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Estres Foro
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El trastorno por estrés postraumático (también conocido como TEPT) es un trastorno que
algunas personas presentan después de haber vivido o presenciado un acontecimiento
impactante, terrorífico o peligroso.
Es natural sentir temor durante una situación traumática o después de ésta. Este temor
provoca muchos cambios en el cuerpo en fracciones de segundo para responder a un peligro
y para ayudar a evitar un peligro en el futuro. Esta respuesta de “lucha o huida” es una
reacción típica que sirve para proteger a la persona de cualquier peligro. Casi todo el
mundo tendrá una serie de reacciones después de una experiencia traumática.
Sin embargo, la mayoría de las personas se recuperará de los síntomas de forma natural. Es
posible que a las personas que continúen teniendo problemas se les diagnostique con
trastorno por estrés postraumático.
Las personas con este trastorno pueden sentirse estresadas o asustadas, incluso cuando ya
no están en peligro
En el año 1982 se publicó la tercera edición del DSM (Manual de diagnóstico de los
trastornos mentales) y por primera vez se reconoció que las secuelas que podían quedar tras
la exposición a un suceso traumático podían configurar un trastorno mental. Se denominó
Trastorno de estrés postraumático, conocido también por las siglas en español (TEPT) y en
inglés (PTSD).
“Se conoce como Trastorno de estrés postraumático a las secuelas psicológicas tras la
exposición a un acontecimiento traumático.”
Todos hemos pasado miedo en algún momento de nuestras vidas por una situación
traumática, ya sea vivida en primera persona o experimentada en tercera persona. Hasta una
noticia del telediario nos hace responder emocionalmente con miedo, tristeza, ansiedad o
llanto. La mayoría de las personas logran reponerse a esa experiencia que han conocido o
experimentado. Incluso, hay personas que pueden superar situaciones muy complicadas en
las que su vida ha estado en peligro o han presenciado la muerte de cerca, como combates
de guerra o accidentes de tráfico. Sin embargo, hay algunas personas que meses después del
suceso traumático siguen presentando síntomas (insomnio, ansiedad, pesadillas,
incapacidad para disfrutar, miedo a morir, etc) y no logran sentirse a salvo de lo ocurrido.
b. Epidemiologia
“El estrés postraumático es más frecuente en Estados Unidos que en Europa, Asia o
América del Sur.”
“Algunas profesiones son de riesgo, como las fuerzas del orden y los sanitarios de
urgencias.”
Los acontecimientos traumáticos que producen una tasa más elevada de Trastorno de estrés
postraumático son: violación, combate de guerra, cautiverio o prisión por causas étnicas o
políticas.
c. Pandemia COVID-19
Los cambios sociales y restricciones impuestas en todo el mundo para frenar la expansión
del coronavirus han pasado factura a nuestra salud mental; según un estudio científico
internacional, en primavera boreal, durante la primera ola de la pandemia, siete de cada
diez personas (68.5%) tuvieron síntomas de estrés postraumático, uno de cada cuatro de
depresión (25%) y una quinta parte sufrió ansiedad (19.5%).
El estudio advierte que ciertas características demográficas pueden hacerte más vulnerable
a sufrir estos problemas psicológicos: principalmente ser mujer, pertenecer a un país de
altos ingresos, no tener pareja y ser joven.
Para los investigadores es llamativo que, aunque las personas mayores son la población de
más riesgo frente al COVID-19, no son los más afectados psicológicamente, tal vez porque
“la edad está generalmente asociada a una mejor regulación emocional”.
Pero, sobre todo, los cambios en la vida provocados por la pandemia como el
confinamiento, la inestabilidad económica, las dificultades en la transición trabajo-casa y el
aumento de las discusiones o conflictos con otros adultos en el hogar, están fuertemente
vinculados a un mal estado de salud mental y son los mejores indicadores de los síntomas
de depresión y ansiedad.
En conjunto, el estudio demuestra que la pandemia del COVID-19 no solo debe verse como
una emergencia sanitaria, sino que también supone una amenaza para la salud mental de la
población.
“Los gobiernos no sólo tendrán que sopesar los costos y beneficios a nivel económico y
social de sus medidas, sino que también tendrán que integrar intervenciones de salud
mental en sus planes de emergencia para brindar servicios que promuevan la salud de la
población en todas las esferas”, concluyen los investigadores.
DIAGNOSTICO
2. Sueños angustiosos recurrentes en los que el contenido y/o el afecto del sueño está
relacionado con el suceso(s) traumático(s).
3. Reacciones disociativas (p. ej., escenas retrospectivas) en las que el sujeto siente o
actúa como si se repitiera el suceso(s) traumático(s). (Estas reacciones se pueden
producir de forma continua, y la expresión más extrema es una pérdida completa de
conciencia del entorno presente.)
3. Hipervigilancia.
5. Problemas de concentración.
6. Alteración del sueño (p. ej., dificultad para conciliar o continuar el sueño, o sueño
inquieto).
Trastorno que surge como respuesta tardía o diferida a un acontecimiento estresante o a una
situación (breve o duradera) de naturaleza excepcionalmente amenazante o catastrófica, que
causarían por sí mismos malestar generalizado en casi todo el mundo (por ejemplo,
catástrofes naturales o producidas por el hombre, combates, accidentes graves, el ser testigo
de la muerte violenta de alguien, el ser víctima de tortura, terrorismo, de una violación o de
otro crimen).
Las características típicas del trastorno de estrés post-traumático son: episodios reiterados
de volver a vivenciar el trauma en forma de reviviscencias o sueños que tienen lugar sobre
un fondo persistente de una sensación de «entumecimiento» y embotamiento emocional, de
despego de los demás, de falta de capacidad de respuesta al medio, de anhedonia y de
evitación de actividades y situaciones evocadoras del trauma. Suelen temerse, e incluso
evitarse, las situaciones que recuerdan o sugieren el trauma.
En raras ocasiones pueden presentarse estallidos dramáticos y agudos de miedo, pánico o
agresividad, desencadenados por estímulos que evocan un repentino recuerdo, una
actualización del trauma o de la reacción original frente a él o ambos a la vez.
El comienzo sigue al trauma con un período de latencia cuya duración varía desde unas
pocas semanas hasta meses (pero rara vez supera los seis meses). El curso es fluctuante,
pero se puede esperar la recuperación en la mayoría de los casos. En una pequeña
proporción de los enfermos, el trastorno puede tener durante muchos años un curso crónico
y evolución hacia una transformación persistente de la personalidad.
B. Factores de Riesgo
Los factores de protección o de resiliencia que pueden reducir el riesgo de trastorno por
estrés postraumático incluyen:
D. Etiología
Esto es posible debido a la capacidad del yo para anticipar en su fantasía lo que va a ocurrir
e ir preparándose para el futuro. Los hechos que no han sido anticipados y que son
experimentados de una manera violenta e intrusiva originan grandes cantidades de
excitación no controlada que las vuelven abrumadoras para el psiquismo. Esta excitación es
excesiva en relación con la tolerancia del sujeto y su capacidad para controlarla y elaborarla
psíquicamente.
El trastorno por estrés postraumático es generado por los efectos patógenos duraderos que
este incidente traumático provoca en toda la organización psíquica. Las probabilidades que
tiene un incidente de producir un trastorno por estrés postraumático se hallan directamente
relacionadas con su carácter de imprevisto.
Casi todos los síntomas del trastorno por estrés postraumático son producto del bloqueo de
las funciones perceptivas del yo: el embotamiento psíquico, la amnesia total o parcial, la
reducción acusada del interés, la disminución de la capacidad para sentir emociones, las
dificultades para concentrarse, el insomnio, la irritabilidad y la disociación psíquica.
E. Diagnóstico Diferencial
El diagnóstico diferencial sirve para hacer una correcta valoración de una enfermedad con
respecto a otras parecidas, con las que pudiera confundirse o solaparse. Es una valoración
clínica que corresponde exclusivamente a los especialistas, en ningún caso a los pacientes.
En muchos casos requiere de pruebas y exploraciones complementarias que han de
solicitarse a los servicios médicos pertinentes en cada caso.
Trastorno Adaptativo: se usa este diagnóstico cuando se dan los mismos síntomas que en el
trastorno por estrés postraumático pero no son debidos a un muy grave acontecimiento.
También cuando dándose un grave acontecimiento, no ocurre el cuadro de síntomas típico
del TEP.
Trastorno por Estrés Agudo: el cuadro de síntomas aparece y desaparece en las 4 semanas
siguientes al suceso traumático. Si persiste más de un mes y se dan los síntomas
característicos del TEP, el diagnóstico será el de TEP.
Simulación: se fingen los síntomas para obtener beneficios materiales, laborales, legales o
de otro tipo.
TRATAMIENTO
Lograrás tener pensamientos más positivos sobre ti, sobre los demás y sobre el mundo
Permite tratar otros problemas que se suelen asociar a experiencias traumatizantes, como la
depresión, la ansiedad o el abuso de alcohol o de sustancias
No tienes que cargar tú solo todo lo que implica el trastorno por estrés postraumático
Si alguien con trastorno por estrés postraumático está pasando por alguna situación
traumática continua, como, por ejemplo, una relación abusiva, es necesario abordar ambos
problemas. Otros problemas que se pueden estar teniendo al mismo tiempo incluyen
trastornos de pánico, depresión, drogadicción y pensamientos suicidas. La investigación
muestra que el apoyo de la familia y los amigos pueden ser una parte importante de la
recuperación.
Psicoterapia
Hay muchos tipos de psicoterapia que pueden ayudar a las personas con trastorno por estrés
postraumático. Algunos tipos se dirigen a los síntomas del trastorno, mientras que otros se
enfocan en los problemas sociales, familiares o laborales. El médico o terapeuta puede
combinar diferentes tratamientos en función de las necesidades de cada persona.
Los tipos de psicoterapia eficaces tienden a enfatizar algunos componentes clave, entre
ellos, conocer los síntomas, aprender habilidades para ayudar a identificar los factores
desencadenantes de los síntomas y habilidades para controlarlos. Hay un tipo de
psicoterapia que se llama terapia cognitivo-conductual e incluye lo siguiente:
Terapia de exposición. Esta terapia ayuda a las personas a enfrentar y controlar su temor.
Poco a poco se las expone a la situación traumática que sufrieron, pero de una manera
segura. Se utilizan imágenes mentales, escritura o visitas al lugar donde ocurrió el hecho. El
terapeuta utiliza estas técnicas para ayudar a las personas con trastorno por estrés
postraumático a enfrentar sus sentimientos.
Reestructuración cognitiva. Esta terapia ayuda a las personas a darle sentido a los malos
recuerdos. A veces las personas recuerdan el acontecimiento de manera diferente de cómo
sucedió. Pueden sentir culpa o vergüenza por algo que no es su culpa. El terapeuta ayuda a
las personas con trastorno por estrés postraumático a mirar lo que ocurrió de una manera
realista.
Por medio de otros tipos de psicoterapia, se les enseña a las personas formas útiles de
reaccionar ante acontecimientos aterradores que desencadenan los síntomas del trastorno
por estrés postraumático.
Sobre la base de este objetivo general, los diferentes tipos de terapia pueden:
Medicamentos
Los medicamentos más estudiados para el tratamiento del trastorno por estrés
postraumático incluyen los antidepresivos, que pueden ayudar a controlar los síntomas
como la tristeza, la preocupación, la ira y la sensación de vacío interno.
Los antidepresivos y otros medicamentos se pueden recetar junto con la psicoterapia. Otros
medicamentos pueden ser útiles para síntomas específicos de este trastorno.
La prazosina puede ser útil con los problemas del sueño, en particular, las pesadillas,
frecuentes en las personas con trastorno por estrés postraumático. Estos medicamentos
pueden ayudar con los síntomas de la depresión y la angustia. También pueden ayudar a
mejorar los problemas de sueño y de concentración. Los medicamentos inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como sertralina (Zoloft) y paroxetina
(Paxil) están aprobados por la FDA para el tratamiento de este trastorno.
Los médicos y los pacientes pueden trabajar juntos para encontrar el mejor medicamento o
combinación de medicamentos, así como la dosis correcta.
b. Prevención
Obtener ayuda y apoyo a tiempo podría evitar que las reacciones normales al estrés
empeoren y padezcas trastorno de estrés postraumático. Esto podría implicar que recurras a
tu familia y amigos, quienes te escucharán y reconfortarán. Podría suponer que debas
buscar un profesional de salud mental y asistir a sesiones de terapia por un corto tiempo.
Algunas personas probablemente encuentren útil acudir a su comunidad religiosa.
El apoyo de otros también podría ayudarte a evitar que recurras a métodos de afrontamiento
no saludables, como el uso indebido de alcohol o drogas.