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Tema 4
Tema 4
1. Temas clave
La Política Fiscal es la elección de los niveles de G e T. Los indicadores principales son: déficit
presupuestario, deuda pública. Se busca la sostenibilidad. Las políticas fiscales equivocadas
pueden ser una fuente de inestabilidad (crisis fiscal, impagos del gobierno).
La elección de los niveles de gasto público y del sistema de impuestos condiciona fuertemente
los resultados económicos y empresariales.
El Gasto público español (en relación al PIB) está en niveles por debajo de la media UE, pero ha
crecido significativamente (en relación al PIB) y está por encima de los niveles de hace unos
años. En los últimos 50 años ha crecido en todo el mundo y hoy en día es muy importante para
las economías de los países desarrollados. Cada país divide/distribuye el G en los diversos
sectores según le convenga. Es una tendencia clara la importancia del SP (sector Público) pero
no la hay en cuanto a su actuación.
En España el SP ha crecido un 44% desde comienzos de siglo (un porcentaje bastante mayor
que el resto de países de Europa a excepción de Luxemburgo). Existe un importante
desequilibrio entre gasto e ingresos públicos (esto es, elevado déficit público). Por otra parte el
gasto está muy descentralizado que conlleva problemas de disciplina fiscal y plantea un debate
sobre la eficiencia del gasto.
CCAA: suponen más de un tercio del gasto público. Gastan casi lo mismo que el propio
Gobierno nacional. Hace que los diferentes ministros tengan poca autoridad y poco
poder de decisión.
Admon. Central: algo menos de un tercio (parte del sistema judicial, ejercito, policía…)
Ayuntamientos: un 10% del GP
Seguridad Social y pensiones: un tercio.
Esta fuerte descentralización se debe a que las CCAA gestionan: Educación, Sanidad, otros
Servicios Sociales y tienen otras muchas competencias en gran parte de las políticas públicas.
El GP en España supone el 40% del PIB e incluye: pensiones (parte muy importante del GP),
gasto en Educación y Sanidad, inversiones públicas (transporte, hospitales…), transferencias,
intereses de la deuda…Tiene una tendencia creciente y destacan los picos sufridos en las
épocas de crisis (sobre todo en 2010). Sin embargo, en comparación con el mundo
desarrollado es algo inferior a la media (es más pequeño que el de Alemania, Suecia, Italia o
Francia). También es importante añadir que tenemos muchos funcionarios y sus sueldos es
una parte importante del GP.
3. Principales debates
Hay una insuficiente “corresponsabilidad fiscal” (autonomía en el gasto debería ir de la mano
de autonomía similar en los ingresos) provocada por el sistema de financiación autonómica.
Por argumentos de gestión el SP se podría convertir en algo más eficiente con una mayor
centralización y con menos poder para las CCAA, sin embargo existen una serie de
restricciones legales como la Constitución (que atribuye esas competencias a las CCAA).
4. Pensiones
Las pensiones suponen una parte muy importante del GP en nuestro país. Existe una nueva
realidad derivada de los cambios demográficos, económicos (en el mercado laboral) y sociales.
Cambios demográficos
Hoy en día tenemos un desajuste estructural entre el crecimiento de los ingresos y de los
gastos. Estos desequilibrios los podemos dividir en 3 proporciones:
El desequilibrio en el tamaño de las generaciones viene dada porque las generaciones jóvenes
cada vez son más pequeñas. La natalidad cae por el descenso de la tasa de fecundidad (muy
por debajo del nivel de reemplazo de la población) y del número de mujeres en edad fértil. La
tasa de natalidad es especialmente baja en España, y estrecha la parte inferior de la pirámide
de población.
Lejos queda ya la época del Baby boom; y actualmente el impacto inmigración no es el mismo
que antes (llegaba gente joven y con edad para trabajar y formar una familia). Por tanto el
papel de las políticas de natalidad y conciliación juegan un importante papel en los países.
Este hecho de que cada vez la población crece más despacio, viene agravada por el aumento
de la esperanza de vida. Cada vez vivimos más, más personas llegan a los 65 años y están más
años cobrando la pensión (la cual tienen que financiar la población trabajadora que cada vez es
más pequeña). Esta es una de las razones por la cual, una de las medidas más frecuentes de los
gobiernos es retrasar la edad de jubilación.
El aumento de la tasa de dependencia compromete el sistema de pensiones. Esta tasa, que
hace referencia a cuantas personas están jubiladas o son demasiado jóvenes para trabajar en
relación a la población activa, se va a doblar en los próximos 50 años (del 30 a casi el 70% para
2060). Este desequilibrio generacional se verá intensificado por la jubilación de la generación
del baby boom. En los países que se logre una mayor tasa de natalidad o una llegada de
inmigración joven se podría desacelerar este crecimiento.
Existe un problema financiero: trabajamos menos, cotizamos menos y vivimos más (más años
de pensión). Cada vez es mayor el número de pensiones que hay que pagar. Por ello, hay que
incentivar vidas laborales más largas. Para paliar el aumento de años de jubilación se tiende a
elevar la edad de retiro: es preciso ligar la edad legal de jubilación a la esperanza de vida.
Cambios sociales
Se ha producido un aumento de la desigualdad generacional: las generaciones más jóvenes
han acusado la crisis en mayor medida. El 30% de los asalariados gana menos que la pensión
media. Los salarios han perdido más poder adquisitivo durante la crisis que las pensiones.
Sin embargo, las actuaciones se están dirigiendo a la suficiencia de los actuales pensionistas,
poniendo en peligro las pensiones de las siguientes generaciones que llegarán a la jubilación
en una situación económica más débil.
Impacto y medidas
El sistema público de pensiones español acusa un elevado déficit… Existe la necesidad de
introducir automatismos que corrijan los desequilibrios, con un reparto razonable entre
generaciones y vincular el crecimiento de los gastos a las variables que condicionan los
ingresos.
El problema está sin resolver, pero es necesario adoptar medidas puesto que la
derogación de las reformas ha tenido un elevado coste: el gasto en pensiones no se va a
rebajar y se disparará (inicialmente se estimó que las reformas de 2011 y 2013 generarían un
ahorro de 5,7 puntos anuales de PIB hasta 2057; con las reformas podría haber sido dicho
gasto el 12% del PIB y ahora sin las mismas será del 22% del PIB). Una gran solución es
aumentar el número de años trabajados y retrasar la edad de jubilación.
5. Conclusiones
Los sistemas públicos de pensiones deben adaptarse a la nueva realidad económica y
sociológica.
La realidad muestra un aumento de la desigualdad generacional.
Las últimas medidas anunciadas en España suponen una marcha atrás en la
sostenibilidad del sistema tal como está diseñado en la actualidad.