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DERECHO INTERTEMPORAL

El reemplazo de un ordenamiento legal por otro ha suscitado –desde la antigüedad- el


problema consistente en determinar cuáles son las situaciones en que la nueva norma
va a ser aplicada.

La cuestión enfrenta tres valores propios del derecho: la justicia, la seguridad jurídica y la
ultraactividad legal por lo que la solución que se adopte no puede soslayar que, si bien el
cambio es importante puesto que la evolución de la legislación se supone mejor para la
sociedad (valor justicia), la aplicación del nuevo orden legal debe verificarse respetando los
derechos individuales (valor seguridad jurídica) y el derecho a la autodeterminación (valor
ultraactividad).

El valor “justicia” se expresa en la aplicación de las nuevas normas no sólo a las relaciones
y situaciones jurídicas nacidas bajo la nueva ley, sino también a los “efectos” y/o
“consecuencias” no cumplidas de las situaciones y relaciones jurídicas existentes, es decir,
las que habían nacido bajo una ley anterior y continúan vigentes en los albores de la nueva.

Luego, el valor “seguridad jurídica” ha llevado a consagrar –en casi todas las legislaciones-
el principio conocido como “irretroactividad de la ley”, es decir, las nuevas normas se aplican
para lo futuro y no respecto del pasado, que queda firme conforme las normas anteriores lo
disponían. Principio que por excepción cede en los casos que el legislador así lo disponga y
siempre que no afecte derechos y/o garantías constitucionales (libertad, igualdad,
propiedad, salud, etc.). Por contrapartida el valor “ultraactividad legal” que considerando a la
autonomía de la voluntad como un derecho prevalente permite reconocer eficacia a lo
pactado por sobre las nuevas leyes supletorias.

Los tres principios (justicia, seguridad jurídica y ultraactividad legal) se encuentran


consagrados en el artículo 7 del CCyC que dice:

“Eficacia temporal: A partir de su entrada en vigencia, las leyes se aplican a las


consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes.
Las leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público, excepto disposición
en contrario. La retroactividad establecida por la ley no puede afectar derechos
amparados por garantías constitucionales.
Las nuevas leyes supletorias no son aplicables a los contratos en curso de ejecución,
con excepción de las normas más favorables al consumidor en las relaciones de
consumo”.

Luego de esta breve explicación, tenemos:

Caso A
Respuesta correcta es: “Nueva ley (Código Civil y Comercial) que regía al momento del
fallecimiento”
Pues si bien la forma testamento cerrado estaba prevista al momento de su confección por
los interesados (1980), la ley que rige los derechos sucesorios es la existente al momento
del hecho del fallecimiento (2016), siendo este el hecho o acontecimiento del que nacen los
derechos hereditarios.

Caso B
Respuesta correcta es: “Vieja ley (Código Civil) vigente al momento del accidente”
Pues el acto ilícito productor de efectos jurídicos (acción de reclamación por los
perjuicios) lo fue el accidente (2014) y en ese momento regía el CCA y en ese momento se
consumaron los elementos formativos de la relación (hecho, daño, nexo causal
adecuado, responsabilidad). De aplicarse el nuevo código civil y comercial, se violentaría
el principio de irretroactividad pues esta norma no regía al momento del accidente.

Caso C
Respuesta correcta es: “Ordenando el reajuste de los intereses sólo respecto de las
cuotas aún pendientes”

Pues la nueva ley supletoria se aplica en la relación de consumo (cliente/proveedor de


servicio público) sobre los efectos no producidos (cuotas pendientes de pago) si es más
favorable para el consumidor.

EJERCICIO DE LOS DERECHOS


Respuesta de la Cátedra

Es fuente legal que los Derechos deben ser ejercidos de buena fe (Art. 9 CCyC), y que uno
de los límites del ejercicio regular es el abuso del derecho (arts. 10 y 11), siendo
una de sus manifestaciones el ejercicio que contraría los fines del ordenamiento
jurídico o el que excede los límites impuestos por la buena fe.

Otro de las manifestaciones contrarias a la buena fe, es la derivada de la ruptura de la


confianza (buena fe lealtad), al ponerse el sujeto en contradicción con un comportamiento
anterior jurídicamente relevante y eficaz (actos propios).

Sostiene Borda que “la Teoría de los Actos Propios constituye una regla derivada del
principio general de la buena fe, que sanciona como inadmisible toda pretensión lícita
pero objetivamente contradictoria con respecto al propio comportamiento anterior
efectuado por el mismo sujeto.”

Para Moisset de Espanés esta doctrina –Actos Propios– entronca con los deberes de
conducta que impone la buena fe; ella exige que haya coherencia en el obrar del sujeto
y sanciona a las conductas contradictorias.

De allí resulta que la Teoría de los Actos Propios es una limitación al ejercicio de los
derechos subjetivos, impuesta por el deber de un comportamiento coherente con la
conducta anterior del sujeto que suscita en otro una fundada confianza.
Definido conceptualmente el instituto, cabe ahora preguntarse si se trata de un principio
general del Derecho, o de una regla de Derecho derivada del principio de la Buena Fe. En
tal sentido, corresponde preguntarnos cuál es la naturaleza jurídica de la máxima según la
cual nadie puede venir contra sus propios actos.

La respuesta es que la inadmisibilidad de contravenir una conducta anterior constituye


una derivación del principio que impone el deber de proceder lealmente en las relaciones
jurídicas, es decir, el venire contra factum propium sería una regla de Derecho (art. 1067
CCyC) que deriva del principio general de la buena fe (art. 9 CCyC).

Luego de esta breve explicación, tenemos:

Caso A
Respuesta correcta es: “Rechazando la demanda porque el actor está incurriendo en un
comportamiento desleal por contradictorio con su anterior conducta jurídicamente relevante
y eficaz.”

Pues al participar y votar en la asamblea contribuyó con su voluntad a la conformación de lo


allí decidido, resultando un obrar incoherente con su anterior comportamiento la
impugnación que ahora intenta, por la insatisfacción del resultado. En cualquier caso,
tendría que haber impugnado “in situ” (en el lugar mismo) la asamblea.

Caso B
Respuesta correcta es: “Haciendo lugar a la demanda porque la empresa de medicina
ejerce irregularmente su derecho a aumentar los aranceles en forma desmedida lo que
configura un abuso del derecho.”

Pues si bien la empresa de medicina prepaga se había reservado el derecho de aumentar


los aranceles para el grupo etario que llegara a la tercera edad dicha prerrogativa es factible
en tanto sea un ejercicio regular, conforme la confianza depositada y justos parámetros.

COMIENZO DE LA EXISTENCIA

Respuesta de la Cátedra

“No somos ni eternos, ni efímeros; somos hombres y mujeres en el tiempo,


tiempo que comienza y tiempo que termina” (Papa Francisco)

1).- El comienzo y fin de las personas se presenta como el anverso y reverso de una misma
moneda. Se trata de momentos que establecen los límites del tránsito por la vida de una
persona y, desde un punto de vista ius- filosófico, nos dan una idea de su temporalidad y
precariedad.
2).- La determinación temporal de ambos momentos tiene una relevancia superlativa para el
derecho: ellos determinan la vigencia de la personalidad jurídica y la calidad, por ende, de
sujeto de derecho.

3).- Nuestro codificador, Vélez Sarsfield, inspirado en Freitas (“Esbozo de Código Civil
Brasilero”) y el Código Prusiano- ubicó el comienzo de la persona en el de su concepción
“en el seno materno” (art.70 CC). Referencia ésta (“seno materno”) que se correspondía con
la realidad imperante al tiempo de la sanción del código.

4) El desarrollo de las modernas técnicas bio-médicas de fecundación ectogenética (“in


vitro”)- obviamente desconocidas por aquel entonces- plantearon una antinomia legal-
diferenciando la situación jurídica del concebido, según el diverso lugar en que acaeciera el
contacto fertilizante de las células germinales, que llevaron a preguntarse si el concebido “in
vitro” es persona.

5) El legislador argentino zanjó esa disputa con la sanción de la ley 23.264 (de patria
potestad) y la modificación del art. 264 del CC –entre otros- indicando que “la patria
potestad nace desde la concepción”, sin distingo alguno de su origen (natural o
extracorpórea). Criterio éste que se plasmó también en la redacción del art. 19 del CCyC:
“La existencia de la persona humana comienza con la concepción”.

6).- En las codificaciones extranjeras, contrariamente a nuestra tradición legal, prevalece el


criterio -cuyos orígenes deben encontrarse en el derecho romano- de que el concebido no
es persona, sin perjuicio de algunos derechos que se le atribuyen condicionalmente y que
adquirirá definitivamente con el nacimiento con vida (en algunas legislaciones, además,
siempre que se cumplimente el requisito de la viabilidad). Criterio que anotamos pues los
embriones extracorpóreos tienen su viabilidad condicionada al implante en el útero de la
mujer.

7).- La criogenia –también llamada crioconservación o criopreservación de embriones –es


un procedimiento técnico que permite la “conservación” de embriones en un envase de
nitrógeno líquido a 196° bajo cero. El procedimiento es aplicable también a los gametos
(espermios y óvulos). Según datos del año 2000, en Francia existían unos cien mil
embriones congelados excedentes de la fecundación “in vitro”; en España treinta y
cinco mil y en nuestro país unos quince mil (Varsi).

8).- Los excedentes son una consecuencia de las técnicas de fertilización asistida: a través
del procedimiento se evita la destrucción de los embriones super numerarios o se los
congela para una futura transferencia. En algunos países, incluso (Reino Unido), se
permiten crear embriones para la investigación; en otros (Francia), está permitida la
investigación con embriones hasta catorce días después de la fertilización si no se daña la
integridad del embrión y en otros (Alemania) hasta la singamia, es decir, hasta veintiuna o
veinticuatro horas desde la fecundación. En algunos países se establece un plazo máximo
de crioconservación, que se fija en cinco años (Francia y España). En el Reino Unido, los
embriones crioconservados son destruidos pasado un tiempo, sea por falta de respuesta
de las parejas o por indicación expresa de ellas. En el otro extremo, otros países prohíben
la experimentación embrionaria en cualquier estadío del desarrollo y el almacenamiento o
congelación de embriones sobrantes (Irlanda). En nuestro país el art. 57 CCyC prohíbe la
alteración genética del embrión. Y con relación a la custodia y preservación rige la ley
22.862 y el Dec. Reglamentario 956/2013.

El art. 9 de la Ley 26.994, dispuso como norma transitoria segunda del CCyC que “La
protección del embrión no implantado será objeto de una ley especial”. La que –advertimos-
entre otras cuestiones deberá definir el destino de los embriones crioconservados y a su
vez, disponer medidas tendientes a evitar la superpoblación, como por ejemplo: a) fecundar
sólo la cantidad de óvulos necesarios y que todos sean implantados; b) que la implantación
se realice de modo inmediato; c) establecer un plazo máximo entre la concepción y la
transferencia a fin de limitar los casos de muerte o arrepentimiento de los padres biológicos;
d) evitar de ese modo el abandono de embriones.

9).- Particulares problemas se presentan en el caso de separación, divorcio y muerte del o


los padres biológicos y el destino a darse en ese caso a los embriones, a lo que ya viene
dando respuestas la jurisprudencia

Normativa a considerar:
Constitución Nacional, art. 75 inc. 22;
Convención Americana sobre Derechos Humanos, arts. 4, 7, 11 y 17;
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 6;
Convención sobre los Derechos del Niño (declaración interpretativa de la
R.A. al art. 1°) y art. 2;
Ley 26.994, Art. 9, cláusula transitoria II;
CCyC arts. 19, 20, 21, 558, 560 a 564 CCyC

Precedente Jurisprudencial:
Caso “Artavia Murillo” CIJ (resuelto por la Corte Interamericana de
DD.HH.) tienen la síntesis y fundamentos esenciales en Rivera – Crovi y
demás bibliografía subida al campus. Y ver fuerza vinculante de los fallos
(art. 68 C.A.D.H.)

Luego de esta explicación tenemos:

Caso A) respuesta correcta “La ley no lo dice”

Caso B) respuesta correcta “Para ser coherente con la ley de identidad de género”

Caso C) respuesta correcta “Críoconservando los embriones hasta que los ex cónyuges
arriben a un acuerdo”

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