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LA SANIDAD INTERIOR
Esto implica un trabajo desde lo profundo del hombre, desde su corazón (por eso la
expresión "sanidad o sanación interior"), hablamos de salvación, restauración,
sanidad, liberación, santificación, etc.
B) Es un proceso divino (No es algo inmediato, se inicia con el nuevo nacimiento).
C) Es un tratamiento divino (Es una obra de Dios; sólo él puede sanar y restaurar el
corazón del hombre, pues al fin y al cabo es su Creador).
Te invitamos a leer nuestro libro: Sanidad para el alma herida. El Señor ha
preparado para ti lo mejor, y la sanidad del corazón es una de sus grandes
bendiciones. Sanidad, libertad y restauración es lo que hallamos en la palabra de
Dios. Éste libro es una herramienta de ayuda para procurar la restauración del alma
lastimada. Para ver éste libro "Sanidad para el alma herida" sólo haz clic en la
imagen.
II. RESULTADOS DE LA SANIDAD INTERIOR:
Nota: Una vida que camina en la voluntad de Dios, una vida que irradia la
presencia de Dios. La santidad es el resultado de un corazón sano y restaurado.
Nota: Es decir llevaremos fruto para Dios, seremos vasijas que portan la gloria de
Dios, que llevan la unción del Espíritu Santo, el apóstol Pedro lo dijo: “de lo que tengo
te doy”. La sanidad interior nos hace instrumentos idóneos para Dios.
(Es nuestro anhelo que el libro “SANIDAD PARA EL ALMA HERIDA” sea una
herramienta o ayuda en éste hermoso proceso. En éste libro vas a encontrar temas
como: Dios puede restaurar lo dañado. Sanidad para el alma herida. Arrancando la
raíz de amargura. Victoria sobre el sentimiento de culpa ¿Cómo vencer el afán y la
ansiedad? El poder sanador del perdón ¿Cómo dominar el miedo? Señales de una
maldición y cómo romperla, entre otros. Recuerda que éste libro está disponible para
descargar en tu computador, tablet, celular o equipo, puedes ver y adquirir éste libro
ingresando a ésta dirección: SANIDAD PARA EL ALMA HERIDA. Por Pastor
Gonzalo Sanabria.
III. EL FUNDAMENTO DE LA SANIDAD INTERIOR:
Nota: Jesús sufrió todo esto no sólo para darnos seguridad de la salvación eterna en
el cielo, sino para darnos sanidad aquí en la tierra: “llevó nuestras enfermedades…
sufrió nuestros dolores… por su llaga fuimos nosotros curados…”. Esto lo demostró
Jesús aún en su ministerio terrenal antes de la cruz: Lucas 4:16-19, la frase:
Nota: la Palabra de Dios produce vida, es cortante (como un bisturí que corta los
tumores del pecado), genera orden en la estructura del ser humano (espíritu, alma y
cuerpo) y saca a la luz las malas intenciones de nuestro corazón…
C) La acción sobrenatural del Espíritu Santo, Is. 61:1-4.
La Biblia nos enseña que José ha tenido un respaldo maravilloso de Dios. De tal
forma que ahora era el gobernante de la tierra, era quien vendía trigo a todos los
pueblos (Génesis 42:6). Era un hombre de poder y autoridad, el faraón tenía
completa confianza en él.
Entonces desde el punto de vista norma y natural José estaba en su mejor tiempo. Sin
embargo, aparecen sus hermanos y traen con ellos los tristes y dolorosos recuerdos
de la adolescencia de José y las difíciles relaciones que hubo entre ellos.
Esto nos deja ver que el paso del tiempo no sana por si solo las heridas, pues quien
realmente sana las heridas del corazón se llama Jesucristo, es él quien con su poder y
amor trae sanidad interior.
Las reacciones que podemos ver en de José son un espejo de las nuestras cuando no
hemos sanado el corazón, es decir cuando no hemos perdonado. La indiferencia
(“hizo como que no los conocía”) con la cual se procura ignorar la realidad, la
aspereza (“hablándoles ásperamente”) con la que se busca demostrar la ausencia de
cualquier debilidad, y la falsa acusación y encarcelamiento de sus hermanos.
Estos son actos con los cuales probablemente quería que sintieran el dolor que él vivió
años atrás cuando lo lanzaron a una cisterna (estos son los deseos de venganza o
justicia propia, muy ocultos en el corazón herido, al igual que aquellos deseos de
fracaso ajeno por las injusticias recibidas).
Es muy interesante ver que es posible vivir, alcanzar éxitos y grandes metas, y aun
llegar a gobernar con el corazón herido. A pesar de aquellos grandes logros José
requería la sanidad de su corazón, y es Dios mismo quien prepara el escenario.
No importa cuánto poder o unción llegues a alcanzar, o cuan prospero llegues a ser, o
los niveles de autoridad a los cuales el Señor te permita llegar, siempre estaremos
aprendiendo y siendo procesados por las poderosas y bondadosas manos del
Alfarero, quien da la forma a la vasija como él quiere.
Es muy importante que la sanidad interior venga al corazón del hijo de Dios, que
éste la acepte y asimile, pues de lo contrario el corazón herido dañará a los que están
bajo su dirección, por su inseguridad emocional provocará deserción en sus filas y
conducirá al caos y fracaso a aquellos que dirige (esto es su familia, iglesia, empresa,
ministerio, entre otros).