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CAPÍTULO y Jí

La enseñanza de la ética
y del profesionalismo
Raúl A riza A n d raca y Leobardo C . Ruiz Pérez

Profesional: buen hombre, experto en su arte, misericordioso y humanitario.


S c r ib o n iu s L a rg u s , m é d ic o ro m a n o d e l s ig lo I

No es suficiente enseñar a un hombre una especialidad... Es esencial que el estudiante


entienda y sienta los valores... El contacto con los que enseñan — no a través de los
iiDros— es 10 que primariamente constituye y preserva
A lb e r t E in s t e in , 1 9 5 2

IN T R O D U C C IÓ N ñanza de los principios y valores de la profesión


El ejercido de la medicina en la actualidad tiene médica y los principales grupos colegiados, sobre
una com plejidad sin precedentes. Los motivos todo de EE. UU., han recom endado incluir en
el currículo del m édico actividades docentes de
son múltiples, pero destacan por su importancia:
1) la atención de pacientes co n enferm edades profesionalism o (ABIM Foundation, ACP-ASIM
crónicas, con discapacidades y comorbilidades; Foundation and European Federation o f Internal
2 ) los grandes avances científicos y tecnológicos; M edicine, 2 0 0 2 ); sin embargo, habrá que des­
3 ) las facilidades de comunicación electrónica y el tacar que su instrucción debe iniciarse en las es­
cuelas de M edicina y extenderse y reforzarse en
surgimiento de las redes sociales; 4 ) el alto costo
de la atención médica; 5) la inadecuada distribu­ los alumnos de los programas de especialización,
ción geográfica de los médicos y la variabilidad teniendo com o objetivo terminal crear una cultu­
de ingresos entre ellos; 6) las disparidades en la ra de profesionalidad que pueda aplicarse en su
atención de lo s diversos grupos sociales; 7 ) los práctica cotidiana.
organismos de arbitraje y las demandas legales; Excepto lo s valores vinculados con el desa­
rrollo profesional (excelencia, actualización de
8 ) lo s conflictos de interés y la seducción que
conocim ientos, destrezas en com unicación), la
ejerce la industria farm acéutica; 9 ) los seguros
ética m édica y el profesion alism o com parten
de gastos m édicos y lo s terceros pagadores, y
10) una sociedad más informada, pero sobre todo en su esencia valores y principios; de hecho, el
más demandante. com portam iento ético está incluido en el pro­
En la medicina actual, en ocasiones al médico fesionalismo; y debido a que los temas de ética
se le percibe com o proveedor y al paciente com o se han tratado en repetidas ocasiones en libros,
cliente. En la relación médico-paciente existe des­ revistas especializadas y diversos cursos, en este
confianza y recelo, y el médico más que perseguir capítulo se abordará exclusivamente la enseñanza
una curación puede buscar un beneficio personal. del profesionalismo médico, así com o sus princi­
Por otra parte, históricamente, en las escuelas y pales métodos de evaluación.
facultades de M edicina se le ha prestado poca
atención a la enseñanza de los valores éticos y
C O N C E P TO Y VALO R ES
profesionales; además, los tem as y contenidos D E L P R O F E S IO N A L IS M O M É D IC O
tratados no reflejan la problemática de la medi­ Según el diccio nario de la Real A cadem ia Es­
cina actual y lo s procedim ientos de enseñanza pañola, la palabra «profesionalidad» alude a la
están poco sistem atizados y em plean métodos «cualidad de la persona que ejerce su actividad con
ineficientes, com o clases o conferencias. relevante capacidad y aplicación». Así debía deno­
Por lo señalado anteriormente, en los últimos m inarse al profesionalism o médico; sin em bar­
años ha existido un interés creciente en la ense- go, en el idiom a inglés, la palabra professionalism
© 2015. Elsevier España, S .L.U. Reservados todos los de
es sinónim o de professionality, y en la literatura Aunque tardíamente, a partir de la segunda
anglosajona desde hace varios años se ha estado m itad del siglo pasado se fúeron incorporando
utilizando el térm ino «profesionalismo», el cual paulatinamente en los planes de estudio temas de
se encuentra en la actualidad muy difundido, ética y comportamiento médico; sin embargo, la
por lo que, en este capítulo, se utilizarán ambas capacitación no parece ser suficiente, ya que cada
expresiones com o sinónimas. vez son más frecuentes las bajas académicas, las
En la literatura médica existen una gran canti­ sanciones, las recisiones laborales, las demandas
dad de definiciones de profesionalismo con pocas legales y el desprestigio personal, aunque, en
variantes entre ellas; a continuación se anota el México, la percepción que tiene la sociedad del
concepto resumido propuesto por la Federación médico aún es buena, ya que, de acuerdo con la
M undial de Educación Médica, que, a nuestro Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prác­
ju icio hace la m ejor descripción y se define co­ ticas Ciudadanas 2012 de la Secretaría de Gober­
mo: «los conocim ientos, habilidades, actitudes nación (ENCUP, SEGOB), en una calificación de
y conductas esperadas de la práctica profesional 0 a 10, el m édico tiene un índice de confianza
del médico por los pacientes y la sociedad... que entre la población de 8 (SEGOB, ENCUP, 2012).
incluye habilidades para el aprendizaje vitalicio Sin embargo, el comportamiento inadecuado de
y mantenim iento de la competencia». algunos médicos, así com o la imagen que proyec­
Los principios de la profesionalidad médica tan algunas series de televisión y la eventual mala
propuestos por grupos colegiados de M edicina propaganda que con cierta frecuencia se realiza
Interna de EE. UU. son: en m edios de com unicación, pueden deteriorar
• Principio de la primacía del paciente. Se refie­ la im agen y percepción que tienen la sociedad
re a la obligación de servir con altruismo a los del médico.
intereses del enfermo. Las fuerzas del mercado, Por otra parte, los problemas derivados de un
la presión social y la organización adm inis­ mal comportamiento médico parece que podrían
trativa n o deben interferir en la atención de evitarse, ya que lo s m édicos que han recibido
los pacientes. quejas por m ala práctica profesional tienen an­
• Principio de la autonom ía del paciente. Los tecedentes de conducta inadecuada durante sus
médicos deben respetarlas decisiones informa­ etapas de formación, com o lo demuestra un estu­
das de los enfermos, sin embargo, las decisio­ dio de la Escuela de M edicina de San Francisco,
nes no deben contravenir las prácticas éticas ni C alifo rn ia, en d onde se en co n tró aso ciació n
propiciar demandas por atención inadecuada. entre medidas disciplinarias que se realizaron
• Principio de ju sticia social. Los médicos de­ durante la licenciatura y la especialidad, y quejas
ben buscar la justicia social en los sistemas de y demandas efectuadas ante los consejos estatales
salud, evitar la inequidad y todo tipo de dis­ de EE. UU. (Papadakis et al., 2 0 0 5 ; Papadakis
criminación. et al., 2 0 0 8 ).
La profesionalidad tiene com o bases funda­ Existen m uchos ejem plos de actitudes poco
m entales el co n o cim ien to de la m edicina, las éticas y de falta de profesionalidad, que han sido
bases éticas y legales de la práctica médica, así m u lticitadas, pero a co n tin u ació n señalam os
com o las habilidades de comunicación; en todo algunos e jem p los de situacion es que pueden
ello se sostienen sus pilares fundamentales, que pasar desapercibidas, co m o abu so de poder,
so n la ex celen cia, el h u m a n ita rism o *, la res­ acoso, realizar lo m ínim o y n o cum plir con las
ponsabilidad y el altruism o, para llegar así a la obligaciones que im pone el sistema de salud, no
profesionalidad, com portam iento que la socie­ interesarse por los pacientes, no cum plir con las
dad espera del m édico y a lo que siem pre debe responsabilidades docentes y de investigación,
aspirarse (Stem , 2 0 06). y n o m an ten erse actu alizad o de lo s avances
científicos y tecnológicos. De m anera que hay
LA IM P O R T A N C IA D E C A P A C IT A R una im periosa necesidad de que los alum nos
EN P R O F E S IO N A L ID A D de los diferentes grados de m edicina adquieran
Abraham Flexner, a principios del siglo pasado, las com petencias actualizadas en ética y profe­
fue quien por primera vez llamó la atención de la sionalidad.
necesidad de capacitar a los médicos en profesio­
nalidad, debido a que en la mayoría de hospitales
E N S E Ñ A N Z A D E LA P R O F E S IO N A L ID A D
que visitó, los temas de humanismo, filantropía y
com portam iento médico estaban prácticamente Los procedimientos que existen para la enseñanza
ausentes en los programas académicos. del profesionalism o son diversos y numerosos,
pero, a d ife re n cia de lo que o curre e n otras
com petencias, el aula no es el m ejor sitio para
*Se emplea el término «humanitarismo», ya que, en el idioma
castellano, el término «humanismo» tiene com o primera su aprendizaje; en el cuadro 24.1 se anotan los
acepción el cultivo o conocim iento de las letras. recursos didácticos que pueden utilizarse; sin
C A P ITU L O 24
La en señ an za de la ética y del p ro fe s io n a lis m o

C UADR O 24.1 METODOS PA R A ENSENAR PROFESIONALIDAD


• Conferencias • Discusión de casos y viñetas
• Ceremonias y reconocimientos • Historia de pacientes y narrativas
• Simuladores y actuaciones • «Al lado del paciente» (bedside)
• Presentación de videos •Aprendizaje experiencial
• Discusión en grupo • Portafolio
• Bitácora •Modelos que se deben seguir (currículo oculto)
• Parábolas •Mentores (currículo oculto)

C UADR O 24.2 METODOS DE EVALUACION DEL PROFESIONALISM O


• Opinión del profesor • Instrumentos de evaluación validados
• Informe de incidentes (Mini-CEX, P-MEX)
• Observación de entrevistas con pacientes • Evaluación de 360°
o actores • Evaluación sumativa en portafolio de evidencias

em bargo, enseñ ar y capacitar en condu ctas y E V A L U A C IÓ N


valores es una tarea difícil de cumplir. La ev alu ació n de la p ro fesio n alid ad es una
Los métodos más eficaces y más recom enda­ co n d ición m uy com pleja, ya que n o existe un
dos para enseñar ética y profesionalism o son la procedimiento único para evaluarla. Las compe­
discusión de casos y los m odelos que hay que tencias del profesionalismo que habitualmente se
seguir. Stern y Papadakis (2 0 0 6 ) proponen una evalúan son: comunicación, relación médico-pa-
estrategia que co n tie n e tres co m p o n en tes: el ciente, responsabilidad, adaptación, empatia, re­
prim ero es establecer expectativas y objetivos, flexión, confidencialidad, solución de conflictos,
sensibilizando al alum no con lecturas de normas hum anitarism o y aplicación de conocim ientos.
o códigos; el segundo, proporcionar experiencias Los evaluadores pueden ser sus compañeros, los
(m odelos que hay que seguir, discusión de casos), propios pacientes y, por supuesto, el profesor; en
y el tercero, la evaluación para conocer el impacto el cuadro 2 4.2 se m encionan los recursos de eva­
de la enseñanza. luación frecuentemente utilizados. Los métodos
Los modelos que hay que seguir son personas más empleados son la opinión de los profesores,
cuyas conductas (currículo oculto) deben imitarse que tiene la desventaja de la subjetividad; y los
y ser fuentes de inspiración y motivación. Es im­ exámenes clínicos estructurados, com o el «exa­
portante destacar que los alumnos, en ocasiones, m en clínico simplificado» (M ini-CEX) (Norcini
se deslumbran o seducen por modelos negativos, et al., 2 0 0 3 ), que es utilizado en EE. U U., y la
es decir, médicos o profesores arrogantes, agresi­ «evaluación sim plificada del profesionalism o»
vos y autoritarios, y los alumnos, desafortunada­ (P-M EX), que es em pleada en Canadá; am bos
mente, intentan replicar dicho comportamiento, instrumentos han demostrado su utilidad y son
más aún si ellos experimentaron o fueron vícti­ fáciles de aplicar, ya que el Mini-CEX se califica a
mas de dichas conductas. través de una escala de Likert y el P-MEX es una
El m entor es otro elem ento muy importante rúbrica. Si se desean utilizar en M éxico dichos
en la enseñanza del profesionalism o. La figura m étodos de evaluación, tendría que realizarse
de m entor es aquella persona que guía y acon­ una adaptación y validación de los instrumentos
seja a otra co n m enor experiencia y/o co no ci­ para que puedan aplicarse en nuestro país.
m iento. Para ser un bu en m entor se requiere,
fundam entalm ente: co n o cim ien to , sabiduría,
empatia, disposición a atender a los alum nos y C O N C L U S IO N E S
conocer sus intereses (Humprey y Ende, 2010). Una de las competencias esenciales del médico y que
Además, el m entor debe ser una fuente de m o­ más se está impulsando en los programas académi­
tivación y, en la historia de la ciencia, el arte, el cos de los principales países es el profesionalismo;
deporte y la m ilicia existen múltiples ejem plos de hecho, la Facultad de Medicina de la Universidad
exitosos de mentores. Alumnos y mentores deben Nacional Autónoma de México incluye el profesio­
crear una relación sim biótica para que am bos se nalismo en el Plan de Estudios de la Licenciatura
beneficien, de manera que, com o está ocurriendo y también en el Plan Unico de Especializaciones
en algunos hospitales y escuelas de Medicina de Médicas de la División de Estudios de Posgrado.
EE. UU., habrá que fomentar la presencia de men­ Sin em bargo, en la actualidad, lo s cam bios
tores y profesores con m odelos positivos que se sociales cada vez son más rápidos y diversos, y, en
deben seguir, com o com ponentes claves para la nuestro medio, las leyes, los programas académicos
enseñanza de la profesionalidad. y la regulación sanitaria y de los grupos colegiados
S E C C IÓ N I
C o n c e p to s b á sico s

carecen de este dinamismo. En EE. lili., por ejem­ Patient and public relationships: Policy statem ent from
the American College o f Physicians and the Federation
plo, recientemente se propusieron recomendacio­
o f State Medical Boards. Ann Intern Med 158, 6 2 0 -6 2 7 .
nes para actuar con profesionalidad en actividades Humprey, H.J., Ende, J., 2010. Mentoring in academic medicine:
com o empleo de teléfonos móviles, educación en QCP Teaching Medicine Series. ACP Press, Pennsylvania.
línea, com unicación electrónica y redes sociales Norcini, J.J., Blank, L.L., Duñy, F.D., Fortna, G.S., 2 00 3. The
mini-CEX: A method for assesing clinical skills. Ann Intern
(Farnan et al., 2 0 1 3 ), de m anera que si aspira­
Med 1 3 8 ,4 7 6 -4 8 1 .
m os a que los médicos y los futuros médicos se Papadakis, A., Arnold, G.K., Blank, L.L., Holmboe, E.S., Lipner,
com porten con los valores esenciales de la ética R.S., 2008. Performance during internal medicine residency
y el profesionalismo, tenemos que impulsar esta training and subsequent disciplinary action by state licen­
sing boards. Ann Intern Med 148, 8 6 9 -8 7 6 .
competencia en los centros de atención médica y
Papadakis, M., Teherani, A , Banach, M .A, Knettler, T., Rattner,
en las escuelas y facultades de Medicina, para crear S.L., Stem, D.T., et al., 2005. Disciplinary action by medical
una cultura de profesionalidad. boards and prior behavior in medical school. N Engl J Med
3 5 3 , 2 6 7 3 -2 6 8 2 .
SEGOB. Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas
Bibliografía Ciudadanas 2012. ENCUP 2012. Recuperado de: www.encup.
ABIM Foundation, ACP-ASIM Foundation, European Federa­ gob.mx.
tion o f Internal Medicine, 2 0 0 2 . Medical professionalism Stem, D.T., 2006. A Framework for measuring professionalism. En:
in the new m illennium : A physician charter. Ann Intern Stern, D.T. (E d .), M easuring m edical professionalism .
Med 136, 2 4 3 -2 4 6 . Oxford University Press, New York, pp. 3 -1 7 .
Faman, J.M., Sulmasy, L.S., Worster, B.K., Chaudhry, H.J., Rhyne, Stern, D.T., Papadakis, M., 2 0 0 6 . The developing physician
J.A., Arora, V.M ., et al., 2 0 1 3 . O n line professionalism : becoming a professional. N Engl) Med 3 5 5 ,1 7 9 4 -1 7 9 9 .

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