You are on page 1of 4

De las etiquetas

vía dos ejemplos

Sékioz de Niafre

5 de noviembre de 2020

1. Twenty Questions game

Observo al mundo, y en su diferencia, lo nombro —¡lo divido!— en Mineralia y Bio-


ta. Pero al observar más atentamente a la Biota, vuelvo a fragmentar su universalidad
en Cytota (Eukarya y Prokaryota/Monera) y Acytota (virus y priones). Y la pluralidad
del superreino y dominio Eukarya me obliga nuevamente a romperlo, y así sucesiva-
mente.1
Tomando como ejemplo al humano, para especificarlo tengo que seguir bajando por
el reino Animalia, filo Chordata, clase Mammalia, orden Primates, familia Hominidae,
tribu Hominini, género Homo y especie Sapiens, obviando por el camino todos los
supra, super, sub, infra, etc. correspondientes a cada grupo, así como los más contro-
vertidos y subsiguientes variedad, morfo (o forma), cepa, raza, aberración, natio, etc.
aplicados más comúnmente a otras especies.2
De hecho, si llevamos a sus últimas consecuencias esta cadena, el criterio filogenético
debería terminar necesariamente en el individuo, que a su vez debería romperse en
dos direcciones: la cadena de ADN misma que tomamos como referencia (pues nuestro
código genético no es idéntico a lo largo de todas nuestras células),3 y el momento en
el que la analizamos (pues ésta sufre mutaciones en el tiempo).4
Más aún, podríamos extender entonces nuestra pesquisa ya no sólo a la cadena de
ADN en sí, sino a la expresión de sus genes, como remarca la epigenética.
Y llegados aquí, ¿en qué ha quedado ahora, nuestra etiqueta universalizante? ¿En los
pliegues particulares de una parte infinitesimal de un lunar?

1 Aunque siga el orden jerárquico, vale la pena notar que éste no coincide con el orden cronológico del
descubrimiento de dichas distinciones.
2 Cf. Código Internacional de Nomenclatura Zoológica, Código Internacional de Nomenclatura para Al-

gas, Hongos y Plantas, Código Internacional de Nomenclatura para Plantas Cultivadas, etc.
3 Cf. Rohrback et al. Genomic mosaicism in the developing and adult brain 2018.
4 Aunque he de reconocer que los mecanismos de reparación de ADN y apoptosis son más eficientes de

lo que creía.

1
Transición

A pesar de la dramatización, la taxonomía biológica recién expuesta puede describir-


se como a una clasificación ramificante (o con estructura de árbol) en la que hay una
especificidad continua y no contradictoria, y en la que los taxones padres, hermanos e
hijos de un taxón dado, nos permiten ganar un mejor entendimiento de dicho taxón.
Sin embargo, ¿qué ocurre cuando enfrentamos un mismo objeto a múltiples taxono-
mías diferentes a la vez, abandonando la metáfora del árbol por un diagrama de Venn?
(O en términos informáticos, cuando contraponemos la organización de ficheros por
carpetas a los tags)

2. Ortogonalidad

Según Wikipedia, puedo clasificar una pieza de música por:

1. Función: religiosa, profana, dramática (opera, musical, etc.), incidental y cinema-


tográfica.

2. Instrumentación: vocal e instrumental (programática y pura).

3. Género: culta, folk y popular.

4. Sistema tonal: diatónico, cromatismo, pantonalismo, modalismo, atonalismo, do-


decafonismo, politonalidad, polimodalidad, serialismo, etc.

5. Compás...

Ahora bien,

1. las fronteras entre las categorías de cada uno de estos puntos son difusas, como
ponen de manifiesto:
a) la mezcla de géneros en las distintas variedades de música fusión, third
stream, etc.
b) el uso de la voz como instrumento en post-rock, Adiemus projet, etc.

2. y las categorías mismas son confluyentes, como puede verse en:


a) la multitud de géneros en los que Wikipedia sitúa a Aurora Aksnes, Queen,
Dead Can Dance, Björk...
b) el uso de distintos sistemas tonales para representar y diferenciar lo humano
de lo máquina en la BSO de Matrix5

5 Cf. Sideways Decoding the Music of The Matrix 2020-5-31

2
Con respecto a la indefinición de (1), podríamos simplemente añadir puntos interme-
dios a nuestra clasificación original. E.g., añadiendo el third stream como género.
Sin embargo, ¿qué nos impediría entonces hacer un punto intermedio entre cada
uno de los n puntos originales idealmente ortogonales, y después puntos intermedios
entre todos los puntos obtenidos, y así sucesivamente hasta el infinito, obteniendo un
espectro (n − 1)-dimensional?6
Ahora bien, si rellenáramos así todo el espacio, nuestra clasificación ya no abstraería
ni universalizaría nada, sino que sería lo mismo que apuntar con el dedo y decir «eso»,7
o hacer una nube de palabras infinita, o farfullar inconexamente una retahíla de ideas
enredadas confusamente entre sí.
Y esto sin entrar en (2), que nos obliga a considerar todas las posibles combinaciones
(2 a 2, 3 a 3...) de puntos de dicho espectro (en Rm ), que podemos representar con un
diagrama de Venn en el que cada conjunto es un punto del susodicho, llevándonos al
cardinal álef 2 (en tanto que P (Rm )).

En definitiva, a medida que aumentamos la precisión de nuestras clasificaciones uni-


versales originales, de nuestra red de puntos o partición de regiones, éstos quedan tan
entrelazados entre sí, que dejan de ser universales de nada.

Cierre

Esta clase de argumentos me llevó (con el descubrimiento de P. B. Preciado en 2010)8


a rechazar el binarismo de género por el nihilismo de género, que consideré por mucho
tiempo neutral, corrigiendo en el día a día cualquier comentario dirigido a un colectivo
particular (por género, gentilicio, etc.), alegando que dicho comentario probablemente
fuera aplicable a toda la humanidad.
No obstante, con el tiempo,9 me he dado cuenta de que esa es una peligrosa posición a
mantener, pues la mente humana parece incapaz de semejante abstracción, interpretan-
do la ausencia (de género, nacionalidad, etc.) como valor por defecto,10 presuponiendo

6 Si partimos de dos puntos, el sistema evoluciona como 2k y genera un espectro unidimensional. Si


partimos de tres puntos ortogonales (que podemos representar como los vértices de un triángulo), y
consideramos no sólo los puntos intermedios 2 a 2 (lo que nos daría 3 · 2k ), sino también 3 a 3 (i.e., su
centroide) en la primera iteración, y n a n a medida que tengamos más puntos (cuya cantidad depen-
derá de si los puntos originales eran equidistantes o no), la evolución no sólo explota rápidamente,
sino que rellena todo el plano (de hecho, basta añadir el punto central para conseguirlo, ya que todos
los puntos del perímetro del triangulo van a generar rectas que lo corten).
7 Y de ahí la reivindicación por la concreción de la fenomenología existencial en Nietzsche o Bergson.
8 Cf. Sékioz La hiperrealidad del genero (o teoría Queer) 2010-9-7.
9 AVEN Gender Discussion forum, Ash Hardell The ABC’s of gender 2015-3-13, Vi Hart On Gender 2015-6-8,

Epidermis Producciones Degenera2 2017-11-25, Innuendo Studios The Alt-Right Playbook: Mainstreaming
2018-4-4, Ayme Roman Sobre las trampas de la diversidad (breve reflexión) 2019-12-12, etc.
10 Por supuesto, dicho valor va a depender del contexto, pero a fuerza de costumbre, es fácil que al citar

un paper vaya a suponerse implícitamente que lo escribe un hombre, blanco, cis, hetero y americano
(si está en inglés), salvo que haya indicios de lo contrario.
Y aunque esto sea sólo evidencia anecdótica, esa es la experiencia de Vi Hart en el vídeo citado,

3
una sustancia en donde no la hay, y desmantelando la indefinición intencional con una
concreción indeseada.
Cierto es que, a nivel personal, voy a seguir sintiendo las etiquetas como cajas que
constriñen. Pero ya no puedo seguir negando el efecto liberador que pueden tener en
otras personas, su capacidad de unificar en una comunidad —en una identidad— a
aquellos humanos que han sido rechazados o ignorados por el macrorelato, y como el
evitarlas termina invisibilizando esas otras perspectivas.
En definitiva, he de admitir que la agregación y aglomeración de múltiples identida-
des, propia de la interseccionalidad, es una mejor aproximación a la neutralidad y la
universalidad, que no la aparente simplicidad conceptual de la nulidad.

Más aun, hasta podría decir que ciertas expresiones nacidas del lenguaje inclusivo re-
suelven mucho mejor esa tensión entre lo universal y lo particular, al tomar sólo la parte
(o propiedad) de la etiqueta relevante en el discurso de turno. E.g., al discutir los pros
y contras de compresas, tampones y copas, no tiene sentido que me dirija a la totali-
dad de las mujeres (categoría que incluiría prepúberes, menopáusicas, histerectomicas,
etc.), sino sólo a las personas menstruantes.
En este sentido, dicho lenguaje termina resultando particularmente económico (a pe-
sar de las usuales críticas de lo contrario), permitiéndome cribar antes si la fuente será
de mi interés o del de alguien cercano a mí, adquiriendo incluso cierto cariz matemáti-
co, al precisar las premisas exactas que constituyen al sujeto del discurso, como cuando
debilito las hipótesis de un teorema (que es cierto no sólo para los enteros, sino para
todo DFU), o las fortifico para extenderlo (pasando de los DFU a los DPI).

PS. Para una exploración mucho más profunda e interesante de este dilema, cf. Ayme
Roman El problema del sujeto y la agencia: intercambios entre post-estructuralismo y teoría
crítica feminista 2020-7-28.

«There is no such thing as neutrality, only transparency»

Idea Channel Should Journalism Be Objective? Serial: Part 2 2015.

o de Owens en How the exploitation of enslaved women created gynecology w/ Dr. Deirdre Cooper Owens
2020-8-17.

You might also like