You are on page 1of 4

Carta de Keith Devlin a un estudiante que está a punto de iniciar la transición de las

matemáticas del colegio a las matemáticas de la universidad


Traducido y adaptado de:
Devlin, K.J., 2012. Introduction to mathematical thinking. Palo Alto, CA: Keith Devlin.
Pags 8-11

Querido estudiante,

Estás cerca de descubrir que la transición de las matemáticas de colegio a las matemáti-
cas (abstractas) universitarias no es fácil. Y no porqué las matemáticas se tornen más
difı́ciles. Muchos de los estudiantes que han hecho la transición exitosamente probable-
mente están de acuerdo con que de hecho las matemáticas universitarias son más fáciles
en muchos sentidos. La raı́z del problema, para muchos, está en el cambio de énfasis.
En el colegio, el objetivo primordial es que los estudiantes dominen distintos procedi-
mientos para solucionar varios tipos de problema. Este hecho le otorga al proceso de
aprendizaje un sabor similar al de leer y absorber recetas de una suerte de recetario
matemático. En la universidad, en cambio, el objetivo consiste en aprender a pensar de
un modo diferente y especı́fico, en aprender a pensar como matemáticos.
(Pero de hecho, este no es el caso de todos los cursos universitarios de matemáticas.
Los cursos de matemáticas diseñados para estudiantes de ciencias e ingenierı́as muchas
veces tienen el mismo espı́ritu que los cursos de cálculo que con frecuencia constituyen
la cima de las matemáticas escolares. Son los cursos que forman el corazón de la carrera
de matemáticas los que tienden a ser distintos. Dado que algunos de esos cursos son
requeridos para estudios más avanzados en las ciencias y en las ingenierı́as, puede ser
el caso que estudiantes de esas disciplinas se enfrenten en algún momento a este “tipo
distinto”de matemáticas.)
Pensar matemáticamente no es un tipo distinto de matemáticas, sino más bien una
perspectiva de las matemáticas más amplia y actualizada -pero no más diluida-. Los
programas de matemáticas escolares tı́picamente se enfocan en procedimientos ma-
temáticos, ignorando el resto de la materia. En todo caso, inicialmente el estudiante
-tú- siente las matemáticas universitarias como una disciplina completamente distinta.
Ese ciertamente fue el caso cuando yo inicié mis estudios de pregrado en matemáticas.
Si vas a la universidad a estudiar matemáticas o una carrera intensiva en matemáticas,
probablemente sea el caso que te fue bien en las matemáticas escolares. Esto quiere
decir que te hiciste bueno en dominar y aplicar procedimientos (y en alguna medida en
hacerlo bajo la presión del tiempo). Y esto es por lo cual el sistema escolar te recom-
pensaba. Pero después te vas a la universidad y todas las reglas cambian. De hecho, al

1
principio se siente como si no hubiera reglas, o como si los profesores las mantuvieran
en secreto deliberadamente.
¿A qué se debe ese cambio de énfasis cuando llegas a la universidad? Sencillo. La educa-
ción se trata de adquirir nuevas habilidades y de incrementar tu capacidad para hacer
cosas. Una vez has demostrado que eres capaz de aprender procedimientos matemáticos
en el momento en que te gradúas del colegio, es poco lo que se puede ganar de aprender
más de lo mismo. Ya estás en capacidad de adquirir nuevas técnicas y procedimientos
en la medida en que los necesites.
Por ejemplo, una vez un estudiante de piano domina un concierto de Tchaikovsky, con
práctica -pero sin lecciones adicionales- podrá tocar otro. A partir de ese punto, el
estudiante debe concentrarse en ampliar su repertorio para incluir otros compositores,
o en entender la música lo suficientemente bien como para poder hacer sus propias
composiciones.
Análogamente, en el caso de las matemáticas, tu objetivo en la universidad es desarrollar
las habilidades de pensamiento que te permitirán solucionar problemas abiertos (del
mundo real, o de los que surgen en matemáticas y en ciencias) y para los cuales no
dispones de un procedimiento estándar. (Este fue el caso, por ejemplo, cuando los
estudiantes de pregrado de Stanford, Larry Page y Sergey Brin desarrollaron un nuevo
procedimiento matemático para buscar información, el cual dio lugar a la creación de
Google.)
Para ponerlo de otra manera (buscando aclarar por qué el pensamiento matemático
es tan valioso en el mundo moderno), antes de llegar a la universidad tenı́as éxito en
las matemáticas pensando “inside the box ”, en la universidad el éxito en las materias
matemáticas proviene de pensar “outside the box ”, una habilidad que prácticamente
todos los grandes empleadores dicen valorar altamente en sus empleados.
El principal objetivo de este libro, como el de todos los “libros de transición”, y de
los “cursos de transición”, es ayudarte a aprender como abordar nuevos problemas,
problemas que no encajen en ninguno de los esquemas que tengas a tus disposición. En
últimas la clave está en aprender a pensar (sobre un problema especı́fico).
El primer paso que debes dar (son dos) para sortear exitosamente esta transición del
colegio a la universidad, es aprender a no buscar una fórmula que aplicar o un pro-
cedimiento que seguir. Abordar un problema nuevo buscando un modelo -digamos un
ejemplo desarrollado en un libro de texto o en un video de YouTube- y después sim-
plemente cambiando los números, tı́picamente no te funcionará. (Trabajar en ese modo
continuará siéndote útil en muchas partes de las matemáticas universitarias, y en mu-
chas aplicaciones al mundo real, de manera que el trabajo que hiciste en el colegio no
se perderá. Pero no será suficiente para el nuevo tipo de “pensamiento matemático”que

2
te será requerido en muchos de tus cursos de matemáticas en la universidad.)
Pero entonces, si no puedes solucionar un problema buscando un modelo el cual seguir,
una fórmula en la cual sustituir unos números, o un procedimiento que aplicar, ¿qué
puedes hacer? La respuesta (y este es el segundo paso fundamental) es pensar sobre el
problema. No sobre la forma que tiene (lo cual es lo que probablemente te enseñaron
a hacer en el colegio, y lo cual te sirvió bien), sino sobre lo que realmente dice. Esto
puede sonar fácil, pero inicialmente la mayor parte de nosotros lo encontramos extre-
madamente difı́cil y frustrante. Dado que es muy probable que esta también vaya a ser
tu experiencia, vale la pena que sepas que existe una muy buena razón para el cambio.
Tiene que ver con las aplicaciones de las matemáticas en el mundo real. Te ofrezco una
analogı́a.
Si comparamos las matemáticas con el mundo automotriz, las matemáticas del colegio
corresponden a aprender a manejar. Las matemáticas de la universidad, en cambio, son
comparables con aprender como funciona un carro, como mantenerlo en buen estado
y como arreglarlo, y si continuas en la senda el tiempo suficiente, con como diseñar y
construir tu propio carro.
Terminaré esta breve introducción con algunas indicaciones para tener en mente mien-
tras sigues un curso de transición de este tipo.

Ten en mente que una de las razones por las cuales te costará trabajo es que no le
verás el sentido a muchos de los ejercicios y actividades. El objetivo es equiparte
con los cimientos sobre los cuales construir el pensamiento matemático que vendrá
más adelante -¡matemáticas que actualmente desconoces!- Es imposible comenzar
sin pedir un acto de fé.

Enfócate en entender los nuevos conceptos e ideas.

No te aceleres. Habrá muy pocas cosas nuevas que aprender, pero si muchı́simo
que entender.

Haz los ejercicios -tantos como te sea posible-. Existen para ayudarte a entender.

Discute las dificultades que tengas con tus compañeros y con tus profesores. Es
muy difı́cil lograr solo un cambio radical en el modo de pensar.

Habrá muchos ejercicios en el curso. En contraste con otros cursos y libros de tex-
to, no te ofreceremos soluciones a los ejercicios. Esta es una decisión deliberada.
Aprender a pensar matemáticamente no tiene que ver con obtener las respuestas
correctas. (Aunque si aprendes a pensar matemáticamente, llegar a la respuesta

3
correcta será mucho más fácil que cuando aplicabas reglas y seguı́as procedimien-
tos.) Si quieres saber si tienes algo bien -y todos siempre queremos saber-, busca
a alguien que sepa. Decidir si un pedazo de razonamiento matemático es correcto
implica un juicio de valor que requiere experiencia. Frecuentemente los estudian-
tes llegan a soluciones que superficialmente parecen correctas, pero que resultan
ser incorrectas cuando se las examina cuidadosamente. Una parte importante de
esta omisión deliberada tiene que ver con enfatizar el mensaje fundamental de
que sortear la transición de las matemáticas del colegio a las de la universidad
tiene que ver con el proceso - con intentar y reflexionar- y no con “llegar a las
respuestas”.

Si te es posible, trabaja con otros. Trabajar solitariamente es muy común en el


colegio, con su énfasis en hacer, pero esta transición tiene que ver con pensar, y
discutir tu trabajo con otros es tı́picamente una mucho mejor aproximación que
el estudio solitario. Analizar y criticar las demostraciones propuestas por otros
estudiantes te ayudará muchı́simo en tu proceso de aprendizaje y comprensión.

No intentes pasar por encimita de un tema que parece fácil. Todo este curso
es sobre cosas muy básicas, que parecen muy fáciles, que después se relacionan
con el material de básicamente todos los cursos de matemáticas que cursarás en la
universidad. Casi todos los temas que hacen parte de este curso han sido incluidos
porque tı́picamente suponen algún tipo de dificultad para los principiantes.

Nunca te des por vencido. Estudiantes en todas partes del mundo hacen esta
transición todos los años. Yo la hice hace muchos años. Tú también la harás.

Otra cosa: No te apures. Ve lento.

Recuerda: El objetivo aquı́ es ayudarte a comenzar a desarrollar un nuevo modo


de pensar, que te será útil en muchos caminos de la vida.

Las matemáticas del colegio tenı́an que ver con hacer. Las matemáticas de la
universidad tienen que ver con pensar.

Y tres últimas palabra: Tómate. Tu. Tiempo.

Suerte :)

Keith Devlin
Universidad de Stanford
Julio de 2012

You might also like