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Cuperosis y Rosacea
Cuperosis y Rosacea
Son factores físicos el contacto con el agua fría, la exposición al calor, los
pequeños golpes y traumatismos en la piel.
Los factores medioambientales son los cambios de temperatura, las lluvias,
el calor intenso, el viento, el frío, etc., pues favorecen la deshidratación
dérmica y producen alteraciones en su vascularización. Podemos
mencionar también el caso de cuperosis producidas por microorganismos
tales como Demodex folliculorum y Helicobacter pylori.
Todas estos estos factores pueden producir una vasodilatación y
vasoconstricción brusca y provocar la aparición de telangiectasias.
Factores internos
Trastornos digestivos ocasionados por una ingestión excesiva de alcohol,
alimentos picantes o irritantes y/o alimentos mal masticados, el
nerviosismo unido al estrés y enfermedades como hipertensión, diabetes y
problemas hepáticos pueden favorecer la aparición de cuperosis.
CARACTERÍSTICAS DE UNA PIEL SENSIBLE
La piel sensible suele presentar una apariencia clara, delicada y
blanca, con una consistencia muy fina. Puede existir sensación de
quemazón, tirantez con propensión a la sequedad, tendencia a
manchas, eritema, prurito y calor, cutis de apariencia frágil,
envejecimiento más rápido, aparición frecuente de cuperosis.
SÍNTOMAS
Los primeros síntomas que podemos encontrar en la cuperosis son el
enrojecimiento y la congestión de la zona media de la cara. Al principio se
manifiesta durante períodos cortos, pero puede llegar a manifestarse de
manera permanente. El siguiente síntoma es una aparición de
telangiectasias de color rojizo o rojo-violáceo.
TIPOS
Cabe diferenciar dos tipos de cuperosis:
Cuperosis rosácea: dilataciones venosas alrededor de la nariz y los
pómulos, que causan un enrojecimiento acelerado que, a su vez,
suele confundirse con acné, pues suelen aparecer pequeños granos
que no producen comedón. Se presenta después de los 25 años
normalmente. También difiere del acné en su origen porque no se
debe a cambios hormonales, sino que se relaciona con el estrés, el
consumo de productos muy calientes e incluso la ingesta de alcohol.
Cuperosis adquirida: está relacionada con factores externos, como
largas exposiciones al sol sin la protección adecuada, o abuso de
lámparas solares. También puede atribuirse al uso de cremas a base
de cortisona (con el objetivo de reducir inflamación de la piel) o de
determinados cosméticos que son agresivos para la piel.
ROSÁCEA
La rosácea, al contrario de la cuperosis, sí es una enfermedad que presenta
las telangiectasias de manera permanente en la piel, se manifiesta con
manchas y pequeños granitos rojos que persisten durante días, además de
generar pústulas, pápulas y granulomas, siguiendo un curso evolutivo
crónico, en el que alternan períodos de empeoramiento y remisión.
También afecta al sistema visual que comprende manifestaciones menores
(frecuentes) y mayores (raras). Las primeras son: calacios, conjuntivitis y
úlceras marginales. Las mayores consisten en infiltraciones nodulares de la
conjuntiva, de los tejidos episclerales y de la córnea. Las alteraciones
corneales son características y las queratitis severas pueden conducir al
serio deterioro de la visión.
Los complementos nutricionales por via oral con activos como el ruscus
pueden reforzar la eficacia del tratamiento tópico.
TRUCOS CASEROS PARA PREVENIR LA
CUPEROSIS
Es importante prevenir que no estallen las venitas para que no se
formen grandes manchas, por tanto, es muy importante evitar los
golpes de sol y de calor.
En la dieta hay que evitar todo lo que pueda provocar calor, como
especias, alimentos demasiado calientes, alcohol, alimentos muy
picantes, etc.
Consumir vitamina C.
Frotar ligeramente la cara con medio limón o con aceite esencial de
limón mañana y noche.
Hervir una lechuga en agua caliente durante 5 minutos. Guardar el
agua resultante en un envase de cristal y aplicar esta loción natural
mañana y noche con un algodón.
Hervir flores de malva en agua durante 5 minutos, filtrar y aplicar
mañana y noche.
Aplicar hielo sobre las zonas enrojecidas, ya que el frío regula el
flujo sanguíneo y después gasas con una loción calmante.
Crema limpiadora: mezclar cuatro cucharadas de harina con medio
vaso de leche caliente, en la que se habrá diluido antes una cucharada
de miel. Agregar una cucharada de aceite de oliva y remover bien.
Aplicarlo como mascarilla, dejar actuar durante 15 minutos. Aclarar
con agua tibia.
Crema natural: licuar un pepino y una taza de leche fresca. Aplicar
con algodón. Dejar actuar unos minutos.
Crema nutritiva: añadir a dos cucharadas soperas de miel unas gotas
de aceite de almendras dulces y una clara de huevo batida a punto de
nieve.
Desmaquillante natural: zumo de naranja.
Tónico natural: limpiar bien la piel y aplicar manzanilla bien fría
sobre el rostro con un pulverizador.
Tónico natural: majar dos albaricoques y añadir leche hasta
conseguir una crema. Extenderla por el rostro y una vez haya
penetrado, retirarla con algodón y agua.
Usar fotoprotección a diario.
ES IMPORTANTE PREVENIR QUE NO ESTALLEN LAS
VENITAS PARA QUE NO SE FORMEN GRANDES MANCHAS,
POR TANTO, ES CLAVE EVITAR LOS GOLPES DE SOL Y DE
CALOR