugada
2. Cxc4. Sin embargo, la apertura de la columna 'g'
sólo puede ser de utilidad al negro, cuyas piezas están
mejor desarrolladas.

3...Dd5
4.gxf5?
Las blancas comenzaron a mover los peones del
Había que abstenerse de efectuar este cambio, pues flanco de rey. De resultas de este avance surgieron en
ahora las negras tienen la posibilidad de irrumpir con su posición casillas débiles, por las que penetraron
su torre de dama en el flanco de rey. las piezas negras.

1.g4?
4...exf5
Esta jugada «de ataque» sólo sirve para debilitar
5.Ad2 b5!
casillas en el propio campo de las blancas.

La entrada en juego de esta torre decide 1...Ca5


rápidamente el resultado de la lucha.
2.Ab3 Cxb3
6.Ae1 Tg6+ 3.axb3 Cd5!
7.Ag3 h5!
También era posible 3...d5 preparando la ruptura
Las blancas abandonaron. No se ve defensa central ..., e4. Pero la jugada del texto es más fuerte.
aceptable contra la amenaza 8..., h4. La posición final Tras provocar el cambio del alfil de dama enemigo, el
merece atención. Casi todas las piezas negras se negro se apresura a ejercer una fuerte presión sobre
hallan situadas en casillas blancas, mientras que las la posición de las blancas por la columna 'f'.
piezas blancas lo están en casillas del color opuesto.
Pero ¡qué diferencia de posiciones! Mientras las 17.c4 Cf4
piezas del blanco se movían temerosas de un lado
para otro del tablero, tratando de resistir a la presión 18.Axf4 Txf4
de su enemigo, éste penetró en el campo de su 19.Dg3 De7
adversario precisamente por los puntos más
accesibles de su posición. 20.Tae1 Taf8

49
21.h3 Df7 Por otra parte, si las negras hubieran jugado 1..., Rd8
podrían aún ofrecer una larga resistencia.
22.Te3 Ac6! 2.Cac5 Cb6
La ventaja de las negras es palmaria. La batería de
Tampoco sirve 2...Cxc5 3.Txc5 Ab7 4.Cb4 Rd7 5.Ta3
piezas pesadas a lo largo de la columna 'f' constituye
Ta8 6.Ta5 seguido de la maniobra Tc5-c3-a3.
una fuerza formidable. Las casillas oscuras del blanco
son débiles. A éste le es difícil defender el peón 'f'.
3.Cb4 Ab7
4.Cxb7 Tbxb7
El peón débil 5.Txc6

Cuando un peón no puede ser defendido por otro,


dicha tarea recae entonces sobre las piezas, que en tal Con la pérdida de este peón la posición de las
caso han de abandonar otras ocupaciones. Por si esto negras se derrumba. Todavía siguió: 6...a5 7.Txb6
fuera poco, también las casillas situadas delante de axb4 (si 6...Txb6 las blancas contestan 7.Cxd5) 8.Txb7
un peón débil se convierten generalmente en puntos Txb7 9.Txb4 y las negras abandonaron.
de acceso para las piezas del adversario. El jugador,
que permite que surjan peones débiles en su campo, En la posición siguiente las negras, al intentar
con frecuencia reconoce el lastre que ello representa agudizar la batalla, pasan por alto una jugada
para su posición. Si a pesar de todo a veces lo tolera, intermedia de su adversario, de resultas de lo cual
es porque espera obtener a cambio alguna ventaja de surge en su campo un peón débil.
otro carácter.

Nº 81 Nº 82
Capablanca Mieses
Kiessingen, 1928

1...cxd4?

Las negras piensan que, después de 2. dxc6 dxc3; 3.


1...b5? cxb7, cxb2; 4. bxa8=D, bxa1=D, habrán logrado una
interesante posición con cuatro damas en el tablero.
Las negras tratan de activar su juego, y para ello Pero las blancas no están obligadas a entrar en dicha
consienten en dejar débil su peón 'c'. Esta apreciación variante.
del negro resulta injustificada, y pronto
experimentará dificultades en defender dicho peón. 2.dxc6 dxc3

50
3.b4! comienza por ejercer presión contra el peón. A
continuación, cuando las piezas del adversario han
¡Aquí está el asunto! El alfil atacado ha de retirarse,
pasado a ocupar malas posiciones por defenderlo, se
tras lo cual las blancas capturarán el peón negro 'c'
inicia un ataque contra otros objetivos.
con la dama.

3...Ab6 La columna abierta.


4.Dc2 bxc6
Se dice que una columna está abierta cuando
5.Dxc3 Ab7 ningún peón se halla situado en ella. La ocupación de
una columna abierta por las piezas pesadas es la
En el campo de las negras ha surgido un peón débil: condición previa de una eventual invasión del campo
c6. Al atacarlo, las blancas obligan a las piezas enemigo. La irrupción más efectiva suele ser la que se
enemigas a adoptar posiciones pasivas. realiza por la séptima (segunda del adversario) fila.
No sólo se amenazan así los peones del contrincante,
6.Ab2 Tc8 sino que a menudo también se pone en gran peligro a
su rey.
Es natural que las negras deseen jugar ..., c5. Pero
no dispondrán de tiempo para ello. Con la fuerte Nº 83
jugada que sigue, las blancas inician un peligroso
ataque contra la posición, insuficientemente
defendida, del rey adversario.

7.Tfd1! De7

Se amenazaba simplemente 8.Axh7+ ganando la


dama.

8.Cg5! Tfe8

Ya no hay defensa satisfactoria contra las amenazas


9. Axh7+ y 9. Cxh7. A 8...h6 seguiría 9.Ch7! Tfd8
10.Cxf6+ gxf6 11.Dxf6 Asimismo después de la jugada
del texto, sigue una brillante combinación.

9.Axh7+ Rh8
10.Td7!! Dxd7
11.Dxf6! e5!
Las blancas acaban de jugar 1. Th1 con vistas a 2.
Aún puede el negro considerarse afortunado de Dh4, atacando al rey enemigo por la columna h. En tal
disponer de este recurso. La defensa mediante situación salta a la vista la respuesta 1. ..., Rg8 para
11...Tg8 12.Cxf7+ Rxh7 13.Cg5+ Rh8 14.Dh6 mate. hacer frente a la amenaza 2. Dh4 mediante 2...Dg7. En
lugar de ello las negras jugaron:
12.Axe5 Txe5
1...b5?
13.Dxe5.
Siguió:
Como a 13...f6 seguiría 14.Af5 las negras jugaron
13...Td8, pero después de 14. Ac2 quedaron con dos 2.Dh4 Tc8
peones de menos y perdieron rápidamente.
Este ejemplo ilustra bien los procedimientos que Las negras renuncian ya al peón 'e'. Pero el blanco
han de seguirse en la lucha contra un peón débil. Se con razón hace caso omiso de esta oferta para

51
proseguir su ataque. 3.Ce4 Ae7
A 3...De6 podía seguir 4.Dg4 con la amenaza de
3.Dh7+ Rf6
ganar la dama mediante 4...De7 5.Taf1 las piezas
negras se encontrarían irremediablemente atadas
Retirarse a la primera fila significaría perder la
unas a otras.
torre.
4.Txf8 Axf8
4.Th4!
5.Df3!
Tras esta evidente jugada el rey negro se encuentra
en posición crítica, ya que no hay suficiente defensa
contra la amenaza 5. Tf4+. Las negras continuaron Nº 85
4...e5 5.dxe6 fxe6 6.Tf4+ Re5 7.Dxg6 d5 8.Tf6! Tc6
9.f4+ Rd4 10.f5 Rd3 11.fxe6+ no tuvieron más
remedio que firmar la rendición. Este ejemplo es
buena prueba de que no debe abandonarse al
enemigo una columna abierta, especialmente cuando
al cedérsela nos exponemos a un ataque al rey.

Nº 84

Una posición curiosa. Las negras pierden


forzosamente un peón, ya que no hay defensa
suficiente contra la amenaza 6.Cxg5 (¡Ataque a la
descubierta!). Tampoco pueden capturar el peón 'b'
de las blancas, por ejemplo, 5. ..., Dxb3; 6. Cxc5, Dxb2;
7. Ce6+ seguido de 8.Tf1 ganando inmediatamente
(¡Columna abierta!).
La posición de las blancas es preferible. Tras el
avance g4, que prácticamente no puede impedirse, el
5...Df7
caballo blanco obtendrá un importante punto de
apoyo central en e4. A pesar de todo, continuando 6.Cxg5 Dxf3
1. ..., Ad8 o 1. -.., Rg6, las negras aún podrían
7.Cxf3
proseguir la lucha. En vez de esto, el negro jugó
y las blancas han ganado un peón. Una columna
1...Db7? ocupada solamente por un peón enemigo se llama
semiabierta. Si este peón es débil, nuestras piezas
Fruto de un juicio erróneo de la posición. Las pueden entonces ejercer sobre él una peligrosa
negras no sólo ceden al blanco el punto e4, sino que presión.
pronto perderán el control de la columna 'f’'.
2.Txf5 Dxd5

52
Nº 86
3...Ae7

Privando al blanco de toda posibilidad de iniciar


operaciones activas mediante h4.

4.f4 Tf8

Previniendo también una eventual ruptura por


medio de f5 seguido de un sacrificio de pieza.

5.Ce2 c5

Ahora son los peones negros quienes empiezan a


avanzar.

6.Td3

Las blancas intentan, a pesar de todo, obtener


algún contrajuego en el flanco de rey. Pero el negro
rechaza las amenazas tácticas defendiéndose con
precisión.
Las blancas están mejor. Sus piezas pesadas — 6...c4
dama y torre— tienen la posibilidad de atacar los
peones negros en b6 y c6. Tampoco parece malo 1. f4, 7.Tg3 Rh8
f5 (de otro modo las blancas continúan 2. f5, dando 8.f3 b5
comienzo a operaciones activas en el flanco de rey);
2. Td3 seguido de 3. a4. En vez de todo esto, las 9.Dd2 Tf5!
blancas se decidieron a jugar en el centro.
Al impedir la jugada f5 de las blancas, el negro se
1.e4? apodera finalmente de la iniciativa. Ahora a las
blancas les resulta sumamente difícil cualquier modo
Error típico, que dará al enemigo una columna de oposición a la ofensiva de su adversario en el
semiabierta, en la que las blancas tendrán peones flanco de dama. Siguió 10.Rh1 b4 11.Tg1 Da7 12.Db2
doblados. El blanco pensaba que la amenaza 2. exd5 Da4 13.Rg2 Tf8! (reagrupando sus fuerzas. La torre
obligaría a su adversario a jugar 1. ..., dxe4. Pero con irá a colocarse delante de la dama, tras lo cual será
su respuesta las negras demuestran que existían difícil para las blancas defender sus peones débiles
otros recursos. en a2 y f4); 14.Tb1 Ta8 15.Cc1 De8! 16.h4 Df8 17.Ce2
Df5 18.Tc1 Ta3 19.Dc2 Dd3 Las blancas abandonaron.
1...Ce6! Con todo, tampoco conviene sobreestimar la
2.Axe6 importancia de una columna abierta. Si las casillas de
invasión están bien controladas, puede que la
posesión de una columna abierta no conduzca a nada.
Era malo 2.exd5 a causa de 2...Cf4! 3.Ag2 Cxd5. Pero de todas maneras, si se le ofrece la ocasión de
ocupar con sus piezas una columna abierta o
2...fxe6 semiabierta, no deje de aprovecharla. En la inmensa
3.e5 mayoría de los casos, esto sólo puede proporcionarle
ventaja.

Era preciso abstenerse en lo posible de este avance,


pues ahora las piezas pesadas de las negras ejercerán
una peligrosa presión por las columnas semiabiertas
a y f. La séptima fila.

53
Nº 88
El dominio absoluto de la séptima fila (segunda del
adversario) garantiza generalmente una superioridad Verlinsky Löwenfisch
decisiva. 1925

Nº 87

1...Dc7?
1.Ce5??
Continuando 1...Te7 ; o 1...Te6 seguido de 2....Cb6,
Esta “activa jugada” constituye en realidad un craso las negras hubieran podido impedir que las piezas
error. Las torres negras penetran en la posición pesadas del blanco invadiesen su territorio. 2.g3 Cb6.
enemiga, concluyéndose la lucha en pocos
movimientos. Era necesario, por supuesto, jugar 2.Td7 Da5
1. Tf2, expulsando a la torre negra de la segunda fila.
3.Tbb7!
La aparición de dos piezas pesadas de las blancas
1...Tdd2!
en la séptima fila es clara señal de que algo no
2.Tfe1 marcha bien en la posición del negro.
No es posible 2.Cxg6 a causa de 2...Txg2+ 3.Rh1
3...Cxe5
Txh2+ 4.Rg1 4...Tcg2 mate. Siempre hay que tener en
cuenta esta posibilidad en posiciones semejantes.
A 3...Tf8 podría seguir 4.Dd5 Cb6 5.Txf7 Cxd5
6.Txg7+ seguido del mate que ya hemos visto en el
2...Txg2+
ejemplo anterior: 6...Rh8 7.Th7+ Rg8 8.Tbg7 mate.
3.Rh1 Txh2+
4.Cxe5 Txe5
4.Rg1 Thg2+
5.Txf7 Tg5
5.Rh1 Txb2
6.Dd7
con superioridad aplastante.

En la siguiente posición son las negras quienes La dama blanca acude a reforzar el ataque de las
permiten que el enemigo irrumpa con sus piezas en torres. No hay defensa contra la amenaza 7. Txg7+.
la séptima fila, y por ello pierden rápidamente. Las negras abandonaron.
El dominio de la penúltima fila es asimismo de

54
enorme importancia en posiciones con poco número
de piezas. En el ejemplo siguiente las blancas no 1.g4?
advierten a tiempo las intenciones de su adversario,
que trata de ocupar la séptima fila. El blanco deja indefenso al peón en h3. Las negras
lo atacan, obligando así a la torre enemiga a apartarse
de la segunda fila.
Nº 89
Sarkesi Kmoch 1...Th1!
1927
2.Tf3 hxg4
3.hxg4 Th2
4.f5

Única posibilidad que permite abrigar alguna


esperanza de salvación. A 4.Rc3 seguiría 4...Rb5 y
luego 5. ..., Tc2+ y 6. ..., Txb2.

4...Txb2
5.fxg6 fxg6
6.Tf6 Tg2
7.Txe6+ Rb5

Las negras tienen una posición ganadora y, de


hecho, obtuvieron la victoria sin mayores
dificultades: 8.Tf6 Tg3+ 9.Rd2 Txg4 10.Rc3 Tg3+
11.Rb2 Rc4! 12.Tf1 Tg2+ 13.Rb1 Te2 14.Td1 g5! y las
blancas capitularon pocas jugadas después.

55
3
ERRORES EN EL FINAL
Al entrar la partida en su fase final, la correlación Nº 90.
de fuerzas entre las piezas se modifica, y surgen
posiciones con características distintas a las de otras
etapas del juego. Así, por ejemplo, es natural que el
rey sea en el medio juego una pieza pasiva, que hay
que proteger con todo cuidado, mientras que en el
final se convierte en uno de los principales
protagonistas de la acción.

Los errores que se cometen en el final revisten en


la mayoría de los casos suma gravedad. La posibilidad
de un desastre definitivo como resultado de un error
es, en general, mayor en los finales que en las
aperturas o en el medio juego. Y si en la apertura no
es demasiado frecuente cometer faltas inmediata e
irrevocablemente decisivas, que no puedan de algún
modo corregirse en el desarrollo ulterior de la
partida, en el final, por el contrario, cuando ya
quedan pocas piezas, resulta mucho más difícil
enderezar la situación. Las negras ganan con facilidad prosiguiendo 1. ...,
a3 y avanzando con el peón hasta coronarlo. También
También se cometen errores en los finales teóricos, es posible, naturalmente, 1...,Axf7. En lugar de esto
es decir, los ya investigados y analizados, y en cambiaron las torres.
aquéllos en que la teoría aún no ha dicho su última
palabra. En todo caso, es de gran importancia 1...Txf7??
conocer las posiciones teóricas clave. 2.Txf7 Axf7

He aquí dos instructivos ejemplos.

56
Ha surgido un final teórico muy conocido, en que el Nº 92
rey, alfil y peón de torre de un bando no son capaces
de expulsar al rey enemigo del rincón, al discurrir el
alfil por casillas de color distinto al de la casilla de
transformación del peón y no poder, por tanto,
controlar esta última. El resultado es tablas.

Nº 91.

1...Dxh4??

Craso error. En su afán por restablecer la igualdad


de material, las negras permiten que su adversario
fuerce un final de peones, en que uno blanco queda
pasado y lejano. Por supuesto, era necesario jugar
1...De4+ 2.Rg3 Dg6+ 3.Rf3 Df5+ y seguir así
Juegan las negras. Moviendo 1...Rc2! el negro toma persiguiendo al rey enemigo.
la oposición y gana obligando al rey de las blancas a
abandonar la defensa de sus peones. Por ejemplo: 2.Dg3+! Dxg3+
2.Re3 Rd1 3.Rd3 Re1 4.Re3 Rf1.
3.Rxg3!
1...Rd4??
Es posible que las negras sólo contaran con 3.hxg3
y después de 2.Rd2! queda claro que no es posible Rg7 4.Rf3 Rg6 , lo que les daba muy buenas
al rey negro acercarse a los peones enemigos. Ambos probabilidades de defenderse con éxito.
jugadores acordaron las tablas.
3...Rg7
El peón pasado lejano.
4.a4!
Subestimar el papel y la importancia de un peón Buena jugada. Las blancas fijan los peones del
pasado lejano constituye uno de los errores más enemigo y se reservan a sí mismas un tiempo (b3).
frecuentes en los finales. Por otra parte, la mera
existencia de dicho peón en un bando, siendo iguales 4...Rg6
todas las demás circunstancias, es en general
5.Rg4
suficiente para asegurar al bando en cuestión una
ventaja decisiva. El avance de este peón pasado (o la
amenaza de avanzarlo) permite distraer las piezas El final que queda es desesperado para las negras.
del adversario, con lo que se hace posible invadir el El blanco irá arrinconando al rey de las negras, luego
campo enemigo con nuestras propias piezas. cambiará su peón de torre por el 'f' negro, y
El peón pasado lejano tiene especialísima finalmente su rey marchará a capturar a los peones
importancia en los finales de peones solos. enemigos del flanco de dama: 5...Rf6 6.h4 Rg6 7.h5+

57
Rh6 8.b3 Rg7 9.Rg5 Rh7 10.Rf6 Rg8 11.h6. Las negras Las fuerzas materiales son iguales, pero en pocas
abandonaron. jugadas se pondrá de manifiesto que la posición de
las negras está perdida. El peón blanco pasado y
Un error análogo cometieron igualmente las negras alejado restringe al rey adversario en su libertad de
en la partida que sigue. movimientos.

Nº 93 5...g6
Kan Gorlidze
6.b4 Rd6
Moscú, 1931
7.h4 Rc6
Si las negras se comportan pasivamente, las
blancas ganan avanzando con su peón b, y a
continuación, en el momento oportuno, dirigiéndose
con el rey hacia los peones enemigos. He aquí una
variante como ejemplo: 7...Re6 8.b5 Rd6 9.b6 Rc6
10.Rxe5 Rxb6 11.Rf6 Rb5 12.Rg7 Rb4 13.Rxh7 Rc3
14.h5! , etc.

8.Rxe5 Rb5
9.Rd5!
El método más exacto. Sería erróneo jugar
precipitadamente: 9.Rf6 Rxb4 10.Rg7 Rc3 11.Rxh7
Rb2 12.h5 Rxa2 13.hxg6 Rb1! 14.g7 a2 15.g8=D a1=D
y el peón de más de las blancas todavía no les
garantiza la victoria en el final de damas resultante.

9...Rxb4
10.Rd4!
1...Te5?

Sólo era posible esperar la salvación en un final de Las negras abandonan.


torres. Pasar aquí a un final de peones equivale en la Después de 10...Rb5 11.Rc3 Ra4 12.Rc4 las negras
práctica a capitular. Veamos cómo hubiera podido pierden el peón ‘a’.
desarrollarse el juego si las negras no hubiesen
provocado el cambio de torres.
1...Te2! (confinando al rey blanco en su primera fila,
las negras pueden intentar algún contrajuego
mediante el avance de su peón de dama) 2.Txa3 Rf7!
3.Ta7+ Rg6! (el rey negro toma también parte activa
en la batalla); 4.a4 Tb2 5.Tb7 d5! 6.a5 d4 7.Rf1 d3!
Por supuesto, esta variante no es obligatoria para el
blanco, pero ilustra de manera convincente que las
negras no debieron aferrarse al peón, sino entregarlo
y jugar un final de torres con reales posibilidades de
tablas.

2.Txe5 dxe5
3.Rf2 Rf7
4.Re3 Re6
5.Re4

58
Veamos ahora otro ejemplo sumamente interesante ganando las negras) 4...f5 5.g4!! y ganan las blancas.
en que los dos bandos cometen errores, pero pierden
a fin de cuentas las negras, al permitir que su 4.f3?
enemigo logre un peón pasado y alejado.
Un error. Lo único correcto era 4.Re2! a lo que las
Nº94 negras no podían responder 4...Rxb4? a causa de
Flohr Sergeant 5.f3! Por ejemplo: 5...Rc5 6.g4 fxg4 7.fxg4 Rd6 8.gxh5
Margate, 1936 Re6 9.Rd3, etc.; o bien 5...Rc3 6.g4! f4 (6...hxg4 7.f4!
ganando) 7.gxh5 fxe3 8.h6 d4 9.h7 d3+ 10.Rxe3 d2
11.h8=D d1=D 12.Dxf6+ con un final de damas
ganado. En este caso, las negras habrían de contestar
4...Rc2! y si 5.f3 , entonces 5...f4!! 6.g4 hxg4 7.fxg4
fxe3 8.Rxe3 Rc3 9.Re2! Rc2! con tablas. Si 5.Rf3 las
negras disponen también de una réplica suficiente:
5...Rd2 6.Rf4 Re2 7.f3 Rf2!

4...Rxb4??

Ahora ganan las blancas, precisamente cuando la


jugada 4...Rd3! Ahora ganan las blancas,
precisamente cuando la jugada 5.g4 fxg4 6.fxg4 hxg4
7.h5 g3 8.Re1 Rxe3 9.Rf1 (las blancas están obligadas
a perder algunos tiempos), 9...d4 10.h6 d3 11.h7 d2
12.h8=D d1=D+ , etc.

5.g4!
Las negras abandonan.
En el ejemplo siguiente las negras dejan que su
adversario consiga un peón lejano en un final de
partida .
Las negras, por lo menos, no están peor. Su activo Nº 95
rey amenaza irrumpir en la posición de los peones Averbach Gizdavu
blancos. Siguiendo con 1. ..., Ag4; 2, Rd2!, g5, las 1971
negras podrían lograr una peligrosa iniciativa.

1...Rd3

Dirigiéndose inmediatamente hacia los peones


enemigos.

2.Cxf5 gxf5
3.Rd1
Se ha producido un final de peones que no resulta
fácil enjuiciar. El rey negro ocupa una posición
peligrosa para las blancas, pero la estructura de sus
peones se halla irremediablemente deteriorada. Al
blanco se le presenta, por consiguiente, la posibilidad
de conseguir un peón pasado y alejado mediante el
avance f3 seguido de g4.

3...Rc3
Es interesante la variante 3...f4 4.exf4! (4.gxf4? f5!
seguido del avance del rey hacia el peón b blanco,

59
A pesar de la igualdad de material, las blancas La ruptura de peones.
están netamente mejor: su torre ocupa una posición
activa en el centro. Los peones negros son débiles, y Uno de los procedimientos tácticos más peligrosos
la torre blanca amenaza llegar eventualmente a b7. de que dispone el jugador de ajedrez lo constituye la
Intentando aliviar su posición mediante cambios, el ruptura por medio de peones. Sacrificando uno o
maestro rumano jugó: varios peones, el bando atacante fuerza el avance de
uno de los peones restantes hasta coronarlo. Las
1...b5? posibilidades de dicha ruptura dependen de la
estructura de los propios peones. Una superioridad
¡Jugada de gran responsabilidad! Las negras numérica en la zona de choque es, en general,
piensan contestar a 2.cxb5 Tc2+ 3.Rf3 Txb2 4.Txd6 condición favorable para llevar a cabo la ruptura con
Txb5 Las blancas entonces pueden ganar un peón éxito.
mediante 5.Td7+ Rf6 6.Txa7 , pero en tal caso surge
una posición de tablas bien conocida en la teoría de Nº 96
los finales. Después de la jugada del texto, el blanco
dispone, sin embargo, de una interesante maniobra
que le permite obtener una gran ventaja posicional.

2.Tf4+! Re6
3.cxb5 Tc2+
4.Tf2 Tc4
5.b6!
¡De esto se trataba! Las blancas ahora logran un
peligroso peón pasado.

5...axb6
6.b4!
Nueva sorpresa desagradable. Las blancas
amenazan 7. b5 y no es posible jugar 6...Txb4? a
causa de 7.Ta2! seguido de a7 y a8 = D. El negro se ve
obligado a debilitar aún más su posición.

6...b5 Sobre el tablero hay igualdad de material. Pero las


negras están claramente mejor debido a su peón
7.Ta2! pasado, lo que permite al rey negro dirigirse hacia los
La torre blanca ha ocupado una posición ideal para peones enemigos sin molestias. Pero antes de que su
apoyar el avance de su peón pasado. rey comience a marchar hacia los peones, es preciso
que las negras atajen la posibilidad de una ruptura
7...Tc8 por parte del blanco mediante b5. Si, por ejemplo,
1...Rf3? podría seguir 2.b5 Re4 3.b6!! cxb6 (en nada
8.Ta5 Ta8 cambia las cosas 3...axb6 4.c6 bxc6 5.a6) 4.a6 bxa6
9.Rf3 Ta7 5.c6 y el peón blanco se convierte en dama. En vista
de esto, las negras jugaron:
10.Re4!
Si ahora 10...d5+ sigue 11.Rd4 Rd6 12.Ta2 Rc6 1...a6?
13.Tg2 y las negras pueden abandonar. En la partida
se jugó: 10...Re7 11.Rd5 Rd7 12.Ta2 g5 13.h3 (la El movimiento b5 ha sido frenado, y las negras, al
desgracia de las negras es que cualquier posible final parecer, han de ganar ahora la partida sin especial
de peones está perdido para ellas), 13...Ta8 14.a7 Rc7 esfuerzo. Sin embargo, la continuación fue:
15.Tf2! Rb6 16.Tf7 Ra6 17.Td7 Las negras
abandonaron. 2.c6! bxc6

60
3.c4! Rh3 les aseguraba, al parecer, mejores posibilidades. Pero
no se percataron del peligro latente de una ruptura
4.Rg1 Rg4
de los peones blancos en el flanco de rey.
5.b5!
1...b5?
Las negras abandonan.
2.Txb5 Txb5
¿Es posible que este final fuera desesperado para
3.axb5+ Rxb5
las negras? Ni mucho menos. Éstas se percataron del
peligro principal, pero escogieron un método erróneo
para obviarlo. Jugando 1...c6! 2.a6 (de otro modo las Es difícil imaginarse que en esta posición no hay
negras juegan 2. ..., a6 y a continuación se dirigen con defensa satisfactoria contra... ¡el avance y promoción
el rey hacia los peones blancos: 2.Rg2 a6! 3.c4 Rf4 forzosa del peón h blanco!
4.b5 Re4 5.Rxg3 Rd4 6.Rf4 Rxc5! 7.b6! Rb4! 8.Re5
Rxa5 9.Rd6 9...Rxb6 ; o 9.c5 Rb5 10.Rd6 a5 11.Rc7 4.e4! Rc6
Ra6!; 2...bxa6 3.c4 Rf5! y el rey negro llega a tiempo
5.e5!
de atajar el peligro. Por ejemplo: 4.b5 axb5 5.cxb5
cxb5 6.c6 Re6 etc. Las negras ganan también con la
jugada 1..., Rf4. después de lo cual el rey llega El negro se ve obligado a capturar en e5, y la
igualmente a tiempo de anular la amenaza de falange de peones blancos se lanza hacia adelante.
ruptura.
El ejemplo que precede es buena ilustración de las 5...fxe5
posibilidades de que disponen ambos bandos en
6.g5 hxg5
semejantes finales. Queda claro que, antes de pasar a
un final de peones, han de calcularse con toda
precisión las posibilidades de esta clase de ruptura. Las negras escogen el camino de la menor
resistencia. Era más fuerte 6...Rd7 , contra lo que el
blanco había preparado 7.f6! Re6 8.fxg7 Rf7 9.gxh6
Nº 97 b5 10.Re4 b4 11.Rd3 y ambos peones negros perecen.
Averbach Bebchuk, Ahora, en cambio, la lucha concluye inmediatamente.
Moscú, 1964
7.f6!

Las negras abandonan.

La ruptura de peones es también posible,


naturalmente, en los finales en que intervienen
asimismo otras piezas.

(Diagrama núm. 98)

La posición tiene un carácter cerrado. No se ve


cómo uno u otro bando pueda penetrar en el campo
enemigo. Pero, antes de resignarse a dejar la partida
en tablas, las blancas intentaron una última
posibilidad.

Las negras decidieron cambiar las torres con vistas Nº98


a un final de peones, en que un peón pasado lejano

61
fuerte que el caballo. Por el contrario, en posiciones
cerradas, especialmente si la lucha se desarrolla en
un solo flanco, el caballo suele resultar superior al
alfil. Estas consideraciones son también del todo
válidas para los finales. En el ejemplo que ofrecemos
a continuación, las blancas, gracias a un error de su
adversario, consiguen limitar la movilidad del caballo
enemigo, lo que no tarda en colocar al negro en una
situación de zugzwang.

Nº 99
Bykova Wolpert
1951

1.Axb5 cxb5?

Después de la respuesta correcta 1...axb5, el


resultado era tablas. Ahora, por el contrario, las
blancas abren un frente.

2.c6! bxc6

A 2...Ac8 A sigue sencillamente 3.c7 ganando una


pieza.

3.Cc5 Ac8
4.e6! Axe6
Las blancas están algo mejor, ya que tienen la
5.Cb7! posibilidad de conseguir un peón pasado en la
columna h. Pero el número de piezas es tan reducido
que, con un juego preciso, las negras pueden lograr
Después de 5.Cxe6? Axa5 las negras tendrían
tablas. Tras el cambio de uno o dos peones (y de otro
notables posibilidades de contrajuego. Con la jugada
modo las blancas no pueden crear un peón pasado)
del texto, en cambio, el blanco deja a su adversario en
les bastará con entregar el caballo a cambio del peón
posesión del alfil «malo», restringido por sus propios
blanco restante.
peones. Siguió: 5...Axa5 6.Cxa5 Rg7 7.Rf3 Rf7 8.Re3
Re8 9.Rd3 Rd7 10.Ae5 y las negras no están en
1.Rg5 Rf7
condiciones de poder defender todas sus debilidades.
2.h4 Cd6

¿Alfil o caballo?
Primera inexactitud. Las negras han de procurar
una disposición armónica de sus piezas. Era correcto
¿Cuál de estas dos piezas es más fuerte: el alfil o el
inmediatamente 2...e6 para responder a 3.f3 con
caballo? En el medio juego, unos ajedrecistas
3...Ca5 4.g4 fxg4 5.fxg4 Cc6 trasladando luego el
prefieren el alfil, y otros el caballo. Evidentemente, la
caballo a d5 o f5 (si las blancas llevan a efecto el
fuerza de estas piezas depende de las características
avance h5).; En cambio, sería erróneo 2...e5? a causa
concretas de cada posición, pero si el juego tiene
de 3.Ac3 , y las negras se ven forzadas a jugar antes o
carácter abierto, entonces el alfil es en general más

62
después 3...e4 a lo que seguiría 4.h5! con tiempo, frenar el de los peones enemigos que se
desagradables consecuencias. hallan en la otra ala.

3.f3 e6 4.Rf4! Nº 101

Si inmediatamente 4.g4 sigue 4...fxg4 5.fxg4 Ce4+ y


el rey blanco ha de retroceder.

4...Cc4
5.g4 fxg4
6.fxg4 Cd6
7.Ae5!

Nº 100

Las piezas blancas ocupan puestos de mayor


actividad. Además, en tales posiciones el alfil es
netamente superior al caballo. A pesar de todo,
parece que, después de 1. ..., Tg7, la partida debe
acabar en tablas. En vez de esto, las negras permiten
el cambio de torres, tras lo cual se produce un final de
piezas menores en que la presencia del peón pasado
y alejado 'a' supone una gran ventaja para las blancas.

1...Tf7?
2.Txf7+ Rxf7
3.a5! Cc7
7...Ce8??
4.Re4 Rf6
Error gravísimo. Ahora a las blancas se les ofrece la
5.Ae2! Re6
posibilidad de arrinconar el caballo enemigo en un
extremo del tablero. La retirada correcta era,
naturalmente, 7. ..., Cc4. Si ahora 5...Rg5 , seguiría 6.Re5!

8.Rg5 Cg7 6.Ac4+!


9.Rh6!
¡Fuerte jugada! El rey negro ha de definir su
posición. Si 6...Rf6 las blancas juegan 7.Rf4 y su rey se
Las negras están en zugzwang. Si 9...Ce8 decide abre paso.
10.g5! La superioridad del alfil se pone sobre todo de
manifiesto en las posiciones en que la batalla se 6...Rd6!
desarrolla simultáneamente en ambos flancos. En
estos casos, gracias a su largo alcance, el alfil puede El rey blanco puede marchar ahora hacia el peón h
apoyar el avance de los propios peones y, al mismo de las negras, pero éstas se apresuran a traer su

63
caballo a la batalla justo a tiempo, obteniendo así
contrajuego.

7.Rf5 Cd5
8.Rg6 Ce3!
9.Ae2! c4
10.Rxh6 c3

Ahora las blancas han de entregar su alfil a cambio


del peón negro, y sólo queda saber si el lento caballo
llegará a tiempo de frenar el avance del peón 'h' de las
blancas.

11.Ad3 c2

Otra posibilidad era 11...Cg4+ 12.Rg5 Ce5 13.Ac2


Re7 (a 13...Rc5 sigue 14.Rf5 Cf7 15.Ad3! etc.) 14.a6!
Cc6 15.Ab3! Rf8 16.Rf6 etc.

12.Axc2 Cxc2 1...f5??

13.Rg6 Cd4! Jugada malísima, que abre inmediatamente el


camino a las piezas enemigas. Las blancas ganan con
La última posibilidad. Si el blanco juega ahora toda facilidad llevando su caballo a f4.
precipitadamente 14.h6 sigue 14...Ce6 15.h7 Cf8+ y la
partida acaba en tablas. 2.Rg5 Rg7
3.Ce3 Af7
14.Rf6! Ce6
4.Cg2 Ag8
15.a6
5.Cf4 Af7
6.e6!
Y las negras abandonan.
Excelente ejemplo, que ilustra la superioridad del
alfil, que participa con gran efectividad en la lucha Las negras abandonan. Si las negras hubieran
cuando ésta se desarrolla en dos frentes. jugado 1. ..., Rg7, se habrían podido defender con todo
éxito.

La ventaja del caballo sobre el alfil se manifiesta


con especial claridad en los casos en que la batalla
tiene lugar en un solo flanco y los peones del bando (Diagrama núm. 103)
que se defiende ocupan casillas del mismo color que
aquéllas por las que se mueve su propio alfil.
Conviene evitar en lo posible caer en este tipo de Los peones negros se hallan situados en casillas
posiciones, pues en tales casos suelen formarse una blancas, y por ello el bando negro debiera haber
serie de casillas débiles por las que las piezas cambiado el alfil enemigo de casillas blancas por su
enemigas —rey y caballo— pueden penetrar en propio alfil «malo». La continuación 1...Axd3 2.Rxd3
nuestro campo. Cc6 le ofrecía buenas posibilidades de tablas.

Nº 102
Nº 103
Tarrasch Bartmanii

64
Nuremberg, 1883 9.Rd2 Ab5
Las blancas han conseguido ya mucho. Pero para
obtener la victoria han de llevar a cabo un .nuevo
reagrupamiento de piezas. Con su siguiente jugada se
aprestan a trasladar el caballo a f4. desde donde
defenderá el propio peón 'h' y, al mismo tiempo,
amenazará constantemente capturar el peón 'e'
negro.

10.Ce3! Rg8
11.Cg2 Rf8
12.Rc3 Ae2
13.Cf4 Ad1
14.Rb4 Re8
15.Rc5 Rd7
16.Rb6 Rc8
El rey de las negras ha llegado a tiempo de
defender el peón 'b'. Pero ahora decide la partida un
1...Cc4+? sacrificio en e6.
Un error que pronto pondrá a las negras en 17.Cxe6 Axh5
situación desesperada.
18.Cf4
2.Axc4! Axc4 y después de 18...Af3 gana 19.e6! Las negras
3.a5! abandonaron.

Nº 104
Es necesario fijar el peón 'b' de las negras en una Sarkesi Kmoch
casilla blanca. A continuación, el rey blanco penetrará 1927
en el campo enemigo a través de las casillas negras.

3...Rf8
4.h4 Re8
5.h5 h6
Se amenazaba el molesto avance 6. h6 seguido de la
maniobra Cf3-Cg5 y de la marcha del rey blanco hacia
el flanco de dama. Pero también ahora las blancas
pueden atacar el peón 'h' desde la casilla g4, y por
ello el rey negro no puede alejarse mucho de dicho
peón.

6.Ch3! Rf8
7.Cf2 Rg8
No se saca nada con 7...Ab3 8.Rd2 , y el alfil negro
se ve incapaz de participar activamente en la lucha.

8.Cg4 Rh7
1.Ce5?

65
Esta jugada es un error de principio. Una vez Los alfiles «buenos» y «malos» son un importante
cambiado el caballo, a las blancas les queda una sola factor cuando se trata de evaluar la posición. El bando
pieza menor: el alfil de casillas negras. En la presente con un alfil «malo» deberá evitar en lo posible toda
estructura de peones (los peones blancos en b2, c3 y
simplificación del juego, ya que en el final la
d4 ocupan casillas del mismo color que el propio
alfil), dicho alfil será notablemente más débil que el superioridad del «buen» alfil enemigo puede llegar a
caballo de las negras. En el final que sigue, el blanco ser decisiva.
tendrá dificultad para controlar las casillas de su
color (cosa que hubiera sido fácil para el caballo). La ventaja de las blancas es indiscutible. Los
Además, las negras tienen la posibilidad de organizar peones que protegen al rey negro están aislados;
un ataque de peones en el flanco de dama. además, su alfil, limitado en su radio de acción por el
peón en e4, es mucho más débil que el de su
1…., Axe5! oponente. Pero si las negras jugaran su dama a e7
para intentar eventualmente ..., c5, su posición aún
Evaluación correcta de la posición. La captura ha de sería defendible. Sin embargo, decidieron cambiar las
efectuarse precisamente con el alfil. damas.

2.dxe5 Tfc8 Nº 105


Tartakover Pirc
Preparándose para iniciar el llamado «ataque de las 1948
minorías»: los peones negros en a7 y b6 avanzarán
para atacar a sus congéneres blancos situados en este
mismo flanco. Dicho ataque tiene por objeto crear un
peón débil en el campo enemigo. Al propio tiempo se
abre una columna para las piezas pesadas.

3.Ag5 Rf8
4.Tad1 Tc4
5.f3 Tac8
6.Te2 b5
7.Ad2 a5!

Las negras se han apoderado por completo de la


iniciativa. La amenaza de ruptura mediante ....b4 se
reveló decisiva.

Alfiles «buenos» y «malos»

En la práctica se producen con mucha frecuencia 1...Dxd1+?


posiciones en que un alfil ha de ocuparse de la 2.Rxd1 f5
defensa de peones situados en casillas de su mismo
color. En tales casos su actividad se ve súbitamente Otro peón negro va a colocarse en una casilla del
reducida. Se dice entonces que este alfil es «malo». En mismo color que el alfil. Pero las negras no podían
cambio, el alfil que dispone de diagonales abiertas y prescindir de esta jugada. En caso de 2...c5
cuyos movimientos no están restringidos por sus (conteniendo el avance del peón c blanco) seguiría
propios peones se llama «bueno». 3.bxc5 bxc5 4.Ag4! seguido de la marcha del rey
blanco hacia el peón e de las negras vía g3.

3.c5!

66
De esta manera las blancas aseguran a su rey la
ocupación de la casilla clave d4.

3...b5
4.Rd2 Rg7
5.Rc3 Rf6
6.Rd4 Re6
7.Ad1!
La ventaja de las blancas ha adoptada formas
concretas. Casi todos los peones negros son débiles y
pueden ser objeto de ataque.

7...Ad5

Se amenazaba 8. Ab3+. Pero ahora las blancas


efectúan el importante avance g4.
¡Las blancas han triunfado! Todas las piezas del
8.g4! c6 negro ocupan casillas del color de su alfil. De hecho
9.g5! este último apenas puede moverse. Las blancas
llevaron a cabo de modo lógico su plan de victoria:
13...Aa2 14.Rc3 Ad5 15.a5 Rd7 16.Ah5! Re7 17.g6!
Otro camino posible era 9.gxf5+ Rxf5 10.Ac2! y las fxg6 18.Axg6! Rf6 19.Axh7 Ae6 20.Rd4 Ad7 (si el alfil
negras han de entregar tarde o temprano el peón de va a cualquier otra casilla de la diagonal g8-a2, sigue
rey. Sin embargo en este último caso era sencillamente 21.Axf5); 21.Ag8. Las negras
indispensable calcular con toda exactitud el final de abandonaron.
peones que se produciría tras el cambio de alfiles. Por Nº 107
ejemplo: 10...Rg4 11.Axe4 Axe4 12.Rxe4 f6! 13.h3+
Rxh3 14.Rf5 h5 15.e4 h4 16.e5 Rg3! y ambos bandos Tzvetkov Smyslov, Moscú, 1947
coronan su peón al mismo tiempo. El plan iniciado
por las blancas con la jugada del texto consiste en lo
siguiente: primero avanzarán con el peón h hasta h6,
luego llevarán su alfil a h5 y en el momento oportuno,
efectuarán una ruptura mediante g6. El desarrollo
final de la lucha es instructivo en muchos aspectos.

9...Ac4
10.a4 Ad5
11.h4 Ac4
12.h5 Ad5
13.h6

Nº 106 Acaban de ser cambiadas las damas. Los peones


blancos c4, d5, g4 y h3 se hallan situados en casillas

67
del color de su propio alfil, lo que restringe 12.Af3
considerablemente la libertad de movimientos del
A 12.c4 seguiría 12...bxc4 13.Axc4 Ac2 y a
bando blanco. Además de esto, quedan débiles las
continuación 14..., Ae5 creando dos peones pasados y
casillas de color negro en el flanco de rey. Pero si las
ligados en el centro.
blancas se apresuraran a jugar g5, en caso de
permitírselo su adversario, parece que la partida
12...Ab3
habría de ser tablas, ya que no se ve posibilidad de
ruptura por parte de las negras. Por eso estas últimas 13.Ae2 Ac4!
jugaron:
De este modo las negras fuerzan el paso a un final
1...g5!
favorable de peones. La última fase de la partida tiene
carácter de final artístico: 14.Axc4 bxc4 15.a4 Rxd5
De esta suerte las negras no solo abren a su rey un
16.a5 Rc6 17.Re4 d5+! (todo lo que sigue fue
camino hacia el centro, sino que fijan en sus malas
calculado cuidadosamente por las negras cuando
casillas los peones enemigos.
hicieron la jugada 13..., Ac4!) 18.Re5 d4 19.cxd4 c3
20.d5+ Rd7! A lo que parece, las negras se habían
2.Rf2 Rf6
conformado con hacer tablas, pues ambos bandos
3.Re3 Re5 coronan un peón al mismo tiempo. Pero esto no es
sino una impresión superficial: 21.a6 c2 22.a7 c1=D
4.Ae2! Ac2
23.a8=D Df4 mate. Un mate elegante.

El intento por parte de las negras de ganar el peón Veamos ahora un ejemplo de cómo no debe jugarse
h blanco no conduciría a nada bueno, ya que después un final de alfiles.
de 4...Ag2 5.Rf2 Axh3?? 6.Rg3 las negras perderían el
alfil. Por eso el negro adopta otro plan, que consiste Nº 108
en preparar el avance .... b5.

5.Rd2 Ab1
6.Re3

Las blancas evitan caer en un celada: 6.Rc1? Ae4


7.Rd2 Rf4! y el rey negro penetra en el campo
enemigo.

6...h6
7.Af3 Ac2
8.Ae2

Sería malo 8.Rd2? a causa de 8...Rf4! Las blancas se


ven obligadas a permanecer pasivas mientras el
negro va poco a poco llevando a cabo su plan.

8...a6!
9.Rd2 Aa4 Las negras tienen un peón de ventaja y buenas
posibilidades de ganar la partida. Pero lo echan todo
10.Re3 b5!
a perder al adoptar un erróneo plan de juego.
Amenazando 11...bxc4 12.Axc4 Ab5! y el alfil blanco
no puede retirarse debido a 13...Af1. 1...c5?
11.cxb5 axb5 Esta jugada «natural» es ya un error. Las negras
debían situar sus peones en casillas de color opuesto

68
al del propio alfil. Esto se conseguía mediante 1...b5 N.° 109
que al mismo tiempo impedía 2. Ta4. En tal caso no
era bueno para las blancas continuar 2.Axc7 en vista
de 2...Tc8 3.Af4 Txc2.

2.Ta4! a5
3.Te4 g5?

Nuevamente una mala jugada. Las negras no sólo


debilitan la estructura de sus peones, sino que
permiten a las piezas blancas ocupar posiciones
activas.

4.Ac7! Ad8
5.Ad6 Th8
6.Re2!

El rey blanco inicia su marcha hacia el centro,


mientras el negro todavía tiene que buscar un modo
de poner en juego sus piezas.
La posición de las blancas parece incierta. El
6...h5! caballo negro es claramente superior al alfil de su
adversario. El peón d blanco es débil, y también
Afortunadamente las negras han encontrado esta puede ser atacado el peón a. A las negras ahora les
maniobra sin la cual su situación sería sumamente convenía reforzar la posición del caballo mediante
precaria. Ahora, después de 7.Rd3 Th6 8.Ae5+ Rf8 1. ..., g6 seguido de 2. ..., f5, después de lo cual el logro
9.Rc4 Te6 10.Rd5! las blancas por lo menos no están de la victoria sólo sería cuestión de tiempo. En lugar
peor. de dicho plan, permitieron la transición a un final de
torres en que quedaban con un peón pasado de
ventaja, pero... sin posibilidades de victoria.
Finales de torres
1...Cc5?
El final de torres está considerado con razón como 2.Te1! Txd4
uno de los más complejos. Su aparente sencillez
disimula un contenido profundo, que exige del
¿Qué otra cosa? A 2...Cxa6 3.Te8+ Rf7 4.Te7+ Rg6
jugador el cálculo más preciso y un finísimo sentido 5.Txa7 Ta5 6.d5 y ahora son las negras quienes han
de la posición. de luchar por las tablas.

Los finales de torres se encuentran en la práctica 3.Axc5 bxc5


con mucha más frecuencia que otros. Es, por tanto,
4.Te7!
comprensible que el ajedrecista que desea
perfeccionar su juego no pueda en absoluto
prescindir de su estudio, a fin de evitar los errores en ¡Lo preciso! Un activo contrajuego es el mejor plan
de defensa en tales posiciones.
posiciones teóricas típicas y conocidas.

Una de las principales características de los finales 4...Td2+


de torres consiste en el hecho de que a menudo una 5.Rg3 Txb2
superioridad posicional tiene más importancia que 6.Txa7 Ta2
las ganancias materiales.
7.Rf3!

69
El avance de los peones negros queda detenido. La peón hasta g7. Lo correcto para ganar era 1...Rc3!
torre blanca ocupa una excelente posición en la 2.Tc7+ Rxd4 (ahora esta captura se efectúa con
séptima fila, impidiendo que el rey de las negras tome ganancia de tiempo, ya que las blancas han de volver
parte activa en el juego. Después de 7...c3 8.Re3 c4 a defender su peón g. No es posible 3.Tb7 a causa de
9.f5 la partida fue declarada tablas. 3...Txg5 4.Txb4+ Rc3) 3.Tg7 Rc3 4.Tc7+ Rd3! 5.Tg7 d4
6.g6 Tc2+ 7.Rb1 (a 7.Rd1 sigue 7...Tc6! 8.Tg8 Rc3 9.g7
Tc7 y gana) 7...Tc6! 8.Tg8 (tampoco hay salvación
El gran conocedor de los finales de torre y gran después de 8.Tb7 Txg6 9.Txb4 Rc3 10.Tb8 Tg1+
maestro A. Rubinstein solía diferir en lo posible la 11.Ra2 d3 12.Tc8+ Rd2 13.Rb2 Tg5 , etc.), 8...Rc3 9.g7
captura de los peones débiles de su adversario, a fin Tc7! y las blancas pueden deponer las armas.
de no permitirle contrajuego alguno.
2.g6!
N.° 110
El peón blanco ha avanzado un paso, y todavía las
Leonhardt Spielmann negras no han creado ninguna amenaza.
San Sebastián, 1912
2...Rd3
3.Td7 d4
4.g7! Tg6

Si 4. ..., Rc3, las blancas dan primero jaque


mediante 5. Tc7+, y luego atacan uno de los peones
negros. Ahora, en cambio, se pone en juego el rey
blanco.

5.Rb2 Tg1
6.Rb3

El peón negro en b4 se pierde. puesto que a


6...Tb1+ sigue 7.Ra4 y la torre de las negras ha de
regresar a la columna g. Pero las blancas tampoco
pueden ya ganar. Para enjuiciar estos finales es de
primerísima importancia la posición que ocupan los
reyes y las torres. Si se consigue obligar a la torre
enemiga a que adopte una posición pasiva, esto es ya
Para el maestro austríaco, cuya puntuación en el un importante logro.
torneo le situaba en uno de los primeros puestos, el
resultado de este encuentro tenía gran importancia.
En la posición que representa el diagrama la partida
fue aplazada, y las negras se dispusieron a anotar su
jugada secreta. «Mis colegas y mi adversario —
escribiría más tarde Spielmann— me congratulaban
ya anticipadamente por la victoria. Tan evidente les
parecía la jugada 1... Rc3 que ni se les pasaba por la
imaginación que alguien pudiese no verla... Mi jugada
secreta causó sensación.»

1...Rxd4?
N.º 111
Continuando de esta manera las negras permiten
Tarrasch Chigorin
que su adversario gane dos tiempos y avance con su

70
Match. 1893 . 5.g4 Re7
6.Ta7+

y las blancas no tardaron en conseguir la victoria


definitiva: 6...Re8 7.h5 Rf8 8.h6 Tb1 (si 8...Rg8 decide
9.Rg6 amenazando mate) 9.Txa2, etc.
En los finales de torres es muy importante saber
luchar contra los peones pasados del adversario y
contener su avance. Dentro de lo posible, la torre ha
de situarse detrás del peón pasado, ya sea propio o
enemigo. En el primer caso, para apoyar su avance
hasta la casilla de promoción; en el segundo, para
tener la máxima libertad de acción. En el ejemplo
siguiente las blancas no tienen en cuenta este
principio, y su adversario aprovecha inmediatamente
la oportunidad que se le presenta.

Nº 112

1...Ta2?

Ahora la torre negra se halla privada de su libertad


de movimiento y no puede tomar parte en la lucha
contra los peones enemigos. Como lo ha demostrado
I. Maizelis era preciso jugar 1...a2 2.h5+ (nada logran
las blancas con jugadas de espera, pues las negras
maniobrarán con su torre a lo largo de la séptima fila.
2.Rg4 Tc4+) 2...Rf6 3.Rh4 (una bonita variante sería
3.g4 Tc5! 4.Txa2 Rg5! y tablas)) 3...Th2+ 4.Rg4 Tb2
5.Ta6+ Rg7 6.Rg5 Tb5+ 7.Rh4 Tb2 8.g4 Rf7 Parece
como si las blancas hubieran conseguido mucho; sin
embargo, no pueden ganar. Por ejemplo: 9.Ta7+ Rf6!
10.g5+ Rf5 11.h6 Th2+ 12.Rg3 Th1! 13.Txa2 Rxg5 o
bien 9. h6 Tb6! y las negras se salvan. No es difícil
percatarse de que la actividad de la torre negra, en
combinación con la amenaza ..., a1 = D, no permite un
avance decisivo de los peones blancos. La partida
concluyó del modo siguiente: 1.b6?

2.Rg4 Ta1 Grave error, que permite a la torre negra colocarse


detrás del peón. Continuando 1.Tb2! Rf6 2.b6 Tb7
3.Ta6+ Rf7 3.Rg2 Re6 4.Rf3 Rd6 5.Rf4 las blancas podían ganar la
4.Rg5! partida.

1...Ta1+!
El rey blanco toma parte activa en los
acontecimientos, pero la torre negra no es capaz de 2.Rg2 Tb1
acudir en ayuda de su propio rey. Ahora las blancas tienen que defender su peón
mediante 3.Tc6 . Después de 3...Tb3 4.Rf1 Tb2! , se
4...a2 llegó a un final en el que la torre negra ocupa una

71
posición excelente, atacando el peón blanco y al rápidamente hacia las tablas.
mismo tiempo impidiendo que el rey enemigo entre
en juego. La partida acabó en tablas. 2.Rf4! Ta4+!
Para bloquear los peones pasados del enemigo es
3.Rg3 f5
generalmente ventajoso servirse del rey.

N.° 113 O 3...Rg5 4.Tg7+ Rf5 5.Rh4!

Alekhine Euwe 4.Rh4 Rf6


Match, 1935 5.Tb7! Tablas

.
Una defensa pasiva permite generalmente al
adversario provocar debilidades en la estructura de
nuestros peones y preparar una invasión de nuestro
territorio con sus piezas.

N º 114

Alekhine Stoltz

Salzburgo, 1942

Las negras no pueden ganar, pues el rey blanco


consigue ocupar a tiempo la casilla f4 y bloquear los
peones enemigos. Pero para lograr esto hay dos
caminos: 1. Re5 y 1. Re3. Alekhine jugó:

1.Re5?

Esta jugada aparentemente activa pudo causar la


derrota. Lo correcto era 1.Re3! f5 (a 1...Ta4 seguiría
2.Tc4!) 2.Rf4 Ta4+ 3.Rg3 Rf6 4.Tb7! Re5 5.Tb5+ Re6
6.Tb6+ Rd5 7.Tb5+ y las negras no pueden evitar la
repetición de jugadas.

1...f6+?
¿Es posible que las blancas puedan ganar en esta
Ahora son las negras las que se equivocan. La posición? Aunque lograran capturar el peón 'a' negro,
partida se ganaba mediante 1...Ta4! privando al rey el resultado normal debería ser tablas. Ahora Stoltz
blanco de la casilla f4. Posiblemente Euwe temió la podría persuadir a Alekhine de la inutilidad de
continuación 2.Tc4 pero en este caso las negras proseguir el juego, si continuara 1... Tf5, y en caso de
ganaban obligando al rey blanco a alejarse de la zona 2.Te4, entonces 2...h5!. Pero las negras adoptan una
crítica: 2...f6+! 3.Re6 Ta6+ seguido de 4...Rg5. táctica de espera, permitiendo así que el enemigo
Después de la jugada del texto, el rey blanco se active sus piezas.
posesionó del punto f4, y la partida derivó

72
1...Tb6 13.Td7+ Rf8
2.Ta5 Te6 14.Ta7!

También aquí había que jugar 2...h5! Por otra parte, Después de 14...Tb6 15.Th7 Rg8 16.Te7! Rf8
aun después de la jugada del texto las negras no 17.Te6! las blancas forzaron el cambio de torres y
tienen por qué perder. obtuvieron un final de damas con un peón de ventaja,
que bastó para darles la victoria.
3.g4! El resultado de la batalla en los finales de torres
depende en gran manera de la acción conjunta de la
Primer logro positivo del blanco. torre y el rey. A pesar de lo reducido del material en
muchos casos es posible crear peligrosas amenazas
3...Rf6 contra el rey enemigo. No pocas veces la actividad de
ambas piezas compensa una pérdida considerable de
4.Rf2 h6
material.
5.Rg3! Rg6
Nº 115
6.f4 Tb6?
Budo Mazel
VII Campeonato de la URSS,
A pesar de la apreciable mejora en la posición del 1931
blanco, las negras podían todavía forzar las tablas
renunciando a su defensa pasiva. Era preciso jugar
6...Te3+ 7.Rf2 entonces la torre negra se mueve a lo
largo de la sexta fila y no permite que el rey blanco
siga avanzando hacia adelante. La torre blanca con
los peones no pueden ganar sin la cooperación de su
rey. En caso de 7.Rh4 las negras continúan 7...Tf3 , y
después de 8.f5+ Rg7 9.Txa6 Tf1 se logran las tablas
dando jaque al rey blanco desde atrás. La jugada
hecha en la partida permite a Alekhine pasar a la
ofensiva.

7.Rh4 Rg7
8.f5! Tc6
9.Ta4 Tb6
10.Ta5 Tc6
11.Td5 Tb6?

El negro sigue con su táctica pasiva y expectante. Las blancas tienen dos peones de ventaja.
Entretanto, negros nubarrones se ciernen sobre su Prosiguiendo 1.Re3! Tb2 2.Ta5 Txh2 3.Txc5 Txa2
posición. Era indispensable jugar 11...Tc1 tratando 4.Tc8! hubieran ganado fácilmente la partida.
de activar la torre. 12.Td7+ Rf6 13.Td6+ 13...Rg7
14.Txa6 las negras podían contestar 14...Th1+ y si 1.Tc6? Rf4!
13.Th7 sigue 13...Th1+ 14.Rg3 h5! 15.Th6+ Rf7 16.g5
Tg1+! etcétera. El rey blanco es ahora objeto de ataque.

12.Rh5 Tc6 2.Txc5?

Ahora ya es tarde para 12...Tb1 13.Td7+ Rf6 Otro error, tras el cual ya no es posible ganar el
14.Td6+ Rg7 15.Tg6+ y las blancas ganan. juego. Era preciso continuar 2.Te6! Tb4 3.Te2! (¡La
torre ha de apoyar el peón desde atrás!), 3...Txc4

73
4.Td2 Tb4 5.d6 Tb8 6.d7 Td8 7.Re2 Re5 8.Rd1 Re6 Tg2+ y jaque perpetuo.; Las blancas pueden jugar
9.Rc2 y si las negras capturan el peón 'd' blanco 16.Te6 pero entonces sigue 16...g4! 17.Te1 Rg3
quedan con un final de peones perdido. 18.Te3+ Rf2 19.Ta3 g3! 20.Ta1 Td4! 21.Ta2+ Rf1 y
tablas.
2...Tb2+!
Nº 116
3.Re1 Re3
4.Rd1 Rd3
5.Rc1 Tc2+
6.Rb1 Rc3
7.a4

O bien 7.Tb5 Txh2 8.Tb3+ Rxc4.

7...Txh2

Aquí las blancas jugaron 8.d6? después de lo cual


las negras forzaron tablas: 8...Th1+ 9.Ra2 Th2+
10.Ra3 Th1! Mucho más difícil hubiera sido su tarea
en caso de

8.a5!

Si ahora las negras hubiesen continuado de modo


análogo al de la partida: 8...Th1+ 9.Ra2 Th2+ 10.Ra3
Th1 el rey blanco se escapa por a4. 16.Tb6! g4

8...Rb3! 17.Tb1
Había que prevenir la amenaza 17...Td1+ 18.Rh2
Ahora el rey de las blancas tiene que ir hacia el g3+ 19.Rh3 Th1 mate.
flanco opuesto, ya que el intento de hacer volver al
juego la torre mediante 9.Tb5+ Rxc4 da tablas 17...Rf2!
inmediatas. En caso de 9.Rc1 Rc3 10.Rd1 Rd3 11.Re1
Re3 12.Rf1 Rf3 13.Rg1 Tg2+ 14.Rh1 los jaques se 18.a6
acaban, pero las negras disponen ahora de una La variante 18.Tg1 Td3! 19.Tg2+ Rf1 conduce a
instructiva maniobra salvadora, que el lector hará tablas, e incluso pueden perder las blancas si
bien en recordar. continúan 20.a6? Th3+ 21.Th2 g3!! 22.Txh3 g2+
23.Rh2 g1=D! mate.
(Diagrama núm. 116)
18...g3

14...Td2! 19.a7 Td4!


20.Tb2+ Rf1!
Amenaza 15...Rg3 ganando.
y las blancas han de conformarse con tablas, ya que
15.Tc6 g5 sería malo 21.Th2 Th4! 22.Txh4 g2+ seguido de mate
en dos jugadas. Final sumamente instructivo, que
Una curiosa posición. Ante cualquier acción de las ilustra de manera convincente la fuerza de las piezas
blancas, el negro dispone de suficiente defensa. Por cuando actúan unidas.
ejemplo, a 16.Tf6+ sigue 16...Rg3 17.Tf1 Th2+ 18.Rg1

74
4
ERRORES PSICOLÓGICOS
Los errores psicológicos constituyen un grupo experiencia y conocimientos adquiridos. Al
aparte. En su mayoría se deben al carácter y hábitos sobreestimar el papel que desempeña el cálculo de
del hombre. Entre ellos pueden también contarse los posibilidades concretas, se cometen con frecuencia
descuidos graves, provocados, en general, por una errores ligados al concepto general de la posición. Por
insuficiente disciplina interna en el ajedrecista. otro lado, un exagerado respeto a las leyes generales
A menudo las decisiones tomadas apresuradamente o un juego basado únicamente en éstas últimas a
son debidas a un excesivo optimismo o a una menudo dan origen a errores tácticos. La habilidad
sobreestimación de las propias posibilidades. Pero, para encontrar el justo medio entre estos dos
por otra parte, la falta de seguridad en las propias elementos constitutivos del ajedrez y para recordar el
fuerzas suele ser también muchas veces causa de una papel exacto de cada uno de ellos en un determinado
prematura capitulación psicológica. A muchos momento de la lucha es el patrón por el que se mide
peligros se expone quien cede a ciertas debilidades la fuerza del jugador.
tales como jugar a tender celadas o buscar a toda
costa la belleza. Gran parte de los errores La pieza olvidada
psicológicos tiene su origen en el carácter mismo del «¡Otra vez me he dejado una pieza!» ¡Cuántas veces
pensamiento ajedrecístico, donde se entremezclan hemos oído esta frase y cuántas también ha salido de
consideraciones generales de orden posicional con labios de ajedrecistas de todas las categorías!
elementos de cálculo concreto. Los principiantes y Aparentemente el recuerdo mismo de una partida
jugadores de escasa fuerza llevan la lucha de acuerdo perdida por un grave descuido provoca la repetición
con principios y cálculos concretos. Cuanto mayor es de un error semejante en la siguiente. Pero no hay tal.
la experiencia del ajedrecista, tanta más importancia En la mayoría de los casos la pieza olvidada es una
tienen para él las leyes generales que presiden el situada lejos del sector en que se desarrolla el fuego
juego del ajedrez. Poco a poco el cálculo concreto más vivo de la batalla. El jugador que ataca en el
viene a convertirse en mero complemento de flanco de rey concentra naturalmente su atención en
apreciaciones generales, basadas éstas en la

75
las piezas que toman parte directa en tas amenazas y en a5! ¡Horrible final! El tranquilo alfil, que tanto
en las repercusiones de éstas. En cambio, parece tiempo llevaba ya inactivo en el extremo del tablero,
como si se esfumaran de la mente esas otras piezas es quien asesta ahora el golpe definitivo. Las negras
que contemplan pasivas los acontecimientos desde el abandonaron.
otro lado del tablero, y a veces llegan a olvidarse por
completo. Entonces es cuando puede perderse la Uno se imagina que el jugador fuerte, el maestro,
no se olvida nunca de sus piezas. Para persuadirnos
partida por causa de «la pieza olvidada».
de lo contrario, veamos un ejemplo tomado de la
práctica entre dos maestros.
N.° 117
Nº 118

Zagoriansky Kopylov

1949

Juegan las negras. El blanco podría ya abandonar. Y


así lo haría probablemente si el negro ahora jugase
1. ..., e6! seguido de 2...Txh2. Pero las negras tomaron
el peón inmediatamente, cosa perfectamente factible,
aunque permite al blanco demorar un poco su
capitulación.
Las blancas tienen una torre de más, pero las
amenazas del negro son muy peligrosas. En primer
1...Txh2 2.Dxg5 lugar se amenaza 1. ..., Dxg3+ seguido de mate en
pocas jugadas. A pesar de todo, las blancas podían
Al blanco le asoma una tímida esperanza: ¿Y si en el conseguir la victoria moviendo sencillamente la torre
fragor de la batalla las negras no se percataran de la de rey: 1.Tfd1! Dxg3+ 2.Rf1 Dh3+ 3.Re1! Las negras
amenaza 3. Dd8 mate? pueden dar ahora una serie de jaques: 3...Dh1+ 4.Re2
Dh5+ 5.f3 Dh2+ , pero a fin de cuentas el rey blanco
2...Th1+ acaba por encontrar refugio: 6.Rd3 Df4 7.Dd2 Dxf3+
8.Rc2 y ganan. Zagoriansky vio esta continuación,
3.Re2 Te1+?! pero decidió defenderse de la amenaza 1. ..., Dxg3 +
con una jugada más «sencilla».
Al colocar su torre en e1, las negras se recrearon
por algún tiempo en el bonito final de mate que 1.Rh2??
tenían en perspectiva (4.Rd2 e3+ 5.Rc2 Tc1 mate). A Contando con protegerse de los jaques después de
continuación levantaron la vista para echar una 1...Dh5+ 2.Rg2 Dd5+ mediante 3.f3.
ojeada al resto del tablero y vieron... ¡el alfil enemigo
1...Tc5!

76
El excesivo apetito
La intervención de esta olvidada torre hizo que las
blancas depusieran inmediatamente sus armas. Las partidas entre principiantes a menudo se
Sobre este tema de «la pieza olvidada» nos ofrece caracterizan por la gran ventaja de material de uno
un curioso ejemplo en uno de sus artículos el de los dos bandos. El método más sencillo para hacer
malogrado gran maestro de Vladivostok (maestro valer dicha ventaja consiste, como es natural, en
solamente cuando publicó el artículo) A. Zaitzev.
simplificar la posición. Al provocar y efectuar
cambios, nosotros mismos reducimos el número de
Nº 119 piezas que participan en la lucha. Otro método,
igualmente posible, de realizar la mencionada ventaja
de material es emprender un ataque directo contra el
rey enemigo. Pero si disponemos de una gran
superioridad de fuerzas, hemos de poner especial
atención en las posibilidades tácticas de nuestro
adversario y en sus aparentes «distracciones» o
jugadas hechas «sin interés». Muchos jugadores, al
quedar en mala posición, comienzan a hacer
verdaderos alardes de ingenio, explotando todas sus
posibilidades. La captura de un peón o pieza
«abandonados a su suerte » puede dar al resultado de
la batalla un sesgo totalmente imprevisto.

Nº 120

«Esta posición se produjo en dos partidas mías de


un torneo temático por correspondencia. Con gran
sorpresa por mi parte, ambos adversarios, que
jugaban con las negras, continuaron 19...Ch4+?? sin
advertir que después de 20.Axh4 se quedan sin la
pieza. Y cuando dos años más tarde en un torneo
internacional el representante de la R.D.A. Hellbig
alcanzó esta misma posición, esperé con impaciencia
su jugada 19. ¡Ésta, por supuesto, fue 19 C5T+?!.
«¡Caso totalmente inexplicable de colectiva ceguera
ajedrecística, incluso en partidas por
correspondencia!»
¿Cómo luchar contra semejantes distracciones? Tal
vez la única receta sea prestar una mayor atención a
las piezas, propias y ajenas, situadas en posiciones
poco usuales y lejos del punto en que se desarrollan Las negras acaban de retirar su dama de f6 jugando
los acontecimientos. Ni siquiera a las piezas de 1...Df7. El blanco decidió entonces incrementar su
ajedrez les gusta que se olviden de ellas... ventaja de material y capturó el alfil.

1.dxc7

Al hacer esta jugada, las blancas debieron haberse

77
fijado en que al rey negro no le quedan ahora casillas
de escape y que, por otra parte, todos los peones Las negras tienen ahora un caballo y tres peones de
negros se hallan bloqueados. El hecho mismo de que más, perola siguiente respuesta del blanco pone de
el alfil enemigo se pusiera a tiro del peón blanco, manifiesto que su posición es desesperada.
debió hacer sospechar a las blancas que aquí había
«gato encerrado». Y en efecto, la partida acaba en 4.e6! Rc8
tablas.
5.e7! Cf6
1...Df3+! 6.Rxf6
2.Rg1 Df1+
Las negras abandonan. Cuando se tiene ventaja de
3.Rh2 Dxh3+
material o de posición es muy importante no dar al
adversario posibilidades de agudizar la lucha.
El rey blanco no puede ponerse a cubierto de la
persecución de la dama enemiga, y en caso de
capturarla el rey de las negras queda ahogado. Cuando se tiene ventaja de material o de posición
En el ejemplo siguiente las negras, que tienen es muy importante no dar al adversario posibilidades
considerable ventaja de material, emprenden una de agudizar la lucha.
maniobra destinada a ganar todavía más... y pierden
la partida. Nº 122

Nº 121 Voronkov Chistiakov

Soloviev Kuzin 1959

1959

Las blancas pueden ganar. Para ello bastaría la


sencilla jugada 1.g3 seguida de Rc3 y Ta8. En lugar de
1...Axd7? ello, el blanco resolvió sacar partido de la activa
posición de su torre y salir con ella a la caza de
Lo correcto era 1...a4 peones. Pero a su vez las negras logran rápidamente
un peligroso contrajuego.
2.Txd7 Cc5+
1.Tc8? g3!
3.Rf5 Cxd7

78
He aquí la posibilidad con que contaba el negro. El Con esta jugada las negras ganan la calidad. Pero
peón enemigo en g2 será ahora objeto de ataque. para ello ha tenido que alejarse de su excelente
puesto el caballo de e5,cosa que permite a las piezas
2.Txc7+ Rf6 blancas reanudar sus activas operaciones en el flanco
de rey.
3.Rc1 Af1!
4.Txc6+?
2.Txd3 Txd3
3.Cg4!
Las negras pierden la cabeza y cometen un segundo
error. Jugando 4.Txa7 Axg2 5.Rd2 Ae4 6.Re1 aún
Primera sorpresa desagradable para las negras.
podían aspirar a la victoria. En cambio ahora el rey
Éstas no pueden ahora retirar el alfil a causa de 4.
negro se vuelve muy activo. Después de 4...Rf5 5.Rd2
Dxf7+, etc. Por otra parte, el blanco amenaza 4. Cxf6+,
Axg2 la partida acabó en tablas.
exf6; 5. Dxf6 seguido de mate en g7. Las negras, en
consecuencia, se ven forzadas a cambiar su alfil, que
tan importante papel desempeña en la defensa de las
Nº 123
casillas debilitadas por la jugada .., g6.

3...Axg5 4.Axg5

Nueva sorpresa. Las negras no pueden jugar 4...Tf8


debido a 5.Cf6+ Rh8 (5...exf6 6.Axf6 seguido de 7.Dh6
y mate); 6.Dh4!. Y si 4...Rg7 las blancas ganan con la
bonita jugada 5.Af6+! exf6 6.Dh6+ seguido de 7.Cxf6.

4...f6
5.Axf6! h5

A 5...exf6 seguiría 6.Dxf6 h5 y no se ve defensa


satisfactoria contra la amenaza 7. Ch6 mate. Y si
5...Tf8 entonces sigue inmediatamente 6.Ch6 mate.

6.Ch6+ Rh7
7.Cf5!

A esta posición se llegó en una partida Fedorov -


Weingold, jugada en el campeonato juvenil de la URSS y después 7...exf6 8.Dh6+ Rg8 9.Dxg6+ Rh8 10.Dxf6+
(Vilna, 1970). La posición de las negras es preferible. Rh7 11.Ce7 las negras abandonaron. La iniciativa de
La iniciativa de las blancas en el flanco de rey ha las blancas, que volvió a cobrar vida en forma de un
llegado a un punto muerto, mientras que las poderoso ataque, se reveló más importante que la
posibilidades del negro en la otra ala son mucho más ventaja material del negro. A veces resulta muy difícil
reales. Especialmente bien situado está el caballo en distinguir entre una pérdida obligada de material y
e5, casilla desde la que controla importantes puntos. un sacrificio. Uno de los dos bandos piensa que se
Continuando 1. ..., Tdb8 seguido eventualmente de ..., trata de una superioridad bien lograda de material,
c4 y..., Cc5, las negras podrían ir reforzando poco a mientras que el otro contempla su pérdida como un
poco su posición sin permitir que el blanco active sus sacrificio.
piezas. Empero juzgando incorrectamente el estado En el ejemplo que sigue ambos contendientes
de cosas las blancas prosiguieron: aprecian de modo diferente la posición que surge tras
la captura de una pieza por las blancas.
1...Cd3? N.° 124

Golovko Averbach

79
Moscú, 1950 apreciaron la posición después de la jugada 1. Dg4
resultó más exacta y sagaz que la de su oponente. Por
su parte el blanco, al capturar la pieza, quedó en
situación difícil. Tratando ahora de explotar su última
posibilidad, las blancas fuerzan el paso a un final en
que sus dos alfiles habrán de luchar contra una torre
y el alfil del adversario. Al encontrarse todos los
peones en un solo flanco, sus posibilidades de
defensa son considerables.

6.Axb4 Txd1
7.Txd1 Txd1
8.Axc5 Ad4!

Para obtener la victoria es indispensable a las


negras cambiar el alfil de dama blanco por el propio.
El blanco intenta sustraerse a dicho cambio, pero
después de 9.Ab4 Tb1 10.Ad2 Tb2 11.Ae1 Ac5! el alfil
de dama blanco no puede abandonar la casilla e1, lo
que permite a las negras forzar el pretendido cambio:
12.Rg2 Ab4 13.Axb4 Txb4 Se ha producido un final en
que, a pesar de una aparente complejidad, las negras
1.Dg4 no tardarán en conseguir el triunfo destruyendo los
peones blancos: 14.Rf3 g5! 15.h3 h5 16.Ad3 Rg7
Las blancas van conscientemente a ganar una pieza. 17.Re3 h4! 18.gxh4 Txh4 y el avance del rey negro
Más prudente era 1.Axd7 Dxd7 2.Dxc5. hasta la casilla e1 decidió el resultado de la batalla.
Los ejemplos examinados confirman una vez más la
1...Td3 antigua verdad de que una ventaja de material no es
2.Dxd7 Txd5!! siempre, ni mucho menos, equivalente al éxito. La
pérdida de tiempo, que lleva a veces consigo una
captura, exige gran atención por parte del que inicia
Inesperado y muy fuerte. Ahora las blancas han de las operaciones.
cambiar las damas, tras lo cual el alfil blanco queda
irremisiblemente clavado en d2; ni siquiera las
amenazas de mate en la octava fila conseguirá evitar
que las blancas sufran pérdidas decisivas.
El peligro del éxito
3.Dxd8 Tfxd8
El deseo de ganar lo antes posible una partida
Amenazando 4. ..., Ac3. Y si 4.Ag4 entonces decide «ganada» puede provocar un inesperado desastre.
4...h5! «Se mide siete veces, pero se corta una sola»; este
antiguo proverbio ruso debe recordarse también
4.Ag2 Td3!
cuando jugamos al ajedrez. ¡Cuántas veces aun los
No inmediatamente 4...Td4 5.Af3! y las blancas se jugadores más experimentados, después de haber
liberan. conseguido una ventaja material o posicional, relajan
su atención y pasan por alto las sencillas amenazas
5.Af1 T3d4! tácticas de su adversario! A este respecto ofrecen un
peligro especial las llamadas «posiciones ganadas».
Ahora el negro amenaza 6. ..., h6 seguido de 7. ...,
Txd2 contra lo cual las blancas no disponen de Nº 125
defensa suficiente. La manera en que las negras

80
N.° 126

Voronkov Vasiliev

Sverdlovsk. 1953

De hecho, las blancas pueden ya rendir armas. El


negro no sólo tiene ventaja de material, sino también
un fortísimo ataque contra la posición
completamente desmantelada del rey blanco. Por eso
la jugada que sigue no puede menos de parecer
lógica.
La partida de las blancas está perdida. Las piezas
negras han invadido las posiciones enemigas, y el
1...Tc2
caballo blanco en e6 está atacado, tocándoles jugar a
las negras. Pero veamos lo que sucedió.
Si ahora 2.Cg3 sigue 2...Dd4+ 3.Rf1 Df2# mate.; Y
es fácil de ver que tampoco se salvan las blancas con 1...Af3
2.Cf2 Dd4 3.Ta8+ Rh7 4.Tf1 Ad3 y todo se acabó.
2.Cxf3
Pero la jugada de la torre negra, además de
amenazar peligrosamente al rey enemigo, debilita su Es necesario capturar este alfil. Naturalmente, no
propia primera fila. Es cierto que las blancas no sirve a las blancas la variante 2.De5+ Ag7 3.Db8+ Tf8
conseguirían nada con 2. Ta8+, pero existe una bonita 4.Cxf8 Dxh2# mate. Pero ahora se vuelven peligrosos
combinación. los peones negros.

2.Cf6+!! 2...exf3
3.Txg3 f2??
Inesperadamente las blancas ganan: 2...gxf6 3.Te8
mate; o bien 2...Rf8 ( o 2...Rh8 ); 3.Te8 mate. ¿Por
qué perdió el negro la partida? Después de todo, ¡He aquí a lo que nos referíamos al hablar del
peligro del éxito! Seguras de su triunfo, las negras
tenían a su disposición más de un camino para
quieren forzar rápidamente los acontecimientos y no
obtener la victoria. Ganaban sencillamente con se toman la molestia de calcular debidamente las
1...Axe4 2.fxe4 Tc2 o con; 1...Tc1. A lo que parece, la variantes. La sencilla captura 3...Dxe6 les aseguraba
circunstancia misma de que la posición enemiga se la victoria, al quedar con una pieza de ventaja,
hallaba destruida por completo y la abundancia de aunque en este caso se veían obligadas a jugar un
métodos para ganar hizo que las negras relajaran su «engorroso» final después de 4.De5+.
4.De5+!
vigilancia.
Claro está que las negras ya vieron este jaque.

81
blanco. Pero este último, respirando ya los aires de la
4...Ag7 5.Txg7! gloria, la capturó tranquilamente.

¡Esto es lo que no esperaban! Al proyectado 2.Dxf7??


movimiento 5...f1=D+ seguiría 6.Tg1+ Tg7 7.Dxg7
mate. Y estalló el trueno.

5...Dxe6 2...g5+!!

Las negras se conforman ya con tablas después de Es difícil imaginarse una posición semejante. En
6.Dxe6 f1=D+ 7.Tg1 Df3+ 8.Tg2 Df1+ Pero la fuerte caso de 3....Rxg5 o 3... Axg5 o 3... hxg6 a . p. o
jugada que sigue destruye sus últimas ilusiones. finalmente 3. Rg4 se producen inmediatamente
tablas por ahogado. Y si 3.Rh3 sigue 3...g4+ con el
6.Txf7+! mismo resultado, cualquiera que sea la respuesta del
blanco.
Las negras abandonaron. Después de 6...Dxe5 Moraleja: ¡No apresurarse! Aun en la posición «más
7.fxe5 se pierde el peón f. ganada» o ante la jugada «más evidente» es menester
¡Terrible fin! Sólo tres jugadas antes, las negras examinar nuevamente con tranquilidad las
cantaban victoria. Al estudiar este tipo de ejemplos, el posibilidades del adversario. Nada va a sucederle por
gran maestro Kotov observa en su libro «Piense como ganar la partida unos minutos más tarde.
un gran maestro» que tales descuidos son
sumamente raros en los casos en que un jugador
busca la manera de salvarse en una posición difícil. La jugada natural
El siguiente final es muy instructivo.
«Jamás hemos de ceder al encanto aparente de las
Nº 127 jugadas naturales », escribió en su tiempo el campeón
del mundo A. Alekhine. Todos los manuales de
ajedrez destinados a principiantes hablan del peligro
de las jugadas llamadas naturales, es decir, que saltan
a la vista. Y, sin embargo, miles y miles de aficionados
de diversa fuerza capturan o defienden
instintivamente piezas atacadas, olvidando que tales
respuestas «evidentes» distan a veces mucho de ser
ventajosas.

(Diagrama núm. 128)

Las blancas acaban de jugar Cg5, amenazando


capturar el alfil negro en e6 y deteriorar la estructura
de los peones negros. El segundo jugador se defendió
de esta amenaza retirando dicho alfil.

1...Ac8??

Esta jugada natural resultó ser un gravísimo error.


2.Cd5!
El enemigo se resiste a abandonar la partida, y por
ello las blancas deciden cambiar las damas para La irrupción de este caballo decide
obligarle a que cese en su inútil empeño de continuar inmediatamente el resultado de la lucha, al tener las
la lucha. negras que soportar graves pérdidas de material.
1.Dg6+ Rh8?!
Las negras dejan su dama indefensa, y Nº 128
precisamente este hecho debió poner en guardia al

82
1...g4!

Ahora, en caso de 2.Dxd2 decide 2...gxh3 3.Rf1 h2 Y


el caballo no puede moverse debido a 2..., Dxf2+.

A veces no es nuestra impulsiva jugada natural la


que provoca la catástrofe, sino el convencimiento de
que el adversario hará la jugada natural que
esperamos.

N.° 130
Bykhovsky Vasilchuk
1959

Nº 129
Cherepkov Bakulin
1951

Las posibilidades de ambos bandos son


aproximadamente iguales, y es difícil imaginarse que
dos jugadas más tarde las negras tuvieron que
abandonar. He aquí lo que sucedió:

1...Cxe4
2.Axe7

Las negras decidieron ahora ganar un peón.


En esta posición las blancas jugaron 1.Dc3 ,
atacando la torre enemiga. El negro respondió 2...Cxf2??
1...Te2? y, tras varios errores por ambas partes, la
partida acabó en tablas: 2.Tf1 Rg6 3.De5 Cg4 4.Dd6+ Pensando en la continuación natural 3. Axd8, Cxd3,
Rh7 5.Dd7 Rg6 6.Dd6+ Rh7 7.Df8 Cxe3? (ahora y etc.
antes las negras podían ganar mediante 7...Txf2)
8.Cf4! , etc. Si las negras no se hubieran apresurado a 3.Da3!
defender la torre atacada, habrían visto, natural Esta respuesta tomó a las negras totalmente
mente, la jugada desprevenidas.

83
Son también muy peligrosos los descuidos Odessa, 1952
relacionados con jugadas naturales de desarrollo en
la apertura.

Nº131

1.The1?

¿Qué puede decirse contra esta jugada? La última


pieza blanca, aún sin desarrollar, se pone en juego. Y,
En la posición del diagrama que precede, las negras no obstante, esto es un error.
desarrollaron una segunda pieza al tiempo que
defendían el peón c. 1...Axg3!
2.hxg3 c5!
1...C8d7??

Y, sin embargo, esta jugada natural constituye un Inesperadamente las blancas se encuentran en
grave error. dificultades. El negro amenaza 3..., c4 ganando una
pieza, y también 3...cxd4.
2.dxc5! Cxc5
3.Da5 c4
¿Qué más puede pasar? Ahora las negras pierden
un peón y, lo que es peor, su rey se convierte en 4.Aa4 Td5
blanco de ataque de las piezas enemigas. 5.Db4 Dd6
3.Dxd8+ Rxd8
Después del cambio de damas, el alfil blanco sigue
4.Axg7 Tg8 amenazado y sin retirada satisfactoria.
5.Af6+
6.Dxd6+ Txd6
y las blancas ganaron. 7.b3
Una excesiva confianza en las jugadas naturales de
desarrollo, que permiten movilizar las piezas, La respuesta natural 7.Ab5 no salva la pieza a
contribuye no pocas veces a que el adversario se causa 7...a6.
apodere de la iniciativa. El siguiente ejemplo es 7...Cd5!
buena ilustración de lo dicho. También era posible, por supuesto, 7...Cxa4 8.bxa4
N.° 132 Ta6 pero la jugada del texto es mucho más fuerte.
Krutikhin Voronkov

84
Después de 8.Td2 c3 9.Tde2 a6 10.b4 b5 11.Ab3 Cxb4 3.Rg4 Td8
12.Te3 Tc8 las negras no tardaron en conseguir el
triunfo.
Así es como una «buena» jugada de desarrollo llevó En esto residía la clave de la combinación. Se
a las blancas a una mala posición. amenaza 4...Tg8+ 5.Rh5 Th8+ 6.Rg4 Th4 mate. Y en
caso de 4.exf6 Tg8+ 5.Rh5 Dxg3 las blancas también
reciben mate.
El afán de belleza
4.Dh7!
No pocas veces el ajedrecista que se ve en una
posición ganada, en lugar de escoger el camino más Esta respuesta no fue prevista por las negras. La
sencillo y claro hacia la victoria, se empeña en dama blanca ha conseguido defender la casilla g8, y
coronar la lucha con una bella combinación. ahora el alfil negro está amenazado. A 4...De2+
5.Rxh3 Th8 6.Dxh8+ Axh8 7.T1b2 Dh5+ 8.Rg2 y no se
Nº 133 ve para el negro defensa satisfactoria contra la
amenaza 9.Txb7. En 1a partida se hizo 4...Th8
Romanovsky Lówenfisch 5.Dxh8+ Axh8 6.Txb7 De2+ 7.Rh4! (desde luego no
7.Rxh3? Dh5+ 8.Rg2 De2+ y las blancas han de
1920 contentarse con tablas). 7...Da6 8.Tb8+ Rc7 9.Ad2! y
las negras abandonaron.

Tampoco trajo nada bueno el afán de belleza en el


siguiente ejemplo.

Nº 134

La posición de las blancas es desesperada. Las


piezas negras han invadido su segunda fila
horizontal, y después de la continuación evidente
1...Txh2 2.Tg1 (no hay otra defensa contra 2 Dg2
mate), 2…Tg2 3.exf6 Txg1 4.Axg1 Dg2+ 5.Re3 Dxg1+ Las negras tienen una pieza de más, un peón
el blanco no tiene más remedio que abandonar. En pasado y la posibilidad de atacar directamente al rey
vez de esto, las negras inician una combinación a blanco.
base de sacrificar la torre y pasan por alto una 1...Cf2+
defensa del blanco única, pero del todo suficiente.
2.Rh4 Tg5
1...Tg3+?? 3.Tf6+ Re3
2.hxg3 Dg2+ 4.Te6+ Rf3?

85
Las negras empiezan a jugar con vistas a una
posición artística, pero al final van a encontrarse con
una inesperada refutación. Ganaban de inmediato
continuando sencillamente 4...Rd3 5.Tg6 Txg4+
6.Txg4 Cxg4 7.Rxg4 Re4.

5.Tf6+ Rg2
6.Tg6 d4?

Siempre en el mismo estilo «artístico». Era


menester volver con el rey a f3 y de allí seguir hasta
d3.

7.Txg5 hxg5+
8.Rxg5 Cxg4

Parece definitivo. En caso de 9.Rxg4 d3 10.h6 d2


11.h7 d1=D+ las negras coronan el peón con jaque y Es muy importante durante la partida sentir a
ganan. tiempo la inoportunidad de perseguir la belleza y
correr así un riesgo injustificado. Las blancas tienen
9.Rf4! d3 un peón de ventaja, a lo que se añade la situación
incómoda del rey negro. Es tentador sacrificar el alfil
10.h6 d2 en g6 para después penetrar con la torre en la
11.h7 Ce5! séptima fila. Pero he aquí lo que escribe el gran
maestro Kholmov en sus comentarios: «Siempre está
presente la tentación de rematar la partida con
¡Esto ya es más de final artístico! Las blancas no brillantez, pero, con esto, el resultado que se consigue
pueden tomar el caballo: 12.Rxe5 d1=D 13.h8=D muchas veces es el contrario del que se deseaba:
Da1+; Y si 12.Re3 d1=D 13.h8=D Dd3+ 14.Rf4 Cg6+ y 1.Axg6+ fxg6 2.De7+ Rh6 3.Tc7 Td1+ 4.Rg2 Af1+
perece la recién adquirida dama de las blancas. Pero 5.Rf3 Td3+ 6.Rg4 Ae2+ 7.f3 Axf3+ 8.Rh3 Ag2+ 9.Rh2!!
una ligera inversión en el orden de jugadas y en esta variante las blancas ganan. Pero en el último
momento descubrí la posibilidad de una
12.h8=D Cg6+ desagradable sorpresa: 8...Ag4+!! y después 9.Rxg4
13.Re3! Txg3+ 10.Rxg3 De3+ se producen tablas por jaque
continuo.»
Una nota muy interesante desde el punto de vista
hizo que las blancas se salvaran. Es muy importante psicológico. Es evidente que, ya en el proceso mismo
durante la partida sentir a tiempo la inoportunidad de calcular la compleja variante que antecede,
de perseguir la belleza y correr así un riesgo Kholmov desconfió de su intuitivo deseo de rematar
injustificado. bonitamente la partida, y el brillante contragolpe8. ...,
A5C+!! no hizo sino confirmar su propia apreciación
del sacrificio 1. Ax6 + . La sencilla retirada del alfil

1.Af3!

N.° 135 después de


Kholmov Jacobsen
Kislovodsk, 1972 1...Td3
2.Df6 Db7
3.h5 gxh5

86
4.Dxe5 Una posición curiosa. 3.Txf4 seguiría 3...Te1+ con
mate.; También llevaría al desastre 3.Ae4 Txe4
permitió a las blancas hacer valer rápidamente su
4.Td8+ Te8+! Pero la sencilla retirada
ventaja. Durante la partida, a menudo el jugador se ve
confrontado ante una difícil decisión: ¿Qué
3.Dg1!
continuación escoger de las varias que
aparentemente tienen igual valor? Si estas
para inesperadamente todas las amenazas del
continuaciones implican un sacrificio de material,
adversarlo. Las negras no encontraron nada mejor
entonces será mejor adoptar la que ofrezca menos
que cambiar las damas: 3...Dxg1+ 4.Rxg1 Cxd5 5.Aa2!
riesgo de error, y no la más bonita.
Te5(se ve claramente que no es posible 5...Cxc3 a
causa de 6.Axf7+ y entonces ganarían las blancas);]
Nº 136
6.h4 Rf8 7.Axd5 Axd5 desembocó en un final
Spassky Flohr igualado.

XXII Campeonato de la URSS El arma de la astucia

1955 En manos de un jugador inventivo el arma de la


astucia es la celada. Con la ayuda de una celada es
posible ganar la partida rápida y brillantemente. En
posiciones desesperadas permite a veces salir
repentinamente de apuros. El conocimiento de las
celadas, especialmente en las aperturas, nos ayuda a
evitar no pocas sorpresas desagradables.

La celada se caracteriza ante todo por la presencia


de un cebo. Si el adversario se deja seducir por dicho
cebo, cae entonces en la trampa. En la mayoría de los
casos la celada va unida a una combinación oculta y
bien disimulada. La jugada introductora de la celada
no es forzosa para el adversario. Por esta razón no
conviene tender celadas cuando la respuesta correcta
de nuestro oponente puede ser causa de que se
empeore la propia posición. Pero la celada «propicia»,
que se presenta por sí sola y no ofrece peligro de
deteriorar el propio juego, es un arma temible en el
En las últimas jugadas las blancas se han estado contexto de la lucha táctica.
defendiendo tenazmente, y, no obstante, su posición
(Diagrama núm. 137)
no deja de inspirar serios temores. El negro ahora
podría jugar 1...Cg3+! 2.hxg3 Dh3+ 3.Rg1 Dxg3+
Con su última jugada: Cf3 las blancas se han
4.Rh1 Rg7 5.Dd4+ Te5 y las blancas sólo pueden
defendido del mate en su primera fila horizontal. Al
defenderse del mate (6. ..., Th8) entregando la dama.
mismo tiempo atacan la dama del adversario y
tienden a éste una disimulada trampa, tentándole a
1...Txd5?
que capture un peón.
2.Txd5

1...Dxc3??
Esta captura con la torre es forzada, pues si 2.Cxd5 Las negras piensan que dicha entrega de peón es
decide 2...Cg3+! 3.hxg3 Dh3+ 4.Rg1 Dxg3+ 5.Rh1 Te2. forzada para su adversario, y lo capturan
tranquilamente.
2...Cf4
Nº 137

87
1.d7! Db6+??

La celada dio resultado. Las negras han caído en la


red que se les tendía. Ganaba con toda facilidad
1...Td3 2.De8+ Rh7 y ahora no es posible 3.d8=D a
causa de 3...Dxg2 mate.

2.c5! Dxc5+
3.Rh1

No es difícil percatarse de que la transformación


del peón blanco en otra dama es del todo inevitable.

En los encuentros de jugadores fuertes, las celadas


suelen tener, por regla general, una base psicológica.
El gran maestro Bronstein nos habla de esto de un
modo cautivador y hasta poético.

2.Td8+ Rh7 Nº 139


Bronstein Korchnoi
3.Cg5+! Match Moscú - Leningrado, 1962
Y sólo ahora las negras se dan cuenta de que en
caso de 3...Rg6 (3...hxg5? 4.Dh5 mate) pierden
irremisiblemente la dama: 4.Ce6+! (pero no 4.Ce4+?
Rh7 5.Cxc3 Te1 mate) 4...Rf6 5.Dxg7+ Rxe6 6.Dxc3.

Nº 138

Las blancas tienen un peón de más y su rey está


más protegido. Además, el peón negro en b3 es débil
y será difícil de defender en caso de que se cambien
las damas y llegue a surgir un final de torres. Por
consiguiente, el plan natural para las blancas consiste
La posición de las blancas es desesperada. El negro en simplificar la posición, tratando de cambiar las
amenaza 1. ..., Tc2. Echando mano de su último damas. Pero escuchemos al propio Bronstein.
recurso, Stein tiende una celada a su adversario, «¡Cuántas veces me habré repetido a mí mismo que
confiando en que éste responda automáticamente y más vale pájaro en mano que ciento volando, y
haga la jugada más natural. cuántas, en consecuencia, me habré propuesto no

88
mirar tanto al cielo! Pero, en cuanto me veo en el 4.Te8
universo de la combinación ajedrecística, me olvido
de todo. ¡Qué placer, en cambio, cuando uno descubre
de repente una serie afortunada de jugadas, una idea! Con la amenaza 5. Th8+ y luego más jaques con la
»Esto sucedió una vez más en mi partida contra dama. Pero el rey negro puede marchar hacia
Korchnoi. El reloj no era motivo de preocupación; me adelante sin peligro, por lo que Korchnoi captura el
puse a pensar y... ¡mi corazón dio un brinco! Veo nada peón.
menos que un delicioso final artístico. ¿Qué haré para
adormecer la vigilancia de mi adversario?» 4...Dxf3?
Entonces Bronstein tiende a su rival una brillante
celada psicológica: le permite llegar con la torre a la ¡Con esta jugada natural contaban las blancas!
séptima fila (segunda de las blancas) y crear
amenazas contra el rey blanco. 5.Th8+ Rg6
Sigue comentando Bronstein:«La torre negra no
6.Txh6+!!
pierde de vista la séptima fila, y su bando, como es
natural, arde en deseos de activarla. Hay que
ayudarle. Si el blanco descuida el control de la casilla
Nº 140.
d2, ¿qué torre será capaz de resistir a la tentación de
ocuparla?»
Pero en tal caso también las piezas blancas tendrán
la oportunidad de atacar al rey negro; por ello las
negras no jugarán su torre a d2 a menos de estar
convencidas de que no existen amenazas reales y
concretas contra su propio rey. He aquí como des-
cribe Bronstein su actitud interna en este momento:
«Comencé a mirar el tablero como quien está
satisfecho de ver que todo va bien, tratando de dar la
impresión de que no examinaba de cerca ninguna
variante en particular. Tenía la esperanza de que mi
adversario pensara que no estaba calculando
variantes, sino simplemente apreciando las
características generales de la posición: el rey está
bien situado y... ¡ya veremos lo demás! Con todo, tuve
un momento de vacilación. ¿Y si lo ve? Se me ocurrió
de repente la idea: ¡Dios mío! ¡Qué fantástica
simulación de un descuido! Si yo allí, él aquí, y yo
allí... ¡Sí! Desde luego, tengo que aparentar que me
descuido en esta jugada, pero de momento el peón
está doblemente defendido.»
En el ardor de la lucha no es difícil pasar por alto
una jugada semejante. En efecto: «Se ha sacrificado la
1.g4 última torre. Pero ¿a quién se le pasa por la cabeza
defenderse contra el sacrificio de la última pieza
Con esto el rey blanco queda protegido contra los disponible? ¡No se puede dar mate con la dama sola!»
jaques eventuales. Las negras abandonaron, ya que tanto después de
6...gxh6 7.Dg8+ Rf6 8.Df8+ como tras 6...Rxh6 7.Dh8+
1...Rh8 Rg6 8.Dh5+ Rf6 9.g5+ pierden la dama.
2.Db6 Td2 Así pues, la celada es un arma astuta y efectiva.
Pero sólo conviene utilizarla cuando no se pone en
«Ahora lo principal —sigue escribiendo Bronstein peligro la propia posición. Excepcionalmente puede
— es que el adversario crea que no he visto la justificarse su uso indiscriminado, como es natural,
jugada ..., Dxf3.» en una posición perdida. En este caso no queda ya
nada que perder, y muchas veces una trampa bien
3.Db8+ Rh7 disimulada puede ofrecernos la única posibilidad de

89
salvación.

La prematura capitulación psicológica

El abandono prematuro de la partida, o la


aceptación de tablas en una posición ganada, no son
hechos tan infrecuentes como suele suponerse.
Creyéndose en una situación desesperada, muchos En esta posición las blancas jugaron 1.Rd2 , y las
jugadores comienzan a «echarlo todo por la borda» y, negras rindieron las armas, calculando que después
en efecto, no tardan en ser derrotados. Tal de 1...Cxe2 2.Te1 su adversario quedaba con una
capitulación psicológica es frecuente cuando un pieza de ventaja. Si hubiesen considerado más
atentamente la posición, sin duda habrían dado con la
ajedrecista se enfrenta a otro mucho más fuerte o a
jugada 2...Cg3! , con la que no solo recuperaban la
un adversario desagradable. pieza, sino que incluso conseguían un final mejor:
3.Txe3 Cf1+ seguido de 4…Cxe3. Conviene observar
Saber movilizar las fuerzas disponibles en un
que si las blancas, en lugar de 1. Rd2 hubieran jugado
momento difícil de la partida es una importante 1.Rf2 el negro también disponía de una réplica
cualidad, que distingue a los jugadores de gran clase. suficiente a saber, 2...Cc3! 3.Txe3 Cd1+. Al parecer,
Steinitz, Lasker, Capablanca, Alekhine, Botvinnik, viéndose en situación difícil, las negras se habían ya
eran capaces de ofrecer en posiciones difíciles una resignado a la derrota y consideraron la jugada 2.Te1
larga y tenaz resistencia, agotando todas las como una lógica conclusión de la lucha.
posibilidades de salvar la partida. Claro está que no
No hay que creer que tales decisiones erróneas solo
se debe prolongar inútilmente una resistencia
son posibles en partidas de jugadores inexpertos.
desesperada en espera de que el adversario cometa Un caso infrecuente de ceguera mutua se dio en la
un error de bulto, pero hay que agotar todas las partida Rudenko - Rootare (Lugansk, 1956)
posibilidades razonables y luchar hasta el final.
Muchas veces una jugada inesperada de nuestro (Diagrama núm. 142)
contrincante provoca en nosotros cierta depresión o
desánimo. En tales casos, un pequeño desvío de la En esta posición totalmente ganada para las negras,
estas jugaron:
atención hacia temas ajenos al juego o un breve
descanso, que nos aparte momentáneamente del 1...b2??
tablero, son cosas que ayudan en gran manera a
relajar la tensión psicológica y a contemplar la nueva con la intención de responder a 2.Axa2 con 2...Tc1
situación con ojos distintos. clavando la torre blanca. Rudenko, fiándose en la
palabra de su adversario, abandono. ¡Pero son las
N.º 141 negras quienes tenían que haber abandonado si a
2. ..., Tc1 el blanco hubiera contestado sencillamente
3.Tf1!

90
N.º 142 verse fácilmente, tal decisión no está justificada, pues
las negras no tenían la partida perdida. Por ejemplo:
3...Re3 4.Dd8 Te5+ 5.Rd6 e1=D 6.Rxe5 Rf3+ 7.Rf5
De4+ o bien 4.Da1 Rd2 Surge entonces la pregunta:
¿Por qué se rindieron las negras? . Podría ofrecerse la
siguiente explicación. En la posición que representa
el diagrama, las negras pueden con toda facilidad
hacer tablas mediante 1... Rf3 o 1. ..., Re3.
Probablemente lo vieron, pero decidieron jugar a
ganar. La inesperada respuesta de su adversario (2.
Te7+!) les produjo sin duda una conmoción
psicológica: ¡tenia tablas y las he dejado escapar! En
este estado de trauma las negras firmaron la
capitulación. La impresión del error recién cometido
puso a las negras tan nerviosas que ni siquiera se les
ocurrió ponerse a buscar una posibilidad de
salvación.

También es curioso el siguiente ejemplo de error


por ambas partes.

N.° 144
Capablanca Thomas
1930
Nº 143

Las blancas tienen una posición ganadora. Con el


En la posición del diagrama que precede la partida sencillo golpe táctico 1.Txe8 Dxe8 2.Da4!! podían
continuó: haber forzado brillantemente la victoria, dada la
debilidad de la primera fila de las negras, por
1...Te8 ejemplo: 2...Tc1+ (evidentemente la única. 2...Dxa4
2.Te7+! Txe7 seguiría 3.Tb8+ De8 4.Txe8 mate); 3.Rf2! Tc6 4.Dxc6
En lugar de esto, el blanco jugó:
3.a8=D+
y las negras abandonaron, aun cuando, como puede 1.Da8??

91
las negras llegan antes que su adversario a la casilla
Considerando que su posición era insostenible (las de promoción. ¡No era tan difícil calcular esta
blancas amenazan 2. Txe8) , el campeón inglés variante!
abandonó. Su persuasión intima de la infalibilidad de
Capablanca era tal que ni se le paso por la
imaginación que pudiera existir un contragolpe como En la posición siguiente son interesantes los
errores cometidos por ambas partes.
1...Txa2!!
N.º 146
Después de esta jugada, las negras quedaban con
dos peones de ventaja y no pocas posibilidades de
obtener la victoria.
La aceptación u ofrecimiento injustificados de
tablas en posiciones superiores, e incluso ganadas,
también se encuentra frecuentemente en la práctica.

Nº 145

Las blancas jugaron:

1.Txd5+?

con la idea de disponer sus peones en el final que


sigue a modo de fortaleza, impidiendo así toda
penetración del rey negro mas allá de esa barrera.
Juegan las negras. Estas últimas ofrecieron tablas
Pero esta decisión es dudosa, ya que las negras tienen
pensando que debían proseguir 1...Rd6 2.Rf5 Rd5 un peón de ventaja. Además, después de la jugada del
3.Rg6 Rc4 4.Rxh6 Rxc3 5.Rg5 a5 6.h4 b4 7.axb4 axb4 blanco f4, a las negras les queda un tiempo de
8.h5 b3 y ambos bandos coronan su peón al mismo reserva, cosa muy importante en los finales de
tiempo. Pero al negro no se le ocurrió examinar la peones.
continuación
1...exd5
1...Rc4! 2.b4 g5
Ahora después de 3.f4
Ya tienen las blancas su fortaleza central. Las
2.Rxe5 Rxc3
casillas a5, c5, e5, g5 y h4 están bajo el control de los
3.Rxf4 a5! peones blancos, mientras que su propio monarca se
encargara de impedir que su adversario irrumpa por
4.Re5 b4 el centro.

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característicos, que se cometen en la partida de
3...g4 ajedrez, ha llegado a su fin. Es posible que el lector
conociera ya muchas cosas de las aquí expuestas. Es
4.Rd3
posible también que algunos de nuestros ejemplos
hayan parecido excesivamente difíciles al
Ambos contendientes acordaron aquí las tablas, principiante. Pero, sin duda, tanto un jugador como el
considerando que después de 4...Rd6 5.Rd4 f6 6.Rd3 otro habrán aprendido algo nuevo, es decir, algo que
no se ve manera en que las negras puedan hacer valer habrá contribuido a su perfeccionamiento.
su peón de ventaja. Y, sin embargo, tal decisión fue Si esta pequeña obra llega a conseguir que el
prematura por parte del negro. Continuando 4...d4! amable lector reflexione un poco sobre sus fracasos
5.Rxd4 Rd6 6.Re3 Rd5 7.Rd3 f6 (¡el tiempo de ajedrecísticos, alegrías y desilusiones, que mire con
reserva!), las negras ponen a su adversario en ojos algo diferentes su manera de jugar, no habrá sido
zugzwang y ganan fácilmente la partida. escrita en vano.
Nuestro estudio panorámico de los errores

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Versión en notación algebraica y corregida por:

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