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Trastornos Lipidicos - Sindrome Metabolico
Trastornos Lipidicos - Sindrome Metabolico
Funciones de la grasa
La grasa, necesaria para la salud en pequeñas cantidades, se distingue de los otros dos
macronutrientes, hidratos de carbono y proteínas, por su mayor valor calórico: es una
fuente concentrada de energía que por término medio suministra, al ser oxidada en el
organismo, 9 kcal/g y es esta su característica principal y la que determina su papel en los
procesos nutritivos. Los lípidos son elementos de reserva y protección. Sin embargo, en el
curso del tiempo, han ido descubriéndose otras funciones:
- Son componentes estructurales indispensables, pues forman parte de las
membranas biológicas.
- Intervienen en algunos procesos de la fisiología celular, por ejemplo, en la síntesis de
hormonas esteroideas y de sales biliares.
- Transportan las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y son necesarios para que se
absorban dichas vitaminas.
- Contienen ciertos ácidos grasos esenciales, es decir aquellos que el hombre no
puede sintetizar: el ácido linoleico (C18:2 n‐6) y el alfa‐linolénico (C18:3 n‐3) que
juegan un papel especial en ciertas estructuras, principalmente en el sistema
nervioso. Si no se consume una pequeña cantidad de estos ácidos grasos esenciales
(aproximadamente un 2‐3% de la energía total), pueden producirse diversos
trastornos. Los ácidos araquidónico (C20:4 n‐6), eicosapentaenoico (EPA C20:5 n‐3) y
docosahexaenoico (DHA C22:6 n‐3) son también fisiológicamente importantes,
aunque no son esenciales pues pueden sintetizarse a partir de ácido linoleico y
alfalinolénico. EPA y DHA se encuentran en cantidades apreciables en los pescados
(contienen aproximadamente 1 g de ácidos grasos n‐3 por 100 g de alimento).
- La grasa sirve de vehículo de muchos de los componentes de los alimentos que le
confieren su sabor, olor y textura. La grasa contribuye, por tanto, a la palatabilidad
de la dieta ‐cualidad de un alimento de ser grato al paladar‐ y, por tanto, a su
aceptación. El placer de comer es también importante, pues para que una dieta se
consuma y, por tanto, cumpla su principal objetivo, además de ser nutricionalmente
correcta, debe ser palatable y coincidir con los hábitos alimentarios de la persona a
la que va destinada.
- Intervienen en la regulación de la concentración plasmática de lípidos y lipoproteínas
Los lípidos, por su carácter hidrofóbico, no se encuentran circulando libres en el plasma,
sino que se unen a proteínas, conformando complejos macromoleculares solubles
denominados lipoproteínas.
Las lipoproteínas transportan todos los lípidos que circulan en el plasma: colesterol libre y
esterificado, triglicéridos y fosfolípidos. Sólo una pequeña proporción de los ácidos grasos
forman parte de las lipoproteínas, ya que la mayoría de ellos circulan unidos a la albúmina.
Los lípidos no polares, como el colesterol esterificado y los triglicéridos, conforman el núcleo
hidrofóbico de la estructura lipoproteica, mientras que la superficie hidrofílica está
compuesta por grupos lipídicos más polares, como el colesterol libre y los fosfolípidos,
ambos intercalados con moléculas proteicas, lo cual permite la solubilidad de los complejos.
La fracción proteica de las lipoproteínas está integrada por diferentes polipéptidos
específicos denominados apoproteínas, que se designan con las letras y números: A-I, A-II,
A-IV, A-V, B48, B100, C-I, C-II, C-III, D, E, etc.
Asociadas a las lipoproteínas existen, además, enzimas y proteínas transportadoras de
lípidos, que intervienen en su transformación a lo largo del metabolismo lipídico y en el
cumplimiento de sus diferentes actividades fisiológicas.
Lipoproteínas:
IDL: Por cada molécula de VLDL que se degrada, se produce una de IDL. Posee menor
tamaño, menor contenido de TG, fosfolípidos y ApoCs y un mayor contenido relativo de
colesterol esterificado y de ApoE; existe una transferencia total de la apo B100 de la VLDL a
la IDL . Esta partícula tiene dos destinos: ser captada a nivel hepático o transformarse en LDL
por acción de la lipasa hepática. Por lo general, sólo una fracción de las IDL es captada por
el hígado para su degradación, ya que la mayoría (aproximadamente el 90 %) es convertida
a LDL
LDL: La degradación final de la IDL en el plasma, origina una lipoproteína más pequeña
(aproximadamente 20 nm), muy rica en colesterol esterificado, con un contenido
apoproteico exclusivo de apo B100 proveniente de la IDL que es su precursora. Las LDL
distribuyen colesterol a los tejidos que lo requieren, para la reposición de sus componentes
de membranas celulares o para la síntesis de hormonas esteroideas, y, en condiciones
normales, conducen parte del exceso de colesterol de regreso al hígado.
Apoproteínas E: Está presente tanto en quilomicrones como en VLDL, IDL y HDL, es muy
importante sobre todo para las dos primeras porque les sirve de unión a receptores para
que se puedan sacar estas moléculas de circulación y entrar al hígado.
Estas son la lipoproteína lipasa (LPL), la lipasa hepática o triglicérido-hidrolasa hepática (LH),
la lipasa endotelial (LE) y la lecitina:colesterol acil transferasa (LCAT).
Lipoproteína lipasa:
Es la enzima responsable de la hidrólisis de los triglicéridos de los quilomicrones y de las
VLDL, produciendo así quilomicrones remanentes e IDL, respectivamente. Esta enzima se
localiza en la superficie de las células endoteliales de los capilares del tejido adiposo y
muscular esquelético y cardíaco.
Lipasa hepática:
Actúa a continuación de la LPL hidrolizando los triglicéridos de las IDL. También tiene
actividad fosfolipasa. Esta enzima se sintetiza en las células parenquimatosas del hígado.
Lipasa endotelial
Es una enzima cuya síntesis ocurre en células endoteliales de vasos que irrigan hígado,
pulmón, riñón y placenta, aunque no de músculo esquelético. A diferencia de la LPL y de la
LH, esta enzima posee mayor actividad fosfolipasa que triglicérido-hidrolasa, y su sustrato
preferencial son las HDL, por lo que cumple un rol en el metabolismo de estas lipoproteínas.
La lipasa endotelial hidroliza los fosfolípidos de las HDL maduras dando a lugar a la
formación de HDL pequeñas y discoidales.
Receptores de Lipoproteínas
Los receptores involucrados en el metabolismo lipoproteico son proteínas especializadas
que reconocen específicamente una o más de las apoproteínas que se encuentran en la
superficie de las lipoproteínas. Estos receptores se localizan en las membranas celulares y
cumplen un rol fundamental en el metabolismo lipoproteico. Entre los receptores más
estudiados se encuentran: receptor B:E o LDL, receptor E, y receptores scavenger.
Vía exógena:
La proteína involucrada en la absorción intestinal del colesterol dietario fue identificada y
denominada Niemann-Pick C1 Like 1 (NPC1L1). Los fitoesteroles contenidos en algunos
alimentos funcionales actúan a este nivel, al igual que la droga hipocolesterolemiante
ezetimibe bloquea a la mencionada proteína. Durante la absorción intestinal, los ácidos
grasos provenientes de la hidrólisis de los triglicéridos y del colesterol de la dieta, se
reesterifican en el retículo endoplásmico de las células de la mucosa, produciéndose
nuevamente triglicéridos y colesterol esterificado. Dentro de los enterocitos, estos lípidos se
ensamblan con las apoproteínas B-48, A-I, A-II, A-IV y A-V, además de unirse con moléculas
lipídicas más polares, como fosfolípidos y colesterol libre.
De estas acciones enzimáticas resulta una partícula más pequeña, llamada quilomicrón
remanente. Estos remanentes son pobres en triglicéridos, contienen más colesterol que el
quilomicrón, carecen de apo C, pero son muy ricos en apo E. Por medio de la apo E y debido
a que no poseen apo C, pueden unirse a los receptores hepáticos para su internalización y
degradación. El contenido de colesterol de estos remanentes puede ser excretado por vía
biliar, o incorporarse a las lipoproteínas de síntesis hepática. En condiciones de ayuno (12
horas) no deberían existir quilomicrones ni sus remanentes en el plasma de un individuo
normal.
Vía endógena:
Los triglicéridos sintetizados en el hígado se secretan en forma de VLDL naciente. En el
retículo endoplásmico rugoso, los ribosomas sintetizan las apoproteínas. Es en el retículo
endoplásmico liso donde se produce el ensamble entre los triglicéridos y las
apolipoproteínas, incorporándose también fragmentos de membranas del retículo, que
aportan fosfolípidos y colesterol a la estructura. Estas VLDL nacientes son secretadas a la
circulación por el aparato de Golgi. En el plasma, las VLDL maduran adquiriendo más apo C-II
procedente de las HDL. De esta forma, resultan un buen sustrato para la acción de la LPL.
Esta enzima hidroliza los triglicéridos, produciendo también remanentes de VLDL
denominados IDL y a semejanza del catabolismo de los quilomicrones, se desprenden lípídos
y apoproteínas que se incorporan a la fracción de HDL.
Estas IDL carecen de apo C, pero conservan la apo E y B necesarias para ligarse a los
receptores E y B:E e internalizarse para su degradación. Sin embargo, éste es el camino
minoritario ya que el 85 % de las VLDL no son tomadas por las células hepáticas, sino que
continúan su degradación por acciones enzimáticas sucesivas, resultando así la formación de
diferentes poblaciones de lipoproteínas intermedias. La LPL deja de actuar cuando su
sustrato ha sido depletado de su apo C-II. A su vez, la LH comienza a actuar cuando esas
lipoproteínas perdieron toda su apo C. Esta enzima completa la hidrólisis de triglicéridos,
produciendo finalmente LDL.
La LDL distribuye el colesterol a los tejidos, por la vía de los receptores celulares B:E,
ubicados en las fositas cubiertas de las membranas. Estas se invaginan formando vesículas
endocíticas que transportan la LDL hacia los lisosomas. Las enzimas hidrolíticas degradan la
apo B a aminoácidos. Ese colesterol así liberado puede ser utilizado por la célula.
Para poder salir de la célula, el colesterol esterificado se hidroliza por una colesterol-éster-
hidrolasa, que actúa a pH 7. Durante una dieta normal, más de la mitad de la LDL se
cataboliza en el hígado.
DISLIPIDEMIAS:
Recomendado: Como screening a todos los hombres que tengan más de 40 años y a todas
las mujeres que tengan más de 50 ó que sean menopáusicas (ya que las hormonas
femeninas intervienen en este metabolismo lipídico de manera favorable y son un factor
protector, una vez se termina la etapa reproductiva y por ende de producción de estas
hormonas el metabolismo lipídico puede volverse más similar al de los hombres, es decir un
poco más adverso a las condiciones de salud), se recomienda también hacerlo en niños con
antecedentes familiares de hipercolesterolemia o de hiperquilomicronemia, el programa de
educación nacional de colesterol y la ATP3 que forma parte de él, recomienda hacerlo aún
más temprano, a todas las personas mayores de 20 años y si se encuentra un perfil lipídico
normal repetirlo cada 5 años; esta es como una manera de tamizaje y ya cuando se tienen
patologías de base tales como la diabetes, obesidad, hipertensión o estilos de vida no muy
saludables como el tabaquismo, historia familiar de cardiopatías, enfermedades
inflamatorias como el lupus, enfermedad renal crónica, tratamiento con antirretrovirales en
pacientes con VIH, se recomienda hacerlo con mucha más frecuencia, se puede decir que es
mandatorio para todo este tipo de personas, porque es muy posible que haya un
componente de trastorno del metabolismo de lípidos en ellos.
VLDL/TG: Permite de esta manera evaluar la calidad de las VLDL (Si bien gran parte de la
responsabilidad de la formación del ateroma se le atribuye a las LDL por que cargan más
colesterol, las VLDL y los TG se han visto también en estudios implicados como factor de
riesgo para enfermedad aterosclerótica). Su valor es de aproximadamente 0,2 para las VLDL
típicas (normales), mayor de 0,35 para VLDL ricas en colesterol ( 𝜷-VLDL) y menor de 0,17
para VLDL ricas en triglicéridos
TG/HDL: Un valor mayor de 3,5 se utiliza como marcador de resistencia a insulina, mayor de
0,35 para VLDL ricas en colesterol (𝜷-VLDL) y menor de 0,17 para VLDL ricas en triglicéridos
*El perfil lipídico de los pacientes diabéticos y de los que tienen síndrome metabólico está
caracterizado por hipertrigliceridemia y baja de colesterol HDL; cabe mencionar que en los
pacientes con estas patologías las LDL se encuentran en valores normales pero sus
características difieren de las normales (más pequeñas y densas) esto les permite entrar con
mayor facilidad a las células y por ende ser mucho más aterogénicas.
*Cuando se pide un perfil lipídico completo se debe informar:
Colesterol total
Colesterol HDL
Triglicéridos
LDL Y VLDL (calculadas)
También se debe informar el índice aterogénico
Calidad Preanalítica:
http://www.fepreva.org/curso/4to_curso/bibliografia/volumen3/vol3_7.pdf
http://www.fepreva.org/curso/5to_curso/bibliografia/volumen3/vol3_6.pdf
http://www.fepreva.org/curso/6to_curso/material/ut17.pdf