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1 titulo de este fibro es Ontenido. Lo que se ha pretendido anjunto de hetramientas pa arte el secreto de ¢ una clara invencién de sa: va desentrafiar en gran Scribir ensayos. Se ha buscado, 2n cada apartado, que el novato escrtor aig ale Jano una solucién para descifrar ese uiverso de ' textos argumentativos, Dichas claves, entonces, Dueden convertir en dispositivos de explicasien ara un asunto denso 0 complicado'o en titiles de ‘uda cuando ya se estétransitando por el caming asayistico, \ obra recalea Ia importancia de esta tipalogia xtual para desarrollar en colegios y universidadles pensamiento critico, El ensayo sigue siendo una trategia vigorosa pata no sucumbir al unimismo, falo de hoy, para tener una micada de sospecha mite a las astucias de los medios masivos de ine tmaci6n y para fortalecer la propia produccion conocimiento, De igual forma, mediante la es. tura de ensayos se puede desatrollar ef pensa- ento argumentativos es decir, aprender a hilar sicamente nuestras ideas con el fin de patticipar una sociedad del consenso, o disentir sin que bamos acudir para exigir nuestros derechos a la vtza y la violencia fisica, Tales bondades del en- ‘© refuerzan la necesidad de esta nueva obra del stro Fernando Vasquez Rodrigue7, MN 8 ofrecer in Fernando Vasquez Rodriguez LAS CLAVES DEL ENSAYO LAS CLAVES DEL ENSAYO Fernando Vasquez Rodriguez EA LAS CLAVES DEL ENSAYO Femando Vasquez Rodriguez meee eeeeeree ere reiraeeet LAS CLAVES DEL ENSAYO © Fernando Visquer Rodriguez Primera edicion, noviembre 2016 Editor Fernando Vasquez Rodtiguez Correccion de estilo Maria Angélica Ospina M. Diiagramacion Fernando Vasquez Rodefguen y Nancy Cortés Cortés Lectura de textos ‘Margarita Masia Rios Gonzslez ‘Comentarios ‘vww.fernandovasquezrodtiguez.com ISBN: 978-958.46-9928-2, Impresion Editorial Kimpres S.A, PBX: 413 6884 Bogots, noviembre de 2016, Praia arp tl ai de oi ce aco ioe 4 Gloria Marlén Rondén Herrera, ‘por sw incondicional presencia. El ensayo es un género dificil. Por esto, in dada, en todos las tiempos excasean los buenos ensayistas, En uno de sus extremos colinda on el tratado; en el otro, con el aforismo, la sentenciay la méxima. Adem exigecualidades consrarias debe ser breve pero no lacsico, ligero -yno superficial, hondo sin pesadez,apasionado sin patetismo, completo sin ser exhaustive, aun tiempo leve'y penctrante,risweito sin mover un ‘misculo de la cara, melancélico sin ifgrimas 1.6 fi, debe convencer sin argumentar y sin decirlo todo, decir odo lo que hay que decin Octavio Paz Contenido Prélogo La escritura de ensayos Indicaciones para maestros y novatos ensaystas Lidiar con el ensayo Carta a un colega ensayista Sobre el ensayo EL minfensayo Un ensayo en tna pagina ‘inimos para la escritura de ensayos Presentar la tesis en un ensayo 0 el riesgo de pensar por cuenta propia Relevancia de a tess en un ensayo La tesis: médula del ensayo Variaciones a un tema en forma de tesis Un tema vuelto tesis en cuatro parrafos Contrapunto y expresién del propio pensai Contrapunto y dialogo con la tradicién 7 4 8 6 6 « ” at 85 Contrapunto en siete variactones 10s citas Hernando Téllez 2 | Los argumentas de autoridad us | meditacién ante el retrato Modos de presentar los argumentos de autoridad 119 Xavier Villaurutia ay Argumentar con analogias tas De los hébitos y la educacién : Francis Bacon 243 «as bilo y pegamento» Los conectores al servicio de Ia cohesién Profundidad y superficie ee me José Ortega y Gasset ar Conectores usados por los maestros del ensayo Los habituales de Alfonso Reyes Sobre la critica Octavio Paz 21 Los mtilizados por Andeés Bello 5 Los usados por Baldomero Sanin Cano 153 Sobre la guerra | Los recurrentes de Hernando Téllez 160 Estanislao Zuleta 259 | Los empleados por Mario Vargas Llosa 165 q Los frecuentes de Octavio Paz m «Por mayo era, por mayo...» i Los propios de José Ortega y Gasset 78 Alfonso Reyes 263 ~~" Dos parafos conectadas 197 Tacto | Ezequiel Martinez Estrada m | Gitas de autor y conectores i6gicos 203 Sobre la vanagloria Veinte consejos para escribir un ensayo 209 Jost Angel Valente os i Enel taller del ensayista 215 Orientaciones i Pedro Henriquez. Urefia 2» i a7 Una seleccién de ensayos 1a corrupcién a fa picota Fernando Vasquez Rodriguez 283 Dela edad Michel de Montaigne n9 Prélogo Hace ya ms de una década que publique mi libro Pre- gntele al ensayista. La obra ha tenido, desde entonces, tuna muy buena recepein, y los colegio y wnivers- dades ha servido de guia y apoyo tanto para maestros como para estudiantes. Creo que eso se debié al cardcter didactico del texto ya una intencionada manera de poner el énfasis en la perspectiva de intentar solucionar los problemas que aparecen al escribir este tipo de textos ‘Todos estos atos he seguido atento a las minucias y di- ficultades de escribir ensayos. Mi trabajo como docente yy formador de maestros me ha ayudado a ubicar donde estan las mayores falencias y dénde se necesita alguna ayuda para cualificar la estructura de esta modalidad de texto argumentativo, Precisamente abt se encuentra ‘el motivo de esta nueva obra: ahondar en las particu- laridades del hacer ensayistico. Es un esfuerzo por ir aids alld de las recomendaciones generales mostrar, con ejemplos, cémo se construye una tess, se elabora tun tipo de argumento, se interconectan las ideas 0 se confecciona la estructura bésica de un ensayo. He querido también abogar en esta ocasién por el en sayo corto, Primero, porque el tiempo de los maestros es escaso 4, en consecuencia, parece més convenien- te abandonar la consigna de asignar extensos trabajos que no se leerin y enfocarse mds bien en corregir con ‘cuidado una pagina, Segundo, porque la complejidad de los textos argumentativos obliga a desentrafiar con paciencia de relojero los modos como las ideas necesi- tan organizarse para alcanzar su eficacia perswasiva y eso puede apreciarse mejor en textos condensados que en largos ensayos. Desde luego, lo que agui se predica ‘en pequerio puede servir en textos de mayor extensi6n, ‘De igual modo, este libro insiste en la tarea de mostrar'y censefiar los conectoreslégicos. Gracias a ellos, la cohe- sin y la coberencia entre las ideas se hace mds consis- tente. ¥ si en mi primer libro recopilé y organicé mds de 1500 conectores, esta vez prefert compartir el repertorio particular entpleado por cinco reconocidos ensayistas iberoamericanos. Considero que esta variada lista de marcadores textuales muestra la necesidad de analizar sus diversas aplicaciones y, al mismo tiempo, evidencia lo importantes que son para constituir las marcas de es- filo de un escrton ‘También be procutado utilizar dstiitos miodos de pre- sentar este saber-hacer sobre el ensayo. A veces, acudo al texto expositivo, al didlogo, a la carta, al cuento, al oforismo y, en la mayoria de ocasiones, al ensayo. Dicha estrategia discursiva pretende interpelar al lee- tor, estudiante o maestro, para que desde diversas fre- cuencias disponga de vias de acceso alternas al tema que nos ocupa, Tal intencién comunicativa se basa en una conviccién: al presentar él mismo conocimiento desde diferentes posibilidades discuasivas se logra ser ms inclusivo y mds democrttico en el aprendizaje, cumpliendo ast un requerimiento de la diddctica con- temporinea El titulo del libro es una clara intencién de su conte nnido. Lo que he pretendido es ofrecer un conjunto de herramientas para desentrafiar en gran parte el secreto de escribir ensayos. Busco con cada apartado que el no- ato escrito tenga a la mano una soluci6n para desci- fiar ese universo de los textos argumsentativos. Dichas claves, entonces, se pueden convert en dispositivos de explicacion para ws asunto denso 0 complicado 0 en itiles de ayuda cuando ya se esté transitando por el camino ensayistco Gierro este prélogo recalcando la importancia de esta tipologta textual para desarrollar en colegios y wniver sidades el pensamiento critico. El ensayo sigue siendo tuna estrategia vigorosa para no sucumbir al unimismo cacéfalo de hoy, para tener una mirada de sospecha fren- tea las astucias de los medios masivos de informacion ¥y para fortalecer la propia produccién de conocimiein- to. De igual forma, mediante la escritura de ensayos, podemos desarrollar el pensamiento argumentativo; es decir, aprender a ilar logicamente nuestras ideas con el firede participar en una sociedad del consenso o disentir sin qite debamos acudir ala fuerza y la violencia fisica para exigir meestros derechos. Tales bondades del ensa- yo refuerzan la mecesidad de haber escrito esta nueva obra; aspiro que los lectores ast lo confirmen. Fernando Visquez Rodriguez Leeman een 17 La escritura de ensayos Indicaciones para maestros y novatos ensayistas Si hay un tipo de texto que se demanda en todos los niveles educativos es el ensayo. Lo solicitan los profesores de educacién media y también fos de la educaci6n superior. A veces, es wna tarea asignada con alguna instruccién previa y, en la mayorfa de los casos, es una obligacién académica confiada a la buena voluntad de los estudiantes o un sospechoso saber, fruto de varios aftos de escolaridad, Sin embargo, lo que se evidencia al recibir las tareas ensayisticas es su bajo nivel argumentativo, ademas de a falta de coherencia entre los diversos apartados del texto. Son escritos desvertebrados, sin ilacién centre las ideas y sin ninguna tesis de base que invite a tomar partido a.confirmar un desacuerdo. Es- tas fallidas tareas son la evidencia de la necesidad de contar con algunos elementos didcticos 0 con ciertas ayudas para la-elaboracién y organizacion de tales escritos. Ese es el objetivo central de las péginas que siguen: ser una ayuda tanto para los maestros como para los i ‘estudiantes. En este sentido, el tono y los aleances de este material ni pretende ser exhaustivo ni dar por terminadas las propuestas sobre este campo de ensefianza. i a f 4 | | | | Aprender a argumentar Sin lugar a dudas, el ensayo es un excelente medio para concretat el pensamiento argumentativo. Precisamente, esta modalidad de texto busca que el autor proponga una tesis y la soporte argumen- tativamente en una o més paginas. Argumentar, lo sabemos, es uno de los procesos de pensamiento que fueron y son privilegiados por la ret6rica clisica y la neorretérica contempordnea. Desde Aristételes hasta Perelman se han estudiado Jas maneras de convencer o persuadir a otros de un planteamiento, una idea o una proposicién. Arist6= teles acusié una lista de t6picos para conseguic este propésito, tales como acudir a la autoridad, a los conitarios, a la definici6n o a la analogta. Es vital, por fo mismo, antes de lanzar a los estu- diantes a escribir ensayos, ejercitarlos en las ope~ raciones de pensamiento que facilitan o propician la argumentaciGn. Tales el caso de la deducei6n, la induccién y la analogfa. Es preciso concer estas tres maneras de razonar, ejercitarse en ellas, entender sus caractertsticas y sopesar sus alcances, Procedet de lo general a lo particular 0 de lo particular a lo general, saber inferit consecuencias, todo ello, es un caldo de cultivo basico para logear razonamientos s6lidos posteriormente en el ensayo. ¥ ni qué decir de la analogia. Si se logra en el futuro ensayista que comprenda el pensamiento relacional, que vea seme- janzas en las diferencias, podré establecer vinculos de mucha utilidad para sacar avante una tesis. Lscuit on oan 28 Capitulo aparve merece enseflar 0 aprender a po- ner ejemplos. La ejemplificacion es otra forma de pensamiento en la que se pone en accién lo gue ‘Umberto Eco ha llamado la enciclopedia, es decir, Jos intertextos de nuestros conocimientos. Saber hallar un ejemplo pertinente y adecuado para de- terminada tesis requiere que nuestro pensamiento sepa clegir y relacionar la informacin, contar con diversas disciplinas, traducir y traslapar ~como si fuera una carta de naipes- la vida cotidiana, Ejem- plificar es la manera como la propia experiencia se convierte en aliada del ensayista Todo lo anterior habla de la importancia de la légica y de las minucias del razonamiento como soporte a la escritura ensayistica, No se pueden lograt los mejores resultados en el papel si antes no se prepara la mente o, para decirlo en términos més cognitivos, sino se afinan las operaciones del pensamiento. Este es un asunto que los docentes descuidan o dan por sentado en los estudiantes, cuando en verdad es una condici6n sin la cual los resultados ensayis- ticos seran pobres o endebles, Digémoslo fuer escribir buenos ensayos es el resultado de haber ‘vuelto familiares, con anterioridad, los recursos de pensamiento idéneos para la argumentacién. Sobre los argumentos de autoridad De todos los tipos de argumentos, los de autoridad son los que mas reclaman los docentes y los que ~por tradicién— parecen otorgarle al ensayo su carta de ciudadanfa. Estos argumentos se manifiestan en el 20 Fowano asus Renae ensayo en las socorridas citas o pueden ampliarse ‘© complementarse en las notas a pie de pégina Por supuesto, y dependiendo de! tipo de normas editoriales que se emplee (APA, Icontec...} las carac- teristicas formales de los argumentos de autoridad cambian, pero en esencia responden a los criterios de pertinencia, representatividad y oportunidad, \ En el primer caso, los argumentos de autoridad requieren ser acordes con la tesis del ensayo. No es ccuestin de insertar citas de voces afamadas, sino de que converjan o refuercen lo que la tesis pro- pone. Para decirlo de otra forma: los argumentos de autoridad estan sujetos al campo gravitacional de la tesis. Y deben ser pertinentes también en la eleccién 0 recorte que se haga. En ocasiones, es necesario partirlos en cierto lugar o incluir una palabra o frase que permita provocar su mejor significado. Insistamos-en ello: no-sitve cualquier cita, asi parezca a primera vista una voz autorizada. + El otro criterio es el de la representatividad, Los autores que busquemos como respaldo a la tesis ‘tienen que ser dignos heraldos de in campo de saber 6 figuras insignes dentro de una problemstica. Esto implica, por parte del que escribe, una investigacién feuidadosa para encontrar la vor més emblemética 0 Ia més caracteristica del motivo de su argumentaci6n, Las citas tienen que ser embajadoras autorizadas © portavoces cabalmente idéneos de aquello para lo cual son Ilamados a presentar sus credenciales. Uses en 0 2 4, Finalmente, las citas merecen en el desarrollo del ensayo un momento justo para aparecer, La ‘oportunidad es lo que les confiere su fuerza 0 st contundencia. Hay casos en que lo inoportuno de fa cita la hace parecer innecesaria o redundante, cuando no incomprensible 0 fuera de foco. ¥ si el ensayista no sabe leer la coyuntura o la ocasiGn para incluirlas en su escrito, serdn voces fantasmales 0 sondmbulas. Un asunto adicional con respecto a los criterias de autoridad es la atencién del ensayista para dosificar fa inclusi6n. Si son demasiadas, teminan ahogando [a tess, Si estan tan juntas unas de otras, el ensayo serf més una colcha de retazos que un genuino texto argumentativo, Insertar las citas es una labor de pedrerfa, de filigrana. Las voces tienen que encajar armonizat con las otras piezas del ensayo. Fl buen fensayista necesita, con esos insertos, crearles un “espacio, puliles sus bordes, reacomodatlas dentro del ensamblaje de su obra, Hasta puede suceder 7 que requieta parafrasear la cita “dando crédito por ‘supuesto- para que no disuene 0 rompa la unidad del conjunto ensayistico. Las notas a pie de pagina son, casi siempre, una ampliacién de lo propuesto por el ensayista. Se colocan aparte para no romper la unidad o el dis- ‘curso argumentativo. All también se insertan citas “o fuentes complementarias, pero con un rango de accién més amplio, Las notas advierten, agregan ‘0 ubican informaciones de autoridad, pero en la perspectiva de lo contextual o aclaratorio, Estas 22 Fao Ve Rosie notas a pie de pagina son, de alguna manera, las claves bibliograficas usadas por ef autor, su sopor, te documental; en otras ocasiones, son glosas 0 apostillas que el mismo ensayista construye sobre su texto y que, para los fines persuasivos, pone a disposici6n del lector, No sobra repetitlo: aprender a trabajar con ar {gumentos de autoridad, saber dialogar con voces ‘ antorizadas, usar las ideas de ottos, son de las habi- Fidades mas escurtidizas en la escritura de ensayos, Los docentes deberén mostratle al estudiante en clase, a partit de estrategias de pensamiento como {el contrapunto, la manera acertada de contrastat, trasplantar, maximizar y minimizae ideas ajenas, El novato ensayista necesita asumir la tradicién con una mirada activa, dialogante. Lo peor es que sea apabullado por aquellos que admira o silenciado or es0s otros que, cual dioses tutelares, hablan en largos péttafos sin ser interrumpidos, La importancia de la tesis ¢ Unensayo es un escrito en el que un autor presenta una tesis ~ojalé petsonal- y la soporta con argt= mentos. La tesis, por lo mismo, es lo fundamental del ensayo. Pero para tener una buena tesis, es necesario haber /-meditado largamente en un tema. Mejor atin, la tesis {es una postura o una manera personal de abordaclo, Eltemaes aquello que el ensayista toma como arcilla +, Para tallar su La tesis, en consecuencia, es un scnesen ne 23 tema destilado, procesado, amasado hasta darle una consistencia distinta a sa ser original _,Por no saber diferenciar tema de tesis, los ensayistas /ncipientes terminan escribiendo un texto expo- | sitivo y no, como se espera, uno argumentativo. [Se dedican a explicar mas que a argumentar; mas | a acumulat datos que a exponer sus ideas de tal “} manera que nos persuadan de la tesis. La poca 0 “ninguna reflexién sobre el tema es la gran causante [de este equivoco. Quiz esto se deba a que nuestras: | propuestas educativas han insistido demasiado en | copiar o aceptar pasivamente la informacién sin | tomar postura frente a ella, Hemos dejado de lado “en la ensefianza la lectura critica, la voluntad de. sospecha y el espfritu propositivo. 8 Tener una tesis es contar con lo medular del ensayo. / Latesis puede provenir de contrastar confrontar algin planteamiento de actualidad, 0 de derivar tuna consecuencia no prevista sobre determinado asunto, 0 nacer de una iniciativa ~que bien po- dria asumirse como propuesta~ relacionada con una creencia, una opinién generalizada 0 asuntos cercanos a la existencia de los seres humanos, La tesis, en todo caso, es la manera personal como el | ensayista enfrenta determinado tema. Valga acé decir que el ensayo nacié, y eso esté en el prologo de los Ensayos de Montaigne, de la (toma de posicién de una conciencia individual. El. ensayo afiema una subjetividad, una particularidad. Entonces, al ensayista le esté permitido afirmar 'yo pienso”, “yo opino”. Ese es su deber. Es legftimo que eche mano de otras voces, que retome autores u obras de la tradicién, pero siempre a par {ir de sus propios miradores. El cristal con el que cl ensayista mira la tradici6n es su propia tesis, O, Para decirlo de otra manera, la tesis es la divisa con ue el ensayista viaja y comercia con ideas fordneas ‘0 extranjeras, Cabe agregar que la tesis, por lo general, debe estar como una bandera puesta en el primer parrafo. En lo posible, es neccsatio escribirla de manera clara sin ambages; es como una proposiciGn limpia ‘de explicaciones y justficaciones. Al estar alli, en Primera linea, la tesis es también el contrato que el autor establece con su lector; la apuesta que Propone a quien lo lee. Lo que sigue, el desarrollo mismo del ensayo, son los argumentos, las razones que avalan, refuerzan, sostienen o evidencian dicha tesis. Vale la pena advertic de una vez.que esa tesis opera de igual forma como una columna vertebral en el escrito; es lo que le da unidad estructural al ensayo, Es importante que los maestros y estudiantes se |Pongan de acuerdo, antes de redactar un ensayo, ‘en la tesis motivo del escrito. Se pierde demasiado ‘tiempo cuando unos y otros andan a tientas tratando de adivinar si hay una tesis en el ensayo. La tesis, en consecuencia, necesita de explicacién suficiente antes de lanzarse a producir el escrito; ella, como lo Vereinos més adelante, hace parte del esbozo. ¥ sil ‘esis es retomada de otro autor ~otra estrategia para Yr aprender a escribir ensayos-, el estudiante necesita tener claridad sobre su tarea: idearse otros argu- mentos distintos a los expuestos por su antecesor; vesgrimir otras razones que no sean un parafraseo de las ya conocidas. Contar con un esbozo (En unvinicio, cuando no se tiene mucha experiencia | en escribir ensayos, es recomendable familiarizar a 3} Jos estudiantes con los esbozos 0 rutas de viaje para organizar la escritura. »El esbozo es un plan de lo que se desea argumentar. "Se asemeja a la macroestructura del texto 0 a una tabla de contenido vislumbrada antes de la com- ~ posiciOn del ensayo. Alli, en ese esqueleto textual, estan los contenidos, la tesis, los tipos de argumentos que se emplearén y, en gran medida, la extensién “Taproximada del texto. En el esbozo se prevén las ideas esenciales que seran objeto de desarrollo, las fuentes que servirdn de soporte -a veces, es bueno incluir las citas completas que vayan a utilizarse~, los ejemplos contemplados y, en lo posible, el orden en que estaran dispuestos. idad, el esbozo es la concrecién de la etapa pi de la preescritura de la que habla Maria ‘Teresa Serafini. Recordemos que el ensayo es una critura de y con las ideas, Primero se generan, se acopian o se propician para luego organizarlas y disponerlas de forma que el lector las encuen- tre légicas y coherentes. Esta es otra etapa de la iit 28 Feo Vs Rts escritura de ensayos que los maestros pasan por alto © consideran superable por la espontaneidad o el azar del escribir. Algunos piensan que es un lastre u obstruccién a la cteatividad. Sin embargo, es todo lo contratio. El esbozo prefigura lo que luego pod ser refigurado o configurado. Es una plataforma de lanzamiento para las futuras ideas; es una garantfa de orden al bombardeo de ocurrencias que tiene Jugar durante la etapa de la escritura. ‘Valdria la pena, en esta perspectiva, que los maestros acostumbraran solcitar estos esbozos. Diseutirlos con cada estudiante, ver sus debilidades o insuficiencias, y cuando estén bien detallados, cuando vean en tal esquema las bondades de la cohesi6n y la estructura, entonces sf invitar a los noveles ensayistas, a llenat de misculos y nervios ese esqueleto. He confitmado en mi trabajo docente que esta aduana aunque pa- rezca demorada y dispendiosa~ rinde sus beneficios en la congruencia y calidad del ensayo, Resultailustrativo trabajar en clase con los estudian- tes el esbozo implicito en ensayos que consideremos ‘modelos dignos de imitar. Sacar a flote esa estructura ayuda a entender que la escritura ~especialmente de ‘ensayos~ no es fruto del azar o la inspiracién, sino tuna labor lenca de hilar, amarrar, imbrica ideas. De igual modo, esta tarea de radiograffa es una buena escuela para comprender por qué emplear distintos arrafos. Que no es un problema de extensién lo ue lleva a parcelar el escrito, sino de la cantidad de ideas que estén en juego, de los argumentos con que se cuenta y del hilo conductor de la tess. Todo ello _-puede aparecer al analizar las placas radiogréficas de ensayos ejemplares' El valor de las conexiones l6gicas He agu{ otro aspecto que merece toda la atencién ‘de los hacedores de ensayos. Las conexiones légicas, también llamadas marcadores textuales, son esas (4 palabras © grupos de palabras que van zurciendo ‘el escrito; son esas bisagras que permiten que las ideas no queden sueltas o que se produzca una | fractura entre ellas. {Los conectores ldgicos les dan a las ideas una malea- | bitidad particulars dotan al texto de una plasticidad © ductilidad para que sea lefdo como un discurso \ fuido y no como un tartamudeo irregular. Las co- nexiones légicas sirven de relevo, de escalones, de } canal, de advertencia o de orientaciones de ruta. Las ideas, con los conectores légicos, logran flu, remontat el vuelo, dar su golpe definitive. f } Hay distintos tipos de conectores y, por supuesto, diferentes usos. De manera rapida, podrfamos decir que hay conectores para seftalar una deducci6n, una inferencia; otros, para ilustrar, sefialar una objeci6n ‘0 mantener firme una cadena argumentativa, Hay ‘conectores que ayudan al lector liga las ideas en un tiempo o un espacio; otros mis cuyo objetivo funda- mental es concluir, recalcar o presentar una anthesis, 1 einai ai final de est bra una slecién de ensyos ae bien pueden serv para est propdsto, 28+ Fnac Vines Rosas Buena parte de los conectores est al servicio del ensayista para explicar o adicionar ideas, pero también para evitar malentendidos o justificar una ‘omisién. Lo cierto es que si el novato ensayista no tiene a la mano una reserva de estos conectores, lo nds seguro es que no sepa bien emo tejer las ideas © que termine apilando frases sin que ellas entre si mantengan una comunicacién expedita. Particularmente en nuestra época, a lo mejor por el mundo de los mensajes reducidos de los celula- res 0 por tener presente sélo lo que aparece en la pantalla de los ordenadores, abunda la “escritura archipiélago”. Me tefiero a esas ideas que quedan aisladas de las demas 0 a aquellos parrafos que no saben cémo conectarse con otro semejante, Laescri- tura archipiglago necesita de puentes, de viaductos que intercomuniquen un enunciado con otro, un planteamiento con otro que no necesariamente se ‘encuentra en el mismo pérrafo. Los conectores son, precisamente, csas obras de ingenieria que ayudan a que las ideas se vean como escenarios en red y no ‘como trochas cortadas por inesperados desfiladeros. Bien vale la pena dedicar algunas sesiones de clase 4 estas bisageas lingitisticas, mostrar su tipologia y verlas en situaci6n; ponerlas a actuar en el discurso, Ademés de ello, es itil decirles a los alumnos que deben irlas incorporando ~en listados de veinte © treinta conectores~ hasta que, como pensara ‘Vygotsky, estén tan interiorizadas por el escritor para que se hallen a su disposicién cuando las necesite A voces, el tener un listado de conectores, en letta Yr grande, al lado de donde escribimos, se convierte en un recurso de vital eficacia. Esos listados pue- den irse cambiando al sentir que ya los tenemos en “nuestra mente y cambiarlos por otros nuevos, hasta = que por lo menos un centenar de ellos dialogue con as voces de nuestras ideas. Aqui cabe una advertencia para los noveles en- 1] sayistas. El tipo de conector elegido depende del \tipo de argumento empleado. Es decir, silo que el ensayistaesté usando es un argumento deductivo, pues deberd acompaftarse de conectores légicos que tengan el mismo color derivativo 0 al menos fun tono cercano al colegir o allegar. Y si es un argumento de analogia lo que enarbola para de~ fender su tesis, entonces, los conectores I6gicos debern estar en la frecuencia de lo equivalente {a similitud. Esa es otra de las falencias frecuentes de los ensayistas: usar un conector que riffe con lo que sigue o entra en contradiccién con algo anteriormente expresado. La funcién de los titulos Este punto no es especifico de los textos argumen- tativos, pero dadas las particularidades de esta mo- dalidad textual, debemos hacer algunas precisiones. Y, sobre todo, porque no tenerlo presente implica » perder la atencién del futuro lector: Lo primero es no olvidar que el ctulo debe guardar una relacién con la tesis propuesta en el ensayo. Di- { gamos que es un signo de identidad o una consigna 30 Fen Vt Ronn expresada de manera concisa ¢ interpelativa. El titulo opera como las divisas de la antigua herdldi- ca 0 como los mensajes de las vallas publicitarias, | Debe convocar al posible lector; debe invitatlo o provocarlo ala lectura del ensayo, Y qué mejor que ese lema guarde una filiacién con la tesis constituti. va de este. El titulo, por ello, se elabora pensando esencialmente en el lector Apesar de que algunos ensayistas empiezan aredace {tat con el titulo, lo mas recomendable es titular a final, una vez se ha terminado de esctibirelensaye En la relectura del texto, mirado detalladamente, ¢s probable que descubramos una idea que sirva _Para al fin. O de pronto nos topemos con varias de jesas ideas y necesivemos aquilatarlas para deseubeic sul funciona mejor en su tarea de avisar y llamae |a atencién. En todo caso, se debe ser sugerente ingenioso 0 cteativo al momento de asignar el tt talo de nuestro ensayo, La funcién persuasive no Te corresponde solo al contenido del escito, sine que cobija también a esa cabecera que distintivo, misses auele sve de En ciertas ocasiones, cuando el ensayo es de extensin, es oportuno utilizar subtitles feet cesitan obedecer a la misma logica de la que venimos hablando y, ademés, mantener entre ellos un aire de familia, una unidad de criterio 0 de nominacién, Los subtitulos son fieles al principio de jerarqui 2 Ia categoria mayor que esta en la cabecera del ensayo. No pueden ser otros titulos que le hagan competencia al inicial. Mas bien, son enunciados rT Jaut6nomos, si, pero subordinados al rétulo mayor, Sabtitular es una tarea de organizaci6n y rango, de clasificacién y grado de importancia. ‘Acostumbrarse a leer ensayos La prosa ensayistica, el ritmo de esta modalidad textual, como tantos ottos géneros discursivos, no se consigue de un dia para otro. Eso que los criticos (de arte Haman “estilo” es el resultado de muchos afios en el oficio. Sélo la persistencia en ensayar, en poner en la balanza las ideas, es lo que va forjando ‘una expresi6n particular, Mientras que eso llega, una buena recomendaci6n ‘jes la de habituarse a leer ensayistas de gran calado. Desde los ensayos de Montaigne hasta los de Bacon; echando mano de Arturo Uslar Pietti o Enrique Anderson Imbert hasta los m4s contemporsneos como Fernando Savater o Mario Vargas Llosa, Todos esos autores y otros que serin de la preferencia de cada maestro 0 que iran descubriendo los jévenes |ensayistas, todos ellos, decfa, pueden ser otra escuela para emular no solo desde el goce de la fectura Porque si uno desea cualificarse como ensayista, necesita dar un paso més: dedicarse a estudiar esos ensayos, verlos con lupa, reconocer Ia estructura | de su plano y las sutilezas de su otnamentacién. En este sentido, sigue siendo una escuela apreciar en deralle los ensayos del maestro mexicano Alfonso Reyes. Es mucho lo que se puede aprender de él: esa combinacién entre conceptos € imigenes, la cortesfa comunicativa en el uso de los conectores, la sencillez en el planteamiento de las ideas. Y tam. bién la combinaciGn entre ideas cortas y otras de ‘mayor extensién; y la puntuacién, que convierte sos grafismos en notas de una partitura magnifica, Lallectura de los ensayos de Alfonso Reyes merece ser una tarea deliciosamente aceptada, Adicionalmente, la lectura de la prosa ensayistica ccontribuye a que los estudiantes acostumbren sus - Ojos y sus ofdos a este género escritural. Que apre- cien cusndo un ejemplo preciso stiple varias citas y cudndo una fina inferencia hace que la tesis parezca incuestionable. La lectura de ensayos contagia, de igual forma, a los esquemas de organizacién 0 a las tipologias de construccién. Y, ademés, si los estudiantes se animan a leer dichos ensayos en voz alta, logtarén ir asimilando una puntuacién y una cadencia en la escritura, Porque esas marcaciones que provocan los signos de puntuacién no son, como parece, metas pausas 0 signos caprichosos; muy Por el contrario, son vélvulas de escape, pulmones adicionales, inspiraciones y expiraciones de que se vale la escritura para mantener un ritmo vigoroso y saludable, Esto dltimo si que es importante para tun ensayista novato, pues sin una conciencia sobre la puntuacién, sus ideas se asemejardn a gritos des- esperados 0 a acezantes desvarios, De igual modo, la lectura eritica de ensayos podria ir mostrando los intetsticios por los cuales es posible que emerja nuestra propia voz. Tengamos presente que la innovacién es una relectara asimilada de la tradicién. No hallaremos una vor particular si no retomamios e! legado de los que nos precedieron. Esto vale para el ensayo y para otras dimensiones de la cultura y el desarrollo humano, La revisién, la correcci6n y la reescritura He aqui otro asunto molesto para los aprendices del ensayo y al cual los maestros no le dan demasiada importancia, La reescritura es consustancial a la {labor ensayistica. No puede creerse que el trato con [as ideas sea un asunto de logro al primer intento. Por lo dems, el ensayista combate con las palabras yaestas, al decir de Octavio Paz, hay que aprender {a cogerlas del rabo, dominarlas y hacer que digan lo que nosotros en realidad queremos, Por supuesto, la revisi6n debe hacerse permanente- ‘mente al momento que escribimos. Revisar la idea que se acaba de escribir y revisar la nueva idea al {relacionarla con su antecesora. Revisar el nuevo {pétrafo revisando el pérrafo anterior; revisar cada ' pérrafo ala luz dela tesis que le sirve de faro. Revisar los subtitulos reyisando el titulo y los parrafos en {telacién con el esbozo. Como quien dice, la revisi6n es una actividad paralela al escribir, Una pleamar a la ola creada por la mano al ir escribiendo el ensayo. Luego vienen las correcciones. Que pueden ser in- “| mediatas o -como mas prefiero-mediatas. Se trata, tren este caso, de dejar afejar el ensayo, de ponerlo en salmuera, asi sea por una noche. Ya, al otro dia, corregit lo escrito no con el alma compasiva del eee sr eee {que escribe, sino con el ojo inquisidor de quien lee. ‘Observar fallas, contradicciones, vacios, repeticiones innecesarias; mirar esa escritura como ajena para cargatla de anotaciones, llamados de atencién y sig- nos de interrogacién, Corregir es darle a la escritura una segunda oportunidad para que diga de mejor manera 0 para canalizar aquello otro que se salié de cauce. La correcci6n es una eseritura de segundo orden, Una escritura distanciada de la inmediatez de la emocién 0 el afin de cumplir con la tarea. Y si tenemos la precaucién de enumerar cada una de las versiones del ensayo, descubriremos que esta segunda versién es mas cualificada que la primera, que al tomar distancia de lo escrito ~como sucede con los paisajes naturales-, podemos apreciar de ‘mejor manera el detalle con el conjunto. Las anteriores operaciones deben llevar es lo espe- rado—a una teescritura del ensayo. Los educadores sabemos que fos estudiantes, especialmente los mas j6venes, se resisten a este momento. Pero es indispensable hacerlo si anhelamos tener buen vino de nuestro vifiedo. Reescribie es una escritura de tercer orden. Reescribir és tomar una escritura de base para, desde ese lugar, refigurar un nuevo texto. Es en este momento cuando la precisién seméntica ssaca sus garras y la repeticién de términos en un mismo parrafo parece inconcebible. La reescritura se preocupa y ocupa de detalles minimos, al mismo tiempo que evalia la calidad de lo escrito. Aqui es donde tomamos la decisién de rehacer, archivar © darle visa para la publicacién. La reescritura ccon sus diferentes tipos de colores, con sus notas eE autoadhesivas o los comentarios al margen, mues- tra que m0 es una etapa menor al escribir ensayos. Quizé reescribir sea la esencia de la escritura: una ‘pdsqueda que se concluye para volverse adispersar;, jun deseo de apresar el significado para descubrir que las palabras elegidas son insuficientes y que puede haber otros términos o una nueva manera de organizatlos para decir mejor lo que pensamos. Entonces, si de ensefiar a escribir ensayos se trata, lo mejor es llevar un portafolio o una carpeta con las diversas versiones del escrito, En ese ir pasando de una versi6n a otra es donde puede apreciarse el laprendizaje de este tipo de eseritura argumentada; es en ese transito donde el ensayista descubre sus Jogros y sus dificultades, y cOmo va autorregulaéndose fen su oficio, Por 50, es un sofisma o un disparate suponet que escribir un ensayo sea un asunto de suerte 0 un acietto azaroso. Por el contrario, ¢s una ‘labor de planeacién, de eleccién de argumentos, tna obra textil con la urdimbre y la trama de las ijideass una artesanfa de soldadura y filigrana, con cl fin de persuadir a un lector de una tesis prefe- rencialmente personal. Rabricas y guias por etapas Un asunto final es el de disponer de una ribrica o un listado de criterios a pattir de los cuales se pueda evaluar el ensayo. No es bueno encomendar ensa- yos sin antes haber explicado y socializado con los estudiantes estos descriptores. Esas rejillas son unos acuetdos minimos a partir de los cuales tanto el que 26-> Fononoo Vee Ren eseribe como el que lee después logean construir ‘unos puntos en comtin para facilitar el dislogo y evitar las correcciones desafortunadas o injustas, ‘A veces, por el affn 0 el descuido de los docentes, ‘ve evita este paso. Lo que se hace es enunciar la ta- rea, pero sin explicitar cudles son los criterios o las pautas orientadoras para tal ejercicio de eseritura, El resultado es bastante conocido: desmotivacién, confusiones, contflictos en la relacién pedagégica. Macho ganarian los educadores si previamente a cualquier tatea, especialmente de escritura, deter- minaran e hicieran pablicos los t6picos objeto de calificacién, ‘También puede funcionar la elaboracién de guias que vayan orientando las diversas etapas de la es- ctitura del ensayo, Este it, poco a poco, redactando eltexto, aunque sea mis demorado, rinde grandes beneficios tanto-en larcalidad como en la estructura del ensayo. No parece recomendable pedir de una vex la tarea definitiva; es mas adecuado parcelar el objetivo en labores mas acotadas: una gaia para celaborar la tesis, otra para hacer los argumentos de autoridad, otra ms para utilizar correctamente los conectores légicos... Lo importante acé es entender que si el maestro no es un acompafiante constan- te en las diversas etapas de escribir un ensayo, la produccién de los estudiantes andard a tientas 0 se perdera el interés por aprender a escribir este tipo de texto, Yr Lidiar con el ensayo ata ensayar, primero, hay que retomar temas sen- cillos, eemas-becerradas, para luego lidiar novillos y asf poder enfrentarse a toros miuras de mayor peso ‘yids peligeo. Para hacer un buen ensayo, “hay que haber tomado la alternativa’. ‘Advirtamos, de una vez, que la valentia del ensayista estriba en no lanzarse a la loca, es decir, escribir lo primero que se le venga a la cabeza; no se trata de mero “arrojo”. Hay que sumarfe a ese impulso el “conocimiento”, la verdadera valentia. De la misma forma, hay que hacer pruebas prelimi- nates: llevar el tema al “tentadero”: qué sabemos de 4, qué tan solventes estamos, qué dificultad entrafia, con qué fuentes nos movemos. Esos “tientos” son Ia investigacién previa del ensayista torero. Para- fraseando a Paquirri, “hay que enscfarle al tema'a embestir como tesis”. Los temas en sf mismos no son tesis. El buen ensayista es aquel que le ensefia al tema a comportarse como tesis. Después tiene que “cambiar la seda por el percal”. Cambiar el capote de paso o lujo por el de brega. Este cambio me parece clave: pasamos de la infor- macién previa, del desfile por autores, citas y otras fuentes de consulta, a la lucha directa con el tema, al enfrentamiento directo con el toro. 2a Fao ser Ronee Y asi como en una corrida todo gira alrededor del toro, en un ensayo, todo debe gravitar alrededor de la tesis. La tesis es la fiesta del ensayo. Sino hay toro, no hay lidia, dicen los sabidos en tauromaquia; sin tesis, no hay ensayo, decimos los que andamos en la lidia ensayfstica, Elensayista, al igual que el torero, debe tener tem- ples no lanzarse en los primeros parrafos a decirlo todo y quedarse sin nada para el resto de la lidia, Y del mismo modo que hay temas que lo obligan a aumentar su velocidad, otros lo instan a dosificarles la fuerza de su embestida, Los patrafos iniciales se emplean para “tijar” 0 sujetar el tema. Es la brega del ensayista para que el tema responda a su propésito. Lo mejor en estos casos es entrar pronto a la tesis, no demorarse. Los temas que se “tardan” anuncian ensayos de baja calidad; hay que lograr que el tema se “husnille” cuanto antes, que no levante el hocico de la arena, que meta el morro dentro del propésito o la tesis. ‘También es recomendable terminar esos primeros parrafos con alguna media veronica, para que obe- dezcan a la intencion del ensayista. Para convertirse en tesis, los temas deben tener “fijeza”; es decir que presenten desde el inicio un viaje fijo sin distracciones o digresiones. No hay que hablar de todo y de nada, No hay que “desparta- marse”. Hay que templar el tema, sin que Hlegue a “inclinarse” por cualquier lado. No hay que dejar que el tema “salga suelto”; muy por el contratio, Yr el buen ensayista have que el tema se “aquerencis Gn el centro del ruedo y acuda a cualquier cite ‘Ademés, no hay que permitir que el tema se nos sraje” desde el inicio; que se nos vaya a las tablas ‘94 Jos chiqueros. Hay que lograr que el tema no fenga “querencias” muy marcadas por las tablas, Gque podamos abrirlo hacia el centro de la plaza. Semejante alos pases ayudados, digase lo que se diga, ta lidia en el ensayo consiste en no mover la tesis. ‘Algo asf como torear con suertes de “estatwario”, ‘es decir, mantenerla con los pies juntos mientras se dan o se presentan los diversos pases argumentales. Ota cosa: asf como existen toros burriciegos, que yen de lejos pero no de cerca, de igual modo, hay jdeas “burriciegas” que parecen muy buenas de lejos, pero al empezar a capotearlas descubrimos que son inttiles 0 més diffciles de manejar delo que penssbamos. Alas ideas hay que toreatlas con pases naturales: ni tan cortas que parezcan telegréficas, ‘ni tan largas que no se sepa a dénde llevan 0 exél es su cometide. Preferiblemente, en el viltimo pérrafo no se debe ‘usar el descabello, no meter una frase y otra, como sino fuera suficiente Ia estocada o idea final que nos. interesa dejar en la mente de nuestros lectores. El Gilkimo parrafo no debe necesitar de ningin verdu- guillo, ni mucho menos echar mano de la puntilla Concluido el ensayo, terminada la corrida, son los lectores quienes dictaminardn la calidad de nuestra ae OOO"... eee 4b Fens Ys Roose lidia ensayistica. De ellos dependerd, si sacan los suficientes pafiuelos blancos, que pidan a la presi- dencia de la plaza las orejas, o tengamos la suerte con su relectura~ de premiarnos con la vuelta al tuedo. Y si nuestro ensayo gusta tanto, a lo mejor, seri recomendado a otros y asi, de alguna manera, podremos en verdad ser sacados en hombros por Ja puerta grande. Desde luego, el mismo paiblico puede gritarnos o silbar nuestra lidia, bien sea abandonando la lectura de nuestro ensayo 0 con- denéndonos al més absoluto silencio. La lidia del ensayista puede tetminar en las palmas, los pitos o el silencio despectivo. Es la buena faena de escri- tura la que provocara en los lectores el disgusto, la censura, el abucheo, las ovaciones o las palmas, Yr carta a un colega ensayista Estimado amigo, Seguramente, después de nuestra charla de hoy, es- tars pensando que el escrito que me habias enviado hace unos dfas est4 muy distante de set un genuino ensayo. Sin embargo, y para que no te desanimes, me he propuesto escribirte estas lineas con el fin de recordarte algunos asunitos que te dije y, al mismo tiempo, compartirte otros consejos que son la cosecha de muchos afios dedicados este género de escritura, Para empezar, te comentaba que tu escrito adolecta de una estructura, El ensayo, segin sabes, es una escrinura de lasideas y, sino hay un andamiaje que las soporte, lo més seguro es que se desordenen, desdibujen 0 anden a tientas por los diversos parrafos, Lo mejor, entonces, es pensar largo rato en la estructura de ta ‘ensayo, Esa estructura se evidencia en el esbozo, que viene siendo como una previa tabla de contenido, tuna ruta de viaje o la carta de navegacién de tu senda censayistica. El esbozo orienta el sinuaso y heterogéneo discurrir de las ideas. El esbozo es un mastil al cual el ensayista debe amarrarse, como Odiseo, para no sucumbir a cuantas ocurrencias le canten por doquier. Te exponta también que la estructura prefigura el niimero aproximado de parrafos las posibles ideas fuerza que van a desarrollarse. Este consejo es tanto mis definitivo cuanto mds novato sea el escritor de ensayos. Con la experiencia, te lo aseguro, se adquiere el habito de rumiar largo tiempo lo que se desea escribir o se va interiorizando la necesidad de contar con la estructura previa del ensayo. Valga el momento para decirte, y esto lo observé en tu escrito, que tienes demasiadas ideas sueltas. Tal ver se deba-creo yo-a que confias demasiado en el repentismo de lo que te va saliendo 0 en un cierto conexionismo de primer orden, Me refiero a tomar como motivo de escritura la itima palabra y no la tesis 0 el argumento sobre el que estés trabajando. Eso, por lo dems, es muy comin en escritores que piensan que escribir es transcribir la oralidad, cuando precisamente es todo lo contrario. Muchas de las virtudes de la oralidad se convierten en vicios cuando se traslapan asf no més a la eseritura, Ten presente que -s6lo por recordarte un aspecto~ la oralidad es acumulativa en tanto-que la-escritura es subordinada; tal caracteristica demanda, por lo mismo, jerarquizar las ideas, darles un rango. ‘T6mate unos minutos y revisa el texto que ama- blemente me compattiste y te dards cuenta de esto que digo. Seguramente encontrarés muchas ideas «que si bien son interesantes, o no estén imantadas por aquello mismo que anunciaste en el subtitulo en la primera Iinea de un partafo. Te insisto en que revises tu escrito desde esta perspectiva. La ganancia ser abundante, te lo aseguro. Orro asunto del que conversamos fue el de distinguir entre enunciar las ideas y argumentarlas. Allfentre- r ‘yeo un punto esencial de la escritura ensayfstica. De Jo que se trata, precisamente, es de argumentar las ideas, de exigitle a nuestro pensamiento que sea capa de hallat razones para avalar 0 darle consistencia a Jo que decimos. ¥ como tti mismo comentabas, esto es algo que poco se ensefia en los espacios educa- tivos, aun en los de més alto nivel, Ese ha sido un tépico del que me he ocupado en los tiltimos afios. He descubierto, por ejemplo, el valor de aprender a hacer distinciones, disociaciones 0 traslaciones con las ideas. He visto que si no se cuenta con unas herramientas de pensamiento, las ideas quedan como mariposas pinchadas en una lémina pero sin ogear que verdaderamente persuadan oconvenzan allector. Recuerdo ahora la poderosa estrategia del fildsofo Paul Ricoeur para hacer disociaciones. El, asilo investigué, primero partia de nociones cardi- nales, luego hacia distinciones de sentido (o varia- ciones), enseguida ubicaba las relaciones (el lugar de las correspondencias) e inclufa las disociaciones (que eran como una bisagra entre las distinciones y las relaciones}, y de abt en adelante, construfa una mueva nocién o lanzaba una definicién inédita, Por es0, en un texto publicado hace ya varios afios decia {que el método de Ricoeur era en verdad una especie de arquitectura mental', Pero lo importante de to que te venta diciendo es la necesidad de conocer y ptacticar las habilidades de pensamiento como la analogia, el contraste, la definicién, la comparacién, 1 Vease a artulo “Descriptive pura: un métode de arqutectue mental en Lo cultura como tno. actor, vemitio y educa, Tomer Bagot, 2008, pt S56. Se a deduccién o la inferencia, Los buenos ensayistas son habiles para hacer suposiciones, formulat hi- pétesis, poner ejemplos, hacer distinciones. Y sino se ejercitan las operaciones de pensamiento de las que te he venido hablando, lo mas seguro es que las ideas queden apenas enunciadas o desprovistas de desarrollo argumental. Ahora puedo ir a otra de tus mayores debilidades: la de no tener una tesis. Quiero recordarte que la tesis es el hilo conductor del ensayo. La tesis ¢s la esencia de la estructura o, si prefieres entenderlo de otra manera, la estructura gira o se articula desde la tesis. Hemos hablado varias veces sobre este asunto, pero en aras de fo que te vengo diciendo, ten pre- sente que la tesis es la manera como ti apropias un tema o un asunto; la tesis es lo que tii te atreves a poner en alto para los lectotes. Es tu bandera, Lo ue sigue después se desprende de dicha tesis, Todos los argumentos deben obedecer-2 esta afirmacién que el ensayista, por lo general, coloca en el primer picrafo. En consecuencia, cada idea, cada ejemplo, cada ocurrencia tienen que someterse a la tesis que decidiste lanzar ala palestra. Bien vale la pena, pot Jo mismo, espulgar 0 cernir lo que escribiste a la luz de este consejo, Silas ideas que te encuentres ~por fascinantes que sean no apuntan a esa diana, lo mejores eliminatlas 0 darles un tratamiento diferente ara que cntren en esa via, Y para serte sincero, hay que hacerlo sin contemplaciones o complacencias, so pena de sactificar la unidad argumentativa de tu ensayo, Yr Te doy una ayuda adicional. Cuando avances en la escritura de tu ensayo, revisa siempre si el nuevo. pitrafo o la nueva idea giran en torno a ese sol llamado tesis. Es més, las otras voces de que eches ‘mano, las citas o argumentos de autoridad, deben atenerse al mismo principio de atraccién. Por més, aque se trate de autores importantes, sino aceptan el jyugo de tu tesis, deben salir de tu ensayo o tolerar tun parafraseo que les dé carta de ciudadanfa en este, Tenlo presente: la tesis en un ensayo ejerce ‘un poder autoritario, Pero prosigamos con otro punto endeble que ob- servé en tu escrito; uno que es de facil solucién. ‘A veces, el novel ensayista desea abordar temas con un arsenal argumentativo demasiado escaso su informacién es muy limitada, Bl resultado, por ende, es el de la generalidad o la palabreria ampulosa, Pienso que hay temas que nos obligan a investigat, a buscar otros pensadores a partir de los, ‘cuales sea posible derivar nuestros propios pensa~ mientos, no s6lo para conseguir citas de autoridad, sino como provocadorés o incitadores de nuestras, ideas. La lectura de bibliograffa seleccionada es otra de las habilidades de un buen ensayista. El manejo de fuentes pertinentes y adecuadas hace que nuestro escrito tenga un basamento vigoroso. No sobra reiterarte que hay temas de temas. No es lo mismo elaborar un ensayo sobre la amistad que otro sobre la ciudadania; no se tienen las mismas capacidades para argumentar con solidez, la tesis de que los valores son acuerdos sociales para resguardar la tradici6n, que otra en la que se 46 Fei Ves Roe afirme que la juventud es una etapa maravillosa de la vida Por eso, cuando te lances a escribir un ensayo, te recomiendo medir tus fuerzas argumentativas. Si ves que te faltan energias, lo correcto es ponerte a investigar. El talento de un ensayista se puede apre- ciar en lo pertinente de la bibliograffa que anexa en su ensayo o en el tipo de citas que emplea. No lo olvides: hay teméticas que nos desbordan y otras para las cuales necesitamos mds que la lectura de tuna resefia 0 revisar de afin el capitulo de un libro. ‘Me he extendido un tanto en esta carta, pero no quiero concluirla sin insistirte en dos cosas mas. La primera es la importancia de los conectores l6gicos. Esas palabras son claves para que las partes de tu escrito no queden deshilvanadas o desarticuladas. En mi libro Pregiintele al ensayista, he mostrado que los conectores som-garantia para la-cohesién y la coherencia. Ast que no puedes dejar de Indo estas bisagras lingiifsticas. Lo mejor es que el tipo de argumento empleado sea el que te lleve a elegir el tipo de conector. Si lo que estis presentando es una deducci6n, pues deberias utilizar conectores en esta perspectiva. Revisa, de igual manera, los conectores de inicio de parrafo. Para ello, fijate en el esbozo del que te hablé al comienzo de esta misiva. Los conectores que el ensayista usa al co- menzar cada pirrafo son los que van amarrando la estructura del ensayo. Por lo demas, trata de variarlos y busca que aporten significativamence al desarrollo de tu escrito. Yr Lasegunda cuestiOn es una fraterna recomendacién fobre el titulo y los subtitulos que empleaste en qu escrito, Creo que el titulo guarda una directa felacién con la tesis del ensayo. Bl titulo, de otra parte, es un gancho para el lector; una forma de Brraparlo o seducitlo. Por es0, no es bueno usar titalos demasiado generales 0 engafiosos: me Fe fiero a esos titulos que prometen algo que no se ‘cumple al leer el ensayo. Y si dada la Extension 0 Inestructura prevista, necesitas de subtitulos, debes tener presente que no pueden estar desconectados idl titulo principal. No vayas a caer en el error de hhacer pequefios ensayos disonantes con el ensayo general. Si usas esa esteategia de cajas chinas, ten fen mente que cada parte armonice con el conjunto. Fjate un tanto en la jerarquia de las tablas de con- ‘tenido de algunos textos y de cémo cada subparte tenriquece el nivel superior. Sea como fuere, si no dedicas unos minutos a reflexionar sobre fos ties Jos los subtitulos, muy seguramente seran piezas discordantes 0 que no encajan en el conjunto de tw ensayo. Sime has seguido de cerca, quiza te habras dado ‘cuenta de que la escritura de ensayos requiere una continua revisién. Hay que avanzar y volver atrés frecuentemente. Hilar ideas, tejerlas, no €s cues- tién de sumarlas sino de ir viendo, poco 2 poco, la manera como van conformando una figura 0 se mezclan los colores para pintar una tesis. Di- cho ejercicio de avance y retroceso, de escribit y reescribir, es lo que esté en el origen del ensayo. Sopesar, medir, aquilatar, poner en la balanza, tal 48 Femonoo Vie Ronis 6s la suerte de este tipo de escritura, El ensayo, Guerido amigo, nos obliga a tener ojo de joyerc para diferenciar la genuina piedra preciosa de la pedrerfa de fantasta. Desde luego, todas mis anteriores observaciones han tenido como norte ayudarte a mejorar tu escrito, No vayas a cometer el error comiin de los aprendices de escritura al abandonar lo que hiciste o desecharlo sin antes haberte dado la posibilidad de mejorarlo, Reconozco que hay ideas interesantes en lo que me Compartiste, sé que tienes un tono muy cercano al ritmo ensayistico y he visto cémo te has esforzado en dialogar con otros autores; sin embargo, debes volver sobre tu texto para continuar puliéndolo © librandolo de adherencias innecesarias. Tal ver, alcanzar un buen ensayo sea la combinacién de |a confianza en nuestra propia voz y Ia sospecha Permanente sobre lo mismo que decimos. Con mi aprecio, Fernando Yr Sobre el ensayo El ensayista, fil a su origen, aquilata en la balanza de su escritura lo ajeno con lo propio. el prensado fuerte del tema sale el mosto de la tesis. El ensayista tiene alma de franciscano. Sus preo- ‘cupaciones se ditigen a los temas hurildes 0 a los asuntos sencillos. No se puede ser ensayista sin un poco de valor. El valor de poner lo propio por encima de lo forsneo. El ensayo, aunque masculino, tiene cuerpo de mujer. Es un género esencialmente seductor. eben os de autoridad utilizados pos sai leben eamplilos egos doe fiadoes de finca rafz: tener buena solv 1 solvencia y suficientes haberes como garantia. a. Las analogias le sirven al ensayista para comprobar 6 entre seres o cosas muy diferentes es posible encontrar alguna semejanza, Bl ensayista trabaja con ideas. Su labor es andloga a {a del constructor de antiguas vias férteas: ir riel a riel apuntalando con pernos una ruta argumentativa, Los conectores son como un repertorio de articula- ciones para el ensaysts, Por ellos lo estitico adquiete ‘ovimiento y las partes se transforman en un todo, El ensayo nacis en el momento en que un y ticular se negé a acc " | de la mayoria. a El ensayo no puede ser sistematico . porque acepta pata silo inacabado. a. Yr Bl ensayista intenta por todos los modos suturar lo ‘que su propia pluma va horadando. Sila tesis es demasiado simple, el lector la desprecia 6 la ignoras si es muy compleja, puede confundirlo ‘oimpacientarlo. Lo ideal, entonces, es que la tesis, sea tan clara como para que lo mas profando pa~ rezca bien sencillo, EI buen ensayista va a la caza de citas pero sin olvidar el compromiso permanente ¢ inseparable con sus tesis. Blensayo no concluyes su filtimo pirrafo es apenas el germen de una nueva tesis. Elensayista va armando su texto como el abogado organiza su defensa: seleccionando testigos, bus- ‘cando pruebas, presentando evidencias. Aunque el ensayista vaya como Teseo por ef labe- rinto de sus argumentaciones, no puede perder el hilo de Ariadna de su tess. 52 Frac Ves Rosas Los malos ensayistas y los demagogos prometen més de lo que pueden cumplit, .0s argumentos empleados por el ensayista parti- cipan de las funciones de las cohuminas atquitecté. nicas: sirven de sostén y soportan el peso de lates. En un ensayo no hay columnas conmemorativas Elensayistaes un estratega del discurso: su jugada ‘maesira es lograr convencer al lector de sus teci, Por usar un ropaje persuasivo, el ensayista se cuida de no vestir su escrito-de ideas gravuitas 6 frases itrelevantes, 4a puntuacién empleada por el ensayista nos re- cuerda las técnicas del maquillaje femenino: un ‘ogve all, para resaltar un detalles otro, més alld, Para delinear algo impreciso, Una ver el ensayista se casa con su tesis, a ella le debe fidelidad eterna rT Bl esata manipula asta como cl plvorero subengala: dosificando, pesando, distinguiendo. En todo caso, se cuida de juntar de cualquier manera fas palabras. El pensar continuo y dedicado es la primera cartilla en la que aprenden a escribir los buenos ensayistas. El ensayo divaga, pero se mantiene fiel a una hoja de rata oculta: la tesis El esbozo, que el ensayista traza fisica 0 mental- mente en su cabeza, es la garantia de que el viaje propuesto llegue a feliz término. ista tienen la Los ejemplos empleados por el ensayista tienen forma de un dibujo. Son ilustraciones de la tesis propuesta, Al ensayista le gusta poner a gitar -en rotacién y traslaci6n-lasideas, Pero siempre en torno al centro solar de su tesis. Bs el movimiento de las ideas el que crea la fascina~ cin en el ensayo. Los argumentos estéticos frenan el mecanismo de su estructura, Dice el ensayista en clase de misica: no es suficien- te con buscar buenos argumentos; lo definitivo es hacerlos sonar arménicamente con la tesis, Las notas a pie de pagina que el ensayista pone en ‘su texto son vestigios de caminos ya recorridoss un, testimonio del viajero frecuente de las ideas, Dos son las tentaciones del ensayista: la digresin y la sfntesis excesiva, Cuando el ensayista cita a otras voces, lo que busca enellas no es tanto su venerada autoridad como un acto de solidaridad con sus tesis. Latesis que el ensayista presenta en su ensayo debe tener la frescura de lo novedoso y el sabor afiejo de las cosas bien pensadas. Yr Le cams en aco 55 Elensayista piensa y pesa las ideas. Su oficio, y eso se olvida con frecuencia, guarda semejanza con el del filésofo genuino. c re de las voces aje- De nada sirve tensar la urdimbr nas si el ensayista no las trama con los hilos de sus propias ideas, Las deducciones o indueciones que el ensayista va haciendo cuando escribe'son el ubricante que facilita el movimiento de su argumentaci6n. Si, en un primer momento, el ensayista privilegia el preguntar y el preguntarse, en el segundo, debe comprometerse con alguna respuesta. El oficio del ensayista pertenece a las artes de la pesca: ofrecerle al lector una tesis es tanto como prepararle una carnada. Siel paso del ensayista cuando escribe es demasiado lento, parecer un tratados si es muy rapido, se onfundiré con el comentario. El trote parece ser el ritmo adecuado para tn jinete del ensayo, oa scuwon osm 57 El miniensayo ‘No obstante la terquedad de algunos profesores de ‘educacién media y superior por solictar en sus clases ‘ensayos de larga extensidn (mas de diez paginas), puede resultar interesante explorar la posibilidad de elaborar este tipo de escritos en una pagina. Tal opcién, ademas de permitir la evaluaci6n detallada y personalizada de la escritura, es un excelente re- ‘earso didactico para aprender las particularidades de un texto argumentativo, Enesta perspectiva, resulta interesante invitar alos estudiantes escribir un ensayo de cuatro parrafos. Eltema dependerd de las necesidades previstas por elmaestro. El contenido de cada uno de los pérrafos es el siguiente: Enel primero se expone de manera sucinta y directa la tesis, es decir, la postura personal del ensayista frente al tema en cuestin. La tesis, hay que recor darlo, es una proposicién o afirmacién en la que, de manera novedosa, se toma una posici6n, un punto de vista o una critica a determinada temitica. Por su- puesto, para lograr una tesis de calidad, es necesario reflesionar y meditar el motivo de nuestro interés. En determinadas ocasiones, es ttil documentarse, leer fuentes especializadas 0 someter el tema a un profundo anélisis. Tres o cuatro lineas pueden ser suficientes para lograr este objetivo. 58-+ Fonsi Vines Ress El segundo parrafo da inicio ala argumentacién del ‘ensayo, Ahora toca buscar razones que avalen, sopar ‘eno refuercen nuestra tesis. Y dentro de las variadas formas de persuadir, una de las més socorridas es {a de utilizar los argumentos de antoridad, Se trata de buscar fuentes 0 autores de alto teconocimien- to ~validados en un campo del saber- que puedan respaldar nuestra tesis, Asi que no son referencias indiscriminadass inds bien, es la pesquisa minaciosa de una frase, una cita, un fragmento de un libro 0 una investigacién que esté en sintonfa con nuestro planteamiento. Dicho aval se entrecomillars y ser referenciado segiin el sistema de citacién elegido (APA, MLA, Icontec). Pero no basta con transcribie la cita en nuestro segundo parrafo. Es importante engarzarla o glosatla para que se articule con latesis enunciada. Aqui vale la pena decir que los argumen- tos de autoridad hay que irlos tejiendo con la tesis, apropiarlos, darles el tono adecuado, con el fin de que armonicen con nuestro planteamiento, Para el siguiente pérrafo, podemos echar mano de varias alternativas: usar argumentos basados en ejemplos, deducciones, inducciones o analogias. Es sabido que la analogia, por ejemplo, es una forma de razonamiento en la que, valiéndonos de comparat realidades diferentes, notamos semejattzas entre ellas, tiles para nuestto propésito argumentativo. Desde Inego, no basta con enunciar una comparacién; cuando se utiliza Ia analogta, debe desarrollarse ara mostrar de qué manera cada rasgo o aspecto de la relacién establecida contribuye a fortalecer la Propuesta vertebral de nuestro ensayo. Las analo- Yr gias no son sfmiles gratuitos, sino comparaciones enfocadas a un fin determinado, Finalmente, nos queda el iltimo parrafo, Un apar- tado para cerrar nuestro escrito, No es cuestisn de hacer una conclusién, sino de rubricar 0 fortalecer la tesis que trafamosentre manos. Aqui es el momento para ofrecerle al lector otras razones inobjetables, o sefalat otras posibles vias argumentativas. Y una caracteristica adicional: el iltimo patrafo debe tener la misma contundencia del primero. Esa es la estructura basica de un miniensayo. Esos cuatro parrafos-si se elaboran con cuidado-pueden dar cuenta de las particularidades de un texto argu- mentativo. No sobra recordar que son igualmente importantes las conexiones logicas empleadas para darle cohesi6n y coherencia al escrito, Los conectores, son como los hilos que van zurciendo las ideas; las, bisagtas que articulan interna y estructuralmente los, cuatro parrafos antes mencionados. También ser importante prestarle atencién al titulo del ensayo. Hay que buscar un titilo sugestivo y relacionado cont la tesis. El titulo debe orientar al lector; serviele de provocacién o incitacion a la lectura. Sirvan las anteriores ideas de referencia y estimulo para los aprendices de escritura argumentativa en esta modalidad reducida, La apuesta, en consecuencia, no aboga por la cantidad de paginas, sino por la concentracién y calidad de las ideas, Si meditamos y tenemos clara una tesis y sabemos articularla con los diversos tipos de argumentos, seguramente el 0 Fonsi Vises Rees resultado ser provechoso. El miniensayo puede set una buena estrategia didactica de escritura para fogucar a los estudiantes en los vericuetos de la ar. gumentacin antes de lanzarlos a producir un texto de mas largo aliento o con tuna mayor complejidad. rr Lusso ene + Un ensayo en una pagina Por supuesto, en el primer parrafo tiene que estar de manera explicita la tesis. Ni tan escueta ni tan ampulosa. Debe ser clara, sugerente, ojalé llamativa para el lector. Recuerde que el primer pérrafo da el tono del ensayo, es la clave a partir de la cual yaa desarrollarse el escrito. Tres lineas pueden ser suficientes para esta tarea, El segundo pitrafo da inicio a la argumentacién, ‘Aquies donde el ensayista lanza su primer argumento para apuntalar o darle fuerza a su tesis. Podrfamos ‘empezar, entonces, con un argumento de autoridad. Esel momento para echat mano de la bibliografia o de las fuentes que hemos consultado y que pueden avalar Ia tesis. Es aconsejable no presentar lacénica- mente la cta, sino ofrecerle un escenario de entrada yuna apropiacién o un vinculo con lo medular de nuestro ensayo, Los argumentos de autoridad deben referenciarse a pie de pagina (o segiin la norma de citacién acordada por el docente o por la revista en la que deseamos publicar nuestro ensayo). Eltercer parrafo podria acudir a otro tipo de atgu- ‘mento: por ejemplo, uno por analogia. Buscaremos, en consecuencia, una relacién que nos permita reforzar la tesis, un campo de realidad similar a partir del cual lo que venimos argumentando logce otro nivel de comprensién, Vale la pena decir que esta analogia debe estar amarrada a la tesis objeto, de nuestro ensayo y debe articularse con el parrafo anterior. No es un apartado suelto o sin ilacidn, Por ende, el uso de los conectores légicos es fun- damental. Llegamos asta nuestro cuarto pétrafo, Por ser el ts timo, necesita ser tan contundente como el primero, En este caso, lo que haremos es rubricar, ampliar © proyectar la tesis de nuestro ensayo. No es un resumen, Se parece mas a una refrendacién o una visi6n integral de nuestra linea arguimentativa. Con este parrafo, el lector debe quedar convencido de lo que le presentamos al inicio del ensayo. A veces, el ‘ltimo parrafo abre lo dicho hacia nuevas dimen- siones o prefigura el nacimiento de otto escrito, Dos recomendaciones adicionales pueden ser de utilidad para lograr un ensayo de calidad en una Pagina. Lo primero es-pensar bastante las ideas con las cuales se tee el escrito. Nada de palabreria gratuita; nada de verborrea instil. Recuerde que Jo medular del ensayo estriba en el aquilatamiento de las ideas, Lo segundo es atender con detalle a la coherencia entre los diversos pacrafos; estar atentos Para que no queden desvertebrados o desconecta- dos de la tesis. Por lo mismo, hay que leer varias veces el pequefio texto para que sea una genuina filigrana de escritura. Escribir una pagina parece un reto menor, pero, tratindose del ensayo, se convierte en un excelente ‘motivo para comprobar qué tanto somos capaces de . al : ' i tevantar una tesis y mantenerlaargumentativamente gn vilo 2 lo largo de cuatro patrafos. ee | i i ' i | ' i | | | | Minimos para la escritura de ensayos Elensayo es la escritura més dénea para desarrollat ‘un argumento, No es una escritura que busque, ‘esencialmente, exponer contenidos, sino dar razones enapoyo o defensa de una tesis. Lo medular de un ensayo, entonces, consiste en tener una tesis y unos angumentos que la soporten. Latesises, a todas laces, lo més importante cuando de escribir ensayos se trata. Una tesis es como una idea, como una préposicién, como una postura personal de quien escribe el ensayo. A veces, esa tesis es retomada de otros 0, en el mejor de los casos, propuesta por el propio ensayista. La tesis debe ser sencilla, facil de entender por el lector, clara y medianamente novedosa o creativa, Por lo general, esa tesis se enuncia en el primer pérrafo del ensayo, bien sea de manera escueta o dentro de un parrafo que le sirve de encuadre o de contexto'. No sobra decir que, en general, para tener una buena tesis, hay que consultar y leer sobre el tema o haber cavilado largo tiempo sobre el objeto de nuestro ensayo. Una vez el ensayista ha determinado cusl es su tesis, debe elegir los argumentos que mejor le sirven para El concepto de pirao de eneuadre puede amore en ero de Mac Teresa ert, mo edactarun tema Odie dela ese tur} Pais, Barcelona, 1998 apoyarla, defenderla, corroborarla © soportarla, Estos argumentos pueden ser de diferente tipo: de autoridad (casi siempre presentados como citas 0 notas a pie de pégina); por analogia (en donde, a partir de elementos diferentes, se buscan puntos de semtiejanza); el uso de ejemplos (bien sea recurtien- do a casos, a cifras o a situaciones cotidianas que ilustren lo que se quiere argumentar)s 0 el recutso a la deduecién, la inducci6n o a cualquier otra opera cidn logica del pensamiento (con las que mediante el rigor en el andlisis se logre la persuasi6n)2. Hay que tener especial cuidado en la eleccién de los argumentos. Si es un argumento de autoridad, por ejemplo, la persona debe ser lo suficientemente reconocida como para que sirva de genuino heraldo a nuestra tesis; en el caso de utilizar una analogia, debe revisarse que el tipo de relacién establecida sea adecuada pata la tesis en cuestiOn. De otra parte, los argumentos deben mantener tna unidad dentro de todo el ensayo y conservar el mismo tono de escritura propuesto por el ensayista. Por lo general, cada argumento se presenta en un parrafo. Otras veces, cuando la linea argumental es muy compleja, pueden utilizarse varios parrafos para desartollar un argumento. Lo importante es tener claridad en la estructura del ensayo. Recor: demos que, en la etapa preliminar, cuando se est sgestando la tesis y se estén buscando los argumen- ‘Un ben tet sobre este epecta ee La claves de fo orgumenta in, de Antony Weston, wdtado or tel, Baresiona, 2996, Los empl propuests por el ator en esta aba pueden sr da gran utd para quien exaibe @ mands a acre enstyos Yr | | | I | i | i Leas sa 6 tos, el buen ensayista hace un esbozo, un esquema en donde puede vislumbrar la carta de navegacién desu escrito. Casi siempre, el niimero de parratos cortesponde con la cantidad de argumentos pre- sentados y 2 su densidad. Ademés, como sucede en toda estructura, la organizacién de las partes debe estar en relacién con la totalidad; los parrafos ddeben ser interdependientes. ¥ una recomendacién adicional: hay que pensar y elaborar muy bien el primer y el dltimo pérrafo. Son definitivos tanto para enganchar al lector como para dejarlo con una inquietud sembrada en su cabeza. Ese es, precisamente, otro punto clave a la hora de escribir un ensayo. Hay que cuidar mucho la continuidad, el zurcido de la escritura. Que no se noten baches 0 fracturas entre los parrafos. No olvidemos que un buen ensayo debe tener ilacién argumental, Para ello, es indispensable tener a la, mano, aprender.o conocer las conexiones l6gicas. Me refiero a esas palabras que sirven de puente, de bisagra entre un parrafo y otro, para que la escritura logre la cohesién. Los conectores son de distinto tipo y sirven pata diferentes usos: los hay para recapitular, recalcar, ejemplificar o tener una transicién en el discurso; también para adicionar, contrastar, inferir o hacer una advertencia’. Agreguemos a lo anterior otra tarea del ensayista hay que revisar aspectos gramaticales. La puntuacién, En milo Prepintle ol ensapst, Editorial Kirpres, Bogs, 2008, odd encontare un lstado de 1.500 conectores, oreenados se (2 Face sue Reno la concordancia, la precisién semantica. Aunque estos aspectos no son los fundamentals ala hora de escribir un ensayo, s{le aportan al escrito agilidad, coherencia y facilidad para que el lector identifique faécilmente aquello que deseamos compartirle. Las debilidades de redaccién le merman al ensayo legi- bilidad interna, amenidad para la Iecrura; en suma: lectores. Es clave, por lo tanto, la revisién continua, Ja reescritura, volver a misar no cada parrafo sino la totalidad del escrito. Ver si hay una repeticién innecesaria de palabras; analizar cusndo falta una conexiéns leer en vor alta el escrito para validar si la puntuaci6n es la més adecuada o si falta un signo que afine mejor el sentido buscado, Sea como fuere, tun acertado manejo de los aspectos gramaticales da realce y vigor a las ideas. Ya para cerrar, cuando se han llevado a cabo todos estos aspectos, el buen ensayista debe pensar en cémo va a titular su escrito. Es recomendable que el titulo tenga una relacién fuerte con la tesisy que busque, ante todo, cautivar la atencién del lector. Un titulo es un “atrapalectores”, Advirtémoslo: la eleccién del titulo es tan importante como la elec- cidn de la tesis 0 los arguments. ih a eal lll ai presentar la tesis en un ensayo oel riesgo de pensar por cuenta propia He venido observando en mis estudiantes una enorme dificultad para identificar y presentar en sus ensayos la fundamental y necesaria tesis. Se me ‘curren al menos tres causas y algunas alvernativas para tratar de subsanar tales inconvenientes. Las causas La primera causa tiene macho que ver con una edu- ‘aci6n en la que se ha privilegiado excesivamente el respeto a la autoridad académica, la veneracion al conocimiento enciclopédico y un entreguismo a los autores forineos. Todas estas cosas, reforzadas por practicas de ensefianza en las que se ensalza la citacién en lugar dela reflexién, han ido mermando la confianza de nuestros estudiantes, los han hecho sentir incapaces de pensar por cuenta propia o de entender que es posible y necesario entrar a con- versar con esas voces de la tradicion, Lasegunda causa, como yo lo entiendo, se deriva de la escasa o nula formacién de nuestros estudiantes en los denominados procesos de pensamiento. Me refiero a que, en la licenciaturas, muy poco se hace por desarrollar en ellos el andlisis, la deducci6n, la inferencia, la sintesis, el contraste, la disociacién. D0 Frac 8 Estas operaciones de pensamiento son definitivas al momento de enfrentar la lectura de textos ajenos y son esenciales al momento de expresar nuestras ideas, Quizd esta ausencia de conocer y apropiat estrategias y procesos de pensamiento se extiendaa la larga cadena escolar y continie sospechosamente en los posgrados. Tal vez nos hemos ocupado de- imasiado en las instituciones educativas de proveer informacion y poco, muy poco, de ensefiar a pensar y a usar esas herramientas cognitivas con las cuales logramos generar ideas, vincularnos con el saber y contribuir de alguna manera al desarrollo de la ccultura y la produccién de conocimiento. Cada dia me convenzo més de que si hubiéramos tenido en nuestra primera formacién una fuerte presencia de la légica, de la geometria y de otras disciplinas que nos habituaran a abstraer, a deducit y a organizar el pensamiento, seguramente no es- tazfamos en la educaci6n superior atin reclamando dichas habilidades 0 competencias. De pronto, esa apatia o prevencién hacia la educacién filoséfica sea otra faceta de la misma carencia a la que me vengo refiriendo, La tercera causa, y por ser la diltima no por ello la menos importante, es la escasa relacin de los es- tadiantes con la escritura, Creo que esa relacién es casual o eventual; no hay un vinculo permanente. Y cuando viene la demanda académica, cuando de ella depende la permanencia en un programa o el logeo de un proyecto, el asunto se vuelve complicado » en algunos casos, lleva a la renuncia, al plagio flagrante 02 acudir a alguien que por algunos pesos resuelva la dificultad, Creo que las instituciones educativas, de todos los riveles, tienen wna deuda con la forma y la manera {oma nos pusieron en contacto con esta herramienta de la mente. Es probable que el exceso de gramatica hublara Jas estructuras de los procesos de composi- ‘Gon y que el confundir escribir con redactar haya dejado de lado el poder de la escritura para dotar ‘nuestra mente de otros artefactos sin los cuales seguiria presa de lo repetitivo, de lo conerero, de lo aglatinante y circunscrto a lo anecdético. Se olvi- da que aprender a escribir es incorporar a nuestro cerebro 0 a nuestro entendimiento una sofisticada hetramienta cognitiva Como se ve, las causas son diversas y profundas. Pero algo tenemos que hacer para tratar de resolver esta situaci6n. Las estrategias Lo primero es tener una voluntad de enunciacién. Es decir, no claudicar 0 abandonat lo que pensamos por temor a ser descalificados 0 no parecer dignos del mundo académico. Esta tarea deberfa ser ava- lada por los docentes desde los primeros afios de educacién, Ayudarles a nuestros estudiantes a que tengan algo que decir, asi sea incoherente, impreci- 0, balbuciente o superficial. Como sea, eso es mis valioso que el silencio 0 el mutismo conformista de la mayoria. Es urgente propiciar estrategias de enseftanza en las que el debate, l foro, la discusién grupal sean modalidades de ensefianza coridianas, Hablar, pensar en. vor alta. Esa serfa la primera labor de los docentes. Mas tarde, habsia que ense- ir a escuchar con cuidado para poder entender ‘emo piensan los dems y ver en lo que dicen una oportunidad para manifestar nuestros acuerdos o desacuerdos, En todo esto, veo la conveniencia de revalorizar la retérica. Una herenicia que no me canso de reco- mendat, especialmente en un mundo como el de hoy ‘en donde cada dia son més notorias las carencias expresivas y una falta de postura reflexiva frente al consumismo pasivo tanto de las cosas como de las ideas. La segunda estrategia que entreveo es a de propiciar en nuestros estudiantes ciertas habilidades criticas que he denominado de contrapunto. Digo, aprender a tener una postura dialogante con la tradicién, Por ejemplo, a tomar una cita y saber como contrastatla, como contradecirla, cémo minimizar 0 maximizar sus alcances. O que sepamos transponer lo que lee- ‘mos a otros contextos w otras sittaciones; que no nos quede dificil derivar de una proposicién ajena otros asuntos i otras conclusiones, Todo lo anterior subraya la necesidad de que, frente a laapabullante informacién que circula a manos llenas en el mundo fisico y virtual, los ambientes educativos desatrollan cuanto antes aquellas operaciones de Pensamiento como el anslisis, la comparaciGn, el heat bee ‘ontraste, la inferencia o la sintesis. Aqui salta a la vista un cambio de estrategia didctica: més que la insistencia en la cantidad de informacién, optar por pocas y escogidas lecturas, y con ellas, de manera viva, ahondar, mirar articulaciones, ver diferencias, dar cuenta de los contexts, precisar sus términos, jt més alla de lo denotado o literal. Es mediante ‘ese ejercicio de desmonte y reconstruccién de los textos como mejor pueden irse aprendiendo las operaciones de las que estdbamos hablando. La tercera estrategia, y esta si que es clave para la escritura de ensayos, ela importancia del discerni- ‘miento, la rumia intelectual, el meditar continuo. O sise quiere entender de otra manera, hacer cotidiana la voluntad de sospecha, no dejar de preguntarnos, poner entre paréntesis lo dado por hecho. Conside- ro que sin esta actitud de extranjero en el mundo cotidiano en que nos movemos, con gran dificultad se nos ocurrirS una tesis para un ensayo o alguna propuesta innovadora. Si no tenemos como habito reflexionar, volver sobre lo hecho o lo vivido para tratar de comprenderlo, muy dificilmente conse~ guitemos transformar o intervenir en el mundo que nos rodea. Estimo que la velocidad y ¢! mundo de lo instanta- neo en el que vivimos van en contravia de lo enun- ciado anteriormente, De pronto, alli est uno de Jos mayores retos de los educadores de hoy: hacer pausas, poner la pantalla en diferido, no ceder a las demandas de la moda. Por el contrario, sopesar, poner en la balanza, aquilatar, saber diferenciar la Freja Vsger Renae hojalaca del metal precioso. Y eso es, precisamente, lo que posibilita a escritura ensayistica, Entonces, sila tesis no sale o se refunde al escribir el ensayo, lo mejor es pensar detenidamente el tema que nos convoca. Gastarnos un tiempo considerable «en mirarlo desde diferentes puntos, asediatlo desde distintos miradores. Caminar el tema, discutirlo en ‘nuestra mente, someterlo a una bateria de preguntas, horadarlo de dudas y porqués. Todo eso es definitivo, aunque patezca que se est perdiendo el tiempo. Y siesta estrategia no da resultado, vale la pena leer, consultar fuentes, ir 2 la biblioteca, navegar en in- ternet, pero no para transcribir mecénicamente lo que encontremos, sino estando alertas a ver si con esas lecturas se nos desata o dispara alguna tesis. a lectura tiene como fin incitar, provocar,jalonar alguna tesis personal oculta. Su fin no es copiar la tesiss mas bien, es una labor de resonancia, de toque, de incitacién o réplica intelectual: Esta via seguramente llevar a buenos resultados, Pero si ninguna de las anteriores esteategias lleva a un buen fin, queda un dltimo recurso: asumir una tesis ajena, pero cuidéndonos de ser nosotros los que le construyamos sus desarrollos argumentativos. Este tiltimo camino, si no es el més indicado, puede ayndar al novel escritor a salir del callején sin salida y entrar en un segundo momento de la escritura del ensayo, Si es esta la ruta elegida, hay que ser novedosos en la argumentacién y muy cuidadosos en los aleances de nuestros planteamientos. En el caso de tomar prestada latesis de otros, no podemos ‘ terminar parafrascando también los argumentos de nuestro benefactor. Por el contrario, hay que buscar ‘tras razones, otros motivos, otras posibilidades. Bl esfuerzo ya no esté en el descubrimiento de la tesis, sino en hallar argumentos originales o poco explorados. Lo dicho hasta aqu{ es apenas una serie de reflexio- nes sobre las dificultades de escribir ensayos y una ayuda para aquellos estudiantes que atin siguen luchando por hallar y poner en el primer parrafo su tesis. Ojalé lo expuesto contribuya en algo a entender sus dificultades, les dé énimos para pensar por cuenta propia oles permita ver alguna salida a sas problemas con la escritura argumentativa. se ction Relevancia de la tesis en un ensayo Son recurrentes las inquietudes 0 preguntas que me hhacen colegas y estudiantes sobre la importancia de la tesis en un ensayo, A pesar de haber escrito ‘en varias ocasiones sobre el asunto y de mostrar ejemplos pricticos de cmo formular la tesis, con- sidero que no sobra reflexionar una vez més sobre esta parte esencial de los textos argumentativos, Empezaré subrayando que la tesis es una proposi- ‘i6n o frase en la que el escritor consigna su postura frente a determinado tema, En este sentido, la tesis no puede ser el pedazo de una idea o una oraci6n ‘runca. De alli también que se requiera, antes de presentarla, ubicar un contexto o la situacién en la que se inscribe dicho planteamiento. La tesis, en consecuencia, necesita ser expuesta como una declaracién completa sobre un tema; una especie de aseveraci6n cabal del ensayista al vérselas con tun Jado de una temética. Muy relacionado con el aspecto anterior esté otra particularidad de la tesis: debe ser especifica, con- creta, No es recomendable redactar generalidades, 6 divagar sobre las ramificaciones de un tema. Esto cn lugar de enriquecer el ensayo, lo que provoca es que el lector se desoriente y no logre entender bien la promesa que el ensayista desea hacerle. De igual modo, el énfasis en la forma de redactar La tesis, 7a Fao Vise Res contribuye a delimitar el tema y afocalizar el punto sobre el cual se desean direccionar los pensamientos, ‘También he insistido en que la tesis hace las veces de una columna vertebral del ensayo. Hacia ella hay que imantar todas las ideas y desde ella deben acordonarse las otras frases 0 parrafos. Si el ensa- yista olvida esta recomendacién, lo mas seguro es due termine hablando de la tesis en el primer pa- rrafo, pero la omita en los siguientes. Hasta puede suceder ~y es muy frecuente- que la tesis aparezca repentinamente y luego reaparezca en otro lugar del ensayo, pero sin mantener una coherencia con la mactoestructura del texto. Valga de una vez decir que la tesis pone a los otros elementos del ensayo en una relaciGn de subordinaci6n comunicativa. De otro lado, es esencial que la tesis sea sustancial 0, al menos, novedosa, Para lograr esa consistencia, lo primero es pasar el tema por el filtro de la medita- ciGn, Me refiero a gastar un buen tiempo pensando el ema en sus matices, viendo sus contradicciones, escudrifiando sus contextos y vicisitudes histéricas, En esas cavilaciones, el ensayo halla su mejor calidad, Pero, ademas, y si poco original sentimos nuestra tesis, lo mejor es empezar a documentarse, investigar, leer variadas fuentes, explorar con curiosidad de ne6fito en el tema. Sélo asf, la tesis no terminaré siendo una idea insustancial, demasiado trillada 0 infesta de lugares comunes. Aunque parezca un aspecto menor, el buen uso de la puntuacién es indispensable si deseamos que la tesis aparezca clara y sin adherencias de ambigiedad. Yo jecomiendo que la tesis esté puesta antes o después dle un punto seguido. Puede estar al inicio, en la fpitad o al cierre del primer parrafo. Sé que es mas ‘ontundente dejaria al final, pero es posible ubicarla fn otros lngares, dependiendo de la experticia del ensayista. Lo que se debe evitar ¢s meverla entre ‘comas 0 dejarla un tanto a la deriva en cualquier sitio del parcafo. El ensayista tiene la obligacién de preocuparse para que los signos de puntuacién lleven Al lector a precisar cudl es la sustancia 0 el meollo de tu tesis. Sobra decir que el punto y coma ~ese signo ‘esquivo a las nuevas genetaciones~ es un recurso igualmente dil para datle a la tesis un escenario relevant, Sefalo estas mimucias porque los signos de puntuaci6n, bien empleados, se convierten en piezas estratégicas para el montaje de la tesis. Sirvan las anteriores reflexiones como wn subrayado ala importancia de la tesis para el ensayo y de las principales caracteristicas que debemos observar cuando vayamos a escribirlo, La tesis: médula del ensayo ‘Yahe escrito en otras oportunidades sobre la impor- tancia de la tess en un ensayo y su valor al momento de distinguir un texto argumentativo, No obstante, bien vale profundizar un poco mas en tal asunto. La tesis es la postura personal del autor frente a un tema. Es la manera particular como el ensayista valora, sopesa, critica, percibe o afronta un aspecto, siruaci6n 0 materia determinada. Es, por decislo ‘con tna imagen, la carta de compromiso que el escrito le firma al lector. La tesis, en este sentido, pone en primera escena la voz de tna subjetividad, tal como lo manifestara Montaigne en el prélogo de sus memorables Ensayos. Sobra advertir que no es comin tener una posi personal sobre un hecho o asunto. Bien sea porque ‘no hemos sido educados en un pensamiento crtico © porque tememos a la réplica 0 los cuestionamientos, negatives y preferimos el silencio de! anonimato 0 nos conformamos con la tranquilizadora opinién de lamayoria, Se requiere, por lo mismo, un vigor inte- lectual, una mayorfa de edad en nuestro pensamiento para tomar la palabra y decir: aqui est mi tesis. Dicho esto, volvamos a nuestra ruta explicativa, Llegat a una tesis demanda un largo tiempo de meditacién y andlisis sobre un tema. Al tema hay ‘que pensarlo, examinarlo con detalle, estudiarlo en su complejidad, ponerlo bajo una lente para que cemerjan de él aspectos inusitados, filones descono- cidos, caracteristicas contradictorias, zonas ocultas, consecuencias inadvertidas. Sin esta cavilacién o examen sobre el tema, endeble serd la tesis resul- tante o pareceté tan plegada alo ya sabido que poca atencién generard en un posible lector. Es el momento de sefialar otra cosa: hay temas que, para dar el mosto de fa tesis, requieren un largo estudio. Exigen investigacién, lectura atenta, cote- jamiento de fuentes, trabajo de campo o revisién bibliografica. Algnnos temas no dan su jugo a no set que el ensayista asuma la actitud de quien tiene un problema de investigacién y busque, por todos los medios, conocer las causas, detallar su fisonomia y desarrollo, avizorar las consecuencias o encontrar ‘una solucién, Puesto de otra forma: hay temas que piden un trabajo mayor por parte del ensayista; temas que necesitan disolventes especiales 0 una labor de pesquisa concentrada para diluir sus fibras nds consistentes y obtener una tesis de calidad. Prosigamos. La tesis debe presentarse de manera clara, sin justificaciones wu ornatos innecesarios. Debe ser didfana para el lector y, por lo general, se explicita en el primer pérrafo del ensayo, La claridad dela tesis prefigura el tono o el cardcter del ensayo, Yaunquc, en algunas ocasiones, es necesario ubicar el contexto del escrito, no por ello debe quedar oscurecida la tesis. Es legitimo encuadrarla, pero ella deberé descollar 0 ser notoria para el lector, En ; { t I todo caso, sino esta puesta de manera transparente, muy seguramente el lector no sabré cual es el juego propuesto por el ensayista, cudl es el meollo del que desea persuadirlo. Es recomendable consignar la tesis de forma decle rativa y no meramente a través de una pregunta, La tesis es una declaratoria, un corto manifesto en que el autor proclama su manera personal de entender ‘0 comprender un asunto. Es probable que haya interrogantes que le sirvan de soporte, pero latesis, cn sf misma, ¢s una proposicién sobre la toma de partido del ensayista. En esta perspectiva, su fono guarda una relaci6n con otra modalidad argumen- tativa: la defensajurfdica, La tesis, en consecuencia, es categérica, rotunda y concluyente. Los buenos ensayistas, cuando se trata de dar cuenta de la tesis, no se van por las tamas, no muestran dubitacién. Por el contrario, se presentan axiomiéticos, certeros en su planteamiento, Un aspecto final es el atinente al aval o al respaldo argumentativo exigido por latesis. Me explico: aun- que el ensayista es libre de presentar cualquier tipo de tesis, debe contar con los recursos argumentativos suficientes para solventar dicha apuesta. A veces, parece facil afirmar determinada cosa sobre algo, pero Inego nos damos cuenta de que no tenemos ‘con qué defender o apoyar eso mismo que declara- mos. Por ende, al momento de proclamar la tesis, ¢s indispensable tener el cuidado o la precaucién de vislumbrar un “depdsito de garantias” al que podamos acudir mas adelante. No olvidemos que el primer pirat fo es apenas la apertura del ensayo; después vended a arduaInbor de argumentar eso ie afirmamos. Y si no tenemos un Tepertorio de uentes, ejemplos, analogias o recursos légicos, pues no a cumplir nuestra meta persuasiva. Nos quedaremos cortos o sera fallido el objetivo mi ido el objetivo mismo de la argumentacién, i | Como lo he hecho ver, la tesis es la médula del ensayo, En ella esté lo esencial de este tipo de textos y, gracias a ella, se produce un ejercicio de argumentacién, Asf que, cuando tengamos la ta- rea o el reto de redatar un ensayo, es importante ed sobre los aleances de la dees modaldad deccoures variaciones a un tema en forma de tesis ‘Ya he publicado varias entradas en mi blog! sobre fa eseritura de ensayos. También he subido una conferencia en la que paso revista historia a este igénero y perfilo una didactica del mismo. De igual trodo, he sefialado la importancia del ensayo pata dl desarrollo de las habilidades argumentativas y su valor estratégico para fortalecer el pensamiento tritico. No obstante, y para aclarar uno de fos as- pectos esenciaes del ensayo, quisiera en esta ocasin Fnostrar cOmo tetomar un tema y convertirlo en tesis. Lo haré usando un ejemplo. El tema que me serviré de eje es el de la relacién centre el arte y la formacién o entre las expresiones attisticas y st utilidad en Tos procesos educativos. Fs un tema lo suficientemente amplio como para explorar en diversas tesisy ver caso a caso los matices ide su construceién, Tengamos presente, entonces, el tema motivo de nuestro anéliss: EL-TEMA: Las relaciones entre expresiones artis ticas y formacién Podemos ahora lanzar nuestra primera tesis cen trandonos en la importancia de las artes para el desarrollo de la sensibilidad. Aqui nos interesa tp re fermandovasquezrodrguezcom i eee subrayar el aspecto moral o interior de los sentidos, lo que ataite a los sentimientos. La formulacién de latesis ~que debe ser clara, completa, presentarse de ‘manera afirmativa y ser interesante para interpelar aun lector- quedarfa asf: “Las expresiones antics ’s artisticas pueden ayudar de ma- nera considerable a desarrollar la sensil Jos estudiantes”. nail Una segunda manera de responder al tema seria la de entender las expresiones artisticas como imediaciones, como vinculos complejo para que las nuevas genetaciones entren en contacto con una cultura, Por supuesto, aqui distinguimos los medios de las mediaciones y entendemos la cultura como un conjunto de objetos, practicas, discursos ¢ imaginarios. La formulacién de la tesis serfa la siguiente: “Las expresiones artisticas son ticas son una mediacién fun- damental si se desea vincular a los sstuicne on a tradici6n de una cultura”, : La tercera forma de enfrentar el enfrentar el tema seria recal- Gano el aspect dea formacin integral, haciendo énfasis en que la formacién de un ser humano no puede limitarse a la dimensién intelectual o a las habilidades técnicas. Digamos, de paso, que esa es precisamente una de las crisis de la educacién de siesta 6poca, tan entregada a les demands laborales Y que s6lo atiende a las competencias seftaladas por el mercado, Asf enunciariamos la tess: Yr «Sj se desea formar integralmente a los estudiantes, nopodrén faltar en los curriculos el contacto con el arte los espacios para las expresiones artisticas”. Bien podrfamos cambiar de mirador y considerar alarte ~como en verdad lo es- un tipo de lenguaje que vas més allé de las diferencias étnicas 0 de credo religioso, Se tratarfa de construir una tesis en la que se subraye el aspecto comunicativo de las smanifestaciones artisticas, independientemente del ‘género 0 el mismo idioma. La redaccién de la cuacta tesis, entonces, tendria esta forma: “La formacién en el arte es una manera de proveer alos estudiantes de un lenguaje universal mediante el cual puedan comunicarse con otros semejantes, a pesar de las diferencias de raza, credo, sexo 0 idioma”. Essabido que, en el are, as personas logean expresar sts cuitas, sus suefios, sus fantasmas y sus preocu- paciones més intimas; pero, de igual modo, ala par que en el arte se expresa lo individual, también se logra entrar en singonfa con aquellos asuntos que son universales a los seres humanos. Esa es precisa~ mente la grandeza del arte, Ia de decir lo universal ‘afirmando lo particular. Con este tazonamiento, podemos delinear nuestra quinta tesis: “Sin estudiante aprende a expresarse mediante wt arte, no s6lo logrard afirmar su particularidad, sino ‘ademas participard de lo universal de la condicion humana”. Relacionado con el punto anterior, pero enmar- candonos en una zona mas existencial, podemos considerar al ate como una buena cartilla para que los estudiantes entren en relacién con los problemas esenciales de la condici6n humana, Las expresiones artfsticas son una galerfa de las peripecias y los avatares por los que pasan los seres humanos. En consecuencia, la sexta tesis serfa la siguiente: “El contacto con las obras artisticas es una estrate- ia formativa para que los estudiantes conozcan y comprendan los problemas esenciales de la condicién humana”. Una séptima forma de abordar el tema consisti- tfa en evidenciar en las expresiones artisticas las potencialidades de la creatividad y del juego. Las artes, lo sabemos, son expresin de genuina liber- tad y ejemplo de las infinitas manifestaciones de la imaginaci6n. Asf que, con esto en mente, podemos lanzatnos a redactar la tesis siguiente: “La experiencia de practicar cualquier arte es un recurso de enseftanza para evidenciar el valor del juego y las potencialidades de la creatividad”. Podriamos intentar una octava variacién al tema que nos ocupa. En este caso, nos interesa poner en alto aquellos aspectos formativos adicionales que experimentan las personas al practicar un arte. Me refiero a las repeticiones, los borradores, las prac- ticas, el ejercicio, las rutinas, la constancia, sin las cuales es imposible avanzar o conseguir una obra artistica. Para no extendernos, formulemos de una ver la tesi “Invitar a producir o practicar un arte es una estra~ tegia formativa para que los estudiantes aprendan la paciencia, la persistencia y la disciplina”. ‘También es factible considerar al arte como un recurso pedagégico con el que desarrollemos en fos més pequeiios ~aungue no séio en ellos los diferentes sentidlos. La vista, el tacto, el ofdo nacen con nosotros, pero si no los estimulamos, sino les desplegamos el abanico de sus alcances poco sera su campo de accién y poca la cualificacién de muestras percepciones. A diferencia de la primera resi, acs ‘nos enfocamos en el aspecto més exterior o petcep~ tual de los sentidos. Esta serfa nuestra novena tesis: “La intencionada y planeada exposicin de los nitios a diferentes manifestaciones artisticas puede ser un ‘excelente recurso pedagégico para empexar a desa- ‘rollar en ellos las potencialidades de sus sentidos”. Podemos cerrar este repertorio de propuestas con una décimna tesis, Nuestra reflexi6n patria de considerar el acceso y la prictica de diferentes artes como un recurso paraque los més pequefios vayan descubriendo dénde estén sus talentos, en cual de esas manifesta- cionesattsticas resuena o se acopla mejor su espititu, La tesis podria redactarse en estos términos: “Cuando las instituciones educativas conciben disponen espacios académicos para que los niios Bess 99 Frame Vs Romie exploren en diferentes artes, lo que logran, en verdad, es que ellos vayan descubriendo intuitivamente sus ropios talentos”. Como se ha podido apreciar, esta gama de ejem- plos reitera un principio de los ensayistas expertos: no se puede tener una buena tesis si previamente no se ha meditado concienzudamente el tema. Es decir, antes de cualquier cosa, lo primero es ver en el tema las posibles contradicciones, las relaciones subyacentes, las implicaciones o las aplicaciones précticas, Eso es lo que he querido destacar: si se quiere tener una tesis de calidad para un ensayo, hay que asediar reflexivamente y por un buen tiempo el tema objeto de nuestro interés. Un tema vuelto tesis en cuatro parrafos ‘Bernardo: éCémo te parecié la chatla sobre el ensayo del pasado viernes? ‘Camilo: Muy buena, pero me da un poco de inse- jguridad la tarea que nos pidié el maestro. Esa: la de hacer un ensayo de una pagina... Bernardo: A mi me aclaré muchas cosas... Camilo: @Cudles?, si se puede saber... Bernardo: Por ejemplo, lo de la importancia de a tesis y la variedad de argumentos que uno puede usar al momento de escribir el ensayo. Camilo: Ab, si... yo me quedé pensando en si esta ‘bien decirles alos estudiantes de noveno grado que hhagan an ensayo, cuando, segiin entendf, lo fun- damental es contar con una tesis personal y lograr soportarla con argumentos. Bernardo: Si. Esa parece que es a clave de este tipo de textos. De pronto, esos alumnos estén todavia muy bisofios para enfrentar esa tarea... Aunque el profesor dijo que sf se podfan ensefiat, en esos ‘grads, las operaciones basicas del pensamiento que son claves cuando se esctibe un ensayo... Camilo: Si, si... ya me acuerdo... la dedueci6n, la induecién, la analogfa... Bernardo: Yo cteo que ese es uno de los problemas gruesos de nuestra educaci6n universitatia, Presu- ponemos que los muchachos ya tienen desarrollada esas operaciones de pensamiento y, claro, como adolecen de ellas, pues no saben cémo proceder al pedirles un escrito argumentativo.. rere aE ‘Camilo; De acuerdo. Yo creo que una didactica de la escritura merece que los maestros nos tomemos més en serio estos procesos de pensamiento. No podemios seguir creyendo que es tn asunto de meta redaccién... Bernardo: Por eso, si no me falla la memoria, el maestro hablé de cierta autonomia de pensamiento, De una mayorfa de edad que trae consigo la escri- tura ensayistica, Camilo: Ais. Pensar por cuenta propia, insist el Maestro varias veces en su charla. Bernardo: Yo mismo me he autoevaluado y he des- cubierto que no profundizo en ello en mis clases de espafiol. Supongo muchas cosas y esa puede ser la causa del bajo nivel de ls escritos de mis alamnos. Tal vezsiensefiaa primero, con ejemplos, como se hace una deduccién o de qué manera realizar una inferencia, seria més facil para ellos hallar buenos axgumentos. Camilo: Igual he pensado yo... Es urgente que renovemos las operaciones de pensamiento, pero 1no s6lo en el area de espafiol. Yo creo que eso es en todas las asignaturas. Pero volviendo a nuestra tarea, éya sabes qué temas son los que van a servir dle motivo para presentar nuestro ensayo? Bernardo: Si. Tienen que ver con los dos macropro- yectos en curso, Para el grupo que esté trabajando en las didécticas de la paz, el tema es “la reconci- a % para ey que estamos metidos en. as tipologtastextuales el tema eees “la didactca”, Camilo: (Asi nada oe a Bernardo: Tengo entendido que ese es el punto de partida. El tema base, como dijo en clase el ae maestro, Ahora, a nosotros nos toca convertir ese ema en tesis. Y argumentar nuestra tesis alo largo de cuatro parrafos. Camilo: Ese pedacito no me qued6 tan claro... emardo: A ver, te refresco la memoria, En el primer pérrafo, y esa fue una insistencia del maestro, debe it Fe manera explicita la tesis. En el segundo parrafo, hay que empezar a usar nuestros argumentos, uno de antoridad. Esa fue la indicacién. En el tercer patrafo, hay que usar un argumento diferente, bien Sea utilizando un ejemplo, una analogia o eligiendo cualquier argumento légico, como la induccién o a deducci6n. ¥, para cerrar, en el cuarto parrafo, deberemos rubricar 0 reforzar la tesis inicial. Ese {ilkimo pétrafo es como una estocada final de lo que venimos argumentando. Camilo: Cuatro parrafos, no més... Bernardo: Si, sefior... En cuatro pérrafos debemos redactar el ensayo: en una pagina debemos planteat una tesis y argumentacla. Gamilo: A primera vista patece fécil la tare embargo, lo veo un poquito dificil... éTa, que eres tan pilo en espafiol, cOmo vas a proceder? Dame algunas pistas para no morir en el intento... Bernardo: Yo voy aseguit de cerca la ruta que nos dio el maestro. Lo primero que haré es tener presente el famoso plan. Haré, antes de cualquier cosa, un cesquemita, Ya s€ que son cuatro parrafos y sé tam- bign que en el primer parrafo va la tesis. Luego, me toca pensar qué voy a incluir en el segundo y tercer pérrafos, En mi esquema, tengo que buscar qué autor (qué libro me van a servi para darle respaldo a mi Si te acuerdas, en el segundo pérrafo hay que Sin tes ee mera utilizar un argumento de autoridad. Abi, lo mejor ¢s irme ala biblioteca 0 ponerme juicioso a indagar en internet... Cuando ya tenga esa cita, pues tendré que mirar la manera de apropiarla o incorporarla a mis planteamientos. No es cosa de dejarla suelta, Luego vendré el tercer parrafo. Ya decid que voy a usar una analogfa, Por lo mismo, deberé buscar una compatacién entre mi tesis y un elemento, objeto o realidad semejante, Ademés, tengo que desarrollar la analogfa para que petsuada al lector. No es cosa de solo enunciar la relacién, sino de desglosarla, Camilo: Dichoso ti que ya tienes las cosas resulta... Bernardo: Ni tanto. Eso es lo que he planeado. Es- toy en [a primera parte de la escritura, segtin dice el profesor. Ahora me toca ponerme a trabajar en setio con las palabras. Camilo: &Y el cuarto parrafo? Bernardo: Sé que no debe ser una conclusién. Asi que mostraré otras implicaciones de mi tesis 0 subrayaré algin aspecto fundamental:.. Camilo: 2Y ya encontraste fuentes?, Zya conseguis- te algiin libro para sacar una cita que te sirva de argumento de autoridad? Bernardo: Ando en ello... Por ahi encontré un texto dle Diaz Battiga, creo que se llama Pensar la diddctica, yenel libro del maestro, Educar con Maestria, hay cosas interesantes, Camilo: Yo me siento un tanto inseguro. Ti sabes que provengo de un area diferente a fas humani- dades. Eso le genera a uno mucha inseguridad. Bernardo: Pero no es para desanimarse. A lo me- jor, es una buena oportunidad para que descubras talentos ocultos. Yr ‘Camilo: O para comprobar por qué elegf el mundo de Jos guarismos y no laarena movediza de las palabras.. Bernardo: Pienso que esta maestrfa es una excelente ‘oportunidad para aprender cosas diferentes a las que estamos habituados. Un tiempo para explorat y permitirnos fallar. ‘Camilo: Eso parece facil decitlo cuando te sientes -omo pez en el agua... omand No cess, Yo nunca bab hecho una area deestas, En el pregrado, me habfan puesto a hacer ‘ensayos, pero sin explicarme de qué se trataban 0 de las entretelas de la escritura argumentativa. Y hasta me iba bien, pero nunca descubri 0 reconoci {qué era escribir un ensayo. Camilo: A mi me paso igual. No en tantas asigna- turas. Pero en las pocas que me pidieron ensayos, Jo que lo que conclut, con las bajas calificaciones obtenidas, fue que no servia para escribir. Bernardo: Esa es una de las fallas notorias de los profesores. Nunca le dicen a uno cual es su falla 0 de qué manera puede corregir esas falencias. ‘Camilo: Ahora que lo pienso, hasta cuando llegué a este posgrado comprendsla itnportancia de la escritura... Bermardo: Y lo importante que es para la educacién superior, Por eso, la tarea del ensayo en una pagina es un reto interesante. Es como un doble desafio: oponer una tesis personal y encontrar los argu- frentos idGneos para quel lector quede persuadido. Camilo: Sabes que me preocupa otra cosa, lo de la puntuacion. En eso ando todavia més perdido, Bernardo: El maestro recomend6 leer un libro muy prictico. Ortografia facil. 99 soluciones para tus dudas ortograficasy de redacci6n mds habituales... ‘Me gust6 la invitacién que nos hizo: leer el libro Para revisar cudntos de esos 99 errores cometemas ¥ aprender, de paso, la forma de corregirlos. Camilo: Tendré que ir a buscarlo, Pero yo creo que tengo més de 99 errores Bernardo: No te desanimes. Lo mejor es coger el toro por los cuernos, Camilo: Yo apenas soy un aficionado y ese toro Parece que me va a corneac. ZY cudndo vas a subir al blog tu ensayo? Bernardo: Segtin dijo el maestro, ya podemos empe- zar a hacerlo, Aunque yo creo que lo subiré por aht el préximo viernes. Y mirar a ver qué me contesta, Camilo: Yo esperaré a ver si la inspiracién me llega este fin de semana, Bernardo: Ponte a esperar la inspitaciOn y te va a coger el tarde... Segtin entendi, el plazo maximo para subir el ensayo de una pagina al blog es hasta el proximo lunes por la noche Camilo: Gracias por recordérmelo y por aumentar ‘mi impaciencia, Bernardo: Yo sé que al final vas a realizar un buen trabajo, Con esa mente analitica de los matematicos, seguramente tus argumentos sera muy convincentes, Camilo: Eso espero. De pronto, te llamo el fin de semana para que me ayudes, Bernardo: No sera mucha mi ayuda... Pero en lo que pueda colaborarte, ahi estaré. Aunque eso es cuento. Yo te conozco. Tii terminas dindote las mafias para logear la meta, ‘Camilo: No creas. Peto mejor no apagues el celular, Allo mejor te sorprendo a altas horas de la noche. ‘Tiieres mi linea gratuita de emergencia escritural... " Contrapunto y expresion del propio pensamiento Una de la dificultades de los estudiantes de eduea- cién media y universitaria es aprender a interactuat conlainformaci6n; a dialogar con las fuentes escritas ytener frente a ellas una postura, Esta dificultad ‘se agranda si sumamos las practicas irresponsables de copiar y pegat y un flagrante plagio o hurto de las ideas ajenas. ‘Motivado por dicho inconveniente es que he venido proponiendo la estrategia del contrapunto. Un re- cutso para enfrentarnos a los textos y comenzar a esctibir sobre aquello que leemos. Una forma de hacer que nuestra voz se oiga en ese dislogo silen- cioso con la tradicién escrita. El contrapunto, en este sentido, es una manera de asumir la mayoria de edad de nuestro pensamiento y renunciar al ‘consumo pasivo de la informacién académica, Para tal fin, he ideado siete técnicas: ampliar la cita en cuesti6n, disminuir sus alcances, contrastar los planteamientos, replicar sus razones, derivar algiin aspecto de lo dicho, trasplantar lo dicho a ‘otto contexto o hacer el andlisis de algdn elemento tencionado. Las siete técnicas son como variaciones deun mismo propésito: asumir una posicion, tener tun punto de vista personal de cara a lo que otros afirman, dicen 0 proponen. Al escribir contrapun- tos, recuperamos una actitud activa y propositiva EE, ee rr 28-+ Fanan Vis Rtas hacia los autores los libros, las fuentes de consulta y recobramos la libertad para acrecentar, menguar, rebatir, trasladar, deducir, oponernos o valoray criticamente el contenido de los mensajes. Pero, ademas, el contrapunto es una excelente forma de propiciar el ejercicio de procesos de Pensamiento como la indueci6n, la deducci6n, la antitesis, la relacién y los modos de argumentar, Alescribir un contrapunto, logramos que nuestra mente aprenda a sacar implicaciones, recortar alcances, objetar razones, cambiar de sentido, bifurcar lo expuesto, comparar realidades discon, dantes o examinar separadamente los elementos de una afirmacién. La ganancia, por lo mismo, es definitiva para cualquier profesional univer. sitario y especialmente til a los investigadores, Para quienes la revisién y ajuste con la tradicién ¢s requisito indispensable cuando desean innovar olllevar a cabo cualquier proyecto. He escrito en otro lugar! que el contrapunto parte de una lectura minuciosa de lacita objeto de nuestro interés y que lo més dificil al escribirlo es lograr el tono del fragmento tomado como referencia. Sino hay esa reflexi6n preliminar, todo lo que hagamos después parecera gratuito o no armonizara con la cita que sirve de detonante o motivo. En consecuen- cia, escribir contrapuntos es un ejercicio de escucha activa, de atencién vigilante, de rumia prolongada ase mi esto Tumo para ropa vr. Recomendaciones para elaborary mejorar la escrtura de cantapuntos” en Ef quchorer conte edcones Unsal, Boge, 2013, pgs. 839, . a Leauweson peso + 9 sobre aquello que, por no hacerlo, aceptamos como verdad incuestionable 0 “tragamos” sin salivar 0 smasticar intelectualmente, Contrapunto y dialogo con la tradicién Es frecuente el problema de los estudiantes o in- vestigadores al momento de citar autores 0 usar argumentos de autoridad, Muchas veces, ni siquiera se referencian esas fuentes o no se sabe bien cmo poner a dialogat la informacién de la tradicién con la propia voz. Por haber constatado ese problema cde manera repetitiva en mis estudiantes es que he venido proponiendo la escritura de contrapuntos. Dicha estrategia lo que busca esencialmente es cjercitar al estudiante en esa tarea académica de reconocer Io que otros han dicho, pero, al mismo tiempo, déndole cabida e importancia a las pro- pias reflexiones. Lo que esté en el fondo de este recurso es no seguir alcabueteando el “copy paste” indiscriminado, las inconexas “colchas de retazos” de los marcos tedricos o el encuentro despersona- lizado con autores 0 investigaciones precedentes. Recordémoslo: el contrapunto es la conjugacién de la escucha activa y la presencia 0 resonancia de lo particular. Un recurso, por lo demas, muy «til para ir fogueando nuestra escritura con formas de pensamiento diferente y una estrategia poderosa para desentrafiar los planteamientos vertebrales de detetminada fuente teérica, Cuatro sugerencias podrian ser de utilidad al mo- ‘mento de tedactar los contrapuntos: la primera, (a eeese—s—s—s—s—s—i‘(i‘( i evitar a todas luces el “parafraseo”; es decir, repetir ‘como respaldo al andliss y la interpretacién de los Jo mismo del autor sin aportar nada personal, La resultados. En todo caso, sise adquiere esta destreza Segunda, no tomar lacita como un mero “pretexto” | __de dialogat activamente con las voces del pasado, para decir cosas muy ajenas lo planteado en el texto nis ficil os resultard asomir una postura critica con ‘motivo; lo fundamental es captar lo “medular” de {a tradici6n y lograremos poner en alto -sin falsas lacita para, desde all, proponer nuestra derivacién, hhumildades-los productos de nuestro pensamiento. contrastacién o cualquier otra técnica de las que he Propuesto en mi blog o en otros de mis libros. La tercera sugerencia es la de intentat asimilat el tono de la cita para no “desentonar” cuando entremos en didlogo con ella; es valioso en el contrapunto imitar el género o las particularidades sintécticas y seménticas evidentes en el texto base de nuestro interés. Finalmente, y este es un consejo capital, hay que leer la cita varias veces, releerla comprensiva- mente, buscando en cada lectura ponerla en relacién con nuestra experiencia, nuestro trabajo, nuestro “capital cultural”. La relectura deberd llevarnos meditar, a reflexionar. Solo asi descubriremos los genuinos alcances de una-fuente y también sus Posibles fisuras, aquellos intersticios en los que podemos insertar nuestro aporte particular, No sobra insistr en la importancia de redactar este tipo de textos. El contrapunto es un buen entrena- miento para la escritura de ensayos, especialmente al emplear los argumentos de autoridad, con el fin de darle soporte o garantia a nuestra tesis. De igual modo, es un ejercicio valioso en los proyectos de investigacién, en la etapa correspondiente a la elaboracién del marco te6rico 0 cuando se desea hacer el esquema de fundamentos. También sieve de “calistenia” para saber usar las fuentes te6ricas ee Contrapunto en siete variaciones Yahe dedicado otras paginas a explicar, paso a paso, la redacci6n de contrapuntos. Pero como sigo en- contrandome con estudiantes que piden una ayuda, adicional para “entender con més clatidad” esta modalidad de escritura, he optado en esta ocasién por seguir la via del ejemplo comentado. Es como. hacer, en directo, un ejercicio metacognitivo para mostrar a otros el detras de cimaras de un producto intelectual, La cita que he elegido hace parte de un pequeno texto de Philippe Meiricu, el hicido pedagogo fran- cés, que lleva como titulo Frankenstein educador, publicado por la editorial Laertes, de Barcelona, en i 2 1998, No sobra decit que es una cita autnoma (se puede leer independientemente, tiene sentido en st misma) y con la suficiente fuerza de pensamiento (Giea y sugerente en ideas) como para ameritar la emergencia del contrapunto. Sin més, este es el fragmento de texto que servirs de piedra de toque para el ejercicio: “Renunciar a ensettar determinadas cosas a deter- ‘minadas personas no s6lo significa inscribirse ent un roceso de seleccién y exclusions significa también confesar que lo que se ensefta ‘no vale para todos’, es decir en tiltimo término, que no conlleva ningu na universalidad y pierde toda legitimidad para ser (i 105 Fenwon Yet Romer ensefiado en el marco del ‘contrato cultural comin’ ‘en que se basa la unidad posible de los hombres”. (p. 136). Lo que sigue, en consecuencia, es ir mostrando cada una de las siete t€cnicas para redactar el contrapunto, Recomiendo, en cada caso, atender a la reflexién que lo antecede y leer tanto el texto base como el texto resultante, Recuérdese que el buen contrapunto debe, en lo posible, mantener el tono y la extensidn de la cita soporte. Es un doble esfuerzo: armonizar no s6lo con la linea melédica de las ideas, sino con Ja forma seméntica de presentarlas. 1, Detivar: antes de tedactar el contrapunto, releo la cita muchas veces. Noto que Meirieu aboga por una ensefianza universal, sin exclusiones. Y lo hace porque ¢50 seria una forma de omisi6n y una renuncia esa herencia cultural que a todos nos pertenece, Larelectura me lleva a tomar, para mi derivacién, el aspecto dela exclusidn. Para ello, necesito un conec- tor légico de los propios para inferi o deducir un razonamiento; demos por caso: “como se ve", “ast las cosas”, “de aht se infiere que”, “de todo ello”... As{ quedarfa entonces mi contrapunto: “Renunciar a ensefiar determinadas cosas a deter- ‘minadas personas no sélo significa inscribirse en un proceso de seleccidn y exclusions significa también confesar que lo que se ensenia ‘no vale para todos’, cs decir, en iltimo término, que no conlleva ningu- ‘na universalidad y pierde toda legitimidad para ser enseriado en el marco del ‘contrato cultural comin’ enque se basa la unidad posible de los hombres”. En ‘consecuencia, negamnosa ensefiarciertos contenidos, porque consideramos que un grupo de estudiantes dado su bajo nivel intelectual o su extraccién humil- de- no los necesitan o no fos van a comprender es perpetuar, sin saberlo, las desigualdades de origen, social 0 econémico. Es sumar a la carencia evidente de los bienes materiales la negacién al acceso de los, bienes de la cultura. 2. Amplificar: Ia cita de Meirieu, desde luego, rmenciona algunas implicaciones de esa “renuncia a ensefiar determinadas cosas a determinadas perso- nas”. Bien podriamos agregar otras consecuentcias o referir otras pérdidas de tal abandono, Para este gjetcicio, me ha parecido conveniente sumar el aspecto de la desmemoria, Para tal fin, me seran tiles conectores de los propios para adicionar ideas, demos por caso: “a esto se afiade”, “ademés”, “otra cosa”... Mi contrapunto, en conclusién, seria: “Renunciar a ensefar determinadas cosas a deter ‘minadas personas no s6lo significa inscribirse en wt proceso de seleccicn + exclusidn; significa también confesar que lo que se enseria ‘no vale para todos’, es decir, en siltimo término, que no conlleva ningu- na universalidad y pierde toda legitimidad para ser ensefiado en el marco del ‘contrato cultural comin’ en que se basa la unidad posible de los hombres”. Por lo demas, dejar a algunos estudiantes sin clertos, conocimientos de caracter universal es contribuir peli- grosamente ala desmemoria sobre asuntos que @todo ser humano deberfan interesarie. Hay una herencia mem

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