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Análisis de la influencia del ser humano frente al cambio c limático

Cambios en el ecosistema y desertificación


La desertificación reduce la diversidad biológica, que contribuye a muchos de los servicios
que los ecosistemas de las tierras secas proporcionan al hombre. La flora y su diversidad
tienen un papel decisivo en la conservación del suelo y en la regulación de las aguas
superficiales y el clima local. La alteración del suministro de los servicios interrelacionados
que proporciona la biodiversidad vegetal en las tierras secas es uno de los desencadenantes
clave de la desertificación y sus múltiples consecuencias, incluyendo la pérdida
de hábitat para otras especies.

La desertificación afecta al cambio climático a través de la pérdida de suelo y de


vegetación. Los suelos de las tierras secas contienen más de un cuarto de todos los
depósitos de carbono orgánico del mundo así como casi todo el carbono inorgánico. La
desertificación libre de obstáculos puede liberar a la atmósfera global una importante
fracción de este carbono, con consecuencias de retroalimentación significativas para el
sistema climático global. Se estima que 300 millones de toneladas de carbono se dispersan
cada año en la atmósfera provenientes de las tierras secas como resultado de la
desertificación (cerca del 4% de las emisiones globales totales provenientes de todas las
fuentes combinadas) (certeza media).

El efecto del cambio climático global sobre la desertificación es complejo y no está


suficientemente entendido. El cambio climático puede afectar negativamente a
la biodiversidad y exacerbar la desertificación debido al aumento en la evapotranspiración y
a una disminución probable de la precipitación en las tierras secas (aunque puede aumentar
globalmente). Sin embargo, ya que el dióxido de carbono es también un recurso
fundamental para la productividad de las plantas, la eficacia del uso del agua mejorará para
algunas especies de las tierras secas que puedan responder favorablemente a su aumento.
Las respuestas contrastantes de las distintas plantas de las tierras secas al aumento del
dióxido de carbono y de las temperaturas, pueden llevar a cambios en la composición y
abundancia de las especies. Por lo tanto, aunque el cambio del clima puede aumentar la
aridez y el riesgo de desertificación en muchas áreas (certeza media), los efectos resultantes
sobre los servicios que están determinados por la pérdida de la biodiversidad y, por lo tanto,
sobre la desertificación, son difíciles de predecir 

Derretimiento de los polos y crecimiento del volumen del mar


es cierto que la acción humana ha causado estragos en el medioambiente, en algunos casos
sin que exista posibilidad de vuelta atrás; pero quienes prefieren ver el vaso medio lleno se
centran más en los propósitos de enmienda y los progresos conseguidos para revertir la
situación.
 Aumento del nivel del mar
La agencia espacial estadounidense publicó en agosto de este año un estudio elaborado por
su panel de científicos que pone de manifiesto el alarmante proceso de aumento del nivel
del mar: nada menos que 8 centímetros en los últimos 23 años. Lo más preocupante de este
informe, sin embargo, no es esta cifra de aumento, sino la previsión de futuro que arroja:
“El nivel del mar está aumentando más rápido que hace 50 años y es muy posible que
empeore en el futuro”. ¿Qué quiere decir esto? Que a finales de este siglo el agua podría
haber ganado casi un metro sobre la tierra firme (hasta 0,9 metros es la previsión de
Naciones Unidas).

Para buscar el origen de esta amenaza es necesario poner la mirada sobre el calentamiento
global originado por el cambio climático, que a su vez provoca el aumento del nivel del
mar desde tres frentes de acción diferentes:

El primero de ellos es la dilatación térmica: el agua, al calentarse por la subida de la


temperatura, tiende a dilatarse, es decir, los océanos ocupan más espacio.

Además, el deshielo de los territorios helados de Groenlandia y la Antártida Occidental se


acelera por el calentamiento global. Este proceso se ve negativamente influido por la
filtración de agua dulce de la superficie, que actúa como lubricante para las corrientes de
hielo y ayuda a que éstas se deslicen con mayor rapidez. Es decir, el agua dulce filtrada
hasta la base de las placas de hielo las derrite, debilitan y deslizan hacia al mar.

Por último, en un tipo de proceso similar, las grandes formaciones de hielo en forma de


glaciares y casquetes polares se derriten sin volver luego a su forma habitual.
Habitualmente estas gigantescas estructuras heladas se deshacían parcialmente durante el
verano, pero recuperaban su estado sólido al volver las temperaturas invernales. Ahora, a
causa del calentamiento global, las precipitaciones de nieve son más suaves, los inviernos
se retrasan y las primaveras se adelantan, de manera que el hielo no se vuelve a unir en la
misma forma y cantidad.

 Consecuencias

Los efectos del aumento del nivel del mar ya se están notando, y las previsiones no son
nada halagüeñas. En primer lugar, el agua invade cada vez más las zonas costeras,
provocando la erosión del terreno y amenazando campos de cultivo, viviendas o zonas de
ocio. También se producen la inundación de humedales y la contaminación de acuíferos,
afectando a la flora y fauna de cada lugar, provocando la pérdida de hábitat para peces,
pájaros, plantas y muchas otras especies.

Por otro lado, un mar con un nivel más alto provoca temporales, desata tormentas de gran
intensidad y otros fenómenos atmosféricos de mayor envergadura que pueden ser una
verdadera amenaza para las poblaciones que se encuentren a su paso.

En la vertiente social, la amenaza constante de la subida del nivel del mar pone en el ojo del
huracán a cientos de millones de personas que viven en comunidades costeras. Si el agua
continúa subiendo a este ritmo, se verán obligados a abandonar sus hogares y mudarse a
otra zona, con el correspondiente problema demográfico. Esto es conocido como migración
forzosa derivada del cambio climático.

Por último, las islas de menor altitud quedarían engullidas por los océanos, dando lugar a
la desaparición de grandes extensiones territoriales e incluso de algunos países.

Acidificación de los océanos


Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que lanzamos a la atmósfera no solo empeoran
la calidad del aire, también impactan en la salud de los océanos. En concreto, provocan un
fenómeno, conocido como acidificación, que reduce el pH de sus aguas, modificando su
composición química y afectando gravemente a los organismos marinos. Las soluciones
pasan por reducir el uso de combustibles fósiles en beneficio de fuentes renovables. La
acidificación de los océanos se produce cuando, a través de un conjunto de reacciones
químicas, el agua del mar absorbe CO2. Como apunta el propio Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) en un artículo, esto tiene su parte positiva y es que, de
no producirse, la presencia de CO2 en la atmósfera sería un 30 % superior, lo que impulsaría
aún más el cambio climático. Por tanto, la resolución de este problema va unido de forma
indisoluble a la reducción de emisiones y solo puede abordarse de manera global, lo que
dificulta la búsqueda de soluciones y la toma de decisiones. 
 Causas de la acidificación de los océanos
Desde el comienzo de la Revolución Industrial, la concentración de este gas ha aumentado
de forma severa a causa de la quema de combustibles fósiles utilizados para los procesos
industriales, la generación de energía o el transporte, entre otras actividades humanas.

En concreto, los niveles de CO2 en la atmósfera han pasado de 250 a 400 partes por millón
(ppm) en los últimos siglos y, en consecuencia, el pH del agua oceánica superficial ha
decrecido un 0,1. El dato podría parecer insignificante, pero representa un aumento del 30
% en la acidez de los océanos en comparación con la época preindustrial. De mantenerse el
nivel actual de quema de combustibles, la proyección es que el pH disminuya entre 0,3 y
0,4 unidades más, unos índices nunca vistos en al menos los últimos 25 millones de años y
un ritmo inédito en toda la historia del planeta.

 CONSECUENCIAS DE LA ACIDIFICACIÓN DE LOS OCÉANOS

 En la vida marina se produce una disminución de la cantidad de iones carbonato en


el agua, un elemento necesario para la formación de los esqueletos y las conchas de
ciertos animales marinos. Por tanto, esta situación podría afectar a su desarrollo y a
su capacidad de reproducción, poniendo en peligro sus poblaciones. Las especies
más amenazadas por este fenómeno son cangrejos, langostas, almejas, ostras, etc.

También debemos tener en cuenta su impacto en otras especies menos conocidas,


como los pterópodos, que tienen un papel importante en la cadena alimentaria como
fuente de alimento para peces, cetáceos y pájaros. Los corales, que actúan como
refugio de un cuarto de las especies marinas, son muy sensibles a la acidificación.

Desequilibrio en el plancton marino ya que el fitoplancton oceánico produce el 70%


del oxígeno que respiramos. Este es el verdadero pulmón del planeta y alterar su
equilibrio puede resultar devastador para todos.

 En la vida humana un amplio descenso en las poblaciones de peces y crustáceos a


causa de la acidificación impactaría gravemente en una de las principales fuentes de
proteínas para millones de personas en todo el mundo. Como consecuencia, se
pondría en peligro el medio de vida de cerca de 47,5 millones de pescadores y de
una industria que emplea a otros 120 millones de personas.
Fenómenos meteorológicos extremos

Según un nuevo y exhaustivo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM),


en los últimos 50 años se ha producido, de media, un desastre diario provocado por peligros
meteorológicos, climáticos o hidrológicos que se ha cobrado la vida de 115 personas y ha
ocasionado pérdidas diarias por valor de 202 millones de dólares de los Estados Unidos.
En ese período de 50 años, el número de desastres se ha quintuplicado, impulsado por el
cambio climático, el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos y la mejora en los
mecanismos de suministro de información. Ahora bien, gracias al perfeccionamiento de los
sistemas de alerta temprana y a la mejora de las prácticas de gestión de desastres, el número
de muertes es casi tres veces menor.

Según el Atlas de la OMM sobre mortalidad y pérdidas económicas debidas a fenómenos


meteorológicos, climáticos e hidrológicos extremos (1970-2019), en todo el mundo se
registraron más de 11 000 desastres atribuidos a esos peligros, que ocasionaron algo más de
2 millones de víctimas mortales y 3,64 billones de dólares en pérdidas.
El informe constituye la revisión más exhaustiva realizada hasta la fecha de la mortalidad y
las pérdidas económicas causadas por fenómenos meteorológicos, climáticos e hidrológicos
extremos. En él se evalúa el período completo de 50 años y también se analiza cada década
por separado.

Entre 1970 y 2019, los peligros meteorológicos, climáticos e hidrológicos fueron la causa
del 50 % de todos los desastres acaecidos, del 45 % del conjunto de muertes notificadas y
del 74 % de las pérdidas económicas declaradas.
Más del 91 % de esas muertes se produjeron en países en desarrollo (según la clasificación
de países de las Naciones Unidas).

Si se tienen en cuenta los diez desastres más importantes, los peligros que provocaron la
mayor cantidad de víctimas mortales durante el período analizado fueron las sequías
(650 000 muertes), las tormentas (577 232 muertes), las crecidas (58 700 muertes) y las
temperaturas extremas (55 736 muertes).

Según se indica en el informe sobre las bases físicas de cambio climático elaborado por el
Grupo de Trabajo I del IPCC, la cantidad de fenómenos extremos alcanza valores nunca
antes observados y aumentará a medida que se incremente el calentamiento global. Cada
décima de grado importa.
En el informe también se señala que el cambio climático causado por actividades humanas
ya influye en muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las
regiones del mundo. Desde que en 2014 se publicara el quinto informe de evaluación del
IPCC, cada vez es más evidente que los fenómenos extremos (como las olas de calor, las
precipitaciones fuertes, las sequías y los ciclones tropicales) están cambiando, y que esa
evolución se debe a la influencia humana.
Con un calentamiento global de 1,5 °C (2,7 °F), el mundo deberá encarar múltiples peligros
climáticos inevitables en las próximas dos décadas. El hecho de superar ese umbral de
calentamiento, aunque sea de forma transitoria, entrañará graves consecuencias adicionales,
algunas de las cuales serán irreversibles. Los riesgos para la sociedad aumentarán, en
particular para las infraestructuras y los asentamientos en zonas costeras de baja altitud,
según se explica en el informe del Grupo de Trabajo II del IPCC centrado en los impactos,
la adaptación y la vulnerabilidad.
Cuando múltiples fenómenos meteorológicos extremos se producen de forma simultánea,
ocasionan consecuencias en cascada que son cada vez más difíciles de gestionar. A raíz de
esos fenómenos, millones de personas están expuestas a una grave inseguridad alimentaria
e hídrica, en especial en África, Asia, América Central y del Sur, las islas pequeñas y el
Ártico, afirma el IPCC.
Desde la década de 1950, los episodios de calor extremo son más frecuentes e intensos, y
ninguna región escapa a ellos.
Las temperaturas superiores a 40 °C, e incluso a 50 °C, se dan con mayor frecuencia en
muchas partes del mundo, lo que supone una gran amenaza para la salud y el bienestar de
las personas.
 TIPOS DE FENÓMENOS METEOROLÓGICOS EXTREMOS

Los fenómenos meteorológicos extremos pueden agruparse de la siguiente forma:


 Olas de calor

El calor extremo, en forma de este fenómeno que prolonga durante varios días las
altas temperaturas, se ha vuelto más frecuente e intenso en la mayoría de la regiones
de la Tierra desde 1950 según el informe del IPCC.

 Olas de frio

Al contrario que las de calor, este fenómeno, que alarga varios días las bajas
temperaturas, se ha vuelto menos frecuente según el IPCC, lo que no evita que se
den situaciones inusuales, como la borrasca Filomena que paralizó varios días
España.
 Ciclones tropicales

Según el IPCC, han aumentado su frecuencia en las últimas cuatro décadas.


Además, tienen efectos más destructivos al producirse huracanes de categorías más
altas. Todo ello podría estar relacionado con el aumento de la temperatura
superficial del mar.
Anomalía de la temperatura de la superficie del mar observacional por satélite
durante los últimos cinco años (2015-2019), referencia a los primeros cinco
años (1982-1986). El aumento del calentamiento del océano surge sobre las
regiones subtropicales.

Fuente: ALFRED-WEGENER-INSTITUT/GERRIT LOHMAN

 Sequias

La falta de precipitaciones en ciertas regiones del mundo, como el Cuerno de


África, son cada vez más acusadas, prolongando este fenómeno y obligando a miles
de personas a emigrar y convertirse en refugiados climáticos. Además, la escasez de
agua puede derivar en choques violentos.

 Lluvias torrenciales
Al tiempo que las precipitaciones generales pueden disminuir a causa del cambio
climático, puede aumentar la intensidad de aquellas que se produzcan, dando lugar a
tifones capaces de ocasionar inundaciones y crecidas fluviales muy destructivas.

Extinción de especies
Para que las plantas, animales y aves sobrevivan al enfrentarse al cambio climático, tienen
dos opciones: desplazarse o adaptarse. Con la velocidad del cambio climático que ya
estamos experimentando, resulta casi imposible que las especies se adapten lo
suficientemente rápido para que se mantengan a la par con un ambiente tan cambiante.
Además, con la cantidad de destrucción de hábitats, la construcción de represas, y la
expansión de ciudades y carreteras, desplazarse resulta mucho más difícil.

En estos casos, el cambio climático puede significar que las especies desaparezcan de los
lugares donde alguna vez prosperaron, o que se lleguen a extinguir completamente.
Migraciones masivas
Según el documento, la escala de la migración interna provocada por impactos climáticos
será mayor en las regiones más pobres y vulnerables al cambio climático, lo que indica que
las deficiencias subyacentes en la capacidad de los sistemas sociales, económicos y de
medios de subsistencia para abordar el cambio climático podrían socavar los logros en
materia de desarrollo.
Asimismo, los efectos del cambio climático de avance lento como el retroceso glacial que
afecta la disponibilidad de agua o la erosión costera por el aumento del nivel del mar,
sumado a vulnerabilidades preexistentes, influyen en los patrones migratorios.
Factores que provocan la migración climática

 a creciente aparición de desastres naturales derivados de la variación en las


condiciones del clima aumenta el número de emergencias humanitarias y  por lo
tanto desplazamientos de la población afectada.

 La incidencia del calentamiento global y sus consecuencias en las condiciones de


vida, la sanidad y la alimentación de una zona en desarrollo puede potenciar la
migración al empeorar una situación ya de por sí complicada.

 Al subir el nivel del mar, muchas zonas costeras y pequeñas islas pueden empeorar
notablemente sus condiciones de albergar vida humana hasta volverse directamente
inhabitables e incluso desaparecer.
 Problemas derivados de la escasez de recursos naturales como agua o alimentos
pueden desembocar en situaciones tensas o conflictos armados, que a su vez obligan
a la población civil a abandonar su lugar de origen.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), como agencia líder


intergubernamental del ámbito de la migración, ha estado al frente de los esfuerzos
operativos, de investigación, de promoción y los relacionados con políticas, luchando para
colocar la migración ambiental en el centro de las inquietudes internacionales, regionales y
nacionales, en cooperación con sus Estados Miembros, observadores y asociados.
Los objetivos de la OIM relacionados con la migración, el medioambiente y el cambio
climático son:

 Evitar la migración forzosa que deriva de factores ambientales en la medida de lo


posible;
 Brindar asistencia y protección a las poblaciones afectadas cuando la migración
forzosa realmente ocurre en situaciones de cambio ambiental y climático, y buscar
soluciones duraderas a su situación;
 Facilitar la migración en el contexto de la adaptación al cambio climático y mejorar
la resiliencia de las comunidades afectadas.

Análisis de la tormenta invernal

Análisis del acceso a energías renovables

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