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El cuento fantastico La trama y la secuencia narrativa La comumicacién Elcrcuito dela somunicacién EB draito dela comunicacin amplado Eltexto y el discurso La subjetividad y la objetividad La formacion de palabras La composién Los signos de puntuacién Usos del Usos del punto y n vez de buscar una definici6n preceptiva de lo fantastico, en la literatura o fuera, Ei ella, pienso que es mejor que cada uno de ustedes consulte su propio mundo inte- rior y se plantee el problema de esas situaciones, de esas llamadas coincidencias, en que, de golpe, nuestra inteligencia y nuestra sensibilidad tienen la impresién de que las leyes a que obedecemos habitualmente no se cumplen del todo, o estan dando lugar a una excepcién, [...] Yo vi siempre el mundo de una manera distinta, senti siempre que entre dos cosas que parecen perfectamente delimitadas y separadas, hay intersticios por los cua les se colaba wn elemento que no podia explicarse con leyes, que no podia explicarse con Iogica, que no podia explicarse con la inteligencia razonante. Ese sentimiento, que creo se refleja en la mayorta de mis cuentos, podriamos califi- carlo de extraziamiento; [J hay como pequerios paréntesis en esa realidad y es por aht donde una sensibilidad preparada para ese tipo de experiencias siente la presencia de algo diferente, siente, en otras palabras, lo que podemos llamar lo fantastico. ‘Julio Coredzar: “El sentimiento de lo fantastico’, conferencia ofrecida en la Universidad Catélica Andrés Bello de Venezuela, en Obra Critica 1. Buenos Aires: Alfaguara, 1994. (Fragmento) Entrar en tema Sita e bth tt ae >> tA qué llama Cortazar “lo fantastico"? >>Segiin este autor, dcon qué se relaciona? >>tCémo lo definirias vos? >>Hacé una lista de cuentos, novelas, series y peliculas que incluirias en este género fantastico. Comparala con la de tus compajieros. >> Observd las imagenes de estas paginas y determina qué elementos caracterizan este género. >>A partir de sus ideas anteriores, propongan una defini- cién de lo fantastico. ga SOR pee ad 1. Observé ls ilustraciones que rodean. altexto. “En qué época se desarrolla la historia? 2. iQué caracteristicas presentan los personajes? Descrbilos. GABRIEL ERNESTO de Saki Hay un animal salvaje en sus bosques —dijo el artista Cunningham, mientras lo llevaban a la estaciOn. Era la Gnica observacién que habia hecho durante el trayecto, pero, como Van Cheele haba hablado sin parar, €lsilencio de su companero no habia sido notorio. (.] — Qué queria decir con animal salvaje? —le dijo Van Cheele, cuando estaban en el andén. Nada. Mi imaginacin. Aqui esta el tren —dijo Cunningham. Esa tarde, Van Cheele salié a dar uno de sus frecuentes paseos por su boscosa propiedad. [..] En una saliente de pieda lisa, junto aun estangue profundo, un muchacho de unos dieciséis afios estaba echado, secandose al sol, Tenfa el pelo mojado y pegado a la cabeza, y ojos castafios claros, con din brillo casi atigrado. Era una aparicién inesperada y Van Cheele se encontré envuelto en el desusado proceso de pensar antes de hablar. ¢Dé “lonide en el mundo podfa provenir ese muchacho de aspecto salvaje? Ala esposa del molinero se le habfa perdido un chico hacta unos dos meses, se suponia que se 1o habia llevado la corriente que movia el molino, pero aquel era un bebé y no un muchacho crecido como este — ;Qué estas haciendo ahi? —le pregunt6. —Obviamente, tomando sol —replicé el muchacho. —{D6nde vives? —Aqui, en estos bosques. —No puedes vivir en los bosques —dijo Van Cheele: —Son unos bosques muy bonitos —dijo el muchacho con cierto tono condescendiente* en la voz. —Pero {donde duermes de noche? —No duermo de noche; es cuando estoy mas ocupado. Van Cheele empezé a tener la irritante sensacién de estar lidiando con un problema cuya solucién se le escapaba. —De qué te alimentas? —pregunto. —Carne —dijo el muchacho. Y pronuncié la palabra con una lenta deli- cia, como si estuviera saboreandola. —jCarne! ,Qué carne? —Ya que le interesa, conejos, perdices, liebres, aves de corral, corderi- tos recién nacidos, y nifios cuando consigo alguno; en general estan ence- rrados con llave por la noche, cuando yo hago la mayor parte de la caceria. Hace ya dos meses que no pruebo carne de nitto. [...] Van Cheele empez6 a sentir que ese muchacho de ojos y hablar extrafios tenia algo pavoroso. —No puedo permitir que sigas en estos bosques —declaré en tono autoritario. —Creo que usted preferiria tenerme aqui y no en su casa —dijo el joven, La perspectiva de ese animal desnudo y salvaje en la casa ordenada y perfecta de Van Cheele evidentemente era alarmante. -Si no te vas, tendré que obligarte —dijo Van Cheele. El muchacho se volvi6 como un rayo, se zambullé en el estanque y, en un instante, llegé a la orilla donde estaba Van Cheele. Luego, con otro de sus movimientos asombrosamente rapidos, desaparecié corriendo hacia un tupido macizo de helechos. [...] —Qué animal salvaje tan raro! —dijo Van Cheele mientras se ponia de pie. Y luego se acordé de la observacién de Cunningham, “hay un animal salvaje en sus bosques”. | * El autor Saki (eud6nimo de Hector Hugo Munro) (1870-1916). De familia. ingles, nacié en Birmania.Escrbi6 ‘uentos y novelas que se caracterizan por el hhumor negro y la ironia Entre sus obras se cuentan una novela breve, insoportable * Bassington,y un ensayo historic, La ascension del Imperio rus. CCondescendiente: que se ‘acomoda ala voluntad de alguien. 4 De regreso a casa, Van Cheele empez6 a darle vueltas en la mente a una serie de acontecimientos locales que podian atribuirse a la existencia de este asombroso muchacho salvaje. Algo habia estado haciendo desapare- cer los animales silvestres tiltimamente en aquellos bosques. Seria posi- ble que ese muchacho estuviera cazando en compafiia de algan perro? Mientras Van Cheele repasaba las distintas depredaciones que se habian cometido durante los dos tiltimos meses, de pronto, se detuvo tanto en su speculaciones. El nifio del molino, desaparecido [...] La teorfa aceptada era que se habia caido en la corriente del molino y el agua lo habia arrastrado, pero la madre insistié siempre en que habia escu chado un grito en la direccién contraria a la del arroyo. Era impensable, camino como en sus por supuesto, pero él habria preferido que el muchacho no hubiera hecho esa aterradora alusién a haber comido carne de nifto hacia dos meses. [...] ‘Al dia siguiente, Van Cheele se dio cuenta de que la intranquilidad pro vocada por el episodio del dia anterior no habia desaparecido y resolvi6 tomar el tren hasta la poblacién vecina, buscar a Cunningham, y enterar- se de qué era lo que realmente habia visto, obligandole a hablar acerca del animal salvaje en sus bosques. Tomada esa resoluci6n, su alegria habitual volvié en parte, y empez6 a tatarear una pequefia melodia. Al entrar en el estudio, la melodia abruptamente dio paso a una invocacién piadosa. Graciosamente extendido en la otomana’, en una actitud de reposo, esta ba el muchacho de los bosques. —4Cémo te atreves a venir aqui? —le pregunté Van Cheele furioso. —Usted me dijo que no podia quedarme en los bosques —dijo el muchacho calmadamente. Pero no te dije que vinieras aqui. ;Qué diria mi tia si te viera! Yconla intencién de minimizar semejante catastrofe, Van Cheele apre- suradamente cubrié todo lo posible la anatomia de su inoportuno visitan- te bajo el periédico de la mafiana. En ese momento, la tia entré en la habitacién. po © que Gn —Este es un pobre muchacho que ha perdido su camino y ha perdido la memoria. No sabe quién es ni de dénde viene —explicé Van Cheele deses- peradamente, mirando atemorizado a la cara del vagabundo. La seftorita Van Cheele estaba enormemente interesada —Tal vez tenga alguna marca en la ropa interior —sugiri6. —Parece haber perdido eso también —dijo Van Cheele, dandole tiron- citos nerviosos al diario para mantenerlo en su lugar. Un nitio desnudo y sin hogar le atrafa tanto a la sefiorita Van Cheele como un gatito perdido, —Tenemos que hacer todo lo que podamos por él —decidi y, en poqui- simo tiempo, un mensajero despachado a la parroquia regresé con un juego de ropa. [..] Vestido, limpio y arreglado, el muchacho no habia perdido nada de su expresién aterradora, a los ojos de Van Cheele, pero su tia lo encontraba encantador. -Debemos llamarlo de algiin modo mientras averiguamos quién es realmente —dijo ella—. Gabriel Ernesto, me parece; son nombres adecua- dos y simpaticos. Van Cheele estaba de acuerdo, pero en su interior dudaba sobre si se los estarian poniendo a un muchacho adecuado y simpatico. Sus recelos no disminuyeron por el hecho de que su manso y viejo perro de caceria se escapé de la casa apenas llegé el muchacho, mientras que el canario se habia encerrado en una serie de pos aterrados. Mas que nunca resolvié consultar a Cunningham sin pérdida de tiempo. Mientras él se dirigia a la estacién, su tia hacia los arreglos para que Gabriel Ernesto la ayudara a divertir a los nifios de la escuela dominical, esa tarde. Alprincipio, Cunningham no estaba dispuesto a mostrarse comunicativo. —Mi madre murié por un trastorno cerebral —explicé—, de manera que usted comprender por qué me niego a confiarle a nadie cualquier cosa de naturaleza fantastica e imposible que haya visto o pensado que he visto. —Pero gqué vio usted? —insistié Van Cheele. * ‘Otomana: sof al estilo de 4s que usan los turcos los Srabes. Lo que crei ver fue algo tan fuera de lo comin que nadie en su sano juicio le daria crédito. Yo estaba medio escondido entre los axbusto® del acto viendo la puesta del sol. De pronto, me di cuenta de la presencia de tan muchacho desnudo; pensé que se habia estado bafando en algsn tetangue cercano, Su actitud sugeria de tal modo la de un fauno” silvest¥e de la mitologia pagana que inmediatamente se me ocurrié contratarlo como modelo, y lo hubiera llamado enseguida, Pero justo en ese momento Leet dejo de verse, y todos los colores desaparecieron del paisaje, dejan dolo frio y gris. En ese mismo instante pas6 algo ‘asombroso, jel muchacho también desaparecié! —Qué, ise desvanecié en la nada? —pregunt6 ansioso Van Cheele. —No, eso es lo terrible —contests el artista—, en la falda de la colina, en donde habia estado el muchacho hacia un segundo, habia un lobo gran de, de color negruzco, con los colmillos brillantes y Jos ojos amarillos crue- les. Uno pensaria... Pero Van Cheele no se detuvo por algo tan fatil como pensar. Ya estaba corriendo a toda velocidad hacia la estacion del tren. [...] Su unica espe" vonva era llegar a casa antes de la puesta del sol. El taxi que tom6 al bajar “il tren lo levé con lo que parecia una lentitud exasperante por los cami- nos rurales, que ya se ponian rosados bajo la luz del sol poniente Su tia estaba recogiendo los bizcochos que habian sobrado cuando él legs. Donde esta Gabriel Ernesto? —pregunté casi gritando. cone a llevar al pequetio Toop a su casa —dijo la tia—. Se estaba haciendo tan tarde que no me parecié seguro dejarlo ir solo, Qué bonito atardecer, gcierto? Pero Van Cheele, aunque consciente del resplandor del cielo al occiden- te, no se quedé a comentar su belleza, A una velocidad para la cual estaba weesamente dotado, corrié a lo largo del estrecho sendero que llevaba a saree los Toop. A.un lado estaba la rapida corriente que movia el molino, “ul otro, la ladera de la colina. Un resplandor mortecino de sol poniente todavia se veia en el horizonte. [...] De pronto, el color de las cosas desa~ parecié y la luz gris se pos con un Jeve temblor sobre el paisaje. Van Cheele oy6 un estridente grito de terror y se detuvo © Aque C perolas vida por la de otro”, » Actividades Comprender e interpretar 1. Explicé con tus palabras el significado de los términos destacados. "[..] la melodia abruptamente dio paso a una invocacion piadosa[... *Su acttud sugera de tal modo la de un fauno sivestre de la mitologia pagana[...) "Van Cheele no se detuvo por algo tan fatil como pensar [J 2, iCémo es el personaje de Van Cheele? Para definirlo, buscé expresiones en el texto que lo caractericen. 3. Relevé los elementos que permiten ubicar el mbito social de Van Cheele. 4. (Por qué el pintor Cunningham se resistia a hablar sobre lo que habia visto? 5. Sefialé los elementos del texto que llevan a pensar que el muchacho encontrado no es un ser humano comin. Nunca se volvié a saber nada del pequefto Toop o de Gabriel Ernesto, pero se encontré la ropa de este ultimo tirada en el camino, de modo que se supuso que el nitio habia cafdo al agua y que el muchacho se habia des- nudado y se habia lanzado en un vano intento de salvarlo, [...] La sefiora Toop, que tenia otros once hijos, se resigné decentemente a su desgracia, ‘iorita Van Cheele hizo un duelo sincero por su muchacho perdido. Por iniciativa suya, se puso una placa en su memoria en la iglesia parroquial: ‘A Gabriel Ernesto, muchacho desconocido, que sacrificé valientemente su Van Cheele no quiso colaborar en perpetuar su memoria. Faumno: semis de os campos y selvas. En Cuentos. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1971. ‘Traduccién de Eduardo Paz Leston, 6. iQué datos permiten sospechar que las desapariciones no se debieron a accidentes? 7. iCuiles son los elementos sobrenaturales ue aparecen en el relato? ZQué tipo de justficacién se da a esos elementos? 8. El humor negro es la comicidad que se monta sobre situaciones horrorosas,trégicas 0 que deberian inspirar piedad, Extraé ejemplos de humor negro del cuento. Expresar opiniones 9. Existe una leyenda popular llamada licantropia que se refiere a la transformacién del hombre en lobo. Establezcan relaciones entre la leyenda y el cuento. 10. {Les parece que se desprende alguna consecuencia moral del relato, al estilo de una ‘moraleja? Discutan sus ideas con sus ‘compafieros. EL CUENTO FANTASTICO El cuento fantastico es un relato breve en el cual, dentro de un mundo conocido, fami- liar y verosimil, se presenta un acontecimiento sobrenatural, inexplicable e imposible. Se produce asi una ruptura del orden natural por la irrupcién de un elemento o hecho sobre- natural que no puede comprenderse segiin las leyes que rigen lo cotidiano. Las caracteristicas del género fantastico GC Si bien muchos escritores y teéricos de la literatura han intentado caracterizar el género D) fantastico, el criterio mas aceptado y difundido corresponde al conocido lingtiista biilgaro Tzvetan Todorov (1939). fl establecié tres categorias dentro de la ficcién no realista: lo maravilloso, lo extratio y lo fantastico. Lo maravilloso acontece cuando el suceso extraordinario se produce en un mundo donde no rigen las leyes de la realidad cotidiana y, por ende, su aparicién no resulta inve rosimil ni inexplicable. Esto sucede, por ejemplo, en los cuentos de hadas. «Lo extraiio se produce cuando el suceso extraordinario o sobrenatural que irrumpe en un mundo cotidiano puede aclararse y explicarse en forma racional. Esto ocurre, por ejem- plo, si la visién de un fantasma o la mutacién de un ser en otro se explica a través de la locura, del suefio o de una ilusién de los sentidos. e + Lo fantastico se ubica entre lo extraiio y lo maravilloso, ya que el fenémeno sobrenatural puede entenderse mediante una explicacion Uy racional o mediante la aceptacién de lo incresble. En otras palabras, Jo fantastico coloca al lector en la incertidumbre y se produce por la duda que se genera entre lo real (extrafio) y lo imaginario (maravilloso). Los temas del género fantastico Aunque a lo largo de la historia se han producido numerosas obras literarias donde aparecen elementos fantasticos y su pre- sencia es constante en las leyendas populares, se considera que el cuento fantastico nacié a principios del siglo xix. Durante ese siglo, los temas principales de los cuentos fantasticos giraban alrededor de lo que se percibia, como la aparicién de seres fan- tasmagéricos (hadas, brujas, vampiros, etc.) y los fenémenos paranormales (por ejemplo, la comunicacién con espfritus). En estos textos se buscaba provocar asombro y miedo mediante la recreacién de ambientes y de efectos macabros, crueles y pavorosos. A partir del siglo xx, se sumaron nuevos temas a lo fantastico, como la metamorfosis, la distorsién del espacio y el tiempo, las miltiples personalidades y la desaparicién de los limites entre el cuerpo y el espiritu. Ya los textos no se centraron en el miedo, sino que dieron impulso a la posibilidad de asomarse a aspectos ocultos de la realidad y al interior del ser humano. © Aique i LA TRAMA Y LA SECUENCIA NARRATIVA La trama narrativa se compone de una serie de episodios que se desarrollan en un tiempo y en un lugar. Cada episodio est conformado por: © un marco o situacién inicial del relato, en la cual se presentan los personajes, el lugar y el tiem- po en el que transcurren los acontecimientos, y ¢ un suceso que esta formado por una compli- cacién y una resolucién. La secuencia narrativa es la sucesién temporal de las acciones del relato que se van encadenando mediante una relacion de causa-efecto. Estas accio nes, llamadas micleos narratives, hacen avanzar la historia y no pueden ser suprimidas sin que se rompa la coherencia, Sibien la secuencia implica una sucesién tempo- ral, esto no significa que los hechos deban presentar- se en forma cronolégica (una historia puede ser contada comenzando por el final), sino que la narra~ ci6n se desarrolla a lo largo de un periodo de tiempo. Ademas de los niicleos narrativos, hay situacio- nes secundarias que permiten caracterizar a los per- sonajes 0 introducir descripciones. A estos hechos se los denomina catélisis y pueden suprimirse sin que pierda sentido la historia. Este es el caso, por ejem: plo, del fragmento “Tomada esa resolucién, sualegria TECNICAS DE ESTUDIO Titulos y subtitulos Los textos de estudio tienen como objetivo faciitar la comprensién de un tema a los estudiantes, Por esta causa, por ejemplo, gufan la lectura a través de los titulos y los subtitu- Jos. El titulo anuncia el tema princi- pal; los subtitulos organizan el texto en apartados, especificando el aspecto del tema que se desarrolla en cada uno. >> gCual es el tema principal de la pagina anterior? Identificd los subtitulos y subrayd, en cada uno, la palabra que destaca el subtema. > Por qué “La trama y la secuencia narrativa” aparece como un titulo? > Traza, en esta pagina, una Iimea para sefialar dénde ubica- rias el subtitulo: “Catdlisis”. habitual volvié en parte, y empez6 a tararear una pequena melodia, Al entrar en el estudio, la melodia abruptamente dio paso a una invocacién piadosa” > Actividades 11. Explicd cudles son las caracteristicas del cuento fantastico que aparecen en “Gabriel Ernesto” 2. Teniendo en cuenta las categorias de Todorov respondé: > iQué deberia suceder para que se tratara de un cuento extrafio? > 2Y para que fuera un cuento maravilloso? 5. El esctitor italiano Italo Calvino explica que en los cuentos fantésticos suele aparecer el personaje del “incrédulo positivista’ que intenta explicar lo que sucede. {Cudl es ese personaje en el cuento? ¢En qué momento se rinde ante lo sobrenatural? 44. Realizé en tu carpeta la secuencia narrativa del cuento. 5. Determind los elementos de la trama narrativa de “Gabriel Ernesto”. 6. Wentro de cusl de los temas de lo fantastico ubicarfas el cuento leldo? Justfica tu respuesta. EL LEVE PEDRO de Enrique Anderson Imbert 1D es, dos meses, se asomé a la muerte. El médico murmuraba que la enfermedad de Pedro era nueva, que no habia modo de tratarla y que él no sabia qué hacer... Por suerte el enfermo, solito, se fue curando, No habia perdido su buen humor, su oronda calma provinciana, Demasiado flaco y eso era todo. Pero al levantarse después de varios dias de convalecencia se sinti sin peso. —Oye —le dijo a su mujer—, me siento bien, pero no te puedes imagi nar cudn ausente me parece el cuerpo. Estoy como si mis envolturas fue- ran a desprenderse dejandome el alma desnuda. —Languideces —le respondi6 su mujer. —Tal vez. Siguié recobrandose. Ya paseaba por el caserén, atendia el hambre de las, gallinas y de los cerdos, dio una mano de pintura verde a la pajarera bulli- ciosa y aun se animé a hachar la lefia y levarla en carretilla hasta el galp6n. Pero segiin pasaban los dias las carnes de Pedro perdian densidad. Algo muy raro le iba minando, socavando, vaciando el cuerpo. Se sentia con una ingravidez portentosa. Era la ingravider de la chispa y de la burbuja, del globo y de la pelota. Le costaba muy poco saltar limpiamente, trepar las escaleras de cinco en cinco, agarrar de un brinco la manzana més alta. —Te has mejorado tanto —observaba su mujer— que pareces un chi- quillo acrobata Una mafiana, Pedro se asusté. Hasta entonces su agilidad le habia pre ocupado, pero todo ocurria como Dios manda. Era extraordinario que, sin proponérselo, convirtiera la marcha de los humanos en una triunfal carre- raen volandas sobre la quinta. Era extraordinario, pero no milagroso. Lo milagroso aparecié esa mafiana Muy tempranito fue al potrero. Caminaba con pasos contenidos porque ya sabia que en cuanto taconeara irfa dando botes por el corral. Se arreman 6 la camisa, acomodé un tronco, tomé el hacha y asesté el primer golpe. Y entonces, rechazado por el impulso de su propio hachazo, Pedro levant6 vuelo, Prendido todavia al hacha, qued6 un instante en suspensién, levitan- do allé, ala altura de los techos; y luego bajé como un tenue vilano* de cardo. ‘Acudié su mujer cuando Pedro ya habia descendido y, con una palidez de muerte, temblaba agarrado a un rollizo tronco. —jHebe! jCasi me caigo al cielo! —Tonterias. No puedes caerte al cielo. Nadie se cae al cielo. ;Qué te ha pasado? Pedro explicé la cosa a su mujer y esta, sin asombro, le reconvino: —Te sucede por hacerte el acrébata. Ya te lo he prevenido. El dia menos pensado, te desnucarés en una de tus piruetas. —jNo, no! —insistié Pedro—. Ahora es diferente. Me resbalé. El cielo es un precipicio, Hebe, Pedro solts el tronco que lo anclaba, pero se asié fuerte a su mujer. Asi abrazados, volvieron a la casa. —|Hombre! —le dijo Hebe, que sentia el cuerpo de su marido pegado al suyo como el de un animal extraflamente joven y salvaje, con ansias de huir en vertiginoso galope—. jHombre, déjate de hacer fuerza, que me arrastras! Das unos pasos como si quisieras echarte a volar. — {Has visto, has visto? Algo horrible me est amenazando, Hebe. Un esguince, y ya empieza la ascensién, Esa tarde, Pedro, que estaba apoltronado en el patio leyendo las histo- rietas del periédico, se ri6 convulsivamente. Y con la propulsién de ese motor alegre fue elevindose como un ludién*, como un buzo que se quita- ra las suelas. La risa se trocé en terror y Hebe acudi6 otra vez a las voces de su marido. Alcanz6 a tomarlo de los pantalones y lo atrajo ala tierra. Ya no habia duda. Hebe le Ilené los bolsillos con grandes tuercas, cafios de plomo y piedras; y estos pesos por el momentole dieron a su cuerpo la soli- dez necesaria para traquear* por la galeria y empinarse por la escalera de su cuarto. Lo dificil fue desvestirlo, Cuando Hebe le quit6 los hierros y el plomo, Pedro, fluctuante sobre las sdbanas, se entrelaz6 a los barrotes de Ja cama y le advirtié: —|Cuidado, Hebe! Vamos a hacerlo despacio porque no quiero dormir en el techo. Enrique Anderson Imbert (1810-2000. Fue un esartory docenteunivestario nacido en Cérdoba. Escriio cuentos, novels y ensayos. Entre sus obras se destacan Teoria y tKenica del cuento, Fuga y evocacin de sombras en a ciudad ggométrca 41 gato de Cheshire. Ludi6n: aparato destinado a hhacer palpable la teoria de ‘equibrio de los cuerpos sumergidos en los lquidos. Traquear (traquetea ‘mover 0 agitar algo de una parte a otra Vilano: apéndice de pelos 0 filamentos que corona el fruto de muchas plantas y le sirve para ser transportado por el are. —Majiana mismo lamaremos al médico. [1 1L0 1 / EL CUENTO FANTASTICO a ‘Alotro dia cuando Hebe despegé los ojos vio a Pedro durmiendo como un bendito, con la cara pegada al techo. Parecia un globo escapado de las manos de un nifio, jPedro, Pedrol —grité horrorizada. ‘Al in Pedro despert, dolorido por el estrujén de varias horas contra el cielo raso. ;Qué espanto! Traté de saltar al revés, de caer para arriba, de subir para abajo. Pero el techo lo succionaba como succionaba el suelo a Hebe. —Tendrds que atarme de una pierna y amarrarme al ropero hasta que lames al doctor y vea qué es lo que pasa. Hebe busc6 una cuerda y una escalera, até un pie a su marido y se puso a tirar con todo el énimo. El cuerpo adosado al techo se removi6 como un lento dirigible. Aterrizaba. En eso se colé por la puerta un correntén de aire que ladeé la leve cor- poreidad de Pedro y, como una pluma, la sopl6 por la ventana abierta. Ocurtié en un segundo, Hebe lanzé un grito y la cuerda se le escapé de las manos. Cuando corrié a la ventana ya su marido, desvanecido, subia por el aire inocente de la mafiana, subfa en suave contoneo como un globo de color fugitivo en un dia de fiesta, perdido para siempre, en viaje infinito Se hizo un punto y luego nada. En El mentir de las estrellas, Cuentos I (Obras completas). Buenos Aires: Corregidor, 1999. > Actividades 1. Explicd con tus palabras el significado de estas frases. 2. iCémo es el mundo en el que se desarrolla el rlato? 53 Teniendo en cuenta las categorias de Todorov, indicé qué tipo de relato es “E leve Pedro’ Justificd tu respuesta con datos del texto. 4. A partir de tu respuesta anterior, indica queé habria que modificar en el cuento para que formara parte de las otras dos categorias propuestas por Todorov. 55, Buscé el momento del relato en que lo ins6lito comienza a percibirse como sobrenatural. 6. Marca los nicleos narrativos e identificé el que inicia los cambios en el relato. 7. Extraé un ejemplo de catlisis. Luego, explicd por qué lo elegiste, 8. Sefalé la secuencia narrativa de "El leve Pedro”. Tené en cuenta que puede haber més de un suceso. A. Prohbida su reproduc pelea Ces PARATEXTOS LITERARIOS Los paratextos son todos los elementos lingiiisticos o gréficos que acompafian un texto. Los paratextos le permiten al lector elaborar anticipaciones acerca del contenido del texto, del género al que pertenece, etc. En las obras literarias, se destacan entre sus ‘elementos lingtisticos, el titulo y los datos bibliogréficos: el autor, la editorial, el lugar y el ato de edicin. La ilustracién es el elemento gréfico més comun en este tipo de tex- tos y cumple diversas funciones: representar un momento importante de la trama; mos- trar el estado de Snimo de un personaje; exponer el ambiente o reforzar un efecto, como el humorismo, por ejemplo. Predicciones paratextuales 1. Antes de leer el cuento, observa atentamente los paratextos. + UQuién es el autor? + éDénde figuran los datos bibliograficos? + {Qué es una antologia? ZQuiénes compilaron los textos de la que ineluye “La sombra de las jugadas"? + Considerando el titulo de la antologia, équé clase de cuento ser? + Observa la ilustraci6n. ZA qué juego se refieren las jugadas del titulo? CQué representan las piezas de este juego? {Cual es el objetivo de los contrincantes? La sombra de las jugadas de Edwin Morgan En uno de los cuentos que integran la serie de los Mabinogion, dos reyes enemigos juegan al ajedrez, mientras en tun valle cercano, sus ejércitos luchan y se destrozan. Llegan ‘mensajeros con noticias de la batalla; los reyes no parecen ofrlos e, inclinados sobre el tablero de plata, mueven las piezas de oro, Gradualmente, se aclara que las vicisitudes del combate siguen las vicisitudes del juego. Hacia el atardecer, uno de los reyes derriba el tablero, porque le han dado jaque mate y, poco después, un jinete ensangrentado le anuncia: —Tu ejército huye, has perdido el reino. Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares Silvina Ocampo (antologos), en Antologia de la literatura fantistica. Buenos Aires: Sudamericana, 1990. 2. Ahora leé el cuento y luego, contéselo con tus palabras a tu compafiero. 3, iCudl es la sombra de las jugadas que se menciona en el titulo? 4, iQué funcién cumple la ilustracién? 5. "La sombra de las jugadas’, ées, efectivamente, un cuento fantastico? Por qué? 2B Pare aes | EL CUENTO FANTASTICO 1. Para escribir tu cuento fantastico, elegi alguno de los siguientes sucesos extraordinarios 0 proponé otra idea. En la antigua foto, la bisebuela se vela cada dia mas joven. Todas las mafianas los muebles aparecian cambiadés de lugar El bajo, suspendido en el aife, tocaba na cancion por sf mismo. Ericonté Un eSpejo que adelantaba el tiempo. 2. Imagind un escenario normal, familiar y corriente en el que trascurtiré tu storia, Tené en cuenta que los hechos pueden suceder en cualquier época, 3. Cred a los personajes que vivirén la historia. Pensé sus nombres y ela- bord su retrato incluyendo el perfil fisico y psicoldgico. Tené en cuen- ta qué rol va a cumplir cada uno dentro del relato, v 4. Pensé cémo seguir la historia a partir de la irrupcién del elemento sobre- natural. Acordate de que el suceso extraordinario debe generar incertidumbre, v v 5. Organizé tu historia en un esquema que contenga el marco y los sucesos. No olvides anotar los niicleos narrativos de tu relat. 6. Escribi la historia en borrador, siguiendo tu esquema y sin olvidar el desarrollo de situaciones secundarias o catdlisis que enriquezcan el relato. Para escribir mejor 7. Cuando hayas terminado, leé tu cuento. Jorge Luis Borges, gran escitor Observé la puntuacién, fijate que no haya repe- de ltratuafantstca, emplea con ticion de palabras y que los hechos tengan una frecuencia Gertos vocablos en sus textos encadenacién logica, blosferia,vetiginoso, enigma, atroz, y abominable, impostor, fortuito, MA ‘manstruoso, perplejo, paracoja. Eleg! 8. Hace la versién definitiva del cuento con tus __alguno 0 pens en ottos que te permitan correcciones y leelo a tus compafieros. generar un cima extraio en tu relato. 31 Las clases de palabras El enfoque seméntico Las palabras descriptivas sions Las palabras no descriptivas ocasionales nol Las variaciones del lenguaje Los lecto El acento diacritico E' juglar, hombre indocto que cada dia entiende menos el bajo latin [...] puesto en el , trance de divertir a gente que también iba dejando de entender la lengua de los letrados, se vio obligado a emplear las formas del latin vulgar. [...] Era necesario darse @ entender haciendo que el habla de los usos vulgares cotidianos entrase en la prosa recreativa y en la cancién musical. [...] En esta competencia entre la lengua latina y el romance no es posible negar a los juglares el mérito de haber renido la primera y mas grande batalla, lade la poesia; y fue la primera porque el cultivo literario de toda len- ‘gua comienza siempre por el canto y por el verso y no por la prosa. Ramén Menéndez Pidal: “Los juglares y los origenes de la literatura esparil en Francisco Rico: Historia y critica de la literatura espanola (Edad Media). Barcelona: Critica, 1980. Saree SEED EDU OOES Menéndez Pidal afirma que la primera literatura nace con el canto y el verso. Por qué razén te parece que la poesia surge antes que la prosa? >iQuiénes eran los juglares? Por qué creés que eran importantes? Observa las imagenes: Zqué instrumentos usarian los juglares? 2A qué publico estaban destinadas las primeras can- ciones y poemas? >>tA quién se destinan las canciones en la actualidad? Comenté tus ideas en la clase éCudl es tu cancién favorita? Si te animas, cantala a tus compaiieros. de las obras? Escusar: esconder, aur Finar: morr Folgar: estar acoso, descansar. Perdimiento: perdi 0 périda, “Trista: tristeza. pe ear ad 2. Leé el titulo y las dos primeraslineas de cada texto: ‘cul creés que ese tema ROMANCE DEL CONDE NINO Anénimo Conde Nifio por amores es nifio y pasé la mar; vaa dar agua a su caballo la mafiana de San Juan. Mientras el caballo bebe, él canta dulce cantar: todas las aves del cielo se paraban a escuchar. La reina estaba labrando, la hija durmiendo esta. —Levantaos, Albanitia, de vuestro dulce folgar’, sentiréis cantar hermoso la sirenita del mar. —No es la sirenita, madre, la de tan bello cantar, sino es el conde Nifio que por mi quiere finar*. —Si por tus amores pena, joh, mal haya su cantar! y porque nunca los goce, yo le mandaré matar. —Si le manda matar madre, juntos nos han de enterrar. £1 murié a la medianoche; ella, a los gallos cantar; alla, como hija de reyes, la entierran en el altar; a él, como hijo de conde, unos pasos més atrés. De ella nacié un rosal blanco, de 61 nacié un espino albar"; cxece el uno, crece el otto, los dos se van a juntar. La reina, Ilena de envidia, ambos los mandé cortar; el galan que los cortaba no cesaba de llorar. De ella naciera una garza; de él, un fuerte gavilan, juntos vuelan por el cielo, juntos vuelan par a par. S.1.Prchbida su reproduc Es LA CAUSA BIEN AMAR de Juan del Encina Es la causa bien amar AL ALBA VENID Anénimo Al alba venid, buen amigo, al alba venid. ‘Amigo el que yo més queria, venid al alba del dia. ‘Amigo el que yo més amaba, venid ala luz del alba, Venid al alba del dia, non traigais compaiiia Venid a la luz del alba, non traigdis gran compatia. > Actividades Comprender e interpretar 1, (A quién se llama “amigo” en “Al alba venid”? 2. Explic con tus palabras estos versos: “remediar mi tormento” “ella, alos gallos cantar” 3. Contd la historia que se desarrolla en el “Romance del conde Nitto’ 4, {Como queda expresada la diferencia social de los protagonistas? 5. En el romance, se fia la fecha en que comienza la historia. (Qué elemento fja ese dia? 6. {Cudl es el tema que se expresa en la primera y en la segunda cancion? CAPITULO 3 / EL ROMANCE ¥ LA CANCION Vos sola tenéis poder de remediar mi tormento; vos sola podéis hacer de mi tristura" placer y escusar* mi perdimiento"; y con todo mi penar vos sois mi bien verdadero, vos me podéis remediar, yo sin vos de mi gozar no sé, ni puedo, ni quiero, de la vida con que muero, que sélo por os mirar ami triste remediar no sé, ni puedo, ni quiero, a Juan del Encina (1465-1529), Nacié en Espa, estudio en Salamanca y esto al servicio del duque de ‘Aba Fue un misico| reconocido, cantor de la lalesia en Roma, ddramaturgo y poeta Esciié poesia religiosa y profana para ser cantada. 7. Sefialé tres ejemplos de palabras escrtas en forma diferente de la actual. 8. Indica si alguno de los textos tiene rima. Luego, explica de qué tipo es. Expresar opiniones 9. {Cémo es la imagen del amor que se expresa en las canciones? 10.A qué responde la decision de la madre en el “Romance del conde Nifio"? Han cambiado las costumbres a lo largo del tiempo? éPor qué? 11.4Qué simbolizan dentro del romance, et rosal y el espino, y la garza y el gavilén? EL GENERO LiRICO La lirica es el género literario que expresa la subjetividad del autor y en el que predo- mina la funcién poética del lenguaje. Se manifiesta generalmente a través del verso y se caracteriza por emplear un lenguaje connotativo que transmite sensaciones y emociones. La lirica castellana a través del tiempo En el afio 19 a. C. los romanos dominaron la Peninsula Ibérica e impusieron el latin como lengua. En el siglo v, los barbaros invadieron el territorio y, por el contacto con las nuevas lenguas,¢! latin vulgar se fue transformando hasta dar origen alas lenguas roman- ces, como el catalan, el gallego y el castellano. Otro aporte lingiistico y cultural importan- te provino de los arabes, que en el afio 711 invadieron parte de la peninsula, y de la comunidad judia, que habitaba el territorio desde antes de la era cristiana. De esta mane “md 12, durante casi ocho siglos (hasta la expulsion de arabes y judios en 1492), los distintos aT grupos religiosos, lingitisticos y sociales dieron vida a numerosas obras culturales. Asi nacieron las jarchas, pequetios poemas populares, que reflejaban la fonética de las lenguas y romances. ‘A partir del siglo xi y hasta el xv, la rica se manifesté a través de las canciones y los romances que eran interpretados por los juglares en los castillos y sitios publicos. Los juglares recitaban estos textos, generalmente acompafiados por algiin instrumento, para entretener ala comunidad, ya que la mayoria del pueblo era analfabeta. Las canciones y los romances Las canciones son poemas de autores individuales, cuyos nombres fueron olvidados. Sus temas principales eran el amor, las tareas del campo, los trabajos en el mar, las polémicas sobre temas diversos y los sucesos burlescos. En estas obras, la mujer era considerada un ser per- fecto, una imagen abstracta e irreal. Las canciones fueron recopiladas por escrito a partir del siglo xv en cancioneros. Estas composiciones tenfan una métrica libre ya que su ritmo se conseguia por el acompaiia- miento instrumental de la cancién. La cancién como expresion Ifrica se hha conservado a través del tiempo, y el amor continia siendo un tema primordial. Los romances son composiciones de origen popular con una serie indefinida de versos, ya que no se dividen en estrofas. Por ser un tipo de composicion en verso, tiene rima (asonante, ya que sélo riman las vocales) y métrica (octosflaba), que aportan el ritmo caracteristico de las formas liricas. La rima de estas composiciones se produce tnica- mente en los versos pares ya que los impares quedan libres. Si bien los romances tienen una estructura lirica (por lo que su unidad sonora es el verso), tienen una trama narrativa, ya que se cuenta una historia en la que actiian personajes. Por es0, estos poe- mas pueden dividirse en un marco o situacién inicial y un suceso (for mado por una complicacién y una resolucién). Ademas, es frecuente el uso del dialogo. i a septeticin, Los recursos estilisticos Como los romances se difundieron en forma oral, los juglares empleaban recursos para ayudar a los oyentes a memorizar la composicién postica y para ornamentar el estilo del texto. Algunos de los recursos que emplearon fueron estos: + imagenes sensoriales: se refieren a represen taciones que tienen su origen en los sentidos (olfa- to, tacto, gusto, vista y ofdo): él canta dulce cantar; + paralelismo: repeticién de una estructura sin- tactica, sin emplear las mismas palabras: El murié a Ia medianoche; / ella, a los gallos cantar; © repeticién: reiteracin de una palabra que quie- re destacarse especialmente para el oyente (crece el uno, crece el otro). También pueden reiterarse pala- bras de la misma familia a lo largo del texto (ambos los mandé cortar; / el galdn que los cortaba). A estos recursos propios del romance, posterior- mente se agregaron otros que los poetas emplean para crear un lenguaje figurativo 0 connotativo. * comparacién: se asocia la imagen de un ele- mento con la de otro: ..como un perro herido rodé a mis pies mi capa; * metéfora: comparacién en la que se ha supri- TECNICAS DE ESTUDIO Las palabras y el contexto Cuando encontramos una expre- sién desconocida, antes de recurrir al diccionario, debemos tratar de deducir su significado por el con- texto, Algunas estrategias para hacerlo son: a) relacionarla con el tema; b) continuar leyendo para ver si hallamos una pista o una explica- cién; ¢) vincularla con palabras de su misma familia o con otras que tengan prefijos semejantes. > Ubicé las siguientes expre- siones en estas paginas. Luego, aplicd alguna estrategia para aclarar su significado: Peninsula Ibérica, juglares, octostlaba, ornamentar. mido el primer término y el nexo comparativo: Eres la delirante juventud de la ia, / la embriaguez de la ola, la fuerza de la espiga; * personificacién: adjudicacién de caracteristicas humanas a un ele- mento que no lo es: La noche comienza a cantarme. > Actividades 1. Sefiala los versos que riman en el “Romance del conde Niio’. 2. Extraé de los textos leldos otros ejemplos de los siguientes recursos: > imagenes sensoriales; > paralelismos; > metéforas; > repeticiones. 3. Qué recursos se emplean en los siguientes versos? Vos sola tenéis poder / de remediar mi tormento; / vos sola podeis hacer / de mi trstura placer 4a reina estaba labrando, / la hija durmiendo esta. 4. Sefalé la trama narrativa en el "Romance del conde Nifio" Celosia: enrejado de madera, ‘ de hierro, que se pone en las ventanas para que las personas que estan en el interior vean sin ser vistas. ROMANCE DEL ENAMORADO y LA MUERTE Anénimo Un suefio sonaba anoche, sohito del alma mia, softaba con mis amores, que en mis brazos los tenia. Vi entrar sefiora tan blanca, muy mas que la nieve fria —¢Por donde has entrado, amof? {Como has entrado, mi vida?, Las puertas estén cerradas, ventanas y celosias*. —No soy el amorjamante: la Muerte que Dios te envia —jAy, Muerte tan rigurosa, déjame vivir un dia! —Un dia no puede ser, una hora tienes de vida.» Muy de prisa se calzaba, mis de prisa se vestia; ya se va paral calle, en donde su amor'vivia. —jAbreme la puerta, blanca, Abreme la puerta, nifial —{Cémo te podré yo abrir sila ocasi6n no es venida? Mi padre no fue al palacio, mi madre no esta dormida. —Si no me abres esta noche, ya no me abrirés, querida; la Muerte me est buscando, junto a ti vidalseria, —Vete bajo la ventana donde labraba y cosia, te echaré cordén de seda para que subas arriba, y si el cordén no alcanzare, ‘mis trenzas afiadiria. La fina seda se rompe; la Muerte que alli venia: —Vamos, el enamorado, que la hora est cumplida. e LA COMPUTADORA de Liliana Cinetto Ayer la computadora El fax le envia mensajes. se escapé de la oficina. El teléfono la llama Dicen que estaba muy rara Y la extraiia la impresora desde hacia varios dias. que se ha quedado callada Se le perdian las palabras Pero ahora sera feliz yandaba muy distraida porque estar, alo mejor, con los cables despeinados escribiendo en Internet y las letras desprolijas. una pagiha de amor. Su tinico ojo Hloraba En 20 poesias de amor ‘yun cuento desesperado. Y sus teclas suspiraban Buenos Aires: Atlantida, 2003. cada vez que la encendian. Dibujaba corazones cuando nadie la veia. en su pantalla aburrida yuna noche la encontraron deshojando margaritas. Pensaban que estaba enferma con un virus complicado. {Pero también se sospecha que se habia enamorado. “Silos demas le pedian que diera una explicacién, contestaba entre sollozos: “Estoy triste punto com” Hasta que hace una semana la vieron emocionada mientras leia un e-mail que al fin alguien le mandaba. Y ayer, la computadora guard6 todos sus archivos ycon el enchufe al hombro se fue silbando bajito. APITULO 5 / EL ROMANCE Y LA CANCION Liliana Cinetto nacio ene barrio de Boedo, ena Ciudad de Buenos Ales. Es profesora, esctitora y narradora oral. Ejercio como rmaestra y dicté cursos de capacitacién para docentes.Publicd cuentos y poesias, como Las ‘aventuras de Melponio. Flextratereste que ‘queria leer y escribir, EI Taberinto de los textos y Todo en poesla. CANCION PARA MI MUERTE Charly Garcia Hubo un tiempo que fue hermoso Te encontraré una mafiana y fui libre de verdad, dentro de mi habitacion guardaba todos mis suefios y prepararas la cama en castillos de cristal. para dos, Poco a poco fui creciendo, y mis fabulas de amor sse fueron desvaneciendo como pompas de jabén. Quisiera saber tu nombre, tu lugar, tu direccion, y site han puesto telefonoy también tu numeracién. Charly Garcia (1951) ~e encontraré una maiiai Te supli me avises Gonads tees Te encontraré una mafiana Te suplico que me avis eereterides dea dentro de mi habitacion si me vienes a buscar, misica argentina y preparards la cama no es porque te tenga miedo, contemporinea, Form para dos. sélo me quiero arreglar. parte de diversas bandas ssi 2 a ‘ hasta que en 1982 empez® s larga la carretera ’e encontraré una mafiana caren com sa cuando uno mira atras, dentro de mi habitacion Grabé varios discos; entre vas cruzando las fronteras y prepararas la cama clos, Confesiones de sin darte cuenta quizés. para dos, inven, a grasa de les ‘Tomate del pasamanos capitaes, Ces moderns, porque antes de llegar ipa barge 90s se aferraron mil ancianos de goma. pero se fueron igual. : WAAL 1. Conta la historia que se narra en cada uno de los romances. 2. Sefalélatrama narrativa en el “Romance del Enamorado y la Muerte” 3. Marcé los dilogos. ‘A icusles el tema de los tres textos? ‘De qué manera lo plantea cada unc? 5. “Cancion para mi muerte” desaroll, ademds del tema pringal, el del paso del tiempo. Que significa para el autor el dejar atrés la juventud? 6. Extraé de ls textos ejemplos de los siguientes recursos: paraelismo, personificacion, rmetéfora y repeticion. 7. tQué diferencias observis entre los poemnas contemporaneos Y el medieval? Las palabras tienen un significado objetivo 0 denotativo, que figura en los diccionarios. Pero, ademés, los vocablos y las expresiones pueden asociarse a un significado personal y subjetivo, al que se denomina connotacién, La poesia pone de mai tos, lainterioridad del yo lirico. Transmit este mundo subjetivo es muy dificil y, por lo tanto, el yo liico apela a la connotacién para asociar las palabras a nuevos referentes. Leé la siguiente cancién de Joan Manuel Serrat. Una vigia cancion Viene a tu encuentro Y¥ nos toma, desde el olvido, nos trae, reclamando una deuda que munca _nos lleva, acabas de pagar, nos hiere, arrastrando lo que fue ynos mata, y lo que pudo haber sido. tan dulce y tan ingrata, Y se pone a revolver una vieja cancién. en el poso* del ayer. Rastreando lo que fuiste con la memoria infiel, Y te mandaa la lona buscaras, por aquel de un gancho al corazén, tiempo que ya no existe, una vieja cancion los restos del naufragio pasada de moda, que hoy devuelve la mar que a tu pesar invoca al volverla a escuchar oS los besos del ayer enla radio. yllos vuelve a poner en tu boca. Poso: quietu,reposo. De Sombras de la China, Barcelona: Ariola, 1998. éCon qué expresiones el yo ltico seftala el pasado y los anhelos que no se cumplieron? En la segunda estrofa, se funden elementos contrapuestos: lo delicado y lo brutal éQué invoca la cancién? éCon qué deporte se asocian un gancho y a la lona? Explicé qué nuevo significado adquieren estas expresiones. éor qué te parece que la cancién maneja a su antojo al yo lirico y, finalmente, lo hiere, lo mata? éSentiste lo mismo con alguna cancién? Qué sentimientos o recuerdos despert6? Consegui Ia letra, leela en voz alta a tus companeros y comparti tu experiencia, a Taller de LA CANCION 1. Elegi entre las siguientes propuestas el tema para tu cancién, Si querés, pensé tu propia idea. y v 2.Imagina una historia o una situacién a partir del material elegido y escribi un breve borrador que sintetice tu idea. y v 3. Desarrolla el tema que elegiste en forma de versos que pueden ser rimados 0 no, pero intenta que estos suenen con armonia, y v 4. Pensa imagenes, metéforas, comparaciones y otros recursos oéticos para incorporar a fin de enriquecer tu cancién, y v 5. Incorpord un estribillo en distintas partes de la cancién Para enfa- tizar una idea y lograr mayor cadencia. v v ¢- Antes de hacer la versién definitiva, leé tu texto en voz alta y corregilo con cuidado. Comproba que no haya faltas de ortografia ni errores en el uso de los signos de puntuacién. y v 7, Sitocds algin instrumento o tenés amigos que {o hagan, intenta ponerle musica a tu cancién. y v 8.Una vez que tengas todo, pas tu texto en limpio y organizé un recital de canciones con tus compafieros. >> Para escribir mejor Para crear tu cancién usd el vocabulaio cotidiano y tambien incorporé palabras ue no utilizés habitualmente. Ader odes emplear recursos estlstcos para embelecer tu tert: ‘Al borde de un Gelo sin sof’, "... me dej6 un sabor ‘amargo bajo la piel’, “El perfume que lleva el dolor / en la esencia de las almas’ (Fito Péez). Hl género policial icacion de los elatos policiales Los personajes y los actantes Los verbos irregulares Las correlaciones itregularidades Los verboides El infinitiv E participic El adverbio El lenguaje figurado Errores frecuentes en la El cuento policial conjugacién verbal eee principal es que el objetivo del cuento de misterio, como el de cualquier otro cuento 0 cualquier otro misterio, no es la oscuridad sino la luz. El cuento se escribe para el momento en el que el lector comprende por fin el acontecimiento miste- rioso, no simplemente por los multiples preliminares en que no. [...] Y la mayoria de los malos cuentos polictacos son malos porque fracasan en esto. Los escritores tienen la extrafa idea de que su trabajo consiste en confundir a sus lectores y que, mientras los ‘mantengan confundidos, no importa si los decepcionan. Pero no hace falta sélo escon: der un secreto, también hace falta un secreto digno de ocultar. [..] Siempre he considerado una coincidencia simpdtica que el mejor cuento de Sherlock Holmes tenga un titulo que, a pesar de haber sido concebido y empleado en un sentido completamente diferente, podria haber sido compuesto para expresar este esencial cla- rear: el titulo es “Resplandor plateado”. G.K. Chesterton: “Cémo escribir una historia de detectives”, en Lauro Zavala (ed.): Teorias del cuento [I La escritura del cuento. México: UNAM, 1995. cena en tema +iit TT >>Si tuvieras que resolver un crimen usando solamente tu capacidad deductiva, iqué elementos utilizarias y qué acciones llevarias a cabo? >> éConocés peliculas donde un detective soluciona com- plicados enigmas policiales? Mencioné algunos titulos. >> éQué particularidades presentaban los detectives de esas historias? >> éPor qué el texto afirma que el objetivo de estos rela- tos es la luz? CQué quiere significar Chesterton? >>Formuld dos pautas que, segiin vos, el relato policial deba respetar. personajes? 2. Leé el titulo, a que tipo de NIDO DE AVISPAS > Antes de leer 1. Observ ls ilustraciones que _acompatian al texto: Zen qué época te parece que se ubica a historia? ¢A qué nivel socal y cultural pertenecen los situaciones humanas alude? de Agatha Christie John Harrison salié de la casa y se quedé un momento en la terraza de caraal jardin. [.] Un familiar chirrido hizo que Harrison volviese la cabeza a un lado. El asombro se reflejé en su semblante, pues la pulcra figura que avanzaba por el sendero era la que menos esperaba. —iQué alegria! —exclamé Harrison—. jSi es monsieur* Poirot! En efecto, alli estaba Hércules Poirot, el sagaz detective. —Yo en persona. En cierta ocasién me dijo: “Si alguna vez se pierde en aquella parte del mundo, venga a verme”, Acepté su invitacion, :lo recuerda? C1 —,Qué le trae a este tranquilo lugar? —pregunté Harrison mientras se acomodaba en otro sillon—. {Es un viaje de placer? —No, mon ami"; negocios. [1 Los ojos de Harrison reflejaban curiosidad. La actitud de su visitante denotaba que le traia alli un asunto de importancia. —6e trata de un delito? {Un delito grave? —Uno de los més graves delitos. —gAcaso un...? —Asesinato —complet6 Poirot. ‘Tanto énfasis puso en la palabra que Harrison se sintié sobrecogido. Y por si esto fuera poco, las pupilas del detective permanecian tan fijamente dlavadas en él que el aturdimiento lo invadi6. Al fin pudo articular: —No sé que haya ocurrido ningiin asesinato aqut. —No —dijo Poirot—. No es posible que lo sepa. —{Quién es? —De momento, nadie. iQue? —Ya le he dicho que no es posible que lo sepa. Investigo un crimen atin no ejecutado. (1 —gCree de verdad que va a cometerse un crimen? |Eso es absurdo! Hercules Poirot, sin hacer caso de la observacién, dijo: —A menos que usted y yo podamos evitarlo. Si, mon ami —Usted y yo? —Usted y yo. Necesitaré su cooperacién —¢Esa es la razén de su visita? Los ojos de Poirot le transmitieron inquietud. —Vine, monsieur Harrison, porque... me agrada usted —y con voz mas despreocupada aftadié—. Veo que hay un nido de avispas en su jardin. gPor qué no lo destruye? El cambio de tema hizo que Harrison frunciera el cefto. Siguié la mirada de Poirot y dijo: —Pensaba hacerlo. Mejor dicho, lo hard el joven Langton. ;Recuerda a Claude Langton? Asistié a la cena en que nos conocimos usted y yo. Viene esta noche expresamente a destruir el nido. —jAh! —exclamé Poirot—. ;¥ como piensa hacerlo? —Con petréleo rociado con un inyector de jardin. Traera el suyo que es mas adecuado que el mio. —Hay otro sistema, zno? —pregunté Poirot—. Por ejemplo, cianuro de potasio. Harrison alzé la vista sorprendido. —Es peligroso! Se corre el riesgo de su fijacién en las plantas. Poirot asintio. —Sf; es un veneno mortal —guard6 silencio un minuto y repitié—: un veneno mortal. —Util para desembarazarse de la suegra, verdad? —se rié Harrison, Hércules Poirot permanecis serio. —gEst completamente seguro, monsieur Harrison, de que Langton des- truird el avispero con petréleo? —Segurisimo. Por qué? —Simple curiosidad: Estuve en la farmacia de Bachester esta tarde, y mi compra exigié que firmase en eblibro de venenos. La tiltima venta era cianu- 10 de potasio, adquirido por Claude Langton. Harrison enarcé las cejas. —iQué raro! Langton se opuso el otro dia a que empledsemos esta sus- tancia, Segiin su parecer, no deberia venderse para este fin. Poirot miré por encima de las rosas. Su voz fue muy queda al preguntar: —Le agrada Langton? La pregunta tomé por sorpresa a Harrison, que acusé su efecto. ~iQué quiere que le diga! Pues si, me gusta gPor qué noha de gustarme? —Mera divagacion —repuso Poirot—. ;Y usted le agrada a él? (1890-1976). a scritora britnica de novelas de mstrio mas popular del planeta, Sus cobras fueron traducidas Yeditadas en cuarenta y Cinco lengua. La muerte de Roger Ackroyd (1926), Asesinato en & Expreso de Oriente (1934) y ‘Muerte en el Nilo (1937) son tres ttulos ‘memorables de sus mas de ochenta novelas. * ‘Mon ami: en francés, ‘amigo mio’. ‘Monsieur: ‘seior’ en francés. Ante el silencio de su anfitri6n, repiti la pregunta. —~Puede decirme si usted es de su gusto? —{Qué se propone, monsieur Poirot? No termino de comprender su pen- samiento. —Le seré franco. Est usted comprometido y piensa casarse, monsieur Harrison. Conozco ala sefiorita Molly Deane. Bs una joven encantadora y muy bonita. Antes estuvo prometida a Claude Langton, a quien dejé por usted. Harrison asinti6 con la cabeza. —Yo no pregunto cuéles fueron las razones; quizés estén justificadas, pero gno le parece justificada también cualquier duda en cuanto a que Langton haya olvidado o perdonado? —Se equivoca, monsieur Poirot. Le aseguro que esta equivocado. Langton ha reaccionado como un caballero. Ha sido sorprendentemente honrado conmigo, y no ha dejado de mostrarme aprecio. —2¥ no le parece eso poco normal? Utiliza usted la palabra “sorpren- dente” y, sin embargo, no demuestra hallarse sorprendido. _ No le comprendo, monsieur Poirot. La vor del detective acusé un nuevo matiz al responder: —Quiero decir que un hombre puede ocultar su odio hasta que legue el momento adecuado. —{0dio? —Harrison sacudié la cabeza y se rié. —Los ingleses son muy esttipidos —dijo Poirot—. Se consideran capaces de engafiar a cualquiera y que nadie es capaz de engatiarlos a ellos. —Me est usted advirtiendo en contra de Claude Langton —exclam6 Harrison—. Ahora comprendo esa intencién suya que me tenia intrigado Poirot asinti6, y Harrison, bruscamente, se puso en pie. —ZEsta usted loco, monsieur Poirot? [...] Ese muchacho no harfa datio a tuna mosca. [...] El detective, puesto en pie a su vez, colocé una mano sobre el hombro de sw amigo, y lo zarandeé como si quisiera despertarlo de tn mal suefio. —jEspabilese, amigo, espabilese! Le repito que vine en plan de negocios. Elcrimen es mi negocio, y me incumbe antes de cometerse y después. A qué hora vendré monsieur Langton a eliminar el nido de avispas? [...] ‘Alas nueve. Pero le repito que esta equivocado. Langton jamés.... —jBstos ingleses! —volvié a interrumpirlo Poirot. Recogié su sombrero y su bastén y se encaminé al sendero, deteniéndo- se para decir por encima del hombro: —No me quedo para no discutir con usted; s6lo me enfureceria. Pero entérese bien: regresaré a las nueve. (J Minutos antes de las nueve, se encontraba de nuevo frente a la verja del jar- din. [..] Repentinamente alarmado, Poirot apresuré el paso, como si un sexto sentido lo pusiese sobre aviso. De pronto, se abrié la puerta de la verja y Claude Langton, presuroso, salié a la carretera. Su sobresalto fue grande al ver a Poirot. —jAh...! jOh...! Buenas noches. —Buenas noches, monsieur Langton. gHa terminado usted? El joven lo miré inquisitivo. —Ignoro a qué se refiere —dijo. —Ha destruido ya el nido de avispas? —No. —jOh! —exclamé Poirot como si sufriera un desencanto—. {No lo ha destruido? ;Qué hizo usted, pues? —He charlado con mi amigo Harrison. Tengo prisa, monsieur Poirot. Ignoraba que vendria a este solitario rinc6n del mundo. —Me traen asuntos profesionales. —Hallard a Harrison en la terraza. Lamento no detenerme. * Langton se fue y Poirot lo siguié con la mirada. Era un joven nervioso, de labios finos y bien parecido. —Dice que encontraré a Harrison en la terraza —murmuré Poirot—. iVeamos! Penetré en el jardin y siguio por el sendero. Harrison se hallaba sentado en una silla junto a la mesa. Permanecia inmévil, y no volvié la cabeza al ofr a Poirot. —iAh, mon ami! —exclamé este—. Cémo se encuentra? Después de una larga pausa, Harrison, con voz extrafiamente fria, inquiri6: — {Qué ha dicho? —Le he preguntado cémo se encuentra. —Bien, Sf; estoy bien. ;Por qué no? —No siente ningun malestar? Eso es bueno. {Malestar? ¢Por qué? —Por el carbonato sédico. Harrison alz6 la cabeza. —Carbonato sédico? {Qué significa eso? Poirot se excus6. —Siento mucho haber obrado sin su consentimiento, pero me vi obliga- doa ponerle un poco en uno de sus bolsillos. —{Que puso usted un poco en uno de mis bolsillos? Por qué diablos hizo eso? Poirot se expres6 con esa cadencia impersonal de los conferenciantes que hablan a los nifios. —Una de las ventajas, o desventajas, del detective radica en su conoci- miento de los bajos fondos de la sociedad. Alli se aprenden cosas muy intere- santes y curiosas [..] como hurgar en el bolsillo de cualquiera con s6lo escoger el momento oportuno. Para ello, basta poner una mano sobre su hombro y simular un estado de excitacién. Asi logré sacar el contenido de su bolsillo derecho y dejar a cambio un poco de carbonato s6dico. Compréndalo. Si un hombre desea poner répidamente un veneno en su propio vaso, sin ser visto, es natural que lo Ileve en el bolsillo derecho de la americana’. Poirot se sacé de uno de sus bolsillos algunos cristales blancos y aterro- nados. ‘Americana: chaqueta de tele, con solapas y botones, que llega por debajo de la cadera. Es muy peligroso —murmur6— Ilevarlos sueltos. Curiosamente y sin precipitarse, extrajo de otro bolsillo un frasco de boca ancha. Desliz6 en su interior los cristales, se acercé a la mesa y verti6 agua ten el frasco. Una vez tapado lo agit6 hasta disolver los cristales. Harrison lo miraba fascinado, Poirot se encaminé al avispero, destap6 el frasco y roci6 con la solucién el nido. Retrocedié un par de pasos y se quedé alli a la expectativa. Algunas avispas se estremecieron un poco antes de quedarse quietas. Otras treparon por el tronco del 4rbol hasta caer muertas. Poirot sacudié la cabeza y regre- 6 al pértico. —Una muerte muy rapida —dijo. Harrison parecié encontrar su voz. — {Qué sabe usted? —Comole dije, viel nombre de Claude Langton en el registro. Pero nole conté lo que siguié inmediatamente después. Lo encontré al salir ala calle y ‘me explicé que habia comprado cianuro de potasio a peticién de usted pard destruir el nido de avispas. Eso me parecié algo raro, amigo mio, pues recuerdo que en aquella cena a que hice referencia antes, usted expuso st punto de vista sobre el nlayor mérito de la gasolina para estas cosas, y denuncié el empleo de cianuro como peligroso e innecesario. —Siga. $6 algo mas. Vi a Claude Langton y a Molly Deane cuando ellos se crefan libres de ojos indiscretos. Ignoro la causa de la ruptura de enamorados que lleg6 a separarlos, poniendo a Molly en los brazos de usted, pero comprendi que los malos entendidos habian acabado entre la pareja y que la sefiorita Deane volvia a su antiguo amor. —Siga. Nada mas. Salvo que me encontraba en Harley el otro dia y lo vi salir a usted del consultorio de cierto doctor, amigo mio. La expresién de usted me dijo la clase de enfermedad que padece y su gravedad. Es una expresion muy peculiar, que sélo he observado un par de veces en mi vida, pero inconfun- dible, Filla refleja el conocimiento de la propia sentencia de muerte. {Tengo raz6n 0 no? Si, Sélo dos meses de vida. Eso me dijo. Usted no me vio, amigo mio, pues tenfa otras cosas en qué pensar. Pero adverti algo més en su rostro; advert esa cosa que los hombres tratan de ocul- tary de la cual le hablé antes. Odio, amigo mio. No se moleste en negarlo. [1 — ¢Por qué vino? —grité Harrison—. ;OjalA no hubiera venido! —Se lo dije. El asesinato es asunto de mi incumbencia, ‘Asesinato? |Suicidio querré decir! —No —la voz de Poirot soné claramente aguda—. Quiero decir asesina- to. Su muerte seria répida y facil, pero la que planeaba para Langton era la peor muerte que un hombre puede sufrir. £1 compra el veneno, viene a verlo y los dos permanecen solos. Usted muere de repente y se encuentra cianuro en su vaso. jA Claude Langton lo cuelgan! Ese era su plan. Harrison gimio al repetir: — Actividades ‘Comprender e interpretar 1. Explica los vocablos destacados en las siguientes expresiones. “El cimen es mi negocio, me incumbe antes de cometerse y despues. “El oven fo miré inqusitivo’ "Poirot se expresé con esa cadencia impersonal de las conferenciantes [.... 2. dn qué lugar se desarrolla la historia? 5. {Quiénes son los personajes? Caracterizalos brevemente. 4. (Qué vinculo hay entre ellos? 5. (Qué sentimientos parece tener Harrison hacia Langton? éSin embargo, qué siente verdaderamente? Por qué? 6. iCual es, entonces, el mévil del futuro ctimen? { 7. tn qué consiste el plan de Hartison? éCémo Piensa ejecutarlo? 8. {Por qué no le importa seguir viviendo? 9. Enel cuento, chay un crimen y un cadéver? éEn qué radica la particularidad de este relato? 10.El detective no sdlo salva dos vidas, sino también “el alma” de Harrison. {Por qué? 11. {Qué rasgos caracterizan a Poirot? {De qué ‘manera resuelve el caso? Expresar opiniones 12.En esta historia/existen demasiadas casualidades. {Cuales son? 13.Una critica que se le suele hacer al cuento policial en general es que, a veces, se vuelve demasiado mecénico y falto de humanidad. Estas de acuerdo? CQué sucede con este cuento en ese sentido? éPor qué? Comparti tus ideas con tus compajieros. EL GENERO POLICIAL El cuento policial refiere la historia de un crimen cometido porn autor desconocido en circunstancias misteriosas. El relato cuenta el procedimiento deductivo que, a partir de la observacién y la interpretacién de una serie de indicios, lleva adelante un personaje (generalmente un detective) para desenmascarar al culpable y explicar sus moviles. Este tipo de narraciones se inici6la partir del auge del cientificismo y la consolidacién del modo de vida propio de las ciudades multitudinarias a mediados del siglo x1x, El escri- tor estadounidense Edgar Allan Poe (1809-1849) fue el primer exponente, con ¢l velato “Los crimenes de la calle Morgue” (A partir de este cuento, donde la aplicacién de las nue- vas teorias cientificas y el gran poder de observacién del detective resuelven un miste- rio de dificil explicacién, surgié el género policial que se desarroll6, principalmente, en Inglaterra y Franci “Bilgunos de los autores mas reconocidos dentro, de Ja corriente inglesa son Arthur Conan Doyle (1859-1930), creador de Sherlock Holmes; Gilbert K. Chesterton (1874- 1936), cuyo investigador era el Padre Brown; y Agatha Christie (1890-1976), creadora del sagaz Hercules Poirot. Los autores franceses, ms destacados fueron Emile Gaboriau (1832-1873) y Gastén Leroux (1868-1927). La clasificacién de los relatos policiales Los textos policiales se dividen en dos clases, segiim el tipo de crimen y las caracteristi- cas del detective que intenta resolverlo: el plicial de'enigma y'el policial negro. {B] policial de enigma presenta’ un crimien que’ constitaye un misterio aparente mente irresoluble que sélo la inteligencia supetior del detective puede develar. A este tipo de relato corresporiden los dla primera etapa de policial y los de los autores ya mencionados. EI policial de accién, negro’o duro, é eainbio, ¢¢ un texto sumamente violento, en el que se vepresentan los bajos fondos urbanos, Ia corrupcion Ue las inetituciones y la accién de las mafia! Los detectives que lo protago- nizan ya no son razonadores puros, sino que luchan fisicamente para resol- ver sus casos, Este tipo de relatos se desarroll6, principalmente, en los Estados Unidos a partir de la década de 1920. (os autores més destacados son los norteamericanos Dashiell Hammett (1894-1961), creador del detective Sam Spade, Raymond Chandler (1888-1959), con el personaje de Philip Marlowe, y el belga Georges Simenon (1903-1989). La trama policial : ‘La trama policial clasica se caracteriza por contar la misma historia, por Jo menos, dos veces. La primera versién, que encubre al asesino y no expli- cael misterio, lees revelada al lector en primer térming’ La segunda se pro- dluce luego, cuando el detective altera las acciones, los participantes y las tircunstancias de esa exposicién a partir de los datos que sélo él conoce. De festa manera, produce su propia explicacion de los hechos, en la cual el cti- minal queda, por lo general, al descubierto. LOS PERSONAIJES Y LOS ACTANTES A.os distintos personajes de una narracion eje- cutan acciones que los relacionan entre siy Por ejemplo, el accionar del detective para esclarecer un crimen se enfrenta con el objetivo del criminal de no ser descubierto, por lo que entre el detective yel criminal se establece una relacién de oposicién. Aegiin las acciones que realicen los personajes, su rol se corresponderé con una funcién basica: desear algo; transferir (un mensajé, tin secreto, un objeto valioso); recibir (esos elementos); ayudar a alguien a conseguir algo; oponerse a que lo consigae- Sin embargo, ademas de los personajes, intervie- nen otros elementos que también pueden cumplir algunas de las funciones anteriores. Por ejemplo, si un detective emplea una'lupa para descubrir una’huella digital afin de resolver el caso, estos elementos desem- pefian las funciones de ayudar a ese sujeto. En ese sentido/se denomina actante a cualquier componente del relato (ser 0 cosa) que participa en su desarrollo y desempefia alguna de las anteriores fun- cionesyDe esta manera, la categoria de actante supera ala de personaje, por lo.que ensun relato pueden exis- tir muchos personajes, pero sélo seis actantes. Estos La explicacién de causa y efecto Explicar consiste en exponer un ‘tema dificil con palabras claras para ‘que sea comprendido con facilidad. Las explicaciones pueden presentar, por ejemplo, las caracteristicas de ‘un objeto, las causas de un fenéme- no o de una situacién y sus efectos. En estas iltimas, es importante establecer qué elementos constitu- yen la causa y cuales fueron las consecuencias. > eCuélles fueron las causas del nacimiento del género policial? > Observa la fecha del surgi- miento del policial negro. Qué caracteristicas tendria la socie- dad que posibilité la aparicion de este tipo de policial? conforman el esquema actancial: un sujeto que desea conseguir un objeto, un destinador que txansfiere informacion a un destinatario (quien recibe el obje- to y se beneficia con él), un ayudante que colabora para que el sujeto logre su objetivo y un oponente que se enfrenta con el sujeto. > Actividades ;Qué personajes intervienen en "Nido de avispas"? {Qué papel cumple cada uno? 2. Enel cuento, épredomina la accién o la reflexion? (Por qué? ~ 3. {Cul es el mévil que lleva al criminal a planear su crimen? 44, UA qué clase de relato policial pertenece el cuento lefdo? Justfic tu respuesta. 5. El cuento presenta dos versiones sucesivas de los hechos. Respondé: > éQuién parece ser el asesino en la primera versién? (Quién es el asesino en la segunda? En el primero, Harrison es el sujeto. > En el segundo, el sujeto es Poirot. EL COLLAR de Manuel Peyrou (1 Elescritor Félix Durand se detuvo para tomar aliento. Era el momento propicio. Y todos, por un instante, se interrumpieron entre si, en su afan de interrumpirlo. ¥ a todos se adelanté ella, no tanto por su rapidez, sino porque Durand, después de mirar fugazmente las caras, la prefirié y la escuché. Un rostro bronceado, los ojos claros y el cabello rubio ceniciento. La llamaban seniora de Echagie, y visitaba el club de golf por primera vez, integrando un equipo rival. [...] —Usted habia prometido —dijo ella— contarnos el asunto de la desa- paricién del collar. —Si; pero relatenos los hechos —logré colaborar el, doctor Argitello Soria. Exageraba su entusiasmo por los “hechos” porque queria demostrar su seriedad, —Les hablé de Gaston Leroux —continué Félix Durand, lanzando una mirada pétrea al doctor Argitello Soria—, porque el collar de Florencia Domselaar desaparecié de un cuarto cerrado, vigilado por mi amigo el ins- pector Agostini y custodiado por numerosos pesquisantes. Es, mas 0 menos, sustituyendo crimen por robo, la situacion planteada por Leroux en El misterio del cuarto amarillo’. (..] >Florencia Domselaar de Nuifiez tenia sesenta afios, pero representaba diez menos. Después de una vida de viajes por Europa, se habia instalado en Buenos Aires, en un departamento del barrio Norte. Su tinica preocu- pacién era su nieta Ernestina Vidal Niifiez, joven autoritaria y vehemen- te’, que vivia con ella desde la muerte de sus padres. [..] »La fortuna de Florencia Domselaar estaba constituida por cuatro casas. en el barrio Sur, alquiladas a bajo precio, trescientas acciones de Labor Regional, sociedad de crédito agricola, y el famoso collar de perlas del majaré de Rasendra, comprado por su marido, el doctor Napoleén Nutiez, en Amsterdam, en 1926. Fl collar estaba valuado en més de medio millén de pesos y debia ser entregado a Emnestina Vidal Nitiez, como dote, el dia de su casamiento. El casamiento de Ernestina habia sido fijado para el prime- ro de septiembre. Cinco dias antes, Florencia se presenté en la division de investigaciones y denuncié que personas desconocidas habian tratado de vio- lar su pequefia caja de hierro, donde guardaba el collar, en su departamento dela calle Juncal. El inspector Agostini fue encargado del caso. »Era un hombre incrédulo y curtido, el polo opuesto del investigador racionalista de las novelas, pero con bastante experiencia y espiritu de ini- ciativa. Bl inspector visité el departamento de la calle Juncal y encontré indicios de una tentativa de robo. Probablemente, la pequetia caja de hie- 110, en el living, no habia sido abierta por falta de tiempo. Para evitar una segunda incursién, Agostini establecié una vigilancia constante. El treinta de agosto, Florencla se desperté por el ruido de alguien que andaba en la «asa, corrié la ventana y llam6 al pesquisante que permanecfa en la calle por la noche. El hombre corrié, revis6 él departamento y todos los alrededores, pero no encontré al merodeador. Todo esto hizo que el inspector redoblara la vigilancia y comprometiera en el caso su amor propio. Se resolvié que durante la fiesta posterior a la ceremonia estarian atentos varios pesqui- santes. Se resolvié, ademas, que los regalos serian exhibidos en la ultima pieza del departamento, que sélo tenia una puerta y una pequefia ventana hacia un patio interior. El inspector insinué a Florencia que no exhibiera el collar, pero tropez6 con una cortante negativa. La fiesta perdia casi todo su interés si el famoso collar no era ofrecido a la vista de las amistades. [...] »El primero de septiembre los invitados empezaron a llegar a las nueve. A las diez, la fiesta estaba en su apogeo y las luces refulgian en las joyas de las mujeres y en las pecheras blancas de los hombres. En el iltimo cuarto del departamento se exhibian los regalos, Habia cuatro vitrinas con joyas, obje- tos de arte, cerémicas y regalos diversos, y una mesa baja, cubierta con seda roja, donde estaba el collar, Detrés de la mesa, una repisa con dos floreros grandes, transparentes, Ilenos de agua cristalina, No tenian flores. No habia otros adornos ni muebles en la pieza, cuyas paredes desnudas estaban pinta- das de color crema. El inspector Agostini, después de cerrar la pequefa ven- tana que daba al patio interior de la casa, habia asegurado la manija con alambre. En el patio interior estaba un pesquisante, por si alguien, en un sapto de audacia, rompia el vidrio de la ventana y arrojaba el collar. La puer- ‘2 estaba permanentemente vigilada por dos hombres de confianza. EL CUENTO POLICIAL El autor Manuel Peyrow (1902-1974). Nacé en San Nicolds de los ‘Arroyos (Pca, de Buenos Aires). Fue un destacado autor de narraciones polices ' fantstcas.Escrbio libros de cuentos, como 1a espada dormida (1944), La noche repetida (1953) y EI Arbol de Judas (191); y novelas, como él estruendo de las rosas (1948) y hijo, rechazado (1963). * cae EL misterio del cuarto amarillo: novela en la que se comete un crimen en un recinto completamente cerrado y a qu, en -aparienca, es imposible accede. Vehemente: apasionade, Durante dos horas, los regalos, y especialmente el collar, fueron admirados por la concurrencia. A las doce de la noche, cuando ya el baile se desarro- laba con toda animacién, Florencia reunié a los amigos més intimos y pro- cedié a una entrega simbélica del collar a su nieta. [...] Cuando terminé de hablar, Florencia se enjugé una lagrima y dio por terminada la ceremonia. ‘Agostini entonces indicé la conveniencia de cerrar la puerta para dar un descanso a los pesquisantes. Las personas que habfan presenciado el acto y el nuevo matrimonio fueron invitadas por Florencia a pasar al sal6n; uego esta y Agostini dieron un ultimo vistazo y la primera cerré la puerta con lave. Los dos pesquisantes fueron autorizados a retirarse por un momento para tomar alguna bebida y el inspector, mientras tanto, per- manecié en la puerta. Media hora después, los empleados regresaron y relevaron a Agostini, quien entonces se mezcl6 con la concurrencia, pues era curioso de los rostros y de la psicologia de la gente. Ala una dela mafta- na, Florencia quiso verificar si todo estaba en orden, entré en la pieza, comprobé que nada faltaba y volvié a salir. »Una hora después, el inspector Agostini sugirio a la duena de casa la conveniencia de guardar él collar en la pequefa caja de hierro que habia en el living. Los invitados empezaban a retirarse y el inspector pensaba dejar un hombre de guardia hasta el dia siguiente, en que la joya seria retirada por su nueva duefa para ser guardada en el banco. »Florencia acepté la proposicién y junto con Agostini se dispuso a entrar en la habitacién cerrada. La dama abrié la puerta y avanz6 en la pieza junto con el inspector, De ambas gargantas se escapé un grito de asombro. jEl collar habia desaparecido! Fl inspector volvio sobre sus pasos y encargé a sus dos subalternos que no dejaran salir a nadie. Su orden era una precaucién intttil, pues nadie habia entrado ni salido de la pieza después de que esta quedara cerrada y con vigilancia. Luego, cerré ‘nuevamente la puerta y junto con Florencia revisaron todos los rincones. La ventana que daba al patio estaba cerrada y el alambre colocado por el inspector no habia sido tocado. Nadie habia salido —dijo Durand al terminar su relato— desde la ‘iltima inspeccion hecha por Florencia a la una délla mafana. Bl collar desapareci6 entre la una y las dos, cuando entraron de nuevo Florencia y el inspector. En ese lapso, nadie entré ni sali6. i _jEl collar no pudo haberse esfumado! —dijo con incredulidad el doc- tor Argiiello Soria. Yo no emplearia ese verbo —corrigié Durand—; prefiero decir que desaparecié. —Pero zentonces hubo algo magico? No; salvo que usted Ilame magia al juego maravilloso de la mente. __No me parece bien que usted se burle de nosotros —dijo con alguna molestia el sefior Olaguer. No me burlo: afirmo que una mentalidad superior concibié un robo perfecto, al estilo de los buenos enigmas policiales... La joven del rostro arménico y bronceado pregunté: — {Usted tiene una versién del misterio? 4Cémo lo descubrié? —apoyé con cierta vacilacién el fabricante de tejidos. —El robo no podfa haberse efectuado después de abierta la puerta; la Ainica solucién es, pues, que el collar desaparecié antes de cerrada la habi- tacién por tiltima vez. (...] Florencia, cuando entré a la una a verificar la existencia del collar, lo arrojé en uno de los jarrones. Este tenia un disol- vente y el collar, que era de material plastico, desaparecié. —jEntonces no hubo robo! —dijo el sefior Olaguer, y su negativa fue rapidamente reforzada por un gesto de su esposa—. Si el collar no tenia valor no era susceptible de ser robado. —Si, hubo robo —insistié Durand, vacilando por primera vez en el curso de su disertacién. Habia sorprendido, con embarazo, una mirada irénica clavada en su rostro, Opté por interrumpir el relato con un pretexto convencional: —Hubo robo, pero las personas vinculadas al hecho pertenecen a circu- los... este... Hay cosas que es mejor no mencionar... Esta aclarando. Me parece que me voy a la estaci6n. Habia aclarado, pero ya era demasiado tarde para jugar. Hubo un rumor de sillas arrastradas y de pasos. Sélo qued6 sentado el fabricante de te} dos, decidido a no moverse hasta conocer el final de la historia. Pero Félix Durand habia ya recuperado su chambergo* y salia por el sendero bordea- do de rosales. Sobre los macizos flotaba una luz que parecia proceder de las rosas y no del sol crepuscular, Una sensacién de magia luchaba en su alma con un creciente sentimiento de culpa. Al llegar a la puerta oy6 la voz clara de la seftora de Echagiie y ese taconeo ritmico y duro de las mujeres esbel- tas, Se detuvo. Al llegar, ella le dijo, simplemente: —Yo también voy ala estacién. —Alcanzaremos el de las siete —explicé Durand, solicito. —No es indispensable —repuso la joven—; podemos caminar despacio. * CChambergo: sombrero de copa mas 0 menos acampanada y de ala ancha. > Actividades Usted tiene que disculparme —dijo Durand, cuando entraron en la vere: da arbolada—; slo al final comprendi que estaba cometiendo una indiscrecion. —No se preocupe. Yo misma lo alenté. Ademas, usted no tenia por qué saber que mi nombre de soltera es Vidal Nifiez. Me molesté que me defi- niera como autoritaria y vehemente, pero en seguida me di cuenta de que eso se lo transmitié el comisario. Yo me opuse a que siguiera la investiga- cién contra mi abuela. De todos modes, yo lo sabia todo, —jAh! Usted sabe que Florencia vendié el collar hace anos? Si; lo vendié en Europa, en uno de nuestros viajes. De modo que estuvo bien que usted se refiriera a Gastén Leroux. Hizo fabricar luego tuna réplica en material plistico y esperé el dfa de mi casamiento, en el que, se debia entregar la joya. Pero después pensé que yo descubriria el engafio @ inventé el robo perfecto. Yo acepté la farsa. ¢Para qué hacerla sufrir? De todos modos, ella se habia gastado el dinero conmigo. Cuando legaron a la via férrea el viento habia ya barrido las ltimas nnubes. El sol resbalé en el cielo y se hundié detras de los Arboles, agitando sus dedos de luz En Los mejores cuentos policiales. Buenos Aires: Corregidor, 1998. 1. Em este cuento hay dos narradores. ZQué persona gramatical usa el primero? dinterviene en la i historia? CQuién es el segundo? 2. Respondé a las siguientes pregunta: . > {Qué tipo de crimen se cometi6? > {Quién fue el criminal? Y su cOmplice? > éCual fue el mbvil del crimen? | 5. Planted en tu carpeta la secuencia narratva correspondiente al relato dela desaparcin del cola. ‘4, iComo explica el detective el misterio? | 5, {Qué tol cumple la insttucién polcial en relacién con el criminal? 2¥ con el detective? 6. Por qué Durand no termina de revelar el caso a sus interlocutores? 7. Explicd el siguiente enunciado: “Los cuentos poliiales de enigma equivalen a un pasaje de lo aparentemente sobrenatural a lo racional’. 8, Realizé dos esquemas actanciales del relato. En el primero, el sujeto es el detective; en el segundo, el criminal. — la lar. de lo a} La intertextualidad es la relacién entre un texto y otras obras anteriores. Dicha rela~ cién se establece a través de similitudes que el lector percibe entre los personajes, las faciones, los temas, las frases. La critica de una obra, la parodia y la alusién son algu- nas de las formas de intertextualidad. Los microcuentos, relatos de menos de 200 pala bras, requieren la activa participacién del lector para completar el sentido y, por esto, uno de los recursos més frecuentes es la intertextualidad. Leé el siguiente microcuento de Javier Quiroga. Z _ Habia una ver Z Un apuesto joven llama a la puerta y le pide que se calce_ rate ei ee cyintoma dd aso Ja més hermosa de las i Queda usted arrestada, hallada en la es del cri srscitmimeineane scone’ TE Bn Edmundo Valadés: EI libro de la imaginacién. ‘México: Fondo de Cultura Econémica, 1993. A qué clase de cuentos remite el titulo? iudl es el cuento con el que se establece la intertextualidad? Traté de reconstruir la historia con tu compafiero. Qué momento de la narracién se presenta en el micro- cuento? Mencioné los elementos que remiten a la historia original El final sorprende porque revela una clase de cuento diferente. ReGnanse en grupos de cuatro y reconstruyan la trama policial. Guiense por las siguientes preguntas: cquién era el apuesto joven?, édénde habia hallado la zapatilla?, con que finalidad se la calza a la mujer, équé conclusién saca el protagonista? Elan a un representante del grupo para que cuente la trama que crearon al resto de sus compafieros. 103 > EL CUENTO POLICIAL 1. Elegi una de las siguientes situaciones para desarrollarla en un relato policial de enigma. Si querés, proponé otras. Todos creyeroni qué habia Sido un accidente,.. y v 2. Describi el lugar donde suceden los hechos. Te conviene elegir esce- narios apartados, en los que haya un grupo reducido de personajes. y v 3. Para que haya una historia policial debe haber un enigma. De acuerdo con el tema elegido, imagina un hecho inexplicable que dispare tu relato. y v 4. Ahora es el tuo de los personajes. Describi brevemente a cada uno \ i de los implicados en el hecho. Recorda que en un poli \ todos parezcan sospechosos. Ademés, creé un detective para tu historia, dale oP un nombre y describilo brevemente. | v 5. Usando oraciones breves, elaboré un esquema previo para tu narracién. No olvides que en la situacién final el detective da tuna nueva versién de la historia donde menciona >> Para escribir mejor la pista que al criminal. a peo ees z Pata conferr verosimilitud a la y historia, es conveniente indi vocabulaio proveniente de diversas discplinas, como la quimica (por ejemplo, la mencién | y de sustancias venenosas), | v , ae la balistca, la dactiloscopia, la 7. Con los elementos obtenidos, escrbi el borra- FRE Te eens Bcd . A b ee cestuicle kes UANEE Eng a Ya (la mencon de plantas exranas Puntuacién. Luego, pasa en limpio la version 5 cries, animales | definitiva del texto. Cuando hayas terminado, on enosne eter), leelo en vor alta a tus compatieros. 6. Elabord ahora un titulo sorprendente que atraiga el interés de tus futuros lectores. El género novela Los tipos de novela La trama prindpaly la trama secundaria El cuento y la novela El concepto de subordinacién Las proposiciones subordinadas Las proposiciones subordinadas adjetivas ones de 3 encabezad Usos de la raya de didlogo wie buena novela podria compararse a un edificio bien estructurado, donde cada elemento cumple una funcién precisa, de acuerdo con un plan general. Para sopor- tar el peso de la estructura y para crear un conjunto bello, no deberia faltar ni sobrar ninguna piedra, ningtin arbotante, ninguna viga ni ningtin quebra-luz A veces, no se percibe a primera vista el armazén de una novela, lo que puede oca- sionar la critica de ciertos elementos aparentemente sueltos 0 gratuitos, o en el peor de los casos, puede causar una interpretacin equivocada de toda la novela. Para com- prender una novela, hay que encontrar la clave o el eje estructurante que da coherencia 4 todos los elementos de la novela, por dispersos que sean. ‘Seymour Menton: “Manual imperfecto del novelista’, en Caminata por la narrativa latinoamericana, México: Fondo de Cultura Econémica, 2002. Siero DODD ODEDELE éCémo deberia ser una buena novela? Qué elementos se deben tener en cuenta para com- prender una novela? éConocés novelistas? {Quiénes? LQué obras escribieron? Observé las imagenes: équé personajes de novela reco- nocés? éSabés sus historias? Contalas al resto de la clase. ¢Cual fue la novela que mis te gusté leer? éPor qué? éQué diferencias existen entre el cuento y la novela? Intercambié lo que sabés con tus compafieros. pr acd 2. Enel subtitulo aparece la palabra capitulo. iA qué tipo de obra remite? CUADERNO DE AGOSTO de Alice Vieira Capitulo 5. Yo me llamo Maria de la Gloria Vv. me llamo Maria de la Gloria por D.* Maria II*. Mejor dicho: por una tesis doctoral que mi madre comenz6 a hacer en la época en que yo estaba a punto de venir al mundo. D. Marfa Il es la gran pasién de mi madre, que atin hoy no ha perdo- nado que la hayan quitado de los billetes de mil. En este momento, la tesis esta parada. Ahora hay que resolver los pro- blemas de Ménicay de Alfredo Enrique’. Pero de vez en cuando, mi madre tiene arrebatos culturales: entonces saca las 200 paginas, ya listas, del interior de un batil de latén pintado de verde, y aftade uno o dos parrafos Pero cualquier dia, dice mi madre, la continuaré en serio. Mientras tanto, la reina duerme en el batil verde donde mi madre mete todo aquello que no quiere perder: andlisis billetes extranjeros, recibo de los impuestos, relojes viejos y plumas estropeadas, Mi madre es incapaz de deshacerse de relojes y plumas, aunque ya hayan exhalado su ultimo suspiro después de muchos afios de leales servicios. Cuando habla de Dofta Marfa II, mi madre repite siempre que se trata de “uno de los personajes femeninos mas dramaticos de la historia de Portugal”, y quién soy yo para desmentirla. Pero ese no era un motivo para que me diesen su nombre. —-Tuviste mucha suerte, pues tu padre insistié en que s6lo queria que te pusiese dos nombres —dice mi madre cuando yo protesto. Pues sf. Estaré por ello eternamente agradecida a mi padre, que, por lo visto, en la época de mi nacimiento todavia no sofiaba con pertenecer al jet-set, o con desfilar entre los invitados de la boda de D. Duarte Pio. —Dos nombres. Sélo dos nombres —habia dicho, Y asi me libré de cargar para el resto de la vida con el armonioso nom- bre de Maria de la Gloria Juana Carlota Leopoldina de la Cruz Francisca Javier de Paula Isidora Micaela Rafaela Gonzaga. Que era el suefio de mi madre. Mi hermano se llama Antonio por motivos mucho menos intelectuales o aristocraticos: nacié la noche del 12 al 13 de junio, cuando todo el mundo estaba en las verbenas* comiendo sardinas asadas y oliendo a albahaca. Todo el mundo, incluido mi padre, lo que hizo que mi madre, por esa raz6n, tuviese que inaugurar su larga relaci6n con el servicio de urgencias del hospital de enfrente. Digase en honor ala verdad y al buen nombre de mi padre que a mi her- mano no se lo esperaba tan pronto. —Para finales de junio —habia asegurado la médica en la tiltima con- sulta. Pero mi hermano siempre fue muy precipitado y no nacié en las Escadinhas de S. Miguel, al son de “oye la charanga / oye esta cancién’, Porque mi madre, a iltima hora, tuvo miedo de ir a Alfama® con su tripa ya muy crecida y, adema: ban a poner en la tele una pelicula que le apetecia mucho ver. La verdad es que mi madre nunca se ha vuelto loca por las fies tas de los santos populares, y prefirié mil veces quedarse tranquila en casa —Pero ve tu, que te gustan tanto —le dijo a mi padre, con la expresa recomendacién de que le trajese un tiesto* de albahaca con su clavel de papel y una copla apropiada. Esta claro que no hubo pelicula ni tranquilidad doméstica: minutos des- pués de salir mi padre, mi madre entraba en urgencias, quejandose de unos dolores en la espalda que le parecian muy extrafios. —Pues si que son extratios —dijo el médico riendo—. jEs su hijo, que est a punto de nacer! La autora fa; Alice Vieira (1943). Nac en Lisboa, Portugal. Es periodista, a profesora de aleman y destacada escrtora de literatura infantil y juvenil, Gané el Premio del Ai internacional de , Ja Infancia con el libro | Rosa, mi hermana Resa. Sus libros mas destacados son Gracias ¥ desgracias en la Corte dde El Rey Todinho, lor cde miel, Ursula y Los ojos de Ana Marta. * ‘fama: barrio medieval situado en la Gudad de Lisboa, Portugal. De Maria i: bautizada Maria dela Gloria, fue rina de Portugal de 1826 21828 y de 1834 21853, Ménica y Alfredo Enrique: personajes de un novela que scribe la madre de a protagonist, Tiesto: vasa de baro ‘Verbena: festa popular con baile que se celebra por la noche alate lire y, normaimente, con motivo de alguna fesividad 133 Horas después entraba en urgencias mi padre, despavorido, con el ties- to de albahaca en la mano, en busca de mi madre, a quien, antes de salir, le habia dado tiempo de dejarle una nota encima de la mesa de la entrada: “Voy a urgencias. No tardaré”. Como esta mi mujer? —pregunté, alarmado. — ju mujer? 2¥ quién es su mujer? —refunfurio la empleada de la recepcién—. Si usted supiese la cantidad de mujeres que ha entrado esta noche. _Mi mujer esta embarazada... Se llama Luisa. Ahi, ya sé: Aqui esté la ficha, Su mujer esta en la sala de partos —le comunicé la empleada, que sin duda tenia més ganas de estar comiendo sardinas asadas en Alfama que alli de guardia. Bn la sala de partos? —se sorprendié mi padre. ¢Haciendo que? Bailando mufieiras* o saltando hogueras —farfullé ella. ‘Ami padre le iba a dar algo. __(Sefiora, no me venga con bromas en un momento asi! Mire que yo. —Pero jqué quiere usted que esté haciendo una embarazada en una sala de partos? —grité la mujer—. jEsta pariendo! —zPariendo? jPero el nifio tenfa que nacer a finales de junio! Se ha adelantado, 2qué quiere que yo le haga? _Debe de estar con ganas de gastarle una broma a san Antonio —dijo la mujer. Ylo dejo alli, solo, con el tiesto de albahaca en la mano ("Pero jpor qué no habré dejado esta porqueria en casa”, y el clavel de papel aun ado, con una copla colgada donde se leia San Antonio dijo haré a las mozas casaderas, La promesa ha sido en vano: que aqui estoy yo sin pareja. No se podia decir que fuese una copla muy apropiada para la situaciOn, ‘pues san Antonio es casamentero y no partero. na ijo yor do, ion, Y ahi se qued6, fumando un cigarrillo tras otro, caminando de aqui para all, preguntando “;Cémo va?" a todas las personas que pasaban cerca de 4 con pinta de médicos o de enfermeras, —eCémo va qué? —s estaba hablando. —gMi mujer? admiré uno de bata azul que no sabia de qué le iY yo qué voy a saber de su mujer! Lo mejor es que pregunte a una enfermera, yo me ocupo de la limpieza y sdlo me gustaria saber donde me han puesto el condenado balde. [...] Yel de la bata azul desaparecié por el pasillo, mientras mi padre despo- tricaba contra los médicos, las enfermeras, el servicio de salud, los borra- chos, san Antonio, mi madre y el nitio precipitado, Para colmo, mi padre estaba preparado para asistir al parto y todo. Habia acompafiado a mi madre a las consultas, habia sido un futuro padre ejemplar, e incluso ya tenfa la camara de video lista para entrar en accion cuando llegase el momento. Al final todo habia sido en vano, y alli estaba, en urgencias del hospital de enfrente, albahaca en mano, sin saber qué estaba ocurriendo més alla de aquel pasillo. Intenté también lamar a la médica de mi madre, pero primero no tenia monedas para el teléfono y, cuando las consiguié, del otro lado no le respondié nadie. —Claro..., estaré en la romeria’... —refunfufio mi padre. Mientras tanto, la empleada de la recepcién habia cambiado. —Sefiora, gpuede darme alguna noticia sobre mi mujer? —intent6 mi padre de nuevo. A qué hora entr6? —pregunt6, medio dormida. Mi padre tragé saliva; no lo sabia muy bien, él se habia enterado de que ella habia acudido a urgencias al llegar a casa. —Déjeme ver. casa trabajando! Mi padre volvié a tragar saliva; que tampoco era asi, que su mujer esta- ba embarazada y... —refunfuis la mujer—. jSe fue de juerga y su mujer en -Muiteira: bale popul Romeria: fiesta popular con baile, que se celebra en el ‘campo inmediato a alin santuari el dia de la festvidad religiosa del lugar. Para colmo embarazada! jEso es no tener ninguna conciencia, per~ done que le digal —se indigné la mujer—. Por eso y por otros muchos motivos nunca me casaré! Mi padre estuvo a punto de responderle que si no se casaba seria sin duda a causa de sus 120 kilos de peso y de la verruga con un pelo clavado justo debajo de la natiz, pero se call6; lo que queria era saber de mi madre y no crear conflictos innecesarios. —jBs el primer hijo? —pregunt6 la arpia. Si. Entonces solt6-una carcajada. —jAtin tiene mucho que esperar! ,Acaso piensa usted que esto es coser y cantar? {Cree que es como con las perras? (Ay, estos hombres, estos hombres!, cémo se ve que no son ellos los que tienen a los hijos... Siéntese ahi, siéntese ahi, que esto no ha hecho mas que empezar. Y desaparecié de la recepcién, mientras mi padre pisaba una colilla mas, se abria més el cuello de la camisa, se sentaba y se levantaba, mirando siempre hacia la puerta de donde habria de salir el médico o la enfermera ola mujer de la limpieza o quien fuese para darle alguna informacién. Pasaron horas. Ya habia perdido la cuenta. Por aquella puerta ya habian entrado cinco cabezas rotas, un cuello con ‘un navajazo, tres costillas dislocadas, dos célicos nefriticos", una voz ronca que gritaba “jsujétenme, que la mato; sujétenme, que la mato!”, sostenida por otra que replicaba “jMarcolino, no hagas caso; son todas intrigas de tu suegral” (...). Hombres... —refunfuftaba la mujer, que habia vuelto a la recep- cién—, son todos iguales, todos de la misma calafia. jPara mi no hay ni uno que se salve! Menos mal que yo no tengo que soportarlos. Mi padre se acercé timidamente: {Mi mujer?... _jSeftor, ya le he dicho que no tenga prisa! Siéntese ahi, que cuando sea necesario lo lamaré, {Tranquilo, que no nos vamos a quedar con su

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