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Elida Turco (Lic.)*, Lucía Souilla (Lic.) ** y María Lelia Pochettino (Dra.)***
Abstract
The Park Pereyra Iraola, 10,200 hectares located in Buenos Aires Conurbano
(peripheral localities to the city of Buenos Aires, capital of Argentina), constitutes the
greater green lung of the area more densely populated in the country. At the
moment, among the diverse ventures settled in the Park, 1200 of the hectares are
devoted to approximately 100 gardens or “quintas ” from 4 to 14 hectares each,
destined horticultural production (inserted in the denominated Buenos Aires
Horticultural Belt), which have been exploited since middle XXth century by
producers of different origin.
The familiar horticulture without agrotoxics that is developed by some
producers in the Park Pereyra Iraola, in addition to the capacity to produce healthy
foods, being accessible and locally adapted (as it is centered in process
technologies), it has the quality to conserve the biological and the cultural diversity.
This can be seen in the traditional use and/or in the appropriation and permanence of
varieties of vegetables and/or aromatic plants through several family generations.
The recording of jam and marmelades recipes of different familiar groups as well as
the ethnobotanical study of the plants involved in their elaboration allowed us to
analyze the contribution of the local knowledge and practices to the conservation of
the agrobiodiversity.
For example, the use of a same vegetable is heterogenous, as in the case of
the “zapallito de tronco”, (Cucurbita maxima var. zapallito) whose fruit is used fresh
and immature for direct consumption, whereas the mature forms are used as an
ellaborated product (marmelade), operating in each case different selection criteria.
This variety and recipe, among others, contribute to demonstrate that the
permanence of the familiar producers wisdom within the local productive system
provides to this system its own characteristics, as for instance the diversification of
the species cultivated in the gardens “quintas”, which are selected by criteria
different to those of market demand.
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INTRODUCCIÓN
Área de estudio
El Parque Pereyra Iraola (PPI) se halla ubicado en los municipios de
Berazategui, F. Varela, Ensenada y La Plata totalizando 10.200 hectáreas,
aproximadamente a 40 km al S de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Fig. 1).
Esta área parquizada, ubicada en el Conurbano Bonaerense, constituye el mayor y
más importante pulmón verde del área de mayor densidad de población del país. Su
establecimiento data de 1949 mediante la expropiación de dos estancias. En la
actualidad se encuentran diversos emprendimientos asentados en este predio, tales
como áreas de esparcimiento, establecimientos educativos, áreas de reserva y 800
de las hectáreas se encuentran loteadas en 100 huertos, denominadas “quintas”, de
4 a 14 has destinadas a la producción hortícolas (insertas en el denominado Cordón
Hortícola Bonaerense), concesionadas desde mediados del siglo XX a productores
de distinto origen.
Desde inicios del año 2002 un equipo de técnicos pertenecientes al Programa
Cambio Rural Bonaerense del Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de
Buenos Aires junto a un grupo de 19 productores interesados, iniciaron un proceso
de producción hortícola sin agrotóxicos en un contexto de unidades productivas
paradas o con una producción para autoconsumo y/o comercialización. Al día de
hoy, luego de más de 4 años de trabajo, participan de la propuesta siete grupos de
horticultores y un grupo de agroindustrias integrado por mujeres, totalizando 100
familias.
La horticultura familiar sin agrotóxicos desarrollada por algunos productores
en el Parque Pereyra Iraola, además de la capacidad de producir alimentos sanos,
ser accesible y adecuada (por centrarse en tecnologías de proceso), posee la
cualidad de conservar la diversidad biológica y la diversidad cultural. Esto último se
visualiza en el uso tradicional y/o en la apropiación y permanencia de variedades de
hortalizas y/o plantas aromáticas a través de varias generaciones familiares. Se
suma desde fines del año 2003 la agroindustria artesanal.
En la actualidad, dicha actividad, si bien no está incorporada en todas las
familias, es desarrollada por un total de 15 mujeres productoras, que se
autodenominan “las dulceras”, las cuales visualizan la importancia de la misma como
parte del sistema productivo.
El proyecto de agroindustria rural artesanal se encuentra enmarcado dentro
del Proceso de Desarrollo Rural Participativo del PPI. Este es acompañado por la
asistencia técnica del Programa Cambio Rural Bonaerense del Ministerio de Asuntos
Agrarios de la provincia de Buenos Aires, la Universidad Nacional de La Plata
(Laboratorio de Etnobotánica y Botánica Aplicada de la Facultad de Ciencias
Naturales y Museo, la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria, la Facultad de
Trabajo Social), el INTA a través del IPAF-Reg. Pampeana y la Administración del
Parque.
Como parte de este proyecto hemos explorado los saberes locales con el fin
de promover su conservación, al igual que la de diversidad biológica asociada a este
conocimiento. En este trabajo nos proponemos relevar las recetas usadas en la
elaboración de dulces por distintos grupos familiares y por el grupo de agroindustrias
así como el estudio etnobotánico de las plantas involucradas que permitan analizar
el aporte de las prácticas y conocimientos locales a la conservación de la
agrobiodiversidad.
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METODOLOGÍA
El marco de referencia del proyecto en el cual se inscribe este trabajo es el de
la etnobotánica aplicada, enfoque conducente a que los estudios etnobotánicos
afiancen el desarrollo comunitario y propicien la conservación de la diversidad bio-
cultural. En la última década, muchos etnobotánicos han decidido participar
activamente en el retorno y aplicación de los resultados de sus investigaciones entre
las poblaciones sujetas a sus estudios. Esto se debe a que advirtieron que las
poblaciones, los conocimientos, las lenguas, y la biodiversidad autóctonos se
encontraban amenazados por la destrucción ambiental y la rapidez de los cambios
económicos y sociales (Maffi,2001; Martin y Hoare, 1998). Es así que la
agrobiodiversidad y el conocimiento tradicional sobre recurso genéticos esta
amenazada porque puede caer en desuso o puede ser reemplazada por tecnologías
modernas (Gemmill, s.f.). Por tal motivo, acompañamos el desarrollo de distintas
actividades tendientes al establecimiento de alternativas productivas que, al tiempo
que permiten a la comunidad garantizar sus ingresos por la vía de la
comercialización de variedades locales de hortalizas, aseguran la conservación de la
variabilidad infraespecífica..
La información relacionada con el relevamiento de las plantas cultivadas en
las “quintas”, así como prácticas y conocimientos hortícolas asociados, y los saberes
culinarios objeto de este estudio, es resultado de campañas semanales realizadas
desde 2001 a la fecha.
En una primera instancia, el relevamiento se realizó fundamentalmente
mediante la implementación de la metodología etnobotánica, privilegiando las técnicas
cualitativas. Se realizaron entrevistas –semiestructuradas y abiertas- a individuos
adultos de ambos sexos involucrados en la actividad hortícola y observaciones
sistemáticas en diferentes espacios en los que transcurre la vida del grupo,
particularmente aquellos destinados a la horticultura. En la medida en que resultó
posible, se efectuaron caminatas acompañando los desplazamientos de la gente
durante el desarrollo de esta actividad (King, 2000; Martínez y Pochettino, 1999).
Con respecto al grupo de agroindustrias, la experiencia surge a partir de la
necesidad de las mujeres productoras para formarse en la elaboración de dulces y
conservas a partir de los vegetales de sus “quintas”, con el fin de obtener un producto
sano que reúna las condiciones necesarias para su posterior venta.
Una vez constituido el grupo de mujeres productoras interesadas se procedió a
planificar la metodología de los encuentros para realizar las elaboraciones.
Las mismas cuentan con un espacio donde se dan a conocer aspectos técnicos
sobre la elaboración del día, puntualizando las técnicas y los procesos necesarios
para obtener un producto elaborado que reúna las características bromatológicas
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adecuadas para un posterior consumo (Paltrini et al., 1993; Turco, 2004). Las mujeres
organizan el trabajo repartiéndose las tareas a fin de optimizar el tiempo disponible
para la elaboración. Este momento es propicio para el intercambio de saberes que
enriquecen la práctica y la organización grupal. Se tratan además otros temas
distintos a la elaboración propiamente dicha, como actividades conjuntas con otros
productores, formulación participativa de proyectos para el pedido de financiamiento,
problemas en los sistemas productivos.
Las hortalizas y frutas utilizadas siempre son aportadas por las mujeres.
Algunas son provenientes de sus propios cultivos, otras el grupo las compra a sus
integrantes y por último algunas son recolectadas. De este modo se logran diversos
propósitos: minimizar los costos, poder ubicar el excedente de la producción y
garantizar la calidad de la misma.
En todos los encuentros las mujeres deciden que elaborar y con la colaboración
de la técnica asesora del grupo eligen cual es la mejor receta a utilizar, para garantizar
un producto de óptima calidad (Tito y Turco, 2004).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Productos elaborados
En este caso, al igual que en la producción de hortalizas, la participación de
las mujeres se ha caracterizado por su aporte de los conocimientos tradicionales. De
este modo se elaboran distintos productos a partir del relevamiento de las recetas
familiares tales como el dulce de zapallito lustroso maduro (Cucúrbita maxima var.
zapallito) y dulce de tomate platense (Lycopersicum esculentum). Al mismo tiempo
se adoptan las nuevas técnicas promocionadas para la correcta manipulación y
comercialización de los productos, tales como temperatura de cocción de dulces y
conservas, esterilización de los frascos, e incluso incorporación de nuevas materias
primas productos para la elaboración de distintos productos, por ejemplo licor
amaretto hecho con carozos de níspero (Eryobothria japonica).
A modo de tabla se incluyen los productos elaborados en distinta época del
año, el modo de obtención de la materia prima, así como el origen de los saberes
culinarios y las modificaciones generadas a partir del trabajo grupal.
Se discriminan los dulces de primavera-verano. Son recetas que se elaboran
con materia prima que se obtiene en el PPI entre los meses de septiembre y marzo.
Abundan los frutos rojos y en especial el de tomates, tan característico de la zona.
En el caso de los dulces de otoño-invierno se preparan con frutos del PPI que se
obtienen entre los meses de abril a septiembre. En esta época abundan los cítricos,
entre otros. Otros dulces, los cuales pueden elaborarse durante todo el año, se
preparan con hortalizas como anco, remolachas y zanahorias, que se pueden
encontrar todo el año en las “quintas” del PPI.
AGRADECIMIENTOS
Deseamos expresar nuestro reconocimiento a las productoras de
agroindustrias del Parque Pereyra Iraola, por su inestimable colaboración durante el
desarrollo de esta investigación, por el trabajo de selección y conservación que han
hecho, así como por su autorización para difundir los resultados e imágenes. Este
trabajo está dedicado a la memoria de Laura, quien fomentó y apoyó la producción
de agroindustrias y la biodiversidad fruti-hortícola del parque.
BIBLIOGRAFÍA CITADA
FIGURAS
Fig. 1. Ubicación del área de estudio