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En la antigüedad se podría decir que Heráclito pasó desapercibido, no como tal, pero

no causó ni por cerca el revuelo que causaron otros pensadores, sin embargo, para los
estudiosos modernos de la filosofía resulta uno de los más interesantes y polémicos y
también resulta difícil interpretar sus fragmentos -los que se han conservado hasta
nuestros días-

Heráclito trata sus ideas de manera tradicional expresándolas con máximas y también
de manera similar a la escuela jónica. Aún con esta filosofía que abundaba en su
época, que se esparcía por medio de las épicas y líricas, este filósofo desarrolló un
sistema filosófico muy distinguible de los otros a la vez que original basándose en una
concepción dialéctica. De su persona se sabe poco con certeza ya que es posible que
muchas cosas que hay de él hayan sido escritas luego de haber recolectado sus
fragmentos, de todas maneras, Heráclito vivió en la ciudad de Éfeso en Asia Menor y
su vida transcurrió en la segunda mitad del signo VI a.C. y el primer periodo del siglo V.

Ya para adentrarnos en sus ideas, se rescata de una crítica que hizo a un destierro que
estaba en contra del gobierno democrático (al menos del que criticó) pero no era un
hombre muy involucrado en la política, sino que se mantenía al margen ocupándose en
otras actividades. Se le atribuye la escritura de un libro llamado Acerca de la
naturaleza, pero esta información no es muy confiable, este libro estaba escrito en
dialecto jonio y en prosa rítmica. Estos fragmentos que fueron recuperados del libro se
dividen en tres partes: Sobre el universo, sobre la política y sobre la teología. Heráclito
dejó su libro en el templo de Ártemis Efesia para facilitar su difusión y eso se cumplió
ya que se sabe de un ejemplar que llegó a Atenas (se nota gran influencia de este texto
en el tratado hipocrático sobre la dieta y en el propio Demócrito).

Su estilo aforístico de escritura ha dificultado el trabajo de ordenar estos fragmentos


que se rescatan de su libro. Este tipo de escritura lo heredó de la tradición gnómica
cuya pretensión es que tras sus declaraciones hay verdades demasiado grandes para
ser dichas de modo que tengan una sola lectura lineal. Es con esto que entendemos
cuando Heráclito dice que él “ni dice ni oculta, sino da señales”. Juntando estos
elementos de su filosofía (lo original, crítica e interpretativa que era) para sus
intérpretes no fue una tarea fácil comprenderla e incluso al intentar seguir con esta se
dieron una serie de deformaciones que se alejaban bastante del pensamiento de
Heráclito.

Las interpretaciones que hay de él por parte de Platón son pocas y equivocas, Platón le
atribuye dos citas incorrectas “todo fluye” y “no nos podemos bañar dos veces en el
mismo río”, además para Aristóteles Heráclito tan solo era la prolongación del
pensamiento milesio en el cual el fuego era la materia constitutiva del universo.
También los estoicos contribuyeron a la deformación de las ideas de Heráclito, es por
eso que mucha de la doxografía sobre esta filosofía resulta totalmente contraria a la
original de Heráclito. Quienes también han conservado muchos de sus fragmentos
citándolos continuamente contra herejes y desviados de la fe han sido los Padres de la
Iglesia, sin embargo, también contribuyendo a su deformación.

Los principales tres problemas al abordar su filosofía se encuentran los de la


autenticidad de los fragmentos que se conservan ya que se le han atribuido muchos
fragmentos que no son suyos, también otro de los problemas es la falta de rigor en
quienes lo han citado ya que la mayor parte de las veces no se sabe donde empieza o
termina la cita. Y por último el otro problema que existe al abordar su filosofía es el
orden de los fragmentos que se conservan ya que hay muchos posibles acomodos.

En cuanto al contenido de su filosofía fue naturalista, es decir que propone que los
elementos de la naturaleza eran los principios de todo, rechazando la metafísica. Su
primera tesis es que los sentidos demuestran que hay movimiento, tras observar la
naturaleza se dio cuenta que todo estaba en constante cambio, también pensaba que
en la continua transformación esta la esencia. Heráclito luego desarrolla un
pensamiento filosófico más profundo, pero aún con referencias naturales, su segunda
tesis es que “todo cambia y nada permanece” y es ahí donde establece una metáfora
en la que señala que el arjé de todas las cosas es el fuego, explicando que toda la
realidad es dinámica e inestable.

Con el paso del tiempo una persona cambia, pero sigue siendo, sin embargo, las
características de cuando era más joven ya no están, entonces deja de ser. Para
expresar la no permanencia en el fluir de la vida utiliza la metáfora del río la cual dice
“es imposible entrar dos veces en el mismo río” si el río son las aguas y el agua fluye y
es en todo momento distinta, el río nunca es el mismo.

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