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Técnicas de control de la activacién: relajacion y respiracién FRANCISCO J. LABRADOR ENCINAS MARIA LUISA DE LA PUENTE MUNOZ MARIA CRESPO LOPEZ Universidad Complutense de Madrid . Introduccion Habitualmente se considera técnica de relajacién a cualquier procedimiento cuyo ajetivo es ensefiar a una persona a controlar su propio nivel de activacién sin ayuda > recursos externos. Los procedimientos de control de la activacién ticnen una larga historia. Lichens- in (1988) sefiala que las bases de las modernas técnicas de relajacion descansan cn s procedimientos de meditavién de las religiones orientales, utilizados para conse- 1ir un triple objetivo: a) contemplacién y sabiduria; b) estados de conciencia altera- 98 y ¢) relajacién. Pero aunque hay evicencia de la existencia de procedimientos tales de relajacién desde casi los origencs del hinduismo en la India, hace mas de 000 afios, las técnicas de relajacion mas utilizadas en el dmbito de la modificacién conducta, relajacién progresiva y entrenamiento aut6geno, tienen apenas una his- ria de sesenta aftos, cuando apateven las dos obras fundamentales, Progressive Re- xation (Jacobson, 1929) y as Autogene Training (Schultz, 1932). EI interés por estos procedimientos sc ha disparado en los iiltimos afios debido gran parte a la importancia que se otorga en la actualidad a la «tensidm o «acti- cidn» en el desarrollo de desequilibrios, trastornos 0 simplemente malestar por- nal, que a su vez repercute en miltiples aspectos, desde el rendimiento laboral estado de animo y sensacién de bienestat, ete. Incialmente este reciente interés wr técnicas de control de la activacién surgié en el ambite clinico, considerandose la lajacién un procedimiento adecuado en problemas de ansicdad, insomnio, dis- nciones sexuales, etc., bien utilizada como técnica aislada bien como parte de otras snicas, por ejemplo en la desensibilizacion sistematica (Wolpe, 1958). La utili- cidn de la relajacién se basaba en considerarla una respuesta incompatible 0 anta- rnica con los efectos fisiologicos producides por Ia ansiedad y la activacion man- aida. Posteriormente este interés ha superado el marco clinico, Hegando al piiblice en neral, considerandose la relajacién mas un procedimiento preventivo o de mejora la calidad de vida que terapéutico. El auge de los cursos, libros, manuales, cintas abadas y aparatos para ayndar a conseguir la relajacién de una forma u otra ha ido un gran incremento en los tltimos afios. Disponer de algtin métodode relaja- diciones Pirémide 368 Manual de técnicas de modificacién y terapia de conducta cién parece una ayuda importante para prevenir trastornos, afrontar con eficacia las demandas cotidianas y, en general, mejorar la propia calidad de vida, Una consideracién més, las técnicas de relajacién mas utilizadas en la actuali- dad, aunque se derivan de las de Jacobson (1929) y Schultz (1932), consisten en procedimientos abreviados de estas que permiten un rapido aprendizaje y su inme- diato uso. 2. Posibilidades de control de la activacion La tensidn o activacién, en especial la activacién emocional, puede estar produ- cida por aspectos muy variados, como pensamientos («tengo que enfrentarme a una reunién conflictivay), condiciones externas ( humos, ruidos, calor, ete.), 0 incluso las propias actuaciones 0 conductas (no he respetado un stop y he estado a punto de provocar un accidente), Es més, esta tensién puede provenir no sélo de eventos aislados, sino de eventos mantenidos o situaciones que se repiten siste- maticamente (malestar en el trabajo, discusiones constantes con la pareja) (véase la figura 13.1). Sensacion | | Pensamientos | ——) wemsion |] Tensién, Mantenimiento Actuaciones Activacion ° fisiolégica aumento Deterioro actuacion Situaciones — | | Posibles | UL trastornos, | | psicofisiolégicos Ud Figura 13.1.—Aspectos implicados en el desarrollo de la activacién y sus efectos (Labrador, 1992), Frente a los efectos que la tensién y/o activacion reiterada 0 mantenida pueden producir (Labrador, 1992), repetidas veces se ha constatado que la relajacién produce efectos contrarios (Lehrer et al., 1983). Entre éstos, los mas estudiados han sido los cambios psicofisiolégicos, destacndose los siguientes: — Disminucién de la tension muscular ténica. — Disminucién de la frecuencia e intensidad del ritmo cardiaco. © Ediciones Pirimide Técnicas de control de la activaci6n: relajacién y respiracion 369 — Aumento de la vasodilatacién arterial con el consiguiente incremento en el tiego periférico y en la oxigenacion celular. — Cambios en la respiracién con una disminucién en la frecuencia, asi como un aumento en la intensidad y en la regularidad del ritmo inspiratorio-expi- ratorio. — Disminucién de la actividad simpatica general. — Disminucién en los niveles de secreeién de adrenalina, y noradrenalina por las glandulas suprarrenales. isminucidn del consumo de oxigeno y eliminacién de CO, sin cambios en el cociente respiratorio. — Reduccién en el nivel de acido lactico en la sangre arterial, Pero no solo se han de sefialar cambios especificos, también es de considerar los cambios generales inducidos en el organismo, como la disminucién en el metabolis- mo basal, disminuicién de los indices de colesterol y cidos grasos en plasma, incre- mento del nivel de leucocitos con mejora en el funcionamiento del sistema inmunolé- ico, incremento en los ritmos alfa y en los ritmos theta cerebrales, etc. Alternativamente, los informes subjetivos de las personas en estado de relajacion sefialan cambios per- cibidos en los niveles de tensién y ansiedad, destacdndose una sensacion especial de confort y tranquilidad, aspecto que probablemente sea el mas rapida y facilmente perceptible y sin duda uno de los mas importantes (Davidson y Schwartz, 1976; Le- hrer y Woolfolk, 1985; Peveler y Johston, 1986). Es decir, se produce un cambio general en el organismo, con consecuencias tanto mas importantes cuanto més siste- maticamente haya sido la utilizacién de la relajacién. De acuerdo con el esquema representado en la figura 13.1, puede controlarse la tensién bien dirigiéndose a modificar directamente la activacién fisiolégica inicial y/o su mantenimiento, bien modificando los efectos que los pensamientos, situacio- nes, conductas, etc., tienen sobre ella, En ambos niveles de accién se pueden conse- guit importantes resultados: en el primer caso porque se controla directamente la propia activacién del organismo, en el segundo porque se reducen los agentes que instigan su aparicién. No es posible sefialar cual es el mejor nivel de accién, pues no deben verse las dos posibilidades de actuacién sefialadas como soluciones alternati- vas sino complementarias. Mecanismos fisiolégicos de la relajacién La relajacién puede considerarse como un estado psicolégico de hipoactivacién facilitado por diversos procedimientos o técnicas. Para entender sus efectos sobre el organismo es necesario considerar las cstructuras de éste mas directamente impli- cadas en los procesos de activacién y desactivacién, en especial activacion y des- activacién asociadas a estados y respuestas emocionales y més en conercto a an- siedad Hay acuerdo en destacar como determinante, en el desarrollo y control de la activacién emocional, la actuacién del sistema limbico (SL), pues por un lado actiia © Ediciones Pirémide 370 Manual de técnicas de modificacién y terapia de conducta integrando las sefiales provenientes de la estimulacién interna y externa, y por otro interviene en el control de la activacién cortical de corte emocional y en el desarro- lo, mediado hipotalamicamente, de los procesos psicosomaticos (Nauta, 1979; Nau- tay Domesick, 1982), EI SL por un lado recibe las aferencias sensoriales externas e internas, que pue- den ser integradas y procesadas por diversas estructuras limbicas, como la amigdala, hipocampo o girus cinguli, en su camino ascendente a centros superiores, pudiendo incrementar 0 disminuir sus proyecciones hacia centros superiores. Estas proyeccio- nes deben influir sobre los procesos neocorticales, hipotalamicos, neuroendocrinos y endocrinos, Son de destacar, por un lado, las proyecciones del SL. al sistema activador reticu- lar ascendente (SARA), responsables en gran parte de la activacién inespecitica del cerebro. Por otro, las proyecciones al locus cenilero (LC), estructura responsable del 50-70 por 100 de la noradrenalina cerebral (Redmon, 1979), pues su actividad esté asociada a sentimientos de preocupacién, amenaza y conductas de escape. Las conexiones reciprocas entre el LC con la corteza prefrontal y el SL sugieren que la actividad cognitiva, afectiva y la actividad del LC estan intimamente interconectadas (Gellhorn, 1967), y la actuacién conjunta de estas estructuras parece jugar un papel de primera importancia en el desarrollo de trastornos emocionales y psicofisiolégicos (Doane, 1986; Post, 1986). Entre ellos problemas de ansiedad (Gorman et al., 1985), trastornos afectivos primarios y secundarios (Post, 1985), reacciones postraumaticas, trastornos adictivos, sindromes de abstinencia, psicosis funcionales y un largo eteéte- a (Post y Ballenger, 1981). A partir de estos datos se apunta, como mecanismo sub- yaciente a muchos trastornos psiquitricos y psicofisiolégicos, una especial hipersen- sibilidad a la estimulacién, basada en la actuacién del SL, y una propensidn para mantener de forma sostenida niveles elevados de activacién. La importancia del SL en ambos es evidente. Las aferencias provenientes de los miisculos estriados ascienden a través de los cordones posteriores de la médula y alcanzan la formacién reticular con proyecciones sobre Ja corteza y el SL. A su vez, el SL proyecta sus descargas a los misculos estriados a través de las vias piramidal y extrapiramidal. Por otro lado, desde los centros neocorticales Ilegan proyecciones al SL y al LC, mientras que desde el SL se envian a su vez sefiales a las zonas neocorticales. Parece pues que tanto las aferencias sensoriales (en especial las provenientes de los misculos), como las neocorticales pueden colaborar al mantenimiento de la activacién del SL y, en consecuencia, al mantenimiento de la activacién simpitica (tono ergotréfico), destancdndose el papel del hipotélamo. Es mas, Gellhorn (1964) ha identificado las conexiones neocortica- les, hipotalamo y sistema somético (muscular), que utilizan al hipotélamo como un centro para las proyecciones aferentes hacia el neocértex y musculatura estriada, asi como un blanco de los impulsos eferentes neocorticales, propioceptivos, interocepti- vos y del tronco cerebral. Esta configuracién establecé un posible mecanismo funcio- nal que permite el automantenimiento de la activacién afectiva y ergotrofica. Este mecanismo puede jugar un papel fundamental en las respuestas de activacion emo- cional y en los problemas de ansiedad crdnica y trastornos de activacién asociada al estrés. Es evidente cl papel que puede jugar un incremento o mantenimiento de la © Béiciones Pirémide Técnicas de control de la activacion: relajacién y respiracion 37 tensién muscular en el desarrollo de activacién limbica, neocortical y autondmica, asi como los efectos contrarios que puede producit un procedimiento que se dirija a modificar directamente las seiiales provenientes del sistema muscular, 0 los procedi- mientos de meditacién o control mental dirigidos a modificar las sefiales provenien- tes de estructuras neocorticales. Si la respuesta de ansiedad y en general de activacién o tensién emocional puede verse facilitada, tal como sehala Everly (1989) por: a) aumentos en ta actividad de tas catecolaminas (en especial adrenalina); h) incremento en la actividad muscular, y ¢) excitacién cognitiva repetida, la intervencién terapéutica es evidente que puede diigitse a estos tres objetivos Se supone que las técnicas de relajacion producen sus efectos como resultado de una disminucién del tono ergotréfico del hipotélamo (disminucién de Ia activaci6n simpatica) (Gellhor y Kiely, 1972), lo que conlleva una disminucién de las descar- gas hipotélamo-corticales, por lo que se ha considerado fa fisiologia de ta relajacioa como una fisiologia de hipoactivacién. No obstante, de acuerdo con lo ya expuesto, Everly (1989) propone una reinterpretacién de la fisiologia de Ia relajacién, sefialan- do que consiste en una «desensibilizacion» del SL o de sus eferentes simpaticos. Esta desensibilizacion del SL puede conseguirse bien mediante una reduccién de ta acti- vacién propioceptiva muscular, bien mediante una reduccién de la activacién cogni- tiva, en especial la mas directamente ligada a estados y respuestas emocionales (ru- miacién, distorsiones cogaitivas, ete.) En resumen, las posibilidades de alterar estados indeseables de activacién, en especial activacién emocional, son muy variadas; logico es que se hayan desarrollado procedimientos o téenieas de relajacion muy dispares en funcién de cual ha sido la via pot la que principalmente se ha tratado de conseguir este efecto. Es muy probable que los efectos de las diferentes técnicas no sean similares en todos los casos, pues su eficacia dependera del factor mas directamente implicado en el desarrollo de res- puestas de activacién emocional. $i son factores cognitivas, técnicas directamente dirigidas a controlar éstos, 0 téenicas ditigidas a controlar los componentes fisioldgi- cos si éstos son los més importantes. Pero dado que hay una constante interaceién e integracién entre los distintos niveles, es ldgico esperar también que, sca cual sea el componente al que mais directamente se dirigen las técnicas de relajacién, resulten, todos ellos afectados y se produzca un efecta general de desactivacién 0, segin la propuesta de Everly, desensibilizacion limbica. Por otro lado, tampoco hay que olvidar que las diferentes técnicas, ademds de sus factores especificos, suelen incluir muchos factores comunes, por lo que es previsible que sus mecanismes de actuacién en muchos casos scan bastante similares, A modo de resumen se incluyen las principales variables implicadas en los efectos de tos distintos procedimientos de relajacién, tal como Jo presentan Carnwarth y Miller (1989) (véase tabla 13.1), > Baiciones Pirimide 372 Manual de técnicas de modificacién y terapia de conducta TABLA 13.1 Principales variables implicadas en la eficacia de los procedimientos de relajacién (Carnwarth y Miller, 1989, pag. 89) 1. Instrucciones administradas por el terapeuta: — Respondiendo a demandas individuales, — Dando animos Modelando eficazmente. 2. Elevada motivacién y compromiso por parte del cliente: — Practica intensa en casa (o en el medio habitual). — Generacién de expectativas de mejoria. — Aumento de la autonomia del cliente. Sesiones de practicas frecuentes y regulares. Un ambiente de calma, Una actitud pasiva, receptiva. Limitacién de la atencién sensorial. Limitaci6n de la actividad corporal. Proporcionar instrucciones sencillas y monétonas. Reduccién de la tensién muscular. Aumento de la conciencia corporal. Sugetir la relacién corporal y cognitiva. ES eer ausy 4. Relajacién progresiva o diferencial 4.1. Consideraciones ba: Este procedimiento de relajacién, inicialmente desarrollado por Jacobson (1929), intenta enseitar al sujeto a relajarse por medio de ejercicios en los que tense y relaje de forma alternativa sus distintos grupos musculares. El objetivo es conseguir que la persona aprenda a identificar las sefiales fisiolégicas provenientes de sus musculos cuando estén en tension y, posteriormente, cuando las identifique ponga en marcha las habilidades aprendidas para reducitlas (se relaje). De esta forma podra modificar bien la tensién general de su organismo (todo él), bien la de una parte especifica (por ejemplo la frente, o el cuello, etc.). La forma de conseguirlo es similar a la forma en que se intenta conseguir cualquier otra habilidad o destreza, a través de ensayos con- tinuados en los que el sujeto aprenda a percibir las sensaciones de tension y disten- sién que provienen de sus misculos y cémo éstas se modifican al realizar los ejerci- cios correspondientes, El procedimiento desarrollado por Jacobson requiere un amplio periodo de tiem- po para aprender a relajarse. Posteriormente, diversos autores (Wolpe, 1958; Berns- tein y Borkovec, 1973; Lehrer, Woolfolk y Goldman, 1986; Lichstein, 1988; Labra- dor, 1992) han modificado el procedimiento recortando su duracién de forma importante, © Biiciones Pirémide Técnicas de control de la activacién: relajacion y respiracin 373 siendo estos programas de entrenamiento reducidos los mas utilizados en la actuali- dad y a los que se dirigira la presente exposicion. 4.2, Forma de proceder 4.2.1. Indicaciones iniciales Se debe comenzar la relajacién haciendo las siguientes consideraciones al cliente: a) La relajacién, lo mismo que cualquier habilidad, se aprende de forma progre- siva, en funcién de la cantidad de tiempo que se dedique a practicar y la cali- dad de ésta 4) Para conseguir relajarse es necesario desarrollar un abandono «activo». Es decir, dejarse llevar 0 abandonarse al proceso, permitiendo el desarrollo de sensaciones corporales (por ejemplo, sensacién de cosquilleo, flotar ligera- mente, etc.), que sefialan que se esta produciendo la relajaci6n, sin temor. c) No debe tener miedo a perder el control de si mismo ni a que vaya a hacer algo en contra de su voluntad, FE! método se basa en ir recorriendo voluntaria y conscientemente las distintas partes de su cuerpo. Eso si, en los primeros mo- mentos el entrenador le indicara qué hacer y en qué tipo de sensaciones debe fijarse, pero serd usted quien conserve el control en todo momento. d) Resaltar el valor «activo» de la relajacién, pero eso no implica esfuerzo sino todo lo contrario, aflojarse, abandonarse, lo mismo que sucede cuando se trata de flotar en el agua e) El objetivo no es conseguir grandes ganancias sino ir avanzando de forma progresiva, mejorando la habilidad paso a paso. J) Debe concentrarse en las instrucciones y en las sensa en su organismo, no en cémo lo esta haciendo. g) Pata poder atender mejor a las sensaciones corporales es conveniente adoptar una postura cémoda y reducir los estimulos que puedan distracr 0 molestar (ruidos, luces, ropas apretadas, etc.) ‘h) Por la misma raz6n es conveniente que tenga los ojos cerrados a fin de que no Ie distraigan los estimulos externos. ‘jones que experimente 4.2.2. Condiciones para comenzar en entrenamiento en relajacion a) En las primeras sesiones de entrenamiento, el ambiente debe ser tranquilo, libre de distracciones, con una temperatura confortable y, si se considera oportuno, una iluminacién tenue. 4) Es importante no usar ropa, calzado u otros objetos (gafas, etc.) que opriman © molesten a fin de que no dificulten el centrar la atencién en las sefiales del pro- pio organismo. Lo ideal es utilizar ropas amplias y cénfodas. En cualquier caso, insistit en que se aflojen cinturones, cordones de zapatos, se quite las gafas, etc, sin ningin tipo de inhibicién, pues es determinante poder identificar las sensaciones © Ediciones Pirémide 374 Manual de técnicas de modificacién y terapla de conducta corporales sin que los estimulos producidos por estos objetos alteren o dificulte= percepcién. c) Si el cliente usa lentes de contacto, es preferible quitdrselas, pues pueden cultar el mantener los ojos cerrados. d) Postura: durante la fase incial de entrenamiento es mejor que se adopter 2+ posturas que mas favorecen su desarrollo, la de «tumbado» 0 «sentado ~ La postura de tumbado debe llevarse a cabo sobre una superficie dura e= que se apoye completamente el cuerpo, de forma que ningiin misculo te=z que trabajar para sostenerlo, y con una ligera elevacin para apoyo de cabeza (unos 5 cm), a fin de que no quede en tensién el cuello. Los braz: pueden quedar o bien apoyados sobre el propio cuerpo, con las muiiecas en zona superior y anterior de los muslos, 0 bien yacer a los lados. — En la postura de sentado lo mas adecuado es utilizar un sillén envolvente recoja bien el tronco y permita ademés apoyar la cabeza y si es posible los pies (en caso contrario, éstos deberan poder apoyarse en el suelo sin esfuerz y sin cruzar las piernas). Los brazos pueden apoyarse en los del sillén o sobr: la parte superior de los muslos del propio sujeto con las palmas de la man: hacia abajo (esto tltimo sucle ser preferible). — La posicion de «cochero», que puede llevarse a cabo en una silla 0 banco sir respaldo, consiste en una postura de sentado con el cuerpo inclinado haciz adelante de forma que los antebrazos se apoyen sobre los muslos algo separe- dos y mantengan el peso del tronco. La cabeza cae sobre el pecho. Sdlo debe usarse en casos excepcionales, cuando no sea posible utilizar ninguna de las dos anteriores. e) Las instrucciones deben darse con voz pausada, relativamente monétuna y con escaso volumen. No debe haber cambios ni en la intensidad ni en la modulacién a fin de no distraer al cliente. J) Al dar las instrucciones es conveniente indicar primero de forma detallada qué debera hacerse y luego sefialar el momento en que ha de comenzar a hacerlo (por ejemplo, «Cuando yo se lo indique debe tensar los miisculos de las mejillas, para ello ha de tirar de las comisuras de los labios hacia arriba y hacia atris, como en una sonrisa forzada». «Lleve a cabo ahora el ejercicio»). 4.3. Programa de relajacion El programa de relajacién propuesto consta de una serie de ejercicios que co- mienzan con el recorrido pormenorizado de todos los grupos musculares hasta llegar a una relajacién mediante recorrido mental de las distintas zonas del cuerpo. En conereto, se propone un plan de entrenamiento en relajacién en seis sesiones de una hora, dividido en cuatro parte: © Ediciones Pirimmide Técnicas de control de ta activacidn: relajacién y respitacion 375 1. Recorrido pormenorizado de todos los grupos museulates con ejercicios de tensién-relajacion Recorrido abreviado, juntando los distintos grupos musculares en ocho ejer~ cicios, con ejercicios de tensidn-relajacion, y recorrido mental 3. Recorsido de grandes partes, juntando los distintos grupos musculares en cuatro ejercicios, con ejescicias de tensién-relajacién, y recorrido mental. 4. Ejetcicios de generalizacién y relajacion diferencial. Su organizacién por sesiones es la siguiente: . parte | (brazos y cara). parte | (cuello, tronco y piernas). Sesién 3.4... parte 2 (dos recorrides con tensién-relajacion). Sesion 4.%...... parte 2 (un recorrido tensién-relajacion). parte 2 (un recorrido mental) parte 3 (un recorrido tensidn-relax). Sesidn 53... parte 2 (un recorrido mental). parte 3 (un recorrido tensién-relajacién). parte 3 (dos recorridos mentales). parte 4 Sesién 6.* 4.3.1. Parte primera implica ef recorrido pormenorizado de todos los grupos musculares con ejercicios de tension y relajacién. El objetivo es conseguir identificar las diferencias entre sen- saciones dé tensién y relajacion en cada una de Jas partes de] cuerpo. Para su desarro- Mo se divide este recorride en cinco partes: relajacion de los brazos, cara, cuello, tronco y piersas. En la primera sesién, tras Jas consideraciones iniciales, se procede a llevar a cabo, de forma eminentemente demostrativa, 1a relajacion del braze domi- ante. Completada ésta y tras abordar su desarrollo y posibles dificultades, se proce- de a realizar la relajacion de Ia cara. En la segunda sesion se completa el recorrido con a relajacién del cuello, tronco y piernas. El tiempo de duracién para cada wna de las partes ascila entre 15-20 minutos, a excepcién de la relajacién del cuello, mucho mas breve En las tablas 13.2 a 13.6 se expone a cominuacién en forma de resumen las instruceiones para la relajacién de cada una de las zonas indicadas. En la ta- bla 13.7 se ineluyen las instrucciones pormenorizadas del inicio de la relajacién del brazo. Consideraciones sobre los ejercicios: cada ejercicio debe hacerse 2 6 3 veces seguidas, alternando los periodos de tensidn (variables segin cada persona, pero como valor indicative pueden sefialarse diez segundos), con periodos de relajacién (por lo menas tres veces mas largos que los de tensién). © Bicones Pirkmide 376 Manual de técnicas de moaiticacién y terapia de conducta TABLA 13.2 \quema de los ejercicios para relajar el brazo dominante + Apretar fuertemente el puito... abrir fa mano. + Doblar le mano por la muiieca echando hac inicial. + Doblar la mano por la mufieca echando hacia adelante el pufio... volver a posici. inicial + Tensar el antebrazo identificando {a tensién en la zona superior... aflojar el ai brazo. + Tensar el antebrazo ident brazo * Doblar el brazo por el codo tensando los miisculos del biceps... aflojar el brazo que vuelve a descansar a la posicién inicial * Doblado el brazo por el codo tratar de hacer fuerza, como para bajar el brazo, a fin de que se tense el triceps (los musculos de la parte posterior del brazo)... aflojar el braze para que vuelva a ta posicién de reposo. + Estirar hacia adelante y hacia arriba el brazo extendido a fin de tensar el hombro. aflojar el brazo para que vuelva a la posicién de reposo. atrés el puii volver a posic::> “ando la tensién en la zona inferior... aflojar el ant TABLA 13.3 Esquema de los ejercicios para relajar la cara + Tensar la frente levantando las cejas... dejar caer las cejas. + Tensar Ia frente frunciendo el entrecejo (tratando de aproximar las cejas)... dejar caer las cejas hacia los lados y hacia abajo. + Apretar fuertemente los parpados... dejar que el pirpado superior caiga suavemente sobre el inferior. + Girar los globos oculares, sin abrir los parpados, hacia la derecha (pausa), la izquier- da (pausa), arriba (pausa), abajo... dejar que los globos oculares caigan suavemente hacia abajo. + Tensar las mejillas estirando hacia atris y hacia arriba las comisuras de los labios.. dejar que los labios vuelvan a su posicién de reposo. + Juntar los labios y apretados fuertemente dirigirlos hacia afuera de la boca... dejar que los labios vuelvan a su posicién de reposo. + Juntar los labios y apretados fuertemente dirigirlos hacia adentro de la boca... dejar que los labios vuelvan a su posicién de reposo + Presionar con la lengua el paladar superior... dejar que la lengua descanse en el pala- dar inferior. + Apretar fuertemente las mandibulas... dejar que las mandibula inferior caiga (permi- tiendo que los labios queden separados), © Ediciones Pirtmide Técnicas de control dela activacién: relajaci6n y respiracion 377 TABLA 13.4 Esquema de los ejercicios para relajar el cuello + jnclinar ta cabera hacia la derectta haciendo que la oreja se acerque al hombro volver la cabeza a la posicién de reposo. «+ Inclinar la cabeza hacia la izquierda haciendo que ta oreja se averque al hombre... volver {a cabeza a la posicién de reposo “Tnclinar la cabeza hacia atrés haciendo que Ia nuca se aproxime a la espalda... volver Ia cabeza a la posicidn de reposo. sinclinar Ia cabeza hacia adelante haciendo que la barbilla se apoye en el pecho. volver la cabeza a la posicién de reposo. TABLA 13.5 Esquema de los ejercicios para la relajaci6n del tronco + Levantar ambos hombros tratando de aproximarlos a las orejas (como cuando uno se wencage de hombcos»)... dejar que tos hombros vaigan hacia abajo (1). + Echar los hombros hacia atrés como si fueran a juntarse por dettas de fa espalda. dejar que fos hombros caigan hacia adelante y hacia abajo (1). + Sacar el pecho hacia adelante... volver a posicién de reposo (1). «+ Curvar la parte superior de la espalda tratando de juntar los codes pot deteés... volver a posicién de reposo (1) + Tensar la parte anterior del tronco y diafragmta sacando el estémago hacia afuera lo ‘mas posible... volver a situacin de reposo (1). «Tensat la parte anterior del tronco y diafragma metiendo el estémago Jo més po- sible... volver a situacién de reposo (1). «+ Tengar la parte inferior del tronco haciendo que ef vienire salga hacia afuers lo mas posible... valver a la situacién de reposo. « Tensar la parte inferior de la espalda arquedndola apoyandose en los gliiteos y en los hombros... volver a situaciOn de reposo. Nota; Bn los ejercicios del tronco, en especial los que tienen la marca (1), es conveniente insistir en todos los casos en los efectos que cada ejercicio tiene sobre ta respiracién y como al relajar tos rmisculos ésta se vuelve més ficil y agradable. Es importante que los sujetos asocien las sensaciones de la respiracion con los cambios en sus respnestas musculares. Es conveniente que se dedique algin tiempo a que eb cliente visualice la respiracion, como el aire entra por las fosas nasales, pasa por la triquea, llega a los pulmones.... a todo el cuerpo, tratando de vivirla como una agra- dable sensacion de freseor © Eiiciones Pirimide 378 Manual de técnicas de modificacién y terapia de conducta TABLA 13.6 Esquema de los ejercicios para la relajacién de las piernas + Tensar los gliteos apretindolos como si se tratara de levantarse apoyandose en ellos. Ucjar que caiga el cuerpo apoydndose de forma mas completa sobre la superficie ¢ reposo. + Tensar los misculos de la parte anterior de los muslos... dejar que caigan los muslos sin hacer ningiin esfuerzo. + Tensar los musculos de la parte posterior de los muslos tratando de flexionar las rodillas... dejar que los muslos caigan sobre la superficie de apoyo. + Tensar la parte anterior de las pantorrillas doblando los pies de forma que la punta se aproxime a las rodillas.... volver a dejar caer los pies. * Tensar la parte posterior de las pantorrillas doblando los pies de forma que las puntas se alejen de las rodillas... volver a dejar caer los pies * Tensar los pies doblando los dedos hacia adelante... dejar caer los dedos volviendo a la posieién de reposo. | TABLA 13.7 jemplo del modo de proceder en los primeros momentos del entrenamiento en relajacién del brazo dominante Vamos a comenzar el entrenamiento en relajacién. Primero trabajaremos con ef brazo derecho para hacer una demostracién de hasta qué punto es capaz de conseguir relajarse. Es importante ¢ interesante adoptar una postura lo mas cémoda posible, ce- rrar los ojos y tratar de desconectar de todas las posibles preocupaciones cotidianas. Para ello puede ser util centrar la atencién unos momentos en una escena agradable, por ejemplo imaginarse tumbado en Ia playa al sol... Ahora vamos a hacer un recorrido mental por todo el cuerpo, tratanto de sintonizar con una sensacién de calma y de tranquilidad... No hay que hacer nada, simplemente dejarse llevar... tratar de encon- trarse lo mas agusto posible... lo mas tranguilo, para pasar a comenzar con la rela- jacién. Vamos a trabajar en primer lugar con el brazo derecho. Cuando yo lo indique va a apretar fuertemente el pufio. Lleve a cabo el ejercicio. Apriete fuertemente el puito derecho... Identifique la tensién que tiene sobre todo en la parte posterior de la palma de 1a mano y de los dedos... De acuerdo, basta ya. Deje que la mano se abra suave- mente... deje que la mano se vaya abriendo... La mano va cayendo sobre la superficie de reposo a la vez que va identificando cémo se van relajando los miisculos... Haga un recorrido por la parte posterior de los dedos... el dorso de la mano... Note hasta qué Punto estin relajados.,, no hay que realizar ningin esfuerzo, sdlo dejarse llevar... y tratar de encontrarse mas y mas tranquilo... Muy bien. © Ediciones Pitdmide Técnicas de control de la activacién: relajacién y respiracion 379 4.3.2. Recorride abreviado implica un recorride mas rapido, no tan pormenorizado, de los grupos musculares ya entrenados, para ello se agnipan por zorias de la siguiente forma: Mano y antebrazo de ambos brazos. Zonas del brazo y hombro de ambos brazos. Frente, parpados y mejillas. Labios, lengua y mandibulas. Hombros, pecho y parte superior de la espalda 6. Estomago, vientre y parte inferior de la espalda. Ambos mustos. 8. Ambas pantorrillas y pies peepe Primero se Hleva a cabo el recorrido con ejercicios de tensisn-relajacién y después solo con un recorride mental (sin tensi6n). 4.3.3. Recorrido de grandes partes Se agrupan los distintos musculas en las cuatro grandes partes del cuerpo: Ambos brazos. 1. 2. Cara 3, Tronco. 4. Ambas piernas. Primero se lleva a cabo el recorrido con ejercicios de tensidn-relajacién y después sélo con un recotrido mental (sin tensi6n). 43.4. Ejercicios de generalizacién y relajacion diferencial Una vez gue ha aprendido el cliente a relajarse mediante un simple recorrido mental de las distintas partes de su cuerpo, en condiciones optimas, se procede a evar a cabo esa misma relajacion en condiciones mas adversas. Por ejemplo, con los ojos abiertos, com ruidas de fondo, cambiando a posiciones menos comodas, ¢ incluso Ilevando a cabo la relajacién mientras se realiza alguna otra actividad (escribir, ha- blar, etc.). Esta parte final se aprovecha para poner de relieve la importancia de Telajar aquellas partes no directamente implicadas en su actuacién, es decir, para desarrollar la parte de «relajacion diferenciab» 4.4. Consideraciones adicionales sobre el modo de proceder a) En el curso del entrenamiento se le debe indicar al sujeto no sdlo qué debe hacer, sino también cémo debe sentirse, © a qué tipe de sensaciones debe diri- sit gw atencida (por ejemplo, lleve a cabo el ejercicio de tensidn de las meji- © Ediciones Piramide 380 Manual de técnicas de modificacién y terapia de conducta las. Mantenga unos momentos més la tensién a la vez que identifica cémo és=2 se extiende desde las mejillas a las zonas proximas a las orejas y comienz: ser molest b) También es importante durante el entrenamiento de relajacin mantener cz forma constante el contacto verbal con el sujeto. Es decir, estar de forma m: tenida dandole instrucciones 0 indicaciones sin dejar silencios que le desoriex- ten. No importa el repetir las indicaciones, o sefialar aspectos de tipo general c) Tras las primeras repeticiones conviene ir variando los ejercicios de forma que cada vez. se insista menos en la tensién y mas en el recorrido mental de distintas partes del cuerpo, tratando de relajar aquellas que identifique come tensas. d) La practica de la relajacién es decisiva en los momentos iniciales para que aprenda la técnica, por lo que se deberd indicar al cliente que repita en st medio habitual (casa, trabajo, etc.) al menos dos veces al dia (selec momentos oportunos) los ejercicios entrenados. Esta prictica cotidiana es im- prescindible para que la relajacién resulte eficaz. e) Si hay problemas con algin grupo muscular, en especial si hay algin muscu! lesionado, se evitard generar tensidn en él. ‘f) No conviene realizar el entrenamiento en relajacién inmediatamente después de las comidas, ya que el proceso digestivo interfiere con la relajacién. Dejar pasar el menos de una a dos horas. g) Tras el dominio de la técnica en situaciones éptimas hay que generalizar su uso a condiciones menos favorables, cambiando de postura (por ejemplo, de pie, andando, etc.), en ambientes menos idéneos (con ruidos, luz, otras perso- nas, hablando, etc.), incluso cuando se esté realizando otras tareas, para apren- der a relajar las partes de su cuerpo que no estén implicadas en la accién (por ejemplo, relajar los miisculos del cuello cuando se corre). El objetivo final es conseguir que el cliente logre relajar a voluntad cuaquier parte de su organis- mo (0 todo él), en no importa qué situacion, en especial en las situaciones mas estresantes. jonar los 4.5. Procedimiento propuesto por Bernstein y Borkoveck Como alternativa al programa de relajacién que se ha propuesto puede Hevarse a cabo el desarrollado por Bernstein y Borkoveck (1973). El programa es similar en cuanto que tratar de conseguir, a través de ejercicios cada vez mas reducidos, una relajacién en un tiempo muy breve; no obstante, los ejercicios son diferentes, el pro- grama es mas largo y no incluye ejercicios de generalizacién. El esquema de los ejercicios utilizados en cada una de las fases de la progresién asi como la guia general para desarrollar cl cntrenamicnto cn rclajacién en diez sesioncs propuestos por estos autores se resume en la tabla 13.8. © Ediciones Pisimide Técnicas de control de la activacién: relajacién y respiracién 381 TABLA 13.8 Esquema de los ejercicios y guia general del entrenamiento de relajacién propuesto por Bernstein y Borkoveck (1973) Procedimiento Basico Mano y antebrazo dominante. . Biceps dominante, Mano y antebrazo no dominante. Biceps no dominante Frente. Mejillas y nariz, Mandibulas, Cuello y garganta. Pecho, hombros y parte superior de la espalda. Regién del est6mago, abdomen y parte inferior de la espalda. 11, Musto dominante. 12, Pantorrilla dominante. 13. Pie dominante. 14. Muslo no dominante, 15. Pantorrila no dominante. 16. Pie no dominante Sees epaune Procedimiento para siete grupos musculares Misculos del brazo dominante. Misculos del brazo no dominante. Miisculos de fa cara. Cuello y garganta, Pecho, hombros, es Pierna dominante. Pierma no dominante. da y abdomen, RAW RwE Procedimiento para cuatro grupos musculares Miisculos de los dos brazos. Musculos de la cara y el cuello. Museulos del pecho, hombro, espalda y abdomen, Miisculos de las dos piernas, BeNe Guia de entrenamiento en 10 sesiones esiones + Procedimiento basico (tensién-relajacién), 12y3 + Procedimiento para 7 grupos musculares (tensién-relajacién). ays * Procedimiento para 4 grupos musculares (tensién-relajacién). 6y7 * Procedimiento para 4 grupos musculares (recortido mental sin ejercicios de tensién), 8 + Procedimiento para 4 grupos musculares (recorrido mental y contar hacia atrés como técnica para lograr relajacién rapida). 9 + Procedimiento para 4 grupos musculares (contar hacia atras). 10 © Ediciones Pirémide 382 Manual de técnicas de modificacién y terapia de conducta 4.6. Teorias explicativas de la relajacién progresiva Jacobson sefiala la existencia de una reciproca interrelacién ¢ influencia entre = cerebro y las estructuras periféricas del cuerpo, en especial el sistema muscular. E= consecuencia, el nivel de activacién en una de estas partes est controlado, al menos parcialmente, por el nivel de activacién en la otra. Las aferencias periféricas, e= especial las provenientes de Ios musculos, colaborardn a facilitar niveles de activa- cidn neurolégica central comparable, asimismo la activacién mental (pensamientos produce sefiales eferentes que se reflejan en un incremento en la actividad muscular Alternativamente, el cerebro puede disminuir su activacién si se reducen las entradas sensoriales, en especial, dada su importancia, las provenientes de los misculos. A: desactivarse el cerebro a su vez disminuira la activacién del SNA, produciéndose ex consecuencia un efecto de relajacién. Los trabajos de investigacién desarrollados por el propio Jacobson confirman sus predicciones sobre este mutuo control neurologico- muscular. Considerando por un lado que los impulsos propioceptivos son determinantes cara al control de la activacién cerebral, y que son los principales responsables de 13 sensacién de ansiedad difusa y de toda la activacién simpatica asociada a situaciones de estrés y ansiedad, y por otro que el sistema muscular responde con facilidad al control intencional voluntario, Jacobson (1938) sefiala que lo mas eficaz para contro- lar la excesiva activacién cerebral es dirigir los esfuerzos a reducir la activacién muscular. De acuerdo con esto desarrolla el procedimiento de Relajacién Progresiva, sefia- lando que los mecanismos a través de los cuales produce sus efectos son en primer lugar, el identificar © tomar conciencia de las sefiales propioceptivas de tensién v posteriormente la puesta en practica de las habilidades aprendidas para reducir la tensién detectada. Everly (1989), resumiendo estudios mas actuales, destaca como mecanismos fundamentales en la eficacia de la relajacién progresiva, por un lado la identificacién © toma de conciencia de la tensién, tal como propuso Jacobson, por otro la importancia del procedimiento de contraer el misculo antes de intentar rela- jarlo, Este procedimiento parece proporcionar una ayuda adicional al proceso de re- lajacién por encima del efecto de la toma de conciencia (Borkoveck, Grayson y Cooper, 1978). 5. Entrenamiento autégeno 5.1. Consideraciones basicas El nombre de entrenamiento autégeno (EA) hace referencia a un entrenamiento en relajacién cuyo objetivo es que el propio sujeto sea el que se lo genere (autogene- rado). Se basa en parte en la idea de la unidad psicofisica mente-cuerpo, y de acuerdo con ésta se considera que una adecuada representacion mental generara el cambio corporal correspondiente. Las experiencias de la hipnosis en las que se ponen de manifiesto cambios fisicos, incluso drasticos, por medio de respuestas mentales, son un claro antecedente del EA. Es mas, la hipnosis es el punto de partida y de referencia © Ediciones Piramide Técnicas de control de la activacién: relajacion y respiracion 383 para el desarrollo de esta técnica. Lo mismo que en la hipnosis el objetivo del EA es inducir mediante determinados ejercicios una «desconexién» general del organismo que suponga un determinado cambio de actitud y en general un cambio en la forma de afrontar las demandas del medio. Pero, a diferencia de la hipnosis, esta «desconexién» no es tan profunda, y ademas, si cn la hipnosis se logra por medio de la actuacién de otra persona (el hipnotizador), en el entrenamiento autégeno se pretende que sea el propio sujeto quien se la autogenere, En resumen, pues, el objetivo es producir un cambio en el estado de consciencia, no tan profundo como en la hiponosis, pero que el propio sujeto pueda autogenerarse a voluntad La «desconexién» asi generada permite modificar la tensién predominante en la actualidad, facilitando la aparicién de una sensacién de relajacién y tranquilidad. La modificacidn que produce esta «desconexién» se consigue por concentracién interna, Por «entrega» interior a determinadas «representaciones» preestablecidas a través de un aprendizaje progresivo. 5.2. Modo de proceder Como en las técnicas de induecién hipnstica, al principio se trata de generar las sensaciones corporales tipicas: pesadez en los miembros, sensacién difusa de ca- lor, etc. Mediante un establecimiento sistemitico de estas sensaciones corporales se pretende inducir la desconexion organica que caracteriza el estado hipnotico. La practica del EA implica una serie de ejercicios divididos en dos ciclos, si bien basicamente es el ciclo inferior el que se lleva a cabo en la practica habitual. En la tabla 13.9 se expone en esquema el procedimiento tal como lo desarrollan Schultz y Luthe (1959), y Schultz (1972) TABLA 13.9 Esquema del procedimiento de entrenamiento autégeno extractado de Schultz (1972) A) Ciclo inferior Preparacién: * Control de condiciones ambientales: lugar tranquilo, luz tenue, temperatura media, eteéte * Condiciones del sujeto: no molestias, ropas que no aprieten 0 abriguen demasiado, eteétera. * Postura adecuada; tumbado, sentado, postura de cochero, *+ Ojos cerrados, * Sintonizacién de reposo. La persona debe repetirse, tratando de vivenciarla, la frase «Estoy completamente tranquilo» varias veces a fin de inducir la vivencia de reposo. Ffercicio 1. Peso: El sujeto debe repetirse la frase «El brazo derecho me pesa mu- cho» (alternandola con la anterior, «Estoy completamente tranguilo»). No hay que mover el brazo, solo pensar ayudindose de imagenes visuales 0 auditivas. Después © Ediciones Pirimide 384 Manualde técnicas de modificacion y terapia de conducta TABLA 13.9 (continuacién) A) Ciclo inferior se pasa a generar la sensacién de peso en los demas miembros y por fin a todo el cuerpo. El ejercicio facilita ta retajacion muscular. Ejercicio Il. Calor: Repetirse «E] brazo derecho esté caliente» (alternando con las dos frases anteriores). Después se generara la sensacién de calor en los restantes, miembros y por tiltimo a todo el cuerpo. El ejercicio facilita la relajacién vascular. Ejercicio III. Regulacién cardiaca: Apoyat la mano sobre la zona del corazén para ayudar a concentrarse en esa zona y repetirse: «El corazén me late tranguilo y fuerte», alternando con las frases anteriores. No se debe tratar de lentificar el ritmo cardiaco, Ejercicio IV. Regulacién respiratoria: Abandonarse a si mismo sin tratar de forzar cambios respiratorios a la vez que repiten las siguientes frases: «La respiracién es tranquilan, «Algo respira en mir, alternando con las frases anteriores. La tranquili- zacién de la respiracién debe resultar como consecuencia de la sintonizacién de reposo. Ejercicio V. Regulacién de los érganos abdominales: Concentrarse en el nudo ner- vioso mis importante, el plexo solar (zona a medio camino entre el ombligo y el final de esternén), repiti¢ndose la siguiente frase: «El plexo solar irradia calor, alternando con las frases anteriores. Ejercicio VI. Regulacién de la region cefiilica: El objetivo es que no se produzca una relajacién vascular excesiva en la cabeza, repitiéndose la frase: «La frente esté agradablemente fresca». Una vez dominados los ejercicios anteriores el cliente pasa a inducirse el ciclo completo repitiéndose y tratando de vivenciar todas las frases anteriormente indica- das: «Estoy completamente tranquilo», «El cuerpo me pesa mucho», «El cuerpo esta caliente», «El corazén me late tranquilo y fuerten, «La respiracién es tranquila», «Algo respira en mip, «El plexo solar irradia calor», «La frente esta agradablemente frescan. B) Cielo superior Consta de los siguientes ejercicios: Dirigir los globos oculares al centro de a frente para conseguir concentracién. Hacer surgir en la imaginacién un color. Hacer aparecer en la imaginacién objetos especificos. Contemplar representaciones abstractas. Busqueda del sentimiento propio. Concentracién: representar una persona. Concentracién: observarse a si mismo. Exposicién a una vivencia intima, eIebaALDPe © Buiciones Pirimide Técnicas de control de la activacién: relajaci6n y respiracion 385 5.3. Fundamentos teoricos de la eficacia del entrenamiento autégeno Los tres elementos basicos, segiin Luthe (1969), que subyacen a la eficacia del EA son la reduccién de la estimulacién aferente durante un periodo de tiempo, la concentracidn pasiva y la repeticién mental de las frases. La reduccién de la estimu- lacién procedente del exterior, facilitada en parte por las condiciones en que se desa- rrolla la relajacién y en parte por las instrucciones, es codificada por el télamo, que a su vez. actiia sobre el hipotélamo a fin de que éste reduzca su actividad simpatica {ergotrofica). Esta reduccién de la actividad ergotréfica propicia el desarrollo de la actividad parasimpatica (trofotréfica). La repeticion mental de las frases, en especial de las dos primeras (peso y calor), trata de mimetizar los efectos producidos por el incremento en la activacin trofotréfica. Los cambios fisiolgicos que se producen durante el desarrollo del EA, al menos durante los dos primeros ejercicios, con fre. Cuencia se asemejan a los descritos en las frases, si bien no hay una evidencia consis- lente de que sea el contenido de las frases lo que promueve esos cambios. Quiza lo importante es que las frases permitan concentrar la atencidn y evitar distracciones, siendo poco importante su contenido. Por tiltimo, la concentracién pasiva, al no exi- gir actividad, colabora a favorecer la desactivacion simpatica y el desarrollo de un estado trofotr6fico, en especial, como se ha dicho, durante los dos primeros ejercicios. 5.4. Consideraciones finales Entre las ventajas del EA han de citarse los importantes efectos fisiolégicos que se pueden conseguir, entre ellos, relajacién muscular general, reduccién en la con- clectrodérmica, disminucién de motilidad gastrica, aumento de la tempera- tura periférica, reduccién de la tasa cardiaca (Luthe, 1970), aunque defectos metodo- T6gicos en muchas de las investigaciones, como el incluir escasos tiempos de adaptacion antes de comenzar con el EA, hacen que algunos autores se pregunten si los efectos Sefialados realmente difieren de Jos producidos por un simple periodo de reposo (Li- chstein, 1988). Otras ventajas son que sea la propia persona quien se los puede indu- cir a voluntad, ta sencillez en el modo de proceder y los efectos de tranquilizacion general, no sélo fisica. Entre sus desventajas 0 dificultades esta la duracién del entrenamiento. Schultz habla de dos afios de entrenamiento antes de pasar al 2° ciclo, si bien es posible Conseguir efectos importantes sin tiempos de entrenamiento tan argos como los pro- a iieene ore iluliz. Lichstein (1988) propone formas reducidas de entrenamicmes autégeno que obvian este problema consiguiendo resultados muy interesantes. Alter- rauvamente, algunos investigadores han acortado el procedimiento utilisanda sélo los dos primeros ejercicios del ciclo inferior (Sargent, Green y Walters, 1972: Surwit, Pilon y Fenton, 1978), Tambien son de sefialar la necesidad de un ambiente especial para llevarla a cabo, por lo que no es facil utilizarla en cualquier momento (en espe- cial en los momentos cruciales, por ejemplo en medio de une reunién, en los que el ambiente no favorece el estar tranquilo); las diferencias en autosugestion de las per- fonas, lo que hace que este método solo sea itil para algunos; posibles problemas de jaiaginacién representacién; el que implica una relajacion general, por lo que el suje- ‘0 no puede Hlevarla a cabo cuando esta realizando alguna otra actividad © Feieiones Pirémide 386 Manual de técnicas de moaificacién y terapia de conducta 6. Técnicas de control de la respiracion 6.1. Consideraciones basicas Es importante insistir en el valor de una respiracién correcta, que permiz: um adectiada oxigenacién del organismo, por cuanto las condiciones de vida actuz: 2a frecuencia favorecen el desarrollo de hibitos de respiracién poco adecuades. “as posturas mas habituales, las ropas, los ritmos de vida y especialmente las situaciones de estrés colaboran a facilitar patrones de respiracién caracterizados por un T= acelerado y una escasa intensidad o, si se prefiere, de una respiracién més superfizz. Sélo se utiliza una parte de la capacidad funcional de los pulmones, con frecuencsz 2 parte superior, facilitando una respiracién eminentemente tordcica en la que Ia =~ vencién del diafragma es poco relevante, Este tipo de respiracion incompleta ne >= mite una oxigenacién tan adecuada como supondria una respiracién en la que pulmones se expandieran al maximo por la accién combinada de miisculos intercos les y diafragma, Es cierto que se trata de compensar en parte la «peor calidad: cada respiracién por un ritmo superior, pero este esfuerzo no siempre consigue mismo nivel de oxigenacion ademas de conllevar efectos colataterales no muy dese: bles, entre ellos un mayor trabajo para el sistema cardiovascular. En resumen. uz respiracién inadecuada provocara una menor oxigenacién en los tejidos, un mays trabajo cardiac y una mayor intoxicacién general del organismo, lo que facilitara aparicién de ansiedad, depresi6n, etc., asi como de fatiga fisica. Por el contrario. unz respiracién adecuada facilitara una mejor oxigenacién, lo que conllevaré un mejor funcionamiento de los tejidos, un menor trabajo cardiaco, dificultando, entre otros. aparicién de fatiga muscular y las sensaciones de ansiedad. Algunos autores han llegado a considerar a una buena respiracién como un antidoto general contra estrés (Davis, McKay y Eshelman, 1985) Los ejercicios dirigidos a mejorar la respiracién retoman algo ya presente en las técnicas de desactivacién ligadas a filosofias y religiones orientales, en especial yoga y budismo Zen, la importancia de la respiracién para control del nivel de activacién. Sin embargo, en nuestro mundo occidental, no se les ha dado importancia como téc- nicas especificas para el control de la activacién hasta las ultimas dos décadas, a pesar de que repetidas veces se habia sefialado que patrones de respiracién caracteri zados por tasas bajas de inspiracién, con volimenes elevados de aire y respiraciones predominantemente abdominales incrementan el control parasimpatico, con descen- sos importantes en Ia tasa cardiaca que sefialan una desactivacién general del orga- nismo. ‘Aunque es posible el control voluntario de la respiracién, lo cierto es que su regulacién habitualmente ¢s automatica, especialmente en aquellos momentos mas importantes, cuando se emiten respuestas emocionales, pues dificultan centraria atencién en los patrones respiratorios, que ademés suelen alterar. Por eso, el objetivo de las téenicas de control de la respiracién debe ser en primer lugar el ensefiar un adecuado control voluntario de ésta, para posteriormente automatizar este control de forma que su regulacién se mantenga incluso en las situaciones problematicas. Para ello, se di- rigen a conseguir una utilizacién mas completa de los pulmones facilitando una res- © Ediciones Pirémide Técnicas de contro! de Ia activacién: relaiacién y respiracién 387 piracién diafragmatica mas completa, lo que ademas se acompaiia de un ritmo mas lento. Resulta ficil aprender a controlar la respiracidn y puede producir resultados inte- resantes tras periodos de uso breves. Por estas razones, es una técnica muy adecuada para la mayoria de las personas, sicndo util incluso cuando sélo se dispone de cortos intervalos para retomar el control de la activacién, incluso dentro de la propia activi- dad laboral por absorbente que sea. A veces se utiliza también como parte de un programa de relajacién, 6.2. Procedimiento basico Inicialmente se Ilevaré a cabo el entrenamiento con la persona en condiciones similares a las del entrenamiento en relajacién, postura cémoda, ojos cerrados, sin estimulos distractores, etc. Antes de proceder propiamente a llevar a cabo los ejerci cios conviene dedicar unos momentos a establecer una situacién de tranquilidad y calma, ayudando a la persona a desconectar de las exigencias externas y centrarse en Sus propias sensaciones corporales. La visualizacién de una escena agradable durante un minuto o dos puede ser titil Ejercicio 1. Objetivo: conseguir que la persona dirija el aire inspirado a la parte inferior de sus pulmones. Se le indicara que coloque una mano encima de su vientre (por debajo del ombligo), y otra encima de su estémago para que pueda percibir mejor los efectos de cada ciclo inspiracién/espiracion (en el pecho no es necesario dada la mejor informacién natural que se tiene de éste). A continuacidn se le sefiala que trate de dirigir el aire en cada inspiracidn a llenar la parte inferior de sus pulmo- nes, lo que debe producir que se mueva la mano colocada sobre el vientre pero no la colocada sobre el estomago, ni el pecho. Este es el ejercicio en que los clientes indican encontrar mas dificultad, pues es el aspecto de la respiracién menos utilizado. Conviene ayudar a conseguir esta direc- ci6n del aire a la parte inferior de los pulmones con instrucciones del estilo de hinchar la parte inferior del tronco contra el pantalén, o dirigir el aire a la parte mas baja posible del tronco, etc. Es muy importante en este primer ejercicio dat feedback y reforzar de forma inmediata cada pequefio avance. Asimismo conviene insisitir en que no se fuerce la respiracin ni se haga mas répida, indicando que se trate de respirar con la intensidad habitual pero preocupandose por dirigir el aire hacia la Parte inferior de los pulmones y centrindose en las sensaciones corporales que le produce esta forma de respirar. La duracién del ejercicio puede ser de dos a cuatro minutos. Concluido este pe- tiodo se pone fin al ejercicio, descansandose unos momentos (dos minutos) que pue- den dedicarse a comentar la realizacién del ejercicio anterior, los efectos percibidos, © dar instrucciones para mejorar la realizacién, Debe repetirse el ejercicio varias veces segtin la habilidad desarrollada (al menos tres 0 cuatro veces). Ejercicio 2. Objetivo: que la persona sea capaz de dirigir el aire a la parte infe- rior y media de sus pulmones. Habiendo vuelto a la posicién anterior (tumbado, ojos © Ediciones Pirimide 388 Manual de técnicas de modificacién y terapia de conducta cerrados, un mano sobre ef vientre y otra sobre el estémago), se le indica que dirija én primer lugar ef aire 4 la parte inferior, lo mismo que en el ejercicio anterior, y después, en la misma inspiracién pero marcando un tiempo diferente, que dirija ef aite @ la parte media notando cémo ahora se hincha Ja zona de su cuerpo bajo su Segunda mano, el estémago. Si el ejercica anterior se dominaba, éste no suele repte- sentar mucha dificultad, no obstante coaviene insisitir en que se haga la inspiracisn 20 dos tiempos, primero hinchando ta zona del vientre y luego la del estdmaago, po. niendo especial atencién en que se realive fa primera parte sin que se hinche ¢ la vez cl estomago. Es decir, reforzar la habilidad de dirigir el aire inicialmente a la parte mis inferior de Jos pulmones. Como en el caso anterior, fa duracion de cada periodo de ejercicio debe ser de dos & cuatro minutos y fe de repetirse el ejercicio al menos tres a cuatro veces, con intervalos de descanso entre ellos. Hlereicio 3. Objetivo: que la persona sea capaz de llevar a cabo una inspiracién completa. Colocado en la posicién habitual se indica al eliente que ditija el aire de cada inspiracién en primer lugar a la zona del vientre, luego a la del estomago y por Ultimo al pecho. Es importante hacer tres tiempos diferentes en la inspiracion, uno Ror cada zona. Asimismo es importante recordar que la inspiracién no debe ser forza.

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