Isotropía y anisotropía en materiales

Cada material posee diversas cualidades; físicas, químicas, mecánicas y tecnológicas;

que son particulares. Estas propiedades se describen como “la relación de la respuesta de
un material a un estímulo, siendo ambas, respuesta y estimulo, generalmente variables de
campo.” (U. F. Kocks, 2000, pág. 32). Al analizar estas propiedades desde distintos
existen dos resultados. Uno constante, cuando las respuestas son equivalentes sin
importar la orientación del material hacia el estímulo. Y el otro es variable según la
orientación. A este último se lo conoce como anisotropía, lógicamente, el opuesto al
primero, la isotropía.

Hablando en rasgos generales, se puede decir que la mayoría de las propiedades en las
que se observan variaciones, están sujetas a magnitudes tensoriales1, como por ejemplo
la constante elástica de un sólido deformable. Y es normal pensar que, si se pueden medir
las magnitudes de los estímulos de manera numérica, los grupos matemáticos pueden
medir las simetrías de estas variaciones y clasificarlas en subgrupos como, axiales,
transversales y poliédricas.

Conocer estas características de los materiales ha sido de mucha ayuda dentro de la

industria, pues, si bien muchos de los materiales que se producen industrialmente (como
el acero, hormigón, ladrillos) se puedes considerar isotrópicos, en la actualidad existe
también una gran variedad de compuestos que utilizan esta anisotropía para mejorar las
propiedades del material y así obtener mejores resultados en distintos ámbitos, como por
ejemplo; los compuestos fabricados a base de fibra de carbono, que poseen una
anisotropía muy característica en la elasticidad.

1
(U. F. Kocks, 2000, pág. 33)
Bibliografía
J. F. Camacho, O. J. (2006). ANISOTROPÍA DE ESFUERZOS Y RESISTENCIA AL CORTE DE ARENAS.
Nueva Granada.

U. F. Kocks, C. N.-R. (2000). Texture and Anisotropy: Preferred Orientations in Polycrystals and
their effect on Materials Properties. Cambridge: ISBN 9780521794206.