You are on page 1of 2

Ecuador y la crisis financiera

La crisis financiera y económica internacional originó una convulsión mundial con


altísimos costos económicos y sociales, y motivó un fuerte cuestionamiento a la supuesta
solidez del pensamiento económico dominante. Ecuador, un país marginal y que vivió su
mayor crisis financiera en los años 90 del siglo anterior, también sufrió el impacto de esta
crisis.

La crisis económica en Ecuador de 1998-1999 fue una crisis inflacionaria en conjunto


con una crisis financiera, una crisis fiscal y una crisis de deuda soberana que inició en
1998 y que continuó agravándose y desembocó en un pánico bancario en 1999, en
Ecuador.12 Durante la inflación galopante de 1998 (52.6% de promedio de devaluación
anual), el Banco Central del Ecuador emitió moneda nacional (sucre ecuatoriano) de
forma excesiva depreciando el valor de la moneda diariamente,3 para cubrir tanto el
déficit fiscal del Estado para cubrir los gastos corrientes del sector público —agravado
por la caída del 75% del precio del petróleo, producto que en 1998 representaba
alrededor del 22% de los ingresos estatales—4 como para inyectar fondos de rescates
para los bancos,5 algunos de ellos pasando a manos del Estado ecuatoriano por medio
de la AGD (Agencia de Garantías de Depósitos). La devaluación del sucre fue tan alta
que en 1999 (56% de promedio de devaluación anual) varios bancos empiezan a
quedarse sin reservas de dinero para responder a los cuentahorristas quienes
retiraban sus ahorros para cambiar los sucres por monedas extranjeras (en particular
por dólares americanos). La crisis económica inició durante el gobierno de Fabián
Alarcón y continuó en el de Jamil Mahuad. Esta situación tuvo como principales
consecuencias la dolarización de la economía ecuatoriana, la inmigración a España e
Italia, y el golpe de Estado del año 2000.

Posible ciclo económico por expansión crediticia


Una de las teorías sobre la crisis económica del Ecuador es que posiblemente coincidió
con la etapa de declive de un ciclo económico que tuvo su auge en el gobierno de Sixto
Durán Ballén, cuando en 1994 crearon la Ley de Instituciones Financieras, por la cual el
Estado bajó por ley las tasas de interés —ignorando la tasa de interés del mercado—
para inyectar mayor liquidez en el mercado crediticio, por lo cual más personas
pudiesen acceder al crédito. Lo que consecuentemente generó una burbuja de
inversión. Tras los desastres naturales causados por el Fenómeno del Niño a inicios de
1997

Déficits sucesivos de ingresos fiscales


Otro elemento de la crisis 1998-1999 fue el déficit fiscal de finales de la segunda mitad
de la década de 1990, cuando por varios acontecimientos sucesivos el Estado
ecuatoriano tuvo más egresos que ingresos. Según la información estadística del Banco
Central del Ecuador, el déficit fiscal no-financiero de 1998 fue el más profundo de la
década (-6,76%)8, y el déficit fiscal de 1999 fue de -5,6%, ligera reducción causada por
el aumento de impuestos.
Devaluación de la moneda y pánico bancario en 1999
Durante 1999, el Banco Central del Ecuador con el fin de salvar el déficit
presupuestario del Estado que le impedía cubrir con el gasto público, implementó una
serie de medidas devaluatorias del sucre que ya venía implementando desde 1998. El
efecto de decretar la inflación, fue la depreciación de los ahorros de la población. En
respuesta a las medidas del banco central la población ecuatoriana empezó a cambiar
masivamente la moneda nacional, sucre, por el dólar estadounidense, que brindaba
más confianza. Eso también significó que muchos ahorristas decidieron retirar sus
fondos masivamente para cambiarlos a dólares, generando un pánico bancario. El 8 de
marzo de 1999, se declaró un feriado bancario de 24 horas, que finalmente duró 5
días.
Durante la crisis económica se produjo aproximadamente un 70% del cierre de las
instituciones financieras del país (incluyendo tanto banco comercial bancos
comerciales como cooperativas de ahorro y crédito). En 1999 la actividad económica
fue -7 o -8% y el sucre perdía su valor por 195%. Las pérdidas económicas ascendieron
a 8.000 millones de dólares. El ingreso per cápita había caído por 32% durante aquel
año. El desempleo aumentó de 9% al 17% y el subempleo aumentó de 49% al 55%.
Fueron utilizados 1.6 mil millones dólares de los fondos del Estado de Ecuador a los
bancos que quebraron.

You might also like