fertile eaBLUesd
Sanacion de
las Heridas del
Hogar
éEs tu hogar,
hoguera de amor,
oasis de paz y
refugio para tu
role (ie‘aces econ pubicada en Colombia por AMS.
Sepimtre de 2014-1800 gomplres
Primera edcin- Septiembre de 2012
Diagramacion:
Stock Diseto
{ida Naas Hemera Gomez
Disco de atl:
Giana Tors
‘extoe Biblio tomador dela Biblia Latinoamercanay Dios habla
toy
Derecho esernos
‘Asoclaiin Mara Satieadoa
‘ados los derechos extn grote pr lye internacionales de
Derecho de Astor Los contenis yeast po pueden sr ero
‘dos wot al pariaimence por stemas de impresion,audiowsuales,
‘abaciones o cualgir oo medi creado o por ears waducios
{Tinga oma. sn permiso dea Casa Eat,
ISBN
STE ISEB 96
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Pred Coombs
Contenido I
Prdlogo.....
jEs tu hogar, hoguera de amor, oasis
de paz y refugio para tu cényuge? wnnn
Sanacién de las heridas del hogar..
3Quiere Dios la felicidad de! hombre:
1, Causas de las heridas més frecuentes
producidas en el hogar..
Maltrato fisico..
Maltrato verbal
Maltrato psicolégico o emocional.
Maltrato econé:
2. Qué consecuencias dejan las heridas
producidas en el hogar? 7
Suicidio. 17
Falta de perdén
Miedo y temor..
Adulterio.Odio, amargura
Divorcio, separacién é 2
3, sCémo tratar y sanar las heridas del Prdlogo l
hogar?
Es tu hogar, hoguera de amor,
oasis de paz y refugio
para tu cényuge?
La Asociacién Maria Santificadora cons-
ciente de la importancia de hogares plenos,
es decir, cSmyuges sanos espiritualmente e
hijos bendecidos, pone en tus manos esta
obra sencilla, titulada Sanacién de las he-
ridas del hogar que te lleva a reflexionar,
y a darte herramientas espirituales para
ayudar a sanar las heridas profundas que
se producen en el hogar.
Estas lineas Ilenas de amor y esperanza,
llevan la fuerza de la Palabra de Dios, con
una fe profunda, aquella de la que habla
=O)
$$el Sefior en Mateo 21, 21-22. “Jestis les con-
testé: es aseguro que si tienen fe y no dudan,
nno solamente podrén hacer esto que hice a la
hhiguera, sino que atin si a este cerro le dicen:
Quitate de ahi y arréjate al mar, ast sucederd
¥ todo lo que ustedes, al orar pidan con fe, lo
recibirin”.
La invitacion para ustedes queridas fa-
milias la presenta Pablo cuando aconse-
ja arrancar de raiz disgustos, gritos, ofensas y
toda clase de mal, perdondndose mutuamente”.
Efesios 4, 31-32.
El objetivo es llevar vida en abundancia a
cada una de las parejas que se encuentran
heridas, enfermas del alma, desanimadas
y tristes. Es un regalo que Dios ha puesto
en tus manos. Disfritalo.
Que la Gracia y la Misericordia de Dios
esté siempre en tu hogar.
es
SanaciOn de las heridas
del hogar
Cuando se habla de las heridas que se pro-
ducen en el hogar, es facil recordar las he-
ridas fisicas, bien sean leves 0 graves, las
cuales en algunas circunstancias requieren
de una intervencién quirirgica y ain asi,
es necesario tener en cuenta las secuelas
en la persona, que contribuyeron a dismi-
nuir su calidad de vida y en no pocas oca-
siones, a privarle del don maravilloso de la
existencia,
Quizas éste no sea tu caso, y si hayas sido
victima de otro tipo de heridas, atin mas
graves, que lesionaron profundamente tu
alma, como son las heridas ocasionadas
por el maltrato verbal, psicolgico, emo-
cional, 0 econémico y debes pensar que
Jo mas doloroso de todo esto, es que fue-
ron producidas por aquel ser que un dia
te dijo que te amaba y decidié unirse a ti
para siempre por medio del Sacramento
#4
Seerdel matrimonio. Sabemos muy bien, que
cualquier tipo de violencia doméstica
destroza la dignidad, la autoestima, la se-
guridad y la integridad del ser humano,
causando dafios irreparables tanto al vic-
timario como a la victima. Asi que sola-
mente la intervencién de Dios puede sa-
nar estas heridas, porque para El nada es
imposible.
Surge entonces la pregunta: {Qué causas
han originado esta violencia entre mi es-
oso (a) y yo, que no solamente me estan
afectando, sino que perjudican mi entorno
familiar? {Qué factores han contribuido a
resquebrajar nuestra relacion de pareja y
ambos estemos llenos de odio, amargura y
de heridas profundas?
Estas causas y consecuencias, asi como
Ia forma de tratarlas te la presentamos en
estas cortas paginas, para que recurras a
las valiosas herramientas de la Gracia y
la Palabra de Dios, las cuales te ayudaran
12
a fortalecer tu vida espiritual, a salvaguar-
dar la relacién con tu pareja y por ende a
afianzar la estabilidad de tu hogar.
éQuiere Dios la felicidad
del hombre?
Primero que todo debes tener la certeza
de que Dios quiere la felicidad del ser hu-
mano, tu felicidad. De hecho, el hombre
y la mujer fueron creados por Dios a su
imagen y semejanza, como producto de su
amor,
“Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra
imagen y semejanza. ¥ creb Dios el hombre a
‘su imagen. A imagen de Dios lo cre6. Macho y
hembra los creé. Génesis 2, 26-27.
“Dios es amor” nos dice 1 Juan 4, 8b, por lo
tanto, si fuiste creado (a) imagen de Dios,
es claro que ese maravilloso amor de Dios
esta en ti. ¥ Dios los bendijo, diciéndoles:
=r)
a See“Sean fecundos y multipliquense. Llemen la tie-
ray sométanla”. Génesis 1, 28 a.
Sin embargo, este amor y bendicién de
Dios para los esposos se vieron interrum-
pidos por el primer pecado del hombre y
la mujer: La desobediencia. Cayeron en
ella por aceptar la tentacién que les offeci6
Satands, el enemigo de nuestra salvaci6n,
de “llegar a ser como Dios”. Esto caus6
la ruptura con Dios y el rompimiento de
a comunién entre el hombre y la mujer.
Sus relaciones quedaron distorsionadas
por agravios reciprocos: “La mujer que me
diste por compaiiera me dio del érbol y comi”.
Génesis 3, 12. Ninguno de los dos acept6
Ja culpa, sino que buscaron a quién sefia-
lar como responsable. Su atractivo mutuo,
don propio del Creador, Génesis 2,22, se
cambié en relaciones de dominio y concu-
piscencia, Génesis 3,16.
Asi mismo, la vocacién del hombre de
ser fecundos, de multiplicarse y someter
Loo
la tierra quedé supeditada a los dolores de
arto en la mujer y los esfuerzos de ganar el
pan con el sudor de la frente en el hombre. Gé-
nesis 3, 16-19. C.1LC Numeral 1607.
Como puedes ver, el primer pecado trajo
consecuencias funestas, como las trae hoy,
el desobedecer los mandamientos de Dios
y su Palabra, conducta que te aleja de El y
te lleva a fabricar tus propios dioses; uno
de ellos es el egoismo, opuesto al amor,
el cual te tiene a ti o a tu cOnyuge como
centro de si mismo (a) y todo lo hacen bus-
cando su propio interés. Por esto, la unin
del hombre y la mujer vive amenazada
por discordias, infidelidades, maltrato fisi-
co, verbal, orgullo, egoismo, machismo o
feminismo exagerado. Esto es contrario a
la entrega mutua, al verdadero amor, in-
grediente necesario para un matrimonio
sélido.
No obstante, a pesar de la caida del hom-
bre, el plan original de Dios se cumple por
u
eemedio de la redencién de Cristo, quien
dio su vida por nuestro rescate, pero es ne-
cesario que nosotros nos esforcemos por
conocer y vivir sus mandamientos, como
dice San Agustin: “Dios que te cre6 sin ti,
no te salvara sin ti”
1, Causas de las heridas
mas frecuentes
producidas en el hogar
Maltrato fisico. Cuando los conyuges
han recurrido a los golpes, empujones,
pufetazos, u otro tipo de maltrato fisico
con el fin de someter a su pareja u obli-
garla a hacer lo que él (ella) quiere, se
han ocasionado lesiones graves atin con
objetos materiales o cortopunzantes, sin
medir las consecuencias de lo que esto
implica, hasta el punto de terminar el
abusador en una carcel y la victima en
un hospital. En la 1? carta de Pablo a
os Corintios, versiculos 6, 19 dice: "No
saben que su cuerpo es templo del Espiritu
Lae
Santo, que Dios mismo puso en ustedes?”
Te exhorta también el Seftor a no dejar-
te llevar por la ira que conduce a perder
el control, el dominio de si mismo (a) y
te enceguece de tal forma, que terminas
dando golpes a la otra persona, sin nin-
guna consideracién. “El amor... no actia
con bajeza, ni busca su propio interés. El amor
no se deja llevar por la ira, sino que olvida las
ofensas y perdona”. 1 Corintios 13, 5.
Maltrato Verbal. Generalmente, a par-
tir del egoismo, las heridas empiezan por
reclamos donde cada uno cree tener la
raz6n; ta, culpas a tu cényuge por algin
hecho desagradable ocurrido, o viceversa
yel reclamo se convierte en altercado, gri-
tos, ofensas, amenazas, insultos, palabras
humillantes que hieren lo més profundo
del corazén. La palabra agresiva es como
echar lefia al fuego, por ello el Sefior nos
exhorta con su Palabra: “Basta una llama
pequetia para incendiar un bosque inmenso.
La lengua también es un fuego. Es un mundo
13
SSde maldad nuestra lengua; mancha a toda la
persona y comunica el fuego del infierno a toda
nuestra vida”, Santiago 3, 5b y 6. Asi que,
el amor que una vez florecié es herido de
muerte, y el dafio tan grave, que va car-
comiendo el alma de los esposos y de los
hijos.
Este ambiente de discusion engendra: ira,
humillacion y desprecio por el conyuge
y muchas veces, los esposos no tienen en
cuenta la presencia de los hijos, quienes re-
ciben directamente el mal ejemplo de sus
padres y en un futuro no lejano, repetirén
la historia de la escena que vivieron, atin
contra sus propios padres, desconociendo
su autoridad y manipulandolos. En la car-
ta a los Efesios 4, 31a y 32b, dice Pablo:
“Arranquen de raiz.. disgustos, gritos, ofensas.
Perdondndose mutuamente como Dios los per-
doné en Cristo".
Maltrato Psicolégico 0 emocional. Pue-
de ser que estés viviendo el dolor de un
Lu
comportamiento ofensivo de tu cényuge,
como ridiculizarte, ponerte apodos, infan-
tilizar tus actitudes, o usar palabras obsce-
nas, con el fin de disminuir tu dignidad y tu
valor, afectando de esta manera tu sentido
de identidad de manera degradante. No te
permite tomar decisiones, te humilla y des-
precia piblicamente o te etiqueta con pala-
bras como: bruto (a), no sirves para nada.
En este punto podemos hacer alusién a la
intromisién de la familia de los cOnyuges,
a. quienes involucran en los problemas y se
hacen comparaciones menospreciando al
esposo (a). Con mucha razén el Sefior te
dice en Génesis 2, 24: “Por eso el hombre deja
«asus padres para unirse a una mujer y son los
dos una sola carne”.
jQué heridas tan profundas se ocasionan
con esta clase de maltrato emocional!
Dice la Palabra de Dios: “Em cuanto a us-
tedes que cada uno ame a su esposa como asi
‘mismo, y que la mujer, a su vez, respete a su
marido”. Efesios 5, 3.
18Nos referimos aqui también a la indiferen-
cia emocional. Ta puedes indagar si has
interactuado con tu conyuge solamente
cuando es necesario, y escasamente con
monosilabos, 0 lo (a) has tratado como si
fuera un objeto, o algo que no vale la pena.
Examinate a conciencia.
Maltrato econémico. Tu conyuge o tt, en
repetidas ocasiones, han hecho uso del po-
der econdmico para dominar al otro. De
esta manera se controlan, limitan o niegan
recursos monetarios, de tal forma que la
pareja depende completamente de la vo-
luntad del esposo (a) hasta para las mas
elementales necesidades. Si uno de los dos
esta sin empleo, quien afronta la carga
econémica, se siente con derecho de hu-
millar y manipular. Esto crea dependencia
de quien tiene el poder. {Es éste tu caso?
Ls
2. 6Qué consecuencias dejan
las heridas producidas
en el hogar?
Toda enfermedad deja sus secuelas, 0
al menos las cicatrices que recuerdan su
paso. En el area espiritual sucede lo mismo
cuando estamos lejos de Dios. Veamos:
Suicidio: El maltrato doméstico reiterado,
de cualquier indole, puede conducirte a la
muerte ya que es tanta la desesperacion,
gue no ves ninguna salida y puedes entrar
en una tristeza y depresion tal, que empie-
zas a pensar en quitarte la vida para poner
fin a tus sufrimientos.
Falta de Perd6n. Las agresiones verbales
te dejan marcas indelebles en el corazon
y la mente y causan el “efecto ostra”, es
decir, un cerramiento total al didlogo o
a cualquier tipo de comunicacién con
Ia otra persona. Al romperse el didlogo
entre tu y tu conyuge, aparece una gran
w
nc nenamuralla: 1a del resentimiento mutuo;
cada uno cree que ha sido violentado
por el otro y se lena de motivos para en-
cerrarse en si mismo. El enojo perdura
por semanas, dias y hasta meses. Td 0
tu cOnyuge estan esperando el momen-
to oportuno para la venganza, negando
todo espacio propicio para el perdon.
Miedo y temor. Por los malos tratos, te
vuelves temeroso (a), apocado (a), pierdes
tu autoestima, tienes ldstima de ti mismo
(a) y buscas que los demas también te mi-
ren con lastima. Sientes mucho miedo al
acercarse la hora de la llegada de tu esposo
(@)ala casa. Este miedo lo transmites a tus
hijos, quienes prefieren esconderse para
no ver a su papé o mamé. Es tan nocivo
el sentimiento de provocar lastima, sentirte
victima, como el de ser prepotente y creer
que no necesitas de nadie.
Adulterio: Al sentirte rechazado (a), bus-
cas de manera equivocada la aceptacion
de otra persona y caes facilmente en el
adulterio. O, puedes dedicarte a los vicios
yadiciones como el alcohol, las drogas, la
pornografia, el homosexualismo o el les-
bianismo y el juego. En otras ocasiones,
recurres a adivinos, brujos, espiritismo u
otro tipo de ocultismo, que lejos de reme-
diar el problema lo agravan mas. Muy cla-
10 lo dice el Sefior en Deuteronomio 18,
10-13: “Que no haya en medio de ti nadie que
haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego;
que no haya adivinos, ni nadie que consulte a
los astros, ni hechiceros, que no se halle a nadie
(que practique encantamientos o consulte los es-
iritus; que no se halle ningtin adivino 0 quien
‘pregunte a los muertos. Porque Yavé aborrece a
dos que hacen estas cosas y precisamente por esa
raz6n los expulsa delante de i. Te portaris bien
en todo con Yavé, tu Dios”.
Odio, amargura. Pablo en su carta a los
Romanos 3, 14 dice: “Y su boca esté lena de
maldicién y amargura”. Las heridas causa-
das por el odio y la amargura son heridas
1 |graves, las cuales quedan abiertas, sangran-
do y poco a poco se convierten en llagas
incurables, infectadas por el odio. Las he-
ridas no te permiten ver al esposo (a) con
el amor de Cristo Jesis, sino con odio, con
deseos de no volverlo (a) a ver.
Divorcio, separacién, Todo el dolor pro-
ducido por cualquiera de las clases de
maltrato doméstico enunciadas, lleva a
dos situaciones: O los cényuges conviven
como dos fieras amarradas haciéndose
dafio mutuamente o el maltrato va cre-
ciendo, convirtiéndose en el combustible
apropiado que activa la bomba de tiem-
po llamada divorcio, separacién. De este
modo se le abre la puerta al enemigo para
que Ileve a cabo su obra destructora de la
familia, y lo mas triste es que, en ambos
casos, las graves consecuencias son asu-
midas directamente por los hijos.
Ya se ha hecho un breve anilisis del origen,
causas y consecuencias de las heridas que
120
se producen en el hogar. Ahora es tiempo
de levantar el animo; ti no estis solo (a), es-
pera en Dios y verds “oimo se te renuevan tus
_fuerzas y te crecen alas como de dguilas. Correris
sin fatigarte y andaris sin cansarte”. Isaias 40,
31. Con la Gracia Divina ta encontraris sa-
naci6n de fas heridas producidas en el ho-
gar, viviendo la Palabra de Dios.
3.
mo tratar y sanar
las heridas del hogar?
Cuando tienes una herida fisica, no te
quedas mirando cémo te desangras 0
contemplando triste y acongojado (a) el
proceso invasivo de una infeccién, ni mu-
cho menos corriendo por el vecindario
para mostrar tu herida con el fin de pro-
ducir lastima, sin buscar la cura. Normal-
mente tu primer paso, es buscar al médico
para que te atienda; de igual manera, en el
aso que nos ocupa, la oracién, basada en
la Palabra de Dios y de manera constan-
te, es el remedio mas efectivo para salvar
al
EEE EEEttEItISnE EEEtu hogar. Es urgente creer en la Palabra
de Dios! Asi que frente a un problema, re-
curre a este pequefio manual de emergen-
cia espiritual, con fe. De algo puedes estar
seguro (a): si funciona. Imaginate con los
ojos de la fea Jest, esta junto a tu puerta,
escucha su voz que te llama, El espera que
Ie abras la puerta porque quiere cenar contigo y
ademas sanar todas tus heridas. Apocalipsis
3,20.
Oremos con Ia Palabra de Dios:
EI Sefior quiere sanar las heridas produ-
ccidas por la violencia familiar
Amado Sefior Jesis, estoy ante Ti agobia-
do (a), cansado (a) de malos tratos, dis-
gustos, humillaciones y violencia que he
recibido de mi esposo (a), pero a su vez yo
también los he ocasionado. Llego ante Ti
con una gran confianza en esa bella pro-
mesa en la que dices: “Vengan a mi los que
se sienten cargados y agobiados, porque yo los
Le
aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de
‘mi que soy paciente de corazén y humilde, y sus
almas encontrarén alivio. Pues mi yugo es bue-
no, y mi carga liviana”, Mateo 11, 28-30. Te
entrego Sefior esta carga de rabia, saca de
‘mi corazén la ira que me consume como
el fuego. Déjame contemplarte cuando los
verdugos golpeaban tu rostro Santisimo,
arrancaban tu barba, te escupian y se bur-
laban de Ti. Cuando te agredian con blas-
femias y te arrastraban con una soga, solo
asi Seftor mis heridas sanaran.
Aplicame Sefior como aplacaste la tem-
pestad, permiteme descansar en tu cora-
26n. Me rindo a Ti mi Seftor y te doy ple-
na libertad para que acties en mi, Asi es
mi deseo Sefior, gracias.
Sanacién del miedo producido por agre-
siones fisicas
“Seiior mi Dios, en Ti busco proteccién, silva-
‘me de todos los que me persiguen. Librame pues
23 |son como leones, no sea que me despedacen y no
haya quien me salve’. Salmo 7, 2-3. Me sien-
to acorralado (a) por mi conyuge, le tengo
terror y corro angustiado (a) cuando me
golpea por cualquier cosa, especialmente
siesta bajo los efectos del licor. Este miedo
lo he transmitido a mis hijos, no hay paz
en mi coraz6n, mi hogar es un infierno.
“Setior estoy temblando de miedo. ¥ Ti Se-
fior cuéndo vendras?”. Salmo 6, 4. Mira
Seftor, “estoy cansado (a) de Morar, noche
tras noche lloro tanto que inundo de lagrimas
mi almohada”. Salmo 6,7.
“Seftor, Rey mio y Dios mio, escucha mis pa-
labras atiende a mis gemidos, oye mis siplicas
‘pues a ti elevo mi oracién”. Salmo 5, 2-4.
‘Amado Jestis, hoy quiero colocar en lo
profundo de la llaga de tu costado, todas
las veces que mi pareja me ha golpeado sin
motivo, también las veces que me he ven-
gado de él (ella).
Le
Sefiora Ti vuelvo mis ojos. “Cuidame como
@ la nifia de tus ojos protégeme bajo la sombra
de tus alas, de los matvados que me atacan, de
oS aoe ‘mortales que me rodean”. Salmo
17, 8-9.
“A quién irta Seftor si solo Ti tienes palabras
de vida eterna”. Juan 6, 68.
Gracias Sefior, por sanar estas heridas a
través de las tuyas, pues “por tus llagas he-
‘mos sido sanados”. Isaias 53, 5.
Sanacién de la depresion y la ansiedad
Amado Jesiis, en mi hogar no sélo se aca-
6 el vino, también el agua y las tinajas
estdn rotas. Rotas por tantas peleas, gritos,
golpes, reclamos injustos. Ya con mi espo-
80 (a) no nos miramos a los ojos, como en
‘otros tiempos, con ternura, sinceridad y
respeto. Hoy son miradas de odio, rencor
y deseos de venganza, Nuestras manos no
se enlazan con carifio. Se levantan para
25 |golpear en la cara, para manotear, golpear
en la mesa y estrujar con rabia.
Tenemos heridas mutuas, como esposa
(0) no le encuentro sentido a la vida, vivo
triste, afligido (a) angustiado (a), no puedo
dormir en paz. “Dios mio, Dios, mio zpor qué
‘me has abandonado? Lejos de mi salvacién la
voz de mis rugidos. Dios mio, de dia clamo, y
‘no respondes, también de noche, no hay descan-
so para mi”. Salmo 22, 1-3.
Yo sé Sefior, “que aunque pase por un valle
tenebroso, ningiin mal temeré, porque Tit vas
conmigo”. Salmo 23. Sefior cuando llega
la tormenta, que me produce depresi6n,
ansiedad por el maltrato y agresividad,
veo la noche més oscura y entonces me es
dificil no temer. “Por eso a Ti Yave levanto
mi alma, Oh Dios mio, en Ti confio no sea
confuundido (a), no triunfen de mi mis enemi-
gos”, Salmo 25,1-2.
[26
En medio de la tempestad pensaba que
me habias abandonado y te habias olvida-
do de mi, pero hoy me acojo a tu promesa
que dice: pero “jacaso una madre olvida 0
deja de amar a su propio hijo? Pues aunque ella
Jo olvide, yo no te olvidaré. Yo te tengo grabada
en mis manos, siempre tengo presente tus mu-
rallas’. Tsaias 49,15-16. Esta Palabra me
fortalece Sefior, porque aunque mi espo-
so (a) me haya dejado de amar, Ti no te
olvidas de mi y hoy seré sanado (a) de la
depresion y ansiedad que me ataba y me
impedia ser feliz en mi matrimonio.
‘Gracias Seftor, porque hoy como en Cand, lle-
mas de agua las tinajas y me das a beber el vino del
‘emor Juan 2,1-12. Gracias porque te llevas
mi ansiedad y mi depresi6n para siempre.
El Seftor sana la falta de perdén
Amado Jesiss, para mi es imposible perdo-
‘nar, pues las ofensas son una cadena inter-
‘minable de heridas en mi hogar.
aryHoy me postro ante ti y grito como el cie-
20: “Jestis hijo de David, ten compasién de
mi”, Marcos 10, 47, Sefior permiteme re-
cobrar la vista espiritual para ver con tus
‘ojos a mi esposo (a) cuando me ofende
para perdonarlo (a) de coraz6n. Saname
Sefior para no responder con insultos.
Esta es una de-mis debilidades, no puedo
callarme cuando me gritan, o me hablan
con desprecio, me falta dominio propio
y rompo la armonia. Tu palabra es sabia
y sanadora cuando me exhortas: “‘No de-
yuelvan mal por mal, ni insulto por insulto. Al
contrario devuelvan bendicién, pues Dios los ha
Wamado a recibir bendicién”. 1Pedro 3, 9. Por
la unci6n de esta palabra siname Sefior.
Padre Amado mi temperamento es muy
fuerte, reacciono con violencia porque las
ofensas son repetidas y no puedo perdo-
nar, ayidame a perdonar siempre. Tocame
Sefior, coloca tu mano sobre mi y aquiéta-
me. A veces me identifico con Pedro tu dis
cipulo cuando te pregunté: “Sefior gcudntas
28
veces debo perdonar las ofensas de mi hermano?
Hasta siete veces? Jesis le contesté: no digas
siete veces, sino hasta setenta veces siete". Ma-
teo 18, 21-22.
Hoy te abro las puertas de mi corazon
para que entres y te quedes conmigo, en
el nombre Santisimo de Jess tomo la
decision de perdonar a mi esposo (a) por
Jas veces que me ha hecho reclamos in-
justos, por discriminarme y humillarme al
no aportar dinero, por los celos enfermi-
208, por el vocabulario grosero y la forma
como se dirige a mi, por el maltrato fisico
que me ha dado y por todo aquello que ha
destrozado mi corazén. Hoy quiero pre-
sentarle la mejilla de la comprensi6n, del
amor, la amabilidad, el respeto, el perdén,
el buen genio, y el servicio.
Lo perdono de toda culpa en mi contra, lo
declaro inocente y uno mi perdén al per-
én que Jesiss proclamé en la cruz cuando
dijo: “Padre perdénalos porque no saben lo que
zo |hacen”, Lucas 23, 34. Hoy me declaro libre
de toda atadura por la falta de perdon en
el nombre de Jesiis. Amén.
Sanaci6n de la infidelidad
‘Amado Padre Celestial, en el nombre de Tu
amado Hijo Jestis, dame la gracia de respetar
el Sacramento del matrimonio y mantener
la pureza en las relaciones matrimoniales.
Te pido que no me dejes caer en inmo-
ralidades sexuales, ni llegar al adulterio.
Hebreos 13,4; perdéname Seftor si he sido
infiel. Dame la gracia de perdonar a mies-
poso (a) la infidelidad con fulano (a) como
Jesiis perdoné a la mujer adiiltera sorpren-
dida en infidelidad. Juan 8, 1-11.
No permitas que siga apedreando a mi es-
oso (a), ayiidame a reconocer mi peca-
do que lo (a) ha herido con esta situacién
(cantaleta, abandono, rechazo, mal trato
de palabra y otros).
Ls0
Tinos exhortas a no darle oportunidad al
diablo ni a abrirle las puertas al enemigo
de Dios, como ir a consultar adivinos para
solucionar el problema. Levitico 19, 31
No necesito fuerzas oscuras para solucio-
nar los problemas de mi hogar, sino de “Ti
que eres la luz del mundo”. Juan 8, 12; con-
cédeme la Gracia de no caminar en las
tinieblas.
Saname amado Jesis y permiteme tomar
el buen vino del amor con mi esposo (a).
Sanacién frente al enojo
Amado Sefior Jesiss, me encuentro fuerte-
mente enojado (a) por esto que mi esposo
(@) ha hecho conmigo (me humillé, insul-
%6, calumni6, mintié, golped, estuvo con
otro (a) ). No quiero hablar con él (ella).
Aytidame a deshacer este enojo, ya que
me dura mucho tiempo. Sefior me apoyo
en tu Palabra cuando dices: “Te basta mi
31‘gracia; mi mayor fuerza se manifiesta en la de-
bilidad”. 2 Corintios 12, 9. Con tu gracia,
rechazo todo sentimiento de ira, malas in-
tenciones y ofensas. .
Gracias Seftor, porque este enojo se disi-
para, como se disipan las tinieblas frente
al sol.
Dame la gracia de acostarme en paz, sin
enojo y poder descansar junto a mi espo-
so (a), de apoyarme en “Ti que me das segu-
ridad”, Salmo 4, 9.
Asi sea.
Sanacién de la intromisién de la familia
en la vida de la pareja
Padre Amoroso y Dios Creador, uniste
nuestras vidas en el Sacramento del matri-
monio, dandonos a la vez un consejo muy
sabio: “dejar a padre y madre para unirse al
esposo (a) y llegar a ser como una sola persona,
en un mismo sentir”, Génesis 2, 24.
Dame la gracia de desprenderme de mis
padres, de no depender de ellos, y mucho
menos de permitir su intromisién en mi
hogar. Sefior que escuche sus consejos,
acepte su visita como un huésped agra.
Sable, con voz para dialogar pero sin voto
para decidir en mi hogar.
Ayiidame a amar a mis suegros, a recono-
er su trabajo formador en la persona de
mi esposo (a), que los mire con gratitud,
sin rechazo pero con independencia.
Asi sea.
Sanacién de la competencia y dificulta-
des econémicas en el hogar
Amado Jesus médico del alma, mi hogar
s= ha convertido en un campo de compe-
tencia econdmica. Cada quincena compa-
‘amos ingresos y nos insultamos.
Aytidame Sefior Jesiis a dejar de ver a mi
speso (a) como un rival en la economiaLimpiame de la envidia que siento cuan-
do él (ella) me cuenta de un ascenso, de
un viaje a algiin evento dela empresa para
capacitarse.
Tu Palabra nos dice que “Ia envidia es carco-
‘ma de los huesos”. Proverbios 14, 30, no per-
maitas que este pecado dafie nuestro hogar.
Librame del egoismo con mis finanzas,
rompe la barrera de la avaricia que hay
en mi coraz6n, pues tu Palabra nos invita
a “cuidarnos de toda avaricia; porque la vida
nno depende de poseer muchas cosas”. Lucas
12, 15.
Permiteme compartir con alegria, el fruto
de mi trabajo, dame un corazén generoso
el dia que me toque responder solo por el
‘hogar, que nunca vuelva a humillar a mi
esposo (a) cuando no tenga empleo.
Dame la Gracia de aprender a confiar en
Ti, especialmente en tiempos de escasez 0
Ls
cuando tenemos dificultades econémicas
originadas por la falta de empleo u otras
sircunstancias. Hoy me apoyo en tu Pala-
bra en la que prometes “darnos todo lo que
‘nos falte, conforme a las riquezas y generosidad
2 Cristo Jess”. Filipenses 4, 19,
De hoy en adelante confiaré en tu Prome-
$2 de que “nada nos faltaré porque Ti: eres
suestro Pastor, que llevas a fescas aguas y ver-
42s pastos”. Salmo 23, 1
Desarmo mi mente y actitudes egoistas
frente a Ti, para que sanes toda herida
producida en el area financiera. Gracias
Amado Pastor.
‘Sanacién de las heridas por las dificulta-
és con los hijos
Amado Padre Celestial, “Los hijos que nos
sscer son ricas bendiciones del Seftor”. Sal-
mo 128, 3. Yo como padre (madre) quiero
conservarias.
se JDame la sabiduria para ensefiar a mis sea tiempo y desviar las llamadas cuando
hijos tus mandamientos, no importa que _ S€ van a las fiestas, por ignorarme frente
vaya contra la corriente del mundo. No __ 28uS amigos, por no pedir perdén por las
Permitas que mis hijos se desvien, nia la ‘ofensas, por las malas respuestas. En fin
derecha ni a la izquierda. “Haz que sigan ef ‘Sefior, por todas las espinas que han clava-
camino que Ti has marcado y asi vivirin fel. doen mi corazén,
ces”. Deuteronomio 5, 32-33.
Concédeme el sano equilibrio para “no
exasperarlos 0 desanimarlos”. Colosenses 3,
21, sin perder la autoridad.
ie palabras hirientes y en
mento de ira hasta los maldije. Sélo
cuantas heridas les produje por
de actuar,
En Ti Oh Amado Dios, deposito todas
mis preocupaciones pues Tui cuidas de mis
hijos”. | Pedro 5, 7, donde estén: estudio,
trabajo, con amigos, sitios de diversion o
quizés haciendo algo que no apruebas.
Toma sus debilidades, inmadurez, rebel.
dia, adicciones, libertinaje, falta de fe, mo-
das y gustos exagerados.
Te entrego todo el dolor que mis hijos me
han producido por su falta de respeto,
amor, por los desvelos, por no comunicar.PARA RECORDAR
Primeros Auxilios para sanar
las heridas producidas en el
hogar
+ Busca la Palabra de Dios de acuerdo
con tu necesidad y proclamala, persona-
lizdndola. Libro: “Palabra de Dios para
cada una de tus necesidades”. Editorial
AMS.
+ No hagas a tu pareja lo que a ti no te
gusta que te hagan.
+ Aleja de ti todo disgusto, dialoga, conci-
lia.
+ Cuando recibas una herida no la dejes
infectar, de inmediato busca la curacion
ena Palabra de Dios.
+ No acumules motivos de resentimiento.
+ Coloca la otra mejilla: comprende, per-
dona, olvida la falta, alégrate y sonrie.
+ Ten a mano el teléfono de urgencias
para con Dios: la oracién.
«= Acércate a Dios y El se acercard a ti.
Lse
‘Queridos matrimonios: luchen por sus fami-
lias, no permitan que el enemigo de Dios las
destruya.Jest les contests: les aseguro que si
tienen fe y no dudan, no solamente
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