Professional Documents
Culture Documents
Mini Ensayo - Lunes 12 de Octubre
Mini Ensayo - Lunes 12 de Octubre
Texto 1
1. ¿Cuál es el conflicto central en el texto?
1. Estaba yo la mar de
A. Lacómodo
relaciónsentado
que surge enentre dos escritores.
un café. Tomaba
B. Lascafé: lógico. Yprofesionales
aspiraciones leía del narrador.
un libro de cuentos.
C. LaSiempre
necesidad de mecompletar
he una tarea a tiempo.
tomado muy en
serio lo que leo,
D. El deseo de un principiante de suplantar al maestro.
sobre todo si son
cuentos.
2. De pronto un
2. ¿Cuál
hombrede las siguientes
irrumpió en expresiones es la que mejor muestra cómo la visión del narrador
respecto
el a Isaíasdando
café Osorio influye en el relato?
zancadas. Llevaba
A. “seuna melena
negaba negra dos frases” (párrafo 3).
a yuxtaponer
peinada como un
B. “unarpa delantecasi
cuentista desecreto”
los (párrafo 4).
ojos y unas gafas
pequeñas y
C. “desmesurando
redondas. Lo sus dos o tres virtudes” (párrafo 5).
había
visto antes.
D. “Hermanos
Cuándo. de tinta” Hacía(párrafo 6)
poco. De hecho,
hubiera
3. ¿Cuál es eljurado
sentidoquede la palabra TRATAN en el contexto del quinto párrafo del texto
acababa de verlo
leído?
en alguna otra
parte. Di una vuelta
A. INTENTAN, porque el narrador menciona cuál es la manera en que dos escritores entablan
en la silla y me
una conversación por primera vez.
abalancé sobre el
libro de cuentos
B. RELACIONAR,
recién terminado, porque el narrador está contando de qué manera suelen interactuar los
escritores
que meque sehabía
conocen.
dejado sumido en
esa grata
melancolía durante
C. PRETENDEN, porque narra la forma en que los escritores buscan establecer relaciones con
la semejantes
sus que se gestan las
opiniones
verdaderas acerca
D. OCUPAN, porque el narrador cuenta cuál fue la forma más efectiva de establecer
de los libros. Lo
comunicación
abrí y volví con el escritor.
a mirar
la solapa: era él. El
4. ¿Cuál
mismo es lahombre
creenciaqueque lleva al narrador a actuar de cierta forma en el texto?
acababa de entrar.
Isaías Osorio. El
autor de aquel libro.
3. Isaías Osorio, joven
narrador, dueño de
un estilo irritante y
entrecortado a
A. El estilo de escritura es un reflejo de la personalidad.
5. ¿Cuál es el sentido de la palabra DUEÑO en el contexto del tercer párrafo del texto
leído?
A. AMO, porque se refiere a que Isaías Osorio era el único que utilizaba ese estilo de
escritura.
B. PROPIETARIO, porque Isaías Osorio se esforzaba en hacer notar que su estilo era algo
único.
C. PATRÓN, porque Isaías Osorio era quien liderada un movimiento literario con esas
características.
D. POSEEDOR, porque hace referencia a que Osorio tenía un estilo de escritura
característico.
Texto 2
6. ¿Qué refrán podría resumir de mejor forma la historia de los tres hermanos?
9. VADEARLO:
A. Pasarlo
B. Cruzarlo
C. Rebasarlo
D. Franquearlo
E. Atravesarlo
A. Amable
B. Educado
C. Arrogante
D. Inteligente
E. Despreciable
11. CAMARADA
A. Amigo
B. Colega
C. Compadre
D. Compañero
E. Acompañante
12. DELEITE
A. Delicia
B. Agrado
C. Embeleso
D. Seducción
E. Atracción
13. El tercer hermano decide entregarle la capa de La Muerte a su hijo. A partir de este hecho,
¿qué se puede inferir sobre la capa?
A esta tierra tebana he venido yo, Dionisio, hijo de Zeus, a quien Sémele, hija de Cadmo, dio a
luz en otro tiempo, ayudándola en su parto el rayo del cielo; de dios hecho hombre, me hallo
ahora junto a la fuente de Dirce y las aguas del Ismeno. Y veo, inmediato a este palacio el
sepulcro de mi madre, herida por el rayo, y las ruinas de su regia morada, cuyo humo anuncia
la llama viva del divino fuego y el odio perpetuo de Hera. Pero alabo a Cadmo, que ha hecho
inaccesible este lugar sagrado, convirtiéndolo en santuario de su hija, y yo le doy sombra por
todas partes con los frondosos racimos de la vid.
Y dejando los campos de los Lidios, ricos en oro, las abrigadas llanuras de los Frigios y los
Persas, las ciudades de los Bactrianos, y después de recorrer el país de los Medos, de áspero
cielo, la Arabia feliz y toda el Asia, que yace junto al mar salado, en donde se ven ciudades
populosas y bien defendidas por torres, habitadas a un tiempo por helenos y bárbaros, me he
acercado primero a esta ciudad helena después de establecer allí mi culto y mis fiestas, para
que los hombres me adoren.
Tebas es la primera ciudad en tierra helénica que ha acudido a mi llamamiento, dando
alaridos, cubiertos sus habitantes con una piel de ciervo y llevando en sus manos el tirso,
dardo adornado de hiedra, porque las hermanas de mi madre, por su interés particular,
negaban que yo, Dionisio, fuese hijo de Zeus, y afirmaban que Sémele me había concebido
de algún mortal, atribuyendo a Zeus la falta a instigación de Cadmo, y que por eso repetían
que el rey de los dioses le había dado muerte, alegando falsamente que la amase. Así es que
yo, inspirándoles mis furores, las he obligado a abandonar su residencia, y delirantes habitan
en el monte, adornadas con mis sagradas insignias; a todas las mujeres de los cadmeos, ya
adultas, víctimas de mis furores, he arrebatado de sus casas, y mezcladas con las hijas de
Cadmo, se hallan a la intemperie en las alturas bajo los verdes abetos.
Conviene que esta ciudad, aunque no quiera, reconozca que ignora mis misterios, que
defiendo a mi madre Sémele, y que, como dios, me he aparecido a los mortales después de
engendrarme Zeus. Cadmo hizo heredero de su dignidad y de su imperio a Penteo, hijo de su
hija, que rechaza mi culto y me niega las libaciones y no se acuerda de mí en sus preces.
Yo le probaré, pues, y a todos los tebanos, que soy dios. A otra región, fundado aquí mi culto,
pasaré después, en donde haré lo mismo. Y si la ciudad do los tebanos, enfurecida, quiere
obligar a las bacantes a abandonar el monte, daré la batalla al frente de las ménades. Con
este objeto he trocado en humana mi divina naturaleza, revistiendo la forma mortal. Así, ¡oh
mujeres!, mis amigas, que dejasteis el Tmolo, baluarte de Lidia, y desde las naciones
bárbaras habéis sido mis compañeras y auxiliares en tan larga peregrinación, levantad los
tímpanos usados entre los Frigios, invención mía y de la madre Eea, y encaminándoos al
regio palacio de Penteo, tocad a vista y presencia de la ciudad de Cadmo. Yo danzaré
también en los coros de las bacantes, dirigiéndome ahora a las alturas del Citerón, en donde
se hallan.
[Texto adaptado de la traducción realizada por Eduardo de Mier (1865) y publicada por la
Universidad Nacional Autónoma de México en 1921]
B. Arrebatarles la felicidad
C. Arrebatarles la razón
D. Arrebatarles la vida
Fragmento de El gran teatro del mundo, obra escrita por Calderón de la Barca (1600-1681).
RICO
Diga un cuento cada uno.
DISCRECIÓN
Será prolijo; mejor
será que cada uno diga
qué está en su imaginación.
REY
Viendo estoy mis imperios dilatados,
mi majestad, mi gloria, mi grandeza,
en cuya variedad naturaleza
perficionó de espacio sus cuidados.
Alcázares poseo levantados,
mi vasalla ha nacido la belleza.
La humildad de unos, de otros la riqueza,
triunfo son al arbitrio de los hados.
Para regir tan desigual, tan fuerte
monstruo de muchos cuellos, me concedan
los cielos atenciones más felices.
Ciencia me den con que a regir acierte,
que es imposible que domarse puedan
con un yugo no más tantas cervices.
MUNDO
Ciencia para gobernar
pide, como Salomón.
(Canta una voz triste dentro, a la parte que está la puerta del ataúd.)
VOZ
Rey de ese caduco imperio,
cese, cese tu ambición,
que en el teatro del mundo
ya tu papel se acabó.
REY
Que ya acabó mi papel
me dice una triste voz,
que me ha dejado al oírla
sin discurso ni razón.
Pues se acabó el papel, quiero
entrarme; mas ¿dónde voy?
Porque a la primera puerta,
donde mi cuna se vio,
no puedo, ¡ay de mí!, no puedo
retroceder. ¡Qué rigor!
¡No poder hacia la cuna
dar un paso!... ¡Todos son
hacia el sepulcro!... Que el río
que, brazo de mar, huyó,
vuelva a ser mar; que la fuente
que salió del río, ¡qué horror!,
vuelva a ser río; el arroyo,
que de la fuente corrió,
vuelva a ser fuente; y el hombre,
que de su centro salió,
vuelva a su centro, a no ser
lo que fue... ¡Qué confusión!
Si ya acabó mi papel,
supremo y divino Autor,
dad a mis yerros disculpa,
pues arrepentido estoy.
(Vase por la puerta del ataúd, y todos se han de ir por ella.)
MUNDO
Pidiendo perdón el Rey,
bien su papel acabó.
HERMOSURA
De en medio de sus vasallos,
de su pompa y de su honor,
faltó el Rey.
LABRADOR
No falte en mayo
el agua al campo en sazón,
que con buen año y sin rey
lo pasaremos mejor.
DISCRECIÓN
Con todo, es gran sentimiento.
HERMOSURA
Y notable confusión.
¿Qué haremos sin él?
RICO
Volver
a nuestra conversación.
Dinos, tú, lo que imaginas.
HERMOSURA
Aquesto imagino yo.
MUNDO
¡Qué presto se consolaron
los vivos de quien murió!
LABRADOR
Y más cuando el tal difunto
mucha hacienda les dejó.
HERMOSURA
Viendo estoy mi beldad hermosa y pura;
ni al rey envidio, ni sus triunfos quiero,
pues más ilustre imperio considero
que es el que mi belleza me asegura.
Porque si el rey avasallar procura
las vidas, yo, las almas; luego infiero
con causa que mi imperio es el primero,
pues que reina en las almas la hermosura.
Pequeño mundo la filosofía
llamó al hombre; si en él mi imperio fundo,
como el cielo lo tiene, como el suelo,
bien puede presumir la deidad mía
que el que al hombre llamó pequeño mundo,
llamará a la mujer pequeño cielo.
MUNDO
No se acuerda de Ezequiel
cuando dijo que trocó
la soberbia, a la hermosura,
en fealdad, la perfección.
16. A partir del personaje Voz en este diálogo, ¿qué tópico literario se presenta?
A. Colérica
B. Presumida
C. Melancólica
D. Beligerante
Texto 4
«Para sacarle lustre a este noble órgano no es necesario ponerse a tomar vitaminas ni
medicamentos. Tampoco comprarse un programa de ejercicios mentales o de entrenamiento
cerebral, que los hay. Basta con darle lo que más le gusta: nuevos saberes.
Por
PAMELA ELGUEDA
No hay magia
5. Efectivamente, dice el doctor Jorge González Hernández, neurólogo encargado del Programa
de Memoria del Departamento de Neurología de la Universidad Católica, existen estrategias que
ayudan a una mayor eficiencia en el almacenaje de la información, como ayudas mnemotécnicas,
o en mejorar la atención, como trabajar en un lugar tranquilo, “pero normalmente no son de
utilidad en personas activas laboralmente o estudiantes que están espontáneamente sometidos a
actividades que implican un entrenamiento cognitivo”.
6. Además, recalca que para quienes realizan diariamente actividades demandantes de atención
o memoria, “no tiene sentido que hagan ejercicios extras. En cambio, a personas con actividades
monótonas o rutinarias, sí se les recomienda realizar cosas diferentes y desafiantes, como
aprender un nuevo idioma o un nuevo baile”.
7. Tampoco lo son suplementos alimenticios o medicamentos que prometen aumentar las
capacidades cognitivas. “Las vitaminas o suplementos nutricionales solo serían útiles en personas
carenciadas de alguna de ellas, pero en otros casos, son inútiles”, dice el doctor González, y
agrega: “Las vitaminas más importantes para la concentración y la memoria son la tiamina , la
cianocobalamina , la niacina o ácido nicotínico y el ácido fólico”.
8. La ingesta de medicamentos, en tanto, solo hace una diferencia cuando las capacidades
cognitivas, como la atención y la concentración, están afectadas por un trastorno patológico como
el déficit atencional, advierte el doctor Sergio Mora.
Órgano maravilloso
9. Así las cosas, si hay un ejercicio que efectivamente le hace bien al cerebro, ese es el físico,
pues es un órgano que necesita mucho oxígeno y energía para desarrollar de forma eficiente sus
funciones. “La actividad aeróbica, al aumentar la irrigación sanguínea de nuestro cerebro,
aumenta la oxigenación y favorece la sobrevivencia de las neuronas”, dice el doctor Mora.
10. Lo bien que le hace a este órgano la actividad física ha quedado patente en diversas
investigaciones. Una de científicos de la Universidad de Indiana mostró que el ejercicio ayuda a
sobrellevar mejor el estrés, ya que “actúa sobre
los neuroquímicos involucrados en la respuesta del estrés al cuerpo”, según publicó la American
Psychological Association en su sitio web.
11. En tanto, un estudio de la Universidad de Edimburgo (en Escocia) y publicado por la revista
especializada Neurology, mostró que en los adultos mayores de 70 años la actividad física ayuda a
evitar que el cerebro se encoja o atrofie, una consecuencia de la vejez que está vinculada a la
pérdida de memoria y de otras capacidades cerebrales.
12. Otras conductas que cuidan al cerebro son tener un sueño reparador, así como procurarse
momentos de entretención. Sin embargo, si hay algo que de verdad lo ayuda a crecer y
desarrollarse, eso es el aprendizaje. “Cada vez que aprendemos algo nuevo se establece una
nueva conexión neuronal en nuestro cerebro. Y esto nos lleva a la conclusión de que el principal
factor protector de nuestro cerebro es el aprendizaje continuo”, afirma el académico e
investigador.
13. En este punto, el doctor Sergio Mora, que ha estudiado la relación de neurociencias y
educación, se detiene para decir: “El cerebro necesita que se le estimule con actividades
novedosas, que generen curiosidad y placer por aprender. Santiago Ramón y Cajal planteó, hace
más de un siglo, que todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro. Este
órgano maravilloso puede cambiar su funcionamiento y estructura dependiendo de lo que
hagamos, sintamos, percibamos, pensemos o imaginemos”».
Pamel
a Elgueda, El Mercurio, 30–03–2013.
18. VINCULADA
A. condicionada
B. habituada
C. ligada
D. fusionada
E. combinada
19. ¿Qué función cumple la mención de lo expresado por Santiago Ramón y Cajal en el último
párrafo?
A. Reiterar la idea expresada por Sergio Mora, respecto del valor de la actividad aeróbica
para el cerebro.
C. Rebatir la idea del efecto de la denominada gimnasia cerebral para mantener la mente
activa.
B. Instruir a las personas sobre técnicas para evitar el deterioro cerebral, el que se expresa en
la pérdida de memoria.
C. Exponer estudios realizados en diversas universidades acerca del desarrollo y cuidado del
cerebro.
D. Aclarar mitos y creencias erradas acerca de lo que favorecería las capacidades cognitivas
del cerebro.
Texto 5
"En Latinoamérica, pocas experiencias deben ser tan gratificantes como recorrer un museo de
cultura popular, teniendo como guía al mismísimo autor de Los ríos profundos", escribe el
poeta chileno recordando un curioso episodio con el escritor José María Arguedas.
En mis tiempos de alumno universitario solía ir a estudiar a la casa de Pedro Lastra, después
de comida. Una noche llegó a su puerta, tocó el timbre, pero en vez de Pedro o Juanita, su
esposa, aparece un señor desconocido para mí, más bien bajo, de rostro moreno, muy
TOSTADO, y de pelo y bigote entrecanos. Con acento extranjero me dice: "Pedro ya viene.
¿Por qué no pasa y lo espera?".
Entro al estudio que está ahí mismo, al lado de la puerta de calle. Tomo un libro cualquiera de
uno de los estantes y finjo que leo, sentado en una silla frente al desconocido, que está en un
sofá, también con un libro en la mano. "¿Conoce a este poeta?", me pregunta,
mostrándome Esta rosa negra, mi primer libro de poemas. Voy a decir algo, cuando aparece
Pedro y nos presenta. "Qué cosa", dice José María Arguedas, tendiéndome la mano, "pero si
ahora mismo he estado leyendo su libro". A pesar de la cordialidad de ambos, siento que mi
visita debe ser breve. Me apresto a salir. Arguedas escribe algo en una tarjeta y me dice: "aquí
tiene mis datos. Si va a Lima, por favor, avíseme". Aunque pienso que un viaje mío a Lima es
muy improbable, guardo la tarjeta en mi ejemplar de Los ríos profundos, la novela suya que ha
llegado a ser un clásico de la literatura hispanoamericana.
Pero la vida tiene vueltas inesperadas. Apenas un año después, en 1963, la posibilidad
remota se transformó en realidad concreta. En marzo me trasladé a Arica. En septiembre,
recién casado, viajé a Lima. Yo había llevado la tarjeta de José María, pero dudé muchísimo
en telefonearle. Finalmente, dos días antes de nuestro regreso a Chile, me atreví a hacerlo.
Me reprocha que no lo hubiera llamado antes y nos invita a comer a su casa.
Llegamos en un taxi a su departamento de la calle Chota. Arguedas y Celia Bustamante, su
esposa, nos reciben con gran afabilidad. José María me pide que le haga una RELACIÓN de
los lugares que hemos visitado en Lima. "A ver, fuimos a las ruinas de Pachacámac, al Museo
de Antropología, a la Catedral, al Monasterio de San Francisco, al Convento de los Descalzos
y también al Callao". "Para el poco tiempo que han estado aquí, me parece muy bien", dice él.
"Ah, también fuimos al Museo Nacional de Cultura Peruana, pero estaba cerrado", agrego.
"No pueden irse sin visitarlo", dice. Se para de la mesa y se va a hablar por teléfono. Al rato
regresa: "listo, terminamos de comer y nos vamos al museo". "¿Está abierto hasta tan tarde?",
le pregunto, ya que son como las 11 de la noche. "No, dice él, está cerrado, pero lo van a abrir
para nosotros".
Nos subimos en su Volkswagen y partimos. Confiesa que lo que más le apasiona del Perú es
la cultura popular. "Hay un libro que me gustaría que te llevaras", dice. Detiene el auto frente a
una librería, que a esa hora está cerrada. "El dueño es amigo mío", explica. Se baja del auto y
desaparece por una puerta lateral. Al poco rato regresa con un libro en la mano. Ya se ve que
en el Perú todas las puertas están abiertas para José María Arguedas. El libro es Canciones
y cuentos del pueblo quechua, que él mismo ha recopilado y traducido al castellano. Cabe
recordar que Arguedas, además de gran renovador de la narrativa indigenista, era un
antropólogo y etnólogo experto en cultura andina, y aunque sus padres eran de origen
hispano, se crió entre los indios y con ellos aprendió la lengua quechua.
Entramos al museo. Empieza a desfilar frente a nosotros la hermosa colección de obras
creadas por artistas indígenas y mestizos: toritos de Pucará, mates burilados, esculturas de
Huamanga, cerámica de Nazca, tejidos de Paracas, retablos de Ayacucho, todos ellos
precedidos por los comentarios de nuestro anfitrión. En Latinoamérica, pocas experiencias
deben ser tan gratificantes como recorrer un museo de cultura popular, teniendo como guía al
mismísimo autor de Los ríos profundos. Allí, alrededor de la medianoche, tuve una sensación
muy parecida a lo que cuenta el filme Una noche en el museo. Fue como si de pronto los
objetos y figuras que estaban en exhibición hubieran vuelto a la vida, pero no gracias a
la magia de un artefacto egipcio, como en la película, sino a la sabia palabra de José María
Arguedas.
Óscar Hahn, domingo 21 de febrero de 2010, columna de Artes y Letras, El Mercurio.
A. Le parece que los objetos toman vida, como sucede en el texto "Los ríos profundos".
E. Le parece que los objetos expuestos no hubieran estado nunca allí, ya que imagina
distintas situaciones gracias al relato de Arguedas.
Es (son) correcta(s):
A. Solo II
B. Solo I y II
C. Solo I y III
D. Solo II y III
E. I, II y III
A. es de autoría de Hahn.
E. es un texto escrito por Arguedas, en el que se estudia la cultura popular del Perú.
D. Estudiando los distintos registros del museo de la cultura quechua del Perú.
E. Visitando periódicamente a las poblaciones indígenas, quienes a cambio le enseñaban la
lengua.