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XIX. HISTERIA CATHERINE LIERMIER can de simular todas las patologfas sométicas planteando la pregunta sobre las faneras etre Jo normal y 10 patologicoy la de la diferencia de los sexos, la histeria hha tinta desde la Antigiiedad egipcia. Su territorio ha sido rei- ha hecho correr mucl We ‘jeado a lo largo del tiempo por diferentes poderes: clerical, filos6fico, artistico y médico (Trillat, 1986). XIX.1. HisTORIA, EVOLUCION DE LOS CONCEPTOS Y SITUACION NOSOGRAFICA, XIX.1.1. La terminologia iguo (hystéria) que deriva del sus- riz”, explicando por qué durante te femenina. En espa | siglo xvi proveniente a principios del s La palabra histeria se encuentra en el griego ant tantivo Sorépa (titero). Significa”afeccidn de la mat siglos esta enfermedad fue considerada como exclusivamen iol proviene del francés hystérie, adjetivo que aparecié en cl dela raz latina hystericus. El sustantivo hystérie derivé de ella lov, tn eee mas recientes se vinculan con Ja histeria. a on de personalidad histérica; proviene del latin histrio (mal come- dines cnet farsas bufonescas). y designa la tendencia a las manifesta toca ‘onales espectaculares, lamadas igualmente teatralidad. Los términos niet Y cerned disociativos designan algunas manifestaciones psiquicas de Pus por Ia tear por Pierre Janet, quien introdujo ese término| retomado des- ‘onfundirse con la at fe lengua inglesa. Esta concepcién de la disociacion no debe nia Kamen lizacién francesa de ese término, en relacién con la esquizo- is, 2008) (véase también el capitulo xxi). El término frastornos ‘Somatoy morfos ” See " s todavia mas reciente; asocia una rafz griega (sora: cuerpo) y una toman un cariz soma- término histrionis- ‘iz latin, ic 8 (morfo; ‘eo, sin les ie forma) para designar los trastornos que Biinica. 275 Csvaieauy cul vam: CLINICAY PSICOPATOLOGIA: NEUROSIS 276 XIX.1.2. Historia i revalecis la teoria uterina, bajo el imperio del ima ee espasmos daban a los observadores la impres —— ee elinterioc”, pues el titero era considerado co senate que via dentto del cuerpo de a mujer. BINA tag, Hn de que MO UN “anima| 4 sofocacién uterina [histérica] sdbita [...] sobreviene sobre todo en la: i i ] stibita [.. ol pe A tienen relaciones sexuales, y en las mujeres de una cierta edad més bi ; " nes [...]. La matriz, desecada por la fatiga, se desplaza, dado vacuidad del vientre hace que haya lugar para que se despl ace; habiéndose desplazaé, ‘e lanza hacia el higado, se adhiere a él y se drige a los hipocondtios [. lanzado sobre el higado, , causa una sofocacién stibita que esté en el vientre [Hipécrates, de Littré] S Mujeres quer, que en lar. que esta vacia yes lige: J. Cuando se hs , interceptando la via respirators De las enfermedades de las mujeres, Libro VII, edicin De ahi los tratamientos Por fumigaciones Perfumadas hacia la matriz, oo tancias fétidas por las narinas, con el fin de obligar al titero a regresar a si] Mee (Tiillat, 1986). En la Edad Media, una Proporcién considerable de mujeres cee "i bajo la acusacién de hechicerfa Presentaban probablemente manifestaciones his Salas manifestaciones de una posesién satanica. la sede de una lucha entre quienes BS esis y aquellos que Proponjan una psicogénesis, En esa époc, : Conocemos, se distinguian difcilment tel mérito de haber clasificado y distin Ogi icolégica. Como neurolégicos de los sintomas de naturaleza psicolégica. Co escribe Gladys Swai Charcot estard en el centro de lenaria histeria femenina alam ble. Més allé de ta histeria, se Ake se construys poco cot de una “le observacién, de producir efectos objetivamente descubsriby chet y Swain, 1997) Ja gran transfon nodema histey traté de un poco, fo; sion en la idea”, ya fueran anatémi 4 el paso delat ™aci6n que contemplard el pa ia psi er gener a psiquica, desfeminizada al set 3 nuevo modelo Malizado Pe Lesiones in, tal del funcionamiento me Lado de Ch °F Freud, inspirado por el postulad aprehensi b tuales & s habitual les por los medios hal a La histeria SUScitd Numeros, S38 de Loudo 8 epiclemias: desde aque UN Y las con ee g pose” bi llas, histéricas, de ree bes Lo seen del comenterig geen ard, hast denn e*ciones de histor SSlstia obsenadas eee Saint-Mé ae Tock. En la gpoca de Chateot, hacia finan 8 © ci N Nuestros dfas en los re ta Blo xix, se asistis en Francia? k | cCsvaiedauy cul vam: ‘acia finales del si MISTERIA a inflacién del diagnéstico de histeria, muestr Ilevadas a cabo entonces en la Salpétriére 1997). Ui As tarde naceria en los Estados Unidos una“epidemia’de personvlidalocwdee : lidades multiples que originaron bastantes procesos, en la que la etiologia reconocida para esta sfecctsy eran los abusos sexuales infligidos durante la infarc: ‘a de la intensidad de | las investigaciones (Gauchet y Swain, ron el abandono de esta denominacién a favor de” trastorno di dad”. Trémine (2008) interpreta este fendmeno como un“ la psiquiatria norteamericana tras un largo trabajo de de niélisis”. sociativo de la identi- retorno de lo reprimido en s-sexualizacién del psicoa- XIX.1.3. Situacién nosogrifica Dentro de la nosograffa empirica francesa el término de histeria abarca: a) una orga- nizaci6n psiquica que designa un tipo de personalidad y de modalidades relaciona- les, y b) manifestaciones sintométicas corporales o psiquicas (llamadas, respectiva- mente, episodios de conversién somatica o psiquica) y que simbolizan un conflicto relacionado con la psicosexualidad. En las clasificaciones internacionales, el término de histeria, considerado dema- siado “sexista”, ha desaparecido a favor de un desmembramiento del conjunto en sindromes auténomos. La eleccidn de los términos muestra un retorno a las tesis de Janet en detrimento de las de Freud y Charcot (Chenivesse y De Luca, 2009). Asi, en la cie-10 (décima edicién de la Clasificacién Internacional de Enfermedades) de la Organizacién Mundial de la Salud (oMs, 1992) la histeria forma actualmente parte de: * por un lado, los trastornos disociativos, que corresponden a los trastornos des- ctitos por Janet en su tesis de medicina de 1893, titulada El estado mental de las histéricas. Ahi se encuentran la amnesia, la fuga, el estupor, los estados de trance y de posesién, los trastornos de la motricidad, las convulsiones, la anes- tesia y las alteraciones sensoriales; también ahi se clasifican el sindrome de Ganser y la personalidad multiple; . * por otra parte, los trastornos somatomorfos, donde se encuentran la somatizacién, la hipocondria, las disfunciones neurovegetativas y los sindromes doloros * finalmente, un tipo de personalidad, la personalidad histiénin, ave on ponde a la personalidad histérica dentro de la concepci6n francesa, po z cluye, sin embargo, ciertos rasgos que en la CIE-10 se relacionan mas bien cot la personalidad dependiente. En el psxt-s (quinta edicién del Manual diagnéstico y estadistico de los ie ™entales) de la Asociacién Norteamericana cle Psiquiatria (2013) se encuentra la histe- Csvdileauv cull UdM: 278 CLEINICAY PSICOPATOLOGIA: NEUROSIS ria dentro de dos grupos de trastornos: a)“trastorno: sintomas Somiaticos y ag, - is as ni dos”, que remplaza al término“trastornos somatomorfos”e incluye la conversa On, al igual que la hipocondria como “trastorno: ansiedad de enfermedad” (obs Ge los trastornos somatomorfos incluian también anteriotmente la dsmori clasificada ahora dentro de los trastornos obsesivo-compulsivos), y b) trastong disociativos (amnesia disociativa con o sin fuga disociativa,trastomo disor Ia identidad-—la antigua personalidad miiltiple—, despersonalizacién-desaln, cin), asi como los dos tipos de personalidad (histriénica y dependiente) cits mis arriba. XIX.2. DATOS E INVESTIGACIONES BIOMEDICS XIX.2.1. Incidencia y prevalencia La introduccién a la tercera edicién del psm, en 1980, revolucions los datos epie- miolégicos en el sentido de una redefinicién de los casos. A partir de abi se tan claborado numerosos instrumentos de investigacién diagnéstica (Spiegel, 19. La prevalencia de la personalidad histriGnica se estima en entre 2 y 3% dela poblacién general, y en alrededor de 10% entre los individuos que asisten 2 us consulta de psiquiatrfa. Las mujeres estan mas frecuentemente concernidas que los hombres (siete casos sobre 10); de 5 a 25% de las consultas psiquidtricas en un hes pital general tienen que ver con un trastomo de conversi6n. La prevalencia alo ls) de la vida es de 0.3%. La sex-ratio es de un hombre por cinco mujeres en eladulto# trastorno puede iniciarse en cualquier edad, pero se observa un pico de freee" en el adolescente y en el adulto joven. La personalidad muiltiple y la fuga disoc#* son mucho mas raras. La prevalencia del trastorno doloroso se estima en 9% °° cia en la cuarta 0 quinta década de la vida. La concordancia establecida en® sintomas histéricos y los rasgos histéricos de personalidad no est confirmed” Conversién puede observarse sin personalidad histérica subyacente (Escand® 1) XIX.2.2. Comorbilidades ans Las reaccion i es depresivas son extremadamente frecuentes. Tristeza pasiv® ne? tacion” ma a penne ei einaie ae ean sin verdadero enlentecimiento, manil mica) paige na isqueda afectiva,sentimientos de despersonalis achacada al entomo, la sociedad 6 eh tore se baba (a response Fecuntenee no a sciad oe destna), Estas depresiones $= res: abandono, duclo, Ue = de apoyos exteriores tranquilizadores 0 re" depende de lag renner en aatiR Social 0 moral. La evolucién es muy Vath nstancias exteriores y de las actitudes del entorno- Si! P acion csvaieauy cull Cam HISTERIA de objeto es definitiva, si el entorno es desfalleci cronica, tanto més por cuanto el efecto de los tratami tante 0 pasajero. Ademés de estas manifestaciones depresivas, el abuso del alcohol, d xi cos y de los medicamentos, los trastornos ansiosos, las tentativas ns ‘ ees toxi- cuentes, impulsivas, no premeditadas, en reaccién a una contrariedad, = F a freeuentemente el sentido de una llamada de auxilio) constituyen las principeles comorbilidades. principales XIX.3. LA CLINICA La histeria es un trastorno global del funcionamiento, perturbacién grave sin bases organicas reconocidas, que afectan al sujeto en sus relaciones consigo mismo y con los demas (Quartier, 2005). Hoy en dia los autores estén de acuerdo en distinguir, por una parte, un conjunto de rasgos de personalidad que evocan el diagnéstico, y por otra parte, ciertos sintomas caracteristicos (trastornos de conversién o de disocia- cién). Seguin Israél (1978), sdlo se puede hablar de neurosis clinica cuando los sinto- mas llegan a“estrechar la existencia” del individuo, ya sea por una inhibicién que frena sus acciones y sus propésitos, ya sea, por el contrario, por una ausencia de in- hibicién que favorece los pasajes al acto. XIX.3.1. Los rasgos de personalidad histérica Elhistrionismo (0 teatralidad) es, desde la década de 1960, el rasgo central de las des- Atipciones de la personalidad histérica en Francia. Designa una manera de ser en el mundo que implica un piiblico, un comportamiento de representacion y de brisque- da permanente de la atencidn de los demds: mimica, tono, lenguaje, cuerpo, “ha- Giéndose ver” (Lempériére, 1968). Este comportamiento demostrativo ee sain interlocutory las circunstancias, adoptando los pacientes un discurso diferente S& ine personaje al que creen tratar (plasticidad histérica). Los histéricos quieren 5% Como el otro, ya sea deseable u odioso (Scheaffer, 2006). De esta mani’ PAN” °Piar ala persona que piensa que se interesa en ellos, jmitar su estilo, su ma as en, 2006). El filme Vestir, 4, snicas” descritas por Green, 2 Eee ee Soa atrnaneta de calca del interlocutor hasta 2a a lig de Woody Allen ilustra con humor esta 06), “poniéndose al diapa- © Punto de transformarse en su imagen. Para Green (2000), "PAV Son se borra la alteridad, se prevén los movimientos del otto, y a! as a Hayao ra sent pore aie Se ene ua , 5 ado. a ar lo que se es verdaderamente por miedo de s sain bejo ba on cian resurge a Ja menor oc: fom tM de corta duracién: la dramatizaci6n Fesuge “de un conflicto agudo”. Csvadileauy cull vain: 280 CLINICAY PSICOPATOLOGIA: NE ‘UROS La relacidn con el otro brinda al sujeto histérico ef Sentimienty te um cardcter imperativo, tanto y tan bien que las relaciones se NUMAN con ¢ y enlusiasmo; se desanudan también fécilmente en medio elds cidn, La tuptura de las relaciones remite a los inivios histone, insoportable que los conduce a comprometerse total y frenéticamente ¢ ciones. Es este “estado relacional de unién con el otto lo que cons del histérico, en una btisqueda del amor a través de una btisqueda 2, satisfecha” Jeanneau, 1985). Esta buisqueda afectiva va de la mano con Ja sexualidad, con impotencia, con frigidez, con un desagrado por la so», insatisfacci6n. Segtin Israél (1978), esta dependencia parece tomar « una especie de abdicacidn de la personalidad para confundirse con la del: un medio de conservarlo. Para Jeanneau (1985), la neurosis confirma as un muy natural de evitar la depresi6n al mantener la relacién con el objeto, histérico se repliega hacia esta dependencia al precio de su propia liber Los afectos de los individuos histéricos los sumergen. Son suscepti! bios bruscos e imprevisibles, como los cambios stibitos incesantes de Nas povna en El idiota de Dostoievski. Reaccionan con escandalo, con una ani vidad representativa: “Lo visto designa lo informulable” (Jeanneau, 1 dificultad en distanciarse de sus experienci deo, isp. A dese, En ocasién de las frustracionss decepciones exageran las demostraciones afectivas (Escande, 1996). Para (1985),“no se trata ni de una violencia excesiva en contacto directo con interior del perseguido, ni una exaltacién exultante, ni una discordancia tal, sino més bien una mala regulacién entre lo que se vive y lo que 8° que se acttia y lo que se representa”. La percepcién de lo real de las personas histéricas e Ciones imaginarias. Esta manera de separarse de la realidad en bene tasmas puede conducirlas a perderse en ensofiaciones noveles Poco realistas, en fijaciones amorosas sin esperanza, como Madame roina de Flaubert, que se hunde en las ansias de tna exaltacisn 108 encuentra salida en la muerte. Para Green (2006),“la histérica se 88" Presion personal sobre lo afectivo, lo indecible, clevaluando a lum’ Fepresentaciones, considerdndolas como demasiado abstractas. Ele ne ont ‘ sla compe | el conocimiento intelectual, demasiado frio, duro, alejado de la Ps ais a 7h i en la es Pética, intuitiva, fusional, carnal, en I o- a que las palabras no Het emplearse”, as sricas bo F En la parte opuesta de este brio se encuentran personas histeris emis 2s, inhibidas, que exhiben un infantilismo, una dependencia de S42" rs + aa des nnismo es entonces menos marcado, Inmadurez, pesimis tins YTesgo aumentado de depresién dominan el cuadeo clinico (LEMP, jbl La histeria masculina, considerada menos frecuente que la "4 ys no obstante citada desde la Antigiiedad por Galeno y después PO" cSuaieauy con Cam no, poca es! HISTERIA 281 ceguido por Sydenham, Fue necesario esperar al siglo xXx para su recono- on 1618, Se8U : eient© oficial por Briquet (Trilla, 1986). En esa época Charcot vio que su consulta

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