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Mi Parte Clima
Mi Parte Clima
Para buscar el origen de esta amenaza es necesario poner la mirada sobre el calentamiento
global originado por el cambio climático, que a su vez provoca el aumento del nivel del
mar desde tres frentes de acción diferentes:
Consecuencias
Los efectos del aumento del nivel del mar ya se están notando, y las previsiones no son
nada halagüeñas. En primer lugar, el agua invade cada vez más las zonas costeras,
provocando la erosión del terreno y amenazando campos de cultivo, viviendas o zonas de
ocio. También se producen la inundación de humedales y la contaminación de acuíferos,
afectando a la flora y fauna de cada lugar, provocando la pérdida de hábitat para peces,
pájaros, plantas y muchas otras especies.
Por otro lado, un mar con un nivel más alto provoca temporales, desata tormentas de gran
intensidad y otros fenómenos atmosféricos de mayor envergadura que pueden ser una
verdadera amenaza para las poblaciones que se encuentren a su paso.
En la vertiente social, la amenaza constante de la subida del nivel del mar pone en el ojo del
huracán a cientos de millones de personas que viven en comunidades costeras. Si el agua
continúa subiendo a este ritmo, se verán obligados a abandonar sus hogares y mudarse a
otra zona, con el correspondiente problema demográfico. Esto es conocido como migración
forzosa derivada del cambio climático.
Por último, las islas de menor altitud quedarían engullidas por los océanos, dando lugar a
la desaparición de grandes extensiones territoriales e incluso de algunos países.
En concreto, los niveles de CO2 en la atmósfera han pasado de 250 a 400 partes por millón
(ppm) en los últimos siglos y, en consecuencia, el pH del agua oceánica superficial ha
decrecido un 0,1. El dato podría parecer insignificante, pero representa un aumento del 30
% en la acidez de los océanos en comparación con la época preindustrial. De mantenerse el
nivel actual de quema de combustibles, la proyección es que el pH disminuya entre 0,3 y
0,4 unidades más, unos índices nunca vistos en al menos los últimos 25 millones de años y
un ritmo inédito en toda la historia del planeta.
Entre 1970 y 2019, los peligros meteorológicos, climáticos e hidrológicos fueron la causa
del 50 % de todos los desastres acaecidos, del 45 % del conjunto de muertes notificadas y
del 74 % de las pérdidas económicas declaradas.
Más del 91 % de esas muertes se produjeron en países en desarrollo (según la clasificación
de países de las Naciones Unidas).
Si se tienen en cuenta los diez desastres más importantes, los peligros que provocaron la
mayor cantidad de víctimas mortales durante el período analizado fueron las sequías
(650 000 muertes), las tormentas (577 232 muertes), las crecidas (58 700 muertes) y las
temperaturas extremas (55 736 muertes).
Según se indica en el informe sobre las bases físicas de cambio climático elaborado por el
Grupo de Trabajo I del IPCC, la cantidad de fenómenos extremos alcanza valores nunca
antes observados y aumentará a medida que se incremente el calentamiento global. Cada
décima de grado importa.
En el informe también se señala que el cambio climático causado por actividades humanas
ya influye en muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las
regiones del mundo. Desde que en 2014 se publicara el quinto informe de evaluación del
IPCC, cada vez es más evidente que los fenómenos extremos (como las olas de calor, las
precipitaciones fuertes, las sequías y los ciclones tropicales) están cambiando, y que esa
evolución se debe a la influencia humana.
Con un calentamiento global de 1,5 °C (2,7 °F), el mundo deberá encarar múltiples peligros
climáticos inevitables en las próximas dos décadas. El hecho de superar ese umbral de
calentamiento, aunque sea de forma transitoria, entrañará graves consecuencias adicionales,
algunas de las cuales serán irreversibles. Los riesgos para la sociedad aumentarán, en
particular para las infraestructuras y los asentamientos en zonas costeras de baja altitud,
según se explica en el informe del Grupo de Trabajo II del IPCC centrado en los impactos,
la adaptación y la vulnerabilidad.
Cuando múltiples fenómenos meteorológicos extremos se producen de forma simultánea,
ocasionan consecuencias en cascada que son cada vez más difíciles de gestionar. A raíz de
esos fenómenos, millones de personas están expuestas a una grave inseguridad alimentaria
e hídrica, en especial en África, Asia, América Central y del Sur, las islas pequeñas y el
Ártico, afirma el IPCC.
Desde la década de 1950, los episodios de calor extremo son más frecuentes e intensos, y
ninguna región escapa a ellos.
Las temperaturas superiores a 40 °C, e incluso a 50 °C, se dan con mayor frecuencia en
muchas partes del mundo, lo que supone una gran amenaza para la salud y el bienestar de
las personas.
TIPOS DE FENÓMENOS METEOROLÓGICOS EXTREMOS
El calor extremo, en forma de este fenómeno que prolonga durante varios días las
altas temperaturas, se ha vuelto más frecuente e intenso en la mayoría de la regiones
de la Tierra desde 1950 según el informe del IPCC.
Olas de frio
Al contrario que las de calor, este fenómeno, que alarga varios días las bajas
temperaturas, se ha vuelto menos frecuente según el IPCC, lo que no evita que se
den situaciones inusuales, como la borrasca Filomena que paralizó varios días
España.
Ciclones tropicales
Sequias
Lluvias torrenciales
Al tiempo que las precipitaciones generales pueden disminuir a causa del cambio
climático, puede aumentar la intensidad de aquellas que se produzcan, dando lugar a
tifones capaces de ocasionar inundaciones y crecidas fluviales muy destructivas.
Extinción de especies
Para que las plantas, animales y aves sobrevivan al enfrentarse al cambio climático, tienen
dos opciones: desplazarse o adaptarse. Con la velocidad del cambio climático que ya
estamos experimentando, resulta casi imposible que las especies se adapten lo
suficientemente rápido para que se mantengan a la par con un ambiente tan cambiante.
Además, con la cantidad de destrucción de hábitats, la construcción de represas, y la
expansión de ciudades y carreteras, desplazarse resulta mucho más difícil.
En estos casos, el cambio climático puede significar que las especies desaparezcan de los
lugares donde alguna vez prosperaron, o que se lleguen a extinguir completamente.
Migraciones masivas
Según el documento, la escala de la migración interna provocada por impactos climáticos
será mayor en las regiones más pobres y vulnerables al cambio climático, lo que indica que
las deficiencias subyacentes en la capacidad de los sistemas sociales, económicos y de
medios de subsistencia para abordar el cambio climático podrían socavar los logros en
materia de desarrollo.
Asimismo, los efectos del cambio climático de avance lento como el retroceso glacial que
afecta la disponibilidad de agua o la erosión costera por el aumento del nivel del mar,
sumado a vulnerabilidades preexistentes, influyen en los patrones migratorios.
Factores que provocan la migración climática
Al subir el nivel del mar, muchas zonas costeras y pequeñas islas pueden empeorar
notablemente sus condiciones de albergar vida humana hasta volverse directamente
inhabitables e incluso desaparecer.
Problemas derivados de la escasez de recursos naturales como agua o alimentos
pueden desembocar en situaciones tensas o conflictos armados, que a su vez obligan
a la población civil a abandonar su lugar de origen.