EL MAESTRO
FACILITADOR
El Desarrollo Humano en el aula.
Dr. Sergio Michel Barbosa
Dra. Rosario Chdvez Rios.
S&o Paulo - SantiagoCopyright 1°. Edicidn Sudamérica. Editora
Norte-Sur.
3%. Edicién Centro y Norteamérica.
S.y R. Michel-
812.0555 Pefiaflor Chile.
Tel: (01 462) 62 438 85 México.
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Registro de autor:
012513360900-1
03-2002-
CONTENIDO
Capitulo I
Educar para la vida
De Ia inteligencia a la empatia
El conflicto como drama cotidiano
en la escuela
Bullying: Acoso fisico y psicolégico
Educacién para la Paz
Capitulo IT
Propuesta de los circulos de aprendi-
zaje interpersonal (CAT)
Antecedentes
El maestro facilitador de vocaciones
La escuela y los CAI
Secuencia bdsica
Eleccién de tépicos
El maestro como modelo
Modalidades de los CAT
Los Axiomas de Watzlawick
Respuestas automdticas bloqueadoras
Capitulo IIT
De la estructura a la expresién
Estructura y reglas de los circulos
de retroalimentacién.
Manejo de conflicto
22
29
37
41
43
48
52
54
58
63
65
#3
76
82
90
94CAI confluente
El Profe Chava
El Profe Willy
Bibliografia
Capitulo IV
Historias diferentes:
96
103
104
111
INTRODUCCION.
Nuestro trabajo con maestros empezo6 con nuestra vida profesional
a partir de una tesis de licenciatura y prosiguid con contactos
ulteriores en diferentes épocas y a través de diversos talleres y
experiencias de aprendizaje. En 1998 empezamos a trabajar de
manera oficial con maestros de educacién ptiblica del estado de
Guanajuato. Al principio resultaba toda una odisea el convocar a un
grupo de ellos para llevar a cabo: primero los talleres de “relaciones
humanas", luego los de “relaciones interpersonales" que finalmente
terminarian llamdandose de “desarrollo humano".
Independientemente del nombre, la experiencia era recurrente: Al
principio asistian -como puede asistir un miembro mds del aparato
burocrdtico- un poco por disciplina, con algo de desconfianza, otro
poco con aburrimiento, algo de curiosidad, y muy a menudo con
bastante cansancio por jornadas agotadoras, turnos dobles y falta
de reconocimiento institucional. Para muchos asistir representaba a
menudo una piedrita mds en el higado por todo el trabajo que a
causa de tal asistencia se seguiria acumulando (reportes
retrasados, preparacién del proyecto escolar, preparacién del
prdximo festival, olimpiada del conocimiento, concurso de escoltas,
visita del supervisor, cumpleafios de la directora, etc., etc.) Para
algunos maestros, asistir era “de los males el menor", una especie
de oportunidad para cambiar un poco la rutina de ir a un centro de
trabajo poco estimulante.
_ Un porcentaje de asistentes a los talleres iniciales, sin embargo, al
_Galor de un clima de apertura, de confianza, y de respeto a las
diferentes formas de ser y de pensar, gradualmente permitianaflorar una dimensién que terminaba por penetrar en las fachadas
iniciales. Empezaban a surgir del interior de cada persona,
experiencias de una gran riqueza que servian de contexto para
entender su heroica busqueda por encontrarle sentido a sus vidas
como maestros y como seres humanos.
Muchos de los maestros, durante su proceso de domesticacién
institucional, habian involucionado: de ser jévenes entusiastas
egresadas de la normal dispuestas a dar lo mejor de si mismas en
cualquier comunidad lejana en el norte del estado, se habian
convertido en desvitalizados sujetos abrumados por la cultura de la
grilla magisterial y por las condiciones estructurales de un sistema
contradictorio. Los maestros que hace treinta affos brillaban a
través de sus ojos con el privilegio de enseffar a leer y aescribir, y
con la deliciosa experiencia de acompafiar en el descubrimiento del
mundo del conocimiento a un nifio de cualquier clase social: de
Pronto se encontraban escatimando su tiempo y su calidad de
diferentes maneras, por ejemplo: diseMando estancias de un afio en
algun lugar como maestro con mds horas clase, o como director,
supervisor o jefe de sector en regiones “poco atractivas" y o
lejanas para después acceder a algtin mejor lugar o a mejores
condiciones de jubilacién. Durante esas cortas estancias tan
comunes y corrientes, la escuela o supervisién en turno muchas
veces funcionaba, no como una oportunidad para dejar huella o para
participar en el maravilloso proceso de educacién para la vida:
funcionaba mds bien como un grotesco y habitual escalén para
poderse retirar 0 acomodar con un mejor salario,
Atin cuando entendemos Ia validez de la busqueda personal para
asegurar mejores condiciones materiales de vida, también
experimentamos tristeza por la forma como ello se logra y por el
costo que ello implica para la educacién del principal afectado; el
supuesto usuario numero uno de la educacidn: “el alumno".
Para mal y para bien, las escuelitas rurales se llegaron a convertir
ya sea en “hotelitos de paso" donde la educacién se llegaba a
prostituir; o también, en honor sea dicho a la verdad, a
transformarse en ocasiones en espacios andnimos y heroicos donde
brotaba como agua cristalina la generosa solidaridad humana |
promovida por innumerables maestros fieles a su vocacién.
Durante nuestro prolongado contacto con el mundo del magisterio,
ha surgido un mutuo proceso de revitalizacién. Para nosotros,
facilitadores del crecimiento, compartir su espacio y también sus
modestos sueldos, no ha sido para nada sacrificio inmolador, ni cosa
por el estilo; ha sido un verdadero privilegio. Una de las
experiencias mds estimulantes ha sido la de ser testigos de los
procesos de evolucién de los maestros valientes y heroicos
buscadores del crecimiento. Los maestros que han entendido que
mds que en cualquier otra profesién, es su persona el principal
instrumento, es su capacidad de promover su potencial como
personas lo que finalmente se traduce de manera natural en la
funcidn de ser facilitadores del desarrollo de sus estudiantes. Un |
maestro, en la busqueda de su propio crecimiento como persona,
eventualmente deja atrds estados de conciencia mds primitivos -
estados de conciencia donde la persona se siente un objeto de una
estructura que lo hace experimentarse a si mismo como victima de
sus circunstancias y que lo enreda en pequefiitas y estériles luchitas
de poder entre sus hermanos de gremio -como las hermanas
gaviotas de Juan Salvador 1
‘
1 Juan Salvador Gaviota es un personaje creado por el Bach
escritor-fotégrafo, cuya misién fue descubrir y desarrollar formas
de yuelo insospechadas.Los maestros que un dia se encuentran listos para trascender la
conciencia primitiva (de primer orden) ya no ven a la “Secretaria”
como ese ente ajeno y estéreo compuesto por funcionarios
igualmente inconscientes: Cada maestro se ve a si mismo, por el
contrario, como parte corresponsable de una Secretaria donde a
cada quien le toca, independientemente de las decisiones de arriba,
ser leal consigo mismo y con la educacién “centrada en la vocacién y
en el desarrollo humano del estudiante" cuya prdctica no requiere ni
del permiso ni del aplauso. A esos maestros va dedicado este libro,
a aquellos que aunque a veces se encuentran enredados con
miltiples juegos de sobrevivencia y de poder que los alejan de su
misién, también estén desarrollando un espacio en su corazén lo
suficientemente abierto como para intuir, como lo ha sostenido
Jarquin, que solo promueve a ser aquel que-es: En otras palabras,
este libro esté dirigido a quienes estan dispuestos a considerar que
la mejor manera de mejorar la educacién, la mejor manera de
promover en sus alumnos seres més sanos, més respetuosos, mds
libres, y mds preparados para la vida; es siendo, ellos mismos
mejores personas; mds sanas, mds concientes y mds libres.
A manera de pretexto este libro, por ultimo, sirve como material de
apoyo a los cientos de maestros - facilitadores graduados y
certificados por el “Sistema Estatal de Educacién para la vida y el
Trabajo”, en su proceso de preparacién permanente como
promotores del desarrollo humano. Va pues esta obra como un
mensaje de aprecio y respeto profundo para aquellos cuyo mayor
mérito es finalmente certificarse a si mismos a través de su
testimonio como “Facilitadores del Aprendizaje".
Sergio y Rosario Michel.
El Capulin de Bustos Gto.
2°. Ed. Marzo 2005. 3
CAPITULO I.
EDUCACION <éPARA LA VIDA?
En los dltimos afios del siglo veinte, se ha iniciado en el campo de la
educacién, un fuerte cuestionamiento al impacto que la educacién
escolarizada ejerce en los recursos de las personas adultas
graduadas tienen para enfrentarse a la vida real. Trueba (1989)
menciona dos productos que la labor educativa deberia
Ininimamente lograr para considerarse exitosa en su misién de
preparar para la vida": la capacidad de expresién y la capacidad d
relacionarse interpersonalmente. ; :
Desgraciadamente, la ausencia de una cultura participativa en el
salén de clase, hace que el informe de la UNESCO, elaborado por
Jaques Delors en 1996, se quede en una buena intencién oeiteened
alejada de la practica educativa cotidiana. Los tres grandes retos
de la educacién consignados por el equipo de Delors: aprender a
hacer, aprender a aprender, y especialmente importante, en el
Gontexto de este libro, aprender a ser y a convivir, no son séle algo
romdntico y deseable desde el punto de vista del deistirlto de i”
pats y de una aldea global. Son “algo” urgente e inaplazable, si se
quiere como humanidad reducir la brecha entre el isonibrese
desarrollo cientifico-tecnolégico frente al subdesarrollo de |
persona, de su conciencia y de su libertad interior.
En un trabajo publicado en 1981, Erick Fromm ya referia algo que
desafortunadamente sigue siendo vdlido en los albores del feiuch
Milenio: "...s/ bien estamos viviendo técnicamente en la era atémica,
la inayoria de los hombres - incluidos aquellos que estén en e/ peels
» viven ain emocionalmente en la edad de piedra".EDUCACION EMOCIONAL Y RELACION HUMANA
anterior hemos vinculado Ia idea de “esencia"
2002). Para Zukav (1991) el camino
hacia el descubrimiento y desarrollo de la esencia o “alma” del ser
humano, se recorre necesariamente, antes que con la razén y la
comprensién intelectual, a través del contacto con los propios
sentimientos. Desde nuestra perspectiva, la educacién formal o
informal en ultima instancia cumple su misién, sélo en la medida que
\ se convierte en un recurso para el encuentro de cada persona,
\ estudiante de la vida, con sus carismas e intereses personales mds
\ profundos, es decir, con’su vocacién individual.
Yo en algtin trabajo
con la vocacién (Michel y Chévez
A su paso por la escuela, es decir, a través de su experiencia como
“estudiante”, el joven, paraddjicamente, va perdiendo cada vez mas
el contacto con su propia vocacién. Ciertamente en la escuela se
promueven diferentes tipos de aprendizajes, algunos interesantes,
otros ttiles, importantes y hasta divertidos, sin embargo, la
mayoria de ellos son absolutamente lejanos a los intereses vitales
del estudiante, y totalmente irrelevantes para su vida futura. Asi,
excepto cuando se trata de representar a la escuela en uno de esos
concursos enciclopedistas del radio, la tele o de la Secretaria de
Educacién - para el caso da lo mismo -, las ensefianzas de la escuela,
més alla de ser un instrumento para competir y obtener la
aprobacién y el aplauso de los demés, representan para la mayoria
de los alumnos algo de muy poco interés intrinseco.
Fierro (1999), ha sostenido que la calidad educativa depende en
\dltima instancia de la relacién pedagégica, es decir, de la relacién
v \humana entre el educador y el educando.
En 1990, Salovey y Mayer habian propuesto el término de
“Inteligencia Emocional" para referirse a aquellos elementos de la
inteligencia social" claves en el éxito de las personas cuando al
graduarse de la escuela, se enfrentan las dimensiones social, laboral
y familiar del mundo “real” (ver Goleman 1998). ;
El interés reciente de la comunidad educativa por la inteligencia
emocional es entendible a partir de una observacién fdcilmente
verificable: Existen personas que en su época de estudiantes
obtuvieron altos puntajes en la aplicacién de las tradicionalmente
Hamadas pruebas de inteligencia. Muchos de estos estudiantes
brillantes lograban altas calificaciones en sus materias curriculares
sin embargo, bastantes no lograron tener éxito en su hia
profesional, y atin mds, una proporcién significativa de estos
jévenes promesas, Ilegaban eventualmente a padecer serias
dificultades para e: i
stablecer relaciones const: i i
ructivas en
personal. “—
De hecho, los adultos con un nivel pobre en su calidad de vida
provienen de un amplio rango de calificaciones escolares: brillantes
Glgunas y desastrosas otras. Existe paraddjicamente, una
forprendentemente alta proporcién de personas adultas ean una
buena calidad de vida y una pobre historia escolar.
relacién entre rendimiento académico, calidad de vida adulta
luctividad, es en todo caso bastante pobre, demasiado Het
imo. para justificar la desproporcionada cantidad de recursos
financieros y humanos, de la educacién escolarizada ptblica y
vada, invertida en la ensefianza pasiva y memoristica de
1contenidos totalmente irrelevantes a los intereses vitales de los
estudiantes.
No es un secreto que el aprendizaje generado en la escuela, (a
excepcién de la lecto-escritura y de las operaciones bdsicas de
matemdticas) sirve sélo como patética ilustracién de lo que Rugarcia
ha llamado “el culto al conocimiento". La mayor parte de la
informacién “asimilada" durante gran parte de la educacién
escolarizada, todavia en los albores del tercer milenio,
desgraciadamente poco contribuye para que el “estudiante
graduado" funcione de una manera mds satisfactoria y productiva,
es decir, mds autorealizante en su vida adulta.
Resulta especialmente triste observar casos de adultos que durante
su vida escolar alimentaron la expectativa de llegar a ser “alguien
en la vida" -con todo lo difuso y ambiguo de esta expresién-, para
finalmente enfrentar una cruda realidad: el éxito académico no
garantiza en lo absoluto la qutorrealizacién en la vida adulta. Estas
personas, obsesivas del “estudio centrado en las calificaciones" se
sienten de pronto engajiadas, decepcionadas, y confundidas ante la
inesperada y arrolladora realidad que las confronta con crueldad.
Descubren tarde o temprano que todo ese tiempo invertido en
estudiar compulsivamente para lograr el efimero reconocimiento de
los adultos, y ocasionalmente de sus compafieros, ha resultado ser
una inversién triste y estérilmente costosa.
Muchos de estos estudiantes, en algin momento, dejan de
desarrollar su capacidad de contacto: Dejan de crecer en su
habilidad para relacionarse con los demds de una manera
disfrutante, cémoda y respetuosa. En el nivel micro-social dichos
estudiantes brillantes convertidos en adultos, llegan a ocupar
diversos puestos importantes; pueden ser Secretarios de Salud o
de Agricultura, pueden ser directores de Recursos Financieros 9
12
Jefes de Departamento, pueden asi mismo, ser pdrrocos,
directores de escuela o de formacién religiosa.
Aunque estos egresados, del sistema educativo aprobados en todo
menos en inteligencia emocional, sean técnicamente excelentes,
adolecerdn de una gran incapacidad para disfrutar la vida para
enfrentar y resolver adecuadamente los innumerables conflictos
cotidianos de la vida familiar, social y laboral. Para cualquier
observador con mediana sensibilidad es facil percibir como en los
diferentes niveles de jerarquia empezando por los miembros de
gabinetes presidenciales, 0 estatales, pasando por las diferentes
direcciones de gobierno: 0 de empresas y organizaciones, en
absolutamente todos los niveles existe, en diferente idosia la
incapacidad de ejercer un liderazgo promotor simultdneo ‘del
desarrollo humano y de la productividad creativa.
La forpeza para relacionarse de manera “facilitadora" con los
deméds, adquirida por muchos lideres durante su propio proceso
educativo" es como un dcido implacable y corrosive que va minando
el impacto de grandes proyectos que tedricamente, dados los
retursos materiales técnicos y humanos involucrados, parecieran
estar destinados a un éxito seguro. Dichos “lideres de limitada
inteligencia emocional" de manera gradual. e imperceptible
ejercerdn sus funciones atropellando, lastimando y deteriorando la
confianza y seguridad en el interior de su equipo de trabajo, hasta
llegar al punto de construir un clima de inseguridad peiedldgica
donde florecerd el chisme, la grilla, la comunicacién criptica y la
falta de libertad para expresar opiniones y puntos de vista. En ine
terreno fértil de la desconfianza, la comunicacién y la informacion
potencialmente util dejard pronto de fluir. La organizacién seconvierte entonces en un sistema cada vez mds cerrado, y cada vez
menos “inteligente".
En el largo plazo uno de los cdnceres que destruye la fuerza
transformadora de un proyecto inicialmente esperanzador, empieza
a expandirse a partir de aquellas personas en funcién de liderazgo,
con uno de dos perfiles:
a) Aquella “esencias habitada" o aquel “campo noni 3
sumamente capaz de leer la mente de sus superiores para ecir,
a prdcticamente todo que si, sin cuestionar, sin opinar, sin
aportar algo de manera constructiva. Aquella persona que en un
instante se convierte en el ser mds indiscriminadamente sumiso
y condescendiente ante cualquier Sugerencia, orden, oa
trdtese igual de estupidez que de genialidad- que provenga de
jefe ... y al instante siguiente, ante la presencia de un
subordinado, de pronto surge como la persona mds autoritaria
cuando se trata de dar érdenes e imponer cualquier cosa,
brillante o inoperante, que de arriba le sugieren. Estos lacayos -
autoritarios son una bendicién para el jefe chiquito, solo en el
corto plazo, pero para la organizacién en el largo plazo, son los
responsables del deterioro gradual de la esperanza de un
proyecto.
Aquellos con una gran disposicidn a tomar cualquier desacuerdo
como una afrenta personal, como una falta de respeto (motivo
por el cual adoptan una postura defensiva y se resisten
sistemdticamente a incluir en su inventario de posibilidades,
puntos de vista diversos sin importar que provengan de arriba o
de debajo de la jerarquia).
b
>
Cualquiera que sea su perfil, muchos de los lideres de estos
proyectos, son personas brillantes egresados universitarios,
14
aprobados académicamente pero reprobados en los indicadores de
relacién humana. Son personas generalmente inteligentes y bien
intencionadas, que de pronto se encuentran en posiciones de poder
ante una pseudodisyuntiva: O son suaves y comprensivos y pierden
asi toda su autoridad ante sus subalternos: o son duros y rigidos
con el fin de mantener la autoridad moral de “su” organizacién.
Ya Platén 350 afios antes de Cristo en su libro “La Republica"
distinguia tres clases importantes en la Sociedad: comerciantes,
militares y gobernantes. Para Patén los gobernantes requerian el
mayor grado de desarrollo personal. En otras palabras un
gobernante tendria que pertenecer a la maxima categoria de
desarrollo considerada en aquel tiempo -la de los fildsofos- para
sdlo asi ser plenamente capaz de tomar las decisiones mds sabias.
Cuando Sécrates el gran maestro de Platén quiso ser corrompido,
prefirié tomar la cicuta para no prostituirse.
Los maestros tenemos un compromiso moral con la educacién. No
podemos mds abstraernos de nuestra responsabilidad como
potenciales cémplices de una educacién corruptora donde en aras
de un “programa” muchas veces terminamos olvidando lo mds
importante: el desarrollo de la persona de nuestros alumnos. El
espiritu del sistema educativo “platénico” finalmente estaba
dirigido, en la concepcién el sabio de la antigiiedad, a formar
‘liderés filésofos". Después de veintitrés siglos todavia tenemos
multiples ejemplos de brillantes militares, mejores comerciantes y
pobres filésofos en funciones de gobierno. Existen miltiples
versiones de Hitler que en su tiempo, hay que decirlo, creia
honestamente que los bolcheviques totalitarios, con sus campos de
concentracién siberianos, amenazaban la integridad alemana. Por
alguna razén la asociacién bolchevique-judio, fue vendida a través: ind
del partido nazi que finalmente en sus propios campos extermin
“nada mds" a seis millones de ellos.
desarrolladas se dedican finalmente de
Las pequefias conciencias no é
oa “hacer el bien" tomando medidas en
la manera mds “honesta" a
legitima defensa de sus intereses.
Un gobernante para ejercer con sabiduria ha de ser, diria ee
filésofo y no comerciante ni militar. ‘En ynuestnas sis * i
educativos no estamos promoviendo el espiritu del ifiloso 0",
estamos promoviendo Ossamas Bushes, Sadams, y nampa
politicos peleoneros-, adictos de poder. Los maestros tenemos “
largo camino por recorrer y hemos de empezar por nuestra prop
casa", pues “solo promueve a ser aquel que es".
Las personas que durante su preparacién académica se arenes
para ser “lideres” - cualquier maestro, atin a su pesar, es un : ler
educative - pero no crecieron en los aspectos _—- e
interpersonal, serdn adicionalmente pobres promotores de lo que
Coleman llama capital social.
Cuando un lider desde su propio desarrollo Y conciencia personal -
es capaz de promover la “variable mds importante del mente
social”: /a confianza y cuando ésta no forma parte del mesa de
un pais, de una cultura, 0 finalmente de cualquier grupo de trabajo,
los proyectos programados tendrén inevitablemente resultados
pobres en el largo plazo, a pesar de la abundancia y calidad de
recursos humanos y materiales (ver Fukuyama 1996)
DE LA INTELIGENCIA A LA EMPATIA.
En la cultura occidental se ha creado un culto a la inteligencia
convencionalmente asociada con el término de coeficiente
intelectual o “CI". Durante el siglo veinte fueron ampliamente
utilizadas entre la comunidad de psicémetras las ya cldsicas
pruebas de Binet, de Raven, de Wechsler, y posteriormente otras
de aptitudes diferenciadas como el D.A.T., que evaluaban la
capacidad intelectual ya sea a partir de un supuesto elemento
comtin (factor G) 0 de la diferenciacién de capacidades mds o menos
independientes entre si.
Era comtin, como ya se sugirid, encontrar personas con ese tipo de
brillantez intelectual evaluadas por las pruebas de inteligencia, que
sin embargo adolecian de una gran dificultad para relacionarse de
manera satisfactoria en la vida.
Nancy Gibbs en 1995 sugiere, por ejemplo, que apenas un 20 por
ciento del éxito personal en la vida es atribuible al factor
convencional de inteligencia o CI. En el mismo afio, Daniel Goleman
popularizé el término de Inteligencia Emocional; con él se referia ai
conjunto de caracteristicas -tradicionalmente desdefiadas por los
expertos del rendimiento- responsables en gran medida del
restante 80 por ciento necesario para funcionar satisfactoriamente
en los diferentes contextos del quehacer humano. Este tipo de
inteligencia emocional supuestamente responsable de gran parte
del funcionamiento exitoso en la vida, incluye tres elementos:
control adecuado de la impulsividad, capacidad de reconocer las
propias reacciones emocionales y sentimientos, y finalmente la
habilidad de percibir los estados y climas emocionales de las
personas y de los grupos (ver Goleman 1996)—
Ciertamente resulta simplista reducir el asunto de la inteligencia a
los porcentajes que la inteligencia emocional o la inteligencia
“intelectual” contribuyen para el “funcionamiento exitoso" del ser
humano. Sin embargo, es por lo menos contradictorio que a la luz de
los estudios recientes que confrontan seriamente el mito del
coeficiente intelectual como predictor de éxito, se siga apostando
sélo a la parte racional, y sdlo sean tratados de manera tangencial
tanto en los programas de capacitacién laboral como en los de
educacién formal los tres aspectos de la inteligencia emocional:
contacto emocional con uno mismo, empatia y control de impulsos.
El principio de Paretto relacionado con la ineficiencia humana,
sugiere que en la vida, el hombre llega a invertir el ochenta por
ciento de su energia en actividades con un impacto de apenas el 20
por ciento, mientras solo el 20 por ciento de su energia invertida
incide en el realmente mayoritario 80 por ciento. Es por ello
paraddjico que aunque los objetivos “teéricos" de la educacién y la
formacién profesional y laboral apuntan hacia un modelo de ser
humano implicitamente capaz de resolver sus conflictos
interpersonales de manera constructiva y enfrentarlos como
oportunidades para su propio desarrollo, en la realidad la aplicacién
de los programas educativos y formativos encaminados hacia dichos
fines nada o casi nada tienen que ver con la obtencidn de dichos
logros.
En equipos de trabajo formados por personas individualmente
duefias de un gran potencial, es comtin encontrar de manera
penosamente reiterativa, cémo la intolerancia e incapacidad para
trascender las diferencias, resulta en conflictos deficientemente
manejados, que gradualmente terminan con la productividad de los
grupos, y con la armonia en. las relaciones interpersonales. Estos
déficits en la capacidad de integrar las diferencias, llegan
finalmente a extinguir la satisfaccién existencial en la realizacién
del trabajo comunitario. Asi, con dolorosa frecuencia se repiten los
fracasos emanados de_ conflictos “sub-resueltos" donde
aparentemente uno gana y el otro pierde, pero en el largo plazo las
dos partes terminan perdiendo. Importantes proyectos Ilevados a
cabo por personas valiosas que en busqueda de la “Calidad Total"
pasan por alto que ésta, dificilmente es posible sin calidad personal
\Si!, la calidad total es imposible en una cultura que enfrenta tt
evade- el conflicto inherente a la relacién humana desde
postura de desconfianza y de invalidacién del otro. S
Existen también afortunadamente, como modelos de aprendizaje
grupos sin grandes estrellas individuales pero con un gran pad
de impacto gracias a su capacidad para desarrollar un sentido de
Comunidad que se comunica” (S. Peck, 1987). Las condiciones que
permiten la existencia de este tipo de comunidades tiene mucho -
ver con el desarrollo de una cultura de grupo capaz de Goskace
crecer con cada “oportunidad disfrazada de conflicto” a nara de
Una postura de tolerancia y respeto a las diferencias.
El desarrollo de condiciones de tolerancia y respeto no representan
simplemente un discurso sobre determinada postura valorativa de
las relaciones humanas; representa un requisito indispensable para
el descubrimiento y promocién del potencial de excelencia de |
grupos y de las personas. ia
Afortunadamente existen en el contexto educativo algunas
experiencias educativas esperanzadores en México. En la década de
19los noventas por ejemplo, se desarrollé un proyecto amado siglo
XXI en Ciudad Judrez (J. Portilla, 1992) para elec crore) a los
mejores estudiantes de su generacion. Esta aportacion innovadora
trasciende el modelo de los trillados concursos y “olimpiadas del
conocimiento”. El proyecto siglo XXI representa un viraje
significative aunque humilde, en la busqueda de nuevos paradigmas
en la educacién: Incluye en el perfil del alumno modelo seleccionado,
como un indicador importante, la capacidad demostrada del Joven
para relacionarse de manera respetuosa y a la vez auto-afirmativa
con sus compafieros y maestros.
En el Estado de Guanajuato por otro lado existe una instancia cuya
funcién ha sido acreditar habilidades y perfiles laborales po
adquiridos académicamente, entre los que se encuentra el de “el
facilitador del aprendizaje". La obtencién de una cédula como
facilitador, requiere por parte del aspirante -usualmente maestro-
el dominio de una herramienta bdsica Los Circulos de Aprendizaje
Interpersonal (CAT y CR) que promueven en el salén de clase un
clima de seguridad psicoldgica, es decir de acepraeiey respeto y
confianza. El ejercicio de esta “técnica” que sera descrita con
mayor detalle mds adelante, esté basado en la experiencia de
compartir vivencias personales significativas.
Nuestra experiencia con el proyecto CAT nos ha mostrado que la
sola prdctica de compartir en un clima de respeto, representa una
oportunidad invaluable, para quien expresa, de reconocer, aceptar y
poseer sus propios sentimientos; asimismo, para quien escucha, la
misma vivencia ofrece la oportunidad de aprender acerca del
prédjimo acerca de sus experiencias de dolor, logro, descubrimiento,
frustracién, etc.
20
En la busqueda de programas mds congruentes con el objetivo de
educar para la vida, atin queda un largo camino. La capacidad de
empatia, el manejo y comunicacién de los propios sentimientos, y la
capacidad de enfrentar la frustracién de manera proactiva
(Goleman, 1995, 1998; Lafarga, 97; Larios, 1996) son esenciales
cuando se aspira a promover a las generaciones futuras en la
direccién de: una relacién de pareja, de familia y de comunidad mds
estimulante, respetuosa y satisfactoria; de una sociedad mds
participativa, productiva, solidaria; y en términos generales; de una
mejor calidad de vida.
Rogers (1951) fue el primer terapeuta-investigador que incluyé la
empatia de una manera explicita como elemento facilitador del
crecimiento humano. La empatia, en el contexto educativo estimula,
segtin Rogers, el establecimiento de un clima de seguridad
emocional o psicoldgica que a su vez permite al estudiante canalizar
su energia y su atencidn a la exploracién y experimentacién del
aprendizaje significativo (ver Lafarga & Gémez del Campo; 1978,
1986). La prdctica docente en la mayoria de los centros educativos
es bastante contrastante con esta propuesta de la Psicologia
Humanista. El alumno en lugar de concentrarse en recibir, construir
y asimilar los elementos significativos y titiles que la escuela ofrece,
esta mds preocupado en dar una buena impresién y en evitar, por
todos los medios licitos ¢ ilicitos a su alcance, exponerse al ridiculo
y al rechazo de sus compajieros y maestros. Lastimosamente para el
estudiante es mds importante su imagen frente a sus compajieros y
maestros, que la oportunidad de disfrutar el goce inherente al
aprendizaje y al descubrimiento. El alumno se gradua finalmente de
la experiencia escolar por lo menos con una habilidad bastante
desarrollada; la de manipular, la de causar una buena impresién, la
de conseguir una nota, la de igualar -como si fuera en una ecuacidn-
la aprobacién externa con la valoracién personal.
aUna de las excusas mds frecuentemente esgrimida para marginar
de los beneficios de los programas de salud mental y (0)
crecimiento personal a la poblacién escolar es la ausencia de
profesionales capacitados. Resulta insuficiente el ndmero de
psicdlogos y orientadores vocacionales con un dominio suficiente de
herramientas prdcticas para estimular una verdadera educacién
para la “vida de calidad".
El Unico espacio para el desarrollo personal de los estudiantes,
disponible en las escuelas de nivel medio, fue en un tiempo a través
de la materia de Orientacién Educativa y 0 Vocacional, cuya
prdctica frecuentemente se limitaba a la exposicién durante une
hora a la semana, de una charla mds o menos interesante o mas o
menos aburrida sobre temas relacionados con las profesiones, los
hdbitos de estudio y a veces hasta la educacién sexual. Por su
irrelevancia, a finales de la década de los 90's desaparecié en
México de los programas oficiales la materia de Orientacién y con
ella la figura de los orientadores como tales. Rostenionmente
algunos estados, de manera individual, han rescatado la funcién del
orientador en un intento de llenar un vacio importante en la
educacién media.
De cualquier manera, con frecuencia existe un auténtico interés por
parte del maestro, del prefecto de disciplina, o del orientador
reubicado, por hacer de su labor algo significativo para el alumno.
Sin embargo, el clima de distancia psicolégica y desconfianza
institucionalizada producto de un estilo de relacién alimentado a
través de largos afios de escolarizacién, suele ser poco estimulante
del didlogo y del intercambio de ideas, de cuestionamientos, de
dudas, y desde luego, ni que decir, de sentimientos. El maestro con
vocacién para fomentar el desarrollo personal de sus estudiantes en
el contexto de la escuela, encuentra totalmente insuficiente su
pura buena intencién. No basta la buena voluntad del maestro;
igualmente es insuficiente la presencia de un genuino interés por
escaparse del juego de poder y desconfianza ya establecido por
inercia ancestral en la relacién maestro-alumno.
De la misma manera que un padre armado de todas las ganas del
mundo para penetrar y conocer el corazén de su hijo adolescente, el
maestro tampoco podrd acercarse y conocer lo que realmente
siente y piensa su alumno si todo lo que tiene en su repertorio es un
costal con muchos kilos de consejos, sermones, criticas y juicios. El
ingrediente finalmente insustituible capaz de promover un clima de
seguridad psicoldgica en cualquier tipo de relacién (pedagdgica o
familiar) es la escucha empdtica incondicional.
Por otro lado, para complicar atin mds la busqueda hacia la
humanizacién educativa; existen -abrogdndose la funcidén de
propietarios exclusivos de la salud mental- algunos miembros del
gremio de profesionales de la Psicologia y la Psiquiatria, totalmente
convencidos de Ic conveniencia de dejar al margen de la prdctica del
Desarrollo Humano a los “no - especialistas". Estos paladines de la
exclusividad profesional pretenden excluir al maestro, del proceso
de busqueda, activa y comprometida, de la salud mental, no sdlo en
Sus aspectos de tratamiento, sino en ocasiones también en aquellos
puramente preventivos o de desarrollo emocional. :
En el nivel de educacién bdsica, la posibilidad de promover espacios
para el desarrollo personal en Ia linea de la inteligencia emocional,
es atin mds limitada que en los niveles medios. En México millones de
nifios pasan por la escuela primaria para vivir lo que hemos llamado
la INVERSION TRAGICA, esto es: El nifio al entrar a la escuela
primaria tiene por lo general, un nivel aceptable del factor “ACE"
(autoestima creatividad y espontaneidad), y por otro lado, un pobre
nivel de informacién aunado a un apenas incipiente desarrollo de
habilidades académicas; cuando termina su educacién bdsica la
23relacién ya se ha invertido, ahora le quedan apenas despojos de
ACE, 0 cambio de mucha informacién, que con frecuencia y para
colmo de males después de apenas unas cuantas semanas del
examen resulta dificilmente recuperable.
El maestro comprometido con la educacién de los nifios, y de los
jévenes, no puede darse el lujo de renunciar por falta de
“preparacién académica formal", al privilegio de promover el
desarrollo integral de sus estudiantes. En la transmisién de valores,
y en la promocién - u obstaculizacién - del desarrollo personal, es
imposible que el maestro, atin a pesar suyo, simplemente
“permanezca al margen”. Un maestro no puede decir:
- Como no es mi drea, yo no me meto con cuestiones del desarrollo
emocional y afectivo de mis alumnos, yo me limito a lo que es mi
campo, me limito.a lo académico...
En la promocién de la salud mental, en el contexto educativo, no es
posible la neutralidad. El maestro-a, con o sin conciencia de
cualquier manera funciona, ya sea como promotor, o como
bloqueador del desarrollo personal de sus estudiantes. El maestro
simplemente no se puede sustraer a ser, en alguna proporcién,,
facilitador 0 dificultador del crecimiento humano de sus alumnos. El
llamado “curriculo oculto" - transmitido simulténeamente con un
Programa escolar formal - involucra a todos aquellos aprendizajes
que tienen lugar, no a través de la transmisidn de contenidos, sino a
través de los “cémos", es decir a través de la relacién que el
maestro establece con sus alumnos. Por ser la persona del maestro
el principal instrumento educativo, el magisterio es necesariamente
una de las profesiones que requieren “mds vocacién".
24
Los maestros, para bien o para mal, somos un modelo importante de
inteligencia emocional Para nuestros estudiantes. Funcionamos como
modelo a través de la manera de relacionarnos con el otro: a través
de nuestra forma de escuchar, de poner limites, de expresar
nuestras molestias, etc.
Nuestra funcién formativa la ejercemos con nuestra manera
respetuosa o devaluadora, clara o confusa, directa o indirecta,
personal o impersonal; la ejercemos con nuestra forma de expresar
nuestro afecto, nuestros acuerdos y desacuerdos; la ejercemos
finalmente con nuestro estilo de pedir, de dar, y en general, de
comunicarnos con el otro. Es a través de nuestras relaciones
Cotidianas como inevitablemente transmitimos y damos testimonio
de determinadas formas de ser. Asimismo, a través de nuestro
modo de operar, transmitimos valores o antivalores, transmitimos
rechazo o respeto, confianza o desconfianza, amor o desamor, etc
(R. Chdvez 2001) sone,
Un evento tan cotidiano en el Proceso educativo como es el poner
limites, 0 cumplir una Consecuencia, se puede hacer de muchas
maneras: con rechazo y devaluacién a la Persona; con respeto y
aprecio, con transparencia y honestidad: con manipulacién y engajio;
como algo traumdtico y brutal; o como algo constructivo y
facilitador del cambio: etc.
Durante el proceso de “cocinar" su metodologia participativa de los
Circulos Mdgicos, Ubaldo Palomares, uno de los pioneros en el campo
del Desarrollo Humano Educativo, cita una conversacién con el
Psicdlogo clinico Harold Besell, uno de sus colaboradores iniciales:Mira, todo este asunto de la prevencién ha sido bastante
importante para mi desde hace mucho tiempo, y tengo ganas de
hacer algo. La psicoterapia me parece a mi que es algo que muchas
veces Iega un dia tarde a la cita y es ademds demasiado cara, Es
decepcionante, y muy molesto tratar pacientes dia tras dia en
psicoterapia cuyos problemas pudieron haberse evitado, Los
traumas pudieron haber provocado algunos de sus problemas, pero
todo mundo ha experimentado traumas.
Los problemas de mis pacientes resultan en gran medida no de fo
que les pasé, SINO DE LO QUE NO LES PASO. A ellos les falté
aprender algunas importantes lecciones acerca de la gente, de la
vida y de ellos mismos. Ellos simplemente no tuvieron las
experiencias adecuadas que necesitaban. No sdlo es el hecho de que
la psicoterapia resulta terriblemente costosa. Me preocupa toda
esa gente que anda por ahi, que necesita ayuda pero que no puede
financiarla, Me gustaria contribuir con mi conocimiento de sicologia
a algiin tipo de plan o programa preventivo-educativo..(Palomares
1980, pag. 17)
Cualquier maestro que se considere a si mismo, un facilitador del
aprendizaje, puede constatar mediante la aplicacion de un
sociograma, 0 a partir de la simple observacidn, la existencia en
cualquier salén de clases, de nifios aislados, retraidos, por no
mencionar a los distraidos, agresivos, juguetones, platicadores,
“mentirosos", etc. etc. Cualquiera que sea el sintoma observado por
el maestro, la “medida” correctiva (de primero, segundo o tercer
grado) aplicada va a depender en gran medida no tanto de la
formacién técnico pedagdgica como de algo mds intangible: el propio
grado de desarrollo humano del maestro.
26
EL CONFLICTO COMO DRAMA COTIDIANO EN LA
ESCUELA
En cualquier escuela del pais y del mundo, existen nifias y nifios que
han aprendido paulatinamente, sin saber cémo, a vivir con
resentimiento y a comportarse de manera hurafia y agresiva.
Martha X. por ejemplo, una nifia de sexto afio de primaria, un dia sin
previo aviso se encontré con la novedad de Ia ley del hielo de parte
de sus hasta entonces “intimas amigas". Martha no se explicaba esa
repentina frialdad de quienes hasta hace una semana habia
considerado sus mejores amigas.
Por otro lado Laura, Tere y Rosy estaban cansadas de la actitud de
Martha. Segtin ellas, era una presumida y “sangrona". A veces
cuando le pedian algo, Martha respondia con un leve gesto de
incomodidad “por tener que prestar sus cosas". Después de
maltiples gestos sutiles, las tres amigas decidieron unilateralmente
comunicarle a la pequefia presumida su molestia, de la Unica forma
conocida por ellas. Las nifias habian aprendido de sus padres y de
otros adultos cercanos, la manera comtin y corriente de enfrentar
el conflicto, es decir, indirectamente y a través de no hablarle. Las
hifias simplemente habian reproducido aquel viejo principio de “lo
que no se habla, se actia". El problema de este mensaje -que
finalmente es sdlo una versién infantil de la manera adulta de
resolver muchos conflictos- estd en que la ofensora no sélo termina
sintiéndose lastimada y confundida, traicionada inexplicablemente
por sus amigas; termina desperdiciando la oportunidad de la
retroalimentacién; termina sin aprender nada de su experiencia;
termina finalmente consolidando una actitud defensiva ante la vida
y destinada a cometer el mismo “error", tropezarse ante la misma
piedra una y otra vez hasta la edad de los 85 afios.
27Una manera alternativa a esta forma ancestral de “manejar" en
lugar de “aprender del conflicto -de regreso con nuestra historia-
surge cuando se llega a establecer entre las cuatro nifias en
“problemas”, un clima de respeto donde Martha pueda entender la
experiencia de sus compafieras no como algo amenazante; donde
Martha pueda recibir la percepcidn de sus compajieras no como algo
dicho con la intencién de hacerla sentir mal y de hacerla cambiar,
simplemente como una vivencia compartida. La propuesta de este
libro tiene que ver con la busqueda de condiciones donde las
innumerables Marthas que pasan cada afio por un salén de clase, al
menos temporalmente, en lugar de percibir juicios y sermones, vivan
la experiencia de ser escuchadas y a partir de ello, tengan acceso a
una de las lecciones mds importantes para la vida: estar dispuestas
aabrir su corazén y entender que ellas en la piel, en la conciencia y
desde la historia de “la adversaria" habrian sentido y actuado
exactamente igual.
Cuando se da la magia de escucharse con respeto y con aceptacién,
las nifias se enriquecen y aprenden de la experiencia propia y de la
ajena, Martha por ejemplo puede aprender cdémo sus gestos y su
conducta de alardear son percibidos por sus compafieras: se da
cuenta como ellas se alejan al sentirse rechazadas ante dichos
gestos y alardes. Por otro lado las tres arnigas llegan a entender
que a Martha, su padre le regalé unos Idpices de colorear
comprados con mucho esfuerzo y le dijo que no los prestara, porque
si lo hacia, se los iba a recoger: la nifia Martha ante esta situacion
se sentia forzada, dividida ante sus amigas, se sentia presionada
por su mamé por un lado, y por sus amigas por el otro. Ellas, por su
parte, solamente veian los gestos de Martha pero no tenian idea de
su experiencia interna.
28
NACIDA PARA TRAVESEAR
Chela como le decian sus compafieros, tenia en su curricula el haber
desfilado por cuatro escuelas en un lapso de cinco aiios. Los adultos
directores y maestros, de las escuelas por donde la nifia Graciela
pasaba, coincidian totalmente en clasificarla lapidariamente como
una estudiante conflictiva y problemdtica. La tnica solucién
recurrente y tristemente pobre de dichas escuelas, con sus
maestros y directores celosos cuidadores de la disciplina y
cazadores implacables de “manzanas podridas", era la separacién o
expulsién de la nifia problema.
En una ocasién Chelita fue invitada a jugar en la casa de Lolita
Chdvez, una de sus recientes amigas, Para pasar el rato de manera
constructiva a las dos nifias terroristas se les ocurrié ejercer su
creatividad y divertirse sanamente tocando timbres y corriendo
por toda la cuadra. Hacia cuatro afios que la familia Chavez vivia en
el barrio, y todavia no habian tenido problemas con los vecinos. La
Sra. Chdvez de por si ya bastante abrumada por la situacién
econdmica, y por los constantes problemas ocasionados por su hija,
de plano se sintié colmada con la nueva invitada cuando le
empezaron a llover ese mismo dia las quejas de todo el vecindario,
-Ya suficiente tengo con la mia como para, ademds tener que lidiar
Con esta escuincla ajena que sdlo ha traido problemas a esta casa, -
expresé la sefiora abrumada enfrente de sus dos hijas-.
Esa tarde cuando pasé la madre de la “invitada incémoda" a recoger
a su hija, la Sra. Chdvez estaba furiosa tanto con Chelita como con
la Chela-madre -incapaz de educar a su engendro-. Tal era su
molestia que ni siquiera se digné salir a la puerta a despedirlas. Sélo
acerté a repetir con todo su enojo -enfrente, una vez mds de sus
dos hijas Nora y Lolita que sin darse cuenta funcionaban
mgsi i ra.
ocasionalmente como depdsitos emergentes de mierda de . a
Chdvez- “Ya traigo otra vez mi jaqueca por culpa de fe ic oa
que sélo nos vino a traer problemas, por favor, no me la vuelvai
invitar".
Nora, por su parte, como buena hermana mayor, cada vez 7 zu
mamd le daba una jaqueca, en el fondo aunque no Ig aparen e if :
sentia culpable, se sentia muy mal de ser la ecueon Ts .. :
sufrimiento”, en esa ocasién al escuchar que su “alma eae oe
amiga de su hermanita, le habia causado tal Jaqueca mans a
alivio, por un lado, de no ser ella en esta ocasion la culpable, y a
simultdneamente sintid también enojo contra Chela, su contrapa 4
terrorista. Al siguiente dia en el recreo, las dos nifias eee 4
Chelita y Nora- chocaron accidentalmente yaa bate st
bdsquetbol. Nora que ya venia como bacinilla cargada, i. name: ta a4
la jaqueca de su mamd, estaba “como agua para pa e"y >
hizo facil “desbordarse" a la menor provocacién contra la otra ni
“tocatimbres".
- TU nomds sirves para causar problemas en mi casa y a cualquier
parte a donde te paras.
Lo que siguié fue un anunciado agarrén de luchadoras Serer
rasguiios, tirones de cabellera, trompadas y rodi 6% ie
continuacidn vinieron dos dias de expulsion para oad una de
contrincantes y un odio profundo alimentado por ias re
mamds, que a partir de entonces prohibieron a Fe as ia
inocentes hijas el juntarse con la familia conflictiva de la
guerrillera ajena.
El origen de muchos de los conflictos humanos nace dela dificultad
de escuchar por un lado, y por el otro, de expresar oo. y
resentimientos de manera clara, directa y personal. En otras
30
palabras, una persona que vive en una cultura que permite la
expresion de una incomodidad de manera oportuna y dirigida a la
persona adecuada, dificilmente se verd enredada en situaciones
recurrentes de triangulaciones y chismes, En el caso de Chela y
Nora, se desbordaron las cloacas Y Se propagé el embarradero fecal
por todo el salén. Cada una de las maravillosas nifias guerrilleras
empezé a dilapidar su energia en chantajear a sus compafieras para
que no se juntaran con la otra por vulgar, sangrona y creida. Cada
una utilizé la consigna ancestral del rey Buchito IT: Si no estés
conmigo estds contra mi. Después de algtin tiempo cada una de las
protagonistas habia aumentado considerablemente el ntimero de
enemigas gratuitas.
La vida intima de las escuelas encierra innumerables dramas que -a
pesar de lo que muchos maestros se afierran a creer- dejan una
huella més honda en la memoria y en la vida de los estudiantes, que
la producida por innumerables horas de revisar: geografias,
historias, biologias, matemdticas, etc. etc.