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Diabetes
Diabetes
Capítulo 26.
DIABETES Y EMBARAZO
CONCEPTOS GENERALES
Definición
La diabetes es un trastorno del metabolismo de los hidratos de carbono, caracterizada por un déficit
absoluto o relativo de insulina que resulta en un estado hiperglicémico.
Epidemiología
Aproximadamente un 4% (rango 1-14%, dependiendo de la población estudiada) de pacientes
embarazadas presenta diabetes. La asociación entre diabetes y embarazo en Chile es aproximadamente un
10%. La incidencia de DM y embarazo aumenta con la edad. Así, mientras en mujeres menores de 20 años la
tasa es de 8.3/1.000 (menos del 1%), a los 40-45 años la tasa es de 65/1.000 (7%). Dado que hoy en día la edad
a la cual las mujeres se embarazan se ha retrasado, se entiende que exista un aumento de la frecuencia de
diabetes durante el embarazo.
Primer trimestre: durante el primer trimestre existe aumento en la secreción de insulina, producto de una
hiperplasia de las células β del páncreas, esta hiperplasia es inducida por los altos niveles de progesterona y
estrógenos. El aumento en los niveles de insulina determina un aumento en la acción periférica de la insulina,
incrementando la utilización de glucosa. Por esto, los niveles de glicemia son bajos en el primer trimestre (70-
80 mg/dL), siendo un 20% menos que en la etapa pregestacional.
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fenómeno es máximo entre las 26 y 30 semanas de gestación. Producto del balance en estos cambios
fisiológicos, durante el final del segundo trimestre del embarazo, aumenta la glicemia postprandial,
esencialmente producto del aumento en la insulinoresistencia. En una paciente sana, esta insulinoresistencia
aumentada provocará un incremento en los niveles de insulina, lo que permitirá sobrellevar la mayor exigencia
metabólica sin problemas. En cambio, en una paciente predispuesta (obesidad, dislipidemia,
insulinoresistencia previa no diagnosticada, etc.) la resistencia a insulina no podrá ser compensada
adecuadamente, desarrollándose la diabetes gestacional.
Debido a que la glucosa atraviesa la placenta a través de difusión facilitada, la hiperglicemia materna
también produce hiperglicemia fetal. A su vez, los niveles elevados de glicemia fetal estimulan la secreción
exagerada de insulina fetal, la que se ha asociado a la fisiopatología de las alteraciones metabólicas de la DMG
sobre el feto.
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Tratamiento DMPG
El manejo de las pacientes con DMPG debe ser integral (apoyado por un grupo de internista
especialista en DM, obstetra especialista en medicina materno-fetal, neonatólogo, anestesista, nutricionista
y matrona) y oportuno (derivar precozmente a la paciente si no se cuenta con los medios para la atención
adecuada). El control debe ser en un policlínico especializado (atención secundaria), con asesoría directa de
un equipo de diabetes, un control metabólico estricto pregestacional e idealmente un embarazo programado.
2. Ecografías
• 11 a 14 semanas: evaluar translucencia nucal como predictor de cardiopatías congénitas. Solicitar doppler
de arterias uterinas para evaluar riesgo de preeclampsia y RCF.
• 20 a 24 semanas: principal objetivo es evaluar la anatomía fetal, con énfasis en el corazón y SNC. Solicitar
doppler de arterias uterinas para evaluar riesgo de preeclampsia y RCF.
• Solicitar ecocardiografía fetal: a toda mujer con DMPG alrededor de las 24-26 semanas.
3. Periodicidad de controles
• Inicio y hasta las 28 semanas:
o Cada 4 semanas si hay buen control metabólico y no existe repercusión en parénquimas.
o Cada 2 semanas si el control metabólico es irregular y/o existe compromiso de parénquimas.
• 28 semanas hasta el término
o Control cada 2 semanas.
o Solicitud seriada de pruebas de evaluación del bienestar fetal (MMMF, RBNE, PBF, crecimiento
fetal, LA y doppler fetal). Estas pruebas son solicitadas cada 1-2 semanas según cada caso en
particular.
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4. Dieta
La dieta es parte integral del manejo de la mujer diabética. La mayoría de las diabéticas
pregestacionales ya tendrán una indicación dietaria rigurosa, pero sin duda este es un buen momento para
reforzar la dieta a través de una visita a la nutricionista. Los objetivos del manejo dietario son:
• Atenuar las variaciones de glicemia.
• Mantener el estado nutricional materno.
• Asegurar un crecimiento y desarrollo óptimo del feto.
5. Insulina
Como concepto general, la gran mayoría de las mujeres con DMPG requerirán uso de insulina para el
control metabólico durante el embarazo.
• Los esquemas de insulina deben ser individualizados a cada paciente: el más usado consta de 2 dosis
diarias (desayuno y comida) de insulina NPH (basal) más insulina cristalina (prandial o correccional según
tablas), en dosis que pueden variar de acuerdo con los niveles de glicemia en ayunas y postprandiales. El
manejo intensificado de la DMPG no ha demostrado ser mejor que el manejo estándar, de modo que
debe preferirse aquello para lo cual la unidad de manejo y la paciente estén mejor preparados.
• La bomba de infusión de insulina es un dispositivo portátil constituido por un reservorio de insulina y un
catéter de administración que se
inserta en el tejido subcutáneo del
abdomen. Permite programar la
administración de insulina de acción
rápida las 24 horas del día (infusión
basal) y previo a la ingesta de alimentos
(bolos). La administración de bolos
preprandiales debe ser realizada por el
paciente y dependerá del número de
carbohidratos ingeridos. La evidencia
respecto a los beneficios de las bombas
de insulina en comparación con la
aplicación de múltiples dosis en
relación con los desenlaces maternos y
perinatales es insuficiente. Sin
embargo, el uso de bombas de infusión
continua de insulina se ha planteado en las pacientes que presentan mal control metabólico e
hipoglicemias inadvertidas o severas (Figura 2). En nuestra unidad la hemos usado exitosamente.
• Los controles de glicemia deben hacerse por lo menos 3 veces al día (idealmente postprandiales),
reajustando las dosis para un control metabólico óptimo.
• La mayoría de las pacientes con DMPG se manejan con insulina, pero hoy también existe la alternativa de
tratamiento con hipoglicemiantes orales, como metformina o glibenclamida.
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8. Puerperio
En el puerperio, la resistencia a insulina propia del embarazo disminuye rápidamente, de modo que
los requerimientos de insulina se reducen al nivel previo al embarazo. El manejo glicémico del puerperio es
muy difícil en estas mujeres y requiere el control interdisciplinario entre el diabetólogo y el obstetra.
Como se indicó al inicio de este capítulo, a DMG corresponde a la intolerancia a la glucosa que se
inicia o es reconocida por primera vez durante el embarazo, de modo tal que aquellas mujeres con DMPG,
especialmente Tipo 2, que no tenían diagnóstico pre-embarazo, serán probablemente diagnosticadas como
DMG. Se ha hecho un esfuerzo por evitar esta confusión, y por eso hemos decidido adoptar la sugerencia del
MINSAL, y clasificar como DMPG a todas las mujeres con hiperglicemia de ayuno ≥ 126 mg/dL en dos ocasiones
en el primer trimestre del embarazo.
Fisiopatología
Como se mencionó al comienzo de este capítulo, durante el embarazo, a expensas de las hormonas
placentarias (principalmente lactógeno placentario), se produce resistencia a la insulina, lo que la mujer debe
compensar aumentando la producción de insulina. Las pacientes predispuestas a desarrollar DMG tienen una
alteración metabólica posreceptor de insulina, serán incapaces de responder a la resistencia de insulina
periférica aumentada, desarrollan un déficit relativo de insulina, lo que clínicamente corresponde a la DMG.
Las mujeres con DMG presentan hiperglicemia e hiperinsulinemia, esto produce a su vez
hiperglicemia e hiperinsulinemia fetal. La hiperinsulinemia fetal es la principal responsable del crecimiento
fetal exagerado en los hijos de mujeres con DMG. La DMG se parece fisiopatológicamente a la DM tipo II. Por
lo tanto, las mujeres con diagnóstico de resistencia a la insulina previo al embarazo tienen un 80% de
posibilidad de tener diabetes gestacional.
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Diagnóstico de DMG
Para el tamizaje de DMG durante el embarazo existen dos alternativas: tamizaje según factores de
riesgo o tamizaje universal. En Chile se efectúa, además de la glicemia de ayuno al inicio del control prenatal,
tamizaje universal con TTG a todas las mujeres durante el embarazo (~ 28 semanas) como se muestra en la
Figura 3.
A las 28 semanas se considera el periodo de máxima resistencia a la insulina, por eso a esta edad
gestacional se debe hacer el TTG. Lo normal es que la glicemia baje el primer trimestre, por eso siempre tener
la sospecha con valores de glicemia alrededor de 100 mg/dL o si tiene el antecedente de diabetes gestacional
en embarazo previo, en estos casos es razonable hacer un TTG al ingreso a control prenatal, y adelantar
levemente en TTG del segundo trimestre (24-26 semanas).
Test de tolerancia a la glucosa: para el diagnóstico de DMG, el manejo estándar solía ser una prueba de
tamizaje (TTG con 50 g) y luego una prueba de diagnóstico (TTG con 100 g), el tamizaje tiene alta sensibilidad
y baja especificidad. El problema de esta aproximación es la necesidad de 2 pruebas para llegar al diagnóstico
de DMG. Sin embargo, es el estándar de tamizaje y diagnóstico en EE. UU. La recomendación actual,
propiciada por la OMS y adoptada en Chile, es un TTG con 75 g de glucosa como prueba única (tamizaje y
diagnóstico), como se observa en la siguiente tabla y en la figura 3.
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La guía perinatal MINSAL 2015 propone puntos de corte diagnósticos ligeramente diferentes a las
recomendaciones internacionales (que proponen como punto de corte para glicemia de ayuno >92 mg/dl y
poscarga 153 mg/dl). Si bien éstos no han sido ampliamente aceptados, es importante conocerlos dado que
son los que se utilizan en atención primaria y hospitales pertenecientes a los servicios de salud de nuestro
país. Los tamizajes y cortes para diagnósticos propuestos se resumen de la siguiente forma: (Figura 3)
1. Realizar a toda embarazada una medición de glicemia en ayunas durante el primer trimestre de embarazo,
óptimamente en el ingreso a control prenatal:
• Si glicemia en ayunas < 100, continuar con tamizaje de TTGO a las 24-28 semanas
• Si glicemia en ayunas 100-125, debe repetirse la glicemia en ayunas en una semana, sin indicar
limitaciones en la ingesta habitual de alimentos. Si nuevamente presenta glicemia 100-125, se realiza
el diagnóstico de DMG
• Si glicemia en ayunas ≥ 126, debe repetirse la glicemia en ayunas en un día diferente. Si nuevamente
presenta glicemia en ayunas ≥ 126, se realiza el diagnóstico de DMPG
• Si presenta síntomas clásicos de diabetes, además de una glicemia en cualquier momento del día
mayor a 200, se realiza el diagnóstico de DMPG
2. Realizar a toda embarazada un TTGO entre las semanas 24 y 28 de edad gestacional:
• Si glicemia < 100 en ayunas y < 140 a las 2 horas post carga, se descarta el diagnóstico de DMG
• En pacientes que presentan factores de riesgo para DMG: PHA, macrosomía fetal y aumento de peso
mayor a 2DS, debe repetirse el TTGO de tamizaje a las 30-33 semanas de edad gestacional, utilizando
los mismos puntos de corte.
• Si glicemia ≥100 mg/dL en ayunas y/o ≥140 a las 2 horas post carga, se realiza el diagnóstico de DMG
Tratamiento de la DMG
El tratamiento de la DMG consiste en la restricción de la ingesta de hidratos de carbono
(especialmente hidratos de carbono refinados) y la vigilancia metabólica. La gran mayoría de las pacientes
logrará un buen control solo con el ajuste dietaría, y sólo un pequeño porcentaje requerirá el uso de
hipoglicemiantes orales o insulina. (Figura 4) En cualquiera de los dos casos, el objetivo del tratamiento es
evitar consecuencias adversas maternas y fetales, y lograr buen control metabólico.
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Insulinoterapia
Debe iniciarse con las pacientes hospitalizadas, donde se efectuará un control glicémico preciso y se
instruye a la paciente en el autocontrol y autoadministración de la insulina. El esquema habitual de
insulinoterapia se inicia con insulina lenta subcutánea en dosis de 0.3 a 0.4 unidades/kg si el IMC pre-
embarazo es < 30, y con 0.5-0.7 unidades/kg de peso ideal si su IMC pre-embarazo es > 30. La dosis total
calculada se divide en 2/3 AM (7:00 h) y 1/3 PM (22:00 h). Se controlará glicemia a las 7:00 y 22:00 h, y se
ajusta la dosis de la insulina lenta según necesidad. Una vez obtenido buen control glicémico, se hará un panel
de glicemia (6 glicemias en el día, pre y postprandiales), para definir la necesidad de refuerzos con IC.
Hoy en día existen grupos que preconizan el esquema intensificado de insulina para el manejo de la
diabetes gestacional, lo que implica un mayor número de dosis de insulina (lenta y rápida) y 6 controles de
glicemia diarios. Sin embargo, no se ha demostrado que el esquema intensificado sea mejor que el esquema
habitual de insulina, en términos del resultado materno y perinatal.
Hipoglicemiantes orales
Si bien la cantidad de información es escasa, podemos decir que los hipoglicemiantes orales son
drogas seguras y efectivas para el tratamiento de mujeres con DMG cuyo control metabólico no ha sido
logrado solo con dieta, tanto durante el embarazo como durante la lactancia.
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hasta 20 mg/día. Se estima que un 27% de mujeres que usa glibenclamida no logrará buen control metabólico
y requerirá el uso de insulina.
En términos generales es posible decir que el control metabólico que se logra con los
hipoglicemiantes orales es similar a aquel logrado con insulina, y que la prevención de los efectos de la
diabetes sobre el feto es similar, así por ejemplo la incidencia de feto grande para la edad gestacional o
hipoglicemia neonatal es la misma en mujeres que usaron insulina o hipoglicemiantes orales.
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A aquellas embarazadas que estén en tratamiento con insulinoterapia, se debe intentar programar
la inducción o cesárea idealmente para primera hora de la mañana. En ese caso, las pacientes deben recibir
su dosis usual de insulina nocturna basal, y no administrar la matinal del día correspondiente. En el caso que
la embarazada presente ayunos prolongados, debe administrarse insulina basal en dosis de aproximadamente
1/3 a la utilizada normalmente, y no administrar dosis prandiales de insulina cristalina. El óptimo manejo de
glicemias previo y durante el trabajo de parto o cesárea debe ser realizado preferentemente por un
especialista.
Puerperio
La mayoría de las pacientes con DMG normalizan su intolerancia a la glucosa después del parto, de
modo que el manejo del puerperio suele ser sencillo. En el puerperio inmediato, se inicia régimen común, sin
restricción de hidratos de carbono y sin necesidad de control de glicemia. En el control puerperal ambulatorio,
se realiza TTG a las 6 semanas posparto para comprobar la normalización. Un 5-10% de madres con DMG
persisten diabéticas y deben ser controladas.
Excepción a este plan son las mujeres que tuvieron glicemia de ayuno elevada, y fueron
diagnosticadas de DMG en el primer trimestre del embarazo, en ellas se sospecha que se trata de una DMPG
no diagnosticada a tiempo, se solicita control glicémico en el puerperio precoz y se manejan según ese
resultado.
Debemos informara a las mujeres con DMG que, a largo plazo, un 40-50% de ellas se hacen diabéticas
(20-40 años posparto), por lo que se les recomienda buen control de peso y estilo de vida saludable.
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Resumen
• En Chile un 10% de las mujeres presentan diabetes durante el embarazo, el 90% corresponde a
diabetes mellitus gestacional (DMG) y un 10% se trata de diabetes pregestacional (DMPG). Su
incidencia aumenta con la edad.
• El segundo trimestre de embarazo es el período de mayor riesgo de producir DMG, ya que existe un
aumento en la resistencia periférica a la insulina.
• La DMPG conlleva varios riesgos para el feto: macrosomía, polihidroamnios, malformaciones,
traumatismo obstétrico, aborto, muerte fetal, RCF, distrés respiratorio y prematurez. También puede
tener complicaciones maternas como: descompensaciones metabólicas, preeclampsia,
complicaciones vasculares, partos operatorios y lesiones del canal.
• El manejo de DMPG es integral y oportuno, con controles en un policlínico especializado. Se debe hacer
estudio de repercusión en parénquimas, reforzar la dieta y ajustar el esquema de insulina (o en algunos
casos el tratamiento con hipoglicemiantes orales). Además, se debe identificar el momento de
interrupción del embarazo adecuado.
• La DMG es aquella que inicia durante el embarazo. Existe mayor riesgo a desarrollar DMG en aquellas
pacientes con historia previa de resistencia a la insulina.
• Algunas consecuencias maternas de la DMG son: mayor riesgo de obesidad, mayor riesgo de DMG en
embarazos futuros, mayor riesgo de desarrollar DM II, aumento riesgo CV. Las consecuencias que
puede producir en el feto son: macrosomía, trauma obstétrico, hipoglicemia neonatal, mayor riesgo
ECV en la edad adulta.
• En Chile se hace tamizaje universal de DMG con TTG a las 28 semanas. Los criterios diagnósticos son:
o 2 glicemias de ayuno 105 mg/dL o
o Glicemia 140 mg/dL a las 2 horas con TTG con 75 g
• El tratamiento de la DMG es restricción de la ingesta de hidratos de carbono y vigilancia metabólica.
Si no se obtiene buen control metabólico a los 7 días, se hospitalizan para optimizar la dieta. Si persiste
con valores de glicemia anormales, se puede iniciar insulina y/o hipoglicemiantes orales, cada uno con
sus ventajas y desventajas.
• El control de las pacientes con DMG es en el policlínico de alto riesgo obstétrico, donde se debe hacer
una pesquisa precoz de posibles complicaciones. También se debe identificar el momento oportuno
de interrupción de embarazo.
• Un 5-10% de mujeres con DMG persisten diabéticas después del embarazo, por lo que a las 6 semanas
posparto se debe realizar un nuevo TTG. En el largo plazo, 40-50% de estas pacientes se desarrollan
diabetes
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