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3.4. La reaccién frente al subjetivismo y al idealis- ‘mo: Lenin Viadimir Tich "Lenin" (1870-1924) fue Ifder de la revolucién rusa de octubre de 1917, y fundador del partido bolchevique y del Estado soviético, Aunque la mayor parte de la reflexign te6rica de Lenin se centra en los problemas politicos practicos que en buena medida protagoniz6, no dejé de hacer algunas aportaciones filos6- ficas interesantes. Frente al marxismo ortodoxo y determinista de la socialdemocracia europea, Lenin defendi la creatividad politica de individuos y grupos, aunque mds tarde sus tesis acabarfan por convertirse en una nueva "ortodoxia.” Aunque siempre reconocié su escasa preparacién en filosoffa y la utilizacién ocasional de ésta como arma politica, dedicé meses enteros al estudio de la Légica de Hegel en las bibliotecas de Ginebra. En el campo del conocimiento, Lenin se opuso vigo- Tosamente al subjetivismo de los "empiriocriticistas" Avenarius y Mach, muy en boga a prin- Cipios de siglo. Con todo, la "teorfa del reflejo” que les opuso adolece de cierta ingenuidad. ) ‘Mach expresa esta misma idea con més sencillez, sin anificios filosficos" Io que © amamos materia no es mas que una determinada conexién regular de los elementos (de las sensaciones)." Mach cree operar con tal afirmacién una “revolucién radical" en Ia concepcién corriente del mundo. En realidad, esto es idealismo subjetivo viejo, archiviejo, cuya desnudez es tapada por la palabreja “elemento” (..). El lector ve que todos estos razonamientos de los fundadores del empiriocriticismo gravitan entera y exclusivamente en tomo al antiguo problema gnoseolégico de la relacién entre el pensar y el ser, entre la sensacién y lo fisico (...). Todos los fil6sofos citados sustituyen, unos | francamente, otros cautelosamente, la linea filos6fica fundamental del materialismo (del ser al pensar, de la materia a la sensaciGn) por la linea inversa, por la linea del idealismo. Su ne- gaci6n de la materia no es més que la solucién, conocida desde muy antiguo, de los problemas de Ia teorfa del conocimiento en el sentido de la negacién del origen exterior, objetivo, de nuestras sensaciones, de la negacién de la realidad objetiva que corresponde a nuestras sensa- ciones. Y por el contrario, el reconocimiento de la linea filoséfica que niegan los idealistas y Jos subjetivistas, se expresa por estas definiciones: es materia lo que, actuando sobre nuestros 97 Grganos sensoriales, produce la sensaciGn; la materia es la realidad objetiva, que las sensaciones nos transmiten, etc. (..). La materia es una categoria filosfica que sirve para designar la realidad objetiva, que ¢s = dada al hombre en sus sensaciones, que es copiada, fotografiada, reflejada por muestra sensaciones, existiendo independientemente de ellas. (Tomado de Materialismo y empiriocriticismo, 1908.) 3.5. La fenomenologia de Husser! El fil6sofo judio Edmund Husserl (1859-1938), fundador de la fenomenologfa, trat6 en cierto modo de hallar una via intermedia en- tre el realismo y el subjetivismo, Antes de explicar los problemas precipitadamente, instalados en el “mundo objetivo” o en nuestra subjetividad, es menester lograr un acuerdo sobre aquello que quere- ‘mos explicar. Para ello, nada mejor que prescindir de la realidad de los objetos, y también de nuestra propia realidad como conciencia subjetiva, Entonces nos situaremos en un terreno de descripciones puras, que prescinden de la realidad externa o intema de los objetos, y serd posible un acuerdo previo entre los fildsofos. Pero esta via intermedia lo condujo a una nueva forma de subjetivismo al man- tener a la conciencia como el centro de la reflexién filosGfica. Con todo, su gran aportacién fue la idea de una vinculaci6n esencial entre sujeto y objeto: no hay conciencia que no sea conciencia-de algo. Tniciamos nuestras meditaciones como hombres de la vida natural representando, juzgando, sintiendo, queriendo "en actitud natural” (..). Soy consciente de mi mundo, extendido infinita- ‘mente en el espacio y que devicne sin fin y ha venido a ser en el tiempo. Soy consciente de él © quiere decir ante todo: lo encuentro ante mf como existente inmediata ¢ intuitivamente; lo expe rimento. Por la vista, el tacto, el ofdo,etc., en las diversas maneras de la percepcién sensibl. estin las cosas corpéreas, en cualquier distribucién espacial, para mf simplemente ahf; ahi de- ante en sentido literal 0 figurado, les preste yo 0 no especial atencién y me ocupe o no er considerarlas, pensarlas, senttlas, quererlas.(...) Pero nuestras miras van precisamente a descubrir un nuevo dominio cientiico tal, que se 98 deba alcanzar tan s6lo por medio del método de ta puesta entre paréntesis, pero s6lo dentro de tunos estrechos y fijos limites. (...) Ponemos fuera de accién ta tesis inherente a la esencia de la actitud natural, colocamos, de un solo trazo (..) todo este mundo natural que constantemente esté "para nosotros abi,” "de~ lante,” y que continuaré esténdolo como "realidad" de que tenemos conciencia, aunque nos plaz~ ca colocarlo entre paréntesis. Si lo hago asi, como soy muy dueo de hacerlo, no por ello niego este mundo, como si fuera un sofista; no dudo de su existencia, como si fuera un escéptico, sino que practico la ‘puesta entre paréntesis" fenomenol6gica, en sentido estricto, esto es: no acepto al mundo que se me da de continuo como existente a la manera como lo hago en toda la vida natural-prdctica, y como asimismo lo hago directamente en las ciencias positivas: como un mundo que previ mente existe en si... (De las Ideas sobre una fenomenologta pura y un filosofia fenomenoldgica, 1913.) No se puede pasar por alto que la “puesta entre paréntesis" practicada respecto de toda realidad del mundo no altera en éste nada (...). En general, toda vivencia de la conciencia es en sf misma conciencia de esto 0 de lo otro, aunque yo, en cuanto sujeto en actitud fenomenolégi- ca, me abstenga de hacer esta valoracién, como también de todas mis valoraciones naturales, (De las Meditaciones cartesianas, 1931.) 3.6. El pragmatismo de William James James (1842-1910) nacié en Nueva York y es uno de los fil6- sofos norteamericanos més destacados. Su interés primario fue la psicologta, de la que més tarde pasd a la filosoffa. En cierto sen- tido, James fue més el difusor del pragmatismo que su creador, pues el principio fundamental del mismo fue inicialmente formula- do por el también norteamericano Peirce, quien por cierto nunca estuvo muy satisfecho con sus intérpretes. Para James el problema dc la posibilidad del conocimiento se ha de plantear en témminos prdcticos: verdad es simplemente lo que resulta, lo que “funciona,” lo que sale bien. En definitiva, no se puede hablar de una corres- pondencia o adecuaci6n entre el conocimiento y las cosas reales, que nos son inaccesibles te6ricamente. Solo por su utilidad podemos decidimos a aceptar 0 rechazar una determinada tesis, y ésa es toda su "verdad." Una ojeada a la historia de la idea _nos hard ver ain mejor lo que significa el pragmatismo. EI término se deriva de la palabra griega pragma, que quicre decir accién; de ella se derivan nuestras palabras "prictica” y "prictico." Fue introducida en filosofia por Ch. Peirce en 1878. En un articulo titulado How to make our Ideas clear, aparecido en el Popular Science Monthly de enero de dicho ato (...), decia Peirce (después de establecer que nuestras creencias son real- ‘mente reglas para la acciGn) que para desenvolver el significado de un pensamiento sélo necesi- tamos determinar qué conducta serd adecuada para producirlo: tal conducta serd para nosotros su sola significacién; y el hecho tangible, radical, de todas nuestras distinciones mentales, aunque muy sutil, es que no existe ninguna de éstas que no sea otra cosa que una posible diferencia de précticas. Para lograr claridad perfecia en nuestros pensamientos sobre un objeto s6lo ecesitamos, por tanto, considerar qué efectos concebibles de orden prictico puede implicar el objeto; qué sensaciones podemos esperar de él y cudles habremos de preparar. Nuestra con- epcidn de tales efectos, inmediatos 0 remolos, es, pues, para nosowros toda nuestra concepcién lel objeto, en cuanto la concepcidn tenga significacién alguna positiva.” (Tomado de Pragmatismo, 1907.) 3.7. Marx: conocimiento y praxis Karl Heinrich Marx (1818-1883) es uno de los grandes pensado- res contempordineos. Originario de una familia burguesa acomodada (su padre era abogado) se acerca primero a la filosofia critica de la Uamada "izquierda hegeliana” para acabar en una radicalizacién te6. rica creciente, comprometido con el movimiento obrero de la Pri mera Intemacional Socialista. En él confluyeron la filosofia clésic: (Marx conoce bien a Arist6teles y, sobre todo a Hegel, cuyos "can tos de sirena” idealistas nunca lo convencieron profundamente), la economfa politica inglesa (los ensayos de Marx sobre economfa son casi irreprochables desde el punto de vista cientifico) y la uto- pfa revolucionaria de los socialistas franceses (desde Rousseau has- ta, sobre todo, Fourier y Saint-Simon). La filosofia de Marx, a pesar de lo que han hecho con ella algunos de sus seguidores, quiso ser abierta y critica, no un sistema cerrado de dogmas indubitables. Son sintomaticas en este sentido sus palabras a Paul Lafargue: "lo que hay de cierto es que yo no soy marxista.” Los textos que presentamos muestran el intento de Marx de superar el subjetivismo desde la perspectiva de una filosofia de la praxis. 100 Un ser no-objetivo es un no-ser. Supongamos un ser que no es objeto en si mismo ni tiene un objeto. En primer lugar, un ser semejante seria el tinico ser; ningtin otro ser existiria fuera de él mismo y estaria solitario y solo. Porque tan pronto como existen objetos fuera de mi, tan pronto como no esto y solo, soy otro, otra realidad respecto al objeto que esté fuera de mi. (..). Suponer un ser que no sea objeto de otro ser, seria suponer que no existe ningiin ser ob- ). Pero un ser no-objetivo es un ser irreal, no sensible, solamente pensado; es decir, un ser tinicamente imaginado, una abstraccién. Ser sensible, es decir, real, es ser un objeto de los sentidos 0 un objeto sensible, y equivale a tener objetos sensibles fuera de uno mismo, objetos de las propias sensaciones. (Tomado de los Manuscritos de 1844.) Feuerbach, no contento con el pensamiento abstracto, apela a la contemplacién sensorial; ero no concibe la sensoriedad como una actividad préctica, como actividad sensorial humana, El problema de si el pensamiento humano puede llegar a una verdad objetiva no es un pro- blema teérico, sino un problema préctico. Es en la préctica donde el hombre tiene que de- mostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderfo, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento aislado de la prictica es un problema puramente scoléstico. (De las Tesis sobre Feuerbach, 1845.) Los hombres son los productores de sus representaciones, de sus ideas, ete., pero los hom- bres reales y actuantes, tal y como se hallan condicionados por un determinado desarrollo de sus fuerzas productivas y por el intercambio que a él corresponde, hasta llegar a sus forma- ciones mas amplias. La conciencia no puede ser nunca otra cosa que el ser consciente, y el ser de los hombres es su proceso de vida real. Totalmente al contrario de 1o que ocurre en la " filosoffa alemana, que desciende del cielo sobre la tierra, aquf se asciende de la tierra al cielo. La ‘moral, la religidn, la metafisica y cualquier otra ideologia y las formas de conciencia que a ella corresponden pierden, asf. 1a apariencia de su propia sustantividad. Desde el primer punto de vista, se parte de la conciencia como individuo viviente; desde el segundo punto de vista, que es el que corresponde a la vida real, se parte del mismo individuo real viviente y se considera la conciencia solamente como su conciencia. (De la Ideologia alemana, 1845-1846, escrita en colaboracién con F. Engels.)

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