La temperatura era fría, la calle estaba vacía y yo era el único que la
habitaba, el calor de mi cuerpo me abandono al igual que el aroma de ella.
Me siento vacío en este mundo, sin su sonrisa, su mirada tierna y su
fragancia también me abandonaron.
Estoy frío ya no tengo el calor de ella, ya no tengo sus besos,
abrazos, risas... Definitivamente no tengo nada de ella, la perdí por completo.
Que imbécil soy, debería buscarla, pero ella es un tesoro difícil de
encontrar, quiero gritar su nombre a los siete vientos para ver si responde con su dulce tono, quiero encontrarla y mirarla a sus hermosos y atrayentes ojos color marrón y decirle cuanto la amo, a ella y todos sus defectos.
Decirle que todo estará bien, que no le sucederá nada malo, abrazarla y llenarla de caricias hasta verla dormida entre mis brazos... Se que nada de esto sucederá.
La perdí una vez y se que por lo que cueste no la volveré a
recuperar, quizás ya hizo su vida sin mi y ahora soy yo el que reza a las estrellas para que vuelva una vez mas y me ame como lo hizo esa ultima vez. Quiero, la deseo y sueño para que algún día volvamos hacer el uno para el otro y no unos completos desconocidos, esperare ese día como si fuera el final de mi muerte.