- Primera lectura: Conclusión del primer concilio del cristianismo.
- “El Espíritu Santo y nosotros” – San Agustín: la caridad es madre de la unidad, mientras que la soberbia engendra división. - Esforzarse por discernir cuál es la voluntad de Dios en comunión. - Ojo con empeñarnos en imponer nuestras ideas. - Discernir lo central de lo no central. - En toda discusión debería triunfar la caridad, centrado en lo import - La alegría como síntoma de una actuación conforme al Espíritu.
- Alegría representada en el salmo: "te daré gracias ante los
pueblos, Señor, tocaré para ti ante las naciones".
- Continúa a profundización de las enseñanzas de días previos.
- Después de “permanecer” avanza a “permanecer en su amor”. - El mandamiento supremo de Cristo consiste en la caridad fraterna. - El amor de los discípulos entre sí es fundamento y condición de la presencia de Jesús. - Llamada a amarnos en la vida en comunidad. - Amor que tiene como modelo a Jesús, que es entrega de la vida, pero que también es relación de intimidad y don gratuito. - A veces, no es fácil el amor fraterno. - “El amor que tiene por motivo a Cristo es firme, inquebrantable e indestructible. Quien así ama, aun cuando tenga que sufrir cuanto se quiera, no dejará nunca de amar si mira el motivo por el que ama.” (San Juan Crisóstomo). - El amor fraterno dará como fruto también el testimonio. - El verdadero amor se sitúa en el orden de la salvación. Ser discípulo de Jesús es don, gracia, elección y certeza de que nuestras peticiones al Padre en nombre de Jesús son escuchadas.