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Datos y cifras

 El uso nocivo de alcohol es un factor causal en más de 200


enfermedades y trastornos.
 Cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo debido al
consumo nocivo de alcohol, lo que representa un 5,3% de todas las
defunciones.
 En general, el 5,1% de la carga mundial de morbilidad y lesiones es
atribuible al consumo de alcohol, calculado en términos de años de
vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD).
 Más allá de las consecuencias para la salud, el consumo nocivo de
alcohol acarrea importantes pérdidas sociales y económicas a las
personas y a la sociedad en general.
 El consumo de alcohol provoca defunción y discapacidad a una edad
relativamente temprana. Entre las personas de 20 a 39 años,
aproximadamente el 13,5% del total de muertes son atribuibles al
alcohol.
 Existe una relación causal entre el consumo nocivo de alcohol y una
serie de trastornos mentales y comportamentales, además de las
enfermedades no transmisibles y los traumatismos.

Información general
El alcohol, sustancia psicoactiva con propiedades causantes de dependencia, se
ha utilizado ampliamente en muchas culturas durante siglos. El uso nocivo del
alcohol causa una alta carga de morbilidad y tiene importantes consecuencias
sociales y económicas.

Su consumo nocivo también puede perjudicar a otras personas, por ejemplo a


familiares, amigos, compañeros de trabajo y desconocidos.

El consumo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades,


traumatismos y otros trastornos de la salud. Está asociado con el riesgo de
desarrollar problemas de salud tales como trastornos mentales y
comportamentales, incluido el alcoholismo e importantes enfermedades no
transmisibles tales como la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer y
enfermedades cardiovasculares.

Una proporción importante de la carga de morbilidad atribuible al consumo de


alcohol consiste en traumatismos intencionales o no intencionales, en particular
los debidos a accidentes de tránsito, violencia y suicidios. Las lesiones mortales
relacionadas con el alcohol suelen ocurrir en grupos de edad relativamente más
jóvenes.

Se ha establecido una relación causal entre el consumo nocivo de alcohol y la


incidencia y el desenlace de enfermedades infecciosas como la tuberculosis y el
VIH/Sida.

El consumo de alcohol durante el embarazo puede provocar síndrome alcohólico


fetal y complicaciones prenatales.

Factores que influyen en el consumo de alcohol


y daños relacionados con esta sustancia
Se han encontrado una serie de factores que influyen en los niveles y patrones de
consumo de alcohol y en la magnitud de los problemas relacionados con esta
sustancia en la población a nivel individual y social.

Entre los factores sociales figura el nivel de desarrollo económico, la cultura, las
normas sociales, la disponibilidad de alcohol y la aplicación de políticas sobre el
alcohol y de medidas para velar por su cumplimiento. Los efectos adversos para la
salud y los daños que producen determinados niveles y pautas de consumo de
alcohol son mayores en las sociedades más pobres. 

Entre los factores individuales figuran la edad, el sexo, las circunstancias


familiares y el estatus socioeconómico. Si bien no existe un único factor de riesgo
dominante, cuantos más factores vulnerables converjan en una persona más
probable será que desarrolle problemas relacionados con el alcohol como
consecuencia de su consumo. Las personas más pobres sufren mayores daños
sociales y de salud por el consumo de alcohol que las personas más ricas.

El efecto del consumo de alcohol en los resultados de salud crónicos y agudos


está determinado en gran medida por el volumen total del alcohol consumido y la
pauta de consumo; son especialmente dañinas las pautas asociadas con
episodios de consumo excesivo de alcohol.
El modo de beber alcohol tiene un papel importante en la aparición de daños
relacionados con esta sustancia, en particular cuando se produce una intoxicación.
El consumo de alcohol puede tener repercusiones no solo sobre la incidencia de
enfermedades, traumatismos y otros trastornos de salud, sino también en el
desenlace de estos y su evolución a lo largo del tiempo.

En lo que respecta a la mortalidad y la morbilidad, así como a los niveles y hábitos


de consumo de alcohol, existen diferencias entre los sexos. El porcentaje de
defunciones atribuibles al consumo de alcohol entre los hombres asciende al 7,7%
de todas las defunciones, comparado con el 2,6% entre las mujeres. En 2016, el
consumo total de alcohol per cápita en todo el mundo fue, en promedio, de 19,4
litros de alcohol puro entre los hombres y de 7 litros entre las mujeres.

Reducir la carga del consumo nocivo del alcohol


Los problemas de salud, de seguridad y socioeconómicos atribuibles al alcohol
pueden reducirse si los gobiernos formulan y aplican políticas apropiadas.

Se alienta a los encargados de la formulación de políticas a adoptar medidas


sobre estrategias que han demostrado ser eficaces y costoeficaces. Entre ellas:

 regular la comercialización de las bebidas alcohólicas (en particular, la venta a los


menores de edad);
 regular y restringir la disponibilidad de bebidas alcohólicas;
 promulgar normas apropiadas sobre la conducción de vehículos en estado de
ebriedad;
 reducir la demanda mediante mecanismos tributarios y de fijación de precios;
 sensibilizar a las personas y a la sociedad en general sobre los problemas sanitarios
y sociales causados por el uso nocivo del alcohol;
 garantizar el apoyo a políticas eficaces en materia de alcohol;
 proporcionar tratamiento accesible y asequible a las personas que padecen
trastornos por abuso del alcohol, y
 poner en práctica programas de tamizaje e intervenciones breves en servicios de
salud para disminuir el consumo peligroso y nocivo de bebidas alcohólicas.

Respuesta de la OMS
La OMS pone el acento en la elaboración, comprobación y evaluación de
intervenciones costoeficaces contra el consumo nocivo de alcohol, así como en la
generación, recopilación y divulgación de información científica acerca del
consumo y la dependencia de esta sustancia con las consecuencias sanitarias y
sociales del caso.

La Estrategia Mundial para Reducir el Uso Nocivo del Alcohol, acordada por los
Estados Miembros de la OMS en 2010, representa el consenso internacional de
que la reducción del uso nocivo de esta sustancia y de la carga sanitaria y social
asociada es una prioridad de salud pública. La estrategia proporciona
orientaciones para la adopción de medidas en todos los niveles, incluidas diez
esferas en las que se recomienda que se adopten políticas e intervenciones con
miras a la toma de medidas nacionales encaminadas a reducir el uso nocivo del
alcohol y los principales componentes de la acción mundial para apoyar y
complementar las actividades en los países.

La actualización de los datos científicos sobre la costoeficacia de las opciones de


políticas e intervenciones emprendidas en el contexto del Plan de Acción Mundial
para la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles 2013-
2030 dio lugar a un nuevo conjunto de medidas recomendadas que permiten y
abordan la reducción del uso nocivo del alcohol. Entre las medidas más
costoeficaces, también llamadas «mejores inversiones», figuran el aumento de los
impuestos sobre las bebidas alcohólicas, la promulgación y aplicación de
prohibiciones o restricciones integrales de la exposición a la publicidad del alcohol
en múltiples tipos de medios de comunicación, y la promulgación y aplicación de
restricciones sobre la disponibilidad del alcohol al por menor.

Con la creciente concienciación sobre el impacto del consumo de alcohol en la


salud mundial y el aumento de los marcos internacionales de acción, ha
aumentado considerablemente la demanda de información mundial sobre el
consumo de alcohol y los daños atribuibles a este y relacionados con él, así como
las respuestas políticas conexas. La OMS ha establecido el Sistema Mundial de
Información sobre el Alcohol y la Salud (GISAH) para presentar de manera
dinámica datos sobre la intensidad y los patrones del consumo de alcohol, las
consecuencias sanitarias y sociales atribuibles al alcohol y las respuestas
normativas a todos los niveles.

Lograr una reducción del uso nocivo del alcohol de acuerdo con las metas
incluidas en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el marco mundial
OMS de vigilancia de las enfermedades no transmisibles requiere una acción
concertada de los países, una gobernanza mundial eficaz y una participación
adecuada de todas las partes interesadas pertinentes. Trabajando juntos de
manera efectiva podemos reducir las consecuencias sanitarias y sociales
negativas del alcohol.

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