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Presionar demasiado a un empleado puede tener graves consecuencias no sólo para su desempeño, sino
también para su salud.
¿Quién no se ha estresado?. Contrario a lo que parece, el estrés es una respuesta natural y adaptativa
que nos ayuda a lidiar con nuestro día a día; un cierto nivel de estrés puede ser sano para el organismo.
Sin embargo, cuando se torna excesivo, puede causar problemas y una de las principales fuentes de
estrés hoy en día es la permanencia en ambientes de trabajo malsanos. Cuando el nivel de estrés en
nuestro medio de trabajo se vuelve demasiad alto durante largos períodos de tiempo, podemos decir
que estamos experimentando estrés laboral.
La OMS define el estrés laboral como aquel que ocurre cuando existe una "interacción inadecuada
entre el tipo de trabajo, el entorno organizativo y directivo, las aptitudes y competencias del personal y
las facilidades que se ofrecen a este para realizar su trabajo". En otras palabras ocurre cuando los
empleados se sienten incómodos, desorientados, desmotivados o sobrecargados. Hay muchos factores
que pueden desencadenarlo, pero los principales incluyen mal estado de las instalaciones laborales,
falta de claridad sobre las funciones de un cargo, ausencia de apoyo moral de parte de colegas y
directivos, exceso de tareas y falta de incentivos y recompensas proporcionales al trabajo realizado.
Un cuerpo estresado está en estado de "alerta" y libera hormonas como el cortisol y la adrenalina.
Cuando eso ocurre, nuestro ritmo cardíaco aumenta, el estómago empieza a secretar ácido gástrico y el
sistema inmune se vuelve menos eficiente, entre otras consecuencias. Vale la pena mencionar también
que cuando todo esto ocurre de manera controlada, y somos capaces de lidiar con las "amenazas" de
forma constructiva, hablamos de "eutrés" o "estrés bueno".
El "estrés malo" o "distrés", entre tanto, ocurre cuando el cuerpo está sometido a presiones físicas y
psicológicas de manera constante, lo que provoca que sea difícil que regrese a su estado normal. "Vivir
estresado" trae problemas graves como ataques de gastritis, episodios depresivos y ansiosos, mayor
riesgo de desarrollar diabetes (puesto que el cortisol inhibe la acción de la insulina) y, en casos graves,
hipertensión arterial, infartos o un accidente cerebrovascular.
De acuerdo con la revista Salud Uninorte, "un trabajador que se encuentre estresado suele enfermarse
con más frecuencia, tener poca o ninguna motivación, ser menos productivo y tener menor seguridad
laboral, incidiendo en la entidad donde trabaja con una perspectiva de éxito negativa en el mercado
donde se desenvuelve". En casos extremos, esos empleados llegarán a renunciar, a ser despedidos o
incluso lesionarse o morir. Esto último se ha convertido en una problemática importante en países como
Japón, donde se habla de karoshi, o muerte por por estrés laboral.
La falta de preocupación por la salud de los trabajadores no repercute de forma negativa sólo en ellos,
sino también en las empresas. Por ejemplo: un artículo sobre la salud mental en Colombia, publicado
en la revista CES Medicina (2018), explica que en el mundo "los costos de no atender los problemas de
salud mental en el trabajo son significativos, ya que estos explican hasta el 47 % de los costos por
incapacidades, además de la pérdida de productividad por ausentismo en algunos países"; con toda
probabilidad, el estrés laboral juega un papel importante en muchos de esos casos.
Entre tanto, si nos atendemos a las cifras de la última Encuesta Nacional de Salud Mental (2015),
encontramos que []
En Colombia, existen la Ley 1562 de 2012 y la Ley 1616 de 2013, las cuales se encargaron de incluir
las afectaciones psicológicas dentro de los riesgos laborales y obligar legalmente a las organizaciones a
cumplir con unos estándares determinados de salud mental ocupacional. Bajo la Ley 1616, todas las
organizaciones se comprometen a "generar estrategias, programas, acciones o servicios de promoción
de la salud mental y prevención del trastorno mental, y deberán garantizar que sus empresas afiliadas
incluyan dentro de su sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo, el monitoreo permanente de
la exposición a factores de riesgo psicosocial en el trabajo para proteger, mejorar y recuperar la salud
mental de los trabajadores".
Según Isabel Díaz Bermúdez, coordinadora de seguridad de salud y trabajo de la Clínica Medihelp
Services, hay varias formas en las que las empresas pueden crear un ambiente laboral sano e incidir
positivamente en la vida de sus empleados. "Se pueden hacer actividades de prevención y promoción:
manejo del estrés, prevención de enfermedades generales y laborales, crear ambientes de trabajo
agradables, realizar inspecciones, mejorar los puestos de trabajo y la infraestructura para mayor
comodidad, fomentar el trabajo en equipo, enseñar sobre el manejo efectivo del tiempo y las pausas
activas, y contar con planes o convenios educativos, recreativos o de salud", afirmó.