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Trabajo Final Patrimonio
Trabajo Final Patrimonio
TEMA:
TESOROS
GRUPO: 4 A
INDICE
PRESENTACION .................................................................................................................... 3
ANTECEDENTES..................................................................................................................... 4
I. Evolución Histórica de los Tesoros.............................................................................4
II. Código Civil 2000.......................................................................................................5
III. Código de Derecho Canónico...................................................................................6
IV. Evolución Histórica...................................................................................................7
CAPITULO PRIMERO............................................................................................................. 12
I. Conceptos de Tesoro................................................................................................12
II. Tesoros en la legislación mexicana.........................................................................13
III. Tesoros en legislaciones extranjeras......................................................................15
CAPITULO SEGUNDO. ..........................................................................................................16
I. ¿A quién pertenece el tesoro?..................................................................................17
II. ¿Cuándo hay tesoro?..............................................................................................19
CAPITULO TERCERO............................................................................................................ 30
I.................................................................................................................................... 30
II................................................................................................................................... 34
CAPITULO CUARTO.............................................................................................................. 39
I.................................................................................................................................... 40
II................................................................................................................................... 42
III.................................................................................................................................. 43
CONCLUSION......................................................................................................................... 49
BIBLIOGRAFIA........................................................................................................................ 50
3
PRESENTACION
Este trabajo tiene como finalidad explicar el tema de los tesoros, su legislación, y
temas relacionados. Este trabajo ha sido elaborado para presentar el examen
ordinario de la materia de derecho patrimonial y acorde con este objetivo aprender
más del tema.
Por último, en el capítulo tercero denominado como la residencia como limitante del
derecho a desempeñar cargos públicos, se verá el derecho a desempeñar cargos
públicos y límites a este derecho. Finalmente, en el capítulo cuarto se verá lo que es
la residencia efectiva. El lector encontrará en este texto otros temas como el
comerciante, la empresa y la sociedad anónima, los cuales han sido incluidos por una
necesidad didáctica de aclarar las frecuentes confusiones entre acto de comercio y
comercio electrónico, entre empresa y comerciante, y entre contrato de asociación en
participación y sociedades mercantiles.
Al final del texto, el lector encontrará las principales referencias bibliográficas que se
ocuparon para la elaboración de este trabajo, así como recomendaciones sobre la
bibliografía que puede consultar para profundizar en el estudio del tesoro.
ANTECEDENTES
principio de equidad 2, si bien la regulación que dio fue afectada por los cambios
introducidos por emperadores posteriores, como Antonio Pío, Constantino, Graciano,
Valentiniano y Teodosio. León restablecería la regulación dada por Adriano en el año
474, introduciendo sin embargo una pequeña modificación en lo concerniente al
empleo de medios reprobados en la búsqueda del tesoro. Posteriormente, Justiniano,
en sus Instituciones, sancionó de forma definitiva para el Derecho romano la
adjudicación del tesoro. En efecto, si el tesoro fuese encontrado en fundo propio
pertenecería al descubridor; lo mismo sucedería si fuera encontrado en lugar sagrado o
religioso por casualidad. El tesoro encontrado por casualidad en fundo ajeno
pertenecería por igual al descubridor y al propietario. De igual manera, quien
encontrara algo en un fundo imperial, o público, o del fisco, debía repartírselo por la
mitad con el Emperador, con la ciudad o con el fisco. En lo concerniente a la regulación
del tesoro en la legislación histórica española cabe destacar en primer lugar la ley 45,
tit. XXVIII, Partida 3ª, que establecía la siguiente solución al hallazgo del tesoro:
En el art. 102 el Código de Napoleón declara que el domicilio de una persona está en el
lugar de su principal establecimiento; igualmente el C. Suizo en sus artículos 23 y 24
afirma que nadie puede tener más de un 'domicilio; y que se pierde el domicilio anterior
por trasladar el principal establecimiento a otro lugar. Era también la teoría sostenida
por el C. C. de 1852, no hemos tenido ocasión de ver. Estas palabras "principal
establecimiento" ¿qué significan? ¿centro de los intereses o él de los negocios, el
núcleo de las relaciones sociales o él del hogar familiar?
Esto está muy bien, pero en la práctica la cuestión es mucho más compleja: Un
comerciante puede tener su hogar y su tienda y de ambos se ausenta con el ánimo d~
regresar; ¿cuál de ellos es el principal establecimiento? ¿A qué señales reconocerá el
juez que ése y no otro debe ser el domicilio? La jurisprudencia francesa (y la de los
demás países que observa la teoría de la unidad de domicilio) debe recurrir a
numerosos puntos de referencia: inscripciones sobre las listas electorales, lugar de
ejercicio de los derechos políticos, intereses materiales, relaciones de familia o el. pago
de las contribuciones personales. Por lo que concierne a los comerciantes,
generalmente se admite que su domicilio es la tienda y no el hogar, para los
industriales es la fábrica, etc. etc. En otros casos se recurre a la ficción del domicilio
aparente, o sea que hace las veces de domicilio, aquel lugar que a terceras personas
de buena fé les pareció ser en efecto domicilio; ese domicilio aparente no vale más que
por los efectos que pueda tener para los interesados y no para los demás. Vemos pues
que si bien nadie puede dejar de tener un domicilio nadie puede tampoco tener más de
uno, pero:
residencia, por eso los demandantes debían ir con mucho cuidado para no equivocarse
y no confiar el caso a un tribunal incompetente puesto que "es competente el juez del
lugar del domicilio del demandado".
Es el principio sustentado por el C. Alemán que admite que una persona pueda tener
varios domicilios o no tener ninguno, gozando la residencia de los efectos jurídicos de
aquél. Igualmente, el C.C. nuestro considera domiciliada en cualquiera de ellos la
persona que resida alternativamente en varios lugares o que tenga ocupaciones
habituales
allí, basándose en el art. 32 del C. C. brasileño 'que dice: "Sin embargo si la persona
natural tiene diversas residencias donde alternativamente viva, o varios centros de
ocupaciones habituales, se considerará domicilio cualquiera de éstos o de aquellos".
"'Tiene por objeto resolver la situación que suscita el hecho, no raro, que una persona
resida o viva en varios lugares sucesivamente, por tener que atender en cada uno de
ellos a sus negocios, como la asignación de domicilio no sólo tiene por objeto el
ejercicio de los derechos, sino determinar el lugar donde se deben cumplir las'"
obligaciones, y principalmente determinar la jurisdicción ante la cual pueda un sujeto
ser demandado".
Tenemos, a más del domicilio de origen, tres clases de domicilios civiles: Domicilio
legal. Domicilio de adquisición y Domicilio especial.
Es aquel que uno adquiere por el nacimiento: así, un menor tiene por domicilio de
origen él de sus padres. Es un domicilio forzoso hasta que uno adquiera el derecho de
tener un domicilio personal: legal o de adquisición. El Código no nos habla de esa clase
de domicilio, pero es lógico suponerlo a toda persona.
Los incapaces tienen por domicilio él de sus representantes legales. (art. 26). Por
incapaces debemos entender: los menores de 16· años, los que adolecen de
enfermedad mental, los sordos-mudos y los desaparecidos cuya ausencia está
judicialmente declarada. (art. 9). De modo que los menores no-emancipados tendrán su
domicilio en él de sus padres o tutores como consecuencia de los art. 390, 391, 39 2,
398, 509, 510, del C. C. que encomienda la patria potestad del menor a sus padres o
tutores. Por la misma razón el hijo adoptivo, menor de edad tendrá su domicilio en él de
su padre adoptivo; en· caso de separación o de divorcio los menores tendrán el
domicilio de aquél a cuya guardia han sido confiados (art. 393). Los hijos naturales
tienen por domicilio él de aquél que los haya reconocido. Los niños abandonados,
están bajo la tutela del Estado o de aquellos que los han recogido; están domiciliados
en el establecimiento en que se encuentren o en el domicilio de sus protectores. El
domicilio de los enfermos mentales y de los sordomudos es el de sus curadores. El de
los desaparecidos es el de sus representantes legales.
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Tiene por domicilio el de su esposo. Este es uno de los efectos instantáneos del
matrimonio y es una regla de orden público, pues como el marido es el jefe de la
familia, a él le cabe fijar el domicilio conyugal. Sin embargo, esta regla admite
excepciones: a) En caso de separación de cuerpos cesa la vida común y los· esposos
viven cada cual por su lado. Desde el momento que ha sido dictada la sentencia, y no
antes, la esposa puede adquirir su propio domicilio. b) Lo mismo pasa en caso de
divorcio. e) Cuando el esposo ha sido declarado interdicto, si la mujer tiene la curatela
ella es quien impone su domicilio al esposo.
domicilio de los sirvientes: pero debido a los elementos sobre los que se basa la ley
para establecer domicilio legal y que son la dependencia o la incapacidad, por analogía
jurídica se debe considerar domicilio legal del sirviente el de su patrón.
Domicilio de adquisición ''Es el domicilio que una persona escoge cuando ya es capaz
de tener uno propio" Pueden adquirir domicilio todas las personas a quienes la ley no
atribuye un domicilio legal; por eso también se le llama "voluntario". Para cambiar de
domicilio hay que declararlo expresamente ante la Municipalidad; a falta de esa
declaración expresa basta la residencia continua y voluntaria de dos años en el lugar.
El proyecto de reforma del C. C. quería que se hiciese una doble declaración: ante la
Municipalidad de los dos lugares: el del antiguo y el del nuevo domicilio; basándose
para ello en el art. 104 del C. francés. ". Del texto del art. 22 del C. C. peruano se,
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CAPITULO PRIMERO.
I. Definicion de tesoros
Según el artículo 874 del código civil federal mexicano, se entiende por tesoro, el
depósito oculto de dinero, alhajas u otros objetos preciosos cuya legítima procedencia
se ignore. Nunca un tesoro se considera como fruto de una finca.
El Código Civil español vigente contempla en el art. 351 el hallazgo del tesoro. En
efecto, en primer lugar señala expresamente que el tesoro oculto «pertenece al dueño
del terreno en que se hallare» No obstante, en el caso de que fuere hecho el
descubrimiento en propiedad ajena o estatal, y «por casualidad», la mitad le
corresponde al descubridor. Por lo tanto, el dueño de la propiedad donde se produzca
el descubrimiento del tesoro tiene derecho a la mitad del mismo en virtud de la
accesión, o por la presunción de propiedad de Adriano, mientras que el descubridor
adquiere la otra mitad por la ocupación, amparándose su derecho en el propio
descubrimiento. Esta última disposición está ratificada por el art. 614 del Código civil y
completada por el art. 471, que establece que «el usufructuario tendrá derecho a
percibir todos los frutos naturales, industriales y civiles de los bienes usufructuados.
Respecto de los tesoros que se hallaren en la finca, será considerado como un
extraño», además de por el artículo 1632 que establece que «el enfiteuta hace suyos
los productos de la finca y de sus accesiones. Tiene los mismos derechos que
corresponderían al propietario en los tesoros y minas que se descubran en la finca
enfitéutica». Estas disposiciones muestran la aversión que conserva el Código (ya
presente en el Derecho romano) contra los buscadores de tesoros. Si el tesoro es
descubierto por persona distinta del propietario y no lo es por azar, pertenecerá todo él
al dueño del terreno donde fuese encontrado. En esta cuestión se apartan el Código
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alemán y el suizo de los Códigos inspirados en el modelo romano. El párrafo 984 del
primero concede la mitad del 4 En base al art. 350 del Código Civil, «el propietario de
un terreno es dueño de su superficie y de lo que está debajo de ella», artículo cuya
aplicación práctica en la actualidad merece abundantes puntualizaciones. tesoro al
descubridor y la otra mitad al propietario de la cosa donde fue encontrado, y no
distingue el caso de que el descubrimiento sea casual, del en que sea intencionado. El
Código civil suizo, en el apartado 3º de su art. 723, dispone que el que ha descubierto
el tesoro en terreno ajeno tiene derecho a una gratificación equitativa que no excederá
de la mitad del valor del tesoro. Rossel y Mentha 5 , dos destacadas figuras del
pensamiento jurídico de comienzos del siglo XX, afirmaban, en este sentido, que sólo
tenía derecho a la gratificación el descubridor que no estaba expresamente contratado
por el propietario del inmueble o del mueble para buscar el tesoro, cuya existencia el
propietario sospecha. Mencionan el ejemplo del «dueño de un antiguo castillo
arruinado, situado en una comarca asolada por la Guerra de los Treinta Años, que
manda a un albañil a realizar excavaciones con el fin de descubrir una ocultación
posible. Si el albañil conoce el objeto de su trabajo no tiene los derechos del
descubridor. Otra cosa es que lo encuentre realizando la busca por propia iniciativa,
pues en tal caso el propietario de las ruinas adquiere por puro azar y hasta tiene que
estar agradecido al indiscreto que provocó el hallazgo».
La palabra domicilio deriva del griego domus (casa), y del latín domicilium (lugar en
donde habita una persona y tiene su morada).1Según el Código de Justiniano, el
domicilio está donde uno vive y voluntaria mente estableció sus cosas con ánimo de
permanecer. Así, se ha dicho que el concepto jurídico de domicilio comprende dos
elementos: uno objetivo y otro subjetivo. El primero está constituido por la residencia de
una persona en un lugar determinado, y el segundo, por el propósito de dicha persona
de radicarse en ese lugar, pero que el acogimiento de la teoría objetivista se debe a
que la ley presupone que se conjuntan estos dos elementos, cuando una persona
reside en ese lugar por el tiempo que exige la norma, ya que el elemento objetivo
permite presumir el subjetivo.
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Esta situación se ilustra, de manera muy general, en el anexo del presente trabajo.
Cabe destacar que, a partir de 1988, por la reforma al artículo 29 del Código Civil para
el Distrito Federal, el concepto de domicilio se modificó con objeto de simplificarlo, y en
definición legal se prescindió del elemento subjetivo, que implica la intención de residir
permanentemente en un lugar, por lo cual es suficiente probarla residencia constante
de una persona en un sitio determinado, para conocer que ese lugar debe reputarse
como su domicilio.
realmente y donde son desconocidos. Así pues, como puntos de vinculación entre los
tres conceptos mencionados se pueden mencionar los siguientes:
• Existe cierto parangón entre vecindad y ciudadanía para efectos electorales, mutatis
mutandis, lo que explica la conocida frase de “patria chica” cuando se hace referencia
al Estado o municipio al que se encuentra estrechamente vinculado alguien, porque,
hasta ahora, así como la ciudadanía constituye la base para adquirir los derechos
políticos, la residencia define la titularidad y posibilidad de ejercicio de esos derechos
políticos en los ejercicios democráticos concernientes únicamente a una región
determinada, como una entidad federativa o un municipio. Esto invita a reflexionar
sobre la conveniencia del voto de los ciudadanos mexicanos en el extranjero. Lo
anterior puede representarse gráficamente en estos círculos concéntricos en donde la
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residencia es el núcleo necesario de los otros dos conceptos, mientras que residencia y
domicilio son dos componentes muy importantes del concepto vecindad.
CAPITULO SEGUNDO
Esto ha dado lugar a que la legislación o las autoridades prevean mecanismos para
establecer presunciones para tener por acreditados esos hechos, como por ejemplo, el
registro municipal, ciertos procedimientos administrativos, aunque también se puede
emplear el procedimiento de jurisdicción voluntaria, o bien, a la fijación de reglas
específicas sobre inversión de la carga de la prueba, para quien tenga interés en
demostrar que alguien no reside, no tiene su domicilio o no es vecino de donde
manifiesta.
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Por esta razón, para la integración de la prueba indiciaria se suelen aportar elementos
tales como la credencial para votar con fotografía, recibos de pago de servicio
telefónico, recibos de pago de servicio de energía eléctrica, recibos de pago de
derechos de agua, recibos de pago de impuestos, constancias de no antecedentes
penales, constancias de concesiones para prestar distintos servicios, constancias
relacionadas con centros de trabajo, constancias de residencia expedidas por alcaldes,
contratos de arrendamiento, documentos expedidos por autoridades locales,
certificados de estudio, actas del registro civil, declaraciones testimoniales, etcétera,
pero el problema seguirá siendo el de sopesar el alcance probatorio de cada uno, para
luego superar, en cada caso, la gran dificultad de concatenar cada uno con los demás,
con argumentos objetivos y racionales que satisfagan la exigencia de una persuasión
personal y social.
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Las sentencias más relevantes que, en mi concepto, la Sala Superior del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación ha emitido en relación con la residencia, el
domicilio o la vecindad, en las que están contenidos criterios que resultan de gran
importancia por la doctrina judicial que en ellos se plasma, son las siguientes.
4. La fecha apuntada coincidió con una que comprende el plazo en el que se certifica
que vivía en el país. Lo ordinario es que se busque la realización de trámites en las
oficinas más cercanas. Para reforzar la conclusión, se tomó en cuenta lo siguiente: a)
La licencia expedida por las autoridades norteamericanas, en la que se asienta que
tenía su domicilio en ese país; b) Haber adquirido la nacionalidad norteamericana por
naturalización el30 de junio de 1993, lo que demuestra su residencia en ese país desde
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ese momento, y c) Notas periodísticas que le atribuyen tener su domicilio en ese país,
que no fueron contradichas por el candidato. Se concluyó que el candidato electo no
cumplía con residencia ininterrumpida, por un año anterior a la elección, por lo que se
le declaró inelegible.
soporta en ella, que implique la demostración total de que el candidato residió en lugar
distinto del que exige la ley. El candidato quedó comprendido en la segunda hipó tesis.
Caso Acuña
Se estimó infundada la pretensión del partido actor, porque la residencia y vecindad del
candidato se comprobó con el acta de nacimiento, la copia de su credencial de elector
y los documentos relativos a los recibos de aviso de pago expedidos a su nombre por
la autoridad electoral y la constancia expedida por la autoridad municipal competente
con la que acreditó ser residente de ese lugar desde 39 años anteriores al día de la
jornada electoral. Además, mediante constancia oficial se acreditó que no existía
antecedente alguno de matrícula consular.
Caso Zacatecas
Tiempo después de haberse resuelto el asunto del “Rey del Tomate”, la constitución y
legislación electoral en Zacatecas fue reformada para admitir la residencia binacional,
entendida como la condición que asume una persona para poseer simultáneamente
domicilio propio en el extranjero; y domicilio y vecindad en el territorio del Estado,
manteniendo en él, casa, familia e intereses. Dentro de este nuevo marco normativo,
en las elecciones para renovar al ayuntamiento del municipio General Francisco R.
Murguía, se aprobó el registro de José Manuel Balderas Castañeda como candidato
propietario a Presidente Municipal. Sin embargo, su registro fue impugnado, y el
Tribunal Electoral del Estado lo declaró inelegible, por no haber exhibido la constancia
de residencia expedida por el Secretario Municipal y estimar insuficientes otros medios
de prueba ofrecidos para acreditar dicho requisito.
Esa flexibilización respecto del requisito de residencia, como elemento para demostrar
la vinculación apuntada con la comunidad, se podía advertir de la interpretación
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Así mismo, se estimó que los cargos de naturaleza federal a que se refiere el precepto
son aquellos que, sin ser de elección popular, requieren el ejercicio de funciones
públicas para todo el territorio nacional o, cuando menos, que coadyuven a su
cumplimiento, como el de Jueces, Magistrados o Ministros de tribunales federales,
Secretarios de Estado, los cargos de la Administración Pública Federal en general,
etcétera. Dentro de esos cargos se consideraron incluidos a los de dirigentes
nacionales de un partido político nacional, por las siguientes razones:
1. Por disposición del artículo 41 constitucional, los partidos políticos tienen asignadas
funciones públicas: promover la participación del pueblo en la vida democrática,
contribuir a la integración de la representación nacional y como organizaciones de
ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo
con los programas, principios e ideas que postulan. Tan importantes tareas son de
carácter público y las deben llevar acabo los partidos nacionales en todo el territorio de
la República.
3. El ejercicio de esos cargos forma parte del derecho político de asociación, lo cual se
pone en la misma situación que el desempeño de un cargo de elección popular o de la
Federación, porque todos implican el ejercicio de derechos políticos, por lo que su
ejercicio no debe ser obstáculo para el diverso derecho político de ser votado para el
cargo de Gobernador del Estado. Con base en lo anterior, se determinó en el caso
concreto que la candidata se desempeñó, durante la primera parte del periodo de cinco
años, primero como Senadora de la República e inmediatamente después, como
Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática, por
lo cual había ejercido tanto un cargo de elección popular, como uno de naturaleza
federal, y el resto del período demostró su cambio de domicilio a la ciudad de
Zacatecas.
Este caso no fue resuelto por la Sala Superior, pero se incluye en este apartado por
tratarse de un asunto interesante en el que fue analizado el tema de la residencia.
Dos partidos políticos y una coalición impugnaron, ante el Tribunal Electoral del Distrito
Federal, el registro del candidato a Jefe del Gobierno del Distrito Federal postulado por
diverso partido. Los impugnantes alegaron que dicho candidato no era originario de la
Ciudad de México, por lo que incumplía el requisito de haber residido en ella de manera
efectiva e ininterrumpida durante los cinco años inmediatos anteriores al día de la
elección. El partido postulante y el candidato presentaron ante la autoridad electoral,
una constancia de residencia emitida por la delegaciónrespectiva. Dicha constancia se
obtuvo mediante el siguiente procedimiento:
• Recibos de pago de agua y del impuesto predial del inmueble en que dice residir.
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• Copia de las escrituras en que consta la compra del mismo inmueble, por el
candidato.
d)Se formó un expediente con todo lo anterior y, con base en los documentos y las
declaraciones, se expidió la constancia de que el candidato era vecino de la
delegación, con domicilio dentro de su circunscripción territorial, donde residía desde
hacía más de catorce años, y de manera ininterrumpida en los últimos cinco años.
CAPITULO TERCERO
La residencia constituye uno de los limites más comúnmente utilizados por el legislador
ordinario para restringir el ejercicio del derecho a desempeñar un cargo publico distinto
a los de elección popular. Sin embargo, existen situaciones en las cuales surgen dudas
en torno a la constitucionalidad de este requisito. Precisamente, este articulo analiza la
cuestión, a la luz de un asunto resuelto por la Sala Superior del Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Para ello se aplica un marco teórico
conceptual, así como el método de examen escalonado, a fin de establecer un dialogo
fructífero, por un lado, entre la sentencia y la minoría, y por el otro, entre estos
elementos y la academia. De esta forma, el presente trabajo pretende inscribirse en la
tendencia denominada discusión critica de casos judiciales.
Acorde con lo establecido en el artículo 35, fracción II, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), los ciudadanos tienen derecho a ser nombrados
para cualquier empleo o comisión que no sea de elección popular.
De ahí que sea doctrina del Tribunal Constitucional español que tal derecho concrete el
principio de igualdad en el ámbito de la función pública.
A este respecto, se ha estimado que el legislador tiene un amplio mar- gen de libertad
para regular el ejercicio del derecho y la configuración del sistema mediante el cual se
accede en la práctica a los cargos públicos. Claro que, como con cualquier derecho
humano, esta libertad del legislador tiene importantes limitaciones que son, por una
parte, las generales que impone el principio de igualdad, el contenido esencial del
derecho examinado y los derechos fundamentales que garantiza el bloque de
constitucionalidad; y por otra, tales límites deben cumplir determinados requisitos,
como la razonabilidad, objetividad y proporcionalidad.
Ahora bien, en relación con el derecho de acceso a los cargos públicos, se estima que
en el análisis de la constitucionalidad de los requisitos que han de cumplirse para
ingresar a la función pública debe realizarse un ejercicio de ponderación entre dos
principios: por un lado, la protección de la igualdad de oportunidades de todos los
ciudadanos para acceder a los cargos y las funciones públicas; y, por otra parte, la
búsqueda de la efi- ciencia y eficacia en el ejercicio de dicha función.
Al respecto, se estima que esta situación tiene estrecha relación con el Estado social
de derecho, pues desde la perspectiva de los derechos fundamentales la instauración
de este tipo de requisitos tiene por objetivo reducir las prácticas como el clientelismo, el
favoritismo y el nepotismo, así como garantizar que formen parte de la organización
estatal, y concreta- mente de la función pública, los mejores funcionarios y los más
capaces. Tal y como lo ha señalado la Corte Constitucional colombiana:
Esta técnica, empleada por los tribunales constitucionales alemán y español consiste
en estudiar y controlar el cumplimiento específico de una serie de exigencias o
condiciones del derecho fundamental en un caso concreto. El análisis se realiza por
niveles, de tal manera que, ante la falta de actualización de una fase, en ese momento
se detiene el examen.
1. Ámbito normativo del derecho fundamental (la conducta o ley en- caja o
tiene relación con ese derecho).
CAPITULO CUARTO
Residencia efectiva
ellas, sólo incumben las referentes al municipio y al distrito electoral, los cuales hacen
referencia a la extensión territorial de dos circunscripciones de naturaleza jurídica
distinta, siendo la primera de ellas, la relativa al espacio físico que ocupa un municipio,
mientras que la segunda es aquella unidad territorial en la cual los votos emitidos por
los electores constituyen el fundamento para el reparto de escaños a los candidatos o
partidos, en caso de no existir un distrito nacional único, con in- dependencia de los
votos emitidos en otra unidad del total. En la circunscripción electoral, por tanto, se
asignan los escaños a los candidatos o los partidos ganadores.
Del cuadro anterior se advierte que la discrepancia conceptual entre las dos posiciones
gira en torno a si se justifica el requisito de residencia establecido en el artículo 62 de la
Ley Orgánica del Instituto Electoral de Quintana Roo, en tanto límite al ejercicio del
derecho político-electoral de acceso a cargos públicos distintos a los de elección
popular. Para la sentencia no lo está, al tratarse de un requisito desproporcionado;
mientras que para el voto minoritario el límite sí se acredita y sirve para cumplir
determinados fines trascendentes.
Como se advierte en el cuadro del anexo, el cual contiene un análisis formal en torno al
requisito de residencia como límite para integrar a las autoridades administrativas
electorales locales encargadas de la organización de las elecciones distritales y
municipales, las entidades federativas pueden agruparse en dos conjuntos:
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Derivado de lo anterior, se observa que todas las entidades federativas han establecido
la residencia como un requisito al derecho de desempeñar cargos públicos en las
administraciones electorales locales. Sin embargo, no existe uniformidad en lo relativo
al alcance de esa limitación, ya que al- gunas sólo exigen residencia en la entidad
correspondiente, en tanto que otras son más restrictivas al establecer ámbitos
territoriales más específicos de residencia dentro del estado, como los distritos y
municipios.
Desde esa perspectiva, prima facie, dicho requisito se encuentra justificado, puesto que
si las funciones de las autoridades comiciales se ejercen en una determinada
circunscripción electoral, dentro del ámbito territorial correspondiente, entonces la
exigencia de residir dentro de una demarcación tiene por objeto que quienes aspiren a
los diversos niveles del cargo deban tener arraigo y reconocimiento en la
circunscripción donde desarrollarán sus funciones: nacional, estatal o local, distrital y
seccional.
Sin embargo, como se ha visto, ese mismo bloque de constitucionalidad exige que las
limitaciones a los derechos fundamentales reúnan determinadas características, de tal
forma que es necesario analizar la limitación en sede jurisdiccional a la luz del caso
concreto, a fin de definir si resulta arbitraria.
Se coincide con esta posición. Ello, en virtud de que, como se ha visto, el contenido
esencial del derecho a ocupar un cargo público consiste en participar en el proceso de
selección o designación para integrar a dicha autoridad en condiciones de igualdad; de
tal forma que, si se establece un trato desigual y arbitrario respecto de un grupo de
personas, se afecta de manera sustancial tal contenido.
Por otra parte, los razonamientos de la minoría se estiman insuficientes. Ello, en virtud
de que el argumento gramatical que se plantea se ve supera- do por la circunstancia de
que la norma en cuestión regula situaciones ordinarias, pero no proporciona una
solución adecuada a las problemáticas que plantea la condición extraordinaria del caso
concreto; pues si todo se redujera a residencia “en distrito” o “en municipio”, según se
trate de una autoridad electoral distrital o municipal, no existiría inconveniente alguno.
Aunado a lo anterior, la minoría omite advertir que su posición resulta incongruente con
sus propias premisas, pues aceptan que, para la conformación de la autoridad
competente, de acuerdo con el sistema imperante, tiene que corresponder el lugar de
residencia del funcionario que ejerce las atribuciones previstas en la ley y el ámbito
territorial donde las ejerce. La consecuencia lógica de tal principio sistemático es que,
si la residencia se localiza en el municipio, entonces se tiene derecho a participar en el
pro-
municipio. En este caso se considera que se comete una fa- lacia de generalización
indebida.
La parte de la ley cuya inaplicación se solicitó por ser inconstitucional es la parte final
del artículo 62 de la Ley Orgánica del Instituto Electoral de Quintana Roo, la cual regula
los requisitos —entre ellos, el de residencia— que deben reunir los ciudadanos que
integren los órganos desconcentra- dos de dicho instituto en los ámbitos distrital y
municipal. En la legislación en comento se determina que las personas que pretendan
integrar los ór- ganos desconcentrados locales deben haber residido durante
determina- do periodo en el ámbito geográfico-electoral que les corresponda, según se
trate de un municipio o un distrito. Por tanto, la aplicación de la ley in- dudablemente
implica una intervención en el ámbito protegido por el derecho fundamental, pues exigir
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CONCLUSION
habitación, esto es, se traduce en el hecho de la ubicación física de una persona, que
se prolonga cierto tiempo, y que la palabra radicar proviene del latín radix, radice , que
significa raíz, de manera que la residencia entraña la idea de arraigarse, establecerse o
asentarse permanentemente en un lugar.
Según el artículo 29 del Código Civil Federal “el domicilio de las personas físicas es el
lugar donde residen habitualmente” y “se presume que una persona reside
habitualmente en un lugar, cuando permanezca en el por más de seis meses”.
BIBLIOGRAFIA
Planiol, Marcely Ripert, Georges, (2002) Tratado Práctico de Derecho Civil Frances,
tomo I, coedición del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y el Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México.
Rojina Villegas, Rafael, (1989) Compendio de derecho civil, tomo I, 21ª edición, Porrúa,
México.
Legislación:
Páginas electrónicas:
www.scjn.gob.mx
www.jurídicas.unam.mx