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Tema 1
Tema 1
CLAVES DE LA
ESTÉTICA ROMÁNTICA
• La Ilustració n alemana.
ROSSEAU
Rousseau parte de una idea fundamental, que es que la naturaleza del hombre es
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intrinsecamente buena, pero, al desarrollarse su capacidad técnica, surgen unos
intereses particulares —individuales o de grupo— que conducen a la desigualdad y al
“estado de guerra” (Discurso sobre el origen de la desigualdad de los hombres, 1755).
Se hace necesario un pacto, que realiza la comunidad consigo misma; en esto consiste
el contrato social, que es un acuerdo para protegerse de los intereses particulares.
Hay matices que diferencian esta teoría de Rousseau de las de otros pensadores del XVIII
y del XVII, como Hobbes, que concibe el contrato social a partir de una certeza opuesta:
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Homo homini lupus, esto es, el hombre es un lobo para el hombre, o sea, es malo por
naturaleza. Pero nos lleva a la misma conclusión: hace falta un pacto.
Igual que otros filósofos de su tiempo, Rousseau proyecta su teori ́a poli ́tica hacia la
̈ (1761). Es una historia que
literatura. Esto se ve en su obra La Nouvelle Heloise
transcurre en Ginebra, ciudad natal de Rousseau, en la que una muchacha aristocrática,
Julie, se enamora de su profesor, pero ese amor se ve impedido por un matrimonio de
conveniencia que organizan a Julie. En ella, Rousseau pone en escena personajes a la
vez heroicos y virtuosos.
Se puede decir que La nueva Eloisa y Las tribulaciones del joven Werther (1774), de
Goethe prefiguran una nueva sensibilidad fundada en el lenguaje de las pasiones, que
es el origen del melodrama moderno. Esa nueva sensibilidad marca a muchos autores
posteriores:
Se afirma que tanto las ciencias como las letras traicionan la inocencia y la verdadera
naturaleza del hombre: las ciencias vuelven al hombre escéptico y las artes suelen ir
asociadas al exceso de lujo y a la decadencia de las civilizaciones. Va desarrollando esa
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teoría con ejemplos de la caída de las grandes civilizaciones, como Egipto, Grecia y
Roma.
Hay otro texto interesante de Rousseau que es Lettre a D’Alembert (1758) en el que
polemiza con este autor a propósito del teatro. Rousseau se opone a la construcción del
teatro frente a los enciclopedistas que dicen que es bueno para las costumbres.
Rousseau dice que el teatro es el mayor ejemplo de artificiosidad, es decir, lo más
opuesto a la naturaleza. Dice que el teatro corrompe las costumbres en vez de
reformarlas. Propone una alternativa: vuelta a las fiestas locales campesinas.
KANT
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LA NATURALEZA
Otra idea presente es que el hombre ha perdido la unidad consigo mismo y con la
naturaleza, ruptura que marca la historia de la humanidad. Herder cree que en cada ser
humano existen vestigios de esa primitiva unidad. Por tanto, afirma que la misión del
artista es rescatar esos vestigios, pues ese es el camino de reencuentro con la verdad
original del hombre.
Una de las cosas de las que habla Böhme es que no hay un rechazo de la naturaleza, lo
visible y lo palpable, sino que gracias a los sentidos podemos acceder a la divinidad; la
naturaleza sería la manifestació n sensible de la divinidad, y por tanto los sentidos son
las puertas abiertas del espíritu.
Herder
Hay dos claves en la filosofía estética de Herder → teori ́as con repercusión en la estética.
El artista debe buscar dentro de si ́ esas verdades originarias, vestigios de aquella unidad
primitiva.
La razón mediatiza y falsifica esos contenidos originarios puros > la verdad deja de ser
pura porque hay algo que se interpone entre ella y uno.
2. Inspiració n poética.
Volviendo al contexto general, se observa cómo incluso Kant se deja influir por esa
tradición espiritualista. Debemos hablar de una noció n fundamental del pensamiento
kantiano que es el sujeto trascendental, concepto básicamente idealista y metafi ́sico.
Kant piensa que hay dos niveles bien diferenciados y enfrentados: el nivel trascendental
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y el nivel cotidiano o empirico. En el nivel trascendental es en el que se sitúan las
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expresiones artisticas elaboradas por la subjetividad, que parte siempre de unas
determinadas formas sensibles, innatas en el hombre.
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2. EL YO ROMÁNTICO. LA CORRESPONDENCIA ALMA-NATURALEZA
Tanto Rousseau, como Goethe o Schiller van a entender la literatura y el arte como
elementos espirituales que dependen de la relació n con la naturaleza. Esta es la primera
base de la estética romántica: correspondencia alma/naturaleza.
Otra noción importante es la del “yo” romántico, relacionado con las teori ́as del
idealismo filosófico alemán, en especial con Kant ( “sujeto trascendental”) y Fichte ( “yo
absoluto”).
Por una parte, está el nivel trascendental donde él se sitúa y, por otra, el nivel empírico,
un espacio inferior. La confrontació n entre esos dos niveles es el principal conflicto del
héroe. La verdad del héroe, trascendental, choca con la realidad cotidiana.
Destaca, por tanto, la marginalidad del héroe, que es un personaje extraviado, alejado
de la vida y normas cotidianas. El héroe es marginal porque el escritor proyecta sus
propias inseguridades, su propia crisis a los personajes que crea o toma de la tradición.
Con ello, se llega a una clara identificación entre el escritor y el héroe.
De esta forma también se explica la preferencia por los bandidos, los proscritos, los que
defiendan su verdad frente a las normas convencionales. Tres ejemplos serían:
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- Hernani, de Victor Hugo.
En el Romanticismo, también se aprecia una divinización del poeta o del artista, algo
que podemos ver en el poema extenso Adonais de P. B. Shelley. El artista estaría
inspirado por fuerzas ocultas, por voces misteriosas que residen en la naturaleza.
- Semejante a un dios.
- Intermediario de la divinidad (Hö lderlin).
- Se rebela contra Dios (como Lucifer).
Esta revelación contra Dios se ve en el satanismo romántico desde finales del s. XVIII
en autores como William Blake, que dice que: “el verdadero artista siempre está de
parte del diablo”. Este autor era partidario de la idea de que el cuerpo participa del
espíritu, que son una sola cosa. Esta revelación pasará de Blake a Lord Byron y de aqui ́ a
algunos escritores del siglo XIX, como Baudelaire y el conde de Lautréamont.
UT PICTURA POIESIS
En el siglo XVIII dominaba una oposición en la teoría del arte imitativo, en el que el arte
y la literatura son el espejo de la naturaleza y de la vida. A principios del XIX hay un
desplazamiento paulatino y aparece teoría expresiva, que sirve para entender el
expresionismo.
Según ese criterio del XVIII, la pintura funciona como el modelo de las otras
manifestaciones artísticas, lo que se conoce como Ut pictura poesis, lema de Horacio.
La autoridad de Aristóteles (mímesis) y Horacio (docere et delectare) contribuyen a la
función social de la literatura (en especial, el teatro) y del arte. Vemos un claro ejemplo
de esto en la obra de Denis Diderot, Paradoja del comediante (c. 1777), según la que el
teatro no es la vida, pero debe inspirarse en ella para conseguir una abstracción
convincente, un modelo racional de conducta.
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La forma Ut pictura poiesis tuvo plena vigencia hasta que llegó G. E. Lessing, Laocoonte
(1766), que escribe un libro en el que no rechaza la posibilidad de hallar un sistema que
relacione todas las artes, pero critica las analogías absolutas (como ut pictura poesis).
Según él la pintura representa realidades sensibles y puede evocar elementos
argumentativos, mientras que la poesía hace lo contrario: desde elementos
argumentativos puede evocar realidades sensibles.
LO SUBLIME
Se trata de un concepto que no era nuevo (ya lo conocemos por Longino, autor
neoplatónico del siglo III d.C), pero que se había quedado atrás. Por tanto, a finales del
s. XVIII y principios del XIX hay un desplazamiento de modelos teóricos. Frente a Horacio
[Ad Pisones] y Aristóteles [Poética], tenemos a Longino, De lo sublime (s. III). Longino
adquiere una importancia total, de manera que lo más importante es la expresión de la
idea de la naturaleza que reside en la mente de cada hombre y que es el reflejo de una
idea divina.
“Lo sublime nace de la superioridad de la naturaleza sobre los hombres. Lo sublime reside en la
fuerza de la pasión, la vehemencia de las emociones, lo grandioso de la tragedia humana y del
poder divino. Todo lo que sobrecoge es la fuente natural de lo sublime”. Longino
“Lo sublime, usado en el momento oportuno, pulveriza como el rayo todas las cosas y muestra en
un abrir y cerrar de ojos y en su totalidad los poderes del orador.” Longino
Esta idea llega hasta Kant que, en Lo bello y lo sublime nos dice que lo sublime es el más
alto grado de expresión de la belleza y de las emociones.
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los contenidos profundos de la subjetividad. “La poesía es la representación del espíritu
y del mundo interior en su totalidad”. Novalis
“El artista extrae de sí la esencia de su arte —ni siquiera el mínimo recelo de imitación puede equivocarle
[…]. Ver es aquí algo completamente activo —la intensa actividad de producir imágenes […]. También el
músico escucha activo —oye hacia fuera […]. Se encuentra por ello en la situación propicia para despedir
hacia fuera ideas por medio de ella [la vida autocreadora] a su albedrío —sin solicitación exterior.” [Novalis,
Werke, Tagebücher und Briefe Friedrich Hardenbergs]
En el siglo XIX no importa tanto la perfección técnica del s. XVIII (aunque Baudelaire la
recupera), sino más bien inspiración del artista. La inspiración y genio poético es algo
que viene dado desde fuera, al margen de la voluntad individual, como una especie de
arrebato o rapto.
Otro filósofo, Herder, nos da también el origen de esa teoría, pues dice que las semillas
de la creatividad artística son dones de la naturaleza, que se cultivan a través de la
formación intelectual (puede sacarse partido si se cultiva bien o echarlas a perder). Esto
es lo que Schiller llamará la “educación estética del hombre”.
Por tanto, Herder crea una teoría orgánica de la inspiración en la que sitúa en primer
plano la capacidad imaginativa. Esto lo tomarán románticos ingleses como S. T.
Coleridge o P. B. Shelley (Defensa de la poesía), que apuestan por el predominio de la
imaginación.
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hombre que se anticipa a su tiempo porque recibe avisos desde el futuro. El genio es un
ser excepcional; escribe lo que la muchedumbre no entiende y, por eso, es víctima de la
incomprensión.
4.ª estrofa
En los dos 2 últimos versos de la 4.ª estrofa: Dieu parle à voix basse à son âme / Comme
aux forêts et comme aux flots nos situamos de nuevo ante la correspondencia
alma/naturaleza, forma de contacto con la divinidad.
5.ª estrofa
Todo aquello que el cielo puede bendecir, toda idea que toma el pasado como raíz tiene
como hojas el porvenir.
6.ª estrofa
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De nuevo aparece imaginería de la luz a través de términos como rayonne, flamme,
clarté, lumière, resplendir e incluso dévoiler. Los 2 últimos versos confirman la función
profética, iluminadora, de la poesía: “¡Pues la poesía es la estrella / que conduce hacia
Dios a reyes y pastores!”
Il rayonne ! il jette sa flamme Sur l’éternelle vérité ! Il la fait resplendir pour l’âme D’une
merveilleuse clarté. Il inonde de sa lumière Ville et désert, Louvre et chaumière, Et les
plaines et les hauteurs ; À tous d’en haut il la dévoile ; Car la poésie est l’étoile Qui mène
à Dieu rois et pasteurs !
En el siglo XVIII había teoría imitativa aplicada a todas las artes, mientras que ya en el
Romanticismo, a principios del XIX, encontramos la teoría expresiva. Se ve en la obra El
espejo y la lámpara (imitación y luz).
Por tanto, del Ut pictura poesis pasamos Ut musica poesis, de manera que la música es
el arte ideal, modélico, por varias razones:
1.- Es un arte más puro, menos conceptual y más conectado con la naturaleza.
Al eliminar las mediaciones intelectuales, enlaza mejor con ese fondo oscuro de la
naturaleza y el alma.
“La música es superior a todas las demás artes porque es la única que no necesita del
pensamiento como intermediario, sino que actúa sobre las sensibilidades como un espíritu que le
habla directamente a otro.” Henriette Feuerbach es más espontánea y directa.
- En 1802, Schelling es el primero que afirma que la arquitectura debe ser “música
petrificada o congelada”. Por tanto, no solo se piensa en las artes plásticas, sino
también en la arquitectura, es decir, lleva al límite la idea.
- Goethe hace suya la definición de Schelling: “He encontrado entre mis papeles
una hoja en la que llamo a la arquitectura música congelada y realmente hay algo
de esto. El estado de ánimo suscitado por la música está directamente
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relacionado con el que provoca en mí la arquitectura.” Goethe, Conversaciones
con Eckermann (1829)
«Resulta significativo que el primero en formular la idea eminentemente romántica de que la arquitectura era erstarrte
Musik (música petrificada o congelada) fuera Schelling, hacia 1802, refiriéndose a los templos griegos y a las teorías
pitagóricas (asociaba la lira con el triglifo). Goethe siguió situando la metáfora en este contexto en la segunda parte de
Fausto y en un aforismo de 1827 en el que dedujo una variante, verstummterTonkunst (música muda), que aplicó a San
Pedro de Roma […]. La rapidez con que se difundió por Europa la metáfora de la música congelada […] parece indicar que
vino a satisfacer la necesidad de una frase que expresara una nueva idea». Hugh Honour: El Romanticismo.
También hay un ejemplo en Héctor Berlioz, que toma Fausto de Goethe, traducido por
G. de Nerval. Berlioz, como autor romántico, intensifica los elementos dramáticos;
mucho más interesado por la figura del diablo, las pasiones y el misterio, de lo que lo
estaba Goethe.
En definitiva, la estética romántica consolida una ideología de la música, que tendrá una
clara continuidad a lo largo del s. XIX, que podemos relacionar con Schopenhauer o
Wagner. Schopenhauer, en El mundo como voluntad y como representación afirma que
la música es la representación directa de la voluntad y actúa sobre ella de una forma
inmediata:
“La música, lejos de ser un simple auxiliar de la poesía, es un arte independiente y el más poderoso de todos,
puesto que alcanza su fin únicamente con sus propios recursos y es indudable también que puede prescindir
de la letra del canto y de la acción de la ópera. La música puede pactar alianza con la poesía, pero sin que la
poesía sea para ella la cosa principal.” Schopenhauer
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