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Manzanilla y Lopez (2001) Historia Antigua de México. Vol. I
Manzanilla y Lopez (2001) Historia Antigua de México. Vol. I
deMéxico
VolumenI ElMéxicoantiguo,susáreasculturales,
y el horizontePreclásico
losorígenes
• ' .
Coordinadores:Linda Manzanilla
LeonardoLópezLuján
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Historia
Antigua
deMéxico
Volumen1
ElMéxicoantiguo,susáreasculturales,
losorígenesy el horizonte
Preclásico
Coordinado
res
LindaManzanillay Leonardo
LópezLuján
1
Primera edición, noviembre de 1994
nada despreciable, un verdadero ejército de investigadores del pasado, la luz de los datos, las técnicas. las metodologías y las teorías dispo-
una tecnología siempre en avance, así como el continuo mejoramiento nibles. y, por qué no decirlo, de los prejuicios en boga y de las necesi-
metodológico y el refinamiento de las perspectivas teóricas, han propi- dades históricas imperantes. Cada ejercicio de retrospección cristaliza
ciado que, día a día, nuestro conocimiento se amplíe a la par de que se en el papel los logros. las equivocaciones, las circunstancias y las
profundice. aspiraciones de su tiempo.
Podemos afirmar que, en comparación con nuestros colegas de hace En el caso específico de la historia antigua de México, abundan las
medio siglo (y también gracias a ellos), tenemos una idea bastante obras generales que intentan ofrecer al lector panoramas coherentes del
acabada -aunque nunca satisfactoria- de la vida de los pueblos que devenir social. Contamos con ricas informaciones que atestiguan que
moraron antes de 1521 el territorio que actualmente ocupa México. esta tradición de corte historiográfico hunde sus raíces en el mundo
Desde un punto de vista cuantitativo, nuestra capacidad productiva, posclásico mesoamericano. Sin embargo, tuvo que transcurrir mucho
en tanto arqueólogos o historiadores, ha sobrepasado sustantivamente tiempo para que se alcanzara la madurez plena. El hito lo marca en el
nuestro propio consumo. La velocidad en que se gesta una propuesta ha siglo pasado la aparición de la obra monumental México a través de
llegado al extremo de impedirnos analizarla y evaluarla con deteni- los siglos. Siguiendo su ejemplo y a partir de entonces, han sido publi-
miento, antes de que surja otra. No hay que insistir demasiado en lo vano cados numerosos y profusos trabajos colectivos, entre los que recor-
que resulta cualquier intento de estar al corriente de todos y cada uno de damos el Esplendor del México antiguo, organizado por Carmen Cook
los avances que acontecen en este campo. De frente a esta problemática de Leonard, el Handbook of Middle American Jndians, ~oordin~do por
se ha intentado reducir -hasta donde ha sido posible- el incremento de Robert Wauchope, la Historia de México dirigida ~or M1g_uel ~eon-Por~
las publicaciones por medio de criterios más selectivos; paralelamente se tilla, la Historia general de México editada por Daniel Cos10V11legas,
a_s1
ha acelerado el consumo gracias al desarrollo de una infinidad de técni- como Nléxico: panorama bistórico y cultural, coordinado ~or Ignacio
cas entre las que se encuentran los bancos de datos computarizados. Bernal, y México: un pueblo en la bistoria, dirigido por Enrique Semo.
Otra respuesta lógica ha sido la superespecialización que, no obs- Aquí debemos mencionar también otro tipo de obras que, aunque
tante sus múltiples aspectos benéficos, ha contribuido al abandono de las de mucho menor formato, han jugado un papel muy importante en el
visiones de conjunto, únicas vías de comprensión de un objeto ~e estu- avance de nuestras concepciones de conjunto. Entre ellas se encuen-
dio tan complejo y multiforme como lo_es el pasado. Un ciar~ eiemplo tran, por citar unas cuantas: Una visión del México prehispánico, de
de lo anterior es el paulatino alejamiento entre los estudiosos del Román Piña Chan; Pueblos y culturas de Mesoamérica, de Eric Wolf;
Mesoamerica: Tbe Evolution ofa Civilization, de William T. Sanders y
mundo maya y los del resto de Mesoamérica.
De todo lo anterior se desprende la necesidad de detenernos perió- Barbara J.Price; Culturas de la América indígena: Mesoamérica y Améri-
dicamente para reflexionar sobre los alcances colectivos. Entonces con- ca Central, de Wolfgang Haberland; Ancíent Mesoamerica. A compari-
viene preguntarse cuáles son los hallé!.zgos recientes más significativos son of change in three regions, de Richard E. Blanton, Stephen A.
y cómo inciden en nuestros esquemas conceptuales. Estos remansos Kowalewski, Gary Feinman y JillAppel, y The Aztec, Maya and their
fugaces permiten no sólo asimilar críticamente los datos, sino también Predecessors de Muriel Porter Weaver.
modificar o elaborar modelos generales de comprensión, así como Hace unos' cuantos años se gestó un nuevo esfuerzo colectivo de
difundirlos. Precisamente en dicho contexto se inscribe un afán tan caro síntesis histórica, cuyo fruto tiene el lector en sus manos. En los pasi-
para cada generación como lo es la reescritura de su propia historia a llos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, durante la gestión
10 El México antiguo,susáreasculturales,los orígenesy el horizonte Preclásico LeonardoLópezLuján• Introducción 11
del Dr. Arturo Azuela, varios profesores coincidieron en la carencia de lización de las pruebas facticas. Sin embargo. tales diferencias se con-
textos en español sobre las sociedades prehispánicas que fueran al servaron en se11.alde respeto a las perspectivas ele cada autor. En algu-
mismo tiempo completos, sintéticos, actualizados y asequibles. Se con- nas secciones es e,,idente el desigual conocimiento ele las áreas y
cibió entonces un volumen dirigido, en primera instancia, a los estudian- periodos e.le esta larga historia. No obstante, las 33 colaboraciones
tes universitarios que siguen cursos de historia antigua de México y a siguen lineamientos generales: buscan la síntesis actualizada del tema, la
los maestros de educación media-superior y universitaria. Sin embargo, presentación de las polémicas vigentes a propósito de él y las referen-
también se tomó en cuenta que la obra debería ser útil a un público cias fundamentales para una profundización posterior. Además, están
más amplio e inclusive no universitario. redactadas en un lenguaje sencillo en el que se evita el uso excesivo del
Con el paso del tiempo, el proyecto sufrió varias modificaciones y aparato instrumental que exige la presentación de los resultados ele
traspiés. En ciertos momentos se atravesaron situaciones que nos hi- investigación en medios académicos. Asimismo se prescinde de con-
cieron pensar en suspender la empresa. En algunas ocasiones, por ceptos notablemente especializados, pero cuando hay la necesidad ele
ejemplo, nos fue muy difícil o prácticamente imposible encontrar incluirlos, se definen convenientemente.
investigadores que quisieran hacerse cargo de algún tema específico. Los capítulos se dividen en tres volúmenes ~emáticos: el primero
En otras, tuvimos problemas para hacer coincidir intereses y ritmos de cuenta con una sección introductoria y otra reterente al lapso com-
trabajo de un equipo tan grande. Igualmente, varias veces nos vimos prendido entre la llegada de los primeros grupos humanos al actua_l
forzados a recorrer sin éxito los caminos laberínticos de algunas institu- territorio mexicano v el final del horizonte Preclásico: el segundo esta
ciones y casas editoriales. Pero finalmente llegamos a nuestra meta. consagrado exclush;~unente al horizonte Clásico: el tercer volu_mense
En esta obra colaboraron 36 especialistas en la materia. procedentes ocupa del horizonte Posclásico y de los principales aspectos mtelec-
de renombradas instituciones de investigación y enseñanza nacionales tuales de las sociedades mesoamericanas. .
extranjeras. La mayoría de ellos están adscritos a un total de 11 cen- Debemos advertir que seguimos esta manera de parcelar la historia
~os del Instituto Nacional de Antropología e Historia y tres dependen- I
antigua e.leMéxico nüs por costumbre que por convicción, ~11_ás~omo
cias de la Universidad Nacional Autónoma de México," si bien es cierto llave bibliográfica que como parte de una concepción que pnvtlegia los
que también están representad~s el _Centre Natio~al de la Rechercl:e "avances" estéticos o la sucesión de horizontes homogéneos. En conse-
Scientifique, el Centro de Invest1gac1~nes y ?stud10s en Antrop_olog1~1 cuencia se retienen los términos ele los tres graneles horizontes (Pre-
Social, El Colegio de México, El Colegio Mex1quense, la Co!umbia Un~- clásico. Clásico y Posclásico). pero sin atribuirles un sentido evolutivo
versity of New York, la Universidad Complutense de Madnd y el Insti- unilineal, ni caracteres compartidos en un mismo momento por todas las
tuto Escuela. sociedades de Mesoamérica.
El carácter colectivo de estos volúmenes los convierte en algo a la En calidad de coordinadores de la obra, Linda Manzanilla y yo agra-
vez rico y diverso. El lector advertirá la pluralidad en los estilos de re- decemos la colaboración de todos aquellos que participaron de una u
dacción, en los tratamientos de un mismo tipo de problema y en la uti- otra manera en esta empresa. En primer término hacemos patente nues-
' Centro Regional de Campeche. Centro Regional de Oaxaca. Centro Regional de <-:>ccide_nte.~:entro
tro reconocimiento a Alfredo López Austin y a Pablo Escalante Gonzal-
Regional de Tabasco. Dirección de Etnohistoria, Dirección ele Etnolo~ía_ y Antropolog1a So:ial: Esc_uela ho: ambos dieron el primer impulso al proyecto tanto en su concepción
Nacional de Antropología e Historia, Museo del Templo /Vlayor. Museo l\anonal de Antropologia. Suhd1rec-
ción ele Apoyo Académico, Subdirecciém ~e Estudios Arqueológicos.__ _ _ . _ _ como durante la puesta en marcha de los trabajos. Apartado especial
, Centro ele Estudios Mayas del Insllluto de Invesllgac1ones f1lolog1cas. lnsututo de frn·esllganone.~
Antropológicas. Instituto ele Investigaciones Estéticas.
merecen los autores de cada uno de los capítulos, quienes mostraron
---~--- -- -
12 ElMéxicoantiguo,susáreasculturales,losorígenesy el horizontePreclásico
ElMéxicoantiguo,susáreasculturales,
los orígenesy el horizontePreclásico
Mesoamérica, y Aridamérica
Oasisamérica
Antropología
biológica
delassociedades
prehispánicas
Johanna
Fau/haber
Mesoamérica
Eduardo
Matos
y Oasisamérica
Aridamérica
Jesús
Nárez
Lafrontera
septentrional
deMesoamérica
BeatrizBraniffCornejo
Lafrontera
meridional
deMesoamérica
Ernesto
Vargas
De lasprimerassociedadesal Preclásico Lazonanororiental
enel Clásico
Dominique
Miche/et
Losprimerospobladoresdelactualterritoriomexicano
LorenaMirambe/1 Lazonanoroccidental
enelClásico
Marie-Areti
Hers
Lasprimerassociedadessedentarias
EmilyMcC/ungde Tapiay JudithZuritaNoguera ElEpiclásico:
elcasodelValledeMore/os
Leonardo
LópezLuján
Lacreaciónde losprimeroscentrosde poder
Grise/daSarmiento
Lazonaoaxaqueña
enelPosclásico
Lazonadel Golfoenel Clásico Gonz,í/ezLicón}' Lourdes
Ernesto M,írquez
Morfín
}ürgenBrüggemann
LastierrasaltasdelazonamayaenelPosclásico
Lazonaoaxaqueña
en el Clásico Ma.Josefa
Iglesias
PoncedeLeóny AndrésCiudadRuiz
MarcusWinter LastierrasbajasdelazonamayaenelPosclásico
Elsury el centrode lazonamayaen el Clásico MiguelRiveraDorado
AntonioBenavides Lazonaoccidental
enelPosclásico
Elnortede lazonamayaen el Clásico DominiqueMichelet
Antonio Benavides LazonadelAltiplano
centralenelPosclásico:
laetapatolteca
LazonadelAltiplanocentralen el Clásico XavierNoguez
LindaManzanilla LazonadelAltiplano laetapa
centralenel Posc/ásico:
Lazonaoccidentalenel Clásico chichimeca
Roda/foFernández
y DaríaDeraga GarcíavUnaOdenaGüemes
LuisReyes
la zonadelAltiplanocentralenel Posclásico:
laetapade la TripleAlianza
Mesoamérica,
ConcepciónObregónRodríguez
la zonaseptentrional
RosaBrambilaPaz
en el Posclásico y
Oasisamérica
Oasisamérica lazonade Chihuahua
en el Posc/ásico:
ArturoGuevara
Aridamérica
Aspectosintelectualesde lasculturasmesoamericanas
Lacirculación
CarmenLorenzo
y lanumeración
Laescritura,el calendario
- Marice/aAya/aFalcón
la religión,lamagiay la cosmovisión
... AlfredoLópezAustin
Elarte
EstherPasztory
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Antropología
biológica
delassociedades
prehispánicas
JohannaFaulhaber*
Introducción
Todas las poblaciones humanas se caracterizan por su historia biológica-cul-
tural. rL·ladonada íntimamente con el medio ambiente natural. En conse-
l'LIL'IKia.se han establecido dos grandes campos de estudio del hombre que
necesariamente se complementan: la antropología biológica o física y la
antropología cultural.
En esta interacci(m existe una diferencia fundamental que se refiere al mo-
do de transmisiún de una generación a otra tanto del patrimonio cultural
como dl'l hiol(>gico. Este último. por ser relativamente fijo, pasa de padres a
hijos por medio de la herencia codificada en los genes y. salvo algunas muta-
ciones, éstos se combinan como unidades relativamente estables. Las po-
l?laciones puestas en contacto por las migraciones se mezclan y el mestizaje
la,·oreCL' una nue,·a recombinación de los genes ya existentes. aumentando
así la ,·ariahilidad fenotípica: es decir, apareciendo nuevas características en
el aspecto externo de los individuos. En otras palabras. dichas características
biol6gicas se fijan desde el momento de la fecundación del óvulo, aun cuan-
do la magnitud de su desarrollo posterior dependerá en cierto grado de las
condiciones favorables o desfavorables existentes durante todo el periodo de
crecimiento.
No ocurre lo mismo en la transmisión de los hábitos culturales o lingüís-
ticos. I\Iuchas veces se dice que la cultura se "hereda": sin embargo no es así.
No existe en esta transmisión una predisposición como la biológica o genéti-
\
ca. La cultura, incluyendo al idioma. no se hereda, sino que se aprende y ello
\'
• I11n·s1ig:1doradl'I lnslitulo dl' lil\'L'~ligacionl'~ :\111ropolúgicas. t ·,.ü1. I'rofL"sora dl· la Esn1L"b \al'ional
dl' A111ropología l' Hiswria. I'rl'mio 1·,A.\I. IWN.
20 Mesoamérica,Oasisaméricay t\rid,1m(•ric
1
JohannaFaulhaher• Antropofagiabiológicade lassociedades
prehisp,ínicas 21
siguió en pie la incógnita ele c(imo y cuándo entraron a estas tierras v se lugares muy distantes entre sí. No contamos con restos esqueléticos humanos
recurrió a b c.liscusi(m e.le un:1 supuesta llegada de fL·nicios. hehrc·os. etrus~·os para este horizonte.
Dur:111teel Cenolítico ( 1-LOOO a 7.()00 aP), el hombre seguía aliment{m-
egipcios. sumerios y arios. al igual qul.' ele la mítica AtLíntida. sin que .'ic:
dose de la recolecci(>n de n·gt>tales. pero la caza de grandes animales asumió
pudiera comprob:1r ninguna de l.'Stas hip(itesis.
El enfoque a] problema cambió en la Europa del siglo x1x con el des- una nuyor importancia que en el horizonte anterior. Con las mejoras en la
ohtenci(m de medios de subsistencia, la pohlaci(Jn se voh·ió más densa,
cubrimiento de ]os primeros fósiles humanos ( ele Neandertal, de Cromagnon
hecho que se refleja en un mavor número de sitios :1rqueológicos conocidos
y de Chancelacle). junto con restos prehistóricos culturales. lo cual SL'nt(>las
para esta etapa. Para muchos. investigadores, ésta ha sido la época e.le los
bases para el concepto de la evolución humana tanto biológic1 como cultural.
"cazadores de mamutes", aunque la caza de un animal ele 8 a 10 toneladas
La anatomía comparada mostró además que en el Nue\'C> ,\Junelo no existe la
seguramente era poco frecuente y ayudada por otros incidentes.
premisa biológica para poder sustentar una teoría científica acerca ckl autoc-
En lo que se refiere a las características biológicas del hombre precerámi-
tonismo del hombre de América: los monos c1tarrinos. Así, los intentos al
co, se reunieron los datos de los restos adultos en el cuadro 1 según su
respecto han sido descartados.
cronología. Hay que hacer la advertencia e.leque el fechamiento de muchos
Consecuentemente, el hombre migró a América; aunque se han propues-
to varias rutas de migración, hay un acuerdo generalizado dl.' que la po- restos abarca un periodo, lo cual hace imposible situarlos con certeza en los
blación principal llegó de Asia vía el Estrecho de Beringia. extendié·ndose límites establecidos para los horizontes culturales seúalados. En este cuadro no
rápidamente hacia el sur por todo el continente americano. Sin embargo, no
' l.ml'nzo: "!.a l'la¡x1 lítica l'll \lé-:s:il""..· p. lh.
22 Mesoamérica,Oasisaméricay Ariclamérica
JohannaFaulhaber• Antropología
biológicade lassociedadesprehispánicas 23
Peñónde los Baños,O.F. 7,000 - 5,500aP Fem. Existen varios estudios descripti\·os de los diversos hallazgos.' Con base
Cuevadel Texca1,Pue. en el estudio de ,1() medidas absolutas y 21 índices craneanos obtenidos de 14
Ent.3 7,000 - 4,500aP Mase. cráneos incompletos. 11 con mandíbula. se llegó a las conclusiones<>de que el
Ent.1 7,000 - 4,500 aP Fem. diámetro anteroposterior m:.íximo y el di:.ímetro transverso máximo. además
SanVicenteChicoloapan,
Edo.de México del índice craneal horizontal. son las características que nos dan una mayor
5,500 aP Mase.
Tepexpan,Edo.de México 5,000aP Fem.
informacic'm acerca de las semejanzas y divergencias morfológicas. A este
Sta.Ma. Astahuacán, respecto se observa que los cráneos masculinos que tienen por lo menos
Edo.de México Ent.2 5,000aP(?) Mase. 9.000 a11.osde antigüedad se asemejan entre sí, siendo muy largos Y estre-
'Sala., el di.: .. htudi,i c,irnp:1r:11iui dL· lo., rv,1,i, t/isik-, l1L1111,111c"
lci,·,1li1,1d,i, L"ll \lé·xicc,. p. ¡511. 111
,,dilk,id,i.
chos (dolicocráneos). Entre los cráneos masculinos de menor antigüedad,
sigue existiendo esta forma en el cdneo 272-2 de Tehuacán que cuenta con
una edad de 7.000 a S.000 a11.os. Sin embargo. también se hallaron otros
se incluyeron los ~tc.lultos e.le cronología inc.leterminacfa ( Pl'1'1(Jn I \'JI.\" los ejemplares de anchura media en relación con su longitud (mesocráneos).
restos del descubrimiento reciente e.le Chimalhuacán. Estado e.le l'vlc.r·-,:ico.).
así como los del Entierro 2 de Astahuacán. de Tepexpan y del Entierro 1 ele Tex-
como los restos infantiles y las piezas dentarias aisladas. cal, al igual que hraquicr:.íneos de anchura proporcional mayor (Entierro 3
Para los restos de Tepexpan no se consideré) la cronología e.lada original- del Texcal, con la deformación intencional mencionada, y Tehuac::ín 272-4 Y
m~nte por De Terra. su descubridor, de 11,000 a 12,000 anos aP. sino la detl:'r- SO-.::;).Los cráneos femeninos. con una tendencia a ser mesocr:.íneos, no per-
mmada por Libhy e.le 5,000 a11.osaP. miten apreciar un patrón cronológico en sus características.
~o obstante. 2 Tom Stafford Jr. de la lJnivl"rsic.lad el<..:'
Alhuc¡ul'rc¡ue. Ne'\\" En lo que se refiere al esqueleto poscraneal, la mayoría de los individuos
.'vlex1eo. acaba de realizar un nul:'vo fechamil'nto empleando las té·cnicas más son muy robustos y pueden haber presentado un promedio mayor de estatu-
modernas. ll~gando a la conclusión dl:' c¡ue los restos de Tepexpan tienen 'Genm·C:•s:··Re1·aluation of Age. StattirL'ami Sex of the Tepexpan Remains. \ll'xico··. p. 216.
una cronolog,a de aproximadamente 2.000 anos aP. y aceptú su designaci(m · Ro111a11,J: ··Rl'stos ÚSL'OS humanos precer:tmicos de \léxico". p. 80.
' Romano: ··Jlrl'cl'ramic Hulllan Relllains··. pp. 22-}t: ··Restos óseos humanos ... ··. pp. 29-81: Genon:•s.
Pijoan y Salas: "FI ho111hrl'telllprano en \k,ico. Panorama general"". pp. :F0-:199.
C, imunic1cicJ11 1·L·rh;¡Jde }o.,C:·l.ui, 1.orenz, J. .. Salas. l'ijo:111v (;a reía l\loll: "Estudio cu1111x1ratinJ
dl' los rL'stos fosiles hulllanos localiz:1dos en \tr:·,ini"·.
pp. 15H-l·t2. .
-- -
24 Mesoamérica,Oasisaméricay Aridamérica JohannaFaulhaber• Antropología
bioló,~icc1
de lassociedadesprehisp,inicas 25
Cuadro2. Estatura
calculadapararestosprecerámicos
Mase. Fem.
111 m
Cueva
delTecolote 1.63
Santa
MaríaAstahuacán 1.53
Tehuacán,
Cueva
deCoxcatlán,
Te50-4 1.65
Tehuacán,
Cueva
deCoxcatlán,
Te50-5 1.59
Tehuacán,
Cueva
Purrón
272-4 1.67
Tehuacán,
Cueva
Purrón
272-2 1.69
Peñón
delosBaños
111 1.51
Tepexpan 1.60
Lasculturasmesoamericanas
Para conocer las características físico-biológicas propias de las poblaciones
integrantes de estas culturas~ sólo contamos con los restos esqueléticos des-
Figuras 1, 2 y 3. Crúneo del "Metro" cubiertos en los monumentos de los centros ceremoniales. ya que a éstos se
con una antigüedad e.le11.000 ai'ios antes del presente. ha dedicado la mayoría de las excavaciones arqueológicas. Hasta hace poco
se prestaba escasa atención a los sitios habitacionales que rodean a los centros
raque el de las poblaciones más recientes. La talla- determinada con hase en ceremoniales: al no haber cementerios en el sentido estricto de la palabra,
algunos huesos largos, dio los resultados anotados en el cuadro 2. existía la costumbre de sepultar a los muertos debajo de los pisos ele las cons-
Otra característica que resalta es el fuerte desgaste dentario, sobre todo trucciones donde la gente vivía y sólo ocasionalmente en los centros cere-
de los molares, el cual pudo ser causado por la presencia de abundante moniales. El resultado de esta situación es que. para nuestro estudio ele los
· Romano: "Restos óseos humanos ... ", p. 80: Pompa: "Nue\'a e\'idencia en México: datos prdiminare.~ del "CL•nm·és: "Anthropot11<.'tn·of latL'prehistoric rL'lllains", pp. _-\'i--í9:Jaény Uipez: "Algunas características
hombre de Chimalhuacán". p. 189. físicas dL"la pohlal'iím prehisp:iÍ1ica dL' ~t.:•xico".pp. J 13-1_-\'i:faulhaher y Sch\\'idetzky: ";,-léxico". pp. H1-l 'i 1.
' -
tipos físicos humanos, la mayoría de los restos óseos con que contamos ci<ll1L'Sque muestran un cuerpo rechoncho. El segundo es para las que
proceden y fueron encontrados casualmente en estos últimos. rl'prcscntan indi\·iduos con brazos y piernas largas.''
Por lo general, los esqueletos humanos que se han hallado est{m incom- Sin embargo, por tratarse de expresiones culturales, no se puede deter-
pletos y en mal estado de conservación, debido a las condiciones clinüticas minar si se trata aquí de tipos realmente existentes o de representaciones
y edáficas; consecuentemente no pueden dar toe.la la información requerida.
l'Stl'rl'<>tipadas.
A estos hechos hay que agregar la existencia de una práctica intencional e.le En cuanto a la estatura calculada con hase en los huesos largos de 10
deformar al cráneo artificialmente, lo que hace imposible su observación en poblaciones, es media según la clasificación internacional, presentando un
estado normal. rango dl' 1.()2 a 1.67 m en los hombres y de 1.51 a 1.53 m en las tres pobla-
cio~es feml'ninas con que contamos. No se pueden apreciar diferencias
El horizontePreclásicoo Formativo(1200aC-200dC) regionales, pero es de interés notar que los valores obtenidos para los m:t-
yas. que hoy en día son conocidos por su baja talla, resultan ser de los mas
Para el Preclásico desgraciadamente contamos con poco material óseo y sé>lo
altos del Preclúsico ( véase cuadro 3 ).
hay cráneos normales no deformados e.le dos sitios: Montenegro, Oaxaca y
Tlatilco, Estado de México. Los primeros presentan un índice craneal hori-
zontal que indica que son relativamente largos y angostos ( dolicocrúneos ), Elhorizonte
Clásico(200dC-600/800
dCJ
mientras que los de Tlatilco tienen una relación media entre ambas dimen- ·
Al tl"'rmmar e 11>rec 1as1Co
• · se 11a\11an
• e\es.--11·1·,)ll·tcl<)
" , ce11t1·os · ceremoniales no sólo
siones (mesocráneos). En cuanto a la cara y la nariz, sólo hay datos para en la reoión olmeca de Veracruz v Tabasco, sino también en los valles de
Tlatilco que indican formas medias, según las clasificaciones internacionales. • •
l\kx1co, Morelos. Puebla y Oaxaca, • as1• como en l·,11ei-.
i-. • oión nny·1' • · Fue durante
Aunque no podemos cómprobarlo, creemos, de acuerdo con los estudios ·
el honzonte , · · cua11<.
Clas1co ¡o 1as c1v1
· ·11zauones
· ,· , m e s·o·nnericmas
, • alcanzaron
. su
glotocronológicos, que durante el Preclásico las migraciones en c.lirecciém . ¡ ¡
mayor esplendor. Aparecen las Clll<. ac es y un.1 ,1gncu , , .· ltun• intensiva, ayuda-
· , .
septentrional de algunos grupos mayenses, tales como los totonacos y .
da por sistemas . . . • v otros, tipos
de trngac1on . . c.1e c.'<)ntt"<)lde aoua. e,
Se des,uro-
.
huastecos. hacia el norte del estado de Veracruz, contribuyeron a la exten- ' ·
liaron altas culturas locales con sus propias ,u s, • . , ·te . cer:nniC'l
• ·· calendanos
sión de los braquicraneanos ( es decir, de la población de cabeza ancha) a lo elaborados y escritura jeroglífica. ,
largo de la parte sur del Golfo. Esta suposición estú ele acuerdo con las con- Durante el Clúsico, el centro mús importante fue Teotihuacan, _con una
clusiones a las que se llegó en la Mesa Redonda sobre Mayas y O/mecas en el pohlaci{m estimada entre -,Q,000 - y 1-,o,000 1u, b't• 1 ·1ntes·', h· ·seounda
b .
cmdad en
1
año de 1942. Los cráneos olmecas encontrados estaban defofmados artifi- .1111portanna . fue
. Cholula. Segun, , 111vest1g.1uones
. . .. , .· 1·ecientes 10 fue durante
, . _e
cialmente, pero en lo que se refiere a las representaciones humanas de ' .
Clúsico que la cultura rnesoamencana se extenc 10 1•,1 · ·, e,
¡·, ¡ , st·i hs reo1ones nortenas
piedra, jade y cerámica, se observó: de los cazadores y recolectores.
,
Las costumbres funerarias . me • , l qtie otros, hechos culturales, la
. ¡·ican, a 11gu,1
Dos tipos físicos parecen estar representados en las figuras humanas. Uno existencia de una estratificación social bien marcada. Contamos, por ~m lado,
de nariz chata y labios gruesos y otro ele nariz fina y labios delgados[. .. ] · · 1es y, p01• e 1otto,· con
· t t 1111\1·1s
con entierros s1mp , , 111<)numentales,misma va-
Aparentemente se trata ele individuos gordos, e.le aquí ciertas característi-
riación que se encuentra en las ofrendas. , . ., _
cas constantes como: cabeza redonda o en forma e.le pera o aguacate; En lo que se refiere a las características antropofts1cas de la ~~1blac1on,se
tipos mofletudos, nuca abultada; ojos abotagados y oblicuos; comisuras cuenta con poco material óseo y la persistencia de la deformac1on ~ra~eana
hundidas; barbilla saliente; cuerpo rechoncho. intencional. En cuanto a los crúneos de La Quemada, Zacatecas, el mchce es
Hay e.los tipos físicos representados en las figurillas, que se podrían desig-
· Soriedad ;\lexicana de Antropología: '.\layas\" OllllL'Ct~. pp. -- y-9.
nar como braquitipo y longitipo. El primero es para aquellas representa- '· 1-ll'rs: /.os tolle'Ct/Se11tierras d1icbi111ea1s.p. (,O.
28 Mesoamérica,
Oasisamérica
y AriclaméricJ lohannJFJulhaber• Antropofagiabiológicade lassociedadesprehispánicas 29
Chiapasde Corzo,Chis. 1.62 Jaén,1968 MonteAlbán,Oax. 1.59 1.47 Romero,en Jaény López,1976
Chinkultic,Chis. 1.64 1.48 Jaény López,1974
Refiónmaya(Komchén,Dzibilchán,Altarde Sacrificios) 1.64 Márquez,1982y 1984
Chiapade Corzo,Chis. 1.63 1.49 Jaén,1968
Tikal,Guatemala 1.64 Haviland,1967
Jaina,Camp. 1.61 1.51 Jaény López,1974
Altarde Sacrificios,
Guatemala 1.67 Saul,1972
Jaina,Camp. 1.61 1.50 Piojany Salas,1984
'Faulhaber y Sd1widetzki: ".~lé-xico".p.'):\, modificado. Chichénltz,í,Yuc. 1.62 1.49 Jaény López,1974
Chichénltzá,Yuc. 1.55 1.44 Márquez,
1984
medio en los hombres. mientras que en las mujeres la anchura es mayor, Regiónmaya(C~:~~én ltzá,Xcán,Palenque,
dando origen a braquicráneos. En el centro de la Repúhlict. los datos de las Akil,Komchén,Cozumel,Jaina,RíoBec) 1.61 1.52 Márquez,1982y 1984
mujeres del Epiclásico de Xochicalco también las senalan como de propor- Xc,111
(cueva),Yuc. 1.67 1.50 Márquezet al.,1982
Altarde Sacriiicios,
Guatemala 1.61 Saul,1972
ciones medias (mesocraneanas). Por el contrario. a lo largo de la Costa del
Zaculeu,Guatemala•• 1.59 1.48 Stewart,1953
Golfo y en la región maya. ]os cráneos son anchos y cortos ( hrac¡uicr{tneos ). SanAgustín,Kaminaljuyú, Zaculeu,Guatemala 1.61 1.47 Stewart,1949
La cara. en ]os pocos datos disponibles. es de proporción nwdia en cuanto a Tikal,Guatemala 1.62 Haviland,1967
su altura superior y su anchura. siendo un poco mús angosta en Teteks e.le 'F:iulli.d,l'r 1· \rhwid,·11ki: "\k,i,ú'. p. 101. rn"difirad".
Ocotitla. T]axcab. ..cLi.,ivt)y P<P,di.,il·<i.
La estatura calcülada con hase en huesos largos se concentr() en el cuadro
4. donde se puede apreciar una variación de 1,5-::;a 1.67 m en los hombres y en una e.le las series ele Chichén Itz{t ( 1.5-::;rn en hombres) y. por el otro. la
de 1.44 a 1.59 m en las mujeres. habiendo en los primeros, tres pohbciones estatura alta re(Jistracla en los hombres de la cueva de Xcín (1.67 rn). la que
y en las mujeres. seis que present~tn una talla pec¡uena. según la clasificaci<m
" poblaciones del Cbsico citadas para el norte de J\léxico. Es
iguala a la e.lelas
internacional. siendo las demús poblaciones de talla media. difícil explicar est:t \'ariabilidac.l entre los mayas. Stewart 11 llamó la atención al
A diferencia del horizonte anterior. en el Cbsico se pueden apreciar hecho e.le que hubo una reducción en la talla existente en tiempos prehis-
pequeñas diferencias regionales en el sentido de que los habitantes de La p{tnicos y en el presente. debido a condiciones clinüticas desfa,·orables: Ha-
Quemada. Zacatecas, y los de San Luis Potosí eran de talla m[is elevada que vilanc.112ha sugerido una disminución en la estatura en Tikal entre el Cl[isico
los del centro ele J\Jéxico. La estatura de los pobladores e.le l\Ionte Alb{tn. inferior y superior a causa de una estratificación social y a un menor poten-
Oaxaca. es aún menor; en Chiapas aumenta e.lenue\'o. En 1aregi(m maya, e.le cial agrícola: Saul 11 y I\Hrquez 1 ' estiman que esta reducción, en Altar de Sacri-
]a zona del Golfo hasta Yucatún y Guatemala, ésta oscila entre 1. -::;9y 1.61 111 ·• St<'\\·art: "Skckt:d rcrnains frorn Zacuku. (;u:il<'lllab". p. :\llll.
en los hombres. y entre 1.44 y 1.-::;2m en las mujeres. La hett'rogeneidad dl' " l-la\·ibnd: "Staturl' :n Tibl. l;uatcm:da". p.:\ 19.
• S;1ul: "Tlll' l lurnan Skckul tkrnain,, ,r
:\h;ll' dl' Sa,Tilkio,. an l btcohiographic ..\nalysis". p.-➔.
la talla resalta. sin embargo, al observarse por un lado. una estatura muy baja '' \Urt¡ll<'Z: "Distrihucit',11 d<' la c·s1a1ur;1c•n cok<·ci<l11l'S (1sL"asrna\'as prl'his¡x·111icas". pp. 2'iK-2'i9.
30 Mesoamérica,Oasisaméricay Ariclamérica JohannaFaulhaber• Antropología
biológicade lassociedadesprehispánicas
31
Morelos. posiblemente en Xochicalco. Segú1_1la tradici(m. una par_t:· e.le este · 1 \ · E l· H , ·tect de h costa
entre los cora-hutCho es c.e Nayant. n ,l u,1s , ' . ,del Golfo
, e.le
grupo se fue hacia el norte y lleg(> a Tula. H_1d~tlgo.d~>;ldl' ~e asocio con los Veracruz y en la región maya sigue persistiendo una poblacion ~le craneo
tolteca-chichimecas. mientras que otro conquisto la reg1on 1111xtL·c~1 de Oaxac1. ancho y corto ( braquicraneana) que se extendió también hasta C01xtlahuaca
La tercera migración grande, mencionacfa por hs tradiciones escritas. par- en Oaxaca. En otras palabras, los invasores del norte eran de cabeza alarga-
tió de Tula y parece haber estado constituida por la cast~t sacerdotal y sus
cl. ) • l( )S· !1·tl)i·t·mtes
C.' ,,l y·,,lllgos •t· , , , orioi1nles
" , , en el extremo . , sur. la
. presentan
. corta
.
seguidores. bajo el mando de Topiltzin Quetzald)~ttL quien abane.Ion() Tub y y ancha: parece que en la zona central se establec10 una torma mter_mec.ha,
la dejó en manos de un grupo de militarl's en 978 dC. La rut:t seguida en su mesocraneana. posiblemente en parte debido a la mezcla entre los diversos
desplazamiento fue a lo largo de la costa de Veracruz hasu YucaUn. grupos que se ponían en contacto durante l~~~ migra~iones.
La importancia de Tula como gran centro cultural termin<'> hacia 1170 con En cuanto a la cara, ésta es de prnporc1on mecha (mesena) en algunas
la llegada y la presión de nuevos grupos invasore:-. de habla otomí y náhuatl. poblaciones del norte. habiendo. sin embargo, otras de cara ancha en la mis-
Entonces se inició una fragmentaci(m de pequd1os grupos culturak-s. que en ma región. Hacia el sur, la cara se alarga de nuevo un poco más. La forma ele
la Cuenca de México duró hasta que los mexicas la llegaron a dominar y dt: allí, la nariz es de anchura media o es ancha. sin que se pueda apreciar una dife-
conquistar grandes regiones de Mesoamérica.
rencia regional.
32 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica JohannaFaulhaber• Antropología
biológica
de lassociedades
prehispánicas 33
Con la caída de Teotihuacan se inicia la invasión de grupos del norte y las que presentan restos óseos de un número suficiente de individuos y
para el Posclásico los datos recabados por la arqueología se refuerzan por las done.le los hay. posiblemente no se trate de una muestra obtenida al azar, ya
tradiciones orales conservadas en el momento de la conquista. En lo que se que pueden haber intervenido factores culturales que originaron una selec-
refiere al aspecto somático de los diversos pueblos afectados por estas ción de los individuos encontrados.
grandes presiones demográficas y por las consecuentes migraciones. existen En cuanto a la distribución de los esqueletos según su edad (véase cua-
claras diferencias entre los grupos humanos del norte, de cabeza alargada y dro 6), se puede apreciar que en Tlajinga 33, Teotihuacan ( 48.1 por ciento),
angosta, que aparecen también en algunos sitios del centro de México, mien- Cholula (42.5 por ciento) y Teotenango (48.9 por ciento), un poco menos
tras que los de la región del Golfo y de la zona maya se caracterizan por un de la mitad de los individuos no alcanzó la edad adulta y falleció antes de los
cráneo ancho y corto. También en cuanto a la estatura, la de las poblaciones 21 anos. En otras poblaciones como la de Cuicuilco (83.3 por ciento) y de
septentrionales es mayor, la del centro es media y la de Oaxaca y algunos Tikal (73.1 por ciento) predomina el número de individuos adultos.
grupos mayas es la más pequeña. Si se consideran más en detalle las edades en que fallecieron los
Como se ha visto, los estudios osteométricos, debido a la escasez del menores de 21 anos. predominan los infantiles menores de 12 años (64 a 89
material, no nos permiten más que llegar a apreciaciones generales de carác- por ciento) sobre los adolescentes (3 a 18 por ciento) y los subadultos (6 a
ter regional. Sin embargo, hace relativamente poco tiempo se inició el estu- 23 por ciento). Entre los infantiles son más frecuentes los restos óseos de
dio de 30 caracteres no métricos, es decir, antroposcópicos, llamados también niños entre el nacimiento y los 3 años de edad (53 a 67 por ciento). Hay un
epigenéticos, del cráneo. Ellos permiten la inclusión de aquéllos deformados solo sitio, el de Tlatilco, en el cual la mayoría de los niños falleció entre los
artificialmente.)) Con base en los resultados de estudios de esta índole, se ha 4 y los 6 anos. La alta mortandad infantil antes de los 3 años _encuentra su
calculado la distancia biológica que separa a los mexicas de Tenochtitlan ele explicación en la ablactación y la introducción de nu_ev?s alm:entos_ en la
los tlatelolcas vecinos, ambos del Posclásico. 1(, Se llegó a la conclusión de que dieta del niño con el consecuente aumento de padec11111entos111fecc1osos,
se trata de variantes de un solo grupo. Este conjunto se separa en sus carac- característico; de condiciones higiénicas desfavorabl~s. No a~í el ~;to nú-
teres claramente, por un lado, de la población Preclásica de Tlatilco, también mero de nii'los muertos entre los 4 y los 6 anos que ha sido explicado por la
situada en la Cuenca de México y, por el otro, de la maya de Jaina. Campe- posible intervención ele un factor cultural, como podría ser el sacrificio_con
che, perteneciente al Clásico.¡-
fines ceremoniales. ya que en 11 de los 15 entierros múltiples de Tlatilco,
Estos resultados antropométricos y antroposcópicos, aún escasos, indican
había restos infantiles. probablemente en forma de ofrenda. Cuando se pudo
que de ninguna manera se puede afirmar que la población prehispánica era
determinar su edad, correspondían al grupo de 4 a 6 años. ,
biológicamente homogénea, sino que las presiones demográficas ejercidas
En cuanto a la población adulta, se observó que en _la mayona de las
por las migraciones deben haber originado un intenso mestizaje que, junto
poblaciones estudiadas predominan ligeramente las mu1e~·es (52 a 59 por
con los cambios habidos en el medio ambiente natural, dieron como resulta-
ciento). En Cholula se encontró la misma frecuencia de muieres Y hombres,
do grupos humanos morfológicamente heterogéneos.
mientras que la población masculina es mayor en una serie de :eotihuacan
(65 por ciento), en Mexico-Tenochtitlan (56 por ciento) Y en T1kal (73 p~r
Algunosaspectosdemográficos ciento). Para varios sitios de la región maya, Ruz 19 indica en general un nu-
mero mayor de esqueletos masculinos. Sin embargo, debido a las condicio-
Con base en los entierros hallados en las exploraciones arqueológicas, se
nes en las cuales se hallaron los esqueletos, hay que tornar con cautela los
pueden empezar a conocer algunos aspectos de la paleodemografía de las
datos en relación con la frecuencia de los sexos, para deducir la composición
poblaciones prehispánicas, teniendo en cuenta, sin embargo, que son pocas
real de las poblaciones.
"Vargas: Estudio de los caracteres crc111em1os disconti1111ose11la pohlaci611 de TTatilco.
''' Salas y Pijoan: ·'Variantes no métricas en cráneos de la población mexicana", p. 1.35. "faulhaher: "La población de Tlatilco, l\léxil'o. caracterizada por sus entierros", p. H7.
,- Pijoan y Salas: "La población prehispánica de Jaina, análisis osteológico", p. 476. ,.,Ruz: Cost11111hresji111crarias
de los m1tip,1ws111c1yas. p. 17:',.
36 Mesoamérica,Oasisaméricay Aridamérica JohannaFaulhaber• Antropología
biológicade lassociedades
prehispánicas 37
Cuadro6. Distribuciónde los individuosno adultosy adultos Cuadro7. Mortandadsegúnel sexoy la edaden años
No adulta No adulta Hombres Mujeres
n Oa20años Oa20años núm. 21-35 36-55 56-75 núm. 21-35 36-55 56-75
Población Total n % n % Autor Poblaciones decasos % % % de casos % % %
Patología
Al combinar la mortandad adulta por sexo y por edad, se obtuvieron los
datos reunidos en el cuadro 7. Es difícil determinar el estado de salud ele una población para la cual se
Se aprecia en tocias las poblaciones, para las cuales existen datos mune- cuenta sólo con restos óseos. ya que se excluyen todos aquellos padeci-
rosos, que las personas adultas, en su mayoría, fallecieron entre los 21 y 35 mientos que no dejan huella en ellos. En lo que se refiere a la osteopa-
a~os de edad, es decir, tenían una longevidad sumamente corta. Sin embargo, tología,2" en la población prehispánica ele todas las épocas son frecuentes las
s1 se analizan estos datos según el sexo, se aprecia cierta diferencia sexual: el lesiones artríticas degenerativas que afectan a las grandes articulaciones de
predominio de fallecimientos a esta edad en mujeres es absoluto y rela- las extremidades, pero sobre tocio a las intervertebrales. Parecen estar ligadas
cionado posiblemente con las edades de mayor procreación. Las condiciones al avance ele la edad y pudieron llegar al grado de impedir la movilidad del
insalubres en las cuales se verificaba el parto seguramente contribuyeron. La individuo. 1
presencia de 34 restos fetales en La Ventilla (Teotihuacan), ele 19 en Teote- También se conocen los resultados de procesos inflamatorios infecciosos
nango, de 20 en Cholula y ele 3 en Tlatilco, también puede ser indicio de como la osteomielitis en los huesos largos y la frecuente periostitis, tanto en
estas condiciones. éstos como en el cráneo. Además se han mencionado escasos vestigios inter-
. _Enel sexo masculino, por el contrario, el porcentaje ele individuos que pretados como una posible sífilis, tuberculosis o yau•s.
vnneron hasta alcanzar una edad superior a los 36 años es elevado en Las lesiones traumáticas provocadas por golpes y sobre todo fracturas.
Cuicuilco (63 por ciento), en Cholula (56 por ciento) y en Mexico-Tenochti- sanaron en muchos casos sin dejar vestigios de procesos inflamatorios Y la
tlan ( 43 por ciento). En términos demográficos, esta situación es contraria a '" Jaén y Serrano: "Osteopatología", pp. J"i';-178.
- ' " -
38 Mesoamérica,Oasisamérica
y Aridamérica Johanna • Antropología
Faulhaber biológica
delassociedades
prehispánicas 39
reducción de las fracturas indica que existía una práctica curativa bien desa-
rrollada. ~·
... .
....
.
. . -~-"----·.
.
-
1·'11".
...
-''•·:· ... , ~:'-?· . ~ '-"
En cuanto a los padecimientos bucales, se conocen las caries. las infec-
.~
'~-" ... !11"'·, ..~ ... ,. .....
,-..... ·.·' ......
.. ~·~..~.;.
•
ciones de la arcada alveolar y los abscesos periapicales. También hay casos • ill -•. ~.-:.._.. ·"'
. .. ~ ·"11, . , ..',
....
.
'..
en los cuales el individuo perdió algún diente durante su vida y el alveolo del ' ~ ..• r....r
.....
mismo fue reabsorbido, pero no hay manera de saber si la pérdida fue na- . - ~~ " ' .:•
poder caracterizar a la población prehispánica como subalimentada. Esta Del Preclásico superior se hallaron en Tlatilco, Estado de México, tres crá-
apreciación es reforzada por los estudios etnohistóricos acerca de la ali- neos con perforaciones circulares hechas con taladro, y del Cerro del Tepal-
mentación seguida, sobre todo entre los mexicas,2z los cuales indican que cate. próximo a Tlatilco. un cráneo con una perforación por raspado sobre la
consumían una gran variedad de productos, además del maíz. escama del temporal, pero ninguno de los individuos sobrevivió a la ope-
ración. El lugar del cual proviene el mayor número de ejemplares, es ~ante
Intervenciones
culturalesquese aprecian Alb{111,Oaxaca. donde se encontraron 13 cráneos trepanados, pertenecientes
enlosrestosóseos a la época III B del Clásico superior, de aproximadamente 500 a 75_0 ?C.
Hay además informes sobre dos cráneos trepanados del PosclaSico, ha-
Latrepanaciónprehispánica
llados a fines del siglo pasado por Lumholz, en Chihuahua. . ..
Existen en Mesoamérica cráneos que presentan perforaciones que se han Para practicar esta operación. se usaron dos técnicas de igual anugue~~d.
interpretado como trepanaciones. 2j El cráneo trepanado más antiguo pro- La primera consistió en el raspado del hueso hasta logra~ su perforac~on,
viene de Montenegro, cerca de Tilantongo, Oaxaca, y corresponde al periodo cuyo borde era en bisel (véase figura 5). En la segunda técnica se empleo un
Monte Albán I del Preclásico medio, con una antigüedad de aproximada- taladro hueco de piedra, lográndose una perforación circular de borde per-
mente 900 aC. Este ejemplar es de importancia, puesto que la trepanación pendicular a la superficie del hueso. En la figura 6 se aprecia ~-nel_fragmen-
hecha por raspado, indica principios de una regeneración ósea, es decir, el to del cráneo del Entierro III-19 de Monte Albán, una trepanac1on circular (en
individuo sobrevivió un corto tiempo después de la intervención. parte destruida) y al lado. el intento de una segunda operación con taladro
" Mansilla: Las condiciones biológicas de la población prehispánica de Clwl11/a, P11ehla, p. 65. hueco. está inconclusa, posiblemente por la muerte del individuo.
,, Dávalos: "La alimentación entre los mexicas", pp. 201-216; López y Jaén: ··ta alimentaciún en el Mt.x·. De hecho. pocos son los individuos que sobrevivían por un tiempo pro-
pre h ispánico", pp. 139-1 ,_; as y Vargas: ..La a t·1mentac1on
-?C as1·11 ., entre 1os mex1cas
. ... pp. 133-158. ~-1to
,. Romero: ··J.atrepanación prehispánica", pp. 181-194; Winter: "La trepanación en Oaxaca", pp. '59-64. longado a esta intervención. Hay casos en los cuales existen evidencias de
40 Mesoamérica, Oasisamérica y Aridamérica Johanna Faulhaber • Antropología
biológica
de lassociedades
prehispánicas
41
Deformacióncefálicaintencional
Figura S. Trepanación hecha por raspado. Proceso infeccioso Como deformación cefálica intencional se designa a la modificación causada
producido por la herida.
Entierro IX-11 de Monte Albán, Oaxaca. en la forma del cráneo cerebral. Las más comunes en Mesoamérica2• son las
Figura 6. Trepanación hecha con taladro y otra iniciada. tabulares, las cuales se obtenían aplicando en el recién nacido tablas en la
Al lado amplia zona de raspado. parte frontal y en la occipital, o sólo en una de éstas, manteniéndolas en supo-
sición con bandas fuertemente anudadas. Esta compresión provocaba en el
haberlo logrado, pero al practicarles una segunda operación, fallecieron. Se niño un crecimiento mayor del cráneo cerebral en altura y anchura, disminu-
trepanaban los cráneos de hombres y mujeres, afectando sobre todo a los yendo la longitud del mismo en sentido antero-p~~terior. De acuerdo con la
parietales y raras veces al frontal. dirección del eje de la altura aumentada en relac1on con la base craneal, se
Es difícil determinar la causa o la finalidad de esta práctica. No parece distinguen la deformación tabular erecta, cuando el ángulo formado entre
haber sido por lograr el alivio de algún traumatismo craneal, ya que de nueve ambos planos se acerca a los 90° (véase figura 7) y la deformación tabular
cráneos conocidos, sólo cuatro presentan huellas de lesiones. Se ha pensado oblicua, cuando el desarrollo de la altura presenta una inclinación hacia atrás
que se trataba de reducir altas presiones intercraneanas o de mejorar estados (véase figura 8).
de demencia, pero no se ha podido llegar a conclusión alguna. Fuera de los Parece que la deformación cefálica tiene una gran antigüedad en Meso-
lugares citados no se ha reportado la trepanación en otro lugar de Meso- américa, ya que se encuentra en el Cráneo 3 de la Cueva de Texcal de Valse-
américa, pero se practicaba con mucha frecuencia en Sudamérica, especial- quillo, Puebla, con una edad de 7,000 a 4,500 años aP. Con posterioridad se
mente en Perú. '' Romero: "Deformación cefálica intencional", pp. 197-226.
42 Mesoamérica, Oasisamérica y Aridamérica Johanna Faulhaber • Antropología
biológicade lassociedadesprehispánicas 43
A
A·A,A·~·A·
B
!·8·~·~·!·A· !·
e
b·~·~·~·~•g•~·B·
Figura 8. Deformación tabular oblicua. Vaso maya pintado
del sur e.leCampeche o norte dd Peti:n (Coe, 1973, p. 92).
D
~ ·~ ·A·A·~·A
·A·A·~ ·!'"
1
E
,·t·A·A·A·
F
!· ~•g•8·A·A·i A·8·~,
Figura 9. Mutilación dentaria por limado. Procedencia:Jaina, Campeche.
Figura 1O. Mutilación dentaria con incrustaciones y con limado.
l"
A·i·!·~·!·
,.!·!·A·''"
Procedencia: Jaina, Campeche.
G
conocen abundantes ejemplares de todos los horizontes culturales, siendo la
deformación tabular erecta mucho más frecuente que la oblicua. Al ser una
práctica tan común, la deformación cefálica reduce, en mucho, el número de
cráneos a nuestra disposición para el estudio de los caracteres morfológicos
normales de las poblaciones prehispánicas.
&"!"4", ..i ..
Figura 11 . Tabla de clasificación de los tipos y formas de mutilación
Mutilación
dentaria dentaria conocidos hasta 1982 (Romero, 1982, p. 11).
Otra práctica muy extendida en las altas culturas de Mesoamérica es la muti- más visible de los dientes anteriores. Para las incrustaciones, se practicaban,
lación de los dientes frontales. Ésta consiste, por un lado, en el limado del por medio de un taladro hueco, pequeñas cavidades en la cara anterior de
borde de los dientes anteriores, para darles la forma de ondulaciones o picos las piezas dentarias y luego se ajustaban pequeños discos de piedra verde o
(véase figura 9). Por el otro, se hacían limaduras o incrustaciones en la cara café rojiza, así como de hueso (véase figura 10).
44 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica
JohannaFaulhaber• Antropología
biológicade lassociedades
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temala, v. 1, R.B. Woodbury y A.S. Trik (eds.), Richmond, United Fruit Company. EduardoMatosMoctezuma*
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---= "Skeletal Remains from Xochicalco, Morelos, México", Estudios a11tropul<i!!,i-
cos, Homenaje al Doctor Manuel Gamio. México, u:-..rAMy s~IA, México. 1956. pp.
131-156.
STOREY, Rebeca: "A first look at the paleodemography of the ancient city of Teotihua-
can", Teotihuacan, nuevos datos. nuevas síntesis, nuevos problemas, E. McClung de
Tapia y E.C. Rattray (eds.), México, UNAM, 1987, pp. 91-114 (Serie Antropológica 72).
VARGAS, Luis Alberto: Estudio de los caracteres discontinuos en la población de Tlatil-
co, Tesis profesional, México, ENAH,1973. Introducción
WINTER, Marcus C.: "La trepanación en Oaxaca", Historia General de la 1vledici11a<!IZ
México, t. 1, México, UNAM, Facultad de Medicina y Academia Nacional de Medici- Una de las categorías más utilizadas dentro de nuestra arqueología es, sin
na, 1984, pp, 59-64.
lugar a dudas, la de Mesoamérica. El contenido que la misma encierra debe
ZACARÍAS, Ma. Patricia: "Los enterramientos", Teotenango: el antiguo lugar de la mura- ser analizado a la luz del desarrollo que la arqueología de esta parte del con-
lla, R. Piña Chan (ed.), t. 11, México, Gobierno del Estado de México, Dirección de tinente ha tenido a lo largo de casi 50 años, desde el momento en que Paul
Turismo, 1975, pp. 365-409. Kirchhoff le dio vida, aplicándola a un área específica y a un momento deter-
minado: el siglo xv1.
Mucho es lo que se ha avanzado desde entonces, y la realidad es que
continúa en uso, dándole una profundidad cronológica (véase figura 1)
muchas veces sin un análisis crítico del contenido de la misma. Algunos
intentos se han hecho, como es el caso más reciente de la Sociedad Mexica-
na de Antropología, que en 1985se abocó, dentro del marco de su XIX Mesa
Redonda celebrada en Querétaro, a discutir la validez del concepto Meso-
américa. Sin embargo, pensamos que no se agotó el terna y que, por el con-
trario, mucho es lo que resta por discutir y analizar de esta c~te?oría cuya
importancia no está en duda y que aún es usada por _l~~esp:c~ahstas de las
distintas ramas antropológicas, sea cual fuere su pos1c10n teonca dentro de
la disciplina.
En las páginas que siguen daremos un panorama de l_osanteceden:e_s
históricos que existían antes de que se concretara la categona de -~eso~n:en-
ca; de cómo, finalmente, cobró forma y contenido en su concepc1on ongmal.
A continuación haremos una crítica de la misma, para dar paso a algunas de
las ideas que hemos desarrollado a partir del análisis de la categoría, Y trata-
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remos de darle un nuevo contenido donde es preciso establecer con claridad
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"C la relación que existe entre tiempo, espacio y cultura, las tres categorías fun-
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Antecedentes
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La historia de la arqueología nos muestra cómo, a lo largo de casi dos siglos,
han habido intentos por parte de diferentes estudiosos no sólo por conocer
el pasado de determinada región, sino en ocasiones se trataba ··ae explicar las
características generales de toda un área en la que se veían aspectos similares
entre una y otra cultura. Ya Désiré Chamay, a mediados del siglo pasado,
veía cierta homogeneidad cultural entre el norte y el sur de México, entre la
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e: meseta central y la tierra caliente. Decía que estábamos ante un~ misma civi-
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los veinte y treinta de este siglo, vemos cómo se va perfilando la idea de un
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:. .3 :. área común y de las relaciones que existen con culturas de estadios diferen-
tes a los de la llamada "alta cultura··. Olivé, en su ponencia en la XIX Mesa
Redonda mencionada, hace un análisis de las ideas que sobre el partic\,llar
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prevalecían en la primera mitad de este siglo, por lo que no vamos a refe-
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ms 01paw rirnos a ellas. Sin embargo, pensamos que siempre se ha omitido a estudiosos
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mexicanos que sin lugar a dudas jugaron un importante papel en estos
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antecedentes.
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.!!! El caso de Miguel Othón de Mendizábal es significativo. Este autor nos da
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ya diversos elementos que van a caracterizar lo que posteriormente se
denominará Mesoamérica, tomando en consideración aspectos que Kirchhoff
ei\0Jede¡1 tomara para su clasificación, como son los aspectos lingüísticos, de subsis-
OJl!nJ!n) OJi!dO)
tencia y otros. En el capítulo "La evolución de las culturas" de su trabajo De
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1 apº)
la prehistoria a la Conquista, nos dice:
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0 11!1oq
1 A pesar de las múltiples diferencias de detalle que presentan estas cultu-
Ufil olla!ll13 ras en su peculiar desarrollo, a las que contribuyeron en forma poderosa
epe¡e5e1uai\ e¡Jewe1ue5 ued¡e!v u9JJndse!aqv -e)XO) opeaJan!v
las posibilidades geográficas y los recursos materiales de cada región,
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00 8 ' El i1n-estigador francés Désiré Charnay fue uno de los primeros en señalar lo anterior en su artículo: "Les
explorations de Teohert l\laler".
' Véase el trabajo de Spinden: "Origin of Ci\'ilizations in Central America ancl l\lexico".
52 Mesoamérica,Oasisaméricay Aridamérica EduardoMatos Moctezuma • Mesoamérica
ofrece analogías fundamentales. como son el uso de la pirámide como desfavorables, el sostenimiento económico estaba basado principalmente
elemento importantísimo de su arquitectura. el plan general de sus en la agricultura: y el cultivo del maíz, del frijol, ele la calabaza, del chile,
grandes ciudades sagradas, la orientación esencial de sus religiones del algodón y del cacao constituía la actividad económica preferente,
politeístas, panteístas, con reminiscencias frecuentes del totemismo ances- cuando no única. de los individuos. En algunas regiones donde lo
tral, pero con una común superestructura astronómica, que se tradujo en impusieron las condiciones del clima y del suelo, el cultivo del maguey
las brillantes concepciones de sus calendarios, basados en un profundo llegó a ser importantísimo. Estos grupos agrícolas y sedentarios, con gran
conocimiento de los fenómenos celestes, producto de una mentalidad desarrollo en sus industrias cerámicas y textiles, principalmente, habían
fuertemente lógica. 1 proporcionado la base económica necesaria para el desarrollo de l~~ altas
Como podemos ver, Mendizábal toma en consideración el medio geográ- culturas y el elemento humano tecnológicamente apto para ser utilizado
fico y los recursos con que se cuenta, además ele darnos los rasgos culturales en sus magnas realizaciones arquitectónicas. escultóricas y pictóricas.•
que considera importantes. En otro trabajo nos habla del panorama que se Es importante constatar varias cosas: por un lacio, los límites que establece
presentaba a la llegada de los españoles en el siglo XVI. Empieza a mencionar el autor de estos grupos agrícolas con las bandas cazadoras-recolectoras; la
cómo en la región septentrional de la altiplanicie mexicana, al norte del río preponderancia de la agricultura como base econón~ica fundament~~ Y el
Lerma y en la vertiente del Golfo de México en Tamaulipas, habitaban ban- desarrollo que alcanzan derivado de todo ello, sin olvidar que lo antenor lo
das nomádicas en un medio semidesértico, que hablaban diversas lenguas ubica hacia el siglo :\'\'!. No queremos con esto hacer menos el aporte que
como las de la familia atapascana, hokana y otomiana, y que dependían de , . , d M soamérica sino hacer
P oco después claraKirchhoff con su concepc1on .
e e '
• · , por aquellos anos
_
la caza y de la recolección de raíces y frutos silvestres. En pocas palabras, nos ver que como ocurre frecuentemente, la mvesugacion ,
e st á señalando la existencia allende la frontera norte de Mesoamérica, de cul- ' · faltaba so 1a-
había llegado prácticamente a diferenciar estas presencias Y que . d
turas a las que caracteriza a partir del medio en que viven, la lengua que . . 1 epto generaliza or,
mente un último emptqe para establecer as con un conc
hablan y el tipo de subsistencia. Vale la pena que transcribamos a continuación
la diferencia que establece entre esta región y aquella en que se encuentran como lo hizo Kirchhoff.
- , que el enfoque matena. 1·1sta l11s . t,on-·co de Men d'iza'bal
No me extranana ., d
los estados y naciones, como él les llama: . por parte del investiga
• · d 01 . ,a leman
, qtie , recien lleoa 0
tuviese buena acogida ,b
Más al meridión, en los actuales territorios de Jalisco y Colima, por el a nuestro pa1s, , trata
, una concepcion·, mas, o menos s·1111i'la1· a la. de aquel.• ,Sea
occidente, y al sur del curso superior del río Pánuco por el oriente, los como fuere, la realidad es que ya estaba madura la idea Y que_en Mend izat~l
pequeños estados políticos propiamente dichos, luchaban por acrecentar se presentaba no sólo el caracterizar un área determinada, smo ~~ie ana 1 ~ª
sus territorios a costa de sus vecinos o por defenderlos de las acechanzas las características de otras áreas y para ello parte del medio geografico, ~os re-
de las grandes naciones en formación, particularmente de la alianza cursos con que se cuenta, el tipo de sociedad de que se trata, los medios de
azteca-acolhua-tepaneca (Tenochtitlan, Texcoco y Tacuba), que acelera- subsistencia, el lenguaje y el desarrollo tecnológico.
ba, tenaz e implacablemente, el proceso de concentración de poder y de
la unificación cultural en el centro y sur de México.
Cada una de estas regiones, más aún, cada uno de los pequeños grupos Surgimiento
de la categoríaMesoamérica
locales, presentaba modalidades importantes en su desarrollo cultural, y así llegamos al año de 1943. Paul Kirchhoff había llegado a nuestro país
incluso los pertenecientes a una misma filiación étnica situados en estadios pocos años antes, y como derivado del XXVII Congreso lnt:rnaci~na_l de
diversos de la evolución de una misma cultura. Tanto en los pequeños Americanistas, se creó el Comité Internacional para el Estudio de Distribu-
estados, como en las grandes naciones, salvo circunstancias geográficas ciones Culturales en América, para lo cual prepara un trabajo en que presen-
'i\/Jendizáhal: "De la prehistoria a la Conquista". • Mendizáhal: "La evolución de las culturas indígenas de México y la división del trabajo ..·
54 Mesoamérica,Oasisaméricay Aridamérica EduardoMatosMoctezuma• Mesoamérica
55
tó los lineamientos generales de lo que denominó Mesoamérica, con los 16. Sandalias con talones.
límites, composición étnica y rasgos culturales de una superárea que hacia el 17. Vestidos completos de una piez, 1 p .
< ara ouerre
siglo XVI podía diferenciarse de otras regiones de América. Kirchhoff partiú 18. Pirámides escalonadas. b ros.
de cinco divisiones lingüísticas existentes en la superárea, lo que nos recuer- 19. Pisos de estuco.
da el planteamiento de Mendizábal sobre el particular. Con base en lo ante- 20. Patios con anillos para el jueo 0 de
. . ,t·· º pe 1ora.
rior, afirma algo que es fundamental para establecer la superárea: que los 21. Escntura ¡erog 1I ICa.
habitantes de ella, tanto los inmigrantes como los más recientes, estuvieron 22. Signos para números y valor re1·1r1·,,0 i ,
' v e e estos se , ¡ · ·,
unidos por una historia común. 23. Libros plegados estilo biombo. gun a pos1c1on.
) .·
Para tratar de definir los rasgos que identificarán a Mesoamérica, divide --!. Anales históricos y mapas.
en tres grupos los rasgos culturales que encuentran los españoles a su llega- ?-
-). A110de 18 meses de 20 días mis 5 el' ¡· .
da a América. Éstos son: . ., . ' • · ias ac 1c1onales
26. Comb111ac1onde 20 signos y 13 núm .. · .
a) Elementos exclusiva o al menos típicamente mesoamericanos. 260 días. eros pa1 d formar un penodo de
b) Elementos comunes a Mesoarnérica y otras superáreas culturales de 27. Combinación de los dos periodos •int .· .
_ . • e1101espara formar un ciclo de
América. )_1 anos.
c) Elementos significativos por su ausencia en Mesoarnérica. 28. Fiestas al final de ciertos periodos.
No vamos a mencionar los rasgos característicos de los tres grupos, pero 29. Días de buen a mal agüero.
sí aquellos que Kirchhoff propone dentro del primer grupo, es decir, los que 30. Personas llamadas según ·
el dh< de SLIna curnento
· •
considera corno típicamente mesoamericanos. Éstos son, conforme los pre- 31. Uso ritual de papel y hule. ·
senta el autor: 32. Sacrificio de codornices.
.. l. Bastón plantador de cierta forma (coa). 33. Ciertas formas de .sacrificio humano (qLiema1. h om 6 res vivos • b a1·¡ar
2. Construcción de huertas ganando terreno al lago (chinarnpas). usando como vestido la piel de la víctima). '
3. Cultivo de chía; su uso para bebida y para aceite con el fin de dar lus- 34. Ciertas
. formas
, de autosacrificio (sacirse
, S'
,mgre d e 1a 1engua, ore¡as.
·
tre a pinturas. piernas, organos sexuales). ·
4. Cultivo de maguey para aguamiel, arrope, pulque y papel. Y5. Juego del volador.
s. Cultivo de cacao. 36. 13 como número ritual.
6. Molienda del maíz cocida con ceniza o cal. 37. Una serie de deidades (Tláloc, por ejemplo).
7. Bolas de barro para cerbatanas, bezotes y otras chucherías de barro. 38. Concepto de varios ultrarnundos y de un viaje difícil a ellos.
8. Pulimento de la obsidiana. 39. Beber el agua en que se lavó al pariente muerto.
9. Espejos de pirita. 40. Mercados especializados o subdivididos según especialidades.
10. Tubos de cobre para oradar piedras. 41. Mercaderes que son a la vez espías.
11. Uso de pelo de conejo para adornar tejidos. 42. Órdenes militares (caballeros águilas y tigres).
12. Espadas de palo con hojas de pedernal u obsidiana en los bordes 43. Guerras para conseguir víctimas que sacrificar.
(macuáhuit[).
Cabe señalar que los seis primeros rasgos del listado están relacionados
13. Corseletes estofados de algodón ( ichcahuipilli).
con la agricultura, lo que no es de extrañar, ya que el autor toma como
14. Escudos con dos manijas.
hase el que son pueblos agrícolas. Sin embargo, lo que nos interesa resaltar
15. Turbantes.
es que no hay una jerarquización de los rasgos, como lo habíamos hecho
56 Mesoamérica,Oasisaméricay Aridamérica EduardoMatosMoctezuma• Mesoamérica 57
notar en nuestro trabajo, "El proceso de desarrollo en Mesoamérica", en sobre relaciones ele producción en que se establece una doble ex-
donde anotamos: plotación: de una clase con otra de la misma sociedad, y de la clase diri-
De los elementos mencionados podemos observar que no están agrupados gente de una sociedad con pueblos conquistados que le son tributarios,
de manera sistemática, sino que se mencionan elementos fundamentales apropiándose así de parte de la producción y del trabajo ajeno. Es así
para la economía, como podrían ser las chinampas dentro del proceso de como consideramos Mesoamérica, con lo que implica (un nuevo modo
producción agrícola, además de ser características de una determinada de producción basado en la agricultura y en el tributo ... ) que estará pre-
zona de Mesoamérica, junto con rasgos como bs bolas de barro o las san- sente a partir de los olmecas y se irá extendiendo, tanto en tiempo como
dalias con talones. No hay una jerarquización de los mismos.' en espacio, hasta llegar a los límites que Kirchhoff marca para el siglo xvr,
Lo anterior, expresado en 1982, lo consideramos importante por lo que con sus diversas fases ele desarrollo interno ...;
veremos a continuación. Por cierto, que este aspecto de la jerarquización de Estas ideas partirían desde algunos años antes cuando nos referimos al
rasgos será mencionado posteriormente por Nalda, en su ponencia a la X/X proceso de desarrollo para el centro de México. 8 Anne Chapman, en su
Mesa Redonda de Querétaro.(, interesante participación en la tantas veces citada XIX Mesa Redonda de
~n aspecto negativo de la utilización de rasgos culturales se menciona en Querétaro, hace referencia, precisamente, a estos as?ectos. Propone que en
la cita anter' io r: e 1me
· 1uir· e 1ementos que solamente aparecen en una· determi- lugar del concepto Mesoamérica considerado como area cultu:al de a~ta cul-
nada zona de la superárea y que no son comunes a toda ella. El problema es tura o civilización, se le debe ver en función de un determinado tipo de
:a~o~ cuando ese rasgo se encuentra posteriormente en otras regiones d~ sociedad y sus manifestaciones culturales variables: Al pl_a_ntearsu modelo, lo
~e~ica. T~l es el caso, precisamente, de las chinampas, pues hace pocos basa en dos niveles: sociedad y cultura, y a ~o~tin~ac10n propo~e que se
~~~s mvestiga~ores de la Universidad de Chicago encontraron que en el lago u t i·1·ice e l concepto de sociedad estratificada o 1erarqmca,
. la que
. define,
, entre
.
1 lhcaca del altiplano de Bolivia también se utilizaron sistemas agrícolas con t ,
o ras cos<1s, e
, 01110 sistemas estratificados en las instancias economicas,
d I bl · - d 1
os que se ga~a terreno al lago para el cultivo de determinadas plantas. sociales y políticas basadas en el control, por sectores e a po acion, e os
_A_lo anterior tenemos que unir el problema que, a nuestro juicio, es el medios de producción y de la fuerza de trabajo.9 Comoyue?e consta~arse,
:s importante: ~uchos ?e
los rasgos mencionados son en realidad deriva- algunas de las ideas expresadas por estos autores ya habian sido enunciadas
ac~ de un determmado tipo de sociedad que no se especifica. Estamos de
con anterioridad. .
erdo en hablar de Estado, clases sociales, explotación etcétera Puede Antes de continuar vale la pena ver cómo, a partir del mome~to en que se
~~=~ tar un tanto difícil y se ha prestado a no pocas discusiones ent;e espe- esta, bl ece e l conce pto , se presentan distintas maneras de concebir , . su desarro-
,
. istas, pero la realidad es que muchos de los "rasgos" mene· d ·r
11o cu ltura l , es d eci , las periodificaciones aplicables a Mesoamenca. As1,una
Kirchhoff . iona os por h bl d " lt · ··
d se presentan en sociedades complejas, profundamente estratifi ·
d e las pnmeras l de George Vaillant quien nos a a e cu uras pnmitl-
ca as Y en las que el Estado juega un papel importante. Por eso considera: es a ' • d d' ,,
mo~ como fundamental establecer que la diferencia esencial con otras vas ", "cu 1turas me d'ias" y "ci·vi'lizacionescompletamente
, m epen. ientes . . Poco
reg10nes de A - · • elespues, correspon de a Steward hablar de .preagncola,., • floreciente
• regional , e
d me:ica es, precisamente, que se llegó -dentro del proceso de ·impeno· y conqm ·sta , en un intento de aphcac10n a mve 1 continental ( vease
esarro
11
f-ª sociedades en que están presentes éstas y otras características
figura 2). . .
~ q~e ~dod~mente en el área andina las vemos también con sus propias par~ En 1955, Willey y Phillips también lo van a i?tentar, al_plantear el s~-
tlcu an a es. En nuestro artículo antes mencionado decimos: guiente cuadro evolutivo para América: Lítico antiguo, Arcaico, Preformatl-
· · .Mesoamérica, c~~cepto que es sinónimo de la presencia de un nuevo
- Matos Moctezuma: "El proceso ... ", p. 174. _ . ,, ,
modo de producc1on, en el que la agricultura y el tributo son básicos , M . M 't zu 111a- "Notas sobre el proceso de desarrollo en el centro de Mex1co . El articulo forma parte
aros oc e . h · ., d ¡ ¡
'M1 , de una selección que hicimos de diversos artículos que presenta an una pos1cion e a guna manera re a-
aros Moctezuma: "El proceso de desarrollo en Mesoaméric-1"
_
·· !\alela: ";,Qué es lo que define Mesoamérica?'". ' · cionada con el marxismo. Incluí tralx1jos de Mendizábal, Armillas, Bartra Yotros.
., Chapman: "Mesoamérka: ¿Estructura o historia?".
58 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica EduardoMatosMoctezuma• Mesoamérica 59
vo, Formativo, Clásico y Posclásico. Otro intento de periodificación a nivel Spinden Berna/ Caso Vaillant Phillips
Steward yWilley PiñaChan
continental será planteado por Pedro Armillas en 1957, cuando parte e.le 1917 1955 1955 1944 1948 1967
1955
considerar la agricultura como elemento base de su modelo. Así nos habla Periodos
· Horizontes
de preagrícola, protoagrícola, y civilizaciones mesoamericana y andina. Tam-
Prearcaico PrehistóricoPrehistórico
bién Alfonso Caso e Ignacio Bernal van a tratar lo referente a Mesoamérica. Culturas
Primitivas Preagrícola Lítica
antigua Lítico
o
>
El primero nos habla de horizonte prehistórico, primitivo, arcaico, formati- Salvajismo Primitivo -
E
vo, clásico, tolteca e histórico. Por su parte, Berna! también maneja el tér- Carámico Principios ~
c..
Arcaico de laépoca Arcaico deagricultura Arcaica Protoagrícola
mino de horizonte: prehistórico, salvajismo, cerámica de la época arcaica, arcaica básica
del crecimiento y clásico-histórico. Todos estos intentos han sido analizados
medias Evolutivo
Culturas básico Preforrnativo1 Protopre-clásico
en su momento tanto por Bartra, como por Olivé y Matos.
Del
Y ya que mencionamos a Olivé, no cabe duda que es uno de los autores Post-arcaico
crecimiento Formativo 1inferior,
regional Formativo Pre-clásicomedi~'- Formativo
Evolutivo
que han tratado el tema de Mesoamérica de manera crítica. En efecto, este superior
investigador analiza los diferentes conceptos tanto temporales como espa-
1
ciales en su Estructura y dinámica de Mesoamérica, publicado en 1958. 111Un Clásico Clásico Civilizaciones Floreciente Clásico
Proto-clásico
temprano·
Tolteca Completamente regional Clásico
tardío o
resultado importante de su análisis es el de incorporar, dentro del esquema Histórico
Histórico independientes
Postclásico Proto-postclásico >
'· -;
planteado por Morgan de salvajismo, barbarie y civilización, los aportes de V. o
>
Gordon Childe de "revolución neolítica" y "revolución urbana", adaptándo- ¡xgtclásico
temprano-
U.I
Imperio
los al proceso mesoamericano. Con ello el esquema cobra un dinamismo que y conquista postclásico
tardío
clarifica el proceso de desarrollo de esta parte del continente.
En las décadas de los sesenta y setenta tenemos varios intentos de discutir
y aportar nuevas ideas ·al contenido de Mesoamérica. Uno de ellos corresponde
a Román Piña Chan, quien en 1960 publica su libro Mesoamérica, en el cual Margan Childe Armillas Olive Matos
nos plantea la periodificación tradicionalmente aceptada por muchos. arqueó- 1877 1957 1958 --·_11182
logos mexicanos. Posteriormente, este mismo autor ampliará su idea agregan-
Sociedades
cazadores-
do otros elementos que, a nuestro juicio, vienen a complicar aún más la Salvajismo Salvajismo Preagrícola Salvajismo recolectores
terminología empleada. Así tenemos que en su libro Una visión del México pre-
hispánico, utiliza conceptos como "protoclásico", "protoposclásico", y otros. 11
------------- Re v o I u ció n ne o I í tic a-------,---------
En 1975, el mismo Piña Chan va a portar otro esquema en que ya no uti-
liza la terminología mencionada. Para ello parte de considerar dos épocas: la Barbarie Barbarie Protoagrícola Barbarie
Sociedades
agrícolas
igualitarias
de apropiación y la de producción de alimentos. La primera incluye a los
cazadores-recolectores nómadas dentro de dos periodos: pre y protoagríco-
-------------Revo I u ció n urbana-------------
la. En el caso de la segunda, se incluye a las comunidades sedentarias carac-
terizadas por la agricultura incipientey a las aldeanas, además de los pueblos Civil'.zaciones
. Civilización Teocrática
Sociedades
agrícolas
Civilización Civilización militaristas
y estados teocráticos, y más tarde, los pueblos y estados militaristas. Aunque , mesoamericanas
andinas1 , Militarista
estatales
el autor se basa en la producción, su esquema no plantea cambios cualita- Teotihuacan en 1966. en donde trata lo relativo a la influencia, para darse una
tivos a lo largo del proceso. idea de los alcances que el problema puede tener.
En 1968 se publica el libro de William T. Sanders y Barbara Price: J\i/eso- A lo largo de estos años he venido revisando y tratando de reflexionar
america. The Evolution of a Civilization. En él, los autores van a plantear una sobre el tema de Mesoamérica. En las páginas siguientes plantearé el resulta-
nueva visión de Mesoamérica a partir de dos perspectivas: la evolución de los do de estas reflexiones. por lo menos hasta donde llevo analizado. Para ello
sistemas sociales con base en cuatro niveles que se pueden diferenciar entre me basaré en parte ele lo que expuse en anteriores trabajos, si bien debo
sí por su estructura económica y social. Estos niveles son las bandas, las aclarar que he añadido nuevas ideas sobre el particular. El tema no es fácil,
tribus, los señoríos y los estados, tomados de los estudios de Elman Service. pero pienso que algunas de las ideas aquí expresadas ayudarán, aunq~e sea
La otra perspectiva es a partir de lo que denominaron ecosistemas, es decir, un poco, a tratar de definir y darle un contenido esencial a una categona que
la interrelación entre población y agricultura, además de la competencia y la no ha perdido vigencia pero que necesita urgentemente ser replanteada a la
cooperación dentro del proceso mismo. La conjunción de todos estos ele- luz de los recientes avances de la arqueología.
mentos es aplicada al caso específico de Mesoamérica. ll
Tenemos otro intento de definir Mesoamérica que plantea Jaime Litvak en Tiempo,espacioy culturaen Mesoamérica
1975 en su trabajo: "En torno al problema de la definición de Mesoamérica". B
Para comenzar vamos a partir de las tres categorías fundamentales en_ar~ueo-
En él se basa en la interacción de zonas caracterizadas ecológicamente y
logía. Ellas son tiempo, espacio y cultura. Las concebimos de la sigmente
después como parte de componentes de una red; así se puede definir a
Mesoamérica: "como sistema espacial de intercambio normal, donde cada manera: , ,
A. Tiempo. Diferentes ramas de la ciencia utilizan esta categona -~andol~ un
región componente, además de su dinámica interior, tiene relaciones de ese
contenido específico según su aplicación. No es nuestra pretensio? analizar
tipo con todas las demás regiones que la conforman, que varían en el tiem- cada caso, sino ver cómo se le conceptualiza dentro de la arqueologia. J?e eSta
po y que presentan entre sí estados de equilibrio siempre cambiantes". 1·• manera tenemos que la categoría de tiempo se relaciona no con un tiempo
Para el momento en que se propone esta definición, con la crítica que cualquiera, sino con el tiempo histórico, es decir, con los proce~os de desarro-
conlleva a los planteamientos de investigadores como Porter Weaver, Sanders llo que se dan en las sociedades y los diferentes conceptos que sirven par~ eSta-
y Price, Sanders y Marino, Jiménez Moreno, Flannery, y Bennett, 1' este último blecerlo. Ahora bien, todos los procesos están constituid_os por cambi~s, Y
para el área andina, no deja de ser interesante y sugestiva. Sin embargo, pen- estos cambios pueden ser de dos tipos: cuantitativos y cuahtatlv?s. Los prime-
samos que tomar el intercambio como base fundamental y decir que las ros son aquellos que se dan poco a poco; es un ~roces? evoluuvo lento,_gra-
regiones que participan en ese proceso normal forman parte de la superárea dual que se presenta siempre al interior de cualqmer soC1edadYq~e constituye
y las que no lo hacen no son parte de la misma, es volver a caer en la dico- las f;ses de evolución de la misma, pero también puede re~:stir _u~~lcance
tomía ya criticada de Kirchhoff de presencia/ausencia y, más aún, nos lleva mayor y abarcar varias sociedades contemporánea~ o en suces1~n ~istonc~. Por
de entrada a problemas de relatividad tales que complican el esquema suge- ejemplo, en el caso de la primera podemos considerar la socieda~ teouhua-
rido. Baste leer el trabajo de Paddock, 16 presentado en la IX Mesa Redonda de cana desde sus inicios hasta que decae (100 aC-750 dC), con fases internas de
desa~rollo que son factibles de ser detectadas arqueol?gicament~. En el caso
"Sanders y Price: Mesoamerica. 1be Evolution of a Civiliza/ion. Por cierto que los autores no mencionan de la segunda, son etapas que se establece~ porque d_iversassociedades pre-
sentan características más o menos homogeneas. Sena el cas~ ~~ cu~?do s~
el trabajo de Olivé (véase nota 10).
1.<Véase el artículo de Litvak: "En torno al problema de la definición de Mesoamérica".
1' Litvak: ·'En torno ...", p. 183. habla de la etapa de cazadores-recolectores o de la_~tapa de la civihzac1on: A~1,
1' Los autores mencionados han tratado sobre el problema de Mesoamérica desde distintas perspectivas.
fase y etapa son dos categorías temporales que utilizaremos en este trabajo.
Puede verse la discusión de Litvak en su trahajo ya citado.
'" Paddock presentó en la IX Mesa Redonda de Teotihuacan una ponencia en que analizaba la pro- ,. Sohre el problema de los conceptos utilizados tanto espa_ci_al
como temporalmente, puede consultarse
blemática de la presencia de elementos teotihuacanos y su posible interpretación. el libro de Julio César Olivé: Estmclllra y di11á111ica
de Mesoa111erica.
62 Mesoamérica,Oasisamérica
y Aridamérica EduardoMatosMoctezuma• Mesoamérica 63
El cambio cualitativo es aquel que nos permite detectar el cambio de una interrelación en un tiempo y en un espacio específico. Tal es el caso de Me-
etapa a otra. Es un cambio revolucionario que da paso a nuevas característi- soamérica. Dicho en otras palabras, Mesoamérica es la conjunción de deter-
cas diferentes a las que prevalecían hasta entonces. Un buen ejemplo podría minado tipo ele sociedades con sus propias características dentro de un tiem-
ser lo que Childe denominó ··Revolución Neolítica"'. es decir. el momento en po determinado y un espacio que tuvo variaciones a lo largo de ese tiempo.
que el hombre descubrió la agricultura y las consecuencias que esto produ- Una vez visto lo anterior. estamos en posibilidades de empezar a analizar
jo en aquellas sociedades en todos sus niveles. el contenido ele Mesoamérica en relación con estas categorías, si bien la cul-
Así, el tiempo histórico puede ser aprehendido por la arqueología y ser tura quedará implícita a medie.la que vayamos avanzando en las característi-
dividido con base en el dato arqueológico. Esto nos permite ver los procesos cas de ese contenido.
de desarrollo y qué características presentaron. La cronología es inherente al Paul Kirchhoff. en la introducción a su trabajo: Mesoamérica en la edición
tiempo mismo y nos da la referencia de cuándo ocurrieron los cambios, por ele 1960, se11alaha que su intento iba dirigido a resaltar lo que tenían en
lo_que su imp~rt~ncia es evidente. La división del tiempo y la cronología per- común los pueblos y culturas ele una determinada parte del continente ame-
miten al especialista plantear periodificaciones. ricano. por lo que se limitó a enumerar rasgos exclusivos de esos pueblos,
B. Espacio. Esta categoría se concibe por la extensión territorial que en un sin abarcar la totalidad ele su vida cultural. Lo anterior es evidente y ya lo
momento dado ocupa una sociedad. Esta extensión puede crecer O con- hemos sd1alado al igual que otros autores. Sin embargo, continúa en su ·'In-
tra~rse a lo largo del tiempo y puede incluir medios ecológicos distintos O no. troducción·· haciendo ver lo siguiente: "'Falta, en fin, la profundidad histórica
As i podemos hablar de la extensión o territorio que ocupó la sociedad olme- que la orientación misma ele este trabajo implica, esto es la aplicación de los
ca ~ la azt~ca. Pero en una concepción mayor, esta categoría puede abarcar mismos principios a épocas anteriores, retrocediendo paso por paso hasta la
vanas so~i~dades en un momento histórico específico, como es el caso de formación misma de la civilización mesoamericana." 19
Mes_oamenca ~ara el siglo xvr, o por el contrario, referirse a un solo asen- Esto nos lleva a tratar de clarificar desde qué momento vemos lo_s
tamiento o co~¡unto de asentamientos. Varias categorías espaciales se utilizan primeros indicios de que, en el proceso e.le~esarrollo_american?, en detenm-
en arqueologia, como son: sitio, región, área, super{1rea. etcétera.1 8 nac.las superáreas. estamos ante la presencia de sooedades difere~tes a l_as
C. Cultura. Si existe una categoría que ha tratado de ser defini·cl·t ~
· 1
cisamente a de cultura. Sabemos de la gran cantidad de definiciones CILI 1.
, es p1e-
. que hasta ese momento se venían dando en todo el continente. De mme~ia
to entramos al problema de las diferentes etapas que se han dado a rnve
1
b 1 · 1 , e 1,1y
so re e p_articu ar_-:ara nosotr~s, está referida a toda creación humana, ya continental. Para nosotros. siguiendo los postulados anteriores, tenemos que
sea material o espmtual, ademas de las relaciones de todo tipo que se esta- son tres las etapas que podemos detectar. Éstas son:
blecen . . entre. los hombres,
, ya en el proceso de la producción , y-,1 en •ts¡, , 1 ec t os
a d mm1strat1vos, etcetera. 1. Etapa de cazadores-recolectores.
2. Etapa de sociedades agrícolas igualitarias.
Las
. tres categorías. aludidas forman una , unidad dialé,·t
""1·c-' 1y est,-,tn
, , ,si·~ empre 3. Sociedades agrícola-militaristas estatales.
pre~entes en,cualquie: lugar en que este el hombre, creador por excelencia.
Des~e los ongenes mas remoto~ h~sta nuestros días y cualquiera que sea el Estas etapas se diferencian cualitativamente entre sí y el nombre mismo que
med_10en que se encuentre,_ estan mteractuando de una manera dinámica y se les asigna nos está indicando. por una parte, la base fun_damental de su
s~m-mherentes_al homb:~ mismo. El hombre, creador de cultura, vive y con- economía, y por la otra, las relaciones existentes entre los miembros de e~as
ti ol: un esp~c1O espec1f1co y se desarrolla en el tiempo, que adquiere su sociedades. Podríamos especificarlas así:
caracter de tiempo histórico por la acción del hombre ele la sociecl•1c[ JJ . 1. Etapa cazadora-recolectoraigualitaria. Grupos ~~1~ ~epe~den :unda-
b· 1 h' , u . ues mentalmente de la caza y la recolección. No existe una d1v1s1onsoe1al ev1dent~,
1en. para a 1storia, y por ende para la arqueología, es posible estudiar esa
y cronológicamente podríamos ubicarlas desde la llegada del hombre al cont1-
'" Sobre el prol_1lema de los conceptos utilizados tanto espacial como tem¡1 01
--t1111
e 11
tt" J)LJell . . ¡
·1¡·¡ ¡ ¡- - . , . . , . < • e Lonsu tarse
t 1 )rol e Ju 10 Cesar Olive: Eslruc/11/"ll y d111m111cadi! :l!f!sum11érica. "'Kirchhoff: "lntroducci<in·· a .llesoamérica.
64 Mesoamérica,Oasisaméricay Aridamérica
EduardoMatosMoctezuma• Mesoamérica 65
nente americano hasta el descubrimiento de la agricultura. Esta etapa es común formas de campamentos estacionales eran utilizados por el hombre cazador-
a todo el continente, si bien presenta variantes en cuanto a determinados tipos recolector. A ello hay que unir la emergencia de nuevas deidades antes no con-
de instrumentos, materias primas, o tipos de fauna y flora según el área. sideradas y que ahora tienen vigencia dentro de una sociedad que depende
2. Etapa de sociedades agrícolas igualitarias. La agricultura va a provocar cada vez más de la tierra y del agua. Podríamos seguir mencionando muchas
un cambio cualitativo en el proceso de desarrollo, que va a traer cambios en otras características que denotan que sí existió un cambio cualitativo de una
el seno de esas sociedades. El hombre poco a poco dependerá más de la etapa a otra en todos los niveles de la totalidad social, pero preferimos conti-
agricultura; surgen nuevos instrumentos y hay un arraigo mayor en la tierra nuar con nuestro tema y dejar para otro momento esta discusión.
que trae como consecuencia un sedentarismo con el surgimiento de las Esta etapa agrícola igualitaria es común a todo el continente y muchas so-
primeras aldeas. El agua y la tierra se deifican cobrando una importancia esen- ciedades continúan evólucionando dentro de ella hasta el m?mento d~ la con-
cial dentro de la sociedad. Las relaciones sociales de producción son iguali- uista europea. Podríamos asentar que tanto la etapa anterior como esta son
tarias pero con características diferentes a las de la etapa anterior y no hay un q mnes a toda América (con sus variantes regionales) y que la tercera ~tapa
con
sólo se dará en dos superáreas del continente: Mesoamerica - · y area
- a ndma
. .
estamento que aproveche para sí el trabajo de la mayoría del grupo.
Hay autores que piensan que no existe un cambio cualitativo entre 3. Etapa de sociedades agrícolas militaristas estatales. Carac~erizamos
cazadores-recolectores y esta etapa agrícola igualitaria. Es el caso, por ejem- estas- so ci'edades como dependientes fundamentalmente , de
, la
1 agricultura
· Y
plo, de Nalda, quien en su trabajo ya citado considera que sólo hubo dos de la guerra, con la presencia de nuevas tecnolog1as agrico ~s y un mere-
periodos en el proceso, a los que denomina comunidad primitiva y de tran- to comercial importante. A diferencia de lo que plantee en 1982, en
sición a formaciones estatales. No estamos de acuerdo con este autor ya que, tdnenI no incluí el término de militaristas, ahora considero indispensable
once , adelante. Se crean aparatos co ercitivos
dentro de la etapa primera por él considerada, vemos que sí existió un cam- l1ace1·lo por 1-,izones
'
que veremos mas
· d d y en
bio cualitativo, como lo hacen ver la mayoría de los autores que han tratado 0 ideológicos que tendrán un papel básico dentro de estas soe1e a es
este tema, tanto a nivel de Mesoamérica como a nivel mundial, como es el relación con otras. · b s de la
caso de Gordon Childe. S ·ge el Estado que las controla y las relaciones entre los miem ro 1
Para Nalda, la aparición de la agricultura no altera la tecnología, las for- . u1
d'icl y en relación con otras sociedades se esta bl ecen con base en . a ex- d
soe1e ·, - n y aprovechamiento de la mano de obra y 1a pro ducc10 "n a¡ena
. ' e,
mas de cooperación comunal y la estructura y tamaño poblacionales, lo que l 0
p otaCl .. . . t 'butano sera
a nuestro juicio no es cierto. En lo relativo a la tecnología agrícola, es claro 1, l cirácter clasista y estratificado de las mismas. E1sistema n .
a. 11d' e ensable
, . .
para el sostemm1ento d e 1os d'istmtos
. es ta dos que tienen . sus.
que surgen nuevos instrumentos que permiten perforar la tierra para deposi-
m isp . , d 1 ierra princi-
tar la semilla, los que quizá por estar hechos de madera, no han podido ser d en centros urbanos, tributo que se logra a traves e a gt d
se es nte De ahí la importancia. que damos a la guerra vis • ta como parte e
encontrados arqueológicamente. Pero suponiendo que no hubiesen existido 1
pa me · restructura 1.
es lógico pensar que se comenzó con una tecnología de siembra, cuidado del la economía de estas sociedades, y no como un aspecto su~e. esde los
crecimiento de la planta, cosecha, etcétera, más aún, con la observación de Ad ;' s consideramos que la guerra está presente en Meso~menca d
aquel agricultor incipiente de los cambios de temporada de lluvias y secas, y el ei:nanz'osde la misma. A esta discusión llegaremos posteriormente. t
comie. soinos coherentes con lo hasta aqm, expresado, no cab e duda que d' es a
consiguiente desarrollo tecnológico para producir aun cuando fuese la tem- S
porada de secas. En cuanto a las relaciones entre los miembros de estas i O Se da en otras partes del continente,
. salvo en la supe rárea an ma
etapa n . . , to vemos so-
sociedades, es evidente que una sedentarización más acentuada trae cambios con sus propias características. Ahora bien, ¿desd: que momen bio de
profundos en el patrón de asentamiento en relación con la etapa anterior, en • dades con estos elementos? En 1976 planteabamos ya el ca_m
que predomina un nomadismo. cie • dades i·gualitarias a sociedades estratificadas, 2º y en 1979 decia~os en
socie d énca·
El surgimiento de las primeras aldeas representa un cambio radical con la relación con el centro de México pero generalizable a to a Mesoam ·
forma de habitación anterior, en que las cuevas o abrigos rocosos y algunas '" Matos Moctezuma: "Proyecto Tula: objetivos y métodos".
66 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica EduardoMatosMoctezuma
• Mesoamérica 67
tradicionales, que para el centro de México esto ocurre desde el llamado OcéanoPacíi~
Preclásico medio-superior, en que, poco a poco, se irá conformando el
nuevo modo de producción dominante, el cual se concibe no de manera
e st ática, sino que pasará por diferentes fases internas de desarrollo, hasta
~
Figura 3. ivlesoamérica en 1000 aC.
llegar al momento de la formación mexica. 21
,N?cabe duda que la primera sociedad en que están presentes las carac- orales que se han aplicado, como es el de Clásico, Posclásico, etcétera. 22
tensticas señaladas es la sociedad olmeca. Quiero mencionar que los olme- telllP s entonces a p 1antear nuestras 1c · leas so b re e 1partteu
· 1ar, especia · 1men te
Vamo. . . l , 1 b.
cas son una sociedad bastante desarrollada según se desprende del dato 1 que se refiere a las fases mternas e e esta etapa y como as conce irnos.
arqueológico, y que antes de ella tenemos poca información. En efecto, entre en 0°e.se.le1976 asentamos que a partir del cambio cualitativo que conforma ,
el mo~ento del descubrimiento de la agricultura (de 7000 a 5000 años aC y =-soamérica,estaremos ante un nuevo modo de producción que estara_pre-
las pnmeras evidencias olmecas 1400 aC, según fechas de Teopantecuani- Me, ll'-ts't'tel momento de la conquista espaüola y que no se presentaran ya
~lan), son_~ocas la evidencias que nos permiten conocer con mayor precisión ·ente , · ' . , . ..
s bº )S ctl'llitativos, smo que el proceso pasara por vanas fases de desano-
c~evolucion de las sociedades aldeanas. La aparición de los olmecas se da ya ctlll I( • '
' 1 ·ele los olmecas hasta los mexicas, pero sin cambios trascen enta es,
d l
n ~~ena presencia dentro del mundo mesoamericano. llo
. '
e es 1,unente a nivel superestructura!. Esto se contrapone a 1a peno. dºf" 1 1-
~ 1 mtentáramos hacer mapas de la evolución espacial de Mesoamérica a
sino s0 ' , • ¡·
·., . , aceptada hasta el momento actual por la mayona de los especia 1stas,
partir de este moment , . 1 .
tro l se extendería po o, venamos
t d Vi
que a soCiedad olmeca y su área de con- ue detecta cambios esencia· 1es ele 1Cl'as1co
c,teion · a 1Pose l'as1co.
· · fa ltar :nve,
sm · sti-
. r par es e eracruz y Tabasco, con una fuerte presen- qgac101 ·es, qtie , como Olivé, plantean que hay que establecer una gran lmea de
cila en G_uerrero Y Morelos (véase figura 3). La influencia de esta sociedad se , ración entre las llamadas sociedades teocráticas y aquellas en que se ve
p asmana también en el Ir 1 . . . sep,1 .1. ,,
a ip ano y en otras regiones como Oaxaca y Chiapas reeminencia de grupos m11tares.-· ,
Nuestro discurso nos lle va a en trar en e 1 campo
, . .. . •· P
una Nuestro planteamiento, reitera· d o postenormente,··•
· , pue de ser sm
· te t·izado
,
Aqu1 se presenta un nuevo p10
de las penod1f1cac1ones
• bl ema y es e 1d e establecer como- ·· _ as1··
se da el pro- desde el surgimiento de _lasoc_iedadoh~1e~ahasta la llegada de los esp~noles
ceso de desarrollo
. para t t E . ,
es a e apa. n otra ocas1on nos hemos referido al
tema, al 1~~al que lo han hecho muchos investigadores mesoamericanista~. nos e P resentó un cambio rachcal, cualitativo, que pueda hacer pensar en un
Hemos cnticado la co ncepc1on ·' tra dº1c10na
· 1d e Mesoamérica, y los conceptos r
" Matos Moctl'ZUma: me refiero a los tr:ilx_tjosde 1?79_ 19~~ ( véase hibliof1:afí:1).
" olivé: "Estado, formación socioecononuca y penod11tcanon de l\ksoamenca .
" .'vlatos J\foctezuma: "Notas ... ". p. 97.
,, Pueden consultarse los trabajos ya sei'lalados de 1976, 1979 y 1982.
68 Mesoamérica,Oasisaméricay Aridamérica EduardoMatosMoctezuma• Mesoamérica 69
nuevo modo de producción, o si se prefiere, de sociedades en las que (fosos, muros, etcétera) y que ha llevado a García Cook a hablar de un
surgieran cambios fundamentales en el todo social. El aspecto del militaris- corredor teotihuacano. 2"
mo que es el que ha provocado el ver cambios esenciales hacia el llamado 5. Hallazgos recientes en el Templo de Quetzalcóatl. Por si acaso aún
Posclásico, para nosotros no pasó de ser un cambio superestructura!. El dato
arqueológico nos permite aseverar que en Teotihuacan, que siempre se ha
tomado como sociedad de tipo teocrático, hay elementos suficientes para con-
hubiera escepticismo sobre lo que sostenemos, recientes excavaciones
en el Templo de Quetzalcóatl han revelado una serie de individuos
que, por las características que presentan, parecen haber sido sacrifi-
¡
cados, para lo cual les ataron las manos a la espalda. Puntas de proyec-
siderar que ya había un militarismo acentuado que está actuando en la expan-
sión teotihuacana y no una presencia militar incipiente sin relevancia mayor til fueron colocadas a la altura de las cabezas, como es el caso de los
nueve individuos encontrados en el lado este del templo y otros más.
1
en donde destaca la acción de los sacerdotes. Veamos algunos de ellos:
Este hallazgo ha llevado a Rubén Cabrera a preguntarse:
l. Presencia de órdenes o grupos militares. En varios murales teotihuaca-
~os se puede apreciar la existencia de guerreros águilas y guerreros ¿Era su gobierno en realidad eminentemente teocrático, como
Jaguares. Ejemplos de lo anterior lo podemos ver en las pinturas de suele decirse? ¿Cuál era entonces la importancia que adquirieron
Zac~ala, Atetelco y la Casa de los Barrios, en donde los personajes van los elementos militares? Los datos aquí presentados indican lo con-
ataviados con los atributos de esos animales, llevando dardos o flechas trario al menos para las primeras etapas de desarrollo de la cultura
y escudos. teotihuacana, donde por la cantidad de individuos sacrificados se
2 - Producción masiva de armas. Este dato podemos observarlo en el sitio comprende que existió un gobierno despótico. 2ª
TC-8, aldea cercana a Teotihuacan, y que fue investigada por William Unido a los anteriores datos, tenemos la innegable presencia de un fuerte
Sanders, quien nos dice: Ttarismo en otras sociedades mesoamericanas. El caso maya es claro. En el
m 11
Un resultado sorprendente de la excavación, desde el punto de 11ama do Clásico maya tenemos múltiples evidencias de estelas con la repre-
b 11 por guerreros
vista de la usual pintura figurativa de la sociedad clásica meso- 1
t ción de personajes sojuzgados y tomados por os ca e os
americana, fue la clara indicación de un significativo aspecto mili- sen :dos con lanzas. A esto se unen los murales de Bonampak, con aquel
tarista de la vida de la aldea. Puntas de proyectil en obsidiana eran arm bate de movimiento maravilloso que mucho nos dice sobre el tema: ,
comunes y funcionaban probablemente como puntas de lanza. 25 co~asado en lo anterior hemos propuesto una hipótesis que nos ~xph~ana
3. Muros de protección de la ciudad. René Millon, al elaborar su plano de 1 caída de Teotihuacan más acorde con lo que nos muestra la hiSt ona de
la ciudad de Teotihuacan, advierte la presencia de muros hacia el lado ;esoamérica. Creo que no hay duda en cuanto al final vio_lento~e la gran
norte de la misma, como puede observarse en los planos de refe- urbe como lo señalan los restos arqueológicos: señales de mc_endio,tec~?s .
rencia. 26 caíd~s quemados, agujeros de saqueo en los piso_s,etcétera. La m~erpretacion
4 • Expansión teotihuacana. La presencia teotihuacana en lugares tan alejados del fin de la ciudad se ha querido postular de d1vers~s mane~as. temblores, ~
como Kami~aljuyú en Guatemala, pero especialmente en ciertas figuras epidemias, invasores norteños, quema para desacrahz~~ la cmdad, 0 por el ;
de ~ersona1es que representan guerreros, es significativa para lo que levantamiento de la clase campesina en contra de sus dmgentes. ~o~ nueSt~a
vernmos tratando. A esto se une el dato de comunidades que tratan de parte proponemos que, como lo muestra la historia de Mesoa~enca, es a
defenderse de esta expansión. Este fenómeno es perceptible en el área implantación del sistema tributario el que pudo acabar con Teotihuacan, tal 1
poblano-tlaxcalteca, en donde vemos que en la fase Tenanyécac, ubi- como ocurrió en sociedades posteriores donde ya contamos con el dato
cada entre 100-650 dC, existen sitios con claros elementos defensivos
escrito.
"Sanders: ··ufe in a Classic.:Village". ,. García Cook: El desarrollo cultural en el no,1e del valle poblano: inferenciaS.
,,, Millon: Urbanization al Teotibuacan. "'Cabrera: "Últimas excavaciones (1980-1988)", p. 215.
70 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Ariclamérica EduardoMatosMoctezuma• Mesoamérica 71
1,
'I
La caída de Tula, también quemada y saqueada, no fue ajena a la acción Mesoamérica
1 AñoS00aC
de los pueblos bajo su control. El mismo azteca o mexica algo tuvo que ver
con esto. Pero es este pueblo, el mexica, en el que vamos a ver claramente ! 1. CostadelGolfo
cómo se da el fenómeno. Recordemos que ellos estún como tributarios de 2. Altiplanocentral
3. Regiónoaxaqueña
Azcapotzalco. Llegado el momento, se unen a otros pueblos tributarios del
4. Regiónmaya
tepaneca y se levantan en contra de él, logrando así su liberación. El fenó-
meno volverá a repetirse cuando llegan los españoles: los pueblos tributarios
se unen en contra del enemigo común que los tenía sojuzgados: el mexica.
Tenochtitlan es incendiada y saqueada.
Golío
_:'--f
Resulta difícil pensar que un acontecimiento como éste, que se presenta
repetidas veces en el centro de México, tanto en el dato arqueológico como
4
t
¿____,.-,_
en la documentación escrita, se niegue para la sociedad que antecedió a
OcéanoPacífico
"l.
toltecas y mexicas, pese a que el dato arqueológico nos muestra incendio y
saqueo para Teotihuacan. Por qué insistir en esa separación tajante entre
~-
Clásico y Posclásico basada en una predominancia de la teocracia en el
primero y de un creciente militarismo para el segundo, cuando desde los
Mesoamérica
olmecas vemos guerreros presentes en sus relieves, como es el caso de Chal- Año1520dC
catzingo. Finalmente, difícil resulta concebir una expansión como la teoti-
Regiones internas
huacana basada en aspectos religiosos. Para nosotros, ambos aparatos, el 1. CostadelGolfo
coercitivo y el ideológico, están actuando desde ese momento. 2. Altiplanocentral
Nuestra proposición general de que no hay un cambio cualitativo del 3. Regiónoaxaqueña
Clásico al Posclásico creemos que tiene bases para sustentarse como hipóte- 4. Regiónmaya
sis. Nalda plantea su "transición a formaciones estatales", lo que hemos criti- S.Occidentede México
cado por considerar que el término transición es ambiguo. También Olivé lo
ha criticado." 9 Al hablarse de transición se deben conocer los antecedentes y
lo ~ue surge posteriormente de la llamada transición. El término, cceemos, no
de1a de ser un refugio poco comprometedor de una relatividad evidente.
~unque la idea de Nalda tiene cierta similitud con la nuestra, no deja de ser
interesante que este autor jamás nos menciona, pese a que nuestro trabajo OcéanoPacífico
fue planteado con anterioridad.
A lo largo del desarrollo mesoamericano, las fluctuaciones de frontera han
sid~ i?1_Portantes.Ya mencionamos que un primer mapa correspondiente a Figura4. Mesoamérica en 500aC.
los mic10s de la sociedad olmeca cubriría parte de la Costa del Golfo y de los Figura5. Mesoamérica en 1520dC. Regiones internas.
,,, Pue~e consultarse el trabajo de Olivé ya citado (1985), aunque lo medular de su cita está en contra de
que se con s idere un lapso tan grande como de "transición", como lo señala Nalda. Sin embargo, pensamos que estados de Guerrero y Morelos, además del centro de México y parte de Oaxa-
hay menos elementos para sostener la posición tradicional de Clásico y Posclásico, como lo referimos en este
texto. Por nei:to. para un buen resumen de las posiciones marxistas en cuanto a las periodificaciones, puede ca y Chiapas. Con la presencia de los primeros grandes centros urb~nos
leers~ el traba10 de Leonardo López.Luján: "Las periodizaciones marxistas de la historia americana", próximo a como Teotihuacan y Cholula en el altiplano, las ciudades mayas como T1kal,
publicarse en el Homenaje a Julio César Olivé.
72 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica Eduardo
MatosMoctezuma
• Mesoamérica 73
Yaxchilán, Uaxactún, Palenque y otras, y los grandes centros como Monte MATOSMoCTEZUMA, Eduardo: "Proyecto Tula: objetivos y métodos", Proyecto Tula, Méxi-
~lbán, Tajín, ~tcétera, tendríamos que Mesoamérica estaría ocupando espa- co, INAH,1976 (Colección Científica n. 33).
~ralmente un area en la que el Occidente de México estaría ausente (véase ___ : "Notas sobre el proceso de desarrollo en el centro de México", Nueva
figura 4), si bien se incorpora hacia el año 500-600 dC, dándole a la superárea Antropología, n. 12, México, 1979, pp. 93-110.
___ : "El proceso de desarrollo en Mesoamérica", Teorías, métodos y técnicas en
una configu!ación ~ercana a la que tenemos para el momento de la llegada
arqueología, México, IPGH,1982, pp. 161-176.
de los espanoles (vease figura 5), con mayor movilidad en lo que respecta a MENDIZÁBAL, Miguel Othón: "De la prehistoria a la conquista", Obras completas, Méxi-
la frontera norte.
co, Talleres Gráficos de la Nación, 1946.
Ya Litvak aportó sus ideas y elaboró mapas de los alcances espaciales con -~--: "La evolución de las culturas indígenas de México y la división del trabajo",
base en su planteamiento ya mencionado, pero valdría la pena preparar Obras completas, Talleres Gráficos de la Nación, 1946.
mapas de co~relaci~n entre tiempo y espacio mesoamericano que nos permi- MILLON, René: Urbanization at Teotihuacan, Austin, University of Texas Press, 1973.
ta tener una idea mas clara a la luz del adelanto mismo de nuestra disciplina. NALDA, Enrique: "¿Qué es lo que define Mesoamérica?", La validez teórica del concepto
. No queremos extendernos más sobre el tema. Pienso que las ideas prin- de Mesoamérica, México, INAH-SMA, 1990, pp. 11-20.
c_ipales han quedado planteadas, si bien nos hemos prodigado más en el OLIVÉ, Julio César: Estructura y dinámica de Mesoamérica, México, SAENAH, 1958.
tiempo ___ : "Estado, formación socioeconómica y periodificación de Mesoamérica",
d 1 , p or consi"derar que hay mayores elementos por discutir.. El estudio
Mesoamérica y el centro de México, J. Monjarás Ruiz, E. Pérez Rocha y R. Brambila
I e _asfluctuaciones de los límites de Mesoamérica necesita atención especial
(compls.), México, INAH,1985, pp. 81-114.
c~vrto, pu~~' que se aúnen esfuerzos que poco a poco nos lleven a una mejo; PADDOCK, John: "El ocaso del Clásico", Teotihuacan, XI Mesa Redonda, México,
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y Oasisamérica
Aridamérica
JesúsNárez*
Aridamérica
En el norte de México constituye un verdadero mosaico de ecosistemas que
van desde las costas y litorales. mesetas, llanuras y desiertos, hasta las cade-
nas monta11osas ele las sierras. El paisaje varía igualmente desde el selvático
y húmedo, hasta el seco de las regiones áridas y el templado y frío de las
montai1as. Pocos ríos se encuentran en esta enorme región. la mayoría esta-
cionales: los perennes son de corta extensión y corriente escasa. Grandes
extensiones carecen ele humedad, limitada ésta a la que proviene de las llu-
vias, escurrimientos y estanques (véase figura 1).
El medio ambiente siempre fue decisivo en el desarrollo de los grupos
humanos. determinando el desenvolvimiento cultural ele los pueblos: así. los
grupos que se establecen en las márgenes ele los ríos o ele los lagos, pronto
pasan del estadio de nómadas recolectores-cazadores, al ele pueblos seden-
tarios, desarrollando técnicas agrícolas, conocimiento del ciclo de diversas
plantas y, posteriormente, la domesticación, cría y explotación de recursos
animales.
La sedentarización y el aseguramiento de los nutrientes les va a permitir
disponer de tiempo para diversas actividades: la construcción. las manifesta-
cicmes artísticas y religiosas, conllevando todo ello al desarrollo de grandes
asentamientos y, por ende, al urbanismo organizado. No ocurrió lo mismo
con los grupos que, por alguna circunstancia, se ubicaron en las grandes
extensiones semiáridas donde la supervivencia fue deterr.jnante y la mayor
parte del tiempo era encaminado hacia tres aspectos fundamentales: la
búsqueda constante de alimentos, la búsqueda del agua y la protección de sí
• Investigador de la Sección de Arqueología del Museo Kacional de Antropología e Historia.
Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica Nárez• Aridamérica
Jesús y Oasisamérica 77
76
cabaña para evitar que el viento la levantara. Los grupos del desierto repre-
sentan el clímax de este desarrollo, y en ocasiones estas modestas mani-
festaciones de construcción son lo único que nos queda de evidencia de la
presencia de ciertos grupos nómadas. Otra manifestación importante es el
hogar o fogón, lugar donde preparaban algunos alimentos y también
aprovechaban para proporcionarse calor en las noches frías. Algunas veces
en torno al fuego se colocaban piedras, carbones y cenizas; éstos revisten
gran interés para el investigador, ya que pueden aprovecharse para fecha-
mientas de radiocarbono. Algunos restos de alimentos, como huesos y sus
fragmentos, semillas, etcétera, nos darán información sobre su dieta. En cue-
vas y abrigos también se pueden rescatar más o menos el mismo tipo de evi-
dencias, sólo que hay mayor preservación de los restos pues se limita su
dispersión; además la reocupación y aprovechamiento de estos espacios de
manera prolongada y consuetudinaria por distintos grupos, nos proporcionan
datos más ricos; fueron aprovechados también para enterrar a sus muertos o
simplemente "guardar" los cuerpos o los bultos mortuorios (véase figura 2).
El proceso de amortajamiento de los cuerpos se realizaba de muy diver-
sas formas, desde colocar el cuerpo prácticamente desnudo y sin pertenen-
cias, hasta ricamente ataviados y acompañados de abalorios y ofrendas. El
rescate ele estos cuerpos o sus restos nos ha proporcionado vasta informa-
ción sobre sus costumbres, vestido, ornamentos, utillaje, creencias, alimen-
Figura 1. Paisaje de la Sierra Madre Occidental.
tos, además de información sobre promedios de vida, estatura, complexión;
El Salto, Durango. en estudios de órganos internos se puede inferir la dieta: plantas y animales
aprovechados como nutrientes; parasitosis y otras enfermedades. La consti-
mismo de otros grupos depredadores. Estas necesidades le absorbían casi tución de los huesos y dientes también nos informará de deficiencias, enfer-
t~do su tiempo, toda su vida, dejando poco para desarrollos y manifesta- medades, dietas, etcétera.
ciones "cultura 1es " , re d uc1en
. , d ose a aspectos íntimamente relacionados con
~us u,rg~ncias: las armas, el vestido, algunos burdos ornamentos, y el utillaje Características
fisiográficas
deAridamérica
omeSt1co ligero y desechable.
El norte de México comprende vastas regiones áridas o semiáridas como la
península de Baja California, grandes extensiones de los estados de Sonora,
Manifestaciones
culturalesde Aridamérica Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y norte de Tamaulipas; porciones de
Sus lugares de h ab't1 ac1on
. , fueron sencillos, limitándose a aprovechar refugios Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, norte de Jalisco, Gua-
natu 1
ra es ,como
. cu evas Y a b ngos
. o covachas. Algunas veces recurrían a elabo- najuato y Querétaro (véase figura 3).
far Una mm1ma pr t • , . cabanas
_ sencillas hechas de troncos del-
gados ra O eccion, es decir, Esta enorme área se caracteriza por estar franqueada por dos grandes
tronc~s qmuas Y hoj~s de palma; algunas veces reforzaban con piedras los cadenas montañosas: al este, la Sierra Madre Oriental y al oeste, la Sierra
e sostenian est a e h oza, o b"1en colocaban piedras en torno a su Madre Occidental; entre ambas formaciones, una extensión más o menos
•
yOasisamérica
Aridamérica
U.E.U.U
2. Anasazi
3. Hohokam
4. Mogollón
5. CasasGrandes
6. México
7. Belice
·8. Guatemala
llana, el Altiplano Central, configura un escudo que se caracteriza por su ari- Figura 3. Mapa mostrando la región de Aridamérica. Fuente:J. Nárez.
dez y vegetación raquítica, limitada a matorrales, agaves y cact{iceas, plantas
resistentes a un medio carente de humedad. La península de Baja California,
también forma parte de Aridarnérica, caracterizándose este gir(m de tierra por
la ausencia de ríos, lagos o manantiales e.leagua que hicieran 111{1s benigna su
superficie (véanse figuras 4 y 5).
Estas regiones fueron ocupadas por diferent~s grupos nómadas desde eta-
pas remotas: genéricamente se les ha considerado desde la época prehispáni-
ca corno grupos "chichimecas'', pero lo cierto es que proceden de diferentes
troncos étnicos y sus desarrollos ofrecen características y diferencias locales.
~fasta el presente, el conocimiento que tenemos sobre los grupos Y
regiones que constituyen el norte de México es muy fragmentario e incom-
pleto, limitándose a estudios de porciones reducidas. Los trabajos han esta-
do e?cauzados por denuncias del hallazgo de algunas evidencias de pre-
sencia del hombre, en el mejor de los casos; pero en otras circunstancias, se
sabe del descubrimiento de evidencias por las denuncias de saqueos de
cuevas, abrigos o sitios abiertos donde los buscadores de tesoros o de re-
liqui_~sllevan a cabo depredaci~nes que lamentablemente alteran la infor-
Figura 4. Vista de la Sierra Madre Oriental en Tamaulipas.
rnaci~n que de esos sitios pudiera tenerse, de llevarse a cabo un estudio
organizado. Figura S. Espinos y matorrales. Vegetación de Aridamérica.
-,
80 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica JesúsNárez• Aridamérica
y Oasisamérica 81
Periodos
tempranos
enlahistoria
deAridamérica García:' la llanura costera del Noreste; el altiplano bordeado por cordilleras
-la Sierra Madre Oriental y la Occidental-: la llanura costera del Noreste y la
Los estudios que se han realizado en esta región, nos han proporcionado península de Baja California (véase figura 3).
da_tos_q~econcluyen que, desde finales del Pleistoceno (30,000-10,000 aC) y Estos sectores se van a caracterizar por la sequedad de su clima' donde
pnnc1p1os del Holoceno (10,000-8,000 aC), los habitantes del norte de Méxi- predomina el clima de tipo cálido (Bh). según la clasificación ele W. Koep-
co fueron recolectores-cazadores, distinguiéndose dos tradiciones: los Ca- pen. predominando la forma esteparia del clima seco (BS), excepto en algu-
zadore_s ~e Fauna Mayor o Tradición Paleo-Oriental, y la Cultura del Desierto nas zonas en que es desértico (B\X!),como la llanura costera de Sonora. casi
o Trad1c1on Paleo-Occidental. 1 toda Baja California y el Bolsón ele Mapimí. En síntesis, en la región predomi-
La primera se caracterizó por la utilización de puntas foliadas, bifaciales, na el tipo e.ledima (BShw). seco estepario cálido con lluvias en verano.
algunas acanaladas, que se han encontrado a veces asociadas a restos de La vegetación consiste principalmente ele pastos bajos, plantas xerófitas,
grandes mam1-ieros t1p1cos
, · d e l Ple1stoceno,
· como mamut, bisonte y caballo. mezquites y cactáceas: en las regiones montañosas, algunas coníferas y ve-
En el nort e. d e M'ex1co
· se u bºtea pnnc1palmente
· · a partir de la época de las
getación mixta (véase figura 6).
~untas Clov1s 02,000-8,000 aC), abarcando una amplia distribución; para los Algunos de los sitios reconocidos en Aridamérica como correspondientes
~tempos~~ las puntas Folsom (8,000-7,000 aC), el área se redujo, hasta la a los grupos de tradición de cazadores de fauna pleistocénica, sólo han pro-
mtroducc10n de las puntas Plainview (7,000-5,000 aC). porcionado algunas evidencias ele actividad humana y, en el mejor de los
Los grupos de las culturas del Desierto, utilizaron puntas pedunculadas y casos, unos cuantos implementos líticos: algunos de estos sitios son: Samala-
~on escotaduras, y artefactos para moler. Esta tradición persistió en algunas yuca y Rancho Colorado en Chihuahua, San Marcos en Jalisco, Cueva Espan-
areas hasta la llegada de los europeos. tosa y la Chuparrosa en Coahuila, algunos sitios de Sonora y Rancho Weicker
Algunos de los hallazgos más antiguos relacionados con los grupos del
desierto, se remontan a 12,000 años aC, correspondientes al Complejo Dia- en Durango.
De la Tradición del Desierto (concepto éste no del todo aceptado por
blo, localizado en la sierra de Tamaulipas. algunos investigadores), la información ele que disponemos tampoco es muy
Con el nombre de "Tradición del Desierto", se ubica a las culturas del amplia y de hecho se limita a tres complejos culturales localizados en la
norte de México que se considera corresponden a épocas prehistóricas Y que región de Coahuila: el complejo Ciénegas (8,000-5,000 aC); el complejo
no ~uvieron conocimientos de la agricultura, denominando Cultura del
Coahuila (7,500 aC-200 dC) y los complejos.Jora y Mayrán (200 dC Y hasta la
Desierto a algunos complejos arqueológicos. Esta tradición persistió en algu-
nas zonas áridas del norte de México y sur de Estados Unidos hasta el llegada de los europeos a esa región).
Estos complejos fueron identificados en hallazgos realizados en cuevas,
momento del contacto con los europeos; esta cultura históricamente conoci-
abrigos, barrancos y algunos sitios abiertos. Los materiales culturales que se
da es la que se llama América Árida o Aridamérica.
Lo que conocemos como Aridamérica, comprende amplias regiones del rescataron, consistieron sobre todo de artefactos elaborados en piedra,
ndortede México. A consideración de Braniff 2 la extensión geográfica máxima madera, diversas fibras vegetales, hueso y concha.
e est ª cu 1tura abarca las sierras Cascada y 'Nevada las Rocallosas, la Sierra
• Algunos de los sitios que se conocen del primer complejo. son las cuevas
M~dre Oriental y la Occidental hasta la Cuenca de México, con varias culturas de La Temeraria y Burro Gordo; del segundo complejo se rescataron materia-
\ esarrollos locales, persistiendo hasta el contacto con los europeos en les en las mismas cuevas y el sitio llamado El Nopal. Del último complejo,
ª gunos lugares, Y otros inclusive hasta el siglo XIX. tenemos la Cueva ele la Candelaria, La Paila, Cueva del Coyote, Cueva de
~ar~ el presente trabajo sólo consideramos información y datos para el Ramírez y otras (véase figura 7).
terntono mexi cano, tomando en cuenta los cuatro sectores mencionados . por
' Braniff- "Arque 0 1 , d 'García 1\fartínez: "Consideraciones corográficas··. p. 60.
'Braniff: "Ar °g!a el norte de México", p. 218. '\'ivó: "Marco geográfico del norte de l\léxico". p. 60.
· queo 1og1a del...", pp. 218-220.
82 Mesoamérica,Oasisaméricay Aridamérica jesúsNárez • Aridamérica
v Oasisamérica 83
y Oasisamérica
Aridamérica
l. E.E.U.U
2.Anasazi
3. Hohokam
4. Mogollón
5. CasasGrandes
6. México
7. Belice
8.Guatemala
Culturamaterialen Aridamérica
En estos sitios pudieron rescatarse numerosos materiales, sobre todo del
complejo más tardío, consistentes en restos 6seos humanos, cuerpos amor-
tajados y momificados, y piezas completas o fragmentos de las mismas; ,..
.---·17
tomando en cuenta la materia prima en que están elaborados. podemos con- ~....:/ -
OcéanoPacífico ---' ~
siderar: '
I
8 .....
,,,.
'
, ,' ..
1. Textiles: mantas de fibra de yuca, bandas (tela que se sujetaba en la --
cabeza), morrales de red, bolsas de red con armazón de madera que
Figura 7. Sitios de Arida1rn'.·ricay Oasisamérica.
pudieron aprovecharse como cunas de mano para transportar a los
niños; redes de malla, atados o faldellín pélvico, enredos o tocados
para la cabeza (t/acoyal); y sandalias, costales (véanse figuras 8 y 9). Cl. Piedra: raspadores ele mano y para enmangar, grandes cuchillos,
diferentes tipos de puntas para proyectil: pipas tubulares, morteros y
2. Madera: átlatl o propulsor, arcos, flechas con punta endurecida al
fuego, puntas de proyectil de piedra, atizadores. palos para cavar, manos para morteros.
7 Otros:caches (bolsitas para lascas de obsidiana, de uso desconocido):
palos curvos con estrías. palos con hogares o barrenos que confor-
púas de agave aprovechadas como agujas y para pincharse en el
man el binomio para obtener fuego por frotación; mangos para
autosacrificio: petates. yahuales (enredo para llevar carga sobre la
cuchillos, grane.les púas de agave, armazones para cunas, armazones
cabeza) (véanse figuras 10 y 11).
para bolsas, palos de telar.
3. Astas de venado sin huellas de uso, aprovechadas como lanzas o en Los grupos seminómadas subsistían de lo que el medio ambiente les pro-
los procesos de trabajo de la cestería. porcionaba. es decir. eran recolectores-cazadores, y cuando el medio lo per-
4. Conchas y caracolas: en sartales, para pendientes; cortadas transver- mitía, practicaban también la pesca. Sus implementos eran principalmente de
salmente para conformar pectorales; orejeras o bases para guardar fibras vegetales como agave, yuca, soyate, nopal y otras plantas de las regio-
púas de agave. nes :trie.las,con las que elaboraban cestos. costales, bolsas. canastos, burdas
5. Calabazos y guajes: enteros con perforación para transportar y guardar telas para cubrirse. bandas para sujetarse el pelo. Sus herramientas ele piedra
agua, Y otros partidos por la mitad que se aprovechaban como reci- comprendían morteros. muelas o piedras para molienda sin soportes y la
pientes. mano (elementos pasivo y activo que constituyen el binomio de la molien-
84 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica vOasisamérica
lesúsNárez• Aridamérica 85
miento primero, y el aprovechamiento después. del maíz. el frijol. la calabaza las lagunas de .\-Iavdn. \'iesca v Tlahualillo. La comarca presenta un régimen
y la cerámica entre otros. y con ello se presentaba la posibilidad de dejar el semi¿lesértico c01~clima dlid<; v seco. con una vegetación predominante de
nomadismo para convertirse en grupos agrícolas. sedentarios: pero. como cact~íceas. matorral de gobernalÍora y del arbusto llamado hierba inútil (Hila-
comenta Melgarejo.- el recolector-cazador del norte de lvléxico era un fúsil ría 111111ica).La fauna es característica de las regiones áridas. limitada a insec-
que, por siglos, había probado su repudio a la transculturaciém. y segura- tos. artrc'>podos. reptiles. a\·es y cánidos, principalmente. .
mente no le interesaba cambiar su sistema de subsistencia. Distante unos 3 km de la Cue\·a de la Candelaria. se locahza la Poza Sala-
Algunos sitios de los grupos de Aridamérica merecen una particular aten- da. que fue el lugar de abastecimiento de agua p~table d~ los ~.r\1pos ~an~e~
ción, por la cantidad de información y materiales que proporcionaron: tal es larensis O laguneros. y en sus proximidades exigen ev1denc1as_de t.11le1es
el caso de las cuevas de la Candelaria y la Paila. exploradas entre l 9-S5 v líticos donde se trabajú principalmente cuarcita ele color blanquecmo-lechoso
1954,8 ubicadas en el Bolsón de las Delicias en lo que se conoCl' como La y pedernal muy impuro. . ,, , . . .
Comarca Lagunera, que abarca porciones de los estados ck Coahuila. 1)uran- De los materiales rescatados. fueron los textiles los que nMs ltmuron la
go y Chihuahua, y que estuvo habitada principalmente por los grupos irriti- · · c.¡e quienes
a tennon · · · · e1
part1cipa1on • 1 los, t1··1!1·t1·0s
, .• en hs
' cuevas e.le. la Cande-
la que formaban parte de los grupos Laguneros de hahla irritila y · ¡ I) ,
!aria, la Paila y otras. A c.1ecir c.e "om<1no. •, . , '' l1·1v que recapacitar sobre
_ la
nahuatoide, a los que se les consideró entonces provisionalmente como supuesta conc.hnon - ¡· que~ se
· · - nomac.1G1 · c.¡1·ce c·iractenzo
• . a estos. grupos.
. pues
tribus de Valle, tribus de Laguna y tribus de la Sierra. Aveleyra correlacionú del atuendo cultural asociado a los bultos funeranos, se mfie~e qu_e ~l
. . . . ., ·tc.lem-ísuna práctica agncola mc1-
los materiales de estas cuevas con los de la Presa Falcón en Tamauli¡x1s. nomadismo tue relarn·o, puc.11enc.1o c.1,use• • . ,
. . . t ) . de mohenda como metates
La mayoría de los grupos ele Aridamérica anclaban completamente des- piente, aunque no se encontraron mstiumen es . ' d 1 _
. . _ 1 - h·tclns puhc.las. Algunos e os
nudos; acostumbraban pintarse la cara y el cuerpo con rayas de diferentes o muelas. manos para metates. mo1te1os. 11 , , _
. _ . _ ·hillos enmanoados. se encon-
· colores: rojo, naranja, negro y blanco. objetos de lítica, como grandes nav~qas Y cuc , ~ . . . c.\
traron dentro de los hui tos 11101.tu011os,
.· - co 1oc.t "chs', sobre el torax o at,t os en
La banda para sujetarse el pelo y las sandalias eran dos de las prendas más
usuales. Las sandalias podían ser de fibras vegetales. corteza de árbc >lesy pieles el brazo izquierdo del difu_nto. . _ . .. e.leh Candelaria, arra-
de animales; junto con las bandas para el pelo. constituyen uno de los ek·men- El estudio de los matenales rescatados en Li Cue-va ' 6 dC
.an una cronolo 0 ,1a que se u ¡)!l,l. ,, en t.te e 1 .::;oo ·tC
., • 1 v hasta el 1 00
• .
· ·J l _
tos más frecuentes en los hallazgos ele cuevas mortuorias en d norte de Mt.'.·xico. J
.t, . _ ¡·. ¡ por Irmgard Wett1,me1 o 111
Los adornos que usaban consistían principalmente de semillas, huesecillos. Los textiles tueron ampliamente estuc 1,1cos . . _
. . . .. .. - 1 , 1· ' JGl de chversas especies, como
conchas, caracolas v cuentas de diferentes piedras, con las que hacían sar- son. i" que pudo c.\1s_t111guir hb1,1s e e ,l!-,,l\ e y yt k l . A ave lecb11-
, }. _ • • - ,-a,za(Tre) Me e ve1y Y g
Yucca trec11/ea11aC11-r, ucu1 a 1111" 1O..,
0
En las proximidades de Parras también en el estado e.leCo~thuila. A,·cleyra P~tra la pesca utilizaron el arco y la flecha, redes y nazas o canastos, así
exploró la Cueva de la Paila, donde pudo rescatar materiales del todo simi- como represas o empalizadas para retener los peces, llamadas tin~!ia_so cer-
lares a los de la Candelaria. como grandes na,·ajas enmangadas. rasp:tdorL'S c1clos. sobre todo en las costas. Supieron asimismo aprovechar hab1lmente
terminales con espiga. pipas tubulares de piedra. objetos de hueso y asta de distintas fibras de las plantas del desierto como la lechuguilla, la jarcia. el
venado, objetos de concha. arcos. astas para flecha y propulsoras de madera: za pu ¡w. e< rn las que hacían mallas de ixtle trenzado P:t!·a elab~rar una es-
palos curvos con estrías, bastones para cavar. palos para obtener fuego por pecie ele capa con o sin mangas. Aprovechaban tamb1en las p1el~s de ~os
frotación rotatoria. cunas. vasijas e.leguajes; toe.lo ello indica que los grupos ~tnimaks que cazaban. como conejos. coyotes, liebres. borr~go c1marron,
que guardaban sus muertos en esta cueva. seguramente correspondían a los ,·enado v otros con los qul' elaboraban taparrabos y una esp~c1e ele cap~: que
mismos grupos laguneros o canclelarensis que ocuparon la Cueva de la Can- pendía t.lL'los hombros y qul' usaban principalmente las 1rnqeres, ademas de
delaria, la de Ramírez y otras aún no trabajadas en esta regié>n. una especie de delantal elaborado con hierbas. .
Por la naturaleza de los materiales rescatados en estas cuevas v l:'n distintos · · ¡ 1 ··
I·.n cuarota. pee. erna. 110 1 ,1. 1,1s,1<.,l't· 1 • ·· lt > ·111(les1·t·1
, ,, · obsidiana v1
otras
• •
piedras
• •
sitios abiertos de Ariclamérica, podemos concluir con Braniff. 12 qu·L.la cultura o de las localidades. elaboraron diversos implementos co~110cuch1llos._ tas-
tradición del Desierto, aunque con variantes locales y temporales. mantiene padorL'S. pertorac. . 1ores. na,·~l)as. · • 11np · ¡eme ~ ~nt<>S • p·wt
, ' la molienda de semillas. .
üna serie de elementos que la caracterizan desde el =;,oooaC. aproxi-
hachas. · ¡ 1
madamente, como son: población dispersa o en grupos formando peque11as Alounos de los s1t1os · · antiguos · · se
que · ¡1-,111 t1··1l"tJ',1do
, " ' · ·son • por eiemp o. os
bandas; economía basada en la recolección y la caza; nomadismo cíclico. ~ , '. . ··t· • loC1liz·1dosen los arroyos
del Complejo Peralta del no Sonora. a 1gunos si 105 ' ', . d 1, C .
búsqueda constante del agua: cuevas y abrigos aprovechados como refugio o triblll·1rios del río Mavo tamb1en en Son01a; e
. , . . ¡ ·ve! preceramico e .i uev.i
111
~ 1., . ,~ . le. en Chihuahua; el Comp eio
1.
casa; asentamientos en sitios abiertos; chozas cupuliformes e.lemateriaks ,·e- e.le la 'Golondrina
· en ·el valle
, c.1el )'1e( 1,1s e1( s, , .
.. , . . . ¡, s l•¡gun·ts de Mayran y Jo1a. en
getales; cestería muy desarrollada, aprovechada para transp011ar. guardar y aun Ciéneo-1s y Ccnhuila V los s1t1osprox11nos •1 '·1 ' ' . d ·T
preparar alimentos mediante la introducción de piedras calientes: uso de mue- ' ~· · ' :· . .,. . ¡.. h •es Nogales, Sierra e a-
Coa huila; el CompleJo Caracoles en Du1,mgo. ds , 5 ....
las y morteros para procesar alimentos; aprovechamiento e.leguajes y calabazos mauli1Y1s Almaura. Int 1er111
.. .11O Y¡vl\. 1es,I .. ( !el GLl'lJ·e '
en Tamauhpas. l
para transportar y guardar agua; utilización e.lediversas fibras vegetales para '· · ~ 1 .1 1•¡.1 11 7 , del poblado de Apozo en
En las proximidades e.lela presa C 111u • · - ) . , ., ., d
- . .· . . . . localizo una cap mortuon,1 e
cordelería, redes, bolsas, sandalias, cunas portátiles: aprm·echamiento de talios Zacatecas, en el piso e.leun a 1111goroe.oso. se . . , d .·_
como rule y carrizo para elaborar esteras y meca pales; uso e.lelanzadardos. arco 1 .110 - 6 cm ele ·tito de arnuzon e ca111
unos 65 cm ele lar o. por 38 cm ( e anc. Y:,
0 ' · 'f' . el el ,
~ . .· . . , lió el cuerpo 11101111ica o e un,1
Y flechas de punta endurecida al fuego o con e.lardo e.le piedra, honda, p~tlos zo recubierto de barro: en su mtei 101se 1u . d , ¡ l'
. tela posil,lemente e ,1goc on Y
curvos; uso del palo cavador y <lelatizador; obtención e.le!fuego por frotaciún niüa de unos 6 años de edad, envue 1ta en un, 1 , ll .
4 cm de alto.·1 Este 11a azgo se
,
ÉpocadelcontactoenAridamérica Tapi:t. Pablo de Ace\·edo. Juan de Santander. Francisco Ruiz, Juan Agustín
Fspinoza. l'vlarcos de :\iza. Agustín Rodríguez·. Francisco López y Juan ele San-
Cuando los europeos irrumpen en Mesoamérica y una n·z que somL'len a los
ta maría.
señorío~ n:exica y purépecha. presionaron fuertemL'nte a los indígenas par:1
.-\ medida que se fueron reconociendo las grandes extensiones del área
que les mformaran cuanto supieran sobre otros grupos o posibles sei')()ríos:
chicl1i111L'Cl. los europeos fueron creando numerosos asentamientos por causa
a decir ele Melgarejo.'' apremiados por Cortés. los indígenas informaron de
dl'i descubrimiento de \·eneros de metales preciosos. como la plata principal-
t_odo, menos ele las tierras y pueblos norteños. por ignorarlo: así. los esp:1-
ll1L'ntL'.o bien por el establecimiento de ranchos de cultivo y ganados, así
~oles es_peraron hasta 1S40, en que Francisco V(1zqucz dc Cornnac.lo. por
l'< >lll<> postas y puntos oh ligados de paso en las rutas distantes entre los
instrucciones del virrey Mencloza. lleva una expedici{m formal al norte. Sin
grandes asL·numil'ntos de la colonia y los nuevos poblados hacia el norte ele
embargo: ~l conocimiento e integración ele esta enorme regi{m sigui(J siendo
1\J(,xico. Así surgen. entre otros, Nombre ele Dios, Guadiana, Saltillo, San
problematico, pues los grupos que le habitaban no constituían núcleos esu-
,\,Jigul'I l'l Cr~111de.Silao. Charcas, Fresnillo. Sombrerete, Aguascalientes, Colo-
bles, por lo que era imposible someterlos. Desde épocas prehispánicas. los
tbn. San Luis Potosí, l)urango. Real de l\Iinas de Comanja. y San Luis de la Paz.
grupos mesoamericanos llamaban clespecti\·amente "chichimecas" a los n<>-
A medida que se fue reconociendo el norte de l\Iéxico, pudieron distin-
maclas del norte, y a decir ele Martínez. 1' el término chichimeca se aplicaba a
guirSL' y ubicarse nun1L'rosos grupos de nómadas recolectores-cazadores que
gente ele estirpe otomí, para significar su estado de atraso cultural,. su bra\'Ía
"L' distinguiL·ron por su hran1ra y resistencia a la sujeción por los espaüoles.
nat;1raleza, pues no cabe eluda que chichimeca era un genérico e~¡ui\·aknte
a barbaro o salvaje. Algunos de estos grupos. a fin de facilitar su ubicación por estados, son: en
Baja Ctlifornia. los guavcuras. pericúes, monquis. liuis, clidines, huichitíes,
Tiempo después, tampoco los ingleses pudieron extenderse sobre bs
grandes llanuras; los norteamericanos, para ocuparlas, debieron esperar hasu coras, callepus. aris1;es. ¿·atauros. cantiles. bymones y cochimíes: en Coahuila,
1_890,y para cuando estalló la Revolución ele 1910, el paisaje humano segub los grupos laguneros, cabezas. hoboles, huyquetzales, cacaxtes y tobosos; en
siendo tan desolado como el geográfico. 11' I\:ucvo Lec'm. los otujanos. alazapas. cataaras. icauras. ayancuras, borrados,
Desde mediados del siglo xv1.numerosos españoles se aventuraron en las bocales y comepescados: en Durango, los tepehuanes. xiximes Y zacateca~:
i~~óspitas regiones de Ariclamérica, fundando algunas guarniciones O pre- en Zacatecas. los zac1tecos v los cazcanes; en Aguascalientes. los guachi-
sidios a los que llamaron compafiías presidiales, organizadas de acuerdo con chiil's: en San Luis Potosí, los. guachichiles. negritos y pames: en Tamaulipas.
las necesidades que la situación requería. 1- Entre ellos tenemos a Francisco los pintos. rnalinche11os. pisrn;as. guachichiles. janambres. borrados. siguill~-
Vázquez de Coronado, Cristóbal de Ofiate. Baltazar Temeño ele Bañuelos. nl's y p:tmes; en Querétaro. los pames: en Guanajuato, los guamares. guachi-
Diego de Ibarra, Francisco de Ibarra, Francisco de Urdifiola. Luis ele Carvajal, chiles y copuces: en Chihuahua. los manso. suma. jumano, conchos Y
Juan de Oñate, Ginés del Mercado, Juan ele Tolosa, Antonio Espejo, Luis de tarahumaras: en Sonora. los ()pata, púpagos, pimas, jovas, chinipa, varojíos.
Carvajal y de la Cueva, y Agustín de Hinojosa Villavicencio. cahítas y seris.
Numerosos misioneros acompañaron a los aventureros que pretendían Numerosas lenguas se hablaban entre los diferentes grupos del no_rte de
conquistar y someter o exterminar a los grupos chichimecas; algunos de ellos México, englobadas en tres grandes grupos: coahuiltecas, nahuatmdes Y
f ug~~ron por la fundación de pueblos y misiones. buscando la evange- yutoaztecas, principalmente. .
Otro aspecto muy interesante relacionado con los grupos de Andam~nca.
, .
~zacion d~ los nómadas y su congregación en asentamientos, como Fray Juan
e San Miguel, Jerónimo de Mendoza, Pedro de Espinorecla, Diego de la lo constituyen los petroglifos y pictogramas, tan abundantes en esas _regiones
Cadena , Ja cm
· t o d e San Francisco, Bernardo Cossin, Junípero Serra. Gonzalo úridas, donde es frecuente encontrar en los riscos y ¡x111.os
de los destiladeros,
barrancos, grietas. abrigos, cuevas y algunas peúas aisladas, numerosas figu-
:: ~elg_arejo: AntiRua .. , t. 1• p. Zl.
,, .utmez Ca raza: El norte bcírham de MJxico, p. 12. ras, tangibles algunas. abstractas la mayoría: numerosas líneas. puntos, círcu-
,- Melg_are10:Antigua ... , t. ,, pp. 22-25.
Ma11111ez:El none ..., p. 7 _ los y un número indeterminado de figuras animales y humanas. pintadas o
92 Mesoamérica, Oasisamérica y Aridamérica Nárez • AridaméricavOasisamérica
lest.'1s 93
Oasisamérica
Oasisamérica se ubica geogrMicamente en lo que hoy es el suroeste e.leEsta-
dos Unidos y una porción del noreste mexicano ( \'('.'ase figura J ). Figura 12. Pintura rupestrL' en Baja California.
El paisaje e.le esta {1rea se caracteriza por lo accidentado del teITL'no: lo Aridamérica.
mismo tenernos altas montafias. como la Cordillera i\logoll(m al orkntL'.
Hacia la confluencia de los cuatro estados primeramente mencionados.
donde se desarrolló la cultura del mismo nombre. que el resquebrajado
se localizan numerosos ríos de reducido caudal. como son el Gila. el Sala-
suelo que ocuparon los Anasazi. aunque en esta rL·gi(>nse localizan algunos
do, el Colorado. el Yaki, el San Juan y el Grande. entre otros. Las márgenes
ríos de escaso caudal. como L'I San Juan. el Colorado y el río Gran~lc. L'n de estos ríos ofreciL·ron condiciones propicias para los asentamientos de
cuyas márgenes surgieron numt'rosos asent:tmkntos. lfacia el occidentL', el peque11os grupos humanos. y hacia el a110 500 aC. grupos posiblemente
paisaje es más bien llano. con vegetaci(m raquítica, característica ele las clt'sccndientes de las antiguas tribus Cochisse, que se considera habitaron
zonas áridas. y fue el lugar de ubicación de los grupos I-Iohokam que estas regiones aproximadamente desde el a1108,000 aC. se establecieron aquí.
supieron canalizar húhilmente las corrientes de agua para hacerlas llegar a
sus cultivos. Hacia el sur. ya en territorio mexicano. se desarroll<> la cultura Anasazi
Casas Grandes. en terrenos úridos y grane.les llanos. exlt'ndié·nc.los<: por las
estribaciones y quebradas de la Sierra Madre OccidL'ntal: la \·egetaci(m aquí Los grupos Anasazi. nombre deri\·aclo e.leuna palabra de los indios navajo
es raquítica y el agua escasa, limitada a riachuelos. charcas y escurrimknt< >s que se supone significa pueblos antiguos ..:"ocuparon la porción más septen-
trional del {!rea ele Oasisamérica. hacia la confluencia de los estados de Utah,
de temporal.
A consideración de Marquina. 1H los indios que han habitado estos lugares Colorado. Arizona y Nuevo México.
pertenecen, con ligeras variaciones, a un mismo grupo que ha sido continuo Era gente de baja estatura y con crúneos alargados. Su indumentaria se
desde las primeras culturas hasta nuestros días: sin embargo, 1 algunas dife- •¡
compor;ía e.lesandalias. taparrabo y una banda que se colocaba en la frente,
rencias en los materiales arqueológicos y los vestigios arquitect(micos han lle- todo esto trabajado con fibras vegetales como yuca y agave; para las mujeres
vado a los investigadores a considerar la divisi(m de este amplio territorio L'n había capas y camisas. bandas y enredos para la cabeza. sandalias y el delan-
tres grandes subáreas: Anasazi, Hohokam y Mogoll(m. las que partiendo de tal o faldellín pélvico que usaban durante la menstruación.
un tronco común, se distribuyeron y establecieron hacia la confluencia de los Usaron el átlat/ o lanzadardos. redes, trampas. mazas de madera. palos
actuales estados de Utah , Colorado , Arizona y Nuevo México. de la Uni(>n curvos. etcétera. AproYechaban el maíz cocido y tostado. molido en metates
Americana, abarcando también en México al estado de Chihuahua y por- y muelas; en etapas tempranas cocinaban en cestos mediante el uso de
ciones de los estados de Sonora, Durango y Zacatecas, donde estamos nüs piedras calientes, cestos que usaban también para almacenar y transportar ali-
familiarizados con llamarle Cultura Casas Grandes. mentos. semillas y agua, ya que las fibras vegetales se expandían con el agua
cubriendo los intersticios y evitando que el líquido se saliera.
"Marquina: Arquitect11ra prebi.1pú11ic:a, p. 281.
1'' l\árez: Oasisaméric:a. pp. 12-21. '" :\larquina: An¡11itect11m .... p. 2.',I.
94 Mesoamérica,Oasisaméricav Aridamérica JesúsNárez • Aridamérica
y Oasisamérica 95
Habitaron principalmente las grandes mesetas y \'alks prc'>ximos a los tibe.los. numerosas habitaciones, uno o más niveles, habitaciones semisub-
ríos: según el lugar preciso c.k ocupación se les ubica en ramaks. Así. el terráneas v kil'as.
ramal de Mesa Verde se establece a orillas del río San Juan al sureste e.le.·l :t;th: La ct>¿mica en cambio se ve enriquecida con nuevas formas y otros colo-
el ramal Chaco se establece en el G111.óndel Chaco y e;1 la porci(m noroc.·ste e.le res. con c.lise11osgeométricos en negro sobre fondo blanco o rojo. La agricul-
Nuevo México: el ramal del río Grande, en la porciún norte del ríe>e.Id mism<1 tura se intensificó y perfeccionó. Algunos sitios de este periodo son Piedra
nombre: el ramal del pequeño río Colorado. hacia el centro y parte.· este e.le Ruin\' Cahone.
Arizona y en Nuevo México, porciones del oeste y parte centro: el r;1111;tl ILt- E1;el periodo Pueblo 11,900 a 1150 dC, se advierte un mayor incremento
mado la Virgen se ubica a orillas del río Virgen y suroeste e.lel 'tah. de habitantes Anasazi. lo que conlleva el crecimiento de los pueblos y el
Los seis ramales se dividen en periodos que se han fechado e.le.·manera surgimiento de nuevos asentamientos.
aproximada apoyándose principalmente en la dendrocronología aplicada ;1los A las cerúmicas anteriores se agregaron, en este periodo, la corrugada y
troncos de las construcciones y en muestras fechadas por el procedimknto del la enrollada. Chetro Ketl y Kings Ruin son sitios de esta época.
carbono 14; así se tiene el periodo Basketmaker II. que se ubica c.·ntre los a11.os Al periodo Pueblo 111.1150 a 1300 dC, se le con_sidera como ~l Periodo
100 aC y 500 dC, en que se considera que los grupos Anasazi vidan en cue,·as Clásico e.lelos grupos Anasazi, con pueblos que pudieron tener mas de 1000
y chozas semisubterráneas. cubiertas con troncos v ramas. habitantes. La arquitectura. la cerámica y los cultivos, ~ntre ~:ros a~p~ctos,
Posiblemente en esa época comenzaron a ndt.ivar maíz. frijol. calabaza y alcanzaron su máxima expresión: su más notable ma111festac1on:ut1st;c:1se
otras plantas cuyo conocimiento se había e.lado primeramente en MC·xico. encuentra en la famosa cerámica de Mimbres, del sur de Nuevo Mexic~,
Complementaban su dieta con los productos e.lela caza ,. la n..-cokccic'm. c.lecorac.lacon elegantes v finos dibujos en negro o rojo sobre blanco, de ani-
Su utillaje se hacía principalmente e.lefihras vegetak·s. ~-on las que se.·daho- males y personaj~s estilizados con un gusto irreprochable.! 1 Hacia 1300 se
raban canastas, cestos. sandalias. cordeles y mantas. pero se dio ya la proc.luc.·- advierte c.lecac.lencia v abandono de sus poblados; las causas nos so~
ción ele burdas cerámicas, en colores naturales c.lL'las arcillas locaks. \' en gris desconocidas: tal vez Íargos periodos de sequías, problemas internos, epi-
• <
y negro por uso y cocción. Sus armas eran sencillas: usaban principalmente el demias o el ataque de grupos nómadas fueran la causa del ~band~n~, de_}os
arco y las flechas e.lemadera endurecida al fut>go o con puntas e.lepiedra. asentamientos como Mesa Verde, Kayenta, Chaco y otros (vease f~gma 14).
En el siguiente periodo. Basketmaker III. .:;ooa 700 clC. se incrementú la El siguiente periodo, Pueblo IV, se desarrolló entre 1300 Y 1)98 ° 17?0
c.lC: algunos grupos se so 1xepus1eron .i o
· • l s p1·oble111asque afectaron al peno-.
población y surgieron pequei1as villas con estructuras semisuhterr:111l'as cir- • . . . • poblados , desarrollando una
culares llamadas kivas, las cuales tenían usos ceremoniah:s y e.leritos inici:tti- c.1o anterior y cons1ou1eron mantene1 sus , . arqrn-.
. b. d . . p"ntLiras de temas mag1co-reh-
cos. Produjeron cerámica gris lisa al principio. luego gris sobre fondo negro y tectura de me1or calidad que eco1a10n con 1 · .
· - ·
g1osos en los muros. Su ceram1ca tam Jten se enu ¡ · - ··quece con me1or . acabado y.
con motivos geométricos estilizados. La agricultura se intensifin'>. puL's
hicieron canalizaciones para llevar el agua e.lelos ríos hasta sus cultivos. con
·nuevas formas
· y c.¡ecorac.los;· 1as· k"1v,1 , s 111-1ntL1v1·e1·on
, su importancia
. ,en los n-
· l ·
tua les. ceremomas c.e m1uauon , · -· -· - v lLig·tr
, p-11·-1
, , decisiones
• de mteres para . la
lo que ya no dependieron exclusivamente e.lelos cultivos e.letemporal.
comunidad. Algunos sitios Je esta época son Pottery Mound, Av,.'tov1y
Para los patrones constructivos aprovecharon los acantilados y salee.lizos.
donde edificaban sus casas como una medie.la de protecciém. Hacían sus Kuaua.
" es•t.,
En se dio el contacto de los Anasazi con
e pei·i·c>c.lo i .los
_ colonizadores
_;. ) .
viviendas de piedra, lodo y troncos. con numerosas habitaciones e.le uno o
espaúoles, al mando de Francisco Vázquez de Coro~ac. o ( 1, 10-1 )4~ • qmen
más niveles, con puertas y ventanas en forma e.le paleta. El sitio arqueolúgi- dirigía una expedición a la legendaria Cíbola en 1,40. La pres_enc1a de los
co de Mesa Verde, en Colorado es uno de los ejemplos más representativos
europeos afectó seriamente la integridad de los grupos Anasaz1. con lo que
de este periodo (véase figura 13).
El siguiente periodo se denomina Pueblo I, y se ubica entre los a11.os700 su decadencia fue inminente.
Y 900 dC. La arquitectura muestra el mismo patr(m anterior: casas en los acan- " Covarrubias y Rubín de la Borbolla: El {111<!i11díge11a
de .\'ortea111frica.p. 23.
96 Mesoamérica,Oasisaméricay Ariclamérica JesúsNárez• Aridaméricay Oasisamérica 97
l.
----.,-
98 Mesoamérica,Oasisaméricay Aridamérica
lesúsNárez • Aridamérica
y Oasisamérica 99
'
Su cedmica era decorada en ternos rojos sobre fondo café o crema, con-
1 formando jarros. cuencos, platos, vasijas efigie, cajetes trípodes. cucharones
e incensarios de paredes gruesas. La decoración fina se hizo con base en
motivos geométricos estilizados, y figuras antropomorfas y zoomorfas. tam-
hiC-nestilizac.las.1 '
Supieron asimismo trabajar hábilmente diversas piedras, con las que manu-
facturaron hachas pulidas. vasijas con detalles en relieve y paletas con una
superficie ahondada para la preparación ele pigmentos minerales y orgánicos,
apnivechad<>S para colorear y pintar.
De concha y caracol realizaron cuentas para collares. pendientes. pec-
torales, brazaletes \' otros abalorios. algunos con formas de animales, como
aves. ranas. serpil'1~1es: para algunos e.leestos trabajos utilizaron ácidos que
obtenían de algunas cae táceas para roer la superficie de la concha y lograr
Figura 15. Olla de silueta quebrada. Cultura 1-Iohokam. el relieve. Con pirita elaboraron espejos, algunos con superficie cóncava para
reflejar la luz solar.
Pocos sitios Ilohokam se han preservado; la mayoría fueron destruidos
En algL~n_asele las villas se han descubierto canchas para L'l juego de
por el cultivo moderno v otros fueron arrasados por la urbanización. Los más
pelota, act1v1claclque debió darse por influencia mesoamericana también
posiblemente tolteca o huasteca. ' conocidos son Casa Gr:;nde, Pueblo Grande y Castillo de Moctezuma (véase
Los grupos Hohokam tenían la costumbre e.le cremar a sus muertos, figura 16 ).
El Periodo Sedentario es muy similar al anterior; sin embargo, se aprecian
guardando las cenizas en vasos de cerámica; también practicaban la inhu-
detalles importantes, como el uso de escalones para entrar a las casas, en vez
mación. acompañando al muerto con numerosos enseres ¡x~rsonales, los que
de rampas. Los juegos de pelota son e.lemenores proporciones; parece que los
al ser recuperados en trabajos de investigación arc¡ueolé>gica, nos han pro-
asentamientos se e;tabilizan o muestran ligeros retrocesos. Junto con el periodo
porcionado abundante información sobre la vida y costumbn:s de estos
anterior, el inicio de éste marca el máximo desarrollo de la cultura Hohokam.
pueblos.
Las manifestaciones cerámicas alcanzaron su máxima calidad, persistien-
Aprovechando las temporadas de lluvias, y sobre todo la irrigaciém con-
do las formas, estilos, colores y disei\os anteriores, pero enriqueciéndose en
trolada, los Hohokam cultivaron el maíz, distintos tipos de frijol, calabazas v
el acabado. Se advierte asimismo la presencia de cerámicas procedentes de
algodón; aprovecharon también diversas plantas silvestres como compl~-
m~~to de su alimentación, como cactos, frutas, bulbos. mezquites y aga\·es. las {1reasvecinas.
Los materiales elaborados en piedra se decoraron con relieves de anima-
D1stmtos animales fueron aprovechados: jabalíes, conejos, liebres, roedores,
les y dibujos estilizados. con un fino acabado; realizaron trabajos en cobre,
reptiles y algunos peces y a ves. 1 ~
como cascabeles, pendientes y cuentas.
En sitios Hohokam se han descubierto di\'ersos materiales que denotan
finalmente tenemos el Periodo Clásico, cuando se advierte la presencia
los contactos con otros grupos, principalmente dl'I sur. como cascabeles de
de grupos e.lefiliación Mogollón, procedentes de las márgenes del río Salado,
cobre, vasijas, espejos ele pirita, así como conchas y caracoles procedentes
que vivieron en las mismas áreas que los Hohokam, pero sin mezclarse.
ele la c~sta del Golfo de México y Golfo de California, que nos refieren el
En su arquitectura se notan cambios significativos, con grandes concen-
comercio con los grupos de los litorales.
traciones de cuartos, algunas veces hechos con muros de adobe, sin dejar de
"Oppelt: Cuide lo Prehis/uric Rui11s í!f"lbe So11/l111"es/.
'' OppL"lt: G11icle...
100
Mesoamérica,Oasisaméricay Aridamérica JesúsNárez • Aridaméricay Oasisamérica
101
quina: 2 ' Periodo Georgetown. 500-700 dC; Periodo San Francisco, 700-900
c.lC:Periodo Three Circle, 900-1050 dC. y Periodo Mimbres. 1050-1200 dC.
1)urante el Periodo Georgetown. las construcciones habitacionales de los
l\logollún se hicieron semisuhterráneas y semicirculares, techadas con postes
e.lemadera. ,·aras y ramas: los recintos destinados a las ceremonias eran del
mismo estilo pero de mayores dimensiones.
Su cerámica al principio es simple, sin decoración y de color café, afec-
ta ne.lo formas de cajetes y jarros; después es pulida y de colores café y rojo,
apareciendo también las pipas.
Sus costumbres funerarias se limitan a enterrar a sus muertos dentro o
Figura 16. Castillo de Moctezuma en Arizona. fuera e.lesus casas. flexionando y amortajando los cuerpos.
Cultura Hohokam.
En L'I Periodo San Francisco. sus casas siguieron el patrón del periodo
aprovechar las postas y troncos de madera. Algunas de estas casas eran e.leal- anterior: semihundidas y de techos de materiales vegetales, pero a las formas
t~s muros y varios pisos o niveles. De este periodo los sitios más n:presenta- circulares tradicionales se agregaron las de planta rectangular, y los recintos
tlvos son Casa Grande Florencia, en el Valle del Gila, y Casas Grane.les en el ceremoniales son de paredes ligeramente curvas.
estado de Chihuahua. La cerámica conseITó su forma y técnica de manufactura, pero apare-
La cerámica de este periodo es ele gran calidad. decorada con motin>s cieron ya algunas piezas pintadas en rojo sobre café, y jarros con cuellos con
geométricos, antropomorfos y zoomorfos muy estilizados. pero mantenien- decoración punzonada.
do siempre el estilo y los ternos rojo y negro sobre fondo crema. En el Periodo Three Circle, se encuentran variaciones en la forma cons-
Las kivas, que fueron un elemento arquitectúnico constante en los perio- tructiva de sus viviendas en cuanto a la techumbre, la cual se sostenía en un
dos anteriores, no se advierten o no han sido identificadas en este periodo. poste central y ahora se presenta sostenida por cuatro postes dispuestos uno
Las costumbres funerarias se conservaron: incineraciún de los muertos y en cada esquina del aposento. y los cuartos para ceremonias ahora tienen
entierro de los cuerpos flexionados y amortajados. fuertemente atados con tres fogones en vez de uno.
frazadas. En cerámica, sus jarros. cántaros, cajetes y platos se decoraron con dibu-
Para algunos investigadores, los actuales grupos Pima son descendientes jos negros sobre fondo blanco. con base en motivos geométricos, espirales y 1
1
La Unidad 7 es particularmente interesante, pues comprende los criaderos arqueada. predominando las rectangulares. La mayoría de los cuartos en todo
ele pericos y guacamayas, así como las hornillas para proporcionar c~tlor a este laberinto de construcciones. se comunica entre sí.
esos animales en tiempo de invierno. En la Unidad 2, se encontraron L'\·i- Tenían también un eficiente sistema de ventilación mediante ventanas
dencias ele 38 cuartos y las llamadas "coconeras"'. pec¡uei'los cubíntlos que ubicadas en la parte superior de las puertas. Las escaleras se hacían hacia la
seguramente servían de nido a los guajolotes. parte interior como una medida de seguridad. Los techos, de los que la~1enta-
Las edificaciones ele Paquimé llegaron a tener más de seis pisos. según hlemente no quedan evidencias, seguramente fueron ele terrado, consistente
algunos cronistas y viajeros ele los siglos xv1y xv11;todas ellas construidas ck en poner morillos de pino: sobre éstos colocaban un emparrillado de tallos
arcilla y gravilla, no ele adobe propiamente dicho, sino dl' lodo acumulado c.lelgac.los e.le jarilla o de carrizo, y sobre esta cama, una gruesa capa de ar-
sin material orgánico, como harbas de pino o estiércol de animales. Los cill~~y gravilla alisada. dándole una ligera inclinación para facilitar la caída del
muros se construían con el sistema de cajones hechos con tahlonl's ck ma- agua e.lelluYia. misma que se hacía bajar por troncos acanalados para que no
dera de pino, donde se vaciaba el lodo. El grueso de los muros ,·arfa ck l .-10 m at·ectara a los muros. Sobre la capa de arcilla, se ponía un enlucido de estu-
en los primeros niveles y hasta 50 cm en las partes altas.,. con muros delga- co a manera de impermeabilizante. La orientación de todas las construc-
dos hacían algunas adaptaciones interiores. No hay evid~ncia de que se lni- ciones era hacia los puntos cardinales y agrupadas en torno a grandes plazas
ciaran cimentaciones como las que ahora conocemos; s(>lo se hacía una
o patios. l ll 1
pequeña ranura ele unos 25 cm de profundidad donde se empotraba l'I muro. La ciudad tenía un ingenioso sistema de duetos: uno para 1acer egar e
Terminados los muros, se recubrían con una mezcla del mismo material. con- agua rodada que se cana' 1iza . 11a (¡es(, ¡e e l cerca no 1.-10 C·isas
, Grandes y otro
figurando grandes bloques ele una sola pieza, luego se aplicaba otra capa ' · Estos, cana les e1··1n
para hacer salir las aguas sucias. , 1·ect·rngulares
' , de unos
más fina, y por último, un enlucido hecho de arena delgada. cal y polvo de
30 cm por lado. hechos de lajas de basalto.
conchas de ostión. Después se pintaban los muros, generalmente e.lecolores Cuando se atendieron los traba1os • arqueo J'og1cos,· se rescataron
' nume-
.
azul, verde y rosa, obtenidos de pigmentos minerales y vegetales. Le>spise >sy rosas muestras de carbón, mismas que se aprovecharon para fechami~n~os
escaleras también eran estucados. Las habitaciones tenían en promedio 2 ..:.;om . .
mec.lhnte el procecl11111ento de car 11ono l4 . 1o que per•mitió fechar los d1stm-
de altura; contaban con su hornilla Y una cama hecha de delgados morillos ' . .. · es" y excivaciones en
tos periodos distinguidos durante 1as exp 101dc1on ' . Casas,
empotrados en los muros, regularmente altas, de forma que eran necesarios ' .. . 'd hoy en las colomas Enn-
Grandes y numerosos s1t1os vecinos. reconoc1 os ,
unos escalones hechos también de Iodo, para llegar al lecho. . , 1 L' .. Ca'rclen·1s Rancho San Jose, La
quez. Altamirano, Ranc 110 Pmue as. auro ' ' , ·
Las llamadas "galerías"' son enormes cuartos donde no se encontraron evi-
Estancia y muchos otros, pud1en . , d ose estd. bl ece r cuatro
' grandes epocas de 1a
dencias de hornillas ni camas, por lo que se supone que fueron espacios uti-
Cultura Casas Grandes:
lizados como almacenes; además tenían postes de madera de pino apro-
vechados como columnas, a los que en su parte superior se les ponían unas - Periodo Viejo, compren( l1·c1o en t 1e · e l 700 - 1060 dC , momento
_ en. que , se
establecen en Ia reg1on ·, Jos, gm • pos Pt1eblo·, surge y crece la cmdad . de
lozas de piedra de forma circular, generalmente de 70 cm de diámetro y 1O cm
· ,
Casas Grandes y comienza <1( esarro , ¡ ·· llar· sus relaciones
, . de comerc10 con
de espesor, con un hueco cuadrado en el centro donde se empotraba la espi-
ga del poste. Este soporte o cabezal, hacía las veces de capitel; sobre él des- sus vecinos del norte y hacia el sur con Mesoamenca.,
cansaban los morillos que sostenían el techo, que a la vez servía de piso el _ Periodo Medio: se ubica del 1060-1340 dC; es la epoca de mayor
siguiente nivel. esplendor de la cultura Casas Grandes; su cerámica _esde l~s más b~-
Las puertas eran muy angostas en su parte inferior y más amplias arriba, llas, el comercio alcanza un gran desarrollo y se a~v1erte la mfl:1enc1a
obligando a quienes cruzaran a entrar de lado: además son bajas, lo que mesoamericana, principalmente tolteca, en los estilos constructivos de
obliga a inclinar el cuerpo. Algunas de estas puertas tenían dintel de madera, piedra, el juego de pelota, el ritual, etcétera. A partir del 1200, se per-
otras solamente el mismo material de construcciém: lodo. Unas son de forma cibe cierta decadencia. tal vez por sequías prolongadas, plagas, enfer
r
además tenían sus propios criaderos de aves. como guajolotes. loros. pericos.
guacamayas y otras de bello plumaje, de lo que nos quedaron numerosas evi-
dencias arqueológicas, como son los lugares donde anidaban y las ,·asijas en
que les daban de comer y beber.
Hubo también un intenso comercio de caracolas y conchas. que trabaja-
ban bellamente y que obtenían de las costas del Golfo de California o ;\far de
Cortés; la turquesa, que obtenían de las minas de Arizona y i\iue,·o :\léxico.
fue otro material que supieron aprovechar para confeccionar cuentas y pla-
cas para pendientes, anillos y pectorales: el hueso de origL'n animal y huma-
no también fue trabajado; la pirita, la hematita. el cristal de roca. el sílex, la
obsidiana y el cuarzo fueron algunas de las materias primas objeto de co-
mercio.
Su cerámica es de gran calidad y denota una gran sensibilidad y refinado
gusto artístico y es, indudablemente, de las más bellas c.lelMéxico ~111tiguo;en
su acabado advertimos un gran dominio de técnicas por parte de los grupos
que las elaboraron. Es de paredes delgadas, fino enlucido y dl.'coraciém L'n su
exterior o en su interior con base en motivos geométricos y de animall's muy
estilizados, generalmente pericos, guacamayas y serpientes. Los colores em-
pleados son el rojo y el negro sobre un fondo crema. Las formas son infini-
tas, pues lo mismo encontramos ollas, cajetes. tecomates. vasijas zoomorfas
y antropomorfas; las mismas piezas las encontramos en miniatura, que pu- Figura 20. Vasija efigie. Cultura de Casas Grandes.
dieron servir como juguetes o piezas votivas. Elaboraron una gran variedad
de vasijas de uso común, doméstico, las que se caracterizan por ser del color Las herramientas que utilizaban para diversas actividades eran hechas de
natural de la arcilla empleada (rojizas), o bien ennegrecidas por exposiciéln piedras. como el basalto, el cuarzo. la andesita, el sílex, la obsidiana, la rioli-
al fuego para la cocción de alimentos; generalmente carecen de decoraciéln, ta veteada y otras. así como la madera previamente endurecida al fuego. La
aunque algunas presentan grecas o líneas incisas precocción, y otras, piedra sólo se utilizó en la construcción de estructuras ceremoniales, pero no
bicromía, negro sobre rojo, por ejemplo (véase figura 20). trabajada, sino rústica. acomodada sin mortero, conformando plataforma_s
Desde luego, lo más notorio son las cerámicas decoradas con base en que rellenaban con tierra y escombro. Algunas de éstas afe_ctanformas ,capn-
motivos geométricos, en una amplia gama de diseños que, sin embargo. chosas de ave, corazón y otras: el acceso a niveles supenores se hacia por
guardan proporción y equilibrio sin apartarse del estilo. Tenemos también rampas o escaleras.
numerosas piezas antropomorfas que son auténticos retratos de personajes Hacia 1340, Paquimé fue atacada, saqueada, quemada y abandonada. La
de Casas Grandes, en que podemos apreciar la indumentaria, los adornos, los destrucción de Casas Grandes seguramente se debió al asedio de que fue
tocados y el tatuaje, entre otros. Las piezas zoomorfas son igualmente her- objeto por parte de los distintos grupos belicosos seminómadas _que la_rode,~-
mosas, y nos muestran algunos animales que seguramente formaron parte han, principalmente los apaches y algunos grupos como los m1mbr~_nos,g1-
del ecosistema de Casas Grandes o Paquimé, o bien que fueron aprovecha- leños, mezcaleros, lipanes, tepehuanes, conchos, sumas, caguates, 11manos,
dos en la dieta de sus habitantes; entre otros podemos reconocer al tejón. al etcétera; a la llegada de los europeos, todavía alrededor de unas 93 tribus
tlacuache, al perico, al pavo salvaje o guajolote, al pato, etcétera. diferentes merodeaban por la región. A la fecha, sólo sobreviven algunos
·-· -
110 Mesoamérica,Oasisaméricav Aridamérica JesúsNárez • Aridamérica
y Oasisamérica 111
grupos como los tarahumaras, aurojías, pimas, tubaras, todos del tronco c.·tno- lk-\\:IFF. BL'atriz: "Arqueología del l\orte de México", Lospueblosyseiioríos teocráticos,
gráfico sonorense-ópata-pima. .\l(·xirn. SEi', 1\:\11,¡97:;,
Para conclui'.·· retomamos un párrafo del arqueúlogo Eduardo C<>ntreras C<>'TIU-:RA~ SA\CIIEZ,Eduardo: A11tig11a ciudad de Casas Grandes. Cbibuabua (Paq11i111é),
0914-1986), quien por muchos aüos trabajó en ese sitio: 1\IL•xin>. 1\:\11,Dirección de l\lonumentos Prehispánicos. 198")(Cuaderno de Traba-
jo ll.
Los restos c.~ela ~iu_dacl que afortunadamente aún se consc.·,Tan, consti- . .\l. y Daniel Rubín de la Borbolla:
C<1n1rn1·u1As El arte i11díg,e11a
de No11ec1111t;rica,
l\léxi-
tuven
, el testimonio
. , irrecusable del c.les·11·1·c>llc>
•' , l ¡l' 1)I(_
c.·LiltLll''tl · 1<>a 1es ¡·lll'rZ< ><..
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superac1on
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y .1h1ertos ,ti publico, siempre han tenido prioric.hc.l ()· .· .. - .· 1
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Consideramos que el norte de Mexico con tod·ts 'L . . 1 , 0
. . . , , . s ts su )arcas cu 1tura 1es
constituye una reserva para la mvest1gaci(m del fut . 1 . '
, . . ,' ... ,, 1, . , 1, . • , . . u10; as sorpresas que
aporte esun 1ese1 LL( ,1.-; " as nuevas generaciones de ,1. ,¡
• , 1queo ogos.
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de Antropologia e H1stona ).
•
--------..1
Lafronteraseptentrional
deMesoamérica
---- -----------------~
- ---·
BeatrizBraniffCornejo*
1,
j;
Introducción
Este trabajo se dedica a las interrelaciones que existieron entre aquellos gru-
pos prehispánicos que habitaron la porción septentrional de Mesoamérica,
incluyéndose el llamado "Occidente" de México y la zona norcentral y nor-
oriental, llamada "Mesoamérica Septentrional'' (véase figura 1), y las regiones
al norte que no son mesoamericanas. Estas interrelaciones se infieren de la
similitud que existe entre algunos materiales arqueológicos presentes en
ambas regiones, que puede ser explicada en razón de contactos entre los
diferentes grupos que los produjeron.
El título de este ensayo incluye los términos ·'Mesoamérica" y "Norte"
( este último llamado por los norteamericanos el "Suroeste" y "Gran Suroeste")
que son conceptos relativamente ambiguos puesto que manejan valores
sobreentendidos mal definidos, que incluyen territorios, fronteras y categorías
culturales cambiantes organizadas dentro de esquemas rígidos (como el Pre-
clásico, el Clásico, y un Colonial que se inicia en 1521 dC). El concepto de
"Suroeste" es inaceptable puesto que hoy en día no sólo se refiere a una
región que originalmente se encontraba en esa porción de Estados Unidos,
sino que se ha extendido para incorporar culturas del norte de México y
partes del septentrión mesoamericano. 1
Sigue siendo importante la argumentación sobre el concepto de Meso-
américa para poder definir su esencia y su frontera. En reciente ensayo he he-
cho un intento de este tipo, para entender su límite septentrional; 2 y para la
• Investigadora Je la Subdirección de Estudios Arqueológicos del l;,(AH, Premio Alfonso Caso, a la mejor tesis
<le doctorado en Arqueología.
' Wallerstein: TI1eMudem \Forld .~¡•stem:Braudel: Cil'ilizacicí11 material. econolllía y capitalismo, siglosxi·-
.\'\'111: Whitecotton y Pailes: Neu• \Furld Preco/11111/Jim1\For/d .~¡•sfelllS.
'Champion: "Center an<l Periphe1y".
í
1
112 104 % 88
Las relaciones entre culturas han sido utilizadas para entender no sólo
problemas de transculturación, sino para explicar el desarrollo de ciertas enti-
dades. que se ve como el resultado de una "colonización" o ·'satelización"
-30
por culturas más fuertes y complejas. En una época, la "difusión" de ideas y
objetos sería per se la explicación de tales cambios y desarrollos, sin recono-
cer la importancia del contexto social y político en que éstos se daban; en
otro tiempo el enfoque sería ecologista argumentándose que la exitosa
adaptación al medio permitiría la reorganización de sociedades que en esta
forma alcanzarían una mayor energía. complejidad, población y territorio.
Muy relacionado con esta última proposición. un modelo considera que los
-22 "cacicazgos" y los ··estados·· así conformados son per se los núcleos pode-
Golio
rosos de irradiación y transformación. Otro modelo más utiliza la actividad
de México comercial como fundamento de la ampliación territorial y desarrollos conse-
cuentes.' En los aii.os ochenta la tendencia ha sido explicar las interrela-
ciones, especialmente aquellas que se establecen a larga distancia, con base
en la adaptación del modelo llamado "Sistema Mundial" o "Economía Mun-
OcéanoPacífico
dial". que fue utilizado primeramente para entender la expansión y colo-
nización de las naciones del Renacimiento y que fue aplicado después a
-14 sistemas precapitalistas." Un reciente estudio retoma estos problemas y pro-
pone nuevos ensayos sobre ··centros y periferias".-
Figura 1. A: Occidente; B: Mesoamérica Olmeca; C· .Mesoamérica
Septentrional. Frontera mesoamericana del siglo ,,·t...: Otro diseii.o más reconoce que los cambios sociales, a cierto nivel de
del siglo 1x .._ .. desarrollo, pueden ser producidos en forma endógena: es el modelo de "uni-
dades políticas en igualdad"/ pero aquí también se reconocen las relaciones
l. Teuc:hitlán. Jal. 6. Cerro Enc:antac.lo,Jal. 11. 1\'iodlicahui. Sin.
2. Chupícuaro, Gto. 7. La Quemada, Zac. 12. l-luatabampo, Son.
externas como parte fundamental de los procesos de desarrollo. Existe
3. San Juan e.le!Río, Qro. 8. Chalchihuites. Zac 1.:1.Sierra Gorda. Qro. además otra serie de enfoques relacionados con intercambios a nivel preo no
4. Morales, Gto. 9. Sc:hroedcr. Dgo, l-1. Río Verde, S.L.P.
5. Villa e.leReyes, S.L.P. 10. Zape.:, Ogo. l 1. Sierra de Tamaulipas
estatal, que funcionan antes de o paralelamente a las empresas instituciona-
lizadas que se relacionan con los cacicazgos y los estados. Dentro de éstas
pueden incluirse los intercambios a nivel de subsistencia básica y ciertos
re~ión extramesoamericana, he utilizado el concepto de la "Gran Chichime-
préstamos asociados al prestigio.'' La información etnográfica mexicana tam-
ca co~?ha sido presentada por Charles Di Peso,5 quien define a una región
bién nos hace ver que funcionan otras interrelaciones de carácter popular
geograf1ca ~bicada el norte del Trópico de Cáncer, pero en el siglo xv1 al
que incluyen cultos y ritos menores y comercio e intercambio, que son
norte d~l no Lerma, cuyo medio ambiente es característicamente árido,
ajenos a los mercados controlados, que debieron funcionar en épocas
donde vivieron culturas de diferente categoría que no pueden incorporarse
pasadas. Nos falta estudiar con mayor detenimiento los sistemas de comercio
dentro de una sola área cultural -como lo implican los términos Suroeste y
Gran Sureste-
. ni tampoco dentro d e d os areas
, - o as1s
· y Andoamenca-
· , · corno 'Niederhcrger: Paft,opm•sageset arcbc,olugiepre-11rhai11e d11hassin de Mexico. p. 695.
lo propusiera Kirchhoff. ·• "Olivé: "Estado. formadón sociocconómica y periodificación en Mesoamérica", pp. 92 y 95-96.
- Weigand: "Evidencc for complex societies during the \Vestern tvlesoamerican Classic period", p. 64.
'Castat'leda et al.: "Interpretación de la historia del asentamiento en Guanajuaw··, p. 323.
: Reffrc\\'.: Introduction: Peer Polizv Interaction and Sociopo/itical Chal/ ,e ·· AntL'Sllamé a esta misma región "~IL'soamérica marginal'". pero este término no es correcto pues incluye
:\e -~cm: Pochtecas and Prestige: Mesoamerican Artifacts in Hohokam ~it~s". conceptos de retraso cultural.
116 Mesoamérica,Oasisaméricay Aridamérica BeatrizBraniffCornejo • La fronteraseptentrionalde Mesoamérica 117
y control político que se consignan en los documentos históricos de México. Sin embargo, el desarrollo del carácter protourbano que se da en el Preclási-
que nos servirían para establecer modelos apegados a nuestra realidad. co superiorw y en especial en el momento de la Revo~ución Urba~a d~~ Pre-
Se recomienda la lectura de las obras citadas pues es imposible resumir clásico terminal y Protoclásico (200 aC-150 clC) permite la consohdaci~n, la
aquí los varios ejemplos que se dan de la aplicación de los modelos pro- colonización ele nuevos territorios 11 y el auge de empresas de caracter
puestos. macrorregional. Podemos inferir que en esos momentos debieron_ existir
Además de estas consideraciones teóricas que tienden a explicar la esen- interrelaciones y también rivalidades entre los estad~~ e~ emergen~i~, para
cia de la transculturación y el desarrollo, cuando hablemos de núcleos y pe- ensanchar sus territorios a la manera del modelo ele umdades poht1cas en
riferias debemos aplicar algunas reglas lógicas. Una ele ellas requiere corro- igualdad" que hemos esbozado. Para estos tiempos protourbano~ _Yen el
borar la contemporaneidad de la metrópoli y de su supuesta periferia. Por límite norte ele Mesoamérica, existían por lo menos tres grandes sttms que
poner sólo un ejemplo, se ha dicho que comerciantes toltecas establecieron pueden considerarse como los núcleos de u_nida~es p~líti~as en igualdad:
una base en Casas Grandes, Chihuahua. Sin embargo, ésta es rosterior a Teuchitlán en Jalisco, 12 Chupícuaro en Guana1uato · Y Cmcmlco en la cuenca
Tula, por lo que requiere de otra explicación para entender la evidente simili-
central de México.
tud de algunos materiales. Es necesario igualmente corroborar que los pro-
ductos que surten las periferias existen en realidad en el núcleo o metrópoli.
Tomando el mismo ejemplo, en Casas Grandes hay metal y turquesa. Supues- Mesoamérica y el Occidente
Septentrional
tamente esta última que se obtenía en las minas ele Nuevo México, era redis- de México
tribuida por esa "agencia tolteca". Sin embargo, no se registra en la propia .
Tula la presencia de metal ni de turquesa. Es importante anotar que es precisamente en e ¡ p rec ]ásico terminal , cuando .
Mesoamérica se expande al norte e no erma m ed 1 , L · t granda , en forma disper-
Otra regla recomienda la evaluación de la categoría ele los materiales
sa a una nueva región que llamo Mesoamenca , • sep ten tn·onal ·14 Su frontera . 1
compartidos, pues ello implica una diferente estructura de relación. Por ejem- ' . d' • d ·d z donde la agncu tura
nortefia estaría sólo limitada por con iciones e an e , . .
plo, la introducción del maíz en regiones extramesoamericanas al norte, . , . f d 1 d M 1érica- es imposible.
15
necesariamente requiere de una diferente explicación que la introducción del e.letemporal -chagnostico un amenta e esoan "d Es
d
también en esta epoca , cuando se comienzan · a es b O zar , con mayor. clan a ,
1
juego de pelota: el primero puede ser producto ele una interrelación a nivel
rehciones entre el Occidente • d e M,exico · Y e 1 noroeste -que me 1uye . . ,e
preestatal; pero el segundo puede ser el símbolo ideológico ele una colo- ' 1
suroeste de Estados Unidos- por lo que po elemos sugenr· que esta, amp . iacion
d 1
nización y explotación activa por parte de una metrópoli. La asociación con l't" y econom1co
está directamente relacionada con el desarro o po i ico 11 . 1e os
otros materiales nos podrá dar la pauta del tipo de relación de que se trata. . b sta idea es esencia que
Primeros estados mesoamencanos. Para corro orar e
Casi ninguno de estos aspectos ha sido considerado en la región de nues- .
se estudien con cuidado los matena 1es arqueo ogi ¡ - ·cos de estas dnuevas cobl1o-
tro interés, lo que nos fuerza a presentar la información que tenemos a la 'nias, tanto para reconocer su f"l" ·,
1 iacion, como
para , distinguirlas e 1aspo a-
mano de una manera muy superficial, quasi difusionista. Sin embargo, hemos
ciones originales que supuestamente no eran agncolas. . ,. d
incluido algunas ideas que pueden preparar el camino para un mejor
Esto requiere, ' entre otras cosas, de un ana, 1·isis · mmu · cioso. de 1a 11t1ca'" e
entendimiento de estos problemas de interrelación entre Mesoamérica y el
la cerámica doméstica (no so, 1o 1a ele 1UJO . Y n·tu al) , de la arqmtectura, que es.
Norte, o mejor dicho, entre las unidades económicas y políticas que confor- ¡
una manifestac1on matena 1 e otr,1s 101110 1o gías relacionadas con la orgam-
. , . el ,
maron esta área cult:.iral y las regiones septentrionales.
Por una parte, debemos reconocer que Mesoamérica, desde muy tem- '" Braniff: "Oscilación de ..."
" Renfrew: "lntroduction: Peer Polity ... " p. 5.
prana edad 0200 aC), estaba constituida por unidades que tenían la fuerza "Niederberger: Paléopaysages.., P~- 7-D-752.
económica, política y social para integrar satélites de varios tipos, por lo cual ,.,Hers: Lus toltecas en tien-asc~icbimecas:. ., ,n ,encia de /os dos Lemza )' Guanajuato.
10 Zepeda: El desanv/lo de 1111m1deopoblauonal asouad_oe!1~ac01y,1 .. - . . Id I ' Laja fig ~8
algunas de las formas de interrelación pudieron ser posibles desde entonces. p. 56; Martínez y Nieto: Distribu~ión de ase1!tm!.1ie11}~s
f.~-eb1~pa111cos
en la porcwn '-entra e rw · ·· ·
" Véase bibliografía respectiva en Bramff: Osulaoon ....
118
Mesoamérica,
Oasisaméricc1
y Aridamérica BeatrizBraniffCornejo• Lafronteraseptentrional
de Mesoamérica 119
pueden distinguir dos reoi·on 1.1: . J. •. enti e <>ti os. 1-:nL'Ste tiempo se abandono e.le todas estas tierras septentrionales por parte de los pueblos
• b es <.1 e1entes· un-1e • · ·]
Guanajuato el •tlt'1 1- . · · ' ¡ue lll<.uye l'I sur de Qul:'rétaro agrícolas hacia 1200 dC. coincide con el ocaso del poderío tolteca, que ha
' ' P <1nopotosmo Z·tc-tt l) · ·
ciones con el o ··d
J ..
teot1huacano· y otra re . , h . p.1iecei ts ,tutonoma <.k·Ipoderío contactos. 2 ' Esa fecha coincide igualmente con el abandono y reubicación de
' gion, ac1a el noreste ·I .. J , •
poblaciones dentro del Suroeste de Estados Unidos, que también han sido
queretana y potosina la reoi, JJ' · · que 111<.uye la Sierra Gorda
,, 1 . , º on e1e \.IO Verde y Gtnd· 1.;-. . . explicadas -en parte- por razones de aridez. 2<• Es especialmente interesante
s1 Y a sierra de Tamaulip· . . ' c1 ctzar en San Luis Poto-
as, que muestra clan · . J • • • • • • •
Ycon las culturas del Golfo (El T· ., 1 's conexiones<. on I eot1huacan anotar que hacia esas mismas fechas cambia el tipo de importaciones de
. , ,1)111. a Huastec- 1) 2 " E ·t· . 1 . . .
arquitecturas y materiales el· ·t· . . · ' · ,s as<. <>srcg1<>nestienen carácter mesoamericano en esa región, lo que debe estar vinculado con la
h acia el norte que especi·fi'ca. • is mtos y son h lnse ¡ ¡· .
·· • ' '· e e c.1st1n1asinlcrrelacirnws e.lesaparición de la Mesoarnérica Septentrional y con la revitalización de las
A f. · 1emos ac.1e 1ante.
rutas costeras en Occidente.
. , mes. del priin er m1·1e1110 · de nuestra , ., , . ·J.
reg1on, como sucede en el rest d M _e1_.1, se ieu>noce en toda esta El desarrollo histórico del Occidente de México se describe en otra parte
, 0 e escnmenc- 1 • de este volumen, por lo que sólo nos referiremos a ciertos aspectos que
que aunque son de diferente c· 1. 1, 1 1· 1' '· una senl' e.lemovimientos
·
Teot1huacan, " IC de , e e )en est·1r t I· JI• . , ¡ , tienen relación con nuestro problema. Por una parte, el Occidente sigue un
en los vaIIes cent., 1.,. 1 , .· ' en e c!Z.t(os. A la c11da e.le
.d
H 1 algo, se deja sentir una pr - · 1 ª,
es e e Mex1co y ., • -¡··
espec1 1camcntc l'n Tula, desarrollo que es contemporáneo al resto de Mesoamérica, iniciándose a par-
1111 erd o 1eac.1a e.lelos 11 1-r,, .
co Coyotlatelco que tiene stis _, · º enos con l'i tipo cer:.ími- tir del Formativo o Preclásico temprano, pero siguiendo pautas diferentes a
, · · · o11genes en el CV -· . , ., ~ . las del mundo olmeca. 2- Igualmente alcanza un nivel protourbano en el Pre-
to-Queretaro. 21 Durante el PcJscl" .· . dSKo. en la rl'g1on (1uana¡ua-
. dSICo tempnno t, 1 ¡ . clásico tardío cuando el sitio de Teuchitlán, Jalisco, al que ya hicimos referen-
muchos elementos procedent . 1 1 . ' · 0 r.t ,O 1eac. a mtroc.luce a Tula
, es e e a rn1snn reg·, -
tura, cerámica, el chac mool el 1 · ' . H>n_} c.e Zacatecas: arc.¡uitec- cia, se convierte en un núcleo político y económico que controla regiones en
"I) 1aneo levantado" y cloi,onn,, . zompantlz ' los· tipo. s ceramJCos , . 11amac.1os Nayarit, Michoacán, Colima y sitios dispersos en el sur de Zacatecas. 28
. , e; I epresentacion . ¡ 1" .
serpiente, etcétera.22 es c.e ,1guda c.ll'voranc.lo a la En la región costera, tal como sucedió hacia el sur, los esteros que
mantienen matorrales de manglar debieron ser sitios privilegiados para las
"·Braniff- ..S•· , .·. .. . . . ,
11 · _,7 ~ 7'_· · • u UUl<1.is ,11queofog1cas en C,uanajuato v he , .. 1 .. poblaciones pioneras mesoamericanas, en su paulatino desarrollo hacia el
.. . • ' .UUl<a te \Iexico ..: :\l:1s1:1dwv C:olwan· ..Tul·1..
:. l~~an1ttff:
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,1<1n1 Sccu,.n,· . . . 1• . .. ., ...
1 . · · ~ , 1<1sMqueo og1c1s ... · fLI e,·trati ,,,i/fci1 . . . '' Findley: ..Aspectos ecológicos de los esteros con manglares en Sonora y su relación con la explotación
e e Ne)'e::· .\w! l.uis Potosí. {.'¡¡ 11úc/eo a!!,ríwt~1 e,, Ía ¡;,;fJ, 11
1·.. e 1(~ ,eolr,f!.IUI de 1?lla de Ne)'es. SL!'.: Crespo: \ 'il/a
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lloltc de .l!esoamerica.
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_, C, I
,_ -..>:U.'.
;r,. le_
,.. Armilh ..TI A · 1 • • · oii.i .... 1g, IH l'J J, y J~
m Frontier of ,\lexican Ch·ilization ...· ?íJJ . -- -. ·
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'" Alvarez: 1-luatahampo: consideraciones sobre una comunidad agrícola en el sur ele Sonora.
\\ t ig.ind: b·1dence tor ...... p. <,()_
. ,· ~ellL'y: ..The mohile merchants of tllolino": Braniff: "The iclentification of possihle t>lites in prehispanic
Sonora .
" Kelly: l~\'cm•otiuns at C111iacá11.pp. 2-"i.
120 Mesoamérica,Oasisaméricay Aridamérica BeatrizBranifiCornejo• Lafronteraseptentrionalde Mesoamérica 121
norte. Este tipo de estero que se distribuye hasta el Canal del Infiernillo en la muestra una continuidad de grupos agrícolas ya que la zona desértica y los
costa central de Sonora, es considerado como el ecosistema mús productivo cazadores-recolectores del norte e.leTamaulipas y sur de Texas separan con
del mundo. 29 Varios sitios importantes. como los registros en l\farismas mucha distancia a los mesoamericanos e.lelos agricultores del Suroeste de
Nacionales, Sinaloa-'" y Huatabampo. Sonora. 11 pertenecen a este tipo e.leasen- Estados Unidos. Por otra parte, Mesoamérica Septentrional, en el primer
tamiento que combina la agricultura con la recolecciún y pesca. milenio de nuestra era, constituye otra zona de gran potencialidad política y
A pesar de lo asentado en varias obras antiguas, la complejic.lac.lckl Occi- econ(Hnica: su región nororiental muestra interrelaciones con las culturas del
dente está cada vez mejor documentada y es posible inferir que llegaron a Mississippi, y la porción norcentral y noroccident_,~l muestra afi~idades c~n
tener la potencialidad política y económica para organizarse tanto en "uni- el llamado Suroeste. La desaparición de esta reg1on mesoamericana hacia
dades políticas en equivalencia", como en "sistemas mundiales··. Esto es 1000 dC debió intensificar las actividades a través de la región costera de
sobre todo evid~nte en el Posclásico, especialmente después de 1200 dC. Occidente. Ya cerca de la conquista hispana, el "imperio'' tarasco debió fun-
cuando se orgarnza un enorme sistema asociado al comercio del cobre v e.lela cionar activamente en las conexiones hacia el noroeste como lo sugiere la
turquesa, que en forma encadenada une al Suroeste de Estados Unido;, a tra-
abundancia del cobre y de la turquesa. pero debió i~terponerse entr~ Occi-
vé~ d~ Casa_s,?'rancies y el Occidente, hasta la región mixteca poblana y
dente y los rivales estados mesoamericanos, espec1a_h~1enteel mex1c_a.La
Chichen Itza.·- En el momento de los contactos europeos, Culiac(m había
alcanzado un nivel urbano.-'' información documental sobre las estructuras ele d011111110 Y de comercio de
estos estados, especialmente del mixteca que guarda muchas semejanzas ~on
L; !rontera mes~~mericana en el Occidente osciló en el tiempo: durante '" Ioa -que es- ltn poco anterior-
, e¡e S111a
el C_las1cose extenc.ho hasta Huatabampo. en el río Mayo;'' hacia 1200 dC en el llamado Complejo Aztat lan . ., .'.39 debiera
.
ilustrarnos para entender estos procesos de "sistemas mundiales Y unidades
el no Fuerte, ya en Sinaloa;·" en el río Sinaloa en el siglo xv11•• y en el San
Lorenzo, donde se asentó la primera colonia hispana.-'- Ya hemos menciona- políticas en igualdad''. . 1
dete~m~nadas en gran medie.la por estas oscilaciones culturales, regionales y to de Chihuahua"') que no fueron aptos para el asentamiento de grupos cul-
~colog1cas que hemos descrito someramente. La costa del Pacífico fue uti- tivadores. Esto se ve claramente en la curva circundante que sigue la ~rontera
mesoamencana. . , norcentr.l., l . Es l'og1co
en la pornon · suponer que, las 111terco- .
lizada por grupos agrícolas desde tempranas fechas, establecien<lo un corre-
. . . .
mu111caciones entre mesoamencanos y 1os grupos noi·teños agncolas ' . . .deb1e-
, e
dor continuo hasta el sur e.le Sonora, y luego tierra adentro en esa misma
entidad y Arizona. La región costera del Golfo de México, por el contrario, no ron ser más fáciles a lo largo de una ruta definida por la d1stnbucion d_
grupos tambien , auncolas
, o, en su d e1ecto,
e
en zonas , - adecu·¡das para el cult1-
' _
/ÍJvarez: Huatahampo ... . º • _ l
vo. Esto es evidente en tiempos co orna es, P\l
11 ·, l es los espanoles
, , . en sus
., Esto se_infier~ de_~dgunos m:~te!·iales reportados por Manzanilla y Talavl'ra: lnforml' dl' los trabajos dl'
~:~~~:r.nentoe mvest1ganon arqueologICa en la poblacic'in dl' Mochicahui. Municipio dd Ful'rtl', Sinaloa. fotos
· · · ·
pnmeras entradas al noreste s1guie1on p1ecisa1 · · 11ente ese patron.'- Sm embar-.
'' Kirchhoff: ··Mesoamérica ... go, no hay que descartar la post·¡Jt·¡·tc¡acid e 111te1comu
· · n1·cación
, y transferencia
:; \:éase_ ~apa de Ortelius. I ?79. en Kelly= E\"Carntio11s at Ci1/iacá11. Si 11a/ua. l;'un. 12. de objetos de comercio de alto valor (como la turquesa Y los cascabeles de
"~ell:\' __ The ~hronology ot the Cha!~·h1hu1tescultu~e--. fig. I l.';: ··Merchants of Molino··. fig. H.
Kellq: Merchants of. ... pp. H.i-H➔. Hzedowsk1: l eRelaci,í11de ,\Jéxic() p. H9 fig (1,
-~Haury: ·The Greater American Southwest"·. fig. l. · ' · -· ,., Kl'lley: '"Ml'rchants of...'", pp. ~3_-H-1. ..
'" Rzedowski: \.el{etaci<j11 de Me.neo. p. H9. t_~g.
__
62.
~ {~).P_et'.-~tal:=.C'!·'·~1s _ce11ter,(the _Gm1101icbi,_lleca. ,·. _->,,PI?· Ho__
:;r~11'.des.'!.lit:le11trt:1~lil1R l-H2<i~ " Haury: "Thl' Grl'ater Americ_anSouthwcst . llg. 1. _. , .. . , . . _, 7
tlu x. A h1stom:,tl ,m,tl~ sis of tht: prohlt:m ot South\\ Lste1n-Mesoaml'ncan connections , p. :h "Di l'l'so: Casas Gral/des. ajalle11 tmc/1111{ce11ten?ftbe Gm11 Cb1d11111ua.,. 3. pp. 801 H-6.
r
l(J
b) Otra que se origina en la Huasteca, Sierra de Tamaulipas y Río Verde,
San Luis Potosí. que se dirige hacia el área de grupos aldeanos del
-35 sureste de Estados Unidos (Hopewell, Mississippi).
c) Una amplia región en el norcentro del país, donde existieron interac-
ciones entre los grupos mesoamericanos y los recolectores-cazadores
e.lela Gran Chichimeca.
-JO
Como veremos en adelante. estas relaciones son todas de diferente cali-
dad. Es necesario insistir en que ni el desierto ni la Sierra Madre fueron barre-
5 ~ ras infranqueables. de tal forma que las tres arterias o direcciones arriba
9
-7 16 18
señaladas no son necesariamente tan precisas como aparecen a primera vista.
-------- - - 15
Trópicode Cancer -----·--
10 -!' ___
-¡;¡ ______________
----------------------
---------------~ Interrelaciones
haciael noroeste
\ 1 13 19
'\__, 20 21
12~
Golfo Nos referimos a la región que hoy en día está ocupada por Sonora, el norte
de México -20
de Durango y Chihuahua en México. así como el mal llamado Suroeste de
Estados Unidos que incluye Arizona. Nuevo México, el sur de Utah y de Co-
lorado.
=~~;;;;¡ 500Km
, 0 opuesto ha sido . 1. 1
de garganta, la puerta en T el· P~)~~)estuc iac o: la turquesa. el hacha A pesar de este desorden cronológico podemos agrupar a los materiales
Suroeste que peneti·· . My e nd eiezctdor de astas son elementos del intercambiados dentro de tres periodos. Deberíamos añadir un cuarto, corres-
di on a esoamé .· ., L· . f . ., . , . .
otros materhles ii1 . I ICct. el 11101manon h1stonca suo1ere pondiente a la primera colonización europea, pero esa información apenas
' · 1po1tac1os •t Me . , , .
soamenca: a 1godé>n, mantas, pieles de
ro
bisonte plantas mee!· . 1 · ' comienza a esbozarse."'
' ·
del Golfo de C·tlifo •, d 1 IC111a es. esclavos · Y conc• 11as.. estas ult11nas
, . procedentes
p d , ' rrna Y e a Alta Californh Periodo 1. Antes de nuestra era
o . namos La introducción de los cultivos que son de origen mesoamericano Y el
ralidad pero haintentarh organiz·1r . ' eStos. matenales '.' de acuerdo con su tempo- impacto de éstos en la sociedad receptora) ha sido recientemente revisado. El
'
más que muy ; .. Y mue as 1mprecisione · • • l' ·
s uono og1eas que nos impiden hacerlo
P,rossomodo. En este .. maíz de tipo '·Reventador'' es el primero en llegar al noroeste hacia 1000 aC.
la cronología de s· , 1 .,
J _... • _, • •
. ~~isose encuentran las d1screpanc1as entre Hacia 300 aC se presenta el frijol (Phaseolus vulgaris) y la calabaza ( Cucur-
' ma oa Y su rev1s10n _...A
secuencia de la culturad C,l , 1 •h'l . en mapa, Nayarit:'"' la revisiérn de la bita pepo y Lage11aria siceraria). Durante 800 años el cultivo acompañó a la
cas rd y la re · · , d 1 e 1a c 11u1tes · y l·d posICion · · , d e La Quemada Zacate-
caza y la recolección sin que hubiera cambio alguno en la forma de vida de
,
•
v1s1on e a secuencia Hoh k· ""
¡nada menos que de 800 - 1
L
°
anos. La revisión de l·1 .
ctm cuyo 1111c10
. . . . .'.
tiene una diterencia
1 , ¡ , ~
los indígenas.<,(, De aquí se infiere que este tipo de relación no tiene que ver
Chihuahua. en su Periodo M I' 1, . · : crono ogia e e Casas Grandes, con una colonización o migración por parte de las unidades mesoamericanas,
inicial de Di Peso"' , ec 10 ª coloca mas tardíamente que la propuesta que ya en esos tiempos habían alcanzado una categoría compleja con poder
esta nueva crc)n,c)lc,)g1~1aun cduanldoparece que todos estamos de acuerdo con de expansión y explotación. De haberlo logrado, estas unidades políticas
' , que a a 10ra L , .- ¡ -
odo Vie¡·o que obviam t ., m v_acioe e 200 anos con respecto al Peri- también habrían llevado otros elementos fundamentales de la colonización,
en e t1ctstorna las· int ei.pretac1ones ~ . . .
ongmales.
como son, entre otros, la arquitectura y la ideología. 67 Es aplicable en este
""Th
,, 11
~ pro em · contacts hetween the sou h . . . . .
"¿ 1 0 (
tnal s11n'l'.)'(!/ .1Ie.,·ican-Su11tlnl'estem ar\ ~,e_ste~nUnned
Stat<.:sami :0-lexico". caso, el modelo de "esferas de intercambio" 68 que se refiere a intercambios a
1
_ Mesoamenca ami the Southw,.s·t. _ t · . e 11_(U11ml parallels.
" p · h· ·
" ,e· lSlO!)' 0 / the Su11tbwest.
~ un rntec States"
· · ·
nivel de subsistencia básica, al que ya hicimos referencia.
"· iand/Jook r!(Xnrth A111ericm1!11dia11sv 9 \' tl ',.
" __ 1Peso:_CasasGmndes,ajál!e11 .... \'ols ·1-'.'011 ~11'.c1/. Periodo 2. Entre 1 y 1150/1200 dC
tt:r Y~1;rr: _Ch1buabua... . 3 · Gue, df,l: Apuntes /){Ira lo cm¡11eo/op,íode Chih11ah11a:Lis- Éste podría dividir;e quizá en una época temprana, una intermedia entre
F l ramff: .\'olas ¡mm la arquenlr,gfrt de Sonora· L-l f 200 y 900 dC, y una final, entre esa última fecha y 1150/1200 dC. La más tem-
~º'.
e ge:, ~ono'.·a: ª'.ztropología del /Jesierto: Gobier;i 'd "¡ 1~era prntohist<'>rica pimac'ipata en Sonora; Braniff y
.. Kelle,: ,·a nas publicaciones 1956-86- Fo .1 • ~Tf <=t·'
0 de Sonora: lf1strma G'eneml de Sn11om. \'. 1.
prana es bastante especulativa y se basa en fechas para Huatabampo, Sonora;
go : ~a~alde: D11rangn indígena. ' ser. ie ,orna San Gabriel occupation of Zacatecas ami Duran-
- Kelley: "!'vksoamerica ami tht: ... "; \1cGuire· "The '\ •. , .
llie Hobokmn .... figs. 15-28 v npítulo 1-,· ent · _ · kso,imencan conn<.:ction in the Southwest"· 1hurv·
"' \leighan· n A .. 1 · ' . • re otros. . , .. "' Véase por ejemplo Haury: n,eHobokam .... fig. _15.28. ., . . .. . _ _.
"' Di Peso: Casas cra 11des..., v. 3; Fournier y Fourmer: •'Catalogac1on y penochficaoon de matenales h1ston-
., K·11". ..: .Je n .weolo!!,yn/ A111apa.,\c1rarif p 60 f ' (1
, _e t'._: . íhe chro~ology ... "; Hers: Los toliecas'. .. · ' ig. · cos de misiones, presidios. reales, estancias, rancherías de Sonora".
. p. 33-,_Haur\': llie l/uhoka111.. fig. 16.] · con ·Schi f"fa
method Compar,? tr. ... Hohokam chronology. an essav on histor\' ami "' l\linnis: "Domesticating people and plants in the Greater Southwest". p. 391.
,,, Véanse notas 16 y 17.
.. . ' J{'.)\'_esl<:ot
et al.: "A_nt.'\\' ¡wrspL·ctive on the Casas Grand ·s • . - > .. • • .. .. • • :
•~Nelson: "Pochtecas and prestige ...", p. 156.
1,1,rnd C1s.1s Gr.mdes. Chihuahua: a suggested chronology". l. lre<: nng d,llts : B1arnff: 010 dl' Agua. Sono-
126
Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica BeatrizBraniffCornejo• Lafronteraseptentrionalde Mesoamérica 127
la intermedia está sugerida por diseños y formas que se presentan en la Fase de intercambios en estos tiempos, así como la presencia de un mosaico o
Sweetwater de Snaketown,''' 1 y la última por la preponderancia de la esfera de
interacción del Chaco en Nuevo México.-" ··espejo" circular de tipo mesoamericano incrustado de turquesa, ubicado en
la fase mús antigua de Snaketown, antes de nuestra era. 82
Supuestamente los asentamientos de tipo Formativo comienzan a existir
A partir de la fase Sweetwater de Snaketown, Arizona, entre 200 y 350 dC,
hacia 200/300 d~ _en el Suroeste de Estados Unidos.- 1 y se ha argumentado
la similitud con materiales mesoamericanos es bastante evidente: por una
que esto se deb10 a la presencia mesoamericana, mencio,ündose igual-
parte están algunos diseños zoomorfos -generalmente aves-, la greca esca-
mente qt~e e~_conocimiento de la cerúmica es también de origen sure11'c>.La
lonada y una simetría biaxial de la decoración que en la Mesoamérica Septen-
casa habitac10n lo~al -el pit bouse o casa-foso-. no tiene nada que ver con
trional (Guanajuato y Jalisco) se ubican a fines del Preclásico, 83 y algo
la casa mesoamericana, Y tampoco existe en el Suroeste la típica simetría
de las comunidades · SL11·e· n-as después en la secuencia de Chalchihuites (Zacatecas). 8•1 Estos diseños pueden
• • s1·11· 1en e 1conoc11111ento
• · · e¡e 1a ceram1ca
- · pudo
considerarse como símbolos iconográficos, sistemas de comunicación e inte-
hab~r. !_legado al norte, ello no puede confirmarse todavía. Sin embargo. la
P os1b1hdad de una ma's ant1·gL1a 1·el·tci·c-)n · 1ivlesoamenca - · esta- su gene· 1a..tanto gración social, conceptos religiosos y formas de poder, que ~e acuerdo con
, con Niederberger son diagnósticos de la estructura mesoamencana desde la
por las fechas que ·se dan par·t, HL1'tt·tl1·t s
, , , mpo. , onora, que se remontan ' a 180
aC, como las que se otorgan para el Periodo Pionero de la secuencia de época olmeca. 8 ' •
Snaketown entre 300 aC y )-)-0 lC -, El 1· - · También se encuentran en Snaketown algunas de las formas ya descntas
.' , . e . - . comp e10 ceram1co de Huatabampo de la Tradición de Occidente: el patojo, la figura antropomorfa con piernas y
-que continua hast·1 950 ic-.~ · 1 ,1 · ·
Trad1c1on.. , de Occidente;.,
· ' e - me uye ,1 gunas . de las tormas de la ant1oua n brazos adosados, el bule. la copa y una figura recostada que sugiere al chac
, ,, . . 1
,, como son e pato10, el asa de estribo, el hule y el
11100/. Estos diseños y formas continúan y son más comunes en Snaketown en
botellon d_e chunmea , formas que Ekholm reconocié> en Guasa ve. Sinaloa,-,
Y que recientemente fueron encontradas en Mochicahui ( río Fuerte).-" En el Periodo Colonial (550-900 dC), y persisten hasta el Sedentario (900-1100
Huatabampo aparecen entre c)t ·t , · f' ·11 · · dC).H" Mientras tanto, en la secuencia de Chalchihuites, Zacatecas -fases
r, s coscts, 1gun as tipo smootb /ac<! que per-
tenecen a la fase Gavilán en A N- , · · ·· Altavista a Retot'io-, los dise11os que decoran la cerámica representan igual-
, __ mapa, ctyc1r1t,que tiene una fecha entre 300
aC y 200 dC. En esa mi·sma fas d ~ A mente las categorías de Niederberger arriba mencionadas. Se distingue la
_8 • • • e e mapa aparece el hacha ranurada de
3/4,' artefacto que supuestamente es d · - · - · greca escalonada. combinaciones hombre-pájaro-serpiente, dioses con ~os
. . ., · , e ongen norteno y que tiene en Mex1-
co una d1stnbucion muy i'ntere ·a t • •- 1 · cabezas, división de la decoración en cuatro segmentos cada una con su dios
, . s n e, pues so o se encuentra en el Ocndente
de Mex1co y en la Mesoame' 1·i·caSept t -· , ¡ -,¡ • • respectivo, etcétera. Ellos están asociados a turquesa quín:ica im~ortada Y a
, · en 11onct, siempre asonada a contextos
agncolas. Otra posibilidad tamb1·- · t ·"' ,, · trompetas de caracol,8- lo cual implica, por una parte, una 1deolog1a bastante
. , en m eies.inte, es que sea de ongen sud o
centroamencano aunque al paree "'It' t ¡ ¡ diferente a la que se da en otras partes de Mesoamérica en tiempos contem-
, ere ipo e e 1ac 1a es de ranura completa.'"'
El hallazgo de turquesa qL1'1i11i·c- T •! · 1- · · poráneos, y por la otra, una relación comercial con el Suroeste de ?~tados
· a en euc litan. falisco que proviene del
Suroeste en la fase Arenal entre 3)-0 , e 200 I ·1 · ' · ·- Unidos (la turquesa) y una participación con el resto de Mesoamenca en
' , a Y e C,8 refuerza la proposic1on
razón de la ideología que acompaña la trompeta. Muchos de los diseños men-
~:'.S:gú~ ~~~ry: 77.~eHr,l:okam... , p. 338. su_fecha es 2OO-3'iOdC.
_1 Le Blanc. A~p_ells ofSouthwestern Preh1story: AD 900-1-íOO" 1 ICF cionados tienen su antecedente en épocas antiguas en Sudamérica y luego en
., Cordell: Preh1sto1J'o.f.... p. 214. '1 · · ·
· I:faury: 77.1eHobokam .... p. 338. Mesoamérica, y varios siguieron apareciendo en estilos ya transforma?os :~en
:' Alva~ez: H11C11aha111po .... p. 177. épocas posteriores en Casas Grandes y en el Suroeste de Estados Unidos.
' Bramff: "Secuencias arqueolúgicas 7 , w-,
.. 1-ím 'i· 77. -1 \/ • ·. • • ..
ed Sta/es. fig. J. . .... ' · · · e c.1 ' l'.\/cm1 lmd1t1"11 mu/ the So11tbll'ester11l "11il-
"' Haury:_ 1be Hobo_kam,fig. l~.3_. .. , . . . , . . .. _.. ,. . . ... ..
:.' Ekholm: "Exca\·ations at 0uasave. Sinaloa ...... fig. 12. "' Braniff: "Secuencias arqueolog1cas ... , !;1111.1: 1,J. o. lam. 7, Bell. Exca\ .1t10nsat Cerro Encantado ,J,111s-
_ .\fanzamlla y Tala vera: h//"rme .... fotos ➔3-+4.
... \frighan: 1be Arcbaeolouy r!f'Amapa. )\jayarit. lám. 38a. f. tabla IX co, figs. Ge Y7and
" Kelley a. Kelley: An Introduct1on
· to the CeramKs
- · -- o f tI1e CI · 1e111
. 1,1 "hunes
· · lll· 1ture of Z·acatecas
• · ·an d Dur,m-
,
. ,\!~1ghan: 77.1eArcbaeo/o¡.!,.J' .... p. 98. · go, Mexico .
"D1 Peso: "Casas <~randes. a fallen ...... p. 163: fig. 12,,-1. "'Niederberger: Paléopaysages .... pp. 747-7<i2.
~','f<_ir~I:A Crn1!fJ_arisu11
<_!lf-i,!.·111a/i,-e
C11/t11res i11tbe A111ericas.pp. ¡<J-'io. "Haurv: 1be Hobokam ... , capítulo 12.
\\ e1gand: "Ev1dence lor .... p. 6-1. •· Kelle)': "!Vlesoamerica and the Southwe:,a.:." _ . . . , ..
"" Braniff: "Diseños tradicionales mesoamencanos y nortenos. Ensayo de mterpretanon .
128 Mesoamérica,Oasisaméricay Ariclamérica Beatriz Braniff Cornejo • La fronteraseptentrionalde Mesoamérica 129
La última fase de este periodo se iniciaría hacia 900 c.lCdurante la cual son En Sonora-Durango. de acuerdo con la información glotocronológica, ha
contempor{meos el Periodo Sedentario e.leSnaketmvn en la regi(m Hohokam sic.lo rota la conexión pima-tepehuán por la intrusión de lenguas tara-cahitas
y los grandes sitios del Cañún del Chaco en la regi(m Anasazi. hacia 1100 dC. De acuerdo con Wilcox,')5 esta conexión era parte de un corre-
En Snaketown y otros dos sitios Hohokam que fueron centros rectores en dor por donde debieron transmitirse todo tipo ele elementos mesoamericanos
ese momento. se encuentran objetos mesoamericanos dentro de las zonas hacia el noroeste. y su ruptura cienamente coincide con los cambios que se dan
más importantes de los sitios. sugiriéndose por tanto que estos objetos fueron en el noroeste. Yo agrego que también coincide con el desmembramiento de
de prestigio y utilizados por una élite local. Estos objetos son los llamados la Mesoamérica Septentrional, y ciertamente debió impedir las actividades del
espejos circulares de mosaico de pirita, algunos de ellos con dL·coraciún al imperio tolteca, cuya clara presencia (Plomizo y figurillas Mazapa) se encuen-
cloisonné (esta última típica de la cultura Chalchihuites). los cascabeles de
tra hasta el norte de Mazatlán. 91
cohre, las guacamayas Y los pericos.~·1 En Pueblo Bonito ( Cai1ún del Chaco) Casi no se conoce la arqueología Cahita, pero la presencia de cerámica de
i
aparecen tam~i~~ los espejos con cloisonné. los pericos, algunas de las for- filiación Casas Grandes del Periodo Viejo, que a su vez se reconoce que tiene
mas ~e la trad,c1on de Occidente. vasijas cilíndricas, trompetas de caracol. una filiación con la subárea Mogollón de Nuevo México, se distribuye hasta
galenas co_ncolumnas cuadradas y otros elementos arc¡uitect(micos de origen el sur de Sonora en la proximidad de Álamos,9' que es la región Guarojío, u~a
mesoamericano. 90
lengua del tronco tarahumara.'x, Es muy tentador sugerir que esta presencia
El origen de varios de estos elementos se encuentra en la cultura de arqueológica coincida con esta intrusión que separa el corredor pima-tepe-
Chalchihuites, en Zacatecas; pero hay que recordar que para 900-1000 c.lCla huán hacia 1100 dC. Para tiempos posteriores y en el noreste de Sonora he
frontera de la• Mesoame' 1·,·c-1 ·· , 1se
Septe n t11onc1 · 11a c.1esp 1ornad<J y a la vez se ha m1-
· ·
• • e ,
identificado la presencia de materiales de Casas Grandes. Esa región en tiem-
~iado_~l penodo de gran fuerza política y econ(Jmica e.leTula. Hidalgo. done.le pos protohistóricos era habitada por el grupo ópata -otra lengua de la sub-
tambien reconocemos la presencia de algunos elementos e.leesa Mesoamé'ri-
división cahita-ópata-tarahumara. He sugerido por tanto, que los ópatas son
ca n~rteña. Es muy probable que estos dos fen(Jmenos ( la presencia meso- los herederos de la tradición de Casas Grandes, 9- y si estas interpretaciones
americana en el 'Suroeste
· de Estad,. · ¡os y en Tu 1a) esten
os· Un1c. - relanonac.los.''
· 1
son correctas podríamos concluir que la tradición de Casas Grandes se iden-
Periodo 3. 1200 a 1550 dC tifica con la subdivisión ópata-tarahumara, pero no con la cahita, puesto que
Corresponde a este tiempo el llamado Periodo Clásico e.le la secuencia los pocos materiales que hasta ahora se han reportado no pertenecen a aque-
~~hokam (para cuando Snaketown ha dejado de existir) y los importantes lla tradición nororiental.
sitios Anasazi que se dan _después de 1200 dC ( Chaco tampoco existe ya) La arqueología del Occidente de México no es muy clara para estos tiem-
dentro de los llamados periodos Pueblo III y sobre todo Pueblo IV. El sitio de pos. Por una parte habría que identificar una fase claramente tolteca, repre-
Paquimé o Casas Grandes. en Chihuahua, es primordial en relación con nues- sentada por la intrusión del Plomizo y figurillas Mazapa que se ~resenta en
tros problemas, en especial_su Periodo Medio, y de éste, Ja Fase Paquimé, Amapa, Nayarit, en la fase Izcuintla (1000-1300 dC). Existen ademas otras eta-
~ue es la de apogeo de la ciudad y que de acuerdo con recientes estudios pas anteriores que también se llaman "toltecas" 98 y que coinciden grosso
tiene una cronología desde 1300 dC a mediados del siglo xv.•12 modo con un sistema mercantil local (en Nayarit y Sinaloa) que Kelley llama
Para estos tiempos ha desaparecido la Mesoamérica Septentrional (excepto el Complejo Aztatlán, sistema que fue la base de una posterior organización
algunas zonas en el suroeste de Guanajuato) y también el "imperio" tolteca. En mercantil que el autor llama el Gran Aztatlán, y que incluiría una red de loca-
los valles centrales todavía no se estructura ni el poderío mexica ni el tarasco. lidades que se extienden desde el Suroeste de Estados Unidos por Occidente
"' Nelson: ·'Pochtecas ancl ... "
.·:,·~':lley: ".'\le~oamerica and ... ": Di Peso, Casas Grandes .... p. 12"i. ,,, Meighan: Arcbaeo!og¡• r!f'Sina/oa ... , p. 7"i4. . . . . . ,.
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130 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica BeatrizBraniffCornejo• Lafronteraseptentrionalde Mesoamérica 131
hasta el sureste de México. Este sistema mercantil incluye la distribución del Para nuestro problema es fundamental la ubicación temporal del periodo
cobre (y de la turquesa) y viene acompañado por el concepto ideológico de de auge de Casas Grandes, que ha sido reconocido como el núcleo de una
la xiuhcóatl, tal como se presenta en la forma estilizada del Azteca l.'"' esfera de interacción tan importante como la del Chaco y que debió coordinar
Existen. sin embargo, varios problemas que confunden las proposiciones: muchos aspectos económicos y políticos en el Suroeste. 108 La reciente revisión
en Occidente, tal como sucedió en la Mesoamérica Septentrional. hay ele- de la cronología de tal periodo de auge. ubica las fases Buena Fe y Paquimé
mentos dentro del Clásico que pueden llamarse prototoltecas; el cobre y la del Periodo Medio en los siglos xm al >.v',IU'} fechas que coinciden con la
turquesa son anteriores en Occidente. 1"" como la turquesa lo es en la Meso- presencia de elementos paquimenses en la región oriental de Sonora. 11ºCoin-
américa Septentrional. 1" 1 Estos dos materiales no han sido reportados para cidl' igualmente con su penetración en la región de Trincheras, al noroeste
Tula, Hidalgo, y es muy probable que su comercio en grane.le sea posterior y, de dicha entidad. la que hemos identificado como una ruta de comercio para
como hemos mencionado, asociado al sistema Gran Aztatlán que incluye a obtener la concha desde la costa. 111
Casas Grandes, Chihuahua, Guasave (Mochicahui1"~) y Chametla en Sinaloa: En vista de que estamos ya plenamente dentro del periodo histórico meso-
Scl:roeder y Moli1:o en Durango; Amapa e Ixtlftn en Nayarit: varios sitios en americano. pronto podremos hacer correlaciones arqueohistóricas emplean-
Jalisco Y M1choacan; Culhuacán, Distrito Federal: Cholula y la región Mixte- do modelos aplicables a las estructuras estatales de la época, tales como el
ca-Puebla, 103 además de Chichén Itzá. 1"' dl'l Sistema l\lundial y los inferidos de las unidades mesoamericanas, como
En varias obras se habla de influencias toltecas en el noroeste equiparán- son la del ··sef1orío.. y del bueitlatocáyot/. 11!
dolas con la Tula de Hidalgo, pero ellas pueden ser referidas a esas fases pro- En Paquimé aparecen varios elementos mesoamericanos, todos ellos
totoltecas del Clásico en Occidente y en la Mesoamérica Septentrional. y aun representantes de una ideología de élite: el juego ele pelota, los cascabeles de
pueden ser identificadas con periodos del Posclásico tare.lío, puesto que cobre, el ya mencionado tezcacuitlapilli y la asociada xiubcóatl estilizada,
entonces perduraron algunos elementos de Tula, como son los "espejos" o vasijas e.le un hombre recostado que recuerdan al chac mool y otras con
tez_cacuitlapilli que llevan un diseño más realista de la xiuhcóatl y que pos- atributos de Ehécatl y Xipe Tótec. la efigie de Tláloc realzada en un cascabel
te~iorment~ a~arecen en Casas Grandes 10' en cobre y turquesa; en la región e.le cobre. disei'i.os que representan a la serpiente emplumada, ritos de
m1xteca. (cod1ces) y en c11· , 1c·h,en I tza,
,, en pmturas
· · de
murales y en espe¡os escalpe, cabezas-trofeo, sacrificio de guajolotes y pericos, trompetas de cara:
mosa1eo de turquesa · ioc, Esos t · so J)fev1v1eron
• • -
en epoca mexica, seguramente col, guacamayas importadas, 11.• mosaico ele turquesa y pirita, cloisonne.
combobu1no de tantos elementos toltecas, y entre los cazcanes de Zacatecas, etcétera. 11 ' A pesar de esta clara impronta mesoamericana en el sitio, otro_s
pro Via em en t e t'am b", ,
ten como ·
una supervivencia de tiempos prototoltecas. elementos de igual o mayor categoría que los descritos pertenecen a la tradi-
olvamos ahora a los sucesos posteriores a 1200 c.lCen el noroeste. En ción del Suroeste de Estados Unidos, entre otros el tipo de arquitectura Y la
cuanto
, . a la región Hohok am, e l g1an · d esarrollo
• ·
local del llamado Periodo cer:.ímica. 11' Es evidente que debemos reevaluar estas similitudes y diferencias
Clas1co. , al parecer no tiene much, as re 1,ctc1ones
,· • con Mesoamenca
, · puesto que con base en las sugerencias de los modelos ya esbozados .
los ob¡et
. d · • , · - . .
os e imp0Itac1on son menos obvios. Disminuye notablemente ' la Es muy probable que estas intercomunicaciones entre Mesoamérica, el
cantidad de cascabeles de cobre y han dejado e.lerecibirse las guacamayas. w- Occidente y el extremo noroeste continuaran hasta la época mexica, pero la
posiciém intermedia del "imperio" tarasco debió interferir grandemente. Para
,,,
,,.,Kelley··."Merchant · f... ..: •S"e1ourne:
· A rqueo / ogw
- del Valle de México Cull
. so
Mount1ov v forres· "The pr 1 ·t' . d . f . . .
• · ¡·· , · -oA , . .:;~
igs. -, - , . . . el siglo xv1, Casas Grandes ya no existía, y los centros de poder se habían
p.
Jalisco, Mexico ..., 133_ · ·
Jlllltllll,
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132 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Ariclamérica
BeatrizBraniffCornejo• Lafronteraseptentrional
deMesoamérica 133
11
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'·'' \'éase capítulo 2.
134 Mesoamérica,
Oasisaméric,1
y Ariclamérica BeatrizBraniffCornejo• Lafronteraseptentrional
deMesoamérica 135
RelacionesentreMesoamérica
y losrecolectores-cazadores y los de Zacatecas y Durangow deberán reexaminarse en razón de nuevas
del norcentrodelpaís investigaciones en la región. que son pocas: en el altiplano potosino y Río
Éstas dehieron ser de calidad diversa a través dd tiempo y en relacic'>ncon la Verde.1.1s y en Guanajuato. 1.;,,
oscilación de la frontera de cultivadores. 15" La interrelaciún entre ~IL'soam0ri- Las interrelaciones entre grupos mesoamericanos y los de la región de
ca y los grupos no asentados del norte de México son teúricamente faciles de cazadores-recolectores del norcentro. se pueden corroborar con base en cier-
definir. pero sólo en la porción norcentral y nororiental de 1\ksoam(·rica. en tos artefactos líticos que son compartidos en la región llamada del Tunal
vista de que el contraste entre esas dos culturas es evkk-nte. Puede c.ktermi- Grande, que es mesoamericana. y las extensas regiones al norte de San Luis
n~rs~ en razón de la presencia o ausencia de un complejo de elementos c.liag- Potosí y sur de Coahuila. 1 "' En esta última se han encontrado varios complejos
nost1cos e.le grupos asentados -cimientos. granos culti\'ados \' cer(tmka-. líticos asociados a cue,·as mortuorias y talleres líticos, cuya asociación con
complejo que a su vez es diagnóstico de Mesoamérica (desde ~l Formativo) otros materiales permiten establecer una primera fase de ocupación (represen-
Y. del Suroeste . de Est'telc>s
· • · lJn1·e1 os·..s·m em ¡x11go. • este complqc· no puede uti-· tada por el taller de Poza Salada) anterior a 1000 dC, y una segunda (repre-
lizarse
. hacia el noroeste, pL1e ·t , ¡
so que, como 1emos c.1escrito · atras. - los grupos sentada por las Cuevas de la Candelaria y de la Paila) entre 1000 dC y 1600 aC.
agncultores se extendieron en forma homogénea a lo largo de los con~edores Los artefactos compartidos con los agricultores del Tunal son los muy espe-
costeros
. del Pacífico y· en el ,a Jt'tp 1,,tno ,,1 ¡o 1argo c.1el somonte ' ·
oriental de la ciales y peque11.os raspadores unifaciales, retocados a presión, generalmente
Sierra ~adre Occidental. Como se apunta atds. ~ en el noroeste no existe 1 1 de calcedonia. que han sido descritos por Aveleyra 1·•1 y Hester. 1ª1 Las formas de
necesariamente
. un c<>ntr-1st
, • e ,,111so1uto entre cu 1t1vadores · ,. recolectores, pues estos raspadores constituyen una familia bien diagnóstica 1·•-1 que incluyen unos
vanos de . ellos se
· conve1·t'1,1n, en Lln t · - 1 ·
o u o 10 segun as circunstannas. ' · de ··media luna'' con base cóncava o recta, otros semicirculares con una espiga,
La_mfon:nació~ que ahora tenemos para esa regi6n del norcentro y y otros con escotaduras laterales. Estos últimos se amarran, y los primeros se
noro~iente sigue siendo limitada. Para el momento de los contactos tenemos pegan con resina a varitas delgadas. a veces decoradas con pintura, que tienen
una
, . ltsta de elementos , co111p-1rt'd , 1 os·-1~i que~ no ¡1an sido · confirmados
·· arqueo- entre 25 y 39 cms de largo. Su función debe ser muy específica y delicada.
log1camente.
. .Para tiempos 'tnt ·· · 1, · f · -
• , e1101es c1 m ormac1on se basa en comple1os · h-- Los de media luna no se registran en las colecciones de Aveleyra, pero sí
ttcos
_ _. que se 1dentific-tn ' . con 1-, JI, , 1- c ¡ 1
,, amae ,1 u tura e el Des1l:'rto. termino que· - en la colección saqueada de una cueva mortuoria cerca de la laguna de
considero hastante . 'tmhigL1c)
' , perc) qL1e en ~ ,,11gun - tiempo
· ut1·¡·Ke- para 111terpre-
· Mayr{m1 '' • En el Tunal se ubican (al parecer) en superficie, en el sitio de Cerro
tar las . colecciones
,~, . del norte , ele M, · , 115 lJ · -
ex1co. · n intento mas reciente es el de · de Silva, San Luis Potosí, 11' en el que se encuentra cerámica de la fase Valle de
R?~nguez. · Considero que estos son trahajos hastante primitivos. el mío por San Luis''" que se fecha en pleno Clásico'•- Rodríguez los encuentra en varias
_ y el de Rodriguez por n<>•ser muy pro t·une 1o, 1·~'- por lo cual considero c¡ue
v1e10 excavaciones en el mismo Tunal, 1ª~ pero no se menciona su asociación, por
los pocos datos . e1ue damos . , , en ad~¡- e an t e son · apenas un pnnnp10. · · · Un gran lo que no puede definirse su cronología.
d
efecto en la mformacion es' la c)n1· · - d e los estuc.¡·10s de la litICa
ision - · asociada· a Los raspadores de base espigada se encuentran tanto en Poza Salada
1
os contextos de gr\1pos sedentarios de Mesoamérica, que impiden por lo como en La Candelaria, 11'' por lo que cubren una amplísima temporalidad. En
~ro~to e~~ander la i_nterpretación general y regional. Los antiguos estudios ... Rodríguez: !.es Cbicbi111ih¡11es; Michelet: Ria \ í•rde... .. • . ..
'" l\lartínez y Nieto: "Distribución de asentamie111os prehisp{micos en la porc1on central del no La1a; Zepe-
soh1e la l1t1ca de la sierra de Tamaulipas, iy, los míos en el altiplano potosino. da: "El desarrollo de un núcleo pohl:1cional ;1sentado en la confluencia de los ríos Lerma y Guanajuato".
'"' llraniff: "Artefactos líticos ... ".
•
::·,
~~ª1~ cafpfí~_tldo1 y Brlaniff: ··De la apropiaciém a la agricultura
IrC 110 :.os reco ectores-cazadores del norte de \léxico"
en d norte de \léxico"
127 J. •· .. · ·
''" Aveleyra et al.: C11el'ade la Ca11delmia.
'" 1-lester: "l-lafted Unifaces from Southwestern Coahuila. Mexico".
area de los recolectores-cazadores
,, !' . ·t·1· \ ¡· 1·. . . . (O)
i
del norte de 'vléxi . , l· .·~ ·... · · pp. ·'. · Y 4 -· 1+~: H~lanones L'ntre el
as ,!re.is urcun\'L't'lll'IS 1111>1(1- >-,7 ''' Rodríguez: Les G'l.1icbi111c•t¡11es. pp. 90-92.
,r.tn1 : .'1.rte actos I11co:-.de San Luis Potosí: ens·1vo tk• sistL·m·it·· .. · · • · · ·- - · '" Hesll'r: "I-lafted Llnifaces ... ".
· Rodrigu z () t ·¡¡ ¡· ¡ · ¡ ·• • · ·
. e : 11 1 uge 11 .11que< e e11usse11rs-cullecte11rs d11 w,rd, du1z.1uon.
11, .. ,. ¡ , . ·¡ · -¡ · , . "' Rodriguez: Outillage lithique ..., p. 182. fig. 12.1.
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cm¡ueológirn .... en prensa .
·· ~pence: .fome Lithic Asse111hlages<!/lrc•stem 1/.acateu,s m1</ !Jlli'Clllr_:u·
F t ... "TI • 1 . •. , . ..- Rodrigul'z: les Cbicbi111c•q11es .... p. 90.
occupaw,n ,,t Zac11ecas and l>urango. \fexini". • · os 1:1. t,ahne 1
lL .onu S.111 ''" A,·eleyra et al.: c..ite/'ade .... pp. ~., r 9-i. l:1m. ,·11a.h.
,,., Rodríguez: !.es C'bicbi111e,¡11e.c .. p. 90.
136 Mesoamérica,Oasisaméricay Ariclamérica BeatrizBraniff Cornejo• Lafronteraseptentrionalde Mesoamérica 137
el sitio de Villa de Reyes, San Luis Potosí, en el Tunal, estl' tipo se encuentra
en toda la secuencia cronológica asociado a cerfünica. por lo que puede
Conclusiones
fecharse desde el primer siglo aC hasta 1200 c.lC,corrobodndose así lacro- Hemos hecho mención de los principales problemas tanto teóricos como
nología de Coahuila. Rodriguez también lo encuentra en sus excavaciones en prúcticos en relación con cada una de las tres propuestas corrientes o direc-
la misma región, 1'" pero hace la misma omisión señalada arriba. cionL's de interrelación entre Mesoamérica y el norte. Es claro que existe una
Los de escotadura lateral se encuentran en Coahuila dentro de las dos notoria descompensación en la información para cada una de ellas. A pesar
fases de ocupación 1' 1 y en el Tunal, en el sitio de Cerrito, Zacatecas. asocia- de las limitaciones. para la interrelación hacia el noroeste existen ya varias
do a la fase Valle de San Luis. 1' 2 alternativas e.leexplicación ele tipo político y económico. Hacia el norcentro
Es claro entonces que las interrelaciones entre estas dos zonas -una y noreste. las interrelaciones han quedado sin ninguna explicación y a un
agrícola Y otra de cazadoresrecolectores- se prolongaron dL'sc.leprincipios de nivel primario ele tipo difusionista. Los diseños teóricos propuestos, que se
nuestra era hasta cuando desaparece la frontera mesoamericana hacia 1200 describen muy superficialmente, son muy importantes puesto que enlistan
dC. Una interesante sugerencia puede derivarse de esa conL'xic'm y es que en los elementos que debemos investigar. pero esto requiere a su vez de una
el taller de Poza Salada -antes de 1000 dC- ya existen puntas con escotadu- amplia discusión enfocada hacia los problemas de México.
ra lateral que son de. flecha , 1' 5 p or Io que este arte facto deb10
· , estar presente
entre los mesoamencanos del Gran Tunal hacia esas fechas. Puntas similares
ª l~s de Poza Salada se encuentran in situ en Villa de Reyes en la fase San Epílogo
Luis, que es del Clásico. i,,
Un e~tL~dio ele antropólogos físicos de cráneos obtenidos por la Misión
La bellísima figura de Tula, Hidalgo, que representa a un coyote de Cl~fª~
fauces emerge la cara ele un hombre. ha sido descrita recientemente. 1' 8 E
Arqueolog1ea Y Etnológica Francesa en Cerro de Silva, San Luis Potosí, corro- barro con el que estú hecha es del tipo iridiscente llamado Plomizo, que
bora la presencia de era'neo s· ( 1o 1Koce
· · ·, f,a 1os· -que es un rasgo norteno-
- y a la
vez otros cráneos revelan un- d f ·, · · proviene ele Guatemala: el pelo del animal y la franja que cubre los ?jos ~el
,, . · . a e ormac1on intencional, lo que es un diag- hombre estún hechos de madreperla; el pelo y la barba del personaJe estan
nostico mesoamencanoe si·n e111IJai·go, 1- · f ·- ¡- ·
,l in ormac10n arqueo og1ca es con-
, • •
hechos ele láminas de abulón. especie que sólo se encuentra en la costa del
fusa. ya qu~ se habla de restos del Clásico, Posclásico temprano y final, que
no se descnben en el texto. m Pacífico, al norte del paralelo 28", Baja California Norte y Alta California. Esta
asociación demuestra 1a enorme potencia· po l'ltlca · y econo1 , n1·c-1
. e de Tula
d. ,
~~s colecciones de Coahuila muestran también conexiones con Meso- capaz de concentrar. en una sola obra de arte, productos de regiones tan is-
amenca
.. ' esta vez con DL1rangc)y Zac'ttec-
, ds,· espec1'f·1camente con ¡)ase en una tantes y tan diferentes en cuanto a su complejidad social. Para explicar e st ª
vasi¡a de calabaza decorada al c/01·· - i,1, E · ·, - ·
.wnne. ste tipo ele clecorac1on es t1pico expansión no sirve el modelo ele úrea cultural -que es el concepto que sub-
de la cultura de Chalchihu1·tes d , t 1Cl;' · · ,
· uran e e as1co, pero se continuo emplean- yace al término de Mesoamérica.
do en Dura_ngo hasta por lo menos 1200 clC. A su vez la calabaza (Lagenaria)
que es cultivada Y algunas fibras de algodón halladas en la cueva 1'º demues-
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Lafronterameridional
de Mesoamérica
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ErnestoVargasPacheco*
,1
1
',I
!j:
iil Introducción
'11
1 La posición geográfica de Centroamérica es singular y privilegiada; sus condi-
ciones son muy favorables tanto para los asentamientos humanos como para
el desarrollo de la fauna y la flora. pues cumple una función de puente y fil-
tro entre bs dos Américas.
Los diversos pueblos que la habitaron se asentaron en bosques tropicales
y selvas altas. en donde compartieron el territorio con el tapir, la danta, el
mono. el puma y el venado, entre otros muchos animales que dominaban
aquellas regiones. Unos proceden ele las partes bajas de los Andes, otros son
de proveniencia mexicana y el resto de posible origen amazónico. Esta diver-
sidad de orígenes produjo también una muy compleja diversidad de culturas,
a la vez que afinidades.
Los arqueólogos' han dividido el territorio centroamericano en dos sec-
tores culturales. Cada uno ele ellos es poseedor de características más o
menos homogéneas; pero se diferencian entre sí ya que uno está más ligado
con Mesoamérica y el otro, con tradiciones sudamericanas. En ambos se
pueden estudiar las características de cada uno de los sectores y a la vez, la
mezcla ele pueblos que se operó en suelo centroamericano. Ambos se enri-
quecieron al incorporar ideas y creencias de otros pueblos; mas no significa
que estos pueblos son simplemente herederos en tanto receptores de la
grandeza mesoamericana y andina, sino que tienen su personalidad.
De los primeros grupos que habitaron la región únicamente se consenran
artefactos líticos y cerámica, sin que se conozca la identidad étnica de los
• 1nvestigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la t':'sA~t.
' Baudl'z: A111ériq11e Ce11/mle: Stonl': l'reco/11111him1 .Ht111
Fi11dsCe11tralAme1ica: \Villev: A11Introd11ctio11
/u A111erica11 Arcbaeology. ·
Mesoamérica,Oasisaméricay Ariclamérica ErnestoVargasPacheco• La íronterameridionalde Mesoamérica 147
146
pueblos. En periodos posteriores, muchas de las culturas localizadas pueden Superior. tales como el mamut. el camello y el perezoso. La presen_ci~ de
estar asociadas a nombres históricos y a grupos talL's como los mayas. lencas puntas de proyectil nos re\'ela la confluencia de dos tradiciones tecnologicas:
y payas. la del norte con las puntas Clovis y la sudamericana con las pt~nta_s··col~1de
Los acontecimientos que se sucedieron en el centro de l\léxico y en otras pescado ... El carúcter de conexión entre norte y sur queda_ as1 ev1denc1ado
áreas afectaron a los habitantes del territorio que se extiende desde el Istmo desde tiempos muy antiguos. aunque las relaciones son n~as claras para los
de Tehuantepec hasta los límites orientales del Darién. en la frontera con periodos nüs tardíos: olmeca. teotihuacano, tolteca y mex1ca. .
Colombia. Cirupos que vivían e.lela caza. la pesca. la recolección de pl~ntas silv~stres
y una agncu · 1tura mnp1ente.)
· · · · que pH· )c.lt1c'1•1n, ·11·tef·1ctos
• • • e.lepiedra pulida Y
Planteamientogeneraldel tema barro. t;tmhi('n han sido reportados para la cueva de Santa Marta sur ~lel :il
Istmo de Tehuantepec y en el Cerro Mangote (cerca d~ _la Babia Pan~a,
Al tratar el tema relacionado con el límite sur de Mesoamérica nos encon- Panam:."t).Alounos indicadores son de naturaleza problemat1ca ya que sug~~-
<> • ., • A , sucede con el hueso petnfi-
tramos con el problema de definir lo que se trata de delimitar. Esto se hace ren la existencia e.legrupos muy temp1.inos. s1 • . ,
con base en una lista de rasgos de presencia o ausencia que deben carac- cado de un perezoso con tres mc1s1ones · · · en · 1·1de '·V" asociado con faun,1
.., t·0111,
terizar a la región como mesoamericana o no. creando con ello confusión. e.Id Pleistoceno en el río e.lela Pasión en Guatemala; las pisadas que a~untan
, , . . • · t con huellas de bisonte,
En lo relativo a las fronteras de Mesoamérica. Kirchhoff2 indicó que la en toe.las direcciones (e.le mas e.le"i0 me11vK1uos ¡un o , .
septentrional se distinguió de la meridional por un grado mucho mayor de venac.lo e.lecola blanca, nutna) . en 1ava y cemu. . ~ • , q tie -ip·irecen
, , en Acahuahn-
movilidad e inseguridad; según dice. esa diferencia se debe a que la frontera ca, cerca del cementerio. c.1e Managua, N'K,11,1gu, " ., -1• En La ' Rama , Departamen-
sur sólo colindaba en un tramo pequen.o con otra úrea de cultivadores supe- to de Usulut[m. El Salvador. también se encontraron huellas ele por lo me~os
riores, en tanto que en el resto de la frontera "eran cultivadores inferiores". cinco seres humanos v huellas c.1e ,·anos • t·e 1·mos.. En la, reoión o
de Costa Rica
Sin embargo. esta aparente estabilidad no se da. ya que existen pruebas de , . . fl ., 1 L· s evidencias para esta
se han encontrado vest1g1os lacustres y uv1.1es. '1 .·
desplazamiento de un grupo por otro. corno lo apuntara Longyear entre , , ' , . l ..,, l feclnmiento exacto; sm
epoca son todav1a problernat1cas Yac. o 1ecen c.e un ' , d
lencas y jicaques. embargo. tocio lle,·a a pensar que c.l1c . 110s, g1.u pos • t e nhn , una economia e
Hablar de la frontera sur de Mesoamérica para épocas muy tempranas es
caza-recolección. . 1 ,, xi·cana
difícil, como lo señalara Willey:' •, . .· " -1 ·e le ·1soc1·1con bs cu turc1sme
A toe.la esa reg1on cent1oame11c,111, s '· ' '· , . 'd
Ciertamente para el Preclásico temprano. el periodo en el cual se origina- ' · . .· , 1 d Mesoamenca· ha si 0
y maya. y se le conoce como la fronteia 011enu e , .' . ', _
ba la tradición cerámica meridional mesoamericana, no tenemos sufi- • , l · , .· , , )O· 1 las evidencias arqueo
establecida por la c.locurnentac1on 11sto11C,l) I ' d. . ,
. . 1 . l dos culturas istmt.is,
ciente información para hahlar de centros de origen o periferias. De lé>oicas. Esta frontera tue creada poi e encuent10 e e , . .
hecho. podría ser que en esa época. la parte sur de lo que sería el úrea b ¡ ·, ¡ , , s·ones 1 culturales pwpias.
una del norte y otra del sur, proc. uc1enc ose expre, . . , ,
, , . , estudiar la natma 1ez,t )
mesoamericana estuviera afiliada más a Honduras y El Salvador, e inclu- Un modo e.leencarar el problema c.le est,l ,11 ea e 5 . .., . E.
. , . d 1- historh y la hnornsuca. sta
so a regiones aún más meridionales. de lo que estaba con el occidente o las fluctuaciones e.lela trontera sur. a traves e ,l ' .' b •
·. ' . ' relatos de los primeros conquistadores, los cronistas españoles y los viajeros
dicha ruptura: ··Por el sur 1, f · ., ·1' '· · ~~~ere'ya se había referido a que recorrieron el istmo centroamericano.
dem , ., 1, 1. ' ..~ 1_onteia e e Mesoamenca parece ser una línea ele
arcac1on a a vez mgu1st1ca y cultunl M,,. , 11' 1 1 , _Hacer una clasificación de las diferentes etapas de la investigación arqueo-
y los miembros exter1·01·es del , . <is.t a e e os mayas. los lencas log1ca en Centroamérica es todavía prematuro; sin embargo, lo intentaremos
· grupo otoman , 1
tener afinidades sudamericanas !in ,i_i' .. ., gue. ~ay grupos que parecen basándonos en los trabajos de Fonseca y Aguilar Piedra- que, con pequeñas
Al respecto Hoit<,dice: · g 15t1 c<1mente. asi como culturalmente." d_if~rencias. tratan ele resumir los antecedentes de la investigación arqueo-
La zona de transición entre Meso-in ; .· , . logICa: uno ele la costa Atlántica y el otro de Costa Rica.
por alguna parte dent. d 1 . -~ ' . lei !Ca Y el Circuncarihe está situada
10 e te111tono entre h f · 1
de idiomas mayas y la f. ' iontera austra del bloque
I ontera 1Joreal del blo 1 . 1· . Losprimerosviajeros(1850-1925)
cual más o menos corre 1 1 f que e e 1c1omas ch1bchas. la
sponc e a a rontera ent. N' El siglo XIX se caracteriza sobre tocio por los grandes viajeros; el ejemplo más
Actualmente están 1·nc1Li·d .
1 os entre est r · ie ¡ ICaragua y Costa Rica.
'
'I
1,
ragua, Honduras y El 5, ¡ d . , d
Guatemala. a va o1' d em·1s
·, os Imites os territorios ele Nica-
'· de una parte pequeña del sur ele
claro para la zona maya y centroamericana es el de John L. Stephens y Frede-
rick Catherwood; el primero hace descripciones de gran colorido y el segun-
1
1
do, dibujos que todavía hoy causan asombro. No por nada se ha llamado a
Los grupos representados en h re ió . . Stephens el descubridor ele un mundo nuevo en el Nuevo Mundo. General-
cos: el pipil proveniente el 1 , 1 ' 1 g n tienen vanos parentescos genéti-
Ant1•¡¡as a Centroamérica· e¡ na . rnat '· el carib e, que ¡¡ega tard1amente,
ele las
mente los viajeros son extranjeros, influidos por la corriente positivista de la
'd
s1 o relacionados con nin ,
, e xmca y el lenca
.
¡ ¡
, que 1asta e momento no han
época; tratan de determinar el grado de desarrollo cultural a través de los
gun ot10 grupo genét'. .. restos encontrados y su interés está dirigido a las piezas mejor acabadas.
mente tenga afinidades con 1 1 ico; e 1 JJCac¡ue. que posible-
grupo hoka· el paya ce e grupo loka; el suhtiaba, que sí es miembro del Muchos de ellos compraban piezas y se dedicaban al coleccionismo para
h ' , uyo parentesco ha siclo 'd . museos, los cuales patrocinaban sus investigaciones. A este grupo se le po-
e orotega-mangue que tien f'l•- .·, · evi enciaclo con el chibcha; el
e 1 1<1c1on
1 que puede tener filiación chibch-1· con el otc 1 - dría denominar los pioneros ele la arqueología.
mapa, . )_mangue, y a familia misu-
cacaopera. Lingüísticament 1 ., ' · el miskito, el sumu y el matagalpa- A fines del siglo pasado y principios de éste, la arqueología se inicia, ya
e a reg1on puede se.1 ¡·1 . l'd el que se tienen reportes que reflejan las técnicas rigurosas de recolección de
que se agrupan con el , , . · e v1c1 a en os grupos: unos
del sur. area mesoamencana Y otros con los idiomas chibchas datos y el análisis ele los mismos. Los diferentes estudiosos se dedicaron a
describir la forma de los artefactos, iniciándose así la caracterización de las
culturas prehispánicas de la región. Entre los pioneros de la investigación
arqueológica en El Salvador están E.G. Squier (1855-1858), Montessus de Ba-
. Antecedentesde la investigación ilares (1890-1891), Karl Sapper (1896), L.A. Rodríguez (1895-1912), Darío
La historia de la arqueología de Centr , , . González 0906), Atilio Peccorini (1913-1926) y David]. Guzmán (1925).
maneras pero resLimi·e d oamenca se puede dividir ele varias
'
Y saqueo Los buscad
n
. el
°
se puec Ie decir . ,
que es una arqueolog1a de pillaje
La investigación arqueológica de Honduras se asocia con Copán y, aun-
· ores e tesoros llat , el . , que se inicia con los primeros viajeros, es en la década de 1890 cuando la
preceden siempre al , ' na os comunmente "huaqueros",
1, . arqueo 1ogo sobre el terreno Universidad ele Harvarcl, particularmente el Peabody Museum, realiza las
as pnmeras noticias que se t' d .: primeras investigaciones científicas del sitio. Establece un contrato con el
forma de vi·da de 1 b , ienen e 1ª region, del ambiente natural la
os a ongenes , sus v1v1en· · elas y costumbres, están en los' gobierno de Honduras para retener el 50 por ciento de los materiales arqueo-
lógicos recuperados.
',. "Systemic
"L I Companson
, · . and Reconstruction"
a engua paya y las fronteras lingüísticas de Mesoamérica .., pp. 150-15 l. - FonsL'ca: "Historia antigua del Caribe: de Panamá, Costa Rica y Nicaragua", pp. 9-36: Aguilar Piedra
( coorcl. ): "El mundo ele nuestros ahorígenL'S."
150 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica ErnestoVargasPacheco• LafronterameridionaldeMesoamérica 151
En Nicaragua trabajaron arqueólogos europeos y americanos tales como Cop{tn entre 1976 y 1978. Le siguen ahí el mismo Bauclez y Sanders con el
Squier 0852), Boballius 0880), Earl Flint (1887). Bransford ( 1881 ). Karl Sap-
gran Proyecto Arqueológico Copán, cuya finalidad era la atracción turística,
per (1902), Lothrop 0920), Lehmann 0926), Fiedrischsthal ( 19,H)¡_
la de investigación científica y la de entrenar personal centroamericano.
En Costa Rica trabajan algunos de los que investigaron en Nicaragua. y a El empleo de la estratigrafía permitió el fechamiento relativo y con ello la
la lista se añaden Alfaro 0889, 1892), Hartmann O 901. 1907) y SpincJen introducción ele la variable tiempo. Este aporte enriqueció aún más los estu-
0915).
dios arqueolé)gicos. posibilitando la explicación del cambio cultural_ con~o
una continuidad y no corno una cadena ele hechos aislados. Existe un m~eres
Losprimerosarqueólogos
(1920-1960) por las secuencias culturales y la clasificación tipológica de los _mate~iales
Muchos de los investigadores mencionados se consolidan como tales durante arqueológicos. Durante esta época también surgen los proyectos fmanc1ados
esta etapa. S~-sig~e con el interés de caracterizar a las culturas precolombi- por otras instituciones cuya finalidad es el rescate del patri_~onio cultural.
nas de la regio~. ~m e'.1~bargo,se utilizan técnicas clasificatorias que p<.:-rmiten Desgraciadamente. la situación política de Centroamenca durante ~st~
estable~er la ?istnbucion regional de los materiales arqueológicos. periodo y el siguiente se agrava, dejando a un lado los intereses arqu_eolog1-
Los mvest~g~dores ?e esta época trabajan, por lo general. en varias partes cos para resolver aspectos más importantes como el político-s?cial ~ el
de Centroamenca Y asi obtienen una visión global de la regi<m. Para El Sal- económico: por lo tanto. para Nicaragua y El Salvador es pobre la mvestiga-
vador se pueden citar a Jorge Lardé, Samuel Lothrop. Stanley H. Boggs, John ción arqueolé)gica.
M. Longyear III, Wolfgang Haber!and, William R. Coe, Franz Termer, Wyllys
Andrews V. En Honduras trabaja la Institución Carnegie de Washinoton v los Haciaun modeloexplicativodiacrónico(1975a la fecha)
arqueólo~os D~ncan Strong, Alfred Kidder II y Drexel Paul. Para ~icar:1gua En los setentas se pone en boga la posición teórica de la "ecología cultural"
Y_Co sta Rica estan Lothrop 0926), Stone 0948) Stirling 0950). Linné ( 1929) y que hace énfasis en la relación hombre-medio ambiente, llevando incluso a
Lmes 0953). '
lo que se ha llamado arqueología ambiental: de ahí se deriva, en la ar~ueo-
Los e studios de este periodo se caracterizan por una falta de profundidad logía costarricense. un interés hacia los patrones ele asentamiento. La 1~ves-
temporal· los arqueo' log t b ·, . .,
. ' os ra a¡an con piezas de colecc1on y se dan los tigación arqueológiQa toma diferentes orientaciones; se hace arqueologia de
pnmeros pasos para la di"vi·si·c-J d 1 ·, , •
, n e a reg1on en zonas arqueo 1og1cas. rescate, arqueología orientada a la solución de problemas concretos._Se h~~e
énfasis en los aspectos de índole histórico-cultural, investigaciones onenta as
Elperiododelosmodelosdescriptivos diacrónicos(1960-1975) a contestar aspectos ele función y dinámica soci~cultu~·al, destacan~,º 1~;
Durante este periodo los estt d. · · patrones de asentamiento, y los aspectos de subs1stenc1a y explotac1on
. • 1 iosos se preocupan por el estahlec11111entode
recursos.
secuencias Y cronologías culturales, así como reconstrucciones histórico-
culturales. Los traba¡·os de ca f d , · A la arqueología se le considera como una ciencia social, cuyo objetivo
, . · mpo son un amentalmente de mdole estrati- principal es la reconstrucción y explicación de los procesos sociales Ycultura-
gra~ica O de ~xca~ación de tumbas; son trabajos ele sitios sin enfoque
les; se recibe fuerte influencia de la arqueología peruana y mexicana ~on
regional; hay mteres_espec_ial en el aspecto de las secuencias y cronologías
algunos de sus exponentes. El arqueólogo no es considerado_como un Cte~-
culturales. Entre las mvest1gaciones arqueológicas ele este periodo sobre-
tífico aislado, porque al entenderse el estudio como algo multicausal ymulti-
salen las ele Haber!and, Aguilar Piedra, Baudez, Bird y Cooke, Lange, Lina-
res, Magnus y Kennedy. variante, la participación de especialistas de otras disciplinas es 1mpres-
cinclible.
En Honduras, B~udez trabaja tanto ei centro como el sur y el norte,
La arqueología de Costa Rica se hace principalmente en dos instituciones:
donde hace excavaciones estratigráficas con la idea de desarrollar cuadros
el Museo Nacional y la Universidad ele Costa Rica. En Honduras se funda el
cronológicos nuevos Ymás completos. Gordon Willey trabaja nuevamente en
Instituto Nacional de Antropología: en El Salvador, el Museo David J. Guz-
152 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica
.Nue_va.• Ant,:11t1aAn-os==========i.F-=-A~
-=.:?ls=-=E!a.:S~A;:::R~g':f~uz.iE~O~L~Ó~;::
penod,zac,_on " calen- Viert'e
per1·oc1,·zación I nte lnter- Vertiente
l · Vertiente
A l' · Vertiente Años
A é Atlántico montano At ánt,co t ant,co Pacífico calen-
par~en:atª regional dáricos Norte Central Central Sur Central dáricos
mán; ambos se encargan de las investigaciones arqueológicas. Durante este
periodo aparecen varios arqueólogos jóvenes y siguen trabajando algunos 1600 1600
extranjeros. 1500 Cartago LaCabaña 1500
Se hace síntesis en donde domina el carácter descriptivo." y hay otros estu- 1400 B B 1400
dios en donde se incorporan nuevos datos sobre patrones de asentamiento y Periodo
VI Tardío 1300 1300
subsistencia, permitiendo a los autores sobrepasar los niveles de la mera pre- 1200 Cartago LaCabaña 1200
sentación de datos. 9 En Ja actualidad se concentran en la explicación de pro- 1100 A A 1100
cesos sociales totales, utilizando un marco teórico materialista histórico. Se 1000 1000
intenta reconstruir la historia y sus relaciones con áreas como Mesoamérica, 900 Curridabat LaSelva 900
Sudamérica y el Caribe. Dentro ele esta corriente está la aplicación del mode- B B
800 800
lo del cambio social propuesto por Vargas,10 que ha demostrado ser útil para Periodo
V Transicional (Sitio (Sitio
700 Voltio?) Parrita?) 700
interpretar las evidencias de la región. Su carácter heurístico es una alternati- LaSelva
óOO Curridabat A 600
va en la necesidad de sobrepasar la tendencia a dirigir las investigaciones por
500 A 500
la reconstrucción de patrones de asentamiento y patrones de subsistencia. __________ElBosque
400 400
B
Bicromo 300 Pavas 300
Regionalización, y cronología
periodificación enzonas11 200 B 200
ElBosque
En cuanto a la regionalización (véanse figuras 1 y 2), algunos autores 11 la han 100 100
A
dividido en dos: la zona de influencia de la tradición mesoamericana y la de aC/dC Pavas aC/dC
tradición sudamericana. La zona de tradición mesoamericana comprende El 100 A 100
Salvador, el centro y el sur de Honduras, la parte occidental de Nicaragua y 200 200
Periodo
IV Bicromo
el noroeste de Costa Rica. La frontera entre los dos sectores norte y sur que enzonas1 300 LaMontaña
300
Barba
comprende la zona, varía según los periodos. B
400 B 400
Baudez 12 formuló una secuencia regional basándose fundamentalmente
500 500
en modos de decoración cerámica, complejos cerámicos y tipos cerámicos Chaparrón
individuales. Delineó los siguientes periodos: 600 600
Formativo
?
700 Barba LaMontaña 700
Periodo I (hasta el 200 aC): Pre-Usulután. medio A A
Periodo II (200 aC-600 dC). 800 ---------- 800
Sector Norte (200 aC-550 dC): Usulután. 900 900
Sector Sur (300 aC-500 dC): Bicromo en zonas y decoración lineal.
Periodo
111 1000 -------------------- ' 1000
Periodo III (600-900/1000 dC).
Periodo 4000 4000
Sector Norte (550-950 dC): Zona de influencia maya. 11
"Ferrero: Costa Rica ... ; Stone: Precolumhian Man in Costa Rica; Torres: A1te Preco/0111hi110ele Pt11w111á.
'' Cooke: "Archaeological Research in Central and Coastal Panama: a review of some prohk•ms": Snarskis: Periodo
1 (Sitio
"The Archaeology of Costa Rica": la Cerámica Precolomhi11a cm Costa Rica: Ce11tml A111erica: n.1e loll'er 8000 Turrialba) 8000
Carihbean. ? ?
'" Citado por Fonseca: ·'Historia antigua del Caribe: de Panamá, Costa Rica y Nicaragua".
11 Baudez: Amérique Centra/e.
Figura 1. Cuadro cronológico para la vertiente atlántica, intermontano
' '·Arqueología de la frontera sur de Mesoamérica", pp. 133-148.
1
central (n:dihujado de Snarkis 1982: 86).
154 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica ErnestoVargasPacheco• Lafronterameridionalde Mesoamérica 155
. 'Británicas
/Honduras a. Influencia teotihuacana (300 dC).
i
L. ■0 Localidades
modernas h. El norte penetra en la baja Centroamérica .
.,. Sitios
arqueológicos
,.,.·"Ñaco \ Fronteras
políticas Imperio y comercio (horizonte Posclásico).
-
,.. a. ' Límileentrela zonade tradiciónmesoamericana
Guate~la LmNaranjOs Honduras
O 10
y lazonadetradición
IOOKm
Sudamericana a. Las últimas etapas de la mesoamericanización.
;-Copán 1,, Com.1iagua
("~• ....,
Ch;~~~pa CihuaÍ)n
LodcVaca•i\asV~s
Yarume1:•Tenampu~' _,...• .J
Baudez y Coe 1·1 delinearon los siguientes periodos para Costa Rica:
Tazumal : SanSaJ\,JdOfº'-; ~~'('_,·"'·""_..., Bicromos en zonas (300 aC-300 dC)
~I Salvador; ¡ ,
Losllanltos&
-
I holu1eca_1 \
o _,.
../ \ Nicaragua Decoración lineal (300-500 dC)
....' \
Policromo antiguo ( 500-800 dC)
'''
''
MarCaribe Policro¡no tardío (1200 dC hasta la llegada de los españoles).
Snarkis 1' organiza una reunión en abril de 1980 sobre la arqueología de
América Centra!, auspiciada por la School of American Research de Sante Fe,
.. Nuevo México, coordinada por F.W. Lange y D.Z. Stone, y dirigida por G.R.
Willey. Ahí se estableció una perioclificación estandarizada para toda Améri-
ca Central:
Periodo I (¿?-8000aC)
Periodo II (8000-4000 aC)
Periodo III ( 4000-1000 aC)
Periodo IV (1000 aC-500 dC)
Periodo V ( 500-1000 dC)
Figura 2. Mapa de la frontera sur. Periodo VI ( 1000-1550 dC).
Nos dice que se prefirió utilizar números romanos para evitar la confusión
Sector Sur (500-800 dC): Policromo Antiguo.
semántica que a veces causan los nombres descriptivos de periodos, Y el
Periodo IV (900/1000-1300 dC).
autor la aplica en su trabajo La cerámica precolombina en Costa Rica, en
Sector Norte (950-1200 dC): Influencias mexicanas.
donde la analiza por regiones.
Sector Sur (800-1200 dC): El apogeo.
Enmarcado dentro del modelo propuesto por Vargas para explicar el
Periodo V (1200-1525 dC).
desarrollo histórico de las sociedades del Caribe, Fonseca 16 propone el si-
Sector Norte: Cultura de Naco.
guiente esquema:
Sector Sur: Policromo Reciente.
l. Modo de producción comunitario simple o apropiador:
Doris Stone, 13 en su trabajo "Arqueología de la América Central", plantea
1. Modo de vida de los cazadores (?-8000 aC).
de manera no explícita la siguiente cronología: 2. Modo de vida ele los recolectores y cazadores (8000-3000 aC), cace-
Los primeros aldeanos (a este horizonte le llama Preclásico). ría y recolección (3000-1000 aC), cacería, recolección y agricultura
a. La primera alfarería (2000 aC). incipiente.
b. Influencia olmeca (1200 aC).
La fachada mexicana (mundo clásico). '' ··Archaeological St·quence in Northwestern Costa Rica··.
p. 14.
,; /.a cerámica precoln111hi11a... ,
" Precolumhian Man Finds Central America. "' ..Historia antigua ... ".
ErnestoVargasPacheco• LafronterameridionaldeMesoamérica 157
156 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica
d) El Petén; frontera entre los dos sectores. norte y sur, varía según los periodos. Com~
e) Zona mesoamericana no maya en Honduras, desde Puerto Cortés hacia , .· t.:-representada por
se elijo. la antioüeclacl del hombre en Centroamenca es a
el sur, valle de Sula, Comayagua, el alto Choluteca; • i:, • 11-. 1
puntas Clov1s y restos de megafauna, 1as 1rne dS rnmana 1
, s ·mpresas tanto en
. r . que
D El oriente de El Salvador, sur de Honduras hasta Managua. Nicaragua; suelo salvadoreño como en Nicaragua e implementos de industria itICa
g) La Gran Nicoya, desde Managua hasta Puntarenas; Pertenecen a vestioios de épocas precerámicas. d
h) Sierra Madre y zona Atlántica: de Puerto Cortés hasta Panamá inclusive; i:, . · • , el lento e-
Los periodos siguientes. que corresponden a la apanc1on Y , .
i) Intermontana central de Costa Rica: de Puntarenas hasta San Isidro; L 1. . ., 1 .· 1e1·asceram1cas, no
sarrollo de la agricultura. a la sec entanzac1on Y a as p 11n . Pa-
j) Gran Chiriqui: de San Isidro hasta Veragua, Panamú. están bien clocumentaclos. Las más antiguas evidencias se localizan en
Resumiendo a Haberlancl 1960, Luis Casasola'Kdice que para el estudio ele nanü: en Monagrillo y Cerro Mangote, en la Bahía ele Parita. ua y el
la arqueología de El Salvador se ha dividido en tres áreas: occidental, central Chude B'tudez que trabaja en Honduras (en el valle de Comayag .
, ' ' . 1 de los entierros
y oriental. Habla del horizonte prehistórico y dice que es prácticamente lago Yojoa. en los sitios Los Naranios), concluye que a gunos . t' n
desconocido; después trata el Formativo inferior, medio y superior, el Clási- con ofrendas individuales asociados a un hacha de jadeíta con cinabrio, es \
. ·¡· , . , olmeca. Asoo,1
co y el Posclásico. Se hace notar que los materiales muestran relaciones con relacionados con La Venta, el gran centro d e 1a ci_viizacion 1 el . cerca de
las tierras altas y con fases del Pacífico de Guatemala, con los pipiles, y se este hallazgo con el Periodo I y lo llama Pre-Usulutan. En El Sa va 01 , .,
. .. el d t ·a una secuencia
reportan también piezas Plumbate y piezas de Nicoya, lo que demuestra la Chalchuapa está El TrapIChe, sitio en on e se encuen 1 . 1, _
, . ' , d , , .· . , alounos k1 orne
gran relación con otras áreas. ceram1ca muy laroa comparable con lc1s e Mesoame11ca, a o
.::-, . . 1 talooado como e 1
Existieron relaciones entre El Salvador, la zona centro-occidental y la tros del anterior se encuentra Las V1ctonas, que se rn ca O , d
costa veracruzana. En cuanto a migraciones e influencias nahuas sobre Cen- sitio más meridional con arte monumental olmeca; sobre un canto rod ª. º.s~
troamérica han sido señaladas por varios autores. "1 talló en cada uno de sus cuatro costados, la imagen de un hombre en ba1orre
,- '"Lafrontera de Mesoamérica en Honduras", p. 120. '" 1'11/le1:i•
<!f"Costn Rica mu/ i\"icarag1u~-
.. .. . • _ . • _ , . ¡ Honduras".
"'"Panorama general de la arqueología de El Salvador". " ·'The Basic Cultures of Central .\menea ; l he Ardueology ol C1:ntr,1l,mt 1sout 1ern
,,, Borhegyi: '"Archaeological Synthesis of the Guatemala Highlands"; Haherland: C11lt11mde la A111áic{I "S1one: Precol11111/Jim1Man.,.
!11díP,ena.Mesoamérica y América Cenlml; Stone: Preco/11mhia11.Hm1...
158 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica ErnestoVargasPacheco• Lafronterameridionalde Mesoamérica 159
lieve. Tres e.le las figuras están e.lepie y una sentada. Est[m dibujadas con
líneas de incisión muy precisas. con articulaciones rec.londeac.las. cuerpos
asexuados, turbantes en forma de casco y pendientes circulares.
La influencia o!tneca se hace sentir fuertemente en sitios de Chiapas. La Vic-
toria, Kaminaljuyú y en la Costa del Pacífico de Guatemala. Aunque La Venta
en Tabasco parece haber sido un centro muy importante. los olmecas no se
circunscribían a una región. Como comerciantes y colonizadores se disper-
saron hacia el norte, el occidente y el sur, llevando su religiém. arte y logros in-
telectuales, los cuales fueron parcialmente absorbidos o fusionados con
conceptos locales por los pueblos con quienes convivieron.
Según Doris Stone, se les llama olmecoides a los olmecas que vi\·ieron Figura 3. Piedra olmeca de El Salvador (redihujado de Stone 1979: 28).
con grupos extranjeros y que mezclaron su cultura con la e.lelos habitantes Figura 4. Influencia olmeca en Costa Rica (redibujado de Ferrero 1977).
originales; la presencia se advierte en la Alta Centroamérica. Los elementos
que se encuentran están en la arquitectura, en el sistema de enterramientos e.lente e.leMéxico y Valle e.leOaxaca, y otros hacia la Costa del Golfo, en don-
y preparación de tumbas, en las estelas y altares esculpidos, en las cabezas de más tarde dieron origen a b cultura olmeca. .
colosales, máscaras e.lejaguar, figurillas con cara e.lefdino o del tipo hal~}'face Las huellas de los asentamientos de ese grupo han quedado en vanos
(generalmente hechas de jade), en el calendario ceremonial e.le260 e.líasy en sitios, tanto en las costas ele Guatemala y Chiapas, como tierra adenti: 0 · Sin
el solar de 365 días. embargo, cabe mencionar que más que en otro tipo de materiales, ha sido en
En cuanto a la cerámica, se ve dicha influencia en los incensarios y teco- ·
ciertos · rasgos e¡e 1a ceramica.
, · por mue 110 tiempo
· · \enti'fi'c·1dos
ic • , co1110olmecas,
mates, pero sobre todo en las figurillas; de éstas, muchas se parecen a las del en donde se puede identificar a ese grupo. Piña Chan piensa que el ~rupo
centro e.leMéxico y muestran anomalías tales como gota y exoftalmía. Otro olmeca entro, por el Istmo hasta el Golfo o por el curso . , u Sl 1macmta.
e¡e 1no
estilo de figurillas son las esculturas de pequeños animales con pedestal, y ,
Las expresiones mas tempranas e1e esa cu 1tura tu\ ier , on luaar
o en San
hombres esculpidos en volumen en la parte superior e.lehloquc:s de piedra. . , .
Lorenzo/' más tarde surgman centros tan importantes como • La Venta y Tres
"
Han sido encontrados cerca de Tres Zapotes, Veracruz, en Tonalá, Chiapas y Zapotes entre otros vanos . del sur ele Veracruz y d e 1 n01•te ele Tabasco. . Sm,
en varios sitios de la Costa del Pacífico, dese.le Chiapas hasta el occidente de embargo ' , las, preguntas mas , nnportantes
. con respecto ,.1 l·.l Presencta
,,
olmeca,
n que
El Salvador (véanse figuras 3 y 4).
en otras regiones de Mesoamérica y fuera de ella son: como Y e
La influencia olmeca también se deja sentir en la arquitectura de Kami-
momento sucedió una posible expansión olmeca. hs
naljuyú y Uaxactún, Guatemala, y en Los Naranjos, Honduras; en el extremo En la región del Pacífico y el altiplano de Guatemala están presenteLs ·,a
norte del lago Yojoa se encontraron artefactos olmecas consistentes en una . . . 1 . . , ele S·1nta UCl
influencias olmecas; baste citar Izapa, Aba¡ Ta¡ahk, a iegion. dL" , ar-in
figurilla, hachas, ofrendas e.lecinabrio y una gran cantidad de tiestos, que se
Cotzumalhuapa y Kaminaljuyu., En toe1a esta reg1on . , se 11·1• suscita so una º '
retenden
remontan a la fase Jara!.
11olémica con respecto a un complejo cultural que algunos auto_re P G. ··ir·cF'
Generalmente se piensa que toe.las las influencias llegan del centro de que es muy temprano y otros piensan . que es poso 1me ca . Miles 11· Y 11 •
aclo a
México hacia Centroamérica; sin embargo. algunas podrían seguir la direc- ic.lenti·t·1·c·1n
a ·!launas 1 . 1 c 1s y le han ._im
ele las escu turas como preo me •, L.· , " "'CUO'l d e 11,ie-
ción inversa. Piña Chan 2' ha venido sosteniendo la hipótesis de que un grupo ' b
L
li¡l
Sin entrar a discutir el problema de las esculturas. Lowe 2•i identifica a los prenden de la belleza de los jades y. aún más, por la falta de exploracwne 1s
primeros habitantes del sur de Chiapas y norte de Guatemala con los mixe- .
de especialistas: los lugares reportados siguen • d o una mcog
sien · , nita para a
1 zoques, y hace entrar a éstos a territorio actual de Guatemala. tanto en la
cultura. teri-
1 Costa del Pacífico como en los altos. Nos habla de un horizonte proto-olme- Por otra parte la opinión de los arqueólogos al tratar el tema se carac
ca y uno olmeca temprano: ' . 1a mayona, d e los hallazgos
11 za por su parquedad, ya que desgraciadamente .
provienen de los saqueadores. Pero a pesar d e no d ispon . er de investiga-
. .
'.I
la relativa semejanza de los conjuntos cerámicos básicos me induce a asio-
nar los sitios de Chiapas y el norte de Centroamérica sea a esferas rebci~- .
ciones . .
y publicaciones ., .
penodicas, es un h ec l10 m
. d'1scut'bl
i e que en terntono
nadas en forma estrecha con los olmecas, sea a superesferas menos relaciona-
v· ·
costarricense, especialmente en Guanacaste, Lmea 1e¡aY las llanuras de San
,
das. y otros sitios simplemente al horizonte temporal correspondiente. Carlos, aparecen periódicamente jades con influencia olmeca.
: l/istmia, arqueo/ogíayarteprebispánico. p. 13.
. lrom
,,, Sharer: "Preclassic ceram1cs - , . EI S,1
Chalchu,1p,1, -. I\ .,a dor. :me
, 1t I1eir
. re l·,1¡·1011.
ships with the l\laya Low-
- ·Dos esculturas poso/mecas del altiplano guatemalteco .., p. 105.
"'La misteriosa c11/t11ra
o/meca. Utinu,s desc11hri111ii'11/os
de esc11/t11raspreo/111ecas ··1-:snil-
e11Cr'11ate111a!t,.- lands .., _ . , . . _ . _ · ..,
turas ohm:co1des en los altos de Guatemala". " Baudez v lkcquelin: Arcbeo/0~1e de Los ,\ma111m, Ho,ulwm, p. -½L. . \ •., o.e
,,, "Los mixe-zoque como vecinos ril·ales de los mayas en las tierras bajas primiti\·as". p. ~Yi. , ' • e ·¡ · -·· 1 •·
'' "Lo~ hahrjacesolmecas de Cos1;1 1c1 : .a 111uenu.1 o meu en, ·1\gu no·s 111ot1YOS
R. ·· tl • de \a arqueo O\l,\"
Costa Rica .
162 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica ErnestoVargasPacheco• LaironterameridionaldeMesoamérica 163
Periodo// aún mús al sur. Posteriores a esta migración hubieron otras, pero con fuertes
Sector Norte. Usulután (200 aC-550 dC) influencias ele las culturas de El Tajín (véase figura 5), que trajeron consigo el
Durante este periodo, el sur de Mesoamérica presenta varios grados ele mar- culto a Tbloc, Quetzalcóatl y Xipe Tótec; estas últimas al parecer fueron más
ginalidad con respecto a la civilización maya del Clásico temprano. Baudez'' agresivas.
nos dice que Copán, aunque es indiscutiblemente maya. conserva sin embar- ' En la parte alta ele Centroamérica, de ocupación maya, se experimenta
go rasgos "arcaicos" con respecto a la periferia. En general El Salvador y Hon- fuerte influencia del centro e.le México; sobreviene un debilitamieftto de la
duras permanecen fuera ele esa influencia, pero siguen manteniendo la élite, y se da un crecimiento del militarismo y una tendencia a establecerse
tradición mesoamericana temprana. La cerámica Usulutún va a ser el factor en lo~ lugares nüs protegidos: se experimenta en términos generales un
unificador de tocia esa región y sus límites al parecer incluyen el norte e.le decaimiento cultural.
Nicaragua hasta Managua. Baudez'' dice que b zona periférica sufre la misma suerte que el área ma-
Sector Sur. Bicromo en zonas (300 aC-300 c/C) ya: las construcciones y la alfarería cesan casi repentinamente en Yarumela,
Tenampúa, Lo de Vaca y Los Naranjos. con excepción de Tazumal-Chal~~ 1u~1-
La gran Nicoya se halla fuera ele Mesoamérica. Los orígenes de esa cerámica.
característica de la región, se deben buscar en Panamá; además se hacen pre-
pa. No es nuestro interés llamar la atención sobre el colapso n:1ªY~
embargo. es interesante resaltar el fenómeno que se da en las penfenas Y ª
1 :·' st
sentes varios rasgos de tradición circuncaribe, como la hamaca, los metates
ceremoniales (que según algunos autores deberían de interpretarse corno repercusión que alcanzó.
La presencia maya al sur queda atestiguada por los jades encontrados en
asientos), las mazas (que se desconocen en Mesoamérica y hacia el norte
Guanacaste (véase figura 6). La Fortuna en San Carlos y en Guácimo, uno de
sólo se conocen en el noroeste ele México, donde fueron exportadas dese.le . , ele g 1·t·
Costa Rica por vía marítima). En cuanto a la iconografía se aprecia una fuerte los cuales tiene e1ecorac1on 1 os ele epocas
, muy t e111pnnas
, , posiblemente
influencia del sur: como el ave-pico, el alter ego, etcétera. En cuanto a los ali- del 435 dc.or,
mentos se sugiere que la dieta básica se basó en tubérculos como la yuca.
aunque no se niega la posibilidad del cultivo del maíz. PeriodoIV (900/1000-1300
dC)
Decoración lineal (300-500 dC) . , . , .· " , oran parte de su
En el Penado Posclas1co (900 dC), la Alta Centroame11c,t) ;:, ' .
., . . . ,· ., ·inopalmente
La gran Nicoya al parecer sigue fuera de Mesoamérica. En general, la base porc1on ba¡a tuvieron una capa extenor de cultura mex1c,ina. P 1 .
. . . . . ., d blos del norte.
económica y los patrones ele asentamiento parecen idénticos a los del perio- en los conceptos relig1osos. La contmua 111f1ltrac1on e pue C'lS
· ., le los o 1me '
do anterior; es decir, hay un gran vínculo con el norte de Sudamérica. muchos de los cuales no querían vivir bajo la dommacion e b eros
. 1 t Pero hu o o
Al final de este periodo se empieza a notar una población mús abundante; histé)ricos
. .' fue responsable
. . ele ello ' al menos parcia men e. e
la vez 10111en-
se aprecia gran importancia en el culto a los muertos; en las tumbas apare- cambios en el Valle de México que trajeron como resultado. Yª d t ·ito-
, ,1 . . ., l l . t ,, aun e 1 en
cen ricas ofrendas y se localizan jades mayas con decoraciém de glifos. ta ron. lo que podna llamarse · a mex1canizac1on e e 1s 111
. 1
º,
.· ·to punto aun
en
rio de Nicoya Mayor. Tales cambios se refle¡aron rn ª uei st , . C ntral
. , , el l 1100 Mexico e
Periodofil alounas
t">
culturas del ocCidente de Panama. Despues e
, - ,
•
, 111 que es t a tr•ms-, ,
de nuevo produjo cambios en toda la Alta Centroamenc,1. ,lL ., .- hu·itl
Sectores Norte y Sur (500/600-900/100 dC) . ., ., . ., l 11 . de cultura Del "
formac1on se deb10 en parte a la reapanc1on e e pue J os
Hacia los fines del Clásico mesoamericano, en Centroamérica aparecen los del istmo_-'-
primeros grupos náhuatl-pipil-teotihuacanos que se asientan no sólo en parte
de Guatemala (Kaminaljuyú, Tikal, Uaxactún), sino también en El Salvador y '' "Art¡Ul'ología ... ". pp. J.¡lJ.J-11. .. ..
•· Ochoa y Vargas: "El colapso 111:1ya.los chontales y X1calango . _ . . ....
""Arqueología de la frontera sur de Mesoamérica", p. 1.37. '" Thrnnpson: "lnforml' sobre un disco dt> pizarra maya encontrado en Co~t-1 Rtc.t ·
.\1011i11Costo Nica. p. 119.
,· StonL': !'reco/11111/Ji(111
Ernesto Vargas Pacheco • Lafronterameridionalde Mesoamérica 165
164 Mesoamérica, Oasisamérica y Ariclamérica
PeriodoV (1200-1525
dC) Zonade tradiciónsudamericana
La ~rontera sur de Meso_amé~icase fija en el Golfo de Nicoya. Durante este Esta zona comprende gran parte de Honduras y Nicaragua, casi todo el terr~-
penado hubo ~uevas m1grac1ones como las anteriores; éstas se hacen por el torio de Costa Rica, con excepción de la provincia de Guanacaste YPanama.
corredor
, - ¡ transitable que era la Costa del Pacífico , en (!on(Ie ¡1an que( ¡a( ¡o Toda esta área no es bien conocida; adolece de investigaciones fragmen-
sena es ~eguras el~ que fue la ruta predilecta de los movimientos migratorios tarias, por ser hasta hace pocos años una región de difícil acceso. 1
q~,e Ile_g~r~n~~s1blemente h~sta Pana~1á_.Según Torquemacla,• 1 el grupo 1 Como dije, los vestigios más tempranos que existen en la región son -~ts
na~uat p1pil-rncarao que proviene de Mex1co, se movía siguiendo una pro- puntas ele proyectil "cola de pescado'' ele tradición sudamericana del Ce~~
fec1a .que les ordenaba establecerse en el lugar donde ¡1-,1¡¡,,1sen .
una 1s· ¡
a con Mangote (4850 a 100 aC). A este periodo se le ha llamado Periodo I (?-2lOOª ·
dos sierras altas redondas
. y que , al decir de ellos mis
, s
1110 . 1·,
, , se cump 10 cuan- El Periodo 11(2100-300 aC) comienza con la cultura de Monagrillo que es
d
o encontraron la isla de Ometepe, Nicaragua ('·Ometepe" ~ _,,l , 1 .· la cerámica más antigua conocida en el istmo. Los artefactos que aparecen
nifica "'dos montañas·'). ' en na rnat · sig- durante este periodo sugieren un mayor énfasis en la utilización de pro?u~~s
Durante el reinado de Ahuízotl y de Motecuhzoma Xocoyotz· , r· , vegetales, tanto de las plantas de recolección, como de las plantas cultiva as
·, h · 1
Ia expans1on m, con muo
ac1a e sur; esta penetración se relacionó cc)n el aspecto comer-
,, .II011cm¡11ít1
l11dia11a(Jihro 111,cap. xU.
por primera vez, como raíces y tubérculos.
El Periodo III (300 aC-300 c!C)sólo está representado en Panamá Yen el
de Costa Rica. El Periodo IV (300-500 c!C), que se conoce con el nombre ( e
st
ErnestoVargasPacheco• La fronterameridionalde Mesoamérica 169
168 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica
Conclusión
Los estudios realizados para Centroamérica no han sido sistemáticos; ex~sten
buenas investigaciones para Guatemala, Honduras, Costa Rica Y Panamha,un
•b'l'dad de acer
poco menos para El Salvador y Nicaragua. De ahí la impos1 1 1
una valoración adecuada del tema. 1 d
Figura 9. Oro ele Costa Rica En cuanto a las perioclificaciones, tal vez las más aceptadas sean ªb., e
(reelibujaclo de Stone 1979). d 1 gión- tam 1en
Bauclez y la de Stone, que tratan de hacer síntesis de to a a re ' bd.vi-
son muy utilizados los términos de Clásico y Posclásico con sus su S 1
Cul~ura de ~arril~s, se encuentra tanto en Panamá como en Costa Rica; a
siones. Empieza a tener mucha aceptación la terminología utilizada p_or• ano-
d~clf de _losmvest1gadores, no se le ha prestado la atención que amerita. Las
ja y Vargas para Venezuela y aplicada para Panamá, Costa Rica Y Nicaragua
d1ferenc1asque se encuentran en los enterramientos sugiere la diferenciación
en rangos y el inicio de los especialistas en artesanías. por Fonseca.·•~
. El Periodo V (500-800 dC) incluye Playa Venado y Curriclabat. Se carac- '' Snarskis: "Excavaciones-estratigráficas en la \'ertiente atlántica de Costa Rica", P· 15.
tenza sobre todo por el tipo de enterramientos; se encuentra tanto en Panamá " "l listoria antigua del Caribe: d~ Pan:imá. Costa Rica y :\icaragua". p. 29.
170 Mesoamérica,
Oasisamérica
y Aridamérica Ernesto
Vargas
Pacheco
• LafronterameridionaldeMesoamérica 171
Desde el modo de vida semicultor (300 ac~soo dC) encontramos una pro- vechan y crean sus propias manifestaciones culturales. La ~e?ión centro-
ducción agrícola que había incorporado los productos asociados a la misma. americana estuvo sometida a una fuerte influencia de Mesoamenca, de Suda-
La presencia comprobada del maíz avanzado y del frijol sugieren la práctica mérica y del Caribe; los estímulos se sienten en forma direc~a en muchos
del policultivo propio de este complejo, el cual incluye a las calabazas; aspectos, pero también hay que tener en cuenta q~1e, a traves _de_Cen~ro-
aunque la evidencia recobrada para este periodo es escasa, apunta hacia el américa, Mesoamérica recibe estímulos del sur no solo en la ceram1c~, sm~
origen de la sociedad de rangos. El modo de vida siguiente será el cacica!, al también en otros aspectos que se deberían tener en cuenta para explicar e
que hemos dividido en dos partes, ya que los cientos de años involucrados pasado de la región.
y la evidencia recobrada, parecen indicar un proceso de consolidación y
aumento en complejidad del modo de vida. El cacicazgo que los españoles Bibliografía
encontraron parece haber sido, definitivamente, diferente al de los primeros
tiempos. AGt:ILAR PIEDRA,Carlos: Guayabo de Turna. . lba: A 1queo
. , de un sitio indígena pre-
1ogza
Es comúnmente aceptada la división del istmo centroamericano en dos l,,1·s:háJzicoSan Tosé. Editorial Costa Rica, 1972. , . 1 d' e
sectores, cuyas influencias son la mesoamericana y la sudamericana, inclu-
J r : "Asentamientos
__ · · . ,
10d1genas ,
en el area central de Costa R'tea " , America n zg -
yendo en la actualidad también la influencia del Caribe. Entre las influencias 11a,v. 34, 1974, pp. 311-317. tano Central de
___ : "Relaciones de las culturas precolombinas en el lntermon .
del sector norte se enumeraron la de los olmecas, que jugaron un rol directo 1976
Costa Rica", Vínculos, v. 2. n. 1, San José, Museo Nacional de CoSta Rica, 'pp.
en el desarrollo de algunas culturas de Centroamérica durante el Preclásico
medio. Posteriormente la región va a vivir a la sombra de la cultura maya. 76-86. , ,, . . G eral de Costa Rica, v. I,
_: "El mundo de nuestros abongenes , Historia en ·
Nicaragua y Costa Rica constituyen una frontera entre ambas influencias
1988. . . . ., .d Congreso Interna-
y se desarrollan culturas autónomas. La situación cambia en el siglo IX con la r) \l s·E'R "Los bab¡1j,acesolmecas de Costa Rica , Acfaj e·133
C·u'los: Ri a ,~
J, -- • < • b· de Costa e , 19 9 ·
llegada de los chorotegas y los nicaraos; entonces se llega al apogeo, existe cional de Americanistas, San.José, Imprenta Lehmann, Go terno , d C ta Rica",
un aumento de la población, se desarrolla la artesanía, se crean estilos nue- __ :"La influencia olmeca en algunos motivos de la arqueologia_ eM.0 .steri·o de
--- - . . S Jose ims
vos y se extienden las relaciones comerciales. Ju.forme semestral del Instituto Geográfico de Costa Rica, an •
Algunas de las influencias del sector de tradición sudamericana podrían Obras Públicas y Transportes, 1961, p. 401. M di Geneve,
BAllDEZ, Claude F.: Amérique Centra/e. Les Editions Nagel, Archaeology un '
ser el consumo de la yuca, el pejibaye, un tipo de maíz de origen sudameri-
cano, sacrificio por decapitación, metates en forma de jaguar, cabezas-trofeo 1970. . Guanacaste, Costa
_ : "Recherches archéologiques dans la Vallée du Tempisql~e, , . Latine, 18,
y algunos tipos de escultura. En la metalurgia también se da una influencia Rica". Travauxet Mémoires de l1nstitut des Hautes Etudes de l'Amenque
impo1tante. Por último en la cerámica se encuentran dos tradiciones: una del París, 1976, p. 401. , . ,, . nteras de Mesoamé-
norte de Colombia y otra de Venezuela. -- __: "Arqueología de la frontera sur de Mesoam~nca , Lasft~ olo ía. t. 1, 1976,
La frontera fue variando con el transcurso del tiempo. Una de ellas podría rica. XW Mesa Redonda, México, Sociedad Mexicana de Antiop g ·
localizarse en Honduras a lo largo de la frontera con Guatemala; abarca una pp. 133-148. . México, Mission
estrecha faja e incluiría El Salvador, al oeste del río Lempa. Ésta siempre ha _____ y Pierre Becquelin: Archéologie de l?s Naran!os, Ho 11dura~~lléction Etudes
Archéologique et Ethnologique Fran,;a1se Mex1que, 1973,
sido parte de la esfera mesoamericana. La segunda comprende el oriente de
El Salvador, el occidente de Honduras y el noroeste de Nicaragua. Y, por últi- Mesoaméricaines, v. 11. • Costa Rica". Akten
mo, la tercera, que abarcaría el noreste de Honduras y la parte sur de la Gran
_ _ y Michael D. Coe: "Archaeological Sequence m N01t~1we 5tem 366_373.
des 34.International Amerikanisten Kongresses, Horn-W1en. 1962 · PP1· H' hlands",
Nicoya (Nicaragua y península de Nicoya en Costa Rica). . .. 1 1 . 1 Synt 11es1s
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. o f the Guatema a . (eds.
X!ille ig ). v. •
11
Aunque se reciben influencias del norte, del sur y del Caribe, a veces es Handbook of Middle American bzdians, R. Wauchope Y G. R.~ Y
difícil distinguirlas; no son simples herederas de esas culturas, sino que apro- Austin, University of Texas Press, 1965, pp. 3-58.
172 Mesoamérica,
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sociedades
al Preclásico
1
Losprimeros pobladores
delactualterritoriomexicano
-------- --- ----~ ~------
LorenaMirambellS.*
Introducción
Como consecuencia del descubrimiento del Nuevo Mundo, de América, los
conquistadores y primeros colonizadores se enfrentaron al problema de sa-
ber quiénes eran sus habitantes y de dónde procedían, que es lo que inten-
tamos presentar en forma sucinta, y a la vez comprensible, para todos
aquellos interesados en el apasionante tema de los primeros pobladores de
América y de México, de la cultura que tenían al internarse en el continente,
misma que fueron modificando y adaptando al nuevo hábitat.
Sin lugar a duda, fue el jesuita José de Acosta quien, en el siglo XVI, tuvo
una clara visión sobre el problema, empezando nuevamente a esbozarse
inquietudes concretas hasta mediados del siglo x,x, con dos tendencias: la
que sostenía que el hombre americano era autóctono y la que afirmaba que
procedía del Viejo Mundo, de Asia.
Indudablemente es hasta este siglo cuando resurge el interés sobre los
primeros habitantes del continente y ele México, aunque algunas hipótesis
sufren un retroceso debido a las teorías del investigador Alee Hrdlicka, quie?
rechazaba tocio tipo de restos humanos por considerar que no tenían la s_ufi-
ciente edad geológica. Para Hrdlicka el continente había sido poblado recien-
temente, aunque aceptaba que procedían de Asia y que habían llegado por
el estrecho de Bering.
Al respecto hubo otras investigaciones, como las del portugués M~ncles
Correa, las del argentino Ameghino y posteriormente las del antropologo
francés Paul Rivet, cuya obra fue publicada por primera vez en 1943, las que
fueron muy impugnadas por carecer de bases científicas.
• lnvt>stigadora dt> la Suhdirl'cciún de Estudios Arqueológicos del 1:--:AH.
178 De lasprimerassociedadesal Preclásico LorenaMirambell• Losprimerospobladoresdel actualterritoriomexicano 179
Mencionar a todos los investigadores que han hecho aportaciones sobre el Cenolítico. dividido en inferior y superior. y el Protoneolítico; en este últi-
el tema sería tedioso y sólo citaremos aquellas que estimamos de gran rele- mo se advierten cambios notables. como la aparición de una agricultura
vancia, como la del gran investigador mexicano Pablo Martínez del Río. incipiente. aunque los grupos siguen siendo cazadores-recolectores nómadas
quien en 1936 publica la primera edición de su obra Los orí¡¿enes americanos, o seminómaclas. con artefactos líticos ya muy especializados y el empleo más
un estudio amplio, pero desalentador por lo poco que al respecto se conocía profuso de materiales de origen orgánico.
en esas fechas. Nuevas ediciones de esta obra salen a la luz en 1943 y en
1952, siendo la última la que consideramos de mayor valor. También es digna
de recordarse la obra del investigador español Luis Pericot: El hombre ame-
Elpoblamientoamericano
ricano-Los pueblos de América. Mucho se ha dicho y discutido sobre el poblamiento del continente ameri-
Investigaciones recientes permiten precisar las fechas del poblamiento ini- cano y son varias las teorías al respecto. No obstante. abundar en todas ellas
cial de América, que se efectuó por el estrecho de Bering hace 70,000/60.000 es insistir en tratar ideas obsoletas. carentes de bases científicas. pues en la
años, cuando los primeros cazadores-recolectores se desplazaron al Nuevo actualidad se tienen sólidas investigaciones que fundamentan el paso por el
Mundo, como se verá, dado que el medio ambiente era el mismo en el estrecho de Bering hace 70.000/ 30.000 años: por tal motivo nos limitaremos
noreste asiático, en Beringia y en Alaska, en la cuenca del Yukón. medio que a comentar en forma bre,·e algunas de ellas.
estaban acostumbrados a explotar para obtener lo requerido para subsistir. La polémica respecto al descubrimiento de América y al origen de sus ha-
Si esta primera migración ocurrió hace 70,000/60.000 años, el poblamien- bitantes ocupó varios siglos. desde fines del x,· hasta prácticamente el >-.-VIII,Y
to del continente llevó milenios, pues con certeza sabemos que llegaron al la información al respecto es copiosa. Sin temor a equivocarnos, uno de los
extremo sur hace 12,600 años y a México hace 35,000 años. planteamientos más congruentes de esa época, concretamente del siglo xv1,
Estos primeros habitantes traían consigo una cultura, la cual evolucioné) y fue el del jesuita José de Acosta, quien al respecto nos dice:
caracteriza la llamada Etapa Lítica. Así, veremos someramente cuál era su ... tengo para mí que el Nuevo Orbe e Indias Occidentales no ha ~1rncho
economía y alimentación, tipo de casa habitación. vestido. creencias reli- que las habitan hombres y los primeros que entraron en ellas, mas eran
giosas. lenguaje, etcétera, aunque sobre algunos aspectos son muy escasas salvajes y cazadores ... y que aquéllos aportaron el Nuevo M~mdo por
las informaciones.
haberse perdido de su tierra y por hallarse estrechos y necesitados de
Lamentablemente los estudios de la etapa cultural que nos ocupa no se buscar nue,·a tierra y que hall:.índola comenzaron poco a poco a poblarla.··
han desarrollado en México en la forma deseada, tal vez por ser un país con De estos indicios y de otros semejantes se puede colegir que hayan pasa~
una arqueología monumental grandiosa. Son pocos los investigadores intere- do los indios a poblar aquella tierra. más por camino de tierra O de ma1.
sados en esta etapa y sus distintos horizontes, y en consecuencia. escasos los o si hubo navegación no fue grande ni dificultosa ...
sitios excavados y más reducidos los que han sido fechados por la técnica del ... por una parte sabemos ... que ha muchos siglos que hay h~mbr~ 1s ~n
radiocarbono y la hidratación de la obsidiana, por lo que en términos oene- · · Esc1·1tL1ra e a1.t-
estas partes y por otra no podemos negar lo que 1a D1vma 11on1-
rales la prehistoria de México es aún pobre. n .· er
mente ense11.a,de haber procedido todos los hombres de un P11111 1, d
La Etapa Lítica en México va de 35,000/30,000 a 7,000 antes del presente. hre. quedamos ... obligados a confesar que pasaron los hombres de_ª~ª e
aunque en algunas zonas del norte llega hasta hace unos 300-200 años. En , . , .. , , ·no vinieron
1...uropa, o de Asia. o de Atnca, pero el como y por que ca 1111
este periodo tan largo, más de 25,000 años. se observa una clara evolución
todavía lo inquirimos y deseamos saber. .. 1
cultural y así se pudo establecer una periodización, es decir. una división
Durante e 1s1g · 1o XIX surgen teonas
, con supuestas "lxts,es. c1·entíficas"., entre
interna en horizontes con base en las características del material cultural, del " .
material lítico básicamente, el que por sus particularidades es el que mejor se las que destacan dos: una sostiene que Ios primeros
. l1a1)1·tan tes procedian de
ha conservado. Los horizontes que se establecieron fueron: el Arqueolítico, ' An,sla: / /isturia ,\'{lfllmly .\fura/ de las !11clias. pp. --¡'; y 6:\.
LorenaMirambell• Losprimerospobladoresdel actualterritorio
mexicano 181
180 Delasprimerassociedadesal Preclásico
J.
\
LorenaMirambell• Losprimeros
pobladores
delactualterritorio
mexicano 183
182 Delasprimerassociedadesal Preclásico
12,500 a 11,000 aP; posteriormente tenemos el subestadio glacial Valderense extremo sur-. el hombre tuvo que modificar y ajustar sus técnicas; sus arte-
de 11,000 a 7,000 aP, y después sólo hay pequeños avances y retrocesos de factos fueron adapt:índose a los nuevos ambientes, exceptuando quizá sólo
los hielos hasta nuestros días.' aquellos que cumplían con funciones básicas como son el corte y el raído. 6
Durante las épocas de glaciación, el hielo que se acumulaba sobre los Los movimientos de los pueblos cazadores-recolectores-pescadores son
continentes (pues en Europa y Asía también hubieron glaciaciones) era agua lentos. sobre todo cuando hay abundancia ele recursos, pues no hay razón
que se inmovilizaba y se restaba a la masa de los mares, con lo que el nivel para emprender largas caminatas hacia lo desconocido sin una necesidad
de éstos descendía en la proporción que marcaba el hielo acumulado sobre los imperante: pero por los hallazgos realizados sabernos que l_le~aron a~ ex-
continentes. En cambio, al devenir una deglaciación se iniciaba el ascenso tremo sur del continente hacia 12,600 aP y vemos que el mov1miento migra-
del nivel de los mares. torio se efectuó durante miles de años.
El fondo del estrecho de Bering es de escasa profundidad (40 m), y hay En relación con el poblamiento y ya dentro del continente americano, hay
pruebas para asegurar que cuando el mar descendió 50 m. ambos conti- también varias teorías. Entre ellas tenemos aquella que supone que se efec-
nentes -Asia y América- quedaron unidos por una gran llanura de la que tuó a lo largo ele la Costa del Pacífico, ahora sumergida, pero que en aquel
sobresalían dos montañas que actualmente son las islas Diomeele. Cuando el entonces estaba expuesta por el descenso del nivel del mar. Aunque al pare-
mar alcanzó su más bajo nivel, entre 100 y 110 m menos que ahora, afloró cer resulta una teoría lógica, esto es imposible por la presencia de un tipo de
una masa terrestre ele cerca ele 1,000 km en su eje mayor-norte-sur, que se glaciar característico ele esta zona. Es el llamado ''tipo Malaspina", que se pre-
conoce como Beringia. senta en la parte occidental de las Rocallosas y sale por los valles, formando
Así, la posibilidad de llegar al continente americano a pie enjuto por su una línea continua ele lenguas ele hielo que llegaban hasta el mar. Así, todos
extremo noroeste cruzando por el puente emergido -Beringia- queda clara- los valles costeros estaban ocupados por glaciares que se unían unos con
mente establecida en el transcurso de un máximo glacial. ya que no hay que otros formando un borde continuo desde Alaska hasta el actual territorio del
olvidar que el hábitat era igual en el extremo noreste e.le Siberia. que en Estado ele Oregón en Estados Unidos."
Beringia o en la cuenca del Yukón de Alaska. En esta forma. grupos humanos También se ha planteado que el poblamiento fue a través de un corredor,
pasaron de un continente a otro sin saberlo. Este gran territorio en el que entre el famoso casquete lauréntido que ocupaha todo el Canadá y parte de
podían deambular estos cazadores-recolectores presentaba las mismas condi- Estados Unidos. y los glaciares que descendían de las montañas Rocallosas
ciones climáticas y recursos explotables; fue hasta que empezaron a penetrar por su parte oriental. Aunque no se tienen pruebas contundentes de _laexis-
más hacia el sur cuando descubrieron realmente un nuevo territorio. con tencia de dicho corredor en toda esa longitud, sólo se sabe que la cubierta de
clima, flora y fauna distintos, a cuya explotación tendrían que adaptarse. hielo no fue total, que había decenas de kilómetros libres de hielos y que la
modificando sus técnicas adquisitivas. posibilidad de supervivencia en estos sitios era muy difícil, ya que si las zo-
Estos primeros pobladores de América, en el transcurso de los siglos. de nas no estaban cubiertas ele hielo. lo estaban por extensos lagos. .
los milenios y cada vez más alejados de la zona ecológica de origen. lograron Podríamos seguir escribiendo al respecto ampliamente, pero considera-
un desarrollo independiente ya que el medio ambiente al que se enfrentaban, mos que es importante concluir que, con base en las fechas de los halla~gos
el que tenían que explotar para sobrevivir, era muy diferente, inclusive nus.: ,,111t·1guos del continente. · vemos que el paso no pudo efectuarse
. durante
¡
menos inhóspito. El grupo humano que llegó a América traía consigo un el Woodfordiense (22,000/12.500 aP), pues desde etapas anteriores ya 1ay
patrón cultural específico. el de una zona ártica, adaptado a ese ecosistema. grupos humanos en Norteamérica, en México y en el Brasil, y hacia fines de
Al adentrarse en el continente americano, con su diversidad geográfica y ese periodo ya habían alcanzado los terr~t~r~os ocupados actl~alm~n:~ por
ecológica -tan diferente entre el extremo norte, los trópicos. el ecuador y el Perú y Argentina. Tan sólo queda la posibilidad de que el pnme1 p,lso se
J
LorenaMirambell• Losprimerospobladoresdelactualterritoriomexicano 185
184 Delasprimerassociedadesal Preclásico
mente al mismo lugar, ya con la certeza de lo pródigos que eran. Esto se ha muchos testimonios sobre este aspecto, y sólo sabemos q_ue para exttaer
· 1 l laraos p-ira tirar frutos Y que
podido comprobar a través de la excavación de distintos niveles de ocu- raíces usaban un palo aguzac lo, simp es pa os . º . ' .. ,
pación, pues es factible conocer por restos de origen animal o vegetal que llevaban una bolsa, tal vez hecha con tiras de piel_o fibras entrete¡idas, __ p~r~
colocar lo recolectado. Respecto al tipo de flora existente conocemos gr~l~~as
aparecen en asociación con artefactos y otros tipos de evidencia de actividad
humana, la época del año en que estos asentamientos se efectuaban y su al estudio del polen fósil y al hallazgo de semillas, el:
fragmen~os de d1st~-
duración. Así podemos decir que cada grupo tenía sus terrenos de caza que tos vegetales y artefactos manufacturados con matenales de ongen vegetal,
eran reconocidos por los otros, ya que no existía la propiedad privada, el tipo ele plantas existentes en cada momento.
"LL'roi-(;ourhan: Los cazador<'.,· de la prebistoria.
"Lorenzo: ··Etara lítica en l\orte y Centroamérica. Sobre orígenes del hombre americano··.
extrapolando y por analogía podemos considerar que las había como en el temas rad1ocrono og1cos como e , , ' l 1proceso ele m . tegr aci·o'n de susL
Viejo Mundo, como entre los neandertales. Rara vez se tiene la suerte de conjunto ele la cultura. lo que se ela a travese e
encontrar un esqueleto humano completo; sólo se localizan fragmentos y materiales. . . c·a de una etapa cultu-
dientes. Los entierros eran dispuestos tanto al aire libre como en las mismas La periodización citada se basa en la laiga exi sten 1 tros los manu-
cuevas; quizá en ocasiones simplemente abandonaban el cadáver en el ral representada en su mayoría por artefactos líti~os ya quetoles 'por ser de
. . ·el y fibras vege a ,
camino. Para un entierro se excavaba una fosa de cierta profundidad y se tacturados en hueso, madera. cm teza, P 1 un criterio tec-
, . 1
origen orgarnco, rara vez 1an perc u , , l r·1do· se fundamenta en
t'bles 11
depositaba el cuerpo con sus objetos personales (conchas, collares, cuentas
, · on poco percep 1 ·
y objetos de piedra en general). nológico, ya que el social y el economico s oeste del conti-
., 1pezar en e 1nor
No conocemos con detalle sus creencias religiosas, pero estamos seguros Durante esta etapa cultural, que d e b 10 en ' 11 , 1 actual territorio
de que las tenían, aunque debieron ser muy primarias, una adoración a la nente americano hace 70,000/60,000 años Y que eg?b1ª qtie haya habido
naturaleza (sol o luna, lluvia, rayos, truenos), pues la dependencia hombre-na- - ¡- ·coy comprensi e '
mexicano hace unos 35,000 anos, es ogi ºd . da en los restos
• , !tura! ev1 enoa
turaleza era muy estrecha. Sin duda profesaban el animismo y creían en la cambios y tuvo que haber una evo 1uoon cu ' ' . , n de esta época,
. . 1 . 't" os de ocupaoo
existencia de espíritus poderosos que eran venerados como divinidades. de cultura matenal que se obtienen en os si 1 d 1 ateriales tratan-
Respecto a expresiones artísticas, en México tenemos tanto pinturas . . d 1, '1lisis e os m '
a través de meticulosas excavaciones Y e anc Lf 1, . habidos (y tam-
, . mor
do ele establecer los cambios tecno log1cos Y
O 0a1COS
rupestres, como grabados en piedra, conocidos corno petroglifos. 0
Hasta aquí hemos visto generalidades acerca del poblamiento del con- bién hasta cierto punto, los sociales). ll se suma a lo frágil
tinente americano y del modo de vida de los primeros pobladores, conc- , , . f . n esc1sos· e o
Los primeros habitantes ele Mex!Co uew :, : , por la que no han
retamente de lo que se ha llamado la "Etapa Lítica" . 1º Esta etapa, que en ele las huellas de esta reducida Ydispersa poblacio 1n, iazonndolas condiciones
otros continentes se conoce como Paleolítico, es aquella en la que el hom- ' . días sa vo cua
llegado sus restos culturales hasta nue st10s ' ' ie se cuenta para la
bre no producía alimentos, etapa que precedió a la del descubrimiento de . , d l rtefactos con 1os qL L .
son excepcionales. La mayona e os ª d . di·a los líticos, 1unto
la agricultura, al inicio de la sedentarización y a la manufactura de objetos ., lt ral son 1os e pie ' ·
reconstrucc1on de esta larga etapa cu u . 1 . d·is las trazas de ah-
, , 1 s piedras ca cma ' ,
cerámicos. con restos tales como los 11ogc1res, ª . . , anatómica.
. ¡ dº sos y sm re 1ac1on,
mentas, los huesos ele arnma es iv~r O 7 000 aP, aunque en algu-
Losprimeroshombresen territoriomexicano . d hasta casi 2 anos ' ·
°
La Etapa Lítica va en nuestro pais de 3_5 ,00 0 , ~ ' aP Tiene divisiones in-
nas partes del norte se ext1en e ' . stablecidos con base en
En México este tipo de estudios no ha tenido el desarrollo deseable, sin eluda ternas a las que se les ha denominado honzonte~, e
por la abundante arqueología monumental con la que se cuenta sobre todo . l l't" y en su cronologia.
la morfología del matena 1 ,co . , bl . s· el Arqueolítico es el
, el 'b 1 honzontes esta ecic1o •
en el área cultural conocida como Mesoamérica, la que con su esplendor A continuacion escn
d , ,
os °
ológicamente va e c. 3 ,
d 5 000 a 14 000 aP con
' '
opaca a las primeras etapas culturales, que por otro lado requieren estudios más antiguo de to os Y cron
interdisciplinarios y una metodología de investigación de gran rigor científico.
11 Lorenzo: La etapa lítica e11Jléxico; l\liramhell: --1,aetapa lítica··.
1" Lorenzo: La etapa lítica en J'v!Jxico.
191
LorenaMirambell• Losprimerospobladores
delactualterritoriomexicano
Delasprimeras
sociedades
al Preclásico
190
Arqueolítico
duración de unos 20,000 años aproximadamente. Se caracteriza por la
presencia de artefactos de gran tamaño; los más comunes son los tajadores y , ......
'· ..... _
las tajaderas, o sea fragmentos de roca o guijarros a los que, por la técnica de '·-. --~·-·-. \
·,.,
percusión directa, se les extrae una serie de fragmentos -lascas- para tener ¡
\.,.1·"·-.,.
un borde cortante. Si las lascas se extraen por una sola cara, la dorsal, se les \
\
conoce como "tajadores" y si es por ambas, dorsal y ventral, como "taja- '\
deras". Se conoce como lasca al fragmento de piedra desprendida. por per- '·,
cusión o por presión, de un fragmento de roca conocido como núcleo y que
presenta una longitud siempre menor de dos veces su ancho. Además una Golio
lasca presenta una serie de características como son: un talón y un bulbo de de México
percusión, o sea el punto en el que se recibió el impacto que las desprendió.
Además de las lascas, son abundantes las piezas conocidas como navajas,
es decir, los fragmentos que presentan una longitud dos veces mayor al
ancho máximo. Tanto lascas como navajas por lo regular presentan huellas
lOO ,oo bOO 800 1000
de uso o ligeros retoques. También son muy numerosos los fragmentos de
desecho de talla, por percusión, que por sus características no fueron em- ; -
pleados para la manufactura de artefactos; tal vez sólo hayan sido utilizados
como herramientas para uso inmediato porque presentan un buen filo. Figura1. l\lapacon los sitios del Arqueolítico .
También se advierten artefactos de tamaño medio , tallados en forma alter- (sitios fechados por C14). Tomado e.le:Lorenzo, 1987a.
na, lasqueo por las dos caras presentando un bifacialismo incipiente y ya 1. Laguna Chapala, B.C.N. 4. Tl.ipacoya, Edo. de l\lcxico.
2. El Cedral. S.L.P. 5. Caulapan. Pue.
están presentes verdaderos artefactos, como son los raspadores, las raederas 6. Loltún, Yuc .
.3.Chapala-Zacoako.Jal.
y los denticulados. 12 7. Teopisca-Aguacatenango, Chis.
De este horizonte se conocen los siguientes sitios: Laguna de Chapala,
Baja California; rancho La Amapola, Cedral, San Luis Potosí; Chapala-Zacoal- restos de actividad humana. Siendo ésta una zona semidesértic~, res~lta com~
co, Jalisco; Tlapacoya, Estado de México; Caulapan, Puebla; Loltún, Yucatán, p1~nsible que al manantial, ahora seco, llegas~ ~a fau~a loe~ la a retar, t:l
y Teopisca Aguacatenango, Chiapas. Todos han sido fechados por la técnica
del C1"(véase figura 1), excepto Chapala-Zacoalco,Jalisco, Loltún, Yucatán y
hombre a beber y ambos a obtener una presa factl,_razon, poi
abundancia de restos óseos animales, aunque un OJO de agua p
un e:~~~11:;
Teopisca-Aguacatenango, Chiapas.
sitio peligroso. ., d' . , , ti'al esporádicamente, a aprovisionarse
El sitio Rancho La Amapola, El Cedral, San Luis Potosí es el más reciente-
mente excavado y se localiza en el norte-centro de México en una cuenca 10
El l b ·e deb10 acu n ,11manan
m ~ 1 , 1d b' ,J emplear recipientes naturales como son los bules
de agua, ~arn_ o cu:1. e t( ua·es (Crescentia a/ata o e cujete) o bolsas
endorreica (o sea cerrada), en la que se encuentran nume1'.osos sitios fosi-
líferos del Pleistoceno. En esta cuenca abundaban los manantiales, algunos (Lagenana sicer~~t~), ~osci~rt~s animales. Su estancia debió ser corta, y si
de los ·cuales perduraron hasta principios de este siglo. Así los trabajos hec_has co_nla:d~~fc7;1:a:ar algún animal para alimentarse, ahí mismo debió
arqueológico-paleontológicos se realizaron en un viejo manantial, ahora tema opo1tu111 a .l omo P'lrece que fue el caso de un hogar localiza-
p repararlo Y consumir o, e ' , f f l d
, 1da de excavaciones, cuyo carbon ue ec 1a o
seco. en el que había numerosos restos óseos animales y madera, junto con ' •
do durante la primera tempor, d b 'd
50 + 1 600 a P. Este hogar estaba formado por tarsos e pro osc1 eo,
"!'vliramhell y Lorenzo: --Materi;1leslíticos arqueológicos ..: Brézillon: la dénu111i1wtio11
des ol~¡etsde pierre en31,8 - ,
tail/ée.
192 De lasprimerassociedadesal Preclásico LorenaMirambell• Losprimerospobladoresdel actualterritorio
mexicano 193
y al centro se advirtió una clara mancha de carbón de alrededor de 30 cm de tugas dulceacuícolas (Kinostenzon): estas últimas indican la presencia de un
diámetro y 2 cm de espesor. La posición ele los restos óseos y el carhém no cuerpo ele agua.
dan lugar a duda de que es un hogar producto ele la actividad humana. Vemos que la fauna del rancho La Amapola, El Cedral, indica un ecosis-
Este sitio ha producido una enorme cantidad de restos óseos de fauna tema diverso y sujeto a graneles cambios climáticos. Uno ele los objetivos de
fósil extinta y reciente, representada básicamente por dos grupos de molus- su estudio es el establecer lo ocurrido en el área durante los últimos 40,000
cos y vertebrados; de estos últimos, todas las demás clases se encuentran re- ai'l.os, y desde luego caracterizar la fauna misma. 13
presentadas, excepto los peces. Cerca de 20 especies ele moluscos ele la Las excavaciones en este sitio se llevaron a cabo de 1977 a 1984, y fue du-
Familia Pupillidae se han reconocido; estos animales son de hábitos terrestres rante las dos últimas temporadas cuando se localizaron restos de siete hoga-
y tienen requerimientos muy específicos por lo que son buenos indicadores res más, ele los cuales sólo fue factible fechar cinco por técnicas de
ambientales. En_est~ sitio se ha recuperado una columna estratigráfica com- racliocarbono, los que van de 37,694 ± 1,963 a 21,468 ± 450 aP. Esto significa
pleta y su estudio dio como resultado una secuencia de cambios climáticos que hasta el momento éste es el sitio de ocupación humana más temprano
en cerca de 40,000 años.
localizado en México.
El te,n~r esta columna es de gran importancia, ya que una parte de los En relación con los artefactos, tenemos un raspador discoidal fechado en
r~stos f~sil~s enco~trados proceden de escombro, es decir no fueron loca- 33.300 ± 2,700-1,800 además ele otros de hueso y líticos de fechas no clara-
lizados zn sztu, no tienen procedencia estratigráfica precisa. Esto no sería un mente precisadas, quedando unos entre 20,000 y 17,000 aP, y otros entre
probl~m~ grave ~i los restos no fuesen tan diferentes, pues la fauna encon- 9,000 y 8,000 aP.
trada mdica ambientes distintos, es decir, hay presencia de animales de cli- Estimamos que algunos colegas investigadores puedan impugnar estos
mas fríos y cálidos.
fechamientos y aducir. en el caso ele los hogares, que son restos de fuego
Esta ~ezcla de _f~una señala cambios sucedidos en el área bajo estudio. naturales; pero hay que considerar la rareza de una agrupación de siete en
Tenemos mformacion de que hacia 30,000 aP el clima era más frío y húme- un área reducida. y la localización de los mismos en el borde de un canal que
do que el a~tual, Y por ello la presencia de dos tipos de meteoritos: Microtus comunicaba al manantial con una laguna que se formaba con los excedentes
pennsylvanzcusy M. mexicanus, roedores propios de ese clima y que actual- ele éste en las épocas de gran pluviosidad. Consideramos que las pruebas son
mente no se encuentran en el área.
fehacientes ya que junto con los hogares aparecen fragmentos de_huesos
Como i~dicadores de ambientes cálidos se identificaron tapir y glipto- quemados de animales pequeños, no identificables, y por desgracia no se
dont~ ,eTapzrus sp. y Glyptotherium florídanum), aunque este último denota localizaron artefactos asociados, aunque han siclo obtenidos en otras partes,
tamb1en zonas pantanosas, y la presencia de mastodonte (Mamut ameri- en las mismas capas estratigráficas donde se localizaron los hogares. 1·1 En
canum), la de un bosque poco denso, probablemente conviviendo con los fecha próxima se continuarán las excavaciones en este sitio a fin de corrobo-
roedores. Los caballos (Equus, con varias especies), los mamutes (Mam- rar tocios los hallazgos.
1~2~tthus)con t~na ~ola especie y los antilocápriclos que aún no han siclo iden- También tenemos hallazgos ele este horizonte en las riberas del Lago de
tificados, nos i?dican presencia de praderas o áreas abiertas. De mamíferos Cha pala y en Zacoalco, Jalisco, consistentes en hueso trabajado por corte,
se han reconoci_d? ~l~ededor de~? especies y 25 géneros. Como se advierte, la pulimento y perforación, que están muy mineralizados. .
mezcla es de dificil, mte~·pretaci_on, pero al estudiar su presencia junto con Otro sitio correspondiente al Arqueolítico es Tlapacoya, del que mfor-
la de moluscos, sera factible delmear el panorama ambiental del sitio. maremos brevemente, pues ya hay varias publicaciones al respecto. 1' Concre-
. Otros grup~s de vertebrado~ pre~entes son las aves, los anfibios y los rep-
'' Óscar J. Polaco, comunicación personal. .
tiles. De los primeros, el material aun se encuentra en estudio, habiéndose " Lorenzo y Miramhell: "Informes ele la segunda a la séptima temporadas de excavaciones en El Cedral,
reconocido únicamente la presencia de aves de presa. Los anfibios están San Luis Potosí. .
". Lorenzo y Miramhell (coords.) Tlapacu_¡•a:35.000 c1110sde bistoria del lago de Cba/co; l\'hraml~elL
representados por un solo hueso, y los reptiles, por víboras, lagartijas y tor- ··Excavaciones en un sitio pleistocénico en Tlapacoya, Estado de l\1éxico"; "Excavac1one~ en sn1os ple1stocen~_-
cos y pospleistoc(•nicos en Tlapacoya Estado de 1\Iéxico"':"Tlapacoya: A Late Pleistocene S1te111Central /Vlex1co.
194 De lasprimerassociedadesal Preclásico LorenaMirambell• Losprimerospobladoresdel actualterritorio
mexicano 195
tamente las excavaciones se realizaron en los alrededores del cerro del mismo pacoya II. que lamentablemente carece ele talón. razón por la cual estamos
nombre, en el Estado de México, cerro que se localiza al sureste de la Cuen- faltos de información respecto a la tecnología. Este artefacto ha siclo fechado
ca de México, al sur de la Sierra del Pino y en la orilla norte del viejo lago de indirectamente. pues fue localizado próximo de un tronco de árbol fechado en
Chalco. Este lago fue desecado durante la segunda mitad del siglo x1x, pero 23.950 ± 950 aP. lo que no significa que tenga la misma antigüedad, pero sí
en la época que nos ocupa contaba con agua suficiente para hacer que en una muy cercana. ya sea poco antes o poco después.
ocasiones el cerro quedase como una isla, y en otras como península, cuyo Este artefacto y los tres mencionados en el párrafo anterior, por ser de obsi-
istmo se unía a la ladera sur del Cerro del Pino, ello con base en las fluctua- cliana, fueron sometidos a un estudio por el método ele hidratación, llegán-
ciones climáticas y estacionales. dose a la conclusión ele que a la navaja ele Tlapacoya II no se le puede asignar
Fueron en total 18 los sitios excavados y en el conocido como Tlapacoya una fecha más reciente que la que le fue dada. En términos generales a estos
I, cala Alfa, se localizaron tres hogares y artefactos líticos manufacturados artefactos se les puede atribuir una edad aproximada de 22,000 años aP. 10
tanto en la roca local como en obsidiana, material este último alóctono al También en la cala Beta de Tlapacoya I se descubrió, en la zona de playa.
área. Los hogares son indiscutibles restos de actividad humana, pues se un raspador que por su forma general hemos denominado discoidal. Está
encontraron en una playa de cantos rodados que fueron removidos para manufacturado sobre una lasca de cuarzo, material posiblemente de origen
obtener el espacio necesario para hacer o mantener el fuego. Estos "claros'' epitermal local. Se trata de un claro artefacto ya que presenta retoques sobre
de aproximadamente 1.15 m de diámetro tenían en su interior abundantes la cara dorsal en casi la totalidad del borde, y en la ventral, sólo uno somero
restos de carbón, y al lado de ellos, restos óseos animales sin relación anatómi- v secundario. Este artefacto muestra los bordes redondeados ya que estuvo
c~, muchos de los cuales ya han desaparecido de la Cuenca de México (por ~ometido a la acción del agua. Procede del mismo horizonte en el que
e¡emplo el oso americano, el venado cola blanca, un venado fósil y otros). aparecieron materiales elaborados tanto en la roca local como en obsidiana.
Además, en el centro de uno de estos hogares apareció un artefacto lítico Este sitio, como otros del mismo horizonte, no presenta abundantes mate-
de obsidiana. Las cenizas y los carbones de estos hogares fueron fechados riales líticos, pero los restos ele hogares y ele comicia evidenciados por los
por la técnica del C1\ dando como resultado fechas de 24,000 ± 4,000 aP y amontonamientos ele huesos de animales ele distintas especies no clan lugar a
21,700 ± 500 aP. duela respecto a la presencia humana en la Cuenca ele México hacia 22,000 aP.
Los materiales líticos tallados en la roca local son simples lascas y navajas De este horizonte también han sido localizados los sitios ele Laguna ele
muy burdas, crudeza no producto de desconocimientos tecnológicos, sino Chapala, Baja California. en cuyas terrazas se advierten distintos niveles
debida a la mala calidad de la materia prima, una roca ígnea de fractura irre- donde se han encontrado artefactos ele piedra. Una de las terrazas, la segun-
gular que da como resultado artefactos que debieron cumplir funciones pri- da. aproximadamente 9 m sobre el nivel de la laguna, fue fech~1da_en14,610
marias de corte y raído. En este sitio ciertamente existió un taller en el que se ± 270 aP. Los materiales encontrados son artefactos grandes: b1fac1ales Y las-
modificaban tanto los cantos rodados locales, como fragmentos ele roca del cas junto con tajadores y tajaderas. En realidad no se tiene mucha evidencia
cerro, taller asociado a la presencia de un grupo humano que fabricaba arte- pues sólo se han hecho excavaciones menores. i- _
factos simples para uso inmediato. En el sitio Caulapan, al norte de la presa de Valsequillo. cerca ele la_Clll-
Del mismo horizonte tenemos un escaso grupo de materiales elaborados clad ele Puebla fue localizada una raedera sobre lasca en una capa aluvial, a
en obsidiana, simples lascas de desecho de talla y una pequeña punta lanceo- la que se ha a~ignado una fecha ele 21,850 ± 850 aP; gracias a que la capa
lada que recuerda aquéllas denominadas ··Lerma"; pero como sus extremos estratigráfica en la que se localizó contenía abundantes restos ele moluscos,
están rotos, la hemos denominado "lermoide". Esta punta no tiene una fue factible fecharla. 18
antigüedad precisa; fue localizada al estar limpiando un horizonte de playa, ,, ( ;arl'Ía-Il:trcena: "Algunos aspel"lOScronológicos", PP.-219-224. .. .. . ·. .
,. Arnold: "Late Pleistocene allll íL'CL'nl change 111 Iand lorms. chmate ami archaeolog\ 111 Centul B<1pC.t-
fechado en 15,000 aP, por lo que le hemos asignado la misma. Un hallazgo
lifornia ". • · \" 1
significativo fue una navaja prismática de obsidiana procedente del sitio Tia- ,, Szaho el al.: ·•l)ilemma Posed h,· l ·ranium-series Dates on Archaelogical Signilicant Bones lrom a se-
quillo. l'LIL-hla, México··.
196 De lasprimerassociedadesal Preclásico LorenaMirambell• Losprimerospobladoresdelactualterritorio
mexicano 197
1
el estado de Morelos, del que sólo tenemos una información reducida y muy
dudosa, ya que únicamente ha sido efectuada una pequeña excavaci6n que dio
como resultado la obtención de algunos artefactos de hueso, al parecer de
-
4 • , ....
Cenolítico
inferior
Golfo
de México
OcéanoPacífico
l. El Plomo, Son. ]3. Rcho. Pimas y Algame, 23. San Sehastián Tepona-
Figura 3. Artefactos característicos del Cenolítico inferior. 2. S:tsahe, Son. Son. huastian, Jal.
.3.Rancho Colorado, Chih. 1➔• Tostiota, Son . 24. Zacoalco y San Marcos,
pescado" de filiación suramericana, tipo que en este sitio aparece en aso- Comondú en Baja California Sur: Cochise en Baja California Norte, Sonora,
ciación con puntas "Cl<?vis" · 2 ' norte e.leChihuahua: Periodo Forrajero en Chihuahua; la Cultura Las Nieves
El Cenolítico supenor ya queda dentro del Holoceno o Reciente (el cual en Chihuahua y Coahuila: los complejos Jara y Mayrán en Coahuila; las cul-
se inició hace aproximadamente 10,000 años); para estas fechas la fauna turas Caracoles y Las Chivas en Durango y Zacatecas; los complejos Nogales,
pleistocénica está prácticamente extinguida y resurge la recolección. Al pare- Ocampo y la Perra en Tamaulipas. y varios complejos costeros también en
cer se inicia en forma muy rudimentaria una cierta ·'clomesticación" como Tamaulipas (véanse figuras 5 y 6).
aprovechamiento selectivo ele plantas, entre ellas la calabaza. el chayote. el Correspondientes a este horizonte también se han encontrado concheros
chile, el amaranto, el maíz, el aguacate Y tal vez el frijol. Desde luego la caza en la Costa del Pacífico. Estos grupos, que dependían temporalmente de los
continúa, sobre tocio de animales de tamaño pequeño y mediano -conejos, productos marinos, plantean todavía problemas culturales pues no han sido
venados, tuzas, entre muchos más- y la habitación sigue siendo la misma: lo suficientemente estudiados.
cuevas y campamentos al aire libre.
Finalmente. después ele 7,000 aP y hasta aproximadamente 4,500 aP, tene-
Durante este horizonte en general tenemos que además de las puntas mos el horizonte denominado Protoneolítico 2' y lo podemos considerar como
citadas, perduran tipos que vienen clescle el anterior (raspadores, raec.leras. un horizonte de transición cultural; se caracteriza por el inicio de una inci-
denticulados, tajadores, tajaderas, etcétera), aunque con grandes mejoras tec-
piente agricultura, aunque la dieta básica sigue dependiendo de la caza Y la
nológicas. Los artefactos líticos se siguen elaborando por medio de la técni-
recolección, ya que los productos agrícolas aún no llegan a ser alimentos
ca de percusión, directa o indirecta; hacen su apariciém los percutores
básicos. Hacia 6.000 aP se cultivaban en el área conocida culturalmente como
blandos -hueso, asta Y madera, proporcionando a las piezas características
Mesoamérica: Phaseo!us acutifolius. frijol; Amaranthus, alegría; Capsicum
distintas-; surge una nueva técnica: la presión, así como la del desgaste en
annu111n, chile; y hacia 5,000: Phaseolus uulgaris, frijol; Cucurbita mixta.
sus fases de abra_sión Y_pulido. Estas innovaciones tecnológicas dan como
calabaza y Gos::,)piumhirsutum, algodón.
resultado una me¡or calidad del instrumental lítico. A fin de obtener un mejor
En este horizonte, la vicia ele los grupos humanos empieza a tener cam-
enmangado se desbastan los bordes laterales del tercio inferior e.lelas puntas,
bios considerables, sobre todo ante la necesidad del cuidado de los campos
dando formas pedunculadas sin aletas. Como producto ele la técnica del des-
gaste tenemos la aparición de los primeros instrumentos ele molienda: muelas cultivados, lo que obliga a una seclentarización real, al menos ~urante algl'.-
nos meses del año, quizá no de todo el grupo, ciando lugar as1 al estableci-
y morteros (localmente se les conoce como metates y molcajetes). La mate-
ria prima para la man:ifactura de artefactos líticos en general es semejante a miento ele las primeras aldeas. . . ., , .
la del honzonte anterior, pero se advierte un mayor cuidado en la selección Sitios correspondientes a este horizonte, en el que se 1111c10 un cambio
ele la misma. Tecnológicamente vemos que hay grandes cambios, no sólo en trascendental, dese.le el punto ele vista cultural, que con el paso ~e los siglos
cuanto a la manufactura ele artefactos líticos, sino que se empiezan a elabo- sería el que ciaría lugar a las altas culturas mesoamericanas (no as, en el norte
rar con fibras vegetales, redes para carga, bolsas, cordeles y lazos. ele México. donde muchos de estos rasgos culturales se conservaron ha st a
Los sitios correspondientes a esta etapa son ya más numerosos y están hace pocos siglos) son: Cueva de la Golondrina en Chihuahua; los comple-
mejor caracterizados; entre ellos tenemos: San Isidro en Nuevo León; San jos Repelo, Nogales y la Perra en Tamaulipas; Guadiana en Durango; Ma-
Nicolás en Querétaro; el centro de Veracruz; la Cueva del Tecolote en Hidal- tanchel en Nayant;. San N1co · l'as en Q uere't aro,• el centro ele Veracruz· , el
go: los sitios ele Santa Isabel Iztapan I y II en el Estado ele México; El Riego, Tecolote en Hidalgo; Chicoloapan, Tlapacoya II, IV y XVIII, en el Estado de
México; la Cueva ele!Texcal, Coxcatlán y Abejas en Puebla; Tecpan, Guerre-
Abejas y Coxcatlán en Puebla; Tecpan en Guerrero; Guilá Naquitz y Cueva
ro; Yanhuitlán, Cueva Blanca y Guilá Naquitz en Oaxaca; Santa Marta Y Chan-
Blanca en Oaxaca; Santa Marta, Los Grifos, Aguacatenango y Chantuto en
Chiapas; y los Complejos San Dieguito, en Baja California Norte; Cultura tuto en Chiapas (véase figura 7).
'' García-Bárcena: ··¡ ;na punta acanalada ele la Cueva de Los Grifos. Ocozocoautla. Chiapas··.
,, Lorenzo: La etapa lítica e11 _l/¡ixico: i\liramhell: --1.aetapa lítica·•.
202 Delasprimerassociedades
al Preclásico LorenaMirambell• Losprimeros
pobladores
delactualterritorio
mexicano 203
Cenolítico
superior
Kilómetros
*VIII.Compls. Nogales, Ocampo y la Perra, Tamps. Figura 6. Artefactos característicos del Cenolítico superior.
IX. Comps. costero, Tamps.
'V- ~ l;j ~ ♦t
-'~ ""
Protoneolítico
·-._, -.,
\
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\.'\ ...........
.•A
'
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'
Golfo
f t • f' ,.
200 400
OcéanoPacífico
600
Kilómetros
800 1000 ' -~ ...
-------
'4. Complejo La Perra, Tamps. '14. Abejas, Pue.
'5. Guadiana, Dgo. '15. Tecpan, Gro
'6. Matanchel, Nay. '16. Yanhuitlán, Oax.
7. San ;liicolás, Qro. '17. Cue,·a Blanca, 0;1x. Figura 8. Artefactos característicos del Protoneolítico.
'8. C. de Veracruz, Ver. • 18. Guilá Naquitz, Oax.
9. El Tecolote, hgo. '19. Santa Marta, Chis.
10 Chicoloapan. Ello. de Méxirn.
Conclusiones
factura de objetos cerámicos cuya cocción debe haberse iniciado en hornos Llegar a conclusiones sobre un tema tan amplio como el presentado, resulta
abiertos de oxidación para después emplear los cerrados de reducción. En difícil cuando los trabajos científicos prosiguen, pues el potencial es conside-
fin, en estas pocas cuartillas hemos abarcado casi 30,000 años en los que los rable y en ellos están involucrados numerosos investigadores ele distintas
habitantes ele México alcanzaron considerables avances sociales, económicos especialidades y países, tanto ele este continente como de Asia, sobre todo
y culturales, creando las bases para el desarrollo ele las altas culturas. 2 (>
los soviéticos en el noreste ele ese continente, quienes han hecho valiosas
aportaciones, al igual que tocios los de este continente, desde Alaska hasta
, ,,, Lore~zo: La etapa (ítica en México; "Etapa lítica en Norte y Centro América"; Miramhell: "La etapa lítica": Patagonia (véase figura 9).
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LorenaMirambell• Losprimeros
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de Tapiay JudithZuritaNoguera• Lasprimeras
EmilyMcClung sociedades
sedentarias 211
210 Delasprimerassociedades
al Preclásico
.!
212 De lasprimerassociedadesal Preclásico EmilyMcClungde Tapiay JudithZuritaNoguera• Lasprimeras
sociedadessedentarias 213
Al mismo tiempo, la mayoría de estos modelos han sido desarrollados con provocar el desarrollo ele una nueva economía de subsistencia; propone, en
base en evidencias de diversas regiones del Cercano Oriente. Por consiguien- cambio, que fueron los factores demográficos los que condujeron a la pro-
te, muchos de sus elementos no resultan muy adecuados para aplicarse al ducción de alimentos. Argumentó que dos factores pueden inducir cambios
caso de Mesoamérica. en la composición de la población:
En los años cincuenta, Childe8 propuso el primer modelo explicativo del ori-
a) Una explosión demográfica interna, o
gen de la agricultura, que trata de contestar dónde, cómo y por qué surgió.
b) una presión externa, como resultado de inmigraciones desde otras
Él definió este momento como la transición de una economía de apropiación
regiones, en donde el exceso de población pone en riesgo el equilibrio
hacia otra de producción de alimentos, llamándola "Revolución Neolítica".
entre habitantes y recursos disponibles.
Childe elaboró la llamada "teoría del oasis", en la que propone que un
cambio climático al final del Pleistoceno provocó la desertificación de una Binford sugirió que la agricultura surge en regiones donde existe presión
gran parte del Medio Oriente. Las comunidades de flora y fauna, y los grupos demográfica externa; esto es, en las llamadas zonas de "tensión adaptativa", 11
humanos se congregaron en las zonas húmedas alrededor de los "oasis", en en las que:
donde establecieron relaciones simbióticas para asegurar su supervivencia. a) La precipitación es baja;
La domesticación de plantas y animales por el hombre es vista así como el b) la vegetación predominante es ele xerófitas 12 potencialmente domesti-
resultado de la intensificación de estas relaciones simbióticas. cables, y
Posteriormente, autores como Braidwood 9 y Binfordw argumentaron la c) el equilibrio entre población humana y medio se ha roto.
insuficiencia ele evidencias para postular un cambio climático drástico al final El papel del crecimiento demográfico y su consecuer..te presión sobre los
del Pleistoceno. Al rechazar las posiciones ele Chilcle y Braiclwood, Lewis R. recursos como causa potencial de la agricultura alcanzó su máxima expresión
Binforcl expuso uno de los primeros modelos ele presión demográfica para en el planteamiento de Cohen, 1-1 quien sostuvo que el conocimiento del cul-
explicar el origen ele la agricultura. Binford parte de la idea de que las pobla- tivo de plantas es universal y está al alcance ele todos los cazadores-recolec-
ciones prehistóricas de cazadores-recolectores se encontraban en equilibrio tores, quienes conocen perfectamente su medio. No necesitan inventar la
con su medio ambiente. En consecuencia, no necesitaban más recursos de agricultura, pues ésta consiste en la aplicación sistemática ele una serie ele téc-
subsistencia de los que podían encontrar en el hábitat en que se hallaban, nicas ya conocidas; la agricultura se origina en el momento en que los gru-
por lo cual no estaban impelidos a buscar recursos adicionales. Este equili- pos ele cazadores-recolectores necesitan practicarla.
brio sólo se puede romper cuando ocurre uno de los siguientes fenómenos: Cohén compara las ventajas y desventajas tanto ele la economía de caza-
a) Un cambio en el medio ambiente físico que provoque una reducción recolección como de la basada en la agricultura, concluyendo que la única
de los recursos naturales de una región, lo cual resultaría en la dismi- ventaja que presenta la agricultura es la capacidad de producir una mayor
nución de los alimentos disponibles, o cantidad de alimentos por unidad de espacio en una misma unidad de tiem-
b) un cambio en la composición de la pGblación, la cual al crecer se acer- po. Por lo tanto, la agricultura puede sustentar a poblaciones más densa~. No
ca al límite de la capacidad de carga del ecosistema, desestabilizando obstante, la calidad de la dieta resulta inferior, por ser menos vanacla.
así el equilibrio previo. Además, las actividades agrícolas requieren de una mayor inversión ele tra-
bajo. Partiendo de este razonamiento, Cohen concluye que la ag~icultura s~
Binford refutó la idea de Childe sobre modificaciones en las condiciones
practicaría únicamente en virtud de una necesidad de mayor cantidad de ah-
medio-ambientales al final del Pleistoceno, ya que no existen evidencias con-
vincentes respecto a cambios lo suficientemente importantes como para " En el planteamiento de Binforcl se postula la existencia de zonas óptimas (que cuentan con _a_b~n?ante~
y variados recursos de subsistencia) y zonas marginales _(conmenor vanedacl y abundancia). En est~ ultuna, la
'Childe: Los orígenes de la ciuilización. "tensión adaptativa" se da cuando un exceso de po~lanon reqmere de una mayor cantidad ele recursos ele sub-
'' Braidwood: 'The Agricultura! Revolution". sistencia ele los que puede proporcionar la zona baJOcond1c1ones naturales.
"'Binford: "Post-Pleistocene Adaptations". " "Xerófitas·· son las plantas adaptadas a climas secos.
1 • Cohen: La crisis ali111e11taria
dí' la prebistoria.
¡,
.1,
mentas. Según su interpretación, las evidencias arqueológicas indican que la tores no se adaptan a zonas ecológicas enteras y, en ocasiones, ni siquiera a
agricultura tuvo sus inicios en diversas áreas del mundo, casi al mismo tiem- microambientes, sino a una serie reducida de plantas y animales cuya exten-
po, hace aproximadamente 10,000 o 12,000 años. Dicha necesidad sólo puede sión atraviesa varios medios. Estas actividades forman la base de una serie de
explicarse por medio del crecimiento demográfico. Una vez que la ·'pobla- sistemas de abasto.
ción máxima" de un territorio ha sido rebasada, no se puede mantener el En el caso del centro de México, propuso los siguientes componentes de
nivel de vida anterior y se requiere de fuentes adicionales de alimentos o de la base de subsistencia: el maguey, en la estación seca; los cactos, al final de la
una intensificación en la productividad de fuentes ya existentes. 1• 1 estación de secas; las leguminosas, en la estación de lluvias; el conejo cola de
Byrne 15 propone que los cambios de clima ocurridos durante el Pleisto- algodón y el venado cola blanca, disponibles todo el año. La explotación
ceno tardío y el Holoceno temprano ocasionaron modificaciones importantes de estos recursos, de acuerdo con Flannery, estaba regulada por dos mecanis-
en_las poblaciones ?e
plantas silvestres y animales salvajes y, por consi- mos: la estacionalidad (ciertos recursos estaban disponibles en una determi-
gmente, transformaciones en las actividades de subsistencia humana en áreas nada época del año) y el sistema de preferencias (la selección de recursos
clave como el Cercano Oriente, Mesoamérica y la zona andina. cuando dos o más se encontraban disponibles al mismo tiempo). Estos
Propone qu~ ya que los principales cultivos tempranos son básicamente mecanismos reguladores evitaron que se intensificara uno de los sistemas de
anuales, es decir, que completan su ciclo de vida en un año y puesto que procuramiento a expensas de otros. impidiendo que los recursos se agotaran.
son comunes en hábitat alterados o desérticos o en climas se,cos de tempo- Por medio de la •·retroalimentación negativa", el sistema se mantuvo en equi-
ral, debieron evolucionar a partir de ancestros silvestres adaptados a climas librio y se contrarrestaron las desviaciones de situaciones estables, durante
secos de temporal; en consecuencia todos los centros de domesticación tem- periodos muy largos. Los mecanismos reguladores mantuvieron la eficiencia
~rana se encontraban en áreas de lluvias de temporal bien delimitadas. Este de los sistemas de abasto, por lo que no existió presión para que el sistema
tip~ 6 de clim~ estimula el aumento en el número de plantas anuales y geófi- cambiara. De esta manera, el sistema siguió funcionando durante mucho
tas. Ademas, el aumento en la estacionalidad marcada del clima es tiempo en tanto no apareció un elemento lo suficientemente importante
responsable
. d e 1a ex t'mc10n
· , d e 1a megafauna pleistocénica lo que hace que
como para estimular un cambio en su organización. .
s~ mcremente la dependencia de los vegetales. Esto lleva 'a nuevas estrate- El sistema experimentó cambios en el momento en que los mecamsmos
gias de subsistencia y eventualmente a la agricultura. de ··retroalimentación positiva" (que amplían la desviación del sistema Y
Flannery 17 rechaz,
0 e 1P 1anteamiento
· de Binford basándose en los restos
, . provocan que se reestructure hasta alcanzar otra vez un nivel de equilibrio)
arqueolo_g_icosobtenidos en sitios neolíticos del Cercano Oriente. Destacó no se vieron contrarrestados por los mecanismos que amortiguan el cambio.
qu~ los sitms con evidencias de la transición hacia la agricultura no estaban En el caso de Mesoamérica, este reajuste se dio, según Flannery, cuando
ubicados en zonas de tensión adaptativa y, sobre todo, que no había indi- surgieron estímulos accidentales tales como ciertos cambios genéticos Ymor-
cador~s. sobre un supuesto crecimiento demográfico en la región que fuera
fológicos en algunas plantas, los cuales se manifestaron a travé_sde m~~a-
lo suftci~ntemente extensa como para explicar un cambio sustancial en la
ciones favorables en plantas entonces insignificantes como el maiz o el fn1ol
ec~nomia. Además, señala que el esquema general de Binford tampoco se
aplica al caso de Mesoamérica. silvestres haciéndolos más deseables y útiles al hombre.
Com~ consecuencia de los cambios que sufrieron estas plantas se inició
~lanne:}' 18 desarroll_~ un m_odelo basado en conceptos tomados de la
un proceso de retroalimentación positiva, el cual se amplificó hasta que la
teona de sistemas; partio de la idea de que los grupos de cazadores-recolec-
obtención de maíz emergió ,:amo el sistema de abasto principal, aumentan-
,. La "pohlación máxima" se refiere al mayor número ·'I I d h ¡ ·
subsistir con los recursos disponibles y con un ni·v I d t P?Sld)ed e _a)ltantes de un territorio que pueden do en importancia a expensas de los otros sistemas. , . . .
" .. . . , . ·, , e e ermma o e vicia.
,,,~yr~e: E!, cambio chmat1co y los ongenes de la agricultura".
Según Flannery, el cultivo de gramíneas como el ma1z 1mphca vanas
Geofüas son las plantas que cuentan con una part , ,
el nivel del suelo. e perenne en ,orma de ra1zo hulho, protegida bajo
,- Flannery: "The Origins of Agriculture".
actividades durante el año, como son el sembrado en la primavera, la ciega
'" Flannery: "Archaeological Systems Theory ancl Early Mesoamerica". en el otoño, la escarda, etcétera. Puesto que el cultivo del maíz interfiere
,
216 Delasprimeras
sociedades
al Preclásico deTapiay JudithZuritaNoguera• Lasprimeras
EmilyMcClung sociedades
sedentarias 217
c~n la obtención de varios recursos, algunos de éstos son relegados y susti- co. en la Cuenca de México/º demuestra la posibilidad de sostener un modo
tuidos. de vida predominantemente sedentario con base en la recolección de recur-
Por otra_parte, se hac~n necesarios lugares donde almacenar una porción sos de subsistencia, sin la necesidad de una economía agrícola desarrollada
de las semillas para la siembra del siguiente año. Además. se tienen que (e.g. aproximadamente 5.000 aC).
reprogramar ciertas actividades, lo que puede provocar cambios en el tamaño Con base en los datos que obtuvo en investigaciones recientes, Flannery 21
de la~ bandas que solían reunirse en macrobandas durante la época de abun- realizó algunas modificaciones a su esquema general. Las evidencias proce-
dancia de recursos. Poco a poco se incrementa la duración ele los periodos dentes de sus excavaciones en el Valle de Oaxaca, y en paiticular de la Cueva
en que la macrobancla se reúne. de Guilá Naquitz, indican que el inicio del cultivo de plantas fue anterior a lo
El resultado de estos procesos es una gradual reprogramación ele los sis- que se pensaba, por un lado, y que dicho inicio tuvo lugar en grupos no
temas de obtención
. de a11mentos,
· que d ando todos supeditados
. a los tiempos sedentarios, por otro. Los grupos humanos, al adaptarse al medio, desarro-
y pasos del sistema de obtención de maíz. llan estrategias para enfrentar de manera eficiente las variaciones ambient~ les
La te~~encia durante los últimos años ha sido considerar el crecimiento prolongadas, como podría ser la alternancia entre años secos y años húme-
d emograf1co
b, d d de los grupos d e cazadores-recolectores como origen de la dos; entre dichas estrategias Flanne1y incluye la experimentación con el cul-
usque ª ~ fuentes adicionales de recursos alimenticios lo que trae como tivo durante diferentes temporadas, con una observación del ritmo de
consecuencia el desarroll 0 d l . l , , desarrollo de las plantas preferidas, aun antes de que se den cambios genéti-
cult . e a agncu tura. Ademas, al suponer que la agri-
ura requiere de un patró . cos en las plantas. El cultivo permitiría hacer más pequeña la zona de co-
sitos d 1 1 . n permanente de asentamiento dados los requi-
rela . e ~u tivo, se deriva la idea de que el sedentarismo es,tá estrechamente secha, al concentrar las plantas, además de reducir la distancia que había que
han CIOna O con la adopción de la agricultura. Mientras que algunos autores viajar desde la cueva hasta la zona de vegetación.
pueS to que la vida sedentaria es necesaria para que se desarrolle la
agri·cprlot Así, los habitantes de la Cueva de Guilá Naquitz incorporaron el cultivo·
u ura otros sostien 1 . • de la calabaza y, más tarde, el del frijol a su repertorio de actividades de sub-
sedent . ' 1 en que a agncultura motiva el cambio hacia el
esto ansmo. A ~unas investigaciones enfatizan la secuencia de aparición de sistencia. La eficiencia en la recolección se incrementa con el cultivo incipien-
mens rafsgos ~n ciertos sitios arqueológicos para demostrar cuál de los fenó- te, aunque a la larga, el tiempo invertido en el cultivo interfiere con el de la
os ue pnmero y po . . recolección de plantas silvestres. Finalmente, esta nueva estrategia adaptati-
ocurra el otro. ' ' r consiguiente, cuál fue 1a precondición para que va se estabiliza, formando parte de una base de subsistencia equilibrada.
En el caso partícula d M , . . . Otra propuesta relevante para el origen de la agricultura es la perspecti-
P atro nes, 1o cua 1refuerza r e esoamenca hay ind1c1osprehistóricos de los dos
la · . • · va evolucionista planteada por Rindos,22 en la cual se reúnen el punto de
meno l
s oca 1es as1, como la n importancia
·d d d
de exammar con detalle los fenó- vista ecológico y el historicista.
térm • ' . ecesi a e aclarar 1os conceptos implícitos en Rindas argumenta que el desarrollo de organismos y su adaptación al
mos_como agncultura, cultivo y domesticación.
medio son parte de la historia humana. Mientras que la evolución biológica
lne spt?r deJemplo,en el Valle de Oaxaca, las evidencias de cucúrbitas ya do-
1ca as en · ., implica cambios genéticos y morfológicos en las plantas utilizadas por el
N . asociac 10 n con la ocupación estacional de la Cueva de Guilá
aqu1tz por parte de pequ - 19 d hombre, la variabilidad que ellas demuestran representa su respuesta al cam-
ció d'f ., . enos grupos familiares emuestra que la selec-
n ~ ~o 1 icacion mtencional de plantas con ciertas características fueron bio cultural. La domesticación resulta de la coevolución entre las plantas y el
p~acticCa)adspor los grupos humanos mucho antes (aproximadamente 8 000 hombre, siendo un proceso mediatizado entre adaptaciones morfológicas y
ag . a1t el desarrollo d e 1a v1'd a sedentaria, cuya economía se basa en
anos ' la relaciones interespecíficas en el caso de las plantas, y cambio en el fun-
m ncu ura. Por otro lado, la asociación de asentamientos posiblemente per- '" Niederherger: Zohapilco:cinco 111ile11ios
de oc11paci611
b11111a11a e111111sitio lac11strede la Cuenca de
anentes con restos de pl t , •¡ México:'"EarlySedentary Economy in the Basin of Mexico":"lnicios de la vida aldeana en la AméricaMedia".
,,, _ an as aun s1vestres, tal y como ocurre en Zohapil-
" Flannerr (ecLl: Guild Saq11ilz... ,
Flannery <ed.): Gui/á Naquitz .... " Rindas:°77.1eOrigi11s ofAgriculture:a11Eml11tio11ary
Perspecli/'e,
a
218 De lasprimerassociedadesal Preclásico EmilyMcClungde Tapiay JudithZuritaNoguera• Lasprimeras
sociedades
sedentarias 219
cionamiento y la conducta del hombre. En su esquema, Rindas distingue tres como domesticadas primarias a las plantas en las cuales se aprovechan los
modos de domesticación: la incidental, la especializada y la agrícola. órganos reproductivos (semillas. flores, etcétera); y como domesticadas
La domesticación incidental surge de la relación que se establece entre secundarias aquellas de las cuales se utilizan los órganos vegetativos (tallos,
una sociedad no agrícola Y las plantas que le sirven ele alimento. En esta hojas. raíces, etcétera).
situación, se aplican presiones selectivas a las plantas, las cuales sufren cam- El argumento de Rindos, sin embargo, no considera por qué se establece
bios en algunos de sus rasgos, dada la relación coevolutiva con el hombre· este tipo de relaciones entre el hombre y las plantas. Se dan independiente-
se transforman en organismos más aptos para el consumo humano convir~ mente de que sean deseables o inevitables, por el hecho de que el hombre
riéndose así -según Rin~~s- en plantas domésticas. Este autor consi~lera que se adapta a su medio y las plantas al suyo. No obstante, podemos observar
este paso es el prerreqms1to para la agricultura. que los grupos humanos utilizan plantas que se encuentran en diferentes eta-
La domesticación especializada representa el siguiente paso del proceso pas ele su proceso de desarrollo como plantas domesticadas. Algunas
Aquí, la relación coevolutiva se da entre las plantas domesticadas incidental~ especies nunca alcanzan la domesticación aunque puedan tener mucha
ment_~y el ho~bre, lo que p_ermiteel establecimiento ele un nuevo tipo ele importancia para la subsistencia humana. Por lo tanto, la domesticación es un
relacion _entre este Y el 1:1edioambiente. El hombre se convierte así en el proceso que ocurre y continúa ocurriendo bajo diversas condiciones y a
agente
• • ,
dispersor de este tipo ,
de plantas , una vez estableci'd·ts e
e 11 zonas d e l1a- diferentes velocidades.
bitacion humana., A traves del tiempo se convi·erten en 1as p 1antas mas , Bye 2; propone un concepto ele domesticación que considera tanto los
comunes en las areas de actividades humanas· el homl)re l· t 1 aspectos biológicos de las plantas como el impacto de las actividades
. , as o era y poste-
norm~_nte las protege, _desarr~llando una relación simbiótica que altera la humanas (véase figura 1). Algunas plantas silvestres tienen una tendencia a
s~ces1on na~ural. Este tipo de mteracción anticipa el desarrollo ost · . colonizar hábitat modificados por los seres humanos en donde se desarrollan
sistemas agncolas complejos. P enoi de como arvenses. Cuando éstas se toleran o son cuidadas por el hombre, hay
una selección inconsciente que favorece su sobrevivencia y aumenta la posi-
· La cercanía• de d las áreas. de actividades humanas a Ias. P1- antas elomest1cas
, ·
bilidad de mutaciones. En caso de desarrollar características que el hombre
e1erce una sene , . e presiones selectivas , mediante el reconocnniento e algu-·
,· · d
nas caractensticas que son útiles al hombre . Esta sel ecc1on ·, c1· .· la evoluc1on ., considere útiles, la selección se hace consciente, favoreciendo el que se cul-
. d 111ge
pos tenor e las plantas, afectando no sólo su cli'sp -·, · 1 ·, tiven con la intención de aumentar el número de plantas con las característi-
. d .d ers1on, smo tam )len sus
cic1os e vi a.. Se establece entonces una relaci'o'nsim · ¡)JO · 't' 1caentre el hombre cas preferidas; ele esta manera. en algunos casos se transforman en plantas
y una comurndad domésticas que dependen del hombre.
, . 'i de plantas coevolucionaclas , pro pician · · elo ¡,as cond1c1ones ••
agroeco 1og1cas-·
.
alterados Selección
poractividad
humana -►
consciente
(incluyeel cultivo
de plantas
morfológicamente
-► '
Domesticado
OcéanoPacíiico
silvestres)
______ Fron1erc1sde.Mesoamerica
Figura 1. Pasos Hacia la domesticación de plantas.
amplia separación geográfica entre algunas de ellas, todas son zonas semi- Figura 2. Sitios con evidencia temprana para el cultivo de plantas.
áridas con marcadas fluctuaciones estacionales, afectando así la variedad ele
recursos de subsistencia disponibles en el transcurso del año. En este senti- liares en agrupaciones más numerosas, las cuales se volvieron a dispersar en
do, es probable que estas áreas no sean representativas de la totaliclacl de microbandas al término ele la temporada. Llamamos a este patrón: "macro-
Mesoamérica, puesto que no se incluyen las zonas propiamente tropicales. banclas estacionales" (véase cuadro 1).
Por otro lado, estas áreas cuentan con características ambientales que favore- La incorporación gradual de mayores cantidades y variedades de plantas
cen la conservación de materiales arqueológicos, como los restos botánicos: recolectadas en la base de subsistencia, se documenta a través de los restos
en consecuencia, tenemos mayor conocimiento de sus procesos de desarrollo. botánicos procedentes de excavaciones en las áreas mencionadas. Al mismo
Podemos resumir las transformaciones de la siguiente manera. En gene- tiempo, comienzan a aparecer algunos restos de plantas con ciertas modifi-
ral, lo_sprimeros habitantes del centro de Mesoamérica parecen haberse caciones morfológicas, resultado quizás de la selección intencional en favor
orgarnz~do en pequeñas _bandas trashumantes que ocupaban campamen- ele los cambios genéticos que las harían más útiles al hombre.
tos ocasionales y dependian de la caza de mamíferos pleistocénicos. Como Los primeros indicios ele la domesticación de ciertas plantas aparecen en
conse~ue~_cia de la extinción de esta fauna al inicio del Holoceno, se gestó contextos no sedentarios; es decir, cuando las poblaciones mesoamericanas
la sustitucion por otras especies menores, pero manteniendo esencialmente la aún son trashumantes, no obstante la tendencia gradual hacia mayores agru-
m!sma estructura y organización de los grupos humanos: microbandas paciones estacionales durante periodos cada vez más largos. Este proceso se
n?~adas cu~os movimientos se programaban de acuerdo con la disponi- lleva a cabo a través de milenios y se caracteriza por un incremento paulati-
bilidad estacional de recursos de subsistencia. no en el tamaño de la población de cada una de las regiones estudiadas, indi-
El regist:o arqueológico a través del tiempo advierte un aumento paulati- cado por el aumento en el número de sitios arqueológicos.
~o en el numero de sitios de ocupación y una mayor especialización ele Aunque no ha sido posible todavía documentar en forma definitiva la aso-
e~tos: ~epresentan ocupaciones estacionales ubicadas de acuerdo con la ciación entre la introducción de plantas cultivadas y la transición hacia un
disponibilidad de ciertos recursos. Una mayor variedad de alimentos preferi- modo de vida sedentario, a grandes rasgos se pueden observar los siguientes
dos durante determinadas estaciones permitió la reunión ele bandas fami-
1
Cuadro 1. Cambiosen los patronesprehistóricosde asentamientoen cuatro EmilyMcClungde Tapiay JudithZurita• Lasprimerassociedadessedentarias 223
regionesde Mesoamérica
8500 '" I\lacNeish:"The Ernlution of CornrnunityPatterns in the Tehuacan Valleyof '.\lexicoand Speculations
about the Cultural Pron:sses", p. 70.
,- Flannery: "The origins of the \"illageas a settlernent type in ~lesoamericaand the 1',earEast"'.p. 2'i.
10,000/------ ------ '' Flannery: G11i/á .\"t11¡11
itz .... p. "11.
9000
------ --
224
De lasprimerassociedadesal Preclásico EmilyMcClungde Tapiay JudithZuritaNoguera• Lasprimeras
sociedades
sedentarias 225
t~º· Por lo _tanto, es durante el Formativo medio cuando los procesos evo-
lu ar e eco1:1
ugtivosl ie~zan ª actuar con mayor velocidad, en cuestión ele siglos en Cabe señalar que los datos obtenidos a partir de las excavaciones llevadas
mi 1enios. a cabo en Tamaulipas y en el Valle de Tehuacán no son importantes porque
registren el origen de la agricultura en Mesoamérica, sino porque documen-
Evidenciasbotánicas tan la transición de un patrón de subsistencia que dependía de la obtención
de alimentos hacia uno que se caracterizaba por la producción de éstos, pro-
A continuación presentamos las •d . porcionando así una base para investigaciones posteriores. 45
conocimiento de lo c1'evi enc1as botánicas que han contribuido al
s procesos e domestica · , Se reconoció por primera vez una etapa agrícola incipiente en Meso-
tarización por el otro p ·t· d cion, por un 1ac1o, y los ele seden-
' . a1 irnos e la ide-1 ele l . 1 . 1 américa a partir ele las evidencias recuperadas en cuevas de Tamaulipas. 46
indispensable para entend 1 1 . ' que a ev1c encia )0tánica es
er os cam )ios en patro ¡ . Actualmente se cuenta con otros datos que indican que la transición hacia la
ticular para de¡·ar cla . nes e e asentamiento y, en par-
' ro que e 1cultivo y h d • ., 1 agricultura ocurrió con anterioridad en otras regiones de México; no obs-
antiguos que el sedenta . ' omest1cac1on e e plantas son más
Hacia 2 000 - nsmo y sus características culturales. tante, los datos procedentes de la región de Tamaulipas demuestran la impor-
. . ' anos aC, la difusión de 1 .
suficientemente extend'd P antas cu 1tlvaclas se encontraba lo tancia de los fenómenos locales con relación a una entidad mayor como es
.
¡unto de elementos fundi a como1 para que y a estuviera . esta)1 leciclo el con- Mesoamérica. Aunque los resultados de investigaciones recientes demuestran
. .,
fa b ncacion amenta es en h cliet . que el cultivo de plantas y el desarrollo de una economía agrícola se
de cerámi·ca 1 b', .d . ' a mesoamericana. Además la
. 1a 1a s1 o mtrod ·c1 ' establecieron por primera vez hacia el centro de México, es probable que
cuencia del aumento en 1 ·c1 d . uci a, probablemente como conse-
L . a v1 a se ent-ma hubiera procesos regionales independientes desde épocas muy tempranas.
a evidencia paleoetnobotánica ; ., . . . . Por ejemplo, aparentemente en Tamaulipas, los primeros cultivos fueron
Mesoamérica y su post . 1 . P 1ª el m1c10 del cultivo ele plant- 1s en
. enor e omest1cación . . '' cucúrbitas y frijoles (Phaseolus vulgaris), antes de que el maíz (Zea mays)
mente disponibles procede d es muy 11m1tacla.Los elatos actual-
)e n e unos cuantos sitios· adquiriera importancia. En comparación con otras regiones, el maíz tuvo
a uevas secas en 1 s· .., el . mayor antigüedad en el Valle de Tehuacán,• 7 además de que se reporta la
b) cuev- a ie11a e Tamaulipas· 'º
as secas en la Sierra Mad d . , , presencia de su probable ancestro, el teosinte (Zea mexicana), en Zohapil-
pas;"1 · re entw del area ele Ocampo, Tamauli-
co, en el sur de la Cuenca de México, 48 fechado aproximadamente para 5000
c) cuevas secas en el Valle d ,
d) restos carbonizado t
l . Tehuacan, Puebla; ,2
años aC. Por ~tro lado, datos recientes que proceden de Guilá Naquitz, en el
Valle ele Oaxaca, indican el cultivo temprano de Cucurbita pepo (calabaza)
en el sur de la Cue:c eac1!1cMra~a~os procedentes del sitio ele Zohapilco en esta zona (aproximadamente 8,000 aC). Presentamos un resumen de los
) e ex1co .,_;y '
e cuevas en el Valle d O ' hallazgos más antiguos de restos arqueobotánicos en el cuadro 2A.
( , e axaca es · 1
vease figura 2). ' pecia mente la de Guilá Naquitz''
•' Flannery: Gui/á Naquitz ....
Estas excavaciones, aunque han ro . ,• , . . . "' MacNeish: Prelimi1w11•Archaeological ll11•estigatiu11s.. . ; Whitaker, Cutler y MacNeish: "Cucurbit materi-
als from three caves near Oci1mpo, Tamaulipas".
cubren una extensión geogi·a'fi·c- p porcionado evidencias importantes •· El fechamiento conocido para la aparición y desarrollo del maíz en Tehuacán se había basado en la aso-
m st a muy restr· · ¡ ' ciación de olotes con estratos fechados por C". Recientemente, algunos olotes de las cuevas de Coxcatlán y
. ue ras botánicas obtenidas . , mgICa; además, con frecuencia las San Marcos, originalmente asignados a las fases Coxcatl:m y Abejas (aproximadamente 5000-2500 aC), fueren
cient • · son pequenas y
e respecto a su procedenc·- f -carecen de información sufí- fechados directamente por un acelerador de espectrometría de n,asa (Acce/11ratorMass Spectomet1J•). Las
" \J· ·!\ . _1 _ 1ª para acilitar su interpretación nue\·as fechas indican que la edad de estos olotes es 2,000 años más reciente. Además, un estudio cuidadoso
' . dt. e1s 1: Prel1111i11m1' A--¡ l . . ele las características morfológicas de los olotes sugiere que este maíz presenta todavía características que indi-
· Byers (ed.)· Pr,b ·. ·, ~
f(:º
,', ,\Jangelsdorf, ;\Jací\ei;h 1~ 1
1
(~f!
1cal_l111·esligations
...
~,: üngms of agricult .• • .
can que aún se encontraba en una etapa evoluti\·a ele desarrollo (Benz: "'Elmaíz silvestre de Tehuacán revisi-
tado" J. Por lo tanto, estas nuevas fechas tienen importantes implicaciones respecto a la antigüedad del maíz y
" Niederherg.e1··"z1.,lfrJIJ_lo/ tbe 7ebuacc111 Valle¡• v 1 u11;ll1 M1ddle America". para los modelos de cambios ele los patrones de asentamiento que se basan en la difusión ele su cultivo. Es
· 1 eIe 1JI11xico. · r, ·1ap1 co·· "Ea1·IY sec1entary ·econon
Ba,~m ' . · ,". _ indudable la necesidad ele reevaluar la cronología ele los sitios del Valle de Tehuacán. Sería útil, además, obte-
"Flannery: "The ori . . .._ _ _ _ 11 ' Paleopaysag11set arch!'oloRie pré-11rhaine du ner nuevas fechas para otros materiales bot(micos procedentes ele las mismas excavaciones y, finalmente,
gms .. · , Cuila .\aquitz ... habría que analizar posibles discrepancias dentro ele los dos métodos ele fechamiento con base en materiales
procedentes de los mismos contextos arqueológicos.
"Lorenzo y González Q.: "'Elmás antiguo teosinte"". pp. --11---í3.
228
Delasprimerassociedadesal Preclásico EmilyMcClungde Tapiay JudithZuritaNoguera• Lasprimeras
sociedades
sedentarias 229
Cuadro 2A.Primerasevidenciasbotánicasen el registroarqueológico centra en el norte, a elevaciones mayores, mientras que el segundo es más
Género-región Setariasp. Zeamays
frecuente en el sur ele la región a menor altitud. 51
Zeamays Cucúrbita
(coladezorra) (maíz) (maíz) C.mixta C.moschata Cucúrbita
sp. •
Las plantas domesticadas de mayor importancia en Mesoamérica fueron
pepo
(calabaza)
enlistadas por Flannery'' y Smith,56 entre otros. A continuación, mencionaremos
Valle
deTehuacán
7,000aC 5,050aC 5,200aC 5,000aC 4,S00aC
algunos de los géneros más estudiados y de mayor antigüedad en la región.
(posdomesticado (alotes)
para6000aC)
Maíz (Zeamays)L.
Valle 7,400-
deOaxaca 8,000aC El tema del origen del maíz es muy controvertido. Se ha debatido casi por un
6,700aC
(polen) siglo, originalmente basándose en evidencias escasas y descripciones con-
Tamaulipas 3,500ac· fusas;'; más adelante, en observaciones cuidadosas tanto en laboratorio (apli-
7,000aC
·-·-.-
- ··---·---- -- ·-
- -·-·--
Cuenca cando pruebas citológicas y el estudio de especímenes arqueológicos
5,000aC 5,200-2,000
de México (granos) aC 5,200- fechados) como en el campo, sin que se llegue a una respuesta definitiva.
(polen) 2,000aC
Aquí no discutiremos la evolución del llamado problema del origen del
maíz doméstico, dado que existe una literatura amplia acerca del tema, y
N .Pisterior?1ente ~l trabajo arqueológico que realizó en Tamaulipas Mac- Flannery' 8 proporciona un resumen comprensivo de las posiciones actuales
e~ excavo en C~1apas_enla cueva llamada Santa Marta;•9con la es;eran- de mayor influencia. La interpretación predominaPte considera que el maíz
za e recuperar ev1denc1as adicionales para la domesticación de plant· es el resultado ele hibridación y entrecruzamientos de su pariente más cer-
Muestras de carbón procedentes de los pisos 2 y 3 de la,cueva sirviera~ ~~~¡ cano, el teosinte silvestre (Zea mexicana). 59 Es por ello que parte de la inves-
~!
{:; 7a;) ~~m~lejodSanta_Marta en 6,780 aC ±400 (M980) y s, 360 aC 30~
. po en e ma1z recuperado en el sitio no fue tan antiguo como
f tigación que actualmente se lleva a cabo se enfoca hacia la determinación de
cuál subespecie de teosinte es su ancestro directo. 60 La otra posición, desarro-
para pensar en esta región como el á d d llada por Mangelsdorf, sostiene que el maíz cultivado es descendiente de una
desarroll d . . . 1 rea en on e e 1cultivo pudiera haberse
forma silvestre de maíz palomero ya extinta, cuyos granos pequeños estaban
Marta an~r~~n~~~~~t:~·sLacau~enci_a del maíz en ~l perfil polínico de Santa envueltos en glumas. 61 Anteriormente, Mangelsdorf creía que el teosinte anual
1 .. , a , a emas de la ausencia de manos y metates en
era el resultado de la hibridación del maíz con una gramínea silvestre del
~;i~~º:o:ro~ s~t.1osdel sur de Mesoamérica, fueron interpretados por Mac-
género Tripsacum. Más adelante, modificó esta última posición frente a evi-
maíz I o m icadores de una ausencia de agricultura dominada por el
dencias recientes.62 Wilkes observó que el teosinte y el Tripsacum no forma-
2,3oo anos gun?s
e~ a
aC.' 1
grupos ele las tierras bajas, entre aproximadamente 5 000 y
, ban híbridos en la naturaleza ni en el laboratorio, aunque compartieran el
ca/?tra regió? considerada por MacNeish como posible cuna de la clomesti- mismo hábitat. 63 La comparación de la estructura del polen de los dos
1~on del 1:1a1zes la cuen~a del río Balsas, en el occidente de México.'"Tanto
" Rovner: 7be Cmdle ofMaize, Pbase I, p. 2.
:s ea me::zcan~s~p. mexicana (teosinte tipo Chalco) como el Zea mexicana "Flannery: "The origins of agriculture''; "Los orígenes de la agricultura en México: las teorías y la evidencia".
p. parozglumzs (tipo Balsas) aparecieron en esta área;'j el primero se con- ... Smith: "Evidencia arqueológica actual sobre los inicios de la agricultura en América".
,. litis y Doebley: "Zea -a biosystematic odyssey".
"'Flannery: "The origins ... "; "Los orígenes ... ;" G11i/áNaquilz ...
,,,MacNeish y Peterson: "The Santa M t R k ·h 1 "' Galinat: "The Origin of Maize"; Beadle: "The Mystery of Maize"; "The Origin of Zea nia¡'S'º· litis: "From
,, MacNe!sh: "Ancient Mesoamerican ~:~liz~~i;n ~' ter,4~~ozocuautla, Chiapas, Mexico". Teosinte to Maize: the catastrophic sexual transmutation". · · '
''. Mac~eish: "A summary of the subsistence" p.
;; Mac!'l;~1sh:."Intr~duction". p. 4. '
;O¡- .
·
"' litis y Doebley: "Zea ... ".
;:'.~langelsd?rf: "Th~ C?rigin..and Evolution of Maize"; Con1; Mangelsdorf y Reeves: "The Origin of Maize ...
Guzman: B teos111tee11Jalisrn:s11distribución y ecología. - Flannery: The Ongms ... , p. 292; l\langelsclorf: "The Origin of Corn'' pp. 72-79.
''· 1 Wilkes: "Maize and its Wild Relatives". '
--------.
- -
géneros
. también constituye
. , un argumento en contra, de la pos 1·c1on
· - d e que e ¡ fue una especie de teosinte (específicamente, Z. diploperennis), y no Trip-
teosmte anual se denvo de la hibridación del maíz y del Trihsa . <H sacum, la que se hibridó con el maíz ya extinto de su hipótesis original. A
L · ·, , d r cum.
a pos1c1on mas a~epta a actualmente sostiene que sin duda el teosinte esta especie de teosinte se le atribuyen características que aumentaron el
ies el ancestro
·1 del
E ma1z,
. aunque este último hubiera existid o a 1guna vez en éxito del maíz cultivado, como un sistema bien desarrollado de raíces, tallos
orma s1 vestre. x1sten varios factores que apoyan esta posición: fuertes y resistencia a ciertas enfermedades. Según Mangelsdorf, los teosintes
a) La hibridación libre y frecuente entre el teosinte y el maíz en 1 _ más conocidos, como los tipos Chalco y Balsas, son descendientes de este
raleza· a natu
proceso de hibridación.
' Hasta la fecha han sido reportados hallazgos arqueológicos de teosinte en
b) ~n número idéntico de cromosomas (n =10), con una estructura idén-
tica en ambas especies; Zohapilco, en el sur de la Cuenca de México, y Fábrica San José, en Oaxaca."º
c) importantes semejanzas anatómicas, y Mangelsdorf1 señala que esta escasez de evidencias arqueológicas sobre el
d) características morfológicas parecidas en el polen d 1 ¡ ¡ teosinte es una clara indicación de un desarrollo posterior al del maíz (véase
así como, el traslape en los límites del tamaño del p o leenasdc
e os
ampbas.
antas,
úS cuadro 2B). No obstante, existen otras explicaciones para esta situación que
Quedan aun sin respuesta las preguntas sobre cómo y dónd ., incluirían condiciones deficientes de preservación, sitios aún no localizados
proceso que dio como resultado el maíz doméstico La _e~curno el y, finalmente, poca esperanza de encontrar muchos restos si es que los gra-
teosinte se localizan en zonas de altiplano semiárido . s razas ~nnc1pales d~ nos fueron molidos y consuniidos por la población humana. 72
huahua hasta el sur de Guatemala Se cons. d y ~e extend1an desde Ch1-
"Chalco", autóctona en la Cuenca d
M' . i era q~e a raza conocida como
Frijol(Phaseo/us
spp.)
tras que las razas de Guerrero y el se dex~co, es mas cercana al maíz, mien-
tud. 66 El estudio de fitolitos extra'd urde 1 uat~mala i~uestran menor simili- Los cambios que afectaron principalmente a las poblaciones silvestres de
también mostró una mayor seme¡·a~zosd le a~ su especies de teosinte y maíz Phaseolus en el proceso de domesticación incluyen:
. a e ma1zcon el tipo Chal (Z .
ssp. mexicana) que con el tipo Bals (Z . co . mexicana 1. Mayor permeabilidad, lo que reduce el tiempo necesario de cocción;
no sugiere que estas evidencias apas . m:xicana ssp. parviglumis). Piper- 2. el desarrollo de vainas rectas y resistentes en lugar de vainas torcidas y
. oyan aun más el ar d
mexi_canassp. mexicana es el pro enitor del , 67 gumento e que Z. quebradizas, lo que minimiza la pérdida de semillas durante la co-
considerar también que la semeja;z bl maiz. No o~stante, habría que
co y el maíz puede atribuirse en a nota e entre el teosmte del tipo Chal- secha, y
3. la transición de un modo perenne a uno anual en ciertas variedades.
miento continuo. gran parte ª su hibridación y entrecruza-
Sin embargo, el registro arqueológico no muestra evidencias de estos
":lgunas variedades autóctonas de teosinte fue . cambios. La característica más representada en el registro arqueológico, como
cubiertas en un caso) en la región d 1 , B I ron descubiertas (y redes-
¡ . d d e no asas en el estad d J ¡· posible indicador de domesticación, es el aumento en tamaño de la semilla. No
as vane a es reportadas se encue t Z ' o e a isco. Entre
ad , d n ra ea perennis y Z d" l obstante, los ejemplares arqueológicos no muestran semejante transición y
emas e Z. mexicana ssp. mexicana Z . . íjJ operennis,
Como consecuencia de estos hallazgos Y_ . mexicana ssp. parviglumis.úH Kaplan señala que los incrementos en tamaño de la semilla debieron ocurrir
recientes, Mangelsdorf69 pos tu 1o, que muy temprano (por ejemplo, hace 7,000 años).- 3 Tales cambios tuvieron
'" Beadle: "El origen del m·atz~omprobadoporelpolen";Ludlow-Wie
, . lugar, sin duda, durante el periodo en el cual la recolección o cultivo incipien-
deZea(maíz , .· ¡ .
gin of Corn", %_~fsmteJ: perspectivas para conocer el origen del maíz", p~~e;;S~l;a_rado y Aliphat: ."Elpolen te se combinaba con el almacenamiento de semillas, permitiendo así la ope-
"' Galinat: "The Orig'n "· 8 . di .. . 8 , Mangelsdorf: 'The Ori-
1 ... ' ea e· El ongen "; lit'ts· "From Teosinte to Maize ... ¡¡ •. ración de la selección natural sobre el sistema poligénico existente. La
"' Wilkes:
,.-p· "Maize.
. " p
.. ' · 107~
•· · ··· .. · , lls y Doehley· "Zea "
·• tpern_o: 'A comparison and differentiatio f 1 . . . . .... -.,Lorenzo y González Q.: "El más antiguo teosinte"; Forcl: "Carbonizecl plant remains".
Guzman: ''El teosinte ... "· litis· "From T .!1o p lyt~hths from ma1ze and wild grasses" 370 -, Mangelsdorf: "The Origin of Corn", p. 75.
"' Mangelsclorf: "The Origi~ ofc· orn" 'pp. e7o7sm7te
- 8. to Matze ... "; litis y Doehley: "Zea .. ..·,; 'p. . -, Beadle: "The Mystery... ", p. 10.
-, Kaplan: "What is the origin ofthe common bean?", p. 251.
1
Cuadro 2B. Primerasevidenciasbotánicasen el registroarqueológico semilla fue la parte consumida. ya que el fruto de las variedades silvestres es
Género-región
amargo. con cáscara dura y poco comestible.
Amaranthus
sp. Chenopodiun
sp. Lagenaria
sp. Sechiumsp. En la actualidad no hay evidencias arqueológicas que documenten el
(amaranto) (chayote)
desarrollo ele formas domesticadas de calabaza a partir de especies sil-
Valle 10,000a 7,000aC 5,050aC
vestres.·,¡ Las características indicadoras ele domesticación son los rasgos del
de Tehuacán silvestre
4,000aCdomesti-
pedúnculo (tallo), el cual se preserva con poca frecuencia. Se han reportado
cado semillas de cucúrbita silvestre en varios sitios, en las cuevas en Tamaulipas y
Oaxaca, fechadas entre 8,000 y 7,000 años aC. También se recuperaron semi-
Valle
deüaxaca 7,000aC llas parecidas a la especie Cucurbita pepo en Tamaulipas y Tehuacán (aproxi-
madamente 5,200 años aC). y semillas de C. mixta procedentes ele contextos
Tamaulipas 5,200-2,000aC en el Valle de Tehuacán (aproximadamente 5,000 aC).
7,000aC
Cuenca
En cuanto a pedúnculos con rasgos que sugieran la domesticación de esta
(tambiénChenoAms} 5,200-2,000aC
de México
(tambiénChenoAms} 5,200-2,000aC especie. no aparecen en esta región sino hasta 3,000 aC.80 Los ejemplares ha-
5,200-2,000aC
llados en contextos precerámicos de Guilá Naquitz son de particular impor-
tancia, ya que se identificaron semillas y pedúnculos de C. pepo cultivada,
fechados aproximadamente para 8,750 a 7,840 años aC.81 Originalmente. se
evidencia arqueobotánica indica que el ayocote ( Pbaseo/us coccineus) fue
pensó que ésta era una especie domesticada en el norte de -~éxico y el sur
domesticado muy posteriormente al frijol común (P. vu/garis), hace aproxi-
madamente 2,000 años.·• ele Estados Unidos, dacia la evidencia proveniente de la reg1on de Ocampo
en Tamaulipas y otros sitios en el suroeste americano. 82 Por otra parte, Smith
Aunque el frijol común silvestre se encuentra ampliamente distribuido en
Mesoamérica, todavía no se ha encontrado en sitios arqueológicos arcaicos. opina que la importancia e.leestas evidencias para el cultivo temprano d_e
Kaplan atribuye a los métodos de cosecha la baja representación de frijoles en plantas en Mesoamérica descansa más que nada en la antigüedad y la cant1-
el registro arqueológico.",; Sin embargo. hay evidencias de recolección de otras dac.lele tiempo que debió transcurrir para que esta planta se transformara de
especies silvestres;·<>ejemplares del ayocote, ancestro de la variedad actual- silvestre a domesticada. 8·'
mente domesticada, fueron hallados en contextos arqueológicos fechados Se ha identificado guaje o jícara cultivada (Lagenaria siceraria) proce-
~pro~~madam_e?te en ?,000-5,500 años aC en la región e.leOcampo, Tamau- dente de Tamaulipas (c. 7,000 aC), Tehuacán (aproximadamente 5,050 aC) Y
hpas. En Guila Naquttz, Oaxaca, también se encontró ayocote ele manera Guilá Naquitz (c. 7,000 aC); Flannery señala la posibilidad de que represente
más abundante, pero perteneciente a una variedad silvestre sin descendientes la primera planta domesticada en el Nuevo Munclo.8 '
domesticadas. - 8
Chile(Capsicumspp.)
Calabaza(Cucurbita
spp.)
Las formas cultivadas del chile mesoamericano ( Capsicum amwum) se
Por lo regular, la prese1;ació~ de las cucúrbitas en el registro arqueológico derivan de variedades silvestres distribuidas en el centro de México. 8 ' Los
es pobre. Los restos mas antiguos son escasos y consisten ele semillas. La
·,, Smith: "Evidencia arqueológica ... ", p. 97.
-, Ka plan: ··Archaeology ancl Domestication in American Pbc1s!'o/11s··.
-, Ka plan: "\X'hat is ... ". p. 246. "Flannery: "The Origins ... ··, p. 501.
-,.Ka plan: "\X-hat is ...... p. 251. '' Flanne1y: G11ilúlVaq11itz... . ., . .. _
'' \'\lhitaker y Cutler: "Cucurhits from Preceram1c Le\'els at Guila Naqunz , p. 27-,_
-- Ka plan: "Archaeology and Domestication ... ": Flannery: G11i/á .\'aq11itz . .. pp. 6-7.
-, Flannery: G11i/cí.\'cl{¡11itz.. .. pp. (¡.7_ ·'' Smith: "Preceramic plant remains from Guilá Naquitz". p. 27-1.
"Flannery: G11ilcíNa1¡11itz ... , p. 6.
"Smith: "Evidencia arqueológica ... ", p. 98.
1
De lasprin1eras
sociedadesal Preclásico
236 EmilyMcClungde Tapiay JudithZuritaNoguera• Lasprimeras
sociedades
sedentarias 237
indicadores de un desarrollo local de técnicas ele fabricación. Se supone que cerámicos, incluyendo cajetes hemisféricos sin antecedentes en conjunto con
la cerámica Pox fue introducida, con lo que continúa sin conocerse el lugar otras formas, distingue este conjunto de materiales del complejo del Valle de
preciso de origen de la cerámica mesoamericana má_ste~?prana. _Ma~Neish, Tehuacán. 1w La evolución de un complejo cerámico más elaborado caracteri-
Peterson y Flannery proponen una hipótesis de chfus1on ele tecnicas de za la siguiente fase (Tierras Largas, 1,400-1,150 aC), con una amplia distribu-
fabricación de cerámica desde Sudamérica, basada en las evidencias de la ción a través del Valle de Oaxaca.
cerámica muy burda, mal cocida y sin decoración procedente de Puerto La cerámica más antigua está representada por pocos ejemplares, formas
Hormiga, Colombia. 10s Ésta es la cerámica más temprana conocida en el Nuevo limitadas y una distribución geográfica restringida. Es probable que la ausen-
Mundo, con fechamientos que la sitúan probablemente antes del 3,000 aC. cia de más evidencia se deba a la falta de trabajo arqueológico en muchas
Aunque el estado de conservación de la cerámica procedente ele Puerto áreas ele Mesoamérica.
Marqués no permite una reconstrucción segura ele las formas representadas,
entre los materiales más tempranos de Tehuacán dominan los tecomates (sin
cuello), ollas con cuello divergente y cajetes con paredes divergentes. Curio-
Conclusiones
samente, MacNeish, Peterson y Flanne1y notan la presencia de pequeñas per- La distribución de plantas que actualmente se conoce a través del registro
foraciones (pox) en la superficie exterior, 106 mientras que Brush señala su arqueológico es un indicador de donde no se originó la agricultura incipien-
presencia en el interior. 10º Aparentemente, se deben al frotado de la superfi- te. En palabras de Smith: "En cuanto a la mayoría de las especies americanas
cie de las vasijas, ya parcialmente secas, durante el cual pequeñas partículas cultivadas, podemos decir que los cultivos no se originaron donde se han
del mismo material perforan la superficie. efectuado los hallazgos arqueológicos. "111
En el Valle de Tehuacán, mientras continúa la fase Purrón, la cedmica se Las implicaciones de esta observación son varias. Por ejemplo, se ha reali-
refina Y aumenta la variedad en las formas. Se observa una evolución local zado poca investigación arqueológica (y menos arqueobotánica) en las áreas
que ya se manifiesta en la siguiente fase (Ajalpan temprano, 1,500-1, 100 aC). de Mesoamérica donde probablemente ocurrió la domesticación de determi-
MacNeish, Peterson y Flannery señalan las aparentes semejanzas entre los nadas plantas, según lo indican los estudios fitogeográficos. Además, en el
complejos cerámicos contemporáneos del Valle de Oaxaca y, en menor medi- caso de muchas plantas, tenemos una idea demasiado general de cómo Y
da, la depresión del Grijalva en Chiapas y el sur de Puebla, posiblemente la cuándo se llevó a cabo su domesticación. En algunos casos aún no se reco-
Costa Pacífica de Guatemala y las capas inferiores de La Venta, Tabasco y San nocen los ancestros silvestres de plantas actualmente domesticadas: la
Lorenzo, Veracruz. 108 variación en patrones de distribución de plantas silvestres a través de mile-
Ciertas relaciones culturales basadas en rasgos cerámicos se definen de nios de modificación ambiental complica todavía más la situación. Final-
ma~era más cl~ra, sin embargo, durante la siguiente fase cerámica (Ajalpan mente, la investigación arqueológica pocas veces contempla y mucho menos
tard10, 1, 100-8)0 aC) y durante el periodo representativo de esta época (For- se guía por estos criterios y con frecuencia los estudios arqueobotánicos son
mativo medio) en el centro de México. 109 productos secundarios.
El Formativo temprano en Oaxaca comienza con la presencia del com- Las condiciones de preservación en un sitio, además de la selección del
plejo "Espiridión", proveniente del sitio ele San José Mogote y caracterizado área ele excavación y elementos del azar, son también factores de relevancia.
principalmente por vasijas sin decoración, semejantes al tipo definido para la Condiciones excepcionales de preservación han favorecido los hallazgos de
fase Purrón, llamado ·'Purrón simple". La presencia adicional de otros tipos la mayoría de los restos arqueobotánicos, los cuales representan evidencias
antiguas para el cultivo y la domesticación de plantas. Es posible que la
'"' Macl\eish, Peterson y Flannery: 7bePrebisto1yof .. , p. 25.
,,.. MacNeish, Peterson y Flannery: 77.iePrebisto1y of .. , p. 22. ausencia ele evidencias que documenten la transición de formas silvestres a
,,,.Brush: "Pox pottery ... ", p. 19-t
'' Macl\eish. Peterson y Flannery: 77.iePrebisfUI)'uf ... pp. 39-➔ 0. 11'' flannery, 1\-Iarcusy Kowalewski: "The Preceramic and Formati\·e ... ", p. 65.
" .\lac'\cish. Peterson y Flannery: 77.iePn,bistury o/ ... pp. S6-57_ 111 Smith: '·Eyidencia arqueológica ...... p. 106.
1
L----~
Delasprimerassociedadesal Preclásico EmilyMcClungde Tapiay JudithZuritaNoguera• Lasprimeras
sociedades
sedentarias 243
242
\
249
Delasprimerassociedadesal Precl,ísico GriseldaSarmiento• Lacreaciónde losprimeroscentrosdepoder
248
La desigualdad social tiene un origen, y eso es precisamente lo que Son los rasgos culturales singulares de cada una de las sociedades caci~ales
intentaremos aclarar. En la arqueología, cuando se está hablando de este mo- lo c1ue las distinguir[t. Los rasgos distintivos pueden identificarse a partir de
f d d)- di
los siguientes aspectos: composición ele la poblac1on etma, can 1 .ª. , s-
• < < ,, ( •
mento, se dice que se presenta antes del surgimiento del Estado. Las so-
ciedades estatales se caracterizan por tener una clara división en clases tribu~·i{m territorial (características geográficas y ecológicas; actividades
sociales, pero el estadio que vamos a estudiar, a pesar de que presenta una concretas de acuerdo con el territorio, ocupación única o compartida con
jerarquía social. no puede denominarse clasista.! Nos enfrentamos a la tarl:'a otros grupos); tradición histórica particular y modo de vida.; Es por eso que las
de definir a un tipo de sociedad ni clasista, ni igualitaria, y que puede enten- sociedades trilxdes jer[1rquicas mesoamericanas son diferentes de las del C~r-
derse como el primer paso hacia la estratificaciém en clases. cano Oriente. o las mismas sociedades mesoamericanas cuando se comparan
Uno de los principales puntos que hay que aclarar es en qué consiste esta entre sí.
jerarquía. Al tipo ele sociedad que ha presentado el fenómeno ele la estratifi- No todas las sociedades han tenido la misma trayectoria ni han presenta-
. 1 · , · antes men-
cación se le ha denominado de muchas maneras: cacicazgo. cbiefdum. jefatu- e.lo características iguales. A pesar de que la secuenCia 11stonca . . .
ra, señorío, teocracia, centro ceremonial, sociedad jerárquica o sociedad de cionacla parece proponer solamente una línea, hay múltiples ramificaciones
rango. Más que seleccionar uno ele estos nombres, lo correcto es definirla de cada tipo que permiten trazar trayectorias distintas. La presente propue~-
de acuerdo con el proceso que representa, de acuerdo con su orden y de- ta se refiere a las sociedades tribales jerúrquicas que presentan una e~onon~za
sarrollo histórico. Productil'll basada en la agricultura. Ello no agota todos los tipos e socie-
· d' des cuya base es la
dades tribales que han ex1st1clo;hay, por e1emp1o, soCie ª
•< • •
Lo que marca una diferencia entre las sociedades es el cambio ele sus .d d
,
vegecultura o los cacicazgos nomaclas e epno
d 1L · o-· te Las soCie a es
nen · T 1 1
c_aracterísticas estructurales, mismas que pueden definirse y explicarse a par-
· les agnco
cacica , las son una" pos1'bl e t iay
· ecto1·1·-l
• o l'1neade desarrollo.. "da Pan-·
tir del concepto Formación económico-social. 5 Así, la primera Formación fue ·b·1· l del que hayan ex1st1 o vane-
1~cazadora-recolectora, seguida de la Formación tribal, para llegar a la cla- teamiento no contradice tampoco la pos1 1 1ca e . , . 6
. . ¡· . , 1 , ar lma fase 1erarqrnca.
~1stainicial." Si el tipo de sociedad que vamos a estudiar representa un punto dades de sociedades tnbales que no puc 1e10n .1 c,mz, " .
. . . . ¡ 1 ociedades clasistas
intermedio entre la segunda y la tercera, lo adecuado es definirla como una El proceso que penrnte explicar el nac11111ento e e as s "
, . . ·1 1 . 1 . lt a y es por ello que hace-
sociedad cacica! o tribal jerárquica, como una fase estratificada ele la For- en Mesoamenca fue pos1) e gracias a a agncu ur
mación tribal, ya que todavía no presenta un cambio estructural cualitativo mos énfasis en este aspecto productivo.
para incluirla en la categoría clasista.
Otro punto que aclararemos en el presente capítulo es en qué consiste Autores,lugaresy épocas
esta fase y por qué es diferente de la tribal igualitaria. De acuerdo con sus . .. . . . los españoles en la
r~sgos estru:turales, todas las sociedades tribales jerárquicas o cacicales L-1palabra cacicazgo fue utilizada por pnmeta vez por
" " b k 5 · an que en lengua
~1enen las mismas características, pero ello no quiere decir que toe.las sean conquista ele las Antillas. Proviene de la pala ra as zcu , , b .
. . , , ., pleo para nom ra1
iguales. Una sociedad no sólo está compuesta ele elementos estructurales arawak quiere c.lecll":"tener o mantener una e.isa , Yse em
sino que tienen una expresión cultural diferente y distintos modos ele vicia: a las autoric.lac.les nativas. . d d · ales
Arqueolóoicamente se han identificado, en efecto, soCie a es cac1ic
•, . este de Venezue a Y en
en antiguas zonas arawak, como lo son 1a reg1on 11010
e'>
' El criterio para definir una clase social sería de acuerdo con:
1. La posición de la clase en un sistema de producciém histéiricamente determinado.
2. Los contenidos y formas de propiedad. Panamá.-
3. La di\'i.sión social del trabajo. , Bate: C11lt1trll, clases... . ¡, 1.. sociechdes tribales p:ua determi-
·1. La clistrihuciéin de la riqueza social. " Resulta crucial realizar an:t!isis concretos de los modos de vid1a1 l 1e. '1~ •. de,l·is sociedades andinas de
Para profundizar. léase Cueva: "La concepción marxist.i de las clases sociales'·. nar las variantes. Al respecto véase. por ejemrlo, V;1rgas:'"Desarro O lJSIOnco · · ·
,' 'n:, es la unidad org:.ínicade los nexos esenci,des eJ~tre el ser social ( modo de rrodun-i{m y modo de \'enezuela··. . ... "· Sano·a y Vargas: ··Cacicazgos del
11daJ y la superestructura ( conuencia social e mst1tuc1onalidadJ. Para profundizar, véase Bate: Suciedad h,r- · Creamer y Haas: '·Trihe us. chietdom in Lower Central Af~nen~,t; ' \ógict de los cacicazgos pre-
macirín social_¡• c11/t11rc1:Vargas: "Modo ele vida: categoría de las mediaciones entre Formación social v cul;ura ... noroeste de Venezuela"; Toledo y l\lolina: "Elementos rara la de m,cion ,irqueo '
' Bate: Cultura. clases y cuestiún t'.·tnico-nacional: Vargas: ··The tribal mode of production ... ··. p: 8. hisp:micos del noroeste de \'enezuela··.
250 Defasprimerassociedadesal Preclásico GriseldaSarmiento• Lacreaciónde losprimeroscentrosde poder 251
En la antropología, el término cacicazgo se ha utilizado para definir a socie- Sanders y Price retoman directamente la pr~pues~a de Service para anali-
dades africanas, polinesias y rnelanesias cuyas características son: una ten- zar el caso mesoamericano y entender el cambio socia~. ~stos autores_ hacen
dencia a la centralización con una figura política que no cuenta con una fuerza mayor énfasis en el desarrollo de la agricultura, el crec1_1:11ento pobla~10nal Y
y apoyo institucionales comparables al Estado, por lo que tiene que mantener la competencia como factores que estimulan la evoluc1on de las soCiedades
su posición con ayuda de su grupo familiar (parentesco). y de un prestigio y del cacicazgo en particular. 10 . ., ,
político y religioso. 8 Para los clásicos de la antropología, lo que mantiene una También para Mesoamérica, Armillas ha propuesto a _larehg1on, a traves
jerarquía social no clasista es el parentesco, la ideología y el prestigio político. de los centros ceremoniales, como la principal fuerza integradora, con el
Posteriormente se retornó el término y se le dio un sentido evolucionista:
se propuso al cacicazgo corno parte ele una secuencia social, antes del Estado
y después de las tribus. Uno de los autores que trabajó más a fondo el caci-
apoyo de una base tecnológica intensiva. 11
' Piña Chan es otro investigador que ha definido este rn?~ento como
periodo de las aldeas y centros ceremoniales, en el cu~l se distingue u~ ~se -
:1
cazgo y que le dio un carácter universal fue Service. 9 Él propone que esta tamiento mayor, de carácter ceremonial, que centraliza el poder pohtico Y
sociedad surge a consecuencia del establecimiento de comunidades seden-
económico. 12 Wi lf
tarias en zonas ecológicarnente diferentes, lo que obliga a tener una dis- Con un carácter neoevolucionista encontramos a otros_~uto~~s co:o 0
tribución regional de bienes, que conduce a la integración de un sistema y Palerm, quienes han abordado el problema de la estrattfi~~cion. E os pro-
centralizado. Este sistema, con un jefe a la cabeza, se encarga de redistribuir ponen que el desarrollo de las sociedades urbanas Y eSt rat1fic~da~-en ~esf-
bienes y servicios en la región después de concentrarlos. américa pudo darse gracias al control que un grupo soci_al1 ed1erc1? ~o re_:i
La existencia de un jefe -miembro del linaje dominante- y de una jerar- , . d t
tecnología de irrigacion, sien o este con r ol lo que reforzo e ornin1O soc1
quía que apoya el proceso de redistribución se da, según Service, gracias al de los llamados "estados despóticos".13 b' h . 1 ·erarquización ha
respaldo de una estructura de parentesco de tipo piramidal, en la cual hay La idea de esclarecer los procesos de carn io ac1~ al . . l' ·os Un
una jerarquía de posiciones a partir del jefe. El mecanismo que garantiza la servido como estímulo para realizar grandes proyectos inte rd iscip mar~ · de-
permanencia del sistema es la herencia del cargo al hijo primogénito, y la jus- ejemplo de ello lo tenemos en la Cuenca d e M,ex1c · 0 , corno veremos mas a
tificación de las posiciones más altas se hace a través de reglas de prestigio y
rituales. lante. . d h otras áreas en
En Mesoamérica, además de la zona menciona a, ay_ d des tribales
A partir del momento en que se establece este sistema hay un estímulo donde se tiene mayor evidencia acerca del desarrollo de soCie ª
para la especialización productiva, lo que crea la posibilidad de almacenar jerárquicas son:
bienes, planear y ejecutar obras públicas.
l. Costa del Golfo (olmecas), entre 1,500-_700aC. J é Mo ote) entre
Con esta propuesta se afirma la idea de que la base de la jerarquía social 2. Valle de Oaxaca (antes de Monte Alban, en San os g '
es el parentesco, el prestigio y el ritual, con el apoyo de un sistema de redis- 1,400-450 aC.
tribución. 3. Valle de Morelos (Chalcatzingo), entre 1,500-200 aC.
Los conceptos de la antropología se han retornado en arqueología para Es posible que este proceso también se haya dado en la zona maya, en
hablar de los "cacicazgos históricos", sociedades que anteceden al Estado, y
donde se realizan importantes trabajos, 14 • • , A , • que
aunque no hayan sido formulados de la misma manera, están presentes en Vale la pena mencionar otras dos líneas de inveSttgacion, en ~enc~i
su definición la religión, el prestigio, el parentesco y la redistribución como si bien no se refieren concretamente a Mesoamérica, sí abordan e pro ema
factores esenciales. Mencionaremos brevemente algunos autores que así lo
han hecho para Mesoamérica. u, Sanders y Price: Me~oamérica._, . . e ·onómica y religión en Mesoamérica", p. 24.
11 Armillas· "Tecnolog1a Formac1on socio l: 1 . , . .,
" Piña· "U;1modelo de ~volución social y cultural del M_éi_dcopre uspant~~/; 'ofMeYico
'Cohen y Míddleton: Comparative Political S_i~,·tems; Llohera (comp.J: A11tmpología política. ,.,Pale~m y Wolf: Ag1ic1~/turadycl·il'i~iz_cl~C'.ÓI! :~1ecas? ri10k,:ya
_enlle,~nft'MS(:~~::~~C::!c~~~~ del Soconusco en
1-1 Clarke y Blake: "El ongen e a CIVI 1zac10
"Service: Primitive social organiza/km. y Serví ce: Origi11sr!fthe Sta te ami Cil'ilization.
Chiapas, México".
GriseldaSarmiento• Lacreaciónde losprimeroscentrosdepoder 253
252 De lasprimerassociedadesal Preclásico
. Es gracias a 1~ ?ivi~ión del trabajo de los linajes y a la posibilidad que grupo representante intercambia por recursos no locales, pero no como bienes
tiene un sector pnvileg1ado de controlar la fuerza de trabajo de los individuos comunales sino usando el plusproducto almacenado del grupo representante.
del mismo linaje, que se empieza a marcar una cierta estratificación. Sin Una vez producidos ciertos bienes exclusivos, su distribución queda en
embargo, para que ésta pueda tener un carácter permanente, debe apoyarse manos del grupo dominante, que puede estimular la creación de nuevas
en el desarrollo y control exclusivo que el sector privilegiado pueda tener necesidades y garantizar, con ello, el consumo de productos. El grupo repre-
sobre procesos de trabajo de bienes no alimenticios. sentante justifica la adquisición y elaboración de bienes exclusivos co.n el
_una ~arte del plusproducto que se genera en las unidades domésticas pretexto de que todos pueden tener acceso al producto terminado a cambio
esta ~estinado al intercambio regional. La demanda de bienes alóctonos es el de otros bienes, como alimentos, distintos del plusproducto comunal. Este
refle¡o de la necesidad de mantener una comunicación entre las comunidades hecho provoca que las unidades comunes aumenten la productividad de
Y evitar ~onflic_tos,presentándose al mismo tiempo, la posibilidad de abrir bienes alimenticios y concentren sus esfuerzos en una sola variedad,
n~evas v1as de intercambio para obtener productos o materias primas de difí- estrechándose las relaciones de dependencia. Bajo esta nueva relación, el
cil acceso local. intercambio aparentemente sigue siendo recíproco y/o redistributivo, pero
Para mantener el vínculo con el exterior, es necesario un grupo repre-
ya no es equilibrado.
se_ntante de la comunidad, que en principio puede estar compuesto por De la misma manera, al alterarse las relaciones sociales, cambian también
~:mbr~~ de todos los !inajes._Entre ellos, por prestigio, destaca un sujeto al las relaciones de parentesco: los matrimonios de individuos del grupo privile-
q def1~1:emos como ¡efe, mismo que se encuentra vigilado por el resto de giado se realizan entre sujetos del mismo nivel y dan pie, con el tiempo, a la
la poblac1on para que realmente represente y defienda los intereses de todos· integración de un linaje principal emparentado con el resto de la población
de lo contrario perdería prestigio e incluso su puesto. '
El plusproducto comunal no es enajenado por el representante o sector pero a mayor distancia.
representante de la comunidad; su disposición y uso es una capacidad que
conservan
. los productores Y que esta, en1ocac
e ¡a a mantener ciertas
· relaciones Expresiónideológica
interco~unales Y a satisfacer necesidades internas. Así se entiende que el in- Las características económico-sociales antes descritas también modifican Y
t~rc~mbio pueda ser recíproco y/o redistributivo, sin perder el carácter igua- crean nuevas ideas. Uno de los elementos más sobresalientes de ellas es la
l
1tano. institucionalización del pensamiento ritual, que entre otras funciones tiene
El privilegio que goza el grupo representante es el de ser líder y mediador la de reforzar y justificar la posición del grupo dominante.
de su grupo, pero no puede abusar de su posición para apropiarse del plus- En un principio cuando todos los proi:esos de trabajo se realizan a nivel
producto comunal. doméstico, sin grupos especializados, el conocimiento está también en
La diferenci~ción ~ocia! no se explica a partir de la función política del manos de las unidades domésticas, como parte de la memoria y estereotipos
representante o ¡efe, sino de la posibilidad que le ofrezca su propio linaje de de la sociedad en conjunto. Puede existir algún personaje como brujo o
desarrollar y controlar procesos de trabajo exclusivos, con la condición de que shamán que ocupe una posición diferente por sus conocimientos especiali-
los productos elaborados repercutan en el resto de la comunidad creando zados y por prestigio, pero esto no genera una distinción jerárquica ya que
nuevas_ necesidades. ~e esta manera, el grupo representante y el resto de la sus actividades influyen en la sociedad y benefician a toda la población.
comurnda? ~~edan vinculados a través de un nexo de dependencia. A medida que las sociedades tribales dependen cada vez más de la agri-
La P~:1b1hdad de desarrollar procesos de trabajo exclusivos no está en la cultura, su percepción subjetiva del mundo y las aplicaciones del cono-
explotac1on de recursos locales, a los cuales todos tienen acceso sino en la ex- cimiento estarán influidas por dicha actividad. A través de las ideas se crea la
plotación y elaboración de product0s a partir de materiales o' instrumentos posibilidad imaginaria de controlar aspectos y recursos que no se dominan
alóctonos. Tal posibilidad está dada por los bienes o materias primas que el realmente, pero de los cuales depende la satisfacción de necesidades de la
711
260
De lasprimerassociedadesal Preclásico GriseldaSarmiento• Lacreaciónde losprimeroscentrosde poder 261
comunidad. Los fenómenos naturales que no se conocen, y por tanto es- conciencia, otras ideas, en las que tal grupo se define como propietario de las
ca~an del contr~l humano, son atribuidos a seres o espíritus divinos, a tierras. Ante la necesidad de defensa y la posibilidad de exigir a la población
quienes se tratara de convencer para obtener, de manera indirecta, dicho ofrendas a los dioses, se crea la idea de "propiedad subjetiva" en la cual,
control. De esta forma se tiene la ilusión del dominio de elementos como el imaginariamente, el grupo privilegiado, a nombre de algún dios, se convierte
fuego, la lluvia, el sol y la fertilidad.
en dueño de las tierras.
Gracias a la división del trabajo desarrollada en las sociedades tribales La extensión de estas ideas en toda la población juega un papel muy
jerárquicas, hay un grupo de individuos dedicado a "buscar" los favores de las importante para reforzar la estructura social jerárquica que no tiene todavía
divinidade_sYa des~rrollar nuevos y mejores conocimientos. Pero la posibilidad el apoyo de una fuerza represiva. De ahí la importancia que tienen las idea.e.
de que se mtegre dicho grupo está en los sectores privilegiados de los linajes rituales en la conciencia habitual o cotidiana de las comunidades.
queE~uelen coincidir con el sector encargado de las funciones políticas. ' Es necesario señalar que tales ideas no pueden entenderse aisladas de la
. -~uevo grupo que llamaremos sacerdotal -dedicado al culto- está en sociedad ya que responden a una situación concreta; no se generan por sí
posibilidad de exigir al resto de la población bienes y obligaciones, para mismas.
logra: los favore_s_
de los seres divinos. El grupo dominante ideológicamente se
convierte tamb1en en mediador, y tiene la posibilidad de reclamar como
obligaci?~ moral, ofrendas para poder llevar a cabo su función mediadora
Cuencade México:centrosde poder
con la di:;nidad. En este último caso, el intercambio entre grupo sacerdotal en el extremosur del AltiplanoCentral
Y_poblacion vuelve a ser desigual: bienes y servicios a cambio de un benefi- A continuación hablaremos de un caso concreto que ilustra el proceso de
cio Y seguridad imaginarios.
estratificación social. Para una mejor comprensión del fenómeno, se hizo una
· es e 1refuerzo de la posición del grupo domi-
Otro aspect o 1"deo l'og1co
nante a partir del m t , • división por secciones apoyándonos con una serie de mapas geográficos Y
su grupo' f T ornen o en que este vmcula ' por parentesco imaginario ' de sitios arqueológicos.
1, . ami iar con aquellos seres superiores a los que rinde culto el resto de
ª soci_edad. A esto corresponde la posibilidad real de ampliar su posición Localizacióngeográficay ecología
con alianzas polític · · 1
as Y matnmoma es entre los sectores privilegiados de
otras comunidades Est , lt· . La Cuenca de México está localizada en el extremo sur del Altiplano Central,
. • e u 1mo aspecto es el que da pie a la creación ele un
sistema regional de ci·rc l ·, d b" . . sobre el paralelo 19 de latitud norte, coincidiendo con la orientación del eje
. . u ac1on e 1enes y materias prunas, en el cual es
po s i?le que destaque un sitio central. El sitio ejercerá su dominio sobre los neovolcánico. Su superficie abarca una extensión de 7,856 km2, de los cuales
ciernas, a partir del momento en que los otros asentamientos se conviertan en actualmente 1,330 km 2 corresponden al Distrito Federal, 4,800 km 2 al Estado
proveedores de las materias primas y bienes que le sirven al sitio central para de México y 1,723 km 2 al estado de Hidalgo. .
c?ntrolar p~o~~sos de trabajo. Otra condición importante es que las comu- La Cuenca de México es una planicie elevada rodeada por vanas cade_nas
mdade~ penfencas requieran los bienes producidos por el centro. montañosas: sierra Nevada (este), sierra de las Cruces (oeste), sierra del A¡us-
co (sur) y una serie de montañas discontinuas al norte (véase figura_1). La
Las _ideas Y_la_religión no son elementos que determinen la jerarquía; al
altura de la planicie de la cuenca en el centro es de 2,235 msnm (aproxunada-
co~trano, a~ex1stir ~na situación jerárquica, la religión sirve para justificarla.
mente), y hay algunas elevaciones que llegan a tener una altura ~e 2,760 m.
~u mflu~nc1a se extiende al interior de las comunidades y en su región de La Cuenca de México es una unidad hidrográfica de aproximadamente
~nfluenc1a, de acuerdo con la extensión de la red de producción-consumo- 700 km 2 de extensión, formada por la unión de las aguas de cinco l~gos: Xal-
mtercambio establecida.
tocan y Zumpango al norte, Texcoco en el centro, Chalco y Xochim1lco al sur
Por otro lado, desde el momento en que las sociedades cacicales tienen (véase figura 1). El lago de Texcoco es el más grande y es extremadamente
definida una territorialidad, el grupo representante desarrolla otra forma de salino; a él desembocaban las aguas dulces de los lagos Xochimilco Y Chalco,
'
263
Delasprimerassociedadesal Preclásico GriseldaSarmiento• Lacreaciónde losprimeroscentrosdepoder
262
CuencadeMéxico
CuencadeMéxico Tiposde suelo
Lagosy relieve
Redibujado
de Parsonset al.,1982
(;:;] Zonaaluvial
~ Zonap,edemonle
~ Zonade~ierra
_dh_
-$-
N o ; 10 15 20
K,lómetros w 0-5-10
K1lórnetn»
Figura 1 . Lagos y relieve de la Cuenca de México. Figura 2. Tipos de suelo de la Cuenca de México.
Yeventualmente, recibía las aguas de Xaltocan y Zumpango, también salinos. 1. Riberas salinas: borde de los lagos Texcoco, Xaltocan y Zumpango,
La zona está atravesada por varios ríos, algunos perennes (por la presencia importantes para la obtención de sal.
de manantiales) y otros intermitentes, con agua sólo en la época de lluvias 2. Suelos aluviales. Varían en cuanto a profundidad, por lo que su usfr
(verano) (véase figura 2). Los manantiales se ubicaban en las zonas de Xochi- agrícola no es siempre óptimo. Autores como Sanders, Palerm y_Wo
milco, Texcoco y Teotihuacan. hacen notar que estos suelos se extienden en zonas paralelas a nos, Y
La presencia de manantiales ha sido considerada de gran importancia por que ello facilita la utilización de técnicas de irrigación haciendo posi-
algunos autores, para poder explicar el desarrollo de la agricultura en la zo- ble la presencia de cultivos lo suficientemente productivos para mante-
na. El régimen de lluvias es pobre (sobre todo al norte de la cuenca), con una ner a la población de la cuenca. 19 d
temporada muy marcada en verano que, sin embargo, sufre retrasos con fre- 3 · Zona de somonte. De inclinación y profundidad variables., Adecuaea vulne-
ª
cuencia y en ocasiones las sequías se repiten cíclicamente. A este fenómeno para el cultivo (sobre todo las zonas bajas), aunque es un ar 1
rabie a la erosión, sobre todo en las franjas que coinciden con una ª ta
se agrega el hecho de que debido a la altura en que se encuentra la planicie,
las heladas son también un factor limitante. precipitación. . ¡ ·vos Su
4 Zona de sierra. Escarpada, no apta para asentamientos Y cu t1 ·
La profundidad y fertilidad de los suelos es variable, siendo el norte la zona · d btenerse como mate-
menos productiva, aspecto que coincide con el régimen de lluvias más bajo. importancia radica en los recurs~s que ~ue en o ,
riales de construcción y combustible (vease figura 3).
Con base en la clasificación de los suelos de la Cuenca de México que , ¡ · '/' ·ón en Mesoamé1ica
hace Sanders, definiremos las siguientes zonas (véase figura 2): 1" Sanders et al.: 71JeBasin o/ Mexico;Palerm yWo\:f Agrzcu turaycwz 1zac1 ·
-'
264 De lasprimerassociedadesal Preclásico GriseldaSarmiento• Lacreaciónde losprimeroscentrosdepoder 265
o O Obsidiana Sin duda la Cuenca de México es una de las zonas más trabajadas desde el
R Zonade recolección
e z B Basalto punto de vista arqueológico, tanto en investigaciones de superficie como de
C Calizay silex
z z E Bejucos excavación. Mencionaremos a los autores más significativos cuyos trabajos
o M Madera
Z Zonade caza han contribuido al análisis de los primeros centros de poder en en esta zona
A Avesacuáticas
S Sal (horizonte Preclásico o Formativo).
P Zonade pesca
La presencia de materiales prehispánicos en la Cuenca de México (sin
tomar en cuenta Teotihuacan) era bien conocida desde el siglo pasado. Ya en
este siglo se tiene mención de restos encontrados en la zona sur (Tlalpan)
por Beyer (1918) y Díaz Lozano (1925), aunque el hallazgo más importante
M z es el del sitio de Cuicuilco, identificado por Gamio alrededor de 1920. Gamio
trabajó en Copilco y definió una "cultura de los cerros subpedregalenses"
anterior a Teotihuacan, hecho que sirvió de marco de referencia a Cummings
quien excavó Cuicuilco en varias temporadas entre 1923 y 1926.
En los años treinta, Vaillant hizo importantes trabajos en los sitios El Arbo-
lillo, Ticomán y Zacatenco, al noroeste de la Cuenca de México, retomando
S.deAjusco C.Chiconcuac
el concepto de la "cultura de los cerros". .
Estas primeras investigaciones son importantes antecedentes para traba¡os
Figura3. Recursos naturales de la Cuenca de México. posteriores. A continuación sólo mencionaremos algunos de los trabajos de
excavación más importantes: Piña Chan (Tlatilco), Barba (Tlapacoya),
Con respecto a la explotación de recursos naturales no agrícolas, la Cuen- Noguera y Müller (Cuicuilco), McBride y Alexander (Xaltocan, Texcoco),
ca de México, debido a que es un sistema lacustre, ofrece grandes posibili- Armillas (Xochimilco), Tolstoy, Paradis y Fish (Coapexco), Niederberger (Tla-
d~des: pescados, ranas, tortugas, insectos acuáticos, bejucos, algas, aves pacoya-Zohapilco), Reyna-Santley (Loma Terremote), Manzanillay Frangipane
migratorias; sin olvidar los recursos que se obtienen de las montañas: obsidia- (Cuanalán), Dixon (Temesco), Serra (Terremote) y Gándara (Cuicuilco). .
na, b~salto, madera, productos de la caza (conejos, venados, roedores, Además de trabajos de excavación, en la Cuenca de México se han n~ah-
especies de reptiles), (véase figura 3).
zado importantes proyectos de análisis de superficie y patrón de asen~a~~en-
La riqueza de recursos de la zona ha hecho pensar a autores como Piña y to a gran escala. Sanders es el que inicia con este tipo de proyectos, dividien-
McClung que tal vez la agricultura no haya sido un factor tan determinante do a la cuenca en varias áreas, trabajadas posteriomente por diversos
en!~ economía de las antiguas sociedades, o por lo menos que no desem- investigadores: Blanton (lxtapalapa), Parsons (Texcoco), Parsons (Chalco Y
p~no un_papel fundamental para el surgimiento de sociedades jerárquicas, a Xochimilco), Sanders y Santley (Cuauhtitlán y Temascalapa).
~iferenci~ de _otr~s aut~res mencionados. A ellos se debe el concepto de
economia mixta (agncultura, caza y recolección), aplicado a las fases
aldeanas tempranas. 20 Cronologíay periodificación
Cuando una zona es trabajada por muchos autores, se corre el peligro de
. "' Para profundizar este aspecto véase: Piña Chan: Mesoamérica; Piña Chan: "Un modelo de evolución
social Ycultural del México precolombino"; Wolf (ed.): 1be Va/ley of Mexico; Sanders et al.: 1be Basin of Mexi- tener tantos criterios de periodización y cronología como investigadores, Y
co; Parsons et al.: Archaeological Settlement Pattern Data from ...
eso ocurre precisamente en la Cuenca de México.
L __
266 De lasprimerassociedadesal Preclásico Cuadro 1. Cuadrocronológicode la cuencade México
Primerintermedio· ¡
~t
; 1
dos: inferior, de transición y superior. Los criterios usados son los cambios en 300 --------, faseV 1
1
la cerámica y tipos de figurillas (criterios tecnológicos y morfológicos),
200 Teotihuacan
11
hablando de una evolución gradual.
Durante mucho tiempo se utilizó la definición del horizonte Preclásico 100 1
Teotihuacan
1 ' Primerintermedio 1
con sus divisiones: inferior, medio y superior, concepto ligado a la "influen- o faseIV 1 . ·, ¡
cia" de los olmecas detectada en la cerámica (motivos estilísticos). Ticománmuytardío• Ticomán Ticomán ¡Formativo
terminal•
100 i 1
: ' . ' : 1 • 1
Después de varios años de trabajos y cronologías locales, Tolstoy y Pa- ¡
200 ; : Primerintermedio11 1
radis intentan hacer una revisión cronológica con base en materiales cedmi- Ticomántardío
fase111 : 1. !
300 1 •
,: ,¡;.. orma,_,vp
•1·
1000 Zacatenco
temprano; fil . ro !
de superficie, hizo énfasis en la localización ele sitios considerando rasgos
1• d ·, \1;, .. ·•, · · ,-' ,!
culturales (como cerámica y arquitectura) con rasgos naturales, y el cambio 1100 Arbolillotemprano Ayotla
lxapaluca ·': ·' i .'.' ·,;•, · · · ' ¡
de configuración de estas variables en el tiempo. La nueva cronología, a ---------;' 1 ,:,.,.' ... 1 .¡
u 1200 l.:...•-~·-,
........
-..-.,_
..........
__
..........
pesar de ser complicada por la gran cantidad de fases que propone, facilitó "'
1 ' 1 \· ... . ~ •i,
la comparación con otras regiones, y dio oportunidad a considerar factores 1300 · Horizonte
temprano:
format1vo·temprano
f •. ; :. ' ••• :
1 • { '•, •• ·.,;
de cambio social que van más allá ele la "influencia" ele otras sociedades 1400
(como los olmecas), o de considerar solamente rasgos cerámicos. 1500
•I '
.. ,
Actualmente la cronología más aceptada para trabajar el desarrollo ele la 1600 Nevada
,. , · I'. ':',·!
Cuenca de México, y que utilizaremos en el presente capítulo, es la que usó Materialfuner;:ui<i
',!
Parsons para analizar el sur de la Cuenca de México (véase cuadro 1). 1700 olmeca '·.•
·1, 1
. • 'tJ•~~-~
,'
. .
.. '
'
'i :..•
1800 . ,. ,'_\~-\···~•·~,....,!
_1.J·· •. ·,,.,
,. ,1_,
__ 1,t./1
Desarrollo
de lassociedades
del Formativd
1 1900 1
'~:.;1 ~•-1', . :
•
G)
Hay sitios como Coapexco y Tlatilco, en cuyas fases más tempranas se Figura 4. Sitios del Formativo temprano (1500-1200 aC)
han detectado lugares de almacenamiento. No hay evidencia de diferen- en la Cuenca de México.
ciación social a pesar de que empieza a haber una distinción en cuanto al
tamaño de los sitios (véase figura 4).
del Formativo, y que es uno de los indicadores más importantes de los lla-
Es importante señalar la presencia de objetos propios de zonas lejanas,
mados "centros de poder". · TI •¡
como lo son artefactos con motivos olmecas y cerámica del Occidente de
Co apexco es aparentemente abandonado y sobresalen Tlapacoya, _au-
México, aspecto que sugiere la posibilidad de intercambio. La presencia de los
co y algunas grandes villas nucleadas en la zona Chalco-Xoc h'1m1·1~ o (vease
.
motivos olmecas hace pensar en la posibilidad de la "adoración de anima-
figura 5). A nivel de subsistencia, la agricultura empieza a _tener n:1ª~
imcioo;~
les totémicos", y la gran cantidad de figurillas femeninas, en cultos domésti-
tancia que las actividades de recolección y caza, aunque sigue exiStien
cos de fertilidad.
En el Formativo medio hay un considerable aumento de población, y economía mixta. , . , . do al oeste
Otro sitio que es importante en esta epoca es T1coman, ubica .
crece el número y variedad de sitios: desde pequeñas aldeas hasta villas enca de México cerca de las salinas, en suelos no aptos para la agn-
de la Cu
nucleadas con evidencia de arquitectura pública. 22 Incluso se habla del inicio . r , en la extrac-
cultura. Por esta ubicación se supone que el sitio se especia izo . hacia
de un patrón de asentamiento que consiste en una serie de sitios agrupados •, de sal Sitios como éste, y la expansión de otros asentamientos h
alrededor de una comunidad mayor, fenómeno que se repetirá en otras fases ~i:as de s~monte con otras posibilidades de explotación de r_~cursos, ~n
"Para la clasificación de sitios se tomaron en cuenta los criterios estahlecidos por Sanders. Véase Sanders servido como evidencia a las hipótesis que hablan de la integrac1on de un sis-
et al.: The Basin of Mexico. tema redistributivo, con centros de intercambio muy marcados.
l
270 De lasprimerassociedadesal Preclásico GriseldaSarmiento• Lacreaciónde losprimeroscentrosde poder 271
Cuencade México
Cuencade México Sitiosdel Formativo
tardío
Sitiosdel Formativo
medio (700-300aC)
(1200-700a()
A Aldea
A Aldea P Pequeñavillanucleada
P Pequeñavillanucleada G Granvillanucleada
G Granvillanucleada R Centroregional
Redibujadode Sandersel al., 1979 Redibujadode Sandersel al.,1979
A
AA
AA
Tlatilco
Figura 5. Sitios del Formativo medio ( 1200-700 aC) Figura 6. Sitios del Formativo tardío (700-300 aC)
en la Cuenca de México, en la Cuenca de México.
( Se habla de sitios especializados en la producción de bienes como cestería En este periodo la agricultura ya es el proceso económico más importa~te
ca~astas, petates, cuerdas, redes) y del desarrollo de nuevas tecnologías, a (sobre todo el cultivo de maíz). Sanders incluso habla del desarrollo de tec-
par _ir de una mayor variedad de instrumentos de trabajo: punzones, agujas, nicas de agricultura intensiva: irrigación en Teotihuacan, Patlachique YTexco-
espatulas, pulidores, machacadores. co, y el cultivo con chinampas en las orillas del lago de Texcoc~, Y de los
En esta fase, el intercambio con zonas lejanas sigue sobre todo con la lagos Chalco y Xochimilco. Sin embargo, la evidencia que apoya dichas ase-
Co st a del Golfo y el Valle de Oaxaca, y es inferido por la presencia de arte- veraciones ha sido cuestionada por otros autores. 23
~~t~s de jade, c?~cha y cerámica con motivos olmecas en la Cuenca de Prosigue y se incrementa la producción de bienes artesanales. La expa?-
xico, Y de obs1d1ana de Otumba en sitios olmecas y del Valle de Oaxaca. sión de los sitios a diferentes ámbitos ecológicos hace pensar que se acent~a
Se habl~ Y~de la existencia de una cierta diferenciación social, no sólo por la especialización y el intercambio realizado por intermediación de los nu-
las c~ractenst1c~s de los sitios, sino a partir de los entierros que presentan un cleos poblacionales más grandes.
patron heterogeneo en cuanto a la calidad de las ofrendas por individuo. Las comunidades ribereñas explotan recursos agrícolas y lacustres que
, Durante el Formativo tardío sigue la expansión poblacional y crece el intercambian por madera, maguey y venado de las zonas altas. Con eSt e
numer~ de aldeas y villas. El patrón de sitio principal rodeado por otros más patrón de explotación regional se infiere que los centros regionales se con-
pequenos también permanece y se distinguen sobre todo dos centros: Tla- virtieron en centros de redistribución de bienes. Más allá de la Cuenca de
pacoya y Cuicuilco como centros regionales (véase figura 6).
'' Véase McClung:Ecologíay c11/t11ra
en Mesoamérica.
272 De lasprimerassociedadesal Preclásico GriseldaSarmiento• Lacreaciónde losprimeroscentrosdepoder 273
México, el intercambio prosigue sobre todo con Oaxaca y tal vez con sitios CuencadeMéxico Cuencade México
del estado de Morelos. Sitiosdel Formativo
terminal Sitiosdel Formativo
terminal
(300-100a() (300-100a()
La diferenciación social se puede inferir por las diferencias observables • Aldea • Aldea
R Centroregional
en la composición arquitectónica de los sitios y los entierros: algunos están P Pequeñavillanucleada
cerca de estructuras ceremoniales, cuando el resto se encuentra debajo de las
G
R
Granvillanucleada
Centroregional .. de Sanderset al.• 1979
Redibujado
•
111
jerarquía social.
Para el Formativo terminal hay un cambio de configuración poblacional ..
p
•-
"
de un sistema de irrigación bien establecido, capaz de producir los bienes dimensión más amplia al análisis arqueológico, en el cual se pueda hablar de
agrícolas que la población en aumento requirió. 2 ' los procesos sociales en forma integrada, tanto espacial como temporal-
Se cree que la población del sur de la Cuenca ele México se desplazó y se mente. Una secuencia histórica completa se obtiene cuando se tienen expli-
reubicó en la zona norte, y en comunidades del Valle ele Morelos. Inclucla- caciones de varios momentos del desarrollo de una sociedad, tomando en
hlemente, hacen falta nuevas investigaciones. sobre tocio en los cemros cuenta otros sitios y regiones contemporáneos.
regionales aún no trabajados, para esclarecer el problema ele la clesaparicié>n Ése es el trabajo que debemos realizar para entender los distiritos campos
de las sociedades jerárquicas. de acción en los que se mueven los "hombres" de los cuales hacíamos
referencia al inicio del presente capítulo. De nuevo insistimos en que ése es
el trabajo que debemos realizar para comprender también las transforma-
Conclusión ciones que la humanidad ha sufrido a lo largo del tiempo. .
Los aspectos fundamentales que nos permiten hablar del surgimiento ele una Un gran aprendizaje del pasado con respecto al presente es descubnr la
i~rarquía social son las relaciones sociales de producción, ele acuerdo con el capacidad ele cambio y búsqueda ele alternativas que caracterizan al ser
tipo de propiedad y el grado de desarrollo productivo ele las sociedades. En humano. Aprovechemos estas enseñanzas.
el ca~o de l~s sociedades tribales jerárquicas. al darse una intensificacié>n pro-
ductiva, me¡ores medios y más población, se amplía la división del trabajo, v
todo~ estos factores son las condiciones que propiciaron un cambio en ia:.,
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cuenta de que hay aspectos de la propuesta teórica que se contrastan fácil- Antiqui(v, v. 5, o. 5, 1985, pp. 738-755. . 1
mente. pero hay otros que todavía quedan sin evaluar. CUEVA,Agustín: "La concepción marxista de las clases sociales", Te01ia marxista de as
Es necesario un trabajo más detallado, a nivel de detección de incli- clases sociales, México, LTAM, 1983. pp. 61-75 (Cuadernos de teoría y socieda~ 2).
ca_dores, que nos permita profundizar en los fenómenos observados y ex- CUMMINGS, B.: "Cuicuilco, the Oldest Temple Discovered in North America", Review 01
the Archaeological Society of W'ashington. v. :X.'VI,
julio-agosto, 1923, PP· 1-2. .
pli~~r_los hechos de acuerdo con los procesos que involucran. Este tipo ele
D1xoN, Keith: Progress Report 011 Excavations of Terminal Late Preclassic Ceremomal
analisis y su adecuada contrastación empírica es lo que permitirá darle una Architecture, Temesco. Valle_rof Mexico. California, California State College, Depart-
" Sander~ el al.: 77.ieBasi11 <flv/exico. ment of Anthropology, 1965.
•
De lasprimerassociedéldes
éllPreclásico GriselclaSarmiento• Lacreación
de losprimeroscentrosdepoder 277
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r¡ --
LazonadelGolfoen
el Preclásico:
laetapaolmeca
RebecaB. GonzálezLauck*
Introducción
El estudio de sociedades complejas prehistóricas es importante, particular-
mente cuando se trata de expresiones autóctonas, las cuales se desen-
volvieron en diferentes partes del mundo y en diversas formas. La civilización
olmeca es uno de los ejemplos más tempranos y de gran complejidad en la
historia del México prehispánico. Dicha civilización ha sido objeto de múlti-
ples clasificaciones: "cultura madre de Mesoamérica .., "arcaica'', "aldeana.,,
"cacicazgo", "imperio", "estado primitivo .. o ''civilización prístina", etcétera. Sin
embargo, con base en los conocimientos que tenemos en la actualidad, dichas
clasificaciones son demasiado simplistas para una adecuada caracterización
de esta particular manifestación cultural del México antiguo.
Los "olmecas'' conformaron una expresión cultural en la parte sur de la
Costa del Golfo -que comprende la parte central y sur del estado de Veracruz
y ta·parte oeste del estado de Tabasco- y que existió en el primer milenio Y
medio antes de Cristo. Esto incorpora la definición de lo ··olmeca" como un
estilo artístico, lo cual es una de sus características más reconocibles dentro
y fuera de la Costa del Golfo.
La palabra ''olmeca" significa ''habitantes de la región de hule",1 y fue uti-
lizada genéricamente para llamar a los diferentes grupos étnicos, lingüísticos
y culturales que ocuparon la región de Veracruz y Tabasco a través de los si-
glos. 2 Dada la amplia cobertura temporal y cultural de dicho término, se pro-
puso que se le llamara ··cultura de La Venta" a la cultura arqueológica que
nos concierne, ya que los materiales culturales descubiertos hasta ese enton-
*Investigadora del Centro Regional de Tabasco del 1:-.;AH.
'Jiménez /vloreno: ..Relación entre los olmecas. toltecas y los mayas", p. 19. . . .., . ...
'Caso: ··Resumen de las discusiones sobre los olmecas históricos y sobre los informes hngu1sttcos • P· 39.
280 De lasprimerassociedadesal Preclásico RebecaB.GonzálezLauck• Lazonadel Golfoenel Preclásico:la etapao/meca 281
dar los múltiples problemas arqueológicos que aún quedan por resolver. Esta )::_::·.::-1
Elevdciones de 200 m
m.1~·ores ~9
282
De las primerassociedadesal Preclásico
Rebeca B.González Lauck• Lazona del Golfo en el Preclásico:la etapao/meca 283
re1 gión_ tenía una densa cubierta de bosque tropical húmedo. la cual has· 1
e estrrnda extensamente. ic.0 La era de exploraciones arqueológicas en Veracruz y Tabasco en torno a la
En esta regió~ se han localizado más de treinta sitios de donde· proct:de 1 cuestión olmeca comienza bajo los auspicios de la Smithsonian Institution y
esculturas de estilo olmeca. razón ¡)or h ctnl se les ,·1·1··t·· ., . , la National Geographic Society. Bajo la dirección de Matthew W. Stirling se
cient , 1, . . . ., ' ' · • '- , s1 1c1 e.orno pc.·rtt:nt:-
. _ e~ a d c1v!11zac10nolmeca. Este artículo trata casi exclusivamente de lo. realizan excavaciones en Tres Zapotes (1938-1940), La Venta (1940, 1942-
si:t::I c_e La V~n:~~,San Lor~nzo, Tres Zapotes y Laguna de los Cerros. puc.·st<~ 1943), Cerro de las Mesas (1940-1941) y San Lorenzo-Potrero Nuevo-Teno-
q a mformacion que existe sobre los demás es práctictmente nula. chitlan ( 1945-1946). Se descubrieron a lo largo de estas investigaciones un
gran número de esculturas de piedra, ofrendas de piedra verde y se pro-
pusieron cronologías relativas con base en los materiales cerámicos. 1 ' Una de
Historiade las investigacionesarqueológicas las controversias que resultó de estos trabajos fue la ubicación cronológica
La más ampli a 11tstonogra ·. · f'ta d e las investigaciones en torno -1 h c.·LI"s·r·· de la civilización olmeca, lo cual creó dos bandos: los que pensaban que se
o 1meca es I· 1 ¡- d . . · · '-• 1011 trataba de una civilización anterior a las del resto de Mesoamérica 1' y, por
. . . d . d pu) tea a por Beatriz de la Fuente;' cubre el ¡)eriodo desd ~ ~i
m1c10 e dichos t c1· 1 r·ma 1es de los años sesenta Fnnci·sc.·<) I).~,,~ e .·e otro lado, los que pensaban que era más tardía y contemporánea a otras ci-
d o P ere·tu6 p es.·,u tos 1asta . _ , · , • J<.: e11-
Y onctano Ort1z Ceballos ampltan lo anterior con infornn .·, vilizaciones de América Media. 1<•
l
, _<
mas reciente es •1 , c 1011
Semen . , · pecia mente so 1xe 1as investigaciones realizadas en Veracruz Una segunda ola de investigación de campo se lleva a cabo en los años
cmnan con el fin de que el lector pueda ampliar la siouiente síntesis .. cincuenta. Otra vez bajo los auspicios de las mismas instituciones, se realizan
Ia cua I se enfoca . . ,I l , ., 1· . . . . n . ..
princtpa mente uc;d ds 111vest1gacmnes de campo qu •. ~ excavaciones en La Venta en 1952. bajo la dirección de Philip Drucker. 17 Entre
' 1 1.
lan rea izado en la región olmeca de la Costa del Golfo t:: se los resultados principales de dicho trabajo, se determinó, con base en fechas
Lo r· . · de radiocarbono, la ocupación de La Venta entre 800 y 400 aC, y la propues-
P imero que se cito a conocer sobre los olmecas fue el •irte e·s¡) _,-·t··
camente las .. 1 , . . ec1 1-
fue d escubierta · escu turas monumentales de piedra. La primen c-ihez·i col ., 1 ta de una secuencia arquitectónica de cuatro fases. Las aproximaciones
186? 8 D I , . , , , ., <)sa radiométricas de La Venta sirvieron para disipar la controversia sobre el
. en -· urante as ultunas decadas del siolo \I\ ,_. I· .
primeras del siglo XX se pu bl.1can otros l1a11azgos aislados . . n . . ' .1s
y ¡)1·,,z·ts c.l" 111 L1 . ,, fechamiento de la cultura olmeca, mencionado anteriormente. En 1953 se
pero. aun . . . ., . . , . · '- ·' · '- seo
. - ~ue se
1es e1enommaba '·oJme . ,..1econoc10 cierta u111dad art1st1ca entre los mismos •tún n< ., realiza una prospección para determinar los límites al este y sur del área
,I, . ., . . . , . ., ) se olmeca. 18 Más tarde, en 1958. Román Piña Chan y Roberto Gallegos, del Insti-
. . ca , en a gunos casos, se les Ileoo ·1 contundir con,._,.
tlgios may·is ioFu B i1 . 1 n , -cs-
tuto Nacional de Antropología e Historia, realizan una serie de trabajos de
, , .
1o art1stico. y Savi1Ie12 • quien
< • • e eyer )autizó como "olmeca" a este l)'trticuhr • ·(
d r· ., , .·, . 1 _ ., , . ' , es 1- rescate arqueológico en La Venta. 19
, . ., - quien e 11110v<111<1s e e sus ec1ractenst1Cas extern·ts \' ¡0
asocio a la zon· d ¡ T , . . _ · '· • .·
ll· 15 • a e os uxt 1as y regiones aledanas hacia el sur. Georoe v, 1._ Durante los años sesenta, se realizaron investigaciones arqueológicas en
d an! t es el primero en notar la similitud con materiales cultunles tem¡~r-t 1' 1. San Lorenzo, La Venta y Laguna de los Cerros. En 1964, Robert Squier regre-
e centro de México. ' · , 1 os
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•
sa para realizar excavaciones en La Venta, de lo cual lo único que se conoce 1978 y 1984, bajo la dirección de Juan Yad~:1m del INAH, se i~icia el "Proyec-
son algunas fechas radiométricas reportadas por terceros. 2º Bajo la direcci(m to Sociedades Olmecas", con base en el s1t10llamado Las Limas, de donde
de Michael D. Coe de la Universidad de Yale, se llevó a cabo el "Proyecto Río proviene un solo ejemplar de escultu~a. olmec~. 28 Co~:º parte de_este proyec-
Chiquito", el cual tuvo una duración de tres años, entre 1966 y 1968. 21 Los tra- to se realizó un levantamiento topograf1co d~ dicho sitio, una ~e.ne de ex~av~~
bajos en San Lorenzo continúan en 1969 bajo la dirección de Francisco Beve- ciones. al igual que prospección y levantamiento de algunos sltlos aledanos.
rido22con una prospección magnetométrica y excavación de monumentos. En Asimismo. en 1978, como resultado de la construcción de un gasodu~to, el _INAH
La Venta, bajo la dirección de Robert F. Heizer de la Universidad ele California- y la Universidad Veracruzana coordinan un proyecto de rescate ba10 la direc-
Berkeley, se realizaron investigaciones desde 1967 hasta 1969. 25 Entre los ción de Ángel García Cook y Meclellín Zenil. Dentro de este proyecto se real-
resultados principales de estos trabajos se encuentra un levantamiento más izan excavaciones en Tres Zapotes. 3º . . . .
completo de la traza arquitectónica, pero aún parcial del sitio; la localización En 1984. la autora ele este capítulo, bajo l~s auspicios ~e_la Umversid~~
de más esculturas de piedra, y la ubicación temporal de la ocupación princi- de California-Berkeley, realiza un levantamiento topografic? ~e. la zo
pal de La Venta entre 1000 y 600 aC. A principios de esta misma década. arqueológica de La Venta y una serie de excavaciones estra_ugrafica~ ?ªr~
recuperar ...matenal , · con e l fim d e establ ec er una secuencia cronologica.·
· ceranuco
~lfonso Medellín Zenil, de la Universidad Veracruzana, lleva a cabo investiga-
ciones en Laguna de los Cerros donde encuentra una veintena de esculturas
de estilo olmeca tardío, además de realizar excavaciones y un levantamiento
Bajo los auspicios del Instituto de Cultura de Tabasc? Y e_lINAH,_entr~ 19 1~
1988 se da inicio al "Proyecto Arqueológico La Venta', ba10 la d1recci~n .
J;
. 1 , t de un programa de mvestl-
arquitectónico. 2•í Edward Sisson, de la Universidad de Harvard. realiza traba- misma arqueóloga. Este proyecto me uye, apar e .. , b"'
... •, d ¿· ho sitio 3-Tam ien
jos en el área de La Chontalpa, Tabasco en 1968, donde ubica una serie ele g '1c1·0-
'
n p1·og1·am'1span la ¡xotección y restauracion e ic
' ' '· ' •
·
d · · · l "Proyecto
asentamientos prehispánicos que abarcan del 1350 al 300 aC. 2' en 1985 Barbara L Stark de la Universidad de Anzona a inicioª
' . . ,, . f e en Cerro de las Mesas,
Los trabajos de magnetometría y excavación de monumentos en San Arqueológico La M1xtequ1lla , con especia 1 en oqu . ,
. d , d entamiento en e 1 area
Lorenzo continúan en 1970, bajo los auspicios del INAH. 2" Bajo la dirección ele abarcando un programa ele estudio e patron e as
Squier Y Beverido -de la Universidad de Kansas y Universidad Veracruzana, alrededor de dicho sitio. 3·' , • , h ta la
respectivamente-se lleva a cabo, entre 1970 y 1971, el "Proyecto Olmeca ele En 1988, se inician trabajos en El Manatl, los cuales cont_muan as
los Tuxtlas", dentro del cual se realizaron una serie ele prospecciones para fecha. Este proyecto, bajo la dirección de Ortiz Ceballos, comienza como un
· , · de esculturas de ma-
l~calizar sitios arqueológicos de filiación olmeca, muestreo de yacimientos ele rescate arqueológico al encontrarse un con1unto umco . ·¿ d
·11- de la Umversi a
piedra Y excavaciones en Tres Zapotes y en el Conjunto Dos Mangos. 2- Entre clera ele estilo olmeca ..1• En 1990, Ann Cyp h ers Gui en,
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--
286 De lasprimerassociedadesal Preclásico RebecaB.GonzálezLauck• Lazona del Gofio en el Preclásico:la etapao/meca 287
Cronología
El problema principal de la arqueología olmeca de la Costa del Golfo es el e.le
su cronología. Con base en aproximaciones radiométricas. se estableció en
los años cincuenta que los olmecas ocuparon la Costa del Golfo durante el
primer milenio y medio antes de nuestra era. Sin embargo, existen hoy en e.lía
serias deficiencias en torno a las cronologías internas de los principales sitios
olmecas en la región.
Para el sitio de San Lorenzo, Veracruz. se ha publicado una secuencia
cerámica que va desde la fase Ojochí O, 500-1,350 aC) hasta la fase Villa Alta
(900-1100 dC).r La ocupación que se define como olmeca se concentra en la
fase San Lorenzo Cl,150-900 aC) y se distingue por e.los grupos cerámicos
ausentes en las fases anteriores: el "Calzadas Excavado" y "Lim(m Excavado
Inciso·' (véase figura 2).
La sec~1encia cerámica del sitio de San Lorenzo es la más utilizada para
comparaciones con otros sitios y cubre desde el 1. 500 aC hasta el 1.100 c.lC.
Figura 2. Ejemplos de cerámica fase San Lorenzo 0150-900 aC).
con un hiato entre el 100 aC y el 900 dC. 58 Aunque Coe y sus colaboradores
San Lorenzo. Veracrz (redibujado de Lowe 1989).
realizaron un buen número de exploraciones en dicho sitio, para la secuencia
cerámica sólo se utilizó el material proveniente de una sola excavaci(m. En tradición alfarera, particularmente en las fases del primer milenio y medio
ésta, se encontró material en contexto primario únicamente para tres e.le sus antes de Cristo. Esto implica cierta continuidad cultural desde las fases tem-
fases: Bajío O ,350-1,250 aC), San Lorenzo O, 150-900 aC) y Nacaste (900-700 pranas ( Ojochí) hasta las más tardías (u. gr. Remplas), y no necesariamente
aC). Sin embargo, no es del todo claro cuáles son los criterios que utilizó cambios de un grupo cultural por otro. Los trabajos del proyecto en curso en
para definir las otras cuatro fases: Ojochí 0,500-1.350 aC), Chicharras ( 1,250- San Lorenzo seguramente proporcionarán datos que clarifiquen los proble-
1.150 aC), Palangana (600-400 aC) y Remplas (300-100 aC). Asimismo. Coe mas existentes en la cronología de este sitio.
en su análisis del material cerámico, enfatiza las diferencias entre las diversas El problema de cronología para La Venta es aún más agudo. Con bas: en
fases. principalmente entre lo que él considera como olmeca y no olmeca, las excavaciones en el Complejo A, se establecieron cuatro fases arquitec-
cuando en realidad la evidencia que publica indica una continuidad en la t¿nicas de 100 ai'l.os cada una, cubriendo el periodo entre 1,000 Y 600 aC. 59
, • ,, .¡()
Una reciente evaluación de las fechas radiométricas para La Venta sei'lalan existieron civilizaciones contemporáneas en diversas partes de Mesoamérica.
que la ocupación de La Venta fue de 1,200 a 400 aC., con una mayor con- Las relaciones entre ellas no eran simplemente unidireccionales, lineales o
centración entre 1,000 y 600 aC: 11 evolutivas, sino que seguramente interactuaban en diversas formas Y niveles
0
Para La Venta, aún está por establecerse una secuencia cerúrnica confia- a través del tiempo. El registro escultórico de los principales sitios olmecas
ble. Las investigaciones arqueológicas previas a 1984, sólo lograron presen- (Laguna de los Cerros, La Venta, San Lorenzo y Tres Za_pote_s)in?ica rela-
tar lo que se puede considerar un inventario de cedmica sin mayor control ciones similares a las propuestas por Demarest, lo cual 1mphca c1er~acon-
cronológico, debido a las técnicas de excavación empleadas, el lugar donde temporaneidad. Sin embargo, aún es necesario consolidar esto, apoyandose
ubicaron sus excavaciones -usualmente dentro del relleno de edificios- y el en secuencias cerámicas con un mejor control cronológico.
tipo de análisis utilizado:•~ Rescatando parte de la informaciém de investiga-
ciones previas y aunado a los resultados de los trabajos realizados en' La
Venta desde 1984, se cuenta con los esbozos de una secuencia cedmica, en Arte o/meca
parte ligada a la controvertida secuencia arquitectónica.'~ Se espera mejorar Como se menciona en la primera sección de este artículo, los vestigios artís-
esta situación con más investigaciones. ticos de la civilización olmeca -su escultura- permitieron definir inicialmente
Las secuencias cronológicas para otros sitios olmecas importantes también a dicha civilización como una unidad cultural. El mayor número de esculturas
s?nerráticas y debieran ser el enfoque fundamental de futuras investiga- de estilo olmeca se ha encontrado en la Costa del Golfo, razón por la cual a
CIOnes.En Tres Zapotes únicamente existe un inventario de cedmica, lo cual esta región se le caracteriza como olmeca.
~ólo permite comparaciones a grandes rasgos. Para Laguna de los Cerros, la Las propiedades formales de la escultura olmeca son e 1maneJo · de vo 1u-
mformación es menos abundante. A pesar de que Bove'' examinó parte del men el refinado sentido de la proporción, la simplificación de las estructuras
material cerámico de este sitio excavado por Medellín Zenil y determinó la y sus' detalles, al igual que sus formas cerradas, lo cual en su co°:Jun· t les da °
contemporaneidad de las fases tempranas de Laguna de los Cerros con las de una cualidad de monumentalidad: 16 Existe una confusión en la literatura, ya
S_anLorenzo, el investigador no proporciona ni una sola ilustración del mate- que es común definir esculturas olmecas a través de sus características exter-
nal para que el lector pueda llevar a cabo una evaluación independiente. La nas: los rasgos "atigrados", las cejas ·•flamígeras", etcétera, lo cual es un error.
clasificación de Laguna de los Cerros como sitio olmeca se basa en un grupo Estas características externas en sí, sólo son parte de su iconología.
de esculturas ahí encontradas. Se han escrito estudios sobre la iconología/iconografía olmeca, que co~e-
. En la literatura tradicional sobre los olmecas es común la idea de que la ten el error de suponer una continuidad de 2,500 años en las creencias de as
pnmera "capital" olmeca fue San Lorenzo, en el "Preclásico" o "Formativo" civilizaciones del México prehispánico.•iJmágenes o símbolos que ten?an
temprano, siendo reemplazada por La Venta, en el "Preclásico" o "Formativo'' parecido a otras de civilizaciones posteriores, como la mexica, son exa1?-i~a-
medio, Yfinalmente cobró supremacía Tres Zapotes en el "Preclásico" o "Forma- dos con base en las interpretaciones que los no nativos han hecho de die os
tivo" tardío.'' Con base en los estudios arqueológicos realizados en las últi- símbolos. En el campo de la historia del arte, se ha establecido que no ~s
mas décadas, poco a poco se ha reunido suficiente evidencia que indica que posible interpretar con seguridad los temas o símbolos de obras de arte stn
''. Gonz~lez Lauck: "The 1984 ArchaeologicaI..:·, p. 161.
tener una tradición escrita u oral que las explique. 48 Para el arte olmeca ~o
•- Gonz:ilez Lauck: "The 1984 Archaeological ... ", pp. 105-115. existe este tipo de tradición, razón por la cual los estudios iconográficos exis-
"Gonzalez Lauck: "The 1984 Archaelogical. .. ", pp. 116-154.
" Bove: "Laguna de los ... ". tentes son de precaria validez.
'' En _esteartícul? se ha~e e) esfuerzo consciente de evitar el uso <lela nomenclatura tradkional para ck•sig-
. .. G h ··Al a·1Takalik: The Olmec
nar el f.)eno?o del prnner milenio y medio antes <lenuestra era. Los términos "Preclásico" o ··Formativo" están · De la Fuente: "Tmv;mls a Conception ol Monumental Olmec Art • r~ .ªn:1' J 1 1View from
demasiado impregnados de connotaciones de índole sociocultural, ya que implican un desenvolvimiento cul- Style and its Antecedents in Pacific Guatemala··. p. 164; Graham: "Olmec D1ftus1on:A Scu ptura .
tur'.tl menos ~·ompleto qu_e en posteriores civilizaciones, La ubicación temporal. ya sea más antigua o nüs l';Ícifi~·Guatemala··. p. 2j0. . . . .. . . .. . . . . , de La Venta"';Jorale-
reCiente. ?..ec(1!erentes so~~edades no implica que sean más o menos "civilizadas" o ··primitivas·· una respecto de . Coe· "The Olmec Hemtland. En1lu11onot Ideolooy · Covarnihms: El ,irte olmeca O h ...
otras. La fqaCion por das1f1car el grado de "desarrollo·· de diferentes culturns es un residuo de la escuela en,lu- mon: A ·St11c(1·· ,f Ol1111!c Icmm~rapby: "The Olmec Dr.1gon: "· ' A Study in l're-Co 1um b'1an I co noorap
" Y·
cionista de tiempos pasados y es cuestionable su uso hoy en día. .. l'anoi'sky: St11dil!Si11/c()//Cll",!.{l":
Pmulom'.~ Bo.,·.
•
290 De lasprimerassociedadesal Preclásico
292 De las primerassociedades al Preclásico RebecaB. GonzálezLauck• Lazona del Golfo en el Preclásico:la etapao/meca 293
Estelas 2, 3 y 5, los Monumentos 13 y 19 de La Venta, y obviamente la Estela volucionarios"(, 2 o, apoyándose en analogía etnográfica, cuando los per~on;-
C de Tres Zapotes, con su fecha maya en la parte posterior de la escultura. J·es representados en las esculturas morían, éstas eran mutiladas con el fm e
rompen con los cánones de la escultura clásica olmeca y claramente demues- neutralizar la energía o fuerza sobrenatura 1que po d'ia emi't'ir su re
, - presenta-
.
tran influencias contemporáneas foráneas.'<, El contacto entre las tradiciones ción de piedra.<•5 Recientemente, estas ideas se han visto seriamente cueS t io-
artísticas olmeca y maya produjo un '·arte híbrido", donde se mezcbn temas nac.las. al comprobar que la ,d ·, .. o "m~1t'li acion
. estruccion ·, " de esculturas olme-
o de
olmecas con formas de ejecución maya o viceversa.'- Ejemplos son la Estela cas en realidad son las huellas de su antenor forma o del proces
11 de Kaminaljuyú, Guatemala, el Monumento C de Tres Zapotes y, a escala esculpido o reesculpido.<>•
monumental, el Complejo H de Uaxactún en el Petén guatemalteco. s,
Además de las bien conocidas esculturas olmecas como: las cabezas colosa-
les, representaciones probablemente de sus líderes, y los famosos altares/tro- Arquitecturao/meca
nos, representaciones de un tema con probables connotaciones míticas y de ·, de
Se supone que un edificio típico olmeca consistía de una construccion
legitimación, al igual que las estelas con representaciones de sucesos históri- 'materiales
· perecederos: postes de madera, paree ¡es d e cainzo. · repelladas con
cos, los olmecas se distinguían por la elaboración de peque11as esculturas de lodo techos de palma y pisos . .
de tierra •
apisona d'.1, con o si·n una subestruc-
piedra verde (genéricamente llamado "jade" o "jadeíta"'). Aparte de la Ofrenda '
tur·1 "' Las subestructuras o basamentos eran de tierra • compac rada ' ya sea
4 de La Venta, la mayor parte de estas piezas proceden de contextos descono- '· ·1·
•ircilhs o arenas de orioen local. En algunos casos, se utl izaron pi·edras como
cidos, obra del saqueo. Recientemente, en las excavaciones del Templo Mayor e, • • d l como
1os
Las subestructuras pueden tener forma pirami ª ,
' <
recubrimiento.
de Tenochtitlan, se encontró una peque11a máscara olmeca, depositada como 1 ta rectangu-
edificios Cl y D1 de La Venta, o pueden ser plata formas d e Pan'
parte de una ofrenda." 9 El hecho que una escultura de este tipo haya siclo
depositada en un contexto ceremonial dos milenios después de su elaboración, lar u ovalada. . rehis-
Es difícil ele conocer la traza arquitectónica de los asentamientos_~
habla del especial valor que se le asignó por civilizaciones posteriores. . . , tempianos
- d e Mesoamenca, ya
P ánicos correspondientes a los penados mas
Los olmecas también son conocidos por sus esculturas ele madera. En . t ·ores · E1caso
q ue en la oran mayoría están cubiertos por ocupaciones pos en
Manatí, Verá.cruz, está en proceso de excavación un depósito, posiblemente e, , • e conserva e 1
de la antigua ciudad olmeca de La Venta es umco, puesto qu . 1
ritual, de esculturas de madera. Representan la cabeza y torso de hombres en · , sigm
· 'ficativa en uen
trazo arquitectónico original: nunca tuvo una ocupacion . to-
estilo clásico olmeca; algunas de ellas aún conservan pigmento en sus rasgos ·iores, (véase fioura 4). Aunque se ha rea liza. d o un Ievantam1en
P()s, Postel
, e, f . corres-
faciales. Este fortuito y extraordinario hallazgo es sólo un ejemplo más del
detallado de San Lorenzo, la arquitectura que se aprecia en super icie 66 Sin
alto grado de calidad artística que los olmecas lograron alcanzar.'''' El Monu- . , posterior . a 1o que se consi 'd er a su auae olmeca. 'tec-
mento 4 de La Venta, una cabeza colosal, también tenía vestigios de pigmen- P onde a una ocupac1on . _ _ •,
o
tre la arqu1
embargo, Richard D1ehl<•hace una excelente compa1ac1on en .
to rojo-púrpura sobre su superficie.
tura de San Lorenzo y la de La Venta.
Un tema que ha estado sujeto a especulación es el hecho de que un gran
. State in Lowlancl
número de esculturas olmecas se encuentran incompletas: rotas o con diver- "' Coe: "Solving a Monumenta l H1story· .., p. -J-); H e1zer:
· "Ag11cu.· • Iru re ,·111dtl1e Theocratte - •
Southern Mexico", p. 220. .
sas mutilaciones. Las interpretaciones son diversas: que las esculturas fueron "' Grm·e· "Olmec l\lonurnents: Mutilation as a Clue to l\leanmg", P· 67. . , , reesculpido".
"' Porter: · "Las cabezas colosales como a ¡tares reesn1 · - ¡pK· 1os.·· ·mu t'l·
1,1c·1·0'11'
, revoluc1on)
,, 6 ·
destruidas por grupos no olmecas,<' 1 por los mismos olrnecas en actos "re-
,., Diehl, "Olmec architecture, a comparison of San Lorenzo ami La Venta , P· 9 · orresponde a su
«, Coe y Diehl: I11 tbe Land oftbe Ol111ec.sostienen que el auge ohneca en 5t11~ Loren~~c~ura que se apre-
ª: Proskouriakoff: "Olmec and Maya Art: Problems of their Stylistic lklation". p. 121.
' Graham y Benson: "Maya Civilization of Cycles 6 and 7: Classic 1\laya in the 'Preclassic· l'eriod". pp. J0-11.
fase San Lorenzo, cronológicamente ubicada entre i 1so-~00 aC. La n:aym: parte e_~ 66~L1)
c1: fue fechada hacia
cia en la superficie de la meseta _de S;~nLor~nzo 0a cual tiene una _exte~s1oncerc•s-111 Lorenzo en la fase Pala~1~
"'Valdés: "Los mascarones preclásicos de L'axactún: el caso del Grupo 1-1":"El c;rup, > H dL' l 1a,;1c1ún: Evi- h fase P·ilangana (600-400 aC). Estos Ul\'estigadores desCIiben a los mor.1dores e el" ceremonial por <lemas
dencias de un centro de poder durante el Preclásico". •
gana ' "quizá
como ' un pequeno- grupo d e practicantes
· · re ¡·1g1o_s.
· ·o·s_,,·1c1m¡)'Jdos
, en e centro
~ _; . . la fase Palangana rompe
,., Matos Moctezurna: "l'na máscara olmeca en el Templo Mayor de TL·nm·l1ti1Li11". abandonado" (p. 202). Dan a entender, con base en el analts1s ele la ceram1c,1, que
'"' ürtiz et al.: "El Proyecto .\1analí... ": Oniz y Rodríguez: "Proyecto 1\lana1í.... completamente con las tradiciones anteriores puramente olmecas.
"' Stirling: "The lnitial St'ries ...... p. -~-~t: Drucker. 1-kizer y Squier: l:.,·u11·r1lio11sti! !.a \ ó1!.1. p. 2:\11. .,-Diehl: "Olmec architecture ... ".
294 Delasprimerassociedadesal Preclásico RebecaB.GonzálezLauck• Lazonadel Golfoenel Preclásico:
la etapao/meca 295
tectónica. De los demás sitios identificados como olmecas, con base en ha-
llazgos de escultura de estilo olmeca, no se tienen levantamientos topográfi-
cos, con excepción de Las Limas, Veracruz.68 En el caso de Cerro de las Mesas,
recientes investigaciones indican que existió una "modesta comunidad" entre
1,000 y 400 aC, mientras que hubo un gran crecimiento, concentrado en el
sector norte del sitio, entre 400 y 100 dC.69 Estas afirmaciones se basan prin-
cipalmente en materiales de superficie, los cuales aún no han sido publicados
ampliamente.
La traza arquitectónica de La Venta exhibe un patrón que requirió planea-
ción y organización. Con base en fechas radiométricas y material cerámico, se
asume que la traza arquitectónica corresponde al periodo comprendido entre
el 600 y el 400 aC. Aún no se define si esta organización arquitectónica rigió
su traza en siglos anteriores a los mencionados. El arreglo de los edificios de
La Venta obedece a alineaciones en ejes norte-sur, formando espacios
(¿plazas?) alargados entre cada alineación. En La Venta se han definido 10
comple1·os arquitectónicos· A B C D E F G H I y la "Acrópolis Stirling''. Se
. ' ' ' ' ' ' ' '
estima que la extensión máxima de esta antigua ciudad cubrió 200 ha; d_es-
Figura4. Traza arquitectónica de La Venta, Tabasco
(tomada de González Lauck 1988; Adams 1991). graciadamente poco más de la mitad de sus vestigios arquitectónicos han sido
1. PistaAérea 24.8 -í7.AS-2 70. 4 9.3.A-6
destruidos desde los años cincuenta.
2. ComplejoH 25.D-18 48. 75 71. 2 9-l.:\-'i El Complejo A es el grupo arquitectónico más pequeño de La Ve~ta ~ es
3.H-1 26. D-17 49. 74 72. 3 95. 80
4. H-2 27.D-!6 50. 57 73. ComplejoE 96. A-1-r considerado el recinto ceremonial del sitio. Se distingue por la simetn~ b~la-
5. ComplejoD 28. D-19 51. 55 7-í.E-1 97.A-l-g teral de sus construcciones alrededor de dos patios, uno de el~os d:h_mita~
6. D-6 29. D-15 52. 46 7'i. E-2 98. 23
7. D-5 30. D-14 53.45 76. E-3 99. 1~ do por una barda ele columnas de basalto. En esta unidad arqmtecromca 5
8. D-4 31.D-13 54.39, 40, 41, 44 77. 61 100.A-3
9.D-3 32. D-12 55.AS-3 78. ComplejoF 101.A--í
descubrieron más de 20 ofrendas pequeñas, las cuales tenían vasij~s de
10.D-2 33. D-11 56.AS--l 79. C-4 102.1 cerámica, cuentas y figurillas de piedra, hachas votivas y otros obJetos
11.D-l 34. 50, 51 57. 42, 43 80. C-3 103.4
12.28, 29 35.ComplejoB 58. 60, 61, 84, 85 81.C-l 10-1.3 portátiles. Asimismo, en este conjunto arquitectónico se encontraron "ofren-
13.D-7 36. 8-3 59.ComplejoA 82. 3
14.52 37. 8-2 60. ComplejoC 83. 2
105.15
106.A-I-d
das masivas". Se trata ele construcciones subterráneas, de cerca de 8 m de pro-
15.53 38. 8-1 61. ComplejoG 84. 25 !07. A-1-f fundidad y aproximadamente 20 m por lado, dentro de las cuales s~
16.54 39. B-4 62. G-2 85. 26 108.6
17.D-20 40. 1 63.G-l 86. 5 !09. 7
depositaron bloques ele serpentina formando un diseño abstracto -imagi~au-
18.D-10 41.7
19.D-9 42. 48
64. G-3
65. Complejo1
87. 36 110.24 vamente llamados "máscaras de jaguar" .7º Estos mosaicos fueron inmediata;
88. 27 111.A-2
20.D-8 43. 27 66. 1-1 89. 38 mente tapados con arenas de diferentes colores sobre las cuales se conStfllY0
21.49 44. 2 67.19 90. C-5
22. 5 45. "Acrópolis"Stirling 68. 20 91. C-2
un montículo de adobe circundado por columdas de basalto (véase figura S).
23. 4 46.AS-1 69. 21 92. ComplejoA . , . d L Limas veracruz
'"' Rec1entemente se ha dado a conocer un excelente levantamiento topograf1co e as ' 1) Sin
lGómez Rueda: Las Limas, Veracruz, y otros asentamientos prehispánicos en la región olmeca, m¿¿. ·89).
embargo, la arquitectura que se aprecia en la superficie corresponde a la fase VillaA!ta (900-l lOOL. ~;. des-
Los a~enta~ientos olmecas de Tres Zapotes y Laguna de los Cerros aún f
El autor sostiene que existió una ocupación olmeca extensa durante el primer milenio aC ~n Las 1 s Úmas
graciadamente no presenta evidencia que apoye sus afirmaciones. El problema de fechamien~~de, ª ··ste un
no. han si~o-obJeto de levantamientos detallados; sólo se les conoce en cro- es similar al de Laguna de los Cerros (Bove: "Laguna de los Cerros ... "), pero en este último sitio si exi
quis que umcamente proporcionan aproximaciones de su disposición arqui- conjunto de esculturas que indica una clara ocupación olmeca.
"' Stark: Settlement Archaeology of Cerro de las Mesas, Veracmz, Mexico, p. 22.
L
- ,,..,..
-'. Drucker, He1zer y Squier: Excavations at ... , p. 130. · · ·· -, Heizer: "New Ohservations on La Venta", p. 20.
- Marcus: "Zapatee Chiefdoms and the Nature offormative Religions", p. 173. -, Graham y Johnson: "The Great Mound ofLa Venta".
-,,González Laude: The 1984 ... , p. 174.
IL __
298 De lasprimerassociedadesal Preclásico Rebeca B.GonzálezLauck• Lazonadel Golfoen el Preclásico:
la etapao/meca 299
Entre los hallazgos importantes de las recientes investigaciones en La éste usualmente consiste de sitios con montículos, algunos con Y ot~os sin
Venta se encuentra una zona con estructuras domésticas. Ésta se localiza al complejos arquitectónicos planificados; existen a la vez m_uchas locah~ades
norte del Complejo A, en el llamado Complejo E; posiblemente se extendió sin montículos. En una primera interpretación, los investigadores sugieren
hacia el Complejo l. ~ue: ..... los olmecas deberían haber tenido un sistema cer~monial ~x~rema~a-
Existen diversas definiciones de lo que puede considerarse una ciudad mente complicado, con jerarquías de centros ceremoniales, ¿sirviendo. Y
prehispánica. En su extenso estudio de ciudades precolombinas, Hardoy-- apoyándose en comunidades subsidiarias". 80 f .
propone 10 criterios de definición, todos los cuales cumplen el asentamien- Sin embargo, 5 años después, al analizar los materiales de super icie
to prehispánico de La Venta. Asimismo, es interesante la observación de recolectados durante el recorrido ele 1953, se retractan al afirmar que muchos
Proskouriakoff: 78 Teotihuacan "conserva un vestigio de las plazas alargadas de los sitios localizados no son contemporaneos , ·, d e La Venta
a la ocupac1on . ,
tempranas en las hileras de templos de baja altura y plazuelas interrumpidos o Tres Zapotes Medio, ni al periodo pre-La Venta, sino más tardíos. Squier8-
31
por las grandes pirámides". Este patrón es mucho más claro ahora con el más presenta la ubicación de los sitios visitados por Drucker y Contreras.
reciente mapa de La Venta; y parece ser un posible antecedente de la traza En 1968, Sisson realiza un trabajo intensivo en la parte noroccidental de ~a
arquitectónica y urbanismo de Teotihuacan.
Chontalpa, área vecina a la de La Venta. Enfoca su estudio principalmen~e haoa
asentamientos correspondientes al primer milenio y medio antes de Cn:to- 1En
Patrónde asentamiento esta área ubicó más ele 120 sitios, asociados usualmente con cauces de nos, os
cuales en su mayoría eran agrupamientos d e estructuras d ames , t"cas
i ·.83 .Para
. el su
El estudio del patrón de asentamiento correspondiente al siglo xv aC en la fase Puente (900-500 aC) se encuentran grupos planificados de edificios e
Costa del Golfo, presenta el mismo problema que el estudio de su arquitec-
mayor tamaño. - 1 ue
tura. Muchos de los asentamientos de este periodo están cubiertos por ocu- En recientes trabajos alrededor de Cerro de las Mesas, Stark sena ~ ~ s
paciones posteriores, que sólo se pueden investigar sistemáticamente a través para el ·'Preclásico'' son distinguibles pequeños agrupamientos de veStlglO '
de excavaciones extensivas. Sin embargo, el problema fundamental es el probablemente alcleas. 8·1 Como parte d e l Proyecto Arqueo l'ogi.co La Venta bº se,
hecho de que pocos proyectos incorporan el estudio de patrón de asen- llevaron a cabo investigaciones en las zonas aledañas al sitio donde se ud icLo
tamiento a sus objetivos. Los proyectos en curso están corrigiendo este vacío ·, e a
una veintena ele asentamientos contemporáneos con la ocupac 10 n .
de información y se espera que otros, en el futuro, hagan lo mismo. Venta. Estos asentamientos se pueden dividir en dos grupos: aquéllo_s si~
Un primer intento de estudio a nivel regional en la región olmeca fue el estructuras, pero con ocupación doméstica y aquellos que tienen adem~~ ~a
realizado por Stirling en 1943, con el propósito de determinar la frontera pequeño montículo central. 8 ' Al igual que en la zona que Sisson e st ui 10 ,, s
oriental de la civilización olmeca. Stirling sólo reporta el sitio de San Miguel, gran mayoría ele estos sitios están asociados a cauces antiguos y actuales e no
al sureste de La Venta, como de filiación olmeca, mientras que sus excava-
y arroyos que circundan la zona. ., ·ste
ciones en un conchero cerca de Paraíso, Tabasco, ilustran material posible- Utilizando la extremadamente limitada y precaria informacion que ex~
mente correspondiente a la cultura olmeca." 1 sobre sitios olmecas y su distribución espacial en la Costa del Golfo, sel'. ªan
Drucker y Contreras, diez años después, realizan otro reconocimiento . ., n po itic -
aplicado distintos modelos para elucubrar sobre la orgamzacio ·t
regional como continuación del trabajo de Stirling. Recorren principalmente . - de po bl acion,
social de los olmecas, proponer cifras . , estimao
. ·ones del terno-
1
el territorio entre los ríos Grijalva y Coatzacoalcos. En este trayecto se rio controlado por cada sitio principal, jerarquías entre sitios Y temas por e
detectan 80 sitios; sin embargo no se publica su localización exacta ni su
"' Drucker y Contreras: "Site Patterns in the Eastern l'art of Olmec Territory", P· 395.
cronología. En cuanto al posible patrón de asentamiento olmeca, señalan que " Drucker, Heizer y Squier: Excamtio11s al ... , p. 300.
"Squier: A Reappraisa/ o.f O/mee Cbnmology.
- Harcloy: Pre-Co/umhicm Cities, pp. xxi-xxii. "Sisson: S111ve)!a11d Excauations ...
-, Proskouriakoff: "Early Architecture ami Sculpture in Mesoamerica", p. 142. "Stark: Selll<'ni<'nl Archamlogy ... , p. 57. _ . ,,
-.,Stirling: A11Archaeological Reconnaissance in Southeastem M<'xico. " Rust y Sharer: ''Olmec Settlement Dala trom La Venta, Tabasco, Mex1co .
l.1..
De lasprimerassociedadesal Preclásico RebecaB.GonzálezLauck• Lazonadel Golfoen el Preclásico:la etapao/meca 301
300
estilo. 86 Hasta que exista un mayor control de la información que se maneja pescado. Más tarde, se encuentran las semillas carbonizadas de maíz y plan-
y exista más evidencia arqueológica, este tipo de trabajos quedan meramente tas leguminosas asociadas a almejas de agua dulce y diversas especies de
a nivel especulativo. peces de río y estero. Entre 1,760 y 1,390 aC, esta zona parece asolvarse,
hasta que entre 1.500 y 1.400 aC se aprecia de nuevo la presencia de granos
de maíz acompañados por un incremento de artefactos. En esta época se
Agriculturay subsistencia desechan en los basureros de unidades domésticas huesos de venado, perro
Una de las falacias que limitó por décadas el estudio de civilizaciones en tie- y cocodrilo Rust'J1 sugiere que la población dependía de la combinación de
rras bajas tropicales, como la olmeca y la maya, fue la creencia e.leque el recursos locales acuftticos y el uso de plantas domesticadas. Estas investiga-
trópico húmedo -su supuesta homogeneidad y el uso exclusivo e.lela agri- ciones aún no han sido publicadas en detalle.
cultura de quema y roza como método agrícola- limitaba el desenvolvimien- Durante las excavaciones del "Proyecto Río Chiquito" no se recuperaron
to de los diversos grupos culturales que lo habitaban."- En el caso de los evidencias ele los cultivos antiguos en San Lorenzo. Por la presencia de ma-
olmecas, se infería que sólo alcanzaron la categoría de cacicazgo en el tradi- nos y metates se infiere que procesaban maíz, y se sugiere que los tecomates
cional esquema de evolución social puesto que se suponía que únicamente probablemente fueron utilizados para cocinar tamales. Por la presencia de
utilizaban el sistema quema y roza. 88 Esta situación ha cambiado; ahora se pequeños pedazos amorfos de obsidiana se cree que también procesaban
re:onoce la existencia de ciudades, grandes centros de población y diversos tubérculos.' 12 En cuanto a la explotación de recursos acuáticos se identificaron
metodos de agricultura y subsistencia para los mayas y otros grupos. En el restos ele robalo, tarpón, mojarra, bagre y una gran variedad de tortugas. El
caso de los olmecas de la Costa del Golfo, estamos atrasados en este campo perro doméstico fue una ele las fuentes principales de proteína, mientras que
de investigación, pero se espera que con mayores investigaciones se corrija en menos cantidad se encontraron restos ele conejo, pecarí, venado cola
esta situación. blanca, mapache, tuza y diversos patos. 93
La Venta está ubicada en un promontorio de unos 20 m sobre el nivel de La Venta y San Lorenzo están ubicados en ambientes similares, Y segu-
las tierras bajas inundables que la circundan. Estas tierras bajas están confor- ramente las investigaciones en curso brindarán resultados comparables. No
madas por una compleja y dinámica red fluvio-lagunar que incluye ríos, se tiene información de otros sitios olmecas de la Costa del Golfo sobre sus
arroyos, lagunas costeras, pantanos, manglares y lagunas de agua dulce."') modos ele subsistencia y agricultura. Ya que las condiciones ambientales
Hasta hace poco, éste se consideraba como un medio ambiente ''inhóspito", son diferentes en Tres Zapotes, Laguna de los Cerros y Cerro de las Mesas,
pero en realidad consiste de ricos y variados ecosistemas que en gran medi- sería una gran contribución el entender la forma en que se sostuvieron sus
da fueron aprovechados por los antiguos habitantes del área. 9ll poblaciones.
S~n Andrés, uno de los asentamientos ubicado al borde del cauce antiguo
del no ~alf1;a, en_los alrededores de La Venta, fue objeto ele excavación y Religión
proporciono una mteresante secuencia de cambios ambientales. Estas inves- ..
tigaciones, combinando los vestigios biológicos y culturales, muestran la El problema principal en el estudio de las religiones de los diferentes grupos
pres~ncia de maíz (Zea sp.) alrededor de 2,250-1, 750 aC, asociado a la pre- culturales que habitaron Mesoamérica antes de la llegada del hombre,e~ro-
sencia del hombre detectada a través de una cerámica burda y huesos e.le peo, es que la mayor parte ele nuestra información está basada en las cromcas
de los frailes e historiadores ele los siglos xvI y XVII. Ellos, aunque bien docu-
"!'
. "' Earl~_: Neare_st-Neighbor ~nalysis ofTwo_'.ormative Settlement Systems"; Gómez Rueda: --1.asLimas.
mentados sobre sus respectivas religiones poco conocían de religiones no
\ era~~rnz... ; · Ternto~1os y asenta1!11~nt<?s
en la reg1on olmeca: hacia un modelo de distribución de poblaci<'in".
· Meggers: -Ennronmental Lurntat1ons on the Growth of Culture". cristianas y, por lo tanto, interpretaban lo ~sotérico con base en su limitada
""Sanders y Price: Mesoamerica. p. 127.
""'Jiménez Salas: "Geomorfología ... ". ·' l{ust: "E\•iJence of 1\laize l lse at Earlv ami 1\liddle Preclassic La Venta Olmec Sites·•.P· 6.
·•·González yJiménez: "l'n acercamiento al medio ambiente del área de La Venta. Tabasco y el uso de sus .,. Coe y Diehl: In the Land .... IJ. p. l+Í.
recursos por la población durante el auge olmeca". "\\'ing \' Coe: "'fauna! Remains fmm San Lorenzo ... pp. r'i-386.
302 De lasprimerassociedadesal Preclásico Rebeca B. GonzálezLauck• Lazonadel Golfoen el Preclásico:
la etapao/meca 303
perspectiva. Aunado a esto, persistía la convicción de que las imágenes indí- partidos entre todos ellos, lo cual causa gran confusión en tratar de distinguir
genas eran obra del diablo o, en el mejor de los casos. reflejo de sus reli- los supuestos "dioses" olmecas.
giones politeístas. Por otro lacio, Proskouriakoffrno coincide en cierta forma con lo anterior al
Lo que principalmente se aborda cuando se habla ele religión olmeca es sugerir que la representación de figuras zoomorfas compuestas y caras grotescas
la interpretación ele algunos símbolos o imágenes en el arte olmeca que del arte olmeca y maya. pueden ser interpretadas como una composición de
supuestamente son representaciones de dioses y probables antecedentes de símbolos. En el caso de las figuras incisas en la escultura de Las Limas,sugiere que
los dioses ele culturas posteriores. Saville 9 ' propone que las figuras ele las están relacionadas a cuatro tribus. Asimismo, menciona que posiblemente las
hachas votivas que él estudió representan a un dios jaguar olmeca v sugiere hendiduras en forma de V que se aprecian en ciertas figuras olmecas, puede ser
q~e fue el antecedente de Tezcatlipoca. Después. Covarrubias' 1' pr~sen~a un una metMora visual indicando una ··rama" de un tronco familiar.
diagrama donde pretende explicar la derivación del Dios ele la Lluvia de cul- Estudios hechos en otras partes de Mesoamérica, sobre las religiones/ideo-
turas posteriores (genéricamente conocido como 'Tl{tloc·) ele imágenes repre- logías contemporáneas a la civilización olmeca, pueden brindarnos acer-
sentadas en el arte olmeca. A su vez, Coe 96 sugiere que las figuras incisas en camientos hacia la religión olmeca. Partiendo del entendido de que desde el
la escultura de Las Limas eran los prototipos ele dioses del Posclásico como siglo ),,'V aC hasta la conquista, la religión zapoteca fue animista (veneraban a
el Dios del Fuego, Xipe Tótec y el Dios ele la Muerte. Posteriormente. Jorale- los espíritus de los muertos, especialmente los de linaje noble) y no tenían
mon9" elab ora una 1· un grupo ele deidades o dioses jerarquizados, Marcus 101 sugiere que las cul-
1sta ele d'10ses o 1mecas que van del I al X. Todas· estas
turas precolombinas de Mesoamérica posiblemente tenían un sistema de
teorías tienen como común denominador, la suposición de que las creencias
creencias común. Éstas incluyen la creencia de un mundo dividido en cuatro
de los pobladores del México antiguo fueron similares a través de por lo
espacios, cada uno asociado a un color y con otros atributos; un grupo de
menos 3,000 años de historia. Como se mencionó anteriormente, hay que
términos basados en el camino este-oeste del Sol; el concepto de "fuerza
re~onoc~r ~u_esímbolos que persisten en el tiempo no siempre guardan el
vital"; una serie de fuerzas sobrenaturales que animaban el universo; un
mismo significado, al igual que cosas con el mismo significado son repre-
mundo donde el hombre es sólo una de muchas criaturas animadas, igual 0
sentados de muy diferente forma con el paso del tiempo.' 1H
inferior a ellas, y el concepto de la vida después de la muerte de tal forma
Afor:u_nadamente, existen otros puntos ele vista que rompen con el esque-
que los ancestros podían participar en los asuntos de las personas vivas.
m~ t~~dic1onalYproponen nuevas formas de acercamiento al problema de la En un análisis detallado de los materiales encontrados en San José Mo-
rehg1on olmeca • Pohor'l1en k o99propone que las representaciones
· olmecas, las gote, Oaxaca, correspondientes a la fase SanJosé (1150-850 aC), Marcus pro-
cuales son ident1'f1'cados como "d' " ,. 1 · 1 1 " · · 111
. 1oses o e e1cac es por otros mvest1gadores,
son en realidad un sistema estructurado de comunicación visual. Los varia-
pone que símbolos identificados en algunos círculos olmequistas C? º
"fuego-serpiente" y "monstruo-jaguar", son representaciones de rayos Ytierra
dos elementos que conforman las imágenes podían ser "leídas·· y entendidas respectivamente. Sugiere que estas dos entidades sobrenaturales eStaba?
~orlas perso~as que tenían que ver con ellas. Asimismo, propone que los asimismo asociadas a dos distintos y amplios linajes de los antiguos habi-
simbolos o atnbutos que forman parte de las imágenes del arte olmeca posi- tantes de San José Mogote.
bl~mente est_aban asociados con una fuerza natural y sus correspondientes
mlt~s. Pohonlenko además señala que el atributo o los atributos de los "dio-
ses olmecas que Joralemon propone, son, en la mayoría de los casos, com- Abastecimiento
de materialespétreos
Uno de los temas de investigación sobre los olmecas de la Costa del Golfo es
"'Saville: ''Votive Axes from Ancient Mexico".
"'Covarnibias: "El arte 'olmeca' ... ". el origen de los materiales para sus obras escultóricas y la manera en que los
"'Coe: America s First Cil'i/izatirm. transportaban a su lugar de exhibición (véase figura 6). El caso de La Venta
:: Joralemon: A St11d.vof ?!mee lcrmograpby;_"The Ol_mecDragon: a Study of Pre-Columhian Iconography .._
Panofsky. Stud1es 111fwno/ogy; lvleanmg m tbe t'1s11a/A11s. · ""' Proskouriakoff: "Olmec Gods and May God-Glyphs".
'" Pohorilenko: ''On the Question of Olmec Deities". '"' Marcus: "Zapotec Chiefdoms and the Nature of FormatiYe Religions".
.. 1
1....
304 De lasprimerassociedadesal Preclásico RebecaB.GonzálezLauck• Lazonadel Golfoenel Preclásico:
la etapao/meca 305
bién bentonita. tal vez de origen local. Cyphers Gillén ha encontrado recien-
temente que los pisos de las unidades habitacionales en San Lorenzo estaban
compuestos de bentonita. 1U6
• 1 Sobre el origen del material pétreo de las esculturas de Laguna de los Cer-
ros sólo se sabe que son de basalto o andesita. 107 No se conocen estudios
2•
.
3
petrogrMicos ele las mismas que podrían proporcionar una idea de su proce-
dencia. Las esculturas ele Cerros de las Mesas son de andesita y aunque no se
ha encontrado su procedencia exacta, se supone que son de los alrededores
del sitio. IUH
Las esculturas de La Venta fueron elaboradas con materiales de gran
diversidad. Los escultores y arquitectos de La Venta utilizaron piedras de ori-
o 200km gen volcánico procedentes del Cerro Cintépec, columnas de basalto proce-
dentes posiblemente de una isleta cerca de Punta Roca Partida, Veracruz, Y
andesita de la zona del volcán Chichonal, Chiapas. 109 Piedras metamórficas,
Figura6. Ubicación de posibles yacimientos como esquitos, gneiss, serpentina y "jadeíta", proceden de la Sierra Madr~
de diversos materiales utilizados por los olmecas
(redibujado de Williams y Hcizer 1965; Cobean et al. 1991). Sur, a unos 100 km en línea recta de La Venta.11ºLas lajas de piedra caliza uti-
7. Lagunade los Cerros
lizadas como recubrimiento arquitectónico en algunos edificios, provienen
l. Sierrade Pachuca 13.Sierrade lluimanguillo
2. GuadalupeVictoria 8. IsletaPunta Rora Partida H. '.\btepcc de Chinameca, Veracruz, mientras que los bloques de arenisca utilizado~ en
3. Picode Orizaba 9. LaVenta 15.ElChayal
4. CerroElVigía 10.Chinamcca lh. lxtqwque ciertas esculturas eran extraídas posiblemente de la sierra de Huimangmllo,
5. TresZapotes 11.San Lorenzo
12.\'okán Chichonal
a 95 km al sur de La Venta.
6. CerroCintépec
Aún no se sabe con exactitud el procedimiento que se utilizaba para
es particularmente interesante, ya que no existen yacimientos de piedra a 60 extraer la piedra y su forma de traslado a los diversos sitios donde eran ta-
km a la redonda y hay algunas esculturas que llegan a pesar hasta 36 tonela- lladas. Es de suponerse que la piedra se extraía, y se labraba una pre~orma
das, como el Altar 1. en el mismo lugar. En Llano del Jícaro, Veracruz, donde se han localizado
. Al parecer, cada sitio explotaba diferentes yacimientos de piedra. El mate- afloramientos ele basalto, se encuentra, por ejemplo, un altar olmeca en pro-
nal de las esculturas de Tres Zapotes (la mayoría tardías en términos estilísti- ceso de talla. Esto parece indicar que, una vez obtenida la preforma de}:
cos) procede del Cerro El Vigía, en la zona de las montañas de Los Tuxtlas.
Tres Zapotes en sí está ubicada en las faldas occidentales de dicho cerro. En
este cerro se encuentran basaltos de olivino, Hu columnas de basalto 1"~ y posi-
escultura, ésta se transportaba a su lugar definitivo donde se le daba _
acabado final. Aunque se han reportado en La Venta y en San Lorenzo
mentos de piedra -astillas del proceso de talla- aún no se han encontra 0
fr'
bles talleres de escultura. w-i áreas que se puedan considerar propiamente como talleres escultóricos.
. ·r mag-
E? el costado sur de Los Tuxtlas, se encuentra el Cerro Cintépec donde se En San Lorenzo y en La Venta se han encontrado discos de-dmeni a, d
l?cahzan basaltos porfíricos. De allí procede la gran mayoría del material uti- netita y hematita, que se han encontrado usualmente formando parte e
lizado para las esculturas de San Lorenzo. 111; En San Lorenzo se utilizó tam- '''' Comunicación rersonal, 1992. u. · •ersidad
,... l\!edellín Zenil: "Monolitos inéditos olmecas"; Monolitoso/mecasy otrosen el Museode la ntl
\!eracruzana.
:::'.'Yil~iams Y Heiz~~: ·sources of Rock Used in Olmec Monuments", p. -1. '""Williams y Heizer: "Sources ofRock ... ", p. 10.
J1menez Salas y Sanchez. comunicación personal. 1991. '"' Williams y Heizer: "Sources of Rock ... ". . rJ]'· .. Heizer:
'"' Jiménez Salas y Sánchez, comunicación personal, 1991. 11" Curtís 1959: "The Petrology of Artifacts and Architectural Stone at La Venta", p. 28'1;\X1 i,uns y
'"' \Yilliams Y Heizer: ··sources of. .. "; Fernánclez y Coe: ··Petrographic Analysis of Rock Samrles from San "Sources uf Rock ... ", p. 12.
Lorenzo. 111 Williams y Heizer: "Sources of Rock ... ", p. 12.
,_'...
306 Delasprimerassociedadesal Preclásico RebecaB.GonzálezLauck• Lazonadel Golfoene/ Preclásico:
la etapao/meca 307
ofrendas; se cree que pudieron haber sido utilizados como pectorales. La Clark, 118 al igual queJackson y Love, 119 coinciden en que la introducción
procedencia de estos materiales parece ser diversa: Williams y I-1eizer111su- de navajas prismáticas de obsidiana en el primer milenio antes de nuestra era
gieren que provienen del Cerro Pietro en Niltépec en la parte sur del Istmo (en el "Preclásico medio ..) refleja la introducción de un sistema de intercam-
de Tehuantepec, mientras que Curtis 11l sugiere que probablemente se hicie- bio a nivel regional y una sociedad con mayor grado de diferenciación social.
ron de cantos rodados encontrados cerca de La Venta, pero procedentes de Al mismo tiempo, la aparición de navajas prismáticas en la Costa del Pacífico
la región metamórfica al sur del sitio; es decir de las tierras altas de Oaxaca coincide con el establecimiento de centros regionales.
Y la Costa del Pacífico. Pires-Ferreira 11.1 encontró 54 localidades de donde
posiblemente podría haberse extraído este material en el Valle de Oaxaca. el
Istmo de Tehuantepec, los Altos de Chiapas y Morelos. En San.José· Mogote,
Loo/mecamásalládela CostadelGolfo
Oaxaca, se encontraron posibles talleres con desecho de talla donde proba- Al principio de este trabajo se menciona la extensión de lo olmeca desde el
bl~mente se elaboraron estos pectorales. Estos talleres formaban parte de centro de México hasta el norte de Costa Rica. Su presencia se distingue prin-
umdades habitacionales fechadas hacia el 1150-850 aC. 11• cipalmente a través ele escultura de estilo olmeca o artefactos portátiles: fi?.u-
La obsidiana y el pedernal fueron otros materiales ampliamente utilizados rillas esculpidas de piedra verde o de cerámica y motivos "olmecas" en vasi¡as
por los olmecas para sus instrumentos de trabajo y, en algunos casos. objetos de cerámica. Las explicaciones sobre este fenómeno son igual de variadas
ceremoniales. Ninguno de estos materiales se encuentran dentro de la regié>n que el número de investigadores que escriben sobre el tema.
olmeca de la Costa del Golfo; tuvieron que ser extraídos de lugares más' dis- Es importante señalar que existe una vertiente entre los arqueólogos que
tante~. La procedencia exacta del pedernal no es clara, ya que sé>lose dice que cuestiona la denominación ·'olmeca'' para ciertos motivos que aparecen en la
provienen de la Sierra Madre del Sur. En un reciente artículo sintético, Robert cerámica fuera ele la Costa del Golfo y de algunos tipos de figurillas; prefieren
~~bean et a/.11';afirman, con base en análisis de elementos traza, que en los utilizar un término neutral como "Complejo X" para referirse a ellos. 12º EStª
Sitios_olmecas de la Costa del Golfo se ha encontrado obsidiana procedente idea se basa en que no se tiene hasta la fecha la seguridad de que lo que lla-
tel Pico de O_rizabay Altotonga, Veracruz; Guadalupe Victoria y Zaragoza en mamos motivos ·'olmecas'· realmente sean originarios de los olmecas de la
uebla, Y la Sierra de Pachuca, Hidalgo, al igual que de El Chayal e Ixtepeque Costa del Golfo 121 o siquiera si aparecen en la Costa del Golfo, como las
en Guatemala. En todos estos yacimientos se han localizado minas del siglo famosas figurillas huecas baby Jace de Las Bocas, Puebla.
XV aC, como es el caso ele Guadalupe Victoria, Puebla. 11'· En términos generales, se han identificado dos momentos principales de
, . Tampoco se han encontrado talleres para la elaboración ele instrumentos la presencia olmeca fuera de la Costa del Golfo (véase figura 7). Uno de ellos,
htICos en los s_itiosolmecas ele la Costa del Golfo. En un análisis preliminar entre 1200 y 900 aC, se manifiesta en sitios como Tlatilco, en donde se ha
de un~ ~equena muestra de lítica de La Venta, se llega a la condusiún de que encontrado cerámica ·'olmeca ., en entierros. Sin embargo, éstos forman un
la obsidiana debería haber llegado en forma bruta al sitio, donde se elabora- pequeño porcentaje del menaje mortuorio de los entierros de Tlatilco. 12: Por
ban los diferentes instrumentos, ya que se encuentran desechos de todo el otro lado, en su trabajo sobre la Cuenca de México, Niederberger 123 hace enfa-
proceso de manufactura de los diferentes instrumentos. Asimismo. se han sis en que la presencia "olmeca" no tuvo un efecto ''civilizador" como los pro-
~nc~~trado ?º_cos y diminutos núcleos agotados. lo que implica una uti- ponentes de la idea de los olmecas como "cultura madre" quisieran sup:n~--
Iizacion al maximo de esta materia prima importada. w El segundo momento coincide con el auge de La Venta, y evidenc~a e
ello se encuentra en sitios como Chalcatzingo, Morelos; Teopantecuaoitlan,
'" Curtis: º"The Petrology ... •·. p. 287.
,',':~i:es-Fer~~!_ra:Fomwlii_t'.,lfesom11e1ica11 EYcbm1¡¿e
,\'e/m,rks 11•~/b JoJhe \ ·atk'.l'<{<Jll.mca.
SjJecilllRc:fi•1t•11ces 11"Clark: "Politics, Prismatic Blades, and Mesoamerican Civilization". . f prismatic
T .1mes._.. Flan~e1y.
p. 8-,.
The Olmec .md the Valley of Oaxaca: A Model lor lnt<:r-Ikgional Interaction in l'ormati,·L· Jackson y Love: "Bla<le Running: l\liddle Predassic Obsidian Exchange and the Introducuon
' 1•1 °
Blades at La Blanca, Guatemala".
11
' Cohean e/ al.: ··obsidian Trae.le... ··. "" Grove: "Olmec: what's in a name?'º, p. 10.
"'· Pastrana: ··natos sobre la distrihuciím de obsidiana <:nel {1reaolm<:ca". 1" Love: ··La Blanca y el Preclásico medio en la Costa del Pacífico".
,,- Hojas Cháv<:z: "Análisis preliminar dt: la industria de la lítica tallada en La \'<:nta, Tabasco". '" Tolstoy: "Western l\lesoamerica and the Olmec".
"' J\iiederherger: Paléopa_1:~ages et Arcbéologie pré-11rbai11e
du Bassin de Mexico.
,
Rebeca B. González Lauck• Lazonadel Golfoenel Preclásico:
la etapao/meca 309
308 De lasprimerassociedadesal Preclásico
ciudad aliada a los olmecas de la Costa del Golfo, y que, por su situación
geográfica. jugaba un papel estratégico en el movimiento de recursos del Alti-
plano hacia la Costa del Golfo. 126Sitios como Chalchuapa en El Salvador han
sido interpretados como puestos fronterizos enfocados posiblemente hacia
1
•• 2
actividades ceremoniales y comerciales, al igual que la fuente de las influen-
3 • cias "olmecas" hacia otros puntos de América Central.12 Por otro lado,_P~;a-
7
e 18 11
Resumeny conclusiones
o 250 km
En esta reseña se proporciona una idea general de la información que exiSte
hasta al momento sobre los olmecas de la Costa del Golfo de México. No
Figura7. Algunos sitios con influencia olmeca cubre todos los temas que pudieran ser tratados y sólo se habla de aquellos para
(tomado de Berna! 1968; Grove 198--i; los que tenemos una base de información adecuada. Es importante eStar '1
Martínez Donjuan 1985; Paradis 1981; Lee 1989>.
conscientes que nuestra información proviene casi exclusivamente ~e cuatro '
,,
1 1
1. Tlatilco 11. LaVenta o cinco sitios que han sido mínimamente investigados. Por esta razon, nues- '
2. Tlapacoya 12. SanLorenzo '.
3. Chalcatzingo 13.PadrePiedra tra visión de lo olmeca es evidentemente incompleta, pero a la vez eSta
4. TresZapotes 14. Tzutzuculi . • · ., con
5. SanMiguelAmuco 15. Pijijiapan mismo hace de la arqueología olmeca un campo de mvesugacion ,
lil
6. Lagunade losCerros 16. Xoc
muchos retos y con un enorme potencial. il
7. Teopantecuanitlán 17.Uaxactún 1~
8. Oxtotitlán 18. Kaminaljuyu La sección sobre las investigaciones en la región olmeca de la CoSta del
9. Juxtlahuaca 19.AbajTakalik 1
1O.SanJoséMogote 20.Chalchuapa Golfo es larga. Sin embargo, tiene el propósito de proporcionar al lect?r las
fuentes primarias de información ele las cuales pueden derivarse otras lm~as
Guerrero· , Xo e, p····· de investigación. En el caso de La Venta, por ejemplo, fue Stirling13 º quien
IJlJiapan y Tzuzuculi, Chiapas, hasta Chalchuapa en El Sal-
vador. En este periodo menciona la presencia de un cauce antiguo de río que corría al norte de La
. , la presencia· o lmeca comer
· "de con el desarrollo de
c~ntros re~ionales planificados y arquitectura pública impresionante. Como Venta, pero no fue hasta 40 años más tarde que se investigó más a fo nd º·Y
· ·f·1ca que 1a m
bien lo senala Demarest , 124 es to no s1grn · f1uenc1a
· 1rrad1a
· · de la nos presentó resultados que cambian nuestra concepción de la zona qu~ cir-
~ a d~~ Golfo hacia otras regiones, sino más bien fue un periodo de gran
0st cunda esta antigua ciudad olmeca. Otro ejemplo es el de la traza arqui~~c-
I~novacion cultural con múltiples orígenes, lo cual formó complejas interac- tónica de La Venta. Druckerrn describe los vestigios arquitectónicos ~el sitt?,
ciones o influencias mutuas. pero el levantamiento topográfico no se realiza sino hasta treinta anos mas
Tradicionalmente se ha explicado la extensión de lo olmeca más allá de tarde, brindando resultados que cambiaron nuestra concepción de un centro
la Costa del Golfo como . . el prod, ~c to d e un 1mpeno
· · con sus 1mphcac10nes
· · · ceremonial a una ciudad planificada.
sobre el c_on_trolte_rnton_al,~ohttco, militar, económico y religioso. 12, Sin "'' Grove: "Chalcatzingo and its Olmec Connection", p. 146.
u, Sharer: "The Olmec and the Southeast Periphery of Mesoamerica".
embargo, 1ec1entes mvest1gac1ones en Chalcatzingo definen al sitio como una 1 '" Paradis: "Revisión del fenómeno ohneca".
,_
311
Rebeca B.GonzálezLauck• Lazonadel Golfoenel Preclásico:
la etapao/meca
310 Delasprimerassociedadesal Preclásico
En dos simposios llevados a cabo en la década de los ochenta sobre di- Bibliografía
versos aspectos de la civilización olmeca, los comentaristas resaltan el hecho · . I · • A . "Tr·ilYljosde prospección realizados en el sitio arqueológico
de que estamos en un momento en el cual desechamos los puntos de vista B:\tmA Pt'.\(,ARRO'-, ,u1s .. , • . . , 4 M' .· I ftuto Nacional
La Venta. Tabasco", Arq11eolop,ía.Primera epoca. n. . ex1co, ns 1
tradicionales y reevaluamos -con una visión más madura- el conjunto. Este de Antropología e Historia, 1988. pp. 167-218. . . f h A e of
artículo no pretende imponer un solo punto de vista, sino reunir opiniones Bl'IH,FR RAt'-FR, Jo\111. A. Graham y Rohert F. Heiz~r: "~ Recons1_dera~1on~ t :o/og ical
adecuadamente fundamentadas. Sería muy fácil repetir lo que tradicional- t,1 • I .1 \;,, 11t·1 Site'' Co11trih11tio11s
L ,L ~ , • ,
of tbe U1111•ers1ty
•
of Califorma An;ha
• 967 1-?4
,g
mente se escribe sobre los olmecas, pero lo que se pretende aquí es brindar Reseorcb Facility, n. 3. Berkeley. Universidad de Cahf?rma, 1 , PP· - ·
nuevas perspectivas sobre el tema e incitar al lector a profundizar éstas o bus- BFR'-•\I Ignacio: El 11111 ,u!o o/meca, !\<léxico.Editorial Porrua. 1968.. , T ·s de
car otras soluciones. Bt:Y·t-:;u;;c;PFtlEAI '. Francisco: Sa11Lore11zoTe11ocbtitla11 y la civilizacwn o/meca, esi
Las líneas de evidencia cubiertas en este artículo apuntan hacia considerar Maestría. Xalapa. llni\·ersidad Veracruzana. ms. 1970.
que la civilización olmeca fue una manifestación cultural compleja en el primer . Bih/io({m(ía o/mern Xalapa. Universidad Veracruzana, 1986. 64
·: "Bren.'' historia
· de la' arqueo l og1a - o l meca " , La Palabra)' el Hombre, n. '
milenio y medio de nuestra era, aunque no la única. Sus esculturas, su arqui-
Xalapa. Universidad Veracruzana, 1987, pp. 161-194. 1 0 La
tectura, su forma de subsistencia, los lugares distantes con que tuvieron algu- Bt-:YER.J-Iermann: "Nota bibliográfica sobre 'Tribes and Temples' de F. B om Y · 1
na forma de contacto para abastecerse de materias primas indican que la ¡.:¡Mé\"icoA11tiu110. t Mt"d
11
F·irge"
• , · · · ,..,
v. 2. l\léxico. 1927, pp. 305-313.
d if h ,....,.,editiono · -
civilización olmeca necesariamente tuvo que estar conformada por diferentes Bu J~I. Fr~ins y Oliver La Farge: Trihes a11dTemple_s, A !ecor O ~ _e,..,.,1:'in 1925, New
especialistas: agricultores, pescadores, cazadores, recolectores, alfareros. escul- d/c Americo co11d11cted[J¡• tbe T11/a11eUnwerslfy of Lowszana bl' fon
tores, arquitectos, comerciantes, especialistas en la elaboración de instrumen- Orkans. Tulane University: 1926 (Middle American Research Institute, Pu ¡ea 1
tos de piedra, en la elaboración de esculturas portátiles de piedra verde, al n. l l. . , . . , de superficie de
igual que aquellos que se encargaban del manejo de sus símbolos y rituales, BeJI ;u tEtl, Sylvianne: "Estudio prelimmar de la ceram1ca de recoleccion , México,
los gobernantes, sin decir nada de quienes aportaban la mano de obra nece- Las Limas, Veracruz", Archivo Técnico de la Dirección de Arqueologia,
saria para los diversos trabajos, especialmente los de tamaño monumental. Instituto Nacional de Antropología e Historia, ms. 1982. ¡ ifField
BoH:, Frederick J.: "Laguna de los Cerros: An Olmec Central Place" ,_Journ:AO haeo-
Cómo estaba organizada esta sociedad es lo que no podemos, hasta el
Arclweulogy. v. 2, n. 3, Los Angeles, University of California, lnst1tute O re
momento, dilucidar con seguridad. Propuestas hay muchas; sin embargo, lo
logy, 1978. . rlizarion",
importante es examinar, en primer lugar, las suposiciones (·'hipótesis'') en BREl'.\ER, Sheklon y Michael D. Coe: "Magnetic Explorations of the Olmec Ci, 1
que se basan y, en segundo lugar, la fundamentación de las mismas. En esta A111eriam Scie11tist,v. 60. n. 5. 1972, pp. 566-575. , trabajos
reseña, se ha evitado a propósito encajonar a la civilización olmeca en los BRf1t,t,El\lANN, Jürgen y Marvin Harris: "La aplicación del magnet~m~tro enIII,n. 39.
esquemas de organización social, política o económica de moda en la disciplina arqueológicos en San Lorenzo Tenochtitlan, Veracruz", Boletlll, epoca ·
de la antropología, ya que en su gran mayoría contienen implícitamente con- México, Instituto Nacional de Antropología e Historia. 1970, PP· 26-29· Tenochtit-
notaciones de la escuela evolucionista y, por otro lado, existe insuficiente evi- y Marie Areti Hers: "Exploraciones arqueológicas en S~n Loren~otropología
dencia arqueológica que apoye tales modelos. lan, Veracruz", Boletín, época m. n. 39. México, Instituto Nacional de n
Para los actuales y futuros investigadores de la civilización olmeca existe e Historia, 1970, pp. 18-23. , . . y sobre los
CASO, Alfonso: "Resumen de las discusiones sobre los olmecas hiStancos logía, Méxi-
un sinnúmero de rompecabezas que se pueden empezar a resolver. Diehl 1~2 informes lingüísticos", Mayas y o/mecas, Sociedad Mexicana de Antropo
presenta un listado de casi veinte preguntas que se deben afrontar; cada co, Editorial Stylo, 1942a, pp. 38-43. 1 cas sociedad
olmequista podría elaborar una lista similar. Lo que hace falta, sin embargo, ____ : "Definición y extensión del complejo 'Olmeca"', Mayasy o;e '
son más trabajos serios y sistemáticos en todas las facetas de esta sobre- Mexicana de Antropología México, Editorial Stylo, 1942b, PP· 43- . · ¡ t 5 n. 3,
' . . e ¡ · Nacwna , · ,
. _ . : "¿Existió un imperio olmeca?", Memoria de El o egio
saliente expresión cultural.
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RebecaB.GonzálezLauck• Lazonadel Golfo en el Preclásico:la etapao/meca
320 De lasprimerassociedadesal Preclásico
Introducción
El Valle de Oaxaca queda ubicado en la parte central del actual estado de
Oaxaca. Situado en las tierras altas del sur de México, se encuentra delimita-
j
.1
do especialmente por la Sierra Madre del Sur en el este y por el terreno mon-
tañoso de la Mixteca Alta en el lado norte. Posee un clima semiáriclo con una
1 precipitación anual de unos 400 a 800 mm. Según Smith Jr.,1 su vegetación
l original parece haber sido de bosque tropical perennifolio en el fondo del
¡,, valle y de arbustos espinosos a su alrededor, así como de pinos y encinos en
el somonte y en los cerros. Aparte ele recursos acuáticos, contó con madera,
arcillas para la producción, cerámica, materiales diversos de construcción,
cuarzo, pedernal, mica, ónix y minerales ferrosos como la magnetita Y la
ilmenita, mientras que productos como el algodón, la obsidiana, la concha,
la turquesa y el jade tuvieron que ser importados.
El valle mismo (véanse figuras 1 y 2) se encuentra a una altitud media de
1,530 m. Abarca unos 700 km! de terreno relativamente plano Y de gran
potencial agrícola, conformado mayormente por los depósitos aluviales del
río Atoyac y su tributario, el río Salado, cuyos patrones de drenaje forman un
valle en forma de ·'Y". Los tres ramales mayores de dicha "Y" son los subva-
lles de Etla en el noroeste, de Tlacolula en el este y el "Valle Grande" 0 de
Zaachila-Zimatlán en el sur. Entre estos subvalles, el primero y el segundo
son considerados como los de mejor y menor potencial agrícola, respectiv~-
mente, tanto en términos de la cantidad de precipitación como de las posi-
• Premio Alfonso Caso a la mejor tesis de licenciatura en Arqueología. Miembro del Centro de Asia Y África
de El Colegio de México.
' Flannery y Marcus: Ybe Cloud People.
324 De lasprimerassociedadesal Preclásico WalburgaWiesheu• Lazona oaxaqueñaen el Preclásico 325
1 Puebla 21 Ocotlán
2 CoxcatlánCave 22 Tululepec cronológicadel Formativoen el Vallede Oaxaca
Cuadro1. Secuencia
12_/\ 3 PurronCave
4 Quiolepec
5 Cuicatlán
23 (Estudiocosterode Brock-
ington)
24 Miahu,111.ín
Fasesenel Valle Cronología
11 \~9 13~14
\· -15
rn:~ ''?17
119 20
21
Jª
2&
7 Yuzanu
8 Yucuila
9 Nochixllán
10 Yanhuillán
11Huamelulpan
12MonteNegro
13Ella
14MonteAlbán
26 LagunaZope
27 SanLorenzo
28 Veracruz Formativo
terminal
Formativo
tardío
MonteAlbán11
MonteAlbánI tardío
MonteAlbánI temprano
Rosario
200aC-250dC
300aC-200dC
500aC-300aC
700/650aC-500/450
dC
i4 -"f',_ 15Dainzu Formativo
medio Guadalupe 850aC-700aC(?)
25 ~¿¡,-~ 16Lambilyeco SanJosé 1150aC-850aC
---· -•· . . ·~ -- . -· -- __.
50 100 17Milla . ---- ---- ·- ----·--~---------·--·~
18Zaachila , Formativo
temprano Tierras
Largas 1400aC-1150aC
Kilómetrcn
19Zimatlán
20 Tlacolula
la estratigrafía de Monte Albán y estableciendo una secuencia de cinco perio-
Figura 1. El estado de Oaxaca, con áreas recorridas intensivamente dos, los cuales abarcan aproximadamente desde 500 aC hasta la conquista.
algu~as ciudades mode~nas y sitios arqueológicos importa~tes Estos mismos autores hicieron estudios elementales sobre la arquitectura
(segun Flatnnery et al.: The Preceramic ... ", p. 49). monumental, habitacional y funeraria, la escritura y el calendario, y en 1965
r--------------------- 1 Etla sintetizan la información arqueológica sobre Oaxaca en el volumen 3 del
2 Huitzo
'1 3 Ella Handbook of Middle American Jndians.
4 S.J.Mogote Sin embargo, en 1965 aún no se conocían los antecedentes del asen-
5 Oaxaca
6 MonteAlbán tamiento urbano más temprano de Mesoamérica: Monte Albán. La secuencia
7 Dainzu
8 Tlacolula
básica manejada hasta entonces se iniciaba con el periodo de Monte Albán I,
9 Lambityeco en el que se funda este centro, hecho que había dado lugar a planteamientos
10 Yagul
11 Milla geológicos y de difusión cultural, en el sentido de que la ausencia de culturas
12Tlacolula tempranas o preclásicas en el Valle de Oaxaca era adjudicada a la existencia
13Cuilapan
14Zaachila de un lago gigantesco que cubría dicho valle antes de Monte Albán I. Por el
15Jalieza
16Zimallán
otro lado, los autores arriba mencionados suponían un origen olmeca de
Kilómetros
17Zaachila dicha cultura, basando tal interpretación en la presencia de un supuesto esti-
18 Bordedel fondodel valle
O IO lo olmeca, evidente para ellos especialmente en los llamados •'danzantes" Y
,-'\ 18 planteando la existencia de una cultura específicamente zapoteca apenas
para el periodo IIIA. Caso había planteado incluso que los pobbdores origi-
Figura 2. El ·Valle de Oaxaca con sus tres ramales y sitios arqu ¡ - · _
· ¡ ( , •k eo og1cos
prmc1pa es segun K1r ny, reproducido en Sanders y Nich ¡ . nales del Valle de Oaxaca eran de origen olmeca y que la cultura de Monte
"Ecological Theory ..." p. 36). 0 s.
Albán formaba parte de un supuesto "imperio olmeca''.' . .
bilidades de irrigación, mientras que el ramal del sur presenta la s me¡ores
· Sin embargo, Lorenzo·• no encuentra evidencia geológica de la existencia
. . de un lago en el Valle de Oaxaca. Por otro lado, en 1966se inicia un proyecto
tierras de cultiv~ es~e~ialm:nte para una agricultura de temporal. 2 .J
La cronolog1a bas1ca (vease cuadro 1) para la historia prehispánica del multidisciplinario sobre la ecología humana de Oaxaca ( Oaxaca Human Eco/-
Valle de Oaxaca fue elaborada por Bernal, Acosta y Caso, utilizando para ello 1 Para una discusión de la hipótesis del imperio olmeca, véase por ejemplo Padd<,ck: ··i\lonte Alhán: ¿Sede
' Kirkhy, citado en Sanders y Nichols: "Ecological Theory and Cultural Evolution 1·n th e y.a 11ey o f 0 axaca". de imperio?". ·
'Citado en Flannery, Marcus y Kowalewski: ··The Preceramic ami Fonnative in tlw \"~tlln , ,t Oa:-.aca··_
WalburgaWiesheu• Lazonaoaxaqueñaen el Preclásico 327
326 De lasprimerassociedadesal Preclásico
Por otro lado, cabe señalar que se gestaron patrones iniciales ele estratifi- desarrollo de la diferenciación soC1al . y del ongen . d e I es tado · Repro uC1re-
cación social también en otras partes del estado de Oaxaca, particularmente mos entonces a contmuac1on la mformac1on arqueo l'ogi·ca que nosotros con-1
. . , . . ,
en el caso de la Mixteca Alta. Sin embargo, de acuerdo con la información sicleramos relevante para descnbll' . . los procesos Y 1os f actores que . llevaron , a
10
arqueológica existente actualmente, los autores por lo general concluyen que, surgimiento de una sociedad cada vez mas , comp 1e¡a · en esta reg10n, para d
en la Mixteca, dicho proceso de gestación de diferencias sociales acusa un cual recurriremos básicamente a los resu 1ta d os genera. les del proyecto . . 1e
retraso de unos 500 años con respecto al Valle de Oaxaca. 7 Además, a pesar Flannery y su equipo, tal como estos , se encuentran presentados pnncipa k' 11-
I
de que se habla de la conformación de un patrón urbano en la fase Ramos mente en las publicaciones de Blanton et al., 10 Blanton Y Kowa1 e~s 1'.
(200 aC-300 dC), especialmente para el caso del asentamiento de Yucuita en Kowalewski et al., 12 Flanne1y, u Flannery et a 1.14 y especia• !mente en a smtes1s
el Valle de Nochixtlán, de acuerdo con la jerarquía de sitios y la complejidad
' flannery y Marcus: 1be C/011d... ,.
' Entendemos por una entidad de cacicazgo, una organización sociopolítica con rangos sociales diferenciales '' Brockington: "El Clásico en la Costa de Oaxaca • ,, . t Mesoamerica: A Comparison of
y una regulación central y jerárquica de sus asuntos públicos, pero donde una acción pública aun poco dife- '" Blanton et al.: "Regional Evolution in the Valley of Oaxaca b~no~n Settlement Patterns ofthe Central
renciada en sus aspectos políticos y administrativos está ampliamente sujeta a la acción religiosa, misma que Change in Three Regions; Monte Alh,in's Hinterl~nd. Part 1: The Pre 1spanic
integra varias comunidades dentro de un marco regional de coordinación (Wiesheu: Cacicazgo y estado and Southern Parts of the Valley of Oaxaca, Mex1co. ,,
arcaico). 11 Blanton y Kowalewski: "Monte Alhan and After in the Valley of O~xaca : al de asentamientos prehis-
'' Un tipo de estado primario o prístino es aquel que surge a partir de condiciones originales y sin inter- " Kowalewski et al.: "Tres mil años en el Valle de Oaxaca: un estudio region
vención de otra entidad estatal. En este sentido, no solamente presenta elementos autóctonos de formación pánicos".
con variables causales propias, sino también características de organización originales que lo diferencian de '-' flannery (ed.): The Early Mesoamerican Village.
las formaciones secundarias típicas de Estados más avanzados. " Flannery et al.: "The Preceramic ... ".
· Cf Spores: 71,eMixtecs in Ancient and Colonial Times; Flannery y Marcus: 1be C/oud ...
WalburgaWiesheu• Lazonaoaxaqueñaen el Preclásico 329
328 De lasprimerassociedadesal Preclásico
de los trabajos ~eal~zados por los diversos integrantes del equipo en Flannery se muestran indicios de diferenciación social, tratándose de entierros senci-
Y Ma:cus; 1'i se citaran los autores individuales solamente en el caso de plan- llos sin ofrendas elaboradas.
A pesar de tal ausencia de diferencias en las unidades habitacionales, en
\ teamientos particulares o de aquellos hechos por otros autores que no for-
¡~
maron parte del equipo. los entierros y en general en los materiales asociados a ambos, ya para el
principio de la fase, se presentan indicios de la realización de actividades
11 públicas. Al respecto existe la evidencia para el sitio mismo de San José
1,
'
1¡
Origeny desarrollode patrones Mogote de un área abierta. separada de las áreas residenciales por medio de
de estratificación
social: una línea doble de postes. que en algunos lugares fue reforzada por una
'\
Formativo tempranoy medio hilera de lajas de piedra. Con base en una analogía etnográfica con grupos
indígenas de Estados Unidos. los miembros del equipo de Flannery sugieren
FaseTierrasLargas(1400-1150aC)
'. \ que esta área pudo haber funcionado como recinto para la ejecución de dan-
Tierras largas
. es la p nmera
· fase d e 1 Formativo . temprano que cuent·t con un zas rituales.
comple10
. - · amp ¡·iamente distribuido en el valle y para la' cual se
. cera~1co Esta área. empero. pronto se abandona, y alrededor de 1350 aC surge otro
tienen evidencias d e asen tamientos · ,
agncolas permanentes· se detectaron por tipo de estructura pública: se inicia la construcción de un tipo de edificio de
1
o, menos . 17 d e estos
- en todo el valle. Sin embargo todos' ellos eran aldeas un cuarto con piso de estuco y un pequeño basamento piramidal. En su inte-
1
aun
. re ativament e pequenas, - d e menos de 3 ha y de' 3 a 10 unidades l1·1lJi·ta- rior se encontraron restos de bancas. Una pequeña plataforma rectangular
c10na 1es L - · • , . . de San José Mogote ubicado ' en el
,z 11 d · ª umca excepcion es el sltlo adosada al muro sur pudo haber constituido un altar y su asociación con un
va e e Etla, el ramal mas - d ensamente poblado en esta fase y' que jugaría un
j 1d
pape. e delantera en el p ro ceso d e d esarro 11o mc1p1ente
1
. . . de la estratificación
pozo troncocónico en el que se almacenaba cal -usada según nuestros auto-
res para fines rituales- permite suponer una función ceremonial de dicho tipo
socia en el Valle de Oaxaca. de estructura. del cual se detectaron ocho ejemplos. Se cree, sin embargo,
1
En esta_fase se registra ya e I surgimiento · · d e cierta
• . erenciación regional
d1f que sólo un edificio estuvo funcionando en un momento determinado,
1 11
1
en e patron
com 'd d d de ase n tamiento,· a partir• de un crecimiento diferencial de la tratándose por lo tanto de reconstrucciones periódicas del mismo tipo de
um
día una a e
b ., San José
. Mo go e, ¡a cua ¡ cu b na
t - un area
, de 7.8 ha y compren- estructura ceremonial.
. po lacmn eStlmada en unas 147 personas. 1<, De acuerdo con la información arqueológica existente para la fase Tierras
. Sm1 embargo
, , aún no se presentan diferencias . . en las unidades habit·1- Largas, Flannery y sus asociados plantean que en ésta presenciamos el
c10na es·' estas cons'is(ian por 1o general de estructuras sencillas de bajareque
d surgimiento inicial de una sociedad de rango. Sin embargo, creemos que 1~
e '
_.._
De lasprimerassociedadesal Preclásico WalburgaWiesheu• Lazona oaxaqueñaen el Preclásico 331
330
FaseSanJosé(1,150-850
aC) .. -. -.-..
En esta fase persiste la tendencia iniciada en la fase anterior en el sentido de
la gestación de patrones de diferenciación regional centrados alrededor del
sitio de San José Mogote en el Valle de Etla. Ahí se observa no solamente el
nivel más alto de crecimiento demográfico, sino en general de desarrollo
cultural.
Así, mientras que la mayoría de los sitios de los demás ramales del Valle
de Oaxaca no crece ni en número ni en tamaño (con áreas de 0.1 a 2.0 ha), Figura 3. l\lonumentos de piedra del Formativo temprano
en el Valle de Etla se detectaron para esta fase siete sitios nuevos, ademfts del de San Jos0 l\logote:
mayor crecimiento poblacional en el sitio mismo de San.José Mogote; éste, a) .\Ion u mento 1
h) l\lonumento 2
alrededor de 900 aC, cuenta con una población de unas 700 personas, dis- lsegún Flannery y Marcus: 11Je Clu11d ... , p. 54).
tribuidas en 80 a 120 unidades habitacionales en un área de 20 ha, o incluso
de 70 ha si se consideran también las zonas más lejanas del centro y con indi- sociales. Pero tales diferencias incipientes en las posiciones sociales se ubi-
cios de una ocupación más dispersa. can nüs bien dentro e.leun co11tinuum de rangos sociales, ya que para la fase
A pesar de una diferenciación espacial interna aún muy reducida en este de San José se presenta aún una gradación en el tipo y la calidad de_ las
centro, se pudo delimitar un sector destinado a funciones públicas, mismo unidades hahitacionales. Jl,lientras que la mayoría de las casas era pequena Y
que cubre un área de 2 ha. Los edificios de un cuarto de la fase anterior de bajareque. algunas estructuras habitacionales eran más grandes Y cons-
todavía se siguen construyendo, pero en el límite oriental del asentamiento truichs sobre una plataforma de piedra y adobe. .
una colina ahora se transforma en una serie de terrazas escalonadas; la del Las casas de mavor tamaño estaban asociadas a materiales de ongen
lado este cuenta con dos escalones de piedra y está asociada con los pri- alóctono. Al respecte; se infiere que una vivienda asociada a espejos de mag-
meros ejemplos de monumentos esculpidos en piedra (Monumentos 1 y 2), netita y a más de 500 fragmentos ele éste y ele otros minerales ferrosos pe~-
en los cuales se representan a un jaguar y un ave de rapiüa, respectivamente tenecía a una familia especializada en la elaboración de este tipo de matena
(véase figura 3). Estas representaciones no parecen ser olmecas estilística- prima. Además, la presencia de una gran cantidad ele productos alóctros,
mente; regresaremos más adelante al problema de la influencia olmeca en el así como el empleo de elementos constructivos y decorativos m~s ela ora:
Valle de Oaxaca, misma que se registra con mayor intensidad precisamente dos. permiten suponer que dicha familia poseía un acceso diferencial a recur
en esta fase. sos no sólo de tipo local sino también de origen foráneo. .
. ' . f
De la misma manera. los entierros de esta ase muestran
diferencias
De este modo, mientras que los primeros edificios públicos en otros
sitios del Valle de Oaxaca surgen apenas al final de la fase en cuestión, en el sociales relativas dentro de una gradación de entierros sencillos sin o~ren-
/ · más fina Y
centro de San José Mogote, además de los edificios de un cuarto y de la coli- das, hasta entierros más elaborados con ofrendas ele ceramica . c1·
. . · s muestran m i-
na modificada, se construyen estructuras con plataformas de adobe y piedra, ornamentos de pele, concha y magnetita. A1gunos entierro .
como es la Estructura 8 que data de alrededor de 800 aC. De esta estructura cios de deformación craneana de tipo tabular, considerada en penodos pos~
. bargo aún no esta
sólo se conservaron restos de muros y unos postes, por lo que resulta difícil teriores como señal ele belleza y de alto estatus; sm em , .
inferir el tipo ele funciones asociadas a dicha estructura. claro por qué algunos individuos fueron enterrados cerca de las ca~asd!
•c1 •
otros en cementerios separados de las resi encias, o por
qué alaunos in 1-
' e,
Aparte del mayor tamaüo y de la mayor diferenciación funcional del cen-
tro de San José Mogote con respecto a los demás sitios del valle, dentro de viduos estaban acompañados de entierros de perros. Por or_ro_lado.
común que los entierros masculinos estuviesen asociados a ceramica de di-
e:
éste a su vez se pueden detectar patrones de conformación e.lediferencias
332 De las primeras sociedades al Preclásico Walburga Wiesheu • La zona oaxaqueña en el Preclásico 333
sef1os olmecas, de lo que se infiere la existencia de diferentes grupos de otros patrones dt: comportamit:ntoque c1racterizaban al {!reametropolü:ma
descendencia de ancestros o deidades comunes, como la '·serpiente de fue- olmeca, lo que explicaría la difusión especialmente de un '·estil~ de arte oln1e-
go'' o el "jaguar licántropo··. 18 ca ", no solamente al Valle de Oaxaca, sino también a otras soCiedades meso-
No obstante, la presencia de tales motivos estilísticos olmecoides no hace americanas a punto a diferenciarse socialmente. Por consigu_iente, e_sposibl~
sugerir a nuestros autores que el desarrollo de la desigualdad social y d sur- que el proceso ele diferenciación social patente en la fas~ San J_ose Y cuyos
gimiento de una organización jerárquica en la fase de San José sea conse- patrones en general permiten inferir la existencia de un ~r!mer_tlpo ~e org~-
1~ cuencia de los contactos entre Oaxaca y el área metropolitana olmeca en la nizaci(m sociopolítica compleja tipo cacicazgo, haya rec1b1<l~)cierto nnpulso
1 Costa del Golfo. Para ellos la supuesta ''influencia olmeca" se reduce a atri-
butos cerámicos, tratándose m:í.sbien ele un fenómeno pan-mesoamericano
extt:rno al existir una sociedad olmeca mi'i diferenciada y mas avanzada cul-
turalmente. .
1/. de una producción cerámica local, pero donde algunos objetos muestran La necesidad de remarcar sus rangos diferenciales Y el inicio de un sis-
11 una iconografía olmecoide. En este sentido se plantea que no se puede tema de intercambio basado en ob¡etos . d e ¡LIJO.
· me · iLIJO
· a las cu lturas , locdes' .
,¡I hablar de una migración olmeca al Valle de Oaxaca, ni de una invasiün o a acelerar la creaciún de un sistema sociocultural más complejo para satl~-
l.
conquista por parte de un imperio olmeca, ni de la presencia de ·•misione- facer tales necesidades externas. La existencia de tal estímulo externo expli-
ros" olmecas. 19 Más específicamente, el modelo propuesto por Fbn11<:ry2" caría. a su vez, el hecho de que. en el caso del Val\e de Oaxaca, n? se h~yan
sugiere la existencia de una esfera pan-mesoamericana de interacción a )oc..l1<.. 1·t·
. ¡o c..1 erenciar· c ¡aramente es•t.I uc•tLlf'IS
, • de te 111p!o , hasta la ex1stenc1a de
través de un sistema de intercambio de objetos de lujo. los cuales funciona- 'u na orga111zac1on
. . , estatal en Monte Al\)an , 11. Al con , t I·ar 1·0 , para las fases for-
b~n más_ bien como símbolos de estatus necesarios para hacer patentes mativas c..k·Idesarrollo culrural oaxaqueno, - 1os au t 01·ps prefieren hablar de
_L , • • ., ,
d1ferenc1as de rango y que se encontraban inscritos dentro de patrones y estructuras públicas de propos1tos , . genera 11zac . ¡os,_ lo que podna , . _ md1car, . ~ la_
conceptos religiosos compartidos a nivel interregional. . . 1 . . , 1
existencia e e una organ1zac1on c.e cacicazgo e . . ·c)n C'1ractensticas
, mas secu
.
En este contexto, San José Mogote sirvió probablemente no sólo como l·i1·es como consecu~ncia c1uizás de una formación secundaria de eS e tipo t
' ·· · , , xcava-
centro de producción especializada para una serie de comunidades agrícolas de organización jedrquica, a partir del estímulo olmeca. 2 ~ Aqm.1:1ª 5 e . 1
., , • d ,. de actividad. con e
pequeñas a nivel local, sino también como nodo de intercambio dentro de ciones selectivas. con un:1 cletecc1on ex~ 11c1ta. e ateas ' 'blica pre-
u~a esfera mesoamericana, produciendo especialmente objetos de materia tiempo nos podrían permitir delimitar me¡or el tipo de estructura pu d
pnma local, tales como magnetita, ilmenita y hematita, a cambio de la intro- , · r más adecua a-
sente a partir de sus funciones asociadas, y as1 caractenza • .
ducción de elementos como concha, jade, espinas de pescado y obsidiana. 21 . . .
mente los rasgos 111st1tuc1onalesde la orgamzaCion sociopo
. ., . lítica existente en
Tal como también plantea Flannery, 22 es posible que la necesidad e.letales esta fase, y en general en la secuencia del Formativo.
símbolos de estatus, con base en productos alóctonos, haya sido impuesta
por una sociedad más estratificada sobre una todavía menos diferenciada. En FasesGuadalupey Rosario(850-700?;700/650-5oo-
450 aC)
este sentido, una élite oaxaqueña aún menos jerarquizada quizás haya sido
motivada a imitar no solamente tales símbolos, sino también la religión y
. . l
Durante estas fases del Format1Yo medio se estahlece c aram
ente una jerar-
, Mogote j
quía de asentamientos de tres nh·eles. dentro de la cual San Jose d
.
'.:if: Pyne: "Toe Fire-Serp~_mand Were J,aguar in Formative Oaxaca: A Contingency Table Analysis".
. ease al respecto _tam?,ienFlannery: The Olmec and the Valley of Oaxaca: A model for interregional
, . · .
ocupa la categona <lecentro de pnmer orden. E1emp os1 de centros secun a-
mteractJOnm formar1v~,times ; ~arcus: "The !conography of Mil~tarismat Monte Alban and Neighboring Sites
m theValley of O:;txaca ; Grove: The Format1ve Penod and the Evolution of Complex Culture". , . , .. • . . a ·e central en la cúspide de la
. '' Basandonos en estud~os et~ogralirns y Je acuer~~ '.~n ':' []po ~: pe::~~d~ ue encabeza u~a zn;;[Jtu-
. -.. Flannery: Toe Olmec and the Valley of Oaxaca: A model for interregional interaction in Formative
rimes. soCiedad. se puede d1st111gu1r un tipo di:'..:aCI..:azgoteon,tt1Lo con un J_tfes,l"'\ . 9. ~ cuhn:s. postbkmente
cic'indl' IL'mplo. de uno de tipo militarista donde existe cierta importan..:r..\d~ ro e::,nus _e en estos casos üe for-
' Pires-Firreira: -obsidian Exchange in Formative Mesoamerica" y "Shell and !ron-Ore Mirror Exchange in
1
Formative Mesoamerica. with Comments on Other Commodities"; Flanne1y y Marcus: 77.Je C/011d... , passi111.
nd
como consecuencia de conllic1os causado., por presione,; exten~a,;, pudie o~e ~:tarJ ·t'U. Cacica:::r!I>. 1· Esla-
maciones secundarias de este nivel de integración sociocultur,11. \ e:1se al ft'spt'( ro Jt',-. 1 · '
"Flannery: •·Toe ülmec and the Valley of Oaxaca... ". do Arcoico .. .. pp. 69-~6.
_,
334 De lasprimerassociedades
al Preclásico WalburgaWiesheu• La zona oaxaqueña en el Preclásico 335
rios de un tamaño promedio e.le3 ha serían Barrio del Rosario 1-Iuitzoy Santo sivos. Adenüs de la irrig:1ción a mano, se han delectado pozos que se remon-
Domingo Tomaltepec, los cuales presentan evidencia de arquitectura públi- tan incluso a 1000 aC. y para 600 aC se ha registrado un tipo de jarras usado
ca, pero con una variedad menor de la que existe en el centro primario. Los posiblemente para el riego. Se han localizado además canale~, como aquel
sitios de tercer orden están representados por Fábrica San José o Ahasolo, conjunto de canales del sistema ele irrigación "fosilizado·· de Hierve el Agua,
los cuales poseen un tamaño de 1 a 2 ha, pero no ostentan arquitectura que llev:1ha el agua clescle unos manantiales a unas lomas terr,~c~~<las."
pública, tratándose de asentamientos de tipo alclean.> que comprenden por En San José l'vlogote. el núcleo cívico se traslada ahora defm1t1vamente a
lo general de 25 a 75 personas distribuidas en 5 a 15 unidades hahitacionales. la cima ele una colina natural que se eleva 15 m encima del resto del ase1_:-
Tendríamos, por lo tanto, una jerarquía regional de sitios, dentro de la tamiento. Ahí se erigen por lo menos dos edificios públicos de ma 1~1po 5 (ena
cual dos niveles con arquitectura pública representan los niveles administra- ( Estructuras 19 y 19A ). de los cuales el primero se encuentra asociado a un
J
'1
tivos de una organización regional característica de una entidad de cacicaz- altar enorme y el segundo presenta una seme¡anza· con e 1EdT · de los Dan-
1 icio .
zantes e.lefecha pos\erior de Monte Albán. No solamente la arquit~ctura, stn º
'
',,,
:I'
~º· Sin embargo, para esta fase existe el problema de evaluar y delimitar la
mfluencia que ejerció el centro de Huitzo, ya que ele acuerdo con los análi- también la cerámica, el arte y la escritura muestran antecedentes chrectos con
sis de diseños cerámicos, es posible que este sitio incluso haya constituido Monte Alhán l. De este modo. el muro exterior del conjunto 19-19A st enta º
un centro autónomo y rival con respecto a San José Mogote. una sene· e¡e 1osas e¡·1spuestas vertica
· · lmente, ·me luye ndo una piedra labrada
Por lo mismo, es probable que la fase Guadalupe, definida con base en (Monumento .-3)que constituve el ejemplo más antiguo de lo que s_~c~oce
la distribución local de un material cE:rámicoposiblemente originario de Huit- tradicionalmente como ··dan~ante'· y que se refiere a la representacion e un
zo, no sea representativa de todo el Valle de Oaxaca. Por otro lacio, se infiere individuo desnudo con los ojos cerrados, la boca semiabierta Y una poS tura
~ue aparte de San José Mogote y quizás Huitzo, para la fase Rosario se cons- desgarbada. . , d 1cuer-
tituyeron tal vez varias entidades de cacicazgo en el Valle de Oaxaca, como Según la interpretación de Marcus,2<> se trata ele la representacio? e . d
queda indicado en las concentraciones de asentamientos, no sólo en el Valle po de "un cautivo muerto o sacrificado, pudienc. lo e 11o m. d.IC ar la ex1stenc1a e
de Etl~, sino también en el de Zaachila-Zimatlán, y probablemente también actividades militares en el valle. Además, grabados en sus pies se enc~enttrna1n
en el area de Tlacolula. 24 d · nns e -
:, dos glifos que significan "1 temblor··, tratándose de la evi encia . " de
1 A pesar de tal posible existencia de entidades rivales ele cacicazgos en el pran:t, dentro del contexto mesoamericano, del desarrollo de la escntura Y
1 I
i V~lle de _Gaxaca, San José Mogote indudablemente siguió siendo la comu-
1'
1
la existencia del calendario ele 260 días (véase figura 4). . , a la
nidad mas grande del valle antes de la fundación de Monte Albán. Estecen- d , caractenzanan
Aparte del desarrollo de varios rasgos que espues " . d del For-
tro cuenta para el Formativo medio con un área de 61.9 ha y una población de civiliz'tción zapotect en su conjunto cabe señalar que la soe1eda
" " - ' . . ., . 1 Al respecto,
unas 1~000personas, convirtiéndose en el centro rector de una entidad políti- mativo medio experimenta una mayor d1ferenciac10n soe1a; 1 1 de San
ca autonoma para un total de unos 18 a 20 pueblos en el ramal noroeste del existe por ejemplo la evidencia de la Estructura 28 en el !":º?ttct~~lico y se
valle. Este ramal seguía siendo la parte más poblada de todo el Valle de José Mogote, misma que deja de funcionar como edifteIO PT de alto
Oaxaca. convierte en la fase Rosario en un conjunto residencial de fami ias
Empero se estima que los niveles de población alcanzados en esta fase rango social. . c1·o Uno de
aún permanecen muy por debajo de la capacidad de sustento de la región, De este tipo de conjuntos existen v~~riosen el F~r~a~ivo ;eo;iblemente
aunque cabe apuntar también que para el final del Formativo medio se cuen- ellos (Estructura 26) cuenta con el entierro de un mdividu P . d t
ta con las primeras evidencias de la aplicación de métodos agrícolas inten- sacrificado como ofrenda de construcción, y en el centro del pa~lO . e 1e: 1~
conjunto se detectó una tumba de mampostena, con una cámara pnnc1pa , , -
, . " Cahe destacar que aún no contamos ~<~nlos resul_t.adosde los trabajos realizados por el equipo de flan-
nu-y en el suhvalle de Tlacolula, donde el s1t10de Yegu1h pudo haber sido el centro de otra entidad de caci- .. . , , , n el V-ille de Oaxaca ··,
cazgo. '' Neely: "Organización hidrúulica y sistemas de irrigac1on pre 111stoncos e '
"' Marcus: "La escritura zapoteca".
336 Delasprimerassociedades
al Preclásico WalburgaWiesheu• Lazona oaxaqueñaen el Preclásico 337
Sin embargo. no estf1 claro si tal posible existencia ele una práctica redis-
tributi,·a también existió a nivel de los recursos locales, aunque existen evi-
dencias de cierto grado de especialización económica a nivel de la comu-
nidad. como es el caso por ejemplo ele la aldea ele Fábrica San José. la cual
probablemente se especializaba en la producción de sal. Aun se sabe poco,
por lo tanto. del tipo de organización económica y de las instancias centrales
que pudieron haber asumido las diversas tareas directivas de la sociedad ya
bastante diversificada que existió durante el Formativo medio en el Valle de
Oaxaca.
mativo medio.
cns· t a 11zanon
· · , d e una 1erarquia
· - reg10na
· ¡ tipica
- · d e una O i·ganización
• estatal con
1\' . Por ~tro lado, los objetos alóctonos asociados a tales posiciones sociales
diferenciales O us a d os como para f,ernaha. ntual,
1
. .
tales como ¡ade, .
espinas de sus tres niveles jerárquicos. 1 ·,
pescado, , trompetas
. y t b d h , .
am ores e conc a o tortuga, estan asoCiados en esta Tal desarrollo va acompaüado de un rápido crecimiento de la pob aoon,
. . . . J valle Central.
fase mas
. bien a e dºf• · pu'bl' icos, además de que se registra una disminución
i icios e 1 cual se registra con mayor mtens1dad precisamente en e
considerable de la presencia· d e motivos . .
o 1mecas. Al mismo .
tiempo como donde a diferencia de un incremento poblacional de 0.1 a 0.4 por ciento en
conse cuencia· d e 1a caída de los centros olmecas de la Costa del Golfo se ' con- el Formativo temprano y medio, en el Formativo tardío se acusa un aumen-
forman nuevas redes de intercambio, las cuales presentan en esta fase una to de O.5 a 1.4 por ciento. La tasa más alta se registra para el centro de ~o~~~
may. or van_ac_i?n
· · - en 1as fuentes de materias primas. Se plantea que en este Albán mismo, donde la población crece en un 6 por ciento anual. Se micia
así simultáneamente un proceso de urbanización en Monte Albán que para
per~o~o exist10 alguna instancia central que acumuló materias primas como la
obsidiana, antes de distribuirlas a las unidades domésticas individuales. r "'Berna!: "Archaeological Svnthesis ofOaxaca"; "El Valle de Oaxaca hasta la caída de !\lonte Alhán". Tal
- . · . . . . t· . • • . lnlente con h·1se en las repre-
como ya se l1a 1)ta menc1onaclo arnba, la presencia olmeca 1ue m en( 1a prmc1p, 1 •
,- Winter Y Pires-Ferreira: "Distrihution of Ohsidian among Households in Two Oaxacan Villages". sentaciones de los "danzantes".
338 Delasprimerassociedadesal Preclásico WalburgaWiesheu• Lazonaoaxaqueña
en el Preclásico 339
el final de Monte Albán I temprano llega a tener una población ele unas 5,000 Desgraciadamente es poco conocida la arquitectura pública de Monte
personas (3,600 a 7,200, según los cálculos hechos por el equipo de Flan- Alh:ín I. debido principalmente a la gran cantidad de arquitectura monu-
nery); la población urbanizada representaría el 77 por ciento ele la población mental de las (·pocas posteriores, por lo que muchas veces re~ulta difícil as_ift
total del valle. 2Y Esta expansión demográfica implicó al mismo tiempo una nar una funci(m, así como una fase concreta a las construcciones. Los ed1ti-
mayor extensión en el área que comprende este centro. que llega a ocupar cios detectados en las exploraciones e.leAlfonso Caso. y que probablemente
un área de 365 ha. se remontan a 1\Ionte Albán l. son los siguientes (véase figura 5):
En cambio, los centros secundarios no participan de este proceso de l. El "Patio al sur del Montículo A" que se detectó debajo de la esquina
urbanización. Estos centros se encuentran distribuidos en forma regular y sureste ele la Plataforma Norte. pudiendo representar los antecedentes
fungieron posiblemente como los centros administrativos para los distritos o de dicha plataforma. que posteriormente soportaría una estructura
las provincias, aunque de acuerdo con la evidencia epigráfica e iconográfica, palaciega. . .
estos centros al principio de la fase aún eran relativamente autónomos. 2. El "Edificio de los Danzantes" que consta de una plataforma plfam1dal,
Poseen un tamaño de 10 a 13 ha y cuentan con una población de unos 200 y en su lacio exterior ostenta las 300 lápidas conocidas como "dan-
habitantes. Ostentan arquitectura pública de menor variedad y dimensiones zantes"; éstas originalmente parecen haber formado parte ~e una gran
que el centro primario. A su vez, los centros terciarios presentan arquitectura galería en el lado este del Edificio L, habiendo formado hileras alter-
pública de menor monumentalidad aún, mientras que los asentamientos del nantes c.¡e representaciones
L • · les- y h onzon
vert1Ca .· tales:1
, 1 (véase fioura
o 6).
1 cuarto nivel son de reducido tamaño y escasa población, además de que no 3. Una estructura con un muro en talud, ele piedras Y con res_tos de
1
presentan ningún indicio de arquitectura pública. columnas. que se encuentra c.l e \1a10 • c.l e l s·1stema IV en el interior del
~n Monte Albán I tardío se experimenta una consolidación de la jerarquía Montículo K.
regional Y, en general, una ampliación de los patrones desarrollados en 4. El relleno inferior del Montículo 4.
~1onte Albán I temprano. Se sigue registrando un elevado aumento demográ- 5. Restos de un edificio debajo de!Juego de Pelota 2. ,
fi~o, el cual llega a acusar 3.46 por ciento en los valles central y sur. En éstos, el 6 . Un muro posiblemente de caracter , e¡e1ens1vo
e .
en la,s lac!eras
, · mas suaves
numero de sitios aumenta de 103 a 307, mientras que la zona menos ocupa- de los lados norte, noroeste y oeste de Monte Alb an, , de 3 km de largo.
d~ fue la de Zaachila. Los centros en general muestran una mayor nucleación, · e , · , n arqueológica
dandose ahora también una mayor interacción entre los centros mayores y, Por otro lado cabe agreoar que, aunque 1a m1ormac10
'i . . , º . . , .
chspornble para Monte Alban I no penrnte mfenr 1a ex1s en c·1a de una estruc-
• t
'
en general, una consolidación de la organización administrativa regional. En
la capital de Monte Albán se produce una gran expansión de la comunidad y tura palacieoa diferenciada de otros tipos de estructuras públicas (y que para
º
nosotros constituye un importante marcador para el surgumen
. . t de una oroa- 0 ° .
se genera una gran actividad constructiva. Se ocupa el cerro llamado El Gallo . . d 1 . t 11l1as construidas de.
Y este centro alcanza una población de unas 16,000 personas (cálculo: rnzación estatal),5 2 de la misma tase atan as pnmeras u1 , . .
. _4 , , 1, , cuales 1m1tan ed1-
I;
10,200-20,400). Además, se habla de la existencia de tres barrios separados p1edra, como son las Tumbas 43, 111, 33, '.:> , etceter<1. as
por áreas públicas y que para Blanton representan los tres subvalles que ficios palaciegos, tratándose quizás de las primeras tumbas reales.
l
PSA.
1
1
Estelas12 13
Y galería de los Danza~tes o 100
en una organización de cacicazgo- el Estado se gestó en el Valle de Oaxaca
pro~ablemente en este periodo de 300 años que abarca las fases Monte
Alhan I temprano y tardío.
nwlro\
ción urbana para este centro, dentro del cual además se presenta una agru-
pación de los habitantes en 14 barrios residenciales distintivos, cada uno con 100m
Discusiónfinal
Con respecto a la secuencia formativa de desarrollo sociocultural en el Valle
de Oaxaca, se nos presenta en general una dinámica mediante la cual un
1 crecimiento global de la población, una diferenciación regional cada vez más
11
111 acusada de las comunidades de acuerdo con su tamaño y sus funciones, así
'1
como una creciente diversificación en la arquitectura pública monumental,
: 1
originan un proceso de estratificación social. Éste en primera instancia da
lugar a la formación de un primer tipo de organización sociopolítica com-
pleja, constituida por una entidad de cacicazgo, y en segundo lugar, desem-
boca en la gestación de una organización estatal de tipo primario. Ahora
'1 bien, cabe preguntarse cuáles fueron los mecanismos que desencadenaron
estos procesos de formación de una sociedad cada vez más jerarquizada.
Al respecto, si bien con base en la información arqueológica disponible
se encuentra desacreditada la hipótesis de la existencia de un imperio olme-
ca o la presencia de una población original olmeca en el Valle de Oaxaca, sí
cabe plantear la posibilidad de que un primer impulso hacia la gestión de si.a
una sociedad con rangos diferenciados haya procedido de una sociedad
Figura7. Configuración posterior de la Gran Plaza de Monte Albán
"' Blanton et al.: Ancient Mesoamerica...
(Flannery y Marcus: Tbe Cloud ..., p. 103).
346 Delasprimerassociedadesal Preclásico WalburgaWiesheu• Lazona oaxaqueñaen el Preclásico 347
olmeca ya estratificada, misma que a partir ele la necesidad ele remarcar sus riores, ademús ele que siempre cabría la posibilidad de que a nivel ele los tra-
diferencias sociales con símbolos de estatus y parafernalia ritual. haya crea- bajos e.le superficie, muchos sitios no sean detectados, lo que se confirma
do un sistema de intercambio a larga distancia basado en bienes ele lujo. ante la evidencia del hallazgo reciente de nuevos sitios del Formativo en el
implicando la conformación de sectores con acceso diferencial a recursos Valle e.leOaxaca.
especialmente ele tipo alóctono en otras partes e.leMesoamérica. De estos nuevos cálculos resulta para Sanders y Nichols que los niveles
Surge así San José Mogote, que pudo haber funcionado como centro ele c.lemogrúficos dese.le Tierras Largas hasta Rosario se encontraban notable-
producción especializada y ele redistribución no sé>loa nivel local. sino tam- mente debajo de la capacic.Iac.1de sustento, pero que ésta subió a 30 por cien-
bién a nivel de un sistema pan-mesoamericano ele interacci<>neconém1ica. Tal to en Monte Alb{m I temprano, a 90 por ciento en Monte Albán I tardío e
impulso externo explicaría en parte los rasgos quizás secundarios ele sus incluso a 130 por ciento en Monte Albán II. Puesto que para Sanders Y Ni-
instituciones rectoras que parecen haber c.Iesempe11ac.lofunciones e.le tipo chols no es necesario llegar al 100 por ciento de la capacidad de carga para
general, Y no tanto de índole religiosa, como sería el caso en un cacicazgo ele que se generen procesos significativos en tér~nino_sc_l~la estratif~~ación_s?cial,
tipo teocrático y ele formación primaria. ellos plantean que durante toda la secuencia ex1st10 una pres10n suf1c1ente
. , Por otra parte, aunque según los estudios hechos por Kirkby.w la clistribu- para crear competencia sobre la tierra y los recursos acuCnicos, Y ~ara p~o-
c_ionde la población en el Valle ele Oaxaca no coincide con la que se espera- clucir ele esta manera una estratificación basada en un acceso diferencial
na ele acuerdo con la distribución del potencial agrícola. para aquellos autores sobre los recursos.
~ue ponen énfasis en el factor agrícola como otra variable que -aparte del A su vez, la existencia ele tal presión implica para Sanclers Y Nichols ~ue
1?~ercambio- podría dar cuenta ele la conformación e.le patrones e.le estra- en \'anas· ocasiones
· ~1 tra\'es , ele 1a secuenu
· , - •··t•. se l1·1va L , 1
te11iclo que recurru-• •
a
tificacion social, el desarrollo precoz que se dio en este sentido en el Valle de , , , · ·
metoclos agncolas mas mtens1vos. 11po es1s qu· 1 · , t · · · e ellos apoy·m
• , en la
, ev1denc1a . .
Etla se debe a la existencia de tierras agrícolas de poco riesgo. particularmente · ¡ , · • •
que existe con respecto a as practKas e e 1111g.ic1 • • l · ··· , ··o'n Phntean as1 que el mi- ,
aptas para una sociedad en proceso de colonización y expansión agrícolas.'" · c.1el neoo
c10 · ·
tuvo un unpacto causa, 1no so •, lo p.'ll"'l , el suroimiento
o de Sanjase
Dentro del marco de la ecología cultural y a diferencia e.lelos integrantes Monote. alt, asumir los Jetes
. •
loca 1es e ¡ contlo. 1so . b ie• h' distribución del . , aoua
0
1
Y
del ~quipo de Flannery, estos últimos autores plantean incluso que la impor-
º . . . ¡ 1 .
los traba¡os ele manten11111ento c.e as o 1.1s 11c.1• b ., . ¡ · l ·"tlilic1s
• •' sino cambien
., que, ,ª
• 1 terior oestaoon de un ,tpa-
ta_n~iadel factor agrícola se encuentra presente en tocia la secuencia prehis- expansión e.lelas mismas tuvo relevancia en a pos 1:::,
panica de la evolución cultural del Valle de Oaxaca. En este sentido. mientras rato estatal. . t·in qLie estos
.
En cambio los mtegrantes e1e 1equipo · e1e FI-•111 nery ar 1:::,
0 u1nen ,
,·,
q~e, con base en los cálculos de la capacidad de sustento de la población de ~ . poseen una d1st111Juuon
• _.
. . '. . , .._ , ..,
K1rkby. los primeros plantean que la presión sobre los recursos agrícolas sistemas de irnoac1on son clem.isuclo pequenos, . , ., . ..
1:::, , • l , .·, ¡O senc1lh como p,ua requem
nunca constituyó una variable significativa a lo largo de esta secuencia. demasiado limitada y su tecnologia es e enusi,lc , " 1 . . .· el
1 ! • 1 ¡r
ele un control centralizac o. \.OW:.t e\\ s 1 • ·k·-i1
1 ·tgreori
' que puesto que e
f . ,1111CIO .·, d e1
Sanders Y Nichols critican las premisas consideradas en dichas estimaciones , . . ... , .·, , t " le en mucho a 1a 01nuuon
0 '
e
Y efectúan un nuevo cálculo, usando un factor diferente de uso de la tierra V tales practicas sencillas de 11ng.tc ion ,ln ecec , . el . .. ,_1
_ , est·rn relaciona os c,tus.i -
de rendimientos esperados, pero del cual resultan niveles aún nüs bajos d~ estado en Monte Albán. estos e1os procesos n 0 • , 1 c1· .
, . l'd• l ¡ ue el aparato estau pu 1ese
presión sobre la tierra. mente P'tl"l Bhnton '- cabe la posi 11 1 ac e e q c1· . .,
· ' ' • · _ ., l disputas sobre la 1stn1Juc1on
Por otra parte, ellos creen que las cifras de población dadas por Flannery haber ejercido cierto papel en la reso 1uoo~ _ee , , L '
...-~-
348 De lasprimerassociedadesal Preclásico WalburgaWiesheu• Lazonaoaxaqueñaen el Preclásico 349
tal del estado del mismo nombre, habla fuertemente en contra no solamente Aunque para Flannery y su equipo esta variable, al igual que las demás.
de la importancia del factor agrícola en su desarrollo. sino también de un no siempre resulta ser la causa sino más bien el efecto ele otros cambios,
c_ontrol de actividades económicas por parte del aparato estatal. En este sen- cabe apuntar que el hecho de tal crecimiento demográfico, aunado a la eYi-
tido. la _f~1lta
de correlación entre la distribución de los recursos agrícolas y la clencia de conflicto a partir de la fase Rosario y especialmente para l\Ionte
poblac1on, la ausencia de presión sobre la población. el reducido impacto Alhán I, podría apoyar la hipótesis de Carneiro.'' Aunque la distribución de
causal del factor hidráulico, así como la localización única de Monte Allxín. la población en general no concuerda con la de los recursos, el Valle d~ Oaxa-
lejos de tierra agrícola de primera calidad y en conjunto con la evidencb con ca presenta una concentración de tierra agrícola circunscrita por factores
r~sp~cto a la poca importancia económica de este centro. indican para él que medi<>ambientales.
e ongen de Monte Albán y de su aparato estatal es consecuencia de una Para la secuencia de Oaxaca podría entonces ser relevante la hipótesis de
con~~deración entre entidades políticas antes autónomas para neutralizar Carneiro de la circunscripción ambiental y del factor de la guerra. A diferen-
con ictos entre sí. El surgimiento de Monte Albán en un lugar neutral y cia de él plantearemos que en vez de la presencia ele una presión demográ-
defensible responde entonces más bien a factores políticos y n;ilitares. fica. cabe hablar aquí m:.ís bien de aumento demográfico en términos
De acuerdo con esta interpretación, Monte Albán funcionaba entonces absolutos. mismo que para nosotros no siempre lleva al conflicto. sino sen-
pre?ominantemente como centro de toma de decisiones para una entidad cillamente (aunque sí bajo las condiciones de circunscripción apuntac~~s por
pohtica más grande y, a diferencia de San José Mogote, no como un impor- Carneiro) a una mayor complejidad y por lo tanto a la conformac1on de
tante centro ec onom1co.
- · s·m em ¡Jargo, con respecto a este caracter
- supues- nuevos niveles de integración sociocultural en general. Pero hay que resaltar
tamente político de Monte Albán, el equipo de la Cuenca de México -con aquí también que en el estado actual de nuestros conocimient_os sobre el
Sanders
d como su pnnc1pa
· • 1exponente- de nuevo tiene objeciones. aducien- Valle de Oaxaca aún no se puede percibir claramente la secuencia causal de
0 ;1ue en un radio de unos 10 km alrededor de Monte Albán existe tierra los posibles factores implicados en su desarrollo cultural. razón por la cual
agncola
d de pr1·mera ca l'd
1 a d , a d emas
- d e que un porcentaJe. de 1-,- por ciento
. Flannery y sus asociados han rechazado las teorías monocausales Y_han
e especialistas artesanales puede ser una subestimación ante las dificul- preferido una explicación en términos de una causación múltiple Y recipro-
liza a.de detectar arqueológicamente actividades de producción especia-
t~deds ca dentro de un contexto sistémico. Esperemos, no obstante, que a la larga
nos sea posible delimitar más adecuadamente los mecanismos que llevaron al
Para Sanders tal porcentaje no forzosamente resulta ser bajo para el con- desarrollo de organizaciones sociopolíticas complejas en el Valle de Oaxaca.
texto de una economía urbana neolítica, cabiendo la posibilidad de que
Monte Albán sí pudo haber funcionado como centro económico e incluso
como centro de un sis . tema d e merca d o. No sa 1Jemos practICamente
- . .
nada, sm Bibliografía
en~~argo, sobre la organización de la producción y la dinámica de la circu-
Iac1on tanto a, n·1ve1mterno
· AcosTA, Jorge: "Preclassic and Classic ~rchitecture of Oax,'.ca", Ha1ufl:ook ~(Jli~d~~
como externo, as1, como tampoco sobre una even- American /11dic111s. Archaeology aj S011them Mesoamerica. Pa11Tno. Austm, l rn
tual ex·istenc1a· o no de un control estatal sobre estas esferas.
versity of Texas Press, 1965,pp. 814-836.. .. . . , .·.
. Resta apuntar que, ante el discutido impacto causal de las variables men- BERNAL, Ignacio: "Archaeological Synthesis ot Oaxaca , Handbook oj ,~Iiddle:4"111_~'.1um
cionadas
. , aho ra, 1a secuencia· que se nos presenta aqu1- acusa un con-
hasta India ns. Arcbaeology ~lSu11tbcmMesonmerica. Part Two, Au 5tm, Urnvetsity of
siderable crec1·m1·ento
_ d emogra'f'1co
, en termmos
- · a b so 1utos, especialmente
· para Texas Press, 1965,pp. 788-831. , .. . . , •· , ,·
Monte Alban I, la fase crucial para el surgimiento del Estado en el Valle de __---~- : "El Valle de Oaxaca hasta la caída de Monte Alban , Historia de J,Je.xtco,
Mexi-
Oaxac~-- En este sentido, hay que tomar en cuenta que de 500 a 300 aC, la co, Salvat, 1974, pp. 71-134.
~obl~non se duplica cada 50 años, lo que representa un incremento poco
comun para el contexto de una sociedad preindustrial. "Carneiro: "A Theory of the Origin of State...
350 Delasprimerassociedadesal Preclásico WalburgaWiesheu• Lazona oaxaqueñaen el Preclásico 351
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enestevolumen
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,_ ~
Indicegeneral 1
delvolumen
Presentación
MaríaTeresaFrancoy Conzález
Introducción
LeonardoLópezLujcin
Mesoamérica, y Aridamérica
Oasisamérica
Antropologíabiológicade lassociedadesprehispánicas
JohannaFaulhaber
Introducción ..................................................................................... 19
El hombre precolombino .................... ,,................................................ ,,....,,... ,,. 20
El hombre ele las culturas precerámicas ........................................................... 21
Las culturas mesoamericanas ........ ,,...... ,,.,,............................................................25
El horizonte Preclásico o Formativo ........................................................... 26
El horizonte Clásico (200 dC-600/800 dC) ........................,,.............. ..,,.,,.,,.,,.27
El horizonte Posclásico ( 800-1519 clC) .......................................................... 30
Consideraciones morfológicas generales ............................................................. 33
Algunos aspectos demográficos ..... ...,,....,,.,,,.,,.,,,.,,.,,,. .. ,,,.,,............................. ..,,....,,. 35
Patología ..................................................................................................... ,,,.,,,.,,.
37
Intervenciones culturales que se aprecian en los restos óseos ...................... 38
La trepanación prehispánica ...........,,.,,,.,,.,,,.,,.,,.,,,.,,,.,,. .........................................
,,.,.. 38
Deformación cefálica intencional ............................................................... ,,,.,,.,,.,,.41
Mutilación dentaria ................................................................................. ,....... ,,,.42
Bibliografía ................................................................................................................. 44
Mesoamérica Lafronterameridional
de Mesoamérica
Eduardo
Matos ErnestoVargasPacheco
Introducción .................................................................................... '--19 Intr<)ducción .............................................................................. .. 145
Antecedentes ................................................................................. 51 Plantean1ineto general del ten1a ...................................................... .. 146
Surgimiento de la categoría Mesoamérica .............................................. 5.3 Antecedentes de la in,·estigaciérn .................................................... .. 148
Tiempo, espacio y cultura en Mesoamérica ............................................ 61 Los pri111eros ,·iajeros .................................................................. 149
Bibliografía .......................................................................... 72 Los primeros arqueólogos .......................................................... 150
El periodo de los modelos descriptivos diacrónicos (1960-1975) ........ 150
Aridamérica
y Oasisamérica Hacia un modelo explicativo diacrónico ........................................ 151
Jesús
Nárez
Regionalización, periodificación y cronología ...................................... 152
Aridamérica ............ ,,.... ,,................................................................. 75 Zona de tradición 1nesoa111ericana .............................. _,....,.... ............ 157
Manifestaciones culturales de Aridamérica ....................................... 76 Periodo I ........ _ .. _ ...... ___ ............................ _ .......................... 157
Características fisiográficas de Aridamérica ...................................... 77 Periodo II .................................................... - .......................... 162
Períodos tempranos en la historia de Aridamérica ....................... 80 Periodo III ................................................................................ 162
Cultura material en Aridamérica ................................................... 82 Periodo IV ................................................................................ 163
Época del contacto en Aridamérica ................................................. 90 Periodo V ................................................................................. 166
Oasisamér1·ca .........................................................................................
-
97
An asaz1· .....................................................................................
Zona de tradición sudamericana ........................................................ 167
93 Cc>nclusión ..................................................................................... 169
Hohokam .................................................................................. 96 Bibliografía ................................................................................... 171
Mogollón .................................................................................. 100
Casas Grandes .................................................................. 102 De lasprimerassociedadesal Preclásico
Bibliografía .................................................................................... 11o
Losprimeros
pobladores
delactualterritoriomexicano
Lafrontera
septentrional
deMesoamérica LorenaMirambe/1
BeatrizBraniffCornejo Introducción ............................................................................. .,.... 177
Introducción ----~ .................................................................................. 113 El ¡-:,oblan1iento an1ericano ................................................................ 179
Mesoamérica septentrional y el occidente de México ........................ 117 Actividades de subsistencia .......................................................... ,.,.,..184
, · y sus re 1aciones con el norte .....................................
Mes oamenca ...... --.... .................. .............. ... , 187,
121 Aspectos cu 1tura 1es .............................. ~
Interrelaciones hacia el noroeste ......................................... 123 Los primeros hombres en territorio mexicano ,..,..,........ ,.... ,....,.... .............. 18~
.
Conclus1ones .............................................. .. .................................
· 20)
Interrelaciones hacia en noreste ................................................. 132
Relaciones entre Mesoamérica y los recolectores-cazadores Bibliogra f.,1a ............................................ .. ..................................... 207
'l'
• ---~---·
•
Cambios en los patrones prehistóricos de asentamiento en Mesoam0rica .... 219 l listoria de las ir1\'estigaciones arqueológicas ...................................... 282
Tipos de sitios ............................ ,..,..,..,..,....,,...,..,..,...,...,,..,..,..,..,..
........... ,..,............ 223 Cr<ll1<)l<)gía ................................................................ 286
,.....,.....,,...,..,....,..,...
Evidencias botánicas .................................... ir .............................. 226 Arte <)l111eca .................................................................................. 289
Maiz (Zea ,nays) L. .............................................................................. 229 Arquitectura <ll1neca ......................................................................... 293
Frijol (Phaseolus spp.) ............................ ir .............................. 231 Patrón de asentamiento .................................................................. 298
Calabaza (Curcubita spp.) ........................................... 232 Agricultura y subsistencia .............................................................. 300
Chile (Capsicum spp.) .............................................. ,.... ,............ 233 Religión .................................................................................. 301
Aguacate (Persea americana) .................................................... 234 Abastecimiento de materiales pétreos ........................................... 303
Otros cultivos prehispánicos ............................ ,.... ,...... ,............ 23-í Lo olmeca más allá de la Costa del Golfo ...................................... ,.. 307
La cerámica ................................................ ,.... ,..................... 237 Resun1en y conclusiones .................................... ...-................. 309
Conclusiones .... ,.....,...................................................................... 239 Bibliografía ....................................................... ...-............. 311
Bibliografía ................................................................ 241
Lazonaoaxaqueña
enel Preclásico
Lacreaciónde losprimeroscentrosdepoder WalburgaWiesheu
Griselda
Sarmiento Intrc)clucción .............................................................................. 323
Introducción .. ,.................................................. ,, .. ,,,, ........ , ...... 247 Origen y desarrollo de patrones de estratificación social:
Autores, lugares y épocas ............................................................... 249 Formativo temprano y medio ....................................... ...-.. ...-........ 328
Sociedades cacicales o tribales jerarquicas ........................................ 252 Fase Tierras Largas ( 1.400-1. 500aC) ................... ...-.............. ...-.. 328
Base económica ....................................................................... 252 Fase San José ( 1, 150-850 aC) ........................................... ...-.......... 330
Organización social .............................................................. 254 Fases Guadalupe y Rosario (850-700?: 700/500-450 aC) .............. ,.., .. 333
Intercambio y contacto externo ................................................... 258 El surgimiento del Estado: Formativo tardío y terminal ............................. 337
La jerarquía social ..................................................................... 257 Fases Monte Albán I temprano y Monte Albán I tardío
Expresión ideológica ................................................................... 259 (500-300 aC: 300-200 aC) .... ...-..................................... .-...-.......... 337
Cuenca de México: centros de poder en el extremo sur del Altiplano Central .. 261 Fase Monte Albán II (200 aC-250 dC) .. ,........................................... 341
Localización geográfica y ecología ................................................ 261 Discusión final ........................................................................... 344
Trabajos arqueológicos en la Cuenca de México ............................. 265 Bibliografía .................................................................................. 34 9
Cronología y periodificación ........................................................ 265
Desarrollo de las sociedades del Formativo .................................... 266
Conclusión .. ,...... .-............................................ .- ............................ 274
Bibliografía .................................................................................... 275
.,
• •- . ..
- ...
•
•
HistoriaAntiguade México.tomo I,
se terminó de imprimir en la ciudad de México
durante el mes de noviembre de 1994.
La edición, t;n papel de 72 gramos,
consta de 3,000 ejemplares más sobrantes para reposición
y estuvo al cuidado de la oficina lito-tipográfica
de la casa editora.
l111e:11w,1■ 0111111a-1
ISBN: 968-842-393-9
MAP: 120405-01