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Elizabeth Jelin Los trabajos de la memoria Berk Bene. Caueprrors Salta, octoler ce 2024 Escaneado con CamScanner Primera edicién, 2002 Primera edicién rex, 2021 ee Jelin, Blizabeth Los trabajos de la memoria / Blizabeth felin. - 1a ed. - Ciudad Auténoma de Buenos Aires : Fondo de Cultura Bconémica, 2021. 167 p.421 x Ld.cm. - (Sociologia) ISBN 978-987-719-253-7 1, Memoria Social. 2. Historia Politica. 1. Titulo. CDD 306.2 a Distribucién mundial Diagramacién de tapa: Juan Balaguer Diagramacién de interiores: Silvana Ferraro Correccién: Yanina Gémez Cernadas y Natalia Ribas Edicidn al cuidado de Yanina Gémez Cernadas y Mariana Rey DR. © 2021, FonDo DE CULTURA ECONOMICA DE ARGENTINA, S.A. Humboldt 2355, 2° piso; C1425FUE Buenos Aires, Argentina fondo@fce.comar / wwwfce.com.ar Comentarios y sugerencias: editorial@fce.com.ar Fonpo pE Cuttura ECONOMICA Carretera Picacho Ajusco, 227; 14738 Ciudad de México www.fondodeculturaeconomica.com ISBN 978-987-719-253-7 Fotocopiar libros esté penado por la ley. Prohibida su reproduccién total o parcial por cualquier medio de impresin o digital, en forma idéntica, extractada © modificada, en espaol o en cualquier otro idioma, sin autorizacién expresa de la editorial. IMPRESO EN ARGENTINA - PRINTED IN ARGENTINA Hecho el depésito que marca la ley 11723 Escaneado con CamScanner A casi dos décadas, una nueva reflexi6n Ew 1998 iniciamos una aventura politic promover Ia investigacién sobre las memorias de la represion politica en d aed camporEl Proyecto memoria surgié en el grupo de colegas que int ‘mos el Panel Regional de América Latina (RAR, por sus siglas en inglés) del Social Sci rk) en res- puesta a las inquietudes académicas y ciudadanas que se estaban ges- tando acerca de la maneraien que el pasad6 de los régimenes dictatoriales y la violencia politica perduraban, a menudo con obstinacién. Nos em- barcamos entonces en una aventura, quiz4s osada para la regién. Nos in- ternamos en el terreno inexplorado de las memorias y su vigencia, con la intencién de abrir senderos en medio de matorrales y selvas. No sabia- mos cudl iba a ser el punto de llegada. La apuesta consistia en abrir un campo de investigacién en América Latina, con el compromiso de inda- gar y acompajiar criticamente lo que estaban haciendo diversos actores sociales en relacién con el “pasado reciente’ 4 ” sin més, porque una de las primeras preguntas fue cémo eran nombrados esos periodos y esos pasados por distintos acto- res, chan Tete denominaciones en funcién de las Ia los, asi comoilos confli¢tos que los 'y, mas atin, de qué manera la’propia definicién dé los Ps s—. Surgié “pasado reciente”: ese eufemismo frente a la dificultad de nombrar las dictaduras, 'as violencias politicas, el terrorismo de Estado y las situaciones limite a intelectual cuyo propésito fue wrk rene Escaneado con CamScanner LOS TRABAJOS DE LA MEMORIA las que fueron sometidos amplios sectores de nuestras sociedades, “Pa- sado reciente” para nombrar ese pasado que segufa muy presente. La preocupacién por estas cuestiones afloré en el Cono Sur a partir de las transiciones posdictatoriales de los afios ochenta, cuando desde el campo institucional y politico, desde los movimientos sociales y desde las subjetividades de las victimas y los sobrevivientes se perfilé la urgen- cia de encarar y enfrentar esos pasados, ahi s{ muy recientes. Los instru- mentos habituales de las instituciones politicas democraticas no pare- cian ser suficientes. Los suftimientos y dolores “privados” rebalsaban el Ambito intimo y se volcaban a las calles. Demandas diversas, luchas por nombrar los procesos sociales que wbie que eos ia que tratar de comprende Iniciamos nuestra intervencién en el campo intelectual de la region, dirigida a instalar temas y preguntas de investigacién, reflexién y acci6n Politica ciudadana. La tarea era elaborar un aparato conceptual y exami- nar con rigor los procesos recientes y en curso. Para hacerlo, nos Ppropu- simos formar un grupo de investigadorxs j6venes y apoyar la formacién de redes y nticleos que trabajaran en este campo, entonces definido de manera muy.laxa como los “estudios sobre memorias”, Uno de los productos del programa del Social Science Research Council fue la publicacién de una serie de libros con los resultados de las investigaciones. La coleccién Memorias de la’Represién se inauguré convel primer.volumen; Los trabajos de la:memoria, publicado-en 2002. Después de varios afios de trabajo en equipo, el libro fue el resultado per- sonal de la basqueda de un marco conceptual para pensar e interpretar las luchas sociales por las memorias, por el sentido de ese Pasado reciente de dictadura, violencia Politica y represién estatal de los alos setenta en distintos paises; un marco que permitiera incorporar una mirada de mas largo plazo, tanto retrospectiva como proyectandose al futuro. Se trataba de re igaciones que se hacian en diversas latitudes del mundo Frye a itnos de las herramientas-analiticas'y de los marcos compara. 12s de-Petmitieran interpretarlos.procesos que se estaban desatro. lando en el Cono Sur, Han.pasado veinte afos, Veinte las memorias sociales se establecieron cultural y politico, Proliferan e1 Publicaciones, Atos en los que los temas ligados a n con fuerza en el campo intelectual, ‘neuentros, revistas, cursos y conferencias, nuevas conceptualizaciones, énfasis e interrogantes, Se 10 Escaneado con CamScanner ‘A CASI DOS DECADAS, UNA NUEVA REFLEXION un campo en el que se combinan los saberes y los aportes de trata de «a historia y la sociologia, el derecho y a antropo- anitpes cia politica y la psicologa, el arte y a filosoia, basta la neu- so ra enfentar preguntas comple, que integran dimensiones rologl Pes politica, sociales y culturales, que a su ver se expresan en eliplano de as subjetividades. : 0 del programa inicial estuvo limitado al Ci ri, es sabido que las luchas acerca de cémo lidiar con las si- taciones limite desatadas por la violencia politica, tanto en el nivel delas pattasestatales como de los procesos sociales no son exclusivas de esta region. Experiencias andlogas ocurrieron y motivaron estudios y re- flexiones en otras partes del mundo, desde la Europa de posguerra hasta ‘Africa del Sury Ruandary Bosnia, asi como en otros paises-de América Latina, También es cierto que las preguntas sobre las memorias sociales y Ios sentidos del pasado no se reducen a experiencias limite o violencias extremas. En nuestro caso, la urgencia de trabajar sobre la memoria no fue una inquietud aislada de un contexto politico y cultural especifico, sino que estaba enraizada en compromisos éticos y politicos de una ciu- dadania democratica activa, aunque no se limitaba a esas circunstancias y coyunturas. Es decir, aunque las reflexiones de cardcter analitico gene- ral se hacen siempre desde una localizacién sociopolitica particular, con sus urgencias y desafios especificos, la intencién es que sean comprehen- sivas y permitan echar luz sobre procesos sociales en otros lugares, en otros momentos y con otros contenidos. De ahi que el libro, con suan- claj nla tegién; indaga cuestiones co! \ceptuales y en npir ‘icas que la -exceden. 3QUE PROPONE ESTE LIBRO? Tas memorias son procesos subjetivos e intersubjetivos, anclados en ex- Fieldedialcaamnatsdlalesajasimbdlicasyamercos.institucianales Pa a necesariamente entrar en el anilisis de la dialéctica entre in- re ‘sul etividad y sociedad/pertenencia a colectivos culturales e : ionales, Lejos de propiciar un discurso tnico, las memorias,,con eee en i i plurales y, en general, es- ‘R-contraposicién o.aun.en conflicto con otras. Al trabajar sobre aL we Escaneado con CamScanner \ns? a LOS TRABAJOS DB LA MEMORIA luchas y antagonismos alrededor de memorias sociales, el acento esta puesto en el rol'activo de quienes participan’en esas disputas. Las rela. ciones de poder y la disputa por la hegemionia estan siempre presentes, Se trata de un intento de establecer “mi verdad’; con promotorxs y ‘em- ws Prendedorxs” que procuran que su relato sea'el dominafite. El punto de partida es reconocer el cardcter construido y cambiante de los sentidos | wy im del. pasado, de los silencios y olvidos histéricos,.asi:como del lugar que 0° @ Unet? ee co las sociedades, las ideologias, los.climas culturales-y las luchas politicas asignan_ala memoria, Los hechos.ocurridos’estan’all{ para'ser-interpre- tados. De ahi la necesidad de “historizar la memoria’ En realidad, las‘inemorias son siempre plurales y-los-fenémenos de Jamemoria ocurren en diversos niveles de-manera:simulténea y despro- lijat no solo se mezclan lo subjetivo individual con lo global, sino que ade- mas se dan interrelaciones, entrelazamientos; influencias:ydetermina- ciones entre. ellos,,que dibujan.constelaciones:con:miltiples:puntos de go TuPtura, hiatos y situaciones conflictivas entre actores y escenarios en-es- Monae En relacién con esto, los estudios.de. comunidades territorialmente localizadas muestran Jas brechas entre las memorias Jo- | y lot? cales y los relatos nacionales:(Del Pino y Jelin [comps], 2003). A su vez, we we wo los sentidos del pasado socialmente disponibles y aceptados pueden en- trar en colisién con las interpretaciones de personas concretas cuya sub- jetividad esté cruzada por miltiples fuerzas y experiencias tinicas (Jelin y Kaufman [comps.], 2006). En cuanto alas temporalidades de las memorial cuando 8 estan tas, me- mot i rgentina. Esto también fue reflejado-en las comisi y nav © PerGi yo anaes en profindia Theidon (2013) enswestu- dio sobre las memorias en comu nas de Pe Enesas'co- se superponen con discriminaciones y-violencias estructurales.de muy larga data, lo cual hace queiel pasado reciente sea interpretado en claves de mas larga duracién, El campo de investigaciones sobre memorias también invita a rela- cionar el plano de las instituciones con los patrones culturales de sentido 12 Escaneado con CamScanner owt \ oust rm we ee we A CASI DOS DACADAS, UNA NUBVA REPLEXION y la subjetivided de los actores Este abordaje trasciende 405 marcos habi- tuales de cualquiera de las disciplinas de las clencias sociales y las huma- nidades. No se trata solamente de entablar “didlogos interdisciplinarios”, sino de abordar el fendmetio en su complejidad. Para esto es necesario . iales que desarrollan sus estrategias en seenaniss de lucha, de confrontacién, de negociacién y de alianzas, donde intentan ganar poder e imponer sus prdcticas frente a otras. El modelo de accidn social implicito en este tipo de andlisis retoma temas dlisicos de las ciencias sociales, como la construccién de la autoridad y la legitimidad social, y los incorpora junto con una temporalidad que noes simplemente cronolégica —en tanto entran en juego experiencias pasa- das y horizontes de expectativas futuras— y una consideracién explicita de los sentimientos, los afectos y la subjetividad de esos actores. Ademis, prestar atencién a los escenarios de la accién implica ld presenciay lare- ailereh: ferencia‘constante a la “alteridad’; ‘a‘otrxs frente a quienes orientartios nuestravaccién. No hay acci6n Social’sin-unx otrx. Esto puede ser un principio muy antiguo, pero quizA tenga sentido reiterarlo de vez en cuando, en un mundo en el que'desdé'los'centros:de poder mundialnos ieren hacer creer-que-hay “una tinica'solucién’a nuestros problemas, eae qu a Finalmente, como ya se dijo, en el campo de los estudios de las me- morias convergen ing! ci \aietudes tedrico-académicas y un.compromiso vico-politico con.empatia hacia las. victimas y.con,ideales.de.construc- cio. de. sociedades, donde los.conflictos —inevitables en la dindmica sociopolitica— puedan ser abordados sin violencias y con un sentido compartido de justicia. En esta direccién, acecha un peligro: el campo de vy?” las practicas dela memoria —y; en gran medida, también el de la investi- Bacién— ha estado dominado por cierto “deber de memoria’: la idea de ‘ue hay que recordar para no repetit, de que solo con la reiteraciémd lel recuerdo y una politica activa en relacién con el pasado violento y-dicta- te compo & 1, torial se puede construir una democracia fuerte, Este era el supuesto bi- wee Sico del compromiso politico de las primeras iniciativas en el ocaso de las dictaduras, Pasados los aiios, este supuesto se convierte en una gran Pregunta: ses condicién necesaria para la construccién democritica una Politica activa de memoria? La pregunta seftala una vacancia: la explora Gin de losaspectosespecficos de la democracia que la actvacion ién de las emorias del pasado dictatorial contribuye a construit Se hace necesario 33 Escaneado con CamScanner LOS TRABAJOS DE LA MEMORIA desarticular y descomponer la relacién entre anemnoets y democracia y explorar en qué aspectos concretos de la democracia opera la puesta en marcha de las memorias del pasado dictatorial (Jelin, 201 a cap. 8). Cuando hoy hablamos de memoria, nos referimos a la memoria del su- frimiento, de las dictaduras, de las violaciones a los derechos humanos, de la criminalidad de un régimen. Es decir que las memorias que se res- catan y que los actores reivindican son, en su mayor parte, memorias de situaciones limite. En esto consiste el “deber de memoriayLa pregunta que queda abierta es cuanto de politicas de memoria (y cudles) se nece- sita para construir qué sistema democratico. ;Qué recordar del pasado Para construir qué tipo de régimen o qué tipo de institucionalidad de- mocratica? ;Cual es el rol que cumplen las politicas de reconocimiento simbélico en la construccién de una ciudadanfa activa? Estas preguntas son inquietantes, pero necesarias para quienes en- caramos la labor en el punto de didlogo entre la investigacién y el com- Promiso, en un trabajo de investigacién riguroso que se alimenta preci- samente de las preguntas que surgen del compromiso sociopolitico. El campo académico o intelectual vinculado alos temas de memoria forma Parte de las luchas politicas. La relacién entre las memorias de la dicta- dura y la construccién democrética es, en este sentido, dente que convoca a la labor de intelectuales criticos, una cuestién can- EL LIBRO Y SUS CIRCUNSTANCIAS: PUBLICACIONES SUCESIVAS Y COYUNTURAS PARTICULARES “Historizar las memorias? También tiene sentido historizar el propio trabajo y los momentos y las coyunturas en que se elabora y publica: el {bro se vuelve a editar ahora, después de la primera publicacién en Es- Pafia en 2002 y una reedicién en Peri en 2012, Bl lenguaje también tiene St propia historia. En la publicacién original y en la revisién para su ree- dicién afios después, traté de usar un lenguaje no sexista, Plicito mi compromiso con un lenguaje inclusivo que no dominacién de género. Usé distintos recursos, aluden a varones y mujeres, debate sobre el tema; i que hiciera ex- Teprodujera la especialmente marcas que como “los/as” En ese momento, habia poco in embargo, en je Atin no hay un acuerdo 14 Escaneado con CamScanner [ACASI DOS DECADAS, UNA NUEVA REFLEXION le emplearlo. En medio de la turbulencia, a hegeménica d er d con la que se siente més cémoda. En el o una man fd wna usa Ia modalida oda, E cada Pr vefiero usar Ia “x”, aunque sea de lectura imposible, je esctito, YO P a de lect sib lenguae eset tado con las marcas de su propia historia, es deci, sin i “3” en este nuevo prélogo. cal neon esta nueva sdleién es que aporte al debate acadé- eit parativo y transnacional. También, que ayude a diluci- dar las conexiones entre las memorias individuales y sociales, por un tado,y la construccién de un orden social que respete los derechos y las responsabilidades y que permita plasmar las aspiraciones humanas de cudadania igualitaria, por el otro. Cuando estaba en la etapa de revision final de la primera edicién, el rede 2001,,el mundo entero fue conmovido por los aten- tados en Nueva York y Washington.-Agregué entonces una “nota necesa- ria’ al inicio del libro: Dejo el text rico y eivico, com Para quienes trabajamos sobre las memorias de la represién en el Cono Sur, el 11 de septiembre es un dia cargado de significados: cada afto, una esta expectante sobre el curso concreto que las luchas por la memoria van a to- mar en los distintos escenarios de la sociedad chilena. A partir de 2001, los sentidos de la fecha cambian: las coincidencias y las casualidades se conver- tiran en otra cosa, los referentes y los anclajes materiales y simbélicos de las memorias de situaciones limite cobraran otros sentidos para otros grupos dela sociedad global. Espero que las preguntas planteadas en este libro estimulen una re- flexin més amplia sobre la necesidad humana de encontrar sentidos a los acontecimientos y suftimientos que nos toca vivir, con practicas de reme- moracién, rituales de homenaje ¢ iniciativas politicas que impulsen un ‘nunca més” a las afrentas a la dignidad humana, E libro se reedité en, Pert en 2012: La iniciativa fue de Carlos Ivan De- eae brillante antropdlogo que decidié lanzar en el Instituto de Estu- wong wanes 2) de Lima una coleccién de libros sobre memorias aes eee intelectual en una dificil coyuntura en el pais. Carlos A ings js 7 a ‘volumen fuera Los trabajos de la memoria. Sabia mucho 1 ne ‘a contra su enfermedad era incansable, no iba a vivir 's. Murié antes de que saliera el libro. Agregué entonces una 45 2 ol y rer gere® goad ote we Escaneado con CamScanner LOS TRABAJOS DE LA MEMORIA “Nota de la autora” que iniciaba la publicacién y que transmitia “mi reco- nocimiento y recuerdo personal a Carlos Ivén, como promotor de algo que —bien lo sabia— iba a concretarse sin su presencia fisica, aunque con la fuerte impronta de continuidad de sus proyectos y de sus ideas”. El ultimo parrafo de esa nota dice: ‘Una nota muy personal: en una conversacién telefénica con Carlos Ivan po- os dias antes de su muerte, decia que necesitarfa toda otra vida para llegar ahacer todo lo que le gustarfa. La conversacién gird hacia pensar que eso le sucede a quienes viven con plenitud, con proyectos renovados permanente- mente. Lo que queda son las tramas abiertas y los hilos con los que otros y otras pueden seguir tejiendo y cosiendo, armando nuevos proyectos a partir de esas tramas y esos hilos. Es mi esperanza que la reedicién de este libro contribuya a los nuevos proyectos y a reflexiones colectivas. Ahora, a comienzos"de"2019, mientras elaboro este nuevo prélogo, 1a amenaza de las derechas en él mundo escribo esto el 2'de enero y ayer 9 iuré.como presidente de Brasil jai Bolsonaroycon promesas que son un 20" desafio para lacconvivencia pacifica—se combina con nuevas esperanzas Vv eilusiories. Me sorprende y me genera admiraci6n la efervescenciade jé- on? t venes que, esta vez; estén pidiendo profundos cambios én las'relaciones mae _degénero,y sobre este tema quiero hacer algunos comentarios. we 0 "Cuando escribi el libro, en el cambio de siglo, las cuestiones ligada . a ai de. igualdad social, por-la.expansién:de-derecho: =< 3 discriminaciones! Cort los “movimientos por-los derechos humanos’, identificados especificamente comvel:pasado représivo"A su vez, en elmundo académico, los estudios sobre mujeres y-sobre género estaban-confinados a-espacios segregados, y los intentos.de="transversalizacién” eran escasos y; cuando y donde existian; poco exitd8os. c. El libro tiene un:capitulo especifico'sobre: memoria y génerd, ya ec” perspectiva de género permea toda la argumentacién. Se trata de un ca- 4 pitulo que no convencié a muchxs lectorxs, algunxs lo vieron como su- perfluo, ya que la represi6n y la memoria traspasan a todxs y no parecian 97 tener género; otrxs consideraron que las cuestiones de género eran secun- darias en relacién con la violencia sufrida. 16 Escaneado con CamScanner A CASI DOS DECADAS, UNA NUEVA REFLEXION los afios ochenta hubo un reconocimiento de la victimizacién de Beat {como del protagonismo femenino en el movimiento de los a aa aia En aquel momento, los testimonios sobre violacio- re “ a mujeres (también a hombres) fueron hablados e interpre- Siem fates y como parte de la constatacién ms general de la tor- a : buscé ni se puso un énfasis especial en preguntar o en instar ah lar sobre la especificidad de la violacién como crimen o de las dife- vencis de género en la represién. Asi, la Comision Nacional sobre la Desaparicién de Personas (coNaDE®) en Argentina (1983-1984) y la Co- misién Nacional de Verdad y Reconciliacién en Chile (1990-1991) fue- ron ciegas a las cuestiones de género. Cuando se establecié la Comision de la Verdad y Reconciliacin en Peri, que actué entre 2000 y 2003, ha- bia ya.un marco internacional. que hacia factible una mayor sensibilidad A partir de entonces, la especificidad de la violencia y la violacién de mujeres se hizo visible en los espacios institucionales en los que el Estado actuaba en relacin con 1a violencia y la represién pasada y en los espacios politicos y culturales en los que se expresaban las memorias, Como se anticipé en el libro en su momento y se constaté y estudié con ms profundidad después, en sus testimonios, las mujeres tienden a describir los sufrimientos de sus Parientes y las disrupciones de las rutinas cotidianas. A menudo, los detalles de estos sufrimientos se relatan e inter- Pretan en el tiempo largo de discriminaciones histéricas y en el contexto de injusticias mas Permanentes, Los informes de primera mano referidos a la violencia sexual son dificiles de general, lo que se encuentr: encontrar en cualquier lugar; por lo les pasé a “otras” mujeres, an son informes de “lo que pasaba’ o de lo que en Peri, en Argentina y en distintos lu SU vez, erf'tanto las’comi: igares, A siones de verdad, los juicios y las invitaciones a testimoniar en archi pd Esto Produce el silencio de otras exp al lecido. Hay poco 1 las narrativas (y 7 Escaneado con CamScanner LOS TRABAJOS DE LA MEMORIA esto solo puede ser recuperado en luteennenoree ne se acerquen a la subjetividad de lasspastalinaialte renee jcviccamsgr tad dominantes que tinicamente miran la victimizacién de las mujeres (Thei- don, 2007), Esto muestra, una vez mas, el grado en el que los marcos de recoleccién de datos, as{ como los marcos de interpretacién, son generiza- dos, lo cual invita a y reclama revisiones y replanteos profundos, Hubo silencios en la experiencia de las mujeres en la represién. Hubo también personas que expresaron su dolor en la esfera publica y levaron adelante las protestas y las demandas: los familiares de las victi- mas, en especial, pero no exclusivamente las mujeres. La centralidad del vinculo de parentesco con las victimas ubicé a la familia, y sobre todo a Ja maternidad, en un lugar casi emblematico, estructurador de los movi- mientos de denuncia y demanda. ;Por qué debian ser planteadas en tér- minos de parentesco las denuncias y las demandas del movimiento de derechos humanos? Esta aparicién publica de los lazos familiares —es- pecialmente la maternidad— en la vida politica leva en si una recon- ceptualizacién de la relacién entre vida publica y privada, Las relaciones familiares jugaron, entonces, un papel fundamental. Las Madres de Plaza de Mayo pueden haber generalizado su maternidad con el eslogan de que todxs Ixs desaparecidxs son hijxs de todas las Madres, aunque solo son Madres quienes tienen hijxs desaparecidxs, en una interpreta- ci6n literal de la maternidad. Al mismo tiempo, y como efecto de esta interpretacién de la nocién de familia} se gesté una distancia —imposi- ble de superar— entre quienes llevan la “verdad” del suftimiento perso- nal y privado y quienes se movilizan politicamente por la misma causa, Pero por otros motivos, Es como si, en la esfera publica del debate, la Participacién estuviera estratificada de acuerdo con la exposicién pu- blica del lazo familiar, En ese mundo, entonces, las razones ideoldgicas, politicas 0 éticas no parecen tener el mismo poder justificatorio a la hora de actuar, excepto “acompafiando” las demandas de Ixs “afectadxs directxs” (Jelin, 2017)! * Las Implicancias de estos procesos pueden ser mucho mas amplias y profundas adn, tas pruchas gendlcas que se usan en los procesos ce restituclon de ulema de nidxs se- Cuestradxs y nacdxs en cautiverio centran en la genétlea au *verdail’ Esto Uplica un fuer: ic Protagonismo dela biologla en ternas faalites. Sin exibargo, el parentenco y la familia son fundamentalmente ars toclalesy culturales, como poutdn la socledades y los slste. insslegatesconclllaro confrontar ls tension entee estas dos claves normativast 18 Escaneado con CamScanner ‘A CASI DOS DECADAS, UNA NUEVA REFLEXION En términos mas amplios, el familismo y el maternalismo involu- cran una base personalizada y particularista para las solidaridades inter- personales y politicas. No se trata de una relacién abstracta y anénima; debe haber un vinculo personal que ate ambas caras de la relacién, vista como primordial. En este contexto, la construccién de una cultura am- plia de ciudadania que asuma la historia y la memoria como propias no resulta fécil. Existe el peligro (especular en relacién con el biologismo racista) de anclar la legitimidad de quienes expresan la verdad en una vi- sién esencializadora de la biologia y del cuerpo, en el sufrimiento perso- nal (cuando se lo vivié en “carne propia” o a partir de vinculos de paren- tesco sanguineo). Resulta paradéjico que, si la legitimidad social para expresar la memoria es socialmente asignada a aquellxs que tuvieron una experiencia personal de sufrimiento corporal, esta autoridad simbélica puede deslizarse con facilidad (consciente o inconscientemente) a un re- clamo monopélico del sentido y del contenido de la memoria y la verdad. El nosotrxs reconocido es, entonces, excluyente e intransferible. En el ex- tremo, este poder puede llegar a obstruir los mecanismos de ampliacién del compromiso social con la memoria, al no dejar lugar para la reinter- pretacién y la resignificacién —en sus propios términos— del sentido de las experiencias transmitidas. E] desafio histérico, por lo tanto, reside en el proceso de construccién de un compromiso civico con el pasado que sea més democritico y més inclusivo. Este desafio, ampliado y multiplicado por la visibilidad de repetidas violencias y atropellos de género, es el que enfrentamos en la coyuntura actual. El centro de la atencién esta en las desigualdades y la dominacién de género, a partir del activismo del movimiento feminista. Si algo marca esta coyuntura es la generalizacién de las demandas de cambio: “No es no; “Ni una menos’, “Miré como nos ponemos”? son consignas que iiva- den‘el mundo pablico y se expanden sin respetar fronteras nacionales, edades.o grupos) También las demandas de reconocimiento de la diversi- dad de opciones e identificaciones sexuales, Asimismo, el embate contra 11 “ideologia de género” (a la que hizo referéncia Bolsonaro en su dis- curso inaugural) traspasa ademés fronteras nacionales y religiosas. Las defensas Y las condenas de a violencia sexual como elemento central de 2 acon ?rsion £n respuesta al enunciado “mird cémo me ponés’, utilizado por violadores y Fes, que responsabilizan a las mujeres por su excitacién sexual 19 Escaneado con CamScanner —~ LOS TRABAJOS DE LA MEMORIA expresion de poder machista estan en la escena Publica. Muchas que callaron durante décadas comienzan a hablar en piben fr hay un nuevo lente para mirar e interpretar las violencias sufridayen mujeres. Esto, sin duda alguna, afecta a las victimas de violencia ane durante la dictadura y leva a repensar y reformular tabies y omen que parecian estar cristalizados, bal Crecimos en un mundo en el que las vivencias rrespondian al campo de la privacidad y la intimidhd, La postbiidadg incorporarlas al campo de las memorias sociales presenta una paradoja: el acto de represin violé la privacidad y la intimidad, queby ivi sién cultural entre el ambito piblico y Ia experiencia privada, Superar el hueco creado por la represién implica la posibilidad de elaborar una me- moria narrativa de la experiencia, que necesariamente es piiblica; en-el sentido de que debe-ser compartida-y comunicada. En las violaciones, tanto en dictadura como en otros espacios, la recuperacién de la “nor- malidad” implica la reconstruccién de un si mismo, la reconstruccién de la intimidad y la privacidad. ;Cémo combinar la necesidad de construir una narrativa publica que al mismo tiempo permita recuperar la intimi- dad y la privacidad? ;Cémo superar la confusién entre la dimensién mo- ral y la dimensién bélica de la agresién sexual? (Segato, 2010). Los cambiosvhistoricos’én las nociones morales’y en'la’definicién de la fronteraentre lo privado y lo publico son-lentos, conflictivos y.ge- neran-nuevas tensiones; Si el terrorismo de Estado y la represién sexista violaron Ia intimidad y los cuerpos humanos, la (re)construccién re- quiere construir también nuevas nociones morales y politicas que per- mitan redefinir los espacios privados, la intimidad y lo publico. Las re- laciones entre lo privado y lo ptiblico, las memorias individuales y las sociales, lo ocurrido (como historia) y sus sentidos (como memoria) siguen siendo, como en el momento de la primera publicacién de este libro, desafios a enfrentar. Buenos Aires, enero de 2019 20 Escaneado con CamScanner

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