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1.

Dibujar y asociar
hacer un dibujo de lo que sea y compartirlo con algunas personas. Ellos me dirán lo que
piensen del dibujo en una palabra. Con esa palabra creo un concepto, y de esta manera
descubro el potencial que denota mi dibujo.
2. Usá tu perfil menos hábil
El objetivo es ejercitar partes del cerebro que no usamos frecuentemente. Por ejemplo,
usar mi mano izquierda cuando soy diestro. Asi veo cómo los procesos mentales
respecto a una misma situación van a tener diferentes y nuevas perspectivas.
3. Desconéctate
Desconéctarme de mis actividades para que mi cabeza trabaje desde otro punto de
vista y en función de otras plataformas. Por ejemplo, puedo descargar aplicaciones
interesantes para mi celular.
4. Diseñá mis redes sociales
Reinventá tus perfiles de Facebook, Twitter, o Google+. Elaborar una portada creativa
para Facebook. Crear imágenes ejercita la improvisación y la experimentación que no
tenfo en el trabajo.
5. Hacer nuevos caminos
Seguramente hagas los mismos trayectos todos los días: de tu casa a la oficina, y de la
oficina a casa. Más allá de que ese camino sea el más cercano, económico o seguro, te
convendría hacer rutas alternas, así vas a hacer nuevas asociaciones y tu panorama va
cambiar. Podés visitar un lugar de la ciudad que no conocés, pero que siempre has
querido ir; visitá un restaurante que no conocés o a un amigo que no ves desde hace
mucho tiempo.
6. Archivá tu música
Es posible que la lista de canciones de tus dispositivos móviles se reproduzca
aleatoriamente. Armá listas de reproducción según el día, el clima o la ocasión. Esto te
hará mucho bien para jornadas nocturnas o muy matutinas. También podés aprender
canciones en otros idiomas.
7. Tomá fotos
Descubrí tu potencial para capturar momentos, ya sea con un celular o con una cámara
profesional. Compará la luz, las texturas, los ángulos.
8. Cociná
No necesitás ser un chef para cocinar platos nuevos, exóticos. Algo que nunca hayas
probado.

9. Hacé ejercicio
Hace ejercicio, salí a correr o practica tu deporte favorito. Esto ayuda a tu mente y
fortalece tu creatividad.
10. Manualidades
Ejercita tus manos por ejemplo doblando una hoja por la mitad más de 7 veces, sembrá
una plata o remové su tierra, diseñar tu propia camiseta. Reutilizá algo que no te sirva y
hacé algo nuevo.

No me hacen creativos
1) EL No (negar la propuesta)
En la improvisación teatral una de las reglas básicas es aceptar las ideas (tanto las propias
como la de los demás) que ideas? Las primeras, aquella primera idea que viene, que
aparece en nuestra mente a esa hay que darle rienda suelta, hay que confiar en ella y
darle crédito. Lo mismo sucede con las ideas del compañerx , la primera idea expuesta ESA
hay que seguir, hay que aceptar. Hay que decirle SI.
Primero porque no hay tiempo. En los procesos creativos no queremos tener “todo el
tiempo del mundo” hay algo en la prisa por resolver que hace que la mente se ponga
creativa y decida, resuelva. Si la mente tiene todo el tiempo del mundo no va a resolver,
porque sabe que no lo necesita, tiene que entender que hay Urgencia.
“En la creatividad hay urgencia”

2) La duda
Otro de los malos hábitos de un improvisador que inicia (o de un creativo bloqueado je) es
poner dudas en todo lo que se propone (poner dudas o poner en duda parecería ser lo
mismo).
Por ejemplo antes la propuesta “vamos al museo” le creative dudose diría : “Mmm te
parece? Te parece que vayamos… y si mejor nos quedamos O podemos ir mas tarde… o
mejor podríamos ir a una montaña rusa, blablablá”

3) La pregunta ❓
Preguntar…. Preguntar… también es otro de lo “atrasadores de la acción”
Hace que nos quedemos en el plano de la mente y del texto y no lo bajemos al cuerpo, a la
acción en si misma.
El teatro es acción, la creatividad también es acción (aunque parezca que esta ligada a la
mente) necesitamos volver materiales las ideas porque sino no existen. Idea que se queda
encerrada en la mente ; idea que no existe, que no es.
4) Falta de escucha 🙉
Este es uno de los errores mas comunes y en general es porque, en vez de estar en tiempo
presente con todas las antenitas puestas en el aquí y ahora, estamos pensando en lo
nerviosxs que estamos, o en que vamos a hacer después, como va a seguir la historia o
“uh que lio arme antes que me confundí los nombres”, “desde donde venimos no me
acuerdo que paso en la escena anterior?” y otras distracciones.  
5) La idea más importante  💡
Muchas veces existe el error de poner a competir a las ideas, y es no es bueno ni para los
creativxs ni para las ideas.
En la impro ese ejemplo es fácil de graficar, seria algo así:
Frente a la propuesta “vamos al museo” se respondería algo así como: “Dale, o mejor
podemos ir a un parque de diversiones que conozco que hay montañas rusas”
A simple vista uno podría pensar “y si… el parque de diversiones es mas divertido”
6) El “pero”
El “pero” es un inocente negador, atrasador de la creatividad.
Aparenta ser buenito y acompañar las propuestas pero demuestra ser un caprichoso que
no quiere hacer nada y lo único que hace es clavarse, no pasar a la acción y solo poner
peros (o sea ponerse a si mismo 😅)
En el ejemplo de “vamos al museo” seria así como “dale, pero vos sabes si esta abierto o
abre mas tarde… pero igual pasemos por la panadería y compremos galletas antes por las
dudas”
Pero pero pero… no nos deja ir al museo.
Los peros están mucho mas metidos en nuestra vida que lo que creemos, empiecen a
observar en su día a día cuantos peros ponemos y cuantos peros pone la gente y van a
flipar!
7) La discusión
Otro habito que nos sabotea la creatividad y la imaginación es ponernos a discutir (ya sea
con nosotrxs mismxs o con unx compañerx) sobre todo cuando inicia una historia, un
proyecto, no son los personajes los que están discutiendo somos nosotros mismos y
nuestras limitaciones.
Esta reacción (discutir) suele ser producto de las inseguridades que tenemos y de los
miedos de enfrentar nuevos caminos o de dejarnos guiar por lugares inexplorados de
nosotros mismxs. En general es miedo a divertirnos en lo desconocido, suena muy
psicológico pero es así, je.
La clave para esto es respirar profundo y amigarnos con esa nueva idea, esa nueva
propuesta que apareció (ya sea de otrx o de nuestro inconsciente) probémosla,
juguémosla, cambiemos la discusión por la sorpresa, la grata sorpresa y embarrémonos.
Pensemos “y que pasa si juego a este juego? Que cosa mala puede pasar?”
No discutamos, no pongamos a debatir a las ideas creativas, la imaginación creativa es
como un niño que quiere jugar, cuanta mas leña le tiremos mas va a jugar, cuanto mas
frenemos a razonar o tratar de “entender lógicamente” mas se va a inhibir.
Juguemos! No hay nada que discutir.
8) El “NO SE”
En el terreno de la ficción, en el terreno de la creatividad, de las historias inventadas,
relatos, etc. (no así el terreno de la ciencia, aunque a veces también) queremos ver
soluciones porque la creatividad es dar respuesta a ciertos interrogantes, la imaginación
surge para dar contenido, inventar contenido, combinar contenido, unir variantes que
nunca antes se habían unido. Por lo tanto el “no se” no es una respuesta creativa. El “no
se” lo que hace es detenernos ahí, bloquearnos.
Estamos haciendo ficción así que necesitamos que los personajes “sepan” hacer eso que
les encomendamos hacer, hablen sobre los temas que les pedimos que hablen, accionen
cuando les pidamos que accionen.
9) Pensar demasiado 🙄🙄🙄🙄
El teatro necesita hechos, acciones. Como creadores y creativos necesitamos salir de la
mente, poner el cuerpo y dejar que las acciones salgan y despierten nuestro imaginario.
Queremos que la acción preceda al pensamiento, que las reacciones sean naturales,
espontaneas y para esto necesitamos que partan de lo mas intrínseco, instintivo y
orgánico (esto es; desde el cuerpo)
Si metemos a la mente, a la razón, a intermediar todo nos volvemos robots que piensan y
que viven en el pasado, Nada se ve orgánico si todo lo filtra la mente, nada se ve creativo
o espontaneo.
La creatividad necesita ser urgente, espontanea, salir sin filtro, brotar… no la frenemos
con el pensamiento. Dejémosla accionar y seamos solo el medio por el cual ella se
expresa. Entreguémonos a la imaginación y seamos sus marionetas, sin el filtro de la razón
que todo lo quiere controlar.
 PENSAR DEMASIADO EVITA QUE PASEMOS A LA ACCION.
10) La destrucción
Suena muy tremendo “la destrucción” y seguramente deben pensar “si claro, si destruyo
mi obra no va a haber creación pero eso es muy exagerado no va a pasar” y aunque
ustedes no lo crean pasa todo el tiempo en forma cotidiana.
Porque no hablo de destruir “la obra entera” sino ni siquiera dejarla comenzar porque
destruimos nuestras propias ideas desde el vamos…
Por ejemplo en la propuesta que venimos trabajando “vamos al museo” una propuesta
destructiva sería:
 “Ahh el museo! No te enteraste? Lo demolieron hace 3 días….”

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