DOMINGO 25
SEPTIEMBRE, 2022
Mensaje
Semanal
Mons. Javier Del Rio Alba
JUVENTUD
Desde sus inicios la Iglesia ha tenido muy en
cuenta a los jévenes. De hecho, entre los primeros
discipulos de Jestis habia varios jévenes. El apéstol
san Juan, por ejemplo, a quien la Biblia llama “el
discfpulo al que Jestis amaba’, habia apenas pasado
la edad de la adolescencia cuando se encontré con
el Maestro y, dejandolo todo, lo siguié hasta la Cruz.
Siendo ya adulto y dirigiéndose a los jévenes
cristianos, en una de sus cartas el mismo Juan les
dice: “Les he escrito, j6venes, porque son fuertes, la
Palabra de Dios permanece en ustedes y han
vencido al Maligno. No amen al mundo ni lo que
hay en el mundo” (1Jn 2,14-15). San Pablo, por su
parte, escribe a su discipulo Timoteo: “Que nadie
menosprecie tu juventud. Procura, en cambio, ser
para los creyentes modelo en la palabra, en el
comportamiento, en la caridad, en la fe, en la
pureza’ (1Tim 4,12); y mas adelante le dice: “Huye
de las pasiones juveniles. Vete al alcance de la
justicia, de la fe, dela caridad, de la paz, en unién de
los que invocan al Sefior con el corazén puro” (2Tim
2,22),
Enese mismo sentido, favorable a los jévenes, seha
manifestado la tradicién ininterrumpida de la
Iglesia y el magisterio de los papas. En nuestros
dias, es el Papa Francisco quien se dirige
constantemente a los jévenes para invitarlos a
pensar en grande, sofiar con metas altas y poner
los medios para aleanzarlas. Sobre todo, los invita a
ser agentes de la historia y no espectadores
pasivos, “Cree en la existencia de las verdades mas
altas y més bellas...No pienses jamds que la lucha
que conduces aqui abajo sea del todo imutil..No
tengas miedo de sofiar. Suefia con un mundo que
todavia no se ve, pero que es cierto que
llegard..cada dia pide a Dios el don de la
valentia..ten siempre el coraje de la
verdad..cultiva ideales..Y si te equivocas,
levantate" (20.1X.2017). Bellas palabras del Papa
Francisco que reflejan su aprecio por los jovenes y
su conocimiento de la juventud,
Desde mi propia experiencia de las varias décadas
que, como sacerdote, dirijo espiritualmente a
jovenes y adolescentes, soy testigo de que en su
corazén late con bastante nitidez la vocacién al
amor que Dios ha puesto en cada hombre, varén 0
mujer, al momento de crearnos. Late también el
deseo de verdad, de belleza, de autenticidad, de
justicia y de hacer cosas grandes. Es cierto que las
malas influencias o ciertas corrientes ideol6gicas
confunden a no pocos jévenes, pero cuando un
joven es debidamente acompafiado por su entorno
familiar, cuando tiene buenos maestros en la
escuela 0 la universidad, y cuando tiene una buena
comunidad de referencia, como por ejemplo un
grupo parroquial, soy testigo de que toda esa
potencialidad de bien que anida en su corazén va
saliendo a la luz y los jovenes se vuelven grandes
seguidores de Cristo, mejores hijos, mas amigos y
mds comprometidos con la sociedad, capaces de
hacer enormes sacrificios en pos de la meta de ser
santos a la que se saben Iamados por Dios y
ayudados por su gracia. Pido a Dios nuestro Padre y
a la Mamita de Chapi que nunca falten buenos
maestros y testigos de la fe que sepan guiar a los
jovenes en la busqueda de esas metas altas que
merecen y a las que aspiran. Los jévenes necesitan
de nuestro tiempo y nuestra atencién. No seamos
mezquinos con ellos y démosles lo que realmente
necesitan.
+ Javier Del Rio Alba
Arzobispo de Arequipa