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FUNDAMENTO DE FE.

Durante la Gran Recesión en los Estados Unidos era común ver largas filas de desempleados en las
grandes ciudades. Los largos periodos de desempleo causaron que muchos perdieran su fe en sí
mismos y en su futuro. Se sentían furiosos y humillados, y muchos vivían de la caridad. Una de mis
historias favoritas sucedió en ese tiempo. Se trata de un empleador que anunció que tenía un
empleo disponible. La noticia se difundió, y una larga fila de solicitantes se formó fuera de su
oficina para la entrevista. Su secretaria llevaba a los solicitantes a su despacho de uno en uno.
Durante la mitad del proceso, un hombre corrió desde la parte de atrás de la fila, pasó la secretaria
y entró directo a la oficina. En pocos minutos, el jefe salió con el hombre y anunció a los demás
que podían ir a casa, porque el trabajo había sido dado a este hombre. Entonces muchos
empezaron a quejarse de lo injusto que era, porque no había esperado su turno. El jefe les explicó
que durante el proceso de entrevistas, pensó en una manera más rápida de seleccionar al mejor
candidato. Como necesitaba a alguien que pudiera entender el código Morse, comenzó a dar
toques para que todos escucharan: «Si puede escuchar esto, corra inmediatamente y venga a mi
oficina. El trabajo será suyo». Todos los hombres y mujeres habían escuchado los toques, pero no
lo entendían. Sólo uno lo hizo, razón por la cual cambió su vida.

Todos, cualquiera, alguien

Todos, cualquiera, alguien La fe comienza por el oír un cierto sonido, que otra gente no puede oír.
«Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. / Pero digo: ¿No han oído? Antes bien,
por toda la tierra ha salido la voz de ellos, y hasta los fines de la tierra sus palabras» (Romanos
10:17-18).

Me gusta esta definición de quienquiera, porque todos no lo harán, cualquiera puede, pero
alguien lo hará. Jesús usó continuamente esta palabra.

Marcos 4:23-25 Reina-Valera 1960 23 Si alguno tiene oídos para oír, oiga.


24 Les dijo también: Mirad lo que oís; porque con la medida con que
medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís. 25
Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le
quitará.
Nuestro escuchar tiene mucho que ver con nuestro tener. Algunos han dicho que hay dos grupos
de personas, las que tienen y las que no. Jesús también insinuó que hay dos tipos de personas, las
que oyen y las que no. Porque la fe viene por el oír un cierto sonido. La fe viene por el oír de la
Palabra de Dios. La Palabra de Dios abre nuestros oídos al plan y la provisión sobrenatural de Dios

En 1 Reyes 18, después de una sequía de más de 3 años, el profeta Elías dijo: «Porque una lluvia
grande se oye». Él comenzó a orar en la cima del monte Carmelo, donde no había ni una nube a la
vista. Entonces oró con persistencia, hasta que una nube del tamaño de la mano de un hombre se
apareció. Frente a ese hecho, dejó atrás el carruaje del rey y, al mismo tiempo que la «abundancia
de lluvia» cayó, trajo nueva vida a la tierra. Su fe comenzó por escuchar un sonido de «abundancia
de lluvia». Nadie más podía escucharlo, pero él estaba escuchando el cielo

Elías oró con persistencia y con expectativa. Sabía que era la voluntad de Dios y que vendría la
manifestación. Hay un sonido de salvación, sanidad, liberación y bendición en el evangelio de
Cristo. El espíritu de fe escucha, cree y habla el mismo sonido. El espíritu de fe puede ser oído y
visto. La fe actúa en la Palabra de Dios, actúa porque la Biblia es verdad. Hoy, el Espíritu de Dios
está diciendo: «Si puedes escuchar esto, salta y corre a mi oficina. El trabajo es tuyo». El espíritu
de fe también requiere una actitud positiva. Una persona no puede ser negativa, estar llena de
críticas, quejarse a cada instante y, a la vez, afirmar que tiene el espíritu de fe

2 Corintios 4:13
Reina-Valera 1960
13 
Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que
está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también
creemos, por lo cual también hablamos,
El mismo espíritu de FE, pablo no solo se esta quedando con lo que escucha solamente aun
sabiendo que es de la escritura, el espíritu de fe lo lleva a creer, y a hablar, aquello que ha
escuchado y creido.

LA PALABRA DE DIOS EN SU BOCA ES COMO LA REANIMACIÓN «BOCA A BOCA» SOBRENATURAL.

Josué 1:8
Reina-Valera 1960

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Jeremias 1.9. 9 Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He
aquí he puesto mis palabras en tu boca. 10 Mira que te he puesto en este día sobre
naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar,
para edificar y para plantar.

Prob 4. 20 Hijo mío, está atento a mis palabras;


Inclina tu oído a mis razones.
21 
No se aparten de tus ojos;
Guárdalas en medio de tu corazón;
22 
Porque son vida a los que las hallan,
Y medicina a todo su cuerpo.

LAS PALABRAS DEBEN SER HABLADAS POR USTED

Si realmente usted cree que la palabra es de DIOS, usted la hablara, si no la callara y le dará mas
autoridad a cualquier otra cosa.

«Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: quítate y échate en el mar, y no
dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho» (Marcos
11:23).

«Entonces el Señor dijo: si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro:
desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería» (Lucas 17:6)

A veces las cosas se quedan en su vida hasta que se hastía de las mismas y diga que está cansado y
enfermo; allí determina las cosas que deben cambiar en su vida. Aquí Jesús usa la ilustración de un
árbol, porque mover uno requiere lidiar con las raíces que han estado allí por largo tiempo. El
árbol y sus raíces pueden representar una variedad de problemas en su vida.

Me gusta lo que Smith Wigglesworth dice en su libro Ever Increasing Faith: «Cualquier hombre
puede ser cambiado por la fe, sin importar qué tan encadenado esté». En Marcos 11:23 puede ver
que Jesús dijo que esta clase de fe funcionaría para «cualquiera» que esté dispuesto a trabajar en
«lo que sea»; en otras palabras, esto funciona con cualquiera en cualquier cosa.

Ahora note la manera exacta en que Jesús dijo esto en Lucas 17:6: «Decir a este sicómoro:
desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería». Jesús no dijo que obedecería al predicador
ungido sino a usted. Cuando lee este versículo en Marcos 11:23, se podría entender así:
«Cualquiera que dijere a este monte…
lo que diga le será hecho». Así puede ver el poder de las palabras llenas de fe, puede ver que no es
el trabajo de Dios o de alguien más el lidiar con la situación. Su montaña le obedecerá, porque
necesita escuchar su voz. Jesús no dijo que le hablara a Dios acerca de su problema sino que usted
solito le hablara al problema. Después de todo, es su montaña, o árbol, o problema, y está
bloqueando la bendición y abundancia sobrenatural en su vida. Su montaña necesita escuchar su
voz. Puede que usted piense que está esperando a Dios, pero realmente es él quien lo está
haciendo. A menudo no lo sabemos, porque no examinamos la Palabra con detenimiento. Su
montaña necesita escuchar su voz. Puede hacerlo personal y decir: «Mi montaña necesita
escuchar mi voz».

Su voz es la dirección en el Espíritu ¿Por qué es tan importante su voz? ¿Por qué Jesús dice: «Lo
que diga le será hecho»? Primero, no hay otra voz como la suya. Su voz es su dirección en el
mundo espiritual

E.W. Kenyon dijo: «La razón por la cual la mayoría de cristianos son débiles, a pesar de que son
fervientes, es porque nunca se han atrevido a hacer una confesión acerca de quiénes son ellos en
Cristo»

«Fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido» (Daniel 10:12)

Palabras mueven el cielo,

Palabras mueven su cuerpo y la creación.

Santiago 3 dice que nosotros movemos las grandes naves del mar con un muy pequeño timon, y el
que tiene el timon, las lleva por donde el quiere.

20 
Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre
Mateo 9.

desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el


borde de su manto; 21 porque decía dentro de sí: Si tocare
solamente su manto, seré salva. Pero Jesús, volviéndose y
mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la
mujer fue salva desde aquella hora.

Un conocimiento acerca de lo que representaba el manto,


representaba, cobertura, autoridad, uncion,

Ella empezó antes de recibir a creer, y a decir dentro de si


misma, aquello que estaba esperando.
Que la salvo la FE DE JESUS, o la fe de ella.
Mateo 9.
28 
Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les
dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí,
Señor. 29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a
vuestra fe os sea hecho. 30 Y los ojos de ellos fueron
abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo:
Mirad que nadie lo sepa.

GOLIATH HABLO AL PUEBLO, LOS AMENDRENTO Y


HUYUERON DE SU PRESENCIA,

LA PRIMERA BATALLA FUE CON PALABRAS, HUBO TANTA


PALABRA DE FE EN DAVID, QUE RESULTO HACIENDO
AQUELLO QUE CONFESO CONTINUAMENTE,
DEBIDO A LAS PALABRAS DE FE, EL SUPO QUE EL ESPIRITU
SANTO LE DARIA LA VICTORIA.

En Marcos 11:23, Jesús dijo: «Cualquiera que dijere… lo que diga le será hecho». Así que podemos
concluir cinco cosas de esto:

Si fuera la voluntad de Dios que la montaña estuviera ahí, Jesús no nos habría dicho que la
moviéramos

2. Si usted supiera lo que está del otro lado de su montaña, la movería. 3. Si está ahí, la puede
mover. No hay ninguna montaña en la esfera de su vida que no pueda ser quitada. 4. Su montaña
necesita escuchar su voz. 5. Si lo que tiene en su vida dependiera sólo de Dios, Jesús nunca hubiera
enseñado lo escrito en Marcos 11:23.

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